Está en la página 1de 66

CONDENADO

JURAMENTO DE AMOR
Cuentan los abuelos, que en un alejado pueblo de la serranía un muchacho se enamoró de una bella joven.
Ambos juraron amarte hasta el final de sus días; pero los padres y familiares de la señorita se opusieron a
dicha relación, por lo que los jóvenes una noche se escaparon de la casa de sus padres temerosos de que 5U5
relaciones fueran descubiertas. Los dos solos se marcharon a un lugar secreto; este suceso es conocido en la
comunidad como “Suanacuy”.
La pareja se fue a convivir a una lejana cueva con el fin de que nadie los viera, llevando consigo alimentos,
agua y unas cuantas ropas para protegerse del frío incesante en aquel sitio desolado. Pero a medida que
pasaban los días se iban acabando las provisiones, motivo por el cual el joven enamorado dejando allí a su
novia decidió volver una noche a casa de sus padres, diciendo:
- Voy a traer más víveres.
Y así lo hizo. Al llegar a su casa, entró en ella evitando hacer el menor ruido posible para que no le sintiesen
sus padres. Cogió un costal vacío en el cual empezó a llenar un poco de papas, habas, alverjas, etc., pero con
tan mala suerte que su papá sintió el ruido que hacía y entró armado de un palo, y al ver a un hombre junto a
la troja de trigo, le tiró un garrotazo en la cabeza, en la creencia de que era un ladrón matándolo en el acto.
Al prender una vela el pobre viejo se dio con la ingrata sorpresa que era su hijo a quien él había matado,
rompiendo a llorar desconsoladamente. Sus pesares fueron entonces tarde. Ya no había salvación. Esta
horrible desgracia enlutó a la familia que condolidos sepultaron entre sollozos al difunto. Mientras tanto la
muchacha se encontraba desesperada debido a que su enamorado no regresaba. Luego de dos días y dos
noches, lleno de angustia y presintiendo que algo malo le había sucedido se puso más melancólica de lo que
se encontraba.
En la noche siguiente del entierro cuando la muchacha estaba durmiendo en la caverna, llegó el alma de su
enamorado, pero convertido en condenado; trayendo un poco de huesos y vísceras recogidos de la comida de
su entierro. Entre suelos y la oscuridad de la noche, la chica recibió un plato agradable como regalo, pero al
comer se dio cuenta que todo era huesos, restos de comida y coca masticada.
Un tanto asustada la joven notó que su novio ya no era como antes. Estaba silencioso, agachado y no se
dejaba ver la cara y le preguntó por qué había demorado; mas al no recibir respuesta, muy sorprendida y
asustada advirtió que su fiel enamorado ya no estaba en vida.
Aterrada la infeliz novia se dispuso a huir del lugar, pero el espíritu no dejaba de perseguirla diciendo que no
la dejaría, porque había hecho la promesa de quererla eternamente. La joven intentó por todos los medios
librarse del fiel espíritu, pero todo fue en vano, este la perseguía a donde fuera. Mí entre sobresaltos y terror,
amaneció, la pobre mujer se encontraba en medio de gran somnolencia por la mala noche pasada, sin
embargo pudo percatarse que el alma había desparecido.
Aun temerosa ante lo acaecido buscó refugio en una casa vecina donde contó a sus dueños la horrible
experiencia, sin embargo, al llegar la noche la joven enamorada pudo observar con horror que el ánima de su
difunto enamorado aparecía nuevamente persiguiéndola y suplicándole no lo abandone, porque él seguía
amándola. La persecución del espíritu no cesaba. Sus conocidos le aconsejaron acudir a la Iglesia y confesar
sus pecados con verdadero arrepentimiento, así lo hizo, pero llorar, rogar, suplicar de nada le sirvieron, el
empecinado espíritu seguía tras ella noche a noche suplicando su cariño.
Cuentan los abuelos que finalmente, pese a todo esfuerzo, el ánima logró mancillar el cuerpo de la
muchacha, dejándola muerta, con lo cual se cumplió el juramento que alguna vez los enamorados
prometieron amarse hasta la muerte.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Nicanor Manyari.

Glosario
Suanacuy: Robarse. Término quechua que define a las relaciones románticas entre un varón y una mujer.
Los miembros de la pareja, cautivados, se robaban mutuamente (sua significa robar en quechua) de manera
que, de repente, una joven desaparecía de su ayllu (comunidad).
Asestar: Dirigir o descargar un proyectil o un golpe contra un objetivo.
Encrespar: Agitar, alborotar. Bendecir: consagrar, sacralizar, santificar.
Mancillar: Deshonrar, dañar la reputación de algo o alguien.

LOS AMANTES CONDENADOS


Cuentan los abuelos en la comunidad de Huanaspampa, distrito de Acoria, Huancavelica; una noche clara,
brillante, iluminada por la luna llena y con entorno de tranquilidad; cenaban Julián y Cirilo entrelazando sus
conversaciones del día. De pronto percibieron un extraño ruido que nunca antes se había escuchado, ante lo
cual intranquilo y nervioso Cirilo preguntó:
- ¿Qué es eso? Julián contestó:- ¡No es nada, sigamos comiendo!-
Continuaron con la cena, pero al rato nuevamente los extraños ruidos se volvieron a escuchar, causando
escalofriantes reacciones entre ambos. Esta vez Cirilo se levantó impresionado, y cogiendo un lazo grueso
que se encontraba tras la puerta salió apresurado de la casa para averiguar de qué se trataba; cuando de
pronto observó con asombro a dos llamas que comían heno en su corral. Muy enojado cogiendo el lazo iba
golpeándoles el cuerpo y el suelo enérgicamente una y otra vez, dirigiéndolas hacia un corralón de piedras
donde las encerró; al llegar allí las llamas fatigadas se quedaron dormidas.
Pensando que al día siguiente alguien las reclamaría, Cirilo se quedó cuidando a los animales para saber a
quién pertenecían los cuadrúpedos sin importarle el frío y la tenebrosa oscuridad.
Al amanecer su sorpresa fue enorme, pues en el corralón en lugar de las llamas encerradas, encontró a dos
vecinos suyos, conocidas por la comunidad; eran los hermanos Juan y Juliana que hace poco habían
contraído matrimonio.
Los recién casados al darse cuenta de su desdicha lloraron amargamente, pero decidieron separarse y
terminar con su relación a pesar del gran amor que se profesaban porque estaban condenados en vida por
Dios, por la falta que cometieron al descubrirse el grado de parentesco.
Cuentan los abuelos que desde entonces los habitantes de la comunidad temen unirse en amoríos o casarse
entre hermanos, primos o familiares cercanos porque se condenarían al igual que Juan y Juliana.
Este cuento es verídico y no miento. Informante: Rosario Condori Paccorio. Versión: Diana Adita Ccanto
Gaspar.

Glosario
Luna llena: es una fase lunar que sucede cuando nuestro planeta se encuentra situado exactamente entre el
Sol y la Luna. En este momento la fase de nuestro satélite es de O° y la iluminación es del 100%.
Huanaspampa: Centro poblado, distrito de Acorta, Departamento de Huancavelica. Exaltado: Que se exalta
con facilidad, extremo en su actos y opiniones. Heno: Hierba segada y seca para alimento del ganado.

LA CURIOSA DE LA CALLE REAL


Cuentan los abuelos, una señora de nombre Micaela vivía en una amplia casa de la calle Real en la ciudad de
Huancayo, poseía un buen carácter; amigable, sencilla y amable, así también era muy dada a los rezos,
recitaba oraciones muy hermosas; sin embargo, tenía un gran defecto, la dominaba la curiosidad en extremo;
ansiaba enterarse de todo lo acontecido en el pueblo, se satisfacía con las ocurrencias y asuntos contados por
las amistades que solían visitarla. Además le agradaba enterarse de lo que sucedía en la calle. Por las noches
empleaba su tiempo sentada a la ventana por muchas horas, a ver quién pasaba, quién regresaba y como lo
hacían, si hablaban o no, si reían o no.
En una de esas noches vio a la distancia que venía de norte a sur, un compacto gentío que cuando más se
acercaba, Micaela más se acomodaba para observar mejor. La muchedumbre traía velas encendidas; Micaela
de primera intención creyó que venía un sepelio por lo cual se preguntó: - “¿Quién habrá muerto?, pero ¿A
éstas horas?, nunca he visto cosa parecida”
Estando ya, el gran cortejo más cerca de su ventana, se escuchó un sordo rumor de voces roncas guturales, la
curiosa mujer vio con sorpresa que todo era anormal.
De pronto vio con horror como dos sombras humanas de entre el tumulto se acercaban a tocar la puerta de su
casa llamándola. Temerosa Micaela aunque resistiéndose acudió al llamado pudiendo observar frente a ella a
dos espectros, cuyas voces extrañas que casi no entendía, le encargaban que guardase dos velas hasta el día
siguiente a la misma hora- “volveremos a recogerlas”- le recalcaron. La señora las recibió y presa de un
temor escalofriante, poniéndolas sobre su mesa se fue a acostar.
Evidentemente no pudo conciliar el sueño, porque tenía retumbando en la cabeza lo sucedido. Al amanecer
del día siguiente, muy presurosa, corrió a ver las velas dejadas en la mesa, pero cuál no sería su sorpresa al
ver sobre ella en lugar de velas, dos largos huesos humanos.
Impresionada profundamente, con los ojos desencajados y desesperada salió corriendo a contar y pedir
consejo al párroco sobre lo sucedido, éste muy enojado, le reprochó su curiosidad y dijo que hacía muy mal
al permanecer hasta tan largas horas de la noche husmeando por su ventana. --¡ese grave defecto te expuso a
ese fantasmagórico hecho y visión fatal!, ¡no debes volver a hacerlo, reza y ora pidiendo perdón a Dios!-Se
sabe también que el señor cura recomendó a la chismosa mujer acompañarse de niños para cuando esos
espectros regresaran a recoger lo que le dieron a guardar, pues solo unos espíritus limpios e inocentes como
el de los niños serían capaces de ahuyentar el mal.
En, Tradiciones, cuentos y leyendas, Versión: Nísida Villasante Torres

Glosario
Calle Real: Principal arteria de Huancayo. El camino inca se convirtió en la Calle Real íntegramente
atravesada de norte a sur, y en ella se aglomera gran parte del movimiento comercial de ésta. Gentío:
Muchedumbre. Cortejo: Conjunto de personas que forman el acompañamiento en una ceremonia. Gutural:
De la garganta o relativo a ella. Ronco, desagradable. Espectro: Figura fantasmal y horrible que uno cree
ver. Retumbar: Resonar mucho o hacer gran ruido o estruendo una cosa. Desencajado: Con el rostro alterado
por el terror o el sufrimiento. Fantasmagórico: alucinante, aterrador, espectral.

SIRENAS
LA SIRENA ENCANTADA
Cuentan los abuelos en el distrito de Acostambo, provincia de Tayacaja, Huancavelica existe una catarata
natural conocida como Paccha distante a dos kilómetros aproximadamente del centro poblado.
Cierta mañana muy temprano salió de su casa una humilde campesina en compañía de sus dos hijas llevando
además su rebaño de ovejas para pastar en el campo.
Al llegar al llano verde y florido apropiado para el pastoreo, la madre encargó a la hija mayor que cuidara de
su hermanita mientras ella se dedicaría a recoger leña.
La niña obediente y sigilosa cargó sobre sus espaldas a su hermana menor y dando brincos se alejó del lugar.
Ya había pasado un buen tiempo cuando las dos niñas retornaron al lado de su madre, quién aún ocupada en
su labor de acopiar leña preguntó que ocurría, a lo cual la hija mayor con visible emoción en el rostro
respondió:
Querida madre, te suplico que cuides por un instante de mi hermana, por favor permítame aprovechar y
recoger unos hermosos mates y porongos que flotan en la catarata.
La madre sorprendida y enojada increpó a la pequeña ordenándole no alejarse del lugar y ayudarla con el
cuidado del rebaño y de su hermanita. Visiblemente contrariada la niña cabizbaja y entristecida pareció
obedecer a su madre, sin embargo al menor descuido de ésta; ágil y silenciosa escapó del lugar abandonando
a su hermanita quien a los pocos minutos se puso a llorar, llamando la atención de la madre quién angustiada
y afligida al percatarse del hecho llamó a gritos a su primogénita desaparecida.
En vano la dolida madre desesperada buscó a su hija en cualquier parte, llanura, campos y quebradas fueron
recorridos por la apenada mujer; su niña parecía haber sido tragada por la tierra.
Muy agobiada retornó al pueblo indagando entre la gente que no daban razón del paradero de la pequeña, sin
embargo algunos ancianos y sabedores del lugar le advirtieron que dicha catarata se hallaba encantada por
una sirena que con su hermoso canto hechizaba a quien la escuchara.
La temerosa pero no resignada madre siguiendo el consejo de los abuelos del pueblo se dirigió al día
siguiente muy temprano a Paccha, decidida a recuperar a su pequeña, efectivamente al llegar al lugar la
desesperada madre pudo observar al borde de la fuente a una hermosa mujer de larga cabellera y con cola de
pez entonando hermosas y cautivantes melodías; al acercarse a ella, muy disimulada y en silencio la madre
comprobó que aquella era su niña convertida por la ninfa de Paccha en una sirena que sumergiéndose
rápidamente en el agua desapareció ante sus ojos.
Cuentan los abuelos desde aquel entonces en noches de luna llena la niña emerge a la superficie
transformada en ninfa y cualquier persona que pasa por allí puede escuchar su hermoso y melancólico canto,
cual ave enjaulada extrañando su hogar.
Cuentan además que son muchos los hombres, sobre todo que cayeron bajo el hechizo de la sirena
sumergiéndose tras ella en la conocida catarata y no fueron vistos nunca más.

Versión: Julia Santillán Torres

Glosario
Acostambo: De aco: arena; y tampu, posada, campamento militar. Luego: Posada en un arenal. Se encuentra
en Tayacaja, Departamento de Huancavelica. Paccha: catarata. Porongo: Cántaro o recipiente de arcilla para
guardar agua o chicha. Mate: Son artesanías ornamentadas de forma artesanal hechos a base de los frutos de
la calabaza, producto que crece en el norte de nuestro país, pero que en su gran mayoría se elaboran en el
Valle del Mantaro en la región Junín y en la provincia de Huanta en la región Ayacucho. La elaboración de
los mates burilados es ancestral, milenaria. Esta técnica es heredada de generación en generación por los
artesanos peruanos

CONDENADOS
EL APARECIDO DE LAS ERAS
Cuentan los abuelos los extensos, verdes y hermosos campos concepcioninos siempre han prodigado en
admirable abundancia diversos productos de pan llevar, entre ellos leguminosas como arvejas y habas que
una vez maduras y secas son difíciles de quitarles la cáscara. Para estos menesteres se amontonaban las
cosechas en los grandes patios y en las eras y se planeaba el Huayllars, festejo con cantos, bailes, apetecible
comida y agradable bebida; desde horas crepusculares hasta los amaneceres, a veces de dos o tres noches
seguidas.
Contaban los abuelos que los protagonistas del huayllars eran los jóvenes lugareños y de los ámbitos
aledaños, a los que las muchachas invitaban subiéndose a los montículos y los árboles, cantando en voz muy
alta estos versos:
Palomita Ilaooo
Jilguerito llaooo
Vuela que vuela como el viento, Corre que corre como el aire
Este cantar atraía gozosamente a la muchachada desde los lugares donde llegaba el sonido del eco.
Concurrían puntualmente los hombres vestidos con sombrero, chalina, poncho y toscos zapatos, y las
mujeres con sombrero, manta de lana y fustanes largos. No faltaba la presencia de los padres de los
participantes además de los dueños de las cosechas, que atentamente observaban el discurrir de la reunión.
En desbordante e incansable alegría zapateaban sobre el tendido de habas para separar los granos de las
cáscaras, en rueda, tomados de las manos, dando vueltas y revueltas, sin querer soltarse. Pe cuando en
cuando entre risas y algarabías lanzaban “guapidos” y daban saltos haciendo “huas-huas” a las chicas
cantando:
jiyaguay,jiyaguay
jiyaguay,jiyaguay, guay
Y la ronda continuaba ya hacia la izquierda, ya hacia la derecha sin desprenderse.
En tales noches a la luz de la luna, en la pintoresca era de Pon Crisanto del Pando ubicada en Huaychulo tras
la quebrada de Matinchara, llegó un desconocido, elegante, esbelto y apuesto muchacho de muy largo
poncho, con el ala del sombrero que le cubría el rostro al igual que la chalina. Como sus actitudes y forma
de bailar atraían a las muchachas, se prendaron de él y todas querían bailar a su lado y saber su procedencia.
Esa noche zapatearon mucho hasta el cansancio y todos no se dieron cuenta que antes de rayar la aurora, el
personaje atrayente había desaparecido.
A la segunda noche después de voltear el tendido de habas, las chicas acudieron presurosas y esperaron con
ansias la aparición del participante admirado, comentando su desaparición inadvertida, por lo que acordaron
vigilarlo y no dejarlo irse solo. El muchacho del rostro cubierto llegó y así como la noche anterior bailó con
gran soltura y gracia, sin embargo, antes de ver y sentir los tibios rayos del amanecer, nuevamente
desapareció, sus vigilantes solo lo vieron correr fugazmente por entre la arboleda y recovecos de la quebrada
aledaña. La tercera noche, los comentarios e interrogantes crecieron difundiéndose incluso entre la gente
adulta; la expectativa de la llegada del joven del misterioso atractivo mayor; así mismo las jóvenes se
pusieron nuevamente de acuerdo para no dejarlo partir, redoblando la vigilancia. El apreciado galán no se
hizo esperar mucho, llegó tan ágil y resuelto como las veces anteriores, bailó y zapateó, tomó el ponche y se
alegró, y hasta lanzó guapidos; todos influyeron para que se quedara hasta la fresca mañana, pero apenas
despertó el alba y se percibieron los primeros rayos del sol, se desplomó bruscamente ante la sorpresiva
mirada de los presentes que inmediatamente acudieron a levantarlo, entonces, se quedaron estupefactos
llenos de asombro y desconcertados cuando solamente encontraron su sombrero, la chalina y el poncho...
El enigmático bailarín de huayllars era un gentil que vivía en los abrigos rocosos de las cumbres, cerca de
las ruinas huancas de Junish-Coto, junto a las guaridas de las carachupas, con las perdices, los pitos y los
zorros. Tenía como amiga a una atrevida carachupa cuya misión era alertarlo en un momento oportuno antes
de las salidas del sol, porque con el calor que irradia el astro rey, él perdía su existencia, su forma humana,
como sucedió esa madrugada que su amiga se había atrasado en llegara la era para darle el aviso, jalándole
de una de las puntas del poncho como acostumbraba.
El comentario generalizado recapituló los acontecimientos, cada quien tenía algo que decir: “con razón era
extraordinario”, “sus ojos eran profundos”, decían las muchachas; “yo sentí el rítmico traqueteo de sus
huesos”, dijo un mozuelo, “no era persona de este mundo”, convinieron y las apreciaciones de los
aparecidos en los huayllars no terminaban, dudaron muchísimo tiempo.
En, Tradiciones, cuentos y leyendas, Versión: Nísida Villasante Torres
Glosario
Era: Espacio de tierra limpia y firme donde se trillan semillas y granos. Huas-huas: Graciosos saltos en el
baile del varón, levantando la falda de la pareja. Carachupa: Muca. Gentiles: eran humanos como nosotros,
vivieron en tiempos inmemoriales. Y, aunque eran muy sabios, predominaba en ellos el egoísmo, la envidia,
la rencilla, y una infinidad de defectos que los hacían ver como seres despreciables. Ponche: bebida hecha de
leche, azúcar y huevos. Soltura: agilidad, prontitud, desenvoltura, habilidad, destreza. Recoveco: rincón,
recodo, vuelta, curva. Traquetear: Moverse algunas cosas agitándose y haciendo un ruido. “Unishcoto”:
Centro Arqueológico en San Jerónimo de Tunán

CONDENADOS
EL ESPÍRITU MALIGNO
Cuentan los abuelos en la localidad de Chuquibambilla, provincia de Grau, departamento de Apurímac,
vivía un anciano en compañía de su único hijo. Poseían un gran número de ganado vacuno, que
acostumbraban pastar en ciertos parajes desolados del pueblo. Por aquel entonces no existían los abigeos que
siempre andan al acecho de sus víctimas, por eso en horas de la mañana el conjunto de vacas, bueyes,
terneros y toros eran llevados hasta los pastizales y en horas de la tarde eran recogidos sin contratiempo.
Pero en la llanura cubierta de pasto, también habitan tigrillos que devoran a los terneros. Mí que el abuelo
tuvo un presentimiento y que algo malo podría sucederle a la manada, por lo cual se fue a recoger a los
animales unas horas antes de lo acostumbrado.
Cabalgando en su caballo trató de llegar lo más pronto a su destino pero el trote era lento, así que arribó
cuando estaba oscuro.
Al pasar cerca de un conjunto de árboles le dio una sensación de miedo; con el corazón palpitante de rato en
rato los pelos se le erizaban. Sin embargo trató de no atemorizarse.
Sorpresivamente vio un jinete horripilante que venía tras él sobre un caballo blanco y brioso a todo galope
sin tocar tierra. El abuelo asustado aceleró a su potro para avanzar más rápido, pero el espíritu maligno le
alcanzó. Sin perder la calma el anciano extrajo su navaja de plata que tenía entre la cintura y haciendo la
señal de la cruz en el aire pidió a Dios que le ayudara; logró incrustarle al jinete en el tórax y este
desapareció misteriosamente en la oscuridad.
Como había tenido contacto con el espíritu maligno el anciano se enfermó, amaneció botando espuma por la
boca, estaba tembloroso, pálido y con los ojos desorbitados. Al ser interrogado por su esposa contó con
mucha dificultad lo sucedido.
Esta llamó a un hechicero, quien enterado de lo ocurrido, hizo una sesión espiritual pidiendo al
Todopoderoso que sea salvado y su espíritu purificado.
Las sesiones duraron varios días y el curandero logró alejar y derrotar al mal espíritu. Mí pudo salvarse el
anciano de aquel momento terrorífico que le tocó vivir en su encuentro con el mismísimo diablo.
Sabiduría Popular.

Glosario
Apurimac: deriva de apu: señor, excelso; y rimac: hablador. Luego grandilocuente, pomposo. En criollo
“pico de oro”. “Choquepampa” hoy Chuquibambilla, cuya etimología histórica viene del idioma quechua
“Choqque” que significa metal precioso, y “pampa” que significa planicie. Igualmente que dicha
denominación surgió de combinarse la palabra Cceshua: Chocce (oro) por la existencia de minas en sus
aledaños y del castellanizado “Pampilla” en relación a la explanada natural en faldas del cerro Huacahuanca,
donde se halla el poblado. Vacuno: Bovino, del toro o la vaca o relacionado con ellos. Abigeo: Ladrón de
ganado. Manada: Grupo de animales domésticos o salvajes de una misma especie. Recontar: Volver a
contar. Horripilante: Que produce horror, feo, desagradable. Brioso: Garbo, gallardía. Desorbitado:
Exagerado, hinchado. Sesión espiritual: Una sesión espiritual es una manera de conectarse y comunicarse
con el Espíritu.

CONDENADOS
EL ALMA QUE NO TENÍA CASA
Cuentan los abuelos, en aquella época vivía un joven que tenía la mala costumbre de fastidiar a la gente del
pueblo. Lo hacía por puro gusto, sin importarle quien fuese la persona ni reparar en la clase de broma que le
hacía, fuese leve o pesada. La cosa era fastidiar.
Una de sus tretas favoritas era disfrazarse de alma cuando alguien moría en el pueblo. Lo hacía con el
maligno propósito de asustar a las gentes sencillas. Y de tal modo se comportaba en esto que la gente llegó a
crearse un verdadero complejo de miedo. Pues si alguno moría, todos vivían asustados pensando encontrase
con el alma del muerto. Y, efectivamente, muchos se llevaban un gran susto. Cierta vez murió en el pueblo
un hombre de malos instintos. Toda su vida se la pasó renegando. Odiaba a sus semejantes y por cualquier
motivo les armaba lío tras lío. Con lo cual terminó por ser odiado por todo el mundo.
Mientras el cadáver se velaba en su casa, a altas horas de la noche, el joven no quiso perder la oportunidad
de divertirse con el susto de la gente. Se disfrazó de alma y salió en busca de algunos transeúntes
desapercibidos. Pero esta vez no le fue muy bien como en otras. Aunque anduvo por uno y otro lado del
pueblo no halló víctimas propicias para satisfacer su torpe afán de hacerles pasar un mal rato. Parecía que
ningún prójimo viviente se atrevía a salir aquella noche. Sin embargo, ya más allá de la media noche,
cansado de deambular por las calles y senderos del pueblo, chocó con un alma verdadera que volvía al
cementerio. asta alma le pregunto cómo se llamaba y de donde era. El joven le respondió diciendo que se
llamaba Pinocho y que era del mismo pueblo. Entonces el alma verdadera le dijo:
- Pues, entonces, vamos juntos a nuestras casas, que ya es hora de retirarnos: debe ser las tres de la
madrugada, más o menos.
El joven no tuvo más remedio que seguir fingiendo y se puso a caminar al lado del alma. Llegaron pronto al
cementerio. Ahora cada cual debía retirarse a su tumba a descansar. Al menos así pensaba el joven en la
esperanza de eludir la compañía del alma. Pero he aquí que surgió un nuevo problema porque el alma
verdadera le preguntó:
-¿Cuál es tu casa?
A lo que el falso ánimo no supo que responder. Realmente no moraba en ninguna tumba del cementerio. Se
puso más nervioso y comenzó a sudar frío. Entonces el alma lo condujo a través de los nichos del
cementerio para que reconociera su morada. Al pasar delante de cada nicho le preguntaba:
- ¿Es esta tu casa?
Antes de que el joven pudiera contestar, salía del nicho un alma y decía:
- ¡Esta es mi casa!
Así fueron recorriendo los nichos del cementerio y llegaron de pronto a un nicho vacío. Justamente era el
nicho destinado al hombre malo que había muerto.
- ¿Es esta tu casa?-preguntó implacable el alma verdadera.
Ningún alma salió del nicho oscuro y vacío. Pero el alma fingida no pudo soportar por más tiempo la tensión
nerviosa. Pio un grito profundo y se desplomó al pie del nicho. Estaba muerto.
El alma verdadera se dio entonces cuenta que su acompañante era un ser vivo que pagó con su vida la burla
que le hizo.
Versión: Benedicto Quintana.

Glosario
Maligno: Propenso a pensar u obrar mal. Morada: Estancia o residencia en un lugar durante algún tiempo.
Zozobra: Angustia, tormento, ansiedad, intranquilidad. Pleito: Riña doméstica o privada. Disputa. Sadismo:
Crueldad, ferocidad, saña. Eludir: Esquivar una dificultad. Implacable: Severo, inflexible.

CONDENADOS
EL BAILE DE LAS ALMAS
Cuentan los abuelos que, era el mes de mayo en que se cosechaban la sementera. En el sitio denominado
Mito Ashpina se hallaban las chacras de don Ángel Quintana, donde casi siempre se sembraba maíz, y ese
año el maizal estaba tan bien que causaba envidia y, por lo tanto, requería mucho cuidado. Fue por eso que
don Ángel encargó a sus partidarios, los esposos Ceferino y mamá Delficha, que vigilasen el maizal durante
las noche. Les dio:
- Desde esta noche cuidaran la chacra, dormirán en la choza, porque este año Dios nos ha dado un buen
maíz, todos parecen huancapaquilun.
- bueno, cómo no, taita. Siempre cuidamos nuestra chacra - contestó mamá Delficha.
Sin ninguna novedad pasaban las noches en la choza cuidando el maizal. Y como de costumbre, una de esas
noches se encaminaron a la chacra llevando su coquito y su cigarro y, a falta de un palo, una horqueta que
les servía en la época de trilla. Iban conversando de camino y, como un presentimiento del gran susto que se
iban a llevar esa noche, dijo el taita Ceferino:
- Ay, Delficha, cucallami, cigarrumi manam allichu. ¡Jamialun! (Oye, Delficha mi coca, mi cigarro no están
bien. ¡/e han amargado!
- ¡Gua! ¡Gua!- replicó la Delficha- ¿Qué nos pasará? ¡Quizá algún alma nos “Ilapirá”! (estrangulará o hará
papilla).
Pero taita Ceferino se asustó al oír esta posibilidad y le dijo a su mujer que no le hablase más de las almas
“porque- añadió- de tanto hablar de almas se nos puede presentar”.
A la media noche, después de tanto conversar, acordaron pestañear un rato.
- Al aire no más dormiremos, Ceferino- dijo mama Delficha- ; qué vamos a dormir como en nuestra casa.
Mí lo hicieron. Ya se iban quedando dormidos, cuando a eso de las doce y media oyeron entre sueños, a
modo de una pesadilla, que el maizal hacia ruido como si algún ladrón entrase en él. La chala seca del maíz
hacia más perceptible el ruido. No era el ruido natural de todas las noches causado por el continuo azotar del
viento. Este era un ruido extraño que denunciaba la entrada de gente, acaso de ladrones.
En esos momentos de susto y valentía, mama Delficha exclamó:
- ¡Agarra el horqueta, Ceferino, ese debe ser el “Gendarme”!- (así llamaban a un conocido ladrón de papas
que aprovechando la luz de la luna hacía de las suyas a altas horas de la noche).
- ¡La luna está como de día; ya lo conoceremos si es el “Gendarme”!-contestó Ceferino.
En menos de medio minuto tomaron cada cual sus precauciones para sorprender al ladrón y se hallaban
listos para actuar, cuando en ese momento se hicieron presentes a la puerta de la choza dos almas vestidas de
una manera extraña. Más parecían hábitos de muertos, con sus “cucuruchos” y sus pelos lacios que les
llegaban hasta los hombros y que les colgaban adelante para no dejarse ver las caras. Tenía cada uno un palo
largo en forma de tenedor doméstico.
Pues este par de figuras extrañas se pusieron a bailar ante la choza, delante de ellos, sin proferir otras
palabras que la siguiente interjección:
- ¡Chaquitatata! ¡Chaquitatata! ¡Chaquitatata!
Taita Ceferino y su mujer los miraban estupefactos, agarrados sus garrotes, botando espuma por la boca,
viendo y oyendo todo lo que hacían las almas porque la luna, como se había dicho, estaba como de día.
Las almas seguían danzando al monótono son de:
- ¡Cha quitatata! ¡Cha q uitatata! ¡Chaquitatata!
Danzaron como quince minutos, pero con qué gusto dice que bailaban, como si celebraran algún
acontecimiento. Se notaba hasta la agitación que les producía la danza. Era de verdad el empeño con que
bailaban y la naturalidad de la danza.
Al fin terminaron de bailar y ambos a una voz dijeron:
- ¡Ahora sí, hasta Pampa Osafá! (Quería decir hasta la pampa de Josafat, que según la creencia popular es el
llano donde están reunidas las almas)
Con estas palabras se alejaron lentamente, como lo hicieron al venir.
Mama Delficha y taita Ceferino no sabían qué hacer, pero como Dios da en momentos difíciles un poco de
valor, dice que se dirigieron a su casa arrastrándose por el suelo. Era más o menos la una de la mañana y
desde entonces ya no volvieron más a cuidar el maizal de noche y dijeron al dueño de la chacra que
cambiara de partidario.
Versión de Antonio Chumbe.

