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sacerdote ordenado, es el sacrificio Jesús, es también su presencia real,
incruento que participa en el único como veremos más adelante. La palabra
sacrificio de Jesús en la cruz. De una griega “anámnesis” denota este
verdadera manera, los momentos significado más profundo del concepto
temporales durante los que celebramos “recordar”. Por ejemplo, en Lucas
y recibimos la Eucaristía son 23:39-43, cuando Jesús cuelga
incorporados a, y participan de, la moribundo de la cruz junto a dos
eternidad del amor mediante el que se ladrones, uno de los malhechores le
entrega Jesús en el Misterio Pascual. dice a él: “Señor, cuando llegues a tu
Para el cristiano bautizado no existe Reino, acuérdate de mí”. Jesús responde
sacrificio u ofrecimiento que sea a la súplica del ladrón moribundo y va
demasiado pequeño, ya que es más allá asegurándoles que nunca lo
incorporado al único sacrificio y olvidará ni a él ni a la crucifixión que
ofrecimiento de Cristo. han padecido juntos. Jesús más bien le
dice: “Yo te aseguro que hoy estarás
Memorial conmigo en el paraíso”.
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esa persona para que nos ayude a significado espiritual y práctico que
acordarnos de ella. Sin embargo, la este entendimiento teológico de la
conmemoración de Cristo en la Eucaristía tiene para nosotros.
Eucaristía es mucho más que esto.
Jesucristo está verdaderamente Espiritualidad y práctica de
presente. la Eucaristía
La presencia de Jesús es substancial
y el pan y el vino son transubstanciados. Ofrecer la Eucaristía con
La substancia es el verdadero ser o agradecimiento y alabanza
realidad de alguien o algo, y la Cuando nos reunimos para celebrar
verdadera realidad de Jesús —Cuerpo, y recibir la Eucaristía debemos recordar
Sangre, alma y divinidad (Concilio de que es más que un banquete, más que
Trento, DS 1640; 1651)— está presente un sacrificio y más que un memorial en
en la Eucaristía. La mayoría de nosotros el sentido habitual de la palabra. En la
estamos familiarizados con la palabra Eucaristía nos encontramos
“transubstanciación”, la cual describe la personalmente con Jesús. El misterio de
transformación (trans) del pan y el vino la Eucaristía es el misterio de la Iglesia.
en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Somos unidos como miembros de su
Aunque continúan teniendo la cuerpo, aun más profundamente cada
apariencia del pan y el vino, la realidad vez que celebramos y comulgamos.
es la persona de Jesucristo, el Hijo “Somos el cuerpo de Cristo” debe ser
eterno de Dios que ha compartido complementado con “¡Somos el Cuerpo
nuestra naturaleza humana. de Cristo!”. Este no es banquete
cualquiera, y la naturaleza
Este es verdaderamente el Jesús real transcendental de lo que estamos
que ha caminado sobre la tierra, Dios y haciendo nunca se debería perder en la
hombre, pero más: es Jesús en la cruz, familiaridad que buscamos tener con la
que ha muerto, resucitado y ascendido a comunidad de los fieles, nuestros
la gloria, verdaderamente presente para hermanos y hermanas. Aquí lo secular
nosotros en la Eucaristía. La Eucaristía debe estar abierto a lo sagrado, a Jesús
no es sólo un signo de Jesús, algo que va mismo, quien viene a nosotros
más allá de si mismo y nos lleva a Jesús. sacramentalmente. La Constitución
No es una mera metáfora, que nos sobre la Sagrada Liturgia reconoce las
recuerda a Jesús mediante alguna distintas, y a la vez complementarias,
similitud o correspondencia con él. Si maneras en las que Jesús está presente:
nos referimos a la Eucaristía como un en los fieles reunidos en su nombre, en
símbolo de Jesús, como una la proclamación de su Palabra y, de
representación de Jesús, entonces modo más especial, en su presencia
debemos recordar que esta sacramental en la Eucaristía (Concilio
representación simbólica lo re-presenta, Vaticano Segundo, Constitución sobre la
hace presente de nuevo la realidad de Sagrada Liturgia [Sacrosanctum
Jesús, el Hijo eterno de Dios, divino y Concilium],
humano, verdaderamente presente en no.7, http://www.vatican.va/archive/hi
la Eucaristía. Reflexionemos acerca del st_councils/ii_vatican_council/documen
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ts/vat- encuentro personal se convierta en
ii_const_19631204_sacrosanctum- comunión. El recibir a Cristo es
concilium_sp.html). permitirle que “entres en mi casa”.
Podemos compartir con él todo aquello
Nuestra hermandad mutua en el que traemos con nuestros recuerdos,
banquete eucarístico también es un esperanzas, miedos, necesidades y
sacrificio. Muchos cristianos encuentran deseos. También podemos compartir
en este elemento esencial de la con él lo que nos puede resultar
Eucaristía un obstáculo porque les imposible compartir con cualquier otra
recuerda lo que parece ser una noción persona.
pre-cristiana de Dios, quien demanda la
aniquilación de lo que es más valioso Recibimos una lección de humildad
para nosotros. Sin embargo, sea lo que al saber que Cristo viene a notros a
ofrezcamos en la Eucaristía, deberíamos causa de nuestro sentido comunitario
no sólo ofrecer nuestras intenciones y de no ser dignos, pero especialmente
necesidades, sino también todo aquello porque somos conscientes de nuestra
que tenemos y somos, y no se nos quita indignidad personal. Sin embargo esto
nada de ello sino para devolvérnoslo nos debería llevar a la contrición y no a
restaurado en Cristo. Nos ofrecemos en un mero sentido de culpabilidad. ¿Quién
el altar junto con las ofrendas y somos soy yo para que el Hijo de Dios venga a
incorporados al Cuerpo único de Cristo, mí? ¿Para que me permita recibirlo en
somos incorporados al ofrecimiento mi casa? Este tipo de autoconocimiento
único y para siempre de sí mismo al es demasiado para nosotros e
Padre. La disposición apropiada que intentamos evitarlo inconscientemente.
debemos tomar es la de ofrecernos a A menudo en las celebraciones
nosotros mismos en el sacrificio que contemporáneas de la liturgia
Jesús hace de sí mismo. eucarística se canta, lee, habla, explica y
expresa demasiado, de tal manera que
Comunión con Cristo al recibir la el tiempo para el silencio y la intimidad
Eucaristía con el Señor puede llegar a perderse.
