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Elementos para una reflexión que está por comenzar
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JESÚS MARTIN BARBERO

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J.JA Fa<: f(oXAtJA, Mo~ DvC¡'¡o.,vi (.z,. La ausencia de los medios de comunicación en la reciente Ley colombiana
de cultura -en la que sólo está el cine, porque es arte- no puede ser más

BC(r~V\.(X, UCAO'v\M ockek,). L. loo3 significativa de la pertinaz esquizofrenia que padecen la concepción y las
políticas oficiales de cultura. La más ingenua explicitación de esa esquizo-

!fq- 32 frenia corrió a cargo de un miembro de la Comisión de Nacional de

rr Televisión cuando, preguntado acerca de lo que pensaba sobre la última


programación del canal cultural Señal Colombia, respondió que era la pro-
gramación perfecta: educación por la mañana y cultura por la tarde. En la
Colombia del siglo XXI, parecería que las mejores relaciones entre cultura y
educación son las que no les permitan encontrarse, y las de ambas con la
televisión no pueden ser más anacrónicas e instrumentales: no un medio
para hacer y crear cultura, sino sólo para transmitir, difundir y divulgar.
Para el Ministerio de Cultura en Colombia los medios masivos de co-
municación siguen siendo cualquier cosa menos cultura, aun cuando sea
por la radio, y sobre todo por la televisión, por donde pasen hoy algunas de
las transformaciones más de fondo en la sensibilidad y las identidades de las
mayorías. Por eso, no es de extrañar que los colombianos no tengamos de-
recho a un canal cultural de día entero, sino sólo a algunos programas suel-
tos y las tres horas de «La Franja» que se transmite en un horario imposible
de ver para la mayoría de los colombianos que deben madrugar para ir al
trabajo. También para el Ministerio de Educación lo que pase en la cultura
es asunto de otros, y lo que pase en los medios mucho más, fuera de la hue-
, ca retórica sobre la modernización tecnológica de la escuela o de ese mal
sancocho de programación televisiva que se hace pasar por «educativa».

