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Orígenes y enfoques de la Economía Ecológica

Origins and Perspectives of Ecological Economics

José Manuel Naredo1

Resumen Abstract

En esta conferencia se revisa el origen y el contexto In this conference, the origins of the dominant ideolo-
histórico en el que se desarrolla la ideología económica gy in economics and its historical context are reviewed,
dominante, desde la escuela de los fisiócratas franceses from the physiocratic school of thought in France and
y la Economía Clásica hasta las nociones actuales de Classical Economics to the current notions of the Neo-
la Economía Neoclásica como paradigma dominan- classical Economics as a dominant paradigm. By review-
te. Repasando algunas de sus metáforas encubridoras ing some of the economical covert metaphors —such
—tales como la metáfora de la producción y el creci- as production, economic growth, among others— and
miento económico, entre otras— y la relación entre el the connection between political and economic power,
poder político y económico, se explica la base de la ac- the basis of the actual socioecological crisis is explained.
tual crisis socio ecológica. Para concluir, se desarrollan As a conclusion, some of the ideas needed for the trans-
algunas de las ideas necesarias para la reconversión del formation of the economic model in the actual society
modelo económico de la sociedad actual, apoyadas en are developed and supported in premises and emergent
las premisas y perspectivas que emergen de la Economía perspectives from Ecological Economics.
Ecológica.

Palabras clave: economía, ecología, sistema, ideo- Keywords: economics, ecology, system, ideology, pro-
logía, producción, crecimiento. duction, growth.

Introducción presentación aborda las perspectivas y alternativas


Esta ponencia tiene el siguiente orden. Primero alrededor de la Economía Ecológica y las posibili-
se abordará la génesis de la ideología económica dades que ésta abre.
dominante, que es la que genera un medio ambiente
in-estudiado que se ha naturalizado con el nombre
supuestamente neutro de “medio ambiente”. En La génesis de la ideología económica
segundo lugar se apunta a los distintos enfoques dominante
que, de una u otra manera, han intentado abordar Empecemos señalando cuatro presupuestos sobre
ese “medio ambiente” in-estudiado por la Econo- los que se apoya esta presentación y que son cla-
mía convencional y veremos que la corriente hoy ves para la reflexión. El primer presupuesto es que
denominada Economía Ecológica surge como res- la ideología es el vehículo espontáneo que orienta
puesta para analizar y superar esas carencias del en- y arrastra nuestros enfoques, percepciones y com-
foque económico ordinario. La tercera parte de esta portamientos. El segundo es que, bajo esa lectura, se

1 Doctor en Ciencias Económicas. Profesor ad honorem en la Universidad Politécnica de Madrid. Madrid, España.
jmn@telefonica.net

Recepción: 20 de marzo de 2018. Aceptación: 16 de agosto de 2018 DOI: https://doi.org/10.15446/ga.v21n1supl.75332

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debe recordar que cualquier enfoque subraya ciertos Es preciso señalar la necesidad que tiene la especie
aspectos, pero por fuerza siempre a costa de soslayar humana de crear esquemas simbólicos y culturales,
otros. Esto es lo que pasa con la ideología económi- con los que busca orientar su comportamiento. Es
ca dominante, cuya función encubridora ha ganado así que se entiende la revolución cultural y simbólica
importancia. Un tercer presupuesto para la reflexión que representó en la modernidad el paradigma del
es que la percepción que se tiene del pasado y del racionalismo científico parcelario, que segregó Eco-
presente condiciona la imaginación del futuro y las nomía y Política, Hombre y Naturaleza, Razón y
posibilidades de cambio. Es decir, que si el pasado Emoción, entre otros dualismos muy característicos
y el presente se interpretan desde un mismo para- de este paradigma. En ese contexto también se da la
digma, éste condiciona la visión del futuro, que se imposición del reduccionismo monetario como guía
proyecta como un foto fija del presente, pronosti- suprema de la gestión humana y el divorcio entre la
cando el fin de la historia, que algunos teóricos han Economía y la Ecología. Esta separación redundó
expresado. Para superar este problema se requiere en marcos normativos e institucionales que termi-
trascender la ideología económica hoy dominante naron convirtiendo a la humanidad en una suerte
relativizándola, mostrando que si hubo un pasado de “patología terrestre” (Naredo, 2004) sin que se
en el que no existía o no era dominante, tampoco tenga clara conciencia de ello. Posteriormente se
tiene por qué seguir siendo dominante para siempre mostrarán las sombras de este enfoque económico
en el futuro. ordinario y se darán luces sobre posibles alternativas
Esto es lo que venido haciendo y comunicando en en relación con la Economía Ecológica.
libros tales como La economía en evolución: Historia Algunos desarrollos de la Antropología me acom-
y perspectivas de las categorías básicas del pensamiento pañan hoy día en el esfuerzo de relativizar el aparato
económico (Naredo, 2015a) o Economía, poder y polí- conceptual y la noción usual del sistema económi-
tica: Crisis y cambio de paradigma (Naredo, 2015c). co. La contribución principal de la Antropología en
En ellos, se expone cómo esta ideología económica este sentido pasa por desmontar la supuesta univer-
dominante surge en un contexto muy particular, ha- salidad de la idea occidental de “naturaleza huma-
cia el siglo XVIII, evidenciando que las categorías na”, y junto a ella, de las categorías de la ideología
básicas sobre las que se apoya dicha ideología no económica que engarzan con esta concepción par-
tienen nada de universal, como se pretende. Por lo ticular de la naturaleza humana. Libros tales como
mismo, en esos libros se analiza cómo se formaron Par-delà nature et culture de Philippe Descola (2005)
las nociones usuales de sistema político y sistema y La ilusión occidental de la naturaleza humana de
económico, señalando cómo en el contexto actual se Marshall Sahlins (2011) contribuyen a la relativi-
toman dichos sistemas como si fueran de “carne y zación de esta noción de naturaleza con la que se
hueso”, como algo inmutable, y no como creaciones engancha la ideología económica dominante, con su
de la mente humana que pueden ser modificadas y homo economicus a la cabeza. La ilusión occidental de
valoradas de distintas maneras. Esto también trae la naturaleza humana, sobre la que se alza la ciencia
implicaciones en la manera en que se entienden las económica, según investigan estos autores, ha venido
interacciones entre los sistemas político y econó- proponiendo a lo largo del tiempo como normal una
mico, resaltando que la configuración separada de idea de naturaleza humana tan malvada y codiciosa
dichos sistemas solo existe en un nivel conceptual, que las personas que la asumieran quedarían exclui-
dado que la realidad no tiene costuras y no vive divi- das de otras sociedades. Los autores mencionados
dida en esos compartimentos en los que acostumbra trabajan estas ideas apelando a la Antropología y la
a razonar la Academia tradicional, presuponiendo Etnología, con evidencias empíricas potentes. Por
que el sistema político gestiona el poder y el sistema ello reiteran que esa idea que en occidente se pre-
económico gestiona la riqueza. Sin embargo, en lo senta como naturaleza humana, en otros contextos
que sigue superaremos esta manera compartimenta- sociales sería identificada como una naturaleza in-
da de razonar, viendo que es la bisagra del poder la humana, más asociada a patologías y prácticas anti-
que articula la conexión entre economía y política. sociales. Esta concepción occidental de la naturaleza

