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ESTRATEGIAS PARA RESOLVER PROBLEMAS DE MATEMÁTICAS

Un ejercicio suele ser una mera aplicación práctica de una fórmula o algoritmo de cálculo
De un vistazo sabes lo que tienes que hacer. Ya conoces el camino y sólo tienes que
aplicarlo. Es más sencillo.

Un problema es necesario leerlo con atención para entenderlo bien.


Tienes que organizar y relacionar tus ideas y tener una actitud positiva y creativa. Los
problemas son cuestiones menos definidas y más abiertas que los ejercicios.

No te centres en memorizar la teoría y hacer ejercicios repetitivos. Es mucho más


productivo y divertido dedicar tiempo a resolver problemas.
Es hora de que empieces a considerar los problemas como amigos que te ofrecen la
oportunidad de progresar de una forma activa en las matemáticas y de comprobar lo
que sabes. Incluso a veces, puedes disfrutar pensando y tener «una idea feliz» para
llegar a una solución simple y elegante.
Resolver un problema exige tiempo y energía. Implica unas circunstancias (frustración
inicial, voluntad de resolverlo, perseverancia,…)
Pero resolviendo problemas aumentarás tu confianza con las matemáticas.
Aprenderás más. Vale la pena el esfuerzo!

AYUDA PARA RESOLVER PROBLEMAS MATEMÁTICOS


Estos consejos te ayudarán a pensar mejor:
 Debes tener una actitud positiva. Curiosidad y ganas de aprender. Gusto por el reto
 Confía en tus posibilidades. Somos lo que pensamos. Actúa con tranquilidad, sin miedo.
 Ten paciencia. No abandones a la menor dificultad. Si te atascas, piensa en un nuevo
enfoque del problema.
 Concéntrate. Resolver problemas es una actividad compleja y requiere atención.
 No busques el éxito a corto plazo. Llegar a la solución es un proceso lento, pero cuando
notes los progresos sentirás una gran satisfacción.

PASOS PARA RESOLVER PROBLEMAS MATEMÁTICOS

Realmente no existen estrategias definidas para resolver problemas de matemáticas


que te aseguren el éxito. Pero si podemos señalar algunos pasos generales referencia
de dos enormes matemáticos que indagaron en este tema, George Polya y Miguel de
Guzmán. Ideas de sus libros How To Solve It y Para pensar mejor.

1. Comprende el problema
Lee el enunciado tranquilamente. Varias veces, hasta entenderlo bien. Que no se te
escape ningún dato interesante. ¿En qué consiste? ¿Qué conoces? ¿Qué se te pide?
¿Cuáles son las condiciones…? Esto es necesario para afrontar el problema con garantías
de éxito.
2. Elabora un plan de actuación
Cuando comprendas el problema, es el momento de elegir una estrategia para resolverlo.
Hay muchas estrategias! Te indico algunas al final del artículo. Es bueno que las conozcas
y las practiques para mejorar tu capacidad de resolver problemas.
3. Lleva adelante tu plan
Una vez hayas elegido una estrategia, trabájala con decisión y no la abandones a la
primera dificultad.
Es posible que las cosas se compliquen y te hayas equivocado al elegir una estrategia.
Prueba otra! Suele haber varias formas de llegar a la solución y no siempre podemos
acertar con la más apropiada al primer intento.
¿Salió? ¿Estás seguro? Revisa el resultado y comprueba que has llegado a la solución.
Muchas veces creemos haber resuelto un problema y luego no es así.
4. Reflexiona sobre todo el proceso
«Cada problema que resolví se convirtió en una regla que más adelante me sirvió para
solucionar otros problemas.» Descartes
¿Has resuelto el problema? ¡Enhorabuena!
¿Has pasado un buen rato entretenido, intentándolo con ganas, y has acabado por no
resolverlo? ¡Enhorabuena también! Se aprende mucho más de los problemas
trabajados con interés y tesón… y no resueltos, que de los que se resuelven casi a
primera vista.
¿Cómo lo has resuelto? Esta etapa es muy provechosa y a menudo se olvida.
 Examina bien el camino que has seguido. ¿Cómo has llegado a la solución? ¿O, por qué no
has llegado a la solución? ¿Qué equivocaciones y aciertos has tenido? ¿Qué te hizo intuir
que iba a ir bien?
 Mira a ver si puedes hacerlo de un modo más simple.
 Reflexiona un poco sobre tu proceso de pensamiento y saca consecuencias para el
futuro. Cada persona tiene una forma diferente de pensar.
¿Cómo es tu pensamiento? ¿Visual o analítico? Todo se puede mejorar. Con la práctica
puedes pasar de tener una sola idea rígida a tener varias ideas relacionadas y originales.

