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1906-2006

UN SIGLO DE MUSICA ECUATORIANA

La cultura musical ecuatoriana en este último siglo, parte del fundamento filosófico
romántico, demostrado a través del nacionalismo musical, y llega al postmodernismo
fusional expuesto en la estética del hibridismo tecnológico.
Esta época abarca el desarrollo de la institucionalidad cultural y musical del país a partir
del siglo XX, la afirmación de lo sistémico gracias al aporte de la musicología y
etnomusicología ecuatoriana, la constante sucesión de ismos y corrientes estéticas en
nuestros creadores académicos, la consolidación de repertorios de variada génesis en
nuestra música popular incluido el apego a la moda internacional por parte de nuestros
compositores e intérpretes.

Es en este contexto el que analizaremos la música en el Ecuador en este ‘ultimo siglo

La reapertura del Conservatorio de Música y el surgimiento del nacionalismo


musical en Ecuador.

El 26 de abril de 1900, el General Eloy Alfaro crea oficialmente el Conservatorio


Nacional de Música y Declamación, (luego de un intento anterior realizado por el
Presidente García Moreno), para lo cual son invitados el maestro italiano Enrico Marconi
(pianista, compositor, director de orquesta y ópera) y su hija, Clementina Marconi.

Domenico Brescia, impulsor del nacionalismo musical ecuatoriano

En julio del 2004 arriba a Quito desde Chile el maestro italiano, Domenico Brescia para
hacerse cargo del Conservatorio Nacional de Música y Declamación de Quito, luego de la
desaparición de Marconi en 1903
Brescia, que permaneció en Quito por 7 años, fue profesor de Segundo Luis Moreno y
Francisco Salgado Ayala, a quienes entrenó en la utilización de la pentafonía andina
fusionada con el sistema armónico europeo (tonal-funcional) y en el desarrollo de los
formatos académicos camerales y sinfónicos partiendo de materiales musicales
vernáculos (temas indígenas-andinos), cimentando así el nacionalismo musical
ecuatoriano. No olvidemos que el mismo Brescia compuso su Sinfonía Ecuatoriana

EL NACIONALISMO EN EL ECUADOR

Generado por el romanticismo, el nacionalismo reconoce los valores de la música popular


indígena y mestiza. Muchos de los músicos nacionalistas ecuatorianos recopilaron
melodías indígenas: algunos crearon obras en formatos sonato-sinfónicos, rapsódicos, y
otros en esquemas operáticos y de música sacra, pero con elementos del melos popular
indígena y mestizo.

PRIMERA GENERACION.- Segundo Luis Moreno Andrade (1882-1972), Sixto María


Durán Cárdenas (1875-1947), Francisco Salgado Ayala (1880-1970), Pedro Pablo
Traversari Salazar (1874-1956) y Salvador Bustamante Celi (1876-1935), son los
primeros nacionalistas ecuatorianos, no solo en su práctica, sino también a través de sus
trabajos teóricos, donde fundamentan los principios éticos y estéticos de esta corriente.
Utilizan las microformas pianísticas (pasillos, yaravíes, etc.), componen suites (reunión
de danzas) y formas rapsódicas (mosaicos) y óperas (Cumandá de Durán Cárdenas y
Cumandá de Traversari Salazar)

SEGUNDA GENERACION.- José Ignacio Canelos (1898-1957), Juan Pablo Muñoz


Sanz (1898-1964), Alberto Moreno (1889-1980), Belisario Peña Ponce (1902-1959), Luis
Humberto Salgado (1903-1977), Angel Honorio Jiménez (1907-1965), Inés Jijón (1909-
1995), Néstor Cueva Negrete (1910-1981) y Corsino Durán Carrión(1911-1975)..
Compusieron obras sonato-sinfónicas, música de cámara, óperas, ballets y música sacra
sin dejar de realizar microformas pianísticas, las formas rapsódicas y las danzas
agrupadas (suites). Aparecen propuestas estéticas formales como la Suite Concatenada y
la Sinfonía Andino-ecuatoriana., propuestas por Luis H. Salgado. Este practica un
nacionalismo ecléctico y un modernismo que va desde el neodiatonismo hasta el post-
serialismo. Compositor de vena prolífica: Microdanza, 1944, en donde experimenta la
confluencia de el dodecafonismo con el “melismo autóctono”; Sanjuanito futurista, 1944,
con el que Salgado afirma haber llegado al momento de mayor avance de la música
ecuatoriana en ese año; y varias obras para orquesta; óperas; operetas; ballets; obras
vocales; música de cámara; para piano, etc.

TERCERA GENERACION.- Los más notables e innovadores representantes de esta


generación son Gerardo Guevara (1930) con estudios en Francia y Mesías Maiguashca
(1938) con estudios en Alemania; el resto de compositores retoman las concepciones de
un nacionalismo más renovado: Carlos Bonilla Chávez (1923). (guitarrista), Enrique
Espín Yépez (violinista) (1926-1997), Claudio Aizaga (pianista) (1926), Carlos Coba
Andrade (investigador) (1937), Luis Mata Mera (director de coros) (1939) y Edgar A.
Palacios (trompetista) (1940). Aquellos con formación profesional en Europa trasladaron
desde allí no solo las técnicas compositivas sino la estética musical y las adaptaron a la
música del país. Indiscutiblemente los precursores de la modernidad musical ecuatoriana
son M. Maiguashca y G. Guevara. Un caso particular presenta la figura de Maiguashca
como compositor ecuatoriano que desde 1950 desarrolla una propuesta estética
vanguardista.

CUARTA GENERACION.- Conformada por músicos de diverso origen (populares y


académicos), formación (autodidactas, becados) y propuestas (nacionalismo-corrientes
internacionales en boga). Los que trabajan con recursos musicales locales, el “melos”
nacional, como el caso de los compositores guitarristas Terry Shyri Pazmiño (1949),
Jacinto Freire Camacho (1950), del cantante y director de orquesta Patricio Mantilla
Ortega (1950), del creador e investigador Mario Godoy Aguirre (1954), del etno-
musicólogo Juan Mullo (1956); coxisten con aquellos que en su momento fueron
vanguardistas gracias a sus experimentos en la música electrónica, electroacústica,
concreta o en los “ismos” europeos de moda, como es el caso de Milton Estévez (1947)
(fue el gestor y director del Departamento de Investigación, Creación y Difusión del
Conservatorio), Arturo Rodas (1951) (fue el editor de la revista OPUS del Banco
Central), Diego Luzuriaga (1955), ellos tres formados en Francia) y Julio Bueno (1958)
(estudió en Rumanía), a ellos se suma la guayaquileña Blanca Layana (1953) con
formación en la Unión Soviética y el ambateño Alvaro Manzano (1955), compositor y
director de orquesta graduado en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú. En esta etapa
se recrea nacionalismo musical incorporando otras culturas musicales ecuatorianas como
las del oriente amazónico y la afro-esmeraldeña.

LOS CONTEMPORANEOS ACTUALES.- En este grupo se destacan José Campos


Serrano (1960), Marcelo Ruano Guerrón (1962), Alex Alvear (1962), Wilson Haro
(1963), Williams Panchi (1964), Lucía Patiño (1967), Leonardo Cárdenas (1968), Paquito
Godoy (1971), Eduardo Florencia. A ellos se suman Eugenio Auz (1958), Mónica
Alvarado (1959), Marcelo Uzcátegui (1959), Pablo Freire (1961), Julián Pontón (1961),
Alejandro Bravo (1961), César Santos Tejada (1962), Raúl Garzón (1963), Juan
Campoverde (1964), Marcelo Beltrán (1964), Juan Esteban Cordero (1967-1993),
Cristian Mejía (1973), Juan Valdano (1967), entre otros. Esta es una generación ecléctica,
ellos vehiculan el rompimiento entre música académica y música popular, son cultores de
variados géneros (jazz, rock, new age, nacional, son, etc.), pero a la vez buscan mostrar
nuevas músicas con contenidos y arraigo local, logrando las famosas “fusiones” y
“simbiosis” entre culturas, géneros y repertorios musicales.
LA INSTITUCIONALIDAD CULTURAL Y MUSICAL

La Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE).- Fundada el 9 de Agosto de 1944, según


Decreto ejecutivo Nº 707, firmado por el Presidente de la Republica Velasco Ibarra.
Manuel Benjamín Carrión, ilustre escritor lojano, fue el mentalizador y realizador de esta
Institución, y su primer presidente. El 27 de agosto de 1979, el Congreso Nacional la
denomina como «Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión», para cumplir con el
objetivo de dirigir, orientar y preservar a las manifestaciones de la cultura nacional y la
misión de impulsarlas espiritual y materialmente. Actualmente, la CCE cuenta con veinte
núcleos provinciales, numerosas extensiones cantonales en las provincias del país y
Núcleos en Nueva York y una extensión en New Yersey, Estados Unidos. Regenta
archivos, salas, teatros, cines, bibliotecas, museos y cinemateca, posee además un Coro,
un Conjunto de Cámara y una agrupación de Danza, el Ballet Ecuatoriano de Cámara.
Esta institución ha sido pionera en América Latina y ha servido de referencia como
entidad ejemplar
Sociedad Filarmónica de Quito (SFQ).- Fue fundada el 11 de junio de 1952 con el
propósito de brindar a la comunidad quiteña conciertos de música clásica y de cámara
con «solistas y conjuntos de incuestionable excelencia y de la más alta categoría.» El
primer directorio tuvo como presidente a Francisco Alexander, vicepresidenta a María de
las Mercedes Uribe de Reyes; entre los vocales destacan Memé Dávila de Burbano;
Gustavo Bueno y Guillermo Wright. La Sociedad desempeñó un papel importante en la
creación y formación de la actual Orquesta Sinfónica Nacional. En la actualidad colabora
con la Fundación Zaldumbide que está a cargo del auditorio “La Casa de la Música” que
se inaugura los primeros días de febrero del 2005.
La Fundación Zaldumbide-Rosales.- Creada a inicios de los 90s, instancia sin fines de
lucro que ha desarrollado una escuela de formación y capacitación pianística y que está a
cargo del manejo de la Casa de la Música, auditorio financiado por la Sra. Gi Neustater y
que será inaugurado en febrero del 2005. Presidida por la insigne pianista y compositora,
doña Celia Zaldumbide, esta fundación presenta conciertos y apoya a la difusión de la
música académica universal y ecuatoriana.

