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“Las cosas cambian o nosotros las cambiamos. Es un poco de ambas situaciones.

El
movimiento en un sentido viene del exterior, algo nos afecta, nos estimula, nos ordena,
nos programa, nos condiciona” [GALINDO CACERES, 2003]. En un mundo de
constantes cambios, todo debe ser puesto en consideración de dichas transformaciones
para encontrar una manera sintetizada de poner todo en común y en acceso de la
comunidad a la que pertenecemos.

En el artículo “Cibercultura de la investigación. Intersubjetividad y producción de


conocimiento” el maestro Jesús Galindo Cáceres habla acerca de la unión que cultura y
cibernética han tenido para poder dar paso a la transformación de los sistemas en los
que se concretan la información, la comunicación y el conocimiento.

Todo esto, aunado, se ejemplifica de manera precisa con el concepto de cibercultura,


mismo que es explicado a partir de sus raíces y que por sus significados la definen como
una metacultura y una cibernética de segundo grado que ordenan y dirigen a los
sistemas rumbo a una mejor forma de estructuración y organización.

Asimismo, a la par con otro artículo de su autoría titulado “La ciberciudad. Una visión
de lo social y lo urbano desde la cibernética, la sistémica y la comunicología”, Galindo
Cáceres proporciona elementos conceptuales que reivindican la manera de trabajo, de
investigación y de interacción social en nuevas redes sistemáticas para la comunicación.

Interpreta a la realidad como una construcción que ha sobrepasado a la técnica, a la


tecnología y a la misma estructura del conocimiento. Las relaciones sociales deben
ahora también ser entendidas desde otros núcleos. Por ejemplo, posicionar a la Internet
como un espacio en donde ha sido posible la interacción social, aunque esté desfasada
en el tiempo o no sea inmediata su objetivación.

En este caso, el también Doctor en Ciencias Sociales enuncia que no es suficiente con
pensar que la cibercultura es el sinónimo de la convergencia entre computadoras e
Internet, trasciende los límites de éstas para dar paso a las construcciones que la
sociedad emplea para estructurarse y justificarse.

“Todo está pasando tan rápido que una visión momentánea con cierta precisión
desaparece debajo de nuevos acontecimientos” [GALINDO CÁCERES, 2005]. La
interpretación y conceptualización de lo que pareciera hasta hoy ha funcionado y se
mantiene por inercia, nos remite a pensar qué es lo que ha ocurrido con los procesos
humanos en la misma cultura (enfatizando en rubros como la investigación, las
complejidad de vida en las urbes, la ciencia y la tecnología) en las últimas décadas,
donde el apogeo y la hegemonía de las materializaciones de los avances científicos y
tecnológicos ha ponderado en la manera en la que actualmente son realizadas las tareas
de los investigadores y se ha explayado hasta ser accesible y útil para aquellos que no
necesariamente lo son.

En resumen, ambos textos presentan una serie de enfoques que a través de conceptos y
formas estructuradas, Galindo Cáceres menciona cómo es que se reconstruyen
actualmente la cultura y la cibernética para poder alojar en su conformación a otros
conceptos como la cibersociedad, la ciberciudad, la comunicología y la sistémica.

Al margen de todo esto, es necesario recalcar cómo es que las ciencias sociales se guían
a través de la delimitación de su objeto de estudio: “el mundo del ser humano y, como
tal, un producto del espíritu humano, algo que se ha creado histórica y socialmente por
el ser humano a través del lenguaje” [URSUA N., 2006].

Retomando que a través de la postura lingüística, hermenéutica – fenomenológica se


prioriza el estudio del humano per se, como un ser capaz de construirse y reconstruirse a
través de la misma cultura y gracias a sus procesos de raciocinio, cognitivos y de
abstracción, las vertientes interpretativas, descriptivas y lingüísticas, se aúnan para
estudiarlo y explicarlo.

“En las ciencias humanas y sociales, como se verá, no se trata de cualquier sentido, ni
de cualquier comprensión vulgar, sino de la comprensión explicativa” [URSUA N.,
2006]. Es por esto, que en los dos artículos de Jesús Galindo, es posible apreciar la
formulación de un modelo explicativo de la realidad en torno a la cibercultura con base
en conceptos que la explican, la sitúan en el contexto actual e incluso, se sitúan algunas
de las ventajas que la cibernética en conjunto con la cultura dan a la apertura de una
demanda activa de personas como usuarios de los nuevos sistemas de información y
conocimiento.

En el caso de “Cibercultura de la investigación. Intersubjetividad y producción de


conocimiento”, a continuación se muestra un esquema en el que se precisan los tópicos
generales que se dan en torno al tema, así como sus tópicos particulares que en conjunto
ofrecen una interpretación de la actualidad en torno a la nueva configuración de los
sistemas de investigación con base en la cibercultura.

Caso “La ciberciudad. Una visión de lo social y lo urbano desde la cibernética, la


sistémica y la comunicología”
Bibliografía y fuentes electrónicas de consulta

 GALINDO CÁCERES, LUIS JESÚS, “Cibercultura de la investigación.


Intersubjetividad y producción de conocimiento” en Revista Textos de la
cibersociedad, México, no. 3, 2003. Consultado en:
http://www.cibersociedad.net, el 27 de noviembre a las 21:22hrs.
 GALINDO CÁCERES, LUIS JESÚS, “La ciberciudad. Una visión de lo social
y lo urbano desde la cibernética, la sistémica y la comunicología” en Andamios:
revista de investigación social, México, año 1, no. 2, junio 2005, pp. 149 - 172.
Consultado en:
 URSUA NICANOR, DE DIOS GONZÁLEZ JUAN, Introducción a la filosofía
de las ciencias humanas y sociales, México, Ed. Coyoacán, 2006. 188 pp.
Consultado en: http://redalyc.uaemex.mx/

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