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Departamento de Letras
Tema:
Marco Teórico
Asignatura:
Sociolingüística
Catedrático:
Estudiantes:
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO
1. LA SOCIOLINGÜÍSTICA.................................................................................3
1.1Lengua y sociedad...................................................................................3
1.2 Sociolingüística...................................................................................4
1.3 Variación lingüística.............................................................................5
1.4 Factores Sociales.................................................................................8
1.4.2 Estrato social.................................................................................11
1.4.3 Edad............................................................................................11
2. EL LENGUAJE DE LOS JÓVENES....................................................................13
3.....................................................................................................EL APODO
16
3.1 El apodo..........................................................................................16
3.2 Precisiones Conceptuales del Apodo........................................................17
3.3 Metáfora y Metonimia: dos consideraciones conceptuales para entender el apodo 17
3.4 Características de los apodos.................................................................19
3.5 Clasificaciones del Apodo.....................................................................19
3.6 Distinción del apodo...........................................................................20
BIBLIOGRAFÍA...............................................................................................22
2
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO
1. LA SOCIOLINGÜÍSTICA
Para entrar al tema de la sociolingüística es pertinente primero señalar la relación existente entre
lengua y sociedad, puesto que el objeto de estudio de la sociolingüística es el lenguaje
relacionado con diversos factores sociales extralingüísticos como: la edad, el sexo, el estatus
socioeconómico, etc. A este respecto Álvarez (2007) hace la siguiente afirmación:
Lengua y sociedad son dos realidades interrelacionadas, de tal manera, que es imposible concebir
la existencia de una sin la otra. La finalidad básica de una lengua es de servir de instrumento de
comunicación y, por lo tanto, es parte de la cultura de la que forma parte. Pero la lengua no es
simplemente un vehículo para transmitir información, sino también un medio para establecer y
mantener relaciones con otras personas. La función de la lengua de establecer contactos sociales,
y el papel social de transmitir informaciones acerca de los mismos hablantes forman parte de la
íntima relación entre la lengua y la sociedad. (p,7)
Lengua y sociedad son dos realidades interrelacionadas, de tal manera, que es imposible concebir
la existencia de una sin la otra. La finalidad básica de una lengua es de servir de instrumento de
comunicación y, por lo tanto, es parte de la cultura de la que forma parte. Pero la lengua no es
simplemente un vehículo para transmitir información, sino también un medio para establecer y
mantener relaciones con otras personas. La función de la lengua de establecer contactos sociales,
y el papel social de transmitir informaciones acerca de los mismos hablantes forman parte de la
íntima relación entre la lengua y la sociedad.
1.2Sociolingüística.
Existen diversas definiciones para esta disciplina lingüística. Diversidad de teóricos a lo largo de
los años han tratado de definirla con el fin de delimitar su objeto de estudio. Se podría definir
simplemente como el estudio de la relación entre lenguaje y sociedad. Por su parte Corvalán
(2001) la define como:
La sociolingüística puede entenderse como aquella ciencia que explica la forma como se
inscribe la estructura social en la estructura de la lengua, o más propiamente en la práctica
lingüística. En otros términos, podría entenderse como el conjunto teórico que explica las
diferentes actitudes y posiciones sociales en relación con los juegos del lenguaje o las
formas de decir, identificatorias de un grupo. En otras palabras, la preocupación de la
sociolingüística es el hecho lingüístico en relación con el grupo social o el grupo de
individuos que lo utiliza. De esta manera se evidencia la adscripción de la sociolingüística
a las ciencias del lenguaje. (p.6)
Por todo lo anterior se puede confirmar que el objeto primordial de la sociolingüístico es el que
hacer lingüístico del individuo inmerso en su contexto social que lo rodea ya que este juega un rol
crucial en la preferencia y/o modo de hablar de los individuos.
1.3Variación lingüística
La variación lingüística se puede definir como las distintas formas de decir lo mismo. Es decir
que aunque las palabras sean diferentes poseen el mismo significado. La variación lingüística está
relacionada con los factores sociales que rodeen el acto del habla de los individuos tales como:
género, clase social, lugar de origen, nivel educativo, etc.