LAS ORQUESTAS SINFONICAS


La Orquesta Sinfónica Nacional fue creada mediante Decreto Legislativo, del 26 de
Noviembre de 1949, y su posterior publicación en el Registro oficial Nº 169 del 13 de
Enero de 1950. El concierto inaugural tuvo lugar seis años más tarde, en mayo de 1956
en el teatro Nacional Sucre, contando con la presencia del entonces presidente del
Ecuador, el Dr. José María Velasco Ibarra. Entre los objetivos principales por los cuales
se creó esta Institución, están los de difundir las obras de la literatura musical nacional y
mundial, elevar el nivel cultural musical del país y, sobre todo, acrecentar el espíritu de
los ecuatorianos. La OSN es una de las formaciones instrumentales más importante y
representativa del país, en el 2005 realizó reconocidas presentaciones en el Teatro Colón
de Buenos Aires y en el Auditorio de la Universidad de Santiago de Chile.
En 1949 se crea la Orquesta Sinfónica de Guayaquil gracias al trabajo tesonero del
italiano Angelo Negri y del catalán José Varonil.
En 1972, el padre José Castellví Queralt, funda la Orquesta Sinfónica de Cuenca, que en
la actualidad la dirige el Maestro Miguel Jiménez Cueva
En 1995, Patricio Aizaga recibe el apoyo estatal y conforma la Fundación Orquesta
Sinfónica Juvenil del Ecuador, en donde agrupa a jóvenes instrumentistas ecuatorianos,
ellos han realizado giras internacionales con gran resonancia
En 1999, gracias a la gestión realizada por músicos lojanos liderados por Carlos Ortega
Salinas, se crea la Orquesta Sinfónica de Loja, joven agrupación musical de gran calidad
y que en la actualidad está dirigida por el Maestro Patricio Alvarez.

LOS CONSERVATORIOS
El Conservatorio de Música de Quito, en su primera etapa (1870-1877), fue fundado por
el presidente Gabriel García Moreno e inició bajo la dirección de Antonio Neumane.
Poco después, en Guayaquil, apareció la Escuela de Música de la Sociedad Filantrópica
del Guayas (1892), bajo la dirección del maestro portugués Claudino G. Roza.
El Conservatorio Nacional de Música de Quito, se refundó con el Presidente Eloy Alfaro,
el 26 de abril de 1900, y abrió sus puertas el primero de mayo del mismo año. Director
fue nombrado el pianista y compositor Enrique Marconi; Subdirector-Secretario, el
maestro Pedro Pablo Traversari Salazar. Enrique Marconi murió en 1903, luego vinieron
Pedro P. Traversari, el músico italiano Doménico Brescia; Sixto María Durán (por tres
ocasiones diferentes), Belisario Peña Ponce, Gustavo Bueno, Pedro Noroña, Juan Pablo
Muñoz Sanz, Francisco y Luis Humberto Salgado, Emilio Uzcátegui, Gerardo Alzamora
Vela, P. Jaime Manuel Mola, Corsino Durán, César León Meneses, Gerardo Guevara
Viteri y Luciano Carrera.
Entre 1944 y 1970, los conservatorios se anexaron a la estructura académica de la
Universidad Central del Ecuador, luego de lo cual se adscribieron al Ministerio de
Educación, los Conservatorios y Escuelas de Bellas Artes.
Siendo Presidente del Ecuador el Dr. Isidro Ayora, el 28 de septiembre de 1928, se crea
el Conservatorio Nacional de Música de Guayaquil. Primer director fue el Maestro Pedro
Pablo Traversari. Posteriormente este conservatorio se nominó Antonio Neumane.
Directores de este centro musical han sido entre otros: Segundo Luis Moreno, Beatriz
Parra Durango.
En enero de 1938, firmado por el General Alberto Enríquez, se crea el Conservatorio José
María Rodríguez de Cuenca. Director fundador fue el Maestro Segundo Luis Moreno,
hasta agosto de 1940. Inició actividades el 21 de febrero de 1938. Fue su director, el
maestro José Castelví Q., quien permaneció en esas funciones por varias décadas.
La Escuela Superior de Músicade la Universidad Nacional de Loja se funda en 1944,
siendo Rector de la Universidad, el Dr. José Miguel Carrión. Más tarde derivó en el
Conservatorio de Música Salvador Bustamante Celi, han sido sus directores: Francisco
Rodas, Juan Pablo Muñoz Sanz, Francisco Salgado, José María Bustamante, Edgar
Palacios, Cesar Chauvín, Efrén Rojas.
El Instituto Interamericano de Música Sacra fue fundado en septiembre de 1967, en
Quito, por el P. Jaime Manuel Mola.
El 11 de abril de 1967, inicia labores el Conservatorio de Música de Riobamba, bajo la
dirección de Alfonso Cabrera Robalino.
Además de estas Escuelas y Conservatorios de Música, en los años sesenta, se fundó en
Ambato el Conservatorio de Música La Merced. También hay un Conservatorio en Pujilí,
provincia de Cotopaxi; el Colegio de Música César Viera de Latacunga, fundado en
1986, el Instituto Superior de Música de Cotacachi; el Conservatorio de Portoviejo
Constantino Mendoza Moreira y el Colegio Nacional de Educación Musical Químiag,
provincia de Chimborazo, fundado en 1987.
En 1994 se crea en Guayaquil el Conservatorio Particular “Rimsky-Korsakov” dirigido
por el pianista Reynaldo Cañizares
En 1997 Se funda el Conservatorio Franz Liszt, liderado por Sofia Izurieta y dirigido por
el Maestro Alvaro Manzano

OTRAS INSTITUCIONES
En 1938 Lauro Dávila y Nicasio Safadi crean el Sindicato Nacional de Músicos del
Guayas.
En 1943 Corsino Durán y Juan Pablo Muñoz Sanz conforman el Sindicato Ecuatoriano
de Artistas Músicos (SEDAM), en la actualidad adscrito a la Orquesta Sinfónica
Nacional del Ecuador.
En 1967 se funda la Asociación de Artistas Profesionales de Pichincha
En 1973 se crea la Sociedad de Autores y Compositores del Ecuador, alcanza su
personería jurídica en 1977. Fueron sus impulsadores Gerardo Guevara y Pedro
Echeverría.
En 1979 se crea la Federación de Artistas Profesionales del Ecuadro (FENARPE), gracias
a la iniciativa de Eduardo Zurita y Ernesto Albán.
En 1990 se crea el Departamento de Desarrollo y Difusión Musical del Municipio de
Quito, conformado por la Banda Sinfónica Metropolitana de Quito, la Orquesta de
Instrumentos Andinos, el Coro Mixto Ciudad de Quito, el Ensamble de Guitarras de
Quito, el estudio de grabación, el Archivo Sonoro.
LAS MODALIDADES DE CIRCULACION DE LAS MUSICAS
ECUATORIANAS

Nuestros creadores utilizaron como sus herramientas compositivas a instrumentos como


el piano (los más doctos) y la guitarra (los más populares). Estos incidían en los géneros
y repertorios a ser creados, pues la guitarra transmitía músicas populares ha ser
interpretadas en serenatas, esquinas de barrio y cantinas; mientras que el piano se
encontraba en los salones aristocráticos y casas grandes de nuestras ciudades.

Pero cómo se difunde la música nueva:

LOS ROLLOS DE PIANOLA.- José Domingo Feraud Guzmán –pianista desde 1906 y
copista de las Bandas del Ejército– inició la fabricación de rollos para pianola, negocio
que le dio buenos resultados en el país y en el Perú en 1916. El compositor cuencano
Francisco Paredes Herrera trabajó por décadas en el Almacén J. D. Feraud de la ciudad
de Guayaquil, agujereando rollos para las pianolas de los hacendados cacaoteros y
criollos ciudadanos. El recogía su música y la de otros compositores compatriotas, sin
descuidar repertorios extranjeros como polkas, valses, one steps, shimys y más géneros
de moda.

LAS PARTITURAS.- Más tarde, en 1920 J. D, Feraud raujo, publicó por primera vez
la partitura para piano de Alma en los labios, compuesto por el poeta Medardo A. Silva
en 1918, y que Francisco Paredes musicalizó al año siguiente, poco después de la muerte
del poeta.

LA RADIODIFUSION NACIONAL.- Se inicia en Riobamba con la Estación EL


PRADO (1925-1939) del ingeniero Carlos raujo . (1888-1972), que se inaugura
formalmente en junio de 1929, como una emisora sin fines comerciales y que priorizó la
difusión de la música ecuatoriana. Cuando murió Gardel en Medellín (1935), retransmitió
la señal de Colombia para llegar con esta noticia al mundo y, en especial, a Argentina.
RADIO HCJB Salió al aire por primera vez el 25 de diciembre de 1931, bajo la dirección
de los evangelizadores D. Stuart Clark y Clarence Jones. En 1940 instaló un estudio de
grabación, por donde han pasado, prácticamente, todos los músicos e intérpretes
ecuatorianos: Carlota Jaramillo, Hevly Chávez, Marco Tulio raujo , Homero raujo ,
Luis Alberto Valencia, Los Barrieros, Los Nativos Andinos, Trío Quito, etc. Esta emisora
mantiene el Coro y la Orquesta HCJB – La Voz de los Andes, con los que festeja la
fundación española de Quito con conciertos y recitales.,
RADIO QUITO Aparece en 1940, con el auspicio de diario El Comercio, como una
emisora comercial. De sus micrófonos surgieron nuevos valores de la música ecuatoriana
como las Hnas. Mendoza Suasti, La lojanita (Mélida Jaramillo), Los Indianos, el dúo
Benítez-Valencia, que llegó a constituirse en ídolo del pueblo ecuatoriano. Para 1949,
aparece el programa musical «Las canciones del alma», a cargo del dúo Benítez-
Valencia. Fue un sábado 12 de febrero de 1949, cuando se decidió llevar a cabo la
radioteatralización de la novela «La guerra de los mundos» de escritor inglés H. G..
Wells, bajo la dirección de Leonardo Páez y Eduardo Alcaraz (chileno). Esa noche, los
habitantes de Quito creyeron que la ciudad estaba siendo invadida por naves extrañas y
que los extraterrestres venían de Marte: el realismo de la radioteatralización produjo la
agitación popular, pánico e indignación que terminaron con el incendio de las
instalaciones de diario El Comercio y Radio Quito. Volvieron para la década de los 60 los
radioteatros, y algunos con temática nacional como «Leyendas y tradiciones
ecuatorianas», libretado por Jorge Zaldumbide. El programa «Nuevos valores de la
música popular» continuó, vale recordar a Corsino Durán y conjunto «Ñucanchipac
Yarahui», «Los nativos andinos» integrado por Bolívar Ortiz, Carlos Carrillo, Gonzalo de
Veintimilla y Marco Tulio Hidrovo. Hevly Chávez, «Los Barrieros» dirigido por Rodrigo
Barreno, etc. En la actualidad mantiene una programación amena y variada, a más de
espacios especiales dedicados a la orientación del público y de su servicio.

