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MODULO I
“Terapia Estratégica”
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Fecha: 21/febrero/2016
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Se dice que desde la perspectiva estructural sistémica hay un interés por encontrar cómo
es que todos los miembros del sistema participan en el mantenimiento del síntoma y se busca
entender cómo es que el síntoma actúa como el esfuerzo de algunos miembros para mantener la
estabilidad familiar. El papel que asume el terapeuta es unirse con la familia a través de
estrategias de coparticipación o bien interviniendo a través de movimientos de reestructuración y
reencuadre y desafiando la visión que tiene la familia de su situación.
Desde la postura de Minuchin, si se modifica la estructura de la familia se posibilita el
cambio, ya que se favorecen distintas experiencias subjetivas de sus miembros y de la relación
entre ellos. Plantea a la familia en continuo movimiento al tomar en cuenta sus procesos de
desarrollo, tanto a nivel de las pautas transaccionales como de las construcciones de la realidad
que se conectan con las experiencias familiares. Esto también se ve reflejado en la amplificación
del sistema familiar nuclear a la familia extendida. Minuchin señala las formas como se
complejizan los contextos involucrados, conectando las conductas, la estructura familiar y las
construcciones acerca de la realidad que se relacionan continuamente con lo que ocurre en el
sistema. Se plantean casos en los que el análisis sistémico estructural no se limita a la familia sino
también a los contextos institucionales y del ámbito psicosocial con los que interactúan, dando una
visión de totalidad. Señala la importancia de incluir todos distintos niveles del ecosistema.
Señala Minuchin (2002) que él se considera a sí mismo como un terapeuta estructural –
estratégico narrativo; recalca el papel del terapeuta como parte integrante del sistema,
manteniendo una postura de liderazgo. Da mucha importancia a las construcciones que tiene la
familia acerca de la realidad, a la forma como estas construcciones que tiene la familia acerca de
la realidad, a la forma como estas construcciones han influido sobre las experiencias de la familia a
través de varias generaciones, insiste en que el terapeuta tenga entre sus objetivos la
comprensión de dichas premisas para tratar con la familia de coconstruir narrativas alternativas.
El trabajo de Minuchin muestra integración de la teoría, la práctica clínica, la investigación y
la atención comunitaria.
Una visión sistémica estructural permite la exploración de las interacciones de las personas
con relación a los distintos contextos de los que forma parte; permite experimentar las formas en
que los miembros de la familia se sostienen y califican mutuamente. El problema se ubica entre el
sujeto y sus contextos, más que en procesos internos del paciente.
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Bibliografía
EGUILUZ, L. Terapia Familiar. Su uso hoy en día. Editorial Pax México, 2004
Terapia Estratégica
Los estudios relativos a la Terapia Estratégica, aluden a una actuación dinámica de
propuestas, técnicas, algo que trasciende en un entorno; dentro de un sistema. Las propuestas
que expone Jay Haley y Cloé Madanes, son enriquecedoras ya que ordenan en forma valiosa la
manera en que debe ser abordada la problemática de un individuo, el papel que la familia
desempeña, la visión y manera en que el problema va modificando esquemas y pautas de
relación. Haley como su mayor exponente en la terapia estratégica brinda una visión clara en que
debe ser fijado el problema, las metas, el diseño de intervenciones y la evaluación del resultado. El
papel del terapeuta juega un rol importante dentro del sistema familiar donde se actúa, ya que se
convertirá en un agente social que modificará en cierta medida el sistema, será cuidadoso en
definir de manera correcta el problema ya que en ello basara las técnicas de acción que seguirá en
su plan estratégico, es decir en el trabajo que realizará con la familia. Por lo cual es importante que
tanto en la etapa social y etapa del planteamiento del problema que Haley propone, se establezcan
en forma apropiada los trabajos precisos en cada una de ellas para entonces dar lugar a la etapa
de interacción y de fijación de metas.
Las propuestas en tanto a la terapia estratégica que propone Haley son una herramienta
que enriquece la labor como terapeuta, ya que de forma clara establece las acciones a seguir,
donde las técnicas resultan ser recursos valiosos para el logro de los objetivos en los trabajos con
familias. Sin embargo es vital considerar que no es un trabajo sencillo requiere amplios
conocimientos en estilos de familias (jerarquías, comunicación, manipulación, quejas, orientación,
etcétera); entrenamiento con las diferentes técnicas de la terapia estratégica para así conseguir
resultados loables en el trabajo encomendado por los pacientes.
Objetivo
Analizar los postulados de la terapia estratégica dentro de escenarios terapéuticos.
Jay Haley, (1980) fue quien acuño el término estratégico; la define como aquella en la que
el terapeuta lleva en gran medida la iniciativa y en la que tiene que identificar problemas solubles,
fijar metas, diseñar intervenciones para alcanzarlas, examinar las respuestas que recibe para
corregir su enfoque y por último evaluar el resultado para ver si ha sido eficaz. Considera que no
es un enfoque o teoría particular, sino varios tipos de terapia cuyo común denominador es que el
terapeuta asume la responsabilidad de influir directamente en la gente.
