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º 1
Noviembre 2021
ISSN 2697-3545
UNIVERSIDAD DE LAS ARTES
Rector: William Herrera
Vicerrector Académico: Bradley Hilgert
Vicerrectora de Investigación y Posgrado: Olga del Pilar López
CONSEJO ASESOR
Miguel Álvarez-Fernández Ars Sonora - Radio Nacional de España (España)
Andrey Astaiza Universidad de las Artes (Ecuador)
Susan Campos-Fonseca Universidad de Costa Rica (Costa Rica)
Miriam Escudero Suástegui Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas (Cuba)
Ana María Ochoa Universidad de Columbia (Estados Unidos)
Carmen Pardo Universitad de Girona (España)
Rodrigo Sigal Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (México)
Introducción
Nacionalismos, patriotismo y educación musical en Ecuador en los inicios del siglo XX
Ketty Wong. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Artículos
Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena y su utilización
en las obras de Segundo Luis Moreno y Sixto María Durán a comienzos de siglo XX
Vera Wolkowicz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35
Partituras
Tres miniaturas
Diana Arismendi. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Fuera de tono
Nacionalismos,
patriotismo y educación
musical en Ecuador
en los inicios del siglo XX
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Este es el caso del musicólogo Segundo necesarios para tener una mejor com-
Luis Moreno, autor de numerosos es- prensión de cómo se generan y se man-
critos sobre la historia de la música en tienen los nacionalismos musicales en
el Ecuador. Sus años estudiantiles en el sus diversas manifestaciones.
Conservatorio Nacional, su actividad Un gran aporte de los autores de
musical como director de bandas mi- este dosier a la investigación de la mú-
litares, y sus composiciones y discurso sica ecuatoriana es la revisión y aná-
ideológico son abordados de tal forma lisis de fuentes primarias de la época.
que los artículos, en su conjunto, pre- Rossi Godoy analiza la política educa-
sentan nuevas luces sobre el desarrollo tiva-musical del proyecto liberal ecua-
musical en el Ecuador de inicios del si- toriano en el caso de la refundación del
glo XX. Conservatorio Nacional de Música en
Lo mismo ocurre con la historia 1900, utilizando archivos ministeria-
cultural del Conservatorio Nacional les e institucionales. Según Godoy, el
de Música, institución que formó a los proyecto liberal buscaba «presentar al
primeros compositores y músicos de mundo un Ecuador culto, moderno y a la
corte académico, así como a los direc- altura de las grandes metrópolis euro-
tores de banda que dirigieron las bandas peas», y la educación musical que ofre-
del ejército. Los profesores extranjeros cía el Conservatorio formaba parte de
que dirigieron y enseñaron en el Con- ese proyecto. Su artículo explora espe-
servatorio son figuras indispensables cíficamente la relación del Conservatorio
para comprender el desarrollo musical con el Estado y la sociedad ecuatoriana,
en el Ecuador, como Antonio Neumane presentando una historia muy distinta a
y Domingo Brescia. Se conoce amplia- las cronologías y narrativas oficiales po-
mente la trayectoria de Neumane como bladas con nombres y obras de figuras
el autor de la música del Himno Nacio- importantes vinculadas al Conservatorio,
nal del Ecuador, y como el director del con pocas referencias al entorno social,
primer Conservatorio fundado en 1870; político y cultural.
menos conocido es su trabajo como di- Vera Wolkowicz examina dos for-
rector de banda en Guayaquil. De Do- mas de representar el pasado musical
mingo Brescia conocemos la enorme ecuatoriano en las obras de Segundo
influencia que tuvo en la generación de Luis Moreno y Sixto María Durán. Aun-
un estilo musical nacionalista inspira- que ambos compositores abogaban por
do en las melodías y ritmos folklóricos un pasado musical anclado en la raíz
del país; menos conocidas son las obras indígena y lo precolonial, sus propues-
que compuso para la celebración del tas musicales eran distintas. Durán
Centenario del Primer Grito de la Inde- buscaba una matriz incaica basada en
pendencia. De igual manera se conoce las investigaciones de la escala pen-
muy superficialmente el importante rol tatónica de Daniel Alomía Robles y los
que tuvieron las bandas militares en la esposos d’Harcourt, mientras que Mo-
exaltación de un nacionalismo patrió- reno proponía una matriz indigenista
tico que respondió a una época de tur- local y vinculada con la existencia de los
bulencia política entre conservadores Shyris y el Reino de Quito. Basado en la
y liberales en los inicios del siglo XX. lectura de manuscritos de principios del
Estas conexiones y escenarios musica- siglo XX (algunos inéditos), el análisis
les en el campo de la música académi- de Wolkovicz nos ayuda a comprender,
ca, popular y militar son importantes y por ejemplo, por qué algunos com-
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positores nacionalistas —como Sixto situdes que enfrentó el organizador y la
María Durán, Pedro Pablo Traversa- compañía de ópera italiana en su estan-
ri, Luis Humberto Salgado y Corsino cia en Quito, así como la recepción que
Carrión— escribieron obras con temá- tuvo la compañía de ópera a nivel local.
ticas alusivas al imperio incaico (e.g. El Con base en una revisión de la
ocaso del Tahuantinsuyo, La consagración prensa periódica, Chemary Larez re-
de las Vírgenes, del Sol y Leyenda incási- construye los eventos musicales pro-
ca), mientras que Moreno se inspiraba gramados para la celebración del primer
más en un costumbrismo indianista centenario de la Batalla del Pichincha,
distanciado de la imagen de los incas. entre los cuales se destacan la confor-
Ketty Wong explora el rol prota- mación de una estudiantina, la organi-
gónico que tuvieron las bandas milita- zación de una temporada de ópera con
res durante la Revolución Liberal y pro- la prestigiosa compañía de Adolfo Bra-
pone examinar la música de carácter cale, y varios concursos de composición
patriótico que las bandas ejecutaban en y de banda. En vísperas de la celebra-
las retretas como una suerte de ‘cróni- ción del Bicentenario de la Indepen-
cas sonoras’ que registraron el aconte- dencia del Ecuador, Larez nos recuerda
cer político en el país. Su estudio sugiere los eventos musicales que se organiza-
que los músicos de las bandas militares ron hace un siglo para conmemorar el
generaron un ‘nacionalismo musical de primer centenario de esta fecha magna.
carácter patriótico’ que se desarrolló Su investigación rescata los títulos de
paralelamente al ‘nacionalismo acadé- algunas piezas musicales que sonaron
mico’ en la música clásica ecuatoriana, en los eventos públicos programados
y al ‘nacionalismo popular’ represen- por la Junta del Centenario, con lo cual
tado por la ‘música nacional’. Su in- se puede recrear aspectos importantes
vestigación —basada en la revisión del quehacer musical de la época. Esta
de archivos históricos del ejército, así información adquiere mayor relevan-
como de partituras y grabaciones en cia cuando nos damos cuenta de que no
discos de pizarra de principios del si- hay registros de la mayor parte de estas
glo XX— busca visibilizar el repertorio partituras.
musical y a los directores y músicos de Aunque todos los artículos están
las bandas militares del Ejército. enfocados en Ecuador, y muy particu-
John Walker y Chemary Larez dan larmente en Quito, la influencia de los
una mirada retrospectiva a las celebra- discursos nacionalistas en la creación
ciones del centenario del Primer Gri- de instituciones, eventos y repertorios
to de la Independencia y la Batalla del musicales de carácter académico, po-
Pichincha, respectivamente. Walker pular y militar pueden ser abordados
examina la temporada de ópera que or- como casos de estudio que iluminarán
ganizó Ulderico Marcelli, profesor del aspectos similares en otros países lati-
Conservatorio Nacional, dentro de la noamericanos y regiones del Ecuador.
programación de la Exposición Interna-
cional de Quito en 1909. Con este evento Ketty Wong
internacional, como ocurrió con la re- Universidad de Kansas
fundación del Conservatorio Nacional Editora invitada
en 1900, Ecuador buscaba mostrar al
mundo ser un país «culto, constructor y
desenvuelto». Walker muestra las vici-
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Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano
La educación musical
como proyecto del Estado
moderno ecuatoriano:
el Conservatorio Nacional de
Música (Quito, 1900-1911)1
Rossi Godoy Estévez
Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador
rossigge@yahoo.com
Resumen
Entre la segunda mitad del siglo XIX e inicios del siglo XX, los países latinoamerica-
nos estuvieron marcados por el interés de parte de sus estados en la producción de
repertorios que sirvieran de símbolos nacionales y en el fomento de la educación artís-
tica para el desarrollo cultural de los nuevos ciudadanos. Los gobiernos ecuatorianos
atendieron esas dimensiones a través del Conservatorio Nacional de Música de Quito,
fundado en 1870 por el régimen conservador de Gabriel García Moreno y refundado en
1900 por el gobierno liberal de Eloy Alfaro. Los primeros años de la segunda fundación
del Conservatorio se presentan como una posibilidad de estudio de la política educati-
va-musical del proyecto liberal ecuatoriano; nos conectan con las prácticas musicales
locales y los anhelos culturales de las élites, en diálogo con los procesos internaciona-
les y las experiencias educativas previas. A partir de fuentes primarias, ministeriales e
institucionales, este artículo busca pensar las condiciones de posibilidad de la reorga-
nización de la institución, su relación con el proyecto de Estado-nación moderno, las
demandas estatales y las dinámicas culturales con las que dialogó.
Palabras claves: Conservatorio Nacional de Música de Quito, educación musical, secu-
larización musical, liberalismo.
1 Este documento nace de varios planteamientos desarrollados en mi tesis de maestría. Rossi Godoy Estévez, “La segunda fundación
del Conservatorio Nacional de Música de Quito: entre las expectativas estatales y las dinámicas locales (1900-1911)”. Tesis de maestría,
Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, 2020. https://repositorio.uasb.edu.ec/handle/10644/8073
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Recibido: 09 de septiembre de 2021 / Aprobado: 07 de octubre de 2021
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Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano
na.3 Juan Maiguashca demuestra que «el derson ha sido clave para comprender
estado ecuatoriano hizo una contribu- la importancia de las bandas sonoras
ción primordial al proceso de formación que habitaron la ciudad.7
nacional durante el siglo XIX, no tanto En las últimas décadas, la historia
como expresión de dominación social de la música se ha renovado con pro-
sino como una institución burocrática».4 puestas que contrastan lecturas uni-
Para el autor, solo después de la Revo- versales/eurocéntricas y uniformes de
lución Liberal el poder central pudo re- los procesos artísticos, dando cabida a
tomar de los municipios la capacidad de estudios donde mujeres, músicos em-
control del territorio nacional a través píricos, colectividades, expresiones lo-
de instituciones administrativas profe- cales e instituciones, son examinados
sionales, lo que no quita la importancia como sujetos históricos de interés.8 Con
de las leyes, símbolos, mitos y utopías, ese horizonte, esta investigación ha re-
realizadas por el Estado decimonónico currido a las herramientas metodológi-
para obtener cohesión social y gestar la cas de la historia cultural para indagar
identidad nacional de una sociedad he- fuentes oficiales que alimentan el si-
terogénea fragmentada.5 guiente texto.
En ese marco, comprender que el El artículo se propone indagar las
Estado —como institución o comuni- condiciones de posibilidad de la reorga-
dad humana— con larga tradición teó- nización del Conservatorio en 1900, su
rica en la ciencia política debe ser visto relación con el proyecto de Estado-na-
no solo como un ‘objeto material’ para ción moderno, las demandas estatales
el estudio, sino también como una or- y las dinámicas culturales con las que
ganización atravesada por relaciones de
poder con dimensiones que operan des- 7 Anderson comprende la nación como una «co-
de aspectos cotidianos, nos permitirá munidad política imaginada como inherentemente,
limitada y soberana», que toma vigencia y se rein-
acercarnos a los proyectos de educación venta permanentemente en los imaginarios verti-
dos en la instrucción pública, en las celebraciones
musical de una ‘nación ecuatoriana’ en patrias y otras congregaciones sociales. Benedict
Anderson. Comunidades Imaginadas (México: Fondo
formación. de Cultura Económica, 1993): 23.