En Quito aparecen también Radio El Palomar de la familia Ponce Mateus (1934), Radio
Bolívar (1936), Radio Nariz del Diablo, de la empresa de Ferrocarriles del Estado, que
fue la primera en incluir el teatro dentro de sus audiciones, Radio Casa de la Cultura,
Radio Municipal de Cultura, entre otras.

En Guayaquil, Juan Berk lanza al aire su Ecuador Radio (1930), a través de la cual
cantaron numerosos artistas del puerto. Además de Berk, otro propulsor de la
radiodifusión fue José Domingo Feraud Guzmán. Ambos difundieron música a través de
parlantes: el primero en el parque Montalvo y el segundo en la Plaza del Centenario. Otra
emisora cultural porteña fue Radio Quinta Piedad, perteneciente al doctor Robert Leví
Hoffman, que programaba música selecta, óperas, conciertos y conferencias; algunos
conciertos los dirigió Angelo Negri y Gabriela Mistral, recitó en ella, cuando se hospedó
en la Quinta Piedad. Luego, en el Palacio Municipal funcionó La Voz del Litoral (1933),
técnicamente atendida por el ingeniero Eric Williams de la Casa Reed and Reed, que
desterró la improvisación al trabajar con libretos e inició espacios de radioteatro,
reuniendo a figuras notables de la época. Luego vino Radio El Telégrafo, perteneciente al
diario del mismo nombre, Ondas del Pacífico, La Voz del Alma y otras más. Para 1950,
en Guayaquil habían varios programas radiales para aficionados, así por ejemplo, en
Radio Cóndor, el programa dominical «Cantantes Ecuatorianos», en Radio Ortiz,
«Tribuna Libre del Arte», y otros análogos en Radio América, por ejemplo. Radio Cristal
de Guayaquil, se fundó el 24 de febrero de 1957.
La década de 1960 enfrenta a la radio con la televisión y, prácticamente, las radios
empezaron a moler discos, por la ausencia de programas radiales y musicales en vivo.
Pues se buscaba aumentar el espectro de sus oyentes. La FM se apodera del dial. En la
década de los 70 aumentan las emisoras en AM y FM y se incorpora el sonido estéreo.
Por 1975 entra en vigencia la Ley de Radiodifusión y Televisión.

LAS GRABACIONES.- Es el medio de difusión musical más utilizado. A principios del


siglo XX los discos se tocaban en gramófonos o victrolas y eran discos de pizarra o de
«carbón». Los primeros discos que se registraron en el Ecuador, estuvieron a cargo del
comerciante lojano Antenor Encalada que, radicado en Guayaquil desde 1910, vendía
discos extranjeros y agujas para fonógrafos, en su almacén Encalada y Cía. Para 1912,
adquirió un equipo móvil de grabaciones a la Victor Talking Machine Co. De Nueva
York, en el que los jóvenes artistas del puerto pudieron grabar sus canciones. El dúo
integrado por Nicasio Safadi y José «Diablo Ocioso» Valdivieso Alvarado, fue uno de los
primeros intérpretes de pasillos costeños grabados. Encalada escogió para su sello
discográfico el nombre de “La Favorita”. Radio Estación El Prado fue la primera emisora
que realizó en el país grabaciones en disco de aluminio, procesados luego en los EE UU a
través de la empresa Reed and Reed. Asimismo, José Domingo Feraud Guzmán en 1920
se dedicaró a fabricar discos marca Onix, luego de su viaje a los EE UU con el dúo
Ecuador (Ibáñez y Safadi), en 1930.
IFESA (Industria Fonográfica Ecuatoriana Sociedad Anónima) En Guayaquil, 1936, Luis
Pino Yerovi, inaugura su almacén Emporio Musical, en 1942 obtuvo un rotundo éxito,
grabando para el sello Odeon al dúo Carlota Jaramillo-Luis Alberto Valencia. En 1946,
Pino se dedica a la fabricación total de discos de pizarra y de 78 rpm, bajo el sello Orion.
Esta nueva etapa de la empresa se estrena con la fabricación del disco No. 1001, con el
pasillo En las lejanías de Carlos Rubira Infante y Wenceslao Pareja, interpretado por el
propio Rubira Infante en dúo con Olimpo Cárdenas, integrando el Dúo “Los Porteños”.
IFESA se convierte en la pionera de la discografía ecuatoriana, a la vez que se innova
para la grabación de discos de 45 rpm o de 33 rpm. Entre 1978 y 1980, IFESA lanza la
colección Grandes compositores ecuatorianos en homenaje a los mejores autores y
compositores del Ecuador y la conforman: Víctor Valencia, Enrique Ibáñez Mora,
Nicasio Safadi, Luis Alberto Valencia, Rubén Uquillas, Carlos Solís Morán, Francisco
Paredes Herrera, Carlos Rubira Infante, Abilio Bermúdez, Angel Leonidas raujo,
Guillermo Garzón Ubidia. Esta colección contiene a más del disco, una biografía del
compositor y referencias sobre su obra.
El fundador de la empresa Discos Nacional fue Gustavo Müller, a principios de la década
de 1950. Es la primera fábrica en Quito que procesa totalmente el disco. Entre sus
grabaciones constan: Coro de la Casa de la Cultura (1955), con temas como Romance de
mi destino, Pasional, Al morir de las tardes. También Vasija de barro (1956), Serenata
ecuatoriana, Tierra mía, entre otras.
También existió el sello Discos Granja (1949), del pianista y músico ambateño Luis
Aníbal Granja, quien fue además director de la Orquesta Granja, y otras agrupaciones
como el Conjunto Sinfónico y Los Rioplatenses, ésta última para la interpretación de
tangos.
Otra productora importante de discos fue el sello Cóndor (1952), en Guayaquil bajo la
dirección de Alfonso Murillo García. También FEDISCOS, que fue el último logro de
José Domingo Feraud Guzmán, con el fin de estimular la producción nacional, una de sus
grandes preocupaciones.

Para fines de 1950, aparecieron los primeros discos de vinil, de 45 rpm popularizándose
este formato, a mediados de los años de 1970. Luego vendrían los discos long play (larga
duración) de 33 rpm, y desde inicios de l990 los C.D.

LOS TEATROS
Nos comenta el historiador Descalzi que el teatro ecuatoriano se inició con José Joaquín
y Olmedo y que en fechas tan tempranas como 1839 se representó en Loja “El triunfo de
la religión” un anónimo, ante el Presidente Flores….. Entre Guayaquil y Loja se
disputaban las palmas en cuanto a representación teatral.

Guayaquil, nuestro puerto principal, ya contaba con un teatro desde 1857 en donde se
presentaban compañías que venían de Europa y estaban de paso hacia Buenos Aires,
Santiago, Lima.
En 1877 el Congreso ecuatoriano mayoritariamente liberal expresa en un mensaje: “crear
un fondo, dice este decreto, un fondo especial y seguro para que puedan establecerse los
teatros sino en todos los pueblos de la República, al menos en todas las capitales de
provincia y en los demás cantones, y entonces tendréis esparcida la escuela práctica de
costumbres, en donde la sociedad ecuatoriana se instruya, divierta y moralice”,
convirtiéndole al teatro en una escuela de virtudes, como expresa la investigadora
Alexandra Kennedy.

EL TEATRO NACIONAL SUCRE.- El 25 de noviembre de 1887 a las ocho y media de


la noche fue inaugurado el escenario con la presentación del célebre pianista parisino
Capitán Voyer, participaron la Banda de Artillería y los cantantes Baldassari y Aymo de
la Torre, quienes interpretaron el Himno Nacional, con el acompañamiento de la
Orquesta Nacional dirigida por Aparicio Córdova.
La primera empresa nacional artística teatral que se presentó en el Teatro Sucre fue la
Compañía Dramática Fernández-Vireli.
Fue utilizado por primera vez para cine en 1901. Desde su apertura un uso esporádico, en
sus primeros 50 años de vida existen dos o tres espectáculos anuales, y su uso fue para
funciones de fin de año de escuelas y colegios, para bailes de sociedad (fiestas de
carnaval y matrimonios), el teatro era alquilado privadamente para fiestas,
conmemoraciones y prestado públicamente para escuelas y colegios.
A inicios del siglo XX nos visitaron las Compañías de Opera Lombardi (1904) y Marcelli
(1909). En 1921, la Compañía de Opera Bracale ofreció una corta temporada en el Teatro
Sucre, que fue nuevamente presentada con el nombre de Compañía de Opera y Baile
para el Centenario de la Batalla del Pichincha en el Ecuador, en 1922.
El 24 de Octubre de 1926 debutó la Compañía Nacional de Operetas y Zarzuelas con
Diamantes de una corona, el primer acto de Aida, La gallina ciega y un fragmento de El
Trovador. La compañía se conformó en septiembre de ese año y fue su director musical
el compositor y pianista José Ignacio Canelos Morales.
La primera compañía nacional que cantó opereta en Ecuador fue la Compañía de
Zarzuelas y Operetas de María Victoria Aguilera (familiar de la célebre cantante Cristina
Aguilera), presentaron El Conde de Luxemburgo y La Viuda Alegre en 1927.
Esta misma compañía presentó en 1929 los dos primeros actos de El Trovador de Verdi,
con la participación del coro y orquesta dirigidos por Luis H. Salgado. En 1969 el Grupo
Lírico Universitario dirigido por Hilda Olguisser presentó La Serva Padrona de
Pergolesi, con solistas y la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Robert Kogan.
De 1986 a 1989 por iniciativa de Álvaro Manzano y Beatriz Parra se realizaron
temporadas de Opera en Ecuador con elenco nacional e invitados internacionales: en
1986 se presentó La Traviata, en 1987 se repite La Traviata y se estrena El Barbero de
Sevilla y en 1988 se repite El Barbero de Sevilla y se estrena Elixir de Amor.
Se han presentado en el teatro el pianista chileno Claudio Arrau en 1950; el violinista
Yehudi Menuhin en 1950; el jazzista norteamericano Dizzi Gillespie en julio de 1956; el
guitarrista español Andrés Segovia en abril de 1958; el saxofonista Stan Getz en
septiembre de 1980; entre otros.
A partir de su reinauguración en Noviembre del 2003, el Teatro Nacional Sucre se ha
convertido en el centro de desarrollo de las artes musicales y escénicas de nuestro país a
partir de la creación de sus Academias Lírica y Escenotécnica que ha presentado,
conjuntamente con compañías extranjeras, lo mejor de la literatura lírica universal.
El Teatro Bolívar.- Perteneció a la Familia Mantilla y fue creado en 1934 como una sala
alternativa y más espaciosa para la ciudad de Quito. Por sus tablas han pasado los más
insignes artistas mundiales y locales. En la actualidad y luego de un incendio es
manejado por la Fundación Teatro Bolívar, cuyo Director Ejecutivo es el dinámico Arq.
Bernardo Mantilla.
LOS FESTIVALES
En 1984, realizó el Movimiento de la Nueva Canción Latinoamericana del Ecuador un
Festival de Nueva Canción Internacional, al que asistieron innumerables exponentes de
este movimiento, José Luis Aute (España), Silvio Rodríguez (Cuba), Adrián Goyzueta
(Argentina-Costa Rica), Quinteto Tiempo (Argentina), entre otros.
Desde 1987, se organiza el Festival de Música Contemporánea, bajo la dirección general
de Milton Estévez (representante del Conservatorio de Quito) y Alvaro Manzano (por la
Orquesta Sinfónica Nacional, respectivamente), se realizaron seis festivales ecuatorianos
de música contemporánea y un primer Encuentro Andino de Música Contemporánea
(1987 – 1993). Inicialmente auspiciado por la IBM y luego apoyado por la Cámara de
Comercio de Quito, este encuentro logró proyectar obras nuevas de creadores
ecuatorianos y extranjeros.
En 1997 y en el 2004 se organizan los Festivales “Todas las voces, todas”, con la
finalidad de apoyar a la construcción de “La Capilla del Hombre”, proyecto de la
Fundación Guayasamín. A estos eventos asistieron los más destacados artistas
iberoamericanos.
A partir de 2002, el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, a través de la
Empresa de Desarrollo del Centro Histórico, constituye el Festival Internacional de
Música Sacra de Quito, que busca convertir a Quito en receptor de turismo cultural y
religioso, convirtiendo a su Centro Histórico en el núcleo de celebraciones religiosas en
la Semana Mayor, gracias a la fortaleza de tener un patrimonio religioso artístico de
incalculable valor. Así mismo este Festival busca rescatar, difundir y vigorizar estos los
repertorios académicos y populares de música religiosa y sacra, con la finalidad de
consolidar nuestro patrimonio intangible. En este festival han participado las más
importantes agrupaciones, y solistas del país y del mundo. Su nivel de convocatoria es
inmenso, pues cada año concurren a sus centenas de conciertos más de 500.000 personas
y ha instituido el Concierto de Campanas el domingo de resurrección, utilizando los más
de 30 campanarios existentes en las iglesias del Centro Histórico de Quito.
LA MUSICOLOGIA Y ETNOMUSICOLOGIA

