Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cultura Política.
Integrantes:
El pragmatismo sitúa el criterio de verdad en la eficacia y valor del pensamiento para la vida.
Se opone, por lo tanto, a la filosofía que sostiene que los conceptos humanos representan el
significado real de las cosas.
Para los pragmáticos, la relevancia de los datos surge de la interacción entre los organismos
inteligentes y el ambiente. Esto lleva al rechazo de los significados invariables y de las
verdades absolutas: las ideas, para el pragmatismo, son sólo provisionales y pueden cambiar
a partir de investigaciones futuras.
El pensamiento representa una herramienta que tiene como objetivo la resolución de los
problemas de la experiencia; el conocimiento, por otra parte, surge de acumular la sabiduría
originada a partir de la superación de dichos problemas. Es lamentable que los principios por
Dewey establecidos hayan sido ignorados por la pedagogía, que los centros de educación
hayan continuado basándose en un modelo cerrado y prácticamente obsoleto.
Nacionalismo.
Es un concepto ambiguo difícil de precisar. John Breuilly, por ejemplo, concibe que el
nacionalismo puede evocar tanto ideas, sentimientos como acciones, lo que afirma que cada
definición puede dar diferentes implicaciones a su estudio (Breuilly: 1993; 404),
convirtiéndolo así a un fenómeno parecido a un camaleón al ser capaz de asumir una gran
variedad de formas ideológicas (Ozirimli; 2006: 61). Así mismo Louis Snyder en su
compilación de terminología política nacionalista, reconoce que:
Por lo que hace alusión a solo alguna de muchas interpretaciones que se pueden dar al
concepto. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define al nacionalismo
en tres formas:
Si bien todas estas definiciones aparentan totalidad, pueden verse cuestionadas ante diversos
fenómenos sociales al advertir su poco alcance y trascendencia ante un fenómeno de
transformación constante, como lo es el nacionalismo; ya de ello que es preciso percibir la
diversidad de enfoques con los que este puede ser observado y evaluado, para lograr concebir
una idea más amplia del mismo.
El nacionalismo significa, según Horace B. Davis «preocupación por los intereses de una
comunidad particular, mientras que el patriotismo puede significar esto, o bien preocupación
por los intereses de un Estado particular.
Patriotismo.
El término patria, derivado etimológicamente del concepto páter, va asociado a la noción de
padre. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (edición de 1970) da como
primera acepción del término patria, la siguiente:
«Nación propia nuestra, con la suma de cosas materiales e inmateriales, pasadas, presentes
y futuras, que cautivan la amorosa adhesión de los patriotas», definiendo, a su vez, a éstos,
como «las personas que tienen amor a su patria y procuran todo su bien»
El patriotismo es el valor que procura cultivar el respeto y amor que debemos a la patria,
mediante nuestro trabajo honesto y la contribución personal al bienestar común. Tal vez para
muchos, el ser patriota consiste en el orgullo de haber nacido en un país rico en recursos o de
gran tradición cultural; para otros significa portar los colores nacionales en un evento
deportivo o en el viaje al extranjero; algunos más sólo sienten pertenecer a su país en la fecha
de una celebración nacional y sólo como pretexto para organizar una fiesta con sus amigos…
Cabe cuestionarnos si el verdadero patriotismo se vive o es un sentimiento ocasional y por
tanto pasajero.
Se han emitido muchas definiciones, como las que aportaron Nietzsche la patria es la tierra
y los hijos, o Charles Maurras la patria es un ser de la misma naturaleza, que nuestro padre y
nuestra madre: la patria es lo que une por encima de lo que divide. Otras, ligan el concepto
de patria a las ideas de nación o pueblo, como las suministradas por Cánovas la patria es la
conciencia que cada nación posee de sí misma, o Vázquez de Mella la patria es la conciencia
y sentimiento más o menos claro e intenso de esa comunidad moral e histórica, que en su
grado máximo se llama nación.
El patriotismo, como idea y como sentimiento, viene siendo objeto de rechazo por algunos
pensadores e ideologías:
1) A mediados del siglo XIX, en el Manifiesto Comunista del año 1848 de Marx-Engels, se
sustenta la tesis de la apátrida del proletariado. Como si un obrero manual por el solo hecho
de serlo, no tuviera o no pudiera tener apego a su patria.
A juicio de José A. Recalde, «el nacionalismo no es otra cosa que una de las formas del
patriotismo, la que surge como ideología de masas de una estructura social modernizada. La
contraposición entre patriotismo, como amor a lo propio, y nacionalismo, como oposición a
lo ajeno, prima indebidamente al primer concepto, y ataca, por excesiva generalización, al
segundo»
Según Fichte, «el amor a la patria, ha de condicionar la vida y actividad del Estado, en lo
tocante a fijarle un fin más amplio que el que suele adscribírsele normalmente. El amor patrio
ha de extender la esfera de competencia del ente estatal, más allá de la mera tutela de la paz
interna, de la propiedad, de la libertad personal, de la vida y del bienestar de todos.
Únicamente para este fin superior y para ningún otro, reúne el Estado un poder armado»
Caudillismo.
El caudillismo es el sistema de caudillaje o el gobierno de un caudillo. La noción de caudillo,
por su parte, procede del latín capitellus y hace mención a la persona que dirige alguna
comunidad o cuerpo y que actúa como guía o líder.
La formalización del poder de los caudillos siguió un proceso similar en varias naciones: las
fuerzas del caudillo enfrentaban al gobernante vigente hasta deponerlo, luego disolvían el
congreso bajo el argumento de no responder al pueblo o la ley y finalmente el caudillo se
autoproclamaba presidente provisional. Después de un tiempo, el propio caudillo llamaba a
elecciones y se formaba un nuevo congreso, formalizando el poder del caudillismo.
Juan Manuel de Rosas en Argentina, Antonio López de Santa Anna en México y José
Antonio Páez en Venezuela son algunos de los ejemplos históricos de caudillismo en el
territorio latinoamericano.
Individualismo.
El individualismo puede definirse como la tendencia a pensar y actuar conforme a los propios
criterios del sujeto, con total independencia de las determinaciones sociales, externas a su
persona.
Los sentimientos y la búsqueda del placer individual son elementos importantes del
bienestar en las culturas individualistas, mientras que en las colectivistas lo es el
cumplimiento de los deberes sociales (Triandis, 1995).
Las culturas colectivistas se caracterizan por relaciones sociales más rígidas y la persona
pertenece a grupos adscritos que la protegen a cambio de su lealtad. Las culturas
individualistas se caracterizan por relaciones sociales más laxas (Hofstede, 1991).
Referencias