Considerando el carácter histórico/ 8 Entre los trabajos que aportan reflexiones y he-
rramientas para pensar los conservatorios, des-
moderno del proceso de construcción de taco: Luis Robledo. “La creación del Conservato-
rio de Madrid”, Revista de Musicología 24, n.° 1/2
una nación, es necesario ubicar el aná- (enero-diciembre 2001): 189-238; Davide Daolmi.
lisis en correspondencia con los valores “Alle origini del Conservatorio di Milano. L’alibi del
modello francese e le sorti dell’opera italiana”, s/r,
simbólicos y culturales que operaban en 2002; Silvia Dominici. “Un’istituzione assistenziale
pubblica nella Roma dei Papi: Il Conservatorio delle
las costumbres, las rutinas y las artes proiette dell’ospedale di Santo Spirito In Saxia (Se-
coli XVI E XVII)”, Rivista di storia della Chiesa in Italia
de la época, dando vigencia a los imagi- 55, n.º 1 (enero-junio, 2001): 19-58; Silvia Cristi-
narios colectivos en extensión,6 donde na Martins de Souza. “Um atentado à liberdade de
pensamento: censura e teatro na segunda fase do
el concepto de ‘nación’ de Benedict An- Conservatório Dramático Brasileiro (1871-1897)”,
Tempo 23, n.º 1 (enero-abril, 2017): 43-65; Nieves
Hernández-Romero, Formación y profesionalización
3 Germán Carrera Damas. “República monárquica o musical de las mujeres en el siglo XIX: el Conservato-
monarquía republicana”, en Historia de América Andina, rio de Madrid (Madrid: Ayuntamiento de Alcalá de
ed. por Germán Carrera Damas, vol. 4, 357–412 Henares, 2019); Beatriz Montes. “La influencia de
(Quito: Libresa-Universidad Andina Simón Bolívar, Francia e Italia en el Real Conservatorio de Madrid”,
2003): 359-361. Revista de Musicología 20, n.º 1 (enero-diciembre,
4 Juan Maiguashca. “El proceso de integración nacio- 1997): 467-478; Elizabeth Azevedo. “Conservató-
nal en el Ecuador: el rol del poder central, 1830-1895”, rio dramático e musical de São Paulo: A primeira
en Historia y región en el Ecuador, 1830-1930, ed. Juan escola de teatro do Brasil”, Luso-Brazilian Review
Maiguashca (Quito: Corporación Editora Nacional / 45, n.º 2 (2008): 68-83; María del Mar Gutiérrez.
FLACSO- Sede Ecuador/ CERLAC, 1994): 357. La formación de intérpretes profesionales en los con-
5 Ibíd., 366, 372. servatorios en el marco de la reforma educativa: Madrid
6 Tomás Pérez Vejo. Nación, identidad nacional y como paradigma (Madrid: Ministerio de Educación y
otros mitos nacionalistas (Oviedo: Ediciones Nobel, Ciencia / Centro de Investigación y Documentación
1999): 17. Educativa, 2005).
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territorio americano.25 Ese fue el caso dos en sus aptitudes y no por su ori-
de: Francisco Rosa (director),26 Anto- gen. Según el decreto de 1870, la edu-
nio Casarotto, Pedro Travesari Bran- cación brindada buscaba apoyar a los
zanti,27 Vicente Antinori y Fabrio de estudiantes de provincias distantes y,
Petris, empleados en 1872. entre ellos, a los más pobres. La ins-
Pese a la injerencia mundial del trucción impartida era gratuita y se
modelo de conservatorio francés, la pri- dirigía —al menos en el discurso— a
mera experiencia ecuatoriana muestra todo ecuatoriano bautizado que enca-
lo determinantes que fueron las con- jara en el rango de edad establecido y
diciones económicas del gobierno y la demostrara aptitudes artísticas en las
dinámica cultural del país al crear su evaluaciones privadas semestrales y
versión propia de Conservatorio. Adi- en los conciertos públicos anuales.28
cionalmente, la contratación de músicos Aún no es posible indicar el nú-
extranjeros residentes en Guayaquil evi- mero exacto de estudiantes que du-
dencia que —por su condición de puerto, rante los 7 años de existencia se
conectividad regional y riqueza económi- formaron en el CNM. Los informes
ca— esta ciudad era más atractiva para la ministeriales (1873-1875) marcan un
migración extranjera y el tránsito de com- promedio de 52 o 53 escolares anua-
pañías artísticas internacionales que Qui- les, cupo condicionado por el número
to, capital de la República. de instrumentos. Dentro de esta po-
El CNM pretendía proyectarse blación, es reveladora la presencia
como una institución educativa na- numérica de alumnos militares, evi-
cional, moderna e integradora que denciando la cercanía entre el esta-
permitía el acceso de alumnos basa- blecimiento y las bandas del ejército.
La educación musical del CNM
25 Entonces la relación con Perú estaba marcada
por el «pacto de alianza celebrado en 1886 para
se regía por criterios similares a los
defender los intereses y honor americanos de las aplicados en otras instituciones de la
injustificables pretensiones y ultrajes del Gobierno
de Isabel II», lo que generó un ambiente de tran- época, donde era importante la sepa-
quilidad fronteriza y permitió el desplazamiento
de extranjeros «superiores», «capaces de hacer ración espacial de hombres y muje-
progresar al país, importando y enseñando a los res para proteger su moral. Si bien, la
ecuatorianos las artes y ciencias». Eso aumentó el
flujo de compañías teatrales, que tras la unificación formación musical del Conservatorio
de Italia y la crisis empezaron a migrar a Améri-
ca para buscar oportunidades. Ese fue el caso de estaba dirigida a educandos de ambos
Francisco Rosa, Vicente Antinori y Pedro Traversari,
que antes de ser contratados para el Conservato- sexos, las clases se dictaban separadas
rio ejercían sus actividades en Perú y, tras el ajuste y las mujeres eran excluidas de varias
presupuestario (1876), se trasladaron a otros paí-
ses andinos. Rosa regresó a Perú, mientras Petris y de ellas.
Traversari se mudaron a Chile y se unieron a la So-
ciedad de Música Clásica. Chiara Pagnotta. Situando Las nóminas de 1873 y 1875 mues-
los márgenes de la Nación. Los italianos en Ecuador (si-
glos XIX-XX) (Quito: Abya Yala, 2016): 72-5. John L.
tran que todos los docentes eran hom-
Walker. “Los músicos italianos en el Conservatorio bres, en contraste con las 8 alumnas
Nacional: su travesía e influencia”, El Diablo Ocioso.
Revista Musical Ecuatoriana EDO, n.º 7 (agosto-octu- mujeres que estudiaban solfeo, can-
bre 2010): 79-81.
26 Según el contrato firmado el 11 de septiembre
to, armonía y piano. Adicionalmente,
de 1872 con el gobernador del Guayas, Francisco como requisito exclusivo para muje-
Rosa residía en Guayaquil. Su sueldo anual sería
de 4 000 pesos y tendría vacaciones de un mes en res, las aspirantes debían entregar una
agosto. Francisco Javier León. Exposición del Ministro
del Interior y Relaciones Exteriores dirigida al Congre-
so Constitucional de 1873 (Quito: Imprenta Nacional, 28 El rango de edad aceptado era de 10 a 22 años.
1873), s/r. Quien sobrepasara esa edad sería admitido si el
27 Según el contrato conjunto del 11 de noviembre director consideraba que tenía aptitudes sobresa-
de 1872, Pedro Traversari Branzanti asumió la en- lientes o si necesitaba máximo 2 años para com-
señanza de flauta y Antonio Casarotto la de trom- pletar su instrucción musical. El Nacional, “Sección
bón en el CNM y en las bandas militares. El sueldo del Interior”, El Nacional. Periódico Oficial, 2 de mar-
de cada uno fue de 140 pesos mensuales. Ibíd. zo de 1870, 1.
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bía cumplir con la finalidad de im- venir. Para alcanzar este horizonte, se
partir los conocimientos que el go- preveía la instauración de academias
bierno consideraba necesarios «á y el 26 de abril de 1900 se decretó la
fin de dar á los alumnos, solamente creación del Conservatorio Nacional
los conocimientos que les sean indis- de Música y Declamación en Quito.42 El
pensables para el medio en que viven gobierno liberal reconocía en la música
y han de continuar viviendo [sic]». 36 un amplio potencial artístico, moral y
Cada centro o acción educativa de- educativo para las buenas costumbres,
bía desempeñar un papel específico, de modo que la instrucción musical
las escuelas de artes y oficios debían formal impulsaría las habilidades ar-
«ofrecer apoyo eficaz á la clase des- tísticas de los ecuatorianos y evitaría
valida [sic]» 37 o «verificar una edu- que se «guardaran incultas por más
cación salvadora en los obreros»; 38 la tiempo».43
educación a los indígenas servía para Para iniciar esta misión, el régimen
«regenerar la sociedad, aumentar el reclutó en Chile a los profesores: Enri-
número de ciudadanos útiles en más que Marconi, Pedro Traversari Branzan-
de ochocientos mil, multiplicar pro- ti, Pedro Traversari Salazar y Clementina
digiosamente los elementos de pro- Marconi (hija de Enrique Marconi).44 La
greso»; 39 la inclusión de las mujeres documentación revisada no permite
en un establecimiento de enseñanza identificar razones específicas de con-
industrial le daría «una profesión tratación de estos músicos de origen
con la que pueda ganarse honrada- italiano, residentes en Chile; una posible
mente la vida» 40 o «proporcionar respuesta podría inferirse de la cercanía
una industria fácil y lucrativa á las geopolítica entre ambas naciones tras la
niñas pobres [sic]». 41 Entonces, cabe Guerra del Pacífico (1879-1883), de la
preguntarnos ¿cuál era el rol deman-
dado al Conservatorio? 42 Eloy Alfaro. “Decreto de Creación del Conservato-
rio Nacional de Música y Declamación”, 26 de abril de
1900. AMRE, Fondo Presidencia, T. 1. 1. 2, f. 20-1. Se
estableció el Conservatorio Nacional de Música y De-
La segunda fundación del clamación y pese a los intentos por potencializar la
declamación, en la práctica, la institución se centró en
Conservatorio Nacional de Música la música. En 1905 se suprimió la rama de declama-
ción, de ahí que, en adelante, se utilice la sigla CNM
para aludir al Conservatorio de Quito.
