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NECESIDADES DE PRODUCCIÓN
El almacenamiento puede ser parte del proceso de producción. La fabricación de ciertos
productos como quesos, vinos y licores requiere de cierto tiempo para madurar. Los
almacenes no sólo sirven para mantener el producto durante esta fase de fabricación sino
que, en el caso de los productos gravados con impuestos, sirven para asegurar el
producto hasta el momento de la venta. De esta manera, las compañías pueden retrasar
el pago de los impuestos del producto hasta que éste es vendido. En algunos casos, el
almacén puede desempeñar algunos servicios de "valor añadido", además del de dar
cabida al inventario.
Queda claro que una red de almacenes estratégicamente ubicados proporciona a los
clientes importantes la percepción de que recibirán un gran apoyo logístico. Los beneficios
obtenidos del almacenamiento estratégico se clasifican como económicos y de servicio.
Ningún almacenamiento debe incluirse en un sistema logístico a menos que se justifique
por completo en alguna combinación de costo y servicio. Lo ideal es que un almacén
proporcione al mismo tiempo ambos beneficios.
Beneficios económicos
Los beneficios económicos del almacenamiento ocurren cuando se reducen los costos
logísticos generales. Cuando se pueden lograr reducciones en el costo total, el almacén
se justifica en lo económico. Cuatro beneficios económicos básicos son: 1) la
consolidación y dispersión del volumen, 2) la clasificación, 3) el almacenamiento
estacional, y 4) la logística inversa.
1. Consolidación y dispersión del volumen
Los beneficios económicos de la consolidación y la dispersión del volumen son
aquellos que reducen el costo del transporte al utilizar la capacidad del almacén para
agrupar los embarques. En la consolidación, el almacén recibe los materiales de
diversas fuentes que se combinan en cantidades exactas en un solo embarque grande
a un destino específico. Los beneficios de las consolidaciones son la obtención de la
tarifa de flete más baja posible, la entrega controlada y oportuna, y una menor
congestión en los andenes de recepción del cliente. El almacén permite que el
movimiento hacia adentro desde su origen y el movimiento hacia afuera hacia un
destino, se consoliden en un embarque más grande, lo cual suele producir cobros más
bajos del transporte por unidad y una entrega más frecuente y rápida. Las
disposiciones de consolidación y de dispersión del volumen emplean la capacidad del
almacén para mejorar la eficiencia del transporte.
2. Clasificación
El beneficio básico de la clasificación es reconfigurar el flete mientras fluye de la fuente
al destino. En los sistemas logísticos se suele aplicar tres tipos de clasificación: de
recepción-entrega inmediata, de combinación y de ensamblado. El objetivo de la
recepción-entrega inmediata es combinar el inventario de diversas fuentes en una
clasificación determinada con anticipación para un cliente específico.
El objetivo del ensamblado es apoyar las operaciones de manufactura. Los productos y
los componentes se ensamblan desde diversos proveedores de segundo nivel a través
de un almacén, que suele denominarse proveedor principal o proveedor de nivel uno,
ubicado muy cerca de la instalación de manufactura.
3. Almacenamiento estacional.
El beneficio económico directo del almacenamiento es atender la producción o la
demanda estacional. El almacenamiento proporciona un soporte del inventario, lo cual
permite eficiencias en la producción dentro de las restricciones impuestas por las
fuentes de materiales y los clientes.
4. Procesamiento logístico inverso.
La logística inversa incluye las actividades para apoyar: 1) la administración de las
devoluciones, 2) la re fabricación, 3) la re comercialización, 4) el reciclado, y 5) la
eliminación. La administración de las devoluciones está diseñada para facilitar el flujo
inverso del producto que no se vendió o para atender las recuperaciones. La re
fabricación facilita el flujo inverso del producto después de su vida útil. Posteriormente
el producto mismo o sus componentes se actualizan para venderlos a un precio de
descuento.