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Orígenes y enfoques de la Economía Ecológica

humana es parte de los discursos que se consolidan evoluciona sin pasar por filtros democráticos, elec-
con el triunfo del dualismo cartesiano y el raciona- ciones y parlamentos.
lismo científico parcelario, divorciando lo humano
de la naturaleza y al individuo de la sociedad.
En este contexto, la ideología dominante crea La invención de la Economía y su medio
instrumentos y dispositivos de control. Se idean dos ambiente in-estudiado
formas de paliar la “maldad” humana que se presu- Veamos cómo fue en el siglo XVIII cuando apa-
me natural: una primera forma relacionada con je- reció la Economía como disciplina independiente,
rarquías buenas, que consigan poner orden en ese ya que aunque antes se hablara del comercio, los pre-
caos maléfico logrando la paz social y el progreso cios o el dinero, estas reflexiones se vinculaban a la
con instituciones propias de un despotismo en lo moral o al poder, porque entonces se veía el juego
político que van desde la monarquía hasta la dicta- económico básicamente como un proceso de repar-
dura, que se supone han de gobernar en nombre del to de los frutos que generaba la Madre-Tierra. De
pueblo o del proletariado. La segunda forma que se ahí que este tipo de reflexiones tuviera lugar tanto
ha ideado de paliar esa maldad humana mantenien-
en manuales de confesores —como lo fue la famo-
do la libertad, al menos en teoría, es estableciendo
sa Suma de tratos y contratos de Tomás de Mercado
“contrapesos” democráticos y mercantiles. Surgen
(1569)— o en memoranda para la Corona. ¿Cómo
así las ideas de sistema político “democrático” (con
consiguió independizarse la reflexión económica
sufragio, división de poderes, etc.) y de sistema eco-
hasta alcanzar un cuerpo de conocimiento propio?
nómico “mercantil” (en el que se presupone que el
Como exponemos seguidamente, fue través de la
mercado logra, como por arte de magia, reconducir
noción de “producción”.
esos vicios privados en favor del bien público). Ve-
Como constato en mi libro La economía en evolu-
remos que desde la Economía Ecológica se aprecia
ción (2015a), la palabra economía no aparece todavía
que esto no suele suceder en el mundo real.
en su acepción moderna designando ninguna disci-
Con estas nociones de sistemas económico y po-
plina independiente en el primer Diccionario de la
lítico se produjo una inversión ideológica digna de
lengua castellana elaborado por la Real Academia en
subrayar. Desde finales del siglo XVIII, con el apo-
yo ideológico de estas nociones y sistemas, el afán 1726. Hubo que esperar a que surgieran en el si-
de acumular poder y dinero pasó de ser un vicio a glo XVIII los autores franceses hoy calificados de
considerarse algo bueno, algo que potencia, e inclu- fisiócratas, para que la economía emergiera como
so causa, el progreso de las naciones. En este pun- disciplina independiente y pretendidamente cientí-
to, la invención de la Política como lo que gestiona fica, construida sobre la nueva noción de producción.
el poder y de la Economía como lo que gestiona la Pues antes no se pensaba que la especie humana
riqueza, estando ambas disciplinas separadas de la fuera capaz de producir nada, sino que las riquezas
moral, ocasiona que Economía y Política ejerzan surgían como fruto de un maridaje entre el cielo y
hoy sin decirlo una función apologética de primer la tierra: “la Tierra concibe por el Sol dando a luz
orden del statu quo jerárquico y desigual. No está de todos los años” sus cosechas, señalaba Aristóteles
más insistir en el hecho de que la realidad no tiene en su De animalibus, o repetía Coopérnico en su De
costuras, que la riqueza y el poder no son dominios revolucionibus. Sin embargo, la aparición de la mo-
separados sino que interactúan. Por ello se dan fenó- derna ciencia experimental y, dentro de ésta, de la
menos como lo que en España se conoce como po- agronomía, mostraba que se podían acrecentar las
líticos conseguidores. Es decir, una clase política servil cosechas mediante prácticas desacralizadas. Se veía
al poder económico, que se esfuerza en buscar nego- en las cosechas una creación material que se podía
cios y rentas a compartir con el poder empresarial, a acrecentar colaborando con la Madre-Tierra. Se veía
través de su papel relevante en la esfera política y el un producto que superaba a los avances, lo que tradu-
mundo “democrático”. El poder político se instru- cido a términos monetarios arrojaba un saldo mone-
mentaliza para dar cancha al poder económico, que tario positivo, un saldo de valor añadido.

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El objetivo de la nueva ciencia económica era, siendo simplemente revender con beneficio, ya que
según Quesnay, jefe de filas de estos autores, acre- no es otra cosa que el saldo de valor añadido o de
centar ese producto a la vez físico y monetario sin producto que recogen nuestras Cuentas Nacionales
deteriorar la fertilidad de la tierra. Para él, producir (recordemos que el famoso PNB no es más que el
era “acrecentar las riquezas renacientes sin menosca- resultado de restar al valor monetario de un agre-
bo de los bienes fondo”, “no simplemente revender gado de “bienes y servicios” los gastos monetarios
con beneficio”. Y esas riquezas renacientes se consi- atribuidos a su obtención). Advirtamos cómo esta
deraban obligadamente asociadas a la Madre-Tierra. noción de producción es una creación de la mente
Pues, como afirmaba el marqués de Mirabeau, im- humana que tiene poco de universal, para ver des-
portante divulgador de esa escuela de pensamiento, pués cómo se fue produciendo la separación de la
la agricultura era una actividad de “institución di- noción de producción (y de crecimiento) del mundo
vina” en la que la especie humana tenía la ventaja físico en el que inicialmente se formuló con aparen-
de colaborar en ese proceso de creación “con el Dios tes visos de coherencia.
creador de todas las cosas”. A medida que fue quedando obsoleta la visión
En mi libro antes mencionado, subrayo que para organicista arcaica del mundo en la que encontró su
estos autores la actividad creadora asociada a la coherencia inicial la noción de producción, ésta se fue
Madre-Tierra no se limitaba a la agricultura, a los separando del mundo físico para referirse exclusi-
bosques y a la pesca, sino también a las minas, que vamente al universo de los valores monetarios. Este
aparecen recogidas como fuente de riquezas rena- desplazamiento se produjo a través de una serie de
cientes en la cabecera del famoso Tableau économique pasos intermedios que solo cabe esbozar aquí. A lo
de Quesnay (1758). Pues estas elaboraciones tienen largo del siglo XVIII las elaboraciones de la moder-
lugar en el siglo que va desde la publicación de los na ciencia experimental fueron erosionando la idea
Principia (1687) de Newton y del Tratado elemental organicista del mundo en la que se veía a la tierra
de química (1789) de Lavoisier. Es decir, en el siglo como un organismo sujeto a procesos de generación
que acusa el auge de la filosofía mecanicista, pero en y perfeccionamiento que el pensamiento alquímico
el que permanecen en pie las creencias alquímicas, trataba de acelerar. A finales del siglo XVIII y prin-
con su visión organicista del mundo, en el que se cipios del XIX vieron la luz el Tratado elemental de
pensaba que los minerales crecían y se perfecciona- química (1789) de Lavoisier, que sentó las bases de
ban en el seno de la tierra e incluso que los con- la química moderna, como también sendos trata-
tinentes dilataban sus límites (como postulaba una dos de mineralogía, de cristalografía y de geodesia,
tesis dirigida por Linneo en 1744). De ahí que en que evidenciaban que los minerales no crecían ni
mi libro mencionado concluya que la economía apa- se perfeccionaban en el seno de la tierra, ni que los
reció como disciplina independiente allá por el siglo continentes dilataban sus límites. Es más, después
XVIII, fruto de un maridaje entre filosofía mecáni- de realizar dos expediciones, una al Perú y otra a
ca y alquimia: basó su idea de sistema económico Laponia para medir el arco del meridiano terrestre,
sobre la metáfora de la producción y el objetivo del hubo consenso sobre la dimensión de la tierra y, tras
crecimiento, acordes con la vieja visión organicis- suponerla estable, se ideó el metro como unidad in-
ta del mundo. Como se estimaba que acrecentar la variable de longitud, equivalente a la diezmillonési-
producción de “riquezas renacientes sin menoscabo ma parte del cuadrante meridiano terrestre.
de los bienes fondo” era bueno para todo el mundo, Pero la noción de sistema económico, gobernada por
la economía se emancipó cómodamente de la mo- la idea de la producción y el afán de acrecentarla, no
ral y de la política. Desde entonces la meta de la se desvaneció junto con la cosmología arcaica en la
producción y el objetivo del crecimiento se han erigido que se apoyaba al principio, sino que siguió gozando
en el dogma de la ciencia económica asumido so- de buena salud. Pues, tras cortar el cordón umbilical
cialmente con generalidad, con la salvedad de que lo que inicialmente unía las nociones de producción y
que no quiere el hortelano le nace en la huerta, pues, de sistema económico al contexto físico natural, ambas
en contra de lo que decía Quesnay, producir acabó siguieron evolucionando a sus anchas en el universo