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Poco importa si la concepción de cultura que guía los currícula y la en- su contrario, una especie de panacea, de solución mágica a los problemas
señanza escolar es tan radicalmente anacrónica -y socialmente peligrosa- de la educación, soy de los que piensan que nada le puede hacer más daño
que en ella no caben sino las artes y las letras, dejando afuera la ciencia y a la escuela, que introducir modernizaciones tecnológicas sin antes cam-
la tecnología. «Que inventen ellos», los países ricos, y que a nosotros nos biar el modelo de comunicación que subyace al sistema escolar. Un mode-
dejen seguir copiando y aplicando. Para el Ministerio de Comunicaciones lo lo predominantemente vertical, autoritario, en la relación maestro-alumno,
que importa es el política y,económicamente adecuado reparto de las li- y linealmente secuencial en el aprendizaje. Incorporarle a ese modelo me-
cencias y las frecuencias. Y menos, mucho menos, la educación: qué va a dios y tecnologías modernizantes es reforzar aún más los obstáculos que la
tener que ver el avanzadísimo y «riquísimo» mundo de las telecomunica- escuela tiene para insertarse en la compleja y desconcertante realidad de
ciones con el de nuestra pobretona y atrasada educación? Y sin embargo, nuestra sociedad.
lo que se está jugando el país, en ausencia de políticas conjuntas de Al plantear como punto de partida no cómo usar los medios, sino los
Cultura/Comunicación/Educación, es su propia viabilidad como nación, cambios que necesita la escuela para interactuar con el país, estoy haciendo
tanto política como cultural, tanto social como laboral. frente a un malentendido que el sistema escolar no parece interesado en
La necesidad de que el ecosistema comunicacional se articule con las deshacer: la obstinada creencia de que los problemas que atraviesa la es-
dinámicas de la cultura y la educación, no es posible instrurnentarla desde cuela pueden solucionarse sin transformar su modelo comunicativo/peda-
coyunturales e inmediatistas políticas de gobierno. Lo que en realidad se ne- gógico, sólo con meras ayudas de tipo tecnológico. Esto es, sin duda, un au-
cesitan, son políticas de Estado y de largo aliento. Entre los múltiples desa- toengaño: mientras permanezca la verticalidad en la relación docente-alum-
fíos que unas verdaderas políticas de Estado entrañan en un campo de tal no y la secuencialidad en el modelo pedagógico, no habrá tecnología capaz
envergadura, sólo vaya referirme a uno: el que configuran los retos cultu- de sacar a la escuela del autismo en que vive: Por eso es indispensable par-
rales que la comunicación le plantea a la educación. Y para prevenir decep- tir de los problemas de comunicación antes de hablar de los medios y las
ciones, advierto por adelantado que en lo que sigue no se esperen recetas tecnologías.
de políticas, pues la única manera de escapar a la acumulación coyuntural y Hablar de comunicación significa en primer lugar reconocer que esta-
fragmentaria de diagnósticos, es arriesgarse a formular problemas. mos en una sociedad en la cual el conocimiento y la información han en-
trado a jugar un papel primordial, tanto en los procesos de desarrollo eco-
"
nómico, como en los de democratización política y social. La información y
El desencuentro de la educación con el país el conocimiento son hoy un eje central del desarrollo social, aun en los paí-
ses del llamado «Tercer Mundo» en los que una industrialización precaria
Comencemos por el principio: antes de hablar del papel de los medios en no impide que estemos entrando en una sociedad cuya competitividad
la escuela o de cómo introducir la cultura o la educación en los medios, productiva depende menos de las máquinas que de la información, y el co-
tengamos el coraje de plantearnos el problema de fondo: ¿qué tiene que nocimiento depende menos de la cantidad que de la calidad.
cambiar en el sistema educativo -desde el ministerio a las Facultades de Este proceso está implicando una transformación profunda en las
Educación, y desde la primaria hasta la universidad- para que la escuela condiciones de trabajo tanto de las industrias de punta como la automovi-
se comunique con el país? Dicho de otro modo: qué tiene que cambiar lística, o en industrias tan antiguas como las de los textiles. Las funciones
en el sistema educativo para que la escuela posibilite a los niños y a los que cumplen los obreros en este tipo de industrias también están cambia-
jóvenes una comprensión de su país que les capacite para ayudar a carn- do radicalmente. De la relación .entre la fuerza de la «mano de obra» con
biarlo? la energía que producían las máquinas, estamos pasando a un nuevo tipo
Frente a los que ven en los medios de comunicación y las tecnologías de relación, mediada cada vez más por la información y la automatización
de la información una de las causas del desastre moral y cultural del país, o de los procesos.