Beneficios en el servicio
Los almacenes proporcionan servicios que mejoran el aumento de ingresos de la línea
principal. Cuando un almacén se justifica principalmente por el servicio, la razón de apoyo
es un mejoramiento de las ventas que compensa por mucho el costo adicional. Es una
tarea difícil cuantificar el retorno sobre la inversión del servicio porque es difícil de medir.
Los almacenes proporcionan el servicio como resultado de: 1) conservar existencias en el
lugar, 2) conservar existencias en toda la línea, y 3) los servicios de valor agregado.
Almacenamiento de soporte estacional: Los almacenes de soporte estacional, sirven
para apoyar la adaptación del cliente. Los fabricantes de productos muy temporales
suelen utilizar almacenes de soporte estacional. En vez de conservar el inventario en
un almacén todo el año, o hacer embarques para los clientes directo de las
instalaciones de fabricación, la capacidad de respuesta en los periodos de ventas
máximas mejora mediante un posicionamiento temporal del inventario en mercados
estratégicos. Bajo este concepto, un inventario selecto se posiciona o se coloca en
almacenes de soporte estacional como previsión para responder a la necesidad del
cliente durante el periodo de ventas importante. La utilización de instalaciones para el
almacenamiento de soporte estacional, permite poner el inventario en diversos
mercados junto a los clientes importantes justo antes de un periodo de ventas
estacionales máximas.
Conservación de existencias de la línea: completa Los fabricantes, mayoristas y
minoristas siempre han utilizado los almacenes para guardar combinaciones del
inventario de productos en previsión a los pedidos de los clientes. Los mayoristas y
minoristas comunes proporcionan surtidos que representan varios productos de
diferentes fabricantes. De hecho, estos almacenes proporcionan una capacidad de
compra en un solo lugar, a partir de diversos fabricantes. La diferencia entre los
almacenes de soporte estacional y la conservación de existencias de la línea completa
es el grado y la duración de la utilización del almacén.
Servicios de valor agregado: La demanda de un servicio altamente personalizado ha
transformado los almacenes modernos en instalaciones que se especializan en realizar
servicios de valor agregado. Un servicio de valor agregado es cualquier trabajo que
crea un valor más grande para los clientes. Este tipo de servicios cambia las
características físicas o la configuración de los productos para presentarlos a los
clientes en una manera única o personalizada.
OPERACIONES DE ALMACEN
Una vez determinada la misión de un almacén, la atención administrativa se concentra en
establecer la operación. Las operaciones de almacén son el manejo y el almacenamiento.
El objetivo es recibir el inventario de manera eficiente, guardarlo como se requiere,
ensamblarlo en pedidos completos y hacer el embarque al cliente. Este énfasis en el flujo
del producto convierte a un almacén moderno en una instalación de combinación de
productos. Como tal, gran parte de la atención administrativa se interesa en diseñar
operaciones que faciliten un manejo eficiente.
Manejo
Una primera consideración es la continuidad y la eficiencia del movimiento por el almacén.
La continuidad del movimiento significa que es mejor que un empleado utilice el equipo de
manejo para realizar movimientos más distantes que efectuar varios manejos cortos para
conseguir el mismo desplazamiento general del inventario. Cuando los operarios
intercambian productos o trasladan artículos de un equipo a otro, se desperdicia tiempo y
aumenta la posibilidad de daño en los productos. Por lo tanto, como regla general, en el
almacén se prefieren movimientos de manejo más prolongados. Los artículos, una vez en
movimiento, deben trasladarse de manera continua hasta su destino final. Las economías
de escala justifican mover las cantidades o las cargas más grandes posibles. El objetivo
general del manejo de materiales es clasificar los embarques que llegan en surtidos
únicos para los clientes. Las tres principales actividades del manejo son la recepción, el
manejo o la transferencia dentro del almacenamiento, y el embarque.
