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Jesus Maestro
Jesus Maestro
CAPÍTULO I FUNDAMENTACIÓN
1 Cf. Pagola, José Antonio. “Jesús aproximación histórica”. Ed. PPC. Madrid 2007, pp. 11 – 18.
4
que son escasas. Los textos no cristianos surgieron en el siglo II, al encontrarse los
historiadores con las comunidades cristianas:
Testimonios romanos.
Entre ellos se encuentra Plinio el Joven (62 - 113), procónsul de Bitinia que
escribe a su emperador Trajano en el año 11 d.C., haciéndole unas consultas .
Le habla de un movimiento religioso que se extiende en su región y le pide
consejos sobre cómo actuar frente a él. Afirma que “en realidad estos hombres no son
malos; pero sí supersticiosos”. En su carta se dice de ellos que “entonan un cántico a
Cristo como Dios”. Esto significa que en el año 111 había quienes consideraban a
Cristo como Dios. Es un testimonio explícito de la fe en la divinidad de Jesucristo. Sin
embargo, nada se dice directamente de Jesús 2.
Junto con Plinio se puede citar también a Suetonio Tranquilo (65 - 135), que
en su Libro “los doce Césares”, cuando habla del reinado de Claudio (41 - 54)
menciona un conflicto habido en Roma por el cual Claudio expulsa a los judíos. Este
conflicto se habría originado “a causa de un tal Chrestus”. Esto parece dar a entender
que entre los años 40 - 50 había tumultos en Roma a causa de
Jesucristo.
Finalmente, se puede citar a otro historiador. Cornelio Tácito (54 -119), que en
sus “Anales”, escrito hacia el año 115, habla del emperador Nerón y del incendio de
Roma. Dice que Nerón acusó a los cristianos para evitar ser culpado. Se dice además
que los cristianos tienen por fundador a uno que “fue condenado a muerte por Poncio
Pilato, bajo Tiberio”3.
Se puede concluir que los historiadores romanos conocen un movimiento y
relatan la vida y creencias de estos hombres. También se refieren a su fundador, pero
si sólo contáramos con estos textos, nuestro conocimiento de Jesucristo sería bastante
reducido e incompleto.
Los textos judíos religiosos, anteriores al año 220: Misná, Talmud, Midrashim,
contienen algunos testimonios que pueden ser históricos, sin embargo su valor reside
más en lo que dejan entrever que en lo que dicen directamente. Se podrían resumir
diciendo que: Jesús vivió en Palestina, hizo grandes signos, fue legislador y maestro.
Fue colgado en un madero la víspera de la Pascua. Tuvo discípulos, que curaban
enfermedades en su nombre, no está seguro su nacimiento, aunque parece ser que
era hijo de un padre desconocido e ilegítimo.
Pocas son las aportaciones que nos dan estas fuentes sobre la vida de Jesús.
Resumiendo los datos aportados podemos decir: que en Judea vivió un hombre
llamado Jesús, que hizo milagros y enseñó al pueblo, que fue muerto por Poncio
Pilato, instigado por los judíos; que Jesús dio origen a una secta particular,
denominada cristianismo, que en Roma se extendió esta secta cincuenta años
después de la muerte del maestro y por causa de ella, los judíos fueron expulsados
de esta ciudad; finalmente que en época de Nerón, la secta se había expandido y
sufrió una severa persecución.
Las referencias no cristianas sobre Jesús confirman su existencia y su muerte
violenta a manos de los judíos o de los romanos, así como la tradición cristiana sobre
la actividad curativa de Jesús y su calidad de maestro o sabio. Esta última
afirmación reviste una valoración especial, ya que fortalece la idea que sustenta
esta investigación acerca de Jesús como maestro que enseñó y que tuvo
seguidores.
FUENTES CRISTIANAS
6
Para obtener un mejor conocimiento de Jesús tienen gran importancia las fuentes
cristianas. Entre ellas resultan esenciales los cuatro evangelios canónicos; no
obstante, vamos a hacer una breve alusión a algunas fuentes de la literatura
cristiana, ya que se cuenta con textos que permiten acceder a las convicciones de
los cristianos de los primeros siglos. Los datos acerca de Jesús que ellas contienen
dependen de la tradición del Nuevo Testamento y, por tanto, no ofrecen datos nuevos.
