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Revista Volumen 2 / N.

º 1
Noviembre 2021
ISSN 2697-3545
UNIVERSIDAD DE LAS ARTES
Rector: William Herrera
Vicerrector Académico: Bradley Hilgert
Vicerrectora de Investigación y Posgrado: Olga del Pilar López

D. R. © Universidad de las Artes

Director: José Miguel Cabrera Kozisek


Diseño y maquetación: José Ignacio Quintana Jiménez
Corrección de textos: Marelis Loreto Amoretti

MZ14, Av. 9 de Octubre y Panamá


Guayaquil, Ecuador
editorial@uartes.edu.ec
SONOCORDIA. Revista de artes sonoras y producción musical
Universidad de las Artes
Volumen 2, Número 4. Noviembre 2021
ISSN 2697-3545

Director: Norberto Bayo Universidad de las Artes (Ecuador)


Coord. editorial: Luis Pérez-Valero Universidad de las Artes (Ecuador)
Editora asociada: Bernarda Ubidia Universidad de las Artes (Ecuador)
Editora invitada: Ketty Wong Universidad de Kansas (Estados Unidos)

COMITÉ CIENTÍFICO EDITORIAL


Johanna Abril Universidad de las Américas (Ecuador)
Jannet Alvarado Universidad de Cuenca (Ecuador)
Claudia Fallallero Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas (Cuba)
Pablo Freiberg Universidad de las Artes (Argentina)
Adina Izarra Universidad de las Artes (Ecuador)
David de los Reyes Universidad de las Artes (Ecuador)
Ketty Wong Universidad de Kansas (Estados Unidos)

CONSEJO ASESOR
Miguel Álvarez-Fernández Ars Sonora - Radio Nacional de España (España)
Andrey Astaiza Universidad de las Artes (Ecuador)
Susan Campos-Fonseca Universidad de Costa Rica (Costa Rica)
Miriam Escudero Suástegui Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas (Cuba)
Ana María Ochoa Universidad de Columbia (Estados Unidos)
Carmen Pardo Universitad de Girona (España)
Rodrigo Sigal Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (México)

Sonocordia. Revista de artes sonoras y producción musical


Universidad de las Artes

Malecón Simón Bolívar y Francisco Aguirre


Guayaquil, Ecuador. CP 090313
revista.sonocordia@uartes.edu.ec
uartes.edu.ec/sonocordia
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Índice

Introducción
Nacionalismos, patriotismo y educación musical en Ecuador en los inicios del siglo XX
Ketty Wong. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Artículos

La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano: el Conservatorio


Nacional de Música (Quito, 1900-1911)
Rossi Godoy Estévez. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena y su utilización
en las obras de Segundo Luis Moreno y Sixto María Durán a comienzos de siglo XX
Vera Wolkowicz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35

Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)


Ketty Wong. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57

Drama y conflicto en el escenario musical de la Exposición Internacional Quiteña de 1909


John L. Walker. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81

La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador:


Una aproximación desde la prensa periódica
Chemary Larez Castillo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

Partituras

Tres miniaturas
Diana Arismendi. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119

Fuera de tono

Mamá, cuando sea grande no quiero ser astronauta


Manuel Larrea Peralta. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 127

Biografías de los autores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

Guía rápida para los autores . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 135


Introducción

Nacionalismos,
patriotismo y educación
musical en Ecuador
en los inicios del siglo XX

Aunque la narrativa oficial en la historiografía de la música ecuatoriana es bastante


escueta con respecto al desarrollo musical en Ecuador en las postrimerías del siglo
XIX e inicios del XX, en ese período comenzaron a circular algunas ideas de carác-
ter nacionalista en los escritos de importantes figuras de la cultura ecuatoriana en
general, y también en el campo de la música académica, popular y militar. Este es
un tiempo de profundas transformaciones sociales y búsqueda de símbolos cultu-
rales que representen a la nación después del triunfo de la Revolución Liberal. Este
dosier presenta cinco artículos que abordan estos temas desde la perspectiva ana-
lítica de la musicología e historia cultural. La Revolución Liberal (1895) y el primer
centenario de la Batalla del Pichincha (1922) son los marcos referenciales donde los
autores examinan los ímpetus nacionalistas que propiciaron la (re)fundación del
Conservatorio Nacional de Música, la creación de una música nacionalista de corte
académico basada en un pasado indigenista, la composición de marchas patrióticas
que registran importantes acontecimientos de la Revolución Liberal, y las celebra-
ciones de los centenarios del Primer Grito de la Independencia (1809) y la Batalla
del Pichincha (1822).
Todos los autores examinan el mismo período, el primer cuarto del siglo XX.
En los artículos aparecen los mismos compositores, instituciones y agrupaciones
musicales, aunque en distintos contextos sociales, políticos y culturales, lo cual nos
permite conectar las diferentes ideas y prácticas musicales existentes en la época.

9
SONOCORDIA

Este es el caso del musicólogo Segundo necesarios para tener una mejor com-
Luis Moreno, autor de numerosos es- prensión de cómo se generan y se man-
critos sobre la historia de la música en tienen los nacionalismos musicales en
el Ecuador. Sus años estudiantiles en el sus diversas manifestaciones.
Conservatorio Nacional, su actividad Un gran aporte de los autores de
musical como director de bandas mi- este dosier a la investigación de la mú-
litares, y sus composiciones y discurso sica ecuatoriana es la revisión y aná-
ideológico son abordados de tal forma lisis de fuentes primarias de la época.
que los artículos, en su conjunto, pre- Rossi Godoy analiza la política educa-
sentan nuevas luces sobre el desarrollo tiva-musical del proyecto liberal ecua-
musical en el Ecuador de inicios del si- toriano en el caso de la refundación del
glo XX. Conservatorio Nacional de Música en
Lo mismo ocurre con la historia 1900, utilizando archivos ministeria-
cultural del Conservatorio Nacional les e institucionales. Según Godoy, el
de Música, institución que formó a los proyecto liberal buscaba «presentar al
primeros compositores y músicos de mundo un Ecuador culto, moderno y a la
corte académico, así como a los direc- altura de las grandes metrópolis euro-
tores de banda que dirigieron las bandas peas», y la educación musical que ofre-
del ejército. Los profesores extranjeros cía el Conservatorio formaba parte de
que dirigieron y enseñaron en el Con- ese proyecto. Su artículo explora espe-
servatorio son figuras indispensables cíficamente la relación del Conservatorio
para comprender el desarrollo musical con el Estado y la sociedad ecuatoriana,
en el Ecuador, como Antonio Neumane presentando una historia muy distinta a
y Domingo Brescia. Se conoce amplia- las cronologías y narrativas oficiales po-
mente la trayectoria de Neumane como bladas con nombres y obras de figuras
el autor de la música del Himno Nacio- importantes vinculadas al Conservatorio,
nal del Ecuador, y como el director del con pocas referencias al entorno social,
primer Conservatorio fundado en 1870; político y cultural.
menos conocido es su trabajo como di- Vera Wolkowicz examina dos for-
rector de banda en Guayaquil. De Do- mas de representar el pasado musical
mingo Brescia conocemos la enorme ecuatoriano en las obras de Segundo
influencia que tuvo en la generación de Luis Moreno y Sixto María Durán. Aun-
un estilo musical nacionalista inspira- que ambos compositores abogaban por
do en las melodías y ritmos folklóricos un pasado musical anclado en la raíz
del país; menos conocidas son las obras indígena y lo precolonial, sus propues-
que compuso para la celebración del tas musicales eran distintas. Durán
Centenario del Primer Grito de la Inde- buscaba una matriz incaica basada en
pendencia. De igual manera se conoce las investigaciones de la escala pen-
muy superficialmente el importante rol tatónica de Daniel Alomía Robles y los
que tuvieron las bandas militares en la esposos d’Harcourt, mientras que Mo-
exaltación de un nacionalismo patrió- reno proponía una matriz indigenista
tico que respondió a una época de tur- local y vinculada con la existencia de los
bulencia política entre conservadores Shyris y el Reino de Quito. Basado en la
y liberales en los inicios del siglo XX. lectura de manuscritos de principios del
Estas conexiones y escenarios musica- siglo XX (algunos inéditos), el análisis
les en el campo de la música académi- de Wolkovicz nos ayuda a comprender,
ca, popular y militar son importantes y por ejemplo, por qué algunos com-

UArtes Ediciones 10
positores nacionalistas —como Sixto situdes que enfrentó el organizador y la
María Durán, Pedro Pablo Traversa- compañía de ópera italiana en su estan-
ri, Luis Humberto Salgado y Corsino cia en Quito, así como la recepción que
Carrión— escribieron obras con temá- tuvo la compañía de ópera a nivel local.
ticas alusivas al imperio incaico (e.g. El Con base en una revisión de la
ocaso del Tahuantinsuyo, La consagración prensa periódica, Chemary Larez re-
de las Vírgenes, del Sol y Leyenda incási- construye los eventos musicales pro-
ca), mientras que Moreno se inspiraba gramados para la celebración del primer
más en un costumbrismo indianista centenario de la Batalla del Pichincha,
distanciado de la imagen de los incas. entre los cuales se destacan la confor-
Ketty Wong explora el rol prota- mación de una estudiantina, la organi-
gónico que tuvieron las bandas milita- zación de una temporada de ópera con
res durante la Revolución Liberal y pro- la prestigiosa compañía de Adolfo Bra-
pone examinar la música de carácter cale, y varios concursos de composición
patriótico que las bandas ejecutaban en y de banda. En vísperas de la celebra-
las retretas como una suerte de ‘cróni- ción del Bicentenario de la Indepen-
cas sonoras’ que registraron el aconte- dencia del Ecuador, Larez nos recuerda
cer político en el país. Su estudio sugiere los eventos musicales que se organiza-
que los músicos de las bandas militares ron hace un siglo para conmemorar el
generaron un ‘nacionalismo musical de primer centenario de esta fecha magna.
carácter patriótico’ que se desarrolló Su investigación rescata los títulos de
paralelamente al ‘nacionalismo acadé- algunas piezas musicales que sonaron
mico’ en la música clásica ecuatoriana, en los eventos públicos programados
y al ‘nacionalismo popular’ represen- por la Junta del Centenario, con lo cual
tado por la ‘música nacional’. Su in- se puede recrear aspectos importantes
vestigación —basada en la revisión del quehacer musical de la época. Esta
de archivos históricos del ejército, así información adquiere mayor relevan-
como de partituras y grabaciones en cia cuando nos damos cuenta de que no
discos de pizarra de principios del si- hay registros de la mayor parte de estas
glo XX— busca visibilizar el repertorio partituras.
musical y a los directores y músicos de Aunque todos los artículos están
las bandas militares del Ejército. enfocados en Ecuador, y muy particu-
John Walker y Chemary Larez dan larmente en Quito, la influencia de los
una mirada retrospectiva a las celebra- discursos nacionalistas en la creación
ciones del centenario del Primer Gri- de instituciones, eventos y repertorios
to de la Independencia y la Batalla del musicales de carácter académico, po-
Pichincha, respectivamente. Walker pular y militar pueden ser abordados
examina la temporada de ópera que or- como casos de estudio que iluminarán
ganizó Ulderico Marcelli, profesor del aspectos similares en otros países lati-
Conservatorio Nacional, dentro de la noamericanos y regiones del Ecuador.
programación de la Exposición Interna-
cional de Quito en 1909. Con este evento Ketty Wong
internacional, como ocurrió con la re- Universidad de Kansas
fundación del Conservatorio Nacional Editora invitada
en 1900, Ecuador buscaba mostrar al
mundo ser un país «culto, constructor y
desenvuelto». Walker muestra las vici-

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Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano

La educación musical
como proyecto del Estado
moderno ecuatoriano:
el Conservatorio Nacional de
Música (Quito, 1900-1911)1
Rossi Godoy Estévez
Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador
rossigge@yahoo.com

Resumen
Entre la segunda mitad del siglo XIX e inicios del siglo XX, los países latinoamerica-
nos estuvieron marcados por el interés de parte de sus estados en la producción de
repertorios que sirvieran de símbolos nacionales y en el fomento de la educación artís-
tica para el desarrollo cultural de los nuevos ciudadanos. Los gobiernos ecuatorianos
atendieron esas dimensiones a través del Conservatorio Nacional de Música de Quito,
fundado en 1870 por el régimen conservador de Gabriel García Moreno y refundado en
1900 por el gobierno liberal de Eloy Alfaro. Los primeros años de la segunda fundación
del Conservatorio se presentan como una posibilidad de estudio de la política educati-
va-musical del proyecto liberal ecuatoriano; nos conectan con las prácticas musicales
locales y los anhelos culturales de las élites, en diálogo con los procesos internaciona-
les y las experiencias educativas previas. A partir de fuentes primarias, ministeriales e
institucionales, este artículo busca pensar las condiciones de posibilidad de la reorga-
nización de la institución, su relación con el proyecto de Estado-nación moderno, las
demandas estatales y las dinámicas culturales con las que dialogó.
Palabras claves: Conservatorio Nacional de Música de Quito, educación musical, secu-
larización musical, liberalismo.

1 Este documento nace de varios planteamientos desarrollados en mi tesis de maestría. Rossi Godoy Estévez, “La segunda fundación
del Conservatorio Nacional de Música de Quito: entre las expectativas estatales y las dinámicas locales (1900-1911)”. Tesis de maestría,
Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, 2020. https://repositorio.uasb.edu.ec/handle/10644/8073

13
Recibido: 09 de septiembre de 2021 / Aprobado: 07 de octubre de 2021
SONOCORDIA

Title: The musical education as Introducción


project of modern Ecuadorian
state: National Conservatory of Desde hace más de ciento veinte años y
Music (Quito, 1900-1911) a pesar de las vicisitudes que ha sortea-
Abstract do en su existencia, el Conservatorio ha
Between the second half of the 19th cen- brindado formación artística especiali-
tury and the beginning of the 20th, Latin zada, ha sido parte de la vida sonora de
American countries were interested both Quito y sus aulas han acogido a varios
in producing repertoires that serve as na- músicos reconocidos del Ecuador. Sin
tional symbols, and in promoting artistic embargo, sobre él se han escrito prin-
education for the cultural development cipalmente cronologías que arrojan
of their new citizens. The Ecuadorian go- datos y pistas importantes sobre suce-
vernments took care of these dimensions sos o personas vinculadas con el centro
through the National Conservatory of Mu- educativo,2 pero que dejan pendiente el
sic of Quito, founded in 1870 by the con- estudio del proceso de institucionaliza-
servative regime of Gabriel García More- ción desde una perspectiva de historia/
no, and re-founded in 1900 by the liberal problema que aborde su relación con el
government of Eloy Alfaro. Estado y la sociedad de fines del siglo
The first years of the second foun- XIX e inicios del XX, propósito central
dation of the Conservatory provide a case de este trabajo.
study to examine the educational-musi- La historiografía tradicional re-
cal policy of the Ecuadorian liberal pro- conoce a las guerras independentistas
ject, which connects us with local musical como actos inaugurales de las nacio-
practices and the cultural desires of the nes latinoamericanas, acontecimientos
elites in dialogue with international pro- atravesados por un carácter anticolonial
cesses and previous educational expe- y semillas del surgimiento de un nuevo
riences. Starting from primary sources in régimen republicano. Sin embargo, mi-
ministerial and institutional archives, this radas alternativas evidencian que los
article seeks to examine the conditions in Estados latinoamericanos surgen como
which the institution was reorganized, as producto de la crisis del Antiguo Régi-
well as its relationship with the modern men aunadas con el resquebrajamiento
nation-state project, the demands of the de la estructura del poder interno en las
State, and the cultural dynamics in which sociedades coloniales.
it was established. La ruptura del nexo colonial ge-
Keywords: National Conservatory of Mu- neró una crisis institucional profunda,
sic in Quito, music education, musical se- pero no significó la constitución y le-
cularization, liberalism. gitimación automática de las naciones
actuales, sino que fue un proceso atra-
vesado por la necesidad permanente de
garantizar el orden y la seguridad inter-

2 Entre otros: Pablo Guerrero. Enciclopedia de la Mú-


sica Ecuatoriana (Quito: Corporación Musicológica
Ecuatoriana / Archivo Sonoro de Música Ecuato-
riana, 2004-2005); Gerardo Guevara. Historia de la
Música del Ecuador (Quito: Apligraf, 2002); Segundo
Luis Moreno. La Música en el Ecuador (Quito: Muni-
cipio del Distrito Metropolitano de Quito / Editorial
Porvenir, 1996) y Oswell Bahamonte. Estudio His-
tórico del Edificio del Conservatorio Nacional de Música
(Quito: Banco Central del Ecuador, 1983).

UArtes Ediciones 14
Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano

na.3 Juan Maiguashca demuestra que «el derson ha sido clave para comprender
estado ecuatoriano hizo una contribu- la importancia de las bandas sonoras
ción primordial al proceso de formación que habitaron la ciudad.7
nacional durante el siglo XIX, no tanto En las últimas décadas, la historia
como expresión de dominación social de la música se ha renovado con pro-
sino como una institución burocrática».4 puestas que contrastan lecturas uni-
Para el autor, solo después de la Revo- versales/eurocéntricas y uniformes de
lución Liberal el poder central pudo re- los procesos artísticos, dando cabida a
tomar de los municipios la capacidad de estudios donde mujeres, músicos em-
control del territorio nacional a través píricos, colectividades, expresiones lo-
de instituciones administrativas profe- cales e instituciones, son examinados
sionales, lo que no quita la importancia como sujetos históricos de interés.8 Con
de las leyes, símbolos, mitos y utopías, ese horizonte, esta investigación ha re-
realizadas por el Estado decimonónico currido a las herramientas metodológi-
para obtener cohesión social y gestar la cas de la historia cultural para indagar
identidad nacional de una sociedad he- fuentes oficiales que alimentan el si-
terogénea fragmentada.5 guiente texto.
En ese marco, comprender que el El artículo se propone indagar las
Estado —como institución o comuni- condiciones de posibilidad de la reorga-
dad humana— con larga tradición teó- nización del Conservatorio en 1900, su
rica en la ciencia política debe ser visto relación con el proyecto de Estado-na-
no solo como un ‘objeto material’ para ción moderno, las demandas estatales
el estudio, sino también como una or- y las dinámicas culturales con las que
ganización atravesada por relaciones de
poder con dimensiones que operan des- 7 Anderson comprende la nación como una «co-
de aspectos cotidianos, nos permitirá munidad política imaginada como inherentemente,
limitada y soberana», que toma vigencia y se rein-
acercarnos a los proyectos de educación venta permanentemente en los imaginarios verti-
dos en la instrucción pública, en las celebraciones
musical de una ‘nación ecuatoriana’ en patrias y otras congregaciones sociales. Benedict
Anderson. Comunidades Imaginadas (México: Fondo
formación. de Cultura Económica, 1993): 23.
Considerando el carácter histórico/ 8 Entre los trabajos que aportan reflexiones y he-
rramientas para pensar los conservatorios, des-
moderno del proceso de construcción de taco: Luis Robledo. “La creación del Conservato-
rio de Madrid”, Revista de Musicología 24, n.° 1/2
una nación, es necesario ubicar el aná- (enero-diciembre 2001): 189-238; Davide Daolmi.
lisis en correspondencia con los valores “Alle origini del Conservatorio di Milano. L’alibi del
modello francese e le sorti dell’opera italiana”, s/r,
simbólicos y culturales que operaban en 2002; Silvia Dominici. “Un’istituzione assistenziale
pubblica nella Roma dei Papi: Il Conservatorio delle
las costumbres, las rutinas y las artes proiette dell’ospedale di Santo Spirito In Saxia (Se-
coli XVI E XVII)”, Rivista di storia della Chiesa in Italia
de la época, dando vigencia a los imagi- 55, n.º 1 (enero-junio, 2001): 19-58; Silvia Cristi-
narios colectivos en extensión,6 donde na Martins de Souza. “Um atentado à liberdade de
pensamento: censura e teatro na segunda fase do
el concepto de ‘nación’ de Benedict An- Conservatório Dramático Brasileiro (1871-1897)”,
Tempo 23, n.º 1 (enero-abril, 2017): 43-65; Nieves
Hernández-Romero, Formación y profesionalización
3 Germán Carrera Damas. “República monárquica o musical de las mujeres en el siglo XIX: el Conservato-
monarquía republicana”, en Historia de América Andina, rio de Madrid (Madrid: Ayuntamiento de Alcalá de
ed. por Germán Carrera Damas, vol. 4, 357–412 Henares, 2019); Beatriz Montes. “La influencia de
(Quito: Libresa-Universidad Andina Simón Bolívar, Francia e Italia en el Real Conservatorio de Madrid”,
2003): 359-361. Revista de Musicología 20, n.º 1 (enero-diciembre,
4 Juan Maiguashca. “El proceso de integración nacio- 1997): 467-478; Elizabeth Azevedo. “Conservató-
nal en el Ecuador: el rol del poder central, 1830-1895”, rio dramático e musical de São Paulo: A primeira
en Historia y región en el Ecuador, 1830-1930, ed. Juan escola de teatro do Brasil”, Luso-Brazilian Review
Maiguashca (Quito: Corporación Editora Nacional / 45, n.º 2 (2008): 68-83; María del Mar Gutiérrez.
FLACSO- Sede Ecuador/ CERLAC, 1994): 357. La formación de intérpretes profesionales en los con-
5 Ibíd., 366, 372. servatorios en el marco de la reforma educativa: Madrid
6 Tomás Pérez Vejo. Nación, identidad nacional y como paradigma (Madrid: Ministerio de Educación y
otros mitos nacionalistas (Oviedo: Ediciones Nobel, Ciencia / Centro de Investigación y Documentación
1999): 17. Educativa, 2005).

15
SONOCORDIA

dialogó. El texto está organizado en seis cumplió un rol aglutinador alrededor de


secciones complementarias, que brin- la comunidad que se irguió como oficial.
dan al lector un panorama del tránsito El proceso de secularización, des-
musical de fines del siglo XIX a inicios plegado durante el siglo XIX en ambos
del siglo XX. Los dos primeros acápites lados del Atlántico, permitió que la en-
cumplen la función de antecedentes, al señanza y producción musical se dife-
presentar la correlación del saber musical renciaran de la creación religiosa, sin
con los proyectos nacionales, la impor- que eso signifique su desaparición.10
tancia regional de creación de conserva- Esta ruptura creó un ambiente propi-
torios y la primera experiencia de uno en cio para que los escenarios, repertorios
Ecuador. Continúa la exposición con la y referentes musicales cambiaran.11 En
contextualización de la educación mu- algunos países europeos, la música fue
sical en el proyecto liberal ecuatoriano, incluida como formación no profesio-
donde fue asumida como una responsa- nal en ateneos, liceos y otros espacios
bilidad estatal para el desarrollo ‘civili- de sociabilidad cultural e intelectual,
zatorio’ de los ciudadanos. Así, los tres como sociedades artísticas, gremios y
apartados finales aluden a la caracteri- corporaciones. Mientras que, en Lati-
zación del Conservatorio entre 1900 y noamérica, la educación musical em-
1911, su respuesta a los requerimientos pezó a ser disputada por sociedades
gubernamentales y su interacción en la artísticas, academias o escuelas parti-
dinámica quiteña. culares; las que se vieron fortalecidas
con la llegada de músicos extranjeros
(alemanes, franceses e italianos), la
El saber musical en los formación de músicos locales en el viejo
proyectos de Estado-nación continente, el desarrollo de redes inte-
lectuales regionales y el arribo de orga-
A nivel musical, los procesos inde- nizaciones artísticas.
pendentistas marcaron un punto de En ambos continentes, los esfuerzos
inflexión en las relaciones entre las gubernamentales por institucionalizar la
nuevas repúblicas latinoamericanas educación musical se concretaron con la
y los países del mundo; esto se reflejó creación de espacios de sociabilidad que
en los cánones musicales y los nuevos dieron lugar a la fundación de conserva-
formatos adoptados por los territorios torios nacionales financiados por el Es-
en organización. El ascenso de nuevas 10 Ma. Cecilia Jorquera considera que desde fina-
clases sociales posibilitó a las clases les del medioevo la educación dejó de ser patri-
monio exclusivo de la formación religiosa, pero es
medias urbanas el acceso a la educa- en el Renacimiento cuando la educación musical se
distancia de la iglesia para dar énfasis a la música
ción y al consumo musical, dando lu- práctica por sobre la especulativa o teórica. La Re-
gar a lo que Miranda y Tello denominan forma permitió que se incluyera la educación mu-
sical para personas de entre los 8 a los 18 años en
«procesos de construcción de identi- los países luteranos, donde se le asignó el poder de
disciplinar las pasiones y por eso se le incluía en la
dad en Europa y América».9 Desde esa formación escolar. María Cecilia Jorquera Jaramillo.
“Educación Musical: Apuntes para su compresión a
perspectiva, el establecimiento políti- partir del origen de la disciplina”, Revista de investi-
co-espacial de las repúblicas demandó gación en la Escuela, n.º 58 (2006): 70.
11 Ma. Ángeles Sarget propone que, con el menor
la consolidación de naciones desde di- protagonismo de las capillas, su importancia la to-
maron los salones de la nobleza, la corte, los tea-
mensiones simbólicas, donde la música tros y las salas de concierto. En estos lugares, la
música de cámara, las sinfonías, las óperas y las
9 Ricardo Miranda y Aurelio Tello. La música en La- zarzuelas fueron los géneros más recurrentes. Ma-
tinoamérica (México: Dirección General del Acervo ría Ángeles Sarget Ros. “Perspectiva histórica de la
Histórico Diplomático / Secretaría de Relaciones educación musical”, Revista de la Facultad de Educa-
Exteriores, 2011): 29. ción de Albacete, n.º 15 (2000): 124- 5.

UArtes Ediciones 16
Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano

tado. Así ocurrió en la mayoría de países Música en Quito (1870-1877) el ante-


latinoamericanos donde las sociedades cedente clave para entender la inesta-
filarmónicas se fusionaron, desparecie- bilidad educativa musical del país y su
ron12 o se convirtieron en conservatorios.13 dependencia de los recursos estatales,
De esta manera, durante los primeros condicionados por la comprensión que
años del siglo XX, los conservatorios se cada gobierno tenía sobre los fines de la
transformaron en actores del panorama educación musical.
educativo musical de la región,14 compar-
tieron la escena con organizaciones artís-
ticas-musicales privadas15 y otras adscri- El primer Conservatorio
tas al clero o los militares.16 Nacional de Música en Quito
En Ecuador, desde mediados del
siglo XIX se constata la existencia de En la segunda mitad del siglo XIX, la
espacios de sociabilidad artística, como educación pública fue un pilar funda-
la Sociedad Musical de Alejandro Sejers mental para la integración del país con
(1840-1847), la Sociedad Filarmónica miras a la constitución de la ‘nación’
Santa Cecilia (1847-1858), la Sociedad católica, impulsada por el gobierno de
Filantrópica del Guayas (1850-1859, García Moreno para formar ciudada-
1874 hasta nuestros días), la Sociedad nos imbuidos de virtudes morales que
Filarmónica Estudiantina Ecuatoriana contribuyeran a la construcción de
que luego fue otra Sociedad Filarmó- una identidad nacional, católica y
nica Santa Cecilia (1891-1899), ade- moderna. 18 El ministro de instruc-
más de las escuelas de artes y oficios de ción pública de la época, por ejemplo,
distintas ciudades que llegaron a tener aseguraba que el sistema educativo
sus bandas musicales.17 Empero, fue planteado por el régimen era capaz de
el primer Conservatorio Nacional de ubicar a los pueblos locales a la misma
altura de los más ‘civilizados’, dando
12 En Costa Rica, la Escuela Nacional de Música, fun-
dada en 1890, desapareció en 1894 por la cancela-
apertura a la inteligencia y el estudio
ción del subsidio gubernamental. Lo propio pasó con de nuevas fuentes de saber, que ensan-
el Conservatorio Nacional de Quito fundado en 1870.
Rossi Godoy Estévez. “Disputa y construcción de so- charían el limitado círculo al que ante-
nidos legítimos: la Fundación del Primer Conserva-
torio Nacional (1870-1877)” (tesis de licenciatura, riormente se encontraban reducidas las
Universidad Central del Ecuador, 2016). ciencias en el país.19
13 En Colombia, la Sociedad Filarmónica —fundada
por el venezolano Nicolás Quevedo Rachadell y el in- El camino propuesto para alcan-
glés Henry Price— fue el primer paso para la fundación
de la Academia Nacional de Música a cargo de Jorge W. zar este objetivo fue buscar las co-
Price, que en 1909 se transformó en el Conservato-
rio Nacional de Bogotá, algo similar a lo acontecido en
munidades religiosas que el régimen
Chile y México. Marie-Claire Beltrando-Patier. Historia consideraba más apropiadas para asu-
de la Música (España: Espasa Calpe, 2001): 1059. Mi-
randa y Tello, La música en Latinoamérica, 58. mir el ramo educativo correspondiente.
14 El Conservatorio Nacional de Música de Pana-
má y el de Uruguay se establecieron en 1904, el
Desde Francia llegaron los Hermanos
de Argentina en 1924, el de Perú en 1946 y el de Cristianos a asumir la educación pri-
Puerto Rico en 1959. Miranda y Tello, La música en
Latinoamérica, 57. maria masculina y las Hermanas de los
15 En Venezuela, el primer conservatorio se esta-
bleció en 1850 como sección anexa a la Academia Sagrados Corazones para realizar lo
de Bellas Artes, lo mismo ocurrió en El Salvador,
donde la Escuela Nacional de Música se fundó en 18 RoseMarie Terán Najas. “La escolarización de la
1930. Ibíd., 57. vida: el esfuerzo de construcción de la modernidad
16 En Bolivia, el Conservatorio Nacional se fundó en educativa en el Ecuador: (1821-1921)” (tesis docto-
1907. En Paraguay, gran parte del protagonismo en ral, Universidad Nacional de Educación a Distancia,
la enseñanza musical siglo XIX lo tuvo la Escuela de España, 2015): 86.
Jóvenes Aprendices de Música Militar. Ibíd., 56-7. 19 Francisco Javier León. Exposición del Ministro del
17 Juan Agustín Guerrero. La música ecuatoriana des- Interior y Relaciones Exteriores dirigida al Congreso
de su origen hasta 1875 (Quito: Banco Central del Constitucional de 1871 (Quito: Imprenta Nacional,
Ecuador, 1984). 1871): 23.

17
SONOCORDIA

propio con la población femenina; los tuvo el proyecto musical en la ‘mo-


Jesuitas se hicieron cargo de los colegios dernidad católica’, comprendiendo a
secundarios nacionales y abrieron la Es- la secularización musical de la insti-
cuela Politécnica con religiosos traídos tución como una apuesta por el de-
desde Alemania. Para el desarrollo de la sarrollo cultural del país, más allá de
Escuela de Artes y Oficios, la adminis- los espacios religiosos. Cabe recordar
tración central miró la experiencia de que, durante el régimen garciano, se
los protectorados católicos en los Esta- oficializó un conjunto de símbolos
dos Unidos y convocó a los Hermanos patrios (bandera e himno) como aglu-
Cristianos, a la par que pidió a Italia ar- tinadores de una ‘comunidad’ imagi-
tistas distinguidos para formar la Aca- nada única, por lo que no fue extraño
demia de Bellas Artes.20 el nombramiento del compositor del
Contrario a la importancia que Himno Nacional —el músico corso
García Moreno reconocía en la religión Antonio Neumane— como primer di-
católica para la educación de los ciu- rector del CNM.
dadanos, desde su creación, el primer Los informes de instrucción pú-
Conservatorio Nacional de Música en blica (1873-1875) registran una planta
Quito (CNM) se instaló como un espacio docente compuesta por músicos nacio-
educativo parcialmente secularizado. nales y extranjeros. Los ecuatorianos
El decreto oficial de creación, emiti- tenían experiencia previa en procesos
do el 28 de febrero de 1870, subrayaba educativos locales, la mayoría mante-
«la decadencia de la música sagrada y nía vínculos con la Iglesia, las bandas
profana en la República»21 y dentro del militares o las sociedades artísticas. De
pensum de estudios incluyó la ense- estas conexiones se nutrió Juan Agus-
ñanza de catecismo para el cultivo de tín Guerrero quien, tras la muerte del
la moral en los escolares; sin embargo, director Neumane (1871) y mientras el
el peso de las materias de instrumen- agente consular en Francia buscaba una
tación simultánea, acompañamiento, nueva autoridad,23 dirigió el estableci-
composición e improvisación, mues- miento por un año.
tra el énfasis que la institución dio a la La búsqueda advierte que posi-
creación de músicos de orquesta con blemente el gobierno miraba al Con-
capacidad de creación. servatorio de París como el referente.
Juan Maiguashca considera que Sin embargo, las condiciones finan-
el proyecto garciano conjuga lo tradi- cieras no le permitieron replicar el
cional y lo moderno para impulsar el modelo24 y el gobierno complemen-
cambio sociopolítico en una dirección tó las contrataciones docentes con
modernizante.22 Ubicar en ese esque- músicos italianos vinculados a ins-
ma la fundación del Conservatorio tituciones o compañías artísticas en
permite valorar la importancia que
23 León, Exposición del Ministro…, 33.
20 Mireya Salgado y Carmen Corbalán de Celis. La 24 El Conservatorio de París entonces abrazaba la
Escuela de Bellas Artes en el Quito de Inicios del Siglo XX enseñanza de danza, declamación, teatro y esgri-
(Quito: Instituto de la Ciudad, 2012): 21. ma, por lo que parece que el modelo de conserva-
21 El Nacional, “Sección del Interior”, El Nacional. torio que tomó el proyecto de García Moreno —pese a
Periódico Oficial, 2 de marzo de 1870, 1. la referencia— se acercó más a la educación de los
22 Juan Maiguashca. “El Proyecto Garciano de Mo- conservatorios italianos, con la salvedad de que en
dernidad Católica Republicana en Ecuador, 1830- el Conservatorio de 1870 estuvieron ausentes las
1875”, en La mirada esquiva. Reflexiones históricas materias teóricas (literatura, historia de la música
sobre la interacción del Estado y la ciudadanía en los o estética). Violeta Hemsy de Gainza. “La educación
Andes (Bolivia, Ecuador y Perú), siglo XIX, ed. Martha musical superior en Latinoamérica y Europa latina
Irurozqui (Madrid: Congreso Superior de Investiga- durante el siglo XX”, Revista de música Doce notas.
ciones Científicas, 2005): 233-259. Monográfico Educación, n.º 3 (1999): 124-5.

UArtes Ediciones 18
Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano

territorio americano.25 Ese fue el caso dos en sus aptitudes y no por su ori-
de: Francisco Rosa (director),26 Anto- gen. Según el decreto de 1870, la edu-
nio Casarotto, Pedro Travesari Bran- cación brindada buscaba apoyar a los
zanti,27 Vicente Antinori y Fabrio de estudiantes de provincias distantes y,
Petris, empleados en 1872. entre ellos, a los más pobres. La ins-
Pese a la injerencia mundial del trucción impartida era gratuita y se
modelo de conservatorio francés, la pri- dirigía —al menos en el discurso— a
mera experiencia ecuatoriana muestra todo ecuatoriano bautizado que enca-
lo determinantes que fueron las con- jara en el rango de edad establecido y
diciones económicas del gobierno y la demostrara aptitudes artísticas en las
dinámica cultural del país al crear su evaluaciones privadas semestrales y
versión propia de Conservatorio. Adi- en los conciertos públicos anuales.28
cionalmente, la contratación de músicos Aún no es posible indicar el nú-
extranjeros residentes en Guayaquil evi- mero exacto de estudiantes que du-
dencia que —por su condición de puerto, rante los 7 años de existencia se
conectividad regional y riqueza económi- formaron en el CNM. Los informes
ca— esta ciudad era más atractiva para la ministeriales (1873-1875) marcan un
migración extranjera y el tránsito de com- promedio de 52 o 53 escolares anua-
pañías artísticas internacionales que Qui- les, cupo condicionado por el número
to, capital de la República. de instrumentos. Dentro de esta po-
El CNM pretendía proyectarse blación, es reveladora la presencia
como una institución educativa na- numérica de alumnos militares, evi-
cional, moderna e integradora que denciando la cercanía entre el esta-
permitía el acceso de alumnos basa- blecimiento y las bandas del ejército.
La educación musical del CNM
25 Entonces la relación con Perú estaba marcada
por el «pacto de alianza celebrado en 1886 para
se regía por criterios similares a los
defender los intereses y honor americanos de las aplicados en otras instituciones de la
injustificables pretensiones y ultrajes del Gobierno
de Isabel II», lo que generó un ambiente de tran- época, donde era importante la sepa-
quilidad fronteriza y permitió el desplazamiento
de extranjeros «superiores», «capaces de hacer ración espacial de hombres y muje-
progresar al país, importando y enseñando a los res para proteger su moral. Si bien, la
ecuatorianos las artes y ciencias». Eso aumentó el
flujo de compañías teatrales, que tras la unificación formación musical del Conservatorio
de Italia y la crisis empezaron a migrar a Améri-
ca para buscar oportunidades. Ese fue el caso de estaba dirigida a educandos de ambos
Francisco Rosa, Vicente Antinori y Pedro Traversari,
que antes de ser contratados para el Conservato- sexos, las clases se dictaban separadas
rio ejercían sus actividades en Perú y, tras el ajuste y las mujeres eran excluidas de varias
presupuestario (1876), se trasladaron a otros paí-
ses andinos. Rosa regresó a Perú, mientras Petris y de ellas.
Traversari se mudaron a Chile y se unieron a la So-
ciedad de Música Clásica. Chiara Pagnotta. Situando Las nóminas de 1873 y 1875 mues-
los márgenes de la Nación. Los italianos en Ecuador (si-
glos XIX-XX) (Quito: Abya Yala, 2016): 72-5. John L.
tran que todos los docentes eran hom-
Walker. “Los músicos italianos en el Conservatorio bres, en contraste con las 8 alumnas
Nacional: su travesía e influencia”, El Diablo Ocioso.
Revista Musical Ecuatoriana EDO, n.º 7 (agosto-octu- mujeres que estudiaban solfeo, can-
bre 2010): 79-81.
26 Según el contrato firmado el 11 de septiembre
to, armonía y piano. Adicionalmente,
de 1872 con el gobernador del Guayas, Francisco como requisito exclusivo para muje-
Rosa residía en Guayaquil. Su sueldo anual sería
de 4 000 pesos y tendría vacaciones de un mes en res, las aspirantes debían entregar una
agosto. Francisco Javier León. Exposición del Ministro
del Interior y Relaciones Exteriores dirigida al Congre-
so Constitucional de 1873 (Quito: Imprenta Nacional, 28 El rango de edad aceptado era de 10 a 22 años.
1873), s/r. Quien sobrepasara esa edad sería admitido si el
27 Según el contrato conjunto del 11 de noviembre director consideraba que tenía aptitudes sobresa-
de 1872, Pedro Traversari Branzanti asumió la en- lientes o si necesitaba máximo 2 años para com-
señanza de flauta y Antonio Casarotto la de trom- pletar su instrucción musical. El Nacional, “Sección
bón en el CNM y en las bandas militares. El sueldo del Interior”, El Nacional. Periódico Oficial, 2 de mar-
de cada uno fue de 140 pesos mensuales. Ibíd. zo de 1870, 1.

19
SONOCORDIA

promesa firmada por la madre, tutora o de enseñanza, 32 donde se observa


abuela, que las comprometía al pago de las formas en las que el proyecto li-
diez pesos de multa por falta a las lec- beral radical fragmentaba la pobla-
ciones diarias.29 Queda por investigar ción a partir del pensum de estudio
las razones para la ausencia de muje- y la ubicación espacial de los centros
res como profesoras, entre las posibles educativos. 33
explicaciones se puede plantear la no El discurso de igualdad y demo-
visibilizada participación femenina en cracia, latente en la historiografía de
espacios de sociabilidad o de formación la Revolución Liberal, que la muestra
artística y las limitadas posibilidades como una trayectoria que «se inicia
para ejercer como docentes de música con un espíritu nuevo, del progreso y
en otros sitios de instrucción formal. la modernidad, y con los ojos puestos
A pesar del reconocimiento so- en las sociedades europeas conside-
cial de la institución y las partici- radas como civilizadas»,34 no mani-
paciones reseñadas en la prensa, en fiesta la clasificación sistémica que
1876, el presidente Borrero derogó el desde el Estado se dio a la población,
decreto de creación del CNM con la in- pues, a decir de Luis A. Martínez, mi-
tención de modificar su funcionamien- nistro de instrucción pública y pre-
to.30 Entre los cambios más importantes cursor de la Escuela de Bellas Artes:
estuvieron: la introducción de una clase
preparatoria para estudiantes nuevos, El Estado en su deber de dar en-
la limitación de funciones al director y señanza debe procurar que se la
los recortes presupuestarios. La disminu- adapte á las primeras necesida-
ción de honorarios de todos los profeso- des del país, sin cerrar, por esto,
res produjo que los extranjeros decidieran la puerta al progreso indefinido de
renunciar a su cargo. Con la salida de va- quien tenga aptitudes para seguir-
rios docentes y el desalojo del edificio, la lo; pero no impulsar inmoderada-
crisis del lugar se profundizó; los intentos mente a las clases trabajadoras para
de los miembros por sostener el proceso que con nociones de conocimientos
educativo fueron insuficientes y el Con- mal digeridos, que no se conforman
servatorio cerró en 1877. con su condición busquen fuera del
campo, al que debemos dedicar
gran parte de nuestras energías,
La educación musical una esfera de acción mayor é ina-
en el proyecto liberal daptable á sus fuerzas [sic] 35 (én-
fasis añadido).
Desde la herencia no reconocida del
progresismo y la política educati- Dentro del sistema educativo de los
va garciana, entre finales del siglo gobiernos liberales, cada ramo de-
XIX e inicios del siglo XX «la escuela
era la base de la regeneración polí-
32 Ley de Instrucción Pública, Registro Oficial 404 y
tica y social». 31 Así lo muestran los 405, 6 de julio de 1897, art. 12 y 33.
informes de instrucción pública y la 33 Terán Najas, “La escolarización de…”, 188-9.
34 Martha Moscoso. “Familia y sociedad en el Pe-
clasificación de los establecimientos ríodo Liberal”, en El Ferrocarril de Alfaro: el sueño de
la integración, comp. Sonia Fernández Rueda (Quito:
Corporación Editora Nacional, 2008): 73.
29 Ibíd. 35 Luis A. Martínez. Memoria del Secretario de Ins-
30 El Nacional, “Instrucción Pública”, El Nacional. trucción Pública al Congreso Ordinario de 1904 (Quito:
Periódico Oficial, 19 de agosto de 1876, 1. Tipografía de la Escuela de Artes y Oficios, 1904):
31 Terán Najas, “La escolarización de…”, 168. XVIII- XIX.