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Orígenes y enfoques de la Economía Ecológica

aislado de los valores monetarios: como ya hemos para circunscribirlo al universo aislado de los valores
apuntado, en contra de lo que pretendía Quesnay, de cambio y cayendo, así, en su característico reduc-
producir acabó siendo pura y simplemente revender cionismo monetario. Lo cual ha tenido importan-
con beneficio. tes reflejos al orientar la creación de instituciones e
Todo ello supuso un desplazamiento en la idea instrumentos de decisión importantes. Por ejemplo,
de riqueza y del modo de obtenerla. La idea de la con la instauración del derecho exclusivo de propie-
Madre-Tierra como fuente de riquezas dio paso a dad sobre la tierra y los bienes raíces y su libre mer-
la “ecuación natural” de la riqueza, enunciada por cantilización, se tratan todas las formas anteriores
William Petty, en la que afirmaba que “el trabajo es de propiedad como si fueran inmaduras o como si
el padre y la tierra la madre de la riqueza”. Surge pusieran trabas al verdadero y único derecho digno
así una nueva categoría de la ideología económica de ser considerado. A esto se añade la instauración
hoy dominante, el “padre trabajo”, que a modo de del dinero, de la banca y la extensión del proceso
ingrediente activo y masculino sustituye a las po- de mercantilización y financiarización en curso, que
tencias celestes a la hora de fecundar a la Madre- otorgan realismo al reduccionismo monetario del
Tierra. Pero más adelante el Padre-Trabajo eclipsará enfoque económico ordinario, estableciendo minis-
por completo el protagonismo de la Madre-Tierra terios de economía y generando sistemas de Cuen-
como generadora de riquezas. La primera frase que tas Nacionales, que cifran los agregados monetarios
encabeza el famoso tratado de Adam Smith sobre que monopolizan la atención para articular sobre
La naturaleza y causas de la riqueza de las naciones ellos la gestión. Y además se identifica el comporta-
(1775), pontifica que “el trabajo anual de cada na- miento de los “agentes económicos” con los patrones
ción es el fondo que la surte de todas aquellas cosas del egoísmo simplista del homo economicus.
necesarias y útiles para la vida”. La aceptación acríti- El reduccionismo del enfoque económico ordi-
ca generalizada de esta frase tan lapidaria denota el nario hace que decaiga su capacidad analítica y pre-
desplazamiento ideológico producido, apuntalando dictiva a la vez que aumenta su función apologética
las nuevas categorías de producción, trabajo y cre- del statu quo, pues contabiliza saldos positivos de
cimiento económico. Pues a poco que se reflexione producción, de renta y de consumo que se identifican
parece evidente que, entre otras cosas, el Sol que nos con el progreso, pero soslaya los aspectos no desea-
ilumina, el aire que respiramos o el agua que bebe- dos de deterioro ecológico y social que no entran
mos, que posibilitan además esos dos fenómenos en línea de cuenta. Gana así terreno la función en-
consustanciales con la vida que son la fotosíntesis cubridora del enfoque económico ordinario hacia
y el intercambio iónico, tienen todos ellos poco que aspectos ecológicos, sociales e individuales impor-
ver con el trabajo. tantes. Subrayemos algunos aspectos clave de la
El siguiente desplazamiento se produjo al mag- mencionada función encubridora. La idea usual de
nificar la función creadora de riqueza del que en sistema económico desvió la atención desde la ad-
principio fue un modesto ayudante de la Tierra y quisición y redistribución de riqueza hacia la pro-
del Trabajo: el Capital. Los economistas llamados ducción de la misma (mediante el trabajo): todo se
neoclásicos, de finales del siglo XIX y principios considera producción, aunque sea mera extracción,
del XX, postularon que siendo la Tierra y el Trabajo demolición, contaminación y deterioro (se habla de
sustituibles por Capital, éste era a la postre “el fac- producción de oro, de petróleo, u otras substancias
tor limitativo último en la creación de riqueza”. Y cuando se trata de mera extracción). En suma, que la
siendo el Capital expresable en dinero, vemos que metáfora de la producción se ha erigido en metáfora
se podía encerrar el razonamiento económico en el absoluta entendiendo por tal, desde el ángulo de la
universo de los valores monetarios. Se produjo, así, metaforología, aquella metáfora que proyecta juicios
la que acostumbro a denominar ruptura epistemoló- o valoraciones sobre temas relevantes de la realidad
gica neoclásica, que afianzó a la economía como dis- (en este caso económica) sin respaldo empírico ni
ciplina independiente aislándola, cortando el cordón racional alguno. Su función expresiva no puede, así,
umbilical que unía su razonamiento al mundo físico, racionalizarse, ni el concepto sustituirse, ocupando