43 Peralta, Informe del Ministro…, 15. Conservatorio
A inicios del siglo XX, el presidente Eloy Nacional de Música y Declamación. Reglamento del
Conservatorio Nacional de Música y Declamación (Qui-
Alfaro consideraba su responsabili- to: Imprenta Nacional, 1900): 5.
dad el velar, desarrollar y engrande- 44 El contrato colectivo firmado el 3 de enero de 1900
reconocía por gastos de viaje el pago de s/. 243,23 su-
cer la instrucción pública, incluyendo cres y un pago por viáticos de s/. 60,80. Enrique Mar-
coni (director) tendría un sueldo de s/. 3 000 sucres
el cultivo de las Bellas Artes como una anuales y sus clases serían: armonía, composición,
posibilidad de apertura a la actividad piano y canto superior, estética y filosofía del arte y
conjunto coral e instrumental con al menos 18 horas
humana y preparación hacia el por- semanales. En caso de no existir alumnos en los cursos
superiores, debía impartir teoría, violoncelo, contra-
bajo y órgano. El subdirector, con sueldo de s/. 2 000
36 Énfasis añadido. Ibíd., XVIII.
sucres anuales, fue Pedro P. Traversari S., quien im-
37 Énfasis añadido. José Peralta. Informe del Minis- partiría el curso completo de teoría y solfeo, y los dos
tro de Instrucción Pública al Congreso Ordinario de 1901 primeros cursos de historia de la música, con un total
(Quito: Imprenta Nacional, 1901): 17. de 16 horas semanales. Bajo su responsabilidad es-
38 Énfasis añadido. José Peralta. Informe del Mi- tarían también la contabilidad, biblioteca y el archivo
nistro de Instrucción Pública al Congreso Ordinario de institucional. Pedro P. Traversari B., como profesor de
1900 (Quito: Imprenta de la Universidad Central, instrumentos de madera, tendía clases 8 horas se-
1900): XXI. manales y Clementina Marconi, profesora de piano y
39 Énfasis añadido. Ibíd., IX. canto inferior con al menos 8 horas semanales, con
40 Aurelio E. P. Informe del Ministro de Instrucción un sueldo de s/. 720 sucres anuales. José Peralta al
Pública al Congreso Ordinario de 1899 (Quito, Im- Ministro de Hacienda, Quito, 14 de abril de 1900. ANE,
prenta de la Universidad Central, 1899): IX. Fondo Ministerio de Instrucción Pública 1900-1901,
41 Peralta, Informe del Ministro…, XVIII-XIX. Caja 843, Tomo 1419, f. 153.
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de las agrupaciones pasaron del campo social. Investidos del capital simbólico
de batalla a la dinámica urbana mediante y cultural que les daba ser músicos ex-
retretas o como partícipes de las celebra- tranjeros o estudiados en el exterior,
ciones patrias.64 Para el caso ecuatoriano, las autoridades emitieron certificados
Juan Mullo sostiene que —a diferencia y cartas de recomendación para fa-
del piano, como instrumento aristocrá- bricantes de instrumentos u obras de
tico— las bandas fueron identificándose pedagogía musical, actuaron como
paulatinamente con el proceso político jurados de concursos y revisores de
alfarista, creando aires marciales, him- obras. Por ejemplo, en 1902, Pedro
nos, marchas, entre otras melodías alu- Traversari Salazar otorgó un certifi-
sivas al régimen.65 cado a Luis López como fabricante de
instrumentos de cuerda luego de una
«examinación detenida de sus obras»,
conforme a las exigencias acústicas de
los instrumentos, donde se revelaron
«superiores a todas las que, hasta hoy,
se nos han presentado como fabricadas
en el país».66
Esta práctica fue fortalecida por
el Estado. En 1904, el director Pedro
Traversari Salazar fue requerido por el
ministro del ramo para juzgar la obra
Arpegios para piano de Francisco J. de
Castillo,67 igual que al año siguien-
te lo fueron Ulderico Marcelli y Mario
de la Torre, delegados por el director
Domingo Brescia, para la revisión de
la obra Gramática Musical de Nicolás
Figura 2. Estudiantes del Conservatorio Nacional de Guerra, por solicitud del presidente de
Música, circa 1905. Fuente: Archivo Museo Nacional la Sociedad Artística e Industrial de Pi-
del Ecuador.
chincha.68 Asimismo, Brescia examinó,
en 1906, ocho composiciones partici-
El Conservatorio pantes en un concurso de música popu-
y las dinámicas locales lar organizado por el Consejo Municipal
de Ibarra.
En Quito, la música fue una actividad
66 Pedro P. Traversari Salazar sin destinatario es-
cotidiana en movimiento constante, pecífico, 1 de mayo de 1902. Libro de Notas 1, f.
126. ACNM.
donde el Conservatorio y sus autori-
67 Pedro P. Traversari Salazar al Ministro de Ins-
dades debieron aplicar un conjunto de trucción Pública, 19 de abril de 1904. Libro de No-
tas 1, f. 236-8. ACNM.
estrategias para lograr reconocimiento 68 Domingo Brescia al Presidente de la Sociedad
Artística e Industrial de Pichincha, 4 de noviem-
bre de 1905. Libro de Notas 1, f. 352. ACNM. La
64 Eugenio Pereira Salas. “El rincón de la histo- obra publicada incluye una carta de aprobación
ria: Las primeras bandas militares de Chile”, Revista del director Brescia. El texto reza así: «Muy Se-
Musical Chilena, n.º 12 (1946): 48-9; Diana Fer- ñor mío, he leído detenidamente su obrita titulada
nández Calvo. “La música militar en la Argentina Gramática Musical, y estimo que, por su contenido,
durante la primera mitad del Siglo XIX”, Diana Fer- puede prestar útiles y buenos servicios á quienes
nández Calvo, s/r. deseen conocer la parte teórica de los elementos de
65 Juan Mullo Sandoval. Cantos Montoneros y Chapu- la música, y por lo tanto, creo muy oportuno y de
los. Semántica de la canción alfarista (Quito: Univer- suma utilidad su publicación [sic]». Nicolás Abe-
sidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador / Corpo- lardo Guerra. Gramática Musical (Quito: Imprenta y
ración Editora Nacional, 2015): 42. Encuadernación Nacionales, 1911): 3.
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Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano
mático sino que debió ganarlo de distin- dente en la renovación del contrato de
tas maneras hasta tener una voz en me- Ulderico Marcelli.89
dio de una realidad musical variopinta, Desde el momento de aparición
donde la institución convivía con otros de la Sociedad Filarmónica Beetho-
músicos, visiones y organizaciones que ven, el Conservatorio debió compartir
plantearon alternativas propias. el protagonismo cultural con la nue-
Uno de estos momentos fue en va organización privada. No obstan-
1902, cuando el Conservatorio organi- te, mientras el CNM y sus autoridades
zó un concierto benéfico en favor de los buscaban reconocimiento, las redes
damnificados por el incendio de Gua- de sociabilidad de los miembros ayu-
yaquil; el evento demandó la inversión daron a que esta Sociedad se vinculara
de 310 sucres de parte del ministerio con otras organizaciones artesanales,90
del ramo, mientras que el monto re- difundiera en la prensa sus actividades
caudado y enviado a la Junta de Bene- y participara en todos los eventos pa-
ficencia de Guayaquil apenas alcanzó trios o culturales en los que tuvo opor-
los 315 sucres.87 No obstante, la mayor tunidad.91 En este sentido, Segundo Luis
tensión con el Conservatorio provino Moreno advierte que —a partir de la ex-
de la rivalidad con la Sociedad Filar- pulsión de varios miembros en 1907—
mónica Beethoven. arrancó una campaña de desprestigio
Según los estatutos de esta So- contra Domingo Brescia y el estableci-
ciedad artístico-musical, su finalidad miento, los periódicos atacaron e invisi-
era «propender al engrandecimiento bilizaron permanentemente el quehacer
del arte nacional, creando una escuela institucional.92 Complementa esta visión
sujeta al plan de estudio que acuerde Luis H. Salgado, quien sostiene que el 11
el cuerpo directivo». Con ese fin, los de agosto de 1911, tras el derrocamien-
socios activos (músicos) debían pa- to de Alfaro, «los miembros Beethove-
gar 3 sucres de inversión inicial y 2 de nianos se adueñaron del Conservatorio
cuota mensual, además de asistir a las Nacional y consiguieron del ministro
sesiones, ensayos y conciertos con- de educación pública la cancelación del
vocados por el presidente del cuerpo nombramiento del director, del maestro
directivo.88 La tensión entre ambas Domingo Brescia».93
instituciones dedicadas a la educación
musical se dio cuando, en el listado de 89 En 1907, 26 alumnos del CNM fueron acusa-
dos de causar injurias al profesor Ulderico Mar-
casi 60 socios fundadores, constaron celli cuando intentaron evitar la renovación de su
los nombres de varios exestudiantes y contrato. El problema causó molestia al director
Brescia porque habían sobrepasado su autoridad y
funcionarios del Conservatorio, quie- motivó la convocatoria de la junta de profesores,
quien determinó su expulsión y el despido del pro-
nes fueron expulsados por un inci- fesor Manuel Ma. Novoa. Disposición de Domingo
Brescia, 15 de julio de 1907. Libro de Notas 2, f.
87 Enrique Marconi al Ministro de Instrucción Pú- 50-1. ACNM.
blica, 19 de julio de 1902 y 3 de noviembre de 1902. 90 En 1908, participaron en el «Programa de la
Libro de Notas 1, f. 131-132, 163-4. ACNM. sesión solemne con que la Sociedad Artística é In-
88 Desde fines de 1907, la Sociedad aceptó el in- dustrial del Pichincha celebró el XCVIII aniversa-
greso de alumnos letrados que no tenían conoci- rio de la emancipación política de la República de
mientos previos de música; esos alumnos podían Chile, noble y heroica hermana de la República del
estudiar un instrumento a su elección, además del Ecuador». En el evento intervino la Orquesta de la
designado por los directivos. A cambio de las ense- Sociedad Musical Beethoven y tocaron los señores:
ñanzas recibidas, sus representantes firmaban una Gómez Sojos, Latore, Tipán, Jarrín, Paz y Durán. El
fianza por 10 sucres que sería cobrada si el estu- Comercio, “Programa”, El Comercio, 18 de septiem-
diante no permanecía por un año o si faltaba sin bre de 1908, 2.
causa justificada 6 veces en un mes. A diferencia 91 El Comercio, “La Sociedad Beethoven”, El Comer-
de la educación gratuita brindada en el CNM, los cio, 31 de marzo de 1909, 3.
alumnos de la Sociedad debían cubrir el pago men- 92 Moreno, La Música en el Ecuador, 119.
sual de 1 sucre. Estatutos de la Sociedad Beethoven, 93 Luis Humberto Salgado, “El Conservatorio de
1908, 2, 10-11. BEAEP. Música y sus directores”, 220.
29
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Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano
las visiones cronológicas o generales corto tiempo con buenos resultados y sin
respecto a los proyectos educativos de el auxilio del maestro. Quito: Imprenta
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UArtes Ediciones 32
Rossi Godoy Estévez / La educación musical como proyecto del Estado moderno ecuatoriano
33
Entre la teoría
y la praxis:
Discursos acerca del pasado
musical indígena y su utilización
en las obras de Segundo Luis
Moreno y Sixto María Durán a
comienzos de siglo XX
Vera Wolkowicz
Universidad de Buenos Aires
verawolk@gmail.com
Resumen
A comienzos de siglo XX —y en sintonía con las corrientes del nacionalismo musical
que se produjeron en el ámbito de la música académica en Europa y luego en Lati-
noamérica— en Ecuador comenzaron a producirse discursos en torno de la música
nacional. En esa búsqueda por un sonido propio y a su vez regional (es decir, lati-
noamericano), fuertemente influido por los discursos evolucionistas y positivistas de
la época, los compositores ecuatorianos se dedicaron a explorar las músicas de su
pasado acervo folklórico. Mientras que algunos optaron por explorar el pasado incai-
co como parte esencial del nacionalismo del Ecuador, otros pusieron en tela de juicio
estos orígenes y buscaron construir su música en un pasado alternativo, entendiendo
a lo incaico como un pasado exógeno al ecuatoriano. En el presente trabajo voy a
analizar algunas escritos y obras para piano de los compositores Sixto María Durán y
Segundo Luis Moreno para contrastar ambas visiones acerca del pasado musical del
Ecuador. Voy a demostrar que mientras que Durán abogaba por la música incaica y el
desarrollo de la pentatonía planteado por investigadores como Daniel Alomía Robles
y Raoul y Marguerite d’Harcourt, Moreno, por el contrario, planteaba —a partir de sus
propias investigaciones y recopilaciones folklóricas— que la pentatonía era una so-
noridad panandina que no se limitaba a los incas, sino que era compartido por otros
grupos indígenas contemporáneos.