Recepción: La primera actividad del manejo es la descarga. En casi todos los
almacenes, ésta se realiza de manera mecánica, mediante una combinación de
montacargas, bandas transportadoras y procesos manuales. Cuando el flete se apila
en el piso del tráiler, el procedimiento normal es poner manualmente los productos en
tarimas o en una banda transportadora. Cuando llegan productos en unidades sobre
tarimas o en contenedores, se utiliza un montacargas para moverlos del vehículo al
andén. El principal beneficio de recibir cargas unitarias es la posibilidad de descargar
con rapidez y liberar el equipo de transporte que llega.
Manejo en el almacenamiento: El manejo en el almacenamiento consiste en los
movimientos que se realizan dentro del almacén. Después de la recepción y el
movimiento a un lugar de preparación, el producto se mueve dentro de las
instalaciones para almacenamiento o selección de pedidos. Por último, cuando se
procesa un pedido es necesario seleccionar los productos requeridos y trasladarlos a
un área de embarque. Estos dos tipos de manejo en el almacenamiento se denominan
transferencia y selección. La selección de pedidos es una de las principales actividades
de manejo dentro de los almacenes. El proceso de selección requiere que los
materiales, las piezas y los productos se agrupen para facilitar la consolidación de un
pedido. Es normal que un área del almacén se designe como área de selección o
recolección para la preparación de pedidos. Para cada pedido debe seleccionarse y
empacarse la combinación de productos que cumpla los requerimientos específicos del
pedido de un cliente.
Embarque: Consiste en verificar el pedido y cargarlo en el equipo de transporte. Igual
que en la recepción, las empresas de este giro usan bandas transportadoras y equipo
de manejo de materiales en cargas unitarias, como los montacargas, para mover los
productos desde el área de preparación al remolque o al contenedor. Comparado con
la recepción, el embarque desde el almacén debe atender movimientos de
relativamente bajo volumen de una mezcla de productos, lo cual reduce la posibilidad
de economías de escala. El embarque de cargas unitarias es cada vez más popular
porque se ahorra bastante tiempo en la carga del vehículo. Una carga unitaria consiste
en el producto separado en unidades o en tarimas.
Almacenamiento: Al planificar la disposición de un almacén, es esencial que se
asignen lugares específicos a los productos, llamados cajones, con base en sus
características individuales. Las variables más importantes de los productos para
considerar en un plan de asignación de cajones son los requerimientos de velocidad,
peso y almacenamiento especial de los productos. La velocidad de un producto es el
factor más importante que dirige la disposición del almacén. Los productos con un
volumen alto deben ubicarse de modo que minimicen la distancia de los movimientos.
Por ejemplo, los productos con velocidad alta deben colocarse cerca de las puertas, los
pasillos principales y los niveles más bajos de los anaqueles de almacenamiento.
Dichas posiciones minimizan el manejo y evitan izar los productos. Por otra parte, se
suelen asignar posiciones más alejadas de los pasillos principales y en los anaqueles
más altos a los productos con un volumen bajo. Asimismo, el plan de almacenamiento
debe tomar en consideración el peso y las características especiales del producto.
Debe asignarse un lugar cerca del piso a los artículos relativamente pesados para
evitar izarlos. Los productos voluminosos o de baja densidad requieren espacio por
unidad de volumen. El espacio de piso a lo largo de los muros exteriores es ideal para
tales artículos. Por otra parte, los artículos más pequeños pueden requerir gabinetes,
recipientes o cajones. El plan de almacenamiento integrado debe considerar las
características de los productos individuales.
Elección de la ubicación
La primera tarea es identificar la ubicación general y después específica del almacén. El
área general se refiere a la geografía en donde tiene sentido establecer un almacén
desde una perspectiva de servicios, económica y estratégica.
Una vez determinada la ubicación del almacén general, debe identificarse un sitio
específico del edificio. Las áreas normales en una comunidad para ubicar almacenes son
los desarrollos comerciales y las áreas suburbanas. Los factores que dirigen la elección
de la ubicación son la disponibilidad de servicios y el costo. El costo del terreno es el
factor más importante. No es necesario ubicar un almacén en un área industrial
importante. En muchas ciudades, los almacenes están entre las instalaciones industriales
y en zonas para la industria ligera o pesada. Casi todos los almacenes operan legalmente
bajo las restricciones de la propiedad comercial general.