UArtes Ediciones 20
Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano

bía cumplir con la finalidad de im- venir. Para alcanzar este horizonte, se
partir los conocimientos que el go- preveía la instauración de academias
bierno consideraba necesarios «á y el 26 de abril de 1900 se decretó la
fin de dar á los alumnos, solamente creación del Conservatorio Nacional
los conocimientos que les sean indis- de Música y Declamación en Quito.42 El
pensables para el medio en que viven gobierno liberal reconocía en la música
y han de continuar viviendo [sic]». 36 un amplio potencial artístico, moral y
Cada centro o acción educativa de- educativo para las buenas costumbres,
bía desempeñar un papel específico, de modo que la instrucción musical
las escuelas de artes y oficios debían formal impulsaría las habilidades ar-
«ofrecer apoyo eficaz á la clase des- tísticas de los ecuatorianos y evitaría
valida [sic]» 37 o «verificar una edu- que se «guardaran incultas por más
cación salvadora en los obreros»; 38 la tiempo».43
educación a los indígenas servía para Para iniciar esta misión, el régimen
«regenerar la sociedad, aumentar el reclutó en Chile a los profesores: Enri-
número de ciudadanos útiles en más que Marconi, Pedro Traversari Branzan-
de ochocientos mil, multiplicar pro- ti, Pedro Traversari Salazar y Clementina
digiosamente los elementos de pro- Marconi (hija de Enrique Marconi).44 La
greso»; 39 la inclusión de las mujeres documentación revisada no permite
en un establecimiento de enseñanza identificar razones específicas de con-
industrial le daría «una profesión tratación de estos músicos de origen
con la que pueda ganarse honrada- italiano, residentes en Chile; una posible
mente la vida» 40 o «proporcionar respuesta podría inferirse de la cercanía
una industria fácil y lucrativa á las geopolítica entre ambas naciones tras la
niñas pobres [sic]». 41 Entonces, cabe Guerra del Pacífico (1879-1883), de la
preguntarnos ¿cuál era el rol deman-
dado al Conservatorio? 42 Eloy Alfaro. “Decreto de Creación del Conservato-
rio Nacional de Música y Declamación”, 26 de abril de
1900. AMRE, Fondo Presidencia, T. 1. 1. 2, f. 20-1. Se
estableció el Conservatorio Nacional de Música y De-
La segunda fundación del clamación y pese a los intentos por potencializar la
declamación, en la práctica, la institución se centró en
Conservatorio Nacional de Música la música. En 1905 se suprimió la rama de declama-
ción, de ahí que, en adelante, se utilice la sigla CNM
para aludir al Conservatorio de Quito.
43 Peralta, Informe del Ministro…, 15. Conservatorio
A inicios del siglo XX, el presidente Eloy Nacional de Música y Declamación. Reglamento del
Conservatorio Nacional de Música y Declamación (Qui-
Alfaro consideraba su responsabili- to: Imprenta Nacional, 1900): 5.
dad el velar, desarrollar y engrande- 44 El contrato colectivo firmado el 3 de enero de 1900
reconocía por gastos de viaje el pago de s/. 243,23 su-
cer la instrucción pública, incluyendo cres y un pago por viáticos de s/. 60,80. Enrique Mar-
coni (director) tendría un sueldo de s/. 3 000 sucres
el cultivo de las Bellas Artes como una anuales y sus clases serían: armonía, composición,
posibilidad de apertura a la actividad piano y canto superior, estética y filosofía del arte y
conjunto coral e instrumental con al menos 18 horas
humana y preparación hacia el por- semanales. En caso de no existir alumnos en los cursos
superiores, debía impartir teoría, violoncelo, contra-
bajo y órgano. El subdirector, con sueldo de s/. 2 000
36 Énfasis añadido. Ibíd., XVIII.
sucres anuales, fue Pedro P. Traversari S., quien im-
37 Énfasis añadido. José Peralta. Informe del Minis- partiría el curso completo de teoría y solfeo, y los dos
tro de Instrucción Pública al Congreso Ordinario de 1901 primeros cursos de historia de la música, con un total
(Quito: Imprenta Nacional, 1901): 17. de 16 horas semanales. Bajo su responsabilidad es-
38 Énfasis añadido. José Peralta. Informe del Mi- tarían también la contabilidad, biblioteca y el archivo
nistro de Instrucción Pública al Congreso Ordinario de institucional. Pedro P. Traversari B., como profesor de
1900 (Quito: Imprenta de la Universidad Central, instrumentos de madera, tendía clases 8 horas se-
1900): XXI. manales y Clementina Marconi, profesora de piano y
39 Énfasis añadido. Ibíd., IX. canto inferior con al menos 8 horas semanales, con
40 Aurelio E. P. Informe del Ministro de Instrucción un sueldo de s/. 720 sucres anuales. José Peralta al
Pública al Congreso Ordinario de 1899 (Quito, Im- Ministro de Hacienda, Quito, 14 de abril de 1900. ANE,
prenta de la Universidad Central, 1899): IX. Fondo Ministerio de Instrucción Pública 1900-1901,
41 Peralta, Informe del Ministro…, XVIII-XIX. Caja 843, Tomo 1419, f. 153.

21
SONOCORDIA

que vino la alianza/cooperación para la porque «las capas superiores se esforza-


reforma del ejército y la transformación ban por marcar su diferencia al adoptar
del sistema escolar ecuatoriano.45 todo lo europeo, lo francés e inglés».48
La reputación que entonces tenía el La vestimenta y el adorno personal fue-
Conservatorio de Santiago pudo incidir en ron muestras simbólicas de estatus, de
la decisión, pues contaba con una amplia la misma manera que lo fueron prácticas
planta docente y sus aprendices forma- culturales como la asistencia al teatro, la
ban parte de la escena musical como ar- adquisición de un palco, la posesión de li-
tistas de teatros, iglesias, escuelas, bandas bros, la compra de un piano o la suscrip-
militares o ejercían su profesión en otros ción a sociedades artísticas que difundían
países.46 El prestigio del Conservatorio las obras de moda. En esa atmósfera, el
chileno tuvo su contraparte en la actitud trabajo de las autoridades inició con la
de las élites y su necesidad de consumo de elaboración del Reglamento del CNM, te-
espectáculos artísticos de procedencia ex- niendo de referencia los documentos de
tranjera. Al respecto, John L. Walker iden- las instituciones europeas pares y adap-
tifica dos significados en la llegada de las tándolas al carácter del país.49
compañías italianas: el anhelo de los ha- El decreto de Alfaro creó un conser-
bitantes locales por tener una experiencia vatorio de música que —a decir de Do-
operística genuina y la importancia que mingo Brescia (tercer director)— expresa
daba la presencia de artistas extranjeros a «el evidente propósito de imitar al Con-
las ciudades alejadas de la corriente mu- servatorio de París» pero,50 en la prácti-
sical principal.47 Estos sucesos desarro- ca, su estructura51 y aplicación estuvieron
llaron una lógica de consumo cultural que más cercanos a la experiencia musical
demandó más presentaciones de compa- chilena52 y al Conservatorio cerrado en
ñías foráneas, incluso motivando a varios
48 Arnold J. Bauer. Somos lo que compramos. Histo-
artistas a que trasladaran sus residencias ria de la Cultura Material en América Latina (México:
Taurus, 2002): 205.
a países latinoamericanos.
49 Enrique Marconi al Ministro de Instrucción Pú-
La aceptación de estas expresiones blica, 11 de mayo de 1900. Libro de Notas 1, f. 1.
ACNM.
culturales en la región fue de la mano del 50 Domingo Brescia al Ministro de Instrucción Pú-
consumo material de bienes importados blica, 21 de septiembre de 1905. Libro de Notas 1,
f. 339. ACNM.
51 El Conservatorio estaba separado por secciones:
45 Nancy Yánez propone que el gobierno contactó a hombres y mujeres. La distribución de enseñanza
los Traversari mediante el Cnel. Nicolás López y les so- era: I. Piano, armonía y órgano. II. Canto. III. Ins-
licitó información sobre las gestiones y planes a rea- trumentos de cuerda de arco. IV. Instrumentos
lizarse para la reapertura del Conservatorio. La autora de viento de madera. V. Instrumentos de viento
señala que, a la par, el país negociaba con el gobierno de metal y percusión. VI. Teoría, solfeo, armonía,
chileno para la venida de una misión militar y esa fue composición e Historia de la Música. VII. Conjunto
la oportunidad de asistencia de una delegación en be- coral. VIII. Conjunto instrumental. IX. Declamación
neficio de la cultural. En los archivos revisados hasta e idiomas. Las clases conservarían el siguiente or-
el momento no ha sido posible confirmar esta ase- den: piano superior, armonía y órgano. Canto su-
veración. Sin embargo, por la coyuntura política y el perior —curso completo para hombres—. Piano
vínculo previo establecido por Traversari (padre) con —curso medio—. Piano y canto —inferior para se-
el país y las instancias militares, es muy probable que ñoritas—. Piano —curso inferior— para hombres.
el proceso haya sido según lo indicado. Nancy Yánez. Violín y viola. Violoncelo y contrabajo. Instrumen-
Memorias de la Lírica en Quito (Quito: Banco Central del tos de viento de madera. Instrumentos de viento
Ecuador, 2005): 61. de metal y de percusión. Armonía y composición.
46 En Chile, el Conservatorio fue fundado en 1850 con Teoría y solfeo. Historia de la música. Eloy Alfaro.
antecedentes en la Escuela de la Cofradía del Santo “Decreto de Creación del Conservatorio Nacional de
Sepulcro. Luis Sandoval indica que, para 1899, las ma- Música y Declamación”, 26 de abril de 1900. AMRE,
terias impartida, eran: armonía y contrapunto, teo- Fondo Presidencia, T. 1. 1. 2, f. 20-21.
ría, canto, piano superior y elemental, órgano, violín 52 Fernando García Arancibia. “Domingo Brescia
y viola, violoncelo, contrabajo, flauta, oboe, clarinete, y el aporte foráneo al desarrollo musical chileno”,
fagot, instrumentos de cobre, italiano, francés, histo- Revista Musical Chilena, n.º 175 (enero-junio, 1991):
ria de la música, aritmética, dibujo y escritura musical, 48. La conexión cultural con Chile recogió también
declamación, y conjunto vocal y musical. Luis Sando- las experiencias previas de movilidad y redes en-
val. Reseña Histórica del Conservatorio Nacional de Música tre los músicos del siglo XIX. Llama la atención que
y Declamación «1849 á 1911» (Santiago: Imprenta Gu- una de las obras compuestas por Domingo Brescia
tenberg, 1911): 18. (director del CNM entre 1905 y 1911) y analizada
47 Walker, “Los músicos italianos…”. por García Arancibia cuente con una dedicatoria a

UArtes Ediciones 22
Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano

1877. A diferencia del Conservatorio deci- coerción sobre su población y lograr la


monónico, que solicitaba como requisito homogeneidad social. Para el autor, la
de ingreso ser bautizado, el CNM de 1900 actividad de un Estado en proceso de
recibía aspirantes letrados que cumplían constitución nacional se desempeñaba
con los requisitos de edad y superaban las en dos instancias: la primera consistía
pruebas de aptitud inicial. Ambas escue- en la identificación de los habitantes en
las gratuitas centraron su atención en la el territorio como parte de su país fren-
educación de músicos de orquesta, ban- te a los otros y la segunda era la bús-
da, pianistas y cantantes; sin embargo, la queda de reconocimiento como país en
presencia de mujeres (estudiantes y pro- el escenario internacional.53
fesoras) fue mayor a inicios del siglo XX. A inicios del siglo XX, el Estado
ecuatoriano seguía trabajando en esas
dimensiones y la música le brindaba la
posibilidad de contribuir a la consolida-
ción de la nación en ambos espacios. A
nivel interno, la música fue un elemen-
to central dentro del control de las ban-
das del ejército y la instrucción pública;
a la par que, la formación impartida en
el Conservatorio albergaba el anhelo
de ampliación de repertorios patrios y
la creación de músicos u obras que se
convertirían en cartas de presentación
de un país ‘civilizado y moderno’ ante
sus pares.54
Los estudios sobre el ejército de la
época y los informes ministeriales mani-
fiestan el interés de los gobiernos libera-
les por impartir regularmente instrucción
Figura 1. Estudiantes del Conservatorio Nacional de militar y gimnástica en colegios mascu-
Música, circa 1905. Fuente: Archivo Museo Nacional linos, donde «es un deber sagrado man-
del Ecuador.
tener en la juventud vivo y disciplinado el
espíritu de civismo para cuando la patria
El Conservatorio ante lo reclame».55 Esta práctica estuvo acom-
las demandas estatales pañada de una campaña simbólica para la
generación de una identidad territorial,
En su análisis sobre la configuración forjada desde el uso de mapas, la crea-
de las naciones en América Latina, Ri- ción de un sentimiento patriótico en las
caurte Soler afirma que —desde su
creación— el Estado siempre inten- 53 Ricaurte Soler. Idea y cuestión nacional latinoame-
tó cumplir una función de agente ac- ricanas. De la independencia a la emergencia del Impe-
rialismo (México, Siglo XXI: 1980): 16, 25- 6.
tivo, buscando las maneras de ejercer 54 Domingo Brescia al Ministro de Instrucción Pú-
blica, 1906. Libro de Notas 1, f. 407-415. ACNM.
55 J. Román. Memoria del Secretario de Instrucción
su amigo Fabio de Petris (profesor del CNM en- Pública, Correos y Telégrafos, etc. a la Convención Na-
tre 1872 y 1876), lo que dejaría ver el rastro de un cional de 1906 (Quito: Tipografía de la Escuela de
movimiento musical regional más sólido y cercano Artes y Oficios, 1906), VII. Jorge Martínez Bucheli.
de lo que se ha podido imaginar. Quizá los músicos “La Primera Misión Militar Chilena y su influencia
italianos entonces ubicados en Perú, Chile y Ecua- en el Ejército Ecuatoriano, 1899-1905” (tesis de
dor mantenían relaciones de cercanía e incluso de maestría, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede
fraternidad. Ecuador, 2017).

23
SONOCORDIA

escuelas, la difusión de símbolos patrios presentar al gobierno un texto de teoría


o el juramento a la bandera. musical, acompañado de una colección
En el ámbito de la educación públi- de cantos escolares y populares para el
ca, el Estado liberal buscó comprometer uso de los alumnos del Conservatorio y
a los profesores del CNM con otros es- de los colegios locales.59
pacios y prácticas de enseñanza. Según Los integrantes del estableci-
el contrato colectivo, firmado por En- miento también intervinieron en las
rique Marconi, Pedro Traversari Sala- bandas militares, instituciones que se
zar y Pedro Traversari Branzanti, ellos presentaron como alternativas labo-
debían complementar su labor educati- rales y culturales para los músicos que
va con la contribución de su biblioteca —a través de su educación con fines
personal o su colección de instrumen- profesionales— recibían los conoci-
tos (Traversari Salazar), en préstamo, mientos considerados necesarios del
por el periodo de duración de su con- saber musical de la época. Ejemplos de
trato con la institución. Adicionalmen- esta relación fueron: la designación del
te, se esperaba que Clementina Marconi Supremo Gobierno para que el director
completara su labor docente al impartir del CNM actuara como miembro del ju-
clases de música e italiano, en caso de rado calificador del Concurso de Ban-
que se establecieran colegios laicos es- das Militares del 24 de mayo de 1904,60
tatales para señoritas, y que Traversari los requerimientos para que las bandas
Salazar ocupara la clase de música en el realizaran la retreta previa a los con-
Instituto Mejía u otro establecimiento ciertos desarrollados por el Conserva-
que el gobierno dispusiera.56 torio en el Teatro Sucre61 o la presencia
La participación de los funciona- de miembros del cuerpo militar como
rios en instituciones de educación de la alumnos del centro educativo.62
ciudad coincidía con la idea de que la mú- Históricamente, las bandas milita-
sica contribuía al ‘mejoramiento’ moral, res fueron símbolos de poder de los Esta-
social y cultural de la población, visión dos y su capacidad bélica. Por eso, a partir
compartida por el Estado y el director del siglo XIX, las bandas de guerra de Amé-
Enrique Marconi.57 De ahí que, varios rica Latina adoptaron la forma de bandas
miembros del Conservatorio adoptaron de armonía, basándose en el modelo de
la docencia como carrera complemen- escuela militar francesa; cambiaron con el
taria a su actividad artística. Ese fue el tiempo y se volvieron musicalmente más
caso de Nicolás A. Guerra, quien trabajó complejas al incluir otros instrumentos o
como profesor de música en el Instituto ampliar su repertorio.63 Este suceso acon-
Normal de Señoritas58 o Sixto M. Durán, teció también en Chile y Argentina, don-
quien antes de ejercer como director
del CNM, lo fue en la Escuela de Artes y 59 Peralta, Informe del Ministro…, XLII-XLIV.
60 Pedro P. Traversari Salazar al Ministro de Ins-
Oficios. La injerencia de los miembros trucción Pública, 4 de mayo de 1904. Libro de No-
tas 1, f. 244. ACNM.
del Conservatorio en los espacios edu- 61 Pedro P. Traversari Salazar al Ministro de Ins-
cativos no se dio solo en los salones de trucción Pública, 17 de mayo de 1904. Libro de No-
tas 1, f. 245. ACNM.
clase, sino que Traversari Salazar debió 62 El director Brescia emitió una carta de recomen-
dación para que el Sgto. Antonio Suárez, antiguo alumno
del CNM y miembro del Batallón Guardia de Honor,
fuera ascendido por el vicepresidente de la Repú-
56 Peralta, Informe del Ministro…, XLII-XLIV. blica a subteniente de ejército. Domingo Brescia al
57 Enrique Marconi al Gobernador de la Provincia, 23 Ministro de Instrucción Pública, 5 de mayo de 1905.
de junio de 1902. Libro de Notas 1, f. 127-8. ACNM. Libro de Notas 1, f. 320. ACNM.
58 A. Reyes V. Informe que el Ministro de Instrucción 63 Mario Godoy Aguirre. Breve historia de la música
Pública, etc. presenta a la Nación en 1911 (Quito: Im- del Ecuador (Quito: Corporación Editora Nacional,
prenta y Encuadernación Nacionales, 1911): 35. 2005): 220.

UArtes Ediciones 24
Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano

de las agrupaciones pasaron del campo social. Investidos del capital simbólico
de batalla a la dinámica urbana mediante y cultural que les daba ser músicos ex-
retretas o como partícipes de las celebra- tranjeros o estudiados en el exterior,
ciones patrias.64 Para el caso ecuatoriano, las autoridades emitieron certificados
Juan Mullo sostiene que —a diferencia y cartas de recomendación para fa-
del piano, como instrumento aristocrá- bricantes de instrumentos u obras de
tico— las bandas fueron identificándose pedagogía musical, actuaron como
paulatinamente con el proceso político jurados de concursos y revisores de
alfarista, creando aires marciales, him- obras. Por ejemplo, en 1902, Pedro
nos, marchas, entre otras melodías alu- Traversari Salazar otorgó un certifi-
sivas al régimen.65 cado a Luis López como fabricante de
instrumentos de cuerda luego de una
«examinación detenida de sus obras»,
conforme a las exigencias acústicas de
los instrumentos, donde se revelaron
«superiores a todas las que, hasta hoy,
se nos han presentado como fabricadas
en el país».66
Esta práctica fue fortalecida por
el Estado. En 1904, el director Pedro
Traversari Salazar fue requerido por el
ministro del ramo para juzgar la obra
Arpegios para piano de Francisco J. de
Castillo,67 igual que al año siguien-
te lo fueron Ulderico Marcelli y Mario
de la Torre, delegados por el director
Domingo Brescia, para la revisión de
la obra Gramática Musical de Nicolás
Figura 2. Estudiantes del Conservatorio Nacional de Guerra, por solicitud del presidente de
Música, circa 1905. Fuente: Archivo Museo Nacional la Sociedad Artística e Industrial de Pi-
del Ecuador.
chincha.68 Asimismo, Brescia examinó,
en 1906, ocho composiciones partici-
El Conservatorio pantes en un concurso de música popu-
y las dinámicas locales lar organizado por el Consejo Municipal
de Ibarra.
En Quito, la música fue una actividad
66 Pedro P. Traversari Salazar sin destinatario es-
cotidiana en movimiento constante, pecífico, 1 de mayo de 1902. Libro de Notas 1, f.
126. ACNM.
donde el Conservatorio y sus autori-
67 Pedro P. Traversari Salazar al Ministro de Ins-
dades debieron aplicar un conjunto de trucción Pública, 19 de abril de 1904. Libro de No-
tas 1, f. 236-8. ACNM.
estrategias para lograr reconocimiento 68 Domingo Brescia al Presidente de la Sociedad
Artística e Industrial de Pichincha, 4 de noviem-
bre de 1905. Libro de Notas 1, f. 352. ACNM. La
64 Eugenio Pereira Salas. “El rincón de la histo- obra publicada incluye una carta de aprobación
ria: Las primeras bandas militares de Chile”, Revista del director Brescia. El texto reza así: «Muy Se-
Musical Chilena, n.º 12 (1946): 48-9; Diana Fer- ñor mío, he leído detenidamente su obrita titulada
nández Calvo. “La música militar en la Argentina Gramática Musical, y estimo que, por su contenido,
durante la primera mitad del Siglo XIX”, Diana Fer- puede prestar útiles y buenos servicios á quienes
nández Calvo, s/r. deseen conocer la parte teórica de los elementos de
65 Juan Mullo Sandoval. Cantos Montoneros y Chapu- la música, y por lo tanto, creo muy oportuno y de
los. Semántica de la canción alfarista (Quito: Univer- suma utilidad su publicación [sic]». Nicolás Abe-
sidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador / Corpo- lardo Guerra. Gramática Musical (Quito: Imprenta y
ración Editora Nacional, 2015): 42. Encuadernación Nacionales, 1911): 3.

25
SONOCORDIA

El dictamen de Brescia expresaba […] durante la conformación de las


que ninguno de los trabajos «resiste á nuevas repúblicas latinoamericanas,
un examen crítico concienzudo por ca- los líderes políticos e intelectuales
recer en su totalidad de procedimientos buscaron construir las condiciones
técnicos serios y fundados en las leyes sociales, económicas e intelectuales
estéticas que sirven de base á las pro- que hicieran posible el desarrollo de
ducciones de los músicos de nuestra tal sistema moderno de las artes a ni-
época [sic]».69 Esta apreciación estipula vel local.72
que los ejes de su análisis eran sosteni-
dos desde conocimientos técnicos y es- En ese esquema, la enseñanza de ma-
téticos, que le ubicaban en una posición terias teóricas —estética e historia del
superior —como juez y conocedor— de arte— muestra la concepción moderna
un universo sonoro que sobrepasaba de Conservatorio que entró en vigen-
las «manifestaciones espontáneas de cia a inicios del siglo XX, donde la mú-
un arte rudimentario y exclusivamente sica como «la más bella entre las Artes
popular» de las melodías participan- Bellas»73 encontró un lugar dedicado
tes. Por eso, ante la incapacidad de que exclusivamente para su estudio, des-
las canciones se adapten a los criterios de donde se intentaba irradiar conoci-
estéticos, él debió acudir al sentimien- mientos, valores y visiones de la música
to de «indulgencia» para clasificar las a otros escenarios. Por ejemplo, entre
obras desde las «menos incorrectas».70 1900 y 1903, las bandas del ejército con
Durante el siglo XIX, Juan Agustín residencia en Quito estuvieron bajo vi-
Guerrero contribuyó a la definición de gilancia de Pedro Traversari Branzanti,
‘bellas artes’ como espacio de conoci- quien se convirtió en director general de
miento de las «reglas músicas» que re- bandas y fue responsable de supervisar
gían a la música, considerada como «un la enseñanza dada por profesores parti-
fuego sagrado» que permitía distinguir culares a cada una, al tiempo que debía
a los «músicos» de los «ejecutantes»,71 dirigir por lo menos cuatro grandes fes-
visión que más tarde se complejiza- tivales al año.74
ría para separar la música popular de la Traversari Branzanti también fa-
académica. Las expresiones vertidas por cilitó «una numerosísima colección de
Guerrero se acercan a los comentarios novedades musicales, óperas modernas
realizados por Brescia, plasmando la y diferentes composiciones de las más
ubicación jerárquica que ambos daban a apreciadas en Europa»75 para, con su co-
los conocimientos impartidos por el cen- pia, enriquecer el repertorio de las ban-
tro especializado. A propósito, Trinidad das. En efecto, se sirvió de sus contactos
Pérez localiza en el siglo XVIII europeo con la Fábrica Ricordi y se convirtió en
el fortalecimiento de la categoría ‘bellas el filtro para adoptar una obra u otra en
artes’ como un mecanismo para la dife- los repertorios marciales. Contrario a la
renciación entre artes espirituales, artes puesta en escena de los géneros musica-
liberales, ciencias, artes manuales, obras
artesanales, actividades mecánicas o in- 72 Trinidad Pérez. “La Construcción del Campo Mo-
derno del Arte en el Ecuador, 1860-1925: Geopo-
dustriales. Para la historiadora, líticas del Arte y Eurocentrismo” (tesis doctoral,
Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador,
2012): 87, 160.
69 Domingo Brescia al Presidente del M. I. C. M. 73 Domingo Brescia al Ministro de Instrucción Pú-
Ibarra, 26 de diciembre de 1906. Libro de Notas 1, blica, 7 de diciembre de 1907. Libro de Notas 2, f.
f. 462-3. ACNM. 102-7. ACNM.
70 Ibíd. 74 Peralta, Informe del Ministro…, XLII-XLIV.
71 Guerrero, La música ecuatoriana…, 15. 75 Ibíd.

UArtes Ediciones 26
Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano

les mestizos, afroamericanos o indíge- tan el modo en que sistemáticamente


nas (que hoy se catalogan como ‘música el Conservatorio emitió discursos sobre
ecuatoriana’ o ‘música nacional’), Tra- lo que era la música desde un espacio de
versari Branzanti, consideraba: enunciación que intentaba establecerse
dominante al custodiar un saber especí-
Indispensable otra orden para que fico, que conjugaba conocimientos téc-
los instructores ó jefes particulares nicos y estéticos ‘superlativos’ a otros
de cada banda no puedan formar un —alocución reproducida por estudiantes
programa sin previa revisión y con- y profesores a través de prácticas de le-
sentimiento mío; sucede a veces que gitimación—. La presentación de textos
se presentan en una retreta con pie- escolares para la revisión de las autori-
zas que no las ejecutan debidamente dades, su participación en certámenes
por falta de ensayos y con otras que donde los directores eran jurados78 o su
hacen perder la disciplina, seriedad ó introducción como profesores del CNM
reputación de una banda militar, esto para ganar ventaja al competir por un
es la ejecución de pasillos, tonos, san empleo,79 reforzaron el imaginario de
juanes ú otras músicas triviales. [sic]76 la institución como un lugar de saberes
especializados y le otorgaron una voz
Apelando a la disciplina militar, Tra- ‘profesional’ en un escenario musical
versari Branzanti solicitó al coman- con otras voces, donde las iniciativas
dante general de armas y al ministro de de las municipalidades y las sociedades
guerra que en las retretas se prohíba la artísticas plasman a la música como un
ejecución de esas piezas «triviales» y se elemento apreciado socialmente.
formalicen las tocadas y llamadas, para Como institución educativa estatal,
evitar el suceso frecuente de que luego regida por el Ministerio de Instrucción
de una retreta, las bandas Pública, el CNM realizaba anualmen-
te un evento musical de cierre del año
[…] regresan á sus respectivos cuar- lectivo para mostrar los avances de los
teles y ahí frente á la puerta de él, la alumnos. En él participaba la comunidad
banda se pone a ejecutar una sucesión educativa y se distribuían certificados de
tan variada de tales pasillos, tonos, reconocimiento a los alumnos aproba-
etc. que forma una algarabía espanto- dos por clase. Así lo muestra el programa
sa aplaudida por el bajo pueblo [sic].77 de clausura del año 1907-1908, donde se
observa que las celebraciones arranca-
La incomodidad evidencia que, contrario ban con el Himno Nacional y, a medida
a las expectativas del Conservatorio de que se desarrollaban, se incluía la inter-
convertirse en la voz autorizada del re- pretación de obras musicales.80
pertorio sonoro en escuelas y bandas mi-
litares, la dinámica musical en la ciudad 78 Los ganadores del concurso organizado en Iba-
rra (1906) fueron: Virgilio F. Chávez (Obertura “A
era, no solo más variada, sino que seguía mi Patria”, “Fantasía para violín” e “Himno” para
practicándose en una diversidad de espa- dos voces con acompañamiento de piano) primer
lugar, Segundo Luis Moreno A. (Pasodoble “28 de
cios que estaban fuera de su control. setiembre”, “tercer centenario” y el vals “Victoria
Matilde”) segundo lugar y Yenerlod Malba (“Fan-
Las valoraciones expresadas so- tasía” para piano) tercer lugar. Domingo Brescia al
Presidente del M. I. C. M. Ibarra, 26 de diciembre de
bre objetos, obras y ritmos, manifies- 1906. Libro de Notas 1, f. 462-3. ACNM.
79 El Tiempo, “Concurso Musical”, El Tiempo, 25 de
76 Pedro P. Traversari al Comandante General de abril de 1908, 1-2.
Armas, 31 de enero de 1902. Libro de Notas 1, f. 80 Programa de entrega de premios del año lectivo
113-4. ACNM. 1907-1908, s/r. Libros de exámenes 2, f. 57-63.
77 Ibíd. ACNM.

27
SONOCORDIA

La participación del estable- y enviadas para impresión a la Fábrica


cimiento como colaborador en los Ricordi de Milán.83
eventos que organizaban la vida cul- A decir de Marconi, la impresión
tural de la ciudad fue constante, tal de la «primera edición oficial del Him-
como apunta su inclusión en la agen- no Nacional» respondió también a que
da de inauguración del Ferrocarril la «detestable instrumentación» previa
Transandino (1908) o el Concierto del himno lo había dejado sin ejecución
Inaugural de la Exposición Nacio- en las bandas de música y su interpre-
nal (1909). Estos eventos fortalecían tación no era generalizada en la so-
la legitimidad del lugar, igual que lo ciedad. Por esta razón, su accionar era
hacía la prohibición a los estudiantes autoasumido «como un deber patrióti-
para que tomaran clases privadas con co» que le dio a la obra la importancia
profesores externos, la limitación de y popularidad que tenían los himnos
participar en eventos sin autoriza- nacionales en todos los países.84
ción del director 81 y la publicación de En gran medida, la participación
la primera edición oficial del Himno del CNM en el escenario musical qui-
Nacional. teño fue posible gracias al apoyo de los
El CNM aspiraba convertirse gobiernos centrales. Así se observa en
en la voz autorizada sobre lo que se la iniciativa de Pedro Traversari Sala-
deseaba fuera la música oficial en el zar que, para celebrar el 10 de agosto
país e intentaba concretar su posi- de 1904, propuso al ministerio de ins-
ción como juez calificador entre lo trucción pública la realización de un
que era o no, técnica y estéticamente, «concurso que sea un verdadero cer-
aceptable en la música. El manejo que tamen igual para todos». De acuerdo a
las autoridades dieron al Himno Na- las bases presentadas, los participantes
cional fue una manifestación de ello. debían componer en el plazo de 20 días
Así, ante el requerimiento del himno una sinfonía de estilo clásico para pia-
ecuatoriano para la Exposición Pana- no, adaptable para orquesta y destinada
mericana de Búfalo (1901), las auto- a conmemorar a un héroe, presentarla
ridades institucionales manifestaron en el Conservatorio, que la pasaría al
que no existía una «instrumentación ministerio.85 El concurso no tuvo ma-
medianamente correcta» de la can- yor convocatoria, solo se presentó una
ción y Traversari Branzanti debió obra,86 lo que enuncia que, pese a la vo-
adaptarla para banda completa. luntad de las autoridades y el gobierno,
Tras la advertencia de la direc- el poder del Conservatorio no fue auto-
ción respecto a que «la mayor parte de
83 El tiraje de impresión fue de 1 350 ejemplares:
los ejemplares para piano y canto están 200 ejemplares para piano solo, 150 para banda; y
llenos de errores y cambios que alte- 1 000 para piano y canto. Los ejemplares fueron dis-
tribuidos entre bandas, instituciones educativas y el
ran las bellezas que encierra el original CNM los envió a otros conservatorios en el exterior.
Enrique Marconi a la Fábrica Ricordi de Milán, 28 de
del autor»,82 las correcciones realiza- marzo de 1901. Libro de Notas 1, f. 74. ACNM.
das por Traversari Branzanti y Enrique 84 Enrique Marconi al Ministro de Instrucción Pú-
blica, 28 de noviembre de 1901. Libro de Notas 1,
Marconi fueron adoptadas por el go- f. 99-100. ACNM. Pedro P. Traversari B. y Pedro
Pablo Traversari Salazar al Ministro de Instrucción
bierno liberal como versiones oficiales Pública, 22 de noviembre de 1901. Libro de Notas
1, f. 95-7. ACNM.
85 Pedro P. Traversari Salazar al Ministro de Ins-
81 Conservatorio Nacional de Música y Declama- trucción Pública, 7 de julio de 1904. Libro de Notas
ción, Reglamento del Conservatorio…, 16. 1, f. 253-4. ACNM.
82 Enrique Marconi al Ministro de Instrucción Pú- 86 Pedro P. Traversari Salazar al Ministro de Ins-
blica, 4 de marzo de 1901. Libro de Notas 1, f. 72. trucción Pública, 4 de agosto de 1904. Libro de No-
ACNM. tas 1, f. 260. ACNM.

UArtes Ediciones 28
Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano

mático sino que debió ganarlo de distin- dente en la renovación del contrato de
tas maneras hasta tener una voz en me- Ulderico Marcelli.89
dio de una realidad musical variopinta, Desde el momento de aparición
donde la institución convivía con otros de la Sociedad Filarmónica Beetho-
músicos, visiones y organizaciones que ven, el Conservatorio debió compartir
plantearon alternativas propias. el protagonismo cultural con la nue-
Uno de estos momentos fue en va organización privada. No obstan-
1902, cuando el Conservatorio organi- te, mientras el CNM y sus autoridades
zó un concierto benéfico en favor de los buscaban reconocimiento, las redes
damnificados por el incendio de Gua- de sociabilidad de los miembros ayu-
yaquil; el evento demandó la inversión daron a que esta Sociedad se vinculara
de 310 sucres de parte del ministerio con otras organizaciones artesanales,90
del ramo, mientras que el monto re- difundiera en la prensa sus actividades
caudado y enviado a la Junta de Bene- y participara en todos los eventos pa-
ficencia de Guayaquil apenas alcanzó trios o culturales en los que tuvo opor-
los 315 sucres.87 No obstante, la mayor tunidad.91 En este sentido, Segundo Luis
tensión con el Conservatorio provino Moreno advierte que —a partir de la ex-
de la rivalidad con la Sociedad Filar- pulsión de varios miembros en 1907—
mónica Beethoven. arrancó una campaña de desprestigio
Según los estatutos de esta So- contra Domingo Brescia y el estableci-
ciedad artístico-musical, su finalidad miento, los periódicos atacaron e invisi-
era «propender al engrandecimiento bilizaron permanentemente el quehacer
del arte nacional, creando una escuela institucional.92 Complementa esta visión
sujeta al plan de estudio que acuerde Luis H. Salgado, quien sostiene que el 11
el cuerpo directivo». Con ese fin, los de agosto de 1911, tras el derrocamien-
socios activos (músicos) debían pa- to de Alfaro, «los miembros Beethove-
gar 3 sucres de inversión inicial y 2 de nianos se adueñaron del Conservatorio
cuota mensual, además de asistir a las Nacional y consiguieron del ministro
sesiones, ensayos y conciertos con- de educación pública la cancelación del
vocados por el presidente del cuerpo nombramiento del director, del maestro
directivo.88 La tensión entre ambas Domingo Brescia».93
instituciones dedicadas a la educación
musical se dio cuando, en el listado de 89 En 1907, 26 alumnos del CNM fueron acusa-
dos de causar injurias al profesor Ulderico Mar-
casi 60 socios fundadores, constaron celli cuando intentaron evitar la renovación de su
los nombres de varios exestudiantes y contrato. El problema causó molestia al director
Brescia porque habían sobrepasado su autoridad y
funcionarios del Conservatorio, quie- motivó la convocatoria de la junta de profesores,
quien determinó su expulsión y el despido del pro-
nes fueron expulsados por un inci- fesor Manuel Ma. Novoa. Disposición de Domingo
Brescia, 15 de julio de 1907. Libro de Notas 2, f.
87 Enrique Marconi al Ministro de Instrucción Pú- 50-1. ACNM.
blica, 19 de julio de 1902 y 3 de noviembre de 1902. 90 En 1908, participaron en el «Programa de la
Libro de Notas 1, f. 131-132, 163-4. ACNM. sesión solemne con que la Sociedad Artística é In-
88 Desde fines de 1907, la Sociedad aceptó el in- dustrial del Pichincha celebró el XCVIII aniversa-
greso de alumnos letrados que no tenían conoci- rio de la emancipación política de la República de
mientos previos de música; esos alumnos podían Chile, noble y heroica hermana de la República del
estudiar un instrumento a su elección, además del Ecuador». En el evento intervino la Orquesta de la
designado por los directivos. A cambio de las ense- Sociedad Musical Beethoven y tocaron los señores:
ñanzas recibidas, sus representantes firmaban una Gómez Sojos, Latore, Tipán, Jarrín, Paz y Durán. El
fianza por 10 sucres que sería cobrada si el estu- Comercio, “Programa”, El Comercio, 18 de septiem-
diante no permanecía por un año o si faltaba sin bre de 1908, 2.
causa justificada 6 veces en un mes. A diferencia 91 El Comercio, “La Sociedad Beethoven”, El Comer-
de la educación gratuita brindada en el CNM, los cio, 31 de marzo de 1909, 3.
alumnos de la Sociedad debían cubrir el pago men- 92 Moreno, La Música en el Ecuador, 119.
sual de 1 sucre. Estatutos de la Sociedad Beethoven, 93 Luis Humberto Salgado, “El Conservatorio de
1908, 2, 10-11. BEAEP. Música y sus directores”, 220.

29
SONOCORDIA

Sobre la dinámica urbana, Robert dio de otros escritos, mas es necesario


Stevenson y Segundo Luis Moreno sos- anotar que los métodos y repertorios
tienen que, a inicios de 1911, el cargo difundidos en la institución hasta 1911
de maestro de capilla de la Catedral era se alinearon con los gustos de las élites,
aún muy cotizado y fue ocupado por el quienes disfrutaban y bailaban al ritmo
español José Mulet. Como organista y de la música europea interpretada en
cantante, Mulet constituyó un coro de salones o teatros, desde donde busca-
niños, creó una escuela de música pri- ban ‘civilizar’ a los sectores populares
vada, publicó un tratado especializado que entonaban instrumentos al son de
y presentó varias de sus composiciones sanjuanitos, pasacalles y otros ritmos
en la ciudad.94 La escena musical quite- que daban vida a plazas y calles.
ña también fue compartida con la oferta
cultural que el Teatro Sucre publicitaba
constantemente en la prensa, además A modo de conclusión
de la presencia de una diversidad de rit-
mos y danzas. En el tránsito de los siglos XIX al XX, las
Al respecto, Mario Godoy espe- élites de la época buscaron la inserción
cifica que, entre finales del siglo XIX de sus países en el mapa civilizatorio
e inicios del siglo XX, «se consolidan por medio de la cultura. Las artes fue-
los nombres de algunos de los géneros ron herramientas poderosas para erigir
musicales existentes, e innovaciones el altar patrio y sirvieron para contar
musicales regionales», lo que él reco- la memoria colectiva, reconstruirla,
noce como evidencia del «sentimiento difundirla, ampliarla y corregirla. Sin
nacionalista de la época».95 Juan Mullo embargo, al ser la música un espacio de
complementa esta visión e identifica expresión de concepciones del mundo y
que la diferenciación artística —latente de configuración de imaginarios —que
en los pronunciamientos de Traversari no siempre pueden ser controlados por
Brazanti y Brescia— formó parte de un los gobiernos—, estos se convirtieron
proceso de división en clases sociales. en lugares de lucha simbólica para la
Para Mullo, desde la oligarquía se im- construcción de identidades y jerar-
portaban las contradanzas europeas, quías sociales.
valses, gavonas, minuetos, pasodobles En ese marco, la fundación y re-
o mazurcas que fueron ‘criollizados’ fundación del Conservatorio fueron
progresivamente por la élites locales esfuerzos estatales que pusieron en
que adoptaron ritmos como el pasillo diálogo experiencias locales previas y
frente a otros sectores que se identifi- visiones internacionales, donde la mú-
caban con ‘géneros propios y naciona- sica —entendida como la puesta en
les’ como fueron: la jota montubia, la práctica de los cánones europeos— no
jota serrana, el costillar, el Toro Rabón, solo tenía la finalidad de educar al ciu-
la chilena, entre otras. 96 Profundizar dadano por medio de la intervención en
estos postulados será objeto de estu- escuelas públicas o bandas militares,
sino que también servía de elemento
94 Robert Stevenson. La música en Quito (Quito: de presentación de un país que se es-
Ediciones del Banco Central del Ecuador, 1989): 37.
Moreno, La Música en el Ecuador, 103-4. forzaba por mostrarse ‘culto’ ante sus
95 Godoy Aguirre, Breve historia de la música…, 170. pares. De ahí que la revisión a contra-
96 Juan Mullo. El Vals y las Danzas Republicanas Ibe-
roamericanas (Quito: Instituto Iberoamericano del pelo de archivos institucionales brinda
Patrimonio Natural y Cultural de la Organización
del Convenio Andrés Bello, 2015): 97-100. elementos que amplían y complejizan

UArtes Ediciones 30
Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano

las visiones cronológicas o generales corto tiempo con buenos resultados y sin
respecto a los proyectos educativos de el auxilio del maestro. Quito: Imprenta
la época, las tensiones internas y los y Encuadernación Nacionales, 1911.
proyectos modernizantes que se gesta- Guerrero, Juan Agustín. La música ecua-
ron en su interior. toriana desde su origen hasta 1875. Qui-
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da al Congreso Constitucional de 1871.
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Entre la teoría
y la praxis:
Discursos acerca del pasado
musical indígena y su utilización
en las obras de Segundo Luis
Moreno y Sixto María Durán a
comienzos de siglo XX
Vera Wolkowicz
Universidad de Buenos Aires
verawolk@gmail.com

Resumen
A comienzos de siglo XX —y en sintonía con las corrientes del nacionalismo musical
que se produjeron en el ámbito de la música académica en Europa y luego en Lati-
noamérica— en Ecuador comenzaron a producirse discursos en torno de la música
nacional. En esa búsqueda por un sonido propio y a su vez regional (es decir, lati-
noamericano), fuertemente influido por los discursos evolucionistas y positivistas de
la época, los compositores ecuatorianos se dedicaron a explorar las músicas de su
pasado acervo folklórico. Mientras que algunos optaron por explorar el pasado incai-
co como parte esencial del nacionalismo del Ecuador, otros pusieron en tela de juicio
estos orígenes y buscaron construir su música en un pasado alternativo, entendiendo
a lo incaico como un pasado exógeno al ecuatoriano. En el presente trabajo voy a
analizar algunas escritos y obras para piano de los compositores Sixto María Durán y
Segundo Luis Moreno para contrastar ambas visiones acerca del pasado musical del
Ecuador. Voy a demostrar que mientras que Durán abogaba por la música incaica y el
desarrollo de la pentatonía planteado por investigadores como Daniel Alomía Robles
y Raoul y Marguerite d’Harcourt, Moreno, por el contrario, planteaba —a partir de sus
propias investigaciones y recopilaciones folklóricas— que la pentatonía era una so-
noridad panandina que no se limitaba a los incas, sino que era compartido por otros
grupos indígenas contemporáneos.
Palabras claves: música académica, Sixto María Durán, Segundo Luis Moreno, inca,
Reino de Quito.

Recibido: 09 de septiembre de 2021 / Aprobado: 04 de octubre de 2021


SONOCORDIA

Title: Between theory and pra- A fines de siglo XIX y comienzos del
xis: Discourses about the indi- XX se produce en Ecuador, al igual
genous musical past and its use que en otros países latinoamericanos,
in the works of Segundo Luis la búsqueda de un arte nacional que lo
Moreno and Sixto María Du- represente. En el campo de la música
rán at the beginning of the 20th de tradición escrita heredada de Eu-
century ropa, se comienzan a realizar obras
Abstract que puedan erigir una nueva tradi-
At the beginning of the 20th century — ción basada en el pasado folklórico,
and in tune with the currents of musi- emulando los nacionalismos musi-
cal nationalism that occurred in the field cales europeos surgidos a mediados
of art music in Europe and later in Latin del siglo XIX y basados en las teorías
America— in Ecuador discourses began acerca del folklore y el concepto de
to be produced around national music. pueblo (Volk) acuñado por el filóso-
In the search for their own sound and fo alemán Johann Gottfried Herder
at the same time regional (that is, Latin (1744-1803).1 Sin embargo, ese pasa-
American) sound, strongly influenced by do representativo del ser ecuatoria-
the evolutionist and positivist discourses no no era unívoco y lineal, y estaba,
of the time, Ecuadorian composers de-
además, escindido entre lo pre y lo
dicated themselves to exploring the mu-
poscolonial. Influidos por las teorías
sic of their past folkloric heritage. While
evolutivas y positivistas de su tiempo,
some chose to explore the Inca past as
músicos como Segundo Luis More-
an essential part of Ecuador’s nationa-
no, Pedro Pablo Traversari, Francis-
lism, others questioned these origins and
co Salgado y Sixto María Durán, entre
sought to build their music in an alter-
otros, escribieron acerca del pasado
native past, understanding the Inca as a
past exogenous to the Ecuadorian. In this (o los pasados) de la región, valién-
work I am going to analyze some writings dose de los sonidos que evocaban ese
and works by composers Sixto María Du- pasado en pos de crear una música
rán and Segundo Luis Moreno to con- nacional y/o regional.
trast both views about the musical past En el presente artículo voy a
of Ecuador. I am going to show that whi- concentrarme en los discursos y
le Durán advocated for Inca music and las figuras de Segundo Luis More-
the development of the pentatonic scale no (1882-1972) y Sixto María Durán
proposed by researchers such as Daniel (1875-1947) para mostrar dos aproxi-
Alomía Robles and Raoul and Margue- maciones distintas al pasado musical
rite d’Harcourt, Moreno, on the contrary, ecuatoriano. Si bien ambos abogaban
proposed —based on his own research por un pasado de tipo nativista/indi-
and folkloric compilations— that the use genista, Durán describía un período
of the pentatonic scale was not limited to precolonial de matriz incaica basado
the Incas, but was shared by other con- musicalmente en la escala pentatóni-
temporary indigenous groups of the An- ca e inspirado en el análisis realizado
dean area. por el músico peruano Daniel Alomía
Keywords: art music, Sixto María Durán, Robles y la pareja francesa (él etnó-
Segundo Luis Moreno, Inca, Kingdom of
Quito. 1 Philip Bohlman. “Johann Gottfried Herder and the
Global Moment of World-Music History”, en The
Cambridge History of World Music, ed. Philip Bohlman
(Cambridge: Cambridge University Press, 2013):
255-276.