Palabras claves: música académica, Sixto María Durán, Segundo Luis Moreno, inca,
Reino de Quito.
Title: Between theory and pra- A fines de siglo XIX y comienzos del
xis: Discourses about the indi- XX se produce en Ecuador, al igual
genous musical past and its use que en otros países latinoamericanos,
in the works of Segundo Luis la búsqueda de un arte nacional que lo
Moreno and Sixto María Du- represente. En el campo de la música
rán at the beginning of the 20th de tradición escrita heredada de Eu-
century ropa, se comienzan a realizar obras
Abstract que puedan erigir una nueva tradi-
At the beginning of the 20th century — ción basada en el pasado folklórico,
and in tune with the currents of musi- emulando los nacionalismos musi-
cal nationalism that occurred in the field cales europeos surgidos a mediados
of art music in Europe and later in Latin del siglo XIX y basados en las teorías
America— in Ecuador discourses began acerca del folklore y el concepto de
to be produced around national music. pueblo (Volk) acuñado por el filóso-
In the search for their own sound and fo alemán Johann Gottfried Herder
at the same time regional (that is, Latin (1744-1803).1 Sin embargo, ese pasa-
American) sound, strongly influenced by do representativo del ser ecuatoria-
the evolutionist and positivist discourses no no era unívoco y lineal, y estaba,
of the time, Ecuadorian composers de-
además, escindido entre lo pre y lo
dicated themselves to exploring the mu-
poscolonial. Influidos por las teorías
sic of their past folkloric heritage. While
evolutivas y positivistas de su tiempo,
some chose to explore the Inca past as
músicos como Segundo Luis More-
an essential part of Ecuador’s nationa-
no, Pedro Pablo Traversari, Francis-
lism, others questioned these origins and
co Salgado y Sixto María Durán, entre
sought to build their music in an alter-
otros, escribieron acerca del pasado
native past, understanding the Inca as a
past exogenous to the Ecuadorian. In this (o los pasados) de la región, valién-
work I am going to analyze some writings dose de los sonidos que evocaban ese
and works by composers Sixto María Du- pasado en pos de crear una música
rán and Segundo Luis Moreno to con- nacional y/o regional.
trast both views about the musical past En el presente artículo voy a
of Ecuador. I am going to show that whi- concentrarme en los discursos y
le Durán advocated for Inca music and las figuras de Segundo Luis More-
the development of the pentatonic scale no (1882-1972) y Sixto María Durán
proposed by researchers such as Daniel (1875-1947) para mostrar dos aproxi-
Alomía Robles and Raoul and Margue- maciones distintas al pasado musical
rite d’Harcourt, Moreno, on the contrary, ecuatoriano. Si bien ambos abogaban
proposed —based on his own research por un pasado de tipo nativista/indi-
and folkloric compilations— that the use genista, Durán describía un período
of the pentatonic scale was not limited to precolonial de matriz incaica basado
the Incas, but was shared by other con- musicalmente en la escala pentatóni-
temporary indigenous groups of the An- ca e inspirado en el análisis realizado
dean area. por el músico peruano Daniel Alomía
Keywords: art music, Sixto María Durán, Robles y la pareja francesa (él etnó-
Segundo Luis Moreno, Inca, Kingdom of
Quito. 1 Philip Bohlman. “Johann Gottfried Herder and the
Global Moment of World-Music History”, en The
Cambridge History of World Music, ed. Philip Bohlman
(Cambridge: Cambridge University Press, 2013):
255-276.
UArtes Ediciones 36
Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena
logo, ella música) Raoul y Margueri- de trazar una historia basada mayor-
te d’Harcourt. Moreno, por su lado, mente en la influencia española y,
planteaba —a partir de sus propias in- sobre todo, aquella ejercida por las
vestigaciones y recopilaciones folkló- órdenes religiosas,4 Guerrero subra-
ricas— que la pentatonía era una so- ya la tensión entre las músicas de los
noridad panandina que no se limitaba pobladores prehispánicos y la música
a los incas (quienes no habrían tenido europea dentro de la sociedad ecuato-
una influencia musical directa sobre riana. Dice Guerrero a este respecto:
los pobladores de Ecuador), sino que
era compartida por grupos indígenas De todo lo expuesto resulta que la
contemporáneos. En función de es- música sagrada tuvo muy buenos
tos discursos, voy a analizar algunas profesores, y que solo la profa-
de las obras con temática indigenista na andaba descarriada y sin tener
tanto de Moreno como de Durán para un asilo a donde refugiarse; y por
observar cómo influyeron en la cons- eso es curioso ver cómo ha llegado
trucción de sus propias obras de ca- hasta nosotros el uso de dos músi-
rácter nacional(ista). cas opuestas, la música indiana y
la música de los españoles […] las
pasiones estaban encontradas, los
La historia de la música sentimientos eran diversos, y, por
en el Ecuador: antecedentes supuesto, mientras los europeos,
llenos de satisfacción, daban al aire
El primer libro que esboza una histo- sus tonadillas y boleros, los india-
ria de la música del país es el de Juan nos, desposeídos de su propiedad y
Agustín Guerrero publicado en las úl- abatidos con el recuerdo de sus pa-
timas décadas del siglo XIX titulado dres, lloraban en las cabañas mani-
La música ecuatoriana desde su origen festando su pena al son del pingullo
hasta 1875.2 El autor mismo aclara al y del rondador. Y he aquí el origen
comienzo del escrito que se trata más del yaraví, de esa música natural
de una primera aproximación que de como la del tiempo de los patriar-
una historia acabada, con el fin de dar cas, y que ha disputado a la europea,
inicio (valga el oxímoron) a futuros no por su perfección, porque nada
trabajos sobre el tema.3 Para el au- tiene de perfecta, sino por el amor
tor de este libro, la música entendida con que ha sido recibida y conserva-
como ecuatoriana comienza después da por el pueblo.5
de la revolución de independencia, y
si bien introduce unas líneas acerca Guerrero pone el énfasis en el yaraví
de la música precolombina en distin- como música poscolonial producida
tos momentos del texto, entiende que por los nativos como fruto de la co-
la historia musical comienza después lonización y expresión de la misma, y
de la conquista. Sin embargo, a pesar describe al género del siguiente modo:
2 Juan Agustín Guerrero. La música ecuatoriana desde El yaraví no tiene nada de fantástico
su origen hasta 1875, 2da. ed. (Quito: Banco Central ni hermoso, por lo contrario, es tan
del Ecuador, 1984. [1a. ed. Quito: Imprenta Nacio-
nal, 1876]).
3 «[…] si bien no es una verdadera historia de la
música del país, a lo menos no dejará de ser una 4 En particular los jesuitas, bien conocidos por uti-
serie de apuntamientos útiles para otro que se de- lizar la música como método de colonización.
dique a hacerlo mejor y después que yo». Ibíd., 6. 5 Ibíd., 12.
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SONOCORDIA
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Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena
8 Juan de Velasco. Historia del reino de Quito en la Segundo Luis Moreno (1882-1972) es-
América Meridional (Quito: Imprenta del Gobierno,
1841-1844). cribió un libro en tres tomos, del cual
39
SONOCORDIA
solo se publicó el primero el mismo año donde comenzó a componer sus prime-
de su muerte (1972) titulado Historia de ras obras de géneros populares. En 1906
la música en el Ecuador.9 Como bien se- viajó a Quito e ingresó al Conservatorio
ñala Charles Sigmund en su reseña del Nacional de Música. Allí continuó sus
libro, Moreno debió haber escrito este estudios de clarinete, pero siguió una
volumen entre los años 20 y 40, según se formación integral en música tomando
observa en las fechas de publicación de clases de armonía, fuga, contrapunto,
la bibliografía citada y las propias no- orquestación, etc., con el músico ita-
tas y comentarios del autor.10 Si bien en liano Domingo Brescia, quien también
principio resulta llamativo que se haya fuera uno de los primeros en fomen-
publicado solo el primer volumen y tan tar la composición de obras de carác-
tardíamente, esta percepción se modi- ter nacional en el repertorio de mú-
fica después de la lectura de los dos to- sica académica de Ecuador. Mientras
mos inéditos. Sobre todo el tercero, en completaba sus estudios, Moreno fue
donde Moreno emite reiterados juicios nombrado profesor ayudante del cur-
de valor, mayormente negativos, so- so de Teoría, Solfeo e Instrumentos de
bre sus colegas (entre ellos Durán). Sin Madera durante el año de 1911, y luego
entrar en los detalles anecdóticos del director del Centro Musical Ecuador,
texto, resulta sin embargo interesante formado por alumnos y profesores del
ver el posicionamiento de Moreno den- Conservatorio. Si bien el investigador
tro del ámbito musical de Ecuador, y su Pablo Guerrero en su Enciclopedia de la
búsqueda pretendidamente cientificis- música ecuatoriana menciona que Mo-
ta de los orígenes e historia de la músi- reno siguió vinculado al Conservatorio
ca en la región. Antes de comenzar este hasta el año 1913, es posible que su ale-
análisis, y a los fines de entender mejor jamiento de esta institución como de la
su postura, voy a explorar brevemente ciudad de Quito entre 1913 y 1914 se hu-
su biografía. biese producido en parte por razones de
Segundo Luis Moreno nació el 3 índole político-social. En este sentido,
de agosto de 1882 en Cotacachi, provin- Moreno sí da cuenta de esta situación
cia de Imbabura.11 Durante su juventud en el tercer volumen de su libro inédito,
se inició en la música a través del can- titulado “La República”. Allí menciona
to en el Coro del Colegio de los Padres que su profesor, Domingo Brescia, ha-
Salesianos y la ejecución del clarinete bía aceptado la dirección del Conser-
dentro de una banda de aficionados, en vatorio durante el gobierno liberal de
Eloy Alfaro quien, por presión popular,
9 Segundo Luis Moreno. Historia de la música en el renuncia a la presidencia en agosto de
Ecuador. Primera parte: la prehistoria (Quito: Casa de 1911 y termina siendo brutalmente ase-
la Cultura Ecuatoriana, 1972). Los otros dos tomos
inéditos (Tomo 2: “El Coloniaje”, Tomo 3: “La Re- sinado en enero de 1912. Dada la inesta-
pública”) se encuentran en copia mecanografiada
en el Archivo Histórico del Ministerio de Cultura y bilidad política local y, según el mismo
Patrimonio del Ecuador.
10 Charles Sigmund. “La música en el Ecuador. Vo-
Moreno, la presión de otros miembros
lumen Primero: Prehistoria by Segundo Luis Mo- del Conservatorio —sumado a un con-
reno”, trad. Margarita Gangotena G., en Anuario
Interamericano de Investigación Musical 8 (1972): tinuo y creciente desprecio de ciertos
171-174.
11 Todos los datos biográficos del autor han sido
grupos locales hacia los inmigrantes—
extraídos de su propio libro: Moreno, Historia de la en octubre de ese año Brescia renun-
música en el Ecuador: Primera parte, 17-22; y de Pa-
blo Guerrero. Enciclopedia de la música ecuatoriana, 2 cia a su puesto de director, y se muda a
vols. (Quito: Corporación Musicológica Ecuatoriana
Conmúsica, Archivo Sonoro de la Música Ecuatoria- los Estados Unidos, donde reside hasta
na, 2004), 2: 928-941.
