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Universidad de El Salvador

Facultad de Ciencias y Humanidades

Departamento de Letras

Tema:

Marco Teórico

Asignatura:

Sociolingüística

Catedrático:

Lic. Fredy González

Estudiantes:

Recinos de González, Sandra Lorena RO08009

Reyes Crespín, Rubén Eduardo RC14035

Ciudad Universitaria, 30 de septiembre 2,019


ÍNDICE
Pág.

CAPITULO II
MARCO TEÓRICO
1. LA SOCIOLINGÜÍSTICA.................................................................................3
1.1Lengua y sociedad...................................................................................3
1.2 Sociolingüística...................................................................................4
1.3 Variación lingüística.............................................................................5
1.4 Factores Sociales.................................................................................8
1.4.2 Estrato social.................................................................................11
1.4.3 Edad............................................................................................11
2. EL LENGUAJE DE LOS JÓVENES....................................................................13
3.....................................................................................................EL APODO
16
3.1 El apodo..........................................................................................16
3.2 Precisiones Conceptuales del Apodo........................................................17
3.3 Metáfora y Metonimia: dos consideraciones conceptuales para entender el apodo 17
3.4 Características de los apodos.................................................................19
3.5 Clasificaciones del Apodo.....................................................................19
3.6 Distinción del apodo...........................................................................20
BIBLIOGRAFÍA...............................................................................................22

2
CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

1. LA SOCIOLINGÜÍSTICA

1.1 Lengua y sociedad.

Para entrar al tema de la sociolingüística es pertinente primero señalar la relación existente entre
lengua y sociedad, puesto que el objeto de estudio de la sociolingüística es el lenguaje
relacionado con diversos factores sociales extralingüísticos como: la edad, el sexo, el estatus
socioeconómico, etc. A este respecto Álvarez (2007) hace la siguiente afirmación:

La sociolingüística estudia la relación existente entre el lenguaje y la sociedad. Hay


quienes ven una diferencia entre sociolingüística y lingüística: sostienen entonces que la
lingüística se ocupa de la estructura de la lengua y excluye los contextos sociales en los
que se aprende y se usa el lenguaje: esta visión es la de las teorías estructurales; pero para
quienes piensan que esta relación se encuentra entre los mismos orígenes del lenguaje
humano, no es posible estudiar el uno sin la otra. En este sentido, se cree que la relación
entre lengua y sociedad es una relación necesaria, puesto que no hay lengua sin sociedad.
Autores como Hymes (1974) y Labov (1972) sostienen que la lingüística es
sociolingüística. (p.7)

Al estudio sociolingüístico no le interesa un estudio estructural de la lengua sino que, su interés


se centra en el él estudio del lenguaje en relación con los diferentes contextos sociales en los que
se desenvuelve el individuo, en todos aquellos factores extralingüísticos y diversos factores
sociales que influyen el él habla del individuo. Álvarez (2007) continúa diciendo:

Lengua y sociedad son dos realidades interrelacionadas, de tal manera, que es imposible concebir
la existencia de una sin la otra. La finalidad básica de una lengua es de servir de instrumento de
comunicación y, por lo tanto, es parte de la cultura de la que forma parte. Pero la lengua no es
simplemente un vehículo para transmitir información, sino también un medio para establecer y
mantener relaciones con otras personas. La función de la lengua de establecer contactos sociales,
y el papel social de transmitir informaciones acerca de los mismos hablantes forman parte de la
íntima relación entre la lengua y la sociedad. (p,7)

Lengua y sociedad son dos realidades interrelacionadas, de tal manera, que es imposible concebir
la existencia de una sin la otra. La finalidad básica de una lengua es de servir de instrumento de
comunicación y, por lo tanto, es parte de la cultura de la que forma parte. Pero la lengua no es
simplemente un vehículo para transmitir información, sino también un medio para establecer y
mantener relaciones con otras personas. La función de la lengua de establecer contactos sociales,
y el papel social de transmitir informaciones acerca de los mismos hablantes forman parte de la
íntima relación entre la lengua y la sociedad.

1.2Sociolingüística.

Existen diversas definiciones para esta disciplina lingüística. Diversidad de teóricos a lo largo de
los años han tratado de definirla con el fin de delimitar su objeto de estudio. Se podría definir
simplemente como el estudio de la relación entre lenguaje y sociedad. Por su parte Corvalán
(2001) la define como:

En sentido amplio, podemos definirla como el estudio de aquellos fenómenos lingüísticos


que tienen relación con factores de tipo social. Estos factores sociales incluyen: (a) los
diferentes sistemas de organización política, económica, social y geográfica de una
sociedad; (b) factores individuales que tienen repercusiones sobre la organización social
individual, como la edad, la raza, el sexo y el nivel de instrucción; (c) aspectos históricos
y étnico-culturales; (d) la situación inmediata que rodea la interacción; en una palabra, lo
que se ha llamado el contexto externo en que ocurren los hechos lingüísticos. (p.1)