Me parece incluso que a menudo
El día que hacemos estas cosas, comenzamos incluso a evitar esta
¡Cristo está con nosotros! Sea lo que intimidad.
traigamos con nosotros como
comunidad —nuestra identidad, Nos puede resultar difícil
nuestra vida de culto compartida— se permanecer sentados sin movernos,
lo traemos a él presente ahora con estar callados, para encontrarnos
nosotros. Sin embargo, como individuos, verdaderamente con el Señor en la
no sólo lo recibimos a él en unión con Eucaristía. Nos parece más fácil
los demás miembros de su Cuerpo, sino establecer una fraternidad con otras
que también nos encontramos con él de personas que están presentes. Si no
una manera personal. Los momentos de encontramos la homilía interesante o la
silencio que se nos dan durante la música inspiradora, entonces no
celebración de la Eucaristía nos sabemos bien qué hacer con nosotros
permiten que la intimidad de este mismos.
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en la misa y debe ser entendida como
En tiempos pasados muchos algo que surge de esta. La Iglesia
católicos seguían la tradición de ir a la siempre ha enseñado que Jesús
iglesia media hora o más antes de la permanece verdaderamente presente
misa para rezar y prepararse para en la Eucaristía incluso después de la
recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo. celebración de la misa, y por tanto lo
Igualmente, después de la misa, hace en la Eucaristía reservada en el
dedicaban tiempo en privado para dar sagrario. Jesús mismo muestra esta
gracias y estar en comunión orante con necesidad de una unión de amor más
el Señor. En una sociedad en la que contemplativa y prolongada en oración
todos tenemos prisa, donde llegamos con su Padre amado, y la Sagrada
corriendo y agitados a la iglesia y de Escritura a menudo muestra a Jesús
donde nos marchamos entre orando continuamente a lo largo de
apresurados holas y adioses, gran parte toda la noche. En tiempos recientes la
de esta intimidad con Cristo en la Iglesia ha intensificado su promoción
Eucaristía se ha perdido. Fallamos a la tradicional de este tipo de oración para
hora de profundizar en esa todos los católicos.
concientización interior y relación
personal con Cristo, al igual que nuestro Esta práctica resulta ser un
apresuramiento de ida y vuelta a la obstáculo para algunos creyentes, como
iglesia hace que nuestra fraternidad con si el observar la ostia consagrada o
otros creyentes sea cada vez más difícil rezar ante el sagrario fueran algún tipo
de alcanzar. de idolatría. Es importante recordar que
la Eucaristía no es un objeto al que
Adoración y oración eucarísticas mirar sin pestañear, ni un ídolo, sino
que es una persona, una relación. Al
Los últimos cincuenta años han visto recibir la Eucaristía o adorarla en
un declive general en lo referente a las oración en silencio, nos relacionamos
diversas devociones a la Eucaristía que con la Eucaristía como Jesús presente,
pueden ser practicadas fuera de la misa. ofreciéndose activamente a sí mismo a
Sin embargo, a lo largo de las últimas nosotros. Esta relación, como todas las
décadas, ha habido un resurgimiento de relaciones, requiere fe, pero una fe que
las devociones a Jesucristo presente da fruto. La adoración de nuestro Señor
sacramentalmente en la Eucaristía en el Santísimo Sacramento permite que
reservada. Algunos de los problemas los frutos de haberlo recibido maduren
anteriormente mencionados han dejado y profundicen en una comunión y en
a la gente deseosa de la tranquilidad de una plenitud del amor que fluye a
una relación más personal con el Señor. nuestra vida diaria.
Hay quien busca una relación sostenida
durante un tiempo fuera de la La Eucaristía es el cumbre y la cima
celebración eucarística donde pueda de la vida de cada cristiano y de todo el
tener la oportunidad de un periodo más pueblo de Dios (Concilio Vaticano
largo de oración y adoración en silencio. Segundo, Lumen
Esta devoción suplementa y extiende la Gentium, http://www.vatican.va/archiv
celebración y recepción de la Eucaristía e/hist_councils/ii_vatican_council/docu
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ments/vat-ii_const_19641121_lumen- de gracias y es la consumación de todo
gentium_sp.html, no.11) en el sentido lo que Cristo prometió cuando dijo: “Yo
de que todos los demás sacramentos soy el pan vivo, bajado del cielo, para
están unidos a ella y orientados hacia que quien lo coma no muera . . . El que
ella (Catecismo de la Iglesia come mi carne y bebe mi sangre, tiene
Católica, http://www.vatican.va/archiv vida eterna . . . El que come mi carne y
e/catechism_sp/p2s2c1a3_sp.html#II El bebe mi sangre permanece en mí y yo
nombre de este sacramento, no.1324). en él” (Jn 6:51, 54, 56).
La palabra “Eucaristía” significa acción
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Las citas del Catecismo de la Iglesia Católica, segunda edición, © 2001, Libreria Editrice Vaticana–
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