UArtes Ediciones 36
Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena

logo, ella música) Raoul y Margueri- de trazar una historia basada mayor-
te d’Harcourt. Moreno, por su lado, mente en la influencia española y,
planteaba —a partir de sus propias in- sobre todo, aquella ejercida por las
vestigaciones y recopilaciones folkló- órdenes religiosas,4 Guerrero subra-
ricas— que la pentatonía era una so- ya la tensión entre las músicas de los
noridad panandina que no se limitaba pobladores prehispánicos y la música
a los incas (quienes no habrían tenido europea dentro de la sociedad ecuato-
una influencia musical directa sobre riana. Dice Guerrero a este respecto:
los pobladores de Ecuador), sino que
era compartida por grupos indígenas De todo lo expuesto resulta que la
contemporáneos. En función de es- música sagrada tuvo muy buenos
tos discursos, voy a analizar algunas profesores, y que solo la profa-
de las obras con temática indigenista na andaba descarriada y sin tener
tanto de Moreno como de Durán para un asilo a donde refugiarse; y por
observar cómo influyeron en la cons- eso es curioso ver cómo ha llegado
trucción de sus propias obras de ca- hasta nosotros el uso de dos músi-
rácter nacional(ista). cas opuestas, la música indiana y
la música de los españoles […] las
pasiones estaban encontradas, los
La historia de la música sentimientos eran diversos, y, por
en el Ecuador: antecedentes supuesto, mientras los europeos,
llenos de satisfacción, daban al aire
El primer libro que esboza una histo- sus tonadillas y boleros, los india-
ria de la música del país es el de Juan nos, desposeídos de su propiedad y
Agustín Guerrero publicado en las úl- abatidos con el recuerdo de sus pa-
timas décadas del siglo XIX titulado dres, lloraban en las cabañas mani-
La música ecuatoriana desde su origen festando su pena al son del pingullo
hasta 1875.2 El autor mismo aclara al y del rondador. Y he aquí el origen
comienzo del escrito que se trata más del yaraví, de esa música natural
de una primera aproximación que de como la del tiempo de los patriar-
una historia acabada, con el fin de dar cas, y que ha disputado a la europea,
inicio (valga el oxímoron) a futuros no por su perfección, porque nada
trabajos sobre el tema.3 Para el au- tiene de perfecta, sino por el amor
tor de este libro, la música entendida con que ha sido recibida y conserva-
como ecuatoriana comienza después da por el pueblo.5
de la revolución de independencia, y
si bien introduce unas líneas acerca Guerrero pone el énfasis en el yaraví
de la música precolombina en distin- como música poscolonial producida
tos momentos del texto, entiende que por los nativos como fruto de la co-
la historia musical comienza después lonización y expresión de la misma, y
de la conquista. Sin embargo, a pesar describe al género del siguiente modo:

2 Juan Agustín Guerrero. La música ecuatoriana desde El yaraví no tiene nada de fantástico
su origen hasta 1875, 2da. ed. (Quito: Banco Central ni hermoso, por lo contrario, es tan
del Ecuador, 1984. [1a. ed. Quito: Imprenta Nacio-
nal, 1876]).
3 «[…] si bien no es una verdadera historia de la
música del país, a lo menos no dejará de ser una 4 En particular los jesuitas, bien conocidos por uti-
serie de apuntamientos útiles para otro que se de- lizar la música como método de colonización.
dique a hacerlo mejor y después que yo». Ibíd., 6. 5 Ibíd., 12.

37
SONOCORDIA

natural y sencillo como un suspi- bres; pero mientras tanto tienen su


ro, y falto de reglas músicas; no es mérito y no solo para con los na-
más que la repetición de dos o tres cionales, sino también para los ex-
frases melódicas, de donde resulta tranjeros ilustrados que la buscan y
la monotonía, por un solo tiempo, la solicitan.7
y sin más novedad que unas po-
cas notas que se alteran para variar En esta historia, la música nacional
la expresión; pero lo cierto es, que se va modificando a medida que la ci-
para el quiteño no hay mejor músi- vilización avanza. El resto del libro,
ca de corazón que el yaraví, con él Guerrero lo dedica a mencionar a los
llora o se divierte, y entre el yaraví músicos ecuatorianos de la segunda
y una ópera italiana, él está siem- década del siglo XIX. La concentración
pre por la música de su país; y no le del autor en los músicos de las órdenes
falta razón, porque es la música de religiosas no es casual, sino que se pro-
sus padres, se ha connaturalizado duce en el marco del gobierno del pre-
con ella desde la infancia, y parece sidente Gabriel García Moreno; el libro
que sus acentos melancólicos son de Guerrero se publica al año siguiente
aun los vínculos del amor para con del asesinato de aquel, acaecido el 6 de
su patria.6 agosto de 1875. Son conocidas las polí-
ticas de García Moreno referentes a la
A pesar de esta reivindicación, Gue- religión (la reinstitución de las órdenes
rrero plantea, sin embargo, una vi- religiosas expulsadas durante la co-
sión en donde el desarrollo lógico de lonia) y el desarrollo de las artes en el
las civilizaciones llevará finalmente a Ecuador, en el que destaca la creación
la desaparición del género: del Conservatorio Nacional de Música
(1870), del cual Guerrero fue director
La música produce sus efectos según en 1871, después de la muerte de su pri-
el carácter y situación del que la es- mer director, el músico nacido en Cór-
cucha, por eso su influencia es igual cega y compositor del Himno Nacional,
en el grande como en el pequeño, Antonio Neumane.
en el rico como en el pobre, y cada Respecto al período precolom-
uno se goza con ella, según el grado bino, Guerrero parece situar el pasa-
de civilización en que se encuentra. do musical ecuatoriano en el llamado
[…] Siendo iguales los efectos ¿por ‘Reino de Quito’ seguido de la domi-
qué echar al desprecio una música nación incaica, según lo escrito por
original de América, que si carece el jesuita Juan de Velasco en el siglo
de las reglas científicas, no deja por XVIII. En función del peso de las ór-
eso de ser un documento que acre- denes religiosas en este período, no
dita la verdad de nuestra historia y resulta extraño entonces que Gue-
la condición a que fueron reducidos rrero mencione como autoridades de
nuestros antepasados? No hay duda sus fuentes a Juan de Velasco e Inca
de que ella irá desapareciendo con el Garcilaso de la Vega (seguramente
tiempo y la civilización, porque las a partir de sus Comentarios Reales).
leyes del talento triunfan siempre Esta visión del pasado precolombino
sobre los caprichos y las costum- de Ecuador va a resultar fundamen-

6 Ibíd. 7 Ibíd., 12-13.

UArtes Ediciones 38
Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena

tal en el modo en que se construirá dor. Así, la adopción de la historia de


el pasado indígena dentro de la his- Velasco avalaría la extensión del terri-
toria (no solo musical, sino general) torio ecuatoriano previa a la domina-
ecuatoriana a principios de siglo XX, ción incaica. Sin embargo, a comienzos
la cual se verá dividida entre aquellos del siglo XX la historia de Velasco em-
que abogaban por el pasado incai- pieza a ser cuestionada, en primer lugar
co (como en el caso de Durán) y los por el Arzobispo de Quito e historiador
que extendían la historia a un pasado Federico González Suárez, y luego por
preincaico y la existencia del ‘Reino su discípulo Jacinto Jijón y Caamaño.
de Quito’ (como Moreno). Por otro lado, la historia de Ata-
hualpa, el último rey inca, inscribe a la
Historias prehispánicas: El ‘Reino historia de Ecuador dentro del pasado
de Quito’ y el Tahuantinsuyo incaico en tensión con la matriz pe-
ruana. Es de recordar que al momento
La historia de Ecuador antes de la con- del arribo de los españoles el imperio
quista española se ha construido con base incaico se encontraba en una suerte de
en dos momentos: el incaico y el prein- guerra civil entre Atahualpa (a quien se
caico. La extensión del imperio incaico en lo identifica con el Chinchaysuyo, re-
lo que se llegó a conocer como las cuatro gión noroeste del imperio del cual for-
regiones del Tahuantinsuyo al momento maba parte un amplio sector del actual
de la conquista abarcaba desde el actual territorio ecuatoriano) y su medio her-
territorio del sur de Colombia hasta el mano Huáscar (situado en Cuzco), faci-
norte de Chile y Argentina. Originarios de litando la conquista a partir de alianzas
Cuzco, en el actual territorio de Perú, los tejidas entre los colonizadores y cier-
incas fueron conquistando y expandien- tos sectores opuestos al incanato. Así,
do su control a otros grupos indígenas la historia de Ecuador se ve regida por
unos cien años antes de la llegada de los dos pasados que se van configurando en
españoles a este territorio. función de un discurso nacional en los
En 1789, después de su expulsión que, según la circunstancia, se incluye
de Quito en 1767 y durante su exilio en o excluye el pasado inca.
Italia, el padre jesuita Juan de Velasco A la hora de buscar las raíces que
terminó de escribir su Historia del Rei- inspiraran la creación de una música
no de Quito en la América Meridional.8 nacional, surgieron dos visiones an-
Su libro fundó las bases de un discurso tagónicas del pasado: la que avalaba la
nacional y patriótico que, aun sin base existencia del Reino de Quito y la que,
fáctica, perduró hasta entrado el siglo por el contrario, omitía de manera ab-
XX y que, incluso, a sabiendas de su soluta el período preincaico. Esta dico-
mitología, se extiende hasta hoy día. El tomía se manifiesta, como veremos a
libro de Velasco planteaba la existencia continuación, en los escritos de Segun-
de un reino (de los Shyris-Caras) previo do Luis Moreno y Sixto María Durán.
a la llegada de los incas. La adopción de
la historia de Velasco puede entenderse
a raíz de las disputas territoriales exis- La historia musical ecuatoriana
tentes de larga data entre Perú y Ecua- según Segundo Luis Moreno

8 Juan de Velasco. Historia del reino de Quito en la Segundo Luis Moreno (1882-1972) es-
América Meridional (Quito: Imprenta del Gobierno,
1841-1844). cribió un libro en tres tomos, del cual

39
SONOCORDIA

solo se publicó el primero el mismo año donde comenzó a componer sus prime-
de su muerte (1972) titulado Historia de ras obras de géneros populares. En 1906
la música en el Ecuador.9 Como bien se- viajó a Quito e ingresó al Conservatorio
ñala Charles Sigmund en su reseña del Nacional de Música. Allí continuó sus
libro, Moreno debió haber escrito este estudios de clarinete, pero siguió una
volumen entre los años 20 y 40, según se formación integral en música tomando
observa en las fechas de publicación de clases de armonía, fuga, contrapunto,
la bibliografía citada y las propias no- orquestación, etc., con el músico ita-
tas y comentarios del autor.10 Si bien en liano Domingo Brescia, quien también
principio resulta llamativo que se haya fuera uno de los primeros en fomen-
publicado solo el primer volumen y tan tar la composición de obras de carác-
tardíamente, esta percepción se modi- ter nacional en el repertorio de mú-
fica después de la lectura de los dos to- sica académica de Ecuador. Mientras
mos inéditos. Sobre todo el tercero, en completaba sus estudios, Moreno fue
donde Moreno emite reiterados juicios nombrado profesor ayudante del cur-
de valor, mayormente negativos, so- so de Teoría, Solfeo e Instrumentos de
bre sus colegas (entre ellos Durán). Sin Madera durante el año de 1911, y luego
entrar en los detalles anecdóticos del director del Centro Musical Ecuador,
texto, resulta sin embargo interesante formado por alumnos y profesores del
ver el posicionamiento de Moreno den- Conservatorio. Si bien el investigador
tro del ámbito musical de Ecuador, y su Pablo Guerrero en su Enciclopedia de la
búsqueda pretendidamente cientificis- música ecuatoriana menciona que Mo-
ta de los orígenes e historia de la músi- reno siguió vinculado al Conservatorio
ca en la región. Antes de comenzar este hasta el año 1913, es posible que su ale-
análisis, y a los fines de entender mejor jamiento de esta institución como de la
su postura, voy a explorar brevemente ciudad de Quito entre 1913 y 1914 se hu-
su biografía. biese producido en parte por razones de
Segundo Luis Moreno nació el 3 índole político-social. En este sentido,
de agosto de 1882 en Cotacachi, provin- Moreno sí da cuenta de esta situación
cia de Imbabura.11 Durante su juventud en el tercer volumen de su libro inédito,
se inició en la música a través del can- titulado “La República”. Allí menciona
to en el Coro del Colegio de los Padres que su profesor, Domingo Brescia, ha-
Salesianos y la ejecución del clarinete bía aceptado la dirección del Conser-
dentro de una banda de aficionados, en vatorio durante el gobierno liberal de
Eloy Alfaro quien, por presión popular,
9 Segundo Luis Moreno. Historia de la música en el renuncia a la presidencia en agosto de
Ecuador. Primera parte: la prehistoria (Quito: Casa de 1911 y termina siendo brutalmente ase-
la Cultura Ecuatoriana, 1972). Los otros dos tomos
inéditos (Tomo 2: “El Coloniaje”, Tomo 3: “La Re- sinado en enero de 1912. Dada la inesta-
pública”) se encuentran en copia mecanografiada
en el Archivo Histórico del Ministerio de Cultura y bilidad política local y, según el mismo
Patrimonio del Ecuador.
10 Charles Sigmund. “La música en el Ecuador. Vo-
Moreno, la presión de otros miembros
lumen Primero: Prehistoria by Segundo Luis Mo- del Conservatorio —sumado a un con-
reno”, trad. Margarita Gangotena G., en Anuario
Interamericano de Investigación Musical 8 (1972): tinuo y creciente desprecio de ciertos
171-174.
11 Todos los datos biográficos del autor han sido
grupos locales hacia los inmigrantes—
extraídos de su propio libro: Moreno, Historia de la en octubre de ese año Brescia renun-
música en el Ecuador: Primera parte, 17-22; y de Pa-
blo Guerrero. Enciclopedia de la música ecuatoriana, 2 cia a su puesto de director, y se muda a
vols. (Quito: Corporación Musicológica Ecuatoriana
Conmúsica, Archivo Sonoro de la Música Ecuatoria- los Estados Unidos, donde reside hasta
na, 2004), 2: 928-941.

UArtes Ediciones 40
Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena

el día de su muerte.12 En esta suerte de En el primer tomo de La música en


complot hacia Brescia se cree (aunque el Ecuador subtitulado “Prehistoria”,
no está explícitamente dicho) que se Moreno plantea que el estudio de la mú-
encontraba entre otros la figura de Six- sica en la región puede contribuir a des-
to María Durán, por lo que no llama la entrañar los orígenes del hombre ame-
atención que Moreno le dirija reiteradas ricano y se pregunta acerca de por qué
críticas en su tercer volumen. no se han realizado aún investigaciones
Durante los años siguientes Mo- de carácter científico que «pudiera[n]
reno se dedica a dirigir bandas militares ser utilizado[s] para un estudio compa-
hasta 1937, año en el cual es nombrado rativo con las de los pueblos antiguos de
director-fundador del Conservatorio quienes se supone descienden los aborí-
de Música de Cuenca hasta el año 1941 genes de este continente».14 Es así como
y, luego, entre 1945 y 1950 director del podemos ver que Moreno acuerda con la
Conservatorio de Música “Antonio Neu- teoría aloctonista, la cual sostiene que
mane” de Guayaquil. Es en estos años los pobladores americanos no son origi-
como director de conservatorios que narios de América sino que vinieron de
comienza su trabajo ‘histórico-cientí- otros continentes «por el oriente desde
fico’, en donde Moreno combina teorías el Atlántico» (aunque no explicita cómo
evolutivas sobre los orígenes musicales arriba a esta conclusión).15
con un trabajo de corte etnográfico: re- En este sentido, Moreno, en un
copila músicas de grupos contemporá- trabajo etnográfico pionero en el Ecua-
neos e intenta trazar sus genealogías. dor, destaca que no es solo a través de
Esta labor se suma a su rol de compo- la arqueología que podemos analizar el
sitor que comenzó desde joven y con- pasado musical, sino que es necesaria
tinuó a lo largo de toda su vida. A este la observación directa. A este respec-
respecto, la biografía publicada al co- to, el autor transcribe un fragmento de
mienzo de su libro destaca que: «Como un artículo arqueológico publicado en
compositor, el Maestro Segundo Luis el Boletín de la Sociedad Ecuatoriana de
Moreno se ha dedicado preferentemen- Estudios Americanos N.º 10 de enero-fe-
te a interpretar en sus obras el espíri- brero de 1920, acerca de ocho flautas de
tu de la música ecuatoriana, desde sus hueso, encontradas siete de ellas en la
fuentes autóctonas»,13 por lo que su rol provincia de Imbabura. Para presentar
de investigador y compositor se funden este fragmento Moreno dice:
en la construcción de una música pro-
piamente ecuatoriana. […] hay arqueólogos que creen que
Este breve relato biográfico pone la verdad histórica han de buscarla
de relieve algunos aspectos vinculados siempre en las entrañas de la tierra y
a los intereses de Moreno a la hora de que sus documentos han de ser pro-
escribir sobre la historia de la música ducto de las excavaciones y no de la
de Ecuador y sobre su propia obra. Pero observación directa de lo que existe
para entender con mayor profundidad, con propia vitalidad […].16
pasemos ahora a ver sus ideas acerca de
los orígenes de las músicas de Ecuador. Aunque Moreno no lo mencione, el
autor del artículo citado es nada más
12 Segundo Luis Moreno. Historia de la música en el
Ecuador. Tercera parte: La República (Quito: inédito,
1950): 59-64. 14 Ibíd., 15.
13 Moreno, Historia de la música en el Ecuador. Primera 15 Ibíd., 16.
parte, 17-18. 16 Ibíd., 67.

41
SONOCORDIA

y nada menos que Jacinto Jijón y Caa- tre Moreno y Jijón y Caamaño no se
maño —personalidad de la aristocracia reduce a la discusión del método utili-
ecuatoriana que, además de haber sido zado para el estudio del pasado musi-
político, fue muy reconocido por sus cal (arqueológico vs. etnográfico), sino
trabajos de historia y arqueología—, y a ciertas conclusiones sobre el mismo
su artículo se titula “Nueva contribu- que se remontan al pasado precolonial
ción al conocimiento de los aborígenes y a la división entre el imperio incaico
de la provincia de Imbabura”.17 Es im- y el ‘Reino de Quito’. Recordemos que
portante destacar que Moreno publica Jijón y Caamaño había publicado unos
en 1923 el libro La música en la provin- años antes una suerte de ensayo en el
cia de Imbabura: Apuntes para la historia primer número del Boletín de la Socie-
de la música en el Ecuador, aunque en dad Ecuatoriana de Estudios Americanos
ese libro se dedica casi exclusivamen- —sociedad que por cierto él mismo ha-
te a historiar el desarrollo de los mú- bía fundado— titulado “Examen crítico
sicos ecuatorianos a lo largo del siglo de la veracidad de la historia del Reino
XIX (sobre todo durante los tiempos de de Quito”, en el que cuestionaba la his-
la creación de la república), dedicán- toria escrita por el padre Juan de Velas-
dole solo unas breves secciones al final co.21 Por el contrario, Moreno defendía
del mismo a mencionar “La música de la existencia del Reino de Quito:
los indios” y “La música de los negros”
producidas en esta región.18 […] basados en el principio de que los
Volviendo al análisis de las flautas pueblos más intelectuales, más ade-
que presenta aquí Moreno, este rebate lantados han sido siempre los más
los argumentos de Jijón y Caamaño. Si aptos para las manifestaciones del
el segundo entiende que estas flautas Arte, y conocidas las condiciones de
horizontales o traversas encontradas elevada cultura a que había llegado
en la región son la excepción, Moreno el Reino de Quito, que en sus últimos
explica que no solo son bastante comu- años formó parte principalísima del
nes, sino que «no hay indio que no sepa Imperio de los Incas, cuya Capital
tañerla[s]».19 Moreno plantea que este llegó a ser entonces la que es hoy de
error está anclado en la idea de que el nuestra República, no será aventu-
arte indígena desapareció después de la rado suponer que la música hubo lle-
conquista y que entonces los estudiosos gado en esta Nación, al tiempo de la
se abocaron (erróneamente) a mirar los Conquista española, a un grado rela-
restos arqueológicos como si fuesen el tivamente superior de progreso.22
único referente de lo indígena.20
Sin embargo, esta rivalidad de Estas divergencias entre la metodolo-
carácter ‘científico’, si se quiere, en- gía utilizada y la descripción del pasado
ecuatoriano presentes en los discursos
17 Jacinto Jijón y Caamaño. “Nueva contribución de Moreno y Jijón y Caamaño encierran
al conocimiento de los aborígenes de la provincia
de Imbabura”, Boletín de la Sociedad Ecuatoriana de
también diferencias más profundas de
Estudios Americanos, N.º 10 (enero-febrero 1920): tipo ideológico. La crítica de Moreno
1-120.
18 Segundo Luis Moreno. La música en la provincia de
Imbabura: Apuntes para la historia de la música en el 21 Jacinto Jijón y Caamaño. “Examen crítico de la
Ecuador (Quito: Tipografía y Encuadernación Sale- veracidad de la historia del Reino de Quito del P.
sianas, 1923). “La música de los indios”, 31-34; “La Juan de Velasco, de la Compañía de Jesús”, Boletín
música de los negros”, 35-38. de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Americanos, N.º
19 Moreno, Historia de la música en el Ecuador. Primera 1 (junio-julio 1918): 33-63.
parte, 69. 22 Moreno, Historia de la música en el Ecuador. Pri-
20 Ibíd. mera parte, 26.

UArtes Ediciones 42
Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena

hacia Jijón y Caamaño (aunque More- ‘selva milenaria’, como él mismo la lla-
no nunca haga una referencia directa a ma) como los shuar (denominados por
este) pasa de alguna manera por la invi- aquel entonces por los españoles bajo el
sibilización del indígena. Moreno acusa nombre de jíbaros), con escaso contacto
a los arqueólogos de cierta confusión de con la cultura de los colonizadores, es
ideas y «métodos preconcebidos» por descripta como ‘primitiva’ y situada en
los cuales, como mencionara antes, este contexto como ‘prehistoria’ musi-
cal. Dice Moreno al respecto:
[…] se imaginaron que con la Conquis-
ta española había desaparecido el arte Como hasta la presente se había dicho
autóctono […]. Pero para que tal cosa siempre que el sistema musical más
sucediese, habría sido necesario que antiguo que se conoce en el mundo
la raza indígena hubiese desaparecido del arte —del cual existen documen-
totalmente, arrasada, exterminada, y tos irrefutables en los bajorrelieves de
que sus instrumentos musicales hu- Egipto correspondiente al IV milenio
biesen sido enterrados con ellas […]. 23
antes de Jesucristo— era el pentáfo-
no, el estudio de la música de los jí-
Y luego continúa: varos [sic] y de los otros indios que
pueblan el Oriente ecuatoriano (como
Ya lo hemos dicho: el arte indígena veremos luego), prueba ampliamente
ecuatoriano vive todavía, aunque en la existencia de otros sistemas muy
la actualidad se halla herido de muer- anteriores por la deficiencia de sus
te. ¿No seremos capaces de ponernos recursos sonoros.25
en pie para defenderlo de la injusta
agresión y hacer que se lo respete cual La correlación lógica que utiliza Moreno
merece? O ¿lo dejamos fenecer…? 24
es que si la evolución musical está regi-
da por la incorporación de más notas en
Mientras que el discurso de Jijón y Caa- la escala (es decir, de tres a cuatro notas
maño pone el eje en el pasado incaico ya se pasa a la pentatonía y luego a la esca-
desaparecido obliterando la situación la diatónica de siete notas), entonces el
indígena contemporánea, Moreno recu- uso de no más de tres o cuatro notas en
pera el pasado del Reino de Quito como las melodías contemporáneas de estos
antecedente de los pobladores que atra- grupos ubicados en la región selváti-
vesaron primero la conquista incaica y ca oriental de Ecuador se mantuvo in-
luego la española, que nunca desapare- tacto sin modificación alguna desde su
cieron y que merecen ser reconocidos. posible origen hasta la actualidad. Este
Sin embargo, si bien Moreno rei- discurso no está anclado únicamente en lo
vindica el estudio de los indígenas musical, sino también en el supuesto gra-
contemporáneos y la importancia de do de desarrollo civilizatorio. Por lo tanto,
sus músicas en el quehacer de la mú- Moreno va a plantear como más ‘evolu-
sica ecuatoriana, no escapa de la lógi- cionada’ la música pentatónica de los in-
ca positivista de su época acerca de la dígenas ubicados en la región interandina
‘evolución musical’. En ese sentido, su contemporánea, aunque también entien-
análisis de la música de los habitan- de que su evolución ha sido muy lenta, ya
tes de la región selvática amazónica (o que puede remontarse a las prácticas

23 Ibíd., 69.
24 Ibíd., 69-70. 25 Ibíd., 32.

43
SONOCORDIA

musicales de más de cuatro mil años en el uso de los instrumentos indígenas,


Egipto y el Antiguo Oriente.26 En este los cuales, según todo indicio, son los
sentido, Moreno entiende también que mismos que practicaran sus antepa-
se producen ciertos momentos evoluti- sados desde cuando se establecieron
vos en el contacto con fuerzas externas, las primeras tribus en esta comarca;
en este caso con otras civilizaciones en- lo que bien puede remontarse a se-
tendidas como ‘más avanzadas’: senta o más siglos antes de la con-
quista hispánica.28
[…] a pesar de que la música indíge-
na en el Ecuador se ha mantenido Las ideas de evolución musical atribui-
luengos siglos como adormecida o das por Moreno a la conformación de
paralizada, y de que sus sistemas pri- escalas musicales hacen al autor caer
mitivos, especialmente los de la re- en una suerte de falacia por la cual, al
gión oriental, […] se han conservado no haber existido entre ciertos gru-
indemnes a través de las edades, no pos, como en este caso el indígena de la
se puede negar que algún leve movi- sierra, lo que él describe como ‘evolu-
miento evolutivo ha experimentado ción’, los cantos y danzas del presente
en el fondo de su organismo vital, si son exactamente los mismos que los
bien es cierto que él ha sido provoca- del pasado prehistórico. Si bien es posi-
do siempre por elementos extraños, ble que hubiese músicas de procedencia
como pasa en todo progreso. prehispánica, la corroboración de ello
En efecto, la música autóctona se torna casi imposible de determinar
del altiplano evolucionó hacia la mes- a partir únicamente de la historia oral.
tiza durante el Coloniaje español, por Pero más allá de esta lógica discursiva,
obra exclusiva […] de los blancos; y la el planteamiento de Moreno apunta a
de la selva oriental ha llegado, final- otra cuestión vinculada al presente de
mente, a servirse de la pentafonía para esas comunidades. El autor cuestiona
sus cantares, gracias al contacto con no solo la falta de interés gubernamen-
las razas indígenas de la Sierra […].27 tal en conservar sus costumbres, sino
por, sobre todo, su forzosa desaparición
Asimismo, Moreno entiende que la mú- a partir de prohibiciones ejercidas sobre
sica indígena contemporánea es exac- las prácticas vinculadas a festejos de
tamente la misma que antes de la época estos grupos en nombre del ‘orden pú-
colonial: blico’. Aquí Moreno se vale de los dis-
cursos del nacionalismo musical29 a la
En la región interandina del Ecuador,
el indio no ha evolucionado. A excep- 28 Ibíd., 71.
29 Se entiende por nacionalismo musical a una
ción de la provincia del Carchi, en que corriente estilística nacida durante el período de
conformación de los estados-nacionales en Europa
ha entrado de lleno, desde los prime- a mediados de siglo XIX que impulsó la búsqueda
ros tiempos del Coloniaje español, en de una música erudita basada en la identidad co-
mún de una comunidad, etnia, país o región. Ge-
la vida civil de los blancos, en toda la neralmente, en esta música, se recurre a elementos
musicales folklóricos para ser utilizados en obras
sierra el aborigen conserva su idioma, enmarcadas en géneros de la tradición de músi-
ca escrita europea occidental como la sinfonía, la
sus costumbres y sus vestidos autóc- ópera, la música de cámara, etc. Digo generalmen-
tonos. En consecuencia, no ha olvida- te, porque también hay otras músicas consideradas
como nacionales y/o nacionalistas que no presen-
do tampoco sus danzas y cantares, ni tan elementos identitarios comunes a una nación
particular pero que, sin embargo, se perciben como
nacionales, como es el caso de himnos o marchas
26 Ibíd., 44. militares (acerca de un ‘nacionalismo patriótico’ ver
27 Ibíd., 44-45. el artículo de Ketty Wong en este mismo dosier).

UArtes Ediciones 44
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manera herderiana de recuperación del quintas: fa-do-sol-re-la y las reorde-


folklore30 para explicar la importancia na para formar una escala pentatónica
de conservar la música indígena ecua- mayor: fa-sol-la-do-re (conformación
toriana como base para crear un arte interválica: 2ª M–2ª M–3ª m–2ªM) y
nacional. Así es que sobre las políticas su relativa menor: re-fa-sol-la-do (3ª
del gobierno continúa diciendo: m–2ª M–2ª M–3ª m). También men-
ciona el uso de este sistema de escalas
Una cosa es conservar el orden en la música china como prueba de la
público, y otra es extinguir usos antigüedad y origen oriental de los in-
y costumbres que constituyen la dios americanos.32 Basado en su propia
raigambre patrimonial de una na- experiencia, atribuye la falta de ‘evo-
ción. Una cosa es avanzar por el lución’ y la constante utilización de la
camino de la cultura actual, y otra escala pentatónica menor en la música
muy criminal es borrar de una plu- indígena de la región interandina a fac-
mada, y a troche y moche, nuestra tores ‘naturales’ o ‘climáticos’:
cultura aborigen que, con orgullo,
nos dice que nuestra nación no es No olvido jamás la impresión dolo-
de ayer, sino tan antigua y respe- rosa que tuve cuando ascendía por
table como las naciones más gran- primera vez, viajando en ferrocarril
des del mundo. 31
desde el litoral, por las peladas bre-
ñas de la provincia del Chimborazo,
Volvemos a ver aquí cómo, a través de y atravesaba, aterido de frío, las
la idea de evolución musical, Moreno pampas de Palmira que simulan un
ubica a la música indígena contem- mar de arena. […] desde entonces he
poránea dentro de un pasado mile- podido explicarme más claramente
nario que, a su vez, la coloca dentro el por qué de la melancolía ingénita
de la historia musical de las grandes del indio taciturno de la región in-
civilizaciones, y que debe ser conser- terandina […].33
vada en pos de crear un arte nacional
que combine esas músicas del pasado También atribuye el uso del modo
con aquella más evolucionada pro- menor a una cuestión de carácter
ducto de la conquista. moral: «Los indígenas del altipla-
Sobre la música de los grupos in- no […] han vivido siempre oprimidos
dígenas de la sierra o del sector interan- y esclavizados: unas veces, por sus
dino, Moreno la describe en función del mismos caciques despóticos y atra-
uso exclusivo de dos escalas pentatóni- biliarios, y otras, por los sucesivos
cas anhemitónicas. Moreno construye conquistadores».34 Moreno entiende
estas escalas a partir de una sucesión de que estos grupos indígenas que ha-
bitan la zona interandina no descien-
30 Se entiende al folklore como una serie de ele-
den de los incas, sino que descienden
mentos compartidos por un grupo de personas que de los grupos subyugados por estos,
se transmite de manera oral a lo largo del tiempo
y que, a su vez, los distingue de otros grupos. El y que difiere de la propuesta acerca
concepto de folklore tiene sus orígenes en Europa
a fines del siglo XVIII y, como señala Matthew Gel- del pasado musical que propone Six-
bart, está indefectiblemente conectado al origen to María Durán, basada pura y ex-
del término nación. Matthew Gelbart. “Roman-
ticism, the Folk, and Musical Nationalisms”, The
Cambridge Companion to Music and Romanticism, ed.
Benedict Taylor (Cambridge: Cambridge University 32 Ibíd., 75.
Press, 2021): 74-91. 33 Ibíd., 77.
31 Ibíd., 72. 34 Ibíd., 77-78.

45
SONOCORDIA

clusivamente en el pasado inca. Sin cir, la música que ha brotado como


embargo, no plantea necesariamen- fruto del ambiente local.35
te una diferencia entre esta música y
la incaica, entendiendo el uso de las Los dos tercios restantes del primer
escalas pentatónicas anhemitónicas tomo, Moreno los ocupa con descrip-
como parte de un sistema musical del ciones a partir de sus observaciones
pasado de tipo panandino más am- directas de distintos grupos indígenas
plio. Así lo indica en su segundo vo- a lo largo de Ecuador, en un relato que
lumen (inédito) dedicado a la música va por provincia y de los que recoge los
durante el período colonial: tipos de instrumentos y formas de eje-
cutarlos, junto con las músicas danzas
En el Ecuador no existe música in- y rituales en función de su análisis y
caica […]. Y aquí me parece opor- observación de distintas festividades,
tuno decir algo acerca de un error presentando un trabajo de estudio in
que se ha propagado hasta arraigar- situ pionero en el Ecuador.
se profundamente entre nosotros,
error relacionado con la modalidad
musical indígena ecuatoriana. Des- La historia musical ecuatoriana
de hace algunos años […] se ha dado según Sixto María Durán
en llamar “música incaica” a la au-
tóctona del modo menor, lo mismo A diferencia de Moreno, Sixto María Du-
que a la mestiza. Mas como tan ar- rán no se abocó de manera exhaustiva
bitraria denominación, que encierra al estudio de la música del pasado, ni a
grave inexactitud contra la verdad recopilar músicas, danzas y cantos cir-
histórica, con menoscabo de la va- cundantes, pero sí realizó algunos bre-
lía artística de nuestra música indí- ves escritos en los que reflexiona acerca
gena, se ha generalizado aún entre de la música antes de la época colonial.
personas ilustradas del país y se ha Como en el caso de Moreno, voy a ha-
difundido aún entre las extrañas, cer una pequeña semblanza biográfica
es mi deber demostrar la falsedad de Sixto María Durán para comprender
de tal “invento”. […] [L]a música de su posición como músico y personali-
los invasores del Cuzco no tuvo in- dad destacada dentro de la historia de
flujo alguno en estos pueblos, ya por la música académica de Ecuador.
lo breve del tiempo que dominaron Sixto María Durán nació en Quito el
los Incas, como por la antipatía tan 6 de agosto de 1875 (coincidentemente,
marcada que los naturales tuvie- el mismo día en que el presidente Ga-
ron a los invasores, ya también por briel García Moreno fuera asesinado). La
lo tardo y reacio que es el aborigen formación musical de Durán fue en parte
para adaptarse a las nuevas costum- autodidacta. Estudió música primera-
bres. Aunque la modalidad es idén- mente con su madre, y luego —según
tica en toda la región interandina, nos indica Pablo Guerrero— con un re-
desde el Ecuador hasta Bolivia, cada ligioso alemán llamado Jausen.36 Es im-
provincia ecuatoriana, cada pobla-
do tienen su música propia: la que
35 Segundo Luis Moreno. Historia de la música en el
tuvieron en los remotos tiempos en Ecuador. Segunda parte: El Coloniaje (Quito: Inédito,
1950): 13.
que cada hoya formaba un cacicaz- 36 Pablo Guerrero, ed. Álbum de partituras. Sixto
María Durán (1875-1947) (Quito: Conmúsica,
go, una monarquía separada; es de- 2011): 15.

UArtes Ediciones 46
Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena

portante recordar que durante los años dico-Literaria y “La musique aborigène
de juventud de Durán, el Conservatorio et populaire de l’Équateur” en las actas
Nacional de Música estuvo cerrado y no del Primer Congreso Internacional de
se reabrió sino hasta la gestión del pre- Arte Popular realizado en Praga.41 Dejó
sidente Eloy Alfaro en el año 1900, año dos trabajos inéditos titulados Música
en el que Durán entra al Conservatorio americana (fechado en 1928) y Música
no como estudiante, sino como profe- aborigen (sin fecha).
sor de piano.37 En paralelo a su actividad El artículo de 1917 se produce a
musical, Durán se forma como aboga- raíz de los conciertos-conferencias
do, título que obtiene en el año 1899, realizados por el músico peruano Da-
llegando a ser designado presidente de niel Alomía Robles, acompañado por
la Corte Suprema de Justicia en el año su esposa Sebastiana Godoy y por el
1909.38 Además de varios cargos gu- poeta Enrique Bustamante y Balli-
bernamentales, Durán fue director de vián en lo que sería el inicio de su gira
la Escuela de Artes y Oficios a partir de latinoamericana. En estos concier-
1904, y luego del Conservatorio Nacio- tos-conferencias, el poeta comenza-
nal de Música tras la inmediata salida ba hablando de la historia y cultura
de Brescia en 1911 y hasta 1916, año en incaicas, más la recitación de algún
que vuelve a la dirección de la Escuela. poema propio, seguido de un concier-
En 1923 regresa a ocupar el rol de direc- to generalmente dividido en dos —y a
tor del Conservatorio Nacional de Mú- veces tres— secciones: música incaica
sica por diez años, y luego una tercera y música del período colonial. A veces
y última, entre 1941 y 1944, rol que deja se incluía también una tercera sección
por su deteriorada salud, y muere a los con obras del propio Alomía Robles en
pocos años en 1947.39 los que combinaba elementos incaicos
La mayoría de los escritos de mú- con técnicas europeas. Durante el con-
sica de Durán son de carácter teórico o cierto se intercalaban las explicaciones
estético, pero también publicó y dejó de Alomía Robles acerca de la música
parcialmente inéditos trabajos sobre incaica con ejecuciones al piano de Se-
el pasado musical. Dentro de lo publi- bastiana Godoy, a veces también asis-
cado se encuentra el artículo titulado tidos por músicos locales.
“Música incásica”, que salió en cinco En su artículo, Durán aprovecha
partes en el diario El Comercio de Qui- la ocasión para hacer una descripción
to entre septiembre y octubre de 1917. detallada sobre la música incaica que
Una versión apenas revisada de este surge del entrecruce entre sus cono-
mismo artículo y bajo el mismo título cimientos previos y las descripciones
se publicó luego en la revista argen- y ejemplos musicales escuchados du-
tina Música de América en tres partes rante los conciertos de Alomía Robles.
entre abril y junio de 1920.40 En 1928 Durán describe las melodías incaicas a
publicó los artículos “Música ecuato- partir del uso de la escala pentatóni-
riana” en la Revista de la Sociedad Jurí- ca en sus modos menor y mayor, y los

37 Ibíd. 41 Según consta en un artículo publicado en la Re-


38 Pablo Guerrero. “Sixto María Durán, compositor vista de la Sociedad Jurídico-Literaria, la invitación a
de la tierra sagrada”, en http://soymusicaecuador. Durán, entre otras figuras, para constituir la Sec-
blogspot.com/2014/04/sixto-maria-duran-com- ción Ecuatoriana de este congreso, fue de Gabriela
positor-de-la_1705.html. Última consulta: 11 de Mistral como miembro de la Sección de Relaciones
mayo 2021. Artísticas de la Sociedad de las Naciones. “Un Con-
39 Ibíd. greso de Artes Populares en Praga para el año de
40 Sixto María Durán. “Música incásica”, Música de 1928”, Revista de la Sociedad Jurídico-Literaria 33, N.º
América 1, N.º 2, 3, 4 (abril, mayo, junio 1920): s/p. 120 (abril-junio 1927): 182-184.

47
SONOCORDIA

posibles derivados armónicos a par- colectiva y anónima» en la que se ins-


tir de estas cinco notas. En la última piran los compositores contemporáneos
entrega del artículo, el autor conclu- para escribir obras de tinte americanista.
ye esbozando algunas ideas sobre la Es así como señala también las coinci-
aplicación de la música incaica en el dencias entre los estudios realizados en
marco de la composición musical mo- el Ecuador y aquellos de Daniel Alomía
derna. Robles en Perú, que se vieron corro-
En su trabajo inédito “Música borados a partir de la visita de este
americana”, Durán comienza su texto último en 1917. 44 Esto lo profundi-
estableciendo como bisagra temporal za aún más en su escrito “La música
la llegada de Colón a América, y solo aborigen”:
refiere al pasado precolonial de aque-
llos pobladores que tenían un sistema Hasta 1916 el fenómeno [de la músi-
de organización similar al europeo. ca aborigen americana] se encontraba
Haciendo su propia interpretación de absolutamente insoluble, aun cuando
los escritos del arqueólogo Max Uhle, había sido ya materia de largas re-
concluye que solamente el imperio de flexiones que se ocultaban tímidamen-
los Incas es el que «se acercaba más te, a falta de confirmaciones objetivas
al organismo político europeo […]».42 y documentales en la República del
Establece entonces los comienzos de Ecuador, pero arriba por casualidad,
la ‘música americana’ al momento hasta Quito, capital de la República, el
de la colonización. En este sentido, y distinguido musicólogo peruano Ma-
siguiendo los lineamientos herderia- nuel [sic] Alomía Robles y a través de
nos, el compositor manifiesta que su conferencia, encontramos confir-
madas todas nuestras reflexiones, con
[…] será […] en la música popular, en la circunstancia, especialísima, de que,
la manifestación colectiva y anóni- si habíamos partido del estudio de la
ma, en la obra ingenua, nacida al ca- melodía indígena hacia una teoría más
lor de la inspiración impremeditada o menos aproximada, en orden a la ex-
y ocasional, donde encontraremos plicación teórica de la estructura de tal
las palpitaciones auténticas del co- melodía, el maestro Robles, llegaba a
razón de un pueblo, en esa forma que tal estructuración, o a la explicación de
se dirige a la expresión por la expre- la misma, partiendo de la organología
sión sin sacrificarla al precepto, para prehistórica, desenterrada en distintos
que después, como material artístico lugares comprendidos dentro de los lí-
sea el maestro el que la utilice como mites del Gran Imperio Incásico […].45
un motivo de su paráfrasis, o le sir-
va como sujeto básico de inspiración En otra sección de Música americana,
para sus obras inmortales. 43
Durán pasa a relatar los géneros po-
pulares específicamente ecuatorianos
Luego de esta disquisición acerca de que de alguna manera continuaron o
una música popular y un arte culto, se vieron influidos por la música euro-
Durán retoma la historia de la civili- pea a partir de la colonización, como
zación inca y su música, a la que en- el yaraví (al que describe muy bre-
tiende como aquella «manifestación
44 Ibíd., 13. Durán menciona erróneamente que
Alomía Robles estuvo en Ecuador en 1916 rumbo a
Europa, cuando en realidad fue en 1917 en su viaje
42 Sixto María Durán. Música americana (Quito: rumbo a Estados Unidos.
inédito [manuscrito mecanografiado], 1928): 2. 45 Sixto María Durán. Música aborigen (Quito: in-
43 Ibíd., 8. édito [manuscrito mecanografiado], s/f): 1.

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Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena

vemente), el sanjuanito y el alza que aplanamiento producido por tamaño


te han visto. Esta misma sección del esfuerzo. Es con la reacción biológi-
texto es la que, traducida al francés, el ca natural a todo organismo fuerte,
autor publica bajo el título “La musique que se ha presentado, entre muchas
aborigène et populaire de l’Équateur”, otras actividades apremiantes en
en este caso como artículo indepen- último término, la actividad musi-
diente.46 cal, en el sentido de su estudio y de
Sobre el tipo de escalas pentató- su cultivo general.49
nicas utilizadas por los pobladores del
pasado americano —es decir, según Al igual que Moreno, Durán encuentra
Durán, inca—, el músico afirma que similitudes entre la escala pentatóni-
las escalas pentáfonas no están con- ca americana y las antiguas escalas de
formadas solamente del modo mayor Asia (China, Japón, Java, Corea, etc.),
y menor (como afirma Moreno), sino Egipto, Grecia y Escocia,50 y entiende
«tantos cuantos puedan formarse, to- la utilización de la escala pentatóni-
mando como punto de partida cada una ca como un estadio inicial dentro de la
de las notas componentes de las esca- evolución musical:
las […]».47 Esto se encuentra en sintonía
con lo propuesto por Raoul y Margue- […] la escala incásica pentáfona no
rite d’Harcourt acerca de la música de es otra cosa que el primer desarrollo
los incas, aunque estos autores no es- humano de la escala diatónica pri-
tén mencionados directamente.48 meramente, con sus cuatro prime-
Si bien el sistema de modos de ras quintas y de la escala cromática
Moreno y Durán difieren entre sí, en posterior, pudiendo explicarse así el
otro apartado de su Música america- desarrollo histórico de la misma por
na Durán plantea que la potencialidad los hechos aparecidos en el tiempo:
de la música indígena se encuentra en tricordios, tetracordios y sus mo-
la influencia de la música europea, dalidades, según la situación del
aplicando términos del positivismo semitono, entendido que el penta-
científico en combinación con el or- cordio en nuestro caso, excluye se-
ganicismo musical del discurso eu- mitonos e incluye terceras menores
ropeo (principalmente germano) de por su naturaleza diferente y forma
finales de siglo XIX, similares a los de construcción, enriquecido ya por
discursos evolutivos de Moreno: su quinto sonido de las modalidades
mayor y menor.51
Si la música religiosa colonial sem-
bró el germen generoso sobre el sen- Queda establecido entonces que tanto
timentalismo musical indígena, este Moreno como Durán llegan a conclu-
adquiere su potencialidad fructífe- siones similares acerca de la música
ra, terminadas las luchas de inde- indígena precolonial, pero a través de
pendencia política y el consiguiente dos vías distintas, es decir, abogan-
do por dos construcciones del pasa-
46 Durán, Música americana, 23-25. Sixto Ma-
ría Durán. “La musique aborigène et populaire de do diferentes. Sin embargo, ambos
l’Équateur”, en Art populaire. Travaux artistiques et coinciden en su mirada acerca de las
scientifiques du Ier Congrés International des arts po-
pulaires, Praga MDCCCCXXVIII [1928], Vol. 2 (París:
Editions Duchartre, 1931): 117-118.
47 Durán, Música americana, 35. 49 Durán, Música americana, 43.
48 Raoul y Marguerite d’Harcourt. La musique des 50 Durán, Música aborigen, 5.
Incas et ses survivances (París: Paul Geuthner, 1925). 51 Ibíd., 4.

