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Son movimientos que se realizan de una superficie a otra. Se considera que conlleva
riesgo en su ejecución ya que implica un cambio de plano y de superficie de apoyo,
existe un momento en el que el paciente y el profesional se encuentran sin apoyo. Esto
puede dar lugar a una lesión más grave, a eso se debe la importancia de una adecuada
adaptación del medio en que estas tienen lugar.
De sedestación a bipedestación
El paciente debe estar sentado lo más cerca al borde, si es posible, con los pies
apoyados en el suelo, con asiento duro y alto.
El fisioterapeuta se coloca delante del paciente, espalda recta, una pierna entre las
piernas del paciente y la otra hacia atrás flexionando las rodillas, el paciente rodea la
espalda del paciente con sus brazos sobre los hombros del fisioterapeuta. Manteniendo
la postura, inclina el tronco del paciente hacia delante y después lo levanta hasta
dejarlo colocado en bipedestación.
De bipedestación a sedestación
Partiendo de la bipedestación el fisioterapeuta inclina el tronco del paciente hacia
delante y después lo desplaza hacia atrás para dejarlo en posición sedente. El paciente
se encuentra de espaldas al asiento, esto puede provocar inseguridad, por este motivo
se debe caminar hacia atrás con él, hasta que la parte trasera de sus piernas contacten
con el borde del asiento. El paciente empezará a sentarse sin miedo.
Si se pasa de una silla de ruedas a otro asiento, hay que retirar el reposa pie y reposa
brazo del lado hacia el que gira el paciente.
Bipedestación
Independiente: Paciente en sedestación, inclina un poco el tronco hacia delante para
poder llevar el peso a las piernas. Se puede ayudar extendiendo los brazos hacia
delante o empujándose con ellos.
Se puede levantar con una mano el brazo del paciente y con la otra la parte de la
cintura del pantalón para ayudar a levantarlo.