Más allá del costo de adquisición, de la instalación y los gastos operativos como el acceso
de transporte, es necesario evaluar los sistemas de servicios generales, los impuestos y
las tasas de seguros. El costo de los servicios esenciales puede variar mucho entre dos
ubicaciones.
Deben satisfacerse varios requerimientos antes de adquirir una ubicación. El lugar debe
ofrecer un espacio adecuado para una expansión y deben estar disponibles los servicios
generales necesarios. El suelo debe ser capaz de soportar la estructura. El sitio debe
estar lo bastante alto para permitir un drenaje adecuado. Es posible que existan
requerimientos adicionales, dependiendo de la estructura que se va a construir. Por éstas
y otras razones, la elección final del emplazamiento debe ser precedida por un análisis
detallado.
Diseño
El diseño del almacén debe considerar las características del movimiento de productos.
Tres factores que se determinan durante el proceso de diseño son la cantidad de pisos
que debe incluir la instalación, un plan de utilización del espacio cúbico y el flujo de
productos.
El diseño ideal de un almacén es un edificio de un piso que elimine la necesidad de mover
productos en forma vertical. La utilización de dispositivos de manejo vertical, como
elevadores y bandas transportadoras para mover productos de un piso a otro requiere
tiempo, energía y suele crear atascos en el manejo. Por lo tanto, aunque no siempre es
posible, sobre todo en distritos de negocios en donde el terreno es restringido o costoso,
como regla general los almacenes de distribución deben diseñarse de un solo piso para
facilitar el manejo de materiales.
El diseño del almacén debe maximizar la utilización del espacio cúbico. Casi todos los
almacenes se diseñan con techos de 6 a 9 metros de altura, aunque el equipo de manejo
automatizado y de elevación puede requerir alturas de más de 30 metros. La altura
máxima eficaz de un almacén está limitada por las capacidades de elevación segura del
equipo de manejo de materiales (como los montacargas), el diseño de los anaqueles y las
regulaciones de protección contra incendios impuestas por los sistemas aspersores.
El diseño del almacén debe facilitar el flujo continuo y directo de los productos por el
edificio.
Expansión
Debido a que los almacenes son cada vez más importantes en las redes de la cadena de
suministro, su expansión futura debe considerarse durante la fase inicial de planificación.
Es común establecer planes de expansión de 5 a 10 años. Una posible expansión justifica
comprar o reservar una ubicación de tres a cinco veces más grande que lo requerido para
apoyar la construcción inicial.
El diseño del edificio también debe atender la expansión futura. Algunos muros pueden
construirse con materiales semipermanentes para permitir un retiro rápido. Las áreas de
pisos, diseñadas para apoyar los movimientos pesados, se pueden extender durante la
construcción inicial para facilitar la expansión.
Manejo de materiales
Un sistema de manejo de materiales es el principal impulsor del diseño de un almacén.
Como ya se señaló, las principales funciones de un almacén son el movimiento y el
surtido de productos. Por lo tanto, el almacén se considera una estructura diseñada para
facilitar el flujo eficiente de productos. Es importante que el sistema de manejo de
materiales se determine al principio del proceso de desarrollo del almacén
Layout
El layout o áreas de almacenamiento de un almacén deben planificarse para facilitar el
flujo de productos. La disposición y el sistema de manejo de materiales están muy
integrados. Además, debe ponerse atención especial en la ubicación, la cantidad y el
diseño de los andenes de recepción y carga.
Es difícil plantear un layout general de un almacén porque suele personalizarse para
atender requerimientos específicos de manejo de productos. En general, entre más
grande es la carga de la tarima, más bajo es el costo de movimiento por kilogramo o
paquete por una distancia determinada. El análisis de las cajas de productos, los
esquemas de apilamiento y las prácticas de la industria determinan el tamaño de tarima
más conveniente para la operación. Sin tomar en cuenta el tamaño elegido al final, la
administración debe adoptar un solo tamaño de tarima para utilizarlo por todo el almacén.