49
SONOCORDIA

perspectivas estéticas musicales (or- La Suite Ecuatoriana N.º 1 compuesta en


ganicismo) y cientificistas (evolu- 1915 tiene cuatro movimientos titula-
cionismo) europeas que aplican para dos: I. Preludio sinfónico (“Salve, salve,
explicar el desarrollo de estas mú- gran señora”, cántico religioso indíge-
sicas. Si hay disidencia en el pasa- na-ecuatoriano), II. Danza ecuatoriana
do, pero coincidencia en el abordaje (sanjuanito), III. Romanza sin palabras
del material musical, el interrogante (sobre un yaraví) y IV. Rondó (tema ori-
que surge es cómo se trasladan estos ginal). La Suite Ecuatoriana N.º 2 está
discursos a las obras de carácter in- compuesta de cinco movimientos ti-
digenista/nativista y/o nacionalista tulados: I. Danzante, II. Sanjuanito, III.
dentro del corpus de obras de ambos Yaraví, IV. Pasillo y V. Rondeña.52 La Sui-
compositores. te Ecuatoriana N.º 3 es de 1956 y, al igual
que la segunda, también se conforma
Las obras de cinco movimientos: I. Albazo (albo-
rada de fiesta campestre), II. Plegaria
El catálogo de obras de Segundo Luis (sobre un cántico religioso-popular),
Moreno y Sixto María Durán es muy III. Danzante (danza ritual indígena),
amplio y variado. Por un lado, hay IV. Nocturno (sobre un yaraví criollo
obras para distintos orgánicos, desde imbabureño) y V. Sanjuanito (danza
música de cámara, piezas para pia- autóctona). El uso de un género euro-
no, hasta obras para banda sinfónica peo como el de la suite, pero basado en
y para orquesta; y por otro, hay una danzas ecuatorianas, hacen al carácter
aproximación a distintos géneros, ‘nacional(ista)’ de estas obras a la ma-
desde obras de tipo académico como nera en que la historia del nacionalismo
sinfonías e incluso obras religiosas musical de origen europeo ha extendido
hasta piezas populares y/o folkló- su práctica, es decir, en la combinación
ricas tanto indígenas como criollas. de elementos de la tradición musical
Los cargos que ambos desempeñaron escrita de Centroeuropa (sobre todo
tampoco fueron ajenos a sus com- Francia, Alemania-Austria, Italia) con
posiciones musicales. Por su función elementos autóctonos propios del lu-
como jefe de bandas, Moreno escri- gar de origen del compositor (en este
bió numerosas marchas para banda caso, Ecuador). En este sentido, More-
sinfónica; en tanto que Durán, que se no extiende esa tradición romántica al
desempeñó como director de escuelas, utilizar melodías presentes en las tra-
compuso varios himnos escolares. diciones locales folklóricas y/o popu-
En el caso de Moreno, su obra pa- lares, armonizadas en el contexto de la
reciera estar directamente influencia- orquesta de raigambre europea.
da por sus trabajos de campo. Es decir, Si bien como ya mencionara,
que utiliza las músicas indígenas con Moreno se vale de diversos géneros
pretendido origen prehispánico, pero folklóricos indígenas para la creación
con fuerte vigencia contemporánea de sus obras de carácter nacionalista,
recogidas mediante la observación y el más utilizado por este autor es el
escucha directas. La combinación de del sanjuanito (ejemplo 1, arriba, pá-
elementos folklóricos/populares y los gina siguiente).
de la tradición musical académica eu-
ropea se ve claramente reflejada en sus 52 En el caso de esta suite se desconoce la fecha
de composición. Es posible que se haya compuesto
tres suites ecuatorianas para orquesta. alrededor de los años 30, comienzos de 1940.

UArtes Ediciones 50
Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena

Ejemplo 1. Fragmento en reducción de piano del segundo movimiento (Danza ecuatoriana: sanjuanito) de la
Suite Ecuatoriana N.º 1 de Segundo Luis Moreno.

En este fragmento se observa cómo Mo- defensores del pasado musical incai-
reno juega entre dos modos pentatónicos co (Durán) como para sus detractores
menores (mi y la) y ciertos cromatismos (Moreno). Así, según los d’Harcourt, el
y alteraciones para crear acordes de do- sanjuanito sería un derivado del huay-
minante y así generar tensión armónica no peruano introducido por los incas,
(el mi menor se convierte en mayor fun- mientras que el mismo Moreno, en-
cionando como acorde dominante de la, tre otros, explicaba que la dominación
concluyendo el fragmento con el acorde inca fue demasiado breve y resistida
de si mayor como dominante para volver por la cultura como para influir en su
al mi menor). música, por lo que el sanjuanito ten-
Según María Cristina Verdesoto, dría un origen anterior (más allá de
Moreno hace una clasificación entre un su nombre, que pudo ser modificado a
sanjuanito indígena y un “San Juan de raíz de la colonización o, en todo caso,
blancos” o “San Juan Mestizo”, distin- renombrado por los españoles y por el
guiendo al género entre pre y poscolo- cual se conoce a este género en la ac-
nial (y haciendo uso, como puede verse tualidad).54
en el ejemplo 1, de este último).53 Esta Sixto María Durán, en contraste
autora también menciona dos teorías con Moreno, utiliza muy poco la temá-
acerca de sus orígenes, que lo convier- tica indigenista en sus obras, y en los
ten en un género viable tanto para los casos que sí la aborda tiende a referir
directamente a una conexión incaica
53 María Cristina Verdesoto. “El sanjuanito como imaginaria. Durán escribe además una
elemento nacionalista en la música académica
ecuatoriana”, El Diablo Ocioso, Revista Musical Ecua-
toriana, N.º 13 (agosto 2017): 15. 54 Ibíd., 12-14.

51
SONOCORDIA

ópera de temática nacional basada en lada “Yaraví (serenata)” (ganadora del


la novela decimonónica de Juan León segundo premio en el Concurso Ecuato-
Mera titulada Cumandá. Pero si bien la riano organizado por la Asociación Ar-
obra de Mera hace alusión a los grupos gentina de Música de Cámara y publicada
nativos de la selva, Durán los transfor- por esta misma institución en 1941), en
ma en incas, y hace uso de los recursos donde utiliza la pentatonía en la voz su-
descriptos por él en sus discursos sobre perior, acompañada de ciertos patrones
música incaica, aunque más que nada rítmicos en el estilo de las músicas indíge-
como elemento evocativo de tipo me- nas, revestidos de un desarrollo armónico
lódico y rítmico.55 Ejemplo de ello puede de la tradición de la música académica eu-
verse en su obra para canto y piano titu- ropea (ejemplo 2).

Ejemplo 2. Fragmento de “Yaraví (serenata)” para canto y piano. Letra de Marcos Ferraris y música
de Sixto María Durán, compases 21 a 24.

Como se observa en los primeros dos petición del patrón rítmico. En los dos
compases (cc. 21-22), Durán crea una compases siguientes (23-24) le sigue el
melodía pentatónica con las notas sol, mismo patrón melódico en la mano de-
si bemol, do, re, fa en la voz y la mano recha del piano en la escala pentatóni-
derecha del piano, utilizando el bajo y ca de do menor, con el si becuadro para
las voces intermedias para armonizar crear el acorde dominante de sol.
la melodía, produciendo tensión con el Recursos similares emplea en su
uso del fa sostenido y la utilización del obra “Leyenda incásica” para flauta y
acorde de dominante, sumado a la re- piano (ejemplo 3).

Ejemplo 3. Fragmento de la pieza para flauta y piano “Leyenda incásica” de Sixto María Durán.

55 Sobre las diferentes versiones operísticas de al Nationalism and Ethnic Music in Latin America, ed.
Cumandá véase Ketty Wong. “Cumandá: A Leitmo- William H. Beezley (Albuquerque: University of New
tiv in Ecuadorian Operas? Musical Nationalism and Mexico Press, 2018): 129-147.
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UArtes Ediciones 52
Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena

Aquí podemos ver nuevamente el uso de Durán— en la construcción de una


de la pentatonía en la voz superior (en música académica de tipo nacionalista,
este caso de re menor) y el patrón rít- ambos se valieron de los mismos re-
mico del piano que armoniza y genera cursos sonoros. Estos se reducen más
tensión con el uso del do sostenido es- que nada al uso de las escalas penta-
tableciendo el acorde de dominante. tónicas en algunos pasajes motívicos,
y algunos ritmos propios de ciertos
géneros de música indígena, en com-
A modo de conclusión binación con armonizaciones e instru-
mentaciones de la música académica
A partir de lo expuesto hasta aquí es europea. Así, la pentatonía funciona
posible determinar las diferencias, o como cita directa o como simple evo-
incluso incongruencias, entre dos ti- cación del paisaje andino sin necesidad
pos de discursos: el literario y el mu- de explorar en profundidad o utilizar
sical. Si bien en sus escritos Moreno y otros recursos, salvo algunos elemen-
Durán plantearon pasados musicales tos rítmicos. Es la construcción de una
anclados en diferentes versiones his- sonoridad ecuatoriana que no distin-
tóricas acerca de los pobladores indí- gue, al menos auditivamente, entre un
genas —ya sea del supuesto ‘Reino de pasado indígena romantizado (como
Quito’ y la reivindicación del indígena en el caso de Durán) o uno que busca
contemporáneo, como en los discursos incorporar al indígena contemporáneo
de Moreno, o del pasado incaico ancla- (como sucede en el discurso literario
do en una visión romantizada del pa- de Moreno), y que, a su vez, pretende
sado prácticamente desvinculada del evocar un paisaje sonoro más amplio,
indígena del presente, como en el caso de tipo panandino o incluso americano.

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UArtes Ediciones 56
Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

Las bandas militares


en el Ecuador:
Crónicas sonoras de la
Revolución Liberal (1895-1912)
Ketty Wong
Universidad de Kansas
ketwong@ku.edu

Resumen
Este artículo examina el rol que tuvieron las bandas del Ejército Ecuatoriano en la crea-
ción y difusión de una música instrumental de carácter patriótico durante el período
de la Revolución Liberal. Los directores y músicos de banda dejaron un importante
legado de marchas, boleros y pasodobles marciales que conmemoran a los héroes y
mártires de la contienda liberal. Aunque la mayor parte de este repertorio bandístico
y sus compositores están ausentes en la historiografía de la música ecuatoriana, su
influencia en la estética y prácticas musicales de principios del siglo XX fue marcada
y constituye una suerte de crónica sonora que registra momentos claves de la historia
política del país; especialmente el triunfo de la Revolución Liberal (1895), el conflicto
limítrofe con el Perú (1910) y la guerra civil al interior del Partido Liberal que terminó
con el asesinato del General Eloy Alfaro (1912). Este estudio sugiere que los músicos
de las bandas militares generaron un ‘nacionalismo musical de carácter patriótico’ que se
desarrolló paralelamente al ‘nacionalismo académico’ en la música clásica ecuatoriana, y
al ‘nacionalismo popular’ representado por la ‘música nacional’. Basado en la revisión de
las listas de revista de comisario del Ejército Ecuatoriano, así como partituras de música
de banda y grabaciones en discos de pizarra de principios del siglo XX, este estudio su-
giere que las bandas militares no solo cumplían su función militar y ofrecían momentos de
esparcimiento a través de las retretas que presentaban en los parques, sino que también
dejaron constancia sonora de los principales acontecimientos políticos del país.
Palabras claves: Ecuador, bandas militares, Revolución Liberal, nacionalismo musical,
música patriótica.

57
Recibido: 09 septiembre de 2021 / Aprobado: 28 de septiembre de 2021
SONOCORDIA

Title: Military bands in Ecua- Las bandas militares han tenido un


dor: Sonic Chronicles of the rol protagónico en la historia social y
Liberal Revolution (1895-1912) política del Ecuador, particularmen-
Abstract te en las postrimerías del siglo XIX y
This article examines the role that military comienzos del XX. Además de marcar
bands played in the creation and dissemi- los toques de ordenanza y el ritmo en
nation of patriotic instrumental music during los ejercicios y marchas de instrucción
the Liberal Revolution period. Band directors que regulan las actividades del ejérci-
and musicians left an important legacy of to, estas bandas también proveían el
marches, boleros, and martial pasodobles acompañamiento musical en los desfi-
that commemorate the heroes and martyrs les militares, las procesiones fúnebres,
of the liberal war. Although most of this band las fiestas populares y las famosas re-
repertoire and its composers are invisible in tretas donde presentaban un variado
the historiography of Ecuadorian music, its repertorio. Su carácter itinerante, al
influence on the musical practices and aes- estar sujetas a las constantes movili-
thetics of the early 20th century was signi- zaciones de las unidades de arma a las
ficant and constitutes a sonic chronicle that que pertenecían, dio lugar a la creación
highlights key moments in the country’s po- de las bandas civiles y las bandas de
litical history, especially the triumph of the
pueblo para suplir la creciente deman-
Liberal Revolution (1895), the border con-
da musical en los nuevos espacios ur-
flict between Ecuador and Peru (1910), and
banos y formas de ocio que surgieron
the civil war of 1912, which ended with the
con la aparición de la clase burguesa.
assassination of General Eloy Alfaro (1912).
Los investigadores de la músi-
This study suggests that the musicians of
ca bandística afirman que las bandas
the military bands generated a “patriotic na-
de música fueron «motores de demo-
tionalism” that developed concurrently to the
“academic nationalism” in Ecuadorian con- cratización de la cultura musical» al
cert music, and to the “popular nationalism” sacar a las calles la música sinfónica
represented by the so-called ‘national mu- y las óperas, operetas y zarzuelas que
sic’. Based on the revision of commissar re- se escuchaban exclusivamente en el
views from the Ecuadorian Army, as well as contexto del teatro.1 También seña-
scores and recordings from the early twen- lan que con esta práctica cultural las
tieth century, this study suggests that the élites buscaban educar el gusto mu-
military bands not only fulfilled their military sical del pueblo de acuerdo a sus pre-
function and provided moments of relaxation ferencias estéticas y así mantener su
through the retretas performed in the parks, hegemonía de clase. Por otra parte, se
but also left a sound record of the main poli- ha examinado el escenario de la retre-
tical events in the country. ta como un vehículo efectivo para el
Keywords: Ecuador, military bands, Liberal desarrollo de la cultura popular y un
Revolution, musical nationalism, patriotic preámbulo a la cultura de masas que
music. se desarrolló en el siglo XX.2 Además,
se ha destacado la importancia de las

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UArtes Ediciones 58
Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

bandas de música como un centro de toriana, su influencia en la estética y


instrucción musical donde los solda- prácticas musicales de principios del
dos adquirían los rudimentos básicos siglo XX fue marcada y constituye una
de la música cuando aún no existía suerte de crónica sonora que expone
una institución musical que cumpliera momentos claves en la historia políti-
esa función. Siendo esta agrupación el ca del país. Se entiende como ‘crónica’
único elemento de la cultura musical a una historia detallada de un país o
popular que existía y convocaba a un una región, de una época, de una per-
público amplio y diverso en el Ecuador sona destacada o de un acontecimien-
de la segunda mitad del siglo XIX,3 es to importante, escrita por un testigo
sorprendente la falta de atención aca- ocular o por un contemporáneo que
démica que han recibido los músicos y ha registrado todos los pormenores
el repertorio musical de las bandas del que ha visto.4 Generalmente se asume
Ejército Ecuatoriano. a la crónica como un texto de carác-
Este artículo busca llenar ese ter histórico o literario; sin embargo,
vacío e incorporar la música militar una crónica también puede ser narra-
de principios del siglo XX en la his- da en forma sonora a través de géne-
toriografía de la música ecuatoria- ros musicales que tienen una semán-
na. El principal objetivo es visibilizar tica establecida y reconocida por un
la producción musical de las bandas colectivo de oyentes, como es el caso
militares como ‘crónicas sonoras’ de de la marcha militar y la marcha fúne-
importantes acontecimientos histó- bre. Aunque el contexto histórico del
ricos y políticos durante el período de país ha cambiado y en la actualidad
la Revolución Liberal. ¿Quiénes fueron la música marcial ha sido relegada a
los directores de las bandas militares contextos estrictamente militares, el
de ese tiempo? ¿Qué tipo de música hecho de que las compañías discográ-
componían y con qué propósito? ¿Qué ficas internacionales hayan grabado
recepción tenía la música patriótica una serie de marchas patrióticas para
fuera del contexto militar? ¿Eran los el consumo local de los ecuatorianos
músicos de banda soldados activos en la década de 1910 es sintomático de
o acaso formaban parte del perso- la importancia que tenía este tipo de
nal asimilado que prestaba servicio al música en esa época.
ejército? Este estudio sugiere que los Esta investigación está basada en
músicos de las bandas militares ge- fuentes primarias que incluyen la re-
neraron un ‘nacionalismo musical de visión de dos importantes colecciones
carácter patriótico’ que se desarrolló musicales que reposan actualmente
paralelamente al ‘nacionalismo aca- en el Archivo Histórico del Ministerio
démico’ en la música clásica ecua- de Cultura y Patrimonio.5 La primera
toriana, y también al ‘nacionalismo
popular’ representado por la llamada 4 Esta definición fue tomada del artículo “Crónica”,
‘música nacional’. publicado en Wikipedia.
5 El Archivo Histórico del Ministerio de Cultura y
Aunque la mayor parte del re- Patrimonio (AH–MCYP) perteneció anteriormen-
pertorio de las bandas militares y te al Departamento de Cultura del Banco Central
del Ecuador (BCE). Fue en esa época (2002-2004)
sus compositores están ausentes en cuando consulté estas colecciones del Archivo His-
tórico como parte de un trabajo de investigación
la historiografía de la música ecua-
que realicé para el BCE. Las fotos de los discos de
pizarra que aparecen en este artículo llevan el cré-
3 Segundo Luis Moreno. La música en el Ecuador. dito del AH–MCYP para ser consecuente con el es-
Tercera Parte: La República (Quito: Inédito, 1950). tado actual del Archivo Histórico.

59
SONOCORDIA

es la Colección de Discos de Pizarra nalismos musicales y cómo estos crean


con música ecuatoriana grabada en los una identidad colectiva y un sentido de
inicios del siglo XX por diversas ban- pertenencia a un país. Quiero aclarar
das del Ejército y del extranjero para que esta investigación se enfoca ex-
compañías discográficas internacio- clusivamente en las bandas militares,
nales, como Victor Talking Machine, y no en las bandas civiles o las bandas
Columbia, Beka y Favorite Records. de pueblo, cuyos contextos sociales y
La segunda es el Fondo Musical Vaca, performativos no guardan relación al-
una extensa colección de partituras guna con el mundo militar.
para varios formatos, especialmente
de banda, compilada por José Miguel
Vaca Flores, director de banda de ori- Las bandas militares en el Ecuador
gen lojano. Información sobre los di-
rectores y músicos de las bandas mili- Según los escritos de Juan Agustín
tares provienen de las listas de revista Guerrero,7 la banda militar era des-
de comisario6 que reposan en el archi- conocida en el país hasta 1818, año en
vo del Centro de Estudios Históricos que el batallón Numancia del ejérci-
del Ejército Ecuatoriano. Otras fuen- to realista cruzó el actual territorio
tes primarias importantes que han ecuatoriano desde Medellín en direc-
sido consultadas son el Fondo Musi- ción al Perú para apoyar al virrey en la
cal de la Biblioteca Carlos A. Rolando defensa de los territorios después de
y el tercer volumen (La República) del la Reconquista de Chile. El portentoso
manuscrito La música en el Ecuador de y brillante sonido de los instrumentos
Segundo Luis Moreno (1950). de viento, algunos nunca antes vistos
El estudio está dividido en tres en Ecuador, llamaron la atención de
secciones. La primera examina la ban- los moradores que encontraban a su
da militar y su rol dentro del ejército. paso. Después llegó el Ejército Liber-
La segunda sección explora la música tador para apoyar el movimiento in-
militar que se compuso en reacción al dependentista. Segundo Luis Moreno
triunfo de la Revolución Liberal (1895), señala que las bandas militares que
el conflicto limítrofe de 1910 con el lo acompañaban eran probablemente
Perú y la guerra civil de 1912 al interior bandas de guerra, puesto que le pare-
del Partido Liberal. La tercera sección ce inverosímil que este ejército haya
presenta una reflexión sobre los nacio- tenido bandas de música en todas sus
unidades en esa época.8
6 Las listas de revista de comisario son los reportes
que los comandantes de cada unidad militar emitían
Las bandas militares de ese tiem-
al iniciar el mes, en las cuales se verificaba el nom- po eran pequeñas y se conocían con el
bre y el número de individuos que conformaban el
cuerpo castrense para efectos de pago de sueldos. nombre de bandas de guerra. Esta-
En estas listas constaba el nombre de la unidad, el
nombre de la compañía, el rango, nombre y ape- ban formadas por clarines o cornetas
llido del soldado, el destino (es decir, si se encon- (dependiendo de la unidad de armas)
traba presente o en otro lugar) y las novedades. En
este último acápite constan datos de lo sucedido y tambores, con los cuales se marca-
con el individuo; por ejemplo, si desertó, si se fue
con la baja,  si se encontraba enfermo o fue tras- ban los toques de ordenanza que re-
ladado hacia otra unidad.  Marisol Aguilar Echeve-
rría. “Las listas de revista de comisario del Ejército
de Ecuador: Un instrumento de administración de 7 J. Agustín Guerrero. La música ecuatoriana desde su
tropas utilizado a inicios del período republicano origen hasta 1875, 2a ed. (Quito: Banco Central del
(1830-1860)”, en Revista Caribeña de Ciencias So- Ecuador, 1984 [1a. ed. Quito: Imprenta Nacional,
ciales, 2019. En línea: https://www.eumed.net/rev/ 1876]): 16.
caribe/2019/03/listas-revista-ejercito.html //hdl. 8 Segundo Luis Moreno. La música en el Ecuador.
handle.net/20.500.11763/caribe1903listas-revis- Tercera Parte: La República. (Quito: Inédito, 1950):
ta-ejercito [Acceso 17 agosto 2021]. 290.

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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

gulan las actividades del ejército en En su estudio del Ecuador del si-
el cuartel y también en el combate.9 glo XIX, el historiador Enrique Ayala
Con el avance tecnológico en la cons- Mora indica que «la gente, en especial
trucción de los instrumentos de vien- los niños, se distraían observando los
to, las bandas militares comenzaron ejercicios castrenses que se desarro-
a crecer y diversificar su repertorio al llaban en las plazas públicas, debido
incorporar otros estilos musicales que a la estrechez del espacio en los cuar-
interpretaban en los eventos civiles teles».11 Después de los ejercicios cas-
y religiosos. Con el tiempo, empeza- trenses, las bandas militares solían
ron a formarse varias agrupaciones animar las fiestas populares con mú-
de bandas civiles y bandas de pueblo sica, y algunas veces los jefes y oficia-
para cubrir la demanda musical en los les contribuían con el aguardiente o la
nuevos espacios y tiempos de ocio que comida para la fiesta.
aparecieron con el surgimiento de la Las retretas empezaban usual-
clase burguesa. mente con una obertura o un mosaico
Sin duda alguna fueron las re- de una ópera, después interpretaban
tretas, que se tocaban regularmente unas piezas de salón, y terminaban el
los jueves, domingos y días feriados, evento tocando un pasodoble marcial,
donde las bandas militares se con- con el cual la banda se retiraba con
virtieron en una fuente de entrete- paso ligero al cuartel.12 De hecho, el
nimiento social. El programa de las término ‘retreta’ se deriva de la pala-
retretas era publicado en los periódi- bra ‘retrait’ (‘retirada’ en francés). Un
cos con antelación y el público acu- anuncio del programa de la retreta del
día donde tocaba su banda favorita. 18 de enero de 1868 salió publicado en
Moreno describe las retretas en los el diario Los Andes. La Banda del Ba-
siguientes términos: tallón N.o 1, dirigida por Antonio Neu-
mane (el autor de la música del Himno
Las audiciones públicas que daban Nacional), tocó la Cavatina de la ópe-
las bandas del ejército los jueves y ra El Pirata del maestro Bellini, el Vals
domingos, eran esperadas con ver- Las Delicias de José Gungé, y la Marcha
dadera ilusión, y habían aficionados redoblada.13 Ese mismo día se presen-
que se tomaban el trabajo de acudir tó también la Banda de Artillería bajo
a la Zona Militar para informarse la dirección de Juan José Allende to-
con tiempo del lugar en que daría cando el aria de la ópera Ana Bolena de
la retreta la banda de sus especiales Gaetano Donizetti, un “Vals nuevo”, y
simpatías, aquella que sabían daba una “Polka nueva”.14
al público las más bellas seleccio- La educación musical que reci-
nes de música melodramática y los bían los soldados que integraban las
mejores trozos de música sinfóni- bandas militares en las postrimerías
ca. Las bandas militares eran, pues,
11 Enrique Ayala Mora. Ecuador del siglo XIX. Estado
elemento activo de cultura artística Nacional, Ejército, Iglesia y Municipio (Quito: Univer-
y de noble regocijo popular.10 sidad Andina Simón Bolívar, 2011): 164.
12 Por lo general, la marcha tiene un tempo equi-
valente a 60 pasos por minuto, mientras que en el
pasodoble se dan 120 pasos por minuto (de ahí su
nombre).
9 Los toques de ordenanza son señales musicales 13 Es posible que la “Marcha redoblada” se refiera
ejecutadas por los clarines y tambores para indicar al ‘pasodoble’, la pieza con la cual se acostumbraba
las diferentes acciones militares sin utilizar una voz terminar la retreta.
de mando. 14 Guido Garay. La música en el Guayaquil de antaño
10 Moreno, La música en el Ecuador. Tercera parte, 291. (Guayaquil: Imprenta Puntolitho, 1998): 3.

61
SONOCORDIA

del siglo XIX era muy rigurosa. More- dos para dar clases en el Conservato-
no describe el proceso de aprendizaje rio, como fue el caso del español Ra-
como un «procedimiento relámpago» món Rey, cuyo contrato requería que
y «casi despiadado». dirigiera la banda del Regimiento de
Artillería Bolívar y también dictase
Las bandas sometían a sus discípu- clases de teoría, piano e instrumentos
los a un intenso y rapidísimo apren- de viento en el Conservatorio.
dizaje de los elementos de la teoría Es importante conocer la es-
musical, e inmediatamente les po- tructura del ejército para entender la
nían a practicar los instrumentos, organización y las funciones de las
con el fin de acelerar la formación de bandas militares. El ejército está for-
la “embocadura”, y a efectuar ejer- mado por cuatro armas: infantería,
cicios mecánicos de adiestramiento. artillería, caballería e ingenieros. La
Este método, casi despiadado con los unidad militar de artillería es la bri-
principiantes, ha estado constan- gada, formada por varias baterías. La
temente en planta hasta hace poco unidad militar de infantería es el ba-
tiempo en que aún se enseñaba mú- tallón, dividido en compañías. La de
sica en los cuarteles militares. Pero caballería es el regimiento, formado
con este procedimiento relámpago, por escuadrones. El servicio de inge-
cualquier discípulo de mediana in- nieros se componía de compañías in-
teligencia, a los seis meses entraba dependientes, y estas se dividían en
a practicar en la banda.15 secciones (ferrocarriles, zapadores,
electricistas, etc.).
Los archivos revisados no dan infor- En el siglo XIX, el Ejército Ecua-
mación sobre quién seleccionaba el toriano estaba formado por el ejército
instrumento a tocarse en la banda: si regular permanente y los cuerpos de
el soldado o el director de banda. El la Guardia Nacional (milicias locales).
sistema de enseñanza cambió signifi- La Guardia Nacional se componía de
cativamente para algunos integrantes todos los ecuatorianos hábiles para
de las bandas cuando estos comenza- tomar las armas y se dividían en ac-
ron a estudiar en el Conservatorio Na- tivos, auxiliares y pasivos. La Figura
cional. No es una coincidencia que Se- 1 muestra la organización del ejérci-
gundo Luis Moreno haya iniciado sus to regular permanente entre 1894 y
estudios formales en el Conservatorio 1896. El ejército tenía dos brigadas de
en 1906, el mismo año en que ingre- artillería: una de plaza en Guayaquil y
só al ejército como músico de la pla- otra de campaña en Quito; ambas te-
na mayor del Regimiento Esmeraldas, nían una plana mayor17 y tres o cua-
acantonado en Quito.16 Los soldados tro baterías. El ejército también con-
de tropa, sin embargo, continuaban su taba con cinco batallones, cada uno
entrenamiento musical en el cuartel formado por cuatro compañías, y un
con el «procedimiento relámpago». regimiento de caballería con tres es-
Las revistas de comisario del Ejérci- cuadrones. Este regimiento y los cin-
to Ecuatoriano muestran que algunos co batallones de infantería tenían sus
directores extranjeros eran contrata- respectivas planas mayores.

15 Moreno, La música en el Ecuador. Tercera parte, 290.


16 Dato tomado del reporte de montepío de Se- 17 Plana Mayor es el conjunto de personas que cum-
gundo Luis Moreno, emitido por la Junta Planifica- plen la función de proporcionar asesoramiento y
dora de Servicios Militares. asistencia al comandante en el ejercicio del mando.

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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

Figura 1: Distribución del Ejército regular permanente


se utilizaba la trompeta). Los músicos de
(1894-1896). Elaborado por Jorge Martínez Bucheli y
publicado en su libro La primera misión militar chilena las bandas de guerra también integraban
y su influencia en el Ejército Ecuatoriano (1899-1905).18 las bandas de música.
El número de integrantes de las
Las bandas militares estaban sujetas a la bandas de música varía de acuerdo a la
Dirección General de Bandas Militares. unidad militar y a la época. En los ini-
Todos los batallones, regimientos y cios del siglo XX había generalmente
brigadas, así como la guardia presi- de 28 a 32 músicos. El número se in-
dencial, tenían una banda de música en crementaba en el caso de las presti-
su plana mayor y contaban en su personal giosas bandas de los Regimientos de
con un director de banda que tenía el Artillería Bolívar y Sucre, con plaza en
rango y el sueldo de un capitán.19 Debido Quito y Guayaquil, respectivamente.
a su prestigio y nivel de formación, Los músicos militares que prestaban
algunos directores tenían el rango de servicio activo en el ejército tenían los
Mayor o Teniente Coronel. Aparte del grados de sargento (primero y segun-
director, las compañías y escuadrones do) y cabo primero, con los sueldos
contaban con un músico mayor y un respectivos a esos rangos, mientras
tambor mayor en su banda de guerra, que aquellos que no formaban parte
formada por una o dos cornetas y los del ejército eran considerados ‘músi-
tambores (en las baterías generalmente cos asimilados’. Estos últimos recibían
el sueldo de un cabo segundo, es decir,
que los músicos de banda eran mejor
18 Jorge Martínez Bucheli. La primera misión militar
chilena y su influencia en el Ejército Ecuatoriano (1899- remunerados que los soldados de tro-
1905), Libro Vol. 36 (Quito: CEHE, 2015): 25.
19 Las revistas de comisario muestran que el sueldo de pa. Cabe señalar que los músicos mi-
capitán en ese período era de 140 sucres. Este sueldo litares participaban en las acciones de
disminuye gradualmente en las siguientes décadas.

63
SONOCORDIA

armas, no así los músicos asimilados, Juan José Allende fue director de la
que estaban exentos.20 Banda de Artillería en Guayaquil de
Moreno indica que el prestigio 1857 a 1865; 23 el portugués Claudino
de las unidades militares se medía Roza dirigió la Banda del Regimien-
por la calidad musical de sus bandas, to de Artillería Sucre, paralelamente
razón por la cual el Ministerio de a su cargo de director de la Escuela
Guerra y Marina no escatimaba es- de Música de la Sociedad Filantrópi-
fuerzos para contratar a los mejores ca del Guayas (1891-1931); el italiano
directores extranjeros y músicos na- N. Bernardi dirigió la Banda del Ba-
cionales. 21 Los primeros directores de tallón N. o 2 de Infantería, la cual se
banda fueron músicos profesionales guarnecía en Cuenca cuando estuvo a
de origen europeo. Antonio Neuma- punto de ser enviada a la Exposición
ne, 22 por ejemplo, dirigió la Banda Universal de Chicago (1893) para re-
del Batallón Vencedores en los años presentar al Ecuador en los eventos
sesenta del siglo XIX; el argentino internacionales allí programados.

Figura 2: Banda de Música del Batallón N.o 2 de


Línea. Foto tomada del libro Ecuador en Chicago,
20 Los músicos militares participaron en las ba- 1894: 267.
tallas de Gatazo (14 de agosto, 1895), Puerto Pilo
(6 de agosto, 1896), Cuenca (23 de agosto, 1896),
Samancajas (21 de enero, 1899) y otras más. 23 Juan José Allende Pizarro (1814-1880) fue director
21 Moreno, La música en el Ecuador. Tercera parte, 290. de banda militar en Guayaquil (1857-1865). En 1865
22 Antonio Neumane llegó a Guayaquil ca. 1841- dirigió la banda del Batallón N.o 2 en Quito. Compuso
42 con una compañía italiana. En 1843, durante el la música del primer Himno Nacional en 1865, con
gobierno de Juan José Flores, fue contratado como letra del poeta guayaquileño José Joaquín de Olmedo.
director de banda y profesor de música del Batallón Sin embargo, fue el himno compuesto por Antonio
N.o 1 de la Plaza de Guayaquil. En 1851 viajó a Lima, Neumane, con base en la letra del escritor ambateño
Europa y Chile; después regresó a Guayaquil como Juan León Mera, el que fue oficializado en 1866 como
director de bandas militares. En 1870 asumió la di- el Himno Nacional del Ecuador. http://historiascines.
rección del Conservatorio Nacional fundado por el blogspot.com/search/label/Juan%20José%20Allende
presidente Gabriel García Moreno. [Consultado el 29 de junio del 2021].

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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

Formada por noventa músicos, esta Eduardo Osa Madrid (1874-1936), Cla-
banda era conocida por la excelencia ro Blacio (n. 1870), Guillermo Cárdenas
de sus músicos, instrumental y re- (1870s-1926) y Federico Borja. Los dos
pertorio musical. 24 El italiano Pedro últimos fueron compositores y arreglis-
Traversari Branzanti estuvo a car- tas de numerosas piezas para banda, y
go de la dirección general de Bandas también dirigieron las bandas milita-
del Ejército en la década de 1870, y res que grabaron los primeros discos de
también entre 1901 y 1903, cuando pizarra con música ecuatoriana, parti-
regresó al Ecuador para dictar clases cularmente la banda del Regimiento de
en el Conservatorio refundado por Artillería Bolívar y la banda del Batallón
Eloy Alfaro. Vencedores N.o 1 de Línea.
La dirección de las bandas mili- Es conocido que en un inicio las
tares también estuvo a cargo de reco- bandas de música carecían de un reper-
nocidos músicos ecuatorianos. Algunos torio propio para el formato de banda y
fueron estudiantes del primer Conser- las piezas que interpretaban eran gene-
vatorio (1870-1877), como Aparicio ralmente transcripciones de sinfonías
Córdoba (1840s-1931) y Carlos Amable y segmentos de óperas, operetas y zar-
Ortiz (1859-1937); otros fueron alumnos zuelas. Los directores de banda también
o profesores del segundo Conservatorio hacían arreglos de la música de salón
(refundado en 1900), como Segundo Luis (vals y mazurka) y la música popular
Moreno (1882-1972), Francisco Salgado nacional e internacional que se escu-
(1880-1970),25 Pedro Pablo Traversari chaba en esa época (pasillo, sanjuanito,
Salazar (1874-1956)26 y Miguel Muñoz foxtrot, one-step, tango). Lo que me-
(s. XIX-1947).27 En el volumen “La Re- nos se conoce es que las bandas milita-
pública” de La música en el Ecuador, Mo- res tocaban un repertorio original que
reno cita a otros directores de bandas incluía música de carácter marcial. Es-
militares cuyos nombres son menos co- tas son las obras que examinaremos en
nocidos en la historiografía de la música la siguiente sección. Presento tres casos
ecuatoriana, pero que cuentan con una puntuales donde la música de las ban-
significativa producción musical, como das militares se convirtió en ‘crónicas
Virgilio Chávez (1858-1914), Antonio sonoras’ de la historia ecuatoriana: 1) el
Nieto (1859-1922) y José Casimiro Are- triunfo de la Revolución Liberal (1895),
llano (1880-1970). Existen otros direc- 2) el conflicto limítrofe entre Ecuador
tores de banda que aparecen en las listas y Perú (1910), y la guerra civil al inte-
de revista de comisario y cuyas partitu- rior del Partido Liberal que terminó con
ras se encuentran en el Fondo Musical la muerte de Eloy Alfaro. Estos fueron
Vaca y el Fondo Musical de la Bibliote- momentos claves en que los ecuato-
ca Carlos A. Rolando, como es el caso de rianos se vieron obligados a repensar
los símbolos de la nación y su identidad
24 Moreno, La música en Ecuador. Tercera parte, 295- musical como país.
296.
25 Francisco Salgado fue director de la Banda del
Regimiento de Artillería Bolívar hasta 1925. Com-
puso una sinfonía en cuatro movimientos para el
concurso de composición organizado por la Junta El triunfo de la Revolución Liberal
del Centenario del Pichincha para conmemorar el
centenario de la Batalla del Pichincha.
26 Al igual que su padre, Pedro Traversari Sala- La Revolución Liberal trajo profundas
zar fue director general de las Bandas del Ejército transformaciones sociales con el cam-
(1908).
27 Miguel Muñoz fue director de la banda del bio de poder político, la secularización
Regimiento de Artillería Bolívar en 1909 a 1913.

65
SONOCORDIA

de la sociedad y la modernización del Eloy Alfaro” de Federico Borja,30 y el vals


país. Las bandas militares celebraron “Presidente Alfaro” de Luis Gálvez.31
el triunfo con marchas, pasodobles y Aunque el vals es un género de la música
boleros cuyos títulos rememoran per- de salón, su título identifica claramente
sonajes y momentos claves de la Re- al “Viejo Luchador”, término utilizado
volución. Un ejemplo es el pasodoble para referirse al General Alfaro. Es im-
“Triunfo liberal” de Federico Borja, portante señalar que no solo las bandas
grabado en Guayaquil para el sello Pre- militares conmemoraron el triunfo de
cioso de la compañía discográfica ale- la Revolución, puesto que músicos afi-
mana Favorite Records. Borja grabó y cionados de la aristocracia, burguesía y
dirigió esta pieza con la banda del Bata- sectores populares también dedicaron
llón Vencedores N.o 1 de Línea en Gua- piezas al líder alfarista, pero escritas
yaquil.28 El pasodoble, en este caso, es para el piano.32 Un ejemplo es la pieza
una marcha de tempo rápido que acom- “Defensores de la Honra Nacional” que
pañaba la retirada de la banda militar al la joven Mercedes R. Gaskell dedicó al
cuartel al término de la retreta. Borja es General Alfaro en 1895. Otro ejemplo es
una figura clave para entender el es- la pieza “Corona de Oro” que el músi-
pectro sonoro de la música ecuatoriana co guayaquileño José Casimiro Arellano
en los inicios del siglo XX, tanto por su compuso con motivo de la llegada del
fecunda y variada producción musical, ferrocarril a Quito en 1908.
como por su activa participación en la
grabación de los primeros discos de pi-
zarra con música ecuatoriana.29

Figura 3: Carátula del disco de pizarra con el


pasodoble “Triunfo liberal” de Federico Borja. Archivo
Histórico del MCYP. Foto de la autora.

Varias piezas dedicadas a Eloy Alfaro


Figura 4: Carátula de la partitura “Defensores de la
fueron grabadas en Guayaquil en esta Honra Nacional” de Mercedes R. Gaskell. Biblioteca
primera etapa de la Revolución. Un Carlos A. Rolando. Foto de la autora.
ejemplo es el pasodoble “Presidente
Teresa Alavedra, una joven de veintiún
28 Precioso Record. N.o 1-431027. Colección de años, compuso y dedicó el pasodoble
discos de pizarra, AH–MCYP, D-253.
29 De Federico Borja se tienen pocos datos biográ-
ficos. Se conoce que fue el director de banda del
Batallón Vencedores N.o 1 de Línea, pues su nom- 30 Colección de discos de pizarra, AH–MCYP, D-244.
bre aparece en las revistas de comisario del 7 de 31 Colección de discos de pizarra, AH–MCYP, D-493.
octubre de 1912 hasta el 7 de mayo de 1914. En 32 Aunque estas piezas de salón (de uso domésti-
octubre de 1914 pasó a dirigir la banda del Regi- co) no fueron grabadas en los discos de pizarra, sí
miento Sucre. se conservan las partituras manuscritas.

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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

“El Defensor” al diplomático ecuato- lizar, modernizar y unificar el ejército


riano Honorato Vásquez (n. 1855), quien nacional, que en ese entonces estaba
fue intermediario en las negociaciones formado por el ejército regular perma-
del Ecuador con el Rey Alfonso XIII para nente y el ejército de los montoneros y
solucionar el conflicto limítrofe entre chapulos alfaristas. Ambos ejércitos te-
Ecuador y Perú. La joven compuso esta nían experiencia de arma adquirida en
pieza para honrar la destacada actuación el campo de batalla, pero carecían de
de Vásquez en la defensa de la honra na- conocimientos prácticos de la estrategia
cional a su regreso de España en 1911. y táctica militar.35 Se contrató los servi-
Los músicos de las bandas mi- cios de la primera misión chilena para
litares y de la sociedad civil también restructurar el ejército, la cual perma-
dedicaron piezas al General Leónidas neció en el Ecuador de 1899 a 1905. En
Plaza, quien asumió la presidencia este período se elaboró el Proyecto de
del país en dos ocasiones (1901-1905 Ley Orgánica Militar, donde se definió,
y 19012-1916). En 1902, José Moi- entre otros temas, la composición del
sés Espinoza le dedicó el vals “Paz Ejército, la jerarquía militar, la división
y Progreso” mientras Plaza ejercía territorial militar del país, la organiza-
su primer mandato como presidente ción de los cuerpos de tropa en tiempos
constitucional. Por otra parte, Pedro de paz, la administración y mando del
Traversari33 compuso la marcha ti- Ejército y el paso del pie de paz al pie de
tulada “General Plaza”, grabada por guerra, entre otros temas. El jefe de la
la Banda del Regimiento de Artillería primera misión chilena para la unidad
Bolívar para el sello Precioso, bajo la de infantería fue el Mayor del Ejército
dirección de Miguel Muñoz.34 Chileno Luis Cabrera, mientras que el
de la unidad de artillería fue el Capitán
Enrique Medina.36
Los músicos de banda del ejérci-
to y los músicos aficionados dedicaron
algunas piezas a los jefes de la Misión
Chilena y a los lazos de amistad y coo-
peración que unían a Chile y Ecuador.
Emilio Banda, por ejemplo, escribió
un ciclo de cinco valses para piano ti-
tulado “Chile y Ecuador”, opus 20. La
introducción, en tiempo de marcha,
presenta los temas principales de los
Figura 5: Carátula del disco de pizarra con la marcha himnos nacionales de ambos países.
“General Plaza” de Pedro Traversari. Archivo Histórico
del MCYP. Foto de la autora. En la carátula de la partitura aparecen
los retratos de los presidentes Leónidas
Durante su primera presidencia, Eloy Plaza y Jermán Riesco sobre un escudo
Alfaro vio la necesidad de profesiona- que presenta las banderas flameantes
de ambos países en cada costado y un
33 En la carátula del disco consta el nombre Pe- cóndor posando sobre los retratos de
dro Traversari. Es muy posible que se trate de Pe-
dro Pablo Traversari Salazar, puesto que el direc-
tor Miguel Muñoz fue de director de la banda del 35 Edison Macías Núñez. Historia General del Ejército,
Regimiento de Artillería Bolívar de 1908 hasta 1913. Vol. 3 (Quito: Biblioteca del Ejército Ecuatoriano,
Para ese tiempo, Pedro Traversari Branzanti (1838- 2007).
1903), su padre, ya había fallecido. 36 Otros miembros de la Primera Misión Chilena
34 Colección de discos de pizarra, AH–MCYP, D-256. fueron los capitanes Luis Bravo y Julio Franzani.