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También en el campo político las cosas están cambiando de un sus empatías cognitivas y expresivas con las tecnologías, y en los nuevos
modo mucho más acelerado de lo que creían los politólogos, cuya in- modos de percibir el espacio y el tiempo, la velocidad y la lentitud, lo leja-
mensa mayoría han estado desconociendo la trama comunicativa de la no y lo cercano, que ellas entrañan.
política, y relegando la acción de los medios a una función puramente Se trata de una experiencia cultural nueva, nuevos modos de percibir
instrumental. y de sentir, de oír y de ver, una nueva sensibilidad que en muchos aspectos
Recién ahora el país empieza a darse cuenta de que la información y choca Y rompe con la sensibilidad de los adultos. Un buen campo de expe-
la visibilidad mediáticas tienen hoy un papel constitutivo tanto en el dis- rimentación de estos cambios y de su capacidad de distanciar a la gente jo-
curso político (que no es sólo el discurso de los políticos) como en la acción ven de sus propios padres, se halla en la velocidad y la sonoridad. No sólo
política. en la velocidad de los autos, sino en la de las imágenes, en la velocidad del
El punto de partida para pensar las relaciones de la educación con la discurso televisivo, especialmente en la publicidad y los «videoclips», y en
comunicación, reside en el papel central que el conocimiento y la informa- la velocidad de los relatos audiovisuales. Lo mismo sucede con la manera
ción tienen aun en países como los nuestros, en los cuales hay otras necesi- en que los jóvenes se mueven entre las nuevas sonoridades: esas nuevas ar-
dades estructurales, que consideramos más básicas, como son las de vivien- ticulaciones sonoras que para la mayoría de los adultos marcan la frontera
da o salud para las mayorías. Esaes la trágica peculiaridad de estos países, entre la música y el ruido, mientras para los jóvenes es allí donde empieza
en los que al mismo tiempo que la división social se agranda y la precaria su experiencia musical.
clase media sufre una fuerte crisis, las transformaciones de la comunicación Una segunda dinámica, que forma parte de este nuevo ecosistema, es
y la información los atraviesan afectando su sistema productivo tanto como la aparición de un entorno social informativo difuso y descentrado. Un en-
su sistema político y educativo. torno de saberes múltiples, descentrado del sistema educativo que aún nos
Desgraciadamente algunas de esastransformaciones han venido a au- rige, y que tiene sus dos centros en la escuela y el libro. Las sociedades han
mentar la brecha entre países ricos y pobres, y entre pobres y ricos de un centralizado siempre el saber, porque el saber fue siempre fuente de poder:
país, ya no sólo en bienes materiales sino en bienes simbólicos. Entre la gen- desde los sacerdotes egipcios hasta los monjes medievales o, en la actuali-
te que puede estar conectada a Internet, beneficiándose de información, de dad, los asesores políticos.
experimentación, de conocimientos o experiencias estéticas, y la inmensa Desde los monasterios medievales hasta las escuelas de hoy, el saber
mayoría excluida, descolgada de ese mundo de bienes y experiencias. Lo ha conservado ese doble carácter de ser a la vez centralizado y personifica-
que no podemos permitirnos sin embargo es quedarnos en la constatación do en figuras sociales determinadas: unos personajes que detentaban el
y el lamento, porque lo que necesitamos es comprender cómo esa misma saber, como lo fueron los sacerdotes hasta la reforma protestante, osten-
sociedad dividida se está viendo transformada por el rol central que en ella tando el poder de ser los únicos con capacidad de leer/interpretar el libro
han adquirido las tecnologías y los sistemas de comunicación. de los libros, la Biblia. Los que tenemos cierta edad hemos vivido la mayo-
Para enfrentar ese desafío debemos ser conscientes de dos tipos de ría de la vida junto a una iglesia que hablaba en latín no sólo lingüística sino
dinámicas que mueven los cambios en la sociedad de que hablamos. En un ideológicamente. Dicho de otro modo, hablaba un discurso que tenía muy
primer movimiento lo que aparece como estratégico, más que la interven- poco que ver con el mundo de la gente y las culturas de la ciudad.
ción de cada medio, es la aparición de un ecosistema comunicativo que se De ahí que una transformación en los modos de circulación del saber
está convirtiendo en algo tan vital como el ecosistema ambiental. La pri- es una de las más profundas transformaciones que puede sufrir una socie-
mera manifestación y materialización del ecosistema comunicativo es la re- dad. y es ahí donde se sitúa la segunda dinámica que configura el ecosis-
lación de las nuevas tecnologías -desde la tarjeta que sustituye o da acce- tema comunicativo en el que estamos inmersos: es disperso y fragmenta-
so al dinero, hasta las grandes avenidas de Internet- con sensibilidades do, y puede circular por fuera de los lugares sagrados y de las figuras so-
nuevas, mucho más visibles entre los jóvenes. Una visibilidad reflejada en ciales que lo administraban.

