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Literatura Argentina II

Cátedra Alfredo Rubione

2º cuatrimestre año 2020


21/09. Clase 5. Silvina Ocampo.
Selección de cuentos:
“Cielo de claraboyas”
“La casa de los relojes”
“La furia”
“La soga”
“Ana Valerga”

Presentación

En la clase de hoy nos ocuparemos de la escritora Silvina Ocampo. Y para iniciar la lectura de algunos de
sus cuentos, conviene conocer por lo menos tres de las líneas que se entrecruzan en su narrativa. En primer
lugar, el género fantástico, formato con el que se la identifica en un primer momento. También su relación
con la revista Sur, cuya directora, Victoria Ocampo, es su hermana. Por último, las particularidades de una
escritura que ha tenido variadas lecturas, sobre todo en las últimas décadas.

El género fantástico y el nonsense

Vincular a Silvina Ocampo con el género fantástico es, como dijimos, bastante frecuente. Basta con ver las
clasificaciones que se realizan en el nivel secundario, donde algunos de sus cuentos ya forman parte del
canon escolar. Ahora bien, cabe la pregunta sobre este género.
Aproximarnos a una definición de género fantástico resulta un asunto interesante. En principio, se trata de
revisar esa misma aproximación, debido a que según los autores, las literaturas y los críticos estamos
tratando con una especificidad que se disuelve. Sin embargo, algunos enfoques clásicos contribuirán a
esclarecer los aspectos centrales de un género que está presente en la literatura argentina desde el siglo XIX.
El primero de los críticos a los que haremos referencia es el canónico Tzvetan Todorov. En el estudio
Introducción a la literatura fantástica sistematiza los componentes de lo fantástico, en el que encuentra el
tan mencionado concepto de vacilación, incertidumbre que genera el texto en su lector, efecto que
caracteriza lo fantástico. Agrega, también, los temas que aborda el género y los componentes o modo de
expresión que alcanzan en los relatos. Su núcleo de estudio son los relatos europeos de fines del siglo XIX.
Más cercana a nuestra literatura hispanoamericana, se encuentra el también clásico “Ensayo de una
tipología de la literatura fantástica” de Ana María Barrenechea, quien encuentra que la experiencia
latinoamericana en este género excede los conceptos vertidos por Todorov. Para esta autora, lo irreal se
presenta como un problema para el lector implícito y convierte en fantásticos los temas.
La otra autora crítica es Rosalba Campra quien también estudia relatos latinoamericanos. Según su mirada,
todo texto solicita a su lector la complicidad en relación con las convenciones con las que establece su
sistema de realidad y este sistema es lo que debe examinarse en cada caso y en cada época. Lo fantástico
propone al lector nuevos modos de examinar lo real, avanzando sobre límites que el propio texto determina,
que, a su vez, remiten al conocimiento soslayado de lo real empírico.
Esta brevísima referencia sobre el género, a partir de los autores mencionados, nos permite, también,
incluir la discrepancia que sostiene Natialia Biancotto. Efectivamente, en su “Del fantástico al nonsense.
Sobre la narrativa de Silvina Ocampo”, la autora sostiene que leer la narrativa de Silvina Ocampo en clave
fantástica es un “pretexto tranquilizador que de algún modo domestica su rareza”. La crítica prefiere tratar el
no-sentido (“un relato de la insensatez”) para acercarse a los cuentos de la autora estudiada.
La revista Sur

La creación de la revista Sur en el año 1931 trajo a la escena nacional a un “grupo de amigos”, liderado
por Victoria Ocampo: Jorge Luis Borges, Eduardo J. Bullrich, Oliverio Girondo, María Rosa Oliver,
Guillermo de Torre son los nombres que figuran en el primer número. La incorporación posterior de Adolfo
Bioy Casares y las distintas relaciones parentales de este grupo, también caracterizarán su proyecto.
La revista viene a ocupar un lugar más en el debate cultural sobre la doble relación entre lo nacional y lo
europeo, debate ya visto en otras publicaciones y en otros autores del pasado. En el número 10, V. Ocampo
manifiesta la razón de ser de esta revista en dar a conocer lo europeo en América y en difundir a los
escritores americanos. De esta manera, el proyecto es consolidar la formación de una elite futura. En
palabras de Beatriz Sarlo, “Revista cosmopolita, donde el lugar del traductor y del introductor era, sin
exageraciones, central, Sur se movía con la convicción de que la literatura argentina precisaba de este
vínculo con la europea y la norteamericana (…). Por supuesto, hay variantes en el grupo, tal como se
apresura a explicar Sarlo en el mismo artículo. Pero esta visión nos sirve para comprender la compilación y
armado de la Antología de la literatura fantástica, publicada en 1940 y firmada por Jorge Luis Borges,
Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo. Aunque no es una publicación de Sur, sus antologistas pertenecen a
su mundo. El papel de S. Ocampo en esta tarea la incorpora al grupo y la ubica con su cuento “La
expiación”.
Además de la participación en esta antología, S. Ocampo recibió las críticas a su Viaje olvidado en 1937
por parte de su hermana y directora, V. Ocampo. No está de más establecer, entonces, la fuerte vinculación
entre la revista y la escritura de nuestra autora.

La escritura de Silvina Ocampo

Autora de narrativa y de poesía, S. Ocampo ocupó un espacio secundario durante años en la escena de la
literatura argentina. Los tomos de sus Cuentos Completos y numerosos artículos críticos marcan la vigencia
de una escritora que todavía tiene mucho por ofrecer. En esa vastedad los invitamos a sondear a partir del
uso de lecturas críticas y de algunos cuentos.
Son tres los artículos de uso obligatorio: el ya mencionado de Natalia Biancotto, el de Adriana Mancini y
el de Mariano García. Todos se encuentran publicados en Classroom y serán remitidos al Centro de Copiado
para conformar un nuevo módulo.

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