67
SONOCORDIA

los presidentes, emulando así el escudo […] determinaba dificultades para lle-
del Ecuador. gar a un fallo apegado estrictamente
a normas jurídicas, por lo que creyó
pertinente emitir un fallo que reco-
nociera a los dos países su condición
de amazónicos. Pero el Perú decidió
desconocer una vez más el derecho
amazónico del Ecuador.38

El clima de incertidumbre política moti-


vó que ambos países se alistaran para la
guerra. El gobierno ecuatoriano conformó
una Junta Patriótica Nacional integrada
por ilustres personajes del país. Entre ellos
se encontraba el Arzobispo de Quito e his-
toriador Federico González Suárez, quien
hizo este pronunciamiento:

Si ha llegado la hora de que el Ecuador


desaparezca, que desaparezca, pero
no enredado entre los hilos de la di-
Figura 6: Carátula de la partitura “Chile y Ecuador”
de Emilio Banda. Biblioteca Carlos A. Rolando. Foto plomacia, sino en el campo del honor,
de la autora. al aire libre, con el arma al brazo.39

La buena relación entre ambos países Al grito de “Tumbes, Marañón o la


se vislumbra también en otras obras Guerra”, el ejército ecuatoriano mar-
alusivas a Chile, como “18 de Septiem- chó a la frontera para defender la sobe-
bre”, una pieza que celebra el aniver- ranía y el territorio nacional. El mismo
sario de la creación de la Primera Jun- Alfaro lideró el ejército y preparó las
ta Nacional de Gobierno en 1810, que fuerzas terrestres y marinas para en-
dio inicio al proceso independentista frentar cualquier eventualidad. A pesar
en Chile. Asimismo, se encuentran en de los problemas internos entre con-
el Fondo Musical Vaca algunas parti- servadores y liberales, el Viejo Lucha-
turas manuscritas dedicadas al Mayor dor logró unificar a los ecuatorianos en
Luis Cabrera y otros instructores de la la «defensa del honor nacional». Para
misión. ello, movilizó algunos batallones de
Guayaquil y Quito, así como aquellos
Tumbes, Marañón o la Guerra acantonados en varias provincias del
país, los cuales llegaron a la frontera en
En 1910 se encontraba en trámite un relativamente poco tiempo, utilizando
laudo arbitral que debía sancionar el el ferrocarril inaugurado dos años antes
Rey Alfonso XIII de España para solu- por el mismo Alfaro. Afortunadamente,
cionar el conflicto limítrofe de larga la inminente guerra fue evitada gracias
data entre Ecuador y Perú.37 Edison Ma- a la intervención diplomática de Esta-
cías Núñez señala que el Rey: dos Unidos y Reino Unido.

38 Ídem.
37 Macías, Historia General del Ejército, Vol. 3, 78. 39 Ídem.

UArtes Ediciones 68
Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

La marcha más conocida de este


período es el pasodoble “Al Oriente,
paso de vencedores”, que el composi-
tor guayaquileño Juan Bautista Luces
dedicó a la Honorable Junta Patrióti-
ca del Guayas. Se desconoce si Luces
fue un soldado o un músico asimilado
en el Ejército ya que sus datos biográ-
ficos son escasos. Lo que sí podemos
afirmar es que esta no fue la única
pieza que Luces compuso en relación
al conflicto limítrofe de 1910, puesto
que también escribió el pasodoble ti-
tulado “Armas a discreción”. La mar-
cha “Al Oriente, paso de vencedores”,
como era de esperarse, tuvo una bue-
na recepción, al punto que fue graba-
da por tres compañías discográficas:
Columbia, Beka,40 y Favorite Records.
La grabación de Columbia y Beka fue- Figura 7: Carátula de la partitura “Al Oriente, paso
de vencedores” de Juan Bautista Luces. Biblioteca
ron realizadas por las bandas de mú- Carlos A. Rolando. Foto de la autora.
sica de estas compañías discográfi-
cas en el extranjero, mientras que la
una espada, y en su mano izquierda
de Favorite Records fue grabada por
un clarín llamando al ejército a la ac-
bandas militares ecuatorianas, aun-
ción militar. En el fondo se observa
que en la carátula del disco aparece
un batallón que avanza con paso fir-
el crédito de Orquesta Favorite.41 Es
me al compás de los toques de com-
probable que esta orquesta no fuera
bate de una banda de guerra que mar-
otra que una de las bandas militares
cha al frente de la unidad militar. Este
que tuvo Borja a su mando y que, en
pasodoble tiene tres secciones, como
este caso, adquiere el nombre de la
todos los pasodobles marciales de la
compañía discográfica que grabó la
época. A cada sección le antecede una
pieza: Orquesta Favorite.
fanfarria de trompeta en tres tonali-
Una transcripción para piano de
dades diferentes (sol mayor, fa ma-
este pasodoble muestra en la carátula
yor y si bemol mayor). Los tres temas
de la partitura la figura alegórica de
son melodiosos y emanan un espíritu
una mujer como símbolo de la nación,
patriótico. Es característico en este
ataviada con los colores del tricolor
tipo de pasodobles que la melodía en
nacional; lleva en su mano derecha
la segunda sección suene en los ins-
trumentos de viento de registro gra-
40 Beka Grand Record, N.o 61416. Colección de dis- ve.
cos de pizarra, AH–MCYP, D-258.
41 En las primeras grabaciones se daba crédito en Cabe destacar que la partitura
la carátula del disco a la banda militar ecuatoriana
que grababa la pieza. que consta en los fondos musicales

69
SONOCORDIA

consultados en este estudio es una que la pieza fue escrita el 3 de julio de


litografía para piano de la autoría de 1910, y en ella se observa la imagen
Luces, aunque sabemos que la prác- de un soldado sosteniendo el trico-
tica común de la época era hacer el lor nacional; detrás de él se observan
arreglo correspondiente para el for- algunos navíos atentos a una posible
mato de banda y tocarlo en las re- invasión del vecino del sur por mar.
tretas y eventos militares. El hecho
de que esta marcha militar haya sido
compuesta y publicada originalmen-
te para el piano sugiere que este tipo
de música solía tocarse en ambientes
sociales no militares, respondiendo
en gran medida al espíritu patrióti-
co que embargaba a toda la población
ecuatoriana por el conflicto limítrofe
entre Ecuador y Perú. Es importante
señalar aquí que la música de salón
y las piezas de carácter militar para
el piano no fueron grabadas en los
discos de pizarra de la época, como
muestra una revisión minuciosa de la
colección de dichos discos.
Otras piezas marciales alusivas
al conflicto limítrofe de 1910 fue-
ron grabadas en los discos de piza-
rra. 42 Por ejemplo, la marcha “Ven-
cer o morir” 43 y el bolero “Todos a
las armas” (ambos anónimos) fueron
Figura 8: Carátula de la partitura “¡Hurra!” de S.
grabados por la Banda Municipal de Sarmiento. Fondo Musical Vaca. Foto de la autora.
Milán para el sello de Columbia Re-
cord. 44 El bolero, en este caso, se re- Cabe resaltar que los músicos de las
fiere a una danza marcial de origen bandas militares también imbuían
español, con un tempo moderado y un sentido patriótico en los géneros
un compás ternario reminiscente del de la música popular a través de los
pasillo ligero que se bailaba en los títulos que asignaban a las piezas.
inicios del siglo XX. Por ejemplo, Federico Borja compuso
Otro ejemplo de música de ca- el cakewalk “Patria a muerte”, pieza
rácter patriótico es el pasodoble grabada en Guayaquil para el sello
“¡Hurra!”, que un músico de Cuenca, Precioso con la Gran Orquesta Favo-
llamado S. Sarmiento, dedicó al Ba- rite. 45 El cakewalk es un género musi-
tallón Universitario N.o 31. La cará- cal bailable de origen afroamericano
tula de la partitura para piano indica y muy popular en el siglo XIX, que no
tiene relación alguna con la músi-
42 Colección de discos de pizarra, AH-MCYP, Disco
D-257A. ca militar. Aunque la pieza no tiene
43 Colección de discos de pizarra, AH-MCYP, Disco texto y es enteramente instrumen-
D-269A.
44 Columbia Record. C2622 (42019). Colección
de discos de pizarra, AH-MCYP, D-347 (También 45 Precioso Record. 1-432035. Colección de discos
D-229). de pizarra, AH-MCYP, D-253.

UArtes Ediciones 70
Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

tal, el título funciona como un índice daban garantías de vida a los revolu-
semiótico que rememora un episodio cionarios alfaristas; sin embargo, ese
importante en la historia ecuatoria- tratado no fue respetado. Eloy Alfaro
na, dándole a la pieza el carácter de y sus coidearios (su hermano Medar-
una crónica.46 do, su sobrino Flavio, el periodista
Luciano Coral, Ulpiano Páez, Mario
Serrano y Belisario Torres) fueron
trasladados al Penal García Moreno
de Quito, irónicamente en el mismo
tren que Eloy Alfaro construyó. Una
turba enardecida entró a la cárcel y
linchó a los presos. Sus cuerpos fue-
ron masacrados e incinerados en la
‘hoguera bárbara’, como describió el
escritor Alfredo Pareja Diezcanseco
este horrendo episodio en la historia
del Ecuador.
Figura 9: Carátula del disco de pizarra con el Federico Borja registró los en-
cakewalk “Patria a muerte”47 de Federico Borja. frentamientos en tres boleros mar-
Archivo Histórico del MCYP. Foto de la autora. ciales: “Los ayes del Combate de
Huigra”, “Los ayes del Combate de
La guerra civil de 1912 Naranjito”, y “Los ayes del Combate
de Yaguachi”. Cabe destacar, como
Una feroz guerra civil se desató al in- ya mencionara antes, que el bole-
terior del Partido Liberal tras el vacío ro que tocaban las bandas militares
constitucional que dejó el inespera- no era el bolero romántico de cuatro
do fallecimiento del presidente Emi- tiempos que hoy conocemos, sino un
lio Estrada en 1911, a escasos meses aire popular español con una métri-
de iniciar su mandato. El presidente ca y rítmica ternaria muy parecida a
del Senado, Carlos Freile Zaldumbi- la del pasillo de ritmo ligero. Aunque
de, asumió la presidencia interina, estas tres piezas son puramente ins-
mientras que los generales Pedro trumentales, los títulos constituyen
Montero y Flavio Alfaro fueron cada una crónica sonora que registra los
uno proclamados Jefe Supremo en enfrentamientos entre liberales al-
las provincias de la Costa. Freile Zal- faristas y placistas. Los “Ayes” fue-
dumbide designó al General Leónidas ron grabados por Favorite Record en
Plaza como Jefe del Ejército, y al Ge- Guayaquil, bajo la dirección de Borja,
neral Julio Andrade como Jefe del Es- y también en los estudios de Colum-
tado Mayor. Se libraron sangrientos bia Record en Italia, 48 con la Banda
combates en Huigra, Naranjito y Ya- Municipal de Milán. El hecho de que
guachi, donde el ejército alfarista fue estas piezas hayan sido grabadas por
derrotado por el ejército gobiernista. distintas compañías discográficas en
La guerra civil terminó con la firma los primeros discos de pizarra con
del Tratado de Durán, en el que se música ecuatoriana indica que había
46 Un arreglo para banda de la autoría de Guill- interés en este tipo de música militar.
ermo Cárdenas se encuentra en el Fondo Musical
Vaca del AH–MCYP.
47 Es posible que el título del cakewalk no sea “Pa- 48 “Los ayes del Combate de Huigra” (D-319); “Los
tria a muerte”, sino “Patria o muerte”. No es inu- ayes del Combate de Naranjito” (D-206), y “Los ayes
sual encontrar errores tipográficos en las carátulas del Combate de Yaguachi” (D-235 y D-274). Colec-
de los discos de pizarra. ción de Discos de Pizarra, AH-MCYP.

71
SONOCORDIA

Figura 10: Carátulas de los discos de pizarra con “Los los títulos o dedicatorias de las piezas
Ayes” de Huigra, Naranjito y Yaguachi de Federico
Borja. Archivo Histórico del MCYP. Foto de la autora. que tocaban las bandas militares. Una
de ellas está dedicada a Carlos Concha
Tras la muerte de Eloy Alfaro surgió Torres, quien encabezó una revuelta
una pugna por el poder entre los ge- contra el gobierno de Plaza para ven-
nerales Leónidas Plaza y Julio Andra- gar la muerte del Viejo Luchador.
de, quienes aspiraban llegar a la pre-
sidencia. Para ello, Andrade renunció a
su cargo de Jefe del Estado Mayor; sin Las marchas fúnebres
embargo, Plaza no hizo lo mismo con
su posición de Jefe del Ejército, susci- Es importante destacar la importancia
tándose un impasse entre ambos. El 5 de las marchas fúnebres como crónicas
de marzo de 1912, una turba que apo- sonoras que honran la memoria de los
yaba a Plaza entró al cuartel de poli- héroes y mártires caídos en las gue-
cía de Quito, donde se encontraba el rras de la independencia y la Revolu-
General Andrade, y al grito de “Plaza ción Liberal. Estas marchas no fueron
o bala” fue asesinado con un disparo grabadas en los discos de pizarra de
al corazón. La muerte de Andrade dejó la época, como es de suponerse, pero
el camino libre a Plaza, quien fue ele- existe un gran número de partituras en
gido presidente constitucional para el el Fondo Musical Vaca que dan fe de su
período 1912–1916. Como todo acon- importancia en el período aquí estu-
tecimiento destacado en la política del diado. En una época de frecuentes en-
país, un músico de banda registró este frentamientos militares y con un alto
episodio histórico en una marcha fú- porcentaje de muertes causadas por
nebre dedicada al General Andrade. las guerras civiles entre conservadores
Otros héroes de las filas libera- y liberales, como sucedió en el perío-
les también fueron inmortalizados en do de la Revolución Liberal y en el que

UArtes Ediciones 72
Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

le precedió, es lógico suponer que las etc.). De Nieto se decía: «Copia sobre
marchas fúnebres tuvieran una gran el pentagrama los dolores del país, las
demanda y formaran parte del reper- quejumbrosas caricias del terruño, los
torio de las bandas militares. lamentos de esta patria minada por in-
La mayor parte de las marchas cesantes revoluciones».49
fúnebres se componían para el cere- Las marchas fúnebres eran senci-
monial de Semana Santa, en conme- llas en su forma musical, con un ritmo
moración de la muerte y resurrección lento en cuatro tiempos y en tonalidad
de Jesucristo en la Iglesia Católica. Los menor. Son numerosas las partitu-
títulos de las marchas son sugestivos: ras de marchas fúnebres que reposan
“Ecos del Gólgota”, “Jesús en el Calva- en el Fondo Musical Vaca, la mayoría
rio”, “Lunes Santo”, “Jueves Santo”, de ellas en transcripciones para pia-
“Viernes Santo”, “Descendimiento”, no. Estas servían de borrador para los
“La muerte de Jesús” y “Muerte de arreglos que se hacían para el formato
Barrabás”. Otras marchas de Sema- de banda, que era la agrupación musi-
na Santa hacen referencia al dolor de cal que ejecutaba la marcha en las pro-
la Virgen María al ver la crucifixión de cesiones funerales.
su hijo, como “Amarguras de la Dolo-
rosa”, “Junto a la Dolorosa” y “A tus Otras crónicas sonoras
pies, madre dolorosa”. También hay
marchas fúnebres que rememoran la En el primer cuarto del siglo XX se ce-
muerte de los héroes y mártires de la lebraron los centenarios del Primer
independencia y la Revolución Libe- Grito de la Independencia (1809), la
ral, como Antonio José de Sucre, Si- independencia de Guayaquil y Cuenca
món Bolívar, Abdón Calderón y Eloy (1820) y la Batalla del Pichincha (1822).
Alfaro. Otras marchas fúnebres están El Fondo Musical Vaca guarda nume-
dedicadas a personajes históricos y li- rosas marchas de carácter patrióti-
terarios del Ecuador, como “El fusila- co dedicadas especialmente a Simón
miento de Vargas Torres”, “La muerte Bolívar, Antonio José de Sucre, Abdón
de Montalvo”, “El Duelo por González Calderón y José Joaquín de Olmedo;
Suárez”, “En la muerte de don Pedro lamentablemente, la mayoría de estas
Carbo” y “Atahualpa”. No podían fal- partituras no registran el nombre del
tar las dedicadas a familiares y conoci- compositor en el papel pautado. Una
dos, como “Luto y duelo”, “Aniversa- de ellas, “Ayes del Tarqui”, rememo-
rio de la muerte de mi madre”, “En la ra la Batalla de Tarqui liderada por el
tumba de mi inolvidable padre”, “Las Mariscal Sucre en 1829.50 Otras mar-
catacumbas” y “El duelo azuayo”. chas llevan el nombre de las fechas pa-
Varios compositores escribieron trias: “10 de Agosto”, “24 de Mayo” y
marchas fúnebres para el formato de “9 de Octubre”. Segundo Luis Moreno,
banda, como Antonio Nieto, Miguel por ejemplo, compuso la obertura “10
Cruz Viteri (†1911), Aparicio Córdoba, de Agosto” para el formato de banda
Nicolás Abelardo Guerra (†1937) y Ra- militar; Sixto María Durán escribió la
món Velásquez (†1937). Antonio Nieto marcha “Calderón”, que fue ejecuta-
fue el más fecundo, con más de treinta
marchas fúnebres en su haber. Algu- 49 Pablo Guerrero Gutiérrez. Músicos del Ecua-
dor (Quito: Corporación Musicológica Ecuatoriana,
nas simplemente tienen como título 1995): 116.
50 Colección de discos de pizarra, AH-MCYP,
un número (Marcha fúnebre N.o 1, 2, 3, D-237.

73
SONOCORDIA

da algunas veces en las celebraciones


del Centenario de la Batalla del Pichin-
cha;51 José Casimiro Arellano compuso
“Viva el 24 de Mayo de 1822”.
Cabe señalar que las crónicas sono-
ras no eran exclusivas de las bandas mi-
litares del Ejército puesto que, como se
mencionó anteriormente, había músicos
aficionados de varias clases sociales que
registraron acontecimientos históricos
y políticos a través de la música de salón
y la música popular. Por otra parte, en-
contramos los cantos de los montoneros
y chapulos, cuyas coplas y corridos tam-
bién referencian episodios de la Revolu-
ción Liberal desde su perspectiva mon-
tubia. Un ejemplo de ello es la mazurka
dedicada a la muerte del General Pedro
J. Montero, otro liberal de tendencia ra- Figura 11: Carátula de la mazurka “¡Pobre Montero!”
de José H. Cárdenas. Fondo Musical Vaca. Foto de
dical que fue proclamado Jefe Supremo la autora.
en la Costa tras la muerte del presidente
Emilio Estrada, y asesinado el 25 enero Los cantos de los chapulos y monto-
de 1912 en Guayaquil. Tras las derrotas neros registraron el mismo aconteci-
del ejército alfarista en los combates de miento a través de coplas montubias
Huigra, Naranjito y Yaguachi, Monte- que han sido transmitidas por tradi-
ro fue enjuiciado en Guayaquil, pese al ción oral. El investigador de la mú-
Tratado de Durán que daba amnistía a sica montubia Wilman Ordóñez ha
los revolucionarios. Fue asesinado por compilado los versos de “La historia
una turba exaltada y antiliberal que pre- de Pedro”, escritos en una métrica
senció el juicio, luego del cual su cuerpo octosilábica semejante a la del corri-
fue lanzado a la calle, arrastrado e in- do mexicano y conservando la jerga
cinerado en una plaza de Guayaquil. Un montubia.53 Aunque el tema central
músico llamado José H. Cárdenas,52 del de este artículo es la producción mu-
cual se tienen pocos datos biográficos, sical de las bandas militares, incluyo
compuso la mazurka “¡Pobre Montero!” este canto chapulo sobre el General
para piano. El título de la pieza muestra Pedro Montero para ilustrar la varie-
un comentario al hecho trágico, aunque dad de crónicas sonoras que existían
el ritmo y el género musical que emplea en la época, con las cuales los ecuato-
—la mazurka— es una música de salón rianos de diferentes sectores sociales
europea, específicamente una danza de expresaban su visión de los hechos
origen polaco. históricos en términos musicales.

51 Chemary Larez. “La música en la celebración del


primer Centenario de la Independencia del Ecuador:
una aproximación desde la prensa periódica”. Ver
este dosier.
52 En el Fondo Musical Vaca se encuentran otras 53 Ver Juan Mullo Sandoval. Cantos montoneros y
partituras manuscritas de José H. Cárdenas, como los chapulos. Semántica de la canción alfarista (Quito:
valses “¡Caramba! Qué prosa” y “Un engaño feliz”; la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador,
marcha “Tripolitania bella” y el “Himno al estudio”. 2015): 653-70.

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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

“La historia de Pedro” (vals ranchero) dedicaron marchas a los comandan-


Autor anónimo tes y oficiales de la unidad militar a la
que pertenecían. El comerciante gua-
Esta es la historia de Pedro yaquileño Antonio C. Cabezas dedicó
Un compadre muy bragao el pasodoble militar “Viva el Tarqui” a
Que decidió dejar mula los jefes, oficiales y tropa del Batallón
Dejar su siembra y bohío Tarqui en 1894. Incluso el compositor
Para marchar a la guerra Francisco Paredes Herrera, conocido
De Alfaro hombre bravío. como el ‘Rey del pasillo’ por el volumen
de canciones que escribió en ese géne-
Resulta que en acomodo ro musical, dedicó su pasodoble “¡A la
El hombre con carabina carga reservistas!” al Batallón de In-
Iba atrás del enemigo fantería N.o 1 “Pedro Carbo”.54
Y en rato menos pensao Es importante señalar que las
Lo cercaron los bandidos. bandas de música competían con la
música ‘mecánica’, como se llamaba
En eso una guaricha en ese entonces a la música que sona-
Que dirigió er commando ba en las pianolas y en los gramófonos,
Les dice a los bandidos la tecnología de punta de la época. Esta
Si muere er quien apuntar música ‘mecánica’, sin embargo, no
Mataran a J. Montero tenía la capacidad de convocatoria que
Entonces esos bandidos tenían las bandas de música en las re-
Le dijeron ar montonero tretas, y tampoco propiciaba el sentido
Que pida que no lo maten de comunidad que los conciertos al aire
O que lo maten de un tiro. libre creaban.

Entonces pues mi compadre


Que era tan fuerte y muy macho Los nacionalismos musicales
Le dice ar pelotón
Si ustedes fallan er tiro Hoy conocemos que los nacionalismos
Seguro saco mi revólver son constructos mentales que forjan
Y yo los mando al orvido. un sentido de pertenencia a un colec-
tivo nacional. Son los nacionalismos
Al cabo de unos segundos los que crean las naciones y no al revés.
Se escucharon muchas balas Partiendo de la definición que Benedict
Que rebotaba der pecho Anderson hace de la nación como una
de mi compadre don Pedro. «comunidad imaginada», recordamos
Aquí se acaba esta historia. que las naciones se distinguen por el
De un guerrillero alfarista estilo en que son imaginadas y que el
General Pedro Montero trabajo de imaginación puede adoptar
Montubio de alto vuelo. múltiples formas dependiendo de quién
hace ese trabajo. Durante la mayor par-
Otros importantes episodios registra- te del siglo XX, el nacionalismo musical
dos por las bandas militares incluyen la en el Ecuador fue imaginado como una
llegada del tren a Quito (1908) y la ins- expresión intrínseca a la música aca-
talación de la luz eléctrica en el Ecuador
54 El manuscrito de la partitura se encuentra en el
(1895). Los músicos de banda también Fondo Musical Vaca.

75
SONOCORDIA

démica, la cual, siguiendo las pautas particular y específica que guarda poca
del nacionalismo romántico europeo relación con la música de corte acadé-
del siglo XIX, buscaba inspiración en el mico y la música popular, comenzando
folklore musical de un pueblo para ex- por el hecho de que la música militar no
presar la esencia de una identidad na- se inspira en las melodías y ritmos del
cional. Por ello, la historiografía de la folklore musical ecuatoriano.
música ecuatoriana destaca que el na- Por lo general, los investigadores
cionalismo musical en el Ecuador em- de la música ecuatoriana suelen adju-
pieza supuestamente con la reapertura dicar el título de ‘música nacionalista’
del Conservatorio Nacional de Música a la música académica ecuatoriana que
en 1900 y la presencia del compositor se compone para el formato de orquesta
italiano Domingo Brescia como direc- sinfónica, piano y varios conjuntos de
tor de esa institución. En esta narrativa, cámara derivados de la música de con-
sus discípulos Segundo Luis Moreno y cierto de Europa. Algunos ejemplos son
Francisco Salgado Ayala pertenecen a las danzas vernaculares y mestizas que
la primera generación de composito- forman parte de las Suites Ecuatorianas
res nacionalistas que siguieron la re- para orquesta de Segundo Luis Moreno,
comendación de Brescia de utilizar las la ópera Cumandá de Sixto María Durán
melodías y los ritmos vernaculares del y las sinfonías de Luis Humberto Sal-
folklore del país en sus composiciones gado. A la música popular ecuatoriana,
académicas. Aunque Moreno y F. Salga- en cambio, se le atribuye el título de
do son autores de numerosas marchas ‘música nacional’ y comprende algunos
militares, es su producción sinfónica géneros populares como pasillos, alba-
y la música para piano la que los ubica zos, pasacalles, sanjuanitos, y yaravíes.
dentro de la categoría de composito- Se escucha con frecuencia decir que
res nacionalistas. Su rol y presencia en esta ‘música nacional’ ha sido creada,
el Ejército, así como las composiciones interpretada y grabada por composi-
que escribieron para las bandas milita- tores y artistas populares que expre-
res, son simplemente datos biográficos san ‘el sentimiento del alma nacional’.
que poco o nada aportan a la produc- Tanto la música nacionalista académi-
ción académica de corte nacionalista; ca como la música nacional se inspiran
por esta razón no ha habido interés en en el folklore musical del país, aunque
interpretar esta música. Por otra parte, la primera presenta una estilización de
las partituras de este repertorio ban- la música vernácula en el plano estéti-
dístico, en muchos casos, se ha perdido. co, armónico e instrumental, mientras
Este nacionalismo académico ha que la segunda lo hace en un formato
sido dominante en el plano discursivo popular que responde a las prácticas del
y ha invisibilizado otros tipos de nacio- pueblo que la produce y consume.
nalismos musicales que expresan otros Estas definiciones de ‘lo nacional’
sentidos de pertenencia y a otros gru- han marginado e invisibilizado a la mú-
pos y contextos sociales que también sica militar ecuatoriana por ser ajena al
forman parte del colectivo nacional. folklore musical ecuatoriano, como si
Me refiero aquí a la música de carácter este fuera el único elemento que define
patriótico, como los himnos naciona- un sentimiento nacionalista. Es conocido
les y las marchas militares que hemos que los himnos nacionales constituyen
examinado en este artículo. La música los emblemas musicales de los países a
militar es una categoría musical muy los que representan y no hay una expre-

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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

sión musical más nacionalista que un Hasta la segunda administración del


himno nacional para marcar el índice General Alfaro se mantenía en alto el
semiótico ‘música-país’. Esto se ob- prestigio musical de las bandas del
serva, por ejemplo, en las ceremonias Ejército; pues todavía se contrata-
de premiación de los Juegos Olímpicos, ban competentes directores extran-
cuando se escucha el himno nacional jeros y se cogía lo mejor de entre los
del país ganador de la prueba depor- nacionales. Se les pagaba regulares
tiva. En este caso, el himno nacional sueldos y se les prestaba todo apoyo
y la bandera que es izada al momento y estímulo en su desempeño profe-
de escuchar el himno funcionan como sional… Todo esto duró hasta la in-
símbolos patrios del país ganador. Por surrección del 11 de Agosto de 1911,55
otra parte, las marchas patrióticas que y con ella comenzó el descenso fatal
se escuchan en los desfiles militares y de las bandas militares. A los direc-
en importantes eventos gubernamen- tores, entre los cuales había existido
tales y cívicos, como la celebración del hasta entonces una cierta jerarquía
24 de Mayo y la jura de la bandera por (de Mayor a Coronel), se los niveló
los estudiantes de los colegios, son mo- “asimilándoles” al grado de capi-
mentos de unción cívica que claramen- tán, sin tomar en cuenta, para nada,
te marcan un sentido de patriotismo y ni la condición profesional de cada
pertenencia a un colectivo nacional. Por uno, ni siquiera el tiempo de ser-
ello propongo la categoría de ‘naciona- vicio; y el sueldo de los mismos fue
lismo patriótico’ para referirme a este igualado al de los simples soldados.
tipo de conexión semiótica a través de ¡Así provino el descenso de las ban-
la música militar que conlleva la idea de das militares en el Ecuador!56
honor, patria, gloria, disciplina, valen-
tía y sacrificio por el país. El declive de las bandas militares em-
peoró con la Revolución Juliana de
1925, luego de la cual la disciplina mi-
A manera de epílogo litar en el Ejército se relajó, afectando
también la disciplina y las prácticas
Si bien las bandas militares tuvieron un musicales de las bandas. Los directo-
rol protagónico en el Ecuador de fines res de banda continuaron siendo ‘de-
del siglo XIX y principios del XX, cabe gradados’ en el escalafón del Ejército,
preguntarse: ¿por qué la música que siendo el rango de teniente la máxi-
ejecutaron y grabaron en los primeros ma posición a la que podían aspirar.
discos de pizarra es hoy desconocida Cuenta Moreno que los directores de
para la mayoría de ecuatorianos? ¿Por banda de la guarnición de Quito, in-
qué las bandas militares perdieron el dignados por esta situación, solicita-
rol protagónico que tenían en el pa- ron al ministro de Guerra que se los
sado? Para contestar estas preguntas considerara como empleados civiles,
recurrimos a los escritos de Moreno, en lugar de músicos asimilados, peti-
quien detalla los drásticos cambios que ción que fue inmediatamente acepta-
hubo en las bandas militares debido a da. El móvil para esta solicitud era el
las modificaciones que se hicieron en siguiente:
la estructura y escalafón del Ejército,
55 Emilio Estrada ganó las elecciones presidencia-
así como el tipo de repertorio que to- les ese día.
56 Moreno, La música en el Ecuador. Tercera parte,
caban. 286-287.

77
SONOCORDIA

Al paso que vamos (pues antes habían banda por cada una de las cuatro zo-
sido Mayores, Tenientes Coroneles y nas militares del Ejército.62 Según
aún Coroneles),57 muy pronto llegarán Moreno, no era posible para un solo
a asimilarnos a sargentos, y para evi- director atender dos, tres o más ban-
tar esta posibilidad degradante, pedi- das que supuestamente debían rea-
mos a usted que más bien se nos haga lizar sus ensayos al mismo tiempo y
constar como empleados civiles.58 en distintos lugares. 63 Aparte de este
cambio, el inspector general del Ejér-
Fue así como el 1 de julio de 1928 se cito ordenó que las bandas militares
emitió el decreto, y desde esa fecha «den preferencia absoluta a la música
hasta 1935 los directores de banda nacional, tanto en las retretas como
aparecen en las listas de revista de en otras presentaciones solemnes».64
comisario como empleados civiles Para cumplir con esta ordenanza, los
con un sueldo equivalente al de un directores de banda se volcaron a ha-
teniente.59 cer arreglos de pasillos, sanjuanitos
Más cambios sucedieron en 1929, y otros géneros de la música popular
cuando el Ejército modificó la estruc- ecuatoriana, cuyas partituras abun-
tura de las unidades militares y los dan en el Fondo Musical Vaca.
músicos fueron distribuidos en dife- Como se puede observar en los
rentes secciones de estas unidades, escritos de Moreno, un testigo ocular
haciendo casi imposible la tarea de de los desaciertos de varios gobiernos
reunirlos para los ensayos semanales en materia de dar apoyo a las bandas
de las bandas. Según Moreno, algu- militares y sus prácticas musicales,
nos directores «optaron por desen- a partir de la década de 1930 estas
tenderse de sus deberes y dejaron que agrupaciones comenzaron a perder
las bandas marchasen a la deriva». 60 visibilidad, recursos económicos y
Después de la Batalla de los Cuatro vigencia en cuanto a la creación de
Días (agosto de 1932) y del combate nuevos repertorios de carácter mar-
de Tapi (mayo de 1933), varias ban- cial. En contraste, los músicos de las
das militares desaparecieron, y otras bandas militares en los tiempos de la
perdieron el instrumental y las par- Revolución Liberal fueron cronistas
tituras del repertorio que tocaban. sonoros que registraron los triun-
Según Moreno, «la música militar fos, las pugnas, los combates y las
iba dirigiéndose por un despeñade- muertes de conservadores y libera-
ro».61 La situación empeoró en 1935 les. Esa función de cronistas sonoros
durante el gobierno del presidente se extinguió al modificarse la orga-
Federico Páez, pues se suprimió la nización del Ejército y desaparecer
Dirección General de Bandas Mili- la estructura que sostenía la Direc-
tares que aglutinaba quince bandas
en total, dejando solo un director de 62 Las cuatro zonas militares son: Zona 1: Car-
chi, Imbabura, Pichincha. Zona 2: León (Cotopaxi),
Tungurahua, Chimborazo y Bolívar. Zona 3: Esmer-
aldas, Manabí, Guayas, El Oro y Los Ríos. Zona 4:
57 El escalafón militar de mayor a menor rango Cañar, Azuay y Loja. Macías, El Ejército Ecuatoriano,
es el siguiente: general, coronel, teniente coronel, 48.
sargento mayor, capitán, teniente, subteniente o 63 Cada batallón tenía su banda de música y había
alférez, cadete (aspirante a oficial), sargento pri- más de un batallón en cada zona militar. Al contar
mero, sargento segundo, cabo primero, cabo se- con un solo director de banda por zona militar, la
gundo, soldado. Macías, El Ejército Ecuatoriano, 48. tarea de organizar ensayos de las distintas bandas
58 Moreno, La música en el Ecuador. Tercera parte, 289. del batallón al mismo tiempo era prácticamente
59 Ídem. imposible para un solo director.
60 Ídem. 64 Moreno, La música en el Ecuador. Tercera parte,
61 Ídem. 289.

UArtes Ediciones 78
Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)

ción General de las Bandas Militares, Bibliografía


donde cada batallón y regimiento de
artillería tenía su propia banda en la Aguilar Echeverría, Marisol. “Las listas de
plana mayor. Según el testimonio del revista de comisario del Ejército de Ecua-
folklorista Guido Garay, quien asistía dor: Un instrumento de administración
a las retretas de los jueves y domin- de tropas utilizado a inicios del período
gos de forma regular, el Ejército te- republican (1830-1860)”, en Revista Ca-
nía en sus buenos tiempos dieciséis ribeña de Ciencias Sociales, 2019. https://
bandas militares que pertenecían a www.eumed.net/rev/caribe/2019/03/lis-
las unidades de infantería, artillería, tas-revista-ejercito.html
ingenieros y la guardia presidencial.65 Anderson, Benedict. Imagined Communities.
Reflections on the Origin and Spread of Na-
Al quedar solo una banda de música
tionalism. London: Verso, 1991.
por zona militar, desaparecieron los
Ascensi Silvestre, Elvira. “Las bandas de
directores y los músicos de banda que
música en la democratización de la cul-
componían y renovaban el repertorio
tura musical decimonónica”. Bandas de
militar con nuevas piezas que regis-
Música: Contextos interpretativos y reper-
traban nuevos acontecimientos his-
torios. Nicolás Rincón Rodríguez y David
tóricos.
Ferreiro Carballo, eds. Madrid: Libargo,
Con este artículo espero haber
2019.
visibilizado el importante legado que
Ayala Mora, Enrique. Ecuador del Siglo XIX.
dejaron los directores y músicos de
Estado Nacional, Ejército, Iglesia y Muni-
las bandas del Ejército, algunos de los cipio. Quito: Universidad Andina Simón
cuales ni siquiera son mencionados en Bolívar y Corporación Editora Nacional,
la historiografía de la música ecuato- 2011.
riana. También espero sentar las ba- El “Diario de Avisos” de Guayaquil. El Ecua-
ses para un nuevo campo de estudio dor en Chicago, L. F. Carbo, ed. New York:
centrado en la historia de la música Imprenta A. E. Chasmar y Cía, 1894.
militar en el Ecuador, que es también Garay, Guido. La música en el Guayaquil de
la historia de la música ecuatoriana antaño. Guayaquil: Imprenta Puntolitho,
de los siglos XIX y primer cuarto del 1998.
siglo XX. Como hemos visto en este Godoy, Rossi. La educación musical como
ensayo, los músicos de las bandas del proyecto del Estado moderno ecuatoriano:
Ejército también componían música El Conservatorio Nacional de Música (Qui-
popular, marchas fúnebres y música to, 1900-1911). Quito: Universidad Andina
sacra, mientras que músicos civiles Simón Bolívar, Sede Ecuador, 2020.
de todas las clases sociales compo- Guerrero, Juan Agustín. La música ecuato-
nían marchas, música de salón y mú- riana desde su origen hasta 1875, 2a. ed.
sica popular de carácter patriótico en Quito: Banco Central del Ecuador (Quito:
respuesta a los acontecimientos his- Imprenta Nacional, 1a ed.), 1984.
tóricos y políticos del Ecuador. Este Guerrero Gutiérrez, Pablo. Enciclopedia de
estudio es solo un primer paso en esa la música ecuatoriana, 2 tomos. Quito:
dirección. Corporación Musicológica Ecuatoriana,
2002-2005.
—. Músicos del Ecuador. Quito: Corporación
Musicológica Ecuatoriana, 1995.
Larez, Chemary. “La música en la celebra-
ción del primer Centenario de la Indepen-
65 Garay, La música en el Guayaquil de antaño.

79
SONOCORDIA

dencia del Ecuador: una aproximación Rincón Rodríguez, Nicolás y David Ferreiro
desde la prensa periódica”. Sonocordia, Carballo, eds. Bandas de música: Contextos
Vol. 2, N.o 4. Guayaquil: UArtes Ediciones, interpretativos y repertorios. Madrid: Li-
2021. bargo, 2019.
Macías Núñez, Edison. El Ejército Ecuatoria- Wong Cruz, Ketty. La música nacional: Iden-
no en la Revolución Alfarista, su desarrollo tidad, mestizaje y migración en el Ecuador,
y posterior decadencia. Biblioteca del Ejér- 1a ed. La Habana: Casa de las Américas,
cito Ecuatoriano, Vol. 21. Quito: Centro de 2012 (Quito: Casa de la Cultura Ecuato-
Estudios Históricos del Ejército, 2007. riana, 2a ed. 2013).
—. Historia General del Ejército Ecuatoriano, —. Informe “Revisión del Fondo Musical
Vol. 3. Quito: Centro de Estudios Históri- Vaca”, Reporte entregado al Departa-
cos del Ejército, 2005. mento de Cultura del Banco Central del
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Quito: Universidad Andina Simón Bolívar nal. Archivo Histórico del Centro de Estu-
y Corporación Editora Nacional, 2015. dios Históricos del Ejército.

UArtes Ediciones 80
Drama y conflicto
en el escenario
musical
de la Exposición
Internacional Quiteña de 1909
John L. Walker
Cayambis Institute
cayambis.institute@gmail.com

Resumen
En 1902, en anticipación del centenario del Primer Grito de la Independencia, el
congreso ecuatoriano aprobó la realización de una exposición nacional como uno
de los actos conmemorativos. Cinco años más tarde, durante la administración de
Eloy Alfaro, se decidió modelar el evento con base en las grandes exposiciones
universales del siglo pasado y, también, aprovecharla para promover la industria
nacional. De este modo, mientras que varios países construían pabellones y se
había empezado a embellecer la ciudad, se planificaba la exposición de la pro-
ducción ecuatoriana, desde productos agrícolas hasta obras científicas, literarias
y musicales. Respecto a esta última, Ulderico Marcelli, profesor del Conservatorio
Nacional de Música en Quito, logró una subvención para conformar una compañía
de ópera. A pesar de que la compañía de ópera logró presentar más de una docena
de obras, incluyendo algunas jamás oídas en ese país, el público se ponía cada vez
más hostil, lo que provocó la quiebra de la empresa. La historia de este episodio
musical nos provee una óptica única a través de la cual se puede estudiar y ana-
lizar las actitudes de un pueblo y sus expresiones culturales relacionadas con la
celebración de este importante evento cívico.
Palabras claves: Ecuador, ópera, intereses faccionales, negocio de la música, Ulderico
Marcelli.

Recibido: 09 septiembre de 2021 / Aprobado: 01 de octubre de 2021


SONOCORDIA

Title: Drama and Conflict on the En 1902, en anticipación de la celebra-


Musical Stage of the 1909 Ecua- ción del centenario del Primer Grito de
dorian National Exposition. la Independencia, el congreso ecua-
Abstract toriano aprobó la organización de una
In 1902, in anticipation of the centennial Exposición Nacional como uno de los
of the First Shout of Independence, the actos conmemorativos.1 Cinco años más
Ecuadorean congress approved the real- tarde, durante la segunda presidencia
ization of a national exposition as one of del General Eloy Alfaro, se decidió mo-
its commemorative acts. Five years later, delar el evento con base en las grandes
during the administration of Eloy Alfaro, exposiciones universales del siglo XIX,
it was decided to model the event after y también aprovechar la oportunidad
the great international expositions of the para promover la industria nacional. De
past century and also, to take advantage este modo, mientras varios países co-
of this occasion by promoting national in- menzaron a construir sus pabellones en
dustry. In this way, while various coun- Quito, también se empezaban los pro-
tries were building their pavilions and the yectos de embellecimiento de la ciudad.
city was being spruced up, plans were Asimismo, se aprovechó este evento
being made relating to Ecuadorean pro- para exponer varios aspectos represen-
duction, from agricultural commodities
tativos del país, desde productos agrí-
to scientific, literary and musical works.
colas hasta obras científicas, literarias
Regarding the latter, Ulderico Marcelli, a
y musicales. Con respecto a las progra-
professor at the National Conservatory of
maciones musicales, Ulderico Marcelli
Music, was able to secure a subsidy in or-
(1882-1962), profesor del Conservato-
der to form an opera company. In spite of
rio Nacional, logró una subvención para
presenting more than a dozen operas, in-
formar una compañía de ópera. Por otro
cluding some that had never been heard
before in that country, the public became lado, Domenico Brescia (1866-1939), el
increasingly more hostile towards the director de la misma institución, com-
opera company, thus contributing to its puso una cantata conmemorativa.
bankruptcy. The history of this musical Aunque algunos críticos sostienen
episode provides a lens through which que la Exposición demostró al mundo
one can study and analyze the attitudes un Ecuador «culto, constructor y des-
of a community and its cultural expres- envuelto»,2 la evidencia sugiere que esta
sions as these relate to the celebration of evaluación no es enteramente correcta.
an important civic event. Tanto razones naturales como humanas
Keywords: Ecuador, opera, factional inte- contribuyeron a que la exposición no
rests, business of music, Ulderico Marcelli. tuviera el éxito que se había anticipado.
Por ejemplo, a pesar de que la compa-
ñía de ópera de Marcelli logró presentar
una temporada de más de una docena
de obras, incluyendo algunas jamás es-
cuchadas anteriormente en el país, el
público comenzó a reaccionar a las pre-

1 Anuario de Legislación Ecuatoriana, Correspondiente


a 1902 (Quito: Imprenta Nacional, 1903): 70. El de-
creto fue aprobado por el Congreso el 8 de octubre
de 1902 y firmado por el Presidente Leónidas Plaza
el 10 de octubre.
2 Jorge Pérez Concha. Eloy Alfaro: su vida y su obra
(Quito: Talleres Gráficos de Educación, 1942): 339.