Estrategias para resolver problemas de matemáticas

 Busca semejanzas con otros problemas. ¿Te recuerda a alguna situación similar?
 Reduce lo complicado por algo más simple. Divide y vencerás!
 Considera casos particulares. Sigue la pista! Utiliza números muy pequeños
 Haz un dibujo o esquema. Una imagen vale más que mil palabras. Incorpora sólo lo
importante.
 Estudia todos los casos posibles. ¿Puedes descartar alguno?
 Elige una buena notación. Simplificarás mucho el problema
 Ensayo y error. Si no funciona, toma otro camino.
 Trabaja hacia atrás. Imagina que el problema está resuelto y que eres un cangrejo.
Es posible que así puedas construir la solución.
 Aprovecha la simetría. Es posible que puedas aprovechar regularidades o simetrías.

Resolver problemas de matemáticas

Resolver problemas de matemáticas es algo muy complicado para muchos niños. A veces,
lo más difícil de las matemáticas se basa justamente en los problemas, ¿por qué es tan
difícil resolver problemas de matemáticas?

Resolver problemas de matemáticas implica mucho más que conocer y dominar conceptos
matemáticos. La resolución de problemas matemáticos:

 Supone el dominio de un tipo de pensamiento abstracto, pensar en la probabilidad


y en la hipótesis.
 Establecer inferencias, relaciones causa efecto.
 Comprender el sentido de cada una de las operaciones y el lenguaje de las
matemáticas.
 Además implica la participación y el dominio de diferentes operaciones o
procesos mentales: la atención, la lectura y la comprensión del enunciado, la
capacidad de imaginar y abstraer a un nivel matemático, etc.
 Es por ello que resolver problemas matemáticos puede ser muy complicado para
la mayoría de los niños.

Tipos de problemas de matemáticas

Un problema de matemáticas consiste en un enunciado que aporta unos datos y se


plantea un dilema que el alumno debe resolver. Existen problemas de diferentes tipos,
todos ellos tienen en común la necesidad de entender los datos, de darles un sentido y
para ello se necesita el pensamiento abstracto.

Existen diferentes tipos de problemas de matemáticas:

Problemas de suma y resta con una operación.

 Se conoce una cantidad inicial, se hace crecer y se pregunta por la cantidad final.
 Se parte de una cantidad inicial, a la que se hace disminuir, y se pregunta por la
cantidad final.
 Se conoce una cantidad inicial y se aporta una cantidad final mayor, se pregunta
por la cantidad aumentada o diferencia entre ambas cantidades. Pablo tenía 15
euros, después de ahorrar ha conseguido un total de 27 euros ¿Cuánto dinero ha
conseguido?
 Se conoce una cantidad inicial y se aporta una cantidad final menor, se pregunta
por la cantidad disminuida. Yo tenía 12 canicas y ahora solo me quedan 5 ¿cuántas
he perdido=
 Se pregunta la cantidad inicial, conociendo la cantidad final y lo que se ha
aumentado. Mi hermano me ha regalado 5 cromos y ahora en total tengo 12
¿cuántos cromos tenía al comenzar?

