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Trastornos del comportamiento alimentario:

7 Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa


Diana Madruga Acerete1, Rosaura Leis Trabazo2, Nilo Lambruschini Ferri3
1Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. Madrid. 2Hospital Clínico Universitario de
Santiago. USC. Santiago de Compostela. 3Hospital Sant Joan de Déu, Barcelona.

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), y del 2-4%para la BN. La prevalencia de TCA atípi-
son una de las enfermedades crónicas, más frecuen- co puede situarse en torno al 5-10%.Aunque los datos
tes en adolescentes y mujeres jóvenes. Enfermedades en varones son más limitados se estima una relación
psiquiátricas, que se caracterizan por tener una alte- de prevalencia entre mujeres y varones de 9:1. La edad
ración definida del patrón de ingesta o de la conduc- de comienzo de la AN más frecuente es la adolescen-
ta sobre el control del peso, que produce un deterio- cia o la juventud, aunque algunos casos aparecen des-
ro físico y psicosocial. En consecuencia aparece una pués de los 40 años o en la infancia. La BN suele tener
malnutrición que afecta a todo el organismo y al fun- un comienzo más tardío. Estudios recientes indican
cionamiento cerebral, lo que perpetúa el trastorno su aparición en todas las clases sociales, además algu-
mental. Esta alteración de la conducta no debe ser nos grupos profesionales como modelos, bailarinas,
secundaria a ninguna enfermedad médica o psiquiá- atletas, gimnastas, etc., parecen más afectados. En
trica. Se ha relacionado con una seria morbilidad, así la mayoría de los estudios los pacientes con AN, no
como una significativa mortalidad, constituyendo un tanto las bulímicas, presentan un buen rendimiento
problema de salud pública, por su curso clínico pro- escolar, lo que suele ir ligado a actitudes de auto exi-
longado y su tendencia a la cronificación. gencia y perfeccionismo.
Los TCA comprenden la anorexia nerviosa (AN),
la bulimia nerviosa (BN) y los trastornos no especi- ETIOPATOGENIA
ficados o atípicos (EDNOS), reservando esta denomi- En la etiopatogenia intervienen factores genéti-
nación a las situaciones en las que falta una o más de cos, biológicos, psicológicos, sociales y culturales que
las características principales que definen los cuadros actúan como factores predisponentes, desencadenan-
típicos. Dentro de los TCA se incluyen la anorexia ner- tes o mantenedores de la enfermedad, considerándo-
viosa (AN), la bulimia nerviosa (BN) y el trastorno se en la actualidad un trastorno multifactorial. En ella
atípico o no especificado. Aunque fueron reconocidos participan factores genéticos y ambientales, de cuya
hace más de dos siglos en los países occidentales, se interacción surge la vulnerabilidad individual. Inter-
ha producido un incremento progresivo de su inciden- viene además unos factores desencadenantes y otros
cia y prevalencia en los últimos años debido, funda- derivados de la propia enfermedad que favorecen el
mentalmente a factores socioculturales. Afectan de for- mantenimiento y la perpetuación del trastorno. Los
ma preferente a la población adolescente femenina y mayores avances han venido de la confirmación del
se observa una tendencia al aumento, sobre todo de hambre e inanición, como factor básico en la perpe-
formas parciales, en prepúberes y varones de riesgo. tuación del cuadro por sus consecuencias psicológi-
En las mujeres adolescentes de los países occi- cas, emocionales y físicas. También son importantes
dentales se estima una prevalencia del 1% para la AN las influencias culturales con el énfasis de la delga-
326 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP

Desencadenantes:
- Dietas
- Estrés
- Periodo de crisis
- Sucesos adversos

Adolescencia

Falta de prevención: Factores genéticos


- Individuo TCA Cronificación
- Familia Vulnerabilidad
- Social
Factores ambientales
Mantenimiento:
- Malnutrición
- Tránsito digestivo lento
- Alteraciones psicológicas
- Aislamiento social
- Falta de apoyo familiar

FIGURA 1. Modelo causal de los trastornos de comportamiento alimentario.

dez como el modelo de éxito social y existente en alimentarios. Se han documentado importantes alte-
nuestra sociedad, exacerbado por los medios de comu- raciones en estos pacientes en algunos neurotransmi-
nicación. Todos estos factores pueden concluir en la sores que participan activamente en la regulación de
aparición de un TCA en un adolescente vulnerable la homeostásis energética (serotonina, dopamina, nor-
(Fig. 1). adrenalina) y en los sistemas de la colecistoquinina,
No se ha identificado un marcador genético espe- grelina, leptina, adiponectina, neuropeptido Y u otros
cífico, los estudios se centran en análisis de polimor- péptidos implicados en el control de la ingesta. Un
fismos de genes, relacionados con el control del peso hallazgo reciente relevante ha consistido en demos-
corporal, con vías serotoninérgicas y dopaminérgicas trar que el tejido adiposo no es un reservorio pasivo
alteradas en estos pacientes. El papel de la genética de energía; antes al contrario, se trata de un auténtico
se sustenta por estudios (contribución en el 50% de órgano de gran actividad endocrina y metabólica, exis-
la varianza) de agregación familiar y en gemelos (con- tiendo una interconexión bidireccional del cerebro y
cordancia de monocigotos en el 50%).Estudios de aná- del tejido adiposo sugiriendo que este último desem-
lisis de linkage (fenotipos homogéneos) encuentra peña un papel importante en la regulación del balan-
susceptibilidad para BN en el cromosoma 10p y para ce energético.
AN en cromosoma 1p. Dentro de los factores biológicos en las alteracio-
La regulación de la ingesta (hambre/saciedad) en nes neuroquímicas, encontramos niveles disminuidos
el organismo se produce a través de la interacción de norepinefrina en relación con la bradicardia e hipo-
de complejos sistemas y señales que proceden del sis- tensión en estados de malnutrición, así como disregu-
tema gastrointestinal, las reservas energéticas y el sis- laciónes de la serotonina, que explicaría, a menos
tema nervioso central (hipotálamo) Los pacientes con en parte la alta incidencia de comorbilidades psiquiá-
TCA, presentan importantes alteraciones en las per- tricas en estas pacientes como depresión, ansiedad y
cepciones del hambre y saciedad y en sus patrones trastornos obsesivo-compulsivos. Existen factores de
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 327

TABLA I. Criterios diagnósticos (DSM-IV y CIE-10) de anorexia y bulimia nerviosas.