INVESTIGACIONES Y PUBLICACIONES:
LOS EXTRANJEROS
Raol y Marguerite D´Harcourt: La musique dans la sierra andine de la Paz a Quito (1920)
Raol y Marguerite D´Harcourt: Melodies populaires indiennes: Equateur, Pérou, Bolivie;
La músique des Incas et ses survivances. (dos volúmenes) París, 1925
Robert Stevenson: Music in Quito: for centuries (1962)
Charles Edgar Sigmund: Segundo Luis Moreno: his contributions to ecuadorian
musicology
John Mendell Schechter: Music in a Northern ecuadorian highland locus: diatonis harp,
genres, harpists, and their ritual junction in the quechua child´s wake
John Leroy Nyberg: An examination of vessel flutes from pre-hispanic cultures of
Ecuador
Johannes Riedel: The ecuadorian pasillo: “música popular”, “música nacional” or
“música folklórica”
George List: Music in the culture of the Jíbaro indians ecuadorian montaña
Norman Whitten: Música y relaciones sociales en las tierras bajas colombianas y
ecuatorianas del Pacífico
Felipe Ramón y Rivera: Música afroecuatoriana, entre otros.
Richar Rephann elaboró el Catálogo de la Colección de Instrumentos Musicales Pedro
Pablo Traversari.

LOS NACIONALES
Pedro Pablo Traversari (1874-1956) presenta en 1906 en el Congreso Internacional de
Música de Basilea-Suiza, parte de su material inédito “El arte indígena en América”
Sixto María Durán Cárdenas (1875-1947) publica en 1917 en el Diario El Comercio
varios artículos con el epígrafe “Música incaica”
Segundo Luis Moreno (1882-1972) publica en 1923: “La música en la provincia de
Imbabura. (Apuntes para la historia de la música en el Ecuador)”.
Pedro Pablo Traversari: “El arte aborigen del continente americano (ca.1925)
Manuel de Jesús Alvarez (1901-1958) publica en Chone en 1929 su estudio “El montubio
y su música”
José María Astudillo: La música en el Azuay (1930)
Segundo Luis Moreno publica en 1930: "La música en el Ecuador". En : El Ecuador en
cien años de independencia
Segundo Luis Moreno escribe en 1933: “La música en la provincia del Chimborazo”
(inédito)
Juan Pablo Muñóz Sanz (1898-1964) publica en 1938 “La música ecuatoriana”
Gabriel Cevallos publica en 1943 “Intención y paisaje de la música nacional ecuatoriana”
Segundo Luis Moreno, publica en 1949 “Música y danza autóctonas del Ecuador.
Indigenous music and dances of Ecuador”, edición bilingüe.
Luis Humberto Salgado Torres (1903-1977), publica en 1951 “Música vernácula
ecuatoriana”
Gerardo Alzamora publica en 1957 “Síntesis histórica de la música ecuatoriana”
Segundo Luis Moreno en 1957 publica: “La música de los Incas. Rectificación a la obra
intitulada Le musique des Incas et ses survivances por Raul y Margarita D'Harcourt”.
Florilegio del pasillo ecuatoriano de Alberto Morlás Gutiérrez (1961)
La Música en Quito de Robert Stevenson (1962)
Historia de la Música en el Ecuador (1er tomo) de Segundo Luis Moreno (1972)
Aparece la revista Gaceta Musical de Juventudes Musicales (1979)
Instrumentos musicales populares registrados en el Ecuador de Carlos Alberto Coba
(1981)
Rogelio Jaramillo Ruiz: “Loja, cuna de artistas” (1989)
Aparece la revista Opus (1986)
La música en la cuenca del río Mira (investigación: Juan Carlos Franco, Julio Bueno para
el Banco Central) (1988?)
Conmusica publica en coedición con el Departamento de Desarrollo y Difusión Musical
el libro “Músicos del Ecuador: Diccionario Biográfico”, “Aprender cantando”, la
biografía del compositor Julio Cañar(1993), “La música en Zámbiza” de Mesías Carrera
(1994), “Corsino Durán un trabajador del pentagrama” de Kety Wong y Pablo Guerrero
(1994)
El Departamento de Desarrollo y Difusión Musical del Municipio de Quito, publica en
1996: “La Música en el Ecuador de Segundo Luis Moreno”
Pablo Guerrero Gutierrez publica, a partir de 1996 la Revista “El Diablo Ocioso”,
“Villancicos”, “El pasillo en el Ecuador”, y en el 2002 el Tomo I de su “Enciclopedia de
la Música Ecuatoriana” de la A a la I
Mario Godoy Aguirre publica en 2004 para el III Festival Internacional de Música Sacra
de Quito el libro “La música en la época colonial, Presidencia y Real Audiencia de
Quito”
Instrumentos y agrupaciones musicales

La guitarra traída por los españoles y el bandolín (derivación de aquella), fueron los
instrumentos que acompañaron las voces de los cultores de nuestros géneros mestizos. A
finales de 1950, se desarrolla en México una guitarra más pequeña con el nombre de
requinto, instrumento creado con la finalidad de suplantar, por su mayor versatilidad, a la
guitarra solística de los tríos y cantantes boleristas.
La guitarra es el instrumento popular más utilizado en la creación de nuestra música. El
piano (favorito en los salones y casas acomodadas de la ciudad y fincas del campo) fue el
instrumento de composición de los creadores académicos.
Las más importantes agrupaciones musicales que difunden los géneros mestizos son las
bandas, las estudiantinas y las orquestas de baile. Estas últimas (años 1920 y 1930)
recibieron el influjo, en la constitución de su nomenclatura instrumental, de las big-band
norteamericanas. Varias agrupaciones han difundido nuestra música: La Orquesta Quito
de Luis Aníbal Granja, el Septeto Lojano, Los Nativos Andinos, Los Nativos del Ande,
Conjunto Alma Nativa, Los Chagras, Los Barrieros, Orquesta Onix, Orquesta Víctor,
Conjunto Cachullapi, Conjunto Rondador, etc.
Las bandas militares y populares son las que más han dado a conocer nuestro repertorio
en sus diferentes actuaciones y en las retretas.
La voz humana a través de solistas, dúos, tríos, cuartetos y coros de aficionados y
profesionales, han difundido el vasto repertorio mestizo, constituido por pasillos,
pasaclles, albazos, yaravíes, sanjuanitos, tonadas, cachullapis, aires típicos, alzas, fox
incáicos, yumbos, danzantes, etc.. En este proceso han contribuido, entre otros, los
solistas José Alberto Alvarado Valdivieso «El Diablo Ocioso», Carlota Jaramillo, Luis
Alberto Valencia, Julio Jaramillo, Eduardo Brito, Mélida Jaramillo, Lida Uquillas,
Paulina Tamayo; a nivel de dúos se popularizaron las interpretaciones del Dúo Ecuador
(Nicasio Safadi y Enrique Ibáñez Mora), Benítez Ortiz (fines de 1930), Dúo Benítez-
Valencia integrado por Gonzalo Benítez y Luis Alberto Valencia (años 1940-1970); Los
Riobambeños (Plutarco y Rubén Uquillas), Hermanas López Ron, Mendoza Sangurima;
Villavicencio-Páez (años 1930-1950), Jaramillo-Valencia integrado por Carlota Jaramillo
y Luis Alberto Valencia (años 1940), Hermanas Naranjo Vargas, Hermanos Miño
Naranjo (años 1950 hasta la actualidad), Hermanas Fierro, Hermanos Núñez, etc.
Son varias las instituciones que guardan material documental de nuestro repertorio
mestizo. El Archivo Histórico del Banco Central del Ecuador, el Archivo Sonoro del
Departamento de Desarrollo y Difusión Musical del Municipio del Distrito Metropolitano
de Quito, el Instituto Otavaleño de Antropología, la Radioemisora HCJB, la Biblioteca
Municipal Carlos A. Rolando de Guayaquil, la Biblioteca Ecuatoriana Aurelio Espinosa
Pólit, el Archivo Sonoro Nacional de CONMUSICA, entre otros.