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un lugar esencial en la historia del pensamiento y en cabe acrecentar deteriorando los componentes del
el paradigma sociocultural del que forma parte. Así, entorno físico, que no entran en su línea de cuenta).
la metáfora absoluta de la producción y la mitología
del trabajo y el crecimiento, cubren con un velo po-
sitivo la actividad económica, a la vez que encubren Perspectivas de la Economía Ecológica
los procesos de mera adquisición o extracción y los Cuando la red analítica de un enfoque deja un
daños físicos y sociales que generan y que pasan a ambiente in-estudiado, caben dos posibilidades de
formar parte de un “medio ambiente” in-estudiado abordarlo: una, estirando la misma red analítica con
por el sistema. ánimo de atrapar alguno de los objetos que perma-
Ese medio ambiente in-estudiado tiene varias di- necían in-estudiados; y otra, recurriendo a las re-
mensiones: i) un medio ambiente físico, ii) un medio des conceptuales de otros enfoques que ya venían
ambiente social, iii) un medio ambiente financiero, estudiando esos objetos. Ambos caminos se vienen
y iv) un medio ambiente político. Son todas dimen- utilizando para abordar el medio ambiente físico
siones que complejizan el proceso económico y las que deja in-estudiado el enfoque económico ordi-
facetas que escapan de la comprensión de la ideolo- nario. En primer lugar está la alternativa de estirar
gía económica dominante amparada en la metáfora la vara de medir del dinero a otras esferas, objetos
de la producción. y recursos que quedaban fuera de su alcance. Esta
La Figura 1 sintetiza cómo la economía se con- es la estrategia de la Economía Ambiental o tam-
solidó al ir recortando su objeto de estudio desde bién llamada Economía Verde: extender la vara del
el conjunto del mundo físico, hacia lo directamen- dinero para atrapar ciertas “externalidades ambien-
te útil, apropiable y valorable, hasta circunscribirlo tales” y aplicarles, ya dentro del sistema económico
al mundo de los valores monetarios. Como se des- usual, el análisis costo-beneficio. La otra alternativa
prende de la Figura 1, el conflicto entre economía consiste en adoptar un enfoque abierto y transdisci-
y ecología está servido de antemano al divorciarse plinar que permita integrar el conocimiento de otras
sus objetos de estudio: mientras que la ecología se disciplinas que tenían ya como objeto de estudio
ocupa del conjunto de la biosfera y sus recursos (en eso que para la economía era un medio ambiente
sus distintos aspectos y niveles de agregación: po- in-estudiado. Acá entran esa economía de la física
blaciones, ecosistemas, paisajes, etc.), la economía se que es la termodinámica y esa economía de la na-
ocupa de la producción de valores monetarios (que turaleza que es la Ecología, u otras disciplinas como

Medio ambiente físico


Todos los objetos de la biosfera y los recursos

Objetos directamente útiles

Objetos directamente útiles


La economía apropiados
se consolidó Objetos
recortando su apropiados y
objeto de valorados
estudio: Objetos
(enfrentando apropiados,
así economía valorados y
y ecología) “producidos”

Figura 1. Objeto de estudio reducido de la economía clásica, opuesto a un


enfoque de Economía Ecológica. Fuente: ilustración del autor.

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Orígenes y enfoques de la Economía Ecológica

la Hidrología o la Edafología, agrupadas en torno a tasas o multas, en consonancia con la problemáti-


lo que hoy se denominan Ciencias de la Tierra, a las ca del territorio en cuestión. Lo cual evidencia que
que recurre normalmente la Economía Ecológica, el instrumental monetario, con sus precios, tarifas,
junto las ciencias sociales y al instrumental mone- tasas o multas, dependerá y conducirá a resultados
tario e institucional que permite orientar la gestión. diferentes según cual sea el marco institucional que
El enfoque transdisciplinar de la Economía Eco- se establezca.
lógica trata de analizar cómo funciona el metabo- En un sentido más general, he venido subrayando
lismo económico en términos físicos, para utilizar que el enfoque económico estándar soslaya las raíces
después las dimensiones monetarias e instituciona- del deterioro ecológico, pues ignora que el habitual
les para mejorar su gestión, por contraposición al reduccionismo monetario valora solo el coste de ex-
reduccionismo monetario de la Economía Estándar, tracción de los recursos y no el de reposición. Con el
con sus derivaciones ambientales y verdes, que trata petróleo ya quemado, por ejemplo, no se piensa para
de extender dicho reduccionismo asignando valores nada en volver a juntar el CO2 y el agua para recons-
monetarios a determinados componentes del mun- truir los complejos enlaces de los hidrocarburos. Y
do físico. Y ¿cómo trata de hacerlo? ¿Cuáles son las al no considerar el coste de reposición de los recur-
propuestas o ideas paradigmáticas de la Economía sos naturales degradados, este sistema de valoración
Verde o Ambiental? Sin entrar en mucho detalle se favorece la extracción frente a la recuperación y el
pueden señalar dos caminos: uno imputando precios reciclaje. Se potencia así, sin decirlo, el extractivis-
a los objetos ambientales en litigio y otro estable-
mo propio de la civilización industrial, que acarrea
ciendo sobre ellos la propiedad privada y el inter-
el deterioro de la base de recursos planetarios, lo que,
cambio, para que afloren sus precios, imponiendo
dado el actual protagonismo de la especie humana
lo que se llama conservacionismo de mercado. En
en la tierra (que no crece), evidencia el horizonte
ambos casos se trata de extender el instrumental
de insostenibilidad hacia el que avanza la actual ci-
monetario a elementos del medio ambiente físico
vilización, por escasez de recursos y exceso de resi-
in-estudiado, basándose en dos principios: i) quien
duos. Además, a esta valoración sesgada que prima
contamina paga, para las “externalidades negativas”
la extracción, le sigue una creciente asimetría entre
(“daños ambientales”) y ii) quien conserva cobra, para
el valor monetario y el coste físico y humano de los
las “externalidades positivas” (“servicios ambienta-
procesos económicos: a mayor coste físico y trabajo
les”). El problema estriba en que si se potencia el
reduccionismo monetario de la Economía, se rele- más penoso, menor valoración monetaria. Este cri-
gan otros enfoques esenciales para la compresión terio usual de valoración hace que sean las últimas
y gestión de los problemas ecológico-ambientales. fases de gestión, comercialización y venta las que se
Sólo la toma de conciencia de que el instrumental lleven la parte del león del valor monetario creado
monetario gira en el vacío si no se conecta con otros a lo largo del proceso económico. Este criterio de
enfoques que ofrezcan puntos de apoyo sólidos en el valoración, que hemos formalizado y cuya aplicación
mundo físico e institucional, podría inducir a abrir hemos validado, es el que venimos denominando la
hacia la transdisciplinaridad el reduccionismo de la “regla del notario”, por ser en la mesa del notario
Economía Ambiental o Verde, haciéndola converger donde los promotores de los negocios suelen rema-
con los planteamientos de la Economía Ecológica. tar sus lucrativas operaciones (Naredo y Valero, 1999
Por ejemplo, orientar bien la gestión del agua en un y Naredo, 2015b). Por otra parte, el marco institu-
territorio exige conocer sus características edafocli- cional en el que se inscribe este enfoque económico
máticas, su hidrología, sus infraestructuras y usos ac- avala derechos de propiedad desiguales, organiza-
tuales y posibles, para elaborar con conocimiento de ciones jerárquicas, relaciones laborales dependientes
causa una ley de aguas que establezca cómo tratar los y un sistema financiero que además y para colmo
derechos de propiedad y/o las concesiones, la exis- amplifica la desigualdad. El resultado obligado que
tencia o no de bancos o de mercados de agua y los nos depara este conjunto de enfoques e instituciones
consiguientes sistemas de precios, tarifas, cánones, es el deterioro ecológico y la polarización social y