Criterios Anorexia Bulimia
DSM-IV – Rechazo a mantener un peso en un nivel – Episodios recurrentes de ingesta voraz,
mínimamente normal para la edad y al menos 2 semanales durante 3 meses
sexo (por debajo del 85%) – Conductas compensatorias para no
– Miedo intenso a engordar ganar peso, con carácter mantenido:
– Distorsión de la imagen corporal vómitos autoprovocados, uso de
– Negación de la situación de peligro laxantes, diuréticos, enemas u otros
– Amenorrea secundaria (con ausencia fármacos, ejercicio físico excesivo.
de, al menos, 3 ciclos consecutivos) o – Distorsión de la imagen corporal
primaria (retraso de la menarquia) – También se establecen dos tipos:
– Se establecen dos tipos de AN: purgativo (vómitos autoprovocados, uso
purgativo o restrictivo, en función de de laxantes, diuréticos, enemas en
que existan o no conductas purgativas exceso) y no purgativo (utilizan el
y/o episodios de atracones ayuno o el ejercicio físico excesivo)
CIE-10 – Pérdida significativa de peso ( IMC – Preocupación constante por la comida,
inferior a 17,5) o ausencia de ganancia con episodios de polifagia durante los
ponderal prepúberes cuales consumen gran cantidad de
– La pérdida de peso es autoinducida por: alimentos en períodos cortos de tiempo
- vómitos autoprovocados y/o – Uso de técnicas compensatorias frente
- utilización de laxantes y/o al aumento de peso:
- diuréticos y/o - vómitos autoprovocados
- anorexígenos u otros fármacos y/o - utilización de laxantes
- ejercicio físico excesivo - anorexígenos u otros fármacoas y/o
– Distorsión de la imagen corporal - periodos intermitentes de ayuno
– Amenorrea en la mujeres y pérdida de - miedo intenso a engordar, con
interés y potencia sexual en los varones objetivos de peso siempre inferior al
– Retraso en la aparición de la pubertad peso óptimo
- antecedente o no de anorexia prexia

susceptibilidad genética (gen del receptor de la 5HT taria, siendo el rasgo clínico principal la negativa a
2A) cada vez más estudiados, así como problemas psi- alimentarse de forma apropiada, por un temor irracio-
cológicos y de la dinámica familiar en estos pacien- nal ante la posibilidad de ganar peso. Estos datos espe-
tes. Los pacientes con AN se describen como ansio- cíficos permiten diferenciarla de otras enfermeda-
sos, depresivos, perfeccionistas y con baja autoesti- des que cursan con restricción de la ingesta, asocia-
ma. Entre los pacientes con BN predominan los pro- das o no a descenso ponderal. La AN tiene una forma
blemas de control de impulso. típica o restrictiva y otra purgativa en la que al inten-
to de ayuno se añaden vómitos y diarrea autoprovo-
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS EN LA AN Y cada y a veces uso de diuréticos. La BN se caracte-
BN riza por la aparición de episodios de descontrol ali-
Actualmente los criterios que se siguen para el mentario, que llevan al paciente a efectuar un con-
diagnóstico son los de la Academia Americana de Psi- sumo rápido de grandes cantidades de comida, sien-
quiatría de 1994 (DSMIV) y los elaborados por la do habitual la puesta en marcha a continuación de
OMS (CIE-10) (Tabla I). La AN es una enfermedad medidas encaminadas a neutralizar los efectos de los
psicosomática, caracterizada por una alteración de la ”atracones“ (inducción del vómito, ejercicio intenso,
imagen corporal y un trastorno de la conducta alimen- dietas estrictas, utilización de diuréticos o laxantes
328 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP

entre otros). Los cuadros bulímicos se dividen tam- 3. Miedo exagerado al sobrepeso o a la ganancia
bien en purgativos y no purgativos. En los períodos ponderal.
intercríticos el paciente tiende a ayunar ya que par- 4. Rechazo de la propia imagen corporal.
ticipa plenamente del ideal anoréxico. Dentro de las 5. Valoración del peso o figura como prioridad.
anoréxicas, aproximadamente la mitad de ellas, en su 6. Valoración de los alimentos exclusivamente en
evolución, van a desarrollar conductas bulímicas. En relación a la ganancia ponderal.
el incremento actual se cuestiona si la anorexia y la La American Medical Association publicó en
bulimia sin cuadros clínicos diferentes o distintas fases 1994 unas guías para realizar el screening de los TCA
de el curso evolutivo de un mismo cuadro. entre los adolescentes. Aquellos que presenten un TCA
Existen formas atípicas o incompletas, denomi- deben ser evaluados por un equipo multidisciplinar
nadas en el DSM-IV como trastorno de la conducta que incluya un médico general, un nutricionista, un
alimentaría no especificado, en los que falta algún cri- psiquíatra y un psicólogo.
terio mayor o bien los síntomas son más leves: sínto- Las manifestaciones clínicas de estas enfermeda-
mas de anorexia conservando la menstruación o con des (AN y BN) son multisistémicas debido a que se
peso en límites normales. Incluye el “trastorno por afectan casi todas las partes del organismo como con-
atracón” definido en el DSM-IV por la presencia de secuencia de la malnutrición, pudiendo producir en
atracones recurrentes (al menos 2 por semana duran- ocasiones daños irreversibles. Unas manifestaciones
te 6 meses, asociados a tres o más síntomas: comer clínicas son secundarias a los trastornos psiquiátricos
por encima del nivel de saciedad, ingerir grandes can- y de la conducta y otros al cuadro clínico de malnu-
tidades de alimentos, consumidos a gran velocidad, trición. Ambas se combinan en grados diversos según
esconder la voracidad comiendo a solas o sentir cul- la fase evolutiva del paciente. Todos los clínicos deben
pabilidad tras el atracón). El síndrome de temor a la conocer la gran amplitud de las anomalías físicas.
obesidad” tan frecuente en los adolescentes, se carac- Algunas complicaciones médicas no son sólo clíni-
teriza por el mismo miedo a engordar y empleo de camente importantes sino que amenazan la vida, por
dietas hipocalóricas y ejercicio físico, pero sin con- la que requieren atención especial. La paciente cróni-
ducta purgativa, ni alteración de la imagen corporal, ca que está severamente emaciada, abusa de laxantes
El pediatra de atención primaria, por su accesibilidad y se induce vómitos presenta serias complicaciones.
al adolescente y familia, ocupa una posición clave en Estos pueden pasar desapercibidas antes del ingreso
la detección precoz de estos trastornos. y hacerse patentes cuando la realimentación rompe
su precario equilibrio (Tablas II y III).
PAPEL DEL PEDIATRA EN EL La evaluación de los pacientes con TCA puede
DIAGNÓSTICO DE LOS TCA resultar difícil por su actitud negadora y escasamen-
El diagnóstico precoz de los TCA es fundamen- te colaboradora. Por estas razones la entrevista clí-
tal en el pronóstico y depende de la búsqueda de con- nica debe denotar un estilo empático, evitando acti-
ductas de riesgo. Una buena historia clínica es la base tudes o comentarios críticos o culpabilizadores por
del diagnóstico. Existen cuestionarios con preguntas parte de ningún miembro del personal que atiende a
dirigidas a explorar hábitos alimentarios o más espe- estos pacientes. Las pacientes purgobulímicas pueden
cíficos sobre las conductas encaminadas a perder peso, presentar una actitud de descontrol conductual y extre-
de gran utilidad en la detección de los distintos TCA. ma ansiedad, que hace necesario una actitud serena y
El diagnóstico de sospecha se valorará en todos aque- contenedora del personal que las atiende.
llos pacientes prepúberes o adolescentes con alguna La evaluación del estado mental se realizará
de estas características: explorando los síntomas específicos del trastorno (cri-
1. Realización de una dieta hipocalórica en ausen- terios diagnósticos) y los síntomas inespecíficos:
cia de obesidad o sobrepeso. depresión, ansiedad, obsesividad, ideación de muer-
2. Periodos de semiayuno alternados con ingesta te, impulsividad. Los pacientes con TCA presentan
normal. alta prevalencia de comorbilidad psiquiátrica, princi-
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TABLA II. Complicaciones en la anorexia nerviosa.


