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Aborto legal en Colombia y sus prejuicios

En Colombia es posible interrumpir un embarazo de manera voluntaria. En la

sentencia C-355 de 2006 de la Corte Constitucional establece desembarazarse sin que esto

sea motivo de judicialización es posible en tres causales, 1: Cuando embarazo constituye

peligro para la vida o la salud física o mental de la mujer. 2: Cuando exista grave

malformación del feto que haga inviable su vida. 3: Cuando el embarazo sea el resultado de

un acceso carnal violento, incesto, inseminación artificial o transferencia del óvulo

fecundado no consentidas. Sin embargo, pese a lo anterior abortar en Colombia es motivo

de titulares en primeras planas y de la discusión de la opinión pública sobre el hecho,

cuestión que en su mayoría es un a ataque directo a la mujer. De acuerdo con lo anterior, es

posible cuestionarse ¿Qué aspectos en la sociedad colombiana motivan a que un acto legal

y además personal, se convierta en un tema de discusión de general?

En febrero de este año los más importantes canales de noticias en el país mostraron

el caso de una joven en Popayán (Cauca) con 7 meses de gestación decide interrumpir su

embarazo debido a que presentaba problemas psicológicos, la ex pareja sentimental de la

joven presentó acciones legales en su contra e hizo protestas frente a la clínica en la que se

encontraba la mujer, incluso las noticias mencionaban al feto con nombre propio, “Juan

Sebastián”. Este fue tema de conversación por varios días en el país, además de levantar la

discusión sobre la penalización total del aborto. Las opiniones en redes apuntan a que el

aborto es un crimen, que es atentado contra la vida, otros aseguran que Dios da vida y es

el único con potestad de quitarla.


Algunos de los principales opositores del aborto en Colombia son políticos con

influencias religiosas, por otra parte tenemos la iglesia que se ha generalizado el imaginario

del feto como una persona con sentimientos, emociones y como que la subsistencia de este

es incluso más importante que la de la mujer en gestación. La difusión de noticias de este

tipo en la mayoría de los portales de noticias se encuentra la versión del hombre que dice

ser el “padre”, y el tratamiento sesgado publican el hecho como lamentable, consternante o

escandaloso suponen para la sociedad colombiana que el aborto aun en alguna de las tres

causales dictadas por la ley tiene un juicio negativo, y ese en juicio social se condena de

manera categórica a la mujer.

¿Cómo posible romper con estos prejuicios sociales en cuento al aborto para

avanzar en la discusión sobre este tema en nuestro país?

Es importante despojar la interrupción voluntaria del embarazo de juicios de valor

asociados a la “vida” del feto para lo que hay que considerar la noción de persona que se

pretende dar al embrión. Valdez (1999), se consideran algunas consideraciones que

permiten introducirse en la discusión sobre el feto y si este se puede pensar como persona.

Una de ellas es la noción de persona potencial en la que el feto tiene el material genético

necesario para su desarrollo y llegaría a término si nada interfiere , embargo es

inconsistente esta noción puesto que como explica Valdez, los abortos espontáneos ocurren

y el feto no llega a convertirse en persona. Ahora, Es necesario también despojarse de la

idea de la vida como algo sagrado, como que la vida por sí sola tiene valor, se debe asociar

la noción de persona y de vida a quien tiene las características psicológicas y corpóreas

para serlo.
Como veíamos anteriormente, en la discusión sobre el aborto tiende a convertirse en

un asunto en el que las personas de una sociedad creen tener el derecho de opinar y juzgar a

quien lo práctica. En el texto ética aplicada encontramos un espacio dedicado a la

discusión del aborto, en este se evidencia que la mujer debe tener derecho a interrumpir su

embarazo como derecho de elegir sobre su cuerpo.

“. El cuerpo es propio en un sentido más íntimo, vital y radical que en el de

cualquier otra «propiedad». … Sin embargo, los que se oponen al aborto hacen una

excepción en el caso de una mujer embarazada: según ellos, su cuerpo no le pertenece y no

puede hacer con él lo que quiera porque no debe hacer nada que ponga en peligro al feto

que acarrea. O dicho de otro modo: parecen mantener que una mujer posee su propio

cuerpo siempre que no se halle embarazada. ” Mora y Cohn (1994)

La discusión sobre el aborto en Colombia necesita liberarse de los matices dogmáticos y los

valores morales subjetivos para mitigar los efectos negativos entre las mujeres que

requieren ejercer este derecho en el país. En un reportaje emitido por el periódico el tiempo

en marzo de este año, se expone lo siguiente:

“desde 1998 hasta el 2019, según cifras de la propia Fiscalía General, el ente

acusador recibió 5.833 denuncias por delitos de aborto en el país. De ellas, 495 tenían entre

14 y 17 años, como Andrea, cuyo caso fue conocido por la Mesa por la Vida y la Salud de

Mujeres. Incluso, cuatro de las mujeres investigadas por la Fiscalía, según el ente acusador,

tenían menos de 14 años, situación en la que la violencia sexual se presume, por lo que esas

menores podrían abortar.” Duque. M (2020) Los rostros detrás de la judicialización del

aborto. El tiempo.
Bibliografía.

Mora, J y Cohn , P (1981) Ética aplicada : del aborto a la violencia. Madrid:

Alianza Editorial, D.L.

Valdés, Margarita, (1999) “El problema del aborto. Tres enfoques”, en Vázquez,

Rodolfo (comp.), Bioética y Derecho. Fundamentos y problemas actuales, México, ITAM-

CFE,

Escuela de periodismo multimedia (2020) ¿Por qué se han dado 'choques' entre

Corte y Congreso por el aborto? El tiempo.

Duque. M (2020) Los rostros detrás de la judicialización del aborto. El tiempo.

Escuela de periodismo multimedia (2020) El caso en Popayán que agita debate

sobre aborto legal en Colombia. El tiempo.

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