UArtes Ediciones 40
Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena
41
SONOCORDIA
y nada menos que Jacinto Jijón y Caa- tre Moreno y Jijón y Caamaño no se
maño —personalidad de la aristocracia reduce a la discusión del método utili-
ecuatoriana que, además de haber sido zado para el estudio del pasado musi-
político, fue muy reconocido por sus cal (arqueológico vs. etnográfico), sino
trabajos de historia y arqueología—, y a ciertas conclusiones sobre el mismo
su artículo se titula “Nueva contribu- que se remontan al pasado precolonial
ción al conocimiento de los aborígenes y a la división entre el imperio incaico
de la provincia de Imbabura”.17 Es im- y el ‘Reino de Quito’. Recordemos que
portante destacar que Moreno publica Jijón y Caamaño había publicado unos
en 1923 el libro La música en la provin- años antes una suerte de ensayo en el
cia de Imbabura: Apuntes para la historia primer número del Boletín de la Socie-
de la música en el Ecuador, aunque en dad Ecuatoriana de Estudios Americanos
ese libro se dedica casi exclusivamen- —sociedad que por cierto él mismo ha-
te a historiar el desarrollo de los mú- bía fundado— titulado “Examen crítico
sicos ecuatorianos a lo largo del siglo de la veracidad de la historia del Reino
XIX (sobre todo durante los tiempos de de Quito”, en el que cuestionaba la his-
la creación de la república), dedicán- toria escrita por el padre Juan de Velas-
dole solo unas breves secciones al final co.21 Por el contrario, Moreno defendía
del mismo a mencionar “La música de la existencia del Reino de Quito:
los indios” y “La música de los negros”
producidas en esta región.18 […] basados en el principio de que los
Volviendo al análisis de las flautas pueblos más intelectuales, más ade-
que presenta aquí Moreno, este rebate lantados han sido siempre los más
los argumentos de Jijón y Caamaño. Si aptos para las manifestaciones del
el segundo entiende que estas flautas Arte, y conocidas las condiciones de
horizontales o traversas encontradas elevada cultura a que había llegado
en la región son la excepción, Moreno el Reino de Quito, que en sus últimos
explica que no solo son bastante comu- años formó parte principalísima del
nes, sino que «no hay indio que no sepa Imperio de los Incas, cuya Capital
tañerla[s]».19 Moreno plantea que este llegó a ser entonces la que es hoy de
error está anclado en la idea de que el nuestra República, no será aventu-
arte indígena desapareció después de la rado suponer que la música hubo lle-
conquista y que entonces los estudiosos gado en esta Nación, al tiempo de la
se abocaron (erróneamente) a mirar los Conquista española, a un grado rela-
restos arqueológicos como si fuesen el tivamente superior de progreso.22
único referente de lo indígena.20
Sin embargo, esta rivalidad de Estas divergencias entre la metodolo-
carácter ‘científico’, si se quiere, en- gía utilizada y la descripción del pasado
ecuatoriano presentes en los discursos
17 Jacinto Jijón y Caamaño. “Nueva contribución de Moreno y Jijón y Caamaño encierran
al conocimiento de los aborígenes de la provincia
de Imbabura”, Boletín de la Sociedad Ecuatoriana de
también diferencias más profundas de
Estudios Americanos, N.º 10 (enero-febrero 1920): tipo ideológico. La crítica de Moreno
1-120.
18 Segundo Luis Moreno. La música en la provincia de
Imbabura: Apuntes para la historia de la música en el 21 Jacinto Jijón y Caamaño. “Examen crítico de la
Ecuador (Quito: Tipografía y Encuadernación Sale- veracidad de la historia del Reino de Quito del P.
sianas, 1923). “La música de los indios”, 31-34; “La Juan de Velasco, de la Compañía de Jesús”, Boletín
música de los negros”, 35-38. de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Americanos, N.º
19 Moreno, Historia de la música en el Ecuador. Primera 1 (junio-julio 1918): 33-63.
parte, 69. 22 Moreno, Historia de la música en el Ecuador. Pri-
20 Ibíd. mera parte, 26.
UArtes Ediciones 42
Vera Wolkowicz / Entre la teoría y la praxis: Discursos acerca del pasado musical indígena
hacia Jijón y Caamaño (aunque More- ‘selva milenaria’, como él mismo la lla-
no nunca haga una referencia directa a ma) como los shuar (denominados por
este) pasa de alguna manera por la invi- aquel entonces por los españoles bajo el
sibilización del indígena. Moreno acusa nombre de jíbaros), con escaso contacto
a los arqueólogos de cierta confusión de con la cultura de los colonizadores, es
ideas y «métodos preconcebidos» por descripta como ‘primitiva’ y situada en
los cuales, como mencionara antes, este contexto como ‘prehistoria’ musi-
cal. Dice Moreno al respecto:
[…] se imaginaron que con la Conquis-
ta española había desaparecido el arte Como hasta la presente se había dicho
autóctono […]. Pero para que tal cosa siempre que el sistema musical más
sucediese, habría sido necesario que antiguo que se conoce en el mundo
la raza indígena hubiese desaparecido del arte —del cual existen documen-
totalmente, arrasada, exterminada, y tos irrefutables en los bajorrelieves de
que sus instrumentos musicales hu- Egipto correspondiente al IV milenio
biesen sido enterrados con ellas […]. 23
antes de Jesucristo— era el pentáfo-
no, el estudio de la música de los jí-
Y luego continúa: varos [sic] y de los otros indios que
pueblan el Oriente ecuatoriano (como
Ya lo hemos dicho: el arte indígena veremos luego), prueba ampliamente
ecuatoriano vive todavía, aunque en la existencia de otros sistemas muy
la actualidad se halla herido de muer- anteriores por la deficiencia de sus
te. ¿No seremos capaces de ponernos recursos sonoros.25
en pie para defenderlo de la injusta
agresión y hacer que se lo respete cual La correlación lógica que utiliza Moreno
merece? O ¿lo dejamos fenecer…? 24
es que si la evolución musical está regi-
da por la incorporación de más notas en
Mientras que el discurso de Jijón y Caa- la escala (es decir, de tres a cuatro notas
maño pone el eje en el pasado incaico ya se pasa a la pentatonía y luego a la esca-
desaparecido obliterando la situación la diatónica de siete notas), entonces el
indígena contemporánea, Moreno recu- uso de no más de tres o cuatro notas en
pera el pasado del Reino de Quito como las melodías contemporáneas de estos
antecedente de los pobladores que atra- grupos ubicados en la región selváti-
vesaron primero la conquista incaica y ca oriental de Ecuador se mantuvo in-
luego la española, que nunca desapare- tacto sin modificación alguna desde su
cieron y que merecen ser reconocidos. posible origen hasta la actualidad. Este
Sin embargo, si bien Moreno rei- discurso no está anclado únicamente en lo
vindica el estudio de los indígenas musical, sino también en el supuesto gra-
contemporáneos y la importancia de do de desarrollo civilizatorio. Por lo tanto,
sus músicas en el quehacer de la mú- Moreno va a plantear como más ‘evolu-
sica ecuatoriana, no escapa de la lógi- cionada’ la música pentatónica de los in-
ca positivista de su época acerca de la dígenas ubicados en la región interandina
‘evolución musical’. En ese sentido, su contemporánea, aunque también entien-
análisis de la música de los habitan- de que su evolución ha sido muy lenta, ya
tes de la región selvática amazónica (o que puede remontarse a las prácticas
23 Ibíd., 69.
24 Ibíd., 69-70. 25 Ibíd., 32.
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portante recordar que durante los años dico-Literaria y “La musique aborigène
de juventud de Durán, el Conservatorio et populaire de l’Équateur” en las actas
Nacional de Música estuvo cerrado y no del Primer Congreso Internacional de
se reabrió sino hasta la gestión del pre- Arte Popular realizado en Praga.41 Dejó
sidente Eloy Alfaro en el año 1900, año dos trabajos inéditos titulados Música
en el que Durán entra al Conservatorio americana (fechado en 1928) y Música
no como estudiante, sino como profe- aborigen (sin fecha).
sor de piano.37 En paralelo a su actividad El artículo de 1917 se produce a
musical, Durán se forma como aboga- raíz de los conciertos-conferencias
do, título que obtiene en el año 1899, realizados por el músico peruano Da-
llegando a ser designado presidente de niel Alomía Robles, acompañado por
la Corte Suprema de Justicia en el año su esposa Sebastiana Godoy y por el
1909.38 Además de varios cargos gu- poeta Enrique Bustamante y Balli-
bernamentales, Durán fue director de vián en lo que sería el inicio de su gira
la Escuela de Artes y Oficios a partir de latinoamericana. En estos concier-
1904, y luego del Conservatorio Nacio- tos-conferencias, el poeta comenza-
nal de Música tras la inmediata salida ba hablando de la historia y cultura
de Brescia en 1911 y hasta 1916, año en incaicas, más la recitación de algún
que vuelve a la dirección de la Escuela. poema propio, seguido de un concier-
En 1923 regresa a ocupar el rol de direc- to generalmente dividido en dos —y a
tor del Conservatorio Nacional de Mú- veces tres— secciones: música incaica
sica por diez años, y luego una tercera y música del período colonial. A veces
y última, entre 1941 y 1944, rol que deja se incluía también una tercera sección
por su deteriorada salud, y muere a los con obras del propio Alomía Robles en
pocos años en 1947.39 los que combinaba elementos incaicos
La mayoría de los escritos de mú- con técnicas europeas. Durante el con-
sica de Durán son de carácter teórico o cierto se intercalaban las explicaciones
estético, pero también publicó y dejó de Alomía Robles acerca de la música
parcialmente inéditos trabajos sobre incaica con ejecuciones al piano de Se-
el pasado musical. Dentro de lo publi- bastiana Godoy, a veces también asis-
cado se encuentra el artículo titulado tidos por músicos locales.
“Música incásica”, que salió en cinco En su artículo, Durán aprovecha
partes en el diario El Comercio de Qui- la ocasión para hacer una descripción
to entre septiembre y octubre de 1917. detallada sobre la música incaica que
Una versión apenas revisada de este surge del entrecruce entre sus cono-
mismo artículo y bajo el mismo título cimientos previos y las descripciones
se publicó luego en la revista argen- y ejemplos musicales escuchados du-
tina Música de América en tres partes rante los conciertos de Alomía Robles.
entre abril y junio de 1920.40 En 1928 Durán describe las melodías incaicas a
publicó los artículos “Música ecuato- partir del uso de la escala pentatóni-
riana” en la Revista de la Sociedad Jurí- ca en sus modos menor y mayor, y los
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Ejemplo 1. Fragmento en reducción de piano del segundo movimiento (Danza ecuatoriana: sanjuanito) de la
Suite Ecuatoriana N.º 1 de Segundo Luis Moreno.
En este fragmento se observa cómo Mo- defensores del pasado musical incai-
reno juega entre dos modos pentatónicos co (Durán) como para sus detractores
menores (mi y la) y ciertos cromatismos (Moreno). Así, según los d’Harcourt, el
y alteraciones para crear acordes de do- sanjuanito sería un derivado del huay-
minante y así generar tensión armónica no peruano introducido por los incas,
(el mi menor se convierte en mayor fun- mientras que el mismo Moreno, en-
cionando como acorde dominante de la, tre otros, explicaba que la dominación
concluyendo el fragmento con el acorde inca fue demasiado breve y resistida
de si mayor como dominante para volver por la cultura como para influir en su
al mi menor). música, por lo que el sanjuanito ten-
Según María Cristina Verdesoto, dría un origen anterior (más allá de
Moreno hace una clasificación entre un su nombre, que pudo ser modificado a
sanjuanito indígena y un “San Juan de raíz de la colonización o, en todo caso,
blancos” o “San Juan Mestizo”, distin- renombrado por los españoles y por el
guiendo al género entre pre y poscolo- cual se conoce a este género en la ac-
nial (y haciendo uso, como puede verse tualidad).54
en el ejemplo 1, de este último).53 Esta Sixto María Durán, en contraste
autora también menciona dos teorías con Moreno, utiliza muy poco la temá-
acerca de sus orígenes, que lo convier- tica indigenista en sus obras, y en los
ten en un género viable tanto para los casos que sí la aborda tiende a referir
directamente a una conexión incaica
53 María Cristina Verdesoto. “El sanjuanito como imaginaria. Durán escribe además una
elemento nacionalista en la música académica
ecuatoriana”, El Diablo Ocioso, Revista Musical Ecua-
toriana, N.º 13 (agosto 2017): 15. 54 Ibíd., 12-14.