1. Metabólicas 5. Endocrinológicas
– Disminución de la tasa metabólica basal – Hipogonadismo hipogonadotrófico
– Distermia – Aumento de cortisol y GH
– Hipercolesterolemia – Disminución de T3
– Hipercarotinemia
6. Óseas
2. Cardiovasculares – Osteopenia
– Bradicardia – Retraso en maduración ósea
– Hipotensión
– Disminución del tamaño cardíaco 7. Dermatológicas
– Alteraciones del ECG – Piel seca
– Lanugo
3. Gastrointestinales
– Gastroparesia 8. Hematológicas
– Estreñimiento – Pancitopenia
– Distensión abdominal – Hipoplasia de la médula ósea
4. Renales 9. Cognitivas y del comportamiento
– Alteraciones hidroelectrolíticas – Depresión
– Uremia prerrenal – Dificultad de concentración
– Fallo renal crónico – Obsesión por la comida

TABLA III. Complicaciones en la bulimia nerviosa.


1. Metabólicas 4. Dermatológicas
– Alcalosis metabólica hipoclorémica – Callosidades en nudillos (Signo de Russell)

2. Cardiovasculares 5. Del tracto digestivo


– Prolapso mitral – Erosión del esmalte dental
– Alteraciones en el EGC – Gingivitis
– Hipertrofia de glándulas salivares
3. Renales – Esofagitis
– Alteraciones hidroelectrolíticas – Regurgitaciones
– Fracaso renal agudo – Rotura esofágica
– Nefropatía hipopotasémica – Dilatación/ perforación gástrica
– Pancreatitis aguda
– Estreñimiento

palmente trastornos depresivos y de ansiedad; en las nas etapas del curso clínico puede llevar al paciente
formas purgo-bulímicas son además frecuentes las al ingreso urgente.
conductas impulsivas y los intentos autolíticos. La La evaluación médica incluirá un diagnóstico
conflictiva familiar que puede producirse en algu- diferencial con otras patologías que puedan también
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producir un deterioro del estado nutricional, así como rentes grados, lo que va a modificar la composición
estudiar las posibles secuelas de los TCA en los pacien- corporal e induce a consumir las propias reservas de
tes. Esta valoración permitirá además enfocar el tra- grasa y músculo para mantener la glucemia. El 60%
tamiento y decidir si el paciente precisa o no ser hos- de la energía requerida por el cerebro se va a cubrir
pitalizado. con los cuerpos cetónicos; con producción hepática de
Dentro de la exploración complementaria en cuerpos cetónicos a partir de ácidos grasos y libera-
una evaluación inicial debe realizarse: hemograma ción de aminoácidos musculares para la neoglucogé-
con VSG, gasometría venosa y electrolitos incluyen- nesis, con ahorro de energía y bajo metabolismo basal.
do calcio, fósforo y magnesio, test de función renal Dentro de la historia clínica que realicemos al
incluyendo urea/BUN, creatinina y ácido úrico, test paciente debemos evaluar el grado de restricción caló-
de función hepática, hormonas tiroideas, análisis ele- rica y el tipo de alimentación que ingiere, así como la
mental de orina, electrocardiograma y radiografía duración de las posibles desviaciones de la normali-
de tórax. Pruebas que se aconsejan considerar en eva- dad. La determinación de la ingesta calórica en bulí-
luaciones posteriores: hierro sérico, Ferritina, zinc, micas es más difícil. Dichas pacientes pueden moni-
cobre y niveles de vitaminas, hormonas: estradiol, torizar su ingesta en la fase restrictiva, pero tienen
LH, FSH, testosterona y prolactina, amilasa sérica, dificultades para reconocer la cantidad de comida con-
estudios del tracto gastrointestinal y endoscopia, den- sumida durante el periodo de ingesta compulsiva. En
sitometría ósea, TAC craneal o RMN, ecocardiogra- el seguimiento de la ingesta calórica es importante
ma. Las anomalías en los exámenes complementarios determinar el concepto de requerimientos calóricos
de los pacientes afectados se deben a la desnutrición, para pérdida y mantenimiento de peso en adolescen-
a los hábitos de control de peso empleados por el tes. La ingesta dietética debe incluir la valoración
paciente o a sus complicaciones. Como los resultados de líquidos, a veces con ingestas excesivas para inten-
de los estudios complementarios sobre todo de inicio tar calmar la sensación de hambre, ansiedad o por
son normales en muchos pacientes, es importante motivos destructivos.
subrayar que los estudios se utilizan como informa- El examen físico de los pacientes va a depen-
ción basal y no para confirmar diagnóstico. La analí- der del grado de malnutrición en el momento de su
tica inicial esta dirigida a establecer parámetros de observación, pueden ir desde una perdida de peso del
urgencia sobre todo: anomalías de líquidos y electro- 15% del peso ideal hasta grados extremos de emacia-
litos, estados de deshidratación y anomalías en el elec- ción, caracterizándose por un profundo estado de defi-
trocardiograma. Posteriormente la individualizada está ciencia, en ocasiones sin manifestar los signos de mal-
encauzada al diagnóstico diferencial y valorar evolu- nutrición crónica, por lo que estas características que
ciones. Malnutrición severa (IMC <13 kg /m2), des- deben ser evaluadas en todo TCA (Tabla IV).
hidratación, anormalidades de electrolitos, arritmias En la valoración antropométrica los pacientes
cardíacas y bajos niveles en glucosa y albumina, indi- deben ser seguidos y monitorizados. La AN es un
can un incremento en el riesgo de mortalidad, modelo de malnutrición de predominio energético, de
instauración lenta y progresiva por lo que el orga-
APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA A LA nismo realiza un proceso de adaptación.
SITUACIÓN NUTRICIONAL La medición del peso y la talla nos permitirán cal-
Todos los pacientes con TCA deben ser someti- cular el índice de masa corporal [IMC: peso (kg) /talla2
dos a un screening nutricional ya que son pacientes en (m2)], el porcentaje del peso ideal y el porcentaje de
riesgo nutricional. El screening nutricional trata de pérdida de peso. Se considera indicativo de malnutri-
seleccionar aquellos pacientes en riesgo nutricional ción un pérdida de peso superior al 10% en 6 meses
para que se les realice una valoración nutricional más o al 5% en un mes. Se considera un IMC normal entre
completa. La “alteración patológica del patrón alimen- 18,5-25 kg/ m2, y en niños ≥ P15 y < P85.
tario”, en vía de la restricción o conducta compensa- La medida de los pliegues cutáneos (tricipital, subes-
toria inapropiada, se va a asociar al ayuno en dife- capular, bicipital, suprailíaco) y circunferencias (circun-
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 331