Haley señala tres elementos: una concepción particular de la comunicación, un enfoque
general de lo que constituye la terapia y un acercamiento hacia la familia. La noción de que el
terapeuta deber ser un elemento activo y directo forma parte de la naturaleza de la terapia
estratégica y se extiende a la mayoría de las terapias.
Los postulados que caracterizan la terapia estratégica se definen por: a) Unidad
terapéutica.- centrarse en situaciones sociales, los pacientes se encuentran cristalizados, las
personas involucradas se han adaptado de alguna manera a esa forma de interrelacionarse y el
terapeuta tiene que lograr modificar esos comportamientos. El paciente acude al terapeuta y este
forma parte de ese entramado social, es un elemento de control social, debe ver las coaliciones en
que se ve inmerso y por lo mismo reflexionar sobre el ejercicio de su función y el lugar que ocupa
en el sistema social. La efectividad de la terapia radica en la solución de su problema. Haley
plantea una serie de pautas que deben cubrirse desde la primera entrevista de la terapia
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Haley habla de emplear directivas, estas hacen referencia a las tareas que el terapeuta
importe durante la sesión. Propone directivas directas que pueden darse de dos maneras: pidiendo
que se deje de hacer lo que se ha venido haciendo o pidiendo que se haga algo diferente. Es la
oportunidad para crear nuevos hábitos; donde los hábitos viejos e inadecuados por lo regular no se
abandonan porque no se tiene iniciativa o forma de elegir algún otro comportamiento. Aquí
también se proponen las directivas metafóricas (analogías). Las directivas indirectas están
conformadas por las tareas paradójicas; la opción es dar siempre dos mensajes transmitidos a
niveles diferentes: cambien y dentro del mensaje, no cambien. Cuando el cambio se da, se debe
seguir promoviendo el comportamiento usual que es el inadecuado y/o problemático, o se optará
por prescribir la recaída.
Madanes (1984) emplea la paradoja sin el componente del desafío; para ello emplea
técnicas de imaginación o simulación en la que solicita a una persona o a una familia que finja
comportarse de la manera inadecuada que le es habitual o que simule el síntoma.
Las directivas deben ser sencillas, que estén al alcance de la familia; se puede deslizar una
idea en la conversación para que los participantes espontáneamente consideren realizar esa tarea.
Se propone que en las tareas se involucre a todos los miembros de la familia y que se simule en la
sesión alguna de las actividades propuestas. En caso necesario se abra una polémica sobre las
maneras en que la familia cree poder eludir la tarea; hay que solicitar sus resultados, en la sesión
posterior, cuando las tareas no se cumplen el terapeuta deberá señalarlo enfatizando que los
clientes se han fallado a sí mismos y que nunca sabrán si hubier5a sido importante para ellos
haberlas realizado.
Madanes (1990, 1993) propone una concepción de terapia organizada en cuatro niveles de
interacción metafórica, se establece en que cumple varias funciones interaccionales: comunicar,
fomentar relaciones íntimas y dificultar la solución de problemas; están presentes en la interacción
familiar y conforman un comportamiento metafórico que caracteriza a la familia al involucrarse en
el amor, la lucha y el conflicto. En el nivel de dominio y control, siempre se busca que las
consecuencias de la violencia sean más desagradables para el agresor que para la víctima.
Cambiar los beneficios implica buscar situaciones en las que los actos agresivos sean
recompensados por la familia con conductas de atención e interés y revertir los efectos. Las
ordalías (juicios de Dios) tienen su intención de que resulte más difícil tener el comportamiento
problema que no tenerlo. En el nivel de ser amado, se proponen estrategias de un cambio en la
forma de involucramiento paterno, la prescripción del síntoma, prescribir un acto simbólico y la
prescripción del fingimiento del problema. El nivel de amar y proteger hace referencia a la
motivación del deseo de amar y proteger a otros al tiempo que puede sugerir la posesividad, la
dominación, la intrusividad y la violencia en nombre del amor. La acción del terapeuta es modificar
el modo en que los miembros de la familia se protegen y aman entre sí. En el nivel de
arrepentirse y perdonar, se hace referencia a las emociones plasmadas en la familia y en el
problema en sí.
Por último se menciona que los trabajos de Haley están presentes en las diferentes
propuestas de terapia breve.