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La escuela ha dejado de ser el único lugar de legitimación del saber, algunos maestros y de algunas instituciones. Estoy hablando del sistema
pues hay una multiplicidad de saberes que circulan por otros canales, di- educativo en general. Estoy cuestionando una escuela que en su cotidia-
fusos y descentralizados. Esta diversificación y difusión del saber, por fue- neidad no educa en democracia por más que dé cursos de cívica, o de ur-
ra de la escuela, es uno de los retos más fuertes que el mundo de la co- banidad. Uno no aprende a ser democrático en cursos sobre democracia.
municación le plantea hayal sistema educativo. Frente al maestro que Uno aprende a ser democrático en familias que admiten padres e hijos no
sabe recitar muy bien su lección. hoy se sienta un alumno que, por ós- convencionales, en escuelas que asumen la disidencia y la diferencia como
mosis con el medio ambiente comunicativo, está «empapado» de otros' riqueza, con medios de comunicación capaces de dar verdaderamente la
lenguajes, saberes y escrituras que circulan por la sociedad. Saberes-mo- palabra a los ciudadanos.
saico, como los ha llamado A. Moles, por estar hechos de trozos, de frag- Lo anterior produce un desfase muy fuerte entre el modelo de comu-
mentos, que sin embargo no impiden a los jóvenes tener con frecuencia nicación que rige hoy día por fuera de la escuela, en la sociedad de la infor-
un conocimiento más actualizado en física o en geografía, que su propio mación, y el modelo aún hegemónico de comunicación en el que se basa el
maestro.
saber escolar. ¿Cuál es la reacción del sistema educativo a esta experiencia
Este hecho no está produciendo en la escuela una apertura a esos cotidiana del desfase? ¿Cuál es la respuesta del sistema educativo a la bre-
nuevos saberes sino un fortalecimiento del autoritarismo, como reacción a cha, cada vez más grande, entre la cultura desde la que hablan los maestros
la pérdida de autoridad que sufre el maestro. En lugar de ser percibida y la cultura y la sensibilidad desde la que aprenden los alumnos?
como una llamada a replantear el modelo pedagógico, endurece la disci- Cierto que esto no es un problema de un solo país. Es un problema
plina del colegio para controlar a estos muchachos «cada dia más frívolos que no ha sabido enfrentar la propia UNESCO, para la que, en una buena
e irrespetuosos con el sistema sagrado del saber escolar». cantidad de documentos, la visión que sigue prevaleciendo es la puramen-
te instrumental: los medios de comunicación como instrumentos que faci-
litarán que más gente estudie (pero lo mismo), los medios para permitir
Esquizofrenia cultural de la sociedad que los alumnos puedan ver una ameba en pantalla gigante.
y de la práctica escolar Estoy caricaturizando. Sin embargo, es cierto que no pocos de estos
documentos se hallan aún lastrados por una concepción incapaz de en-
A partir de estas dos dinámicas, la de una comunicación que se convierte frentar los retos culturales que el ecosistema comunicativo plantea al siste-
en ecosistema y la de una fuerte diversificación y descentralización del sa- ma educativo en su conjunto. Y es por eso que nuestras escuelas siguen
ber, se hace cada dia más manifiesta la esquizofrenia cultural que sufren viendo en los medios únicamente una posibilidad de «ilustrar» lo que se
hoy muchos ciudadanos. Viven entre aquel saber que les otorga un diplo- dice, y de «desaburrir» la enseñanza, de amenizar un~s jornadas presas de
ma oficial, y que les va a servir para insertarse en los modos habituales del la inercia más insoportable.
ascenso social, y aquel otro que sirve para insertarse en las nuevas modali- La actitud defensiva de la escuela y del sistema educativo, están lle-
dades del sistema productivo, saber éste que converge con el que la socie- vando a desconocer o disfrazar el problema de fondo: el desafío que le
dad necesita para formar un ciudadano capaz de autodeterminación, de plantea un ecosistema comunicativo en el que lo que emerge es otra cul-
respetar, convivir y concertar.
tura, otro modo de ver y de leer, de aprender y conocer. La actitud defen-
Desgraciadamente nuestra escuela no es un espacio para la autode- siva se limita a identificar lo mejor del modelo pedagógico tradicional con
terminación, en el cual se aprenda a convivir y concertar. Y bien, mucho del el libro, y anatematizar el mundo audiovisual, como el mundo de la frivoli-
saber difuso y descentrado que circula hoy en la sociedad, es la vía de ac- dad, de la alienación, de la manipulación.
ceso a una concepción y una práctica más democrática y eficiente, esto es, Ojalá el libro fuera un medio de reflexión y de argumentación, pero des-
creativa y productiva. No estoy desconociendo las búsquedas personales de graciadamente no lo es. Así lo demuestra una investigación de la Universidad