TABLA IV. Exploración física en TCA: talización debido a un incremento del gasto en repo-
síntomas y signos so y pospandrial, por ello la CI es una herramienta
muy útil en la evaluación de los pacientes.
– Aspecto triste y demacrado. La evaluación nutricional nos permite establecer
– Resaltes óseos marcados. estadios de la enfermedad en función de la severidad
– Atrofia muscular de la afectación de los pacientes. El peso necesario para
– Piel agrietada, seca, pigmentada. alcanzar los diferentes índices de masa corporal sirve
– Extremidades frías y cianóticas. para definir objetivos terapéuticos basándose en ganan-
– Palmas y plantas amarillentas. cias específicas de peso. El índice de masa corporal
– Lanugo, vello axilar y púbico conservado. (IMC), el % del peso ideal y, el grado de cooperación
– Caída de pelo. del paciente, son los datos que mejor se correlacio-
– Atrofia mamaria nan con los diversos estadios de la enfermedad, esta-
– Hipertrofia parótida bleciéndose en la guía APA 2006, de acuerdo a estos
– Alteraciones dentarias parámetros, diferentes niveles de tratamiento (Fig. 2).
– Edemas
TRATAMIENTO DE LOS TCA
– Corazón. bradicardia, arritmias, hipotensión
El tratamiento de los TCA requiere de un equipo
– Abdomen: palpitaciones, masas fecales
multidisciplinar en el que participan médicos familia-
rizados con estos trastornos, especialistas en nutri-
ción, psiquiatras y psicólogos. Este tratamiento inclu-
ferencia media del brazo y circunferencia media mus- ye la psicoterapia, los psicofármacos, el tratamiento
cular del brazo) permiten aproximarnos al estado de los nutricional y de las complicaciones de la enfermedad.
compartimentos corporales graso y proteico muscular La creación de unidades específicas para el tra-
respectivamente, muy afectados en estos pacientes tamiento de los trastornos de la conducta alimenta-
El compartimento proteico visceral no se afecta ria ha supuesto un considerable avance terapéutico,
hasta estadios muy avanzados de la enfermedad. Se mejorando el pronóstico de estos pacientes. La agi-
pueden valorar proteínas de vida media más corta, lidad funcional y la aplicación de una terapia multi-
como la transferrina (8-10 días), prealbúmina (2-3 disciplinar representan una herramienta fundamental
días) proteína ligadora del retinol (10 horas). Los nive- que incrementa las posibilidades de recuperación. La
les de IGF-1 se encuentran descendidos y aumentan coordinación o dirección de las unidades de TCA corre
precozmente tras la realimentación habitualmente a cargo de un psiquiatra, que estable-
La calorimetría indirecta (CI) resulta muy útil ce las líneas generales del tratamiento y coordina al
para establecer el gasto energético en reposo en estos resto del equipo. Todos los miembros del equipo deben
pacientes (GER) de cara a realizar un tratamiento nutri- tener experiencia en el tratamiento de los TCA, sus
cional adecuado. Como consecuencia de la adapta- funciones deben estar claramente delimitadas para
ción al ayuno se ha señalado que estos pacientes pre- evitar interferencias que sólo pueden repercutir nega-
sentan un estado hipometabólico. Es bien conocido tivamente en el tratamiento del paciente.
en la literatura y nosotros lo hemos podido compro- Existen diferentes protocolos de tratamiento pero
bar en nuestros pacientes con AN que las fórmulas son escasos los trabajos en los que se valoran los resul-
habituales que miden el gasto energético basal (Harris- tados evolutivos finales. La naturaleza de los trastor-
Benedict, FAO, Schofield, etc.) sobreestiman el gas- nos alimentarios y la gran diversidad de tratamientos
to energético en estos pacientes con el riesgo de indu- ya establecidos en la práctica hacen difícil en ocasio-
cir un síndrome de realimentación si se les adminis- nes satisfacer la demanda de datos basados en la evi-
tra excesivas calorías. Por otro lado diferentes auto- dencia. que es básico en las decisiones del tratamien-
res han señalado que aunque los requerimientos son to clínico Entre las diferentes guías clínicas, comen-
bajos al ingreso, aumentan mucho durante la hospi- taremos las diferentes recomendaciones. Todas ellas
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Evaluación

¿Desnutrición severa: IMC < 17,5?