Sin embargo, son una contribución valiosa para conocer las afirmaciones acerca de
la identidad de Jesús de los cristianos del siglo I. Aunque aportan poco material
complementario para conocer históricamente a Jesús queremos destacar la Didaché,
las cartas de San Ignacio de Antioquía y los testimonios de los textos apócrifos.
La Didaché
Es un breve escrito judeocristiano de fines del siglo I, es un documento precioso para
conocer algo de la liturgia cristiana más primitiva y de ella podemos deducir la
centralidad de Jesús en el culto cristiano primitivo: “En cuanto a la eucaristía, dad
gracias así. En primer lugar, sobre el cáliz: Te damos gracias, Padre nuestro, por la
santa vid de David, tu siervo, que nos diste a conocer por Jesús, tu siervo. A ti la gloria
por los siglos. Luego, sobre el pedazo [de pan]: Te damos gracias, Padre nuestro, por
la vida y el conocimiento que nos diste a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti la
gloria por los siglos. Así como este trozo estaba disperso por los montes y reunido se
ha hecho uno, así también reúne a tu Iglesia de los confines de la tierra en tu reino.
Porque tuya es la gloria y el poder por los siglos por medio de Jesucristo. (Didaché,
IX,1-5)4.
LOS EVANGELIOS
Los autores de estos escritos buscaban, ante todo, mostrar el significado de las
acciones y palabras de Jesús, y estaban menos preocupados por la exactitud
cronológica y material de los hechos narrados. Por ello, los evangelios nos transmiten
los hechos y su significado.
Podemos resumir las principales características de los cuatro evangelios que
constituyen la principal fuente de este texto, ya que son estos los que, como dice
Sergio Zañartu, "Jesús aparece en los evangelios como la expresión más perfecta del
alma judía creyente, en apertura permanente, en disponibilidad total, en obediencia de
hijo ante el Padre, en la serena alegría de quien se sabe creatura en manos del
creador, a quien se reconoce la total cercanía de quien ama incondicionalmente y la
trascendencia de quien es el Santo. Esa actitud de acogimiento fundamental de nuestro
ser y de nuestra tarea histórica de sus manos, ese vivir en su presencia con la libertad
de los lirios del campo y de las aves del cielo, esa confianza despreocupada porque,
teniendo que preocuparse de todo en el fondo, de nada hay que estar preocupado, esa
oración de alabanza y de gratitud, esa permanencia fiel en las dificultades que
comporta la tarea encargada por Dios, esa seguridad de que ningún poder del mundo
vencerá a quienes se confían en el regazo del Padre: todo esto es la expresión de una
fe, tal como Jesús la proclama a los demás, explicitando en palabras lo que era su
actitud fundamental ante la existencia... Jesús sería la expresión suprema de lo que
puede exigir de sí y dar de sí la fe, y a lo que Dios conduce al creyente cuando éste se
deja conducir hasta el final"7.
Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas son muy parecidos y tienen muchas
tradiciones en común. Se les conoce con el nombre de sinópticos, (adjetivo de la
palabra syn-opsis que significa visión conjunta). Sus coincidencias permiten leerlos en
columnas paralelas. Estas coincidencias hacen pensar que debe existir alguna relación
7 Zañartu:http://www.mercaba.org/ARTICULOS
10
de dependencia literaria entre ellos. Así se plantea el problema sinóptico, que consiste
en saber cómo se explican las semejanzas y a la vez las diferencias entre estos tres
evangelios.
En la actualidad la mayoría de los estudiosos, consideran que la mejor manera de
explicar las diferencias y semejanzas entre los evangelios sería la siguiente:
El evangelio de Marcos
Mateo y Lucas
El evangelio de Juan
Tomando como fuente de estudio los cuatro evangelios encontramos que, entre los
diferentes títulos dados a Jesucristo, el de Maestro se encuentra ampliamente
fundamentado en la Sagrada Escritura. En diversas ocasiones es llamado con este
nombre. Se trata de una nominación muy rica y sugerente para sus contemporáneos y
también para nosotros.