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del Valle sobre hábitos de lectura y usos sociales de la televisión. La inmensa aceptar las diferencias étnicas, raciales o de género. Significa también
mayoría de la gente, de todas las clasessocialesde Cali, identifica libro con ta- aceptar que en nuestras sociedades conviven hoy «indígenas» de la cultu-
rea escolar, de manera que una vez terminado ese período de la vida, el libro ra letrada con otros de la cultura oral y de la audiovisual. Y ello en sentido
deja de tener función. Nuestras escuelasno están siendo un espacio en el que fuerte, pues esas tres culturas configuran muy diferentes modos de ver y de
la lectura sea un medio de creatividad y de placer, sino más bien el espacio en pensar, de sentir y de gozar.
que lectura y escritura se asocian a la tarea obligatoria, e incluso castradora. Al reivindicar la existencia de la cultura oral y la audiovisual no esta-
Un joven psicólogo que está haciendo su tesis sobre esa situación en mos desconociendo en modo alguno la cultura escrita, sino desmontando
Ciudad Bolívar me contaba su triste descubrimiento: en los sectores popu- su pretensión de ser la única cultura digna de ese nombre y el eje cultural
lares el aprendizaje de la lectura en lugar de enriquecer, está empobrecien- de nuestra sociedad. El libro sigue siendo clave pues nos abre a la «prime-
do el vocabulario de los niños, pues al tratar de hablar como se escribe, los ra» alfabetización, esa que debería posibilitar el acceso no sólo a la cultura
niños pierden gran parte de la riqueza de su mundo oral, incluida su es- escrita sino a las múltiples escrituras que hoy conforman el mundo de la in-
pontaneidad narrativa. Tenemos un sistema escolar que no sólo no gana a formática y el audiovisual. La paradoja es que si el libro fue el eje cultural
los adolescentes para una lectura y una escritura creativas, sino que ade- de las sociedades europeas, no lo fue nunca de las sociedades latinoameri-
más no se ha enterado de que hay una cultura oral que es un idioma pro- canas, salvo como ingrediente de exclusión: muralla que dejaba fuera de la
pio, especialmente de los sectores populares, que no puede ser en modo ciudad letrada a las mayorías.
alguno confundido con el analfabetismo. El libro no se está acabando ni se va acabar. Cada vez se van a leer
Esa es la otra cultura que desafía a la escuela. Frente a la cual la es- más libros. Incluido el texto multimedia que es otro modo de escritura y
cuela se encuentra tan desprovista de modos de interacción y tan a la de- otro objeto de lectura. El problema es saber si la escuela será capaz de en-
fensiva como frente a la audiovisual. El cuadro no puede ser más significa- señar a leer libros no sólo como punto de llegada, sino también de partida
tivo: mientras la enseñanza discurre por el mundo del manual, el maestro para otra alfabetización. Lo que implica pensar si la escuela está formando
se siente fuerte. Pero en cuanto aparece el mundo de la imagen, el maes- al ciudadano que no sólo sabe leer libros, sino también noticieros de tele-
tro pierde pie, su terreno se mueve. El alumno parece saber mucho más y visión e hipertextos informáticos.
sobre todo maneja mucho mejor el lenguaje de la imagen que el maestro.
y además, la imagen no se deja leer con la univocidad de códigos que la
escuela aplica al texto escrito. Cambios culturales, nuevos lenguajes y formación
Ante ese desmoronamiento de su autoridad frente al alumno, el de ciudadanos
maestro no sabe reaccionar sino desautorizando los saberes que pasan por
la imagen. Por otro lado, la oralidad cultural de las mayorías tampoco cabe Lo que el ciudadano de hoy le pide al sistema educativo es que lo capacite
en la escuela, pues el mundo del chiste y las narrativas orales, el mundo de para poder tener acceso a la multiplicidad de escrituras, de lenguajes y dis-
los refranes y los dichos, el mundo del vallenato y del rap, desubican tam- cursos en los que se producen las decisiones que lo afectan en el plano la-
bién desde sus propias gramáticas, ritmos y placeres, el ascetismo triste del boral, familiar, en el político y el económico. Para ello, el ciudadano debe-
autismo libresco. ría poder distinguir entre un noticiero independiente y confiable y un noti-
La escuela desconoce todo lo que de cultura se produce y pasa por el ciero ventrílocuo de un partido o un grupo económico; entre una
mundo audiovisual y por el mundo de la cultura oral. Dos mundos que vi- telenovela que conecta con el país innovando en el lenguaje y en los temas
ven justamente de la hibridación y el mestizaje, del revoltijo de memorias y una novela repetitiva y fácil.
territoriales con imaginarios deslocalizados. Hagamos frente al malentendi- En este sentido, necesitamos una escuela en la que aprender a leer
do. Reconocer que habitamos una sociedad multicultural significa no sólo signifique aprender a distinguir, a discriminar, a valorar y a escoger dónde