Los estudios de la sociolingüística se contraponen al estudio idealizado y descontextualizado de


la lengua del estructuralismo. La sociolingüística por su parte deja atrás la homogeneidad del
estructuralismo y aborda la heterogeneidad de las lenguas en toda su complejidad para identificar
patrones o regularidades en la conducta de los hablantes, con el objetivo de llegar a una teoría de
la variación. Por lo cual, el contexto cobra vital importancia ya que incide de manera significativa
en la variación lingüística de un determinado país o región. Por otro lado Londoño (2012) realiza
la siguiente definición:

La sociolingüística puede entenderse como aquella ciencia que explica la forma como se
inscribe la estructura social en la estructura de la lengua, o más propiamente en la práctica
lingüística. En otros términos, podría entenderse como el conjunto teórico que explica las
diferentes actitudes y posiciones sociales en relación con los juegos del lenguaje o las
formas de decir, identificatorias de un grupo. En otras palabras, la preocupación de la
sociolingüística es el hecho lingüístico en relación con el grupo social o el grupo de
individuos que lo utiliza. De esta manera se evidencia la adscripción de la sociolingüística
a las ciencias del lenguaje. (p.6)

Por todo lo anterior se puede confirmar que el objeto primordial de la sociolingüístico es el que
hacer lingüístico del individuo inmerso en su contexto social que lo rodea ya que este juega un rol
crucial en la preferencia y/o modo de hablar de los individuos.

1.3Variación lingüística

La variación lingüística se puede definir como las distintas formas de decir lo mismo. Es decir
que aunque las palabras sean diferentes poseen el mismo significado. La variación lingüística está
relacionada con los factores sociales que rodeen el acto del habla de los individuos tales como:
género, clase social, lugar de origen, nivel educativo, etc.

Al respecto de variación lingüística Londoño (2012) dice lo siguiente:

La variación lingüística, permite entender el sistema lingüístico como un organismo vivo


que nace, crece, se reproduce y muere, lo cual se entiende como un hecho natural. Si
entendemos ese organismo en su integridad dialéctica _lengua/habla, competencia
lingüística/actuación lingüística, sufre adaptaciones y modificaciones que lo enriquecen,
gracias a lo cual, entre otras cosas, podemos referirnos a los distintos avances
tecnológicos de la cultura y sobre todo al permanente incremento del universo conceptual
humano que se configura en las mentalidades1. Dicho proceso de adaptación, sin
embargo, también puede determinar la muerte de la lengua debido a muchos factores.
(p.21)
Estos factores pueden ser de tipo: personales, regionales o circunstanciales. Estos factores inciden
en la competencia lingüística de los hablantes por lo que el habla dependiendo de lugar de
procedencia o del grupo social al que se pertenezca irá sufriendo diversas acomodaciones o
variaciones. Son estas variaciones las que en sociolingüística se conocen como variantes.

La variación lingüística relacionada con el hablante tiene que ver con la interrelación entre
variedad lingüística y características del hablante:

a) según su origen geográfico, se distingue entre dialectos o variedades diatópicas

b) según su formación cultural, se establecen distintos niveles de lengua o variedades diastráticas;

c) según su edad o profesión, se distingue entre jergas o lenguas especiales.

La variación lingüística determinada por el contexto de uso caracteriza los distintos registros de
lengua, también llamados variedades funcionales o diafásicas.

Londoño distingue entre diferentes tipos de variación: "las variantes fonéticas, las
morfológicas, las lexicales, las sintácticas y las semánticas”. En el estudio a realizar solo se
analizarán las lexías y las morfológicas.

Ejemplos de variaciones léxicas:

Variaciones
léxicas.
 Mentiroso: mojonero, chambroso,  Delgado: flaco, pitillo.
pajero.
 Amigo: pana.  Eres homosexual: se te moja la
canoa, te gusta el arroz con
popote.
 Niños: carajitos, patojos,  Para adelante: Echarle pichón.
vicho,
chamaco.
 Tomar licor: Vamos a echarnos  Novia: jeva, polola, rorra,
unos
palos.
 Rápido: Soplao, ligero.  Boca: jeta, cuchara, buchaca.
 Ir a dormir: echarse un camarón,  Blúmer: tanga, calzón, hilo dental,
echar la jeta. chon.
Ejemplos morfológicos:

 Se forman sustantivos al agregar las terminaciones “ado” y “ ada”.

 Ejemplos: alumnada, lunada, corrida, burrada.

 Se forman sustantivos al agregar la terminación “-era”.

 Ejemplo: hablar: “habladera”.


 Salir: “salidera”.

 Se forman nombres de oficios al agregar la terminación “-era”.

 Ejemplo: camionero, tamalero, pulpero.

 La terminación “ísimo” duplica el significado.

 Ejemplo: blanco: blanquísimo.