La variación lingüística relacionada con el hablante tiene que ver con la interrelación entre
variedad lingüística y características del hablante:
La variación lingüística determinada por el contexto de uso caracteriza los distintos registros de
lengua, también llamados variedades funcionales o diafásicas.
Londoño distingue entre diferentes tipos de variación: "las variantes fonéticas, las
morfológicas, las lexicales, las sintácticas y las semánticas”. En el estudio a realizar solo se
analizarán las lexías y las morfológicas.
Variaciones
léxicas.
Mentiroso: mojonero, chambroso, Delgado: flaco, pitillo.
pajero.
Amigo: pana. Eres homosexual: se te moja la
canoa, te gusta el arroz con
popote.
Niños: carajitos, patojos, Para adelante: Echarle pichón.
vicho,
chamaco.
Tomar licor: Vamos a echarnos Novia: jeva, polola, rorra,
unos
palos.
Rápido: Soplao, ligero. Boca: jeta, cuchara, buchaca.
Ir a dormir: echarse un camarón, Blúmer: tanga, calzón, hilo dental,
echar la jeta. chon.
Ejemplos morfológicos:
1.4Factores Sociales.
Los factores sociales que inciden en la variación lingüística pueden ser de carácter geográfico es
decir dependiendo del país de origen o de la región en la que viven los individuos, así como la
organización socio-política de la sociedad a la que pertenecen; de carácter histórico y étnico-
cultural; de carácter individual (género, edad, estrato social, nivel educativo, etc.). Además es de
vital importancia el contexto externo que es aquel que rodea la situación comunicativa y que por
lo tanto influencia en la forma de expresarse de las personas.
...los factores sociales no actúan sobre la lengua de manera uniforme. Pero también,
porque estos mismos factores no se configuran de la misma forma en sociedades distintas.
Así ocurre, sin duda, con las variables edad, y clase social, tres de los factores no
estructurales cuyas correlaciones con la variación se han demostrado más significativas
tanto en la sociolingüística en general, como en la hispánica en particular. (p.157)
Así pues, los factores extralingüísticos que pueden influir en la variación lingüística pueden ser
factores geográficos, sociales, culturales, contextuales o situacionales, históricos y temporales. A
partir de ahí, se pueden establecer diversos tipos de variación, en función del tipo de factores que
influyan en la comunicación.
De esta manera, si los factores que influyen en la comunicación son de tipo geográfico,
corresponden a la variación diatópica. Por otra parte, si los factores que influyen en la
comunicación son de tipo social, corresponden a la variación diastrática; en este tipo, influyen
factores como la edad, el nivel socioeconómico, el nivel de instrucción y el sexo; en cambio, si
los factores que influyen son de tipo situacional o contextual, corresponden a la variación
diafásica.
En muchos estudios se considera que la mujer se expresa en un lenguaje más recatado que el
hombre que suele ser más vulgar al momento de hablar sobre todo si se encuentra con el grupo de
amigos. También la expresión lingüística del hablante dependerá del contexto en el que se
encuentre por ejemplo una persona jamás se expresada verbalmente en el trabajo de como lo hace
en su casa puesto que en el trabajo hace uso de un lenguaje más formal afín de mostrar mayo
educación, mientras que en el hogar el lenguaje es más informal y relajado.
El nivel educativo también es un factor importante, puesto que entre más estudio posea un
individuo posee u repertorio lingüístico más amplio a diferencia de las personas con bajos niveles
académicos. De igual manera los individuos con estrato social diferente poseen variaciones en su
repertorio lingüístico, puesto que los individuos con mayores recursos económicos al recibir una
mayor educación que los ciudadanos pobres y campesinos posee un lenguaje más "culto" y
"refinado" y el de los sectores menos favorecidos es considerado "vulgar" y "deficiente".
1.4.1 Género.
En cuanto al género es indiscutible que aún en la actualidad desde pequeño se trata o se hacen
diferencias entre el hombre y la mujer, la forma de vestir los colores que se usan para cada uno,
los accesorios, la forma en la que se les habla o enseña hablar, etc. En la sociedad Salvadoreña
siempre se le ha dado al hombre más libertad que a la mujer y esto incluye el uso de lenguaje, ya
que aunque el hombre se exprese de manera un tanto vulgar no es mal visto y en algunos
contextos es lo esperado por el contrario de la mujer se espera que esta sea más recatada en su
forma de hablar sino corre el riesgo de ser señalada. En cuanto a esto Londoño (2012) expresa lo
siguiente:
Por lo que se observan diferencias en cuanto al factor género al momento de realizar el acto de
habla debido a la cultura machista de El Salvador por lo tanto, se considera de gran importancia
introducirlo en la labor investigativa.
