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La llanta es una parte de la rueda de vehículos terrestres que sostiene el neumático y mantiene su forma al rodar. Se encuentran en automóviles, motocicletas, camiones, aviones y bicicletas. Antiguamente, las llantas se calentaban al rojo vivo y se enfriaban con agua para apretarlas contra la rueda, pero luego el proceso se mecanizó usando pistones hidráulicos para un ajuste más preciso.
La llanta es una parte de la rueda de vehículos terrestres que sostiene el neumático y mantiene su forma al rodar. Se encuentran en automóviles, motocicletas, camiones, aviones y bicicletas. Antiguamente, las llantas se calentaban al rojo vivo y se enfriaban con agua para apretarlas contra la rueda, pero luego el proceso se mecanizó usando pistones hidráulicos para un ajuste más preciso.
La llanta es una parte de la rueda de vehículos terrestres que sostiene el neumático y mantiene su forma al rodar. Se encuentran en automóviles, motocicletas, camiones, aviones y bicicletas. Antiguamente, las llantas se calentaban al rojo vivo y se enfriaban con agua para apretarlas contra la rueda, pero luego el proceso se mecanizó usando pistones hidráulicos para un ajuste más preciso.
La llanta (del francés jante), rin (del inglés rim) o aro es una parte de la rueda de la mayoría
de vehículos terrestres, una pieza metálica cuya forma varía en relación al tipo y tamaño del vehículo, y su función es sostener el neumático para que conserve la forma al rodar. Se pueden encontrar llantas en vehículos tales como automóviles, motocicletas, camiones, aviones, bicicletas. Dependiendo del país llanta puede designar el exterior de caucho (neumático) o la parte interna metálica. Las primeras llantas fueron una continuación de las ruedas de carruaje. De las primeras ruedas que se recubrieron con caucho vulcanizado (en 1880 aprox. ), hacia 1910 se comenzó a colocar un talón metálico entre la rueda y el neumático (para entonces ya se había implementado el tubo de aire como parte de la rueda) para reforzar su la rigidez total de la estructura. Antiguamente el procedimiento para enllantar consistía en calentar el aro al rojo vivo (unos 800°C) sobre un fuego de virutas y leña para que se dilatase, después se enfriaba con agua para que al contraerse apretara fuerte las pinas y comprimiera los radios contra el cubo. Posteriormente el proceso se mecanizó: en el enllantado en frío, varios pistones movidos por presión hidráulica comprimían la llanta por diferentes puntos de su contorno contra el de la rueda, ajustándola. Este procedimiento en su época se usaba para ruedas de los carros o carruajes civiles como militares, y servían tanto para una mayor duración de la rueda como para cuidar el camino -no asfaltados-.