Jesús es reconocido como Maestro. En los evangelios se le llama así en unas
sesenta oportunidades. Los términos que el Nuevo Testamento utiliza para referirse a
Jesús como Maestro son “epistatés” (el que está por encima), traducción griega de
Rabbi, en Lucas. Encontramos esta acepción en algunos versículos del evangelio
lucano:
También en los evangelios se utiliza el término “ διδακαλοσ ” (en hebreo Rabí), que
9
significa “el que enseña”10. Este término es utilizado con frecuencia para dirigirse a
Jesús. Citamos, por ejemplo:
• Mc 4, 38: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?».
• Lc 7, 40: Pero Jesús le dijo: «Simón, tengo algo que decirte». «Di,
Maestro!».
• Gente del pueblo en Mc 5,35 (“unos”); Lc 8,49 (“uno”); 9,17 (“uno de entre
la gente”).
•
• Simón, en Mc 9,5; 11,21; Lc 5,5; 7,40; 8,45; 9,33.
• Un ciego, en Mc 10,5111.
• Mt 9,11: Los fariseos, al ver esto, decían a los discípulos: «¿Cómo es que su
Maestro come con cobradores de impuestos y pecadores».
12 Charpentier, Etienne. “Para leer en Nuevo Testamento”. Ed. Verbo Divino. Estella 1981, p. 76
13 Fernández, Samuel. op . cit. 2008,p. 232
16
• Mc 5.35: Jesús estaba todavía hablando cuando llegaron algunos de la casa del
oficial de la sinagoga para informarle: «Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar ya
al Maestro?».
• Mc 10,17: «Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?
».
• Mc 12, 32: El maestro de la Ley le contestó: «Has hablado muy bien, Maestro».
18 Cf.Zañartu:http://www.mercaba.org/ARTICULOS/C/Za%C3%B1artu.Cristolog%C3%ADa%20p.%20l
aicos.pdf
19 Cf. Fernández, Samuel, op. cit , pp. 235 – 236.
20
Incorporamos una selección de versículos del cuarto evangelio que hacen
referencia explícita a Jesús como Maestro:
Jesús aparece como un maestro que viene a enseñar a vivir. Por eso acepta ser
llamado "Rabbí”-Maestro- ,y se rodea de unos seguidores para enseñarles un estilo de
vida semejante al suyo.
20 Cf. López Prudencio.” ¿Quién eres tú Jesús?” Editorial Perpetuo Socorro. Madrid 2001, pp. 50-52.
21 Dufour, Xavier León. “Diccionario del Nuevo Testamento”. Ediciones Cristiandad. Madrid 1977
22 Dufour, Xavier León. “Diccionario del Nuevo Testamento”. Ediciones Cristiandad. Madrid 1977
22
• Mc 1,21: “Llegan a Cafarnaún. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y
se puso a enseñar”.
• Mc 6,2: “Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga”.
• Mt 4,23: “Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas,
proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y
toda dolencia en el pueblo”.
• Mt 13,54: “Viniendo a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal
manera que decían maravillados: « ¿De dónde le viene a éste esa
sabiduría y esos milagros? ».
• Lc 4,15: “Iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos”.
• Lc 4,31: “Bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les
enseñaba”.
• Lc 6,6: “Otro sábado entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar”.
• Lc 13,10: “Estaba un sábado enseñando en una sinagoga”.
Aunque Jesús aparece como un Maestro más en Israel, hay algunas notas
características que lo distinguen del resto de los maestros de su época y que lo
definen como un Maestro único:
En aquel tiempo los discípulos tenían el derecho de seleccionar al maestro que
más les convenciera. En el caso de Jesús, no es así. Es el mismo Jesús quien
escoge personalmente a cada uno de sus seguidores: “No son ustedes los que
me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que
23 Bravo, Arturo: http://www.scribd.com/doc/18734496/Jesus-Maestro- Una-propuesta-pedagogica.
24
vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi
Nombre, él se lo concederá” (Jn 15,16).
Los tres sinópticos coinciden en mostrar que Jesús no sólo enseñaba, sino
que, además, lo hacía con autoridad. Su hablar despertaba en las personas una sed
interior y, como señala Jorge Cury, “aunque fuese un carpintero de Nazaret y
anduviese y se vistiese de modo simple, sus oyentes quedaban impresionados con
su elocuencia. Su hablar era tan cautivante que las multitudes lo buscaban para
oírlo”26. Quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad plena.