La Música Popular del Ecuador


Esta música identifica a varios grupos sociales del país y su base puede estar tanto en lo
tradicional, como adoptar influencias de reciente asimilación, lo cual permite que se
ramifiquen una serie de estilos y géneros musicales, representantes de cada sector social.
Nuestro concepto de popular caracteriza a todo tipo de música cuya particularidad es la
facilidad de difusión y comercialización.
Julio Jaramillo ("JJ")
Nace en Guayaquil el 1° de octubre de 1935. Sus padres fueron Don Juan Pantaleón
Jaramillo Erazo, de profesión marmolista, y Doña Apolonia Laurido Cáceres, auxiliar de
enfermería.
Julio Jaramillo fue el segundo hijo. Antes de cumplir los seis años, quedó huérfano de
padre (1941). Inicialmente estudió en la Escuela de la Filantrópica del Guayas y luego en
la escuela fiscal Francisco García Avilés dirigida por el compositor orense Lauro Dávila,
donde terminó la primaria. Como no fue un gran estudiante, su madre le buscó el oficio
de zapatero de calzado femenino para que se "ganara la vida"; también fue charolador de
muebles y ebanista.
Para ganarse la vida, "JJ " aprovechando de sus cualidades artísticas, frecuentaba la
"lagartera", esquina musical y bohemia de Guayaquil, ubicada en las calles Lorenzo de
Garaicoa y Sucre, lugar donde hasta hoy, concurren las personas que gustan pagar y
llevar una serenata, a la novia, esposa o madre.
En 1952, conjuntamente con el requintista Abilio Bermúdez y el guitarrista Pedro
Chinga, integró el Trío Los Soberanos y grabó la marcha Nuestro Líder, del compositor
chimboracense Ruperto Romero Carrión, obra musical dedicada al Dr. Carlos Guevara
Moreno, candidato a la presidencia del Ecuador.
En 1955, cantando a dúo con Doña Fresia Saavedra el yaraví Pobre mi madre querida, de
Alberto Guillén Navarro, y el pasillo Mi Corazón, de Gonzalo Vera Santos. En 1956,
grabó el pasillo Esposa de Carlos Rubira Infante, cantando a dúo con el propio
compositor. En 1957, saltó a la fama internacional, grabando el vals Fatalidad, de
Laureano Martínez Smart y el pasillo Náufrago de amor, del compositor Manuel Mesías
Sánchez. Su consagración definitiva lo alcanzó con la grabación del bolero Nuestro
Juramento, del compositor mejicano Benito de Jesús, lo que le valió el calificativo de
"Mister Juramento". Luego siguieron infinidad de grabaciones de variados ritmos
latinoamericanos.
Julio Jaramillo recorrió toda Latinoamérica, excepto Cuba y Puerto Rico. Fue primero a
Colombia; y luego de su licencia del servicio militar (1959), viajó a Perú, Panamá y
Nicaragua. En 1961, triunfó rotundamente en Uruguay y Argentina.
En 1962, viajó a Venezuela. En 1965, en Colombia, grabó un disco cantando a dúo con
Olimpo Cárdenas. De esa temporada son los temas Licor Bendito, Azabache, Cinco
Centavitos... Ese mismo año viajó a Venezuela, Centroamérica y México, donde se
radicó.
En 1967, recibió un Disco de Oro, en Caracas, Venezuela. En 1968, grabó en Lima, Perú,
con Daniel Santos, el LP En la Cantina. Se radicó en Caracas, donde recibe un nuevo
Disco de Oro, al mejor intérprete extranjero de música venezolana. En marzo de 1974,
realizó una gira triunfal, por varias ciudades de México. En 1976, actuó en Nueva York,
grabó varios LPs en México. Retornó al Ecuador luego de una larga ausencia, el 22 de
julio de 1976. En este año, el 24 de julio recibió el Disco de Oro Onix. En noviembre y
diciembre de 1977, actuó en varias ciudades de Estados Unidos de América, retornó a
Guayaquil, el 14 de diciembre de 1977. Para mayo del siguiente año tenía varios
contratos para actuar en Estados Unidos, pero víctima de serias complicaciones hepáticas,
cardiopatía y afección broncopulmonar, falleció en Guayaquil el 8 de febrero de 1978.
En vida fue conocido además como "JJ ", "el Sentimental de América" , "Mister
Juramento" y "el Ruiseñor de América".
"JJ " grabó aproximadamente cuatrocientos discos de larga duración (alrededor de cinco
mil canciones); su trascendencia internacional, le ha permitido ser un ídolo, no solamente
en Ecuador, sino en varios países latinoamericanos. Luego de su muerte, además de dos
películas, sigue muy intensa la reproducción fonográfica y, últimamente, en versiones
rock, como la reciente de los Cruks en Karnak, o reempaquetamientos light al estilo de
colombiano Charlie Zaa. Además, en su homenaje, el gobierno ecuatoriano declaró en
1993 al 1º de octubre de cada año, como DIA DEL PASILLO ECUATORIANO.
Entre las obras de su autoría, las más recordadas son los pasillos Elsa y La Panadera; los
valses Guayaquileña y Mis Recuerdos; los boleros Carnaval en mi alma, No puede ser y
La locura. Sin ritmo determinado: Mi decisión y Pajarillo mensajero y el porro Ay
mexicanita (grabado en Venezuela con el título de Ay, Caraqueñita).

La Música Folclórica

Aparece en la década de los años 60 y se caracteriza por “revalorizar” lo tradicional, y


que a la vez plantea el “rescate” de todo lo que significa las tradiciones de un pueblo y
sus costumbres, estableciendo una búsqueda de manifestaciones vernáculas
características del país. Musicalmente hablando, aparecen agrupaciones integradas por
estudiantes universitarios, en un primer momento, quienes luego se profesionalizan y
extienden su imagen a otros sectores sociales.
Existen numerosos grupos de proyección folclórica que han aparecido y que siguen
apareciendo, bajo la influencia notoria de agrupaciones bolivianas y peruanas, que han
extendido las nomenclaturas instrumentales y musicales, exportadas de sus países, al
nuestro. En Ecuador existe la única Orquesta de Instrumentos Andinos (1992) -producto
de esta influencia- y su principal tarea es mantener la tradición, el desarrollo y la difusión
del patrimonio musical ecuatoriano, así como también en su repertorio presentar
alternativas ya sea composicionales o arreglísticas, sobre la música latinoamericana y
universal.
Al mismo tiempo, grupos como el Taller de Música, creado en 1978, se caracterizan por
unir la investigación musicológica, el estudio académico y la creación, obteniendo
resultados interesantes y novedosos.
Pertenecen a este movimiento los grupos Huayanay, Ñanda Mañachi, Peguche, Los
Tucumbi, Jayac, entre otros

EL BOLERO
Nace en Santiago de Cuba en la segunda mitad del siglo XIX desde donde se expande al
Caribe, resto de América Latina y del mundo. Heredero de la canción hispana (con
reminiscencias de arias operísticas, de romanzas francesas y de canciones napolitanas)
se emparenta con la danza y la habanera y se contacta estrechamente con los sones
yucatecos
Si bien es cierto existe su predecesor el bolero español en compás de tres por cuatro,
diferenciándose el latinoamericano por estar su estructura en compás de dos por cuatro.
El nombre del bolero español parece derivarse de su manera de bailarlo, como volando,
bolenado... . En tierras americanas toma su nombre también, de la denominación de un
rasgado rítmico guitarrístico de acompañamiento que se le llamaba “bolero” o acompañar
“bolereadamente”.
En la actualidad, y a más de cien años de su aparecimiento (pues se considera como
primer bolero compuesto a Tristezas, escrito en 1883 por el cubano José “Pepe” Sánchez)
se continua cultivando este género, acrecentando su presencia con nuevas figuras, estilos
y obras, demostrando un verdadero resurgimiento de este género que permite disfrutar de
canciones con temática de amor, de emoción de recuerdo y de ilusión de futuro,
simultáneamente a abuelos y nietos.

EL BOLERO EN EL ECUADOR
Desde finales de la década de los treinta empiezan a escucharse boleros en el Ecuador
gracias a la influencia radial de su vecina Colombia. La primera figura notable que aporta
nuestro país es Olimpo Cárdenas (Vinces, 2 de julio de 1927 y desaparecido hace algunos
años) vivió desde niño en Guayaquil, muy joven se inició en la canción y formó dúo con
el compositor Carlos Rubira, luego promovió el Trío Emperador, junto a Pepe Jaramillo y
Plutarco Uquillas. En 1953 se hizo solista y se radicó en Cali. Entre los tríos ecuatorianos
cultores de este género están Los Embajadores, fundado en Quito en 1950 e integrado por
Carlos Alberto Jervis –voz primera-, Rafel Jervis –voz segunda y guitarra- y Guillermo
Rodríguez – requinto-, grupo vocal-instrumental con gran aceptación en Colombia y
México. Otro trío ecuatoriano destacado en la década del sesenta fueron Los Brillantes
formado por la argentina Olga Gutiérrez junto a Héctor Jaramillo y Homero Hidrovo,
actuaron en Ecuador, México y Colombia. Pero el intérprete más notable en el ámbito del
bolero del Ecuador es Julio Jaramillo (Guayaquil, 1 de octubre de 1935 – 10 de febrero
de 1978), inició su carrera profesional a los veinte años de edad con presentaciones en la
radio y en teatros y con grabaciones que tuvieron buena acogida. En 1956 hizo una gira
por Colombia y en años posteriores actuó en diversos países latinoamericanos. Residió
durante 10 años en Venezuela y grabó boleros que le otorgaron popularidad gracias a un
estilo propio y a una indiscutible sensibilidad expresiva. El “Chaso” Jara, nacido en
Zaruma es el creado del bolero Olvidarte jamás, uno de los más conocidos en el sur del
Ecuador. Entre los intérpretes actuales más destacados están Patricia González, cuya
carrera musical la realiza entre Ecuador, Colombia y México, la guayaquileña Priscilla
Galecio, el tenor riobambeño Fausto Gortaire (quien a compartido tablas con Leo Marini
y otros grandes boleristas latinoamericanos a la vez que es compositor del bolero
Ecuador), la quiteña Margarita Laso y las agrupaciones Los Reales (conformado por
Consuelo Vargas y Eduardo Erazo), el Trío Colonial, Los Valentinos, Trío Vivaldi.
Mención especial merecen los compositores guayaquileños Hugo Idrobo (creador del
bolero neo-rockolero: Venenoso Batracio, Extremaunción), Héctor Napolitano, Juan
Carlos González, Eduardo Flores y Mario Maldonado.

