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Ayuda para resolver problemas

matemáticos
Estos consejos te ayudarán a pensar mejor:
 Debes tener una actitud positiva. Curiosidad y ganas de aprender. Gusto por el
reto
 Confía en tus posibilidades. Somos lo que pensamos. Actúa con tranquilidad,
sin miedo.
 Ten paciencia. No abandones a la menor dificultad. Si te atascas, piensa en un
nuevo enfoque del problema.
 Concéntrate. Resolver problemas es una actividad compleja y requiere atención.
 No busques el éxito a corto plazo. Llegar a la solución es un proceso lento, pero
cuando notes los progresos sentirás una gran satisfacción.

Pasos para resolver problemas


matemáticos
Realmente no existen estrategias definidas para resolver problemas de
matemáticas que te aseguren el éxito. Pero si podemos señalar algunos pasos
generales
Tomo como referencia a dos enormes matemáticos que indagaron en este
tema, George Polya y Miguel de Guzmán. Te resumo brevemente las ideas de sus
libros How To Solve It y Para pensar mejor.
1. Comprende el problema
Lee el enunciado tranquilamente. Varias veces, hasta entenderlo bien. Que no se
te escape ningún dato interesante. ¿En qué consiste? ¿Qué conoces?¿ Qué se te
pide? ¿cuáles son las condiciones…? Esto es necesario para afrontar el problema
con garantías de éxito.
2. Elabora un plan de actuación
Cuando comprendas el problema, es el momento de elegir una estrategia para
resolverlo. Hay muchas estrategias! Te indico algunas al final del artículo. Es
bueno que las conozcas y las practiques para mejorar tu capacidad de resolver
problemas.
3. Lleva adelante tu plan
Una vez hayas elegido una estrategia, trabájala con decisión y no la abandones a
la primera dificultad.
Es posible que las cosas se compliquen y te hayas equivocado al elegir una
estrategia. Prueba otra! Suele haber varias formas de llegar a la solución y no
siempre podemos acertar con la más apropiada al primer intento.
¿Salió? ¿Estás seguro? Revisa el resultado y comprueba que has llegado a la
solución. Muchas veces creemos haber resuelto un problema y luego no es así.
4. Reflexiona sobre todo el proceso
“Cada problema que resolví se convirtió en una regla que más adelante me sirvió
para solucionar otros problemas.” Descartes
¿Has resuelto el problema? ¡Enhorabuena!
¿Has pasado un buen rato entretenido, intentándolo con ganas, y has acabado por
no resolverlo? ¡Enhorabuena también! Se aprende mucho más de los
problemas trabajados con interés y tesón… y no resueltos, que de los que se
resuelven casi a primera vista.
¿Cómo lo has resuelto? Esta etapa es muy provechosa y a menudo se olvida.
 Examina bien el camino que has seguido. ¿Cómo has llegado a la solución? ¿O,
por qué no has llegado a la solución? ¿Qué equivocaciones y aciertos has tenido?
¿Qué te hizo intuir que iba a ir bien?
 Mira a ver si puedes hacerlo de un modo más simple.
 Reflexiona un poco sobre tu proceso de pensamiento y saca consecuencias para
el futuro. Cada persona tiene una forma diferente de pensar.
¿Cómo es tu pensamiento? ¿Visual o analítico? Todo se puede mejorar. Con la
práctica puedes pasar de tener una sola idea rígida a tener varias ideas
relacionadas y originales.

Estrategias para resolver problemas de


matemáticas
 Busca semejanzas con otros problemas. ¿Te recuerda a alguna situación
similar?
 Reduce lo complicado por algo más simple. Divide y vencerás!
 Considera casos particulares. Sigue la pista! Utiliza números muy pequeños
 Haz un dibujo o esquema. Una imagen vale más que mil palabras. Incorpora sólo
lo importante.
 Estudia todos los casos posibles. ¿Puedes descartar alguno?
 Elige una buena notación. Simplificarás mucho el problema
 Ensayo y error. Si no funciona, toma otro camino.
 Trabaja hacia atrás. Imagina que el problema está resuelto y que eres un
cangrejo. Es posible que así puedas construir la solución.
 Aprovecha la simetría. Es posible que puedas aprovechar regularidades o
simetrías.
 Usa programas dinámicos. Geogebra, Desmos y Wiris són muy útiles.
Espero que a partir de ahora resolver problemas de matemáticas se convierta para
ti en una agradable distracción.
Quien sabe, puede que algún día llegues a decir: “¡Me gustan los problemas!” ¿o
no?

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