UArtes Ediciones 82
John L. Walker / Drama y conflicto en el escenario musical de la Exposición Internacional Quiteña de 1909

sentaciones de forma cada vez más hos- hecho, en diciembre de 1908 Moisés
til, provocando la quiebra de la empre- Sturman y Rafael A. Burbano presenta-
sa. La historia de este episodio provee ron un proyecto sin ningún éxito.
una óptica singular a través de la cual se En marzo de 1909 Marcelli infor-
pueden estudiar y analizar las actitudes mó a la prensa quiteña que, por medio
de un pueblo y sus expresiones cultura- del agente italiano Antonio Rupnick,5
les en relación con la celebración de este ya se estaba formando en Milán el elen-
importante evento cívico. co de la compañía y que el repertorio iba
a ser de lo más escogido. Al enseñar las
fotografías de algunos de los artistas
La intervención de la que Marcelli traía consigo, los periodis-
Compañía de Ópera Marcelli tas de varios diarios locales utilizaron
los términos más elogiosos para descri-
Anticipando un gran número de visi- bir a los artistas italianos. De esta ma-
tantes y aprovechando el sentimiento nera, refiriéndose a las primadonnas, un
global de celebración, Ulderico Mar- escritor del Diario del Ecuador comentó
celli propuso al Gobierno en el mes de que sus «correctos rasgos fisonómicos
noviembre de 1908 que se le facultara revelan una alteza artística indudable
traer de Italia una compañía de ópera. y los números de baile ostentan unos
Además de 40 mil sucres (una cantidad cuerpos, unas maneras y unas formas
que hoy equivaldría aproximadamente que cualquiera se queda lelo».6 Con es-
a medio millón de dólares estadouni- tas referencias el público esperaba con
denses), el Gobierno también ofreció ansias la venta de las localidades del
subvencionar los pasajes de Guayaquil Teatro Sucre; para mediados de abril ya
a Quito y viceversa para todos los artis- casi se habían agotado las entradas.
tas y sus equipajes. Por su parte, la em- Por esa misma fecha se reportó que
presa Marcelli se comprometió a traer Marcelli y su esposa habían partido rum-
una gran troupe de ópera, que contaba bo a Milán para conocer exclusivamente
inclusive con un peluquero, y con este a los artistas de la compañía y conducir-
elenco presentar cuarenta funciones los a Quito. Mientras tanto, durante los
más otras cuatro de carácter benéfico. meses de mayo y junio se emprendieron
Poco después de firmado el contrato se trabajos urgentes de remodelación y re-
publicaron algunos comentarios en la paración en el Teatro Sucre. Estos tra-
prensa en los que se especulaba que el bajos incluyeron la colocación de cien
elenco iba a ser inferior al de la Com-
pañía Lambardi, que visitó Quito en fe- 5 Por ese entonces el director y empresario tries-
tino Antonio Rupnick (1862-1912) ya contaba con
brero de 1904.3 Por ello, se sugirió que se mucha experiencia en los países andinos. Visitó
sacara a licitación el contrato para «traer Perú en varias ocasiones (1884, 1886, 1891, 1895
y 1896) y en 1889 y 1896 organizó presentaciones
una verdadera compañía de ópera».4 De de ópera en Bolivia. Además, se distinguió no so-
lamente por haber estrenado la ópera Yumurí del
compositor cubano Eduardo Sánchez de Fuentes en
3 Dirigida por Mario Lambardi, la Compañía de Ópera La Habana en 1898, sino también por haberla or-
Lambardi estuvo activa en las Américas desde 1896 questado.
hasta 1913 o 1914. Sus giras generalmente duraban 6 “Ecos del día”, Diario del Ecuador (Quito, Ecuador),
un año o más. Antes de llegar a Quito, en febrero de 25 de marzo de 1909. Se refiere a las hermanas
1904, estaban de gira en las ciudades peruanas de Constanza y Laura Cerri, de las cuales la carrera de
Lima, Tacna y Arequipa (en ese orden), y después la última está documentada por un período de algo
de sus actuaciones en el Ecuador, en junio ya esta- más de quince años, desde octubre de 1898 hasta
ban nuevamente en Lima. Monge informa que tan- noviembre de 1914. Aunque se sabe menos sobre la
to Marcelli como un discípulo suyo, Rosendo Gómez carrera de Constanza Cerri, tanto en Francia en 1901
Sojos, formaron parte de la orquesta. como en Italia en 1908, está descrita como un tra-
4 “Remitido”, El Comercio (Quito, Ecuador), 1 de oc- vesti. Esta pudo haber sido la razón por la que el pú-
tubre de 1909. blico quiteño se quedó lelo, como dice el reportero.

83
SONOCORDIA

lámparas nuevas de 16 bujías cada una, A pesar de todos los trabajos pre-
el arreglo de urinarios y la provisión de parativos realizados hasta el momento,
muebles para los cuartos de los artistas la ciudad no estaba lista para recibir a
de la Compañía. Sin embargo, un mal la agrupación. Aunque los moradores
entendido ocurrió pocos días después de opinaban que la calidad de los artistas
publicado el contrato entre Marcelli y el sobrepasaba con creces lo que habían
Gobierno en el Registro Oficial.7 Revisan- anticipado,8 muchos detalles de esce-
do el documento, el Concejo Municipal nografía, como las cascadas, fuentes
de Quito envió una carta a Marcelli re- luminosas y otras instalaciones eléctri-
cordándole que el palco del teatro donde cas, incluyendo trabajos de adecuación,
estaba colocado el escudo municipal era como la construcción de muros de con-
de uso exclusivo de esta institución. Aun- tención y el mejoramiento de carreteras,
que entendible, la respuesta de Marcelli aún se hallaban inconclusas. Así, para el
deja pensar que tal vez debió haber con- 10 de agosto, el día originalmente pro-
testado más discretamente: basándose gramado para la apertura de la Exposi-
en el contrato, Marcelli hizo notar a los ción, solamente fue posible inaugurar
miembros del Concejo que no les debía el Palacio de la Exposición. Además de
nada más que un palco de platea. Desde varios discursos, se ejecutó «con suma
el punto de vista legal, Marcelli tenía toda corrección» una cantata con motivos
la razón. No obstante, esta fue la primera indígenas que Domenico Brescia com-
de una serie de acciones precipitadas que puso especialmente para la ocasión, ti-
iban a traer consecuencias negativas al tulada El renacimiento. Esa misma noche
empresario italiano. la Compañía de Ópera hizo su debut con
Para mediados de julio, un selecto La Bohème de Puccini. La crítica fue algo
grupo de obreros se ocupaba de formar mixta. Debido a que la ópera era ya muy
los arcos triunfales que iban a colocarse conocida en Quito, a los columnistas del
en las esquinas del palacio presidencial diario El Comercio les gustó que la Com-
durante los festejos de la Exposición pañía hubiera seleccionado esa ópera
Nacional. Por esas mismas fechas em- para el estreno de la temporada. Duran-
pezaron a salir noticias que seguían la te la ejecución, iban comparando a los
pista de la Compañía de Ópera. El diario artistas de la compañía Marcelli con los
El Comercio reportó en su edición del 10 de la Lambardi, indicando que los de la
de julio que Marcelli, junto con todo el Marcelli eran mejores. Los reporteros
elenco, se habían embarcado en Génova del diario La Prensa, quienes reseñaron
con dirección a Ecuador. La Compañía la presentación del día 12, señalaron
llegó al Puerto de Colón en Panamá el que la segunda función de la compañía
día 31. Cuatro días después, los perió- Marcelli fue mucho mejor que la prime-
dicos guayaquileños reportaban que los ra, resaltando detalles como el hecho de
artistas llegaron a esa ciudad a bordo que Mimi «se dejó morir de modo me-
del vapor Limarí y que después tomaron nos prosaico que la primera vez».9 Por el
un tren que iba directamente a Quito. contrario, a los periodistas del periódico
Finalmente, el día 6 de agosto, des- El Ecuador no les gustó la selección y la
pués del mediodía, hicieron su ingreso interpretación de la ópera. Entre otros
a la capital los ochenta miembros de la elementos, señalaron que la ópera no
Compañía de Ópera Marcelli.
8 “Compañía de ópera”, El Ecuador (Quito, Ecua-
dor), 7 de agosto de 1909.
7 “En guardia de los derechos”, El Comercio (Quito, 9 “De arte”, La Prensa (Quito, Ecuador), 13 de agos-
Ecuador), 28 de abril de 1909. to de 1909.

UArtes Ediciones 84
John L. Walker / Drama y conflicto en el escenario musical de la Exposición Internacional Quiteña de 1909

era una obra idónea para un debut e hi- Harto de esta forma de calificar a los
cieron algunas críticas a los miembros artistas, Marcelli remitió una carta a
del elenco. Por ejemplo, sobre la soprano los distintos diarios, que fue publicada
Gemma Bosini, quien desempeñó el pa- el día 20, reclamando a los críticos por
pel de Mimi, comentaron que «ataca con sus «faltas de exactitudes» y «sim-
energía las notas altas, pero es débil su plezas».14 Asimismo dejó de entregar
voz en los registros bajos».10 entradas gratuitas al teatro a los pe-
La Compañía siguió con el mismo riodistas de La Prensa.
ritmo de presentaciones, subiendo a las Aunque la reacción inmediata de la
tablas pasando un día, y a veces repi- prensa fue cuestionar la cordura del em-
tiendo la misma ópera, o interponien- presario, el juicio de los críticos mejoró
do otra antes de repetir la anterior. La hasta cierto punto en los días siguientes.
prensa, por su parte, seguía opinando Sin embargo, el negativismo periodís-
sobre cada presentación, pero enfocán- tico, sobre todo en La Prensa, empezó a
dose cada vez más en los aspectos ne- repercutir tanto en el público como en-
gativos. En su reseña del estreno de Il tre los miembros de la misma compañía
Trovatore, el día 16 de agosto, los críti- de ópera. Por ejemplo, según el diario El
cos de El Comercio justificaron su punto Comercio, durante una presentación de
vista, explicando que para ellos era im- ópera entraron algunos vándalos que
portante educar al público para que pu- «despedazaron los urinarios».15 Es más,
diera «distinguir lo que ha de aplaudir y el reportero, en un tono incrédulo, pre-
lo que [ha] de censurar».11 Hasta cierto guntó: «¿Cómo es que no oyeron los gol-
punto, los periodistas de La Prensa se pes o no vieron el daño y lo impidieron,
alegraron de resaltar que la actuación algunos de los cincuenta o más celadores
de esa noche había mostrado «mucho que van de guardia por allá?» Con respe-
de bueno y de nuevo».12 Manifestaron, to a la Compañía, unos días después sus
por ejemplo, que «como artista escénica integrantes no subieron a la escena para
y como cantante, la contralto nos pare- representar La Bohème debido a «cier-
ce una artista de verdad, sabe su oficio y ta pendencia entre el Empresario [sic] y
cuenta con recursos para su desempe- uno de los artistas».16 De hecho, la re-
ño».13 No obstante, había más que decir: lación entre Marcelli y los miembros de
su elenco llegó a tal punto que Marcelli
Sinembargo [sic], en el terceto del úl- reclamó al siguiente mes
timo acto echó á [sic] perder el con-
junto. O no sabe su parte, ó [sic] creyó […] ante uno de los Juzgados Can-
que interesaba el drama: introdujo tonales, contra una de las bailarinas
perfectos desacordes con su voz. Para de la ópera, señorita Laura Cerri,
una artista como la contralto, va esto quien según asegura el demandante,
como insinuación y no más. le abofeteó en el Teatro, a presencia
de los artistas que actúan en nuestro
10 “Arte y artistas”, El Ecuador (Quito, Ecuador), 12
de agosto de 1909. Coliseo.17
11 “Ópera”, El Comercio (Quito, Ecuador), 17 de
agosto de 1909.
12 “De arte”, La Prensa (Quito, Ecuador), 16 agosto 14 Ulderico Marcelli, “Remitido”, El Ecuador (Quito,
de 1909. Es relevante señalar que, por lo general, Ecuador), 20 de agosto de 1909.
los reporteros de La Prensa no nombran a los ar- 15 “¡Esos pacos!” El Comercio (Quito, Ecuador), 28
tistas a los que dirigían sus críticas. Es más, en la de agosto de 1909.
lista del elenco no había una contralto. Todas las 16 “Ecos del día”, Diario Ecuatoriano (Quito, Ecua-
cantantes eran sopranos. dor), 28 de agosto de 1909.
13 “De arte”, La Prensa (Quito, Ecuador), 16 de 17 “Contra el bello sexo”, La Prensa (Quito, Ecua-
agosto de 1909. dor), 25 de septiembre de 1909.

85
SONOCORDIA

Disolución y secuelas No obstante, durante ese mes de


de la Compañía de Ópera permanencia en Lima, Bonazzi remi-
tió una carta a los diarios locales en la
Ya era demasiado tarde. Cuatro días que anuncia su partida del país.21 Ade-
después se reportó que, por no po- más de agradecer al público limeño
der arreglar una nueva sociedad en- por su «valioso apoyo», el director de
cabezada por Torquato Bonazzi, 18 el orquesta afirma que su intención es la
director de la orquesta, la Compa- de regresar a principios de junio para
ñía Marcelli quebró. Al día siguien- «poder ofrecer un espectáculo á [sic]
te, el ministro de Instrucción Pública la altura del público».22 En esa mis-
y Teatros ordenó que el empresa- ma edición se publicó un artículo en el
rio se presentara ante él «a respon- que «varias artistas, partes y coristas
der acerca del cumplimiento de sus de la compañía de ópera» declararon
obligaciones que contrajo con el Go- que Bonazzi dejó en Lima a «todas las
bierno».19 No obstante, no fue posi- personas contratadas por él y que, en
ble cumplir con lo ordenado porque la esperanza de seguir en conjunto
Marcelli se hallaba prófugo. Mientras viaje á [sic] Panamá, no reclamaron
tanto, algunos artistas de la Compa- su última quincena». Adicionalmente,
ñía elevaron una petición al ministro el público limeño se enteró de que los
de Instrucción Pública para que se les miembros del elenco declararon que
diera el pasaje de regreso. La petición Bonazzi
fue negada, así que en el transcurso
de los próximos días los artistas em- […] se niega á [sic] a abonarles ahora
pezaron a salir por su cuenta hacia aquella suma alegando haberla gasta-
Guayaquil. Para mediados de octubre, do en gestiones y cables para conseguir
los mismos se habían reorganizado la subvención del gobierno panameño
bajo el nombre de Compañía Bona- la cual ha sido negada, por no figurar
zzi-Sorgi 20 y estaban presentándose en el elenco el tenor Dimitresco, como
en el Teatro Olmedo de esa ciudad. A se había prometido.23
finales de octubre la troupe partió ha-
cia Lima, Perú, donde se presentó en El artículo concluye con la noticia de
el Teatro Municipal de dicha ciudad que el prominente músico peruano,
hasta finales de enero. Federico Gerdes (1873-1953), se había
ofrecido para organizar un concier-
18 La primera actuación documentada de Tor- to para «aliviar en algo tan precaria
quato Bonazzi data de noviembre de 1888, en la
forma de un comentario positivo de la manera en
la que había preparado el coro del Teatro Animo- 21 Esta carta fue publicada el 20 de enero.
si, en Carrara, Italia. Con excepción de unos pocos 22 “Teatros y artistas”, El Comercio (Lima, Perú), 20
períodos de tiempo, seguía trabajando en ese país de enero de 1910.
hasta 1923. Además de su labor como director de 23 Giovanni Dimitresco nació en Rumania en 1860.
coros y orquestas, compuso obras para piano o voz Conocido por varios nombres (de acuerdo al país
y piano. en el que cantaba), después de perfeccionarse en
19 “¿Ha jugado?”, La Prensa (Quito, Ecuador), 30 de Milán, en 1888 se unió a una compañía de ópera
septiembre de 1909. italiana en una gira por Australia. Aunque duran-
20 Se sabe bastante sobre el bajo Giuseppe Sorgi te la década de 1890 se presentó tanto en Europa
(1870-1948), quien nació en Cerda, Italia. Su pri- como en América del Sur, durante la siguiente dé-
mera presentación documentada tuvo lugar en el cada casi todas sus actuaciones tomaron lugar en
Teatro Politeama en Livorno, Italia, en 1898. En las Américas. Sin embargo, en 1910 perdió en un
1904 llegó por primera vez a América del Sur, don- solo día una fortuna de £60.000 en inversiones,
de cantó en el Teatro Colyseu en Río de Janeiro, principalmente en madera. Volviendo a Inglaterra,
Brasil. Después de sus actuaciones en Quito, Gua- falló en conseguir más contratos, de modo que en
yaquil y Lima, volvió a Europa por algunos años. En marzo de 1913 le encontraron en la calle, muerto de
1914, migró a los Estados Unidos, donde se pre- un disparo. Al lado yacía su perro, al que también
sentó principalmente en Filadelfia y Nueva York. disparó, y una carta que decía, «Favor de enterrar-
Falleció en Búfalo, Nueva York. me con mi perro. Es mi único amigo».

UArtes Ediciones 86
John L. Walker / Drama y conflicto en el escenario musical de la Exposición Internacional Quiteña de 1909

situación». No obstante, la Sociedad tre ellos Ferrario, Zebulini, Antonietta


Musical Giuseppe Verdi —y no Ger- Bisbini, seis músicos de orquesta, una
des— organizó el 2 de febrero una gran pianista y una arpista, formaron una
velada para la «beneficencia italiana, á nueva compañía, la Troupe Artística
[sic] favor de la masa coral de la com- Milano, que debutó el 12 de febrero.
pañía de ópera».24 Acompañados al Fueron contratados por los dueños de
piano, o por la orquesta de la Sociedad, un restaurante local, El Jardín Estras-
el tenor Arturo Ferrario25 y el bajo Nun- burgo, y su temporada duró hasta fi-
zio Zebolini26 cantaron trozos de ópera nales de marzo. La orquesta tocó bajo
italiana. Asimismo, participaron como la dirección del violinista Luis Rocca,
solistas una cantante y dos pianistas quien había sido un integrante de la
que aparentemente fueron miembros agrupación de Marcelli. Para Bisbini,
de dicha sociedad. es posible que su tiempo en América
Tres días después, un número de del Sur haya sido su única experiencia
miembros de la compañía de ópera, in- como cantante de ópera. Con respecto
cluyendo Ciro Vellani,27 Giuseppe Sorgi y a Ferrario, se sabe que para julio can-
el bajo Carlo Rossi,28 partió para Buenos taba en el Teatro Marconi en Buenos
Aires en el vapor Oropesa. Mientras tanto, Aires. No obstante, en ambos casos no
en el Ecuador se reportó que la compañía se tiene información exacta de cuándo
que actuaba en Lima había incrementado salieron de Perú. En cambio, Zebolini
su elenco con artistas llegados de Bue- permaneció en Lima, donde en agosto
nos Aires.29 De los mismos, solo ha sido cantaba «en todas las tandas escogidas
posible confirmar la integración de un romanzas y canciones».30 Seis semanas
solo artista a la compañía —Giuseppe La después, terminó por completo la his-
Puma (1870-1940)— quien llegó a Lima toria de la Compañía de Ópera Marcelli
a mediados de noviembre de 1909. Sin cuando Zebolini partió el 28 de sep-
embargo, este no permaneció en Lima tiembre de Lima en el vapor Negada.
por mucho tiempo: junto con Margari- En Quito, Marcelli intentó defen-
ta Almansi, Lucía Cavalli, María Grassé, derse, primero por medio de una carta
Giuseppe La Puma y su hija, Amalia, remitida a la prensa, y después en la
partieron para Buenos Aires el 22 de ene- corte. El 8 de octubre se publicó la no-
ro de 1910. ticia de que el Ministerio de Instrucción
En el siguiente mes, los pocos Pública canceló el contrato que existía
miembros que quedaban en Lima, en- entre el Gobierno y Marcelli, lo que
efectivamente terminó con su carrera
24 “Teatros y artistas”, El Comercio (Lima, Perú), 31 como profesor en el Conservatorio. Sin
de enero de 1910.
25 Con la excepción de su intervención en el Ecua- embargo, el proceso legal nunca llegó
dor, Perú y Argentina (1910), desde 1907 a 1926, a concretarse; más bien, el 21 de di-
Arturo Ferrario realizó casi la totalidad de su ca-
rrera en Italia. ciembre Marcelli y su familia lograron
26 También conocido como Nissim Zebulum o Nis-
sin Zevulon, la carrera de Nunzio Zebolini duró desde salir clandestinamente del país. Lue-
1908 a 1926. Después de sus actuaciones en Lima, en
1912 se encontró en Buenos Aires, Argentina; duran-
go de poco más de un mes, la familia
te los dos siguientes años estuvo en Brasil. Marcelli llegó a San Francisco, donde
27 Nacido en 1869, la carrera de Ciro Vellani está
documentada desde 1895 hasta 1913, el mismo año el músico italiano realizó una exitosa
de su fallecimiento.
28 Es posible que la actuación en Quito fuera la
carrera como director de orquesta de
primera de Carlo Rossi. Nacido en Venecia en 1884, cine mudo.
se presentó también en varias ciudades italianas
durante las primeras dos décadas del siglo XX.
29 “Líneas urbanas”, El Ecuador (Quito, Ecuador), 3 30 “Teatros y artistas”, El Comercio (Lima, Perú), 10
de febrero de 1910. de agosto de 1910.

87
SONOCORDIA

La Compañía de Ópera un delegado del país) salía del país para


de Marcelli en su contexto histórico formar una compañía de ópera en Italia,
se tiene el precedente de 1840, cuando
La llegada al Ecuador de la Compañía Antonio Neumane (el autor de la músi-
Lambardi en 1904 marcó un hito, ya ca del himno nacional del Ecuador) lle-
que se trataba de la primera vez que una gó desde Italia a Santiago de Cuba, junto
empresa lírica presentaba una ópera en con un grupo de cantantes y gracias a los
el país. Cabe destacar que, aparte de la esfuerzos del cubano Pedro Alcántara
visita ocasional de algún cantante, pia- Busquier, para organizar una compañía
nista u otro artista de paso por la costa de ópera.34 Debido a esfuerzos como es-
occidental de América del Sur, antes de tos, durante las últimas décadas del si-
1909 solo se habían presentado tempo- glo XIX la ópera italiana ya había llegado
radas de zarzuela en cuatro ocasiones a dominar los sectores más cultos en las
en Quito: en 1886, 1895, 1905 y 1907. Es ciudades latinoamericanas. Los miem-
decir que, por lo general, en el siglo XIX bros de las clases más educadas desea-
casi todos los elencos musicales evita- ban, cada vez más, tener una experiencia
ban entrar a Quito. En cambio, Carlos operística genuina, presentada por ar-
Raygada relata que el músico italia- tistas, como dice Cánepa Guzmán, «con
no Andrés Bolognesi (ca. 1775-1834), apellidos legítimamente italianos».
quien en 1812 se hallaba en Lima, En un inicio, para satisfacer este
anhelo no existía otra opción que es-
[reunió] a unos cuantos artistas que perar que una compañía lírica, po-
actuaban en teatro de verso […] para siblemente incompleta (con pocos
formar un elenco que tenía por figu- cantantes, coristas o instrumentis-
ras principales a la soprano Carolina tas) o de calidad cuestionable, pasara
Griffoni y a su marido el tenor Pedro por la región. En cambio, décadas más
Angerelli.31 tarde, Marcelli sí tenía varias alternati-
vas. O pudo haber intentado interceptar
Durante su temporada presentaron Il una de las compañías de ópera que ac-
matrimonio segreto de Cimarosa y otras tuaba relativamente cerca de Ecuador,
óperas. De manera similar, Mario Cáne- o, también pudo haber ido a Panamá, en
pa Guzmán informa que la primera de donde, por necesitar viajar del Atlánti-
muchas compañías líricas llegó a Chile co al Pacífico, o viceversa, pudo haber
en 1830.32 Compuesta por Teresa Schie- encontrado en tránsito a varias com-
roni, Margarita Garavaglia, Domingo pañías de ópera. Es más, ambas opcio-
Pezzoni y Joaquín Bettali, se propusie- nes hubieran podido ser más rentables.
ron «dar algunas representaciones en Entonces, ¿por qué optó por ir a Italia?
esta Ciudad [Valparaíso] antes de partir Lastimosamente, no existe ningún do-
para su destino».33 cumento que pueda aclarar la situación,
Aunque la iniciativa de Marcelli fue por lo que se ha producido mucha espe-
la primera vez en que un ecuatoriano (o culación al respecto. Aun así, con base
en su experiencia, al haber sido parte de
31 Carlos Raygada. “Guía musical del Perú”, Fénix: la empresa de Lambardi en 1904, pare-
Revista de la Biblioteca Nacional 12 (1956-57): 63.
32 Mario Cánepa Guzmán. La ópera en Chile, 1839-
ce razonable pensar que Marcelli prefi-
1930. (Santiago de Chile: Editorial del Pacífico, rió tener la oportunidad de armar una
1976): 11.
33 “Puerto de Valparaíso”, El Mercurio (Valparaíso,
Chile), 26 de abril de 1830. El siguiente año esta 34 Laureano Fuentes Matons. Las artes en Santiago
compañía lírica se presentó en Lima. de Cuba (La Habana: Letras Cubanas, 1981): 142-43.

UArtes Ediciones 88
John L. Walker / Drama y conflicto en el escenario musical de la Exposición Internacional Quiteña de 1909

compañía con el número de artistas y la Estando en Europa, tan lejos de los su-
calidad que necesitaba. cesos, y también sin acceso oportuno a
Por otra parte, hay que tomar en los medios de comunicación ecuatoria-
cuenta que, a principios del siglo XX, nos, es posible que en Italia no hayan
unirse a una compañía de ópera rum- llegado a enterarse a cabalidad de las
bo a las Américas implicaba asumir una circunstancias exactas que conduje-
cierta cantidad de riesgo y estar dis- ron al fracaso de la Compañía Marce-
puesto a sufrir algo de incertidumbre. lli. Puesto que los periodistas de prensa
Por ello, lo que sucedió con la Compa- operística de Italia generalmente no se
ñía Bonazzi-Sorgi no fue tan inusual; al fijaban en los acontecimientos artís-
contrario, en aquel entonces había mu- ticos de las ciudades occidentales de
chos casos de artistas encallados por no América Latina, no se consideraron to-
haber percibido los fondos suficientes
dos los pormenores ni los factores di-
para poder cancelar un boleto de vuel-
rectos e indirectos de este caso.
ta a Italia. No obstante, las circunstan-
En primer lugar, no queda duda de
cias de la compañía de Marcelli fueron
que Marcelli contribuyó a su propio fra-
de otra magnitud y llegaron a tal punto
caso. No solamente porque a sus 27 años
que incluso provocaron una reacción
le faltaba experiencia, sino también
muy atípica en Italia. Opiniones como:
porque tenía una formación de músi-
Y así la empresa de Quito y la de Pal- co, mas no la de un hombre de negocios.
ma de Mallorca y cualquier otro ex- Es muy posible que Marcelli haya em-
plotador y engañador encontrarán prendido este proyecto sin haber rea-
una agencia cómplice e idiotas que lizado las debidas diligencias para una
morderán el anzuelo. planificación de esa magnitud, de modo
que, cuando las cosas empezaban a fa-
¡Artistas, uníos! Hasta que no seáis
llar, no contaba con la experiencia y los
una fuerza, este tipo de crimen que-
recursos económicos para responder a
dará impune, hasta que no seáis una
las necesidades de los artistas. Por otro
fuerza siempre encontraréis a alguien
lado, la evidencia sugiere que Marcelli
aquí que explotará vuestro trabajo y
era algo intemperante, o en las palabras
luego os abandonará a vuestra suerte.
de Moreno, tenía «un carácter áspe-
Daos cuenta que solo con la organi-
ro».36 Esta caracterización, que surgió a
zación podéis ganar las grandes ba-
raíz de un desafortunado incidente que
tallas, podéis ser respetados y temi-
ocurrió en 1907, podría ayudar a con-
dos. Mientras estéis así como ahora,
textualizar los sucesos de 1909 y el fra-
uno contra el otro, siendo enemigo
caso de la Compañía de Ópera.
y competidor del otro, los frutos que
recogeréis son los mismos que han
recogido vuestros compañeros en
Palma, Quito y Nueva York... «Un trabajo de hormigas»
¡Artistas, uníos!35
A mediados de 1907, un grupo de pro-
fesores, empleados y estudiantes del
35 “Artisti, unitevi”, L’Opera (Milano, Italia), I/21
(21 de noviembre de 1909): 3. La traducción es Conservatorio Nacional de Música,
mía. En Palma de Mallorca, una compañía de ópera
compuesta de artistas se disolvió después de unas descontento con Marcelli y su supues-
cuantas actuaciones. En cambio, la temporada de la
Compañía de Ópera Pinsuti terminó abruptamente
después de su cuarta semana a raíz de las cons- 36 Segundo Luis Moreno. La música en el Ecuador
tantes riñas de sus directores. A los artistas se les (Quito: Municipio del Distrito Metropolitano de
debían el equivalente de nueve días de sueldo. Quito, 1996): 118.

89
SONOCORDIA

ta falta de finas maneras, presentó una dos en lo que Moreno caracteriza como
solicitud ante el Ministerio de Instruc- un «trabajo de hormigas», en el sentido
ción Pública pidiendo la cancelación del de que se hallaban haciendo lo posible
contrato del profesor italiano. Cuando por denigrar y subvertir a quienes for-
la queja llegó a manos de su compa- maban parte del Conservatorio de Mú-
triota y director de dicha institución, sica. Al parecer, la Compañía de Ópera
Domenico Brescia, él mismo convocó les ofreció una excelente oportunidad
a una sesión del Consejo de Profesores para llevar a cabo sus objetivos.
en la que resolvió expulsar a un buen Por lo tanto, al mismo tiempo que
número de las personas que habían fir- los artistas de la compañía de Marcelli
mado la petición de cancelación. Los eran aplaudidos, algunos también reci-
expulsados formaron un grupo nuevo, bían fuertes críticas. Estas expresiones
la Sociedad Beethoven. Según Moreno, en los diarios hacen pensar en la posi-
uno de los objetivos más importantes bilidad de que Marcelli haya llevado a
de la Sociedad era llevar a cabo «una Ecuador músicos mediocres. La verdad
campaña de difamación al señor Bres- es que era un elenco algo mixto, que
cia, especialmente, y al establecimiento consistía no solamente de jóvenes prin-
en general».37 cipiantes o aventureros, sino también
Es menester conocer esta histo- de algunos cantantes bastante experi-
ria porque los dirigentes de la Sociedad mentados. Gemma Bosini, por ejem-
Beethoven encontraron causa común plo, que en el año 1909 tenía diecinueve
con instituciones de ideas afines, como años, debutó unos meses antes cantan-
la Sociedad Artística e Industrial del Pi- do el papel de Mimi de La Bohème en un
chincha, y también abrieron sus puertas pequeño pueblo en el noroeste de Italia.
a gente influyente de la sociedad qui- En cambio, el tenor Alfredo Tedeschi,
teña. Por ejemplo, el 18 de septiembre de 27 años, fue cálidamente recibido
de 1908, tanto el Dr. Luis Felipe Borja cuando en 1903 cantó en el Teatro Tivoli
(hijo), como el secretario de la Socie- en San Francisco, California. La sopra-
dad Artística e Industrial del Pichincha, no Teresa Chelotti (1861-1927), junto
Manuel María Sánchez, presentaron con Elvira Magliulo, se distinguen por
sendos discursos en una sesión de la haber sido las primeras dos cantantes
Sociedad Beethoven. Los dos eran anti- en grabar en disco fonográfico el papel
gubernamentales, pues no solo estaban de Aída para el sello Fonotipia (1906).
en contra del mismo gobierno, que ja- De igual manera, muchos de los otros
más escuchaba las quejas en contra del cantantes habían disfrutado de carreras
Conservatorio y su personal, sino que destacadas antes de aparecer en el es-
también colaboraban con La Prensa, cenario quiteño, como la soprano Mar-
cuyas posiciones políticas eran bastan- gherita Almansi, el barítono Michele de
te combativas. Es más, el primo de Luis Padova y el bajo Giuseppe Sorgi.
Felipe Borja, Hugo Borja, era uno de los Por otro parte, es posible que otros
dos redactores de dicho diario. factores de orden negativo al interior de
Así que, aún antes de que Marcelli la misma Compañía hayan contribui-
hubiera ideado su proyecto de traer una do al fracaso de la Compañía Marcelli.
compañía de ópera, los adversarios del Respondiendo a una segunda carta de
Conservatorio ya estaban muy avanza- Bonazzi, que fue publicada el 28 de ene-
ro en Lima, y donde se defiende de las
37 Moreno, La música en el Ecuador, 119.
acusaciones previamente citadas, un

UArtes Ediciones 90
John L. Walker / Drama y conflicto en el escenario musical de la Exposición Internacional Quiteña de 1909

grupo de nueve miembros de la Compa- a visitantes del exterior, es notable el


ñía de Ópera Marcelli remitió una car- desempeño tardío de la infraestructura
ta en la que los artistas profundizan su y el ambiente poco atractivo alrededor
sentimiento de agravio con respecto al del evento. Ya se refirió al hecho de que,
maestro Bonazzi: por no estar terminados algunos traba-
jos, no fue posible inaugurar el evento
Contratados, los suscritos desde Italia en la fecha anticipada. No obstante, una
por la empresa Marcelli para debutar vez inaugurada, alrededor de los pabe-
en el teatro Sucre de Quito, se efectuó llones y las demás instalaciones de la
el viaje y una vez llegados al lugar de Exposición hubo más inconvenientes.
destinación, á [sic] las pocas funciones Por ejemplo, aunque a partir del año
dadas principió el maestro Bonazzi, anterior habían empezado a construir
que era director de orquesta, á [sic] y remodelar varios hoteles en la ciudad,
descomponer el orden y la concordia había escasez de alojamiento, de modo
entre los miembros de la compañía, que los dueños de casas espaciosas par-
insinuándonos al mismo tiempo á [sic] ticulares tuvieron que arrendar sus ha-
romper el contrato, lo que sucedió al bitaciones para servir de hoteles. Para
poco tiempo, motivando la quiebra algunos, esta situación resultó muy in-
desastrosa de la empresa Marcelli. De cómoda. Por ejemplo, firmando como
esto aprovechó al momento el señor Torres-yedras, un dueño de casa remi-
Bonazzi haciéndose empresario bajo tió lo siguiente en una carta publicada
la protección del señor Zavala. Partida el día 14 de agosto:
la compañía de Quito para trabajar en
el teatro municipal de Lima, pareció ¿Dormir, dije? ¡qué vamos a dormir! si
que aquí la suerte nos hubiese favore- en la colección de huéspedes que voy
cido, pues al principio las cosas iban á a recibir se comprenden tres niños de
[sic] maravilla, pero después principió pecho, que darán sus conciertos por
otra vez el maestro Bonazzi á [sic] tra- la noche, aunque no tan buenos como
bajar bajo agua al señor Zavala, digno los del London-Sextet, y no les per-
caballero, pues durante sus contratas deremos una nota: estas criaturas que
fuimos religiosamente pagados. Se- están mamando van á [sic] quitar el
parado el señor Zavala de la compañía sueño y dar dolores de cabeza a toda
consiguió su objeto el maestro Bona- la república, no que a mi [sic] solo.39
zzi de quedarse único empresario,
consiguiendo con mil súplicas, el A las incomodidades que surgieron de-
mismo, hacernos trabajar un mes, de bido a la falta de alojamiento había que
lo que no hemos apercibido sino una sumar la proliferación de mendigos y
quincena y la otra nos queda verla delincuentes en las calles, y también,
todavía…38 como se reportó el 22 de agosto, la pre-
sencia de «unas mujeres de vida aira-
A este sabotaje interno también hay da»40 cerca de la plaza de la Exposición.
que añadir otros problemas asociados En septiembre se reportó que, además
con la organización de la Exposición. del alarmante desarrollo de la peste
Por ser parte de una celebración cente- bubónica en Guayaquil, en otras partes
naria, pero más aún, por buscar atraer
39 “Las fiestas a segunda vista”, El Comercio (Quito,
Ecuador), 14 de agosto de 1909.
38 “Teatros y artistas”, El Comercio (Lima, Perú), 29 40 “Muchos escándulos”, El Ecuador (Quito, Ecua-
de enero de 1910. dor), 22 de agosto de 1909.

91
SONOCORDIA

del país se incrementaba el número de Bibliografía


víctimas de viruela y fiebre amarilla. Así
que en noviembre se dio a conocer que Anuario de Legislación Ecuatoriana, Corres-
la venta de entradas produjo la insigni- pondiente a 1902. Quito: Imprenta Na-
ficante suma de 230 sucres durante la cional, 1903.
segunda quincena de la Exposición, o, Fuentes Matons, Laureano. Las artes en
para decirlo de otra manera, asistieron Santiago de Cuba. La Habana: Letras Cu-
aproximadamente 100 personas por banas, 1981.
día.41 En términos simples, Robert Dole, Cánepa Guzmán, Mario. La ópera en Chile,
el representante del gobierno estadou- 1839-1930. Santiago de Chile: Editorial
nidense en el Ecuador proclamó: «la del Pacífico, 1976.
exposición fue un gran fracaso».42 Monge, Celiano. A vuela pluma. Quito: Im-
prenta de El Comercio, 1905.
Moreno Andrade, Segundo Luis. La música
Conclusión en el Ecuador. Quito: Municipio Metro-
politano de Quito, 1996.
La calidad y ritmo de trabajo de la Com- Pérez Concha, Jorge. Eloy Alfaro: su vida y su
pañía de Ópera Marcelli fueron factores obra. Quito: Talleres Gráficos de Educa-
indudablemente poco comunes durante ción, 1942.
aquel entonces en Ecuador, pero tam- Yánez Cevallos, Nancy. Memorias de la lí-
poco es una exageración compararla rica en Quito. Quito: Banco Central del
favorablemente con las demás empre- Ecuador, 2005.
sas líricas que actuaban contempo-
ráneamente por toda América Latina.
Por ello, es evidente que el joven em- Periódicos de Quito
presario presentó en Quito una troupe
que mereció una acogida más cálida y Diario El Ecuador
afable. Sin contar con las deficiencias Diario Ecuatoriano
de Ulderico Marcelli, los artistas de la El Comercio
compañía fueron víctimas de las ren- La Prensa
cillas y la conflictiva política local y no
merecían el trato que el público quiteño
les prestó.

41 Este tema, que la Exposición produjera una uti-


lidad tan pequeña, fue discutido en los diarios por
meses después de que esta se cerrara.
42 “Panama Canal is All Right”, The Baltimore Sun,
23 de noviembre de 1909.

UArtes Ediciones 92
Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

La música
en la celebración del
primer centenario de la
Independencia del Ecuador:
Una aproximación desde la
prensa periódica
Chemary Larez Castillo
Universidad Nacional de Loja
chemary.larez@unl.edu.ec

Resumen
A mediados del año 1921 comienza a aparecer en el diario El Comercio una colum-
na alusiva a la organización del programa de las fiestas del Centenario de la Inde-
pendencia. El establecimiento de la Junta del Centenario, conformada por variadas
personalidades del país, dio lugar a diferentes propuestas para la celebración del 24
de mayo de 1922, al conmemorarse 100 años de la Batalla de Pichincha. En el área
musical, las actividades planteadas fueron diversas y vinieron en ocasiones de parte
de los miembros de la Junta del Centenario, y en otras fueron formuladas por anó-
nimos y  externos. Estas propuestas abarcaron desde la conformación de una gran
estudiantina popular y concursos de composición y de bandas, hasta una temporada
de ópera a cargo de la compañía del reconocido empresario Adolfo Bracale. Este ar-
tículo persigue una aproximación desde la prensa periódica, en especial al diario El
Comercio de los años 1921 y 1922, a la organización, planificación y cobertura de las
actividades musicales de las fiestas centenarias con el fin de medir las repercusio-
nes que estas actividades tuvieron durante la celebración patria y, en lo posterior, en
cuanto al desarrollo musical del país.
Palabras claves: Batalla de Pichincha, nacionalismo, música en Ecuador, música y
prensa.

93
Recibido: 09 septiembre de 2021 / Aprobado: 28 de septiembre de 2021
SONOCORDIA

Title: Music in the celebration El 24 de mayo de 1822 se selló, en las


of the first centennial of the faldas del volcán Pichincha, el proce-
Independence of Ecuador: An so independentista del Ecuador con
approach from the periodical la victoria del ejército patriota lide-
press rado por el Mariscal Antonio José de
Abstract Sucre sobre el ejército realista. Luego
In the middle of the year 1921, a column de algunos antecedentes, finalmente
alluding to the organization of the pro- la Real Audiencia de Quito, y poste-
gram for the celebrations of the Centen- riormente el Gobierno de Guayaquil,
nial of Independence began to appear in pasaron a formar parte de la Gran Co-
the newspaper El Comercio. The estab- lombia.
lishment of the Centennial Board, made Cien años más tarde, la ciudad
up of various personalities of the country, de Quito se engalanó para celebrar el
gave rise to different proposals for the centenario de tan importante fecha.
celebration of May 24, 1922, commem- Se comenzaron a planear, hasta con
orating 100 years of the Battle of Pichin- dos años de anticipación, las refor-
cha. In the musical area, the proposed mas a realizar en la capital, lo cual
activities were diverse and some of them abarcó buena parte del presupuesto
came from the members of the Centenni-
destinado a las celebraciones. Se or-
al Board, and on others, they were formu-
ganizaron, como era de esperarse,
lated by anonymous and external parties.
desfiles cívicos y militares, además
These proposals ranged from the creation
de diferentes homenajes a cargo de
of a popular musical band to composi-
instituciones de diversa índole. Las
tion and bands competitions to an opera
celebraciones o eventos de carácter
season in charge of the company of the
musical ocuparon también un lugar
renowned businessman Adolfo Bracale.
This article pursues an approach from importante dentro de todo este mar-
the press, especially the newspaper El co festivo.
Comercio from 1921 and 1922, to the or- Sobre las celebraciones del Cen-
ganization, planning and coverage of the tenario de la Batalla de Pichincha
musical activities of the centenary festiv- existen algunos trabajos, como el de
ities, in order to measure the impact that Isaac Barrera: Relaciones de las fies-
these activities had during the national tas del primer centenario de la batalla
celebration and later, regarding the musi- de Pichincha 1822-1922, en el cual se
cal development of the country. realiza un recuento de todas las ac-
Keywords: Battle of Pichincha, nation- tividades desarrolladas en la cele-
alism, music in Ecuador, music and press. bración, especialmente el desempeño
de la Junta del Centenario de Pichin-
cha. Barrera reseña la conformación
de la Junta del Centenario como una
iniciativa del congreso de 1919 con
el fin de que «se ocupara en hacer
ciertas obras de preparación y em-
bellecimiento de la ciudad, para que
pudieran celebrarse dignamente las
fiestas del Centenario de la Batalla de

UArtes Ediciones 94
Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

Pichincha».1 De acuerdo con el decre- caciones de las actividades musicales


to del 14 de octubre del mismo año, la desarrolladas en el contexto del cen-
Junta estuvo presidida por el ministro tenario, así como las repercusiones
de Obras Públicas y conformada por posteriores en el acontecer musical
el presidente del Consejo Cantonal de del país.
Quito, el jefe de la Primera Zona Mi-
litar y ocho miembros que nombraría
el ejecutivo. Como encargado de la Celebraciones musicales
formulación de un proyecto de fes- ¿para ‘todos’ los gustos?
tejos para la celebración se designó
inicialmente al vocal general Moisés Una vez conformada la Junta del Cen-
Oliva, quién al momento era director tenario de Pichincha en el año 1919,
del Colegio Militar. se iniciaron los preparativos de las
Las sesiones de trabajo de la celebraciones centenarias. La fun-
Junta del Centenario de Pichincha ción de la Junta fue principalmente
quedaron registradas en los principa- gestionar los proyectos de embelle-
les diarios capitalinos, lo que permi- cimiento de la ciudad. Según Enrique
tió conocer cómo se fueron gestando Terán, el Centenario de la Batalla de
los preparativos de la celebración. Si Pichicha sería la clave del despertar
bien las obras de embellecimiento a urbanístico de la ciudad; para ello fue
la ciudad estuvieron en el centro de determinante la acción de la Junta
los puntos tratados en todas las se- que, entre muchas otras obras, reali-
siones, también se dio espacio para zó la primera pavimentación asfáltica
abordar la programación de los fes- de Quito. 2
tejos. Como se ha mencionado, los re-
Tomando en consideración es- gistros hemerográficos de las sesio-
tos antecedentes, el trabajo que se nes de trabajo de la Junta del Centena-
plantea persigue una aproximación rio permiten dar seguimiento al curso
desde la prensa periódica a la activi- de los preparativos y la inclusión de
dad musical durante los días que duró actividades musicales en el programa
la celebración del Centenario, que in- de festejos, observándose en la se-
cluyó desde festivales y concursos de mana del centenario presentaciones
bandas y estudiantinas hasta la gran y concursos a cargo de bandas popu-
temporada de ópera desarrollada por lares, estudiantinas y bandas milita-
la reconocida compañía Bracale. Es- res, además de los números musica-
pecial atención se ha dado a las pu- les que acompañaron los programas
blicaciones del diario quiteño El Co- de algunas instituciones gremiales
mercio de los años 1921 y 1922, en el y educativas, entre ellas la Escuela
cual, además de la columna “Junta de Artes y Oficios y el Conservatorio
del Centenario de Pichincha”, pudi- Nacional de Música. Por su parte, la
mos localizar propuestas dirigidas al temporada de ópera desarrollada con
comité de fiestas por particulares o motivo del Centenario fue una de las
instituciones artísticas. El objetivo de más importantes y sin precedentes en
este estudio es reconocer las impli- la nación.

1 Isaac Barrera. Relaciones de las fiestas del primer 2 Enrique Terán en Mario Vásconez. Breve historia
centenario de la batalla de Pichincha 1822-1922 (Qui- de los servicios en la ciudad de Quito (Quito: Ciudad,
to: Talleres tipográficos nacionales, 1922): 110-112. 1997): 110.