Glosario
Mito Chacra: Mito (barro); Chacra (lugar de cultivo). Huayunca: atado de mazorcas de maíz, que se cuelga
por parejas en el interior de la habitación indígena. Vislumbrar: Percibir, notar. Maizal: Tierra sembrada de
maíz. Taita: expresión para dirigirse o aludir al padre y a las personas que merecen respeto. Coquita:
Diminutivo de coca. Horqueta: Herramienta de labranza formada por un mango largo, usualmente de
madera, que acaba en dos o más puntas llamadas “gajos” o “dientes”; estos pueden ser del mismo material o
formar una pieza distinta, de madera o metal, encajada en el asta. Con ella se levantan y mueven materiales
sueltos, como paja, mieses u hojarasca. Trilla: Operación que se hace con los cereales, tras la siega o
cosecha, para separar el grano de la paja. Chala: Hoja que envuelve la mazorca de maíz que, una vez seca, se
usa como forraje para la alimentación de ganado.

CONDENADO
EL CONDENADO Y EL TORO
Cuentan los abuelos, cierto día un hombre del distrito de Marco, provincia de Jauja, se dirigió al pueblo de
Miraflores a pasar unos momentos de alegría, porque allí se celebraba una fiesta. Llegó, pues, el mencionado
señor en compañía de su esposa y se puso a observar la fiesta y a libar numerosas copas de licor.
Ya al atardecer viendo que la hora era avanzada, su esposa le dijo:
- Vámonos. Ya es tarde. Tenemos mucho que andar.
Pero el hombre estaba completamente borracho, por lo que a su mujer le costó esfuerzo sacarlo de la fiesta y
traerlo al camino.
Sin otro inconveniente iniciaron el regreso a Marco. Pero al pasar por el pueblo de Huancas vieron un toro
en el campo. En medio de su borrachera, el hombre quiso dárselas de torero aquí y sacando su saco se fue a
torear, desoyendo las voces que le daba su mujer para que no hiciese tales disparates.
El toro era bravo y embistió al improvisado torero y en un momento lo destripó, mientras su mujer pedía
auxilio. El hombre murió allí mismo, y fue después conducido a su pueblo, donde lo enterraron.
A los dos días el muerto se condenó y andaba gritando y diciendo:
- ¡Yo me he condenado por haberme metido a las astas del toro estando viendo! ¡Por eso Dios me ha
castigado!
Y todas las noches llegaba al pueblo de Huancas queriendo matar al toro, y fastidiaba a su dueño y al pueblo
entero porque con sus voces los ecos de los cerros contestaban y las casas y árboles se estremecían, y el
pueblo estaba atemorizado.
Un día se reunió un grupo de hombres resueltos a capturar al condenado. A la media noche lo vieron venir,
entonces se ocultaron para ver lo que hacía. El condenado se dirigió a la casa en que dormía el toro y
comenzó a golpearlo con furia y a todos los perros que salieron a ladrarle. Hecho esto retrocedió y tomó otra
vez el camino de su pueblo. Los emboscados lo siguieron y acercándose a cierta distancia, con todo el valor,
le preguntaron qué quería, por qué andaba así. El condenado respondió.
- Yo soy fulano de tal y quiero que maten a ese toro para salvarme.
Mí lo hicieron los hombres. Al día siguiente mataron al toro y desde ese momento ya no volvió más el
condenado. Todo quedó tranquilo y no hubo más susto.
Versión: Alejandro Chavez.

Glosario
Marco: Departamento de Junín, provincia de Jauja. Se halla en el valle de Yanamarca. Su nombre deriva de
marco o malcu, planta perenne que también es conocida en el lugar y en toda la sierra como altamisa.
Huancas: Departamento de Junín, provincia de Jauja. De huanca, pedazo de cerro. Condenado: hombre o
mujer que, una vez muerto, se transforma en un esqueleto viviente. Sufre de un hambre insaciable y no
puede dejar de devorar a hombres y animales. Es el castigo por haber abusado de sus semejantes.

CONDENADO
EL CONDENADO DE TAMBORPATA
Cuentan los abuelo& en el pueblo de Comas vivía un hombre llamado César Sueña junto con su esposa,
Juana Pailamboja. Ambos disfrutaban de buenas condiciones económicas.
Este señor solía ir a la puna a cazar animales y aves. Y, como rico, prestaba dinero a sus paisanos, por
veinte, treinta soles, con intereses del 10,15y a veces del 30 por ciento.
En la puna, a donde iba con mucha frecuencia, tenía una cueva donde guardaba en secreto su olla, hacha,
rifle, cuchillo, etc.
Un día soñó que un hombre le prohibía que matara a un venado que tenía cintas en las orejas y al cual veía a
veces durante el día. El hombre le dijo que si lo mataba le sobrevendría la muerte. En cambio, podía matar a
los otros venados que no tenían cintas.
Pero cierto día no pudo cazar ningún venado. Entonces mató al venado con cintas. Luego retornó a su casa
en Comas y le contó a su esposa el sueño que había tenido y lo que había hecho con el dicho venado. Por
supuesto que su esposa no creyó en la seriedad de tal sueño. Pasaron algunos meses e inesperadamente se
apoderó del hombre una enfermedad que le hizo dormir el sueño eterno.
Tres años después de su muerte, un señor andamarquino estaba de regreso de Satipo, a donde había ido a
traer coca, caña y otros productos de la Montaña para su fiesta del 13 de junio. Entre las montañas que
separaban a los pueblo de Satipo y Andamarca, había antes un lugar encantado donde se oía con frecuencia
el redoble de un tambor, razón por el que se lo conocía con el nombre de “Tambor-pata” (Colina del
tambor). A ocho kilómetros de este sitio, al pie del camino carretero, había una cueva llamada “San José”. A
esta cueva llegó el andamarquino a eso de las once del día y se detuvo allí para descansar, chacchar y tomar
su trago. Y con el cuerpo descansado continuó su marcha. A unos kilómetros del camino le alcanzó un
hombre, que vestía a la usanza propia de ese lugar, con la sola diferencia de su ushcata que llevaba puesta y
de un color bastante raro. Este hombre le preguntó al andamarquino:
- ¿De dónde vienes y a dónde vas?
- Vengo de Satipo voy a Andamarca. ¿Y usted? —respondió y preguntó a su vez el andamarquino.
- Yo soy de Comas —contestó el desconocido. Hace tres años que vivo en Tambor-Pata. Hoy he
venido ajan Juan a esperar a mis paisanos para encargarles donde mi esposa, pero no puedo encontrarme con
nadie porque mientras me quedo dormido, se pasan. Cuando fui cazador en la puna he dejado en mi cueva
mi cuchillo, mi rifle, mi olla, mi hacha. Quiero que mi mujer los recoja. Pero cuando voy a mi casa de día mi
mujer no me ve. Voy de noche y hay dos espinas que me atajan y no me dejan entrar (estas espinas eran dos
“piches”, o sea dos perros pequeños, que criaba su esposa). Mi mujer está vendiendo mis novillos. Dios me
ha botado porque he cobrado muchos intereses y quiero que mi mujer devuelva la plata que me han dado por
intereses. Me voy a Tambor-Pata, dentro de poco iré a otro sitio. Ahora estoy comiendo moscas, en seguida
comeré perros y gente para salvarme.
Este hombre era un condenado, botado por Dios del cielo.
Después de haber caminado una legua llegaron a un manantial, en donde el desconocido se agachó para
tomar agua. En ese instante el arriero de Andamarca vio que el agua que tomaba el hombre volvía a salir y
derramarse por la garganta. Así se dio cuenta que era un condenado. Entonces se alejó a pasos largos y dejó
al condenado bebiendo agua en el puquial.
Con esta noticia llegó a Andamarca, donde a poco se llevó a cabo la fiesta del 13 de junio. Entre los músicos
que actuaban en ella, había un comasino a quien el arriero le preguntó si había en Comas un tal César Sueña.
El músico le respondió diciendo que si había, pero que ya era muerto. Para convencerse, el arriero descubrió
los rasgos de ese difunto Sueña, tal como los había visto en el condenado y su descripción coincidía
exactamente con las facciones del tal Sueña que el comasino había conocido en vida. Así termina el relato
de este hecho real acontecido hace 40 años en Comas.
Versión: Victor Ascancio Huaringa.

Glosario
Comas: Departamento de Junín, provincia de Concepción, — Profunda distorsión de umash con que se
designa al gorrión y otros pajarillas de cabeza plana en su tope y de diferente color que el resto del cuerpo.
Alude a la abundancia actual y mejor en el pasado, de dicho animalito en el lugar. Venado: Mamífero
artiodáctilo rumiante de la familia de los cérvidos, esbelto, de color pardo, pelo áspero y corto, patas largas y
cola muy corta. El macho tiene astas o cuernas estriadas y ramosas, que pierde y renueva todos los años.
Andamarca: Departamento de Junín, provincia de Concepción. De anda o anta, terraza; y marca, pueblo.
Luego: El pueblo con andenería. Tamborpata: Colina del tambor. Novillo: Res vacuna de dos o tres años,
becerro. Manantial: Fuente de agua que brota de la tierra. Facción: Cada uno de los rasgos del rostro
humano.

GATO DIABOLICO
UN GATO VENGATIVO
Cuentan los abuelos un matrimonio procedente de la localidad de Pachascucho, en el valle de Yanamarca,
había ido a trabajar a las minas de Huarón, por Cerro de Pasco. Una noche en que la mujer estaba en la
cocina disponiéndose a preparar la comida que debía llevar para su esposo, que trabajaba de seis de la tarde
a dos de la mañana, el gato negro que criaban empezó a maullar. La mujer no le dio importancia, pero como
el gato continuaba incomodando con sus maullidos, terminó por fastidiarse y cogiendo al gato lo arrojó fuera
de la vivienda. Enseguida se puso a cocinar apurada.
Cuando la comida estuvo lista y llenada en el portaviandas, la mujer cargó su hijo y salió. Pero apenas había
salido, cuando el gato «le cruzó» de tal manera que casi le hizo caer. Con la ira que esto le produjo, la mujer
exclamó:
- ¡Jesús! ¡Jesús! ¡Con este gato arrastrado! ¡Ahora vas a ver, mal agüero!
Desde ese momento se sintió intranquila, pensando siempre en el gato porque presumía que algo malo iba a
pasar en su casa. Efectivamente, no habían pasado cuatro noches cuando el marido se accidentó de una
pierna, yendo a parar al hospital.
La mujer se puso a llorar rogando a todos los santos para que sanasen a su esposo. En esos momentos vio al
gato negro y se acordó de la picardía que le había jugado noches atrás. Llena de cólera y llorando agarró al
gato y le dijo:
- ¡Ahora vas a ver, mal agüero! ¡Ahora me la vas a pagar, diablo de cuernos! y llenándolo en un costal
se sentó encima, diciendo furiosa:
- ¡Ahora vas a ver! ¡Tú vas a morir primero!
Porque la mejor manera de matar a un gato es que una mujer se siente encima de él y lo oprima con todo el
peso de sus posaderas. Si es un hombre el que realiza esta operación, el gato no muere.
Cuando la mujer sintió que el gato ya no se movía, se levantó y para mayor seguridad lo golpeó con un palo
de escoba. Viendo que no se movía, lo tuvo por muerto. Lo sacó del costal y lo arrojó lejos. Pero a partir de
ese día todas las noches lloraban gatos en su casa. Maullaban como si estuviesen peleando entre dos. Sin
embargo, en el campamento no había quedado sino un solo gato, que con el muerto habían sido dos. Muy
intrigada por este misterio, la mujer se levantó una mañana temprano y fue a ver el cadáver del gato
diciendo:
- ¿Cómo habrá revivido ese maldito gato? ¡Ay, Señor! Dicen pues, que estos diablos tienen siete vidas.
Llegando al sitio en que lo había arrojado, encontró al gato muerto. Creyó entonces que eran otros los que
habían ido a su casa.
Días después, el marido se encontraba mejor y había salido del hospital. Cuando supo lo del gato se molestó
con su mujer, diciéndole:
- ¡Chola torpe, mataste al animal creyendo en tonterías! ¡Pero ya veremos si no me lo entregas!
Una noche en que ambos se hallaban masticando su coca, habían dejado abierta la puerta y con el viento se
había apagado el mechero. La mujer fue entonces por lumbre a la cocina y mientras estaba allí, el hombre
sintió un violento rasponazo en la pierna fracturada, que aún conservaba la herida. Con el dolor lanzó un
grito llamando a su mujer, quien acudió al instante y al prender la luz vio al gato negro parado en un rincón
del cuarto. Cogió un palo y se lanzó a pegar al gato, pero éste escapó como un cohete disparado.
El hombre que vio ensangrentarse la venda de su pierna, la descubrió y vio que en la misma herida tenía una
brecha que sangraba. La mujer comenzó desde ese momento a maldecir a los gatos diciendo que algo grave
les iba a pasar.
En efecto, pocos días después el marido empeoró y tuvo que volver al hospital donde murió al poco tiempo,
su mujer, maldiciendo mil veces al gato, recibió la indemnización que le pagó la compañía minera en la cual
laboró su esposo y se alejó de aquellas tierras; para no regresar nunca más.
Versión: Florentina Orihuela.

Glosario
Pachascucho: Departamento de Junín, provincia de Jauja, distrito de Acolla. De pachas que significa cal; y
cucho, rincón. Yanamarca: Departamento de Junín, provincia de Jauja; de yana, negro, y marca, pueblo unas
veces y otras terreno comunal. Alude a que el valle de Yanamarca tiene sus tierras de color muy oscuro
debido al humus dejado en millones de años por el gran lago que años atrás existió ahí. Huarón:
Departamento de Pasco, provincia de Pasco. — Dos probabilidades. La primera: del pocra huáruy en tercera
persona del singular que sería pay huarun, o sea: él amontona piedras porque huaruy significa amontonar
piedras. La segunda versión sena del verbo huayray que significa hacer viento. Estaría en tercio personal:
pay huayran o sea él forma viento. Portaviandas: Varios recipientes metálicos que se usan para llevar
comida, los cuales están superpuestos uno encima de otro, unidos con un asa de metal. Hoy en día este tipo
de fiambrera las fabrican de varios materiales como el plástico. En Perú se hicieron conocidas las
portaviandas de porcelana. Trastada: Travesura o jugarreta. Lumbre: Fuego que se hace para cocinar,
calentarse, etc. Rasponazo: raspadura, arañazo, señal, marca, herida.

CONDENADOS
LA CUEVA DEL DIABLO DE LARMENTA

Cuentan los abuelos en el anexo de Larmenta, a tres kilómetros del distrito de Izcuchaca, hacia el norte.
Existe una cueva no muy profunda llamada «Larupa Tienda» mejor conocida como la cueva del diablo.
En dicha caverna se pueden notar tres sillones de piedra debidamente alineados y pulidos. La del centro es la
más hermosa y las de los costados son más pequeñas. El piso está cubierto de arena fina donde se observan
huellas y rastros de personas y de animales que dejaron como muestra de su paso por allí.
Hace muchos años este lugar se había convertido en un sitio tenebroso, cargado de misterio porque se decía
que un sin número de veces muchas personas eran atacadas o se les presentaba el demonio bajo la forma de
un ser querido, amigos o animales. Eran distraídos y desaparecían del lugar desconociéndose su paradero.
Generalmente se oían gritos de auxilio y estas personas eran sentadas en estos sillones de piedra y después
tiradas al suelo. Algunos salían trastornados o se les encontraba tirados en medio del río sin vestimenta y
con signos de haber sido golpeados, otros aparecían en lugares inhóspitos, inaccesibles o en profundos
abismos. Las agresiones se producían tanto de día como de noche, eran sorprendidos en medio del paraje
desolado, pero los afectados no recordaban absolutamente nada de lo sucedido. En vista de tantas
desapariciones y muertes un grupo de personas viajaron a la ciudad de Huancavelica a informar de lo
ocurrido a los religiosos para que realicen conjuros y bendiciones en el socavón para ahuyentar a los malos
espíritus.
Por indicación del sacerdote colocaron cruces en los alrededores de la cueva, pero eso fue insuficiente para
eliminar por completo los sucesos espantosos y espeluznantes que tenían aterrorizados a la población; más
por el contrario los hechos horripilantes continuaron pero con mayor intensidad.
Un cura tuvo que viajar a la zona para bendecir y manifestar con exclamaciones el deseo de que ya no
suceda algo malo y realizó misas durante un año. Pese a ello, todavía continúan los hostigamientos a
viajeros y especialmente a borrachos que son sorprendidos e interceptados.
En total existen setenta y siete cruces talladas que se observan hasta el día de hoy.
El lugar hasta ahora mantiene un panorama tétrico, tenebroso y las personas que transitan por la zona aún
perciben un fuerte olor como a azufre y se escuchan ruidos extraños.
Recopilado por: Vaty Ayala Matos

Glosario
Larmenta: anexo de lzcuchaca, ubicada en el Departamento de Huancavelica, perteneciente a la Región
Huancavelica Izcuchaca: Departamento de Huancavelica, provincia de Huancavelica. De iscu, cal; y chaca,
puente. Conjuro: Exorcismo, maldición a los espíritus malignos.

CONDENADOS
EL CHOFER QUE SE ENAMORÓ DEL MAL ESPÍRITU
Cuentan los abuelos, hace mucho tiempo ocurrió este acontecimiento en el distrito de Laria, provincia de
Huancavelica, de habitantes modestos, viviendas circundantes en las orillas de los ríos y el campo; allí
donde los árboles se multiplican dando sombra a los lugares y que al sembrar en sus tierras todas las flores
dan frutos de gran provecho para la alimentación.
Cierta tarde un camionero que trasladaba mercancía de ajos, estacionó su vehículo en el barrio Vista Alegre
perteneciente al distrito mencionado, donde el chofer se puso a descansar por el sueño que lo dominaba.
Era como la una de la madrugada cuando el conductor despertó repentinamente, restregándose los ojos,
bostezaba y mientras estiraba sus piernas, brazos, pies y manos, después de haber pasado parte de la noche
en su vehículo, escuchó una voz quejumbrosa que gritaba:
¡Davi! ¡Davi!
Los gritos provenían de las faldas del cerro llamado Visa Orccon, esos lamentos eran del mal espíritu. El
conductor, después del tremendo susto que le tocó vivir prosiguió durmiendo.
Más o menos a la hora que canta el gallo, el piloto despertó y encendió el motor de su camión y proseguir la
ruta. Después de una hora de recorrido llegó a una silenciosa y profunda quebrada llamado Alama Huacco;
situado al pie del cerro Visa Orccon. En ese instante se presentó una mujer que hacía señas para que parase
el camión, con mucha exigencia y hasta desesperación. El chofer receló entre sí de esa mujer, y estaba
dudando entre sí sería bueno o no obedecerle. El piloto detuvo el camión y la mujer subió a la caseta, yendo
a sentarse junto a él, y le dijo: - Llévame a Huancayo.
Durante el trayecto el conductor le conversaba y preguntaba su nombre pero ella inicialmente no le
respondía y viajaba agachada en la cabina junto al piloto y por las insistentes preguntas del conductor le
contestó que tenía mucho frío. El chofer se quitó su casaca y mostrando mucho interés en ella, le dio para
que se protegiera del intenso frío. Él seguía interrogando que hacía a esa hora en la quebrada y ella se
mantenía encogida, contestaba con la cabeza agachada y no se hacía ver la cara, sólo decía: tengo mucho
frío. El chofer le preguntó su nombre y su dirección, la mujer a tanta insistencia le dio su identidad y su
dirección.
Cada minuto que transcurría el conductor tomaba más apego hacia la joven, en realidad él estaba
enamorándose de la desconocida y misteriosa doncella.
Al llegar al distrito de Izcuchaca le invitó a tomar desayuno pero la joven no quiso. El chofer le insistía.
Ante su negativa de la misteriosa mujer, sólo bajaron el chofer y el ayudante. Ellos aseguraron la puerta del
carro, y se fueron a desayunar a un restaurante conocido de la zona, dejando estacionado su camión en la
misma puerta, y con la muchacha en la cabina del vehículo.
Cuando terminaron de tomar sus primeros alimentos del día, también pidieron un desayuno para llevárselo a
la joven, pero al retornar al camión se dieron con la sorpresa de que la muchacha había desaparecido, incluso
no se encontraba la casaca del chofer, desconcertados y confundidos ambos no entendían cómo salió la
joven si la puerta se encontraba con llave.
Prosiguiendo el viaje, el camionero llegó a la ciudad de Huancayo cumplió con la venta de sus mercaderías
y retornó nuevamente a Laria. El conductor a pesar de la sorprendente experiencia que estaba viviendo, no
dejaba de pensar en la moza de quien estaba tan prendado como un adolescente, y más aún preocupado por
el destino de su casaca.
Cuando llegaron a la localidad de Laria recordaba la dirección que le había dado la bella mujer, no dudó en
buscar y al fin halló; tocó la puerta y salió una señora.
El camionero preguntó por la enigmática dama, a lo que la mujer le respondió que era su hija y que se
llamaba Angélica Quispe; y que ella había fallecido hace dos meses. El chofer muy sorprendido le contó que
en un viaje que hizo a Huancayo se había encontrado con la muchacha.
Entonces la señora ante la incredulidad del conductor le dijo: si aún no me crees vamos al cementerio y te
enseñaré su tumba. Efectivamente cuando llegaron al lugar donde se encontraba sepultada la tal Angélica
encontraron la casaca del amoroso piloto.
- Tal vez esto sea tuyo. Dijo la señora.
Sorprendido por dicho acontecimiento y muy asustado, el pretendiente conductor y su ayudante regresaron
preocupados al pueblo, pensando en alguna mala señal que podría ocurrirle en el futuro. Llegando al puente
Pachachaca aventó su casaca al río por miedo a no correr el mismo riesgo o destino de la joven misteriosa.
Desde aquellos tiempos se cree que todo chofer que se encuentre con una sola pasajera en el trayecto, no
debe recogerla para no vivir una experiencia como esta.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Remigio Torres Acuña
Glosario
Izcuchaca: lleva el nombre al histórico y bellísimo puente de cal que deriva de dos palabras quechuas Izcu =
cal; Chaca = puente. lzcuchaca en 1807 recibió el título de “Pueblo de la Santa Cruz de lzcuchaca”.
Pachachaca: De pacha, tierra; chaca, puente.

CONDENADOS
RUMI LLAMA
Cuentan los abuelos, una noche en que el tiempo lluvioso ocultaba la luna, por el camino de Pacte, a orillas
del río Mantaro, iban dos amigos. Todo estaba en silencio, solo se escuchaba el sordo rumor de las aguas.
Inesperadamente, ambos escucharon un ruido extraño, semejante al que produce un pavo cuando arrastra la
cola.
- ¿Ya estamos en Rumi-llama? preguntó uno de los amigos.
- ¡Sí estamos en Rumi-llama! contestó una voz gangosa hablando con sonido nasal.
- ¿Tú has hablado? dijo el joven que había hecho la interrogación.
- ¡Yo! contestó el amigo lleno de miedo.
Entonces miraron hacia atrás. ¿Qué vieron? Tras ellos venía un condenado terrible, más negro que el asiento
de una olla, echando candela por los ojos y la boca.
Muertos de pánico, los amigos velozmente continuaron el camino hacia Acaya, sin darse cuenta ni como
pisaban.
- ¡Recemos! dijo uno de ellos tartamudeando.
Invocaron todo lo que se acordaban. Mientras imploraban el condenado se alejaba un poco pero, en los
momentos que dejaban de dar oraciones, el condenado ganaba el camino.
- ¡Reza El Ave María! exclamó uno de ellos.
El otro obedeció y empezó a orar en voz alta esta antigua oración. Al escucharla, el condenado se quedó
algo atrás. Ya llegaban al pueblo de Acaya. Empujaron la primera puerta que encontraron y se metieron en
una casa, llenos de terror. El condenado no entró a la casa. Al poco rato oyeron gritos que se perdían entre
los barrancos de Mal Paso, al mismo tiempo que caían sobre las casas pedradas continuadas.
Hasta ahora existe esa piedra a orillas del río Mantaro, en el camino a los baños termales de la localidad de
Acaya. El Rumi-llama tiene en el pescuezo un hueco de buen tamaño. Los cadáveres que arrastra el río se
atracan en esa cavidad y, al pie de la llama de piedra, los espíritus lloran su condena esperando atacar a un
ser vivo para que los reemplace allí.
Versión: Celestina Lavado.

Glosario
Rumi llama: Llama de piedra.
Gangoso: Que habla con resonancia nasal, generalmente por algún defecto fisiológico que impide cerrar el
paso del aire fonado a la nariz.
Acaya: Departamento de Junín, provincia de Jauja, distrito de Curicaca.—Varias posibilidades. La primera
que derive de aqa o aja que significa chicha; y la terminación Ila que significa exclusividad. Luego:
Solamente chicha. La segunda probabilidad: que derive de aja-aja o aqa-aqa cuyo significado es vinagrillo,
nombre de una planta silvestre que en botánica se llama Oxalis acetosella. La tercera posibilidad es que
provenga de ajalla o aqaya que es una exclamación que significa ¡pronto!. la carrera! Por último y ésta nos
parece la más adecuada dado el hecho de haber existido en Jauja, a quien pertenece este pueblo, las más
destacadas platerías para la elaboración de los vasos de oro y plata para los Incas, que provenga de akilia:
vaso de metal. El vaso de madera tenía por nombre exclusivo el de qero o jero. Condenado: hombre o mujer
que, una vez muerto, se transforma en un esqueleto viviente. Sufre de un hambre insaciable y no puede dejar
de devorar a hombres y animales. Es el castigo por haber abusado de sus semejantes.
Malpaso: quebrada ubicado entre los límites de Llocllapampa y Parco, provincia de Jauja, carretera central.

CONDENADOS
EL CARADOSHO
En la provincia de Concepción en sus cuatro puntos cardinales, siempre ha contado con fértiles e inmensas
tierras en verdes llanos y colinas, todas surcadas por riachuelos y acequias. El agua, líquido elemento, vital
para el crecimiento en todas las fases progresivas de las especies vivas, nunca falta en este bendito suelo y es
el artífice junto a las caricias del sol para que los campos sientan mágica vida en sus entrañas y broten las
plantas que luego se cubren algunas de mantos de flores y frutos por el agua, el sol y su suelo. Concepción
luce desde hierbas rastreras hasta gigantes, altaneros árboles que se cuajan de rocío con las lluvias de
invierno, invitan a las aves a cantar de alegría, a retozar a los animales y a renovarse a los agricultores,
lanzándolos al trabajo con la dulce esperanza de recibir el regalo de su fecundidad y enriquecer sus trojes
con los productos que Dios concede.
La límpidas aguas que bulliciosamente corren para reverdecer los prados, vienen desde las vertientes
orientales, se acopian en el riachuelo de la Yucha en el río Achamayo, este último de aguas muy frías porque
se origina en los deshielos del Huaytapallana y en las alturas de Wawanca, río de donde los campesinos de
antaño separaron sus aguas construyendo la gran bocatoma del Amo, principal toma sin compuerta que da
caudal a los ramales de las tomas Pando, Puñez, Tanto Domingo, Coca y PaloSeco. Antes que construyan el
canal de irrigación de la margen izquierda, estas aguas llegaban hasta los terrenos de Don Juan de Dios
Vargas.
Para los meses de estío o para cuando se presente la sequía y con la finalidad de emplear las aguas
equitativamente con orden y disciplina, los dueños de las tierras, desde antiguos tiempos hasta hoy, se
agrupan formando sus juntas por cada ramal y acuerdan los términos de uso para otorgar permisos. Sin
embargo no faltan malos regantes que “roban” el agua o que abusivamente abren los canales para sus
propiedades, propiciando peleas y cuando no hay autoridad suficiente, incluso muertes.
Hubo una época en la que el uso del agua se había pervertido, los peones de los grandes fundos se agarraban
a lampazo limpio formando pandillas quitándoselas, los encargados no expedían las papeletas de riego y los
que tenían poco terreno no podían regar sus parcelas. Cada vez los regantes se levantaban muy de
madrugada para ir a la toma, en la oscuridad iban y venían al borde de las acequias cuidando el discurrir del
agua, los que estaban solos se sentían temerosos de encontrarse con las cuadrillas y hasta los más humildes
se tornaron agresivos.
Una mañana muy temprano los peones del fundo La Pradera de don Crisanto del Pando con los de La
Soledad de don Carlos Escobar habían desencadenado una gran reyerta con calurosas y soeces discusiones,
golpeándose con las palas en medio del agua; la pelea duró mucho, estaban incontrolables y ya exhaustos,
cuando de pronto a ambos grupos los empezó a atacar una gigantesca y feroz fiera que tenía apariencia de un
gran oso negro con las fauces sangrientas y la mirada de fuego; los hizo retroceder a todos con sus saltos y
zarpazos, sus gruesos y desesperados gruñidos. Se asustaron tanto que se dispersaron. Ese día, los que tenían
chacras pequeñitas pudieron regar tranquilos, sin saber lo ocurrido.
Pasando unos días, sucedió lo mismo entre los peones de los Domínguez y de los Hurtado. Tomas Huayta,
uno de los presentes contó que la fiera era blanca, no tenía patas traseras y se desplazaba con rapidez como
por sobre espumas que se prolongaban de su gran cuerpo, dijo que con mucha agilidad traspasaba las pircas
para perseguir a sus presas, a algunos de los cuales alcanzaba y los hacía rodar por el suelo heridos con sus
ropas hechas jirones.
Poco a poco los abusivos y acaparadores se iban encontrando con este terrible animal y la mayor parte de los
que fueron atacados, se desmayaban por terror, más que por el dolor de sus heridas. Toda la ciudad se
conmovió con la noticia, no se hablaba de otra cosa; unos lo habían visto de una manera, otros de otra,
algunos incluso con inmenso cuerpo de hombre, de rata o de lagartija..., siempre con una gran furia y con
cara de oso.
En un amanecer francisco Hurtado, un niño del barrio de Santo Domingo del Prado, había acompañado a su
padre en una pelea y vio aterrado la aparición del extraño y enfurecido ser; fue él quien lo bautizó con el
nombre de Caradosho porque despavorido pegó carrera hasta la plaza donde entró gritando a voces: !He
visto al caradosho¡ !He visto al caradosho¡ (Panchito tenía el labio partido y hablaba dificultosamente);
entonces los parroquianos se reunieron temerosos de que la fiera atacara también a las mujeres y niños y
para enfrentar a tan siniestro animal, nombraron sus representantes entre los ciudadanos notables y
aguerridos. La comisión se armó hasta con palos y emprendió varias veces los caminos de las tomas,
infructuosamente. Como no hubo roces entre ellos el Caradosho no apareció. Se dieron cuenta que ese
horrífico ser se exaltaba al ver el grotesco comportamiento de los regantes por quitarse el agua. Así es que
procedieron a nominar nuevos responsables en sus juntas de usuarios, desobedecieron el mandato de las
papeletas de riego y enmendaron sus errores respetándose mutuamente pero, aún más; aprendieron a respetar
sobre todo al mismo líquido vital, al agua; porque una mañana cuando la comisión iba en busca del
Caradosho, taita Shimo, un nonagenario y humilde campesino que tenía su choza cerca de la gran toma,
sentado en el borde de la acequia les dijo:
“A ese Caradosho ya no lo encontrarán, él es el espíritu del agua y ya nos dio su lección: el agua no debe ser
motivo de riña, no se la tira y avienta, no se la daña con basura ni con veneno, no se la desperdicia dejándola
correr por cualquier lugar, lo peor es dejar indiferentemente que corra por los caminos, porque además de
perderse los malogra.”
“El agua es la misma vida pero en las ciudades no la valoran, la dejan caer gota a gota todo el tiempo tanto
de noche como de día y de tanto gotear su espíritu llora y se convierte esas gotas en lágrimas. Seamos como
nuestros ancestros, los wancas que adoraban al agua en sus templos y pacarinas y construían los canales con
maestría, llevándola hasta por subterráneos. Incluso cuando llegaron extraños a nuestras tierras seguía
existiendo la autoridad del agua: el alcalde del agua y el pueblo continuaba haciendo el relimpie de las
acequias en una festiva faena anual, con hermosa música y danza”.
“El agua es pureza, el agua es salud, el agua es vida” y taita Shimo seguía explayándose; contó finalmente
que así como el espíritu del agua se presentó furioso, toma también la forma de buen hombre para premiar
los buenos actos. Felizmente escucharon al anciano y transmitieron sus altos conceptos y Concepción volvió
a ser tranquilo y feliz.
En, Tradiciones, cuentos y leyendas, Versión: Nísida Villasante Torres

Glosario
Concepción: Provincia creada mediante Ley del 2 de enero de 1857, en el gobierno del Presidente Ramón
Castilla. Rastrera: Tallo de una planta que se desarrolla sobre la superficie del suelo.
Riachuelo de La Yucha: Proviene de las filtraciones de la quebrada del Alto Perú y Leonioj. Sirve para
regar pastos, hortalizas, etc. y para los animales domésticos.
Río Achamayo: El Río Achamayo penetra al Valle del Mantaro de este a oeste desembocando al río
Mantaro. En su margen derecha se encuentran los distritos de Santa Rosa de Ocopa y Matahuasí y sobre su
margen izquierda la provincia Concepción. Con esta agua se riega los suelos fértiles de Alayo y los barrios
de Huaychulo, Ulún y Lulín.
Estío: Verano, estación del año.