1.4.2 Estrato social.
Por lo tanto, es de vital importancia tomar en cuenta este factor en las investigaciones
sociolingüística ya que se observan diversas diferencias debido a las diferencias económicas ya
que la clase dominante simple ejerce cierta presión en la clase baja y esto se extiende hasta el área
lingüística.
1.4.3 Edad.
Londoño afirma que este factor es uno de los más interesantes, puesto que "es un factor altamente
determinante en las variaciones lingüísticas". Por lo tanto es necesario tomarlo en cuenta al
realizar un estudio sociolingüístico. Por su parte Londoño (2012) expresa:
Para la sociolingüística la edad no es simplemente un factor cronológico sino que lleva
consigo toda una serie de implicaciones sociales, psicológicas y económicas; además de
ser un factor que determina cambios de conducta social y el punto de que se le da gran
importancia a las variedades que adopta la lengua dentro de los distintos grupos de edad.
(p. 50- 51)
Por lo anterior se puede observar que el lenguaje de los “jóvenes” tiene ciertas particularidades
que lo hacen diferente que al expresado por personas de mayor edad que cuantas por lo tanto, con
mayor madurez y experiencia. El lenguaje va variando según la edad del individuo; según los
entornos o contextos sociales en los que este se vaya desenvolviendo y convirtiéndose en adulto.
2. EL LENGUAJE DE LOS JÓVENES
El lenguaje de los jóvenes varía mucho del de los adultos sobre todo en el período que va desde
la adolescencia hasta la adultez. La investigación a realizar limitará sus estudios en jóvenes de
aproximadamente 14 a 18 años, por lo que es importante tener en cuenta las variaciones
lingüísticas debido a este factor, respecto a esto Londoño (2012) expresa:
Esta instancia se prolonga hasta alrededor de los 22 años, edad a partir de la cual el joven
comienza a usar la modalidad estandarizada de la lengua, demostrándose así el carácter
transitorio de la variante que, sin embargo, ya ha permeado amplias masas poblacionales
urbanas, arrastrando una nueva corriente de vanguardia en el movimiento lingüístico,
sobre todo en lo lexical. Esta última posición es muy opuesta a la que considera que este
proceso deteriora, corrompe, destruye la lengua, ignorando la necesariedad de las
innovaciones y adaptaciones al medio que tiene todo organismo viviente, como lo es la
lengua. (p.52)
Por lo anterior se puede decir que a pesar de muchas veces ver de manera peyorativa dicho
lenguaje este influye grandemente en la sociedad urbana y sobre todo sebe procurar no ver de
menos ningún tipo de lenguaje ya que lo correcto o incorrecto es solo un constructo social ya que
no existe Lo correcto e incorrecto cuando se trata del lenguaje.
Para la sociolingüística la edad no es solamente un aspecto transitorio, sino también un factor que
influye en el comportamiento social, sicológico y por supuesto lingüístico; es por esto que esta
disciplina presta gran atención en las variables que se presentan en la lengua durante los
diferentes ciclos de vida, pues estas variables ocasionan múltiples variaciones que afectan el uso
formal de una lengua.
Los jóvenes están consolidando una identidad personal y social, y el lenguaje les permite
nombrarla y elaborarla, a su vez que las interacciones con otros a través de los discursos, les
posibilita tomar referentes para su diferenciación como un grupo social diferente a los niños y a
los adultos, y con una presencia como sujetos o actores sociales.
Thomason y Kaufman (1988) plantean que uno de los factores relevantes que induce el cambio y/o variación
en un sistema lingüístico es la transmisión del código en el entorno sociolingüístico donde ocurre el contacto.
De este modo, las situaciones sociolingüísticas de transmisión intergeneracional se constituyen como
factores que influyen en los procesos de variación y/o cambio de lenguas.