Las expresiones utilizadas por Lucas y Marcos en forma interrogativa “¿Qué es
25 Zañartu, Sergio:
http://www.mercaba.org/ARTICULOS/C/Za
%C3%B1artu.Cristolog%C3%ADa%20p.%20laicos.pdf ,
p.15-16
26 Cury, Jorge. “El maestro de los maestros”. Ediciones Paulinas. Colombia 1999. p.155
26
esto?” o “¿Quién es este?”, de Mc 4, 41, sumadas a las actitudes de los oyentes
“asustados” o “admirados”, como por ejemplo en Mt 7, 28 hacen referencia no tanto
al estupor provocado por la transmisión de un conocimiento novedoso de tipo
intelectual, sino más bien a una experiencia singularmente intensa de esos testigos
que se percatan del poder del Espíritu que actúa en Jesús 27 . “Llegan a Cafarnaúm y
al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban
asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no
como los escribas” (Mc 1,21-22).
27 Dausa, Alejandro:http://www.ecaminos.cu/media_files/download/Cuaderno_Teolog_09.pdf
28 Cf.Zañartu,Serg
http://www.mercaba.org/ARTICULOS/C/ZaC3%B1artu.CristologC3%ADa20p.20laicos.pdf
29 Bravo, Arturo: http://www.scribd.com/doc/18734496/Jesus-Maestro- Una-propuesta-pedagogica
27
La gente reconoce que Jesús enseña con autoridad; autoridad fundamentada en
que era creíble y se podía confiar plenamente en Él, porque no había dobleces en
su forma de ser. Por tanto, podemos afirmar con toda certeza que Jesús es un
Maestro que enseña con sinceridad y franqueza y que en Él nunca hubo engaño o
falsedad: “el no cometió pecado ni en su boca se encontró engaño” (2 Pe 2,22).
Jesús convive con sus discípulos y les enseña con su ejemplo y testimonio
de vida
Durante sus años de ministerio público acompaña a sus discípulos, convive con
ellos, come con ellos, camina con ellos, se alegra con ellos, sufre con ellos.
Con esta convivencia diaria los va formando y los instruye para la misión.
Es una persona de paz, que inspira paz y reconciliación: «¡La Paz esté con
vosotros!» (Jn 20,19; Mt 10, 26-33; Mt 18, 22; Jn 20, 23; Mt l6, 19; Mt l8, 18).
28
Es una persona libre y liberada, que despierta libertad y liberación: «¡El
hombre no fue hecho para el sábado sino el sábado para el hombre!» (Mc 2,27; 2,
18.23).
Es una persona que se relaciona con sus discípulos como un amigo, que lo
comparte todo con ellos, incluso el secreto del Padre (Jn 15, 5).
Es una persona comprensiva, que acepta a los discípulos como son, incluso cuando
huyen, lo niegan o lo traicionan (Mc 14, 27-28; Jn 6, 67).
Es una persona comprometida con sus seguidores, que defiende a sus amigos
cuando son atacados por los adversarios (Mc 2,18-19; 7, 5-13) 30.
A veces nos podemos imaginar que Jesús era un sabio a la manera que
entendemos hoy día como un intelectual, pero era imposible, que así fuera en
tiempos de Jesús, vecino de una aldea desconocida y pobre como Nazaret. No, no
era fácil asegurarle a un niño una instrucción formal. Los historiadores dudan de que
Nazaret, apenas un caserío de unos 400 habitantes, hubiera tenido una sinagoga
convencional como ocurría en otros poblados, y menos con escuela anexa, como
solía ocurrir en lugares de mayor importancia.
En estos pueblos de cultura oral, la gente tenía una gran capacidad de retener
en su memoria cantos, oraciones y tradiciones populares, que se retransmitían de
padres a hijos. En este tipo de sociedad se puede ser sabio sin dominar la lectura ni
la escritura. Probablemente así fue Jesús 31. Él no frecuentó escuela alguna, no
estudió letras, pero fue el Maestro de los maestros en la escuela de la vida.
Jesús Maestro es una persona sabia que conoce la fragilidad del ser humano,
sabe lo que pasa en su corazón y, por esto, insiste en la vigilancia y nos enseña a
orar (Lc 11, 1-13; Mt 6, 5-15).
31 Cf. Pagola, José Antonio. “Jesús aproximación histórica”. Ediciones PPC. Madrid 2007, pp.
239 – 244.
