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EL DOCENTE INNOVADOR

José Tejada Fernández


Profesor Titular de Didáctica en la Universidad Autónoma de
Barcelona
En: Saturnino de la Torre, Estrategias didácticas innovadoras, Ed. Octaedro, 2da. Edición,
España, 2002

La innovación es esencial en todo cambio educativo, tanto en el sistema educativo como


en la propia escuela. Implica y tiene siempre como referente al profesor. De hecho, el
desarrollo de toda innovación exige la consideración de la dimensión personal o biográfica,
por cuanto la puesta en práctica depende de este agente de cambio.

Hoy día es imposible imaginarse, en el ámbito de la innovación, actuaciones planificadas


en su totalidad, susceptibles de un desarrollo lineal y fiel en la práctica. Más bien todo lo
contrario. La dificultad de desarrollo práctico ha evidenciado que la innovación como
fenómeno de cambio está sujeta a modificaciones y variaciones producidas por la
influencia de los mediadores que se presenta en dicha práctica. De ahí que resulte
necesario la consideración de tales mediadores. La importancia de los agentes
innovadores (entre otros el profesor) que participan en su desarrollo es extraordinaria.

Reparar, pues, en el papel del profesor delante de la innovación es una necesidad


ineludible. No sólo para poder descubrir los procesos personales implicados en el cambio y
poder diseñar las estrategias más idóneas para que éste sea viable, desde la óptica de la
planificación, sino también por cuanto la atención al contexto y los actores, con sus
necesidades, intereses, relaciones…, hace necesario acomodar-adaptar y gestionar el
propio proceso de manera peculiar en sus fases de difusión-adopción/adaptación-
implementación y evaluación. Consecuentemente, pues, estamos cambiando el
protagonismo de la acción, ubicándolo en el campo de los actores de desarrollo práctico
de la innovación. Como destaca Torre (1994: 171) «el profesor constituye por sí sólo un
verdadero subsistema dentro de otros sistemas como la innovación o la educación. Su
pensamiento sobre la innovación, concepción educativa, expectativas, intereses personales
y profesionales, sentimientos, entorno familiar, formación recibida, aptitudes, resistencia al
estrés, etc. conforman un cuadro complejo como variable de una situación a otra. La
innovación terminará siendo aquello que los profesores hagan de ella».

Al acometer esta tarea estamos asumiendo, como ya indicamos en el primer capítulo, que
el fenómeno de la innovación va más allá de considerarlo como algo estático o producto
replicable. Todo lo contrario, supone que la misma es un conjunto articulado de
acontecimientos, actividades diversas, estrategias complejas en las que se dan relaciones
dinámicas y transformadoras (González y Escudero, 1987) que adquieren uno u otro cariz
según la ubicación teórica en la que podemos posicionarnos. Por tanto, el papel del
profesor, igualmente, queda mediatizado en su caracterización por este posicionamiento
teórico.
A continuación, pretendemos caracterizar el papel del profesor ante la innovación,
atendiendo precisamente a dicha variedad conceptual, considerar su desarrollo
profesional, para después centrar algunas problemáticas en relación con su formación y la
práctica innovadora.

El papel del profesor en la innovación


Si retornamos la conceptualización realizada sobre la innovación a partir de las tres
perspectivas teóricas presentadas sobre la misma (tecnológica, en la línea positivista;
cultural, en la línea hermeneútico-fenomenológica y sociopolítica, en la línea sociocrítica)
también podemos verificar que el papel del profesor es diferente en cada una de ellas.

De hecho, podemos catalogar a este protagonista, no exclusivo de la acción, como


ejecutor, implementador o agente curricular (González, 1987), en un intento de búsqueda
de correspondencia entre cada una de las perspectivas, aunque somos conscientes que en
la práctica las lindes entre ellas no son tan diáfanas.