Se concluye, la terapia estratégica constituye una herramienta esencial para el trabajo con
familias a través de sus diferentes propuestas donde Jay Haley y Cloé Madanes como sus
principales exponentes siendo la primera la más representativa, quien nos brinda un abanico
específico y bien orientado del enfoque estratégico con las familias. Con el término estratégico
hace referencia a la participación activa del profesional donde es este quien debe identificar en
primer lugar el problema, el establecimiento de metas, diseñar las intervenciones que sean
alcanzables por los miembros implicados en el sistema o bien por su mayoría –ya que existen
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circunstancias en que alguno o algunos no quieren implicarse en forma directa-, y por último
evaluar los resultados. Este tipo de terapia estratégica como bien lo señala Haley, no es un
enfoque o teoría particular sino varios tipos de terapia, y con esto no se entiende que no exista una
dirección específica que guie el trabajo sino que la estructura de la terapia estratégica está
diseñada de tal modo que otorga elementos diversos para el trabajo eficaz con las familias.
Asimismo se hace hincapié en que el terapeuta debe ser un elemento activo y directivo en la
terapia estratégica y señalo que debe ser un agente cualificado para el ejercicio de este trabajo,
toda vez que el trabajar con familias es una labor ardua, compleja pues en cada sistema familiar
existen pautas de conducta estilos peculiares de comportamiento que han funcionado y/o
funcionan pero algo que ellos no saben ni nosotros lo sabemos que ya no “encaja”; y es importante
como bien lo señala Haley identificar el problema ya que de esto dependerá la definición del
trabajo a realizar. Y apunto en esto pues si no se precisa primeramente el problema por parte de
los miembros de la familia y tampoco es claro para el terapeuta, entonces el trabajo no tendrá
eficacia o bien parcialmente el problema estará resuelto, es decir los miembros de la familia al
acudir a terapia pueden identificar las consecuencias o efectos de una conducta (s) pero no así
que lo está generando, sí quién o quienes lo generan pero a no identifican que es, por eso acuden.
Recordemos que la familia puede tener la falsa creencia que algo representa un problema pero no
siempre y en la mayoría de los casos no lo es, lo que se ve son los efectos de esa conducta pero
el “problema” es algo de fondo no de forma. Las manifestaciones que no están siendo viables
dentro del sistema familiar y que está afectando a varios miembros de esta es lo que genera el
motivo de consulta, algo que no ocurre en forma inmediata sino hasta que sus efectos causan
estragos es cuando se recurre a un especialista, cuando probablemente estas conductas que al
tiempo de consulta ya han afectado considerablemente también ya se convirtieron en ganancias
secundarias para uno o varios miembros de la familia.
El permitir que se adentre en el sistema familiar no siempre resulta fácil, nadie quiere
mostrar la parte fea de la casa, el mostrar –aquello que no funciona- dentro de ella no es algo que
resulte grato, pues en ocasiones se encontrara con permisividad para trabajar en otras alguno o
algunos de los miembros de la familia no les interesará involucrarse en el trabajo y en otras se
abandonará el trabajo avanzado, esto es algo que suele ocurrir y que requiere un análisis aparte
de referir.
La gestión del terapeuta insisto deberá ser profesional en toda la extensión, pues cuando
se identifica el problema en forma clara y precisa, se podrá dar lugar a definir las estrategias de
acción donde la familia como parte activa –además de la del terapeuta- van a empezar a realizar
cambios, estos cambios constituyen adoptar nuevas formas de actuación, de conductas que van a
ir modificando el sistema; esta parte representa un reajuste en el sistema familiar, como lo señala
Haley los individuos se encuentran “cristalizados”, es decir tienen adoptados formas y estilos de
conducta, de comunicación de actuación que ha resultado funcional hasta cierto punto y el
modificar esos pautas de comportamiento resultan incomodas si no difíciles de conseguir; pero
cuando los individuos asumen esa responsabilidad podrán estar generando cambios en beneficio
de sus personas y del sistema familiar.
El terapeuta bajo este enfoque de terapia estratégica deberá identificar además la
organización y la jerarquía del sistema para así conseguir establecer los métodos de intervención y
el terapeuta fijar el empleo de directivas que cada uno de los miembros deberá llevar a cabo.
Cuando los cambios se van dando existe una probabilidad de que los miembros se sientan
afectados, si bien el terapeuta debe prever y señalar las recaídas a estos también es cierto que a
pesar de ello el impacto de los cambios no le guste a los agentes involucrados o bien redefinan
ellos mismos que esto no les favorece y pretendan continuar así con la problemática. Por otro lado
cuando los cambios se empiezan a dar el reacomodo tiene efectos, y el terapeuta será puntual en
precisar las posibles conductas o efectos de estos, sin que este plantee escenarios específicos,
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más bien será desde la imaginación y escenificación de los miembros de la familia, quienes serán
los que se responsabilizaran en su actuación dentro de la terapia.
Finalmente asumo que este modelo de terapia estratégica resulta útil ya que marca una
estructura inteligente para el abordaje en el trabajo con familias.
Bibliografía EGUILUZ, L. Terapia Familiar. Su uso hoy en día. Editorial Pax México, 2004