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territorial que observamos a diario en este mundo fuentes y sumideros, y advirtiendo que están someti-
económicamente globalizado. dos a irreversibilidades termodinámicas que dificul-
La propuesta alternativa de la Economía Ecoló- tan echar marcha atrás, como nos recuerda la flecha
gica o del por mí denominado enfoque ecointegrador, unidireccional del tiempo que recoge abajo la Figura
pasa obligadamente por la integración del oikos de 2. Este enfoque debe inducirnos a tomar conciencia
la Economía con el oikos de la Ecología. Frente a de la conveniencia de cerrar ciclos reconvirtiendo los
los enfoques parcelarios y sectoriales habituales, este residuos en recursos, y la necesidad de cuidar todo lo
enfoque debe priorizar el principio de integración del que ocurre en el territorio, tratando de evitar o paliar
conocimiento, de ahí que me guste llamarlo enfoque sus deterioros como todos los procesos del mundo
ecointegrador. Además, este enfoque trabaja con un físico, y de promover sus posibles mejoras de calidad,
objeto de estudio más amplio que el del enfoque asociadas a la biodiversidad, la topodiversidad y el
económico ordinario (ver Figura 2), ya que abarca paisaje.
los recursos, antes de que hayan sido valorados y, Frente al enfoque económico estándar, que razo-
tras considerar el proceso económico a través de las na sobre una única idea de sistema económico (el
actividades de apropiación, transformación y uso, se sistema económico que la Contabilidad Nacional cifra
sigue preocupando de ellos cuando siguen existien- en unidades monetarias), desde el enfoque eco-in-
do en forma de residuos, aunque su valor se haya tegrador se razona en una suerte de análisis de eco-
consumido. El enfoque de estudio ampliado abarca nomías de sistemas, al utilizar el instrumental de las
así el metabolismo del proceso económico desde sus disciplinas que se encargan de estudiar y modelizar
fuentes hasta sus sumideros, considerando también desde perspectivas diferentes los ecosistemas objeto
los posibles bucles de reciclaje. Y este metabolis- de estudio (ecosistemas agrarios, industriales, urba-
mo ha de inscribirse en el territorio en el que tenga nos) en relación con el territorio. Entre las múltiples
lugar, con sus características concretas (topografía, aplicaciones que podrían ejemplificar este enfoque,
litología, clima, suelos, vegetación, infraestructuras, valga el análisis realizado sobre el agua en Madrid
poblaciones, instituciones, bienes raíces). En este (Naredo (Coord.) 2009) que aparece sintetizado
contexto es en el que este enfoque sitúa los procesos en la Figura 3. En este caso se puede ver cómo se
económicos ordinarios de producción y consumo de mueven el agua azul, el agua verde y las aguas gri-
valor monetario que se dan en él, considerando sus ses, y cómo funciona la integración de los usos y

Ampliación del objeto de estudio

Recursos Residuos
Actividades de apropiación,
transformación y uso

Enfoque económico usual

Producción Consumo
(de valor (de valor
monetario) monetario)

Territorio

-t +t

Figura 2. Enfoque de estudio ampliado. Fuente: ilustración del autor.

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Orígenes y enfoques de la Economía Ecológica

(P) Situación actual en año medio.


Precipitación Unidad hm3
4.195
hm3 Ecuación: AE+P=ETR+EI±ΔS

ETR (1)
Agua azul Agua verde 3.553 hm3 ETR total
embalsada (stock medio (1)+(2)
(stock medio) aproximado) 3.855 hm3
500 hm3 700 hm3 ETR (2)
302 hm3

(AE)
Aportaciones Externas 1.267 hm3 Derivada a Riego
327 hm3 Reutilizada
Agua azul 6 hm3
1.909 hm3 Derivada Urbana
de la cual derivada a: 609 hm3
(EI)
Abastec. Urbano 195 hm3 Agua azul Agua gris 634 hm3 Escorrentia e
Riego 186 hm3 973 hm3 infiltración final
1.607 hm3

ETR (1): Evapotranspiración real espontánea del suelo y la vegetación natural y de los cultivos de secano.
ETR (2): Evapotranspiración inducida por los usos (incluye tanto el consumo por evapotranspiración del regadío,
como la parte consuntiva del uso urbano-industrial.
Agua gris: Recoge tanto los vertidos urbano e industriales como los lixiviados agrarios.
Caudales medios de los últimos 14 años y agua derivada media de los últimos 5 años.

Figura 3. Ciclo hidrológico y aproximación al agua azul y verde en la comunidad de Madrid. Fuente: ilustración del autor.

vertidos en el ciclo hidrológico. El motor solar saca que genera la noción de trabajo utilizada por dicho
el agua de su base entrópica, con sales y vertidos, y enfoque económico ordinario. Porque la noción de
la lleva de nuevo exenta de sales y contaminantes a trabajo considerada por este enfoque se refiere solo
las nubes, reanudando el ciclo como precipitación a actividades que tienen una retribución monetaria
y volviendo a entrar al sistema humanizado al ser o monetizable: por ejemplo, el aire que respiramos
captada, transportada, facturada, utilizada y vertida. ni se produce ni se consume, ni respirar es trabajo,
Para orientar bien la gestión, la Economía Ecológi- como tampoco lo es dar patadas a un balón, cuidar
ca tiene que modelizar todo este proceso en el que un jardín, tocar un instrumento musical o escribir
el “medio ambiente” brilla por su ausencia, ya que este artículo, si no hay retribución monetaria. Solo
su objeto de estudio abarca todas las fases del ciclo si la actividad conlleva retribución hay trabajo y hay
hidrológico, con independencia de que tengan o no producción y consumo de “bienes y servicios”. De
reflejo monetario, en forma de tarifas, tasas, multas, ahí que este enfoque ignore actividades de gran in-
etc. relacionadas con el agua. terés social como pueden ser las actividades domés-
Más que redundar en ejemplos que den cuenta ticas, de cuidados o de ayuda mutua o actividades
de la utilización de la Economía Ecológica en la musicales o artísticas muy placenteras, por carecer
mejor comprensión de sistemas y actividades eco- de retribución. A la vez que incluye otras que pue-
nómicas a distintos niveles de agregación (desde el den ser meramente especulativas o que encubren
ciclo del agua, un invernadero o una manufactura) tratos de favor, como trabajos bien retribuidos y
relacionadas con el entorno físico, es necesario re- muy productivos. Tampoco funciona la división en-
cordar que el reduccionismo del enfoque económico tre el trabajo que se supone penoso y ocio, supues-
ordinario genera también un medio ambiente social tamente placentero. Si analizamos el conjunto de
in-estudiado que cabe ejemplificar con las sombras actividades a las que dedican el tiempo las personas,