¿Pérdida rápida de peso: > 1 kg/sem?

Sí No

Preparación ingreso Cuidados previos


¿IMC < 15 kg/m2? ¿Escasa motivación?
¿Escasa motivación? ¿Crisis familiar?
¿Familia en crisis? ¿Fracasos previos?
¿Complicación médica grave? ¿Comorbilidad grave?
¿Comorbilidad grave?
¿Atracón-purgación grave?

Sí No
No Sí
Tratamiento ambulatorio
Hospitalización / Hospitalización
domiciliaria Seguimiento
Hospital de día

Post-alta FIGURA 2. Tratamien-


to de los TCA.

convergen en la necesidad de un tratamiento que ten- 6. Corregir pensamientos, actitudes y sentimien-


ga en cuenta las cuestiones biológicas, psicológicas tos erróneos sobre su trastorno.
y sociales relacionadas con el desarrollo y la persis- 7. Tratar las complicaciones psiquiátricas asociadas
tencia de un trastorno alimentario. (autoestima, depresión, etc.).
La finalidad de los programas de tratamiento en 8. Favorecer la colaboración de la familia.
los TCA, es la de ofrecer a estos pacientes un plan 9. Prevenir recaídas.
terapéutico global donde integremos y coordinemos Una vez establecido el diagnóstico de TCA los
las actuaciones de diferentes especialidades; siendo pacientes deben seguir un tratamiento que se prolon-
los objetivos: ga varios años, y puede estar organizado en diferen-
1. Restaurar el peso corporal. tes modalidades asistenciales con diferentes niveles
2. Tratar las complicaciones físicas. de intensidad: 1) Ambulatorio; 2) Hospital de día;
3. Mejorar la motivación del paciente para que nor- 3) Hospitalización; 4) Programas de postalta; 5) Tra-
malice sus hábitos dietéticos y colabore en el tra- tamiento residencial; 6) Programa de prevención de
tamiento. recaídas; 7) Programas específicos para pacientes resis-
4. Educar al paciente sobre nutrición saludable y tentes a tratamiento.
patrones de alimentación adecuados. La primera pregunta que deberemos realizarnos
5. Abordaje de conflictos psicosociales con arreglo es si el paciente puede ser tratado ambulatoriamente
a la técnica psicoterapéutica empleada, o necesita hospitalización (Fig. 2). El tratamiento hos-
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 333

pitalario implica que el tratamiento en la consulta TABLA V. Criterios de ingreso.


externa o en el hospital de día ha fracasado o que el
estado nutricional y/o la situación orgánica es de gra- En anorexia nerviosa
vedad suficiente para no permitir otras alternativas 1. Pérdida de peso persistente (25-30% peso
terapéuticas. Las razones que obligan a la hospitali- inicial o IMC < 17,5 kg/m2 sin criterios de
zación pueden ser médicas o psiquiátricas. Los crite- hospitalización en casa) en menos de tres
rios de ingreso son variables en la guía APA 2006 reco- meses o porcentaje mayor en forma
mienda la admisión con pérdida de peso persistente progresiva. Pérdida de 1 kg/semana.
2. Indice de Masa Corporal < 14 kg/m2.
(25-30% del peso inicial o IMC < 17,5 kg/m2) en 3. Alteraciones biológicas:
menos de tres meses o porcentaje mayor en forma pro- - Trastornos hidroelectrolíticos (Ej: K< 3
gresiva (pérdida de 1 kg/semana). Los parámetros físi- mEq/l)
cos más importantes que deben considerarse son el - Arritmias cardíacas: bradicardia (F.C. < 45)
peso y el estado cardíaco y metabólico (Tabla V). - Inestabilidad fisiológica: hipotermia,
El protocolo de hospitalización en nuestra uni- hipotensión
dad consta de tres fases o etapas y una duración apro- - Cambios ortostáticos en pulso (> 20 L/min)
ximada de 5 a 6 semanas. Etapa I: ruptura de la esca- o TA (> 10 mmHg)
lada anoréxica, estabilización médica e inicio de la 4. Rechazo manifiesto a alimentarse.
recuperación nutricional; Etapa II: recuperación nutri- 5. Fallo de tratamiento ambulatorio/
hospitalización en casa.
cional, ampliación de actividades y programa de ejer- 6. Conflictividad familiar manifiesta ante un
cicio; Etapa III: recuperación y mantenimiento nutri- cuadro en evolución.
cional, así como transición a casa y al colegio. 7. Intervenciones en crisis y descompensaciones.
8. Trastorno psiquiátrico que requiere ingreso
TRATAMIENTO DIETOTERÁPICO (depresión mayor con riesgo de suicidio y
La rehabilitación nutricional es un objetivo pri- psicosis agudas).
mordial en todo paciente malnutrido y debe ser una
meta temprana del tratamiento, en virtud de una serie En bulimia nerviosa
de premisas: 1) Hasta que no se haya corregido la des- 1. Atracones y vómitos incontrolables en
nutrición grave, la psicoterapia tendrá una eficacia tratamiento ambulatorio.
limitada. 2) Se sabe que la restauración ponderal se 2. Complicaciones médicas de malnutrición:
asocia con una disminución de los síntomas claves de hipopotasemia, hiponatremia, deshidratación,
alteraciones digestivas o cardíacas.
la anorexia y con la mejora de las funciones cogniti- 3. Conflictividad familiar manifiesta.
vas y físicas. 3) Existen a veces problemas digestivos 4. Trastornos psiquiátricos que requieren ingreso
en estos pacientes en general por motilidad alterada (depresión mayor con riesgo suicida,
y vaciamiento gástrico retrasado, pero también psi- impulsividad y psicosis aguda)
quiátricos, que pueden dificultar la ingesta oral y con-
dicionan el uso en ocasiones de nutrición artificial.
Podemos distinguir dos fases: una fase educacional, tría indirecta, siendo inferior al estimado por las fór-
donde se proporcionan los fundamentos sobre los que mulas teóricas habitualmente utilizadas. Estos progra-
el paciente deberá modificar las conductas relaciona- mas se harán de acuerdo al paciente de forma escalo-
das con el peso y el comer; y otra fase experimental nada pactando las ganancias de peso en el tiempo y el
o psiconutricional, intentando modificar la conducta peso al alta. Generalmente se establece como objeti-
alimentaria. vo una ganancia de peso de 1-1,5 kg/semana en uni-
Como consecuencia de la adaptación al ayuno dades de hospitalización y 250-500 g/semana en pro-
se ha señalado que los pacientes presentan un estado gramas ambulatorios, según las recomendaciones en
hipo metabólico, que se puede comprobar por el gas- guía APA 2006. El tratamiento nutricional debería apor-
to energético en reposo(GER) medido por calorime- tar de forma inicial 30-40 kcal/kg/día (1.000 a 1.500
334 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP

Kcal/día) e irse incrementando durante la hospitaliza- La nutrición artificial estará indicada en aquellas
ción. En ocasiones durante la etapa de ganancia de pacientes con malnutrición severa que presenten una
peso son necesarios aporte de 70-100 kcal/kg/día. negativa a ingerir alimentos por boca. En la guía
Durante la fase de mantenimiento y para mantener un ASPEN del 2002 con un nivel de evidencia de clase
crecimiento y desarrollo adecuado en niños y ado- B, se indica su empleo (con malnutrición grave defi-
lescentes serán necesarios hasta 40-60 kcal/kg/día Los nida por un peso < 70% del ideal para la talla) en el
pacientes que tengan requerimientos calóricos supe- paciente que no pueda o no quiera ingerir una nutri-
riores suelen presentar conductas inadecuadas, el segui- ción adecuada. La nutrición enteral es la forma de
miento con encuestas dietéticas y calorimetría indirec- nutrición artificial preferida en este tipo de pacientes,
ta nos ayudara a solventarlas de forma adecuada. Hay consiste en la administración de nutrientes directa-
que recordar que cuanto mayor sea el peso logrado por mente en el tracto digestivo (directamente por boca o
el paciente al alta, menor será la probabilidad de recaí- a través de una sonda). La nutrición enteral debe ofre-
da, por ello los ingresos suelen ser prolongados. cerse como mejoría de su estado nutricional y que
El control médico de los pacientes durante la rea- se suspenderá cuando la ingesta oral sea suficiente.
limentación es esencial, el control debe incluir la medi- Suelen utilizarse dietas poliméricas sin lactosa y con
ción de constantes vitales, así como equilibrio alimen- fibra, ya que servirá para mejorar el estreñimiento. Se
tario e hídrico, fósforo, magnesio, niveles de electro- iniciará a un ritmo lento para optimizar su tolerancia.
litos y función renal deben ser monitorizados. De esta La administración por bomba de infusión permite un
forma la ganancia ponderal será progresiva y evitare- mejor control y dificulta la manipulación de la enfer-
mos la aparición de un síndrome de realimentación ma. En ocasiones se utiliza en TCA como nutrición
Se han reportado síndrome de realimentación en cer- primaria o suplementaria, en donde con evidencia
ca del 6% de los pacientes hospitalizados, con pér- limitada se observa que se acorta el tiempo de ganan-
didas del 70% del peso corporal ideal y que reciben, cia ponderal y se obtienen buenos resultados.
nutrición parenteral, nutrición enteral y realimenta- La nutrición parenteral consiste en la administra-
ción enérgica por vía oral. El síndrome de realimen- ción de nutrientes por vía venosa, generalmente a tra-
tación se caracteriza por alteraciones hidroeletrolíti- vés de catéteres insertados en venas centrales de alto
cas severas e incluso puede conducir a la muerte súbi- flujo. Este tipo de soporte nutricional se utilizará úni-
ta en pacientes con malnutrición severa. La primera camente en aquellos pacientes con malnutrición gra-
etapa del ingreso la rehidratación deberá ser cuidado- ve en los que está contraindicada la vía digestiva
sa cubriendo las necesidades basales; dado que los (hemorragia digestiva, obstrucción intestinal, íleo para-
pacientes con AN suelen presentar una disminución lítico, etc.). Debe considerarse la alimentación paren-
de los niveles corporales totales de K, P, Mg y bioti- teral durante breves períodos de tiempo, sin embargo
na, a pesar de niveles plasmáticos normales, durante la infección siempre es un riesgo en pacientes con un
la realimentación pueden producirse cuadros severos sistema inmunitario afectado. Habrá que prevenir el
de hipopotasemia, hipofosfatemia e hipomagnesemia síndrome de realimentación con fórmulas de poco
que pueden facilitar la aparición de arritmias, crisis volumen, con calorías ajustadas a su peso actual, apor-
convulsiva, coma y producir la muerteque deben ser te de proteínas de 1,5 g/kg/día, vigilando niveles plas-
monitorizados de forma periódica sobre todo en la máticos de electrolitos.
primeras dos semanas de la realientación, Consideramos criterios de alta hospitalaria: un
En la mayoría de los pacientes el soporte nutri- IMC >18,5 kg/m2 y mantenimiento del mismo como
cional artificial se realizará con dieta oral a la que aña- mínimo una semana en etapa de transición, con gene-
diremos suplementos de nutrición enteral por boca a ralización de la conducta alimentaria en el domicilio,
medida que la paciente lo requiera. Suelen utilizarse así como mejoría psicopatológica e incorporación pro-
dietas poliméricas, generalmente con densidad caló- gresiva a la escolarización. La restauración del peso
rica de 1,5 kcal/ml. No se ha demostrado que un tipo durante la hospitalización es esencial en el tratamien-
de soporte nutricional sea superior a otros. to, seguimientos de larga duración donde nos indican
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 335

