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La escuela estructural encaja dentro del bloque sistémico.

Históricamente, los
modelos de esta corriente se aplicaban en terapia familiar, pero hoy su ámbito de
aplicación se ha extendido. Destacar, en primer lugar, que el modelo sistémico
concibe a la familia como un sistema en el que la conducta de un miembro no se
puede entender de manera aislada, independiente de lo que hace el resto.

En general, se puede decir que tiene en cuenta tres aspectos del funcionamiento
familiar: la estructura de la familia, determinada por sus límites, jerarquías y grado
de identidad de los miembros; la regulación o el modo en el que la familia
mantiene el balance de sus interacciones y la información o cómo se comunican
los miembros entre sí.

En los años 70, Salvador Minuchin funda la escuela estructural a partir de su


práctica clínica en el abordaje de problemas de salud mental de poblaciones
marginales. El principal giro dado por Minuchin fue incluir como variable
importante el contexto y la responsabilidad de cada uno de los miembros de la
familia. Señala que en ocasiones el síntoma que padece la familia es la
consecuencia de la actuación de alguno de los miembros de la familia destinada a
mantener la estabilidad familiar u homeostasis.

Entiende que a veces estas medidas son, precisamente, el origen del problema y
defiende que quizás sea necesario desequilibrar el sistema para que remita el
síntoma. Esta forma de hacer terapia, aunque resulte paradójica, lleva consigo que
la familia aprenda alternativas de solución y empiece a investigar otros recursos y
caminos.

El objetivo de la escuela estructural de Minuchin

Para la escuela estructural, los síntomas que porta la familia aparecen cuando hay
un retraso o detención en el ciclo vital familiar. Es decir, el sistema se queda
atascado y no avanza como consecuencia de diferentes pautas transaccionales
que se han ido repitiendo a lo largo del tiempo y no son funcionales.
Las pautas repetidas establecen reglas acerca de qué manera, cuándo y con
quién relacionarse, y estas pautas son marcadas por la familia.

En este sentido, los procesos del sistema familiar se reflejan en su estructura. Las
estructuras se componen de unas jerarquías, los límites entre subsistemas y
fronteras con el exterior, así como las reglas que rigen el poder y la comunicación.
Además, existen alianzas -unión entre individuos- y coaliciones -alianzas entre
miembros en contra de un tercero-.

Si cambiamos las reglas sobre límites y jerarquías, es probable que también


cambiemos los patrones de interacción -las pautas- que mantienen el síntoma en
la actualidad. Por lo tanto, el objetivo terapéutico es cambiar esa organización
familiar, los límites que se han ido creando entre los subsistemas y las jerarquías y
adecuar las pautas transaccionales a las necesidades que tiene la familia.

Minuchin pretende desafiar la estructura disfuncional creada por la familia para


generar un desequilibrio y empezar a desarrollar nuevas pautas de interacción y,
por lo tanto, nuevas soluciones.

Las fases de la terapia de Minuchin

Minuchin establece diferentes momentos en la terapia familiar. Al comienzo se


realiza un diagnóstico, pero, al contrario que otros enfoques, el diagnóstico es
sobre la estructura del sistema. Como hemos comentado anteriormente, desde la
escuela estructural se asume que cada miembro de la familia tiene su parte de la
responsabilidad debido a que está participando en la interacción y en el
mantenimiento del síntoma.

Tras el diagnóstico, identificamos una primera fase en la que el terapeuta entra en


el sistema. Una vez dentro del sistema, lleva a cabo tres técnicas: el rastreo
-recogida de información-, el mantenimiento -respetar las reglas del sistema sin
introducir aun ningún tipo de cambio y el mimetismo -potenciar elementos de
similitud entre terapeuta y familia-.

Ya en la segunda fase y una vez que el terapeuta se encuentra dentro del sistema
familiar, se ponen en marcha una serie de técnicas. En la técnica del desafío, se
practica la escenificación por parte de la familia de alguna pauta de comunicación
disfuncional. El terapeuta le pide a la familia que representen una escena familiar y
el terapeuta recoge información no solo de lo que ocurre, sino también de cómo
ocurre.