 Se expresa afecto con la terminación “it” y “tico”.

 Ejemplo: Hermanito, pequeñitico.

 Se forman nombres de animales, plantas, prendas y utensilios al agregar “ill”.

 Ejemplo: escobilla, coloradilla, tigrillo, aguacatillo, tomatillo.

 La terminación “-al” significa abundancia.


 Ejemplo: gentillal, montazal.

 .Redacción de frases en singular, pero con significado en plural.

 Ejemplo: “mucho turista” por “muchos turistas”.


 “mucha fruta” por muchas frutas”

 Redacción de verbos en futuro con la ayuda de perífrasis verbales.

 Ejemplos: “voy a air a estudiar”.

 Uso del verbo impersonal como verbo conjugado.

 Ejemplo: “ayer no hubieron clases” por “ayer no hubo clase”.

1.4Factores Sociales.

Los factores sociales que inciden en la variación lingüística pueden ser de carácter geográfico es
decir dependiendo del país de origen o de la región en la que viven los individuos, así como la
organización socio-política de la sociedad a la que pertenecen; de carácter histórico y étnico-
cultural; de carácter individual (género, edad, estrato social, nivel educativo, etc.). Además es de
vital importancia el contexto externo que es aquel que rodea la situación comunicativa y que por
lo tanto influencia en la forma de expresarse de las personas.

En relación a los factores sociales Londoño (2012) dice lo siguiente:

Apegados a este principio sociolingüístico, bastante plausible, podríamos asegurar que en


la ejecución de los actos de habla se expresa de manera inequívoca la adscripción
identitaria del usuario de la lengua; en otras palabras el individuo da fuertes indicios de
lugar social al que pertenece en el uso de la variedad de habla. Es así como la selección
léxica y las características fonéticas del habla son elementos identitarios no sólo de la
clase social del
individuo que usa la lengua, sino de su edad, de su procedencia geográfica, de su nivel
educativo, etc. (p. 42)

Cómo se puede apreciar en el fragmento anterior la forma y preferencia de hablar de los


individuos está determinada por todos aquellos elementos que conforman la identidad de los
individuos. Es decir su edad, su género, su estrato social, su nivel académico, etc.

Por su parte Arroyo (2004) afirma lo siguiente:

...los factores sociales no actúan sobre la lengua de manera uniforme. Pero también,
porque estos mismos factores no se configuran de la misma forma en sociedades distintas.
Así ocurre, sin duda, con las variables edad, y clase social, tres de los factores no
estructurales cuyas correlaciones con la variación se han demostrado más significativas
tanto en la sociolingüística en general, como en la hispánica en particular. (p.157)

Así pues, los factores extralingüísticos que pueden influir en la variación lingüística pueden ser
factores geográficos, sociales, culturales, contextuales o situacionales, históricos y temporales. A
partir de ahí, se pueden establecer diversos tipos de variación, en función del tipo de factores que
influyan en la comunicación.

De esta manera, si los factores que influyen en la comunicación son de tipo geográfico,
corresponden a la variación diatópica. Por otra parte, si los factores que influyen en la
comunicación son de tipo social, corresponden a la variación diastrática; en este tipo, influyen
factores como la edad, el nivel socioeconómico, el nivel de instrucción y el sexo; en cambio, si
los factores que influyen son de tipo situacional o contextual, corresponden a la variación
diafásica.

En muchos estudios se considera que la mujer se expresa en un lenguaje más recatado que el
hombre que suele ser más vulgar al momento de hablar sobre todo si se encuentra con el grupo de
amigos. También la expresión lingüística del hablante dependerá del contexto en el que se
encuentre por ejemplo una persona jamás se expresada verbalmente en el trabajo de como lo hace
en su casa puesto que en el trabajo hace uso de un lenguaje más formal afín de mostrar mayo
educación, mientras que en el hogar el lenguaje es más informal y relajado.

El nivel educativo también es un factor importante, puesto que entre más estudio posea un
individuo posee u repertorio lingüístico más amplio a diferencia de las personas con bajos niveles
académicos. De igual manera los individuos con estrato social diferente poseen variaciones en su
repertorio lingüístico, puesto que los individuos con mayores recursos económicos al recibir una
mayor educación que los ciudadanos pobres y campesinos posee un lenguaje más "culto" y
"refinado" y el de los sectores menos favorecidos es considerado "vulgar" y "deficiente".