peores resultados en relación a una inadecuada ganan- TABLA VI. Planteamiento nutricional
cia de peso durante el primer ingreso. Cuanto más pró- ambulatorio TCA.
ximo a su peso saludable se encuentra en el momen-
to del alta hospitalaria tanto menor es el riesgo de 1. Estimación requerimientos energéticos
recaída. – Valoración nutricional clínica y analítica
La mayor parte de pacientes con bulimia ner- – Encuesta dietética
viosa no complicada no requieren tratamiento nutri-
cional hospitalario. A diferencia de la AN son hos- 2. Información paciente
pitalizados con menos frecuencia, y cuando esto ocu- – De su situación clínica
rre, se trata de una admisión para corregir deshidra- – De las consecuencias de malnutrición
tación y desequilibrio hidroelectrolítico, conductas – De las características de una alimentación
suicidas, y, alteraciones psiquiátricas que justifican equilibrada
hospitalización. En algunas investigaciones, se seña- – Pacto de ganancia ponderal semanal
la para pacientes con BN la combinación de inter- 3. Elaboración del plan de alimentación
venciones psicoterapéuticas y farmacológicas desde
– Horario reglado de comidas
el inicio del tratamiento. Se describe la BN como un – Grupos de alimentos a incluir
estado de caos alimentario, caracterizado por perio- – Frecuencia recomendada de consumo diario/
dos de consumo de alimentos no controlados y mal semanal
estructurados, que a menudo van sucedidos de un – Valorar conveniencia de raciones/gramaje
periodo de restricción en el consumo de alimento. La – Reparto fraccionado a lo largo del día
participación del nutriólogo radica en ayudar a desa- – Control de atracones y conductas
rrollar un plan para el consumo controlado de alimen- compensatorias
tos y a la vez valorar la necesidad y tolerancia del
paciente a la estructuración alimentaria. Las técnicas 4. Seguimiento
conductuales, tales como comidas planificadas y auto – Evolución ponderal
registros, también contribuyen al control inicial de – Evolución hábitos dietéticos
– Introducción progresiva de alimentos
los síntomas y a la interrupción de atracones y pur-
“temidos”
gas. Hay evidencias de que los programas terapéuti- – Replanteamientos periódicos conjuntos del
cos que incluyen asesoramiento y organización die- equipo terapéutico y los pacientes
tética como parte del programa son más eficaces que
aquellos que no los incluye.
El Hospital Universitario de Toronto, fue uno de
los pioneros en describir y aplicar un programa de dentro de un entorno de normalidad que facilite su
hospital de día en pacientes con TCA. Se están uti- mantenimiento en una vida social, escolar o profesio-
lizando cada vez más con la intención de reducir la nal y familiar normal (Tabla VI).
duración de la hospitalización en algunos pacientes y En última instancia el objetivo del tratamiento es
para casos más leves se acude a estos programas como la reeducación del paciente y la instauración o recu-
sustitutivos de la hospitalización. Pacientes con alta peración de una dieta variada y suficiente. Establecer
motivación y familias que cooperan pueden benefi- un patrón de alimentación con comidas bien equili-
ciarse del hospital de día. Tales programas pueden no bradas no cura el trastorno alimentario, pero no se
ser apropiados para pacientes con pesos iniciales más alcanzará una cura hasta que se establezca un patrón
bajos (por ejemplo los que tienen un peso igual o infe- con estas características. La utilización de dietas pro-
rior al 75% del peso medio según la altura). Siem- gramadas, así como los cálculos calóricos o los menús
pre que el estado nutricional y psíquico del paciente diarios cerrados deben utilizarse el mínimo tiempo
lo permita, se preferirá el tratamiento ambulatorio en posible. En primer lugar se ha de estructurar la ali-
la consulta externa, intentando mantener al paciente mentación, organizando las ingestas principales y sus
336 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP

Criterios de ingreso
HOSPITALIZACIÓN EN CASA HOSPITALIZACIÓN

IMC > 18,5 kg/m2 IMC > 17,5 kg/m2


Normalidad biológica No patrón adecuado de
Patrón adecuado de comidas comidas

POST ALTA HOSPITAL DE DÍA


- Plan de vida. Familia - Plan de vida
- T. cognitivo-conductual - Programa conductual
- Terapia cognitiva
IMC ≥ 19,5 kg/m2 - Terapia con familia
Patrón adecuado de comidas
Mejoría psicopatológica

Criterios de hospitalización
domiciliaria Criterios de ingreso
TRATAMIENTO AMBULATORIO
Grupal
EVALUACIÓN - Plan de vida SEGUIMIENTO
- Psicoterapia
- Trabajo con familia

FIGURA 3. Tratamiento de los TCA: seguimiento.

horarios, y luego se trabajará sobre la variedad y la es sin incidencias y el clínico debe estar preparado
elección de alimentos y, finalmente sobre su cantidad. para vigilar con cuidado el progreso.
Desde nuestro punto de vista, los mejores resultados En pacientes con AN la psicoterapia puede ser
se obtienen cuando se trabaja modificando normas de útil una vez corregida la malnutrición. En un metaa-
conducta alimentaria en el contexto de la alimenta- nálisis la psicoterapia conductual produjo mayor
ción de la familia (Fig. 3). ganancia de peso y acortó la estancia hospitalaria res-
pecto al tratamiento exclusivo con psicofármacos. El
TRATAMIENTO PSICOTERÁPICO Y CON tratamiento cognitivo es superior a los consejos die-
PSICOFÁRMACOS téticos, en términos de evitar recaídas desde la restau-
El protocolo de hospitalización se sigue de un ración del peso en el hospital. Hay evidencia limita-
programa de postalta, cuyo objetivo principal es evi- da para pacientes < 19 años con duración de enferme-
tar reingresos, con una técnica basada en: 1) Plan de dad < a 3 años, en donde la terapia familiar fue supe-
vida en donde se incluyen las indicaciones nutricio- rior en términos de ganancia de peso a la psicotera-
nales, 2) Técnicas conductuales, 3) Técnicas cogniti- pia individual. Los fármacos psicótropos no deberí-
vo-conductuales, 4) Técnicas familiares (Tabla VI). an utilizarse como el único tratamiento primario en
El equipo tratante, el enfermo y la familia deben ser estos pacientes ya que ningún fármaco se ha demos-
realistas respecto al tratamiento, que a menudo es trado eficaz en la recuperación de su peso. Las indi-
un proceso a largo plazo. Aunque los resultados pue- caciones en base a los datos actuales serían: 1) Pre-
den ser favorables, el curso de tratamiento raras veces venir recaídas en pacientes que han recuperado peso,
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 337

Exceso de grasa corporal

Normal Dismórfico

Talla Síndromes
(Figura 1)

Normal o elevada Baja

Maduración ósea Maduración ósea Maduración ósea


normal o acelerada retrasada acelerada

Obesidad nutricional Endocrinopatías Endocrinopatías


- GH - Corticoides
- Hipotiroidismo - Cushing
- Mauriac - Pubertad precoz
- Otros

FIGURA 4.