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Ejemplo 2. Fragmento de “Yaraví (serenata)” para canto y piano. Letra de Marcos Ferraris y música
de Sixto María Durán, compases 21 a 24.
Como se observa en los primeros dos petición del patrón rítmico. En los dos
compases (cc. 21-22), Durán crea una compases siguientes (23-24) le sigue el
melodía pentatónica con las notas sol, mismo patrón melódico en la mano de-
si bemol, do, re, fa en la voz y la mano recha del piano en la escala pentatóni-
derecha del piano, utilizando el bajo y ca de do menor, con el si becuadro para
las voces intermedias para armonizar crear el acorde dominante de sol.
la melodía, produciendo tensión con el Recursos similares emplea en su
uso del fa sostenido y la utilización del obra “Leyenda incásica” para flauta y
acorde de dominante, sumado a la re- piano (ejemplo 3).
Ejemplo 3. Fragmento de la pieza para flauta y piano “Leyenda incásica” de Sixto María Durán.
55 Sobre las diferentes versiones operísticas de al Nationalism and Ethnic Music in Latin America, ed.
Cumandá véase Ketty Wong. “Cumandá: A Leitmo- William H. Beezley (Albuquerque: University of New
tiv in Ecuadorian Operas? Musical Nationalism and Mexico Press, 2018): 129-147.
Representation of Indigenous People”, en Cultur-
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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)
Resumen
Este artículo examina el rol que tuvieron las bandas del Ejército Ecuatoriano en la crea-
ción y difusión de una música instrumental de carácter patriótico durante el período
de la Revolución Liberal. Los directores y músicos de banda dejaron un importante
legado de marchas, boleros y pasodobles marciales que conmemoran a los héroes y
mártires de la contienda liberal. Aunque la mayor parte de este repertorio bandístico
y sus compositores están ausentes en la historiografía de la música ecuatoriana, su
influencia en la estética y prácticas musicales de principios del siglo XX fue marcada
y constituye una suerte de crónica sonora que registra momentos claves de la historia
política del país; especialmente el triunfo de la Revolución Liberal (1895), el conflicto
limítrofe con el Perú (1910) y la guerra civil al interior del Partido Liberal que terminó
con el asesinato del General Eloy Alfaro (1912). Este estudio sugiere que los músicos
de las bandas militares generaron un ‘nacionalismo musical de carácter patriótico’ que se
desarrolló paralelamente al ‘nacionalismo académico’ en la música clásica ecuatoriana, y
al ‘nacionalismo popular’ representado por la ‘música nacional’. Basado en la revisión de
las listas de revista de comisario del Ejército Ecuatoriano, así como partituras de música
de banda y grabaciones en discos de pizarra de principios del siglo XX, este estudio su-
giere que las bandas militares no solo cumplían su función militar y ofrecían momentos de
esparcimiento a través de las retretas que presentaban en los parques, sino que también
dejaron constancia sonora de los principales acontecimientos políticos del país.
Palabras claves: Ecuador, bandas militares, Revolución Liberal, nacionalismo musical,
música patriótica.
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Recibido: 09 septiembre de 2021 / Aprobado: 28 de septiembre de 2021
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gulan las actividades del ejército en En su estudio del Ecuador del si-
el cuartel y también en el combate.9 glo XIX, el historiador Enrique Ayala
Con el avance tecnológico en la cons- Mora indica que «la gente, en especial
trucción de los instrumentos de vien- los niños, se distraían observando los
to, las bandas militares comenzaron ejercicios castrenses que se desarro-
a crecer y diversificar su repertorio al llaban en las plazas públicas, debido
incorporar otros estilos musicales que a la estrechez del espacio en los cuar-
interpretaban en los eventos civiles teles».11 Después de los ejercicios cas-
y religiosos. Con el tiempo, empeza- trenses, las bandas militares solían
ron a formarse varias agrupaciones animar las fiestas populares con mú-
de bandas civiles y bandas de pueblo sica, y algunas veces los jefes y oficia-
para cubrir la demanda musical en los les contribuían con el aguardiente o la
nuevos espacios y tiempos de ocio que comida para la fiesta.
aparecieron con el surgimiento de la Las retretas empezaban usual-
clase burguesa. mente con una obertura o un mosaico
Sin duda alguna fueron las re- de una ópera, después interpretaban
tretas, que se tocaban regularmente unas piezas de salón, y terminaban el
los jueves, domingos y días feriados, evento tocando un pasodoble marcial,
donde las bandas militares se con- con el cual la banda se retiraba con
virtieron en una fuente de entrete- paso ligero al cuartel.12 De hecho, el
nimiento social. El programa de las término ‘retreta’ se deriva de la pala-
retretas era publicado en los periódi- bra ‘retrait’ (‘retirada’ en francés). Un
cos con antelación y el público acu- anuncio del programa de la retreta del
día donde tocaba su banda favorita. 18 de enero de 1868 salió publicado en
Moreno describe las retretas en los el diario Los Andes. La Banda del Ba-
siguientes términos: tallón N.o 1, dirigida por Antonio Neu-
mane (el autor de la música del Himno
Las audiciones públicas que daban Nacional), tocó la Cavatina de la ópe-
las bandas del ejército los jueves y ra El Pirata del maestro Bellini, el Vals
domingos, eran esperadas con ver- Las Delicias de José Gungé, y la Marcha
dadera ilusión, y habían aficionados redoblada.13 Ese mismo día se presen-
que se tomaban el trabajo de acudir tó también la Banda de Artillería bajo
a la Zona Militar para informarse la dirección de Juan José Allende to-
con tiempo del lugar en que daría cando el aria de la ópera Ana Bolena de
la retreta la banda de sus especiales Gaetano Donizetti, un “Vals nuevo”, y
simpatías, aquella que sabían daba una “Polka nueva”.14
al público las más bellas seleccio- La educación musical que reci-
nes de música melodramática y los bían los soldados que integraban las
mejores trozos de música sinfóni- bandas militares en las postrimerías
ca. Las bandas militares eran, pues,
11 Enrique Ayala Mora. Ecuador del siglo XIX. Estado
elemento activo de cultura artística Nacional, Ejército, Iglesia y Municipio (Quito: Univer-
y de noble regocijo popular.10 sidad Andina Simón Bolívar, 2011): 164.
12 Por lo general, la marcha tiene un tempo equi-
valente a 60 pasos por minuto, mientras que en el
pasodoble se dan 120 pasos por minuto (de ahí su
nombre).
9 Los toques de ordenanza son señales musicales 13 Es posible que la “Marcha redoblada” se refiera
ejecutadas por los clarines y tambores para indicar al ‘pasodoble’, la pieza con la cual se acostumbraba
las diferentes acciones militares sin utilizar una voz terminar la retreta.
de mando. 14 Guido Garay. La música en el Guayaquil de antaño
10 Moreno, La música en el Ecuador. Tercera parte, 291. (Guayaquil: Imprenta Puntolitho, 1998): 3.
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del siglo XIX era muy rigurosa. More- dos para dar clases en el Conservato-
no describe el proceso de aprendizaje rio, como fue el caso del español Ra-
como un «procedimiento relámpago» món Rey, cuyo contrato requería que
y «casi despiadado». dirigiera la banda del Regimiento de
Artillería Bolívar y también dictase
Las bandas sometían a sus discípu- clases de teoría, piano e instrumentos
los a un intenso y rapidísimo apren- de viento en el Conservatorio.
dizaje de los elementos de la teoría Es importante conocer la es-
musical, e inmediatamente les po- tructura del ejército para entender la
nían a practicar los instrumentos, organización y las funciones de las
con el fin de acelerar la formación de bandas militares. El ejército está for-
la “embocadura”, y a efectuar ejer- mado por cuatro armas: infantería,
cicios mecánicos de adiestramiento. artillería, caballería e ingenieros. La
Este método, casi despiadado con los unidad militar de artillería es la bri-
principiantes, ha estado constan- gada, formada por varias baterías. La
temente en planta hasta hace poco unidad militar de infantería es el ba-
tiempo en que aún se enseñaba mú- tallón, dividido en compañías. La de
sica en los cuarteles militares. Pero caballería es el regimiento, formado
con este procedimiento relámpago, por escuadrones. El servicio de inge-
cualquier discípulo de mediana in- nieros se componía de compañías in-
teligencia, a los seis meses entraba dependientes, y estas se dividían en
a practicar en la banda.15 secciones (ferrocarriles, zapadores,
electricistas, etc.).
Los archivos revisados no dan infor- En el siglo XIX, el Ejército Ecua-
mación sobre quién seleccionaba el toriano estaba formado por el ejército
instrumento a tocarse en la banda: si regular permanente y los cuerpos de
el soldado o el director de banda. El la Guardia Nacional (milicias locales).
sistema de enseñanza cambió signifi- La Guardia Nacional se componía de
cativamente para algunos integrantes todos los ecuatorianos hábiles para
de las bandas cuando estos comenza- tomar las armas y se dividían en ac-
ron a estudiar en el Conservatorio Na- tivos, auxiliares y pasivos. La Figura
cional. No es una coincidencia que Se- 1 muestra la organización del ejérci-
gundo Luis Moreno haya iniciado sus to regular permanente entre 1894 y
estudios formales en el Conservatorio 1896. El ejército tenía dos brigadas de
en 1906, el mismo año en que ingre- artillería: una de plaza en Guayaquil y
só al ejército como músico de la pla- otra de campaña en Quito; ambas te-
na mayor del Regimiento Esmeraldas, nían una plana mayor17 y tres o cua-
acantonado en Quito.16 Los soldados tro baterías. El ejército también con-
de tropa, sin embargo, continuaban su taba con cinco batallones, cada uno
entrenamiento musical en el cuartel formado por cuatro compañías, y un
con el «procedimiento relámpago». regimiento de caballería con tres es-
Las revistas de comisario del Ejérci- cuadrones. Este regimiento y los cin-
to Ecuatoriano muestran que algunos co batallones de infantería tenían sus
directores extranjeros eran contrata- respectivas planas mayores.
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armas, no así los músicos asimilados, Juan José Allende fue director de la
que estaban exentos.20 Banda de Artillería en Guayaquil de
Moreno indica que el prestigio 1857 a 1865; 23 el portugués Claudino
de las unidades militares se medía Roza dirigió la Banda del Regimien-
por la calidad musical de sus bandas, to de Artillería Sucre, paralelamente
razón por la cual el Ministerio de a su cargo de director de la Escuela
Guerra y Marina no escatimaba es- de Música de la Sociedad Filantrópi-
fuerzos para contratar a los mejores ca del Guayas (1891-1931); el italiano
directores extranjeros y músicos na- N. Bernardi dirigió la Banda del Ba-
cionales. 21 Los primeros directores de tallón N. o 2 de Infantería, la cual se
banda fueron músicos profesionales guarnecía en Cuenca cuando estuvo a
de origen europeo. Antonio Neuma- punto de ser enviada a la Exposición
ne, 22 por ejemplo, dirigió la Banda Universal de Chicago (1893) para re-
del Batallón Vencedores en los años presentar al Ecuador en los eventos
sesenta del siglo XIX; el argentino internacionales allí programados.