EL JAZZ

Algunos estudiosos aseveran que el jazz es para la música lo que el cine es para el teatro.
El jazz género-arte (producto de la mezcla de la vertiente musical negra africana, con la
blanca europea en EEUU) ha recorrido, al igual que la música académica, épocas y
estilos diferentes, nace de los géneros rag-time, fox-trot, negro espiritual y blues,
atraviesa el estilo new orleans, el Dixieland, pasa por los estilos swing, boogie, bebop,
cool bop, jazz sinfónico, llega al hard bop, al free jazz, al jazz-rock, al pop jazz e incluso
aparece regionalmente como latin jazz o jazz europeo.

El jazz se ha difundido a través de variados formatos instrumentales. En sus inicios


utiliza los instrumentos de viento de banda: trompeta, saxo, clarinete, trombón,
constituyendo un grupo melódico al que se junta un grupo rítmico-armónico conformado
por la batería, el contrabajo, el piano la guitarra y/o el banjo. Más tarde la Big-band, una
de las nomenclaturas típicas del jazz con amplia sonoridad, es adoptada en todo el
mundo, estando presente en los salones de cualquier país, interpretando repertorios
jazzísticos y locales. Louis Armstrong, Duke Ellington, Charlie Parker, Dizzy Gillespie,
Miles Davis, John Coltrane, Wynton Marsalis, son algunos de los nombres más
importantes en el jazz.

EL JAZZ EN EL ECUADOR
Era 1924 en el “American Park” de Guayaquil, iba a empezar un encuentro boxístico.
Suben al ring saxofones, trompetas, tambores y piano, se trata de la primera Jazz Band
ecuatoriana dirigida por Nicolás Mestanza (Guayaquil 1893-1942) el pionero del jazz en
el Ecuador formado en las aulas de música de la Sociedad Filantrópica del Guayas. Con
el traspasan los cordeles Fermín Silva de la Torre, Pepín “El Tío” Aviles, Humberto
Cueva, León Benigno Palacios (padre). Empiezan a resonar los Dixieland, Fox trot,
Shymi y One step que más tarde inundarán los salones del Hotel Londres, del Club
Metropolitano, del Casino Nacional imponiendo en la juventud guayaquileña el gusto por
el jazz.
En 1926 la Jazz Band de Mestanza estaba conformada por Severo Pacheco Guzmán,
Bolívar Claverol, Martiniano Mestanza y Alava, Manuel Recalde, N. Daza, Pedro Aviles,
Rosendo “Chendo” Pino Plaza, José Felix Lazo, Enrique “Pollo” Ibáñez, Nicasio Safadi –
estos dos últimos ejecutaban el banjo- y Píndaro Alvarez que ejecutaba la batería que en
esa época se denominaba la jazz band.

La llegada al Ecuador de Felipe Cueva Jones, gran conocedor del jazz y de la canción
norteamericana, consolidó el gusto por el jazz de algunos jóvenes guayaquileños,
conformando, con el baterista Gustavo “Gus” Tola Carbo, los hermanos González,
Leonidas Carrasco, entre otros, el primer grupo de jazz moderno, la llamada Tropical
Boys que aparece en la época de las primeras bandas eléctricas. Más tarde en Quito,
Cueva Jones, conforma la banda Los Reyes del Ritmo con Josueth González y Humberto
Jácome Maldonado iniciándose en la capital el entusiasmo jazzístico.
En 1938 existían en Guayaquil la Tropical Boys dirigida por José Vicente Blacio y en
Quito, Humberto Jácome Maldonado actuaba periódicamente en el Wonder Bar del
Teatro Bolívar, escenario en el que más tarde Calicho Díaz González conforma un grupo
de Jazz de swing que se presentaba también en el High Life Club de la capital.
En Quito luego del aporte de Humberto Jácome Maldonado aparecen Luis Aníbal Granja
y Rafael Ramos Albuja, y más tarde el grupo de los Hermanos Salgado convirtiéndose en
la agrupación más importante del jazz de la época. En 1981 Claudio Jácome Harb
presenta en varias ciudades del Ecuador el espectáculo “La Historia del Jazz” con
repertorios de temas norteamericanos interpretado por una Big Band, cantantes y coro,
con gran éxito.
Entre los músicos ecuatorianos cultores de éste género se encuentran Nicasio “El Turco”
Safadi, Héctor “Manito” Bonilla, Angel Serafín Pulgar, Jorge y Aníbal Salgado, los
Hermanos Baca, las agrupaciones Jazztá y 5pa Jazz.
En la actualidad en Guayaquil hacen jazz el flautista Carlos Prado, los pianistas Manuel
Larrea y Francisco Echeverría, los saxofonistas Lucho Silva y Roberto Bolaños, el
virtuoso guitarrista Roberto Viera. En Quito el dúo Ferre-Durán (piano y guitarra) los
saxofonistas Néstor Zurita y Larry Salgado, el grupo Cabo Frío liderado por el pianista
Raymond Robira, los guitarristas Angel Cobo y Mauricio Novoa, la Big Band del
Municipio de Quito, el Ensamble, Quidamjazz, Vaderetro, entre otros. En Cuenca
produce jazz el saxofonista Miguel Jiménez quien es también director de la Orquesta
Sinfónica de esa ciudad.
El jazz es muy floreciente en el Quito de la década del 90, incluso en el Conservatorio de
Quito se instauró una cátedra con la dirección de Larry Salgado quien dirige la Big Band
del Conservatorio.

El pop, música de las nuevas generaciones


Si la primera mitad del mil novecientos estuvo marcada a fuego negro por el jazz, la
segunda arrancó con un movimiento de caderas, la pelvis de Elvis, para terminar
consagrando a un género con nombre de piedra: el rock. Fueron los Beatles los que
llevaron el asunto más allá del límite de la cordura y convirtieron a la música popular en
una verdadera manía. Con ellos el beat se hizo global y los subgéneros del pop
comenzaron a multiplicarse: folk, tecno, lírico. Toman forma la guitarra eléctrica, el
órgano portátil, el sintetizador, el grupo base conformado por batería, bajo, piano y
guitarra.

En Latinoamérica se produce la música de los uruguayos "Los Iracundos", de los


argentinos Piero, Leo Dan, Leonardo Favio, Lito Nebbia, estos últimos más apegados a la
balada-rock. De España nos llega el "Dúo Dinámico", los Teen Top y cantantes como
Raphael, entre otros. En nuestro país aparecen las propuestas de ¨Los Corvets", "Las
Hormigas" grupo liderado por Jinsop, el grupo "Boddega" y solistas como Aulio Gelio,
Paul Sol y otros.
Hoy todo convive en un gran chifa musical: sonoridades metálicas, inflexiones líricas,
folclores del mundo, cibernéticas melodías, mestizajes latinos, romance y computación,
es decir, el pop reinventó la banda sonora de nuestras vidas.
Con la internacionalización de los medios de comunicación, el auge de las producciones
audiovisuales norteamericanas y europeas, y la comercialización de los productos de la
industria musical a gran escala en nuestros países, se ha definido una tendencia uniforme
con el surgimiento de solistas y grupos juveniles en toda Latinoamérica, que presentan
composiciones de corte rockero, pop, baladas rítmicas y románticas.
Paul Sol, Darwin, Jinsop, Los Corvets, Grupo Bodega, Clan 5, Siolvana, Darío Xavier,
Ricardo Perotti, Ricardo Williams, Damiano, Perikles, Tercer Mundo, Contravía, Cruks
en Karnak, Tranzas, Pamela Cortes, Verde 70, Las Lolas, entre muchos otros solistas y
grupos ecuatorianos, se han convertido en nuestros propios ídolos de carne y hueso, que
cumpliendo o revolucionando la moda, nos han convocado a una especie de gimnasio
sentimental, consagrando a la lírica para henchir al amor.

LOS CANTAUTORES

LA CANCION, LA VOZ Y LA PALABRA:


Todavía no se ha descubierto un pueblo sin canciones. El canto es instintivo en los seres
humanos lo mismo que en muchas especies de pájaros. Quizás su origen debe buscarse en
la combinación del sentido del ritmo con las inflexiones del lenguaje hablado. Por igual
camino se llegó desde el habla pura hasta la poesía y desde el lenguaje cotidiano a la
canción métrica.
En los albores del nacimiento de la música aparece la canción como fuente principal. Las
diferentes razas tienden a desarrollar distintas características en sus cantos, en el uso de
determinadas escalas, intervalos melódicos y motivos rítmicos particulares. Puede ser
resultado de la moda o de la casualidad, pero expresa el espíritu de la cultura.
En sus comienzos, en la música de las diversas culturas ánticas era el mismo individuo el
autor, el compositor y el intérprete. Más tarde, en la época medieval aparecen los troveros
y trovadores, los minneisangs y Meistersangs, que eran una especie de cantautores –
cronistas – de la época, en este raro grupo de juglares bohemios participaban los
aristócratas y los plebeyos. Este movimiento dio existencia a una gran cantidad de
poesías y canciones amorosas.
En el siglo XX la canción popular urbana latinoamericana, retomando ciertas raíces
folclóricas, asimilando estilemas del bell canto operístico, de la época “Beatles”, del
bosanova (años 60s), del rock, consolida repertorios multigenéricos (desde el neo-folclor
hasta la canción experimental pasando por la balada, la canción política), siendo el
género musical más utilizado por juglares y trovadores contemporáneos.
A estos últimos se los conoce con el nombre de “cantautores” porque además de crear el
texto y la música son ellos mismos los encargados de interpretar y difundir su música.
Esta vez asistimos a un concierto en donde estarán presentes los más importantes
cantautores ecuatorianos.
Jaime Guevara, 1954, el “cantor de contrabando”, se ha definido por la canción popular
contestataria y política marcadamente, atraído por su gusto hacia la música folk, el blues
y el rock, ha denunciado los problemas de la sociedad ecuatoriana y ha encabezando el
estandarte de los “artistas comprometidos”, que se agrupaban bajo el membrete de
“cantautores”. Este cantautor, no se define seguidor del movimiento de Nueva Canción,
mantiene otra línea diferente a la propuesta por los partidarios de dicha tendencia.
Otros cantautores son: Gloria Arcos, Sandra Bonilla, Ulises Freire, Juan Ruales, Trosky
Guerrero, Tulio Bustos, Benjamín Ortega, Carlos Santamaría (argentino), Juan Paredes
(chileno), Santiago Martínez, entre otros.