Por lo tanto, la edad es una de las variables que la sociolingüística tiene en cuenta porque, desde el momento
en que los hablantes son socializados para que se comporten de una forma determinada, su manera de hablar
suele acomodarse a la esperable para su edad. Los estudios evidencian que esta variable edad no debe
tomarse aislada, sino correlacionada con otras como educación, sexo, etc., porque, sin ir más lejos, no afecta
igual a hablantes rurales sin instrucción que a hablantes urbanos insertos en varias redes sociales.
El tiempo y la edad pueden resultar determinantes. Por eso, según su grado de desarrollo, los lingüistas
hablan de procesos de cambio recientes, en marcha y obsolescentes; para lo cual, se deben estudiar la
diferente edad de los hablantes, para simular cuál ha podido ser su historia reciente; o en tiempo real, para
tratar de avanzar cómo podría ser su futuro. Para lo cual es necesario fijar generaciones o, por lo menos,
establecer grupos de edad, porque lo normal es que entre ellos se den diferencias lingüísticas, como la
experiencia permite reconocer a cualquier hablante.
El lenguaje de los jóvenes refleja una parte de ese camino hacia lo que se podría llamar la madurez
lingüística en esa etapa de la vida tan receptiva a cualquier etiqueta social que permita identificarse con los
iguales. Los especialistas llegan a considerarlo como lenguaje de grupo, un lenguaje que juega a ser
rompedor con el de la comunidad, especialmente receptivo a modas, a jergas y a la expresividad, con unas
marcas propias voluntariamente antinorma, contraculturales. Desde el punto de vista científico, existen
estudios destinados a medir la disponibilidad léxica de los escolares, en un intento de conocer y
potencialmente corregir su dominio activo o pasivo de las palabras, y de la cultura. A lo largo de la historia
ha sido constante que los mayores de la comunidad consideren que la juventud sufre una alarmante pobreza
lingüística, porque utiliza las mismas palabras una y otra vez sin gran concreción conceptual y recurre a
neologismos de moda, a muletillas, a apelativos del tipo de tío, tía, y a palabras groseras, junto con nexos
vacíos, como es que, o sea, etc., si bien hay que matizar que en la segunda etapa de la juventud estas marcas
tienden a difuminarse. Los mayores también acusan a los jóvenes de perder muchas de las fórmulas de
cortesía lingüística incorporadas a la educación establecida, mientras que, por su parte, los jóvenes
consideran que los mayores, a pesar de su dominio de la lengua, utilizan giros y palabras de otras épocas,
pasados de moda, que ellos no comparten. Así, en esa tensión, evoluciona poco a poco el lenguaje.
Entre los jóvenes y los mayores se sitúa el grupo intermedio, el de los antiguos jóvenes que alcanzaron la
madurez, también lingüística, y conservan en su forma de hablar algunas de las características que en su día
fueron innovadoras frente a la norma y que los caracterizan como generación. Porque no conviene olvidar
que las actitudes lingüísticas varían según la edad, aunque todas se mueven por un concepto cambiante, el
prestigio. La evolución es clara: a más edad, más conservadurismo lingüístico, mayor sensibilidad a la
norma; a menos edad, más receptividad a lo innovador. Los mayores suelen ser más cumplidores de lo que
consideran norma que los jóvenes, más dados a la innovación, a la ruptura y a adoptar rasgos que los
identifiquen como grupo frente a los adultos.
El léxico está estrechamente unido a la cultura material y espiritual de la comunidad, de modo que refleja
casi automáticamente los cambios que la evolución de su cultura produce en un proceso continuado de
pérdidas y adquisiciones; por eso en una generación se puede asistir a procesos de muerte léxica, y no tan
fácilmente a cambios más lentos en la fonética, en la morfología y en la sintaxis de una lengua. El léxico y
las frases hechas pueden resentirse más del paso del tiempo, pero el resto de la estructura lingüística resulta
bastante estable, de manera que los hablantes más jóvenes, a pesar de sus rasgos innovadores y marginales,
pueden comunicarse con los adultos y con los mayores, porque todos comparten una lengua en la que
conviven sin problema formas antiguas y formas nuevas, siempre que no afecten a la capacidad de
intercomprensión de la comunidad.