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Formada por noventa músicos, esta Eduardo Osa Madrid (1874-1936), Cla-
banda era conocida por la excelencia ro Blacio (n. 1870), Guillermo Cárdenas
de sus músicos, instrumental y re- (1870s-1926) y Federico Borja. Los dos
pertorio musical. 24 El italiano Pedro últimos fueron compositores y arreglis-
Traversari Branzanti estuvo a car- tas de numerosas piezas para banda, y
go de la dirección general de Bandas también dirigieron las bandas milita-
del Ejército en la década de 1870, y res que grabaron los primeros discos de
también entre 1901 y 1903, cuando pizarra con música ecuatoriana, parti-
regresó al Ecuador para dictar clases cularmente la banda del Regimiento de
en el Conservatorio refundado por Artillería Bolívar y la banda del Batallón
Eloy Alfaro. Vencedores N.o 1 de Línea.
La dirección de las bandas mili- Es conocido que en un inicio las
tares también estuvo a cargo de reco- bandas de música carecían de un reper-
nocidos músicos ecuatorianos. Algunos torio propio para el formato de banda y
fueron estudiantes del primer Conser- las piezas que interpretaban eran gene-
vatorio (1870-1877), como Aparicio ralmente transcripciones de sinfonías
Córdoba (1840s-1931) y Carlos Amable y segmentos de óperas, operetas y zar-
Ortiz (1859-1937); otros fueron alumnos zuelas. Los directores de banda también
o profesores del segundo Conservatorio hacían arreglos de la música de salón
(refundado en 1900), como Segundo Luis (vals y mazurka) y la música popular
Moreno (1882-1972), Francisco Salgado nacional e internacional que se escu-
(1880-1970),25 Pedro Pablo Traversari chaba en esa época (pasillo, sanjuanito,
Salazar (1874-1956)26 y Miguel Muñoz foxtrot, one-step, tango). Lo que me-
(s. XIX-1947).27 En el volumen “La Re- nos se conoce es que las bandas milita-
pública” de La música en el Ecuador, Mo- res tocaban un repertorio original que
reno cita a otros directores de bandas incluía música de carácter marcial. Es-
militares cuyos nombres son menos co- tas son las obras que examinaremos en
nocidos en la historiografía de la música la siguiente sección. Presento tres casos
ecuatoriana, pero que cuentan con una puntuales donde la música de las ban-
significativa producción musical, como das militares se convirtió en ‘crónicas
Virgilio Chávez (1858-1914), Antonio sonoras’ de la historia ecuatoriana: 1) el
Nieto (1859-1922) y José Casimiro Are- triunfo de la Revolución Liberal (1895),
llano (1880-1970). Existen otros direc- 2) el conflicto limítrofe entre Ecuador
tores de banda que aparecen en las listas y Perú (1910), y la guerra civil al inte-
de revista de comisario y cuyas partitu- rior del Partido Liberal que terminó con
ras se encuentran en el Fondo Musical la muerte de Eloy Alfaro. Estos fueron
Vaca y el Fondo Musical de la Bibliote- momentos claves en que los ecuato-
ca Carlos A. Rolando, como es el caso de rianos se vieron obligados a repensar
los símbolos de la nación y su identidad
24 Moreno, La música en Ecuador. Tercera parte, 295- musical como país.
296.
25 Francisco Salgado fue director de la Banda del
Regimiento de Artillería Bolívar hasta 1925. Com-
puso una sinfonía en cuatro movimientos para el
concurso de composición organizado por la Junta El triunfo de la Revolución Liberal
del Centenario del Pichincha para conmemorar el
centenario de la Batalla del Pichincha.
26 Al igual que su padre, Pedro Traversari Sala- La Revolución Liberal trajo profundas
zar fue director general de las Bandas del Ejército transformaciones sociales con el cam-
(1908).
27 Miguel Muñoz fue director de la banda del bio de poder político, la secularización
Regimiento de Artillería Bolívar en 1909 a 1913.
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los presidentes, emulando así el escudo […] determinaba dificultades para lle-
del Ecuador. gar a un fallo apegado estrictamente
a normas jurídicas, por lo que creyó
pertinente emitir un fallo que reco-
nociera a los dos países su condición
de amazónicos. Pero el Perú decidió
desconocer una vez más el derecho
amazónico del Ecuador.38
38 Ídem.
37 Macías, Historia General del Ejército, Vol. 3, 78. 39 Ídem.
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tal, el título funciona como un índice daban garantías de vida a los revolu-
semiótico que rememora un episodio cionarios alfaristas; sin embargo, ese
importante en la historia ecuatoria- tratado no fue respetado. Eloy Alfaro
na, dándole a la pieza el carácter de y sus coidearios (su hermano Medar-
una crónica.46 do, su sobrino Flavio, el periodista
Luciano Coral, Ulpiano Páez, Mario
Serrano y Belisario Torres) fueron
trasladados al Penal García Moreno
de Quito, irónicamente en el mismo
tren que Eloy Alfaro construyó. Una
turba enardecida entró a la cárcel y
linchó a los presos. Sus cuerpos fue-
ron masacrados e incinerados en la
‘hoguera bárbara’, como describió el
escritor Alfredo Pareja Diezcanseco
este horrendo episodio en la historia
del Ecuador.
Figura 9: Carátula del disco de pizarra con el Federico Borja registró los en-
cakewalk “Patria a muerte”47 de Federico Borja. frentamientos en tres boleros mar-
Archivo Histórico del MCYP. Foto de la autora. ciales: “Los ayes del Combate de
Huigra”, “Los ayes del Combate de
La guerra civil de 1912 Naranjito”, y “Los ayes del Combate
de Yaguachi”. Cabe destacar, como
Una feroz guerra civil se desató al in- ya mencionara antes, que el bole-
terior del Partido Liberal tras el vacío ro que tocaban las bandas militares
constitucional que dejó el inespera- no era el bolero romántico de cuatro
do fallecimiento del presidente Emi- tiempos que hoy conocemos, sino un
lio Estrada en 1911, a escasos meses aire popular español con una métri-
de iniciar su mandato. El presidente ca y rítmica ternaria muy parecida a
del Senado, Carlos Freile Zaldumbi- la del pasillo de ritmo ligero. Aunque
de, asumió la presidencia interina, estas tres piezas son puramente ins-
mientras que los generales Pedro trumentales, los títulos constituyen
Montero y Flavio Alfaro fueron cada una crónica sonora que registra los
uno proclamados Jefe Supremo en enfrentamientos entre liberales al-
las provincias de la Costa. Freile Zal- faristas y placistas. Los “Ayes” fue-
dumbide designó al General Leónidas ron grabados por Favorite Record en
Plaza como Jefe del Ejército, y al Ge- Guayaquil, bajo la dirección de Borja,
neral Julio Andrade como Jefe del Es- y también en los estudios de Colum-
tado Mayor. Se libraron sangrientos bia Record en Italia, 48 con la Banda
combates en Huigra, Naranjito y Ya- Municipal de Milán. El hecho de que
guachi, donde el ejército alfarista fue estas piezas hayan sido grabadas por
derrotado por el ejército gobiernista. distintas compañías discográficas en
La guerra civil terminó con la firma los primeros discos de pizarra con
del Tratado de Durán, en el que se música ecuatoriana indica que había
46 Un arreglo para banda de la autoría de Guill- interés en este tipo de música militar.
ermo Cárdenas se encuentra en el Fondo Musical
Vaca del AH–MCYP.
47 Es posible que el título del cakewalk no sea “Pa- 48 “Los ayes del Combate de Huigra” (D-319); “Los
tria a muerte”, sino “Patria o muerte”. No es inu- ayes del Combate de Naranjito” (D-206), y “Los ayes
sual encontrar errores tipográficos en las carátulas del Combate de Yaguachi” (D-235 y D-274). Colec-
de los discos de pizarra. ción de Discos de Pizarra, AH-MCYP.
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Figura 10: Carátulas de los discos de pizarra con “Los los títulos o dedicatorias de las piezas
Ayes” de Huigra, Naranjito y Yaguachi de Federico
Borja. Archivo Histórico del MCYP. Foto de la autora. que tocaban las bandas militares. Una
de ellas está dedicada a Carlos Concha
Tras la muerte de Eloy Alfaro surgió Torres, quien encabezó una revuelta
una pugna por el poder entre los ge- contra el gobierno de Plaza para ven-
nerales Leónidas Plaza y Julio Andra- gar la muerte del Viejo Luchador.
de, quienes aspiraban llegar a la pre-
sidencia. Para ello, Andrade renunció a
su cargo de Jefe del Estado Mayor; sin Las marchas fúnebres
embargo, Plaza no hizo lo mismo con
su posición de Jefe del Ejército, susci- Es importante destacar la importancia
tándose un impasse entre ambos. El 5 de las marchas fúnebres como crónicas
de marzo de 1912, una turba que apo- sonoras que honran la memoria de los
yaba a Plaza entró al cuartel de poli- héroes y mártires caídos en las gue-
cía de Quito, donde se encontraba el rras de la independencia y la Revolu-
General Andrade, y al grito de “Plaza ción Liberal. Estas marchas no fueron
o bala” fue asesinado con un disparo grabadas en los discos de pizarra de
al corazón. La muerte de Andrade dejó la época, como es de suponerse, pero
el camino libre a Plaza, quien fue ele- existe un gran número de partituras en
gido presidente constitucional para el el Fondo Musical Vaca que dan fe de su
período 1912–1916. Como todo acon- importancia en el período aquí estu-
tecimiento destacado en la política del diado. En una época de frecuentes en-
país, un músico de banda registró este frentamientos militares y con un alto
episodio histórico en una marcha fú- porcentaje de muertes causadas por
nebre dedicada al General Andrade. las guerras civiles entre conservadores
Otros héroes de las filas libera- y liberales, como sucedió en el perío-
les también fueron inmortalizados en do de la Revolución Liberal y en el que
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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)
le precedió, es lógico suponer que las etc.). De Nieto se decía: «Copia sobre
marchas fúnebres tuvieran una gran el pentagrama los dolores del país, las
demanda y formaran parte del reper- quejumbrosas caricias del terruño, los
torio de las bandas militares. lamentos de esta patria minada por in-
La mayor parte de las marchas cesantes revoluciones».49
fúnebres se componían para el cere- Las marchas fúnebres eran senci-
monial de Semana Santa, en conme- llas en su forma musical, con un ritmo
moración de la muerte y resurrección lento en cuatro tiempos y en tonalidad
de Jesucristo en la Iglesia Católica. Los menor. Son numerosas las partitu-
títulos de las marchas son sugestivos: ras de marchas fúnebres que reposan
“Ecos del Gólgota”, “Jesús en el Calva- en el Fondo Musical Vaca, la mayoría
rio”, “Lunes Santo”, “Jueves Santo”, de ellas en transcripciones para pia-
“Viernes Santo”, “Descendimiento”, no. Estas servían de borrador para los
“La muerte de Jesús” y “Muerte de arreglos que se hacían para el formato
Barrabás”. Otras marchas de Sema- de banda, que era la agrupación musi-
na Santa hacen referencia al dolor de cal que ejecutaba la marcha en las pro-
la Virgen María al ver la crucifixión de cesiones funerales.
su hijo, como “Amarguras de la Dolo-
rosa”, “Junto a la Dolorosa” y “A tus Otras crónicas sonoras
pies, madre dolorosa”. También hay
marchas fúnebres que rememoran la En el primer cuarto del siglo XX se ce-
muerte de los héroes y mártires de la lebraron los centenarios del Primer
independencia y la Revolución Libe- Grito de la Independencia (1809), la
ral, como Antonio José de Sucre, Si- independencia de Guayaquil y Cuenca
món Bolívar, Abdón Calderón y Eloy (1820) y la Batalla del Pichincha (1822).