BRUJAS
LAS HECHICERAS
Cuentan los abuelos que, en una casa del pueblo de Pomacocha, provincia de Acobamba, vivían dos mujeres
madre e hija; la hija era muy hermosa y de carácter alegre. Un joven de dicha aldea se enamoró de la bella
muchacha y todas las noches buscaba su amistad. En cierta ocasión al llegar a su casa comprobó que estaba
a oscuras toda la vivienda; entonces asomó por la ventana y vio a su madre que reposaba sobre su cama y
escuchó que decía a su hija:
- Vaya al pueblo y de donde sea tráeme un corazón humano que tengo demasiada hambre. El enamorado
asustado siguió observando lo que sucedía.
La madre terminó diciendo:
-Si no me traes tan pronto moriré de hambre.
La hija se puso en apuros; salió a cumplir la orden; entró a la cocina y le pidió al cuy que le prestara sus
ojos; sacó los suyos, los puso en un pedazo de algodón, después de cambiarse se fue al patio a bañarse con
agua de diferentes hierbas; inmediatamente se transformó en lechuza, se fue volando al pueblo; entró a
varias viviendas, no encontró a nadie que durmiera en la posición de cúbito ventral. Regresó a su casa para
comunicar a su madre que no había hallado, excepto a su compadre más querido. Su mamá le reiteró:
- Trae el corazón del compadre. Ésta se fue por temor a la muerte de su madre.
Trajo el corazón y su madre se lo comió. Luego regresó a la cocina para devolver sus ojos al cuy; buscó los
suyos para acomodárselos, y no los encontró. El muchacho pretendiente los había quemado, entonces se
quedó ciega.
En dicho pueblo era obligatorio asistir a misa todos los domingos; el que no lo hacía era castigado. De esta
forma se dieron cuenta que la chica había faltado un domingo. Cuando preguntaron a su madre por su hija,
respondió que había salido al campo y todavía no regresaba; con esto quiso ocultar lo que había sucedido.
En reacción el mozo galanteador contó toda la verdad a las autoridades. Estos en cumplimiento de la
tradición reunieron bastante leña y en presencia de todos quemaron a las hechiceras, aduciendo que era
forma de ahuyentar los malos espíritus y no caiga ninguna maldición sobre sus habitantes.

Versión: Pedro S. Monge


Glosario
Pomacocha: Departamento de Huancavelica, provincia de Acobamba. Departamento de Junín, provincia de
Jauja, distrito de Apata.—De puma, león americano o león concoloro; y qocha, laguna: Laguna en cuya
vecindad vive un león. Acobamba: Departamento de Junín, provincia de Huancayo, distrito de Santo
Domingo. El mismo departamento, provincia de Tarma. Departamento de Huancavelica. Departamento de
Ancash, provincia de Siguas.—Deriva de aco: arena; y bamba: distorsión de pampa, llanura extensa. Luego:
Llanura extensa de pura arena. Cúbito ventral: Recostarse dando la espalda.
CURAS
LA AMBICIÓN FRUSTRADA
Cuentan los abuelos, existía una señora muy anciana y adinerada que tenía muchas propiedades como casas,
terrenos, oro y plata; cuyos documentos de posesión guardaba en lugares estratégicos para mayor seguridad
ya que no tenía familiares, frente a su casa vivía un zapatero remendón muy pobre, que tenía varios hijos; él
mismo andaba sin zapatos y vestía ropa andrajosa.
La señora no tenía heredero alguno a quien dejar sus bienes. Un cura ambicioso que había observado esta
situación, pretendía esa propiedad con el pretexto de ayudar a su convento, por esta razón la visitaba
convento del cura.
El zapatero aceptó desempeñar el papel que le había asignado el párroco ambicioso; se echó en la cama de la
difunta con la cara media cubierta, mientras que el sacerdote fue en busca de un notario y testigos.
Cuando llegó el notario tomaron unas cuantas copas y luego éste comenzó a elaborar el testamento. El
notario preguntó a la supuesta anciana, que yacía en cama:
- ¿Para quién vas a dejar las tapadas de oro, plata, la hacienda y demás cosas de valor?
El zapatero desde la cama de la fallecida contestó con toda su artimaña:
- La hacienda, las tapadas de oro, plata y demás bienes se quedará, para el zapatero del frente. Estas palabras
pronuncio con voz debilitada, como si estuviera muriéndose.
El notario anotó la declaración en el testamento. El zapatero conocía todas las propiedades, con sus
respectivos linderos de la difunta; de modo que iba indicando todo detalladamente al notario y cada vez que
le preguntaba, para quién iba a dejar las demás propiedades sólo respondía:
- “Para el zapatero del frente”, sin hacer caso al cura que le hacía señas para que dejara algo para él.
Cuando se concluyó la redacción del testamento, el cura salió acompañando al notario. El zapatero se
levantó y agarró pronto los papeles. Cuando el sacerdote volvió, lo botó a empellones alegando que él
necesitaba esos bienes más que el convento.
Así el sacerdote ambicioso perdió la hacienda y demás pertenencias de la finada, por no desempeñar un buen
papel como mensajero de Cristo.
Versión: Juana Hilario M.
Glosario
Remendón: [Persona] que se dedica profesionalmente a remendar, especialmente referido a los sastres y
zapateros de viejo. Heredero: [Persona] que por testamento o por ley recibe toda o parte de una herencia.
Convento: Casa de religiosos o religiosas. Notario: Funcionario público autorizado para dar fe de los
contratos, testamentos y otros actos extrajudiciales. Artimaña: Artificio, astucia. Lindero: Colindante,
fronterizo, contiguo. Empellón: Empujón fuerte que se da con el cuerpo para desplazar a una persona o cosa.

CURAS
EL CURA JIJUNA
Cuentan los abuelos que, en una oportunidad un cura paseando por las afueras de la ciudad, encontró un
cráneo humano. Lo recogió y se lo llevó a su parroquia. Pensaba dirigirles a sus feligreses un sermón para
tratar sobre los misterios de la vida y la muerte.
Llamó a su sacristán y le dijo:
- Oye, guárdame esta calavera, que mañana voy a predicar sobre su origen.
El sacristán vivía quejoso por la tacañería del cura, que no le pagaba su sueldo. Pe modo que decidió
vengarse jugándole una broma con la calavera. Agarró varias cajitas de fósforos y se dirigió al campo a
cazar avispas. Poco después regresó con una buena provisión de ellas y las metió cuidadosamente dentro del
cráneo.
Al siguiente día, cuando el fraile iba a entrar a la iglesia pidió el cráneo. El sacristán le trajo
cuidadosamente, tratando de no despertar a las avispas. El cura subió al púlpito y comenzó su sermón,
sosteniendo la calavera entre las manos.
- Amados hermanos: este cráneo que aquí observan encierra grandes misterios.
Debió de ser de alguien, quizá haya sido de Napoleón Bonaparte, tal vez del general Jan Martín,
probablemente de Simón bolívar, o acaso haya sido de un gran poeta o seguramente de un ...¡Jijuna!
Concluyó, arrojando la calavera lejos de sí, pues en ese instante habían despertado las avispas y le picaban
furiosamente las manos.
La calavera fue a caer sobre la cabeza de uno de los fieles.
El sacerdote bajó del púlpito reventando de cólera. Llamó al sacristán y le preguntó:
- ¿Quién colocó las avispas en el cráneo?
El sacristán, que había escuchado la homilía, contestó con toda calma:
- Quizás haya sido Jan Martín, bolívar, el gran poeta,... pero seguramente el alma del “Jijuna” que
Ud. mentó en el púlpito.
Oyendo la respuesta, el religioso no tuvo otro remedio que meterse a su cuarto y desahogar sólo su cólera.
Poco después el cura decidió desquitarse de la burla del sacristán con una broma más pesada. Comenzó a
requerir de amores a la mujer del sacristán. La mujer, que no era un modelo de lealtad con su esposo, cayó
víctima del palabreo del religioso.
Cuando este se vio bien firme con la mujer del sacristán, mandó al esposo a un lugar muy lejano con el
pretexto de que le daba vacaciones y que a su vuelta le pagaría todo su sueldo, hasta el último centavo.
El sacristán se puso muy contento. Dejó encargado el cuidado de su mujer al mismo cura y partió al lugar
donde por encargo del cura no lo habrían soltado en toda su vida. Mientras tanto el cura hacía vida marital
con la mujer del sacristán, pero de un modo que nadie se daba cuenta. Cuando los fieles le preguntaban por
el sacristán, el cura solía responder:
- Ese malvado, cansado de su mujer y por seguir a otra mujer, se ha mandado cambiar no sé por qué sitio.
Así pasó un año al cabo del cual regresó por fin el sacristán. Con gran sorpresa vio que su mujer estaba en
los comienzos del embarazo. Sin embargo supo disimular. Con aparente gratitud dio al cura las gracias por
las vacaciones y después se llevó a su mujer a su cuarto. Allí le comenzó a dar una paliza y a cada golpe le
decía:
-¿Pe quién es ese hijo que tiene en el vientre?
Pero la mujer no contestaba nada, y seguían la paliza y los golpes. El cura, al escuchar los gritos de la mujer,
se acercó al cuarto, y cuando el sacristán preguntaba: “¿De quién es ese hijo que tiene en el vientre?”, entró
al cuarto y le dijo en tono burlón:
- Ese hijo puede ser del aire, o quizá del viento, o quizá de la lluvia, pero yo estoy seguro que es del
“jijuna” que ya tú conoces.
El sacristán viendo que había sido víctima del cura, no tuvo más remedio que retirarse a la calle.
Poco tiempo después el sacristán se conseguía otra mujer, y creyendo llegada la hora de vengarse, fue a la
granja del cura y se robó todo su ganado, que tenía en grandes cantidades.
Al día siguiente llegó el cura y al ver su hacienda vacía, exclamó:
- ¡Quién desgraciado habrá sido el que se robó mi ganado!
Entonces el sacristán que estaba tras de la tapia, contestó:
- Taita, fue el señor “jijuna”, que es amigo íntimo de usted.
Al oír esto el cura no tuvo más remedio que retirarse, pues comprendió que llevaba la peor parte en este
juego.
Este cuento es verídico y no miento.
Recogido por Francisco Kruger Porras, referido por Genaro Robles.
Glosario
Jijuna: Jerga, aumentativo a un insulto o previo a este, (se puede usar solo). Término usado para designar a
una persona con dotes de hábil, atrevido e intrépido. Feligrés: Persona que pertenece a una parroquia
determinada.

DUENDES
M U KY Y SAYLLA
Cuentan los abuelos, Vilca es un centro poblado, en el distrito de Huancaya ubicado en las alturas de la
provincia de Yauyos, departamento de Lima. En dicho lugar vivía un campesino llamado don Vicente en
compañía de su esposa y sus seis hijos. De estos, el mayor apenas tenía diez años; eran de condición
humilde y muy pobre, al extremo que no podía dar alimento y mantenimiento de lo necesario para sus hijos.
Por el contrario don Teodosio era un hombre fuerte y robusto, dueño de un próspero comercio, que sin
escrúpulo alguno estuvo a punto de mandar a la cárcel don Vicente por las deudas que le tenía por varios
créditos, principalmente víveres, que los había solicitado para alimentar a sus menores hijos.
La desesperación hizo presa de don Vicente y su esposa, así que tomó la iniciativa de ir en busca de trabajo a
otros lugares, y tan pronto abandonaron su morada llevando únicamente la ropa que tenían puesta. Antes
encargaron el cuidado de sus menores vástagos a una vecina de nombre Tomasa, una mujer de buenos
sentimientos y hacendosa. Salieron muy de madrugada; caminaron todo el día sin probar alimento alguno.
Al llegar la noche buscaron un sitio para descansar, y hallaron una especie de cueva donde había dos
enormes cerros frente a frente. Se sentaron haciendo la señal de la cruz y empezaron a masticar un puñado
de coca, y en ese mismo instante caían lágrimas que humedecían sus mejillas motivado por la pena y
melancolía que los envolvía. Dominados por el cansancio y el llanto, se quedaron profundamente dormidos.
A la media noche entre suelos escucharon dos extrañas voces que de cerro a cerro vociferaban:
- Muki, hoy tenemos visita.
-Sí, Saylla- le respondió el otro, con voz firme.
- ¿Me puedes decir que tipo de gente es?.... añadió Muki
- Se trata de personas humildes personas y con mucha necesidad, respondió del otro lado Saylla.
- Le daremos algo, Muki?
-Sí, Saylla.
-¿Qué le daremos, replicó Muki?
- Saylla dijo: ponle en su cabecera abundante oro; y cerca a sus pies coloca cuantiosa plata.
Una vez finalizado el diálogo entre Muki y Saylla los dos enormes picos cordilleranos retornó el silencio.
Tan pronto las estrellas con su luz reluciente, desaparecían anunciando el nuevo día. Cuando don Vicente
despertó, recordó lo que había oído a media noche; se sentó inmediatamente y se quedó sorprendido al ver
oro en su cabecera y plata a sus pies. Lleno de alegría y de asombro despertó dando gritos a su mujer.
Ella también quedó emocionada al ver todo esto. Don Vicente se quitó los pantalones, amarró los bota pies,
llenó todo lo que pudo, igual su esposa en una de sus polleras cargó lo que alcanzaba su fuerza, luego
regresaron al pueblo. Al día siguiente empezaron a pagar sus deudas, calzaron y vistieron a sus hijos.
Esta actitud despertó curiosidad en la gente y le preguntaban a don Vicente como de la noche a la mañana,
había conseguido tanto dinero.
Después de poco tiempo don Teodosio, dueño de la tienda, se enteró de la suerte de su vecino, y empezó a
tener envidia y ambición. Con argucia hizo embriagar a don Vicente, y le obligó a que le contara con todo
detalle cómo había conseguido tanta fortuna. Éste le aclaró sin perder tiempo. Luego el dueño de la tienda
con su esposa, se encaminaron al sitio misterioso. Antes se pusieron ropa vieja y llevaron un poco de coca.
Llegando al lugar empezaron a masticar la hoja sagrada, fingiendo llorar de pobreza; cansados se acostaron
y engañosamente dormían profundamente. Al cabo de un buen rato empezaron a oír las mismas palabras,
que había escuchado don Vicente, pero con respuestas condenatorias:
- ¡Muki, tenemos visita!
- ¿Qué clase de gente es, Muki?
- Gente rica, adineradajaylla.
- ¿Le daremos algo, Muki?
- ¿Qué le daremos?
- Le daremos cuernos y rabos Al oír esto, en el rostro de don
Teodosio se reflejó un aire de miedo y terror; luego miró a su esposa que ya tenía cuernos y rabos; tocó su
cabeza y sintió que había cornamentas. Llenos de desesperación ambos se dirigieron a su casa, convertidos
en venados. Al darse cuenta que sus familiares no le reconocían, los perros se lanzaron contra ellos, y así los
echaron del lugar y nunca más volvieron al pueblo. En castigo de su ambición, Dios los había convertido en
animales. Desde aquel entonces las personas creen y dicen que los venados es gente que se ha transformado
en animal.
Este cuento yo lo cuento tal como me lo contaron. Versión: Pedro S. Monge

Glosario
Vilca: Departamento de Lima; de uillca, sagrado. Hacendosa: Solícito y diligente en las tareas domésticas.
Muki: nombre con el que se conoce a un ser diminuto que no pasa del metro de altura y es el dueño de las
vetas en las galerías de las minas. Denominación que se asigna para el presente cuento. Saylla: distrito de la
provincia de Cusco. Nombre que toma un cerro en el relato.

DUENDES
TOROWACA
Cuentan los abuelos, en una ocasión cerca a la hacienda perteneciente a la familia Enriquez, algunos
miembros de la parentela vieron dentro de la cueva; un toro, una paloma y un hombre en forma de una
estatua; impresionados y temerosos muchas personas fueron en horas de la noche y comprobaron que era
real, pero cuando quisieron retirar las figuras sintieron mucho temor, pesadez, somnolencia y algunos se
vieron afectados con vómitos.
Desde entonces jamás volvieron a entrar a la cueva.
Los lugareños comentan que las efigies salían en horas de la noche, sobretodo en luna llena, y a las personas
con quienes se encontraba las mataba o las convertía en estatuas. Por ese motivo casi nadie salía ni andaba
durante la fase de cambio lunar, tampoco se acercaban a la misteriosa cueva.
La familia Enríquez tenía una extensa hacienda con plantaciones variadas, el mayor de los hermanos se
llamaba Ángel. Como era temporada de siembra él se encontraba abriendo surcos para sembrar papa, y de
pronto descubrió una pequeña cueva que nadie había visto.
Cuando Ángel exploró la mencionada caverna, vio la escultura de una mujer vestida de oro, la limpió y la
colocó en el mismo lugar continuando con el sembrado. Ángel pensaba a cada momento en la mujer de oro,
hasta que llegó la noche y se fue a su casa. La familia Enríquez cenaba contenta y cuando anocheció se
fueron a dormir.
A la mañana siguiente, fue a ver a la mujer de oro, pero no la encontró, entonces decidió ir a otra cueva, y al
inspeccionar la cueva encontró a la mujer de oro junto con las otras estatuas en fila. Primero la mujer, luego
el hombre, la paloma y por último el toro. Muy contento regresó a su casa, y contó todo lo sucedido a su
familia.
Con el transcurrir de los años la familia Enríquez fue bendecido y tuvo una cosecha excelente, y cada año
los terrenos agrícolas se volvieron fértiles y productivos.
Este cuento es verídico y no miento.
Versión: Angel Carhuapoma Enríquez

Glosario
La palabra Waca está formado de la palabra aymara waca o vaca, por lo tanto torowaca: yunta.

MONSTRUOS
EL QORIÑAHUI
Cuentan los abuelos, una familia vivía en la quebrada denominado Qamanillo, donde habitaba el Qoriñahui,
animal que hacía su aparición sólo cuando una persona se encontraba completamente sola, desprotegida y de
preferencia lo hacía durante la oscuridad.
Dicen que el Qoriñahui, tiene las características de un león. Ojos de gato, pelaje de alpaca, hocico de esposo
y sus hijos acostumbraba lavar ropa de la familia a un río quedaba en la hendidura de la cordillera. Ella tenía
conocimiento de la existencia del Qorillahui, por eso siempre iba acompañada de sus hijos por el pánico que
tenía al enigmático animal.
Cierto día, la laboriosa mujer salió rumbo al río a lavar la ropa de sus hijos, pero fue sin la compañía de ellos
ya que éstos se encontraban ocupados en otros quehaceres. Justo había terminado y se preparaba para
retirarse del lugar, cuando de pronto apareció el Qoriñahui, bramando, chillando y maullando como un gato
salvaje amenazándole a la indefensa mujer que si oponía resistencia o pedía auxilio se la iba a devorar. Así
que la señora no dijo palabra alguna por miedo a las amenazas y de este modo salvaguardar su vida.
Entonces el Qoriñahui la tomó por la fuerza y se la llevó hasta su guarida que quedaba en las profundidades
de un barranco. Una vez en el lugar la mujer tuvo que resignarse a convivir con el misterioso animal. El
Qoriñahui se preocupaba mucho de que no le faltara nada a su pareja, siempre le acontecía de toda clase de
víveres, tal como carne, verduras y frutas en abundancia.
En un inicio, la señora se dio cuenta que el Qoriñahui solo se alimentaba a base de carne y por ello no comía
el menú que le preparaba. Pero según pasaban los meses, éste fue acostumbrándose a alimentarse como un
ser humano.
La señora vivía encerrado durante varios años sin tener salida. Al cabo de un tiempo llegaron a tener un hijo.
Ahora con mayor razón el Qoriñahui laboraba mucho más para mantener, a su mujer y a su hijo. Tenía que
llevar más comida y provisiones.
Con los años poco a poco el hijo del Qoriñahui fue creciendo, cada día era más grande, así que pensó en irse
junto con su madre en algún momento.
Afortunadamente este pequeño era como un ser humano y no como su padre. En los momentos más
angustiosos su madre solía contarle toda su historia: Le decía que tenía su esposo y cinco hijos allá en su
pueblo, y que antes de esto llevaba una vida muy diferente de la que estaban viviendo y que un día había
salido a lavar ropa al río y como se encontraba sola el Qoriñahui la raptó, y por último le dijo que él era hijo
de ese animal. Al oír esa historia el pequeño le reprochó:
- Cómo va a ser mi padre ese animal, si no soy como él.
Después de calmarse y razonar, una mañana el pequeño le propuso a su padre salir a pasear o dar una vuelta
por ahí, por el bosque. El padre no quiso.
Entonces el hijo le dijo a modo de queja:
- ¿Por qué nos encierras a mí y a mi madre?
Entonces el animal dejó salir a su esposa y su hijo bajo su vigilancia. Él iba delante, mientras que su hijo
intentaba distraerlo diciendo:
- Papá allí al frente hay un chivo. Hay que cazarlo.
El padre, presintiendo tal vez las intenciones de su hijo miraba desconfiado. Pero en un momento propicio
cuando no había sospechas, el hijo fue detrás de él, así aprovechó un descuido y lo empujó hacia el barranco
en el que se había asomado. Así el Qoriñahui fue a estrellarse contra el abismo muriendo en el acto.
Entonces la mujer heredó sus bienes del Qoriñahui y caminando día y noche sin descanso madre e hijo
llegaron a su pueblo natal; donde se reencontró con su familia y vivieron felices.
Este cuento yo lo cuento tal como me lo contaron.
Recopilado por: Catalina Javier Alanya

Glosario
Qorí ñahui: de qori, oro, ñahui, ojo.

SIRENAS
EL TAITA HUAMANI
Cuentan los abuelos, hace muchos años vivían dos hermanos en el campo. El mayor de ellos tenía grandes
extensiones de terreno y numerosos animales. Sembraba papas y cosechaba en abundancia; una parte de la
cosecha lo transformaba en chuño y de igual modo algunos kilogramos de carne eran convertidos en
charqui. El hermano menor tenía una minúscula parcela de terreno estéril, pero un día producto de una
terrible granizada arrasó lo poco que había sembrado y también perdió su ganado. Ante este doloroso suceso
recurrió a su hermano mayor en busca de ayuda; pero en vez de brindarle apoyo, éste lo echó de sus
propiedades. El pobre hombre andaba con la vestimenta sucia y sin probar alimentos.
Un día, el hermano menor se encontraba sentado cerca de su choza; estaba apenado por la situación que
venía atravesando y de pronto apareció una hermosa mujer y le dijo:
-¿Por qué lloras?
Y él le respondió:
-Porque mi vida ya no tiene sentido y no tengo qué comer.
La misteriosa dama al verle en esa situación le dijo:
-Cierra tus ojos y lo abrirás cuando yo te diga.
Efectivamente él cerró sus ojos. Después de abrirlos, se dio con la sorpresa que la bella mujer tenía una
manta con abundante comida con chuño, charqui y mote.
- Come todo esto y ya no volverás a tener hambre- le dijo.
Así fueron pasando los días y siempre ella aparecía a su lado trayéndole comida. Poco a poco el humilde
hombre fue enamorándose de la preciosa mujer; hasta que decidieron casarse. Después de casados se fueron
a vivir a una pequeña choza.
A ella no le gustaba vivir en una choza y le propuso a su esposo diciéndole: vámonos donde vive mi padre;
él nos dará una casa donde vivir y también tendremos muchos animales para criarlos.
Al día siguiente, cuando brillaban los primeros rayos del sol, fueron hasta la orilla de la laguna Allqaqocha.
Allí la mujer le pidió que cerrara sus ojos. Momentáneamente privados de la vista, los esposos se lanzaron a
la laguna; y en un cerrar y abrir de ojos aparecieron en una inmensa pampa verde donde había un sin número
de llamas, ovejas y alpacas. Yen una hondonada había una casa grande similar a un palacio.
Ingresaron en esa casa y allí vivía el padre de la muchacha. Ella presentó a su padre a su flamante esposo;
éste le dijo:
De hoy en adelante ya no te faltará nada, tendrás comida en abundancia, también muchos animales y serás
un hombre rico. Nuevamente la mujer le pidió a su esposo que cerrara los ojos. Así lo hizo, y al abrirlos de
nuevo ambos estaban de regreso a orillas de la laguna.
Así pasaron los años y su hermano mayor llegó a enterarse que ahora su hermano menor se había convertido
de la noche a la mañana en un hombre rico.
Entonces el mayor le dijo al menor:
- ¿De dónde sacaste todo esto?
- Mi suegro me dio abundante comida y muchos animales; él es un hombre acaudalado y tiene un
inmenso palacio en las profundidades de la laguna.
Los recién casados vivían felices, y llegaron a tener un hijo. Así pasaban los años y el hombre empezó a
mostrar su ambición, cada día deseaba mucho más para sí, ya no estaba contento con lo que tenía. Empezó a
viajar a otros pueblos para hacer negocio, llevaba maíz y otros granos para tener más ingresos; ahora sólo le
importaba el dinero. Pero había descuidado a su familia por sus viajes prolongados. Su ausencia era notorio,
tanto así que su esposa se ponía a llorar y hasta no probaba alimento alguno. Pero un día la mujer se enfermó
gravemente, hasta que ella decidió regresar donde se encontraba su padre. Así lo hizo. Cuando volvió de
viaje su esposo, ella ya no estaba, lo había abandonado.
Tan pronto al hombre le vino una desgracia, empezaron a morir sus animales y él empezó a preocuparse y se
lamentaba por su situación. Estaba melancólico y la soledad lo agobiaba. Entonces decidió ir en busca de su
mujer y se dirigió a la laguna.
En la orilla empezó a gritar diciendo: - ¡Vuelve, vuelve!
Después de tanto llamar, vio en el fondo de las aguas a su esposa; pero ella no le hizo caso, así que el
hombre tomó impulso y se arrojó a las profundidades de la laguna para no volver a salir nunca más.
Este cuento yo lo cuento tal como me lo contaron.
Recopilado por: Reina Luz Rodríguez Casas
Glosario
Chuño: El chuño es, básicamente, papa deshidratada. Su origen es precolombino y el proceso tradicional
consiste en dejar papas de variedades resistentes a este proceso a la intemperie en las alturas andinas de
manera que se congelen. Luego, estas mismas papas son expuestas al brillante sol que, en esas mismas
alturas, calienta con fuerza. Esta operación se repite por varios días. La papa así tratada puede conservarse
durante años. El harina de chuño es un ingrediente muy importante en la cocina peruana. Charqui: es la
carne deshidratada que se cubre con sal y se expone al sol. Se usaba antaño, antes de la aparición del
frigorífico, y aún se usa en la actualidad para conservar la carne por períodos prolongados. Huamani: en
quechua: wamani es el “Señor de las Montañas” Espíritu benévolo que cuida a los animales silvestres y
prodiga fertilidad a los animales domésticos.

