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La Etica de Los Conflictos
La Etica de Los Conflictos
Concepto
Una ética del conflicto significa asumir unos valores y unas actitudes que podamos
compartir y defender todos. Implica lograr acordar un código de conducta de mutua
responsabilidad que tenga en cuenta los efectos de cuanto hacemos, tanto en el
presente como para las futuras generaciones.
Los principios y las ideas de una ética global proporcionan las normas mínimas que
toda comunidad política debería observar. La Comisión considera imprudente ir más
allá y presentar una imagen detallada de lo que debe ser una buena política. Los
países siempre han diferido en sus percepciones políticas. Bajo la influencia de su
patrimonio cultural y experiencia histórica, las sociedades poseen a menudo
diferentes concepciones acerca de los valores adicionales que había que afirmar y los
proyectos específicos que se deberían proseguir. Una ética global suministra los
requisitos mínimos que deben ser observados por cualquier gobierno o nación, pero
reconoce expresamente su diversidad y deja amplio campo de posibilidades para la
creatividad política, la imaginación social y el pluralismo cultural. Confinar una ética
global a ciertos principios y criterios básicos refleja igualmente el reconocimiento de
que las sociedades no precisan ni pueden seguir idénticos patrones, ni estilos de
desarrollo. Si bien una ética global debe insistir acerca de algunos estándares
normativos internacionales, no debe incitar a las sociedades a seguir un camino único
hacia el progreso.
Vía Judicial
Vía Administrativa
Por otro lado, los modos no formales o también llamados alternativos, son
mecanismos en base a los cuales se trata de resolver conflictos, sin embargo el hecho
de que se les considere informales no quiere decir que nuestra legislación no los
reconozca, la diferencia es que los procedimientos en estos modos son flexibles y
realzan el papel protagónico de los actores del conflicto. Entre ellos están la
negociación, el dialogo y la mediación.
El conflicto en la vida social y jurídica
Las causas de los conflictos tienen múltiples raíces, son complejas y pueden ser
generadas por diferentes causas de hostilidad. Pero, por lo general se pueden
encontrar en necesidades básicas sin satisfacer, competencia por recursos limitados y
conflictos de valores.
Las alternativas a los regímenes políticos basados en el solo uso del poder, y el
desarrollo intencional de relaciones pacíficas entre personas y grupos se funda en una
profunda comprensión de los procesos claves psicológicos, sociales y políticos que
generan relaciones de confianza y solidaridad entre en las comunidades, donde
entonces las personas desarrollan un fuerte sentido de sí mismas.
Sin embargo en nuestra sociedad, y en muchas otras estos procesos son desconocidos
o inexistentes, lo cual genera que las sociedades se sumerjan en la frustración de sus
necesidades, experimenten enojo y muchos otros sentimientos que motiven el
desarrollo de conductas dañinas.
Sin lugar a dudas, las formas en que se solucionen los conflictos sociales que puedan
presentarse en una sociedad, son claves para determinar la trascendencia de las
conductas que generen el conflicto y por supuesto las consecuencias que tales
conductas conlleven, específicamente cuando los actos que producen la alteración o
el desacuerdo entre las partes, tienen más de una opción para resolverse.
Los conceptos que sirven como ejemplo para el comportamiento ético incluyen: 1.
Hacer mucho más para mejorar las vidas de otros 2. Tratar a todos con equidad e
imparcialidad 3. Tratar a todos con respecto y cortesía 4. Mantener un alto nivel de
integridad 5. Tomar en cuenta los sentimientos de los demás 6. Estar dispuesto a
perdonar para decidir objetivamente 7. Tener la habilidad de relacionarse con las
personas.
Se espera que los servidores públicos tomen decisiones con altos niveles de
profesionalismo y compromiso por el bien público, y de manera transparente y
responsable. Las tres obligaciones más esenciales de los servidores públicos, que
sustentan su toma de decisiones, son: cumplir la ley, utilizar los recursos públicos de
manera efectiva y actuar de forma ética. Se hace énfasis en la importancia de la
obligación de actuar éticamente en el artículo 8 de UNCAC, que requiere que los
estados promuevan "la integridad, la honestidad y la responsabilidad entre sus
funcionarios públicos" con el fin de prevenir la corrupción.
Los estándares éticos relacionados adicionales que se espera que sostenga el sector
público incluyen transparencia, rendición de cuentas, eficiencia y competencia. Los
miembros del personal de Naciones Unidas, por ejemplo, deben “mantener los más
altos estándares de eficiencia, competencia e integridad”, y la integridad se define en
el Estatuto y Reglamento del Personal 3 de Naciones Unidas, que incluye, pero no se
limita a “probidad, imparcialidad, equidad, honestidad y veracidad en todos los
asuntos que afectan su trabajo y su estatus” (Estatuto y Reglamento del Personal de
Naciones Unidas 1.2(b)). El concepto de integridad pública también ha sido definido
en términos más amplios como “la alineación consistente y la adhesión a los valores,
principios y normas éticos compartidos para mantener y priorizar el interés público
sobre los intereses privados en el sector público” (OECD, 2017, pág. 7).
Críticas
El libro “El Positivismo Lógico” (1959), “la ética sólo busca conocimiento”, vale
decir, está por la verdad y para la verdad, en procura de la política pública que sea
llamada a convertirse en política de Estado para el bienestar general y universal.
Al respecto conviene recordar algunos de los apartes de la obra de Emmanuel Kant
“Sobre La Paz Perpetua” (1795), que resalto a continuación: “si todo lo que ocurre y
puede ocurrir es simple mecanismo natural, entonces la política es el arte de utilizar
ese mecanismo como medio de gobernar a los hombres y el concepto del derecho es
un pensamiento vano. Pero si se cree que es absolutamente necesario unir el concepto
del derecho a la política, entonces hay que admitir que existe una armonía posible
entre ambas esferas. Ahora bien; yo concibo un político moral, es decir, uno que
considere los principios de la prudencia política como compatibles con la moral; pero
no concibo un moralista político, es decir, uno que se forje una moral ad hoc, una
moral favorable a las convivencias del hombre de Estado.”
Continua Kant, “la verdadera política no puede dar un paso sin haber previamente
hecho homenaje a la moral (ética). La política, en sí misma, es un arte difícil; pero la
unión de la política con la moral no es un arte, puestas pronto como entre ambas
surge una discrepancia, que la política no puede resolver, viene la moral (ética) y
zanja la cuestión, cortando el nudo. El derecho de los hombres ha de ser mantenido
como cosa sagrada, por muchos sacrificios que le cueste al poder denominador. No
cabe aquí componendas; no cabe inventar un término medio entre derecho y
provecho, un derecho condicionado en la práctica. Toda la política debe inclinarse
ante el derecho; pero, en cambio, puede abrigar la esperanza de que, si bien
lentamente, llegará un día en que brille con inalterable esplendor.”
Referencias bibliográficas
Pérez de Cuellar, Javier, et al. "Una nueva ética global", en Nuestra diversidad
creativa. México: El Correo de la UNESCO, pp.43-51.
Freund, Julien. (1983). Sociología del conflicto, Madrid: Ediciones del Ejercito, pág.
58.
Entelman, Remo. (2009). Teoría de conflictos. Hacia un nuevo paradigma,
Barcelona: Gedisa, pág. 56.
Conflicto ético vs. ética del conflicto PAÚL MALDONADO. DIARIO CRÓNICA 20
ENERO, 2016.