Los factores que se tomaran en cuenta en la investigación son los siguientes:

1.4.1 Género.

En cuanto al género es indiscutible que aún en la actualidad desde pequeño se trata o se hacen
diferencias entre el hombre y la mujer, la forma de vestir los colores que se usan para cada uno,
los accesorios, la forma en la que se les habla o enseña hablar, etc. En la sociedad Salvadoreña
siempre se le ha dado al hombre más libertad que a la mujer y esto incluye el uso de lenguaje, ya
que aunque el hombre se exprese de manera un tanto vulgar no es mal visto y en algunos
contextos es lo esperado por el contrario de la mujer se espera que esta sea más recatada en su
forma de hablar sino corre el riesgo de ser señalada. En cuanto a esto Londoño (2012) expresa lo
siguiente:

Desde temprana edad se asimetrizan socialmente los comportamientos, lo cual trasciende


al uso de la lengua, haciendo que los patrones de habla sean diferentes, forzando a las
mujeres a utilizar formas estándares y eufemísticas, en tanto que a los hombres se les
permite romper tabúes lingüísticos y utilizar formas estigmatizadas. De la misma manera,
las niñas son educadas en el uso de la lengua para utilizarla en actividades lúdicas donde
se mantiene la cohesión y la cooperación, marginando de su entorno intersubjetivo la
competitividad intragrupal; sus relaciones lingüísticas se establecen independientemente
de un ánimo jerárquico y de poder; en tanto que los niños organizan sus actividades
lúdicas fundamentados en la jerarquía, el ejercicio del dominio, la competitividad para la
construcción de un prestigio personal y una imagen de varón que conlleva fortaleza,
confrontación, autoridad, iniciativa y liderazgo. (p.43)

Por lo que se observan diferencias en cuanto al factor género al momento de realizar el acto de
habla debido a la cultura machista de El Salvador por lo tanto, se considera de gran importancia
introducirlo en la labor investigativa.
1.4.2 Estrato social.

El estrato social también es un factor importante a tomar en cuenta en la investigación, puesto


que el nivel socioeconómico, marca una gran diferencia en la expresión lingüística de los
hablantes. Además debido a un mayor estatus social también la educación recibida por los
individuos pertenecientes a la clase alta es de mayor calidad que para el de los sectores menos
favorecidos. En relación a esto Londoño dice lo siguiente:

La riqueza económica de un sistema social, evidentemente, no se encuentra


equitativamente distribuida entre los individuos que configuran la sociedad, sino que, por
el contrario, está desigualmente distribuida, lo que provoca diferencias de fondo en el
hecho económico que conlleva diferencias en los aspectos culturales, educativos y
lingüísticos, ya que las clases más bajas de la estratificación también crean sus normas,
valores y comportamientos que generalmente entran en conflicto con los establecidos por
las clases más altas. De esta manera, mientras las clases bajas tratan de modificar las
estructuras sociales, las clases altas propenden por un status quo social y lingüístico.
Labov (1966), para sus estudios sociolingüísticos en Nueva York, se apoya en los
postulados de la sociología de Durkheim quien asegura que la estratificación es un hecho
muy natural en las sociedades dentro de las cuales, a pesar de la división, es posible la
cohesión porque los grupos mantienen acuerdos implícitos de la aceptación de los valores
estándares de la clase dominante. (p. 48)

Por lo tanto, es de vital importancia tomar en cuenta este factor en las investigaciones
sociolingüística ya que se observan diversas diferencias debido a las diferencias económicas ya
que la clase dominante simple ejerce cierta presión en la clase baja y esto se extiende hasta el área
lingüística.

1.4.3 Edad.

Londoño afirma que este factor es uno de los más interesantes, puesto que "es un factor altamente
determinante en las variaciones lingüísticas". Por lo tanto es necesario tomarlo en cuenta al
realizar un estudio sociolingüístico. Por su parte Londoño (2012) expresa:
Para la sociolingüística la edad no es simplemente un factor cronológico sino que lleva
consigo toda una serie de implicaciones sociales, psicológicas y económicas; además de
ser un factor que determina cambios de conducta social y el punto de que se le da gran
importancia a las variedades que adopta la lengua dentro de los distintos grupos de edad.
(p. 50- 51)

Y continúa más adelante:

Henao y Castañeda (2001:53), en relación con lo que acabamos de decir, expresan lo


siguiente: “En los colegios, en las universidades, en el ejército, en la policía y en todos
aquellos lugares en donde se reúnen grupos de jóvenes, siempre encontramos una serie de
variaciones lingüísticas, generalmente de tipo lexical y entonacional, que se convierten en
marcas sociolingüísticas. Este fenómeno se da independientemente de la clase social a la
cual pertenezcan los jóvenes”. (p.51)

Por lo anterior se puede observar que el lenguaje de los “jóvenes” tiene ciertas particularidades
que lo hacen diferente que al expresado por personas de mayor edad que cuantas por lo tanto, con
mayor madurez y experiencia. El lenguaje va variando según la edad del individuo; según los
entornos o contextos sociales en los que este se vaya desenvolviendo y convirtiéndose en adulto.
2. EL LENGUAJE DE LOS JÓVENES

El lenguaje de los jóvenes varía mucho del de los adultos sobre todo en el período que va desde
la adolescencia hasta la adultez. La investigación a realizar limitará sus estudios en jóvenes de
aproximadamente 14 a 18 años, por lo que es importante tener en cuenta las variaciones
lingüísticas debido a este factor, respecto a esto Londoño (2012) expresa:

Desde el primer momento de su nacimiento, el niño aprende la lengua de sus padres


dentro del núcleo familiar, donde adquiere la gramática de su lengua, merced a un proceso
que ha sido muy estudiado por la psicolingüística, principalmente. Entre los cinco y los
doce años, se amplía para el niño el contexto de socialización al ingresar a la escuela,
donde recibe toda una serie de influencias, que en algunos casos son más fuertes que la de
los mismos padres. A partir de los catorce años, con el ingreso a la educación secundaria,
comienza a vivir la adolescencia, período durante el cual se amplían y diversifican
significativamente los contactos, consecuencia de lo cual presenta cambios significativos
en su persona, desde el punto de vista físico, afectivo, intelectual, social y lingüístico;
desarrollando nuevos hábitos, que dan lugar a variantes sociolingüísticas que
normalmente difieren de los parámetros dados en la instancia familiar o escolar. (p.51)

El lenguaje del individuo al igual que él va evolucionado y tras formándose conforme va


desarrollándose tanto física como socialmente presentando diversos cambios y amplitud en su
haber lingüístico, por supuesto todo ello influenciado por su entorno social (el ambiente
educativo, el grupo de amigos, etc.) Pero se estima que esta variante lingüística de los jóvenes no
dura para siempre sino más bien termina al llegar a una edad adulta y el joven adquiere el uso
estándar del lenguaje Londoño (2012) continúa explicando:

Se intuye que la variante lingüística se da principalmente en los grupos juveniles, entre 14


y 18 años, llegando inclusive hasta los 22, nicho de edad, muy amplio, por cierto, donde
se promueve el mayor volumen de relexicaciones, resemantizaciones, generalmente
transitorias, estigmatizadas por los de mayor edad, quienes han logrado integrarse a su
medio y adoptado su gramática social. Da la impresión de que los jóvenes quieren romper
los parámetros existentes y toman la lengua, además de instrumento de identificación y
cohesión grupal, como arma con la cual construyen códigos a los que penetran sólo
quienes utilizan adecuadamente la variante urdida merced a la presión que sobre ellos se
ejerce.

Esta instancia se prolonga hasta alrededor de los 22 años, edad a partir de la cual el joven
comienza a usar la modalidad estandarizada de la lengua, demostrándose así el carácter
transitorio de la variante que, sin embargo, ya ha permeado amplias masas poblacionales
urbanas, arrastrando una nueva corriente de vanguardia en el movimiento lingüístico,
sobre todo en lo lexical. Esta última posición es muy opuesta a la que considera que este
proceso deteriora, corrompe, destruye la lengua, ignorando la necesariedad de las
innovaciones y adaptaciones al medio que tiene todo organismo viviente, como lo es la
lengua. (p.52)

Por lo anterior se puede decir que a pesar de muchas veces ver de manera peyorativa dicho
lenguaje este influye grandemente en la sociedad urbana y sobre todo sebe procurar no ver de
menos ningún tipo de lenguaje ya que lo correcto o incorrecto es solo un constructo social ya que
no existe Lo correcto e incorrecto cuando se trata del lenguaje.

Para la sociolingüística la edad no es solamente un aspecto transitorio, sino también un factor que
influye en el comportamiento social, sicológico y por supuesto lingüístico; es por esto que esta
disciplina presta gran atención en las variables que se presentan en la lengua durante los
diferentes ciclos de vida, pues estas variables ocasionan múltiples variaciones que afectan el uso
formal de una lengua.

Los jóvenes están consolidando una identidad personal y social, y el lenguaje les permite
nombrarla y elaborarla, a su vez que las interacciones con otros a través de los discursos, les
posibilita tomar referentes para su diferenciación como un grupo social diferente a los niños y a
los adultos, y con una presencia como sujetos o actores sociales.

Instituciones normalizadoras del lenguaje:

1. Instituciones de socialización: tales como familia, barrio, comunidad, escuela, iglesia,


consideradas como las tradicionales.
2. Instituciones relacionadas con los bienes simbólicos, culturales y el imaginario
construido en torno a ellos: estas empresas conforman lo que se denomina industria
cultural, que, bajo intereses comerciales y distorsionados, muestran una imagen de
juventud como sujeto activo, y han ampliado posibilidades para las expresiones e
identidades de la población.

3. Instituciones relacionadas con las normas, y aparatos jurídicos y políticos: definen


el estatus de la juventud, se configuran características.

El lenguaje de los jóvenes es localizado en los escenarios principales el dominio amistad-red


social, seguido del de familia-casa dentro de lo privado o personal. En la misma línea aparece el
dominio enemistad-ausencia de red social.