TESOROS
QORI MINA
Cuentan los abuelos, ¿Quién dice que es mentira? Yo mismo he ido después de la fiesta de Occoro Viejo
hasta Qori Mina donde existen restos de pinturas rupestres, ubicado a solo .300 metros de la plaza principal
de Nuevo Occoro, con mi eterno acompañante un recipiente con aguardiente que me mantiene animoso
durante mi recorrido. Mis ojos estaban rojizos como el fogón, irradiaba mucha furia. Por eso decidí ir para
saber si era verdad lo que decían de Qori Mina, para confirmar si existía ese toro de oro que allí se
encontraba y mirarle fijamente sus encendidos ojos parecido a los de un condenado cuando anda bramando.
Me habían comentado que ingresar a la mina era muy peligroso y riesgoso, más aún sí sacabas oro, y si
lograbas hacerlo el toro reluciente de oro cobraba vida y te mataba. También podrías morir botando sangre
por la boca con el solo hecho de haber visto al malvado y misterioso toro; pero si alguien lograba sobrevivir
a dichas adversidades se convertiría en el más rico y famoso del lugar.
Bajé por «Infiernillo». Muy lejos puedo escuchar la banda de músicos Occoro Viejo. Mis ojos embriagados
percibían las rocas como bultos extraños, y mis pies se desplazaban explorando el camino pequeño y
estrecho.
Como si estuviera soñando descendí por un sendero que apenas veía, no sentía cansancio debido a que tenía
todo el cuerpo adormecido producto del aguardiente. Me sentía furioso y quise lanzar una maldición contra
la inmensa cordillera pero me contuve.
Pasando el río tomé la curva que conduce a Qori Mina. Bebí un sorbo de aguardiente y seguí caminando.
Reconozco que no tenía miedo, pese a que mis piernas me temblaban y el sudor mojaba mi camisa. Apenas
llegué a la puerta de Qori Mina me di cuenta de que mi botella con aguardiente estaba a medio acabar. Me
introduje en la cueva; sobresaltado, pero me siento seguro. Y si el miedo me hubiera invadido con un buen
trago quedo como nuevo. En el interior de Qori Mina solo puedo escuchar el transcurrir de las aguas del río.
Más al fondo pude distinguir una extraña luz. Tomé un trago más y seguí acercándome. Agachándome cogí
una piedra grande para defenderme si algo malo pudiera pasarme. Pero al ponerme de pie, vi al toro que
dormía como una estatua. Me acerqué tratando de hacer el menor ruido posible para no despertarlo,
conteniendo la respiración al máximo, esperé que estuviera a mi alcance y, cuando lo tuve cerca lo cogí por
el cuerno descargando toda mi fuerza. Jalé el cuerno hasta que éste se rompió. Al voltear para emprender la
huida a gran velocidad me encontré con varios pasadizos. Me metí al azar en uno de ellos y corrí con el
cuerno de oro en las manos. Sólo eso me importaba, estaba como poseído por la ambición, pero la
borrachera aún era dueña de mi cabeza.
Cuando estaba por salir, tropecé y caí de cara soltando el cuerno de oro y mi botella con bebida alcohólica.
El pánico comenzó a apoderarse de mí. Palpando el suelo húmedo comencé a huir con el cuerno en la mano
para dar fe que estuve allí. Después sentí la respiración y el bramido del toro detrás de mí.
En medio de la oscuridad sentí un terrible dolor en la mano, al percatarme me di cuenta que ensangrentaba
pero dentro de mi decía que no iba a morir. Tan pronto corrí como un descocido; sin importarme de la
botella con aguardiente que llevaba.
Recuerdo que como una sombra atravesé todo el camino de retorno. ¡Qué más me quedaba, al fin y al cabo
tenía el cuerno de oro y con el sería rico y famoso, además podría comprarme el trago que quisiera!
Una hora después de haber esquivado al toro de Qori Mina me encontré acostado en mi cama. Esa noche
dormí con el cuerno sujetado a mis costillas para que nadie me lo arrebate.
- Un momento, y ¿por qué no estoy muerto?
Porque cuando desperté, levanté el cuerno de oro contra la luz de la mañana para verlo mejor, pero en
realidad lo que traía en la mano era mi frasco con trago. Estaba dañada por la parte superior.

Este cuento yo lo cuento tal como me lo contaron.

Informante* Justo García Gallegos, recopilado por Osvaldo Pari Contreras.

Glosario
Occoro Nuevo: Departamento de Huancavelica, provincia de Huancavelica: De Nora o ojoro que significa
berro, planta acuática muy estimada en medicina casera. ad: oro. Aguardiente: bebida alcohólica destilada de
un fermentado alcohólico. a tientas: adv. Guiándose con el tacto al moverse en la oscuridad.

CURAS
LA IMAGEN DE UN CURA Y UNA VIRGEN
Cuentan los abuelos, en el distrito de Palca, provincia de Huancavelica, vivía un cura ambicioso y mentiroso
de nombre Gregorio.
El sacerdote hacía rezar todas las tardes a los moradores y los domingos los convocaba para asistir a la misa.
Cierta vez, desobedeciendo las leyes de Píos, al párroco se le ocurrió una idea en el cual engañaría a la gente
del lugar.
Mostrando su buen papel de evangelizador les dijo:
-¡Pobladores de Palca! Tal vez no me creerán pero lo que les diré es cierto, la Virgen de la iglesia me ha
encomendado, que cada comunero deberá traer un kilo de papa y maíz de lo mejor que tengan, y en
recompensa tendrán el doble de lo que dan y tendrán la vida eterna. La gente confiando en el cura Gregorio
llevaron el pedido, poniendo sus productos en el altar de la iglesia.
Pero el sacerdote aprovechando su función de predicador de la palabra de Jesús comercializaba los
productos, sin que la población palquina se enterara y también almacenaba grandes cantidades de productos
para su consumo. El párroco visitaba a los diferentes barrios, haciendo rezar frecuentemente a los moradores
y así incentivar la mayor cantidad de aportes en víveres.
En cierta ocasión, caminaba hacia el barrio de Badopampa que dista lejos de Paica; en el trayecto
sorpresivamente se le apareció la Virgen, entonces el cura Gregorio atónito y asustado inmediatamente se
postró de rodillas y llorando le dijo:
-¿Qué deseas de mí?
La Virgen respondió: -¿Por qué engañas a la gente pobre de este lugar?
El sacerdote no sabía qué responder, y pensó dentro de sí, tal vez la Virgen me castigará será mejor escapar,
entonces presuroso cruzó el río Paica, llegando a chocar con una roca que parecía estar tallada de forma
triangular que se encontraba en la vertiente por donde corre el agua. Llegando allí, el religioso nuevamente
se arrodilló frente a la piedra tallada y arrepentido con los ojos llorosos dijo:
- Perdóname, por haber engañado a la población, no volveré a hacerlo nunca más!
Entonces, la Virgen le respondió:
- ¡Vivirás esculpido junto a mí en aquella roca!
En un santiamén el cura Gregorio y la Virgen desaparecieron. Desde aquel entonces ambos personajes
quedaron grabados en la roca ubicada en el paraje de Achka Toqyap Pampa.
Este cuento yo lo cuento tal como me lo contaron.

Recopilado por Alex De la Cruz Rojas,


Informante Paulina Rojas Escobar.

Glosario
Paica: Departamento de Huancavelica, provincia Castrovirreynai Departamento de Puno, provincia de
Lampa./Departamento de Tacna, provincia de Tacna./ Departamento de Junín, provincia de Tarma.—De
paica que en quechua significa unión. Igualmente látigo formado por tres hilos sueltos, llamados quimsa
paica con el que las amas de casa castigan a los muchachos. Otro significado: bifurcado como la horqueta
para trillar o sea el bieldo. En cualquiera de los casos significa bifurcación.

PISHTACOS
LOS PISHTACOS
Cuentan los abuelos, hace mucho tiempo en la provincia de Chupaca, tierra de la danza guerrera los Shapish,
andaban en las cercanías del pueblo, unos individuos que esperaban a su víctimas en parajes solitarios,
especialmente a las personas gordas y distraídas, para luego degollarlos y extraer su grasa para la fabricación
de cosméticos, maquinaria fina o para la fundición de campanas. Para su cometido estos personajes
utilizaban una especie de cuchillo curvo afilado y grueso que escondían entre sus ropas. Esa era la razón por
la que los pobladores tenían terror de salir de sus casas en horas de la noche.
Se conoce que en las comunidades andinas, la gente convive ayudándose mutuamente en cualquier faena; así
por ejemplo cuando alguien hace su casa todos contribuyen en su levantamiento.
Un día una familia se encontraba construyendo una vivienda, y necesitaban paja para el techado de la casa;
así que un grupo de trabajadores salieron en su búsqueda. En su trajinar los hombres a medio camino se
pusieron a descansar y comer su fiambre que consistía en queso, cancha, charqui y papas sancochadas. En
esos instantes fueron sorprendidos por unos sujetos desconocidos, quienes fingiendo ser personas amables
les invitaron a saborear unos exquisitos chicharrones; pero estos ricos manjares contenían unos narcóticos.
Por suerte tres señoras que integraban el grupo se dieron cuenta de la intención que tenían los desconocidos,
a pesar que les hicieron señas a sus compañeros para que no comieran, ellos saborearon los exquisitos
chicharrones. En realidad eran los pishtacos que estaban esperando que el somnífero haga efecto y que los
hombres se quedaran dormidos para que ellos procedieran a degollarlos. A los pocos minutos los hombres
estaban como anestesiados. Entonces varias mujeres regresaron al pueblo para informar a las autoridades de
lo que estaba ocurriendo.
Inmediatamente un grupo de comuneros armados de palos, hondas, machetes y cuchillos; se dirigieron al
lugar indicado y verificaron que faltaban dos hombres. Indignados partieron tras de los pishtacos, y a unos
cinco kilómetros encontraron en una cueva los cuerpos de los desaparecidos. Estaban sin cabeza, colgados
de los pies por unos ganchos adheridos a las rocas y en la parte baja había un perol lleno de sangre.
Al ver esta escena quedaron horrorizados, luego emprendieron la persecución, hasta que uno de ellos
descubrió que en el fondo de la cueva dormían los asesinos. Atrapó a uno de ellos. Con toda su furia uno de
los campesinos agarró su hacha y le dio un golpe certero decapitándole la cabeza que rodó varios metros.
Inmediatamente el cuerpo se puso en pie de un salto y nuevamente cayó al suelo, los otros pishtacos al verse
acorralados fugaron velozmente. Llegaron hasta la casa de una anciana que vivía con su nieto.
Los pishtacos sigilosamente ingresaron a la vivienda con el fin de tomar como rehenes a sus ocupantes, y
justo cuando planeaban matarla escucharon pronunciar unas palabras extrañas: janampa, janampa, chaita,
chaita, uraypi, uraypi”.
Los asesinos pensaban que la anciana ordenaba a ciertas personas, para que atrapen a los temibles pishtacos,
así que no les quedó otra opción que huir.
Pero en realidad la abuela había indicado a su nieto que le frotara la espalda para aliviar sus dolores
musculares, y en tres zonas: arriba, allí, abajo. Pe este modo inconscientemente evitó que la mataran, de lo
contrario hubiera sido presa fija de los temerosos pishtacos.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Pedro S. Monge.

CONDENADOS
LA MADRASTRA
Cuentan los abuelos, en el pueblo de Pucayaco, distrito de Salcabamba, provincia de Huancavelica, un padre
de familia llamado Julián, vivía en compañía de sus dos hijos. Hace poco había quedado viudo y por cosas
del destino en su camino amoroso se presentó otra mujer con quien contrajo nuevas nupcias. A medida que
transcurría los días la madrastra; en vez de acoger a su nueva familia y llevar una vida sin conflictos,
maltrataba física y verbalmente a los hijos de su nueva pareja, inclusive negándole su alimentación.
Cuando llegaba el padre de los niños, éstos le contaban diciéndole que no habían probado alimento alguno.
Entonces don Julián preguntó a su esposa los motivos por el que estaba desatendiendo a los pequeños,
inclusive estaban descuidados en su aseo personal. Su esposa más por el contrario le decía a Julián que todo
era falso, más bien ella se ocupaba por sus hijos y que estaban bien atendidos.
La mujer le increpa a su marido diciéndole que por culpa de estas acusaciones se encuentran viviendo en
líos, y le propone deshacerse de ellos, para lo cual sugiere envolverles a los pequeños en gruesas frazadas y
así arrojarlos desde la cima del cerro más cercano y que nadie se enteraría.
El mal padre acepta la propuesta y ambos ponen en marcha el plan. Los niños caen a un profundo abismo
pero por fortuna se encuentran ilesos. Después de muchas horas se sienten hambrientos. En ese instante
volando se apareció un gorrión, llevando granos de maíz en su pico. Los niños al ver le pidieron ayuda;
entonces el ave les soltó algunos granos, éstos cogieron y comieron. Más tarde volvió a pasar el gorrión
llevando granos de choclo; los pequeños corrieron buen tramo pidiéndole al pájaro un poco más de comida,
y éste demostrando su instinto maternal les dio de comer. Posteriormente pasó una paloma, pero no llevaba
nada, ésta se posó sobre las ramas de un árbol cercano, pero los niños esperaron en vano; así que llegó la
noche y se quedaron profundamente dormidos. Al siguiente día cuando se despertaron, en su cabecera
encontraron una bolsa de maíz tostado. En ese momento vieron que nuevamente pasaba el gorrión. Como se
encontraban hambrientos fueron tras él desesperadamente; cuando en eso se les interpuso un hombre
diciéndoles:
- ¿A dónde van? Ellos respondieron:
- Estamos siguiendo a ese gorrión porque siempre nos da de comer. El hombre respondió:
-Si siguen así llegarán al pueblo de los condenados donde matan a todo aquel que hace su paso por allí, y si
no les advierto que a la entrada del poblado hay una choza, dentro hay comida con carne de gente, les
advierto que no coman, más bien prepárense para luchar y enfrentarse a los malditos condenados.
Efectivamente, habían pasado unas horas cuando los niños llegaron al lugar donde viven los condenados, tan
pronto se presentaron dos condenados botando fuego por la boca y dando bramidos que hacían temblar la
tierra. Los pequeños mostrando su valentía retaron a sus rivales y con mucha tenacidad consiguieron
derrotarlos, incendiaron la casa de los condenados; allí hicieron arder, achicharrando, huyeron por la
montaña hacia la cumbre. Hasta el día de hoy no han vuelto. Los niños muy cansados lograron subir hasta la
torre de la iglesia y tocaron las campanas. Al poco rato, apareció mucha gente que vivía escondida en los
cerros aterrorizados por la presencia los fantasmas y que gracias a la intervención de Dios y de los niños
inocentes se pudo desterrar a los condenados. Los pobladores ayudaron a encontrar a los padres de los
valerosos niños a quienes perdonaron por haberles abandonado. Así en vez de estancarse en los errores del
pasado, cambiaron su estilo de vida y confiaron en la gran misericordia de Dios, llevando una vida sana,
enseñándoles el amor cristiano, con buenos ejemplos y unidos en una sola fe.
Este cuento yo lo cuento tal como me lo contaron. Versión: Pedro S. Monge.
Glosario
Pucayacu.—Departamento de Huancavelica, provincia de Tayacaja, distrito de Salcabamba — Del vocablo
quechua puca: rojo, yacu: agua.

ESPIRITUS
UN ENTIERRO VISTO CON ANTELACIÓN
Cuentan los abuelos, cierta vez, un señor de avanzada edad fue a dormir a su choza ubicada en medio de su
chacra, porque es tradición de los campesinos cuidar los campos de cultivo, y así evitar robo por parte de
algunos ladrones aprovechando la poca visibilidad que reina en los pueblos, de esa forma poner a buen
recaudo una buena recolección agrícola. La cosecha de papa se inicia cuando las hojas de la planta se ponen
amarillas y los tubérculos se desprenden con facilidad de sus estolones, significa que la papa está madura.
Dichas parcelas se hallaban muy cerca al cementerio del poblado.
A eso de las doce de la noche, el anciano escuchó entre sueños varias voces extrañas. Despertó sobresaltado
y alarmado. Por un orificio de la choza estuvo mirando hacia afuera y observó un conjunto de figuras
fantasmales que se desplazaban detrás de un ataúd. Los acompañantes cantaban y lloraban pronunciando
palabras que jamás había oído; el sonido de sus gruñidos era extraño y se escuchaba a lo lejos.
Cuando se acercaba el grupo, se hacía fantástico, porque las personas no pisaban el suelo ni mostraban su
rostro.
Entonces al mirar esto, el cuerpo del viejo se esponjó de horror y sus pelos se erizaron. Se sentía como si
estuviera loco, hasta que pronunció: - ¡Dios mío! sálvame de este “manchachi”.
El gentío aterrador pasó frente a la choza y se detuvo a descansar, en un lugar cercano al panteón. Luego
estuvo observando que entraban al cementerio. El caso era que este acontecimiento, anunciaba un sepelio
verdadero, porque al día siguiente murió en la ciudad una persona producto de un accidente y durante los
actos fúnebres, la comitiva optó por descansar en el mismo sitio que había visto el anciano.
Por este suceso se cree que todo espíritu revela por anticipado lo que puede acontecer en el futuro, y se le da
certidumbre cuando hay coincidencia de esta naturaleza.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Macedonia Bautista

Glosario
Alma: es un espíritu condenado de un difunto que abandona su sepultura y anda sufriendo por el mundo de
los vivos, unas veces para pedir venganza, porque ha muerto en mala ley, a traición o asesinado. Manchachi:
del quechua: miedo.

ESPIRITUS
EL COLOQUIO DE LOS ESPÍRITUS
Cuentan los abuelos, en un atardecer sereno y luminoso del mes de Mayo en el distrito de Julcán, provincia
de Jauja, época del año en que cesan las lluvias y comienzan las cosechas, con las últimas luces del
crepúsculo salió don Claudio Mayta rumbo a su finca a cuidar sus sementeras maduras.
Iba distraído, pensando en cosas propias de sus quehaceres, pues sus sembríos se hallaban en las afueras del
lugar llamado Huayta Pallana. Tenía en el centro una de esas chocitas cónicas que los campesinos suelen
construir para vigilar sus sembríos sobre todo en las noches. Hasta ese rústico albergue se dirigió don
Claudio, dispuesto a pasar allí la noche.
Los julcaínos saben que la capilla del señor de Huayta Pallana es un lugar de los sustos. Allí suelen reunirse
los espíritus para conversar.
Es donde se ven cosas misteriosas por las noches. Así se escuchaban gritos, bullas que hacen los espíritus de
ese lugar.
Pon Claudio sentado en la puerta de la choza, con la inseparable compañía de su coca, vio llegar la
oscuridad y cubrirse el cielo con su manto de nubes negras.ferían más o menos las doce de la noche, cuando
empezó a oírse la bulla que hacían los espíritus que llegaban a la capilla y luego decían:
- “Jan, jan, jan” característica gangosa de hablar que tenían.
Sin embargo don Claudio no sentía miedo. Escuchaba y masticaba su coca, la bulla se hizo más intensa. Se
veía que las almas conversaban detenidamente. Entonces el hombre no pudo contener su curiosidad, con
cuidado y armándose de valentía se acercó sigilosamente a la capilla. Pisando suavemente el piso llegó a la
puerta y se puso a oír.
Los espíritus estaban en un gran coloquio en ese momento, sobre la manera como habían muerto. Las
preguntas y respuestas se cruzaban sin cesar. Así los que habían muerto por los toros eran aplaudidos y
elogiados con algarabía, las demás almas decían:
“Achallau”, “achallau”.
En cambio los que habían muerto a causa de cólicos eran recibidos con lamentaciones y quejas. Cuando
terminaron de contarse sus historias, se pusieron a bailar entusiastamente, repitiendo siempre las siguientes
palabras:
- “Chaquita-ta-taj, cha quita-ta-taj, chaquita-ta-taj”. Pero en medio del baile, se detuvo uno de ellos y
exclamó diciendo:
- ¿Qué? ¡Algo huele a carne cruda! Los espíritus habían sentido el olor de don Claudio, por eso uno de
ellos había exclamado así. En ese instante, al escuchar esto, el buen hombre emprendió la fuga con dirección
a su casa y no se atrevió a ir más a pernoctara su choza.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Bacilia Mayta

Glosario
Julcán: Departamento de Junín, provincia de Jauja. De sullca, el más joven, el benjamín en cuyo caso sería
el pueblo más joven en la época en que afloró a pueblo. Huaytapallana: Departamento de Junín, provincia de
Huancayo. — Es un nevado de belleza imponete. De huayta, flor; y pallana, lugar donde se recolecta.
Luego: Lugar de recolección de flores. Achallau: del quechua achallay, “iqué lindo!”, “¡qué bueno!”.
Gangosa: Que habla con resonancia nasal, generalmente por algún defecto fisiológico que impide cerrar el
paso del aire fonado a la nariz.

ESPIRITUS
EL ALMA Y LOS MÚSICOS
Cuentan los abuelos que, aprovechando una noche de luna salieron al campo varios muchachos que eran
amigos de escuela, llevando sus instrumentos musicales. Iban por los caminos tocando diversos aires, hasta
que acertaron a pasar por delante de una capilla, en cuya puerta divisaron por la rendija y distinguieron
dentro a un alma que rezaba. Se les ocurrió entonces fastidiar a esa alma con sus instrumentos de música. Y,
sin más ni más, se situaron detrás de la capilla y desde allí comenzaron a tocar sus instrumentos, con todas
sus fuerzas, formando un estrépito de los mil diablos.
El alma no toleró tamaña burla, y, revolviéndose furiosa, arremetió contra los bullangueros. Pero en lugar de
mandarlos con la música a otra parte, los obligó a permanecer donde estaban y a tocar sus instrumentos toda
la noche, sin descansar, amenazados de ser muertos si otra cosa hacían.
Los muchachos se vieron obligados a obedecer y se quedaron tocando toda la noche, de miedo al alma. De
esta manera e pasaron las horas, toca y toca, hasta el amanecer. Cuando rayó el alba, el alma se fue,
dejándolos en libertad, a los músicos burlones que no esperaban tal sorpresa.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: José Mayta Torres

Glosario
Capilla: Iglesia pequeña. Bullanguero: Bullicioso, escandaloso. Rendija: ranura, abertura.

ESPIRITUS
EL JOVEN DORMILÓN
Cuentan los abuelos, en una ocasión de fiesta patronal, en el distrito de Conayca, provincia de Huancavelica,
asistieron a una celebración de Salve de la Víspera de la Virgen, muchísima gente. Una vez terminado la
ceremonia, los fieles se retiraron del templo; pero un joven se había quedado dormido profundamente en uno
de los extremos de los bancos, preguntándose:
¿Dónde estoy, qué sucede? Grande fue su sorpresa porque estaba sólo en medio de la oscuridad dentro de la
casa de Dios, y tanteando e dirigió hacia la puerta principal la cual estaba asegurada con candado. Instantes
después llegaban más almas buscándole en el lugar inicial donde se había quedado dormido, diciendo:
¿Dónde está?, ¿A dónde Se fue?
Las ánimas iniciaron su búsqueda por todos los rincones del templo y por los sitios insospechados de
escondite como los camerinos de los Santos, detrás del «Padre Eterno», al no encontrarle se escuchaba voces
que decían:
¿Dónde estará escondido? -Seguro estará entre los Santos pasando desapercibido
El joven aterrorizado por lo sucedido, agazapándose y sin que las almas se dieran cuenta se dirigió hacia el
campanario y desesperado hizo sonar las campanas. La población al oír el llamado imperativo de las
campanas acudió al lugar para informarse qué sucedía. Desesperadamente el joven pedía auxilio y los
pobladores fueron a dar aviso al sacristán para que abriera la puerta, de esta manera el descuidado muchacho
se salvó de ser cargado por las inquietas almas y luego ser llevado al cementerio. Desde entonces el
sacerdote después que termina la santa misa e cerciora si alguna persona se queda en algún ambiente del
templo para evitar que sean molestadas por las almas.
Este cuento es verídico y no miento.

Recopilado por
Reyna Digna Espinoza Estrada

Glosario
Conayca: Departamento de Huancavelica, provincia de Huancavelica. Deriva de cunay que significa
reconvenir, amonestar.

ESPIRITUS
UN CONTRATO CON EL DIABLO
Cuentan los abuelos que en un pueblo lejano vivía un hombre pobre y con mucha familia. Al llegar la fiesta
patronal del pueblo y, a pesar de su pobreza, impulsado por su sentimiento y devoción se comprometió a ser
el mayordomo para la festividad del año siguiente, bueno, se dijo, trabajaré todo el año y reuniré todo el
dinero necesario para afrontar los gastos.
Entonces se encaminó a buscar trabajo a las minas. En el trayecto se encontró con la Virgen María, quien le
dijo:
- Ve por este otro sendero. A poco que camines te vas a encontrar con un señor a caballo. Es el diablo en
persona. No debes tenerle miedo. Te ofrecerá trabajo y te pedirá que le firmes un contrato. En verdad es un
contrato para llevarte al infierno. Este documento especifica que todo terminará cuando se hayan acabado las
botas que te ha de dar. Él sabe que las botas no se acaban nunca porque son de una materia infernal. La
Virgen le dio un pequeño envase con un ungüento especial y añadió:
- Con esto debes frotar las botas todas las mañanas y verás cómo se acaban pronto. Tu trabajo
consistirá en cargar bultos sobre las mulas que hay en ese lugar. Para hacerlo más fácil, azota a las mulas y
diles: ¡Cárgate, mula! Entonces ellas solas se cargarán. De otra manera no conseguirás cargarlas nunca.
Al final del contrato te ofrecerá grandes riquezas. Tú no aceptes nada. Pídele sólo un poco de carbón, carga
y llévatelo.
El hombre, con gran devoción, grabó en su memoria las recomendaciones de la Virgen y, después de darle
las gracias, continuó su camino.
Al atravesar un paraje solitario, entre cordilleras, se encontró con un señor de buena apariencia montado en
un caballo. Le preguntó al hombre:
- ¿A dónde vas?
-Señor, voy en busca de trabajo.
- ¿Con qué quieres trabajar? Pues yo te daré trabajo.
Lo subió a su caballo, le vendó los ojos y lo llevó por senderos extraños.
Cabalgaron tanto que el hombre perdió la noción del tiempo. Llegaron al pie de un alto cerro, el diablo
detuvo su cabalgadura y levantando la mano exclamó:
- ¡Ábrete! ¡Á-bre-te!
El cerro, tronando, se abrió por la mitad. Entraron ambos viajeros y el diablo volvió a mandar:
- ¡Ciérrate! ¡Cié-rra-te!
y las rocas se cerraron herméticamente. Una vez adentro, el diablo le dio un par de botas. Le dijo que su
contrato terminaría cuando se le acabaran las botas. Le entregó varias mulas ordenándole que las cargase.
El hombre procedió tal y conforme le advirtiera la Virgen, a escondidas, frotaba las botas con la sustancia
que le había dado y, para acelerar su trabajo, azotaba a las mulas para que ellas mismas se cargasen. Todo
sucedió conforme la Virgen lo había anunciado.
En una ocasión, debido a la prisa, involuntariamente, azotó a una mula y le reventó un ojo. La mula gimió de
dolor y exclamó:
- ¡Ayayay, compadre! ¡ñahuillata pachialamanqui! (¡Ay, compadre! ¡Me has reventado un ojo!)
Transcurrió el tiempo. El hombre, finalmente desgastó las botas. El diablo le preguntó que quería por su
trabajo. El hombre le pidió que le permitiese tomar un poco de carbón. El diablo le dijo que tomase nomás.
Entonces llenó en su saco una cantidad de carbón de lo que había allí a montones, se despidió y salió del
cerro.
Con su bulto a cuestas caminó largamente. Pero pronto el bulto le pareció muy pesado y se puso a descansar.
Al querer reanudar su camino no pudo levantarlo. Registró el costal y vio que el carbón se había
transformado en oro. ¡Llevaba una carga de oro!
Cavó un hoyo profundo y enterró el oro que no podía llevar y se fue a su casa. Volvió luego con varias
mulas y se llevó el oro enterrado.
El hombre se volvió rico. Pasó la mejor fiesta de su pueblo y, en adelante, gozó de toda la estimación de sus
paisanos.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Pedro S. Monge

Glosario
Mayordomo: Oficial administrador de una congregación, cofradía, gremio o asociación de personas con un
determinado fin. Ungüento: Cualquier materia pastosa, medicinal o cosmética, con que se unta el cuerpo.
Mula: Animal resultante del cruce del caballo y el asno, de mayor tamaño que este último, utilizado
generalmente como bestia de carga por su gran fuerza y resistencia. Hermético: Que se cierra de modo que
no permite pasar el aire ni los fluidos. En la tradición oral se dice que las mulas son almas de las mujeres
que convivieron con los curas y sufren pena eterna en el infierno. Apariencia del diablo: Se caracteriza al
diablo, como un personaje con un par de cuernos en la cabeza, ojos brillantes, una cola larga y patas de
cabra, el cual huele fuertemente a azufre. El diablo es conocido también como el enemigo, el maligno. En la
selva toma el nombre de shapsico o shapingo.