30
Jesús es un Maestro paciente
Tal como aprendió a escuchar a su Padre Dios, asimismo Jesús supo escuchar
cordialmente quienes entraban en contacto con Él. Podría decirse que Jesús todo lo
que sabía del ser humano lo aprendió escuchando a las personas 32.
32 Cf. Moreno, Enrique. “Jesús, un buen comunicador”. Revista Testimonio Nº 235, Septiembre –
octubre Santiago 2009.
32
de la vida y a mostrar a Jesús como el auténtico Maestro que enseña con
sabiduría el arte de vivir. Dice el Papa: ” En los antiguos sarcófagos se interpreta la
figura de Cristo mediante dos imágenes: la del filósofo y la del pastor. En general,
por filosofía no se entendía entonces una difícil disciplina académica, como ocurre
hoy. El filósofo era más bien el que sabía enseñar el arte esencial: el arte de ser
hombre de manera recta, el arte de vivir y morir. Ciertamente, ya desde hacía tiempo
los hombres se habían percatado de que gran parte de los que se presentaban
maestros de vida, no eran más que charlatanes que con sus palabras querían ganar
dinero, mientras que no tenían nada que decir sobre la verdadera vida. Esto hacía
buscar con más ahínco a quien supiera indicar verdaderamente el camino de la
vida. Tanto las personas cultas como las sencillas encontraron a Cristo: Él nos indica
el camino y este camino es la verdad. Él indica también el camino más allá de la
muerte. Él es un verdadero Maestro de vida33.
CAPÍTULO III
ELEMENTOS DE LA PEDAGOGIA DE JESUS:
RECURSOS, MÉTODOS Y ESTILO
35 Moreno, Enrique. “Jesús, un buen comunicador”. Revista Testimonio Nº 235, Septiembre – octubre
Santiago 2009.
36 Pagola, José Antonio. “Jesús aproximación histórica”.
Ediciones PPC. Madrid 2007, pp. 243 – 244.
Se puede afirmar que dentro de la cultura de la época en que Jesús vivió, una de
las cosas que llamaba la atención y que causaba gran asombro entre sus
contemporáneos era que su enseñanza no quedaba reducida únicamente al discurso,
sino que sus palabras iban acompañadas de gestos, que resultaban salvadores para
quienes los recibían, pero que chocaban fuertemente con las tradiciones y costumbres
de su tiempo. Destacamos, por ser llamativo, su gesto de tocar a diferentes personas,
en diversos momentos y circunstancias. Citamos algunos ejemplos:
• Se le acercó un leproso, y él, “extendiendo la mano, le tocó y le dijo:
«quiero, queda limpio» (Mt 8,3).
Para sintetizar los recursos y métodos que Jesús utiliza consideramos solamente
aquellos que nos resultan más sugerentes e inspiradores para nuestra tarea docente,
ya que en el desarrollo de su magisterio recurre a múltiples recursos y estrategias
metodológicas que contienen un gran valor.
Entre los métodos empleados señalamos y nos detendremos a explicar los
siguientes: sentencias, imágenes, preguntas, parábolas, citas de la escritura y del
judaísmo, enseñanza situacional.
Este método utilizado por Jesús para comunicar sus enseñanzas aparece en los
dichos recogidos por los diferentes evangelistas en sus escritos. Es preciso señalar que
las sentencias tienen una larga historia en el mundo judío, así como en las culturas de
transmisión oral. En las sentencias encontramos unos rasgos característicos que
ayudan a que permanezcan en la memoria. Subrayamos: la rima, los contenidos y las
imágenes significativas. Es lo que se conoce con el nombre de proverbios o máximas.
Es la forma más usual utilizada para transmitir la enseñanza rabínica. La mayoría de
las páginas de la Mishnah y del Talmud recogen un gran número de sentencias dichas
por diferentes rabinos. Asimismo una parte considerable de la enseñanza de los
profetas y sobre todo de los sabios de Israel se había conservado en sentencias
aisladas40.
Como las sentencias son una forma de enseñar y transmitir una enseñanza, Jesús
no solo repite proverbios o máximas aprendidas o extraídas de la corriente sapiencial
de la Sagrada Escritura o del judaísmo, sino que formula sus propios dichos para
entregar lo que quiere difundir. Jesús tiene una admirable capacidad de recoger la
experiencia y expresarla de manera concisa con una imagen significativa y sugestiva.