El segundo paso al planificar la disposición del almacén tiene que ver con el
posicionamiento de las tarimas. La colocación de productos específicos en lugares
seleccionados de tarimas se denomina asignación de cajones. Por supuesto, para un
layout eficiente es fundamental un plan bien desarrollado de asignación de cajones. Por
último, el equipo de manejo debe integrarse para finalizar el layout. La ruta y el tiempo del
flujo de productos dependen del sistema de manejo de materiales.
Exactitud y auditorías
Las funciones del WMS requieren verificar la exactitud del inventario para conservar la
eficacia operativa. Dicha exactitud se suele mantener mediante cuentas anuales del
inventario físico o al contar porciones específicas del inventario de manera planificada. La
cuenta de ciclos es la verificación contable de inventario seleccionado en un programa
cíclico. La selección de los artículos individuales que se van a contar y verificar se puede
basar en un área específica del almacén, la frecuencia de movimientos, o la rotación del
inventario. Una vez contado, se concilian las discrepancias entre el inventario físico y el
inventario del WMS para asegurar una validez continua del sistema.
Las auditorías relacionadas con la precisión del inventario son sólo un tipo de verificación
que se utiliza para conservar y mejorar la eficiencia operativa del almacén. Las auditorías
también son comunes para mantener la seguridad, asegurar el cumplimiento de las
regulaciones de protección, impulsar el mejoramiento de los procedimientos y facilitar los
cambios en el trabajo.
Protección
Robos
En las operaciones de un almacén se requiere protección contra robos realizados por los
empleados y ladrones, al igual que contra disturbios y perturbaciones provenientes del
terrorismo. Los procedimientos normales de protección deben cumplirse estrictamente en
cada almacén. La protección comienza en la entrada. Como procedimiento normal, sólo
debe permitirse entrar a las instalaciones y el terreno circundante al personal autorizado.
La entrada al patio del almacén debe controlarse mediante una sola puerta. Sin
excepción, no debe permitirse que ningún automóvil privado, sin tomar en cuenta el nivel
de importancia o la posición del cliente, entre al patio o se estacione junto al almacén.
Las mermas siempre son una preocupación importante en las operaciones del almacén.
Muchas son simples errores que ocurren durante la selección y embarque de un pedido,
pero el propósito de la protección es restringir el robo desde todos los ángulos. Casi todos
los robos ocurren durante las horas laborales normales. Los sistemas de control del
inventario y de procesamiento de pedidos ayudan a evitar que la mercancía salga del
almacén a menos que vaya acompañada por un documento impreso de liberación.
Daño
Dentro del almacén, varios factores pueden dejar en un estado invendible un producto o
material. La forma más obvia de deterioro de un producto es el daño por un manejo
descuidado de los materiales. El ambiente del almacén debe controlarse y medirse con
cuidado para dar una protección adecuada a los productos. Una cuestión preocupante es
la negligencia de los empleados. Sin tomar en cuenta cuán a menudo se advierta a los
operarios acerca de no llevar sobrecargas, algunos intentarán tales métodos si no son
supervisados con atención.
El deterioro del producto por un manejo descuidado dentro de un almacén es una forma
de pérdida contra la cual no existe un seguro ni es posible compensarla con ingresos.
Otra forma importante de deterioro es la incompatibilidad de los productos almacenados o
transportados juntos.
Seguridad y mantenimiento
Conclusión.
Cada una de estas actividades requiere bastante esfuerzo administrativo para asegurar
que las instalaciones se ubiquen y funcionen sin contratiempos a diario y puedan atender
el cambio de la manera más rápida y exitosa, cuando sea necesario para cumplir las
demandas de los clientes.[ CITATION Don072 \l 2058 ]
Bibliografía
Ballou, R. H. (2004). Logística. Administracion de la cadena de suministo . México: PEARSON
EDUCACIÓN .
Bowersox, D. J., Closs, D. J., & Cooper, M. B. (2007). Administracion y logística en la cadena de
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