ESPIRITUS
TRES ALMAS ANUNCIAN SU MUERTE

Cuentan los abuelos que, en cierto pueblo vivían tres parejas de jóvenes recién casados. La más cordial
amistad reinaba entre ellas. Las tres esposas andaban siempre juntas y los tres maridos hacían lo mismo por
su parte.
Una noche las señoras se dirigieron a la capilla del barrio, llevando algunas ceras para los santos de esa
devoción. Al llegar a la capilla quisieron antes charlar un rato, masticando su coca, como es costumbre en
nuestras serranías. Para lo cual se fueron detrás de la capilla y se sentaron en el suelo.
Hacía rato que masticaban tranquilamente su coca, cuando de repente oyeron unas voces lastimeras que
salían del interior de la capilla. Era como si alguien estuviera llorando. Las mujeres se quedaron mudas,
como clavadas en el suelo, con los cabellos de punta. La voz que lloraba parecía ahora que rezaba, pero con
sonidos nasales, como una voz de ultratumba. La sangre se les heló en las venas.
En esos instantes vieron llegar un bulto grande, vestido de blanco, con una especie de cucurucho en la
cabeza. Comprendieron que era otra alma que venía a rezar. El bulto entró a la capilla y preguntó quién
estaba dentro:
-¿También tú vas a morir?
-Sí- respondió la primera alma.
/Yo bien terminó de responder, se hizo presente una tercera, que venía pensativa, con la cabeza baja. Al ver
a las dos anteriores, les preguntó:
- ¿Qué hacen ustedes aquí? ¿Es que también van a morir como yo?
-Sí -contestaron las otras.
¿Cómo vas a morir tú? -siguió preguntando el alma.
- Yo, ahogada - respondió la primera.
- ¿Y tú? - continuó preguntando la misma.
- Yo voy a morir en las astas de un toro - contestó la segunda.
- ¿Y qué desgracia te va a suceder a ti? -preguntó una de las almas a la que había hecho las preguntas.
- ¿Yo?... yo voy a morir atragantado. - bueno - dijo la otra -, ya que todos vamos a morir, mejor será
que recemos un poco para que Dios nos perdone, y para que El, desde lo alto, vea por nuestras esposas que
pronto vamos a dejar.
Después de rezar un rato, las tres almas se separaron, perdiéndose en la oscuridad de la noche.
Las tres señoras, que habían escuchado toda la conversación, se incorporaron del suelo y rompieron a llorar,
porque reconocieron que aquellas almas eran las de sus esposos.
II
Desde el día siguiente las señoras se afanaron en cuidar a sus maridos, deseosas de evitar que ocurriesen las
desgracias anunciadas por las almas y quedarse viudas.
A los pocos días uno de los jóvenes determinó ir a bañarse en el río.Su señora se opuso obstinadamente y le
rogó con lágrimas y razones que no fuese. Pero todo en vano, porque el hombre no cedió en su capricho y se
marchó sólo.
Estaba bañándose, cuando sin advertirlo penetró en un remolino y estuvo a punto de morir ahogado.
Asustado y arrepentido volvió a su casa y le contó a su esposa el percance que casi le cuesta la vida. La
mujer se alegró mucho creyendo que había fallado el terrible augurio. Pero al rato sobrevino lo inesperado.
Sintiéndose con sed, el hombre cogió un vaso con agua y se dispuso a beber. Pero su mala fortuna hizo que a
mitad del vaso se atoraba violentamente y, aunque parezca increíble, el hombre murió ahogado en un vaso
con agua.
Se había cumplido la primera parte del fatal anuncio.
III
El otro joven decidió ir a una corrida de toros que se realizaba en un pueblo cercano. Su esposa se opuso con
todas sus fuerzas, pero inútiles fueron sus súplicas, sus llantos y todo lo que hizo por atajar a su marido. El
hombre porfió hasta salirse con la suya.
Durante la corrida un toro matrero se escapó del ruedo y atropelló al hombre, que estuvo a punto de
sucumbir en las astas de la fiera. Arrepentido de haber desoído los ruegos de su esposa, emprendió
inmediatamente la vuelta a su casa y contó a su consorte el lance del toro bravo. Se sentó luego a descansar
en una silla a cuyo lado yacía la cabeza de un toro, que el hombre había hecho sacrificar en la mañana para
el consumo de la casa. Las astas de la res apuntaban amenazadoras hacia arriba. Al cabo de un rato oyó que
su esposa le llamaba. Se levantó precipitadamente y con tan mala suerte que se enredó en sus propios pies y
cayó violentamente sobre las astas del toro muerto. Cuando acudió su esposa lo encontró gravemente herido.
Una de las astas le había atravesado el estómago. Al poco rato fallecía.
Se había cumplido la segunda parte del trágico augurio.
IV
El tercer joven se hallaba en su casa, sentado tranquilamente a la mesa, esperando que su esposa sirviese la
comida. Cuando aquella terminó de servir los primeros platos, se sentó también a la mesa y comenzaron a
comer en medio de la mayor armonía, haciendo derroche de jovialidad y buen humor. Comían alegres, entre
bromas y risas, como puede hacerlo una pareja que conoce lo que es la felicidad conyugal.
De pronto el marido cogió una papa asada y se la llevó a la boca en momentos en que un nuevo acceso de
risa sacudía a ambos jóvenes. Fue entonces que se atoró con fuerza, perdió el aliento y cayó a los pies de la
mesa. La señora acudió a auxiliado, pero inútilmente, porque el hombre murió a los pocos instantes.
Con esta tercera víctima se cerró inexorablemente la sucesión de trágicas muertes, en la forma que la
anunciaran las almas de los muertos aquella noche de angustia y temor, en que sus jóvenes esposas lloraron
pensando en su próxima viudez.
Este cuento es verídico y no miento.

Referido por Juan Remuzgo, recogido por Pedro Pérez.

Glosario
Capilla: Iglesia pequeña. Lastimero: sollozante, dolorido, conmovedor, afligido, desgarrador. Matrero: En
lenguaje rural, [animal vacuno o equino] que se aleja de los lugares de pastoreo. Alma: es un espíritu
condenado y anda sufriendo por el mundo de los vivos, unas veces para pedir venganza, porque ha muerto
en mala ley. El alma no descansa en paz cuando alguien se suicida.

CURAS
UNA MULTIPLICACIÓN MILAGROSA
Cuentan los abuelos que, era tiempo de cuaresma. A la montaña, donde existen numerosas haciendas, había
llegado un fraile para bendecir las casas y recoger las primicias que en ella le daban.
Entraba a una hacienda, bendecía muchas casas, y al cabo el hacendado, si era muy religioso, le daba dos
toros. Algunos le daban hasta cuatro. En cambio otros, solamente uno. Todo dependía del grado de devoción
de los terratenientes.
Pasó así cuatro días visitando todas las haciendas y en todas, los potentados estuvieron más generosos que
nunca, tanto que el padrecito llegó a juntar una buena manada de ganado vacuno, buscó un acompañante que
le ayudase a llevarla y luego emprendió el regreso a su convento.
Al paso lento de las reses venían caminando, lejos ya de las haciendas y atravesaban una fértil y abundosa
pampa, cuando el religioso vio en medio de ella una casita. Era la morada de un humilde chacarero que vivía
con su esposa y su hijo. El religioso se acercó a la puerta y llamó. A la llamada salió el chacarero. El
padrecito le preguntó si podía bendecir la casa, a lo que el chacarero accedió gustoso.
Una vez bendecida la casa, el sacerdote preguntó que le darían de regalo.
- No tenemos nada, taita -contestó el labriego. Apenas esa vaquita que ves en el corral. Y le mostró
una hermosa vaca que se hallaba echada en el espacioso establo. El fraile pidió entonces que le dieran de
regalo ese animal, alegando que las primicias había que darlas de buena gana y con fe porque Dios es muy
grande y sabe recompensar a los que dan, pronto o despacio, pero siempre les devuelve más de lo que han
dado. Y terminó citando las palabras del Evangelio:
- No olviden, pues, que Dios ha dicho: “Recibirás ciento por uno y tendrás la vida eterna”.
- ¿Cómo es eso, taita? preguntó algo intrigado el campesino.
- Eso quiere decir que si tú, por ejemplo, das un toro recibirás en recompensa cien, y si das dos toros,
recibirás doscientos.
El labrador todavía vacilaba, pero su mujer que veía la cosa por el lado del negocio, le porfió que aceptara
tan buena ocasión de hacerse ricos. Y así fue que ambos terminaron por entregar la vaquillona con la
esperanza de ser largamente correspondidos por su buena acción.
-Ya saben, hijos - les dijo el fraile al despedirse - esperen en Dios que El los ayudará.
- Ya sabe usted, taita, ¡el ciento por uno! - le replicaron los otros.
- ¿Y qué duda puede haber en ello? La gracia de Dios es tan grande que si Él quiere mañana mismo
estará este corral lleno de toros - les aseguró el fraile.
Con esta seguridad, el chacarero, su mujer y su hijo se entraron en la casa y el religioso siguió el camino de
su convento.
Aquel día les hizo noche en despoblado, no muy lejos del lugar de los chacareros. El fraile y su
acompañante acamparon en ese sitio y después de encerrar a las reses en un rústico cerco, se rindieron al
sueño.
Dormían tan recio que ninguno sintió la remolienda que armaron en la noche los toros al sentir una hembra
en el redil. Al primer alboroto rompieron el improvisado cerco y salieron todos a la llanura extensa. Al verse
en libertad la vaquita no pensó sino en tomar el camino a la querencia y empezó a correr a campo traviesa en
dirección a la casa de sus dueños, y al correr ella, corrieron los toros detrás.
Apenas empezaba a clarear, el chacarero se levantó porque no dejó de sentir la trifulca que se armaba en el
corral. Salió y al principio no quiso creer lo que veían sus ojos. Se los frotó una y otra vez temeroso de estar
todavía soñando. Pero la verdad era que el corral rebosaba de toros. Volvió a su habitación gritando:
- ¡Mujer! ¡Mujer! ¡Levántate! ¡Mira! ¡Ese padrecito es un hombre de palabra! ¡El corral está llenecito de
toros! ¡Esto es el ciento por uno!
La mujer y el hijo salieron a compartir su asombro y sus muestras de alegría. Se había operado el milagro, el
sacerdote no había mentido.
Pero poco después, sudoroso y jadeante, no obstante el fresco de la mañana, llegó el fraile a reclamar sus
toros.
- ¿Qué toros, padre? gritaron los chacareros - ¡Esos toros son nuestros porque Dios nos los ha dado! ¿Usted
mismo no está diciendo que Dios da el ciento por uno? ¡Ahora creemos que esto es cierto y que Dios es
Dios!
Y aunque el religioso replicó y volvió a repetir razones, no hubo forma de convencer al matrimonio de
campesinos que se cerraban en sostener que esos toros eran suyos por una permisión del Altísimo, y así el
padrecito tuvo que optar por retirarse dejando a los chacareros en sus siete.
Este cuento es verídico y no miento. Recopilado por Pedro S. Monge

Glosario
Cuaresma: En la Iglesia católica, tiempo que va desde el miércoles de ceniza hasta la Pascua de
Resurrección. Fraile: Nombre que se da a los religiosos de ciertas órdenes. Terrateniente: Persona
propietaria de tierras o terrenos, especialmente si son grandes extensiones agrícolas. Potentado: Persona que
goza de gran poder, influencia y riqueza. Res: Cualquier animal cuadrúpedo de ciertas especies domésticas o
de algunas salvajes. Vaquillona: Ternera grande que todavía no ha llegado a ser vaca.
ESPIRITUS
LAS TENTACIONES DEL DIABLO
Cuentan los abuelos, la ciudad de Tarma se ha distinguido por su ejemplar catolicismo, por eso Santa Ana se
hizo su Patrona y fervientes devotos veneran a su hija, la Virgen María, y a su divino nieto, Jesucristo. El
demonio tenía cólera por esto y se propuso llevar a su reino del infierno a cuanto tarmeño cayese en sus
garras para reírse de su rival, Jesucristo. Hasta entonces, ningún tarmeño había llegado a las puertas del
infierno.
Satanás en persona se puso a observar la vida y conducta de los tarmeños, porque se extrañaba que ninguno
de ellos estuviera en el infierno al lado de tantos pecadores. - Virtudes en exceso..., por allí está el lado débil
-dijo- ¿Qué no son pecadores? ¡Eso lo veremos! y no le costó al demonio encontrar lo que buscaba. Virtudes
en exceso, hospitalidad y espíritu caritativo. Y al lado opuesto: jaranista y enamorado.
Frotándose las manos de puro contento, Satán regresó a su reino satisfecho de haber encontrado el lado débil
del tarmeño.
Poco después llegaron los demonios a cumplir el encargo de su monarca.
1
Una noche de octubre un tal Juan Rojas retornaba a su casa después de una gran jarana. Mareadito de tanto
licor cruzaba la plaza de armas, cuando alguien lo llama por su nombre. Al levantar la cabeza, vio que le
cerraba el paso una mujer hermosa.
Después de saludarlo con excesiva fineza y coquetería, la mujer le pidió conversar unos minutos. Tomaron
asiento en una banca... Y palabras van, palabras vienen; risas allá, risas acá; bromas de él, coquetería de ella,
terminó en un romance de inefable ternura. Juan Rojas se entregó a los brazos de su furtiva amante y, en sus
adentros, planeó sacar provecho de su aventura... Solicitó entonces la máxima prueba de su amor. Ella, sin
preámbulos, aceptó entregarse en cuerpo y alma.
Pero cuando el enamorado jaranista empezó a trajinar las intimidades de su amada descubrió con estupor
que las piernas y brazos de la mujer no eran de humanos sino de cabra. Lleno de espanto gritó: ¡Jesús! y
todo desapareció al instante. Al amanecer, los familiares y amigos de Juan Rojas lo hallaron tirado boca
abajo, botando abundante espuma.
2
En otra oportunidad, un grupo de jóvenes salió de una jarana para dedicar serenatas a las chicas. Así, de
balcón en balcón, iban ofreciendo huaynos, mulizas y carnavales, al compás de sonoras guitarras,
mandolinas y quejumbrosas quenas. Cantando de aquí y por allá, llegaron hasta la esquina de los jirones
Huánuco y Moquegua, cuando escucharon una melodiosa música que procedía de una casa a la cual se
acercaron. Hermosas mujeres los invitaron a pasar al baile.
Los amigos no se dejaron de rogar y pronto se encontraron en un aristocrático y lujoso salón de baile.
Muebles artísticamente tallados, de finos tapices, enmarcaban la sala.
Deslumbrantes arañas de cristal pendían del techo iluminando el amplio salón.
Pero cuando estaban en pleno baile, en plenitud de entusiasmo, uno de los jóvenes invitados bajó la vista y
descubrió con sobresalto que los pies de los concurrentes no eran de humanos sino patas de cabras, cerdos,
gatos y zorrinos.
Alarmado gritó: ¡Jesús!... X todo desapareció como por encanto.
Al amanecer, los jóvenes fueron encontrados tirados en un lugar desolado sobre viejos troncos de sauces.
3
Otra fecha, una modesta mujer llamada Rosa Soto retornaba a su casa después de haber amasado pan y
escuchó el llanto de una criatura recién nacida.
Llevada por la curiosidad, la buena mujer descubrió en un rincón de la calle a una criatura que lloraba
desconsoladamente.
La modesta trabajadora, la levantó y después de lanzar maldiciones a la desnaturalizada madre optó por
llevar a la criatura a su casa.
“La criaré como si fuera mi hija”, dijo para sí misma, la envolvió en su pañolón y se la llevó. A poco de
caminar, sentía que el peso aumentaba y un intenso calor se desprendía del cuerpo.
Alarmada, se sentó en una piedra y, al descubrir el bulto, un grito de espanto salió de la garganta de Rosa
Soto... La criatura tenía figura y brazos de un ser infernal.
,Jesús!, gritó la aterrada mujer, todo desapareció al momento.
Los sacerdotes y autoridades, conocedores de estos hechos, ordenaron que se planten y fijen cruces en todas
las entradas y lugares marginales de la ciudad para ahuyentar al demonio.
Así terminaron en Tarma las malas intenciones del diablo.
Este cuento es verídico y no miento.

Glosario
Satán: Lucifer, el demonio. Tarma: Departamento de Junín, provincia de Tarma. Se afirman que Tarma
significa hombre no civilizado lo cual es algo de no dar crédito. Otros lo hacen proceder de taruma con la
acepción de duro o terco relacionado con el especial carácter del tarmeño.

CURAS
EL CURA QUE QUERÍA
COMPRAR UNA BOLA DE ORO
Cuentan los abuelos, existía un cura tan avaro, tacaño y miserable que nunca gastaba un centavo de más.
Acumulaba tanto dinero y lo guardaba en un lugar oculto. Comía poco ya que no quería hacer gastos en su
alimentación. Llevaba puesto la ropa un año entero sin lavarlo. Él mismo se cortaba los cabellos por no
gastar en peluqueros. El dinero que recolectaba de las limosnas, en lugar de invertirlo en alguna obra del
templo, lo escondía con mucho recelo y siempre andaba protestando que los fieles no ayudaban a la
refacción de la parroquia, que ya no parecía iglesia sino caserón.
Pues este sacerdote tenía el don del palabreo. Hacía unos negocios admirables comprando algunas cosas a
precios increíbles. Le encantaba regatear con sus clientes para conseguir un precio justo. Era un llorón de
primera. Y un egoísta que compraba todo para él y nada para la iglesia. Donde se realizaba negocios, ahí
estaba él para su lucro personal. Comenzaba ganándose la voluntad de una persona con falsos halagos y
mentiras a los que deseaban vender algo y al final se los conseguía. Así compró muchas veces un gran
número de ovejas por una mísera suma de dinero.
En cierta ocasión se iba a llevar a cabo el remate de una finca. El párroco era uno de los más interesados en
adquirirla y para asegurarse la buena pro y ganarse la simpatía de los rentistas, los invitó a una gran cena que
hizo preparar en su casa.
Los chicos del lugar, que sabían de lo agarrado que era el religioso, fueron a ver la cena. En efecto, era
espléndida. Mientras contemplaban los ricos manjares que se servían los invitados, se les hacía agua la boca.
Uno de ellos, no pudiendo resistir más, exclamó ante sus compañeros: - Yo les apuesto que entro a cenar con
el cura.
Los demás lo creyeron loco y comenzaron a reírse. Pero el otro insistió en su desafío y la apuesta quedó
pactada para una caja de caramelos.
Con aire muy serio el jovenzuelo se dirigió al portal de la casa y la criada, sin aguardar pregunta alguna, le
dijo:
- El señor cura no atiende a nadie. Está muy ocupado.
- Por lo que más quiera, llame al señor sacerdote: se trata de un asunto de negocios. Repuso con toda
seriedad el muchacho.
La doméstica que estaba instruida por el propio cura, que siempre le repetía: «Para negocios estoy a
disposición de cualquiera», le dijo entonces que aguardara un momento. Entró donde estaba cenando el
párroco y le dijo al oído:
- Disculpe padrecido, lo necesita un muchacho por un asunto de negocios, está en la puerta
esperándole.
Apenas oyó la palabra «negocios» el cura se levantó de la silla y salió apresuradamente en busca del
muchacho. Lo llevó de la mano a su cuarto y con toda amabilidad le preguntó: -¿Cuál es tu negocio, hijo
mío?
Entonces el mozalbete, adoptando un aire de misterio, le preguntó a su vez:
- Padre, ¿cuánto me daría por una bola así de oro? (haciendo con la mano la figura de una bola más o
menos grande).
El cura creyó ver un negocio redondo en las palabras del joven y por eso le respondió, astutamente:
- Con paciencia lo veremos, hijo, con temple. Ahora vamos a comer, diciendo esto le hizo pasar a la
sala del festín y lo sentó entre sus convidados.
Los demás muchachos no podían creer lo que estaban viendo cómo su compañero engullía las sabrosas
viandas de la cena. Llenos de envidia y curiosidad esperaron el final de la aventura.
Cuando terminó la cena y cuando el último de los invitados se despidió, el cura se quedó a solas con el
chico. frotándose las manos y pensando en el negocio que iba a realizar le dijo entonces:
- ¿Cómo me decías hijo mío? ¿Qué tenías una bola de oro?
Pues yo te daría un sencillo por ella. Yo también me contentaría con algunos soles, padre, respondió el
joven. Los ojos del cura centellearon de codicia.
- ¡Así me gusta, hijo -se apresuró a replicar- ¿cuándo me la traes?
El chico puso un pie atrás, hacia la puerta, y en tono convencido exclamó:
- ¡Cuando la encuentre, padre! ¡Cuando la encuentre se la traigo sin falta! Y partió a correr dejando al fraile
con un palmo de narices en medio de la sala.
Todos los muchachos celebraron el chasco del cura tacaño, y le entregaron al bromista la caja de caramelos
que habían apostado.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Francisco Kruger
Glosario
Finca: Propiedad inmueble en el campo o en la ciudad. Tacaño: Mezquino, que intenta realizar los menores
gastos posibles. Taimado: Astuto, ladino y engañador. Engullir: Tragar la comida atropelladamente y sin
masticarla.

GATOS
EL GATO MOCHO
Cuentan los abuelos, existía una vez una mujer que tenía un gato al que le cortó las orejas porque le robó un
cuy.
Entonces, el gato empezó a vengarse de su dueña. Mientras la señora preparaba los alimentos, el gato
buscaba la ocasión de ensuciar la comida. Llenaba pajas, moscas, cualquier basura, aprovechando el menor
descuido de su dueña. «Que su esposo le pegue también», estimulaba el gato.
A la hora de comer, su marido se molestaba e irritaba por la presencia de suciedad en los alimentos; y
discutía con su señora, hasta le amenazaba con golpearla pensando que ella tenía la culpa. Le recriminaba
diciendo:
- Eres muy descuidada, mujer.
La mujer se esmeraba tanto en cocinar y hacía las cosas con la mayor limpieza y cuidado. Pues tenía, mucho
temor que su marido la reprendiese por su descuido.
Pero el gato aprovechaba la mínima distracción de la señora, para llenar de suciedad la comida.
Entonces el hombre decidió abandonar la casa porque no podía soportar más todo lo que sucedía.
«Demasiado descuidada eres», increpándola.
Caminando, tuvo necesidad de orinar. Y entró por una zanja.
Sorprendido vio que un grupo de gatos discutía, y el del centro era su gato. Allí estaba su patrón, el diablo, y
su gato dándole cuenta de lo que con sus dueños había hecho:
- Yo -dijo-, hace poquito logré que mis dueños se separaran, después de haberlos hecho pelear.
Al oír el informe los demás gatos empezaron a celebrarlo con mucha algarabía.
Entonces el hombre, habiendo visto y escuchado el discurso, retornó para recobrar la amistad de su mujer.
«Vaya, dijo, este gato me ha hecho pelear con mi mujer, sin que ella tuviera la culpa. Ya me las pagará».

Y como todo daño tiene su sanción, el hombre luego de darle su merecido se armó de un palo y sorprendió
al desleal con las manos en la masa. Un acertado garrotazo dio fin a sus malas andanzas. Muerto el gato, lo
enterraron y desde ese momento no hubo más discordia y vivieron felices.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Próspero Colonia Macedo
Glosario
Mocho: Falto de la punta o la debida terminación. Desmochado. El gato negro dicen que no muere en la casa
de su dueño. Cuando lo maltratan, se transforma en candela a las doce de la noche.

SOLIDARIDAD
SOPA DE PIEDRA
Cuentan los abuelos había tiempo de hambruna en una comunidad. En esos días la gente recogía sus
cosechas con mucha ansiedad para sí.
Por este motivo ya no compartían con las personas con quienes se relacionaban, ni siquiera con sus vecinos.
Un día un peregrino llegó a esta comunidad buscando comida y hospedaje. Los moradores de este pueblo se
lo negaron.
Dijeron negándole: “¿Cómo podemos darte algo si nada tenemos?”
¿Acaso, vamos a quitárselo de la boca a nuestros hijos?»
En aquel momento el joven al ver que nadie quería dar posada se hospedó en el camino.
Ya eran tres días que él pasaba la noche en el camino, y a los cuatro días, el joven caminante le habló a una
señora que pasaba a pastar sus animales acompañada de su hijo. Le dijo: «¡Qué hambre! Nadie quiere darme
siquiera algo. Dicen que acá nadie tiene comida. Ahora, voy a cocinar una sopa siquiera de piedra. ¡De
aquella sopa ustedes todavía no prueban! Todos pueden colaborar para cocinar la sopa de piedra».
Al escuchar esto la mujer dijo: «¿Es cierto lo que me dices o me estás mintiendo? ¡Nunca hemos hecho sopa
de piedra en este pueblo!» La mujer mandó a apacentar a su hijo. Interesada en aquella conversación se fue
para avisar a sus vecinos. Entonces sus vecinos contestaron ante la noticia de ella. «Creemos que ayer el
joven ha pasado de casa en casa pidiendo comida. ¿Cómo podemos dar de comer a un hombre desconocido.
Si ni siquiera tenemos para nosotros? Tampoco es nuestra costumbre compartir».
Iban comentando así. Después de llegar al sitio donde estaba hospedado el joven le preguntaron otra vez si
eso era cierto o no. Entonces el joven habló otra vez de lo que él sabía: preparar la sopa de piedra. Al
escuchar esto, las mujeres se reían comentando: «¿Cómo puede ser una sopa de piedra? Este hombre no
puede ser sano. ¡Y todavía dice que es rica! Si es cierto, estaría buena una sopa de piedra no más», se
burlaban.
Mucha gente se reunió. Entonces un hombre preguntó: «No tienes siquiera una olla. ¿Con qué vas a hacer
esa rica sopa de piedra?» «Uds. nunca han probado esa sopa tan rica. ¡Qué rica es!» les contestó. Un hombre
dijo: «¡Qué va a ser rica una sopa de piedra! Yo tomo la sopa sólo en mi casa».
El joven dijo: «Como aquella sopa, Uds. todavía no han probado».
En aquel tiempo una señora corrió a su casa y trajo una olla grande. La mujer iba a su casa dando noticias a
la gente que encontraba en el camino, gritando a sus vecinos para dar esta novedad. Por fin la mujer trajo la
olla grande para que este joven prepare la sopa de piedra.
El joven primeramente dijo: «¿Quién podría traer leña?»
Entonces ninguno decía que tenía; pero todos querían tomar esa sopa y ver la preparación.
El joven volvió a comentar: «Ninguno de ustedes ha probado esta sopa todavía: ¡Es tan rica!» Entonces un
hombre fue tocado por esas palabras y trajo la leña.
Ahora faltaban fósforos. En el frente vieron una casa humeando y nadie quería ir y pedir el carbón del fuego.
Pero, todos querían tomar la sopa y verla preparación.
Por lo tanto el joven comentó de nuevo: «¡Qué rica es esa sopa de piedra!» Fue así que un hombre se
convenció y fue a pedir el carbón del fuego de la casa que estaba humeando. Por fin comenzaron a cocinar
cuando el hombre hizo llegar el carbón en una teja.
Primero prepararon el fogón y luego acomodaron la olla. Después llenaron agua a esta olla, también llenaron
piedra, previamente bien lavada.
Por fin el hombre empezó la preparación de la sopa de piedra. Después de cocinar un largo rato el joven
dijo: Sería bueno si alguien tuviera un poco de repollo».
Entonces la gente que asistía a la preparación de la sopa de piedra se miraban unos a otros, dando a entender
que nadie quería traer. Por fin una mujer fue a su chacra y trajo una manta con repollo.
Pues, así han cocinado. Y después de un rato el joven volvió a probar la sopa y dijo: «Estaría mejor si
alguien tuviera un poco de papa». Otra vez la gente observaba unos a otros indicando que nadie quería traer
la papa. Por fin una mujer fue a su casa, entró a su almacén de papas y trajo una arroba de papa añejada.
Después de atizar el fuego en la preparación de esta sopa de piedra, vieron que la leña ya estaba por
terminarse. Entonces el joven se fue en busca de leña, encargando a las señoras para que siguieran atizando
el fuego y trajo bastante leña.
Después de un rato el joven dijo: «La sopa estaría mucho mejor si alguien trajera algo para hacer el
aderezo». En esta vez todos querían colaborar. Se ganaban para decir qué traerían. Entonces el joven dijo:
«Uno de ustedes que traiga manteca, otro que traiga cazuela, otro cebolla y otro zanahoria». Cuando todos
cumplieron con su ofrecimiento, aderezaron la sopa. Después que todo estuvo ya listo comieron muy alegres
saboreando la sopa y disfrutando del fruto de la actividad conjunta. Nadie se acordaba de la sopa de piedra
que iniciaron a cocinar.
En aquel momento todos comentaron: «¿Por qué no nos reunimos y compartimos de una olla, por lo menos
una sola vez a la semana?» Entonces entraron en acuerdo para que hagan la sopa común en la próxima
semana.
De esta manera disfrutaron de la rica sopa hasta llenarse. Aquel hombre se fue muy feliz de esta comunidad.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Macedonia Bautista
Glosario
Pastar: Conducir el ganado a los prados para que coma. Teja: Pieza de barro cocido hecha en forma
acanalada, y a veces plana, para cubrir por fuera los tejados.
Arroba: Unidad de peso que equivale a 11 Kilogramos y 502 gramos.

BRUJAS
LA ACHIQUÉ
Cuentan los abuelos, en un tiempo de gran hambruna y donde no había nada que comer. El valle se secó y
sólo langostas brillaban saltando sobre los graneros. Unos campesinos hallaron un poco de maíz y
decidieron tostarlo. Tenían dos hijos pequeños; mas, como el maíz era poco, esperaron que al llegar la tarde
se durmiesen para comerlo a solas. Bien entrada la noche, dijo la mujer en voz muy baja:
- ¿Dónde está la callana para tostar el maíz? -Yo é dónde está la callana. - Y yo sé dónde está el palito para
mover el grano -dijeron al mismo tiempo los dos niños.
Los padres se quedaron sorprendidos. Más, azuzados por el hambre, los metieron en una bolsa de paja y los
arrojaron al río.
El río los varó dulcemente y, ya salvos, comenzaron a subir el escarpe de la orilla. Caminando, caminando,
llegaron a casa de la Achiqué, vieja bruja del monte que los recibió con aparente bondad. Después de darles
de comer, dispuso que los hermanos durmiesen separados, uno en la colca y el otro junto al fogón.
Al alba la niña sintió débiles quejidos y, suponiendo que fuera su hermano, preguntó a la bruja:
- Mamitay, ¿qué le haces a mi hermano?
- Lo estoy despiojando.
Al cabo de un rato tornó a lamentarse el niño y la bruja, para tranquilizar a la muchacha, dijo:
- Cómo le saco las liendres, se queja. Inquieta, la niña se levantó sin hacer ruido y bajó a la cocina y pudo
ver cómo la bruja intentaba descuartizar a su hermano con una hoja de cortadera. Amarrado y amordazado,
apenas si se oían los quejidos de la pequeña víctima.
Sin perder tiempo, la chiquilla cogió un puñado de ceniza y lo echó a los ojos de la bruja, y mientras ésta
corría a lavarse al puquial, desató a su hermano y huyeron de prisa. Tras ellos salió aullando la bruja.
Cerro arriba, corrían los niños jadeando como dos tarucas. Como eran chicos, los quishuares los ocultaban y
la bruja en vano clavaba los ojos sobre el camino como dos espinas.
Al mediodía encontraron a un cóndor que dormía sobre unas peñas.
-Taita Rucus, ocúltanos bajo tus alas que nos alcanza la Achiqué. Extendió sus alas el cóndor y bajo ellas
desaparecieron los niños. Al cabo de un rato llegó cojeando la bruja, miró con mucha astucia por todos los
lados, y como no viera nada, preguntó al cóndor:
- ¿Has visto pasar por aquí dos niños que se me han escapado?
- /lada he visto, Achiqué.
- Pues entonces déjame ver que tienes bajo las alas.
El cóndor la dejó aproximarse y cuando la tuvo bien cerca le dio de aletazos e hizo caer rodando a la bruja
hasta el fondo del barranco.
De nuevo los niños se dieron a la fuga. Al atardecer, fatigados de tanto correr, llegaron a la madriguera de
una zorra. A la puerta de su cueva, la zorra esperaba a su compañero que debía traer pajaritos para las crías.
- Tía Atoj, dijo la niña, la Achiqué nos persigue, te ruego que nos guarezcas en tu casa.
La zorra miró piadosa a los niños y los dejó pasar.
Al anochecer llegó la bruja. bufando venía...
- Vieja Atoj, dijo, de seguro aquí están escondidos dos niños que se me han escapado.
- Aquí sólo están mis crías -dijo la zorra. -Entonces déjame pasar ¬repuso la vieja.
- No puede ser; están durmiendo y las despertarías.
Tanto fastidió la bruja que la zorra la espantó a dentelladas.
A la mañana siguiente los niños dieron las gracias a la zorra y emprendieron de nuevo la fuga.
Más la Achiqué los esperaba en lo alto de un cerro; al verlos bajó dando brincos como un saltamontes.
Huyeron los niños valle abajo. Como venaditos corrían. Al torcer un recodo, divisaron a un Añás que estaba
haciendo un hueco en el suelo.
- Pon Añas, ocúltanos pronto que ya viene la bruja -imploraron los niños.
El Añas los metió en el hueco y los tapó con hierbas.
- Añas pestilente -dijo la bruja al llegar-; aquí tienen que estar los muchachos. ¿Qué ocultas debajo de
aquellas hojas?
- Es mi cosecha de papas.
-Si es como dices, déjame ver.
El Añas no contestó nada. Movió su cola coposa y ¡chis! soltó un «aroma» penetrante que hizo huir lejos a
la bruja.
Huían, huían los niños. Tras ellos de nuevo seguía la bruja tirándoles piedras. Así llegaron a una llanura. La
bruja les daba ya alcance, cuando en medio del campo divisaron a un cordero que comía la hierba del campo
tranquilamente, con una soga al cuello.
- Cordero, corderito, dijo la niña, mira que la bruja ya nos alcanza; no dejes que nos llegue a tocar.
El cordero tomó la cuerda que tenía al cuello y la lanzó al aire y por allí subieron los niños. Las nubes, como
buche de ave, les acariciaban las mejillas.
La bruja llegó al sitio y al ver la soga colgando del cielo y los niños en lo alto comenzó a subir. El viento le
arremolinaba los faldellines, descubriendo sus piernas flacas. Ya muy arriba apareció entre la bruja y los
niños un perico prendido en la cuerda.
- ¿Qué haces allí, pericotito? - preguntó la malvada.
-Estoy comiendo un pedazo de pan que me dio mi madre.
En realidad, el perico le roía la soga. De pronto la cuerda se rompió y desde lo alto .se vino abajo la bruja.
- Pampallampan, pampallampan, gritaba la vieja mientras caía. ¡Pampallampan! y cayó despanzurrada en
medio del llano. Arriba seguían subiendo los niños al país de las nubes. La soga se mecía en el cielo como
un inmenso tallo.
Este cuento yo lo cuento tal como me lo contaron.
Versión: Arturo Jiménez Borja

Glosario
La Achiké: Una antigua hechicera que dio origen a una agrupación de brujas. Se alimentan de carne humana
y viven solitarias en los bosques apartados. Su aspecto era de lo más desagradable: vestía harapos y llevaba
el pelo enmarañado. Varar: quedar detenidos una embarcación en aguas poco profundas o en un obstáculo.
Encallar, embarrancar, atascarse.