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y cómo se fortalecen los prejuicios o se renuevan las concepciones que te- ciéndose cargo de esas transformaciones, la escuela podrá ínteractuar con
nemos de la política y de la familia, de la cultura y de la sexualidad. Necesi- las nuevas formas de participación ciudadana que el nuevo entorno comu-
tamos una educación que no deje a los ciudadanos inermes frente a las po- nicacional le abre hoya la educación.
derosas estrategemas de que hoy disponen los medios para camuflar sus Por eso uno de los más graves retos que el ecosistema comunicativo
intereses y disfrazarlos de opinión pública. le hace a la educación reside en plantearle una disyuntiva insoslayable: o su
Para ayudarnos a entender la hondura del cambio cultural que hoy apropiación por la mayorías o el reforza miento de la división social y la ex-
pasa por el mundo de la comunicación y el cambio tecnológico, Margaret clusión cultural y política que él produce. Pues mientras los hijos de las cla-
Mead escribe en Cultura y Compromiso: «Nuestro pensamiento nos ata to- ses pudientes entran en interacción con el ecosistema informacional y co-
davía al pasado, al mundo tal como existía en la época de nuestra infancia municativo desde su propio hogar, los hijos de las clases populares -cuyas
y juventud. Nacidos y criados antes de la revolución electrónica, la mayoría escuelas públicas no tienen, en su inmensa mayoría, la más mínima inte-
de nosotros no entiende lo que ésta significa. Los jóvenes de la nueva ge- racción con el entorno informático, siendo para ellos la escuela el espacio
neración, en cambio, se asemejan a los miembros de la primera generación decisivo de acceso a las nuevas formas de conocimiento- están quedando
nacida en un país nuevo. Debemos aprender junto con los jóvenes la forma excluidos del nuevo espacio laboral y profesional que la cultura tecnológi-
de dar los próximos pasos». ca prefigura.
Lo que esa reflexión pone en escena es un nuevo tipo de cultura, la Esdesde esas demandas que se entenderá la necesidad de diferenciar
que experimenta la juventud contemporánea de la revolución electrónica, a la «televisión educativa» de los muy diferentes modos de hacer educación
la que ella llama prefigurativa por ser una cultura que aún no tiene clara su en la televisión. Pues si hay que pensar en un tipo de presencia de la edu-
figura pues apenas comenzó a emerger a fines de los años 60. Esta cultura cación escolar en los medios, son tanto o más necesarias otras modalida-
remite entonces a un aprendizaje fundado menos en la dependencia de los des de educación. Entre ellas, yo destacaría dos: en primer lugar una for-
adultos, que en la propia exploración que los habitantes del nuevo mundo mación continua que capacite justamente para ubicarse en los nuevos len-
tecnocultural hacen de la visión, de la audición, del tacto o la velocidad. guajes y saberes que circulan en la sociedad y frente a los cuales la inmensa
De ahí la importancia estratégica que cobra hoy una escuela capaz de mayoría está completamente desprovisto de capacidad de lectura y de
un uso creativo y crítico de los medios audiovisuales y las tecnologías infor- aprovechamiento, desconocimento que agrava la exclusión social, empe-
máticas. Pero ello sólo será posible en una escuela que transforme su mo- zando por la laboral. En segundo lugar, creo que hay un aspecto que resul-
delo (y su praxis) de comunicación, que haga posible el tránsito de un mo- ta decisivo para nuestras posibilidades de convivencia: es el de una historia
delo centrado en la secuencia lineal -que encadena unidireccionalmente del país que articule sus múltiples memorias tanto étnicas como raciales,
grados, edades y paquetes de conocimiento- a otro descentrado y plural, locales y de género, y en cuya construcción audiovisual deberían trabajar
cuya clave es el «encuentro». los mejores historiadores, los mejores libretistas y creadores de televisión,
Sólo asumiendo a los medios como dimensión estratégica de la cultu- capaces de proporcionarnos los elementos básicos con los cuales construir
ra, puede la escuela insertarse en los procesos de cambio que atraviesa identidades nuevas, con arraigo, pero no narcisistas ni provincianas, sino
nuestra sociedad e interactuar con los campos de experiencia en que hoy identidades que puedan dialogar e interactuar entre sí, y con el resto de
se procesan esos cambios. Hablamos de la desterritorialización/relocaliza- identidades del mundo.
ción de las identidades, hibridaciones de la ciencia y el arte, de las literatu- Entre la educación expandida por el ecosistema comunicativo y la es-
ras escritas y las audiovisuales; reorganización de los saberes y del mapa de cuela, el chileno Martín Hopenhayn traduce a tres objetivos básicos los
los oficios desde los flujos y redes por los que hoy se moviliza no sólo la in- «códigos de modernidad». Esos objetivos son formar recursos humanos,
formación sino el trabajo, el intercambio y la puesta en común de proyec- construir ciudadanos y desarrollar sujetos autónomos. En primer lugar, la
tos, de investigaciones científicas y experimentaciones estéticas. Sólo ha- educación no puede estar de espaldas a las transformaciones del mundo

