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La presencia del cónsul en las relaciones internacionales

Convención de Viena

La Convención de Viena Relaciones Consulares es un tratado internacional


abierto a la firma en Viena el 24 de abril de 1963, al término de la correspondiente
Conferencia codificadora convocada por las Naciones Unidas. En ella se dio
término a las labores al respecto de las Naciones Unidas, dentro de sus tareas de
codificación del Derecho internacional, realizadas por la Comisión de Derecho
internacional y posteriormente por la propia Conferencia.

Consta de setenta y nueve artículos. En ellos se regulan las relaciones


consulares, tanto respecto a las funciones consulares como tales, como en lo que
se refiere al estatuto de las oficinas y los funcionarios consulares; abarca tanto a
los funcionarios de carrera como a los honorarios. Tradicionalmente las relaciones
consulares se desarrollaban a través de Tratados consulares bilaterales y de las
respectivas legislaciones internas, así como de las correspondientes costumbres
internacionales.

Los Estados que no son Parte en la Convención siguen regulando sus


relaciones consulares por la costumbre internacional y por Tratados Bilaterales;
estos siguen teniendo su utilidad general incluso para los Estados Parte en la
Convención, en cuanto puedan complementar a esta, principalmente en el aspecto
que en ella aparece desarrollado con menor detalle, como es el de las relaciones
consulares.

De consules: ¿Que es el cónsul missi y el cónsul electi?

Tradicionalmente se ha distinguido entre cónsules enviados o de carrera


(consules missi) y los honorarios (consules electi). Los primeros son funcionarios
públicos del Estado que los nombra y poseen la nacionalidad de éste, son
pagados por el Estado que los envía y no ejercen, en general, otras funciones que
las profesionales. Los consules electi pueden ser súbditos del Estado que los
designa o extranjeros y ejercer el comercio u otras profesiones, su servicio es
gratuito, aunque pueden recibir una subvención para gastos de locales y de
representación.

Conforme a la práctica internacional, los cónsules honorarios son personas


de reconocida probidad en sus comunidades, profesionistas o empresarios  o
individuos conocidos ampliamente en la ciudad o región en la que representan a
un país extranjero. Pueden tener cualquier nacionalidad, nacional o extranjera, y
no reciben sueldo ni gastos de sostenimiento para la oficina en la que harán
operar el Consulado Honorario.

La ayuda que tales funcionarios honorarios prestan al gobierno es


invaluable, sobre todo en países extensos en los que se hace difícil tener una
presencia sostenida y de amplia cobertura; sea en materia de apoyo a la
comunidad, a los negocios o a la difusión de la cultura.

El que por estar al frente de un Consulado de Carrera tiene competencia


para ejercer en su plenitud todas las funciones consulares que permite el Derecho
internacional.

Clasificación de los cónsules en Venezuela

El cuerpo consular se compone por lo común de cónsules generales,


simples cónsules, vice-cónsules y agentes consulares.

Los cónsules generales tienen por misión vigilar los diversos


establecimientos consulares existentes dentro de la circunscripción territorial del
Estado en que residen.

Los cónsules están encargados del servicio de una sola plaza de comercio
y tienen bajo su dependencia, para el efecto de la inspección, los vice-consulados
situados dentro de su distrito.

Los vice-cónsules están destinados en puertos de menor importancia o en


localidades secundarias.

Algunos Estados suelen conferir a sus ministros públicos, o a sus cónsules


generales, bajo calidades y restricciones que, por su variedad, sería imposible
enumerar, la facultad de nombrar, atendiendo a las exigencias del servicio,
Agentes consulares en los puntos donde consideran de positiva utilidad su
existencia. Estos agentes que, por lo común, no están en relación directa sino con
el funcionario de quien emana su nombramiento, habitualmente no son tampoco
rentados y son elegidos de preferencia entre los comerciantes nacionales de nota
que están establecidos en el extranjero.

También se distinguen los cónsules, en cónsules comerciantes y cónsules a


quienes está impuesta la prohibición de hacer el tráfico mercantil; cónsules
ciudadanos del Estado que los nombra y cónsules ciudadanos de diverso Estado.

Atribuciones del Cónsul

Cónsul es un cargo que recibe un funcionario por parte del estado para
ejercer una función consular en el extranjero. Es un funcionario del servicio
exterior de un país, de carácter político, de información y propaganda
administrada, aduanas, notarial y registro político.