Callana: es una vasija usada para tostar cereales. En la sierra de Perú se emplea una olla de barro de forma
circular, con abertura al costado, que sirve para tostar granos como el maíz y otros, además tiene el asa
arriba, tiene esa forma con la finalidad que los granos no salgan al tostarse. Colca: granero, deposito.
Liendre: Huevo del piojo. Taruca: tambien llamado taruka, venado andino es un mamífero en peligro de
extinción que habita las escarpas andinas, y sistemas orográficos próximos, en Sudamérica. Rucus: viejo,
anciano. Atoj: zorro. Añas: Mamífero carnicero de unos cinco decímetros de largo y parecido exteriormente
a la comadreja, de la cual se diferencia por su tamaño y el pelaje, pardo en el lomo y en el vientre, y blanco
en los costados y la cola. Lanza un líquido fétido que segregan dos glándulas situadas cerca del ano. Zorrino.
Faldellín: Falda corta de paño usada por las mujeres encima de las enaguas o como prenda interior de
abrigo. Perico: es una especie de ave de tamaño medio de la familia de los loros. Pericote: es el nombre que
se le da al ratón más grande. Generalmente es un ratón de campo. Pampallampan: del quechua que quiere
decir: en la pampa no más.

CUENTO
MATÍAS TUMAY
Cuentan los abuelos hace muchos años en la localidad de Cochas había un hombre llamado Matías Tumay,
medio ciego, entrado en años y encorvado, quien semanalmente viajaba a la ciudad de Tarma, distante a 22
Km., montado en una barrita, llevando a cuestas sus alforjas con riquísima machica.
Matías Tumay era familiar en este pueblo. Su arribo a ésta lo hacía los días viernes y retornaba los días lunes
por las mañanas. En Tarma solía alojarse en la casa de una vieja amistad, llamado “taita Rafo”, quien a
veces le ponía a disposición un muchachito para que le sirva de apoyo durante su permanencia.
Los sábados, Matías Tumay, salía a la ciudad portando en su hombro izquierdo sus alforjas vacías y
llevando en la mano derecha un tosco bastón, contaba con el muchacho como su guía, se distinguía por su
vestido de bayeta a colores, desteñido por el tiempo y tejida por sus propias manos, su sombrero de lana con
perforaciones en la parte superior por donde asomaban sus escasos pelos despeinados.
Visitaba a los vecinos notables de la ciudad. Frente a los zaguanes solía llamar con estas palabras: “caridad
taita”, algunos le daban dinero y otros panes y frutas.
Al medio día se sentaba en algún rincón de una calle solitaria para descansar y almorzar en compañía del
niño, a quien le daba de comer alguna fruta y panes después de escoger, parecía que él no sentía hambre,
comía poco, más se dedicaba a cantar, luego llenaba en una bolsa de lana tejida fuertemente todo lo que
quedaba, retornaba a su alojamiento con sus talegas repletas de comestibles y con bastante dinero.
Los domingos desde tempranas horas se sentaba en la puerta de la Iglesia, la gente que ya le conocía le pedía
rezar una oración por la salud de sus parientes o por el alma de sus difuntos. Cantaba y rezaba en quechua,
con tanta devoción y con cierta tristeza y melancolía, que producía sentimientos de dolor y llanto. Por las
tardes visitaba el cementerio, portaba consigo una botellita con agua bendita. Matías Tumay era solicitado
por los deudos porque rezaba y cantaba en quechua.
Producto de estas actividades obtenía muchos ingresos, con estas ganancias adquiría en las tiendas arroz,
azúcar, coca, aguardiente y otros productos para toda la semana. Y no solamente era esta la única actividad
de Matías Tumay, también era curandero y adivino muy solicitado, sacaba los males mediante el jubeo
(pasaba el cuy por el cuerpo de los pacientes), algunas veces lo hacía con sapos, curaba los sustos con flores
y retama, luego a la media noche los arrojaba en las calles solitarias, otras veces “chupaba” los dedos de los
asustados con aguardiente de caña, ahuyentaba a los seres malignos, rogando a los cerros en las noches
oscuras. Conocía las propiedades curativas de muchas plantas y recetaba según las dolencias, estas prácticas
los realizaba los viernes por las noches porque eran los días especiales para curar y combatir los malestares.
Esta aplicación de remedios caseros para que desaparezca una enfermedad de algún paciente era su fuente de
ingreso.
Matías Tumay aparentaba ser un humilde y pobre hombre, pero en realidad era todo lo contrario. En Cochas,
Matías Tumay era otro hombre, allí no necesitaba del muchacho, era un hombre con mucha solvencia,
poseía chacras, huertos y grandes pastizales con ganado, vivía solo, era avaro y desconfiado, su mayor
preocupación era juntar dinero.
Había pasado los años y el nombre de Matías Tumay ha quedado en el recuerdo de los pobladores, un día
falleció y voló a las alturas. La gente ha vivido esperando la vuelta de su espíritu mirando hacia la quebrada,
pero no ha regresado y nadie sabe la suerte que ha corrido su fortuna, ni a quién o a quienes ha llegado a
parar. Se ignora sobre su conjunto de bienes y patrimonio acumulado.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Ivonne Rosales Escobar

Glosario
Cochas: Plural castellano de qocha que significa laguna. Luego: Lagunas. Bayeta: Tela de lana basta, poco
tupida y con algo de pelo. Machica: Es una harina que se elabora comúnmente sobre la base de cebada
tostada y molida, pero se la hace también de maíz tostado y molido, o trigo tostado y molido. La
denominación de máchica es netamente Andina, ya que viene de las palabras mashka o machka. Zaguán:
Espacio cubierto, situado dentro de una casa e inmediato a la puerta de la calle. Talega: Saco o bolsa ancha y
corta. Jubeo: El jubeo es un procedimiento de diagnóstico, pronóstico y curación de enfermedades, que se
realiza frotando con un cuy todo el cuerpo del paciente para localizar la enfermedad.

MALDICIÓN
AKSHU KURU
GUSANO DE LA PAPA
Cuentan los abuelos hace muchos años en las alturas del distrito de Huasahuasi, en el paraje de Punray vivía
la familia Kuru, eran propietarios de una hacienda y tenían mucho dinero. La pareja llegó a tener solo un
hijo a quien querían y mimaban muchísimo, le daban todo lo que pedía. Así, estudió primaria y toda la
secundaria en la ciudad de Tarma, regresando luego a su casa para ayudar a sus padres en la administración
de la hacienda.
Pasaron los años y cuando el hijo tuvo edad casi madura, llegó a casarse con una joven que provenía de una
familia acaudalada, yéndose a vivir con ella y dejando a sus padres.
Con el transcurrir del tiempo y los años, sus padres empezaron a perder sus fuerzas y como no podían
trabajar sus terrenos ni controlar bien a los peones empezaron a caer económicamente, perdiéndolo todo, ya
no tenían dinero ni terrenos para cultivos, se volvieron ancianao y pobres. Como no tenían para comer, la
madre visitaba a su hijo para pedirle un poco de papas y verduras, fue en una de esas visitas que, cuando se
acercaba a la casa de su hijo fue vista por la nuera, ésta se había vuelto mala e ingrata y se ponía incómoda
cuando llegaba su suegra. Sabiendo que su marido era de buen corazón y que siempre le obedecía; la mujer
con argucias lleva a su esposo hacia el depósito y le pide que se esconda entre los sacos de papa.
- Te voy a tapar con paja, -le dice la esposa malvada. —
¿Por qué? pregunta extrañado el marido.
Allá está viniendo tu anciana madre, seguramente a pedir papa. Estoy harta de que solamente viene a pedir
papa, pero ahora no le vamos a dar nada.
Llena de ira y cólera, empezó a ocultar la papa y luego a su esposo, que no sabía qué hacer ni que decir, lo
acomodó entre los costales que estaban en el suelo y los cubrió con paja y costales viejos.
Luego, de regreso a su cocina, estando en el patio llegó la viejecita, cansada de mucho caminar, saludándole
le dijo:
- Hijita mía, vengo pues, para que me puedas regalar un poco de papas, ya no tengo que comer.
-suegra dice la nuera- ahora no tengo nada de papa, tu hijo se fue a vender la poca papa que hemos
cosechado y como vez ya no tenemos nada.
La Madre se puso muy triste ¡Ay, Dios mío, Ay Dios mío! , ¡Ahora qué comeremos!, dijo entre sí, y
llorando amargamente dio media vuelta para regresar por el largo camino hacia su casa.
Cuando ya estaba muy distante la madre, la nuera fue corriendo a descubrir de su escondite a su esposo y la
papa, para sorpresa y asombro de ella, vio que los sacos de papas se habían convertido en sacos de gusanos y
al descubrir el lugar donde había cubierto a su esposo, éste había desaparecido, encontrando solo un feo
gusano. Gritó, lloró desesperadamente por el macabro suceso, empezó entonces a gritar el apellido de su
esposo - ¡Kuru,... Kuru,... Kuru,...! pero no hubo respuesta, empezó entonces a buscar por el patio, por los
cuartos por los corrales y no le encontró. Nunca más volvió a verlo. Desde esa fecha a la plaga de gusanos
que ataca a las papas se les conoce como el Akshu Kuro. Por eso dicen, que en Huasahuasi por la malicia y
ambición de una nuera, en todas las chacras hay muchos gusanos de papa.
. Versión: Roy Zapata Capcha

Glosario
Huasahuasi: Departamento de Junín, provincia de Tarma. Literalmente viene de huassa, afuera y huasi, casa.
Lo de afuera se interpreta en el sentido de estar alejadas las casas unas de otras. Casas alejadas las unas de
las otras. También quiere decir quiere decir la casa de atrás. Punray: anexo que pertenece al distrito de
Huasahuasi, provincia de Tarma, departamento de Junín. Kuru: gusano. Argucia: engaño, artimaña, patraña.

TESOROS
EL TAPADO
Cuentan los abuelos cierto día por las alturas de la localidad de Ocallapa, La florida, Tarma pasaba un
agricultor con sus herramientas de trabajo, caminaba rumbo a su chacra con mucha energía, de pronto en el
camino se cruza con un conejito blanco, que llama la atención del labriego, éste muy distraído, solamente ve
el recorrido del conejito, que se oculta muy rápidamente por unos matorrales.
Avanzando hacia su destino, el agricultor olvida lo ocurrido. Al atardecer y de regreso a su humilde
estancia, relata el hecho a su mujer Ernestina. Al escuchar, esta historia la compañera le dice:
“Que distraído eres, no sabes que en las alturas no viven los conejitos?, era la señal de un tapado que estaba
destinado para ti y dejaste pasar tu oportunidad, seguramente sería el tesoro escondido”.
El agricultor despistado, rascándose la cabeza, se lamenta: -¡Que tonto fui! No me di cuenta que mi suerte se
esfumaba.
Pasaron varios días y la noticia se propagó por la ambición de Ernestina, sucedió entonces, que los vecinos
se enteraron de dicha riqueza y todos los agricultores de Pomachaca, Tupin, Ocallapa, Huacachacra, La
Florida, La Hacienda de Gandolfo y Antalcoma-Acobamba, se pusieron a picar y escarbar donde ellos creían
que se encontraba el ansiado tapado. Otros conversaban con el agricultor olvidadizo para poder obtener
mayor información referente al lugar donde probablemente desapareció el animalito que él vio, y que ellos
también creían como indicio de la existencia de un tapado.
Transcurrieron los días, los meses y los años y el pueblo se olvidó del suceso. Fue mucho tiempo después
que el agricultor despistado en uno de sus recorridos en compañía de su operario Adalberto, nuevamente ven
al conejito; recordando las palabras de Ernestina, sagazmente le avienta su chompa que llevaba en la cintura,
quedando el conejito inmóvil y atrapado bajo la chompa del agricultor.
Éste, muy feliz llena en un costal al animalito que increíblemente pesaba más de lo que parecía y ayudado
por su operario retornan a su posada con la carga pesada, pero son observados por los demás agricultores de
la zona. Los curiosos llaman al afortunado para ver que llevaba, el muy ingenuo, enseña la carga a los
demás, quienes observan que en el costal solo llevaban piedras, ellos sintiéndose burlados persuaden al
hombre a abandonar la carga, quien acepta la proposición. Los curiosos arrojan el costal dentro de un corral,
sin darse cuenta que era del operario Adalberto y se van a tomar aguardiente en la plazuela de Tupin. Al día
siguiente cuando el crepúsculo nacía, Adalberto ve el costal lleno de piedras y decide tirarlo en el patio de su
patrón. El agricultor aturdido, al escuchar el golpe de la caída del costal con piedras sale a ver qué sucede,
encontrándose con la talega; decide revisarlo, llevándose la sorpresa de su vida, al ver que dentro del saco
había un baúl de oro en cuyo interior había cuantiosa alhajas, reliquias, objetos de oro y plata. Así este
agricultor tuvo la suerte de hallar estos tesoros y de la noche a la mañana se convirtió en un hombre
acaudalado. Tomó la decisión de repartir su fortuna entre sus hijos, operario y algunos amigos, quienes le
agradecieron profundamente, sin saber que muy poco tiempo les acompañaría porque tan pronto la muerte lo
sorprendió. Por eso se dice que cuando se ve un tapado no hay que perderlo de vista, sino misteriosamente
desaparece. El hombre que quiere sacar tapados tiene que ir llevando agua bendita, licores, coca, cigarrillos
y frutas, y esto es un pago a la tierra y para que no te haga daño.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Eduardo Kukurelo Raymundo

Glosario
Tapado: Son cofres o cajas llenas de joyas, monedas de oro y plata. La intención de sus dueños fue proteger
sus valiosas fortunas del robo, pero como ninguna riqueza se lleva para la otra vida, al morir sus dueños, los
tesoros permanecen escondidos tal como lo dejaron. Ocallapa, La Florida: Anexo que pertenece al distrito de
Acobamba, Tarma, Junín. Ocallapa: Proviene de oca: tubérculo de la sierra, llapa: todo, la totalidad.

EL BURRO ZAMBO DE DON JACINTO


Cuentan los abuelos, Don Jacinto era un hombre rudo y riguroso, no sabía leer ni escribir, apenas sabía
firmar, tenía aproximadamente 40 años de edad, natural de Huancavelica y no contaba con documento de
identidad, no llegó a tener familia; vivía solo.
Don Jacinto llegó a Jacahuasi en época de verano en busca de trabajo y vio con asombro tanta verdura
cultivada que dijo entre sí, en mi pueblo no se cultiva verduras, este lugar es un paraíso. Algunos pobladores
viéndolo tan solícito tomaron su servicio, al principio no podía trabajar por no tener mucha experiencia, pero
poco a poco se volvió un diestro en el cultivo de hortalizas y otros productos de pan llevar.
Así pasaron unos años, por fin decidió establecerse en el lugar, compró unos terrenos por las alturas,
también adquirió un buen terreno junto a un manantial donde construyó su casa; luego compró un burrito de
un año de edad aproximadamente, a quién le puso el nombre de “Zambo”, pasado un par de años el burrito
creció, era fuerte, manso y ligero, servía a su amo transportando su carga. Así pasaron muchos años, un día
don Jacinto decidió venderlo a los negociantes de animales viejos para Huaychulo, porque el burro estaba
muy flaco por falta de pasto verde, además ya contaba con muchos años de existencia, apenas le pagaron
diez nuevos soles por el asno “Zambo”, el amo .5e despidió diciéndole: “Adiós Zambo nos veremos en la
otra vida”.
Por la tarde el negociante partió rumbo a Huaychulo cargado de muchos burros y caballos viejos, era
aproximadamente las cinco y treinta de la tarde, cuando el camión, se encontraba en Lomo Largo, aparecen
asaltantes armados, descargaron a los animales y se llevaron el camión dejando sujetado al dueño del carro.
El burro “Zambo”, ya libre, deambuló casi toda la noche y llegó a un lugar donde abundaba mucho pasto
verde, se repuso en poco tiempo, recobró fuerzas, empezó a engordar, tuvo un nuevo amo, esta vez era un
sastre y no requería los servicios de “Zambo”, por tal motivo lo vendió a unos negociantes de animales de
carga, con tanta suerte que nuevamente el “Zambo” vuelve a Tarma. En la feria dominical, un campesino de
Cuyruhuasi, lo compró, y caminando lo llevó a su casa (para lo cual tuvo que pasar por Jacahuasi) una
noche, apenas. Se descuidó su nuevo amo “Zambo” escapó y llegó a Jacahuasi a la casa de su antiguo dueño,
grande fue la alegría de Don Jacinto, cuando vio a “Zambo”, parado en su corral, y como no podía
explicarse el hecho de volverlo a ver, creyó que era un milagro, lo abrazó y le prometió nunca más venderlo
y es más, le nombró como único heredero de sus bienes.
Pasado un tiempo y ya muy entrado en años, murió el anciano, dos semanas después, y al no ver a su amo; la
gente dice que de pena murió el burro “Zambo” y fue enterrado al lado de su amo, la herencia quedó para la
comunidad, en esos terrenos se construyeron el local comunal, la iglesia, la plaza, el local del Club de
Madres y la Escuela.

Este cuento es verídico y no miento.


Versión: Rocío Del Carmen Anticona Cosar
Glosario
Jacahuasi: de jaca; cuy; y huasi, casa. Luego: La casa de los cuyes. Huaychulo: barrio en la provincia de
Concepción. Por los años de 1930 por la familia alemana Grahaman que llegaron al Perú como turistas y se
quedaron en Concepción justamente en el barrio Huaychulo. Ellos se hacen dueños de un inmenso territorio
y es ahí en donde deciden construir una casa acondicionándolo en una antigua casona de típico estilo
alemán. Lomo Largo: se localiza en el distrito de Huaricolca, perteneciente a la provincia de Tarma,
departamento de Junín. Cuyruhuasi: se localiza en el distrito de La Unión, perteneciente a la provincia de
Tarma, departamento de Junin.

HERMANAS Y EL DIABLO DE MANCHAY, Las


SUPAY
Se comentan que , en un pueblo muy lejano denominado Cocón, anexo del distrito de Palcamayo en la
provincia de Tarma, vivían dos hermanas. Habían quedado huérfanas muy pequeñas.
Las hermanas desde muy pequeñas soñaban ser artistas famosas y destacar en el canto y esperaban que esto
sucediera algún día. Pasó el tiempo, fueron creciendo y cuando tuvieron mayoría de edad, seguían
practicando para tener una melodiosa, pero por más que se esforzaban no lograban afinar bien sus voces.
Un día decidieron ir en busca de una persona que era sabedor en música y canto, para que les enseñara a
tener una prodigiosa voz. Pero nadie quería enseñarles porque ellas no creían en Dios, es decir negaban la
existencia del Creador.
Una noche cuando se encontraban ensayando con el canto, un apuesto joven tocó la puerta de su casa y les
dijo: “por favor, brindarme alojamiento por esta noche, la lluvia no me deja seguir mi camino”.
Entonces ellas se miraron sorprendidas y al instante aceptaron, le hicieron pasar a su casa y le convidaron la
cena, luego le mostraron la habitación donde el flamante huésped pasaría la noche, pero cuando las
hermanas ya estaban por irse a dormir, el joven les dijo: “por favor canten la hermosa canción que escuché
antes de ingresar aquí.”
Ellas, al escuchar las palabras del misterioso joven, se miraron y le contestaron diciendo: “Por favor no se
burle de nosotras, no tenemos buena voz; pero si queremos aprender a cantar.”
Entonces el joven ofreció enseñarles, las hermanas contentas le pidieron que se quedara. Pero el apuesto
joven no aceptó, la lluvia había pasado y entonces les dijo que estaba apurado y que tenía que viajar muy
lejos. Las hermanas le pedían y suplicaban, y ante tanta insistencia el apuesto y misterioso joven les dijo:
bueno, lo haré pero con una condición, a lo cual ellas aceptaron; entonces decidieron encontrarse
exactamente en quince días en el lugar denominado la Cueva del Diablo de Mancha y, esa era el requisito.
Transcurrió los quince días y las dos hermanas fueron a la cita, en realidad el encuentro era con el mismo
diablo, a cambio de tener unas voces prodigiosas vendieron sus almas a satanás, hicieron un pacto que fue
sellado con su sangre, que pasado cinco años se volverían a encontrar exactamente en el mismo lugar.
A partir de ese momento las dos hermanas empezaron a tener una linda voz y en poco tiempo a comparación
de otras llegaron a ser buenas cantantes, muy famosas y ganaban mucho dinero producto de sus dotes
artísticas. En todos los pueblos eran admiradas, cosechaban muchos aplausos, tenían todo lo que querían,
comían en restaurantes de lujo, se vestían con lindas ropas y costosas, usaban alhajas de oro y plata, y tenían
pretendientes por doquier; pero el tiempo fue trascurriendo sin detenerse.
Así pasaron los cinco años y las dos hermanas decidieron no ir al encuentro y se fueron a dormir a la casa de
una amiga. Pero a media noche, el diablo llegó furioso al lugar donde se escondían las hermanas, se las llevó
y nunca más se supo de ellas, ni de todas sus riquezas acumuladas. De este modo las codiciosas hermanas
llegaron al infierno y se quedó para siempre a purgar sus pecados y castigado por su ambición.
Por eso quien vende su alma al diablo es víctima de su propia debilidad y codicia, sin importarle las
consecuencias, sabiendo que en algún momento tendrá que pagar su deuda. Así es que termina perdiendo
todo y condenando su ser, destruyendo su vida y todo lo que más amaba.

Versión: Luis Chuquin Fernández


Glosario
Cocón: es un anexo del distrito de Palcamayo en la provincia de Tarma ubicado a 3810 msnm. La Laguna de
Cocón se ubica en las zonas altas que rodean el valle de Palcamayo, en la intersección de los macizos
cordilleranos y donde el clima es frío. El nombre de Cocón proviene por la presencia de oconales o
pantanos, abundantes en la zona y donde se desarrolla una vegetación importante conformada especialmente
por totorales, cactus, flores silvestres y pastos que sirven de alimento al ganado vacuno y ovino criado por
los lugareños. La Laguna de Cocón es hábitat de una gran variedad de aves como lichish, pollas de agua,
gallaretas y huachuas. Asimimos se pueden encontrar entre las piedras de los cerros a la vizcacha o liebre
silvestre. Palcamayo: Departamento de Junín, provincia de Tarma. Deriva de paica que significa bifurcado,
ramificado, dividido, desviado; y mayu, río. Luego: río que se divide. Manchay: del quechua que quiere
decir temor, susto, terror.

EUSTAQUIO Y EL MUQUI
Cuentan los abuelos, era un día del mes de agosto, en tiempo de luna llena y a mediados de la estación de
otoño. Don Erasmo trabajaba en la construcción de la nueva carretera de Palcamayo hacia Acobamba, más
exactamente, en el lugar denominado “Chaupicaj”, frente a las ruinas de “Pichgamarca”; su labor consistía
en manejar una maquinaria pesada.
Don Erasmo tenía un hijo llamado Eustaquio que tenía nueve años, él se encargaba de llevar el almuerzo
para su papá, todos los días, a pesar de su pobreza la mamá preparaba la comida con verduras y hortalizas,
legumbres y tubérculos de su propio huerto; porque la empresa contratista donde laboraba no le hacía
efectivo su pago por espacio de seis meses, y todos los obreros y operarios estaban protestando y exigiendo
que les paguen.
El oficio de maquinista había aprendido cuando fue soldado en el ejército, por eso había aceptado trabajar en
la empresa.
Un día salió Eustaquio de su casa llevando almuerzo para su papá a las once de la mañana, caminaba como
de costumbre en medio de los árboles, quinuales y chilcas; tenía su “tiracho”, con el que lanzaba piedritas a
los gorriones y pajaritos. Don Erasmo manejaba la maquinaria pesada con mucha maestría, el día trascurría
normalmente y siempre estaba atento a la llegada de su pequeño hijo trayendo el almuerzo, ya era cerca de la
una de la tarde y el niño no aún no hacía su aparición, entonces le entró una intensa preocupación y además
el hambre lo consumía por la ardua tarea que realizaba. Detuvo la maquinaria y decidió dar alcance a su hijo
Eustaquio, caminaba un poco intranquilo y además pensativo por si algo hubiese pasado a su vástago.
Cuando avanzaba y al voltear una cuesta, de pronto vio a dos niños al pie de una roca, jugaban con mucho
energía y estaban entretenidos, uno de ellos era Eustaquio que se divertía con las canicas junto al otro

niño; sin embargo ellos no se dieron cuenta de la presencia de Don Erasmo, quien se quitó los zapatos para
no hacer sonar sus pasos y se acercó a los niños, luego sacó su correa para castigar a su hijo por su tardanza,
pero a medida que se aproximaba, se dio cuenta que las bolitas de cristal brillaban y tenían un color
amarillo, en ese momento se le quitó su exasperación y volviendo a la calma le entró la curiosidad de
averiguar quién era el niño misterioso que jugaba con su hijo, observaba como jugaban tan divertidamente y
todas las apuestas ganaba su hijo, llenándose al bolsillo cada canica obtenida como premio. En realidad
dichas bolas era de puro oro.
Don Erasmo al darse cuenta que el excepcional niño que jugaba con su hijo era un muqui, sin pensarlo
mucho tomó la soga que llevaba puesta en la cintura, y ante la mirada de su vástago, de un salto se abalanzó
sobre el duende minero y pudo atraparlo; lo sujetó bien con mucha habilidad y cuidado. Poco después
Eustaquio despertó del encanto, con la cabeza adolorida y tan pronto se percató de lo sucedido, papá e hijo
procedieron a llevar a su prisionero a su casa.
El muqui retenido por sus captores fue encerrado en un tremendo baúl. Estando preso allí el dueño de las
minas y vetas prometió entregar un cajón con mucho oro a cambio de su liberación. Mí sucedió una vez que
cumplió con su ofrecimiento lo dejaron en libertad; convirtiéndose de la noche a la mañana en la familia más
adinerada del pueblo, gracias a Eustaquio por haberse encontrado con el muqui.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Danitza Tuncar Benito

Glosario
Palcamayo: Departamento de Junín, provincia de Tarma. Deriva de paica que significa bifurcado,
ramificado, dividido, desviado; y mayu, río. Luego: río que se divide. Chaupicaj: De chaupi, al medio.
Campo agrícola en Palcamayo, Tarma. Pichgamarca: zona arqueológica con ruinas preincas e incas.
Acobamba: Departamento de Junín, provincia de Huancayo, distrito de Santo Domingo. El mismo
departamento, provincia de Tarma. Departamento de Huancavelica. Departamento de Ancash, provincia de
Siguas.—Deriva de aco: arena; y bamba: distorsión de pampa, llanura extensa. Luego: Llanura extensa de
pura arena.

LOS TESOROS DE LA CUEVA


Cuentan los abuelos en la comunidad de Chancha, perteneciente al distrito La Unión, provincia de Tarma,
una familia se había apoderado de la mayoría de extensiones de terrenos agrícola& así en poco tiempo se
hicieron millonarios. Dicha familia tenía una hija muy bella en edad de casarse y que se enamoró de un
joven de nombre Pankor; un humilde, sencillo y simpático joven de la comunidad de Huancoy que está
situada frente a la comunidad de Chancha.
Los jóvenes enamorados después de unos días decidieron informar a sus padres de su relación amorosa, pero
cuando sus progenitores se enteraron estos desaprobaron el romance que vivían y dijeron:
¡No podrán casarse!.
Además los padres de la hermosa joven menospreciaban a la gente pobre de la comunidad de Huancoy
haciendo gala de su fortuna acumulada.
El muchacho se fue muy triste y continuó con su vida sembrando trigo y cebada, a pesar que en la
comunidad de Huancoy no había suficiente agua, pero si había abundante líquido en la comunidad de
Chancha, la cual hacían que sus tierras sean fértiles y las cosechas en abundancia.
Un día cuando el joven estaba preparando el terreno para sembrar notó que la tierra era suave, continuó
excavando. Se sentían voces, trotes de caballos, llamadas. Por fin encontró un cajón lleno de oro, plata y
objetos de mucho valor, era un tapado. Cerca del lugar había una cueva, así que el joven, decidió guardarlo
los tesoros en ese lugar. Entre los objetos había una pequeña lanza de oro reluciente y lo puso bajo su
custodia, como ya se aproximaba la noche el joven decidió ir en busca de su novia para pedir su ayuda y
llevar a lomo de bestia la fortuna encontrada.
Al día siguiente muy temprano avisó a su enamorada de todo lo sucedido y le dijo: ¡Al fin podremos
casarnos, ahora tendré suficiente dinero para nuestra boda!, avisa a tus padres.