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J. M. Naredo

nos encontramos con actividades muy placenteras y mercantil orientada por la exclusiva brújula del lucro
creativas que pueden estar o no retribuidas. A la vez y del trabajo dependiente, en favor de actividades
vemos el ocio invadido por actividades tan poco gra- (útiles e incluso placenteras) más libres, creativas y
tificantes como el tiempo dedicado a hacer declara- cooperativas. A la vez que se reorganice el propio
ciones para pagar impuestos, cobrar el paro, buscar campo del trabajo asalariado, a fin de evitar la ac-
trabajo, transportarse, comprar o hacer gestiones di- tual dicotomía entre el paro y el trabajo compulsivo
versas. Este tipo de actividades poco gratificantes, y de corregir la acusada asimetría que hoy se observa
o incluso penosas, que invaden cada vez más el su- entre la retribución y la penosidad del trabajo (for-
puesto “tiempo libre” constituyen lo que Ivan Illich malizada por la Regla del Notario). Todo ello unido
llamó “trabajo sombra” (shadow work). a la necesidad de revisar críticamente la propia no-
Lo lógico para el bienestar social sería contemplar ción de “tiempo libre”, para defenderla de las servi-
todas las actividades para promover aquellas más dumbres del “trabajo sombra” (antes mencionado).
creativas, que generan más utilidad social y que son Situación que sería consustancial con una sociedad
más placenteras, compartiendo y retribuyendo me- que escape a la fe beata en un progreso apoyado en
jor las más penosas (al revés de los que ocurre bajo la metáfora encubridora de la producción, con todas
el predominio de la Regla del Notario). Pero, como sus derivaciones, y con un movimiento sindical que
es sabido, el problema estriba en que la instauración sepa ver más allá de la noción de trabajo, para abrir
de la propiedad privada absoluta sobre la tierra, con su reflexión y su reivindicación en los sentidos an-
todos sus recursos, y la concentración de la riqueza tes mencionados”. En resumidas cuentas, que para
en pocas manos, forzó al grueso de la población a pensar una sociedad verdaderamente alternativa o
ejercer un trabajo dependiente, haciendo que al fi- corregir la actual, el pensamiento tiene que escapar
nal de este proceso los pobres, en vez de pedir pan, del corsé de la ideología económica dominante.
pidan trabajo. Lo cual hace que la sociedad asuma Continuando con el medio ambiente in-estudia-
como algo propio el énfasis que otorga la ideología do que genera el enfoque económico ordinario se
económica dominante a su noción productivista y debe señalar también el medio ambiente financiero,
dependiente del trabajo, asociadas a la meta del cre- pues nos topamos con una paradoja muy fuerte y
cimiento económico. comúnmente ignorada: mientras el reduccionismo
Hace ya más de veinte años que apunté el panora- monetario propio de la economía estándar ha in-
ma que se abre ante la noción de trabajo, panorama ducido con razón a calificarla de crematología, raras
que, como creo que mantiene una actualidad palpi- veces se percibe que se trata de una crematología in-
tante, me tomo la licencia de reproducir ahora: “Las completa que soslaya muchas de las formas habitua-
perspectivas que ofrece la encrucijada actual —decía les de hacer dinero. ¿Cómo es posible que esa ciencia
entonces (Naredo, 1997, p. 72)— han de oscilar en- del dinero (o de los valores de cambio) que acabó
tre los dos extremos siguientes. El de una situación siendo la economía, en vez de estudiar en profun-
en la que se sigan dando nuevas vueltas de tuerca al didad las formas de hacer dinero, ignore o soslaye
aumento conjunto del paro y el trabajo compulsivo, algunas y agregue indiscriminadamente otras? Por-
de la competitividad, la insolidaridad y la segmen- que efectivamente el enfoque económico ordinario
tación social. Situación consustancial a una sociedad acostumbra a veces a soslayar y otras a revestir con
que permanecería prisionera de la mitología del tra- el manto tranquilizante de la producción, las activi-
bajo y de las ideas que la envuelven, siendo inca- dades de mera adquisición o extracción de riquezas.
paz de reaccionar para poner coto a la precarización Así, mientras se magnifica la producción de bienes y
de las condiciones laborales, y de un movimiento servicios como forma esencial y casi única de hacer
sindical limitado a discutir las retribuciones de los dinero, se encubren o ignoran todas las otras formas
asalariados y a pedir las peras del pleno empleo asa- habituales de conseguirlo, que se derivan hoy sobre
lariado al olmo de la presente sociedad capitalista. O todo del comercio de bienes patrimoniales (inmue-
bien, el de una situación en la que se practique una bles, acciones, empresas) ligado a los procesos de fi-
reducción consciente del dominio de la actividad nanciación en curso y a las “mordidas” asociadas a

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Orígenes y enfoques de la Economía Ecológica

concesiones y megaproyectos en los que la finalidad en el actual mundo globalizado e interrelacionado,


productiva acostumbra a ser un mero pretexto que eso que se llama “desarrollo” es una cuestión posicio-
encubre la verdadera finalidad de pillar lucros des- nal y que si unos están arriba es porque otros están
medidos en algunas de sus fases. abajo. Lo cual permite definir cuantitativamente lo
Lo anterior pone en cuestión la idea usual, apo- que es un país desarrollado trascendiendo las bru-
yada en la metáfora de la producción, que define a mas que genera la metáfora de la producción. Desde
un país rico o desarrollado como aquel que es muy esta perspectiva más amplia (Naredo, 2015b) cabe
productivo, que ahorra mucho y puede prestar al res- definir un país desarrollado como aquél que tiene
to del mundo. El hecho de que el país más rico, los una relación de intercambio favorable y/o que ejerce
EEUU, sea a la vez el más endeudado de la tierra, como atractor de capitales del resto del mundo; que
revienta desde dentro esta idea. En efecto, según da- es importador neto de recursos y exportador neto de
tos del FMI, se mostraba en 2017 un balance cuyo residuos; y que atrae población del resto del mundo.
un pasivo neto frente al resto del mundo superaba Como vengo señalando desde hace tiempo (Nare-
los siete billones (1012) de dólares, dejando muy do, 2004; 2015b; Naredo y Gutiérrez, (Eds.), 2005)
pequeña la deuda de los países pobres. Y ¿cómo es resulta mucho más fructífero utilizar los modelos
que nadie le pide que pague la deuda? Porque está parásito-huésped y depredador-presa aplicados en
constituida mayoritariamente por “pasivos no exigi- ecología, que el enfoque económico usual (patroci-
bles” (que son el dólar, desde que en 1971 se eliminó nado por la metáfora de la producción) para analizar
su respaldo en oro, o las acciones y participaciones la posición de la especie humana en la tierra y las
de sus empresas) o en pasivos exigibles “tituliza- relaciones entre los territorios en el panorama que
dos” (como fueron las famosas hipotecas sub prime) acabamos de describir. Dos inquietantes conclusio-
que exportan el riesgo de impago a los mercados nes que resultan de estas aplicaciones: 1) que la es-
financieros internacionales. Los crecientes déficits pecie humana es la única entre los mamíferos que
exterior (comercial y por cuenta corriente) y pre- ejerce un papel relevante como como patología te-
supuestario de EEUU, que engrosaron su enorme rrestre, y 2) la única cuyos patrones demográficos se
pasivo frente al resto del mundo, muestran que el escinden según niveles de ingresos o de patrimonio:
“desarrollo”, más que una cuestión de producción, las personas y países más ricos se ajustan al modelo
es una cuestión de poder y posición, que privilegia a depredador y los más pobres al modelo presa. Lo
determinados países. Y ¿cómo lo hace? Por dos ca- cual muestra que, tras la fachada de las declaraciones
minos. Uno, consiguiendo una relación de intercam- que postulan la igualdad de derechos humanos, la
bio comercial favorable frente al resto del mundo (es especie humana va camino de escindirse con el apo-
decir, trepando por la curva de la Regla del Notario yo que dan a los más ricos los medios exo-somáticos
hacia los escalones más valorados) y, otro, atrayendo cada vez más potentes (en inteligencia artificial, ro-
capitales del resto del mundo, a base de emitir pa- bótica, medicina, etc.). Se produce así un panorama
sivos no exigibles y de titulizar sus propios pasivos social cada vez más esquizofrénico que enfrenta las
exigibles, que el resto del mundo acepta. Y si unos buenas intenciones formales de igualdad y cohesión
países tienen una relación de intercambio favorable social generalmente asumidas en declaraciones y
es porque otros la tienen desfavorable. Lo mismo constituciones, y la cruda realidad que muestra una
que si unos países consiguen atraer el ahorro del res- creciente polarización social y territorial.
to del mundo es porque a otros países se les escapa. Hemos venido viendo que la metáfora de la
De esta manera, la mayor capacidad de compra so- producción oculta el predominio de la extracción,
bre el mundo de la que disponen los países ricos les adquisición y deterioro de recursos y ecosistemas,
permite usar al resto del mundo como base de re- respaldando la fe en el progreso. A la vez que la
cursos y sumidero de residuos (siendo deficitarios en idea de mercado soslaya el desplazamiento y con-
recursos y excedentarios en residuos y manteniendo centración de poder hacia el campo económico em-
patrones de comportamiento imposibles de genera- presarial. La economía estándar soslaya también las
lizar a escala planetaria). Todo lo cual evidencia que importantes mutaciones que se han producido en el