3. EL APODO
3.1 El apodo.
El ser humano desde la concepción de cigoto, hasta la culminación del nacimiento del bebé, los
padres inician un proceso de recolección de “nombres posibles” que identifiquen la personalidad
o conceptualice características esperadas por los padres. Cuando ya se tiene los nombres se
realiza un proceso jurídico de ser identificados como lo dicta la Constitución de la Republica en
el Capítulo II Derechos Sociales, Sección Primera de Familia en su Art. 36 expresa:
“…que toda persona tiene derecho a nombre que la identifique, materia que debe ser
regulada por una ley secundaria”… [Pág. 7]
1. M. Nombre que suele darse a una persona, tomando de sus defectos corporales o de
alguna circunstancia. [D.R.A.E. 1984:111]
2. Dichos gracioso con que se califica a una persona o cosa, sirviéndose de una ingeniosa
comparación. [D.R.A.E. 1984:111]
Por su parte Molina, Lorenzo propone que los apodos nacen de una necesidad para distinguir a
una o varias personas en un entorno social. Es así, que el mismo autor manifiesta que el apodo
parte de la concepción del término: “Habla popular” se trata de un habla informal que utiliza la
gente común en la vida diaria, con amigos o con familiares.
Molina Lorenzo afirma: “En el mayor número de casos el apodo es adjudicado sin ánimo de
ofensa y no siempre indica algo despectivo”. [Lorenzo: 2] ¿De dónde nace los apodos? Es una de
las preguntas que afirma:
Según el artículo de “Los motes y apodos como ejemplo de realidad lingüística y social” propone
Leramendi i Ollè (1983) que el apodo supone un origen bíblico:
“si se admite que Jahvé, tras la creación, se encontró con que no podía poner nombre a
sus criaturas, dado que aún no se habían inventado; por lo que hubo de buscar la
solución en una onomástica basada en la motivación.”
He aquí algunos ejemplos: Adán «hecho de tierra», Eva «madre de todos los hombres»,
Sansón «pequeño sol», Saúl «pacífico» o Moisés «salvado de las aguas»”.
El autor Ullmann en el año de 1976 “explica que la naturaleza en el cambio semántico está
basada en la semejanza y contigüidad de sentidos (metáfora y metonimia) y en la semejanza y
contigüidad de nombres (etimología popular y elipsis).
La metonimia "tiende a dar a las palabras abstractas un significado concreto: el nombre de una
acción representa su resultado; el nombre de una cualidad, la persona u objeto que la exhibe,
etc." (p. 248).
Y de acuerdo con Cuenca y Hilferty (1999), "la metonimia puede definirse cognitivamente como
un tipo de referencia indirecta por la que aludimos a una entidad implícita a través de otra
explícita" (p. 110).
Según estos últimos autores, las principales metonimias son: la parte por el todo, el todo
por la parte, el contenido por el continente, la persona por su nombre, el lugar físico por
la institución situada en ese lugar, el lugar por el acontecimiento, la institución por las
personas responsables, el productor por el producto, el controlador por los
subordinados, etc. (Cuenca y Hilferty, 1999, p. 112).
“Cuenca y Hilferty (1999) definen la metáfora como "un proceso cognitivo que impregna
nuestro lenguaje y pensamiento habitual. [...] la base de la metáfora radica en nuestro
sistema conceptual: constituye un mecanismo para comprender y expresar situaciones
complejas sirviéndose de conceptos más básicos y conocidos" (p. 98).
Por otra parte, Ullmann (1976) afirma que la estructura de la metáfora es muy simple,
dado que siempre tendrá dos términos: la cosa de la que se habla, el tenor, y aquello con
lo que la comparamos, el vehículo; y la relación entre estos, o los rasgos que tienen en
común constituirán el fundamento (p. 240
3.4 Características de los apodos.
Los apodos al ser asignados al individuo, cumplen con una función específica que hace
característico al tener en cuenta:
a) El apodo es asignado por motivación, cargado de expresividad motivada por algún rasgo
defectuoso o herencia personal o social (atribuida por un colectivo).
b) La asignación de los apodos no suele posee propiedad de quien es el que lo asigna, sin
embargo suele categorizarse como “general anónima o reservada”.
c) El apodo no posee una norma, por tanto es ambiguo. Es producto de la oralidad creativa
de comunidades rurales.