Con tan fausta noticia, el joven reunió a su novia y a los padres de ésta para ir a traer las joyas guardadas.
Fijaron para en horas de la noche, así la gente no pudiera enterarse del secreto. Sin embargo los padres de la
muchacha se adelantaron a traer los tesoros sin resultados positivos. Como los tapados nunca son para los
ambiciosos, y como el joven pobre no era ambicioso, los tesoros eran para él.
Cuando los enamorados llegaron al lugar donde escondieron los tesoros el joven tomó la lanza, lo introdujo
sobre una roca y éste desapareció y al instante brotó abundante agua cristalina. Ante tal suceso la población
de Huancoy le llamó Pankor a este manantial en honor al joven bondadoso y modesto. Desde entonces los
moradores pudieron sembrar muchas hortalizas, verduras, cereales, etc. El joven pronto se ganó el respeto y
aprecio de sus vecinos por su noble trabajo. La población en un gesto de recompensa le cedió las mejores
parcelas y así se convirtió en un hombre que supo salir de la pobreza por su esfuerzo y dedicación.
Enterados los padres de la joven aceptaron que se casara con su hija,

y decidieron que la boda se llevara a cabo en la comunidad de Huancoy, a la que asistieron todos los vecinos
del lugar y los novios vivieron felices.
Los padres de la novia al no poder vivir con la conciencia tranquila pidieron perdón al joven dándose cuenta
que no sólo importa la riqueza material, sino el amor verdadero. Desde entonces ambas comunidades viven
muy unidas más aún cuando el agua del manantial Pankor abastece para los sembríos a dichas localidades.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Luisa Salcedo Yalico

Glosario
Chancha: del vocablo shansha que indica el carbón que se ha quemado dejando la ceniza. También deriva de
chancha, que quiere decir: rudo, torpe. La Unión: distrito que pertenece a la Provincia de Tarma,
departamento de Junín. Su capital es el centro poblado de Tarma I Leticia, Huancoy: Comunidad ubicada en
el distrito de La Unión, Tarma, Junín.

UN ELEFANTE Y EL
PICAFLOR TARMEÑO
Cuentan los abuelos, hace mucho tiempo habitó en las tierras de los taruma, una hermosa niña llamada Urpi.
Era muy buena, ayudaba a su mamá en los quehaceres del hogar y también en el pastoreo de sus ovejas.
Todas las mañanas Urpi salía de casa llevando su rebaño hacia las faldas del cerro Tarmatambo, y como
toda niña inquieta propia de su edad le encantaba tirar piedras a las aguas de una laguna que existía en la
zona. Un día Urpi, se encontraba lanzando piedras a las profundidades de la laguna, cuando de pronto se dio
cuenta que una piedra en particular era diferente a las otras; le llamó la atención y se acercó para recogerla
cuando escuchó una voz que decía: “¡espera!, iespera”, la niña asustada quiso huir pero después tan rápido
reaccionó y dijo: “que absurdo, si las piedras no hablan”. Pero como ya se aproximaba la noche ella cogió la
piedra, la guardó en su alforja y regresó a su casa.
Al día siguiente, Urpi llegó al mismo lugar y como siempre se puso a lanzar las piedra& de pronto se acordó
que tenía una piedra en su bolso, cuando quiso sacarla, escucho que le decían: “¡espera!, ¡espera por favor!”.
Urpi se asustó y tiró su bolso. La piedra le dijo: “niña no tengas miedo, soy una piedra mágica y solo le
concedo un deseo al que tiene buen corazón”. Urpi se acercó y le dijo: “ayo te puedo pedir algo?”, “Por
supuesto, lo haré porque tienes un gran corazón”, respondió la misteriosa piedra. Urpi saltaba llena de
felicidad y en su mente dibujaba tantas cosas para solicitar; como tener un centenar de ovejas y muchos
alimentos para su familia. De pronto Urpi sintió que la tierra temblaba, se asustó pensando que era un
terremoto, las ovejas se espantaron, los perros ladraban, pero ella se quedó quieta sin saber a dónde ir.
De pronto, apareció un gigantesco picaflor, gritando desesperado:
¡Ayúdame!, ¡ayúdame por favor!,

Urpi le preguntó que pasaba y el picaflor le dijo: “iUn tremendo elefante me persigue, me quiere lastimar!”.
La niña asustada al ver que el elefante, buscaba al picaflor, cogió la piedra y la lanzó al elefante, y como esta
tenía poderes mágicos logró derribar al inmenso elefante. El paquidermo cayó a las aguas e hizo que se
desbordara llegando hasta los pueblos de Acobamba, Paica y el valle de Chanchamayo. El elefante fue
arrastrado por las aguas y quedó convertido en una gigantesca figura que rodea la ciudad de Tarma.
Mientras tanto, Urpi miraba asombrada cómo se producían estos hechos, y pudo distinguir al fondo de la
laguna un gran “lomo de elefante petrificado”. Poco después de lo ocurrido el picaflor se acercó a la niña y
le dio las gracias por su ayuda. Urpi no salía de su asombro, emocionada fue donde sus padres para contarles
lo sucedido; ellos tomaron la decisión de vivir al pie del lomo del elefante de tierras fértil, clima templado.
Urpi la niña que lleva el nombre de paloma, junto a sus padres vivieron muy felices.
Este relato yo lo cuento tal como
me lo contaron.
Versión: Marxia Suárez Escardón

Glosario
Los Tarumas: fueron una tribu que habitó las tierras de Tarma en la antigüedad, ellos conformaban la cultura
Taruma. Los Tarumas llegaron a su máximo apogeo político, militar, cultural y religioso con la edificación
de grandes ciudades altamente amuralladas, pero en el año 1470 fueron invadidos por los incas pasando a
formar parte del Tahuantisuyo. Según el inca Garcilaso de la Vega, los Tarumas fueron incorporados al
imperio de los incas durante el gobierno expansionista del inca Pachacutec. Los Tarumas son los ancestros
de los pobladores de Tarma, personas dedicadas al cultivo de la tierra y ganadería. Urpi: De urpay o urpi,
tórtola, paloma torcaz. Acobamba: Departamento de Junín, provincia de Tarma. Deriva de aco: arena; y
bamba: distorsión de pampa, llanura extensa. Luego: Llanura extensa de pura arena. Chanchamayo.—
Departamento de Junín, provincia de Tarma, distrito de La Merced.—Deriva de shansha, nombre de una
gallinácea de color plomizo en su mayor parte, pero con pintas de color rojo. Abunda o abundaba en las
orillas del río del mismo nombre, ya que la segunda parte es mayu, que significa río. Luego: Río donde
abundan las shanshas.

EL CANTAGALLO
Cuentan los abuelos hace muchos años vivía un hombre completamente solo, no tenía hijos, tampoco alguna
familia cercana. Era conocido porque acostumbraba trasladarse montado sobre su burro que era su único
compañero. Cierto día se trasladaba por un camino muy estrecho, llamado Nunahuañusha, con dirección a la
localidad de Nanapa, un lugar con extensas áreas de cultivo y apropiado para el pastoreo de animales; que
dista a una hora de camino a pie desde Casampa.
Pero un día cuando se trasladaba por la mencionada quebrada, donde el camino es muy estrecho y peligroso,
el burro resbaló y cayó al abismo junto con su compañero. El accidente fue visto por un pastor, y dio aviso a
los vecinos quienes salieron en su búsqueda, como ese lugar es un precipicio de ciento cincuenta metros de
profundidad, buscaron a los accidentados, pero nunca lo encontraron.
Desde esa fecha, cada día a las doce de la noche, se escucha cantar a un gallo, también aparece una llama
botando fuego y se escucha como que una multitud festejara un acontecimiento acompañado de música,
cantos y grandes carcajadas.
Si una persona se acerca a ese lugar por curiosidad para ver lo que pasa, entra en un sueño profundo. Al
amanecer despierta y camina como si estuviera sonámbulo, habla solo, ríe, canta, baila y se niega que
alguien lo acompañe. Una vez que todo eso pasa se quita los calzados y deambulaba por las noches hasta
que por cansancio queda rendido y nunca más despierta. Por eso muchas personas no prestan ayuda a las
víctimas por temor a que les pasara algo fatal.
Ese lugar ahora es conocido como “Cantagallo”, por eso quienes tienen que transitar por esa zona deben
rezar y dejar ofrendas como flores, panes, hojas de coca, aguardiente, para que se libren de esos ataques
misteriosos. Incluso en memoria del hombre desaparecido se construyó una pequeña capilla para que su
alma descanse en paz.
Este cuento es verídico y no miento. Versión: Benito Ruiz Rosales
Glosario
Nunahuañusha: del quechua nuna: alma; huañusha: muerte. Nanapa: anexo que pertenece a La Unión,
Tarma, Junín. Casampa: se localiza en el distrito de La Unión, perteneciente a la provincia de Tarma, del
departamento de Junín.

LA VIRGEN DE COCHARCAS
EN SAPALLANGA
Cuentan los abuelos una pequeña imagen de piedra, apenas veinticinco centímetros de altura, que representa
a la Virgen de Cocharcas, venerada por los pobladores del valle del Hantaro, especialmente el ocho de
setiembre de cada año, cuando al pueblo de Sapallanga llegan miles de devotos a adorar a su diminuta
patrona, instalada en el santuario mariano del mismo nombre.
Fuentes históricas del distrito apuntan que el padre Agustino Ramos Gavilán, refiere que la imagen de la
Virgen de Copacabana, a orillas del lago Titicaca, se debe a la escultura de un indio llamado Titu Yupanqui,
quien comenzó la obra el 4 de junio de 1582, iniciándose el culto, bajo la advocación de nuestra Señora de la
Candelaria, el 2 de febrero de 1583.
Sebastián Quimichi, natural del pueblo de Cocharcas, provincia de Chinchero en Andahuaylas, fue
designado por la Santísima Virgen como instrumento de su amor a esas regiones que recién recibían la luz
del Evangelio, tan igual como la Virgen de Guadalupe se valiera del indígena Juan Diego para prodigar sus
bendiciones desde Tepeyac, México.
Sebastián Quimichi, era bueno, honrado y trabajador pero había nacido con una enfermedad congénita,
viviendo de la caridad de las personas; pero en su condición de inválido y no deseando ser una carga para su
familia, salió de Cocharcas rumbo al Cusco, con la esperanza de trabajar en esa ciudad, pero con poca
suerte, pues por ser impedido físicamente, muy pocos le daban trabajo. /Yo obstante pasa por muchas
penalidades, Sebastián nunca perdió la fe en Dios ni en los hombres y en esos instantes aciagos, una india
llamada Inés le aconsejo que fuera alSantuario de Copacabana, Bolivia y que le pidiera a la Virgen, la
curación de sus males, quedándose, desde entonces, durante diez años al servicio de los sacerdotes. En
recompensa por su trabajo les pidió que le dieran una réplica de la imagen de la Candelaria para llevarla a su
pueblo natal y fomentar su culto, en gratitud del beneficio obtenido con tanta generosidad.
Coincidentemente, en Copacabana se encontraba un buen clérigo llamado Hernando Camargo, venido desde
Tucumán a visitar a la Virgen y fue precisamente él quien encargó la copia de la imagen al propio Titu
Yupanqui, autor de la original, para ser entregada a Sebastián Quimichi. Ya en posesión de lo que más
preciaba, Quimichi emprendió el retorno a Cocharcas.
Con las limosnas que obtuvo durante el trayecto, comenzó a levantar un santuario a cuyo término se inició el
culto en honor a la virgen el 8 de setiembre de 1598, en lugar del 2 de febrero, debido a la disposición del
primer obispo de Ayacucho, Fr. Agustín Carvo, quien para el efecto tuvo presente que el mes de febrero era
difícil la concurrencia de peregrinos por razón de lluvias y las crecientes de los ríos. Sebastián Quimichi en
su afán de terminar con la construcción del santuario, decidió sacar una réplica de la imagen, pero pequeña
aproximadamente 25 cm., comenzando así a recorrer Andahuaylas, Ayacucho, Huanta, Huancavelica,
llevando consigo a la Virgen en sus espaldas. Por donde pasaba Quimichi con la Virgen, la gente ofrendaba
flores y daba limosnas.
Ampliando su recorrido, Quimichi llegó al valle del Mantaro, arribando a Sapallanga, pueblo antiguo y de
mucha importancia. Así al pasar por la zona de Llamus, hoy denominada anexo de Cocharcas, se puso a
descansar junto al manantial que brota del cerro Ullacoto, con tal de reparar sus fuerzas perdidas en su largo
peregrinaje.
En dichas circunstancias se quedó dormido, es cuando comienza a realizarse la obra más maravillosa de
Dios, al permitir que su bendita Madre quede como reina y Patrona de Sapallanga. Al despertar Quimichi,
no encontró la imagen de la Virgen... había desaparecido de su lado, es decir, estaba allí, junto a él, pero sus
ojos no podían observarla.
Fue así como Quimichi retornó a su tierra natal, desconsolado y totalmente angustiado por la desaparición y
pérdida de la Virgen. Pasaron unos días, las pastores que acostumbran a llevar sus carneros para que beban
del puquial, encontraron la imagen de la bendita Madre de Dios. Frente a este increíble hallazgo se produjo
un alboroto tan grande entre los moradores del lugar, quienes improvisaron una procesión para llevarla en
medio de la algarabía y júbilo, a la sede parroquial en su rústica anda que le habilitaron bajo una lluvia lenta
de suaves gotas, con un sol resplandeciente, propio de un tranquilo atardecer andino.
Desde aquella ocasión, el barrio de Llamus toma el nombre de Cocharcas.
Sabiduría Popular.

Glosario
Sapallanga: Departamento de Junín, provincia de Huancayo.—De sapallan, el solitario. Probable alusión a
que es uno de los más antiguos pueblos de Huancayo. También Sapallanga viene de Llacxa pallanga que
significa recogedor de polvos mágicos. Cocharcas: De qocha que significa laguna; y arkay o jarcay, que
significa atajar, detener; represar Luego: Represar la laguna. También Cocharcas: pantano, lugar cenagoso.
Ullacoto: Asentamiento huanca que datan de los períodos a la expansión incaica en Sapallanga.

VIRGEN DE COCHARCAS
EN ORCOTUNA
Cuentan los abuelos al pie del cerro “San Cristóbal”, llamado también “Jerusalén” en el distrito de Orcotuna,
allá por el año de 1538, vivía un matrimonio conformado por Pon Juan bautista y Rosa Achicahuala en una
humilde casita. A doña Rosa la conocían con el sobrenombre de “Chimurosa”; esta señora de humilde
condición se ocupaba en el hilado continuo, con cuyos hilos Pon Juan tejía finas mantas de pura lana, luego
solían vender cada domingo en la feria dominical de Huancayo.
“Chumirosa” tenía por costumbre hilar bastante, hasta altas horas de la noche, para poder avanzar en su
trabajo cotidiano. Don Juan exigía siempre a su esposa que descansara temprano y que no pasara malas
noches. Doña Rosa en cierta ocasión, un ocho de setiembre a la una de la madrugada no podía cerrar los
ojos; era una noche claro de luna, las estrellas parecían brillar demasiado, ella sentía que algo le iba a
suceder; su perrito compañero fiel ladraba incesantemente y perturbaba su labor nocturna.
Doña Rosa siempre empujada por la curiosidad salió de su casita sin que se diera cuenta Don Juan, caminó
más o menos unos cuarenta pasos hacia el lado norte de su habitación; llegó a la orilla de una lagunita,
denominada “Aquilán”, de donde brotaba abundante agua limpia, pura, sin mancha; sobre ella nadaban
varios patitos blancos como la nieve, de repente vio a una niña hermosa que lavaba suavemente unos pañales
blancos, y que los tendía entre las hierbas o sobre la roca. Cuál sería la admiración de “Chumirosa” que
quiso tomarla de la mano a la niña, cuando los patos, los pañales y la referida niña desaparecieron
misteriosamente.
Doña Rosa volvió estupefacta y le contó a don Juan de este raro acontecimiento; Don Juan no creía en nada
y no quiso imaginarlo, hasta que al día siguiente Don Juan quería experimentar lo sucedido con su esposa, se
acercó a la lagunita, pero no se presentó ningún ser misterioso. Este, volvió a su casa y sin comunicar nada a
“Chumirosa” se durmió.
“Chumirosa” continuaba hilando y devanando para avanzar los tejidos; vivía en sobresalto, no tenía sueño, y
no podía dormir por las noches. Una noche tranquila soñó con la niña, hasta que vio nuevamente lavando sus
ropitas, se acercó miedosamente al lado de la niña; esta vez no desapareció, sino que la niña entabló una
breve conversación.
/Viña: Rosa acércate, no me temas, soy María, la madre de Dios, llegué de Copacabana, estoy buscando
amparo donde pueda vivir tranquila. En Cocharcas, Apurímac, dejé un refugio, pero este lugar es más
hermoso y encantador.
Rosa: ¡María! ... ¿Quiénes son tus padres?
Niña:San Joaquín y Santa Ana
Rosa: María ... eres muy hermosa ... vamos a mi casa a descansar. /Viña: /Yo Rosita, vine a suplicarte para
que comuniques a los hombres de este pueblo a fin de que levanten un santuario dedicado a la Virgen de
Cocharcas, al pie de este cerrito. Rosa: ¡Virgen María! ... desde hoy hilaré más y más, venderé todo lo

que tengo, juntaré dinero suficiente para levantar una Capilla, donde orarán los orcotuneños cada 8 de
setiembre.
Niña: Que buena eres ... ahora vete y descansa ... en cambio me voy tranquila, me rodean muchos ángeles
para seguir mi camino, así diciendo desapareció la niña.
Cuentan los abuelos que después de estos sucesos Pon Juan bautista y Doña Rosa Achicahuala empezaron
con la construcción de la actual Capilla de Cocharcas de Orcotuna.
Esta leyenda yo lo cuento
tal como me lo contaron.
Sabiduría Popular

Glosario
Orcotuna: distrito que pertenece a la Provincia de Concepción, departamento de Junín. La palabra Orcotuna
significa “Rincón de las Tunas” ya que proviene de los términos quechuas: “Orco” que significa “Rincón” y
del nombre del fruto del cactus de la tuna. Devanar: Enrollar un hilo, un alambre, una cuerda u otro material
alrededor de un eje o un carrete.

LA LAGUNA DE PACA
Cuentan los abuelos todo el valle del Huancamayo estaba ya bajo el dominio del imperio incaico. Las
huestes del aguerrido general Cápac Yupanqui habían sometido a los orgullosos huancas. Empezó la tarea de
la reorganización y, por entre los parajes de los ayllus y llactas, ordenaron que pasara un camino real hacia
el Cuzco. Aunque como medida de pacificación el vencedor permitió que algunos caciques conservaran sus
antiguos privilegios.
La princesa Cori-Paca, hija del cacique de Jatun Xauxa, por su deslumbrante belleza, fue seleccionada para
ser incorporada al templo de las Vírgenes del Sol en la capital del Tahuantinsuyo. Honor que era
privilegiada y por tanto orgullo de su padre. Pero Cori-Paca, en .secreto, amaba a un humilde pastor llamado
Guacra. Los dos entristecieron terriblemente al conocer el anuncio. Entonces, decidieron no separarse y
fugaron hacia las alturas, donde se pastaban los rebaños del pueblo.
Pasó el tiempo. La pareja vivía en las alturas. En cambio, en los llanos, se dice, los caciques xauxas, por
desengaño y relajo moral, organizaban grandes orgías.
Cori Paca y Guacra apacentaban sus ganados en los descampados de las cumbres. Cierta vez,
inesperadamente, llegó hasta su modesta vivienda un viejo andrajoso en busca de comida. Los esposos
condolidos le ofrecieron lo que tenían. El anciano les agradeció y al despedirse les dijo:
- ¿Ven allá en el cerro Shujo una enorme tinya? Pues huyan. Caminen ustedes hacia donde nace el sol. /Yo
den vuelta cuando escuchen sus sonidos. Si lo hacen serán castigados.
Al poco tiempo se sintió un ruido ensordecedor. La tinya empezó a sonar y resonar y sus ecos retumbaban
en los cerros. Los esposos, llenos de temor y curiosidad por lo que sucedía a sus espaldas, no cumplieron la
indicación y volvieron el rostro. Vieron que la tinya rodaba hacia el llano y vertía en chorros gran cantidad
de agua. Todo el pueblo de los xauxas se inundó. Así se formó la laguna de Paca.
El dios Con Ticsi Viracocha que se había presentado bajo la apariencia del mendigo castigó de esa manera
los excesos de los Xauxas. Y, por no haber obedecido, convirtió en estatuas de piedra a Cori-Paca y Guacra.
Todavía se les puede ver en la cumbre, en el camino hacia Acolla. Se dice que, en las noches de luna,
cuando algunas parejas llegan a la laguna, escuchan ecos sonoros de tinya, el balido de algunos animales y el
triste cantar de Guacra y CoriPaca.
Esta leyenda yo lo cuento
tal como me lo contaron.
Sabiduría Popular

Glosario
Cápac Yupanqui: fue el quinto gobernador del Curacazgo del Cuzco, entró al poder mediante un golpe de
estado a su primo Tarco Huamán, quien había estado destinado originalmente al trono inca. Cápac Yupanqui
resultó ser un aguerrido gobernante, y también muy maquiavélico. Cápac Yupanqui nunca se enfrentó al
poderoso estado Chanca, pues murió envenenado antes de que estos llegaran al Cuzco.

Glosario
Ayllu: en quechua o aimara: ayllu; es el conjunto de individuos o de familias unidas por ciertos vinculos
como un origen común (real o ficticio) que eran descendientes de un antepasado común mítico y vivían en
un lugar determinado. Llacta: del quechua Ilaqta o Ilajta; es un término que define los antiguos poblados de
los Andes Centrales, especialmente aquellos que funcionaban como centros administrativos durante el
Imperio inca (siglos XV y XVI). Cacique: era el que designaba a los puntos de jefes de las comunidades
taínas de las Antillas. A partir de la expansión colonial española en América, el término fue empleado por
los conquistadores para designar a las autoridades políticas indígenas, sin atender a la diversidad de los
sistemas políticos de América ni a la nomenclatura autóctona. Cori-Paca: del quechua; Estrella Escondida.
Paca: del quechua pakay; cosa secreta o escondida. Distrito de la Provincia de Jauja, departamento de Junín.
Shujo: Cerro ubicado entre el límite del distrito de Acolla y Paca, Jauja. Xauxas: fue el grupo étnico que
tuvo centro de poder en el valle de Yanamarca y en la parte norte del valle del Mantaro en la actual
provincia de Jauja.

ÑAWINPUQUIO
Cuentan los abuelos que, cerca de las ruinas de Arwaturo - distrito de Ahuac - entre las faldas de una colina
y crestas de montañas que escalan para formar un ramal de la cordillera central de los Andes, casi escondida,
descansa sus aguas una laguna cuyo eterno color azul-verdoso reflejan totorales y dejan que sus ondas
jueguen con céspedes flotantes en los que revuelan, en alegres bandadas, silvestres aves acuáticas.
Es la legendaria laguna de Ñawinpuquio. Los habitantes de esta zona dicen que los primeros seres que les
dieron origen, salieron de sus aguas.
Estos primeros seres, sabedores por el vaticinio de sus dioses, de un próximo diluvio universal, construyeron
sus moradas en la colina inmediata.
Fue en esta cumbre donde se establecieron, hasta dejar numerosa descendencia.
Pero, más tarde, al saber que el fin del mundo sería un juicio de fuego, se diseminaron, descendiendo a las
quebradas del valle en las que creían estar más seguros. X estableciéndose en estas tierras baja& dieron
origen a los pueblos wankas que habitan la orilla derecha del río Mantaro o Wankamayo.
Mas el éxodo de los hombres hacia la llanura no comprendía a todos. Algunos ancianos, los más celosos
amantes de sus tradiciones, se quedaron en Arwaturo cuidando sus tesoros y las tumbas de sus antepasados
en las que ya amarillaban sus huesos.
Sucedió que otras gentes invadieron estos lugares aproximándose hacia ellos. Entonces, para no dejar en
manos de sus enemigos, arrojaron sus tesoros en la laguna fabulosa. Entre estos objetos se encuentran tres
campanas de oro; una grande y dos chicas. Ellas, según es fama, dejan oír sus sones desde el fondo de la
laguna, cuando sus aguas se alteran en los movimientos de luna.
En épocas no muy lejana& cuando los hijos de Ahuac pretendieron sacar las aguas de Ñawinpuquio para la
irrigación, se desencadenó una fuerte tempestad de granizo de dimensiones extraordinarias, con fuertes
truenos y relámpagos que destruyeron los sembrados, acompañada de un huracán que arrastraba tierra roja
semejando una gran llamarada. X dicen que en ese momento apareció, en la cima de la colina que domina
Ahuac, una mujer vestida de cotón azul-negro, amenazando destruir el pueblo si los ahuaquinos persistían en
su intento de desprestigiar las aguas de la laguna.
Es voz común que esta laguna tiene la comunicación subterránea por debajo de su lecho, con la laguna de
Paca, situada al norte de Jauja.
Esta leyenda yo lo cuento
tal como me lo contaron.
Sabiduría Popular

Glosario
Arwaturo: es un sitio arqueológico ubicado en el distrito de Ahuac , en la provincia de Chupaca, en el
departamento de Junín. Se encuentra al oeste de la laguna de Ñahuimpuquio a 3460 msnm, a 5 km de
Chupaca y a 16 km de la ciudad de Huancayo. Arhuaturo deriva de dos voces quechuas: “carhua” o “arhua”
(quemado) y “turo” (hueso), al concatenar las voces se obtiene “arhuaturo” que quiere decir “hueso
quemado” o “hueso amarillento”. Ahuac: Departamento de Junín, provincia de Chupaca. De ahuac: tejedor.
El verbo es ahuay. Luego: Pueblo de tejedores. Ñawinpuquio: Departamento de Junín, provincia de
Huancayo, distrito de Ahuac. De ñahui que significa ojo; la silaba in, pertenencia; y puquio, fuente. Luego:
Fuente en forma de ojo o La pupila del puquio. Wankamayo: El río Mantaro tuvo varios cambios de nombre.
En las épocas de los Wankas era llamado Jatunmayo, a la llegada de los Incas, éstos lo denominaron
Wankamayo y los españoles entre otros nombres, le llamarían Angoyacu (río grande). Ahuaquino: gentilicio
de los nacidos en el distrito de Ahuac.

EL CERRO DE QAULLAPA
Cuentan los abuelos, Qaullapa es un majestuoso cerro de mayor altura del distrito de Conayca, provincia de
Huancavelica, desde allí se puede distinguir Castrovirreyna y Huaytapallana. Qaullapa es una grandiosa
colina de masa sólida y compacta.
Cierta vez una señora de condición humilde y que no tenía familia, su única compañía era sus animales y
que vivía por los alrededores de Conayca; tenía diez borregos, pero por obra y gracia del Divino cada vez
iba en aumento, así que tomó la decisión de llevarlos a las ovejas hasta el cerro Qaullapa.
La señora construyó una casa rústica al pie del cerro, donde empezó a vivir con el rebaño de ovejas, éstos
seguían reproduciéndose hasta que de un momento a otro empezaron a morir. La señora preocupada se puso
muy triste y no supo cómo darle solución. Pero un día decidió mudarse a otro pueblo en busca de ayuda,
mejoría y solución a tan misterioso suceso; así llegó hasta un desconocido poblado donde se encontró con un
anciano, era el sabedor del pueblo; éste le preguntó de dónde venía y ella le dijo: Vengo de mi estancia que
dista varios kilómetros de aquí, he venido a solicitar auxilio porque mis ovejas están muriéndose y no sé qué
hacer. El anciano con un gesto amable y bueno; se comprometió a colaborarle y le dijo:
Esta misma noche iremos al cerro llevando ofrendas para un ritual, que consiste en el “pago a la tierra” o
“pagapu” una costumbre andina muy antigua, con el fin de pedir por el ganado; así la Pachamama la diosa
de la fertilidad, devolvió la mejoría a las ovejas.
Desde aquella fecha, la señora siempre llevaba hojas de coca, monedas, bebidas alcohólicas, cigarrillos y
comida al cerro pidiendo favores y lo hacía cada movimiento de luna llena. Así empezaron a multiplicarse
sus ovejas gracias a sus encargos y peticiones.
Pero una tarde de primavera se hallaba la señora al pie del cerro masticando su coca; cuando vio venir por
allá abajo a un señor montado en regia cabalgadura; el apero brillaba con los rayos del sol pues sus
guarniciones eran de plata y calzaba espuelas de oro
El jinete era alto, tenía los ojos hundidos, las orejas largas, los dientes puntiagudos, las manos secas, las uñas
sumamente crecidas. Vestía un ropaje negro y llevaba un gran sombrero rojo.
Pronto llegó a donde estaba esta la señora y descendió de su caballo.
Al instante preguntó a la señora cómo se llamaba. Ella sorprendida se le hizo un nudo en la garganta y no
pudo contestar, a lo que el hombre le dijo: no te asustes yo me llamo taita Huamani.
La señora una vez que se sobrepuso del susto, recién pudo informarle su identidad y el misterioso caballero
empieza a tratarla de forma educada para ganarse su amor y hasta le propone matrimonio, diciéndole que
sería feliz si se casara con él, y que su vida ya no sería llena de sufrimientos y penurias. Tal propuesta fue
rechazada por la señora.
En el momento menos pensado el caballero levantó la mano y exclamó:
¡Ábrete!
El cerro tronando se abrió por la mitad, había gran cantidad de oro, todo era brillante. El hombre le prometió
que todo ello se lo daría siempre en cuando ella aceptara vivir con él; pero la mujer no aceptó tal
proposición, a lo que el individuo enfurecido agarró a golpes a la señora hasta dejarla desmayada. Pasaron
unos días la mujer falleció botando sangre por la boca. El malvado hombre rápido como un rayo montó en
su regia cabalgadura y desapareció del lugar sin dejar rastro alguno.
Esta leyenda yo lo cuento
tal como me lo contaron.
Recopilado por
Rafael Cárdenas Paymundo

Glosario
Conayca: Departamento de Huancavelica, provincia de Huancavelica. Deriva de cunay que significa
reconvenir, amonestar. La persona que amonesta. Castrovirreyna: es una de las siete que conforman el
departamento de Huancavelica. Huaytapallana: forma parte de la Cordillera Central de la Cordillera de los
Andes. Su nombre procede de los términos quechuas wayta’, que signfica flor, y pállay, que significa
recoger. Por lo tanto, Huaytapallana significa lugar donde se recogen las flores. Borrego: Cordero o cordera
de uno a dos años. Pagapu: Es un acto ritual mediante el cual se ofrece un tributo al Wamani, la Pachamama
y otras deidades andinas. Pachamama: es un concepto que procede de la lengua quechua. Pacha puede
traducirse como “mundo” o “Tierra”, mientras que mama equivale a “madre”. Por eso suele explicarse que
la Pachamama es, para ciertas etnias andinas, la Madre Tierra.