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J. M. Naredo

panorama empresarial, en el que surgen empresas holgadamente con los medios de pago que emite.
capaces de crear “dinero bancario” y “dinero finan- ¿Cuáles son las consecuencias? El trabajo ya no es
ciero”, de cobrar peajes, conseguir privatizaciones, el protagonista de esta tercera fase de acumulación,
recalificaciones, concesiones o marcas, entre muchas como tampoco lo fue en la acumulación primiti-
estrategias que utilizan para lograr “nichos de nego- va. Y los beneficios empresariales y el crecimiento
cio” al resguardo de la libre competencia que teóri- económico no suponen ya mejoras generalizadas
camente se predica. Se puede decir incluso que antes de la calidad de vida de la mayoría de la población,
el Estado controlaba a las empresas pero que ahora que tiene que mantener el festín de beneficios,
hay empresas y empresarios que controlan al Esta- plusvalías y comisiones que se llevan unos pocos,
do y a los medios masivos de comunicación. Prueba originando insatisfacción general y la aparición de
de esta mutación que desplaza el juego económico nuevos “sujetos históricos” frente al problema.
desde la producción hacia la adquisición de riqueza Se busca entonces un cambio de paradigma. Al-
amparada por el poder, es que para los gestores va gunos elementos necesarios para facilitar este cam-
quedando obsoleto el productivismo, no ya de los bio pasan por rechazar los falsos atajos que han
fisiócratas, sino también de la economía clásica e in- venido tratando de forzar cambios apoyándose en
cluso de la neoclásica, adquiriendo protagonismo la ideas e instituciones asentadas en el statu quo que
teoría de juegos y las “Lecciones de Maquiavelo para se quiere cambiar. Para ello hay que reconocer que
directivos”. Así se titula el libro que apareció en una no se puede avanzar hacia una sociedad de perso-
colección especializada para directivos de empresas nas libres e iguales apoyándose en la idea occiden-
( Jay, 2000), porque para este juego de adquisición tal de naturaleza humana, ni en las nociones al uso
de riqueza importan mucho más las lecciones de de sistema político y de sistema económico, con
Maquiavelo que las prédicas en favor del trabajo, la sus categorías, con sus instituciones y con sus or-
producción y la frugalidad de Smith. ganizaciones empresariales y políticas jerárquicas
De ahí se derivan consecuencias políticas y y elitistas. Pues hay que recordar que las actuales
económicas. Fundamentalmente se produce una ideas de sistema político democrático y económi-
refundación oligárquica del poder. Más que neo- co mercantil, hablando en nombre de la libertad
liberalismo lo que hay es un neocaciquismo o des- y la igualdad, han asumido y promovido la rivali-
potismo democrático de tomo y lomo: en España dad, la competencia, el egoísmo y la avaricia, que
el “caciquismo agrario tradicional” ha dado paso aportan justo el caldo de cultivo en el que prospera
a un “neocaciquismo empresarial” (inmobiliario y la tiranía, tal y como nos explicó hace siglos bien
financiero) que con la ayuda de “políticos conse- claramente La Boétie en La servidumbre volunta-
guidores”, ha venido encadenando burbujas espe- ria (1576). Lo cual explica la metamorfosis que
culativas. Tras la llamada acumulación primitiva, hace que la utopía liberal, como la dictadura del
por apropiación de los territorios y recursos de proletariado, acabe abriendo camino a nuevos des-
formaciones “precapitalistas” o “periféricas” y tras potismos, que en la coronada democracia española
la acumulación capitalista, mediante producción adquieren tintes neo-caciquiles. Como se señala en
y venta de mercancías, estudiadas por Marx, hoy la Tabla 1, si de verdad perseguimos la igualdad y la
predomina la que he denominado “tercera fase de cohesión social, habrá que apoyarlas desde la base,
acumulación capitalista” (Naredo, 2015b). En ella promoviendo relaciones de amistad, cooperación,
las empresas más poderosas crean dinero bancario solidaridad, desprendimiento, confianza y constru-
y financiero, promueven lucrativos megaproyec- yendo sobre ellas una democracia verdaderamente
tos y adquieren las propiedades del Estado y del participativa.
capitalismo local con las acciones que emiten, es Por otra parte, un cambio de paradigma sociocul-
decir, con sus propios pasivos. A diferencia de la tural que vaya en este sentido plantea la necesidad
acumulación primitiva, suele tratarse de un pro- de construir una Filosofía común que reinterprete
ceso incruento, en el que la expansión y apropia- y oriente la evolución humana hacia la conviven-
ción del nuevo capitalismo financiero se sufraga cia y la felicidad compartidas, negando el afán de