d) El apodo es heredado de generación en generación por líneas paternas o maternas que ya
han sido designados.
e) “El apodo comunica un sentido metafórico surgido de alguna analogía observada con
respecto a objetos, seres, entes o rasgos apreciables en el entorno habitual”.
f) Los apodos pueden tener aspectos peyorativos, afectando defectos físicos o morales al
individuo. “Pueden llegar a ser injuriosos y ofensivos”.
g) Los apodos suelen acopñarse de artículos como: “el, la, los” derivados de “masculinos,
femeninos y plurales”
h) Hay apodos construidos mediante yuxtaposición: «Eufrasín el Tuerto» o «Julianillo el
Remendón».
a) Rasgos físicos: Rubio, Moreno, Pardo, Negrón, Blanco, Crespo, Cano, Calvo, Cabezón,
Chamorro, Pequeño, Chico, Delgado, Gordillo, etcétera.
b) Rasgos zoonímicos: Conejo, Vaca, Toro, León, Becerra, Águila, Gavilán, Mosca, Gallo,
Gato, Novillo, Merino, Halcón, Raposo, Vicuña, Cordero, Sierpe, etcétera.
c) Referentes toponímicos: De la Peña, Del Valle, De la Fuente, Del Pedregal, Del
Campo, Del Río, Del Pino, De la Vega, etcétera.
d) Rasgos emocionales, morales u otros: Alegre, Bueno, Morales, Valiente, Hermoso,
Gallardo, Cortés, Noble, Bravo.
e) De variada referencia, tanto física, comportamiento, o deformación: Botín, Braga,
Redondo, Verdugo, Casillas, Cuevas, Seisdedos, Culón, Espantoso, Sierra, Trapero,
Putero, Barbero, etcétera.
f) Estereotipos culturales: la influencia que ha tenido el discurso racial discriminatorio,
sus habitantes se han visto muy influenciados por este, de tal manera que ya lo han
interiorizado y juegan a diario con muchísimos apodos burlescos de este tipo. Es aquí
donde encontramos: Morcilla, Negro hijueputa, Negro bembom, Carboncillo, Mojón de
luto, Chorro de humo, Negro de mierda, El browni, Negro, Negro carbón.
El apodo debe de distinguirse de otros conceptos que están relacionados y que se suele confundir.
En primer lugar se encuentra el término “Apelativo”: “Los apelativos son expresiones usadas en
el habla para referirse a una persona y llamar su atención”
“Los apelativos se pueden clasificar dependiendo del tipo de término y, según el uso
concreto, una categoría morfológica”.
Por ejemplo, pueden ser nombres propios como (Adriana, Eucaris), pronombres
personales como (El, Ella), términos de amistad (amigo), de cariño (mi vida), de
familiaridad (mami, papi, manito), de confianza (mi vale), y de acercamiento (nena - e),
etc. Desde el punto de vista discursivo, su función está centrada en el receptor y se dirige
hacia él.
Además, las personas suelen utilizar otra terminación “Alias”, “El uso de los alias como
esas formas de nombrar a alguien que, en la mayoría de los casos, hace parte de un
sector marginal o representa un distintivo de autoridad o liderazgo (negativo o
positivo) en la
comunidad a la que pertenece, marcado en la mayoría de casos por un expediente de
violencia, delincuencia o diversos actos punibles como factor común, resalta las
condiciones de violencia y el estatus según la carrera delincuencial de un sujeto en
particular”.
BIBLIOGRAFÍA
Areiza Londoño, Rafael. Sociolingüística, enfoques pragmáticos y variación. 2ª. Ed. Bogota: Eco
Ediciones, 2012.
Areiza R. Cisneros M. y Tabares L. (2004) Hacia una nueva versión sociolingüística, Primera
edición. Bogotá D.C Ecoe Ediciones.
Blas Arroyo J. L. (2004). Sociolingüística del español desarrollos y perspectivas en el estudio de
la lengua española en contexto social. Ediciones catedra Madrid
Bruno Cárdenas. 1994. «El apodo: una práctica de integración y funcionalidad social».
Documentos Lingüísticos y Literarios 20: 36-41.
Velázquez Pérez, 2006. Lenguaje e identidad en los adolescentes de hoy. Pág. 85-107