La música Rocolera, Chicha y Tecnocumbia

Aparece como una expresividad de los barrios marginales, principalmente de la ciudad de


Guayaquil y luego en Quito, toma su nombre de la rocola, aparato de sonido propio de
bares y cantinas, en el cual se reproduce un tipo de música identificada con una
problemática social, cuyo ribete principal es lo sentimental. Las empresas de espectáculos
y discográficas han aprovechado la gran demanda que tiene esta música a nivel popular,
para generar en el público un fácil consumo y comercialización, es el canto de la vida del
pueblo marginado por desigualdades sociales existentes -crisis económicas, migración,
falta de empleo, pobreza acusiante, etc- producto del sistema en que vive. En cuanto a lo
musical, se ejecutan varios géneros musicales (sobre todo boleros, valses, bachatas,
pasillo, huaynos) pero matizados por un estilo interpretativo inconfundible en el canto
sobre todo. Sus textos tiene un alto contenido machista, se recurre a una interpretación
similar para todos ellos. En la década del '80 se consolida esta música y el festival
rocolero, se ha extendido a casi todas las ciudades ecuatorianas y su discografía es
bastante extensa.
El pueblo marginado tiene a un exponente preponderante en este estilo musical: Julio
Alfredo Jaramillo Laurido, "JJ ", (1935), Otros exponentes de la rocola como fenómeno
social y musical son: Juanita Burbano, Claudio Vallejo, Segundo Rosero, Ana Lucía
Proaño, Aladino, Claudio Vallejo, Margarita Lugue, Azucena y Jaime Enrique Aymara,
entre otros cultivadores nuevos de esta música.
Según el investigador ecuatoriano Mario Godoy, en los años noventa del siglo XX
alcanza gran acogida entre los emigrantes ecuatorianos radicados en los Estados Unidos
de América. Sus exponentes, muchos de ellos con permanencia fugaz, fueron: Aladino,
Chugo Tobar, Juan Alava, José Antonio, Noé Morales, Roberto Zumba, Roberto Calero,
Claudio Vallejo, Anita Lucía Proaño, Héctor Jaramillo, Juanita Burbano, Teresita
Andrade, Norma Guillén, Pepe Caicedo, Maruja Serrano, Félix Macías, Miguel Vélez,
Julio Solano, Julio Figueroa, Wilson Velasco, Máximo León, Oscar Guerrero, y Juanito
Cruz A mediados de los años noventa del siglo XX, el cantante Segundo “Chino” Rosero,
impactó notablemente en Ecuador y Perú. En el movimiento rockolero, a los
mencionados artistas se sumaron los peruanos: Cecilio Alva, Luis Abanto Morales,
Pedrito Otiniano y Lucho Barrios; además, los colombianos: Tito Cortés y Alci Acosta,
quienes lograron gran acogida y difusión de su música.

Para Mario Godoy, la música bailable llamada chicha o chichera aparece en los años
ochenta del siglo XX, con el organista y acordeonista Aníbal Ulpo Muñoz; y en los años
noventa, con Byron Caicedo, Ricardo Suntaxi, el conjunto Rock Star, Angel Guaraca, etc.
Esta música, en los textos de sus canciones, tiene ciertas analogías con la música llamada
rockolera. Los textos de estos repertorios, elogian al machismo, tratan de la picardía
criolla, el alcohol; no hay crítica política; es una música comercial que omite valores
como la reciprocidad, la solidaridad, la familia, valores muy arraigados en la cultura
andina. El cantante Héctor Jaramillo, ex integrante del Trío Los Brillantes, con el
acompañamiento y arreglos musicales de Naldo Campos (percusión digital, sintetizador,
guitarra eléctrica), a mediados de los años ochenta, inició el movimiento que
posteriormente se llamó tecnocumbia, afianzado en los años noventa, con la música de
Selena; ahora, las estrellas ecuatorianas de la tecnocumbia son: Sharon, Jazmín
Mosquera, los hermanos Enrique y Azucena Aymara, Hipatia Balseca, etc.

La Música Tropical

En cuanto a la música bailable, llamada tropical, desde que la orquesta de instrumentos


electrónicos, percusión, maderas y metales, aparece entre los años 60 al 70, se avisora un
rotundo éxito tanto para las empresas disqueras, la radio, y los mismos músicos que
optan por dicho estilo. Don Medardo y sus Players, son los pioneros en este tipo de
conformación orquestal moderna y música tropical, sin embargo ellos tienen sus
antecesores en los Locos de ritmo y la Salgado Jr., Eduardo Zurita, solista del órgano
eletrónico, aportó indudablemente hacia la consolidación de este gusto musical. Luego,
el Clan-5, Sonora de los Hermanos Baca, Los Titos, Los Príncipes Siglo XXI, Los
Fabulosos, La Gran Corporación, Los Padrinos, Los Dukes, Combo Pachanguero,
Robert's Corporación, Los 5 Ases, Son Latino, Onda Latina Sonora, Majestad, Reyes
Band, Banda Caribe, K-tleya, La Academia, etc. Existen infinidad de músicos solistas,
dúos, tríos y demás agrupaciones, que han centrado su actividad en Quito tanto del
pasado como del presente.

La Nueva Canción
En 1968, en París ocurren disturbios de gran magnitud, organizados por estudiantes de la
Universidad, que reclamaban sus derechos ante el Estado. Fueron reprimidos
brutalmente, lo cual alertó al mundo, rechazando la actuación del gobierno francés. De
igual manera, sucedió en México, en el mismo año, cuando estudiantes universitarios,
realizaron una marcha pacífica, siendo asesinados en gran número, por las fuerzas del
orden mexicanas.
entre los años 60, y 70, con la influencia notable que ejercía la Revolución Cubana, las
experiencias políticas ocurridas en los países del Cono Sur (Argentina, Chile), la
corriente dictatorial a la que América Latina estaba sujeta, se produce el nacimiento de
una nueva modalidad en la música popular latinoamericana. Tomando como modelos los
solistas y grupos instrumentales nacidos principalmente en Cuba (Silvio Rodríguez, Noel
Nicola, Pablo Milanés, Vicente Feliú, grupo Moncada, etc), Chile (Violeta Parra, Víctor
Jara, Intillimani, Quilapayún, Patricio Manns, etc), Argentina (Atahualpa Yupanqui,
Mercedes Sosa, Horacio Guaraní, Víctor Heredia, etc), brotan en el país numerosos
seguidores de esta tendencia, representados en primera instancia por los grupos Jatari,
1972 y Pueblo Nuevo, 1975, encaminándose hacia un trabajo permanente en la
investigación del folclor (Jatari) y de estilos nuevos de la música popular como la salsa,
el merengue, la música negra (Pueblo Nuevo). Crearon música propia que poseía
aceptación importante a nivel universitario preponderantemente y a nivel popular, en
grandes festivales estudiantiles de corte político, por el contenido de sus textos y de su
mensaje. Pertenecen ieron a este movimiento los grupos Yerbales e Illiniza.

La Música Urbana

No todo tendrá denominación de Nueva canción, pues otro músicos, no aceptarán sus
directrices, pero si se mantiene en un resaltado latinoamericanismo, característico del
género de la Nueva Canción.
A finales de los años 70, el grupo Amauta, plantea una línea sincrética entre diversos
géneros musicales, a través del jazz, y la música andina ecuatoriana, realizando
“fusiones”, a las que denominarían “folclor progresivo”.
En los años 80, aparecen infinidad de agrupaciones no adscritas a esta propuesta,
dinamizándose en cierta forma, la creatividad. Quizás el grupo de mayor aportación
musical de principios de esta década, es Promesas Temporales, denotando un interés por
presentar proposiciones de hibridación y experimentación, tanto en la parte literaria,
como en la musical, alejándose totalmente del compromiso político y panfletario.
Presentan colores tímbricos emparentados con la música afrocaribeña, el jazz, el rock, la
música negra, andina y del litoral del país.
Tahual de la ciudad de Cuenca, realizó una grabación fusionando los cantos rituales
indígenas con el aporte de la técnica electroacústica, y la música moderna.
Es Abdullah Arellano, quien promueve este movimiento con el grupo Canela, al relizar
su “Cantata Urbana”, marcando así el aparecimiento de esta tendencia musical, a la que
se han sumado varios artistas jóvenes del medio, y entre los que podemos citar: Umbral,
Taxo, Hugo Idrovo, Juan Carlos Terán, Fabián Meneses, Alberto Caleris (argentino),
Damiano, Carmen González y Buscando Raíces, entre otros.

El Rock Nacional
En la década de los 50s aparece en EEUU el género rock and roll (hasta entonces
conocido simplemente como "rhythm and blues", género procedente del blues negro de la
época) que marcaría toda la música posterior, a través de Elvis Presley, Bill Haley. Aquí
van sucediéndose los géneros y estilos twist, go-go, ye-ye, shake, etc.

Más tarde en Latinoamérica toman la posta los mexicanos César Costa, Enrique Guzmán,
Alberto Vásquez, Angélica María, el argentino Sandro, el brasileño Roberto Carlos en su
primera época.

En los 60s el pop, representado por agrupaciones como "The Beatles", coincide con el
movimiento "hippie" que supuso una revolución social de la juventud en contra de la
violencia. Aparece también el género folk con Bob Dylan, y las nuevas propuestas Rock-
song, Pop-rock, Folk-rock.

En los 70s aparece el hard rock, la música disco y las óperas rock como "Jesucristo
Superstar". Es la época de los Rolling Stones, Who, Pink Floyd). Aquí latinoamérica ve
el florecimiento de propuestas musicales de moda, como el rock nacional argentino y la
consagración de algunos baladistas. En Quito a inicio de los 70s a influjos de la banda
sonora de la película "Woodstock" y su acopio de ideales utópicos, dan nacimiento a la
onda hippie cuya expresión musical hallan los jóvenes de la época en promotores y
músicos como Ramiro Acosta, Jaime Guevara y los grupos "Sueño de Brahamas", "La
Tribu", "Hombresitos" "Flash", entre otros. En Guayaquil aparecen pioneros como
Pancho Jaime apodado "la mamá del rock" con su grupo "Texaco-Gulf", Héctor
Napolitano con su grupo "Oceáno" entre otros, más tarde aparecen los grupos Los
Corvets y el grupo Bodega.