2) Tratar comorbilidades asociadas como depresión AN es grave a pesar de los esfuerzos en mejorar el
o trastornos obsesivocompulsivos una vez que el tratamiento. El pronóstico para la anorexia de inicio
paciente haya comenzado a recuperar peso. Indica- en la adolescencia en el metaanálisis es mejor que el
ciones contempladas en la guía American Psichiatric inicio en la edad adulta, el 57% de los pacientes se ha
Association (APA) 2000 y 2006. recuperado, el 25,95 % mejoraron y el 16,9% ha teni-
A diferencia de lo que ocurre en la AN, los pacien- do un curso crónico, la mortalidad media fue de 1,8%.
tes con BN se benefician del tratamiento con psico- Strober encontró que el tiempo medio de recupera-
fármacos en la fase aguda. ción fue mayor a 4 años, por tanto precisan tratamien-
No está claro el tiempo que se deben administrar, tos de larga duración. En la AN se relaciona con un
pero en algunos estudios puede desprenderse que los peor pronóstico la mayor edad de comienzo, menor
tratamientos más prolongados consiguen una menor índice de masa corporal alcanzado, mayor duración
tasa de recaídas. El tratamiento más eficaz es la tera- de la enfermedad, síntomas bulímicos, mayor dura-
pia cognitivo-conductual (PCC) que consigue un por- ción del tratamiento hospitalario y las variables de
centaje de remisiones del 50%. La psicoterapia inter- comorbilidad psiquiátrica (depresión, ansiedad, tras-
personal también ha demostrado ser eficaz en algu- tornos de personalidad obsesivo-compulsivo) que pro-
nos estudios. duciría una resistencia psicológica al aumento de peso
La evolución de estas enfermedades es tórpida y a la mejoría. La BN suele tener una evolución más
con gran tendencia a la cronificación. En la revisión benigna con curación en el 50% de los casos, mejo-
de Steinhausen se concluye que el pronóstico de la ría en el 30% y persistencia en el 20%. Entre factores
338 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP

de buen pronóstico se sitúan edades tempranas, dura- treatment of anorexia nervosa, bulimia nervosa, and
ción corta de enfermedad, siendo la obesidad en la eating disorders not otherwise specified (EDNOS). J
infancia, baja autoestima y alteraciones de personali- Am Diet Assoc 2001; 101: 810-819.
dad factores de mal pronóstico. 3. American Psychiatric Association: Dianosis and sta-
tistica Manual of Mental disorders. 4ª Edition (DSMIV).
RESUMEN Washington: American Psyhiatric Association; 1994.
Los trastornos de la alimentación son una patolo- 4. American Psychiatric Association. Practice guidelines
gía frecuente en nuestros días principalmente entre los for the treatment of patients with eating disorders Ame-
rican Psychiatric Association Work Group on Eating
adolescentes y jóvenes, la AN es la tercera enferme- Disorders. Am J Psychiatry 2000; 157: 1-39.
dad crónica en la adolescencia. Programas de preven-
5. American Psychiatric Association. Practice guidelines
ción deben iniciarse de forma temprana, en la edad for the treatment of patients with eating disorders, third
escolar, sobre estilos de vida y hábitos dietéticos salu- edition. Am J Psychiatry 2006; 163(Suppl): 1-50
dables, así como desarrollando la autoestima y la toma
6. ASPEN board of Directors and the Clinical Guidelines
de decisiones. Es importante el diagnóstico y trata- Task Force. Guidelines for the use of parenteral and
miento precoz de estos pacientes, ya que con frecuen- enteral nutrition in adult and pediatric patients. J Parent
cia se cronifican y ocasionan secuelas físicas irrever- Enteral Nutr 2002; 26(Supl 1): 1-138SA.
sibles. Las especiales características de los trastor- 7. Alonso Franch M, Redondo del Rio MP. Anorexia y
nos de la conducta alimentaria hacen indispensable un bulimia. En: Tratamiento en Gastroenterología, Hepa-
enfoque altamente especializado de su tratamiento. En tología y Nutrición Pediátrica. 2ª Edición SEGHNP.
este contexto, la figura del médico experto en nutri- Madrid: Ergon; 2008. p. 661-669.
ción se considera importante. Los TCA pueden indu- 8. Bellido D, Martinez-Olmos M: Síndrome de realimen-
cir graves repercusiones nutricionales que, por un lado tación. Endocrinología y Nutrición 2004; 51: 336-342.
interfieren en el tratamiento psicológico y, por otro, 9. Cañedo Villrroya E, Madruga Acerete D, GraellBer-
ponen en peligro la vida del paciente. El control y la na M, Correa Perry M, Pedrón Giner C, Morande Lavin
resolución de estas complicaciones han de ser resuel- G. Estudio de calorimetría indirecta en adolescentes
con anorexia nerviosa. XIII Congreso de la SEGHNP
tas por especialistas en el manejo de estas enfermeda- 2006. Pediátrika 2006; 5: 18.
des. El asesoramiento nutricional como complemen-
10. Décima Revisión de la Clasificación Internacional de
to de otras modalidades terapéuticas puede ser útil para
enfermedades. Trastornos mentales y del comporta-
reducir ciertas conductas relacionadas con los trastor- miento. Descripciones clínicas y pautas para el trata-
nos del comportamiento alimentario, minimizar la res- miento (CIE10). Madrid: Meditro; 1992.
tricción alimentaria, aumentar la variedad de alimen- 11. Deter HC, Schellberg D, Kopp W, Friederich HC, Her-
tos ingeridos y estimular pautas de ejercicio físico. zog W. Predictability of favorable outcome in anore-
Por último es necesario avanzar en estrategias xia nervosa. European Psychiatry 2005; 20: 1-17.
más adecuadas de prevención e intervención, así como, 12. Fairburg CG, Harrison PJ. Eating disorders. The Lan-
estudios controlados de pacientes con recuperación cet 2003; 361: 407-416.
completa o parcial, que ayudarán a diferenciar los fac- 13. Fairburg CG. Evidence–based treatment of anorexia
tores que contribuyen al mantenimiento de la enfer- nervosa. Int J Eat Disord 2005; 37: S26-S35.
medad para diseñar programas de tratamiento adecua- 14. Fisher M. Treatment of eating disorders in children,
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