Problemas de operaciones combinadas, sumas y restas.

Problemas de multiplicar y dividir.

Multiplicar: se trata de problemas en los que se tiene que sumar la misma cantidad varias
veces.

Dividir: problemas en los que se tiene una cantidad inicial y es necesaria dividirla o
repartirla entre varias partes.

Ayudar a un niño a resolver problemas de matemáticas

 Resolver problemas de matemáticas puede ser muy difícil para los niños. Algunas
ideas para resolver problemas de matemáticas son las siguientes:
 Enséñale a reconocer y anotar los datos.
 Pídele que dibuje de este modo hacemos concreto lo abstracto. También puede
ser buena opción hacer los datos con objetos reales.
 Pídele que anoté la pregunta ¿Qué es lo que me pide?
 Después que piense que es lo que le pide el problema y que identifique la
operación.

Beneficios de los problemas de matemáticas

 Aprender a resolver problemas de matemáticas tiene muchos beneficios en los


niños. Ya que favorece su desarrollo.
 Desarrollamos su pensamiento abstracto.
 Mejorar en habilidades de resolver problemas de la vida.
 Serán más agiles en sus pensamientos.
 Aprenden a analizar situaciones y diferentes variables
DISGRAFIA
es un trastorno neurológico de carácter funcional que afecta a la escritura,
concretamente al trazado o a la grafía. Frecuentemente, las personas que padecen este
trastorno muestran dificultades en el control de la escritura, ya que el control de esta
es un acto neuro-perceptivo motor que se ve afectado en la disgrafía.
Definición de disgrafía

La disgrafía es un trastorno que afecta al desarrollo y la adquisición de la habilidad


escritora de las personas, provocando, sobretodo, dificultades en las escrituras libres,
en los dictados y en el copiado de un texto ya escrito.

Además, la disgrafía se debe diferenciar de algunos casos, como tener mala letra, las
dificultades generales propias de la edad en la que se da el proceso de aprendizaje de
la escritura, la dislexia. Así pues, la disgrafía se distingue de esos casos ya que las
personas que padecen este trastorno tienen dificultades para recordar y dominar
automáticamente los movimientos motores necesarios para escribir letras o números y
formar palabras. Por lo tanto, la disgrafía afecta a la habilidad escritora y a la
ortografía, tanto a la escritura de palabras completas y textos como de letras aisladas.

Características de la escritura en la disgrafía

Las personas que padecen disgrafía acostumbran a compartir una serie de


características en su escritura. Las características de la escritura en la disgrafía son:

 Letra difícil de entender.


 Escritura en espejo: letras escritas como si fueran el reflejo de un espejo, es
decir, al revés.
 Espacios incorrectos o irregulares de las letras y palabras: palabras juntas o
sílabas separadas.
 Mala presentación: sucia y con marcas de haber borrado palabras para
escribirlas de nuevo.
 Letra irregular tanto en forma como en tamaño.
 Letras mayúsculas y minúsculas usadas incorrectamente.
 Mala postura corporal y manera incorrecta de coger el lápiz a la hora de escribir.
 Escriben de manera lenta y torpe, con errores.
 Eliminación u omisión de letras.
 Letras invertidas.
 Confusión de letras: por ejemplo, cambiar una “a” por una “e”.
 Inclinación de las letras.
 Inclinación del renglón, dando lugar a un texto torcido.
 Trazo grueso y apretando fuerte o muy suave casi sin dejar rastro de lo que se
escribe.