2.1 Transmisión intergeneracional

Thomason y Kaufman (1988) plantean que uno de los factores relevantes que induce el cambio y/o variación
en un sistema lingüístico es la transmisión del código en el entorno sociolingüístico donde ocurre el contacto.
De este modo, las situaciones sociolingüísticas de transmisión intergeneracional se constituyen como
factores que influyen en los procesos de variación y/o cambio de lenguas.

Por lo tanto, la edad es una de las variables que la sociolingüística tiene en cuenta porque, desde el momento
en que los hablantes son socializados para que se comporten de una forma determinada, su manera de hablar
suele acomodarse a la esperable para su edad. Los estudios evidencian que esta variable edad no debe
tomarse aislada, sino correlacionada con otras como educación, sexo, etc., porque, sin ir más lejos, no afecta
igual a hablantes rurales sin instrucción que a hablantes urbanos insertos en varias redes sociales.
El tiempo y la edad pueden resultar determinantes. Por eso, según su grado de desarrollo, los lingüistas
hablan de procesos de cambio recientes, en marcha y obsolescentes; para lo cual, se deben estudiar la
diferente edad de los hablantes, para simular cuál ha podido ser su historia reciente; o en tiempo real, para
tratar de avanzar cómo podría ser su futuro. Para lo cual es necesario fijar generaciones o, por lo menos,
establecer grupos de edad, porque lo normal es que entre ellos se den diferencias lingüísticas, como la
experiencia permite reconocer a cualquier hablante.

El lenguaje de los jóvenes refleja una parte de ese camino hacia lo que se podría llamar la madurez
lingüística en esa etapa de la vida tan receptiva a cualquier etiqueta social que permita identificarse con los
iguales. Los especialistas llegan a considerarlo como lenguaje de grupo, un lenguaje que juega a ser
rompedor con el de la comunidad, especialmente receptivo a modas, a jergas y a la expresividad, con unas
marcas propias voluntariamente antinorma, contraculturales. Desde el punto de vista científico, existen
estudios destinados a medir la disponibilidad léxica de los escolares, en un intento de conocer y
potencialmente corregir su dominio activo o pasivo de las palabras, y de la cultura. A lo largo de la historia
ha sido constante que los mayores de la comunidad consideren que la juventud sufre una alarmante pobreza
lingüística, porque utiliza las mismas palabras una y otra vez sin gran concreción conceptual y recurre a
neologismos de moda, a muletillas, a apelativos del tipo de tío, tía, y a palabras groseras, junto con nexos
vacíos, como es que, o sea, etc., si bien hay que matizar que en la segunda etapa de la juventud estas marcas
tienden a difuminarse. Los mayores también acusan a los jóvenes de perder muchas de las fórmulas de
cortesía lingüística incorporadas a la educación establecida, mientras que, por su parte, los jóvenes
consideran que los mayores, a pesar de su dominio de la lengua, utilizan giros y palabras de otras épocas,
pasados de moda, que ellos no comparten. Así, en esa tensión, evoluciona poco a poco el lenguaje.

Entre los jóvenes y los mayores se sitúa el grupo intermedio, el de los antiguos jóvenes que alcanzaron la
madurez, también lingüística, y conservan en su forma de hablar algunas de las características que en su día
fueron innovadoras frente a la norma y que los caracterizan como generación. Porque no conviene olvidar
que las actitudes lingüísticas varían según la edad, aunque todas se mueven por un concepto cambiante, el
prestigio. La evolución es clara: a más edad, más conservadurismo lingüístico, mayor sensibilidad a la
norma; a menos edad, más receptividad a lo innovador. Los mayores suelen ser más cumplidores de lo que
consideran norma que los jóvenes, más dados a la innovación, a la ruptura y a adoptar rasgos que los
identifiquen como grupo frente a los adultos.

El léxico está estrechamente unido a la cultura material y espiritual de la comunidad, de modo que refleja
casi automáticamente los cambios que la evolución de su cultura produce en un proceso continuado de
pérdidas y adquisiciones; por eso en una generación se puede asistir a procesos de muerte léxica, y no tan
fácilmente a cambios más lentos en la fonética, en la morfología y en la sintaxis de una lengua. El léxico y
las frases hechas pueden resentirse más del paso del tiempo, pero el resto de la estructura lingüística resulta
bastante estable, de manera que los hablantes más jóvenes, a pesar de sus rasgos innovadores y marginales,
pueden comunicarse con los adultos y con los mayores, porque todos comparten una lengua en la que
conviven sin problema formas antiguas y formas nuevas, siempre que no afecten a la capacidad de
intercomprensión de la comunidad.
3. EL APODO

3.1 El apodo.

El ser humano desde la concepción de cigoto, hasta la culminación del nacimiento del bebé, los
padres inician un proceso de recolección de “nombres posibles” que identifiquen la personalidad
o conceptualice características esperadas por los padres. Cuando ya se tiene los nombres se
realiza un proceso jurídico de ser identificados como lo dicta la Constitución de la Republica en
el Capítulo II Derechos Sociales, Sección Primera de Familia en su Art. 36 expresa:

“…que toda persona tiene derecho a nombre que la identifique, materia que debe ser
regulada por una ley secundaria”… [Pág. 7]

A pesar de ser regulada por la Constitución de la Republica de El Salvador, existen factores


sociales que llevan a modificar la identificación del individuo, iniciando con diminutivos en el
nombre, características personales, capacidades, seudónimos, apodos entre otros. Sin embargo, se
enfocará en el término “Apodo”, según la Real Academia de la Lengua Española RAE define:

1. M. Nombre que suele darse a una persona, tomando de sus defectos corporales o de
alguna circunstancia. [D.R.A.E. 1984:111]
2. Dichos gracioso con que se califica a una persona o cosa, sirviéndose de una ingeniosa
comparación. [D.R.A.E. 1984:111]

Por su parte Molina, Lorenzo propone que los apodos nacen de una necesidad para distinguir a
una o varias personas en un entorno social. Es así, que el mismo autor manifiesta que el apodo
parte de la concepción del término: “Habla popular” se trata de un habla informal que utiliza la
gente común en la vida diaria, con amigos o con familiares.

Molina Lorenzo afirma: “En el mayor número de casos el apodo es adjudicado sin ánimo de
ofensa y no siempre indica algo despectivo”. [Lorenzo: 2] ¿De dónde nace los apodos? Es una de
las preguntas que afirma:

“Nace de una inmediatez desintencionada y del círculo inmediato a la persona –la


familia muchas de las veces- y su origen podemos encontrarlo en: dicho personal en
repetición; opción positiva o negativa ante cualquier comida, animal o cosa;
deformación física;
profesión; deformación del nombre; capacidades; anécdotas, santo del día, etc. Se toma
como una etiqueta familiar, constituyendo en algunos casos una carga para la familia
cuando sólo es un rasgo distintivo intrascendente del que en la mayoría de los casos no
conocemos ni su origen, ni su causa. [Lorenzo: 2]

Según el artículo de “Los motes y apodos como ejemplo de realidad lingüística y social” propone
Leramendi i Ollè (1983) que el apodo supone un origen bíblico:

“si se admite que Jahvé, tras la creación, se encontró con que no podía poner nombre a
sus criaturas, dado que aún no se habían inventado; por lo que hubo de buscar la
solución en una onomástica basada en la motivación.”

He aquí algunos ejemplos: Adán «hecho de tierra», Eva «madre de todos los hombres»,
Sansón «pequeño sol», Saúl «pacífico» o Moisés «salvado de las aguas»”.

3.2 Precisiones Conceptuales del Apodo.

El término conceptual del “Apodo” se ha precisado de distintas manera con el objetivo de


entender el fenómeno. Es así, que se pone en perspectiva la conceptualización para el estudio del
apodo.

“El diccionario de M. Moliner define el apodo como el sobrenombre aplicado a veces a


una persona, entre gente ordinaria, y muy frecuentemente en los pueblos donde se
transmite de padres a hijos. (Moliner, 462)”.

El lenguaje es un acto evidentemente social que integra un individuo a un grupo y lo vuelve


persona en la medida en que este adopta su cultura.

3.3 Metáfora y Metonimia: dos consideraciones conceptuales para


entender el apodo

El autor Ullmann en el año de 1976 “explica que la naturaleza en el cambio semántico está
basada en la semejanza y contigüidad de sentidos (metáfora y metonimia) y en la semejanza y
contigüidad de nombres (etimología popular y elipsis).
La metonimia "tiende a dar a las palabras abstractas un significado concreto: el nombre de una
acción representa su resultado; el nombre de una cualidad, la persona u objeto que la exhibe,
etc." (p. 248).

Y de acuerdo con Cuenca y Hilferty (1999), "la metonimia puede definirse cognitivamente como
un tipo de referencia indirecta por la que aludimos a una entidad implícita a través de otra
explícita" (p. 110).

Según estos últimos autores, las principales metonimias son: la parte por el todo, el todo
por la parte, el contenido por el continente, la persona por su nombre, el lugar físico por
la institución situada en ese lugar, el lugar por el acontecimiento, la institución por las
personas responsables, el productor por el producto, el controlador por los
subordinados, etc. (Cuenca y Hilferty, 1999, p. 112).

Por su parte la metáfora se puede encontrar en textos literarios

“Lakoff y Johnson (1995) al decir que "la metáfora se considera característicamente


como un rasgo solo del lenguaje, cosa de palabras, más que de pensamiento o acción.
Por esta razón, la mayoría de la gente piensa que pueden arreglárselas perfectamente sin
metáforas" (p. 39).