En sus sentencias Jesús recurre a la experiencia de sus oyentes, a la riqueza de
la tradición y otras veces al sentido común de sus destinatarios. Citamos algunos
ejemplos:
39 Pagán, Carmen Julia: http://www.elmensajero.com.co/agosto_2007/crist.html
40 Bravo, Arturo: http://www.scribd.com/doc/18734496/Jesus-Maestro- Una-propuesta-pedagogica
38
• «No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. No he
venido a llamar a justos, sino a pecadores» (Mc 2,17).
• «Porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón» (Mt 6,21; Lc
12,34).
• «Lo que entra por la boca no hace impura a la persona, pero sí mancha a
la persona lo que sale de su boca» (Mt 15, 11)
• «Si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo»” (Mt 15, 14)
Las Imágenes
Las imágenes formaban parte de la mentalidad hebrea, que tenía un gran sentido de
lo concreto. Eran, por lo tanto, parte connatural de la mentalidad hebrea antigua.
41 Leon – Dufour. Diccionario del Nuevo Testamento. Ediciones Cristiandad. Madrid 1977
39
todo tipo (Jn10, 1-8); (Mt 20, 1-5; Mt 24, 45 - 51). Pero su vida y su enseñanza dejan
de manifiesto que “Jesús mira definitivamente la vida desde los ojos de los pobres de
la tierra”.42
Por las imágenes utiliza en sus predicaciones, podemos deducir su amor y
admiración por la naturaleza. No cabe duda que era tan profundo observador que sabía
extraer de su entorno los elementos necesarios para hacer más cercana y
comprensible su enseñanza. En sus relatos habla de ovejas, lobos, bueyes, aves,
flores silvestres, odres viejos, lámparas caseras, niños, mercaderes y amas de casa.
Así como de la siembra, de los campos, del crecimiento de la semilla y la recolección
de los fruto. Se ha fijado en los pajarillos, en la hierba del campo, en las vides y los
sarmientos, en las uvas y los espinos, en los higos y los cardos, en las hierbas y los
juncos agitados por el viento, en las nubes del cielo y el viento. Se fija incluso en el
gesto maternal de la gallina43.
• «¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo
sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! » (Lc 13, 34)
• «El viento sopla donde quiere, oyes su ruido, pero no sabes de donde
viene ni a donde va» (Jn 3, 8).
• «Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el
Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza» (Lc 9,58).
• «Ustedes los reconocerán por sus frutos. ¿Cosecharían ustedes uvas
de los espinos o higos de los cardos?» (Mt 7,16.)
Jesús también ha observado los rebaños y los pastores, así puede tomar imágenes
de este mundo pastoril:
Las preguntas
Como sucede con otros métodos y recursos usados por Jesús, las preguntas están
presentes también como otra forma de impartir sus enseñanzas. Pero las preguntas
son centrales en las instrucciones y exhortaciones del Maestro.
Las parábolas
Según el Diccionario del Nuevo Testamento 45, los sinópticos llaman parábola
tanto a una sentencia como a un proverbio, pero con más frecuencia lo consideran una
comparación desarrollada como un relato ameno.
44 Pagán Carmen. La pedagogía de Jesús: http://www.elmensajero.com.co/agosto_2007/crist.html
45 Leon – Dufour. Diccionario del Nuevo Testamento. Ediciones Cristiandad. Madrid 1977
42
Las parábolas son formas muy comunes de enseñanza en el mundo antiguo y n
recurso muy común en la época de Jesús. En el AT., sin embargo, se encuentran muy
pocas narraciones que puedan considerarse parábolas en sentido estricto: la parábola
de Yotán (Jc 9,7-21), la de Natán (2 Sm 12,1-4), la del cardo y del cedro (2 R 14,9), la
de la viña ingrata (Is 5,1-7), y algunas alegorías de Ezequiel (17,3-10; 19,2-9.10-14...).
Pero esta forma de instrucción religiosa era muy frecuente en tiempo de Jesús. Los
escritos rabínicos posteriores contienen igualmente numerosas parábolas.
Jesús no inventó, pues, el género de las parábolas. Pero se puede afirmar que
Jesús fue el primero en generalizarlo y el primero que las utilizó como forma corriente
de enseñanza para la gente sencilla, y lo hizo con el objetivo de hacerles comprensible
y efectivo su mensaje acerca del Reino de Dios: “Con muchas parábolas como éstas
Jesús les anunciaba el mensaje, acomodándose a su capacidad de entender. No les
decía nada sin parábolas” (Mc 4,33-34)46.