Tipos de disgrafía

Cuando hablamos de los tipos de disgrafía, debemos diferenciar dos grandes


clasificaciones que, cada una de ellas incluye diferentes tipos de disgrafía:

Disgrafía adquirida

La disgrafía adquirida consiste en dificultades en la escritura debida como consecuencia


de una lesión cerebral en personas que ya sabían escribir, por ejemplo, personas que han
sufrido un traumatismo en una zona determinada de la cabeza. En la disgrafía adquirida,
podemos diferenciar las disgrafías centrales y las disgrafías periféricas:

Disgrafía adquirida central: este tipo de disgrafía afecta a los aspectos lingüísticos
implicados en la escritura de las palabras. Dentro de la disgrafía adquirida central
encontramos tres tipos distintos:

Disgrafía adquirida fonológica: este tipo de disgrafía se da cuando la ruta fonológica se


ve afectada, en esta ruta no se reconocen las palabras en su totalidad, sino que se
reconocen unidades pequeñas como las sílabas y las letras. Esta disgrafía da lugar a
dificultades para comprender las reglas de conversión grafema-fonema, es decir, para
relacionar el sonido y la pronunciación de las palabras con su forma de escribirlas, por
lo tanto, las personas que padecen esta disgrafía suelen cometer errores cuando
escriben palabras desconocidas, que no forman parte de su escritura cotidiana. Por
ejemplo, la letra “g” cuando se pronuncia sola tiene una entonación distinta a cuando se
une a la palabra “gato”.

Disgrafía adquirida superficial: este tipo de disgrafía se da cuando se ve afectada la


ruta visual, ruta que permite reconocer las palabras, pero no permite descodificar
palabras sin comprenderlas o sin conocerlas con anterioridad. Por esta razón, las
personas acostumbran a escribir lentamente e incluso deletreando las palabras,
presentan errores ortográficos, problemas en la memoria visual, dificultades para
escribir palabras difíciles y desconocidas o poco usuales en su día a día, entre otros.

Disgrafía adquirida profunda: este tipo de disgrafía se da cuando se ven afectadas las
dos rutas anteriores (visual y fonológica). Esta se caracteriza porque se cometen
errores semánticos, por ejemplo, sustituyen fútbol por baloncesto, dando lugar a una
substitución de palabras que forman parte de un mismo campo semántico, en este caso
deportes. Además, se presentan dificultades para escribir una palabra dictada por otra
persona, aunque se conozca su significado.
Disgrafía adquirida periférica: en este caso, las personas que padecen este tipo de
disgrafía muestran dificultades para recordar los movimientos requeridos para poder
trazar una letra o escribir palabras y frases.

Disgrafía evolutiva

La disgrafía evolutiva se da en personas que se encuentran en el proceso de aprendizaje


de la escritura ya que nunca antes habían aprendido a escribir, generalmente se trata
de niños hasta siete años o, en casos excepcionales, en personas analfabetas. Dentro de
la disgrafía evolutiva, podemos diferenciar tres tipos de disgrafía distintos:

Disgrafía evolutiva fonológica: las personas que padecen una disgrafía evolutiva
fonológica o superficial acostumbran a presentar las mismas dificultades que las
personas que padecen una disgrafía adquirida fonológica o superficial, aunque se
diferencian ya que en las evolutivas se trata del proceso natural de aprendizaje y en las
adquiridas se trata de personas que antes de sufrir una lesión cerebral ya sabían
escribir.

Disgrafía evolutiva superficial.

Disgrafía evolutiva mixta: en cambio, a diferencia de la disgrafía adquirida profunda,


en la disgrafía evolutiva mixta no se dan errores semánticos. La disgrafía mixta es la
más frecuente dentro de las disgrafías evolutivas, ya que las dificultades que se dan en
una de las rutas (visual o fonológica), como consecuencia, dificulta el desarrollo de la
otra ruta.

Causas de la disgrafía

Como hemos mencionado anteriormente, hay dos posibles causas de disgrafía (adquirida
o evolutiva) y se encuentran varias causas que pueden originar cualquiera de las dos:

Problemas de lateralización.

Dificultades motrices: dificultad en el movimiento, tanto de dedos como de las manos,


y dificultades en el equilibrio y la organización general del cuerpo.