Tras esta escenificación, se realiza el enfoque o focalización. Esta técnica trata


básicamente de enfocar la atención en algún punto concreto de la escenificación
para resaltar algún aspecto importante de la misma: “Parece que lo que habéis
representado es un motivo distinto al que planteabais al comienzo de la terapia…”

Además, el terapeuta utiliza en esta fase la técnica de la intensificación, en la que


repite un mensaje a la familia que considera necesario tantas veces como haga
falta hasta que el sistema lo interioriza.

Por otro lado, estarían las técnicas de reestructuración cuyo objetivo es el cambio
del sistema. Para llegar a este cambio, se realizan una serie de estrategias. La
redefinición positiva del síntoma consiste en una relectura relacional alternativa
para cuestionar las definiciones de la familia.

A su vez, se prescriben tareas con el objetivo de que se vayan modificando ciertos


aspectos del sistema. También se suele mandar a la familia que algunos de los
miembros realicen una tarea juntos para fomentar alianzas nuevas.

Por último, se realiza el desequilibrio. Esta es la parte más importante de la terapia


y la que supone el cambio. El terapeuta se alía con algunos miembros de forma
temporal para desequilibrar el sistema y provocar crisis. Un ejemplo de este
desequilibrio podría ser: “Celia, es usted muy inteligente, es protectora, amorosa y
siempre busca la unión de la familia. No cree que es hora de dejar de vivir la vida
de sus hijos y vivir la propia…”

La escuela estructural supone un enfoque de gran utilidad. Fue diseñado


específicamente para abarcar todo el sistema familiar. Uno de sus puntos más
interesantes es aceptar la responsabilidad de cada miembro en el mantenimiento
del problema. Es una terapia bastante directiva, que busca movilizar el sistema
para generar un cambio. Para ello, deja claro que conseguir o no los objetivos
planteados va a depender en gran medida de la implicación de la familia en la
terapia.

El modelo que Minuchin (1979) creó apoyándose en algunos principios de la


Terapia Familiar Sistémica es el “Estructural”, este ve a la familia como un sistema
que tiende a mantenerse estable ante las influencias intersistémicas y
extrasistémicas de un contexto, lo que a veces, favorece cierto desajuste en la
estructura, que se visualiza en la figura del paciente identificado (a). El modelo
plantea, que para que el sistema funcione mejor y el síntoma desaparezca, hay
que ajustarlo y atender ciertos principios como por ejemplo: restablecimiento de
jerarquías, límites claros en roles y funciones, deshacer alianzas o triángulos
dañinos, los cuales son componentes centrales de la estructura y el
funcionamiento familiar.

El enfoque estructural se basa en tres axiomas:

– La vida psíquica de un individuo no es exclusivamente un proceso interno. El


individuo influye sobre su contexto y es influido por éste mediante secuencias
repetidas de interacción.

– Las modificaciones en la estructura de un sistema contribuyen a la producción


de cambios en los comportamientos y consecuentemente en los procesos
psíquicos internos de los miembros de ese sistema.

– Cuando se trabaja con un individuo o con su familia, su comportamiento se


incluye en ese contexto socio-cultural.
Enfoque estratégico

Jay Haley y Cloé Madanes dirigen el Instituto de Terapia Familiar de Washington;


elloshan desarrollado un enfoque de terapia familiar estratégica, en el cual se
advierte una graninfluencia de la terapia de Milton Erickson.Este modelo sostiene
que el terapeuta debe asumir la responsabilidad de configuraruna estrategia
específica (basada en la adecuación, la flexibilidad y la creatividad) quepermita
resolver los problemas del sujeto o la familia. Uno de sus principales
objetivosterapéuticos es ayudar a las familias a superar las crisis que enfrentan.