UNCHU QOCHA Y
EL NIÑO
Cuentan los abuelos en un lugar lejano había una estancia donde vivía una familia dedicada al pastoreo de
ganados. Cierto día el hijo pequeño, había llevado a los ganados grandes y pequeños a pastar en un sitio muy
alejado de la choza, cerca de la laguna Unchu Cocha.
En uno de esos habituales recorridos el niño había perdido su fiambre. Completamente apenado, lloroso y
sin sus alimentos del día se dirigía a la laguna a beber un poco de agua, para saciar su sed. Sentado a la orilla
de la laguna, contemplaba el azulado límpido cielo cuando inesperadamente del centro de la laguna, salió
una joven que caminaba sobre el agua. Esta preguntó al niño la razón por la que sollozaba, él respondió que
había extraviado su fiambre y no tenía que comer. Sin mediar palabra alguna la bella joven tomándole de la
mano la condujo al centro de la laguna en la que ambos desaparecieron.
Como era de esperarse ese día el pequeño no retornó a casa, entonces los progenitores fueron en su
búsqueda con resultados negativos; ellos pensaron que se había ahogado. Pero al tercer día de su
desaparición después de haber realizado una intensa búsqueda ya muy cansados, se sentaron a descansar en
una cueva, pero grande fue la sorpresa cuando vieron salir de la cueva a su hijo en compañía de una joven
desconocida que se sostenía en el aire.
Los padres al ver a su hijo en tal situación, comprendieron que el niño estaba encantado, por lo que deciden
deshacerse del hechizo utilizando una bufanda tejida con lana de vicuña. Una vez recuperado al chiquillo de
manos de la misteriosa dama, los padres interrogaron al niño para saber qué es lo que le había ocurrido a lo
que el pequeño contó lo sucedido. El día que estaba sentado llorando a la orilla de la laguna, se le había
aparecido una joven en el centro de la laguna y lo condujo hacia la profundidad en donde le mostró un
enorme palacio con paredes bañado en oro y cortinas multicolores, luego después de haberle dado de comer
panes y frutas le había conducido por un camino subterráneo hacia la salida de la cueva. Los padres al
enterarse de la aventura del niño, se sintieron agradecidos por haberle devuelto sano y salvo a su engreído.
Esta leyenda yo lo cuento
tal como me lo contaron.
Recopilado por Sara Castañeda Cárdenas
Glosario
Unchu: del quechua quncho que quiere decir turbio. Cocha: laguna Fiambre: son aquellos alimentos
elaborados que se conservan para ser consumidos en frío. Bufanda: Prenda rectangular, generalmente de
lana, con que se abriga el cuello y la boca.

LOS TRES HERMANOS AYANTUPA


Cuentan los abuelos, incesantemente la helada, el granizo y el viento han sido el terror eterno de los wancas.
Antiguamente, dicen las tradiciones, mucho antes que se conociera el dolor humano, estas tres calamidades
eran desconocidas en los valles de los Andes. Todo era promisión halagadora. Más la maldición de una
madre desobedecida por sus hijos, hizo que apareciesen sobre la tierra.
Un día, una anciana paralítica que tenía tres hijos llamados Ayantupa; una mujer y dos varones, mandó a
éstos a sembrar sus tierras.
Los hijos fueron temprano y después de haber estado todo el día a la sombra del bosque, tendidos sobre el
vientre, comiendo frutas silvestres, regresaron por la tarde a su morada a decir a la madre que habían
cumplido con su mandato y que se sentían muy cansados.
Otro día, al ser ordenados a quitar las malezas de las tierras sembradas, después de pasar el día en el bosque,
como la vez anterior, regresaron muy tarde presentándole a la madre muestras de hermosos frutos sazonados
de otras tierras que habían sido hurtados.
Una vez la madre paralítica, avisada de que en sus tierras no había sementera alguna, se hizo trasladar a
ellas, hallando que sólo crecían ramillas silvestres. Regresó llorando a su casa y encontró durmiendo a sus
hijos.
No teniendo alimento que darles, en un momento de supremo dolor e ira, cortó carne de sus flácidos
músculos, los condimentó y les hizo comer; y cuando acabaron de devorar tan horrible manjar, los maldijo
diciéndoles:
- Tú, a la primogénita, serás helada; la que al momento sintió un frío intenso en el alma, y al clavar iracunda
la vista en la autora de sus días, se volvió ciega en castigo a esta postrera ofensa y, luego, se tornó en una
nubecilla blanca que poco a poco fue elevándose en el espacio, hasta alcanzar por la noche un serenísimo
cielo azul, tachonado de estrellas.
- Tú, al segundo, serás granizo. Este, más impetuoso que la hermana, levantó un pie hacia la madre para
quedar cojo al momento y tornarse en un nubarrón oscuro e inquieto que, presto, se levantó también en el
espacio para caer purificado en forma de granizo.
- Y tú, al menor, serás viento. El, que huía azorado por ser el menos culpable de los hermanos, se transformó
en un desafiante viento que se fue silbando.
La helada, el granizo y el viento simbolizan la miseria y la triste suerte de tres hermanos haraganes, inútiles
y mentirosos, que faltaron el sagrado respeto materno, al cumplimiento de sus deberes.
Desde entonces existen estas tres fuerzas oscuras: la helada ciega, que destruye toda la tierra sembrada
robándose los frutos para saciar su hambre; el granizo cojo, que destruye solo las partes donde pone la
fatídica planta; y el viento que, cuando sopla fuerte, impide caer la lluvia que beneficia al labrador en sus
chacras.
Esta leyenda yo lo cuento tal como me lo contaron.
Versión: Emetrio Cisneros Córdova
Glosario
Huanca: (huanca: Wanka) fue un grupo étnico que se conoció desde el Período de los Estados Regionales y
Organizaciones Tribales en los años 1000 - 1460 d. C. tuviendo su hábitat en las provincias actuales de
Jauja, Concepción y Huancayo. Calamidad: Desgracia o infortunio que alcanza a muchas personas. Maleza:
Abundancia de malas hierbas en los sembrados. Sementera: Tierra sembrada. Flácido: Flojo, blando, sin
consistencia. Tachonado: sembrado, cubierto. Impetuoso: violento, vertiginoso, enérgico. Azorado: turbado,
aturdido, confundido.

LA FORTUNA DE LA
FAMILIA VALLADARES
Cuentan los abuelos, antiguamente vivía en esa ciudad señorial de Concepción la opulenta familia
Valladares, dueña de las más grandes extensiones de terreno para producción minera y agropecuaria en el
centro del país. Se dice que fueron los más fuertes propulsores de la agricultura y ganadería en el Valle, al
utilizar la tecnología recién creada en cualquier parte del mundo. Fueron diecinueve las haciendas que
hicieron producir a fuerza de su poderío económico e ingenio y estaban ubicadas en los tres climas que esta
región presenta, en el valle, en las punas y ceja de selva.
Manuel Valladares, sería el tronco de esa familia acaudalada, filántropo y visionario, cuya fortuna no fue
superada ni igualada por ningún otro a muchas millas de distancia. En la segunda década del siglo XIX
cooperó con fuertes sumas de dinero a la causa de la Independencia Nacional, contribuyó para la formación
de la Armada nacional en la compra del primer buque y dio ejemplo de generosidad y patriotismo a sus hijos
y a los hijos de esa tierra. (Fallece en marzo de 1865 y sus restos yacen en el mausoleo de la familia, en el
histórico cementerio del Convento deSanta Rosa de Ocopa,junto a los de su esposa Josefa Ramos, muerta en
1897).
Sus hijos Juan Enrique y Manuel Fernando, siguiendo la misma huella, cumplieron el más noble gesto de
desprendimiento en defensa de la patria al congregar, equipar, y comandar el “batallón Concepción /Yo.
27”, compuesto por 800 hombres, que hicieron el papel más honroso para los concepcioninos en las batallas
deSan Juan y Miraflores de Lima.
Su fortuna era el producto de la extracción mineral y de las ventas y transacciones de ganado vacuno, lanar y
las cosechas. Cuentan que los administradores de sus haciendas, traían a Concepción cargas de monedas de
oro y plata. En aquel entonces, las monedas no eran contadas sino que se medían en vasijas, medidas de
madera llamadas “collos”. Como era tanta la riqueza de esta familia, el dinero era

guardado en túneles secretos a los que ingresaban peones llevando las cargas de “collos”, casi desnudos y
con los ojos vendados.
Cuentan los abuelos que los dueños mandaban mezclar estas monedas con abundante cal para evitar su
corrosión y que el oro y la plata despidan gases tóxicos, estos duros trabajos eran realizados continuamente
por dichos peones, utilizando lampas, los mismos que referían haber ingresado a tal o cual propiedad de la
familia y como las fincas que los Valladares poseían en Concepción eran muchas, se dice que esos túneles se
conectaban entre sí, pero no se conocían los ingresos.
Una de las casas de los Valladares está ubicada en la cuarta cuadra del Jirón bolívar, cerca de la Plaza de
Armas y como todas las casonas de la época, ésta tiene (incluso hoy) en el gran patio empedrado con canto
rodado la figura de un elefante negro. Dicen que el elefante es una de las bocas al gran túnel, si la tradición
verbal es exacta, sería este el inicio del hilo que lleva al gran ovillo.
Hasta ahora, esos tesoros son buscados sin ser hallados; sin

embargo aisladamente, tanto en el campo como en la ciudad se han visto luces de fuego encendido y se han
encontrado los famosos “tapados” que han dado origen a muchas fortunas. Se cuenta por ejemplo, que hace
seis o siete décadas, una familia de Orcotuna de apellido Cangalaya, vino a vivir siendo muy pobre y
conociendo ciertas referencias, alquilaron como depósito la Capilla del Carmen, ya en ruinas, de propiedad
de los Valladares, y se hizo de la noche a la mañana, de gran fortuna, convirtiéndose con ella en grandes
comerciantes de famosas tiendas en Huancayo y Lima.
Pero también, se dice que estos “tapados” tienen origen en su mayor parte en el hecho de que las familias
pudientes, durante la invasión chilena, escondieron sus joyas y dinero, antes del saqueo a que fue expuesta
esta heroica ciudad. Despojo que acabó con la inmensa riqueza de los Valladares a consecuencia de la
represalia araucana por haber contribuido tanto, para su expulsión de nuestra patria. Es bien sabido que la
tropa chilena hostilizaba y solicitaba constantemente cupos a esta familia.

Sea como fuere, el mayor tesoro que los Valladares han dejado a la posteridad y que es muy fácil de
encontrar, radica en sus fuentes espirituales de filantropía, amor a su tierra y entrega a su patria, riqueza que
da renombre a la ciudad de Concepción.
Esta leyenda yo lo cuento
tal como me lo contaron.
Versión: Nísida Villasante Torres
Glosario
Filántropo: Persona que ama a los demás y los ayuda de forma desinteresada. Concepcionino: gentilicio de
los oriundos de Concepción. Collo: Unidad de medida. Once collos equivalían a medida fanegada. Cal: es
un término que designa todas las formas físicas en las que pueden aparecer el óxido de calcio. La cal se ha
usado, desde la más remota antigüedad, de conglomerante en la construcción; también para pintar (encalar)
muros y fachadas. Tapado: Son cofres o cajas llenas de joyas, monedas de oro y plata. La intención de sus
dueños fue proteger sus valiosas fortunas del robo, pero como ninguna riqueza se lleva para la otra vida, al
morir sus dueños, los tesoros permanecen escondidos tal como lo dejaron. Araucana: De un pueblo
amerindio que, en la época de la conquista española, habitaba el centro y sur de Chile, o relacionado con él.

LA BATEA DE LA VIRGEN
Cuentan los abuelos, la hatea de la Virgen convertida en una elegía del pasado inolvidable, se había formado
natural y maravillosamente en una abierta brecha de la quebrada de Matinchara, entre los cerros Piedra
Parada y Leonío, al borde del lado este de la ciudad; la conformaba una artística fuente seguida de otras
pozas más pequeñas, de roca especial, semejante al más fino y valioso mármol de Carrara de color blanco
transparente con jaspes lilas rosáceos. El agua cristalina que contenía fluía de un fresco manantial
proveniente de la cercana colina. El ambiente estaba saturado con las esencias perfumadas de las florecillas
silvestres que cubrían su ancho espacio y de algunas matas de rosas blancas que florecían constantemente,
esparcidas en aquella gama de verdor. El lugar era de lo más pintoresco, propicio, apacible y solitario.
Cuentan los abuelos que el origen nominativo lo dio la Madre de Píos, porque esta prodigiosa tierra fue
fundada con el bendito nombre de la Purísima Concepción de la Reina de los Ángeles y María hizo
presencia real en toda su extensión. A la limpia batea de piedra, llegaba con frecuencia silenciosamente y se
inclinaba a lavar los blancos pañales del amor de sus amores, los que hacía secar al sol tendiéndolos sobre
las chilcas, arrayanes, romeros, juncos y retamas; mientras el Niño, jugaba, reposaba o dormía sobre la
suave y fresca alfombra de hierba.
Ante esta divina presencia el lugar era un bello Edén, ¡que hermosos resplandores lo cubría!, los animalitos
retozaban llenos de felicidad, los pájaros y avecillas que habitaban en las tupidas frondas de guindos q alisos
les dedicaban conciertos de inefables trinos y gorjeos, nido y amores... y las bulliciosas y límpidas aguas,
hasta hoy, no cesan de fluir.
Uno de esos días en que María con su niño en brazos caminaba por la parte baja de las faldas del cerro
Piedra Parada con dirección a la batea de la Virgen, halló en el camino siete enormes serpientes y
mirándolas pasó sobre ellas, las que al instante quedaron convertidas en dura roca formando cómodas
escalinatas, que usaba el pueblo para los paseos y otras necesidades. En otros tiempos, la ciudad se surtía del
riachuelo cuyas aguas provenían del río Achamayo y cuando éste secaba, en época de estío, la población
entera recurría en presuroso desfile a la batea de la Virgen portando cántaros, jarras y vascas, para llenarlas
con las puras y saludables aguas de su manantial. Era también lugar predilecto de las educadoras de
entonces, por sus paseos frecuentes con los niños, quienes levantaban sus corazones en ráfagas de bullicio
alegría y admiración al encontrarse en medio de esa belleza. Allí conocían los nombres de las plantas, hacían
diferencia entre rocas, arcillas y piedras; riachuelo, río y manantial; lecciones vivas sobre la naturaleza.
Jugaban entretenidamente en los resbaladeros formados en las laderas de la colina, sirviéndose de las anchas
pencas del maguey.
En esas correrías del tiempo se construyó el canal de irrigación de la margen izquierda que dividió el lugar
en dos, quedando la batea de la Virgen (la fuente) arriba, siempre dentro de la propiedad de la familia Farje
que conservó el lugar con toda su naturalidad hasta cuando se alejó Hoy este evocador rinconcito
concepcionino que encierra mucho de misticismo, espera su restauración y cuidado. Algunos vecinos lo
anhelan y podrían poner el hombro para rescatar sus encantos y tal vez sentir el aroma virginal de la madre
de nuestra amada tierra.
Versión: Nísida Villasante Torres, Tradiciones, cuentos y leyendas
Glosario
Elegía: lamento, queja. Matinchara: topónimo wanka que significa “lugar húmedo donde hay un cuenco” y
que es una descripción exacta del sitio conocido ahora como batea de la Virgen. Río Achamayo: El Río
Achamayo penetra al Valle del Mantaro de este a oeste desembocando al río Mantaro.
CATALINA HUANCA
Cuentan los abuelos, la famosa dama india ponderada por poseer una personalidad destacada, con cualidades
excepcionales como fortaleza, honra, dignidad, valentía, generosidad, etc., poseedora de inmensas riquezas
en grandes extensiones de tierras agrícolas y mineras, en tesoros de oro, plata y piedras preciosas, en
especies traducidas en obras de arte, tejidos, etc., en propiedades como mansiones, casas, haciendas,
estancias, corrales, etc., y en animales: hatos de alpacas y llamas, rebaños de ovejas, etc., está rodeada de
grandes quimeras que conducen a querer saber todo lo que de ella se ha dicho a través de los tiempos.
Catalina Huanca Acopacha, hija de un cacique de los señoríos huancas, de linaje proveniente de nobles
emparentados con el inca, nació en Concepción a mediados del siglo XVI y fue bautizada católica, se forjó
una mujer virtuosa e ingresó entre las primeras a la Tercera Orden Franciscana. Vivió en Concepción, San
Jerónimo, Lima y en los lugares donde tenía propiedades porque ella misma administraba sus bienes. Tenía
bajo su mando una multitud de indios a los que valoraba y retribuía su trabajo con generosidad, velando por
su salud y necesidades.
Se le recuerda por su filantropía al construir obras de beneficio público como caminos, canales de riego,
puentes, etc..
En la edificación del puente colgante “Las !balsas”, sobre el río Mantaro que antes se llamaba Wancamayo,
entre Concepción y los pueblos de la margen derecha, mandó poner cargas de oro y plata para fortalecer los
cimientos y su duración, según costumbre de la época. Así mismo en Lima colaboró con la compra de
azulejos para los claustros del convento de San Francisco, trayéndolos de España y en la edificación del
Hospital de (anta Ana, más una fundación para que allí se atendieran los indios.
Sus propiedades dentro del territorio de Concepción fueron muchas y en todos sus climas. Aún se
encuentran vestigios de alguna de sus minas y fundiciones como Uñimarca en el límite con Uchubamba,
Ayano en San Francisco de Macón y corrales con arquerías en Cochas. Siguiendo hacia Uchubamba por un
camino en gradería que ella hizo empedrar con lajas labradas, se encuentran también las minas de Pan de
Azúcar de su propiedad, que son de oro, pero que como son minas encantadas, los hombres que entran

a la cueva ya no regresan y las calaveras se encuentran dispersas como calabazas.


Tan generalizada es la afirmación que Catalina Huanca escondió sus tesoros en todo este ámbito, que los
buscadores de tapados y de yacimientos minerales horadan en todas partes en las noches de víspera deSan
Juan (23 de junio) y en las de luna llena, atraídos por luces de llamas encendidas y diversos animales que se
presentan sorpresivamente y se esconden, signos certeros de su existencia.
Se continúa buscando los fabulosos tesoros de Catalina Huanca y su imagen se refleja en el deseo de riqueza
y superación que abrigan los habitantes de todas las generaciones del ancho valle del Mantaro. Es ella
también el prototipo de la mujer de este suelo, con mucho poder, muy dueña de sí misma, de su trabajo, de
su dinero y en fin..., de su estirpe huanca.
Versión: Nísida Villasante Torres
Glosario
Catalina Huanca o Catalina Apoalaya: es
el nombre o apelativo de una curaca o cacica de la nación huanca, en la sierra
central del Perú, que vivió en la época colonial y fue célebre por su opulencia.

PAMPARHUA Y HUARICUCHO
PUEBLO SEPULTADO
Cuentan los abuelos en el lugar denominado Pamparhua y Huaricucho ubicado a unos cuatro kilómetros al
lado este del distrito de Huando, provincia de Huancavelica; se encuentra una hondonada de tierras en
desnivel y a un extremo existe una laguna con poca cantidad de agua.
En el lado superior hay un hundimiento de tierra que podemos llamar fractura o deslizamiento por efectos
geológicos. Tiene una caída de unos cincuenta metros de altura por quinientos a seiscientos metros de ancho
y de largo un aproximado de tres kilómetros. En lo ancho del deslizamiento; al pie hay una piedra parada de
unos treinta metros de altura, semejante a un monumento. Sus puntas están adornadas de ichu, tiene la forma
de medio cuerpo de un hombre, con pelo& ojos, nariz, boca y mira fijamente a cualquier lado. Da la
impresión de un personaje colérico; pues nadie se atreve a pasar cerca, ni siquiera intenta subir, porque dice
que puede estatua de piedra. A esa enorme roca lo llaman «Huaricucho», en su contorno hay bosques de
piedras de todo tamaño, hundimientos y socavones. En la temporada de lluvia cae gran cantidad de agua y
desaparece en su totalidad y no se sabe por dónde está la salida.
Se dice que en tiempos muy remotos era un pueblo muy progresista y un día sus habitantes realizaban una
fiesta y banquete general, en esa ocasión se había presentado un anciano sosteniéndose con su bastón, todo
harapiento, con hambre y sediento, pues le pidió caridad de algo que comer y beber. /Yo le hicieron caso ni
le dieron sufrir un daño o convertirse en

importancia, continuaban con el festejo y agasajos. Entonces, condenó al pueblo y se retiró lanzando
amenazas y advirtiendo que un «TacIlazo» en la cabecera del pueblo lo hundiría, porque era hijo de
Dios.Sus habitantes no le creían ni le hacían caso. El anciano seguía caminando y alejándose del pueblo,
cuando estuvo ya fuera de la población, se encontró con una pareja de matrimonio en compañía de sus
padrinos, músicos y familiares que celebraban la boda. Los recién casados se compadecieron y le dieron de
comer y beber. Agradecido el anciano por la generosidad, les advirtió que escaparan por las faldas del cerro
próximo, cuando la pareja ya casi llegaban a la cumbre, se oyó desde abajo lastimosos gritos, como gritos
pidiendo compasión; pero ni bien escucharon un fuerte ruido, la pareja haciendo caso omiso a las
recomendaciones del anciano voltearon para ver que sucedía y al instante fueron convertidos en estatuas de
piedra. De dicha catástrofe sólo quedó en pie la torre de la Iglesia, junto a la única campana testigo mudo de
la tragedia.

La pequeña ciudad y todos sus alrededores, su gente soberbia y su excesiva vanidad quedaron así para la
eternidad convertidos en piedra.
Esta leyenda yo lo cuento
tal como me lo contaron.
Recogido por Fabián Serpa Mendoza. informante Julián Serpa Valencia
Glosario
El ichu, paja brava o paja ichu: es un pasto del altiplano andino sudamericano, empleado como forraje para
el ganado, principalmente de camélidos sudamericanos. Huaricucho: De huari, animal híbrido que resulta
del cruce de la llama con la alpaca: cucho, rincón o morada. También: malo o personaje serio. Tacita: Palo
rectilíneo y puntiagudo con un dispositivo de empuje con el pie, usado como herramienta de sembrar en las
laderas andinas para evitar el arado y consecuente erosión y pérdida de nutrientes. Pamparhua: significa
ciudad enterrada anexo que pertenece al distrito de Huando, provincia de Huancavelica. recién casados se
compadecieron y dieron de comer y beber, agradecido el anciano por la bondad.

EL UTUSHCURO
Cuentan los abuelos hace mucho tiempo sembraba papas en este hermoso valle un hombre llamado Pablo
Curo. Tenía como esposa a una mujer joven y bella, le había dado varios hijos y como buena compañera
ayudaba a su marido en las tareas del campo y realizaba con mucho esmero los menesteres del hogar.
Pablo Curo poseía una chacra de considerable extensión. Labraba la tierra de sol a sol y sus cosechas eran
abundantes y su progreso notable. Pero era ambicioso y egoísta. Lo quería todo para sí, era rico.
Una tarde vio venir a lo lejos a una anciana madre y dejando el azadón tirado sobre los surcos corrió a su
casa y obligó a su mujer y a sus hijos a esconderse entre las matas de las papas para que la pobre viejecita
creyendo que no estaba nadie se volviera a su casa con las manos vacías. Sin embargo, la nuera era una
mujer consciente y se negó a esconderse.
- Mi madre viene a pedirme papa. Está mal acostumbrada pidiendo no más vive
Dijo Pablo Curo.
- Es tu madre y no debes rehuir. Es como si le negaras agua a la madre tierra
- Le recriminó su esposa. Desobedeció al marido y esperó en la puerta de la casa a la anciana. - Ay
hijita- suspiró la ancianita.
- Estoy enferma, todo el cuerpo me duele y no tengo que comer.
La nuera la cobijó del brazo y ofreciéndole un asiento de quinual labrado le invitó a ponerse bajo la sombra
del alero del corredor. Tiéntate mamita, descansa.
- Ay niña- dijo la anciana -¡Qué triste es vivir vieja y solal.
- Pablo no está- se adelantó la nuera
a la inevitable pregunta.
-Si hija, ya lo sé- se cruzó los brazos
sobre el pecho la ancianita.
La nuera ingresó al interior de la

casa y recordó las palabras de su


marido: te pide papa dile que
todavía no hemos cosechado”. sin embargo, hizo un atado con papas viejas y se lo dio a la anciana.
- De esto no se dará cuenta mi marido- le dijo y la despidió.
Cuando la anciana se fue, la mujer corrió a buscar a Pablo Curo entre los surcos y levantó unas ramas caídas
(yarash) de la papa y encontró al hombre convertido en un repugnante gusano.
Desesperada la mujer hurgó la tierra y encontró que también sus hijos habían sufrido la terrible
transformación. El gusano adulto al verse descubierto hizo un ruido casi inaudible de “utushhhsss,
utushhhsss”, y su mujer le llamó “Utushkuro”.
Al ver angustiados a sus hijos la mujer los enterró más hondo para protegerlos y con el tiempo ellos se
cubrieron de una osamenta en forma de cáscara y más tarde se transformaron en horribles mariposas que
huyeron volando.
Y desde entonces la papa de los wankas de vez en cuando es invadida por el repugnante “utushkuro” que la
destruye. Los campesinos lo odian y cuentan a sus hijos la historia de Pablo Curo para

que sean buenos y sigan el ejemplo de su mujer, porque tampoco ella se quedó así.
Traspasada de pena particularmente por la muerte de sus hijos, quiso seguirlos y al no poder lloró echada
sobre los surcos. Y así la muerte la sorprendió, y al instante se convirtió en un pajarito pequeñito y gritón
que es gran amigo de los campesinos y frecuentemente anda entre las muñas (planta también enemiga de los
gusanos) y con su canto anuncia la llegada de “utushkuro” a una chacra.
Ese pajarito se llama Utushpisqo y se alimenta de los gusanos de la chacra, especialmente, de aquellos que
atacan a la papa, pero lo hace cuando está solo, como si se avergonzara de estar picoteando a su marido,
porque de lo contrario únicamente grita. Los campesinos ni lo ahuyentan de las chacras.
- ¡Déjalo!- gritan a los que quieren espantarlo- ha venido a castigar al Pablo Curo.
Este mito yo lo cuento
tal como me lo contaron.
Recogido por Carlos Villanes Cairo

Glosario
Utush: roer. Curo: gusano. Utushkuro: es una palabra quechua, que se puede traducir como “oruga” o
“gusano” dependiendo del contexto...por la combinación “sh” es posible que sea quechua huanca o quechua
huayhuash Menester: Ocupación, empleo. Azadón: Instrumento se utiliza para cavar en tierras duras o cortar
raíces delgadas. Mata: Planta perenne de tallo bajo, ramificado y leñoso. Quinual: árbol milenario del
forestal andino; es coposo y con mucho follaje; posee flores y frutos muy pequeños y su habitad está por
encima de 3000 m.s.n.m. Alero: Parte inferior del tejado que sale fuera de la pared. Corredor: Galería
corrida alrededor del patio de algunas casas. Hurgar: remover una cosa, escarbar. Inaudible: Que no se
puede oír. Osamenta: esqueleto, huesos, restos, armazón. Pisqo: palabra quechua que significa pájaro.

TORO COCHA
Cuentan los abuelos hace muchos años en el distrito de Conayca, provincia de Huancavelica, la población
padecía la escasez de agua potable, por lo que la mayoría de los habitantes que tenían animales estaban
siendo perjudicados por la falta del líquido. Para dar solución a tan álgido problema, los moradores
encabezado por sus autoridades decidieron poner en práctica un proyecto que beneficiaría a todos en
conjunto. Planearon construir un canal de irrigación para aprovechar las aguas de la laguna Torococha.
La laguna se caracterizaba por poseer aguas tranquilas, limpias y durante el día cambiaba de colores con el
reflejo de las nubes y el cielo; en azul oscuro a azul claro, pero lo más asombroso y atrayente eran las dos
piedras gigantes unidas entre sí, que emergían como dos guardianes celosos y protectores.
Un día antes que iniciaran con los trabajos de la obra, a eso de la medianoche se escuchó el bramido de un
toro proveniente del fondo de la laguna y se escuchaban gritos amenazadores que si empezaran con las
labores se inundaría toda la zona. /Yo había transcurrido mucho tiempo cuando en forma intempestiva, el
cielo se cubrió de nubes negras que desencadenaron una estrepitosa granizada extrañamente roja; el viento
agudo y silbante de las soledades, alimentó el duro estruendo de rayos y truenos que hicieron estremecer
aquellos parajes. Haciendo caso a las advertencias de las misteriosas voces suspendieron dicha construcción
para evitar que suceda una tragedia.
De repente la lluvia cesó, el viento se hizo apacible y el cielo se iluminó con unas luces hermosas y al
mismo tiempo las aguas de la laguna empezaron a evaporarse llegando a secarse completamente quedando
un área totalmente seco, árido y estéril. Este lugar en su mejor momento era conocido como Torococha.

Recogido por José Huarocc


Glosario
Qocha: es una palabra quechua que significa laguna. Toroqocha: Laguna del toro. Conayca: Departamento
de Huancavelica, provincia de Huancavelica. Deriva de cunay que significa reconvenir, amonestar. En el
dialecto chinchaisimi sería cunaycaj, la persona que amonesta. Mugir: Emitir su voz característica la res
vacuna. Producir gran ruido el viento o el mar. Monolito: Monumento de piedra de una sola pieza.

También podría gustarte