Jesús estaba dotado de un extraordinario genio para crear y contar historias, y las
parábolas son la mejor prueba de ello. "Jesús es parábola y narra parábolas" y lo hace
de manera magistral. Las que Jesús utiliza son excepcionales por su número y por la
calidad. Si bien el género era conocido en la época, no cabe duda de que en Jesús
alcanza un mayor valor literario.
El término no tiene un significado del todo preciso. En griego “parabole”, significa
colocar dos cosas en paralelo, una al lado de la otra para compararlas. Este vocablo
corresponde al hebreo “mashal”, que significa “máxima aguda”, “enigma”, “reflexión por
medio de una comparación”. Se trata de diferentes recursos de los que se sirve un
sabio para transmitir sus enseñanzas. Pero, en su sentido técnico estricto, “parábola”
es un cuento, un relato tomado de la vida ordinaria, una comparación convertida en
historia narrada. Siempre cuenta una historia; no es solamente una simple metáfora,
comparación o imagen.
Es verdad que en sus parábolas Jesús utiliza imágenes muy realistas, tomadas de
la vida diaria, para captar la atención del auditorio, pero por lo general, esas
narraciones sufren algún giro sorprendente que coloca a sus oyentes en una posición
incómoda, provocándoles preguntas y dudas. Se trata de narraciones verosímiles en
apariencia, en las que de pronto se introducen elementos desestabilizadores; de este
En Mateo:
En Marcos
• El Sembrador: Mc 4,3-8
• La Semilla que crece por si sola: Mc 4,26-29
• La Semilla de Mostaza: Mc 4,30-32
• Los Viñadores homicida: Mc 12
En Lucas
48 “Parábolas” en http://www.corazones.org/diccionario/parabola.htm
45
• Los niños que juegan: Lc 7:31, 35 Los dos deudores: Lucas 7-41-43
• El sembrador : Lc 8,5-8
• El buen samaritano: Lc 10,25-37
• Amigo inoportuno: Lc 11,5-8
• Rico insensato: Lc 12,16-21
• La higuera estéril: Lc 13,6-9
• El grano de mostaza: Lc 13,18, 19
• La levadura: Lc 13,20, 21
• La gran cena: Lc 14,16-24
• La fiesta de matrimonio: Lc 14,16-24
• El último lugar en los banquetes: Lc 14,7-11
• La torre y la guerra: Lc 14,28-32
• La oveja perdida: Lc 15,44
• La moneda perdida: Lc 15,8-10
• El hijo pródigo: Lc 15,11-32
• El Administrador infiel: Lc 16,1-8
• Lázaro y el hombre rico: Lc 16,19-3
• El juez injusto: Lc 18,1-8
• Fariseo y publicano: Lc 18,9-14
• Las Minas: Lc 19,12-27
• Los Viñadores homicidas: Lc 20,9-18
Como nos recuerda la Constitución Dei Verbum, ya desde antiguo, Dios se fue
revelando a su pueblo elegido de una manera progresiva, manifestando así su
pedagogía divina49: «Yo enseñé a Efraín a caminar, tomándole por los brazos... Con
lazos humanos los atraía, con lazos de amor, y era para ellos como los que alzan a un
niño contra su mejilla, me inclinaba hacia él y le daba de comer» (Os 11,3-4). Pero es
sin duda en el Nuevo testamento con y en Jesús, “El Maestro de los maestros” en
donde esta revelación alcanza su plenitud.
No nos cabe duda alguna que la vocación de maestro es una de las notas
fundamentales del ministerio público de Jesús. Encontramos por tanto en esta faceta
una fuente de inspiración para nuestra misión pedagógica en el siglo XXI, actualidad
en la que indudablemente las circunstancias y los contextos son diferentes a
aquellos en los que se desenvolvió Jesús, pero también es cierto que la realidad
actual tiene la misma necesidad del anuncio explícito del Reino y del mensaje del
Evangelio.
Al mirar la labor del profesor a la luz del Jesús Maestro, lo primero es clarificar
el concepto de docente como la entendemos en el desarrollo del presente trabajo.