Haley asevera que los grupos sociales de las personas con problemas presentan
una jerarquía incongruente, que las somete a niveles conflictivos de comunicación,
y cuyoefecto es la conducta sintomática. Por esta razón, también se debe evaluar
e intervenir enla red social, incluidos los profesionales que tienen poder sobre el
paciente identificado.El objetivo del tratamiento no se limita al problema
presentado en la primera sesión,sino que también incluye los nuevos que surgen a
medida que se estrecha la relación entrela familia y el terapeuta. La finalidad de la
terapia es cambiar las secuencias de conductainadecuada que encierran una
jerarquía incongruente y ampliar las alternativas conductua-les y epistemológicas
del sistema familiar.

Por consiguiente, el terapeuta debe impedir quese formen coaliciones que rebasen
los límites generacionales y que el síntoma se utilicepara regular de manera
encubierta la distribución del poder familiar.De las estrategias empleadas por este
modelo, pueden mencionarse desde la propiadefinición del cambio deseado por la
familia y la evaluación del tipo de secuencias (pau-tas) que perpetúan el problema
hasta el diseño de las estrategias de intervención, comoromper la coalición madre-
hijo mediante una tarea o la unión de los progenitores paraayudar a su hijo a
eliminar el síntoma.
Fases de la terapia breve estratégica familiar

La terapia breve estratégica familiar se desarrolla en las siguientes fases


(Nardone y Watzlawick, 2000):

- Primera entrevista

Se comienza con una etapa social en la que se recibe a la familia. Se invita a la


familia a que explique la problemática, cada miembro desde su perspectiva.
Después se da un primer feedback de cómo se ve la situación y los
planteamientos para la próxima sesión.

- Análisis descriptivo de la situación problema

Se lleva a cabo un análisis pormenorizado a partir de dos o más miembros de la


familia y los problemas por los que realiza la demanda la familia. Además, una
parte esencial de este análisis serán las soluciones que se han intentado
previamente.

Después se definen los objetivos de la terapia. El terapeuta, desde el primer


encuentro con el paciente, focaliza la atención y valoración de los siguientes
elementos:

 Lo que sucede dentro de los tres tipos de relaciones interdependientes que


el sujeto vive consigo mismo, con los demás y con el mundo.
 El modo en que el problema presentado funciona dentro de ese sistema
relacional.

Cómo el sujeto ha tratado hasta ese momento de combatir o resolver el problema

Fases de la terapia breve estratégica familiar

La terapia breve estratégica familiar se desarrolla en las siguientes fases


(Nardone y Watzlawick, 2000):
- Primera entrevista

Se comienza con una etapa social en la que se recibe a la familia. Se invita a la


familia a que explique la problemática, cada miembro desde su perspectiva.
Después se da un primer feedback de cómo se ve la situación y los
planteamientos para la próxima sesión.

- Análisis descriptivo de la situación problema

Se lleva a cabo un análisis pormenorizado a partir de dos o más miembros de la


familia y los problemas por los que realiza la demanda la familia. Además, una
parte esencial de este análisis serán las soluciones que se han intentado
previamente.

Después se definen los objetivos de la terapia. El terapeuta, desde el primer


encuentro con el paciente, focaliza la atención y valoración de los siguientes
elementos:

 Lo que sucede dentro de los tres tipos de relaciones interdependientes que


el sujeto vive consigo mismo, con los demás y con el mundo.
 El modo en que el problema presentado funciona dentro de ese sistema
relacional.
 Cómo el sujeto ha tratado hasta ese momento de combatir o resolver el
problema.

 Cómo es posible cambiar tal situación problemática de la manera más


rápida y eficaz.
- Definición de la estrategia familiar

Se definen las soluciones que se van a intentar en adelante. Estas soluciones


las deben llevar a cabo la familia para mejorar su situación.

- Medición y planificación

En esta fase se medirán los efectos de las estrategias aplicadas. Después se


planificarán nuevas estrategias.
- Cierre de la intervención

Finalmente, se realizará el seguimiento de la situación para garantizar la


consolidación de los cambios conseguidos.

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