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Acto

Son todas las acciones que realizamos; implican una compleja operación mental en los que
intervienen el conocimiento, la voluntad o simplemente el instinto. El simple acto de bostezar,
parpadear, respirar, sentir sed, hambre o frío, son actos humanos naturales, y en su realización
intervienen el instinto y las necesidades del cuerpo que deben ser satisfechas en forma
automática porque de ello depende la supervivencia.

Actos voluntarios
Los actos voluntarios son variados, cambiantes, y más elaborados que los reflejos, y a
diferencia de los actos reflejos, en los voluntarios participa el cerebro.

Los actos voluntarios se realizan de un modo consciente y se controlan voluntariamente.

Los actos involuntarios.


Son aquellos que realizamos sin intervención de la corteza cerebral, es decir, que son ajenos a
nuestra consciencia, y, por tanto, a nuestra voluntad. Suelen estar controlados por centros de
control secundarios, tales como la médula espinal y los ganglios. Dan lugar a lo que llamamos
ACTOS REFLEJOS, producidos por muy pocas neuronas que funcionan formando un ARCO
REFLEJO.

Un ejemplo muy ilustrativo de cómo se produce un acto reflejo lo tienes en lo que sucede
cuando te quemas o te pinchas en un dedo: lo retiras antes de que llegues a darte cuenta de lo
que sucede, precisamente para evitar males mayores. Esta es la función de estos movimientos
reflejos: ser rápidos para evitar mayores problemas.

Reflejo condicionado
Se denomina reflejo condicionado a un comportamiento que se produce en respuesta a un
estímulo que no ocurría de manera natural, y que debe ser aprendido por el individuo
asociando a un estímulo neutro un estímulo fuerte. El estímulo fuerte es uno que no requiere
de ningún aprendizaje o condicionamiento para producir una respuesta. En cambio un
estímulo neutro inicialmente no posee ninguna respuesta asociada al mismo, y la respuesta
correcta debe ser aprendida mediante repetidas asociaciones con un estímulo fuerte.

Ejemplo de reflejo condicionados:

Salir bien en clases para recibir premios

Alegrarme cuando suena el timbre del colegio

Buscar el teléfono cuando enciende una luz o suena

Despertar cuando suena la alarma

Sentir que algo malo va a pasar cuando nos dicen "tenemos que hablar"

Reflejos incondicionados
El reflejo incondicionado es la respuesta automática e involuntaria que realiza un ser vivo ante
la presencia de un determinado estímulo. Son congénitos, por lo que no requieren
aprendizaje.

Ejemplos de reflejos incondicionados. Los hay de tipo muy diverso: las reacciones defensivas
que se integran a nivel de la médula espinal (alejar rápidamente una extremidad de un agente
doloroso), la dilatación de la pupila como reacción a un haz de luz, el estornudo, la tos, el
vómito, el acto de succionar, las cosquillas, el gateo, el sudor cuando hace calor, etc.

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