“Cuenca y Hilferty (1999) definen la metáfora como "un proceso cognitivo que impregna
nuestro lenguaje y pensamiento habitual. [...] la base de la metáfora radica en nuestro
sistema conceptual: constituye un mecanismo para comprender y expresar situaciones
complejas sirviéndose de conceptos más básicos y conocidos" (p. 98).

Por otra parte, Ullmann (1976) afirma que la estructura de la metáfora es muy simple,
dado que siempre tendrá dos términos: la cosa de la que se habla, el tenor, y aquello con
lo que la comparamos, el vehículo; y la relación entre estos, o los rasgos que tienen en
común constituirán el fundamento (p. 240
3.4 Características de los apodos.

Los apodos al ser asignados al individuo, cumplen con una función específica que hace
característico al tener en cuenta:

a) El apodo es asignado por motivación, cargado de expresividad motivada por algún rasgo
defectuoso o herencia personal o social (atribuida por un colectivo).
b) La asignación de los apodos no suele posee propiedad de quien es el que lo asigna, sin
embargo suele categorizarse como “general anónima o reservada”.
c) El apodo no posee una norma, por tanto es ambiguo. Es producto de la oralidad creativa
de comunidades rurales.
d) El apodo es heredado de generación en generación por líneas paternas o maternas que ya
han sido designados.
e) “El apodo comunica un sentido metafórico surgido de alguna analogía observada con
respecto a objetos, seres, entes o rasgos apreciables en el entorno habitual”.
f) Los apodos pueden tener aspectos peyorativos, afectando defectos físicos o morales al
individuo. “Pueden llegar a ser injuriosos y ofensivos”.
g) Los apodos suelen acopñarse de artículos como: “el, la, los” derivados de “masculinos,
femeninos y plurales”
h) Hay apodos construidos mediante yuxtaposición: «Eufrasín el Tuerto» o «Julianillo el
Remendón».

3.5 Clasificaciones del Apodo.

Los apodos puedes ser clasificado por los siguientes rasgos.

a) Rasgos físicos: Rubio, Moreno, Pardo, Negrón, Blanco, Crespo, Cano, Calvo, Cabezón,
Chamorro, Pequeño, Chico, Delgado, Gordillo, etcétera.
b) Rasgos zoonímicos: Conejo, Vaca, Toro, León, Becerra, Águila, Gavilán, Mosca, Gallo,
Gato, Novillo, Merino, Halcón, Raposo, Vicuña, Cordero, Sierpe, etcétera.
c) Referentes toponímicos: De la Peña, Del Valle, De la Fuente, Del Pedregal, Del
Campo, Del Río, Del Pino, De la Vega, etcétera.
d) Rasgos emocionales, morales u otros: Alegre, Bueno, Morales, Valiente, Hermoso,
Gallardo, Cortés, Noble, Bravo.
e) De variada referencia, tanto física, comportamiento, o deformación: Botín, Braga,
Redondo, Verdugo, Casillas, Cuevas, Seisdedos, Culón, Espantoso, Sierra, Trapero,
Putero, Barbero, etcétera.
f) Estereotipos culturales: la influencia que ha tenido el discurso racial discriminatorio,
sus habitantes se han visto muy influenciados por este, de tal manera que ya lo han
interiorizado y juegan a diario con muchísimos apodos burlescos de este tipo. Es aquí
donde encontramos: Morcilla, Negro hijueputa, Negro bembom, Carboncillo, Mojón de
luto, Chorro de humo, Negro de mierda, El browni, Negro, Negro carbón.

3.6 Distinción del apodo.

El apodo debe de distinguirse de otros conceptos que están relacionados y que se suele confundir.
En primer lugar se encuentra el término “Apelativo”: “Los apelativos son expresiones usadas en
el habla para referirse a una persona y llamar su atención”

“Los apelativos se pueden clasificar dependiendo del tipo de término y, según el uso
concreto, una categoría morfológica”.

Por ejemplo, pueden ser nombres propios como (Adriana, Eucaris), pronombres
personales como (El, Ella), términos de amistad (amigo), de cariño (mi vida), de
familiaridad (mami, papi, manito), de confianza (mi vale), y de acercamiento (nena - e),
etc. Desde el punto de vista discursivo, su función está centrada en el receptor y se dirige
hacia él.

Otro termino es el “sobrenombre” definiéndole como: “nombre que se añade a veces al


apellido para distinguir a dos personas que tienen el mismo. Nombre calificativo con
que se distingue especialmente a una persona”.

Además, las personas suelen utilizar otra terminación “Alias”, “El uso de los alias como
esas formas de nombrar a alguien que, en la mayoría de los casos, hace parte de un
sector marginal o representa un distintivo de autoridad o liderazgo (negativo o
positivo) en la
comunidad a la que pertenece, marcado en la mayoría de casos por un expediente de
violencia, delincuencia o diversos actos punibles como factor común, resalta las
condiciones de violencia y el estatus según la carrera delincuencial de un sujeto en
particular”.
BIBLIOGRAFÍA

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