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Orígenes y enfoques de la Economía Ecológica

acumular poder y dinero como fuentes del progreso. Esta evolución tendría que venir acompañada por
Esta filosofía debe reorientar el proceso de indivi- un desplazamiento de la concepción maquiavélico-
duación sesgada e incompleta que ha sembrado la smithiana de la Economía y la Política hacia el pre-
actual civilización, promoviendo cambios mentales dominio de la reciprocidad y la convivialidad.
e institucionales que palíen el divorcio entre las pro- En síntesis, que la emergencia de un nuevo para-
mesas de libertad e igualdad y las crudezas e injusti- digma que se muestre ecológica y socialmente más
cias de la sociedad jerárquica actual. saludable reclama pasos que vayan en el sentido que
abajo se apunta:
Tabla 1. Comparación de valores de la tiranía y la 1. Desde el reduccionismo del dinero y el poder
democracia (participativa). Fuente: elaboración propia. hacia enfoques políticos y económicos abiertos
y transdisciplinares (esto implica abrir el objeto
TIRANÍA DEMOCRACIA
(caciquismo “democrático”) (participativa) de estudio y democratizar la reflexión político-
• Rivalidad/competencia • Amistad/cooperación económica).
• Egoísmo • Solidaridad 2. Desde un paradigma de “el sistema político” y
• Avaricia • Desprendimiento
“económico” hacia una política y una economía
• Desconfianza, miedo... • Confianza, libertad...
de sistemas.
3. Desde la individualidad posesiva y dependiente
Con el propósito de hacer realidad los derechos hacia la individualidad ética, desprendida y au-
prometidos hay tres tareas impostergables: i) poten- tónoma.
ciar las relaciones de redistribución y reciprocidad 4. Desde la pelea competitiva hacia la cooperación
frente al intercambio mercantil, ii) incentivar re- y la convivialidad (esto es, desde la enemistad
laciones de cooperación, de amistad y solidaridad, hacia la amistad, desde la desconfianza hacia la
supeditando a ellas el contractualismo mercantil y confianza).
la competitividad hoy imperantes, y iii) someter a
estos principios las ideas e instituciones del sistema 5. Desde el individuo hacia la persona y el ciuda-
económico y político. dano.
Las anteriores ideas convergen en un proyecto 6. Desde los gobernados pasivos hacia los ciudada-
más amplio alrededor de la reconstrucción de iden- nos activos.
tidades en curso para la re-creación de la sociedad Hagamos algunas reflexiones finales sobre el
civil. Un proyecto que permita el tránsito de la figura cambio de paradigma necesario, trascendiendo la
de individuo-consumidor hacia la de persona-ciu- Economía Convencional y buscando avanzar hacia
dadano. Lo cual exige romper con esa idea de “in- la Economía Ecológica. En primer lugar hay que
dividuo” como categoría pre o anti social, ávido de superar una reflexión económica centrada en el ais-
dinero y de poder: el homo economicus que solo desea lado universo de valores monetarios, desplazando
enriquecerse y disfrutar, y también el homo politicus la atención hacia los aspectos físicos y socio insti-
que solo quiere dominar y mandar. Esta es la base tucionales del proceso económico. Se debe salir de
ideológica que ha permitido que, tras las declara- la concepción del mercado como panacea (que es
ciones formales de igualdad, se escinda la sociedad, el discurso de la desregularización para facilitar el
por un lado, en una élite de empresarios y políticos negocio del algunos) hacia una concepción del mer-
activos y, por otro, en una mayoría de gobernados cado como instrumento (apoyado en un paradigma
y explotados pasivos. Se necesita entonces avanzar de regulación, que atiende a la consecución de de-
hacia una concepción del ciudadano como sujeto terminadas metas ecológicas y sociales). Todo esto
moral. Un individualismo ético (como sugiere Ja- pasa también por una re-conceptualización tanto de
vier Muguerza) que articule sobre él la dimensión la idea de naturaleza humana como de la naturale-
de ciudadano como sujeto político y económico za en sí misma. Lo cual empuja a abandonar ideas
activo, que contribuya a organizar la convivencia. simplistas acerca del individualismo y los discursos

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J. M. Naredo

sobre “medio ambiente”, que mantienen el dualismo Lavoisier, A., 1798. Tratado elemental de química. Tra-
cartesiano que enfrentan especie humana y natura- ducción de Pedro Julián Pereyra. Imprenta Real, Ma-
drid.
leza, economía y ecología, prometiendo mejorar la
calidad de vida a la vez que deterioran su ambiente. Naredo, J., 1997. Configuración y crisis del mito del
trabajo. En: VVAA, ¿Qué crisis? Retos y transforma-
Frente a ello la Economía Ecológica trata de evitar ciones de la sociedad del trabajo. Tercera Prensa; Hiru-
esos divorcios para conseguir una simbiosis enrique- garren Prentsa, Donastia, España. pp. 51-73.
cedora entre especie humana y naturaleza. Para lo Naredo, J., 2004. Diagnóstico sobre sostenibilidad: la es-
cual se han de considerar los recursos naturales, no pecie humana como patología terrestre. Boletín Ciu-
solo como limitantes, sino sobre todo como suge- dades para un Futuro más Sostenible 32, disponible
rentes, para ajustar a ellos una gestión que consiga en: http://habitat.aq.upm.es/boletin/n32/ajnar.html;
consultado: junio de 2018.
esa simbiosis. En suma, que el desplazamiento des-
de el enfoque económico ordinario o estándar hacia Naredo, J. (Coord.), 2009. El agua virtual y la huella hi-
drológica de la Comunidad de Madrid. Cuadenos 5 de
el enfoque eco-integrador propio de la Economía I+D+I. Canal de Isabel II. Madrid.
Ecológica va asociado a cambios mentales e insti-
Naredo, J., 2015a. La economía en evolución: historia y
tucionales mucho más amplios, cambios que en su perspectivas de las categorías básicas del pensamiento
conjunto darían lugar a la emergencia de un nuevo económico. 4a ed. Editorial Siglo XXI, Madrid.
paradigma sociocultural. Naredo, J., 2015b. Raíces económicas del deterioro ecoló-
gico y social. Más allá de los dogmas, 2a ed. Editorial
Agradecimientos Siglo XXI, Madrid.
Agradezco a Carmenza Castiblanco haberme Naredo, J., 2015c. Economía, poder y política: crisis y
invitado intervenir en el Encuentro de Economía cambio de paradigma. 2a ed. Editorial Díaz & Pons,
Ecológica que tuvo lugar en octubre de 2016 en Bo- Madrid.
gotá y, posteriormente, a ayudarme a preparar este Naredo, J., 2015d. Claves para un cambio de paradigma.
texto enviándome una síntesis o borrador sugiriendo Naturaleza humana, medio ambiente y derechos hu-
manos. Rev. Ambienta 113, edición diciembre.
los aspectos clave de mi intervención.
Naredo, J., Valero, A. (Dirs.), 1999. Desarrollo económico
y deterioro ecológico. Colección Economía y Natura-
Bibliografía leza. Fundación Argentaria; Visor Distri., Madrid.

De Mercado, T, 1977. Suma de tratos y contratos, facsímil Naredo, J., Gutiérrez, L. (Eds.), 2005. La incidencia de
de 1569. Edición a cargo de Nicolás Sánchez Albor- la especie humana sobre la faz de la Tierra. Colección
noz, Instituto de Estudios Fiscales, Madrid. Economía y Naturaleza. Fundación César Manrique;
Editorial Universidad de Granada, Lanzorate, España.
Descola, P., 2005. Par-delà nature et culture. Éditions
Gallimard, Paris. Sahlins, M., 2011. La ilusión occidental de la naturaleza
Jay, A., 2000. Maquiavelo: Lecciones para directivos. humana. Traducción de Liliana Andrade Llanas. Fon-
Gestión 2000. Barcelona, España. do de Cultura Económica, México DF.
La Boétie, E., 1576. Discours de la servitude volontaire. Smith, A., 2011. La riqueza de las naciones. Traducción
Bonnefon, Paris. Reediciones traducidas por editoria- de Carlos Rodríguez Braun. Alianza Editorial, Ma-
les Tecnos, Tusquets y Sexto Piso. drid.

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