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Si ponemos en una balanza las cosas buenas y las cosas malas que tiene harry
potter, las cosas malas tienen 'mucho más' peso, especialmente en el sentido
espiritual.
Harry Potter enseña que hay dos clases de magia: la buena y la mala. Esta
premisa es falsa. Toda verdadera magia es contraria a Dios. No hay una blanca
y otra negra.
La serie de Harry Potter utiliza la simbología real del mundo del ocultismo como
su metáfora primaria, por lo que puede servir al niño o joven como introducción a
ese mundo perverso que cada día está más a su alcance. De hecho, la misma
autora de Harry Potter, la señora Rowling ha dicho que recibe muchos correos
de jóvenes que quieren ser brujos.
Todo esto se presenta como poderes que se pueden canalizar hacia el bien. La
iglesia enseña que Jamás se puede utilizar el mal para lograr el bien, Sin
embargo, Harry Potter presenta a los que manipulan el ocultismo como
afortunados.
En el cuarto libro se describe la profanación de un cementerio. Allí ocurre un rito
que utiliza carne y sangre humana -Como en Halloween-. ¿Fantasía? o un rito
satánico en el que no falta ni la serpiente.