Como puede apreciarse en la tabla de síntesis presentada, y con independencia del resto
de descriptores que hemos utilizado en la concepción de la innovación y su fundamento
principal, los cual lo justifican, quedan diferencialmente establecidos, por cuanto:

En el primer caso, el profesor como ejecutor, éste no influye la innovación, por cuanto que
el mismo se limita a desarrolla en la práctica fidedignamente, siguiendo las pautas
marcadas los expertos diseñadores de ella. Bajo esta concepción, muy enmarcada en la
perspectiva tecnológica, el profesor tiene un papel secundario en los proyectos
innovadores, donde el protagonista

Principal es el experto-diseñador de la innovación, responsable máximo de la identificación


de los problemas, el diseño y la programación y la evaluación. El papel del profesor se
limita a ejecutar las prescripciones precisas del cuerpo técnico y administrativo,
consumidor de innovación y adoptante de innovaciones. La relación jerárquica, pues, es
clara y la dependencia y subordinación del profesor al experto manifiesta.

Es más, desde la óptica de la adopción y la evaluación, el profesor es considerado como


resistente e incapaz. Los fracasos evidenciados en las innovaciones desde estos
presupuestos son achacados al profesor, y nunca a fallos de diseño o planificación, por
cuanto el profesor no ha seguido fielmente las pautas establecidas. Para garantizar cierto
éxito, este planteamiento subsume cierta formación del profesor en relación con la
innovación, aunque sea como mero entrenamiento de las actividades y operaciones a
ejecutar.

En el segundo caso, el profesor como implementador, éste empieza a cobrar importancia.


Previamente hay que considerar que la evolución hasta este papel, además de originarse
por las deficiencias del planteamiento anterior de falta de contextualización de los
proyectos de innovación, integra una visión de escuela con cultura propia e idiosincrásica,
como apuntamos en la perspectiva cultural. Por tanto, hay que atender a las personas que
desarrollan en la práctica las innovaciones en la medida que las mismas son mediadoras
de aquellas.
EJECUTOR IMPLEMENTADOR AGENTE
CURRICULAR
Desarrollar
fidedignamente Implementador activo del Sujeto que filtra y redefine
un proyecto. proyecto proyectos
Papel secundario:
excluido
del diseño instrumento Papel primario: participa en
de Papel secundario: excluido el
desarrollo consumidor diseño rediseña
de del diseño instrumento de reinterpreta en
su contexto toma
proyectos adoptante del desarrollo adaptante del decisiones
proyecto. proyecto construye la innovación.

Relación jerárquico- Relación colaborativa


burocrática dependencia Relación de cierta autonomía diferenciación
dependencia no
del experto avalado por autonomía funcional comunicación
experto. apoyo en el experto en el coordinación.
proceso puesta en
práctica.
Resistentes Innovadores y capaces
Cualificados profesional
Incapaces: mente
nuevos roles: capacitación
y
creación de condiciones
de
éxito

Ha existido un cambio cualitativo importante en la concepción del papel del profesor en la


innovación, dejando de ser intermediario para pasar a ser mediador y vehiculador de la
misma, donde el profesor no aplica o pone en práctica un proyecto innovador dado, sino
que lo filtra y lo redefine de acuerdo a las demandas específicas de su contexto de
actuación. Puede considerarse también que dicho papel es todavía secundario; de hecho,
queda excluido del diseño, aunque ya no es un mero consumidor de proyectos. Esto
significa que aún existe una cierta dependencia del experto y no tiene la suficiente
autonomía en el desarrollo de una innovación. Dicha visión se fundamenta igualmente en
que el profesor es incapaz por sí mismo de innovar, necesita del experto y de cualificación
específica. Con todo, bajo este rol también queda afectada la función del experto y su
protagonismo, derivándose hacia el asesoramiento. La relación entre los mismos
igualmente queda modifica-da, siendo el diálogo y la comunicación entre ellos la base del
desarrollo del cambio.
Por último, el profesor como agente curricular, nos evidencia directamente que este
profesional no sólo es un técnico capaz de innovar, sino que es un sujeto que filtra,
redefine lo dado desde fuera o diseña nuevas innovaciones desde dentro, adquiriendo
desde este planeamiento todo el protagonismo. Adquiere, pues, un papel primario y
primordial en conexión, si ha lugar, con el experto, rompiéndose, pues, la relación
jerárquica y de dependencia. Participa del diseño, reinterpreta el currículum en su
contexto, toma decisiones en función de las necesidades derivadas de la práctica en
relación con el desarrollo de la innovación. En una palabra, construye la innovación. Para
ello, cuenta con un alto nivel de autonomía, diferenciándose funcionalmente de otros
agentes innovadores, con los cuales se puede coordinar y trabajar en equipo.

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