Factores de personalidad: causas relacionadas con la personalidad y las características


de la persona que padece la disgrafía, por ejemplo, si la persona es rápida o lenta.

Causas pedagógicas: existen causas relacionadas con la educación recibida en relación a


la escritura, como por ejemplo, haber estado sometido a una enseñanza rígida y no
adaptada a las diferencias individuales de cada alumno, someterse a exigencias
marcadas por el profesor, la familia y la presión social entre compañeros como escribir
bien y rápido, entre otros.
Dificultades en la habilidad viso-perceptiva: problemas para identificar aquello que se
ve. Por ejemplo, dificultades para interpretar qué es una pelota cuando la persona la
tiene delante o la ve en una fotografía.

Dificultades para retener una palabra en la memoria y dificultades en la capacidad de


recuperar una palabra que se supone que deberíamos retener en la memoria.

Coordinación viso-motriz: dificultades en la habilidad de coordinar el movimiento del


cuerpo con la visión.

Tratamiento de la disgrafía

Es de gran importancia diagnosticar y tratar la disgrafía lo antes posible, debido a su


efecto negativo, sobretodo, en el ámbito académico. Pero antes de empezar a tratarla,
se deben observar atentamente cuales son las dificultades que presenta la persona,
para poder hacer un abordaje concreto y centrado en las características concretas de
cada paciente, es decir, para poder realizar un tratamiento adaptado y centrado en la
persona.

Para tratar adecuadamente la disgrafía se debe intervenir en distintas áreas:

La psicomotricidad gruesa (capacidad de movimiento global): enseñar al paciente cuál es


la postura correcta para poder escribir, con el objetivo de poder corregir su mala
postura, por ejemplo, cómo debe sentarse, la distancia entre la cabeza y el papel,
posición del papel, como se debe coger el lápiz, entre otros.

La psicomotricidad fina (movimientos más detallados, que requieren más control,


generalmente movimientos con los dedos): este tipo de movimientos deben ser tratados
ya que afectan a la dependencia de la mano y los dedos, con el objetivo de conseguir que
el paciente adquiera precisión y coordinación a la hora de escribir. Algunos ejemplos de
ejercicios para fortalecer la psicomotricidad fina son recortar papeles de alguna forma
determinada y repasar líneas.

La percepción: es importante trabajar la percepción ya que las dificultades que los


pacientes muestran en relación a la percepción temporal, espacial, viso-perceptiva y
atencional, pueden causar errores o dificultades en la fluidez, inclinación y orientación
de la escritura.

La viso-motricidad: la función de la viso-motricidad es coordinar el movimiento de los


ojos con el movimiento del cuerpo. En el caso que esta función se vea afectada, sobre
todo cuando se trata del movimiento de las manos y los dedos, dificulta la escritura de
las personas y, por ello, se debe trabajar la mejora de ésta coordinación.
La grafo-motricidad: es necesario tratar la grafo-motricidad para poder corregir los
movimientos básicos de la escritura. Para ello, se recomienda realizar ejercicios que
estimulen los movimientos básicos de las letras, como escribir una letra uniendo puntos
ya marcados, repasar letras o figuras ya escritas o dibujadas, seguir cenefas que
conlleven movimientos en bucle, entre otros.

La grafo-escritura: para tratar el área de la grafo-escritura habitualmente se usan


ejercicios de caligrafía, para poder mejorar todas las letras que conforman el
abecedario.

El perfeccionamiento escritor: en este caso, se pretende mejorar la fluidez escritora


y las faltas de ortografía. Se recomienda realizar ejercicios como copiar letras, unir
sílabas para formar una palabra, unir una palabra con su dibujo correspondiente (por
ejemplo, unir la palabra “pelota” con el dibujo de una pelota), entre otros.

La relajación: es habitual que el paciente se fatigue entre actividades que conlleven


mucho esfuerzo, por eso, se recomienda relajar la muñeca, los dedos, etcétera

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