Es el Ministerio de Exteriores, de Relaciones Exteriores, o de Asuntos


Exteriores quien le encarga al cónsul la tarea de asistir a los ciudadanos del país
de origen en ciertas tareas como la tramitación de los documentos que necesite
para diversos fines, orientarlo para su defensa, en caso de necesitarlo,
legalización de documentos oficiales (cuando existe esa posibilidad), poderes, fe
de vida, certificados acreditativos de nacionalidad, otorgamiento y renovación de
pasaportes, tramitación de documentos de identidad nacionales de su país.

Algunas de las funciones consulares tienen carácter notarial, o de fe pública


y su firma equivale también a la de un notario, pudiendo cumplir incluso las
funciones de un traductor jurado (también llamado traductor certificado o perito
traductor). El ejercicio a cargo se rige por la Convención de Viena sobre
Relaciones Consulares, de 1963.

Los consulados y consulados honorarios son representaciones consulares


del país emisor en el extranjero. La diferencia radica en las funciones y el personal
de estas representaciones.
El Cónsul Honorario no es un funcionario del estado, mientras que el
Cónsul (de carrera) si lo es, el cónsul honorario puede ser de cualquier
nacionalidad, mientras que el funcionario de carrera tiene que tener la
nacionalidad del país que representa.

Los jefes de oficina consular serán de cuatro categorías: cónsules


generales; cónsules; vicecónsules; agentes consulares.

De acuerdo con el artículo quinto de la Convención de Viena sobre


Relaciones Consulares, las funciones consulares son:

Proteger en el Estado receptor los intereses del Estado que envía y de sus
nacionales, sean personas naturales o jurídicas, dentro de los límites permitidos
por el derecho internacional;

Fomentar el desarrollo de las relaciones comerciales, económicas,


culturales y científicas entre el Estado que envía y el Estado receptor, y promover
además las relaciones amistosas entre los mismos, de conformidad con las
disposiciones de la presente Convención;

Informarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución


de la vida comercial, económica, cultural y científica del Estado receptor, informar
al respecto al gobierno del Estado que envía y proporcionar datos a las personas
interesadas;

Extender pasaportes y documentos de viaje a los nacionales del Estado que


envía, y visados o documentos adecuados a las personas las que deseen viajar a
dicho Estado;

Prestar ayuda y asistencia a los nacionales del Estado que envía, sean
personas naturales o jurídicas;

Actuar en calidad de notario, de funcionario de registro civil y en funciones


similares y ejercitar otras de carácter administrativo, siempre que no se opongan
las leyes y reglamentos del Estado receptor;
Velar, de acuerdo con las leyes y reglamentos del Estado receptor, por los
intereses de los nacionales del Estado que envía, sean personas naturales o
jurídicas, en los casos de sucesión por causa de muerte que se produzcan en el
territorio del Estado receptor;

Velar, dentro de los límites que impongan las leyes y reglamentos del
Estado receptor, por los intereses de los menores y de otras personas que
carezcan de capacidad plena y que sean nacionales del Estado que envía, en
particular cuando se requiera instituir para ellos una tutela o una curatela;

Representar a los nacionales del Estado que envía o tomar las medidas
convenientes para su representación ante los tribunales y otras autoridades del
Estado receptor, de conformidad con la práctica y los procedimientos en vigor en
este último, a fin de lograr que, de acuerdo con las leyes y reglamentos del mismo,
se adopten las medidas provisionales de preservación de los derechos e intereses
de esos nacionales, cuando, por estar ausentes o por cualquier otra causa, no
puedan defenderlos oportunamente;

Comunicar decisiones judiciales y extrajudiciales y diligenciar comisiones


rogatorias de conformidad con los acuerdos internacionales en vigor y, a falta de
los mismos, de manera que sea compatible con las leyes y reglamentos del
Estado receptor;

Ejercer, de conformidad con las leyes y reglamentos del Estado que envía,
los derechos de control o inspección de los buques que tengan la nacionalidad de
dicho Estado, y de las aeronaves matriculadas en el mismo y, también, de sus
tripulaciones;

Prestar ayuda a los buques y aeronaves a que se refiere el apartado k) de


este artículo y, también, a sus tripulaciones; recibir declaración sobre el viaje de
esos buques, examinar y refrendar los documentos de a bordo y, sin perjuicio de
las facultades de las autoridades del Estado receptor, efectuar encuestas sobre
los incidentes ocurridos en la travesía y resolver los litigios de todo orden que se
planteen entre el capitán, los oficiales y los marineros, siempre que lo autoricen las
leyes y reglamentos del Estado que envía;

Ejercer las demás funciones confiadas por el Estado que envía a la oficina
consular que no estén prohibidas por las leyes y reglamentos del Estado receptor
o a las que éste no se oponga, o las que le sean atribuidas por los acuerdos
internacionales en vigor entre el Estado que envía y el receptor.

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