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del trabajo, de los nuevos saberes que la producción moviliza, de los nue- Bibliografía
vas figuras que recomponen aceleradamente el campo y el mercado de las
profesiones. Mead, M. Cultura y compromiso, Granica, Barcelona, 1971.
No se trata de supeditar la formación a la adecuación de recursos hu- Eco, U. «La multiplicación de los medios», en Cultura y nuevas tecnologías, Novatex, Madrid,1986.
manos para la producción, sino de que la escuela asuma los retos que las . . 11'1, A .« Del péndulo a la máquina virtual»,
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innovaciones tecno-pro,ductivas y laborales le plantean al ciudadano en tér- minación, azar. Paidós, Buenos Aires, 1994.

minos de nuevos lenguajes y saberes. Pues sería suicida para una sociedad GIidd ens, A . Consecuencias de la modernidad, Alianza, Madrid, 1994.
alfabetizarse sin tener en cuenta el nuevo país que productivamente está Renaud A., «L'image: de I'économie informationelle a la pensée visuelle», en Reseaux N° 7,

apareciendo. En segundo lugar, construcción de ciudadanos significa que Paris,1995.

la educación debe enseñar a leer ciudadanamente el mundo. Debe ayudar Lascaut, G. y otros, Voir, entendre, U.G.E.-1O/18, París, 1976.

a crear en los jóvenes una mentalidad crítica, cuestionadora, desajustado- Carrascosa, J . L. Quimeras del conocimiento. Mitos y realidades de la inteligencia artificial,
Fundesco, Madrid, 1992.
ra de la inercia en que la gente vive, desajustadora del acomodamiento en
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Es mucho lo que queda por movilizar desde la educación para reno-
Moles, A. Sociodinamique de la culture, Mouton, La Haya, 1971.
var la cultura política, de manera que la sociedad no busque salvadores,
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sino genere sociabilidades para convivir, concertar, respetar las reglas del televisión, Textos de la Filmoteca, Valencia, 1995.
juego ciudadano, desde las de tráfico hasta las del pago de impuestos. Hopenhayn, M. La enciclopedia vacía: desafíos del aprendizaje en tiempo y espacio multime-
En tercer lugar la educación es moderna en la medida en que sea ca- dia, ponencia presentada en el Congreso mundial «Convergencia Participativa en
paz de desarrollar sujetos autónomos. Frente a una sociedad que masifica Conocimiento, Espacio y Tiempo», Cartagena de Indias, junio, 1997.

estructuralmente, que tiende a homogeneizar incluso cuando crea posibili- Gruzinski, S. La guerra de las imágenes. De Cristóbal Colón a 'Blade Runner', F.C.E.,México,1994.

dades de diferenciación, la posibilidad de ser ciudadanos es directamente Virilio, P.La máquina de visión, Cátedra, Madrid, 1989; ver también del mismo autor: La vites-
se de liberation, Galilée, Paris, 1995.
proporcional al desarrollo de sujetos autónomos. Es decir, de gente libre
Bourdieu, P./ Passeron J.c., La reproduction. Elements pour une théorie du systéme de l'en-
tanto interiormente como en sus tomas de posición. Libre significa gente
seignement, Minuit, Paris, 1970.
capaz de saber leer la publicidad y para qué sirve, y no dejarse masajear el
Ramirez, S. y Muñoz, S. Trayectos del consumo.ltineraríos biográficos y producción-consumo
cerebro, gente que sea capaz de tomar distancia del arte de moda, de los cultural, p.62, Univalle, Cali, 1995.
libros de moda, gente que piense con su cabeza y no con las ideas que cir-
Ong, W. Oralidadyescritura, ps. 130yss., F.C.E., México, 1987.
culan a su alrededor.
Renaud,in Videoculturas fin de siglo, Cátedra, Madrid, 1990.
Si la educación no se hace cargo de los cambios culturales que pasan
Maffesoli, M. El tiempo de las tribus. El declive del individualismo en la sociedad de masas, Icaria,
hoy decisivamente por los procesos de comunicación e información, no es Barcelona, 1990. Del mismo autor, Eloge de la raison sensible, Grasset, París, 1996.
posible formar ciudadanos. y sin ciudadanos, no tendremos ni sociedad Rama, A. «La ciudad letrada», en Morse, R. y Hardoy, 1. E. Cultura urbana latinoamericana,
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30 COMUNICACIÓN, MEDIOS Y EDUCACiÓN RETOS CULTURALES DE LA COMUNICACiÓN A LA EDUCACiÓN 31