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SONOCORDIA

Durante el mes de febrero de detalles de la programación aparte


1922 se publicaron en la prensa ar- del nombre de las instituciones que
tículos alusivos al programa de las las llevarían adelante.4
fiestas, en algunos casos instando Durante el mes de abril se pu-
sobre el retraso, y, en otros, los orga- blicó con más detalle la participación
nizadores respondiendo con progra- de una amplia lista de organizaciones
mas aún muy generales y tentativos. gremiales. Algunas desarrollaron ac-
En la columna La Junta del Centenario tividades de carácter musical, como
de Pichincha del 6 de febrero se señala fue el caso de la Sociedad Artística e
lo siguiente: Industrial de Pichincha, que organi-
zó una velada literario-musical de la
Se aprobó el proyecto de progra- que no se publicaron mayores deta-
ma del centenario presentado por lles. El Instituto y Sección de Alum-
los señores Jijón y Noroña. Se dis- nos de las Escuelas Profesionales Don
puso que este proyecto de progra- Bosco también realizó un «Gran fes-
ma se publique por la prensa a fin tival por la banda de música del es-
de atender a las sugerencias que se tablecimiento en uno de los parques
hagan y que contribuyan a la for- de la ciudad, en el día que la Artística
mación definitiva del programa.3 designe. (7 números de programa es-
pecialmente seleccionados)».5
Según refiere la columna, los señores En el mismo artículo se señala
Gabriel Noroña (representante ante la participación de la Sociedad Auxi-
la Junta por parte de la Universidad liadora de la Educación Católica de la
Central) y Jacinto Jijón (representan- Niñez con un acto literario musical
te del Consejo Municipal como vocal en el Colegio de San Pedro Pascual el
de la Junta y director de la Academia día que «tenga a bien designar la Ar-
Nacional de Historia) fueron los res- tística, de acuerdo con su programa
ponsables del programa de festejos. general». 6 La participación de estas
En días posteriores se observa instituciones se ve reflejada a lo largo
en la prensa un memorándum que in- de los días de la programación final,
cluye un programa tentativo presen- pero en algunos casos no se publica
tado por la Junta del Centenario. Entre ningún detalle de las actividades rea-
ellos se ubica en el punto II: «Velada lizadas.
Literario-Musical. La organización El programa de las fiestas fue
de la Velada se podría encomendar publicado finalmente en prensa a
a la Sociedad de Estudios Históricos poco tiempo antes del inicio de la ce-
o a la Sociedad Jurídico Literario, en lebración y comprendía diez días de
asocio del Conservatorio Nacional de festejo (del 20 al 29 de mayo).
Música». En la segunda parte del me-
morándum se encuentran programas
parciales de diferentes instituciones 4 “Informe que debe considerarse”. El Comercio (9
de febrero de 1922): 4.
participantes. En estos casos no hay 5 “Programas Acordados por las Sociedades Obre-
ras de esta Capital para celebrar dignamente el
Centenario de la Batalla de Pichincha”. El Comercio
3 “La Junta del Centenario de Pichincha”. El Comer- (14 de abril de 1922): 4.
cio (06 de febrero de 1922): 3. 6 Ibíd.

UArtes Ediciones 96
Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

Imagen 1. Programa de las fiestas del Centenario.


Fuente: El Comercio (13 de mayo de 1922): 3. El cuadro N.o 1 muestra el programa y
las actividades musicales que se con-
templaron: 7

7 Si bien en la prensa aparece Estudiantina 24


de mayo, en el programa publicado en el libro
de Barrera consta Estudiantina popular “Cen-
tenario”. Más adelante veremos que eran dos
agrupaciones distintas. La estudiantina que ofi-
cialmente tomó parte de los festejos fue la Cen-
tenario.

97
SONOCORDIA

Fecha Presentación artística-musical Lugar

21/05/1922 Concierto de la estudiantina 24 de Mayo.7 Pretil del


Palacio Nacional
22/05/1922 Programa de la Escuela de Artes y Oficios. Sin especificar
22/05/1922 Concurso de bandas populares. Parque de Mayo
(actual Parque
el Ejido)
23/05/1922 Festival de las Bandas del Ejército. Plaza Sucre
23/05/1922 Concierto de Gala del Conservatorio
Nacional de música con cooperación
de la Compañía de ópera. Teatro Sucre
24/05/1922 Misa de Acción de Gracias y Te Deum. Catedral de Quito
24/05/1922 Función de gala de la Compañía de Ópera Teatro Sucre
27/05/1922 Festival por la Banda de Don Bosco Plaza de la Alameda
28/05/1922 Concurso de las Bandas del Ejército Parque Bolívar
28/05/1922 Retreta de las bandas populares Plaza Sucre

Cuadro 1. Desglose de las actividades artísticas y A principios del siglo XX, en el


musicales del centenario de acuerdo al programa
oficial. Fuente: Elaboración propia. contexto latinoamericano, era natu-
ral observar importantes diferencias
sociales en cuanto al acceso a deter-
Aunque la temporada de ópera co- minado tipo de actividades artísticas y
menzó el día 21 de mayo y hubo fun- musicales (la ópera era reservada a las
ciones durante todas las noches de altas esferas sociales). De alguna ma-
la celebración (y algunas semanas nera lo advierte Wolkowicz en su tra-
después), llama la atención que en el bajo: “El día que Caruso no cantó: las
programa difundido por la Junta del compañías de ópera Bracale y Salvati
Centenario solo se incluyen dos parti- en Lima (1920)”, donde refiere que en
cipaciones de la Empresa Bracale, una la hemerografía local, específicamen-
de ellas en compañía del Conservato- te en las revistas Hogar y Mundial, se
rio Nacional de Música. Al parecer, se critica desde el humor el «esnobismo
publicaron solo los eventos con con- de las clases altas por ir a la ópera, más
notación oficial o de relevancia polí- interesadas en usar el teatro como un
tica dentro de las celebraciones. Sin espacio de sociabilidad que por un
embargo, la cobertura de la prensa a verdadero interés por el arte lírico».8
la temporada de ópera fue amplia. Se Aunque no podríamos asegurar que el
dedicaron anuncios y columnas es- caso del Ecuador fuera exactamente
peciales solo a esta actividad, que se igual al peruano, lo que sí es cierto es
extendió mucho más de los diez días que había una clara distinción entre el
de festejos, publicándose artículos público ‘acorde’ para asistir a la ópe-
incluso después de la partida de la ra y el resto del pueblo que, según la
compañía Bracale. Esto contrasta no- ideología de la época, bien podía ‘di-
toriamente con la inexistencia, salvo vertirse’ con las retretas, presenta-
contadas excepciones, de detalles re- ciones de bandas de pueblos y eventos
ferentes a las demás presentaciones de ‘menor categoría’.
artísticas y musicales que se desarro-
8 Vera Wolkowicz. “El día que Caruso no cantó:
llaron durante los días de festejos del las compañías de ópera Bracale y Salvati en Lima
(1920)”, Revista Argentina de Musicología 21 n.°1
Centenario. (2020): 88.

UArtes Ediciones 98
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Una gran estudiantina En el libro de Isaac Barrera consta


Centenario y un concurso para dos que la propuesta de subvención a esta
estudiantina se aprobó el mismo 13 de
El formato de estudiantina en el enero.12 Algunos días después, en la
Ecuador estuvo muy arraigado desde columna “Junta del Centenario de Pi-
mediados del siglo XIX y la primera chincha”, apareció información sobre
mitad del siglo XX. Si bien su confor- el presupuesto para el funcionamiento
mación instrumental mantenía los de la estudiantina:
mismos instrumentos de origen eu-
ropeo —como la mandolina, la ban- El señor Borja, comisionado para el
dola, la guitarra y el guitarrón—, se su- arreglo de la estudiantina popular
maba a ellos el bandolín que, aunque de presentó un presupuesto firmado
raíz europea, era un instrumento ecua- por el señor Manuel Cortés Riofrío.
toriano con características muy propias, La Junta aceptó este presupuesto que
como la disposición de quince cuerdas alcanza la suma de dos mil sucres y
en cinco órdenes.9 dispuso que el procurador celebre el
Al ser este tipo de agrupaciones tan contrato o contratos que sean nece-
habitual en los contextos populares, fue sarios para que la entrega del dine-
coherente la organización de una Estu- ro se haga con toda seguridad y para
diantina como parte de las celebraciones que se garantice el regular funciona-
musicales desarrolladas en el Centenario miento de la estudiantina.13
de la Batalla de Pichincha. El 13 de enero
de 1922 se registra en una columna de El Según se lee, la sugerencia de director
Comercio la propuesta de creación de una para la agrupación fue acogida puesto
gran estudiantina popular para disfrute que quien firma el presupuesto apro-
del pueblo: bado es justamente Manuel Cortez.
Días después se publicó en El
No se trata de un acto del conserva- Comercio una columna en la cual se
torio, ni de que metan cuchara artis- indicaba que para la conformación
tas de los planteles oficiales. Trátase
de la agrupación se tenía prevista la
de una audición popular ajena a los
realización de un concurso que con-
manejos de la política y a las influen-
sideraba, como parte de las bases,
cias de los consagrados.10
la incorporación de cinco a diez ins-
trumentistas que interpretarían tres
En esta propuesta se mencionaba la
piezas. Estas podrían ser: una clásica,
necesidad de destinar un presupuesto
una nacional y una a gusto del direc-
para subvencionar a la agrupación y un
tor; o el Himno Nacional, una clásica y
premio final. Además, se incluye como
un pasillo; o las tres de carácter na-
sugerencia para ocupar el cargo de direc-
cional. Por otra parte, el período de
tor el nombre del reconocido guitarrista
inscripción se cerraba el 30 de abril
Manuel Cortez.11
con la celebración del concurso el día 1
de mayo. Se solicitaba un premio mo-
9 Juan Mullo. Música Patrimonial del Ecuador (Quito:
Ministerio de Cultura del Ecuador, 2009): 41-42. netario además de un diploma o me-
10 “A la Junta del Centenario. Una idea como Cual- dalla para el director. Como jurado de
quier otra”. El Comercio (13 de enero de 1922), 1.
11 Según el artículo de prensa referido, Manuel Cor-
tez era un destacado guitarrista que había instruido 12 Barrera, Relaciones de las fiestas del primer cente-
en el instrumento a varias familias presidenciales, nario de la batalla de Pichincha, 119.
como las del presidente Eloy Alfaro, Leónidas Plaza 13 “Junta del Centenario de Pichincha”. El Comercio
y Alfredo Baquerizo Moreno. (25 de enero de 1922): 2.

99
SONOCORDIA

dicho concurso se nombró a Sixto Ma- cuerdas […] Pudimos escuchar com-
ría Durán y dos profesores del Conser- posiciones de acreditados artistas
vatorio designados por la Junta. Esta nacionales como el doctor Durán, el
estudiantina debía tener la responsa- señor Veintimilla, el señor Salgado,
bilidad de tocar en la velada musical el señor Ortiz y algunos del mismo
de las fiestas centenarias.14 director señor C. Riofrío.16
Al leer las bases del certamen es
inevitable no pensar en algunas con- Según se observa en las presentaciones
tradicciones desde la propuesta inicial, de la estudiantina, cuyos ensayos ha-
en la que se consideraba que el funcio- brían comenzado en el mes de febrero,
namiento de la estudiantina debía es- se interpretaron repertorios marciales,
tar desligado de las influencias de ‘los populares y académicos con obras de
consagrados’ y que correspondía evi- reconocidos compositores nacionales
tarse que «metan cuchara artistas de del momento. Por otra parte, si bien se
los planteles oficiales». La designación había concebido la idea de que la estu-
de grandes representantes de la música diantina cubriría la necesidad de ofrecer
académica del país y profesores del Con- un sano esparcimiento para el pueblo, el
servatorio como evaluadores del concur- cual no disponía de mayores oportuni-
so ya asomaba como un desprendimiento dades para el disfrute musical durante
de los ideales iniciales para la conforma- la celebración del centenario, pronto los
ción de la agrupación popular. músicos y el director plantearon exi-
No se tienen mayores detalles de gencias en cuanto a los escenarios don-
las piezas que fueron incluidas en las de participaría la agrupación.
presentaciones de la estudiantina du- En el programa publicado el 13 de
rante su participación en el Centena- mayo se indicaba que la estudiantina
rio.15 Sin embargo, en prensa se loca- daría sus conciertos durante las no-
liza una pequeña crónica de uno de los ches en espacios como la avenida 24 de
ensayos desarrollado a inicios del mes Mayo, la Plaza de la Independencia y la
de abril que nos permite identificar Alameda.17 Sin embargo, encontramos
parte del repertorio que posiblemente más adelante que, por solicitud de la
se ejecutó. misma agrupación, la Junta del Cente-
nario en sesión del 20 de mayo le au-
Está bien entendida la ortografía torizó para que sus presentaciones las
musical, por decirlo así, a fin de que realizara en un teatro y no en las ca-
la melodía no ensordezca con una lles.18 Ese mismo día se publicaron al-
música meramente sonora, ruidosa, gunos detalles sobre la programación
sin crescendos ni diminuendos, sin diaria en la prensa de la ciudad. Por
pianísimos, tan indispensables sobre ejemplo, la Estudiantina Centenario
todo en esta clase de conciertos de presentó un concierto en el Pretil del
Palacio Nacional el día 21 a las 8 de la
14 “La gran estudiantina”. El Comercio (27 de enero noche.19 Adicional a esto, no se encon-
de 1922): 3.
15 A diferencia de la minuciosidad con la que se
anunciaban las funciones de ópera y las columnas
en las que se publicaban crónicas y críticas de sus 16 “La Estudiantina Centenario”. El Comercio (8 de
funciones, en el caso de la estudiantina no se loca- abril de 1922): 1.
lizó en el periodo de las celebraciones ningún deta- 17 “Programa de las fiestas con las que se conme-
lle del repertorio, artistas ni anuncios o invitaciones morará el Primer Centenario de la Batalla de Pi-
donde se señalaran los lugares de los conciertos, chincha”. El Comercio (13 de mayo de 1922): 3.
más allá del ubicado en el programa publicado el 13 18 “Junta del Centenario”. El Día (20 de mayo de
de mayo, donde se reseña una sola participación de 1922): 3.
esta agrupación. 19 “Programa”. El Día (21 de mayo de 1922): 10.

UArtes Ediciones 100


Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

traron en ninguno de estos programas que luchase con las anteriores, des-
parciales más detalles de las presenta- de que su número era de veinticinco
ciones de la agrupación. profesores de cuerdas, contándose
Como se mencionó anteriormen- entre ellos a ocho señoritas. Además,
te, se había planteado meses atrás la el director de la Estudiantina «Cen-
celebración de un concurso para con- tenario» fue nombrado uno de los
formar la Gran Estudiantina que par- jurados del tribunal calificador.23
ticiparía en las fiestas del Centenario.
Aunque la finalidad primigenia del Al parecer la planificación de este con-
concurso no llegó a cumplirse, este sí curso no fue óptima, puesto que más
se materializó, y en él se disputó un allá del artículo publicado en el mes de
premio municipal. El día 31 de mayo se enero, donde se asomaba la propues-
publicó el detalle del concurso de estu- ta para un certamen que permitiera
diantinas realizado en el Teatro Puerta conformar una gran estudiantina, no
del Sol.20 En este concurso solo parti- se encontraron mayores detalles or-
ciparon dos agrupaciones, la estudian- ganizativos en lo posterior, además de
tina Veinticuatro de Mayo y Liga Roja, que ni siquiera este concurso formaba
esta última como visitante de Pasto.21 parte del programa oficial publicado
Resultó ganadora la primera «por su en prensa el 13 de mayo. Esta situación
correcta ejecución e interpretación». posiblemente haya ocasionado una po-
Se menciona en la misma columna bre participación (en lo que refiere al
que la Estudiantina Centenario se ex- número de agrupaciones). A juzgar por
cusó de participar en el concurso, por cómo se dieron los acontecimientos,
ser la anfitriona del mismo. Sin em- podríamos pensar que la agrupación
bargo, dio una presentación que sirvió denominada Estudiantina Centenario
para amenizar el evento.22 El premio se conformó a partir del financiamien-
del concurso fue 500 sucres y como to dado a músicos que posiblemente
parte del jurado sabemos que estuvo fueron discípulos del reconocido gui-
Manuel Cortez. tarrista Manuel Cortez, y que a ella no
Más adelante, en un anuncio so- se sumó ninguna otra estudiantina du-
bre los concursos desarrollados en el rante las celebraciones, puesto que el
marco del Centenario de la Batalla de concurso se desarrolló prácticamente
Pichincha, se ofrecen algunos detalles: fuera de la semana de festejos oficiales.

En el concurso de estudiantinas sólo


se disputaron el premio dos agrupa- Más concursos: bandas
ciones reducidas, la «Veinticuatro de populares y bandas militares
Mayo» y la colombiana «Sello Rojo»,
compuesta cada una de seis y ocho En general, las bandas militares han
ejecutores, pues la estudiantina po- sido agrupaciones que cumplían una
pular «Centenario» se exhibió fuera doble función: la formativa y la de di-
de concurso, ya que no era posible fusión artística. En la primera mitad
del siglo XX solían ejecutar repertorios
20 “Festejos del Centenario”. El Comercio (31 de marciales y académicos, en algunos
mayo de 1922). casos originales y en otros, arreglados
21 En artículo posterior se le denomina Sello Rojo a
la estudiantina colombiana.
22 “Festejos del Centenario”. El Comercio (31 de
mayo de 1922): 3. 23 “Concursos”. El Comercio (20 de junio de 1922): 1.

101
SONOCORDIA

de acuerdo a su orgánico (instrumen- rios que tocaron, puesto que sus par-
tos de vientos madera, vientos metales ticipaciones fueron notablemente más
y percusión). En el caso de las bandas cubiertas que las de las bandas popu-
de pueblo, estuvieron conformadas por lares, seguramente por su naturaleza
integrantes de una extracción social afín con el motivo de la celebración.
marginal: albañiles, obreros, artesa- Se nota en las bandas de los diferentes
nos o campesinos […] Su repertorio y regimientos y destacamentos la inclu-
su estilo musical [comprende] ritmos sión de obras de tipo marcial, de for-
nacionales tradicionales […] Amenizan matos académicos (de autoría de com-
y solemnizan las fiestas más impor- positores nacionales y del repertorio
tantes del calendario festivo ecuato- universal) y piezas nacionales. Los ti-
riano.24 pos de participación fueron festivales y
Sea por su naturaleza principal- concursos desarrollados generalmente
mente marcial, como en el caso de la en los espacios públicos, aunque una
banda militar, o por su inclinación po- de las bandas militares ofreció una
pular y festiva, en el caso de la banda presentación en el Teatro Sucre, la cual
de pueblo, su presencia en las celebra- detallaremos más adelante.
ciones musicales del Centenario fue Del concurso de bandas popula-
muy representativa. Aunque la prensa res no se registraron muchos datos. La
se ocupó mucho más de la ópera, los iniciativa fue una de las pocas ofreci-
programas oficiales publicados dan das por el Consejo Municipal. En rela-
testimonio de la frecuente participa- ción con la planificación de este evento
ción de este tipo de agrupaciones en la localizamos una columna en El Comer-
semana de festejos. cio, firmada por el abogado quiteño
Las bandas estuvieron presentes Rafael Arteta García, en la que se indica
desde el mismo inicio de las celebra- la apertura de las inscripciones a par-
ciones. Si recordamos el programa de- tir del día 15 para la organización del
tallado en un apartado anterior, vere- certamen que llegó a celebrarse, según
mos que, además del acompañamiento señalaba el programa oficial, el día 22
en los desfiles, estas tuvieron algunas de mayo.25
participaciones protagónicas, como De acuerdo a lo referido por Ba-
el concurso de bandas populares del rrera, en el concurso de bandas po-
día 22 en el recién inaugurado Parque pulares obtuvo el primer premio la
de Mayo, el festival de las bandas del banda de Alangasí, una parroquia ru-
ejército desarrollado en la Plaza Su- ral ubicada en el Valle de los Chillos
cre el día 23, el festival organizado por en la ciudad de Quito, y el segundo, la
la Banda de Don Bosco en la Plaza de banda San Pablo, representante de la
la Alameda el día 27, y el concurso de parroquia homónima de la provincia
las bandas del ejército realizado en el de Imbabura.26 El diario El Comercio en
Parque Bolívar el 28 de mayo, el mis- su artículo ‘Concursos’ alude a los di-
mo día en que se programó una retreta ferentes certámenes desarrollados en
en la Plaza Sucre a cargo de las bandas el marco del Centenario. En cuanto al
populares. de bandas populares, lo reseña como
En el caso de las bandas milita- «muy divertido y [que] puso de mani-
res encontramos datos de los reperto-
25 El Comercio (5 de mayo de 1922).
26 Barrera, Relaciones de las fiestas del primer cente-
24 Mullo, Música Patrimonial del Ecuador, 43. nario de la batalla de Pichincha, 89.

UArtes Ediciones 102


Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

fiesto, en lo general el genio músico del gremiales y el ejército nacional, en-


pueblo y su adelanto».27 cabezando este segmento del desfile
Además de la realización del con- la banda Quito, y a continuación los
curso promovido por la municipalidad, diferentes batallones y regimientos.
consta en el programa del 28 de mayo Podría asumirse que el repertorio fue
una retreta en la Plaza Sucre a cargo de estrictamente marcial para esta oca-
las bandas populares. En la prensa no sión; sin embargo, no se localizan ma-
se reseñó el detalle de esta participa- yores detalles al respecto.
ción, por lo que en la revisión realizada
ha sido difícil determinar las bandas
participantes y los repertorios.
Si bien en el programa consta-
ba como una primera participación de
las bandas militares el 23 de mayo en
el festival que se realizaría en la Plaza
Sucre, se sabe que estas formaron par-
te del desfile escolar celebrado el día 22
y que fueron además estas bandas del
ejército las que anunciaron la entrada
al presidente de la república.28 Tam-
bién se reseñan participaciones de las
bandas del ejército en el desfile cívico
militar del 24 de Mayo y en la inaugu-
ración de la avenida nombrada en ho-
nor a la fecha patria.29
El desfile cívico militar celebrado
el 24 de mayo fue sin duda uno de los
eventos más importantes de las festi-
vidades. Según se reseña en prensa, su
extensión alcanzó unas treinta cuadras
y en la planificación se estimaba que
partiera desde el Parque Bolívar, en la
Alameda, hasta la Plaza Sucre. El orden
del desfile se puede ver en la gráfica
publicada en el libro Centenario de la
Batalla de Pichincha, donde constan las
principales autoridades y, por tanto,
los participantes de honor del desfile.
Luego continuaban las instituciones
educativas, incluidas las participa-
ciones del Conservatorio Nacional de
Música y la Escuela de Artes y Oficios,
el cuerpo de bomberos, instituciones

27 “Concursos”. El Comercio (16 de junio de 1922): 1.


28 Barrera, Relaciones de las fiestas del primer cente-
nario de la batalla de Pichincha, 48.
29 “Los festejos del Centenario de Pichincha”. El Día Imagen 2: Diagrama del orden del desfile cívico
(25 de mayo de 1922): 6. militar. Fuente: Barrera, 1922: 60.

103
SONOCORDIA

El festival de las bandas del ejército que minados momentos para hacer resaltar
se desarrolló en la Plaza Sucre durante la la energía de ciertos períodos». Continúa
noche del 23 de mayo fue seguramente el articulista señalando:
un espacio para el esparcimiento, a la
vez que una demostración de las dife- En suma notamos delicada instrumen-
rentes bandas que concursarían finali- tación, digna de una obra escrita para
zando la semana de festejos. Las bandas concierto, distinta de otras que están
participantes fueron las del Regimiento recargadas de instrumentos que nada
de la Artillería Bolívar, las de los batallo- aportan en bien de la obra, como las
nes Quito, Carchi, Zapadores N.° 1, Za- bandas de antaño, calificadas de bue-
padores N.° 2 y Chimborazo. En relación nas solo porque hacían tal ruido que
con el concurso celebrado el 28 de mayo, podían romper los mejores tímpanos.
El Comercio reseñó lo siguiente: Huelga añadir que con la sinfonía [de
Francisco Salgado] coronó su triunfo
Ayer por la mañana se desarrolló el con- porque habría resultado insoportable,
curso con la concurrencia del Regimien- dada su difícil interpretación, si los eje-
to de Artillería Bolívar, N° 1; Batallón cutores no hubieran dado muestras de
Quito, N° 2; Batallón Carchi, N° 7; Za- su magnífica preparación.32
padores, N° 1; Chimborazo y Zapadores,
N° 2. El jurado estuvo compuesto de los Respecto a las demás bandas se ofrecen
señores Dr. Sixto María Durán, Alfre- pocos detalles de su repertorio. En general
do Padovani, Aparicio Córdova y Pedro se señala lo «pesadas de algunas ejecu-
Traversari y con el concurso también de ciones», inexactitudes con respecto a los
varios padres de San Francisco […] Cada tempos y en el caso de la de Zapadores N.° 1
director presentó dos obras instrumen- una «recargada sonoridad». La Banda del
tales, las que fueron ejecutadas, pode- Regimiento Quito ejecutó también la mar-
mos decir con perfección, por las bandas cha Abdón Calderón,33 pero no se incluye la
de aquellas Unidades… Mas el jurado no segunda pieza de su participación en la
pudo decidir de hecho quién era el ven- reseña. Por su parte, la banda del Carchi
cedor. Hoy debe dicho jurado dictami- interpretó una marcha y una adaptación
nar; pero sí se acordó por unanimidad de la obra Maestros Cantores (Die Meister-
del jurado pedir un premio para el señor singer) de Wagner. En el caso de las ban-
Francisco Salgado A. por su sinfonía que das del Zapadores N.° 1 y del Zapadores N.°
en el arte significa una obra de aliento, 2, solo se ofrece el nombre de la segunda
de difícil composición.30 pieza, que «fue el muy conocido trozo el
‘Guarany’, de [Carlos] Gómez».34
En cuanto a los repertorios ejecutados En días posteriores se publicó el
por las bandas,31 la Banda del Regimien- acuerdo sobre la premiación del con-
to Bolívar fue alabada por su fineza en la
ejecución de la marcha Abdón Calderón, 32 “Concursos”. El Comercio (16 de junio de 1922): 1.
de la autoría de Durán: «era de obser- 33 La marcha Abdón Calderón, compuesta por Six-
to María Durán en alusión a uno de los héroes de
varse cómo estaban dispuestos los di- la Batalla de Pichincha, parece haber sido muy
popular en la época, puesto que varias bandas la
versos timbres del conjunto sonoro […] ejecutaron en el concurso. De esta marcha, según
si entraba toda la Banda, era en deter- menciona Guerrero, no se conservan ni originales
ni copias. Pablo Guerrero. Sixto María Durán (1875-
1947). El compositor de la tierra sagrada (Quito: Ecua-
dor, 2014), acceso 15 de febrero del 2021, http://
30 “Festejos del Centenario”. El Comercio (30 de historiascines.blogspot.com/2014/04/sixto-ma-
mayo de 1922): 6. ria-duran-compositor-de-la.html.
31 “Concursos”. El Comercio (16 de junio de 1922). 34 Ibíd.

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Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

curso de bandas, en un artículo titula- Francisco Salgado compuso su Sinfo-


do “La Sinfonía del maestro Francisco nía en 1921, en una versión para ban-
Salgado”: da de concierto;36 esta es la primera
obra en ese formato que se conserva
He aquí el acuerdo y el juicio emi- de un compositor ecuatoriano. Se es-
tido por el jurado acerca de la sin- tructura en 4 movimientos contras-
fonía del maestro Salgado, Direc- tantes y bajo los parámetros de la
tor de la Banda del Regimiento sinfonía clásica. La instrumentación
‘Bolívar’ […] El Jurado, en unani- original para banda incluye: flautas,
midad de criterio y por no haberse flautines, clarinetes, cornetines, sa-
estipulado nada en las bases del xofones, sarzos (similar a la tuba),
Concurso con respecto a los Di- bombardinos, trombones, bombar-
rectores y presentación especial dón, contrabajo, batería, tam-tam,
de trozos o composiciones origi- triángulo, y platillos. Es posible que
nales, ha acordado pedir al Estado este formato respondiera a los ins-
Mayor General un Premio Espe- trumentos con los que contaba la
cial, a su juicio, para el autor de la Banda del Regimiento Bolívar que
SINFONÍA EN CUATRO TIEMPOS, Salgado dirigía desde 1920.
que ejecutó la Banda del Regi-
miento Bolívar; por haber sido una
composición de verdadero mé-
rito técnico y que reúne todas las
condiciones para ser justamente
apreciada.35 Imagen 3: Portada de la I Sinfonía para Banda de Con-
cierto. Fuente: Archivo familiar de Yolanda Salgado

36 Se conservan otras dos versiones: una reducción


35 “La Sinfonía del maestro Francisco Salgado”. El para piano a cuatro manos y una versión para or-
Comercio (18 de junio de 1922): 6. questa sinfónica firmada en enero de 1925.

105
SONOCORDIA

Dentro de la participación de las A estas obras se suma una pieza del


bandas se observa la incorporación joven Luis Humberto Salgado, En la
de repertorios nacionales, no solo en pradera, que, según se indica, se tra-
el ámbito popular sino también en ta de una «pieza característica ins-
el académico. Hasta meses después de pirada en los hechos y aventuras de
terminados los eventos del centenario los Pieles Rojas». 39
se lee en la prensa la realización de La emoción que quedó en el en-
retretas con bandas militares, las cuales torno en lo posterior a las celebraciones
ejecutaban estos repertorios como si el del centenario dio lugar a la creación y el
Centenario se mantuviera en el ambiente. consiguiente estreno de obras de com-
En la columna ‘Informaciones’ positores nacionales que se incluyeron
del diario El Comercio pueden visua- dentro de una nueva estética naciona-
lizarse anuncios de diferente índole.37 lista, la cual se prolongó hasta avanzada
Entre estos se encuentra el subtítulo la segunda mitad del siglo XX y en la que
‘Obras de compositores nacionales’, las bandas tuvieron una gran importan-
que consistía en una invitación a la cia en términos de difusión.
retreta del día donde se interpretarían
las siguientes obras:
La Gran Compañía
Huelga de campesinos, marcha criolla, Italiana de Ópera y Baile
dedicada al señor Presidente de la Re- para las Fiestas del Centenario
pública, doctor José Luis Tamayo, por
el maestro Francisco Salgado. Abdón La Compañía de Ópera y Baile de Bra-
Calderón, marcha triunfal del maestro cale, según menciona el empresario en
Sixto M. Durán. 24 de Mayo, overtura sus memorias, tenía planificado debu-
[sic] del maestro Carlos A. Ortiz.38 tar en el Ecuador en 1918 con un abono
completamente cubierto de dos funcio-
Del repertorio antes señalado se in- nes en la ciudad de Guayaquil.
dica que la instrumentación es tra-
bajo de Salgado, director de la banda. Imagen 4: Compañía Bracale en el puerto guayaquileño
1918. Fuente: El Telégrafo.

39 Esta obra no la hemos podido localizar en el ca-


37 “Informaciones”. El Comercio (9 de julio de 1922). tálogo del destacado compositor, posiblemente por
38 “Informaciones”. El Comercio (9 de julio de ser parte de su producción temprana. “Informacio-
1922): 6. nes”. El Comercio (26 de julio de 1922).

UArtes Ediciones 106


Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

Sin embargo, rumores de una epide- La Súplica va dirigida al señor Mi-


mia de fiebre amarilla en la ciudad nistro de Obras Públicas, para que
portuaria ocasionaron que María Ba- – por decoro del país y la salud de
rrientos, principal figura de la com- los artistas [-], haga componer el
pañía para aquel entonces, se negara escenario, librándole de ese horri-
rotundamente a abandonar el cama- ble viento colado que se cierne hasta
rote y cumplir con los compromisos invadir la misma sala. Los artistas
adquiridos. Esto le acarreó a la com- de la clase que nos visitan son los
pañía el pago de una indemnización mejores propagandistas que puede
por cuatro mil dólares.40 tener un país y por lo mismo, con-
Superado este incidente, pasaron viene el hospedarles decentemente
dos años hasta que la compañía Bra- en nuestro Teatro.42
cale pudiera visitar el país meridional
como parte de sus giras por Sudamé- Justo un día después se hace mención
rica. La actuación de la empresa en el en el mismo diario de los apresurados
Teatro Sucre se materializó en octubre arreglos que se realizaban a la prin-
de 1921, y se aprovechó su corta estan- cipal sala de la capital y que incluían
pintura y reparación de camerinos,
cia de ocho días en la ciudad de Quito
entre otros. Todo esto en vista del in-
para la firma del contrato que asegu-
minente debut de la compañía.
raría su participación en las fiestas
El 27 de septiembre se publicó el
centenarias. Esto causó gran satisfac-
anuncio del estreno de la temporada,
ción a los intelectuales de la época.
que incluía los precios de las localida-
Previo a esta primera visita de
des para el abono de cinco funciones.
la compañía, y aún luego de su par-
El debut no pudo desarrollarse el
tida, un tema que ocupó las colum-
primer día de octubre como se había
nas de los diarios capitalinos fue- indicado. Sin embargo, al día siguiente
ron las necesarias reparaciones al la compañía Bracale pisó por vez pri-
Teatro Sucre, que debían empren- mera el Teatro Sucre con un exitoso
derse con el fin de contar con un estreno que, dado los elevados precios
espacio más cómodo para artistas y de los palcos y lunetas (150, 20 sucres
público. En el anuncio «La Bracale en respectivamente), les permitió com-
Quito»41 se muestra preocupación por pensar las pérdidas de su temporada
las urgentes reparaciones que reque- en Lima. Nancy Yánez señala acerca del
ría el Teatro: éxito de esta temporada lo siguiente:

Imagen 5: Anuncio sobre el inicio de la temporada


40 Adolfo Bracale. Mis memorias (Bogotá: ABC, de ópera. Fuente: El Comercio (27 de septiembre de
1931): 144-145. 1921): 1.
41 Este título dará lugar a una columna permanente
al menos durante este mes, para reseñar los avances
tanto en el teatro, como en la organización de la com- 42 “La Bracale en Quito”. El Comercio (26 de sep-
pañía, según comunicados recibidos por el empresario. tiembre de 1921): 1.

107
SONOCORDIA

El estreno fue exitoso y el público época era un monto bastante elevado si se


capitalino llenó el teatro […] De esta considera que en diarios de la época cons-
forma el país se había convertido tan anuncios de ventas de casas en la zona
en algo así como una “revelación” central de la ciudad por seis mil sucres y
ya que ni Quito ni Guayaquil habían autos desde cinco mil. Esta suma hacía
ocupado antes un lugar en el itine- que las demás subvenciones otorgadas
rario de un empresario de respeto, para el Centenario, incluyendo premia-
debido a la mala propaganda.43. ciones, resultaran insignificantes.
Si bien la Junta del Centenario de Pi-
Esta buena impresión que se llevó Bracale chincha comenzó sus funciones en enero
de su primera temporada en Quito quedó de 1920,46 no es sino hasta avanzado el
registrada en cartas dirigidas desde Ca- 1921 que se conforma un comité de fiestas
racas y Bogotá al diario El Comercio, así con el fin de organizar los actos públicos
como en entrevistas reproducidas en el y protocolares a desarrollarse durante las
diario capitalino. Tal es el caso de la que celebraciones centenarias. Sin embargo,
se publicó en diciembre de 1921, cuando no se registra ninguna propuesta musical
Bracale se encontraba en Costa Rica. En en el contexto de la Junta, salvo el cierre
esta ocasión el empresario señala: de contrato con la Bracale en octubre de
1921. Tampoco se señala la existencia de
[…] Del Ecuador tengo gratos recuer- algún vocal o representante para la orga-
dos, a pesar de ser un país calumniado nización de las actividades musicales.47
en Sur América […]. Posee (en Quito) el Esta falta de representación en el ámbi-
Gobierno un lindo teatro que se llenaba to artístico y musical se vio un poco más
todas las noches, de una sociedad dis- adelante cubierta por la figura de Pedro
tinguida y de refinado gusto parisién!44 Pablo Traversari, quien para el momento,
además de estar al frente de la dirección
Al ser consultado en la misma entrevista del Conservatorio Nacional de Música,
sobre si regresaría al país señala: ocupaba el cargo de director general de
Bellas Artes.
Ya lo creo; tengo firmado un contrato Una vez evaluadas las bases del
con el Supremo Gobierno para llevar una contrato de la propuesta del empresario
gran Compañía de Ópera y baile en el mes italiano, Barrera menciona que:
de Mayo y en ocasión de las fiestas del
Centenario de la gran batalla de Pichin- La comisión encargada informó ha-
cha… El Gobierno me da cien mil sucres, berse entendido con el señor Pre-
teatro, luz y pasaje gratis, así como la sidente de la República, quien para
exoneración de todo impuesto y llevo un facilitar este contrato ofrecía que el
gran repertorio tal como “Aida”, “Gio- Gobierno contribuiría con la tercera
conda”, “Mefistófeles”, “Fanciulla del parte de la suma pedida por el señor
West” “Vally Iris” y otras. 45
Bracale y proporcionaría trenes de
ida y regreso, Teatro e impresión de
Una subvención de cien mil sucres en la programas. El señor Presidente de la

43 Nancy Yánez. Memorias de la Lírica en Quito (Qui- 46 La junta atravesó algunas modificaciones en
to: Banco Central del Ecuador, 2005): 99. cuanto al personal que la conformaba con el cam-
44 “Una famosa entrevista con el Maestro Bracale bio de gobierno del año 1921 y el correspondiente
| Del diario de Costa Rica”. El Comercio (10 de di- cambio de ministros de estado.
ciembre de 1921): 3. 47 “Comité del programa de las Fiestas del Cente-
45 Ibíd. nario”. El Comercio (3 de agosto de 1921): 1.

UArtes Ediciones 108


Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

Junta quedó autorizado para suscri- la columna ‘Espectáculos públicos para


bir el contrato respectivo, en la parte mayo’ se anunciaba una lista con nom-
correspondiente a ésta. Al señor Bra- bres de los abonados y se planteaba, en
cale se le subvencionaba con la suma vista de la poca disponibilidad a la fecha,
de $ 80.000.48
la necesidad de abrir un nuevo abono.50
Esta posibilidad de un segundo abono
asoma más adelante en la columna ‘La
Para octubre de 1921 era un hecho el re-
Temporada Lírica en el Sucre’, donde se
torno de la compañía de ópera para su detallan los preparativos del empresario
participación en las celebraciones del Adolfo Bracale, y se menciona la partici-
Centenario.49 pación de Traversari para que inscribie-
ra a los interesados en adquirirlos.51
Para el día 15 de marzo se anuncia la
apertura del Abono B en la misma página
En la etapa de planeación de las celebracio- donde se publica una carta de Bracale, en
nes centenarias comienzan a aparecer con la cual anuncia gran parte del elenco que
más frecuencia artículos relacionados con participaría en la temporada en Quito. El
la llegada de la compañía y los preparativos Abono B tendría las mismas condicio-
que debían hacerse, especialmente culmi- nes que el Abono A en cuanto los costos y
nar las reparaciones del Teatro Sucre. A fi- funciones, las cuales irían «alternándose
nales de febrero de 1922 inicia la venta de entre los dos abonos, sin preferencia al-
abonos para la temporada con una puesta guna en la selección de obras, en el per-
en escena de quince óperas diferentes. sonal que las interprete; etc., etc.».52

Imagen 6: Anuncio venta de abonos. Fuente: El Comercio La temporada de ópera anunciada in-
(25 de febrero de 1922): 1.
cluía las siguientes óperas: Fausto, Aida,
Mefistófeles, Thaïs, Mignon, Isabeau,
La venta del abono fue exitosa. En una
Madama Butterfly, La bohème, Fedora,
semana prácticamente se encontraban
agotadas las localidades y se plantea-
50 “Espectáculos públicos para Mayo”. El Comercio
ba la apertura de un segundo abono. En (03 de marzo de 1922): 1.
51 “La Temporada Lírica en el Sucre”. El Comercio (13
48 Barrera, Relaciones de las fiestas del primer cente- de marzo de 1922): 1.
nario de la batalla de Pichincha, 118. 52 “Gran compañía italiana de ópera y baile para
49 “Comentarios al contrato de Bracale”. El Comer- las fiestas del centenario”. El Comercio (15 de marzo
cio (11 de octubre de 1921): 1. de 1922): 1.

109
SONOCORDIA

La Gioconda, Hamlet, Valley, La fanciulla De Aida a El Trovador


del West, Ernani, Andrea Chénier, Ballo
in maschera, Rigoletto, La sonámbula, El El debut de la Bracale fue muy anun-
trovador, Lucia di Lammermoor, Carmen, ciado. En prensa se detalla la lista de
Barbero de Sevilla, Cavallería Rusticana, artistas que harían gala de su talen-
Pagliacci, Iris, etc. Además, se anunciaba to en esta gran función. El Comercio
la puesta en escena de una ópera wag- aprovechó la ocasión para rememorar
neriana, sin detallar cuál de ellas.
la célebre representación de Aida en
El cierre de venta de localidades
Egipto, llevada adelante por Bracale.
tuvo lugar el 11 de mayo puesto que una
En el artículo titulado ‘Aída al pie de
primera fecha para el debut de la com-
las pirámides’ se hace referencia a los
pañía era el día 14. Sin embargo, esta
éxitos cosechados por el empresario:
terminó posponiéndose por diferen-
«Los que conocimos a Bracale cuando
tes razones logísticas. Finalmente, la
compañía confirmó su debut para el 21 en los Balkanes, en Austria, en Italia
de mayo, pero un terrible accidente de y en otros países europeos era ya em-
tranvía suscitado la noche del 20 (mis- presario […] sabemos de sus triunfos
mo día que arribó la compañía a la ciu- en Egipto en sucesivas temporadas
dad de Quito) ocasionó la suspensión de […]».53 Era de esperarse que la tempo-
las programaciones de ese día. El inicio rada de ópera del Centenario abriera
de la temporada finalmente tuvo lugar el con esta representación que le había
día 22 con una función extraordinaria de granjeado gran fama a Bracale.
Aida, ópera bandera de la compañía. En Una vez iniciada la temporada, dos
prensa podemos localizar en días distin- columnas aparecieron de manera casi
tos los anuncios del inicio de temporada. permanente: ‘La temporada lírica en el
Sucre’ (también con el título “Teatro

Imagen 7: Anuncio de la función extraordinaria de la 53 “Aida al pie de las pirámides | Un gran triunfo
Bracale. Fuente: El Comercio (20 de mayo de 1922): 1. de la Compañía Bracale”. El Comercio (22 de mayo
de 1922): 2.

UArtes Ediciones 110


Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

cual asistió el abono B. El artículo ‘Las


Sucre”) y ‘Las Grandes Óperas’. La Grandes Óperas’ ofrece algunos datos
primera sin ninguna referencia de sobre el drama de amor y los artistas
autoría, y la segunda bajo el seudó- que protagonizarían la puesta en esce-
nimo ‘español andante’ (autor del na, como el caso de Tina Paggi. En esta
que no tenemos mayores datos, pero ocasión no dan muchos detalles sobre
que parecía muy cercano a Bracale y el argumento de la ópera (por lo cual se
la compañía). En la columna ‘Teatro disculpa el autor), pero se aprovecha la
Sucre’ se solían publicar crónicas o ocasión para destacar la participación
críticas de los conciertos en general, del cuerpo de baile en Aída y alabar la
con apreciaciones muy favorecedo- calidad del elenco en general.
ras en relación con la calidad artísti- En lo sucesivo, la temporada se
ca de los cantantes instrumentistas y desarrolló sin mayores contratiempos
bailarines, especialmente los solistas alternándose las funciones entre abo-
y el director Padovani. En el caso de no A y B, y en algunos casos ofreciendo
la columna ‘Las Grandes Óperas’, se funciones dobles (matiné y nocturna,
trataba de un espacio para compartir las primeras libres de abono). Entre
información sobre la ópera del día: las representaciones más importan-
una breve reseña sobre el compositor, tes que se desarrollaron estuvo na-
libretista, lugar de estreno, persona- turalmente la de gala del 24 de mayo,
jes y a continuación el argumento, o que además sería una de las pocas en
al menos una síntesis de él. Era una las que se dieron contratiempos, esto
manera de anticipar al público el es- a causa de las demás programaciones
pectáculo de la noche. que se desarrollaron ese día.
Luego de la primera función ex-
traordinaria con Aída se dio inicio for-
malmente a la temporada con la ópera Imagen 8: Anuncio de la función de gala del 24 de
mayo. Fuente: El Comercio (24 de mayo de 1922): 8.
Lucia di Lammermoor de Donizetti, a la

111
SONOCORDIA

En esta función participó la compa- ca, Mignon, Aída, Barbero de Sevilla,


ñía de ópera en pleno, además de los Carmen, Fausto, Gioconda, Il Pagliacci,
alumnos del Conservatorio Nacional Traviata, Il Trovatore, Mefistofele, La
de Música. Se llevó a cabo un concierto bohème, Hamlet, Andréa Chénier, Son-
orquestal en el que se ejecutó el Him- nambula, Les Huguenots. Algunas ópe-
no Nacional y la pieza Motivos Incásicos ras como Lucía de Lammermoor, Aída,
de Traversari; adicionalmente se re- Faust, La Traviata, Carmen, Il barbiere di
presentó la ópera Madama Butterfly del Siviglia y La Gioconda se repitieron para
compositor Giacomo Puccini. disfrute de ambos abonos, y esta últi-
En la columna ‘La temporada líri- ma como parte de la función popular.
ca en el Sucre’ se reseña que el nume- Muchos de los intérpretes de la
roso público asistente a la función de compañía fueron notablemente elo-
gala se agrupó incluso en los pasillos giados por la prensa, tal es el caso del
de entrada a la platea, teniendo un lle- tenor Edoardo Faticante, Olga Carrara,
no total en el Teatro. Los retrasos oca- Tina Paggi, José Palet y por supuesto el
sionados por la dilatación del banquete director de orquesta Alfredo Padovani,
presidencial al que asistían los altos para quien las palabras fueron siem-
cargos del gobierno y el cuerpo diplo- pre elogios. En los diarios podían leer-
mático que eran, además, invitados de se algunos comentarios: «Al Maestro
honor de la función de ópera, produje- Padovani y a su orquesta mil ¡bravos!
ron que la función resultara […] pesada Porque nos han hecho descubrir en las
para el público que, habiendo entrado conocidas partituras de Verdi y de la
a las nueve de la noche, [...] tuvo que Lucía encantos escondidos que ignorá-
soportar dos horas y media más de es- bamos».56 Con relación a la interpreta-
pera hasta que se levantara el telón con ción del barítono Faticanti en Rigoletto
la entrada del señor presidente de la se menciona:
República..54
Esto tuvo como consecuencia un desde que apareció en la escena fue
público frío durante la función que se aplaudido por el público […] Hace de
encontró «acogiendo débilmente todo la partitura verdiana una verdade-
lo que se ejecutaba».55 Algunos seg- ra creación personal, imprimiendo
mentos de la ópera debieron suprimir- a la figuración escénica, un vigoro-
se también por el retraso, pero el ba- so sentimiento dramático, cantando
lance de las ejecuciones fue favorable. con expresivo acento y con vibrante
Por su parte, la prensa destacó la co- color.57
rrección de la orquesta bajo la batuta
de Padovani y la participación de artis- De la misma manera se publicaban con
tas brillantes como Louise Taylor, so- regularidad detalles de las participacio-
prano de la Compañía de Ópera de Chi- nes de las grandes estrellas de la com-
cago, y la mezzosoprano italiana Rhea pañía en la columna ‘Teatro Sucre’.
Toniolo. Como hemos mencionado, no hay
Siguieron a este concierto las firma de autoría en esta columna que
representaciones de Rigoletto, Tos-
56 “La Temporada Lírica en el Sucre Aída-Lucía”. El
54 “La Temporada lírica en el Sucre| Butterfly”. El Comercio (25 de mayo de 1922): 1 y 4.
Comercio (26 de mayo de 1922): 1. 57 “Teatro Sucre Rigoletto”. El Comercio (28 de
55 Ibíd. mayo de 1922): 1.