Ricardo Perotti, simultáneamente hace su incursión en la música, y en esta etapa se crea


la tendencia del pop rock, en cuyas filas se enlistan exponente como: Contravía, Ricardo
Williams, Tercer Mundo, Right, Clip y Tranzas de Guayaquil, Materia Prima, Glass
(Conciencia Colectiva), etc.
Para finales de los años 80, después de la gran inserción de la música latinoamericana y
la nueva canción, el rock, que estuvo ligeramente dormido, se transforma mediante el
desarrollo de la tecnología -de lo análogo a lo digital- en un “rock alternativo”, cuyos
mayores exponentes fueron y son: Caspián, mexicano-holandés-ecuatoriano, quien
vivido en Estados Unidos por varios años, se radica en el país, trayendo consigo una serie
de inquietudes y propuestas, originando una obra multimedia -la primera, en Ecuador-,
denominada “Telemarea”, pero fracasa por lo desproporcionada que resulta para el
medio, acostumbrado a el eclecticismo contrastado con la simplicidad instrumentalizada,
un angustiado desenfado lírico y ritmo de super poder, sin embargo, tendría que revisar
sus propuestas para que el público acepte su trabajo.
Cruks en Karnak, plantea una proposición semejante, pero se inscriben en el rock de
fórmula simple consecuencia del punk inglés, sin introducirse en la fusión.
En los 90, se desarolla en el país, bajo la influencia de agrupaciones como Mano Negra
(Francia), Café Tacuba y Maldita Vecindad (México), aparecen una serie de bandas que
tratan de desarrollar un lenguaje propio, animados en base del punk, el ská o el grunge.
De esta influencia nace Cacería de Lagartos, con un C.D. y varios videos, Mamá Vudú y
Picasón, entre otras.
Sal y Mileto, banda con aire ecléctico y postmoderno, con un dominio técnico-musical de
los músicos sobre sus instrumentos, radical ideología anti-sistema y fragmentos poéticos
intercalados, ha desarrollado un camino medio entre lo punk y el romanticismo marginal,
que la hace, una agrupación prometedora dentro de la nueva música ecuatoriana.
Punto a parte de este panorama, está Karma, banda de virtuosos instrumentistas, cuyo
propuesta tiene una ligera influencia tanto del rock sinfónico de los 70 como del rock
argentino de los 80. Lo valioso de su propuesta, es tener vida propia y una identidad
reflejada en la originalidad de sus textos y melodías, basadas en lo cotidiano de la vida,
sin presentar un trabajo facilista y comercial, característica de otras agrupaciones del
mismo círculo en donde se desenvuelven, lastimosamente están desintegrados.
A nivel nacional, existen varias agrupaciones en casi todas las provincias del país, que
mantienen festivales de rock periódicos

NEW AGE
Movimiento musical que se origina a finales de los 60s, gracias al contacto cultural
oriente-occidente dado por la búsqueda de las culturas orientales. Tiene componentes
ecologistas y místicos, algunos de sus cultores realizan también musicoterapia. A nivel
internacional son conocidos las propuestas de Vangelis, Jean Michel Jarre, Kitaro,
Tangeil Dream, entre otros. En nuestro país adhieren a este movimiento el grupo
Anacruza de Cuenca, Abdullah Arellano de Quito, Juan Esteban Cordero, Milton Arias,
el lojano Freddy Jaramillo-Valdivieso y el grupo Cyam de la Universidad Técnica
Particular de Loja.
FECHAS IMPORTANTES DE LA MUSICA ECUATORIANA DEL SIGLO XX
1900: El presidente Eloy Alfaro reabre el Conservatorio de Quito (26 de abril)
1903: Luis Pauta Rodríguez publica el estudio crítico El himno nacional del Ecuador.
1908: Se organiza la Escuela de Artes y Oficios en Quito
1909: Domenico Brescia estrena una cantata con poesía del doctor César Borja (10 de
agosto)
1910: Estreno de Preludio sinfónico y Canción para fagot sobre un yaraví ecuatoriano
de Segundo Luis Moreno (25 de junio)
1911: Domenico Brescia recibe premio en la exposición de Roma por su Sinfonía
Ecuatoriana
1912: «Encalada y Cia.» graba en discos de carbón (pizarra) música popular; Pedro Pablo
Traversari publica la revista La Platea.
1917: Debuta la Orquesta Sinfónica de Señoritas en el Conservatorio, dirigida por Pedro
P.Traversari
1925: Primeras emisiones de prueba de Radio «El Prado» de Riobamba (1929 transmite
oficialmente)
1928: Se crea en Guayaquil el Conservatorio de Música (20 de septiembre Isidro Ayora
firma el decreto)
1929: El investigador choneño Manuel de Jesús Alvarez publica Estudios folklóricos
sobre el montuvio y su música.
1930: Viajan a EEUU. el dúo Ecuador (Ibañez - Safadi) a grabar música ecuatoriana (4
de junio)
1932: Se funda la Banda Municipal de Quito (11 de julio)
1933: Luis H. Salgado estrena la suite Atahualpa o el ocaso de un imperio obra para
banda de concierto
1937: Se funda en Cuenca el Conservatorio de Música dirigido por S. L. Moreno (enero)
1939: Aparece el primer número de la revista del Conservatorio de Quito: Pentagrama.
1944: Se crea la Escuela de Música de la Universidad de Loja (28 de noviembre); Luis H.
Salgado compone su Sanjuanito futurista, microdanza para piano, obra
dodecafónica
1946: Aparece el primer disco de IFESA (el pasillo En las lejanías. interpretado por
Olimpo Cárdenas y Rubira Infante)
1948: Se oficializa como Himno Nacional del Ecuador el compuesto por Mera y
Neumane (29 de septiembre)
1950: La Casa de la Cultura Ecuatoriana inaugura en Quito el Museo de Instrumentos
Musicales Pedro Pablo Traversari Salazar
1954: Debut del Coro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana dirigido por el guatemalteco
Oscar Vargas Romero (15 de mayo)
1956: Se funda la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador. El español Ernesto Xancó la
dirigió (2 de mayo)
1958: Concierto en Quito de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, dirigida por
Leonard Bernstein (11 de mayo)
1961: Se publica en Quito el Florilegio del pasillo ecuatoriano de Alberto Morlás
Gutiérrez
1962: Aparece el estudio de Robert Stevenson La música en Quito.
1964: Se edita el Diccionario del folklore ecuatoriano del brasileño Paulo de Carvalho-
Neto
1972: La Casa de la Cultura Ecuatoriana publica el primer tomo de la Historia de la
música en el Ecuador de Segundo Luis Moreno
1973: Se funda la Sociedad de Autores y Compositores del Ecuador (SAYCE) con
Gerardo Guevara como presidente. (16 de enero)
1976: Se promulga la Ley de Derecho de Autor (R.O. No 149 del 13 de agosto) (30 de
julio)
1978: Muere en Guayaquil el popular cantante Julio Jaramillo (9 de febrero)
1979: Se promulga la Ley de Defensa Profesional del Artista (R.O. No 798 del 23 de
marzo) (8 de marzo); Circula el primer número de la Gaceta Musical revista de las
Juventudes Musicales del Ecuador
1980: Se presenta en Quito el jazzista Stan Getz (30 de septiembre)
1981: Se publica el tomo I del estudio organológico Instrumentos musicales populares
registrados en el Ecuador de Carlos Alberto Coba
1983: El Banco Central del Ecuador publica el libro Loja cuna de artistas de Rogelio
Jaramillo Ruiz
1986: Aparece en junio el primer número de la revista Opus de la Musicoteca del Banco
Central del Ecuador;Primer Festival Internacional de Guitarristas, organizado por la
Asociación Nacional del Guitarristas del Ecuador (ANGE)
1987: Primer Festival Ecuatoriano de Música Contemporánea, organizado por el
Departamento de Investigación, Creación y Difusión Musical del Conservatorio Nacional
de Música (abril);
1988 Estreno en Quito Ecuador de Carmina Burana de Carl Orff, dirigida por Alvaro
Manzano (agosto)
1990: Creación del Departamento de Desarrollo y Difusión Musical de la Dirección de
Educación y Cultura del Municipio de Quito y de sus agrupaciones: Banda Sinfónica
Municipal y Orquesta de Instrumentos Andinos
1991: Aparece el número 1 de la revista A tempo órgano de difusión de la Banda
Sinfónica Municipal
1992: Se publica el tomo II del estudio organológico Instrumentos musicales populares
registrados en el Ecuador de Carlos Alberto Coba
1993: Muere tragicamente el pianista Juan Esteban Cordero (junio); El Muncipio de
Quito edita los discos y antología de partituras Canciones a Quito; Se crea el Coro Mixto
"Ciudad de Quito" perteneciente al Municipio capitalino
1994: Se presenta en Quito el violoncellista M. Rostropovich acompañado de la OSN
dirigida por A. Manzano.
1995: Se funda la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional del Ecuador, dirigida por Patricio
Aizaga; Primer Encuentro Internacional del Pasillo en América (Cuba, Costa Rica,
Venezuela, Colombia y Ecuador) Departamento de Desarrollo y Difusión Musical.
(septiembre)
1996: El Departamento de Desarrollo y Difusión Musical del Municipio del Distrito
Metropolitano de Quito reedita La música en el Ecuador compendio de Segundo Luis
Moreno. Circula el disco compacto: Música sacra ecuatoriana interpretada por la
Banda Sinfónica, Orquesta de Instrumentos Andinos y Coro Mixto Ciudad de
Quito;Festival «Todas las voces, todas» en Quito Ecuador. Fundación Guayasamín
(junio)
1997: Se funda el Conservatorio Franz Liszt, liderado por Sofia Izurieta y dirigido por el
Maestro Alvaro Manzano
2000: Se inaugura el proyecto “El MAAC y la Música”, realizado por el Banco Central
de Guayaquil
2002: Se crea el Festival Internacional de Música Sacra de Quito (Semana Santa)
2003: Se reinaugura el Teatro Nacional Sucre con el montaje de la Opera Rigoletto de G.
Verdi (Noviembre), para lo que se crea la Fundación Teatro Nacional Sucre.
2004: Se presenta en los Teatros Nacional Sucre de Quito y Centro de Arte de Guayaquil
el afamado tenor español José Carreras (Octubre). Estreno de la Opera Juan y Rita, en
versión local con elenco ecuatoriano (Diciembre)
2005: El compositor Diego Luzuriaga crea la Opera “Manuela Sáenz”, encomendada por
la Alcaldía de Quito y el Teatro Nacional Sucre

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