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Satori, G. Hamo videns. Televisione e post-pansiero, Laterza, Roma, 1995.

Escuela Y cultura: una relación conflictiva

JUAN CARLOS TEDESCO

Introducción

Las relaciones entre escuela y cultura siempre han sido relaciones tensas y
conflictivas. Desde el sentido común de los educadores y de algunos secto-
res de la opinión pública, se sostiene la necesidad de armonizar las pro-
puestas de ambas dimensiones o, más concretamente, que la escuela se
adapte a los requerimientos y pautas de la cultura popular. Nuestra hipóte-
sis, en cambio, consiste en sostener que sólo en un marco de tensión y con-
flicto es posible que la relación entre escuela y cultura sea una relación so-
cialmente significativa.
Para comprender este fenómeno, es necesario partir de un análisis
histórico. Sin esta visión retrospectiva, es difícil comprender tanto la situa-
ción actual como las perspectivas futuras. En definitiva, la escuela constitu-
ye, ella misma, un producto histórico y, como tal, es una forma específica
de resolver el problema de la transmisión del patrimonio cultural de una so-
ciedad a sus futuras generaciones.
El presente texto está dividido en tres partes. En la primera se analizan
las relaciones entre escuela y cultura en la sociedad industrial; en la segun-
da se intenta describir los cambios que se producen actualmente en el mar-
co de lo que ha dado en llamarse «sociedad del conocimiento» y en la ter-
cera se presentan algunas ideas con respecto a las consecuencias pedagó-
gicas del vínculo entre escuela y cultura, que pueden estimular ciertas
estrategias de acción.

32 COMUNICACiÓN, MEDIOS Y EDUCACIÓÑ ESCUELA Y CULTURA: UNA RELACIÓN CONFLICTIVA 33


COLECCIÓN DIRIGIDA POR JOSÉ MANUEL ESTEVE y ÁNGEL t. PÉREZ

La relación entre la escuela y los medios de


comunicación ha vivido no pocos desencuentros.
Las identidades de los jóvenes, sin embargo, se
trazan en la intersección del texto escrito, la imagen
electrónica y la cultura popular. Una realidad que la escuela no
puede desconocer. De esto trata, precisamente, Comunicación,
medios y educación: de la educación en medios de comunicación
como una vía de entrada a la cultura ya la comprensión del
mundo.

En este libro se presentan diecisiete artículos de especialistas


en educación, comunicación y ciencias sociales de diferentes
nacionalidades. Conscientes de que no existe una fórmula universal,
los autores abren vías de reflexión y dan ejemplos concretos
en torno a cuatro grandes cuestiones:

• ¿ La escuela debe redefinir su relación con la cultura?;


• Saberes escolares y saberes mediáticos: ¿choque o integración?;
• Un compromiso con la democracia; y
• Fundamentos y prácticas de una educación en medios.

ROXANA MORDUCHOWICZ (coord.)


Doctora en Educación (con orientación en Comunicación) de la Universidad
de París. Profesora en Comunicación en la Universidad de Buenos Aires.
Directora del Programa de Educación en Medios para la Secretaría de
Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Autora de diversos
libros sobre el tema, entre los que destacan A mí la tele me enseña muchas
cosas (Paidós, 2001) y El diario en la escuela (Octaedro, 2002).

ISBN 84-80b3-Sb8-L

--OCTAEDRO--
BARCELONA - GRANADA - BUENOS AIRES - MtXICO 9 788480 "l."

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