Está en la página 1de 1

W W W.CO M U N I DA D.

M A D R I D

GREGORIO
PRIETO
Y LA
FOTOGRAFÍA
Gregorio Prieto y Eduardo Chicharro. S/T. ca 1930

¿QUÉ VEMOS? grecolatinas. Todas estas imágenes, de- aprovecharon el caudal onírico del su-
Ante nuestros ojos se despliega un con- bido a su escandalosa modernidad no rrealismo reafirmándose en su rechazo
junto de fotografías en las que el pintor encontraron una fácil publicación en la a la vulgaridad y los convencionalis-
Gregorio Prieto (Valdepeñas 1897–1992) atmósfera reaccionaria de esos años y mos, concibiendo un “ismo” propio, el
aparece retratado en una variedad de quedaron durante largo tiempo aparta- Postismo.
poses y escenas cargadas de narcisismo, das del conocimiento público, pero mu- • Postismo: Movimiento literario de
en ocasiones perturbadoras, que reve- chas fueron reabsorbidas feliz y secreta- postguerra que surge intentando recu-
lan su profunda admiración por el arte mente en los collages del artista perar los logros estéticos de las van-
grecolatino. Gregorio Prieto nunca sos- guardias europeas. Es un “post”-“is-
tuvo una cámara fotográfica entre sus ALGUNOS DATOS DE LO QUE VEMOS: mos” creado por Carlos Edmundo de
manos. No obstante, toda su vida sin- • Gregorio Prieto estudió en la Real Ory y Eduardo Chicharro. El nombre
tió fascinación por la capacidad de esta Academia de Bellas Artes de San Fer- coincide con el título de una revista
máquina para inmortalizarle y se sirvió nando, tras superar el inicial rechazo de poesía que ambos artistas crean en
de ella para elaborar esta suerte de bio- paterno que le hizo ingresar primera- 1945 y en cuya portada se utiliza una
grafía imaginada, haciéndose fotografiar mente a estudios de ingeniería en la de las fotografías de Gregorio Prieto
por amigos. Las imágenes que vemos en Escuela Industrial de Madrid. tomada por Chicharro en Roma, con-
esta exposición fueron tomadas en dos • En el tiempo de las imágenes que ve- virtiéndose en iconografía del movi-
periodos: El primero en Roma, entre los mos la Academia Española de Bellas miento. El postismo ejercita el juego
años 1928 y 1933, por Eduardo Chicharro artes que acogió a Gregorio y a Chi- y el sentido del humor, la ironía dentro
Briones, pintor y fotógrafo amateur, y el charro (otoño de 1928) no fomentaba del dramatismo existencial emergente
segundo entre Inglaterra y España, ya en la experimentación. Era un tiempo en el en la sensación de soledad y de an-
los años 50, por el escultor hispano-in- que primaban las enseñanzas tradicio- gustia ante lo absurdo de lo cotidiano.
glés Fabio Barraclough. En todas las nales, así como el respeto y la copia de Es una actitud lúdica que permite una
imágenes es Gregorio Prieto quien defi- los maestros clásicos. Sin embargo, los gran libertad de creación, tanto desde
ne los escenarios y compone todas estas jóvenes artistas se dejaron llevar por su el punto de vista temático como for-
escenas cargadas de gran modernidad. entusiasmo y su experimentación artís- mal: imágenes inusitadas, condenacio-
tica, muy influenciada por el surrealis- nes, escritura automática raramente
¿QUÉ NOS DICE LA COMISARIA? mo que habían conocido en París. utilizada, ausencia de puntuación, por
Almudena Cruz Yábar, comisaria de la • El propósito inicial de estas imágenes nombrar algunas.
exposición, nos comenta que el tándem era dar forma a un libro, junto a uno
que formaron Gregorio Prieto y Eduardo escritos poéticos, que serviría como
Chicharro es inédito y muy inusual en la biografía onírica, algo así como “Vida
época. Daban rienda suelta a su imagi- y milagros de Gregorio Prieto”, satisfa-
nación y creaban escenas oníricas y des- ciendo la vanidad del pintor manche-
inhibidas donde siempre el protagonista go y su deseo de eternidad. Chicha-
es Gregorio Prieto. En las imágenes que rro cedía protagonismo, orgulloso de
vemos en la exposición es posible adver- colaborar a su admirado compañero.
tir la influencia del surrealismo que am- Este proyecto nunca se concretó.
bos artistas vieron en París, y por otro • En la realización de las fotografías no
lado apreciar su amor por las estatuas imitaron un “ismo” concreto, mas bien

También podría gustarte