Las múltiples definiciones del rol docente, pueden llevarnos a comprender las
funciones que éste asume. Nos limitaremos a tres de ellas:
También docente puede ser definido como guía, aquel que responde a una
vocación y cumple una obra oblativa, motivada por el amor al bien.
49 Cf. Dei Verbum: http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/index_sp.htm
47
El educador, finalmente, puede ser definido desde el significado del término
maestro, del latín magister: magis, que significa algo más, como el que ayuda a ser
algo más.
Al igual que Cristo debemos dar testimonio con nuestra propia vida de los
valores y actitudes que Jesús refleja, y que los escritores sagrados hacen referencia
en los evangelios. Es muy cierta esta expresión que “El quehacer del maestro es
misión y no simplemente profesión. Exige, no solamente ocupación, sino vocación” 51.
Para transmitir el mensaje utilizando los recursos y los métodos más adecuados
a los alumnos es necesario conocer su cultura, llegar a sus costumbres, a sus
criterios de vida, a las angustias y necesidades que los rodean, a sus esperanzas y a
sus expresiones. Es decir, no solamente conocer a los destinatarios más próximos del
mensaje, sino también a sus familias y el ambiente en que viven. Sólo así podremos
ser capaces de poner a Jesucristo en el corazón de la cultura y en el centro de la fe.
• Cooperador de la verdad
• Tiene con sus alumnos un amor paciente y generoso
• Desarrolla la personalidad del educando
• Compagina autoridad y cercanía
• Utiliza métodos fáciles y sencillos
• Da espacios de libertad y fomenta la creatividad
• Educa con sencillez
• Crece en humildad
• Desarrolla su vida interior
• Despierta en los alumnos el amor a María
• Se interesa por todos, sin acepción de personas, cuidando preferentemente a
los más necesitados.
• Destaca el papel de la mujer y del hombre en la familia y en la sociedad.
• Colabora estrecha y eficazmente con las familias de sus alumnos en la
educación de sus hijos
• Busca siempre el bien del educando
• Comparte experiencias, colabora y trabaja en equipo, superando
individualismos.
• Tiene interés permanente por su actualización profesional y cristiana. •
Ve a Dios a través del niño53
Si bien es cierto que la labor del profesor no siempre ha sido muy apreciada ni
ha gozado de mucha valoración, es bueno mencionar que, a través de los siglos, ha
habido santos educadores que han recibido palabras de elogio y reconocimiento al
referirse a esta profesión: “El educador es un cooperador de la verdad (Cooperator
veritatis), es decir, cooperador de Dios en la propagación, en la difusión de al verdad” 59.
• Jesús convive con sus discípulos y les enseña con su ejemplo y testimonio
de vida.
El profesor tiene clara conciencia de que lo que realmente forma, educa y hace
efectiva su misión y su labor docente es la capacidad de convivir con sus alumnos,
de involucrarse con ellos, de conocer a cada uno por su nombre, con su historia,
siendo en medio de ellos un referente y un testigo cualificado de los valores que
proclama.
aravena.pdf
55
El lenguaje de Jesús fue sencillo, comprensible y fácil de recordar; pero a la
vez agudo y con un significado por descubrir.
• Las Imágenes
• Las preguntas
• Las parábolas
Esta forma de enseñanza tan utilizada por Jesús hoy también puede ser
ocupada por el docente en el desarrollo de sus clases. Existen cuentos
educativos que potencian valores y virtudes. También se pueden historias
en las cuales el alumno se involucra o se siente identificado con los hechos o
los personajes y esto se transforma en un buen medio eficaz para provocar
una reacción o, generando el deseo de un cambio de actitud o de conducta.
• Enseñanza situacional
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Tener presente los temas y noticias de actualidad y hacer de ellas una
instancia de reflexión y aprendizaje tal como lo hizo Jesús en su tiempo. Los
hechos concretos de la vida cotidiana de los estudiantes y de su entorno vital
se pueden transformar en una situación de aprendizaje. La vida misma
proporciona una serie de acontecimientos sobre los cuales el docente está
llamado a tener una mirada profunda y trascendente para enseñar a sus
alumnos a sacar lecciones de la vida misma. Cualquier momento o situación
puede ser puede convertir en aprendizaje. También se puede recurrir a roles
para desarrollar un tema o una clase.