UArtes Ediciones 112


Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

inicialmente se llamó ‘La temporada «Cavallini no estuvo bien y cantó con


lírica en el Sucre’. Sin embargo, en un timidez. Nos dijeron que estaba algo
manuscrito que guarda la lista de con- agripado».59 Tanto en el caso de la par-
tribuciones de Francisco Salgado a la ticipación ‘poco feliz’ de Tina Paggi
prensa capitalina se han podido loca- como en este último, se disculpa de al-
lizar algunos de ellos. Esto ratifica que guna manera cualquier deficiencia en
quién escribió esta columna debió ser la participación de los artistas en un
músico o al menos un melómano con discurso condescendiente y favorece-
profundos conocimientos musicales y dor a la compañía. Esto se repite en las
de la ópera en particular, pudiendo re- reseñas localizadas en otros diarios. La
ferir a elementos técnicos e interpre- verdad es que Quito no volvió a tener
tativos en fragmentos específicos de nunca más una temporada como la del
las obras. Por su parte, estas reseñas Centenario, en la cual se pudo disfrutar
respondían más a un formato de cróni- de una gran variedad de repertorio, a lo
ca que de crítica, lo que resulta natural que se añadía la calidad de las grandes
al estar publicadas en un diario donde figuras traídas por el empresario. Esto
el público objetivo era muy general y el fue suficiente para justificar cualquier
fin de la columna resultaba más bien pequeña falla.
informativo.
Comentarios desfavorables exis- La función popular de la Bracale
tieron muy pocos; si acaso dos en toda
la temporada y de un tono muy sutil. El público al cual estaba destinada la
Tal es el caso del publicado el 30 de temporada lírica sin duda pertenecía
mayo con motivo de reseñar en la co- a la clase alta de la ciudad, quienes,
lumna “Teatro Sucre” la función de según se pensaba, podrían estar en
Mignon. En esta ocasión se leen gran- mejores condiciones de comprender y
des elogios a la participación de La To- disfrutar del espectáculo que ofrecía la
niolo y Bettoni, no así sobre Tina Paggi Bracale. Sin embargo, se trataba de una
en relación a quien señala: temporada en el marco del Centenario
de la Independencia, donde la nación
La Paggi estuvo menos feliz que otras entera debía unirse de alguna manera a
piezas, sin que por eso digamos que las celebraciones. En el curso de la pla-
no cantó bien. Esto no depende de su nificación de los festejos por parte de
voluntad; pues que la música le fluye la Junta del Centenario de Pichincha se
de su prodigiosa garganta, casi natu- pensó en este factor y se creyó conve-
ralmente y sin esfuerzo alguno.58 niente la incorporación de una función
popular que hiciera posible la inclusión
En la función de Fausto se destacan las de un público con menos poder adqui-
participaciones de Bettoni como el de- sitivo y, por consiguiente, con menos
monio de Gounod, La Taylor y La To- acceso a la cultura. Los resultados no
niolo en sus papeles de Margarita y de fueron los esperados, según se puede
Siebel. Se señala, sin embargo, menos leer en la prensa luego del desarrollo
exitosa la participación de Cavallini: de la función.

58 “Teatro Sucre Mignon”. El Comercio (30 de mayo 59 “El gran éxito de Bettoni en Fausto”. El Comercio
de 1922): 1. (04 de junio de 1922): 6.

113
SONOCORDIA

Imagen 9: Anuncio de la función popular. Fuente: El Tres días luego de la función po-
Comercio (23 de junio de 1922): 1.
pular se lee en El Comercio: […] se en-
contraron anoche ante un público no
La función popular tenía precios bas- iniciado en las bellezas finas del arte
tante reducidos en relación con los de lírico que completamente indiferente
abono (alrededor de un 70 % menos no dio la menor prueba de entusias-
del costo regular de la temporada), mo al oír la célebre obra del Maestro
que la hacían muy accesible para todo Ponchielli.
tipo de público. El anuncio incluía Más adelante el columnista re-
una nota indicando «El vestido no es fiere las buenas intenciones de la
de etiqueta», por lo que muchos de Junta del Centenario […] de dar una
seguro habrían aprovechado la oca- prueba de interés por la educación ar-
sión. La ópera que se puso en escena tística y cultura de nuestra clase me-
fue la Gioconda (aunque la Junta del dia, obligando al señor Bracale a dar
Centenario había propuesto La So- una función popular, [sin embargo,]
námbula, es posible que el empresario les diremos que erraron el camino.61
decidiera cambiar la obra ya que esta El principal error, en palabras
se había interpretado en dos ocasio- del columnista, radicaba en preten-
nes). Los fondos recaudados por esta der educar a un pueblo en una sola
función popular fueron distribuidos audición, cuando no se procuró nunca
por partes iguales entre la Sociedad presupuesto para traer compañías de
de Señoras de la Caridad, el Mauso- teatro y líricas con frecuencia, como
leo destinado a guardar las cenizas hacen las naciones ‘civilizadas’.
del Mariscal Sucre y la Asociación de
Empleados.60 Durante años enteros el único tea-

60 “Junta del Centenario del Pichincha”. El Comercio 61 “Teatro Sucre | La Función popular”. El Comercio
(23 de junio de 1922): 2. (26 de junio de 1922): 2.

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Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

tro que tenemos ha permanecido habría sido, a juzgar por el contenido


cerrado, y la partida que, para sub- de la columna, la primera vez que se
venciones de Compañías Teatra- ejecutara en estas condiciones en la
les, constaba en el presupuesto del ciudad. 64
Estado, ha ido rebajándosela hasta Finalmente, el programa sufrió
reducirla a cero. algunas modificaciones y entre otras
Justo es, sin embargo, reconocer cosas, la Novena Sinfonía fue supri-
que la actual administración, ha te- mida. En la reseña realizada de este
nido abierto el Teatro Sucre en es- concierto se indica que el repertorio
tos dos años mayor número de ve- estuvo conformado por el Prólogo de
ces que todas las administraciones Mefistófeles ejecutado por Bettoni, la
anteriores juntas.62 orquesta y el coro, posiblemente con
músicos del Conservatorio Nacio-
nal y la Banda Bolívar.65 Además, se
puso en escena, de acuerdo a lo pro-
gramado, Cavalleria Rusticana y las
obras ejecutadas por la banda que,
Las desdichas de la función popular aunque no se mencionan, supone-
fueron rápidamente opacadas por dos mos que serían las mismas que se ha-
importantes funciones restantes: una bían programado y que se indican en
en honor del aclamado director Pa- el párrafo anterior. Total; una velada
dovani y la función de despedida que espléndida, el Maestro Padovani en
dirigiría el mismo Bracale. la apoteosis, el público muy contento
La velada en honor a Padova- con todo, menos con la banda militar
ni se anunció desde el día 23 de junio que habría sido mejor nos la hicieran
y se tenía prevista en ella la partici- oír en un lugar más adecuado.66
pación (según se indicaba en el pro- El 25 de junio se publica el anuncio
grama) de la Banda del Regimiento con la despedida de la compañía con la
Bolívar y el Conservatorio Nacional presentación de dos grandes funciones,
de Música, además de la compañía de El Barbero de Sevilla, en horario matiné
ópera. En el artículo ‘Acontecimiento y a precios populares, y El Trovador para
artístico Beneficio del maestro Pa- la función ordinaria del abono turno A.
dovani’ puede verse entre el reper- Esta última función «en homenaje de
torio la pieza Abdón Calderón Marcha gratitud para la culta sociedad de Quito,
triunfal «del maestro de verdad Dr. la dirigirá personalmente el Empresario
Sixto M. Durán» , la Sinfonía en cua- señor Cav. Adolfo Bracale».67
tro tiempos de Francisco Salgado, Ai- El programa por la celebración
res Colombianos de Emilio Murillo, 63 del centenario abarcaba diez días. Sin
Cavalleria Rusticana por la compañía embargo, la despedida de la compañía
de ópera, y finalmente la Novena Sin- Bracale ocurre más de un mes después
fonía de Beethoven. Esta última obra de la celebración de las fiestas de inde-
sería interpretada «a toda orquesta pendencia que con dos abonos vendidos
con el respectivo conjunto coral» y
64 “Acontecimiento artístico Beneficio del maestro
Padovani”. El Comercio (23 de junio de 1922): 1.
62 Ibíd. 65 Yánez, Memorias de la Lírica en Quito, 119.
63 Esta obra de Murillo fue traída por Bracale desde 66 “La función del Teatro Sucre en honor del Maes-
Colombia para ser interpretada en honor al Cente- tro Padovani”. El Comercio (26 de junio de 1922): 1.
nario, según consta en un artículo publicado en El 67 “Teatro Nacional Sucre”. El Comercio (25 de junio
Comercio (20 de abril de 1922): 5. de 1922): 6.

115
SONOCORDIA

Imagen 10: Anuncio de la función de despedida. mis sentimientos de la primera vez y


Fuente: El Comercio (25 de junio de 1922): 6.
al [separarme] solo he pensado en el
regreso, seguro como estoy de que la
de quince funciones cada uno, más con- cultura del público quiteño sabe apre-
ciertos de honor y el concierto popular, ciar el más insignificante detalle de mis
sumaron un total de treinta y ocho fun- esfuerzos y premiarlo con creces. […]
ciones. Con la partida de la compañía de Donde quiera que me encontrare, haré
ópera se queda una sensación de vacío en votos por la felicidad de esta República
la ciudad, lo que hace que vuelva a su na- y proclamaré todas sus bellezas y todas
turaleza calma de «ciudad arcaica y co- sus bondades..69
lonial». Las esperanzas se guardaron en-
tonces en la posibilidad del retorno: En el mismo artículo señala su deseo de
que en una próxima visita se hayan con-
Hemos sabido que el Sr. Presidente ma- cluido los arreglos del teatro. Sin embar-
nifestó al Cav[allero]. Sr. Adolfo Bracale go, el retorno no se materializó y esta fue
el deseo que tenía de que nos visitara a la última ocasión de la compañía Bracale
menudo y que para ello le ofreció cuan-
en Quito.
to apoyo pudiera prestar su gobierno a
tan honrado y reputado empresario.68

La despedida del empresario al público Conclusiones


quiteño y a la prensa, que siempre le fa-
voreció, constaría en una carta publicada El estudio de las celebraciones musicales
el 2 de julio y enviada por Bracale desde en el Centenario de la Batalla de Pichin-
Guayaquil. cha resulta útil no solo desde una pers-
pectiva histórica, que sin duda ha permi-
En esta segunda vez que he visitado esa tido la reconstrucción de algunos hechos
hermosísima ciudad, he corroborado hasta ahora no considerados dentro de

68 “Por el Arte, la cultura y la honra misma de la 69 “Carta del Señor A. Bracale”. El Comercio (2 de
capital”. El Comercio (29 de junio de 1922): 1. julio de 1922): 1.

UArtes Ediciones 116


Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.

la historia de la música del Ecuador, sino estos acontecimientos y las celebraciones


que además hacen posible vislumbrar el musicales en particular, en las vísperas
alcance social de estas manifestaciones de un bicentenario de la independencia
musicales en su contexto y cómo estas donde, dadas las situaciones actuales,
contribuyeron a la conformación de una el panorama pareciera poco favorecedor
identidad musical local. para la música. Sería esperanzador po-
El insertar «las fuentes en su con- der localizar, editar y volver a escuchar
texto histórico, estético y sociocultural», la música compuesta para el centenario
como ya proponía hace algunas déca- y como consecuencia de él, porque luego
das Irma Ruiz,70 permite comprender el de olvidados los festejos seguramente no
acontecer musical de las décadas poste- volvió a ver las salas de conciertos ni en-
riores al Centenario, en el que las ban- galanar las retretas, sino que espera, en
das reafirmaron su importante papel en repositorios institucionales y privados,
la difusión de repertorios nacionalis- una nueva oportunidad.
tas de compositores nóveles como Luis
Humberto Salgado, que empezaba en el
ejercicio creador, y de otros que ya eran
referentes nacionales como Sixto María
Durán y Francisco Salgado. Referencias bibliográficas
Por otra parte, las demandas de una
sociedad con ansias de reafirmación en Barrera, Isaac. Relaciones de las fiestas del
el área artística y cultural, que le permi- primer centenario de la batalla de Pichin-
tieran sentirse a la par de las grandes na- cha 1822-1922. Quito: Talleres tipográfi-
ciones latinoamericanas y aún europeas, cos nacionales, 1922.
ocasionaron que la nostalgia dejada por la Bracale, Adolfo. Mis Memorias. Bogotá: ABC,
partida de la compañía Bracale luego de 1931.
una gran temporada de ópera se convir- Guerrero, Pablo. Sixto María Durán (1875-
tiera en esfuerzos para generar espacios 1947). El compositor de la tierra sagra-
da, 2014. http://historiascines.blogspot.
propios para el disfrute de los grandes y
com/2014/04/sixto-maria-duran-com-
pequeños géneros lírico-teatrales. Es así
positor-de-la.html.
que pocos años después (1926) se con-
Mullo, Juan. Música Patrimonial del Ecuador.
solida una primera compañía de óperas
Quito: Ministerio de Cultura del Ecuador,
y zarzuelas en la ciudad de Quito con la
2009.
participación de alumnos y maestros del
Ruiz, Irma. “Hacia una unificación teórica
Conservatorio Nacional de Música.
de la musicología histórica y la etnomu-
La música en el contexto de las ce-
sicología”. Revista Musical Chilena Año
lebraciones centenarias no asumió un
XLIII n.° 9. (1989): 7-14.
papel central (como lo tuvieron las obras Vásconez, Mario. Breve historia de los servi-
urbanísticas), pero sí uno importante para cios en la ciudad de Quito. Quito: Ciudad,
el desarrollo musical posterior especial- 1997.
mente en lo que respecta a la difusión del Wolkowicz, Vera. “El día que Caruso no
repertorio de un nacionalismo aún joven. cantó: las compañías de ópera Bracale y
Este artículo espera saldar una deu- Salvati en Lima (1920)”. Revista Argenti-
da relacionada con el conocimiento de na de Musicología, Vol. 21 n.° 1 (2020):77-
100.
70 Irma Ruiz. “Hacia una unificación teórica de la Yánez, Nancy. Memorias de la Lírica en Quito.
musicología histórica y la etnomusicología”, Revista
Musical Chilena XLIII, n.° 9 (1989): 14.
Quito: Banco Central del Ecuador, 2005.

117
SONOCORDIA

(10 de diciembre de 1921).


Hemerografía consultada “Junta del Centenario”. El Comercio (17 de
septiembre de 1921).
“La Junta del Centenario de Pichincha”. El “Comité del programa de las Fiestas del Cen-
Comercio (06 de febrero de 1922). tenario”. El Comercio (3 de agosto de 1921).
“Informe que debe considerarse”. El Comer- “Comentarios al contrato de Bracale”. El Co-
cio (9 de febrero de 1922). mercio (11 de octubre de 1921).
“Programas Acordados por las Socieda- “Gran compañía de ópera y baile para las
des Obreras de esta Capital para celebrar fiestas del centenario”. El Comercio (25 de
dignamente el Centenario de la Batalla febrero de 1922).
de Pichincha”. El Comercio (14 de abril de “Espectáculos públicos para Mayo”. El Co-
1922). mercio (03 de marzo de 1922).
“A la Junta del Centenario. Una idea como “La Temporada Lírica en el Sucre”. El Co-
Cualquier otra”. El Comercio (13 de enero de mercio (13 de marzo de 1922).
1922). “Gran compañía italiana de ópera y baile
“Junta del Centenario de Pichincha”. El Co- para las fiestas del centenario”. El Comercio
mercio (25 de enero de 1922). (15 de marzo de 1922).
“La gran estudiantina”. El Comercio (27 de “Aida al pie de las pirámides | Un gran triun-
enero de 1922). fo de la Compañía Bracale”. El Comercio (22
“La Estudiantina Centenario”. El Comercio de mayo de 1922).
(8 de abril de 1922). “La Temporada lírica en el Sucre| Butterfly”.
“Programa de las fiestas con las que se con- El Comercio (26 de mayo de 1922).
memorará el Primer Centenario de la Batalla “La Temporada Lírica en el Sucre Aída-Lu-
de Pichincha”. El Comercio (13 de mayo de cía”. El Comercio (25 de mayo de 1922).
1922). “Teatro Sucre Rigoletto”. El Comercio (28 de
“Junta del Centenario”. El Día (20 de mayo mayo de 1922).
de 1922). “Teatro Sucre Mignon”. El Comercio (30 de
“Programa”. El Día (21 de mayo de 1922). mayo de 1922).
“Festejos del Centenario”. El Comercio (31 de “El gran éxito de Bettoni en Fausto”. El Co-
mayo de 1922). mercio (04 de junio de 1922).
“Concursos”. El Comercio (20 de mayo de “Junta del Centenario del Pichincha”. El Co-
1922). mercio (23 de junio de 1922).
“Concursos”. El Comercio (16 de junio de “Teatro Sucre | La Función popular”. El Co-
1922). mercio (26 de junio de 1922).
“Los festejos del Centenario de Pichincha”. “Acontecimiento artístico Beneficio del
El Día (25 de mayo de 1922). maestro Padovani”. El Comercio (23 de junio
“Festejos del Centenario”. El Comercio (30 de de 1922).
mayo de 1922). “La función del Teatro Sucre en honor del
“Concursos”. El Comercio (16 de junio de Maestro Padovani”. El Comercio (26 de junio
1922): 1. de 1922).
“La Sinfonía del maestro Francisco Salga- “Teatro Nacional ‘Sucre’”. El Comercio (25
do”. El Comercio (18 de junio de 1922). de junio de 1922).
“Informaciones”. El Comercio (9 de julio de “Por el Arte, la cultura y la honra misma de
1922). la capital”. El Comercio (29 de junio de 1922).
“La Bracale en Quito”. El Comercio (26 de “Carta del Señor A. Bracale”. El Comercio (2
septiembre de 1921). de julio de 1922).
“Una famosa entrevista con el Maestro Bra-
cale | Del diario de Costa Rica”. El Comercio

UArtes Ediciones 118


Diana Arismendi / Tres miniaturas

Tres
miniaturas
Diana Arismendi
Universidad Simón Bolívar, Venezuela

Escritas entre mayo y junio del 2020, los títulos de estas miniaturas para piano solo corres-
ponden a los días específicos de mi confinamiento.

52/53, compuesta entre el 4 y el 5 de mayo. Escrita a solicitud de Marisa Muñoz López, es


una pieza simple, simple como nuestros días. Con pocas ideas —las pocas que pueden ca-
ber en 1 minuto, que se repiten, como se repiten los días que vemos pasar—. Pensada a dos
voces, corresponden a los dos que me acompañaban en esos días. Las dinámicas nunca van
más allá del mf, tal como las voces que me rodeaban, consonantes, o deliciosamente diso-
nantes, siempre tranquilas. Esta miniatura emerge del silencio y rápidamente regresa a él...

80/81, compuesta entre el 1 y 2 de junio. Cuatro células provenientes de las palabras ‘ochen-
ta, eighty, y uno & one’ son el material sobre el que escribo una pieza activa, nerviosa y
extrovertida, que plasma los sentimientos de incertidumbre y desasosiego que el largo en-
cierro, sin perspectivas claras, me causan. Las ideas, como en 52/53, son simples, pero la
expresión es diametralmente distinta y se desenvuelve en el mundo sonoro atonal que natu-
ralmente me acompaña. Dos cantos de pájaros, mis propias aves, interfieren con discreción.
Esta miniatura emerge de la incertidumbre y rápidamente regresa a ella...

99/100, compuesta entre el 20 y 21 junio, cierra un ciclo de ideas fugaces. Esta tercera y
última pieza es meditativa, explora el lleno y el vacío de días que se repiten, días deshabita-
dos y saturados. Días de tenso tedio en el que el tiempo pasa muy despacio y los días muy
deprisa. Esta miniatura emerge del vacío y rápidamente regresa a él...

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Diana Arismendi / Tres miniaturas

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Diana Arismendi / Tres miniaturas

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Diana Arismendi / Tres miniaturas

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Manuel Larrea Peralta / Mamá, cuando sea grande no quiero ser astronauta

Mamá,
cuando sea grande
no quiero ser
astronauta
Manuel Larrea Peralta

Un día más y aquel sonido no desaparece. Interrumpe mis pensamien-


tos. Lo califico como acción-reacción anímica. Se desarrolla en una in-
coherente incertidumbre y permanencia indefinida. Al parecer, necesita
de un cuerpo que lo mantenga con vida, que le genere protagonismo,
como aceptación, reconocimiento e idolatría. Pero, ¿qué suena?, ¿cuál
es la palabra, frase, o sonoridad que se repite?, ¿de dónde viene? ¿O
será algún secreto bien guardado y la conciencia me lo recuerda?

Sin esperar respuesta definitiva a este fenómeno, propongo una in-


trospección que desenmascare y describa los elementos, tanto como
estructura y significado, del ‘extraño’ habitante que por ahora suena
en mi cabeza.

127
SONOCORDIA

Al estar entregados, también exige expresarse y proyectar


para y con el sonido, un significado,5 como también interro-
nos apropiamos, gar al cuerpo ‘inteligente’, mi cuerpo,
conscientes o no, y buscar explicaciones al dominio que
de resonancias aquel ‘ruido’ genera en mí.

Jean-Luc Nancy dice de la escucha: Ruido que se genera o no en mí


[…] es agudizar el oído —expresión Se estructura por frases cortas (tam-
que evoca una movilidad singular, bién palabras aisladas), inconstantes,
entre los aparatos sensoriales, del por momentos sin sentido y de mo-
pabellón de la oreja—, una intensi- vimiento cíclico (parecido al primer
ficación y una preocupación, una cu- acercamiento formal con el lenguaje
riosidad o una inquietud.1 y su aprendizaje: vocal, consonan-
te, sílabas, diptongo, acento fuerte
La experiencia radio-oyente-fantasía y débil). Las primeras exposiciones
(como ejemplo de diálogo) asegura un se desarrollan en la abstracción de
texto simbólico ‘vibracional’ que llega un lenguaje leído6 casi monosilábico
al alma del oyente atento: el noticiario, más que con sonidos complejos. Los
un saludo fraterno, la novela diaria de elementos lingüísticos formales: sí-
las tardes, comentarios deportivos, etc. laba, palabra, frase y oración, toman
Estamos rodeados de diálogos. una nueva estructura, y a medida que
Todo oídos, el oyente, va agudizan- la repetición de los elementos, 7 que
do su sentido primario, auténtica deci- alternan sin lógica alguna, cobran
sión de esfuerzo y de contemplación. Pero posición como fichas de LEGO, enca-
estar entregado a la escucha también ge- jan y delinean un entorno geométri-
nera la inclusión del ‘ruido de fondo’,2 lo camente invariable.
indeseable, lo que no queremos oír. Ine- Una relación figura-fondo8 se
vitablemente, captamos hasta el silen- construye: yo como elemento figurati-
cio… aún ‘estando en silencio’. vo y la masa sonora como textura. Dos
Dejo lo lúdico de una primera ex- elementos relacionados y comunicán-
periencia3 inconsciente por otra que dose indefinidamente.
irrumpe conscientemente. Y recordan- En esta fase los bloques sonoros
do que la ‘tonalidad del sonido’4 habi- producen significado. Uno que, a mi pa-
ta el espacio para interactuar con el ser recer, posee un mensaje oculto tras esta
humano, me pregunto si eso que resue- repetición constante y ‘maléfica’. Pero
na, rememora y actúa sobre nosotros, ya no estamos frente al lenguaje como
forma de comunicación, tenemos una
1 Jean-Luc Nancy. “1”, A la escucha (Buenos Aires: voz que se impone, que me lleva por
Amorrortu, 2007): 16.
2 Siendo antagónico con el sonido de fondo, acu-
ñado por el compositor R. Murray Schafer, y don- 5 Michel Chion. “Oír una voz en los sonidos”, El
de plantea tres categorías para describir el paisaje sonido (Buenos Aires: Paidós, 1999): 95-96.
sonoro: sonidos tónicos, señales y marcas sonoras. 6 Chion, “Oír una voz en los sonidos”, 93.
R. Murray Schafer. The soundscape: Our sonic envi- 7 Existe la sensación y escucha de “suspiro(s)” que
ronment and the tuning of the world de palabra hablada.
3 Giulia Palladini. “¿Qué valor de uso tiene el 8 Leonard Meyer hace hincapié en la relación figu-
performance? Montaje, finitud y autonomía”. ra-fondo: elementos pequeños (figura) sobre ele-
Conferencia dictada en el marco del Encuentro mentos grandes (fondo). Leonard Meyer. “The
“EXPERIMENTA/sur II”, febrero de 2014. Weakening of Shape”, Emotion and Meaning in Music
4 Schafer, The soundscape... (Chicago: University of Chicago Press, 1961): 185-187.

UArtes Ediciones 128


Manuel Larrea Peralta / Mamá, cuando sea grande no quiero ser astronauta

caminos desconocidos y que, posible- Gilles Deleuze lamentaba que se


mente, me hace cambiar hábitos. Y me sueñe con los sueños de otros,11 realidad
pregunto, ¿es ‘lo sonoro’ un lenguaje o que existe en ciertos sectores de la so-
su conjunción (música) lo que se consi- ciedad y su memoria a mediano o largo
dera lingüístico? plazo, marcada por un grupo dominan-
te, y que te hace olvidar tu riqueza como
valor individual.
Referentes, tallas y pixeles ¿Qué sugieren estos elementos
sonoros ‘tormentosos’ en mi cabeza?
Históricamente, las sociedades han ¿Qué ídolo tallan en mi inconsciente y
venerado a ídolos para sostener su memoria sonora? ¿Por cuánto tiempo
idiosincrasia colectiva. Mediante ri- permanecerán en mí? ¿Me modificarán
tuales se comunican con estos ídolos de alguna manera?
como una forma de agradecimiento a
algo superior, un posible ‘castigador’
de pecados. Los representamos me- Necesito dominarlo,
diante figuras que tallamos, mode- aprender a reconocer
lamos y veneramos para fortalecer la su presencia y estar atento
capacidad sobrenatural del que mira;9 a su propuesta lúdica
nuestras acciones permanecen bajo
la sombra de estas representaciones, Este fenómeno sonoro que me habita
generando juicios de valor y remo- cambió su ‘juego inicial’ y me propone
viendo lo moral (dependiente de lo un proyecto,12 que por momentos causa
establecido). Pero en tiempos donde daño e incertidumbre, tanto que dudo
ya no tallamos figuras y son los mass de mi capacidad racional y se entorpe-
media y el Internet quienes constru- ce mi entorno (medio social). Se vuel-
yen estas figuras para que las idola- ve una pesadilla, sin estructura pero
tremos a falta de dioses más tangibles implacable: monstruo familiar que me
y humanos, ¿qué es bueno o malo para visita. Y siendo ‘familia’, no queda más
una sociedad?, ¿quién lo designa? ¿Y que aceptarlo: me transfiguro y canto
si este imaginario, que sostiene un al son de su propuesta rítmica. Adapto
ámbito cultural, lo sientes lejano a tu mi cuerpo al disfrute; sumisión abso-
conducta habitual? luta y consciente de otras posibilidades
Observo constantemente situa- de sentido, posiblemente sinestési-
ciones de rechazo por no pertenecer cas; ya no se percibe, solamente, la voz
al statu quo, por no vestir la prenda de
11 «El sueño de los que sueñan les concierne a los
temporada, o no contar con la tecnolo- que no sueñan... Y ¿por qué? Porque desde que
gía o medios de comunicación de punta; existe el sueño del otro, existe peligro. A saber, el
sueño de la gente es siempre un sueño devorante
me pregunto si estos hábitos, modas y que nos hace peligrar de ser tragados. Y que los
otros sueñen, es muy peligroso porque el sueño es
referentes también se apropian del ám- una terrible voluntad de poder y cada uno de noso-
tros es más o menos víctima del sueño de los otros,
bito inconsciente del lenguaje, con sus aun cuando sueña la más graciosa joven, aun cuan-
significados y alófonos10 desarrollados do es una joven muy grácil, es una terrible devora-
dora, no a causa de su alma, sino por sus sueños.
en el imaginario colectivo. Desconfíen del sueño de los otros, porque si son
tomados en sus sueños, están perdidos». Gilles
Deleuze. “¿Qué es el acto de creación?” Conferen-
cia dictada por Gilles Deleuze en la cátedra de los
9 Walter Benjamin. “Valor de culto, valor de exhi- martes de la fundación FEMIS (Escuela Superior de
bición”, La obra de arte en la época de su reproductibi- Oficios de Imagen y Sonido) el 15 de mayo de 1987.
lidad técnica (Quito: Rayuela, 2010): 55. 12 Palladini. “¿Qué valor de uso tiene el perfor-
10 Representación sonora de un fonema. mance?...”.

129
(canción) repetida mil veces; ahora soy Referencias
la resonancia de ese fenómeno que se
quiere comunicar. Benjamin, Walter. La obra de arte en la época
de su reproductibilidad técnica. Quito: Ra-
[...] La poética requiere de la crea- yuela, 2010.
ción de un espacio de resonancia Chion, Michel. El sonido. Buenos Aires: Pai-
entre los cuerpos, requiere proxi- dós, 1999.
midad, pero no inmediatez, pues la Deleuze, Gilles. “¿Qué es el acto de crea-
inmediatez cancela la resonancia, ción?” Conferencia dictada por Gilles
cancela la escucha. 13
Deleuze en la cátedra de los martes de la
fundación FEMIS (Escuela Superior de
Oficios de Imagen y Sonido) el 15 de mayo
A manera de conclusión de 1987.
Meyer, Leonard. Emotion and Meaning in
Nuevamente, despierto y busco la mú- Music. Chicago: University of Chicago
sica que me atormenta. Sigue ahí pero Press, 1961.
ahora la domino; realiza contrapuntos Murray Schafer, R. The soundscape: Our sonic
con mis palabras y la extraño cuan- environment and the tuning of the world.
do desaparece (esa dinámica no se ha Nancy, Jean-Luc. A la escucha. Buenos Aires:
perdido). Tal vez hayamos llegado a un Amorrortu, 2007.
acuerdo inconscientemente, tal vez. Palladini, Giulia. ¿“Qué valor de uso tiene
Pero ahora ya me siento preparado para el performance? Montaje, finitud y auto-
la siguiente prueba, una nueva expe- nomía”. Conferencia dictada en el marco
riencia sonora que, pretendo controlar. del Encuentro “EXPERIMENTA/sur II”,
Veamos cómo nos va. febrero de 2014.
David Bowie no pertenece a mi Sánchez, José Antonio. “Presencia y des-
memoria sonora afectiva, ni emocional, aparición”. Conferencia dictada en el
ni histórica, ni social. Y aunque las re- marco del Encuentro “EXPERIMENTA/
des aún sostengan a este dios que habla sur III”, septiembre de 2015.
en lengua extranjera y un hombre, que
atenta contra la ley de gravedad, lo can-
ta desde el espacio universal llegando a
millones de visitas en el ciberespacio,
yo envío a la mitad del mundo una pos-
tal que dice: mamá, cuando sea grande
no quiero ser astronauta.

13 José Antonio Sánchez. “Presencia y desapari-


ción”. Conferencia dictada en el marco del Encuen-
tro “EXPERIMENTA/sur III”, septiembre de 2015.
SONOCORDIA

UArtes Ediciones 132


Lorenzo Escamilla Castillo / Producción musical desde los expertos

Biografías de los autores

Rossi Godoy Estévez (Riobamba, 1991)


Socióloga por la Universidad Central del Ecuador y magíster en Historia por la Uni-
versidad Andina Simón Bolívar. Amante de la investigación social, principalmente
relacionada con la educación, la música y la discapacidad. Desde 2012 produce radio
como un mecanismo de difusión de las reflexiones sobre la música tradicional desde
una perspectiva histórica. Ha sido parte del equipo editorial de la Revista de Cien-
cias Sociales de la Universidad Central y promotora cultural del I, II y III “Concurso
Nacional de Villancicos Ecuatorianos” (Fundación Iglesia de la Compañía, Jesuitas
Ecuador, Residencia San Ignacio y Radio Católica Nacional, 2017-2019). Con el pro-
yecto “Sonoridades de Babel” ganó FONDEARTE 2020 (ACNUR y Fundación ALDEA,
2020) para promover el diálogo crítico entorno al vínculo entre música y movilidad
humana. Entre febrero y mayo de 2021 coordinó la reconceptualización de la exposi-
ción histórica permanente para la Presidencia de la República del Ecuador.

Vera Wolkowicz (Buenos Aires, 1981)


Doctora en Música por la Universidad de Cambridge. Su trabajo versa sobre los na-
cionalismos musicales latinoamericanos a comienzos del siglo XX. Ha presenta-
do su trabajo en congresos internacionales por más de una década y publicado en
revistas científicas, además de otras contribuciones académicas. Actualmente es
investigadora asesora en el Instituto de Artes del Espectáculo “Dr. Raúl H. Castag-
nino”, Universidad de Buenos Aires, y a partir del año 2022 participará como in-
vestigadora postdoctoral con una Marie Curie Individual Fellowship en La Escuela
de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París.

John L. Walker (Newton (Iowa), EE. UU., 1956)


Egresado de la Universidad de Drake, la Universidad de Temple y la Universidad de
Nebraska-Lincoln; en esta última, fue el primer estudiante en recibir un doctorado
en oboe. A lo largo de su carrera ha ocupado la posición de oboe principal en va-
rias orquestas, bandas y ensambles de cámara profesionales. Además de enseñar su
instrumento, ha dictado cursos de formas musicales y otras materias, tanto en el
Conservatorio Nacional de Música del Ecuador como en algunas universidades es-
tadounidenses. En 2007 ganó una beca Fulbright y pasó varios meses en el Ecuador
investigando el rol de los músicos italianos inmigrantes en la historia musical del
país. En 2013 fundó Cayambis Music Press, una casa editorial que se especializa en
música académica latinoamericana. En 2019, formó una organización sin fines de
lucro —Cayambis Institute for Latin American Studies in Music— cuyo objetivo es
fomentar la creación, interpretación y estudio de dicha música.

Chemary Larez (Los Teques, Venezuela, 1986)


Musicóloga, docente universitaria y violista venezolana residenciada en Ecuador.
Magíster en Musicología Latinoamericana por la Universidad Central de Venezue-

133
SONOCORDIA

la, doctoranda del Doctorado en Música de la Universidad Católica Argentina. Se


ha desempeñado como investigadora y especialista cultural del instituto de Artes
Escénicas y Musicales de Venezuela. Desde el 2018 se desempeña como docente
investigadora de la Universidad Nacional de Loja, en la Carrera de Artes Musica-
les y como directora del Proyecto de investigación titulado “Colección de litera-
tura musical académica de mediados del siglo XIX y XX en la ciudad de Loja”. Ha
participado como ponente y conferencista en importantes eventos a nivel nacional
e internacional. Actualmente es Miembro de Latin American Studies Association
(LASA) y de la International Society of Musicology (IMS).

Diana Arismendi (Caracas, 1962)


Profesora de Composición y coordinadora de la Maestría en Música de la Univer-
sidad Simón Bolívar. Directora ejecutiva del Festival Latinoamericano de Música y
miembro de la junta directiva de la Sociedad Venezolana de Música Contemporá-
nea (SVMC). En 1994 obtiene el doctorado en Música con especialidad en Teoría y
Composición bajo la tutela del compositor checo-norteamericano Helmut Braun-
lich, en la Universidad de Washington. Su producción compositiva incluye música
orquestal y coral, ópera, música de cámara, solos vocales y música electrónica. Sus
obras han sido interpretadas en Venezuela, Francia, Inglaterra, España, Bélgica,
Italia, Checoslovaquia, Alemania, Luxemburgo, Islandia, Ecuador, México, Puerto
Rico, Colombia, El Salvador, Cuba, Estados Unidos y Canadá.

Manuel Larrea Peralta (Guayaquil, 1976)


Compositor y pianista, propone un mundo creativo que va desde lo popular a lo
académico, de lo convencional a lo transgresor, del orden al caos. Influenciado por
sus diversos estudios alrededor de la música, el arte sonoro, la composición e im-
provisación, ha logrado reconocerse en el espacio interdisciplinar, incorporando
elementos, formas y estructuras de otros lenguajes y otredades. Bachiller en Músi-
ca, licenciado en Composición, diplomado en Arte Sonoro y máster en Composición
Electroacústica. Ha trabajado en bandas sonoras para cine, teatro y danza, como
también en instalaciones y performances interdisciplinares (teatro, danza, arte
plástico, cine, literatura, narración oral, vídeo). Actualmente se desempeña como
docente de la Universidad de las Artes (Guayaquil, Ecuador).

Ketty Wong (Guayaquil, 1958)


Miembro de la Academia Nacional de Historia del Ecuador, exbecaria Fulbright,
y profesora de (Etno)Musicología en la Universidad de Kansas. Tiene títulos de
posgrado por la Universidad de Texas en Austin y el Conservatorio Chaikovsky de
Moscú. Recibió el Premio de Musicología de la Casa de las Américas (2010) y el Pre-
mio Mejor Libro de la Sección de Ecuatorianistas de la Asociación de Estudios La-
tinoamericanos (2013) con su estudio “La música nacional: Identidad, mestizaje y
migración en el Ecuador”. Es autora del libro Luis Humberto Salgado: Un quijote de
la música (2004) y ha realizado una edición crítica de las partituras de la música
de cámara del este compositor. Ha publicado numerosos artículos sobre la música
ecuatoriana en enciclopedias musicales y revistas académicas nacionales e inter-
nacionales.

UArtes Ediciones 134


Guía rápida para los autores

Envíos
a. Artículos de investigación
(sección peer review)

Los artículos arbitrados por pares ciegos se publicarán como artículos de investigación
científica original. El tratamiento del tema y su contenido deben ser de interés para el área
de la producción musical y las artes sonoras. Deberán mostrar rigor académico en el abor-
daje metodológico y precisión analítica del enfoque temático. Los trabajos serán inéditos y
novedosos, enfatizando las relaciones multi, inter y transdisciplinares en, desde y para las
artes de lo sonoro.
Los artículos originales deberán contener título, un resumen estructurado de 250 pal-
abras en español e inglés, un máximo de seis palabras claves o descriptores, cuerpo del artí-
culo, referencias bibliográficas, y fuentes de financiamiento y/o permisos de uso de datos,
con extensión total entre 5000 y 6500 palabras.
Es indispensable el anonimato de los manuscritos para garantizar la imparcialidad de
los pares evaluadores. El tiempo promedio de revisión será de 20 días y se comunicará a los
autores en un periodo máximo de 2 meses a partir de la recepción del artículo.
Se evaluará la calidad del artículo, los aportes al conocimiento, la actualidad de la bib-
liografía, la calidad y el manejo de las fuentes, la claridad en la argumentación, la coher-
encia en la redacción e importancia del tema. Una vez sometidos al arbitraje, los artículos
podrán ser aprobados, aprobados con cambios o no aprobados. Para una segunda revisión,
los autores contarán con 7 días laborales para una nueva entrega del manuscrito. Luego de
recibir el artículo modificado, se le informará al autor acerca de su aprobación.
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dinaria para su evaluación y viabilidad de la petición en un plazo no superior a los 8 días
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imo de 14 cuartillas en A4, incluyendo en la página inicial el título, nombre del autor y/o
del transcriptor y año de composición. Podrá proponerse adicionalmente una página para

135
SONOCORDIA

instrucciones de interpretación y/o conceptualización performativa en tipografía Helvética


Neue, 11 puntos e interlineado sencillo. Los envíos de partituras no podrán contener
numeración de página ni encabezado de ningún tipo. El tiempo promedio de revisión será de
40 días y se comunicará a los autores en un periodo inferior a 2 meses a partir de la recep-
ción de las propuestas.
Se evaluará la capacidad de ejecución, los aportes científicos al lenguaje y producción
musical, a la interpretación y a la composición contemporánea, la claridad del formato, la
calidad y el manejo de edición y coherencia en la selección de los signos extralingüísticos
sonológicos. El Consejo Asesor de la Revista Sonocordia elegirá para cada número las selec-
cionadas de entre aquellas presentadas por la dirección editorial.

c. Sección Miscelánea

Como miscelánea entendemos traducciones, críticas de eventos y/o festivales, reseñas


de trabajos discográficos, entrevistas. Los envíos no deberán superar las 4000 palabras y
deberán incluir nombre, filiación institucional, mail de contacto y tipo de vinculación con
la investigación en artes sonoras y producción musical. Se tomarán en cuenta las normas de
edición de los artículos de investigación científica.

Ética de la publicación científica original

Los artículos deberán ser originales, inéditos y no haber sido editados en ningún medio de
publicación.
Los textos serán revisados mediante el sistema de plagio URKUND.
Para el arbitraje científico, los evaluadores señalarán sus apreciaciones en un formu-
lario de evaluación y deberán informar al Comité Editorial los casos de conflicto de interés
que pudieran ocasionarse para realizar el cambio de evaluador.

Autoría

Los autores conservan los derechos de autor y ceden el derecho de la primera publicación a
la revista, registrándose en Creative Commons y permitiendo a terceros utilizar lo publicado
mencionando la autoría, número de edición y fecha de publicación.
Se deberá indicar al final del manuscrito si la investigación fue financiada por parte de
alguna institución, así como indicar los permisos respectivos de uso si se utilizan bases de
datos que no sean de dominio público o no fueron creadas por el autor.

Normas de referencia

Las citas en el texto deben seguir el estilo Chicago-Deusto. Algunos ejemplos:

Cita corta
Como afirma Maurel-Indart, «[…] la obra es la verdadera prolongación de la perso-
na del autor, no sus avatares reproducidos en el soporte material».1

Cita larga
Como afirma Maurel-Indart:

1 Hélene Maurel-Indart. Sobre el plagio (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2014): 205.

UArtes Ediciones 136


En el siglo XX, el principio de perpetuidad fue claramente aceptado en la legislación;
pero en lugar de estar relacionado con el derecho de explotación, como lo deseaban los
escritores militantes, se lo relacionó con el derecho moral. En efecto, en su inmate-
rialidad, la obra es la verdadera prolongación de la persona del autor, no sus avatares
reproducidos en el soporte material.2

Referencia en nota (libro)


Fernando Ortega. Amadeus. Una lectura teológica del filme de Milos Forman (Buenos
Aires: Agape, 2014): 68-69.

Referencia abreviada en nota


Ortega, Amadeus, 68-69.

Referencia en Bibliografía (la bibliografía va al final)


Ortega, Fernando. Amadeus. Una lectura teológica del filme de Milos Forman. Buenos Aires:
Agape, 2014.

Referencia en nota (capítulo en libro)


Karina Borja. “Los paisajes vivos del equinoccio: la yumbada de San Isidro de El
Inca”, en Esteban Ponce Ortiz (ed.), Grado cero. La condición equinoccial y la pro-
ducción de cultura en el Ecuador y en otras longitudes ecuatoriales (Guayaquil: UArtes
Ediciones, 2016): 86-87.

Referencia en nota (artículo de revista)


Javier Marín-López y Virginia Sánchez-López. “El pensamiento musical de Pablo
de Olavide y Jáuregui (1725-1803): perfiles inéditos de un peruano ilustrado”, en
Revista Musical Chilena Vol. 74 N.o 234 (2020): julio – diciembre: 17.

Partitura
Adriana Verdié. In “C” Nuation (Virginia: Cayambis Music Press, 2018): 3.

Dirección de envíos y/o consultas


revista.sonocordia@uartes.edu.ec

2 Hélene Maurel-Indart. Sobre el plagio (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2014): 205.

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Una publicación de la Universidad de las Artes del Ecuador,
bajo el sello editorial UArtes Ediciones.

Noviembre de 2021, Guayaquil - Ecuador

Familias tipográficas: Uni Sans, Merriweather

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