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Asignatura:
Derecho Tributario.
Temas:
Tarea ll
Participante(s):
Nelson Mendoza. 15-7186
Profesor(a):
Félix Vásquez Paredes
Fecha:
25 enero del 2020.
Distinguido participante:
Consulte la bibliografía básica de la unidad y demás fuentes complementarias del
curso; luego realice la actividad que se describe a continuación:
Todo lo que se pueda escribir en un Pacto Fiscal, todo lo que se pueda hacer
modificando la legislación tributaria y todos los escenarios que se puedan plantear a los
fines llevar a la realidad los propósitos de la política económica a través de la política
tributaria y de aumentar las recaudaciones tiene su concreción en la Administración
Tributarias.
Parece un aforismo recientemente dicho, pero hace ya bastante tiempo por el Secretario
del Tesoro de los Estados Unidos de América, Henry E. Fowler, dijo que las leyes
tributarias más sabias tienen muy poco significado a menos que sean administradas
eficazmente. Dijo más: “Sin una buena Administración, la ley impositiva queda
reducida a pocos más que una expresión pomposa que vacía de contenido la política
económica.”.
Llegó un momento en el que para actuar en el campo de la justicia tributaria hasta como
juez y en la administración tributaria sólo bastaba saber cualquier cosa porque el asunto
de los tributos se aprendía solo. Se podía llegar con un título de cualquier latitud del
planeta y hablar de cómo se aplican los impuestos en Mongolia y de las virtudes de
sistemas impositivos y de realidades que dada nuestra plena ignorancia se podían
extrapolar a nuestro contexto sin adaptación alguna. Hasta se llegó a pensar para ser un
país rico había que pensar como rico y por consecuencia había que modelarlo todo
según los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico
(OCDE) y pensar en nuestro sistema tributario del mismo modo que los ingleses
piensan y optimizan el suyo.
Muchas veces para modificar las cosas las expectativas se colocan en el cambio de las
autoridades del primer nivel del Administración Tributaria, que a pesar de tener una
buena formación, ser diestros en otros campos y hasta buenas personas llegan a un
campo desconocido plagados de intereses, en el que hay que sobrevivir con los instintos
más que la formación académica. Lo que en cierto modo puede determinar la
permanencia en un cargo de dirección en la administración de los tributos. Pero en
última instancia lo que importa son los resultados y esto no se consiguen con las
mismas prácticas y la gente que las reproduce.