Alfaro. Otras marchas fúnebres están El Fondo Musical Vaca guarda nume-
dedicadas a personajes históricos y li- rosas marchas de carácter patrióti-
terarios del Ecuador, como “El fusila- co dedicadas especialmente a Simón
miento de Vargas Torres”, “La muerte Bolívar, Antonio José de Sucre, Abdón
de Montalvo”, “El Duelo por González Calderón y José Joaquín de Olmedo;
Suárez”, “En la muerte de don Pedro lamentablemente, la mayoría de estas
Carbo” y “Atahualpa”. No podían fal- partituras no registran el nombre del
tar las dedicadas a familiares y conoci- compositor en el papel pautado. Una
dos, como “Luto y duelo”, “Aniversa- de ellas, “Ayes del Tarqui”, rememo-
rio de la muerte de mi madre”, “En la ra la Batalla de Tarqui liderada por el
tumba de mi inolvidable padre”, “Las Mariscal Sucre en 1829.50 Otras mar-
catacumbas” y “El duelo azuayo”. chas llevan el nombre de las fechas pa-
Varios compositores escribieron trias: “10 de Agosto”, “24 de Mayo” y
marchas fúnebres para el formato de “9 de Octubre”. Segundo Luis Moreno,
banda, como Antonio Nieto, Miguel por ejemplo, compuso la obertura “10
Cruz Viteri (†1911), Aparicio Córdoba, de Agosto” para el formato de banda
Nicolás Abelardo Guerra (†1937) y Ra- militar; Sixto María Durán escribió la
món Velásquez (†1937). Antonio Nieto marcha “Calderón”, que fue ejecuta-
fue el más fecundo, con más de treinta
marchas fúnebres en su haber. Algu- 49 Pablo Guerrero Gutiérrez. Músicos del Ecua-
dor (Quito: Corporación Musicológica Ecuatoriana,
nas simplemente tienen como título 1995): 116.
50 Colección de discos de pizarra, AH-MCYP,
un número (Marcha fúnebre N.o 1, 2, 3, D-237.
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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)
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démica, la cual, siguiendo las pautas particular y específica que guarda poca
del nacionalismo romántico europeo relación con la música de corte acadé-
del siglo XIX, buscaba inspiración en el mico y la música popular, comenzando
folklore musical de un pueblo para ex- por el hecho de que la música militar no
presar la esencia de una identidad na- se inspira en las melodías y ritmos del
cional. Por ello, la historiografía de la folklore musical ecuatoriano.
música ecuatoriana destaca que el na- Por lo general, los investigadores
cionalismo musical en el Ecuador em- de la música ecuatoriana suelen adju-
pieza supuestamente con la reapertura dicar el título de ‘música nacionalista’
del Conservatorio Nacional de Música a la música académica ecuatoriana que
en 1900 y la presencia del compositor se compone para el formato de orquesta
italiano Domingo Brescia como direc- sinfónica, piano y varios conjuntos de
tor de esa institución. En esta narrativa, cámara derivados de la música de con-
sus discípulos Segundo Luis Moreno y cierto de Europa. Algunos ejemplos son
Francisco Salgado Ayala pertenecen a las danzas vernaculares y mestizas que
la primera generación de composito- forman parte de las Suites Ecuatorianas
res nacionalistas que siguieron la re- para orquesta de Segundo Luis Moreno,
comendación de Brescia de utilizar las la ópera Cumandá de Sixto María Durán
melodías y los ritmos vernaculares del y las sinfonías de Luis Humberto Sal-
folklore del país en sus composiciones gado. A la música popular ecuatoriana,
académicas. Aunque Moreno y F. Salga- en cambio, se le atribuye el título de
do son autores de numerosas marchas ‘música nacional’ y comprende algunos
militares, es su producción sinfónica géneros populares como pasillos, alba-
y la música para piano la que los ubica zos, pasacalles, sanjuanitos, y yaravíes.
dentro de la categoría de composito- Se escucha con frecuencia decir que
res nacionalistas. Su rol y presencia en esta ‘música nacional’ ha sido creada,
el Ejército, así como las composiciones interpretada y grabada por composi-
que escribieron para las bandas milita- tores y artistas populares que expre-
res, son simplemente datos biográficos san ‘el sentimiento del alma nacional’.
que poco o nada aportan a la produc- Tanto la música nacionalista académi-
ción académica de corte nacionalista; ca como la música nacional se inspiran
por esta razón no ha habido interés en en el folklore musical del país, aunque
interpretar esta música. Por otra parte, la primera presenta una estilización de
las partituras de este repertorio ban- la música vernácula en el plano estéti-
dístico, en muchos casos, se ha perdido. co, armónico e instrumental, mientras
Este nacionalismo académico ha que la segunda lo hace en un formato
sido dominante en el plano discursivo popular que responde a las prácticas del
y ha invisibilizado otros tipos de nacio- pueblo que la produce y consume.
nalismos musicales que expresan otros Estas definiciones de ‘lo nacional’
sentidos de pertenencia y a otros gru- han marginado e invisibilizado a la mú-
pos y contextos sociales que también sica militar ecuatoriana por ser ajena al
forman parte del colectivo nacional. folklore musical ecuatoriano, como si
Me refiero aquí a la música de carácter este fuera el único elemento que define
patriótico, como los himnos naciona- un sentimiento nacionalista. Es conocido
les y las marchas militares que hemos que los himnos nacionales constituyen
examinado en este artículo. La música los emblemas musicales de los países a
militar es una categoría musical muy los que representan y no hay una expre-
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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)
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Al paso que vamos (pues antes habían banda por cada una de las cuatro zo-
sido Mayores, Tenientes Coroneles y nas militares del Ejército.62 Según
aún Coroneles),57 muy pronto llegarán Moreno, no era posible para un solo
a asimilarnos a sargentos, y para evi- director atender dos, tres o más ban-
tar esta posibilidad degradante, pedi- das que supuestamente debían rea-
mos a usted que más bien se nos haga lizar sus ensayos al mismo tiempo y
constar como empleados civiles.58 en distintos lugares. 63 Aparte de este
cambio, el inspector general del Ejér-
Fue así como el 1 de julio de 1928 se cito ordenó que las bandas militares
emitió el decreto, y desde esa fecha «den preferencia absoluta a la música
hasta 1935 los directores de banda nacional, tanto en las retretas como
aparecen en las listas de revista de en otras presentaciones solemnes».64
comisario como empleados civiles Para cumplir con esta ordenanza, los
con un sueldo equivalente al de un directores de banda se volcaron a ha-
teniente.59 cer arreglos de pasillos, sanjuanitos
Más cambios sucedieron en 1929, y otros géneros de la música popular
cuando el Ejército modificó la estruc- ecuatoriana, cuyas partituras abun-
tura de las unidades militares y los dan en el Fondo Musical Vaca.
músicos fueron distribuidos en dife- Como se puede observar en los
rentes secciones de estas unidades, escritos de Moreno, un testigo ocular
haciendo casi imposible la tarea de de los desaciertos de varios gobiernos
reunirlos para los ensayos semanales en materia de dar apoyo a las bandas
de las bandas. Según Moreno, algu- militares y sus prácticas musicales,
nos directores «optaron por desen- a partir de la década de 1930 estas
tenderse de sus deberes y dejaron que agrupaciones comenzaron a perder
las bandas marchasen a la deriva». 60 visibilidad, recursos económicos y
Después de la Batalla de los Cuatro vigencia en cuanto a la creación de
Días (agosto de 1932) y del combate nuevos repertorios de carácter mar-
de Tapi (mayo de 1933), varias ban- cial. En contraste, los músicos de las
das militares desaparecieron, y otras bandas militares en los tiempos de la
perdieron el instrumental y las par- Revolución Liberal fueron cronistas
tituras del repertorio que tocaban. sonoros que registraron los triun-
Según Moreno, «la música militar fos, las pugnas, los combates y las
iba dirigiéndose por un despeñade- muertes de conservadores y libera-
ro».61 La situación empeoró en 1935 les. Esa función de cronistas sonoros
durante el gobierno del presidente se extinguió al modificarse la orga-
Federico Páez, pues se suprimió la nización del Ejército y desaparecer
Dirección General de Bandas Mili- la estructura que sostenía la Direc-
tares que aglutinaba quince bandas
en total, dejando solo un director de 62 Las cuatro zonas militares son: Zona 1: Car-
chi, Imbabura, Pichincha. Zona 2: León (Cotopaxi),
Tungurahua, Chimborazo y Bolívar. Zona 3: Esmer-
aldas, Manabí, Guayas, El Oro y Los Ríos. Zona 4:
57 El escalafón militar de mayor a menor rango Cañar, Azuay y Loja. Macías, El Ejército Ecuatoriano,
es el siguiente: general, coronel, teniente coronel, 48.
sargento mayor, capitán, teniente, subteniente o 63 Cada batallón tenía su banda de música y había
alférez, cadete (aspirante a oficial), sargento pri- más de un batallón en cada zona militar. Al contar
mero, sargento segundo, cabo primero, cabo se- con un solo director de banda por zona militar, la
gundo, soldado. Macías, El Ejército Ecuatoriano, 48. tarea de organizar ensayos de las distintas bandas
58 Moreno, La música en el Ecuador. Tercera parte, 289. del batallón al mismo tiempo era prácticamente
59 Ídem. imposible para un solo director.
60 Ídem. 64 Moreno, La música en el Ecuador. Tercera parte,
61 Ídem. 289.
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Ketty Wong / Las bandas militares en el Ecuador: Crónicas sonoras de la Revolución Liberal (1895-1912)
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y Corporación Editora Nacional, 2015. dios Históricos del Ejército.
UArtes Ediciones 80
Drama y conflicto
en el escenario
musical
de la Exposición
Internacional Quiteña de 1909
John L. Walker
Cayambis Institute
cayambis.institute@gmail.com
Resumen
En 1902, en anticipación del centenario del Primer Grito de la Independencia, el
congreso ecuatoriano aprobó la realización de una exposición nacional como uno
de los actos conmemorativos. Cinco años más tarde, durante la administración de
Eloy Alfaro, se decidió modelar el evento con base en las grandes exposiciones
universales del siglo pasado y, también, aprovecharla para promover la industria
nacional. De este modo, mientras que varios países construían pabellones y se
había empezado a embellecer la ciudad, se planificaba la exposición de la pro-
ducción ecuatoriana, desde productos agrícolas hasta obras científicas, literarias
y musicales. Respecto a esta última, Ulderico Marcelli, profesor del Conservatorio
Nacional de Música en Quito, logró una subvención para conformar una compañía
de ópera. A pesar de que la compañía de ópera logró presentar más de una docena
de obras, incluyendo algunas jamás oídas en ese país, el público se ponía cada vez
más hostil, lo que provocó la quiebra de la empresa. La historia de este episodio
musical nos provee una óptica única a través de la cual se puede estudiar y ana-
lizar las actitudes de un pueblo y sus expresiones culturales relacionadas con la
celebración de este importante evento cívico.
Palabras claves: Ecuador, ópera, intereses faccionales, negocio de la música, Ulderico
Marcelli.
UArtes Ediciones 82
John L. Walker / Drama y conflicto en el escenario musical de la Exposición Internacional Quiteña de 1909
sentaciones de forma cada vez más hos- hecho, en diciembre de 1908 Moisés
til, provocando la quiebra de la empre- Sturman y Rafael A. Burbano presenta-
sa. La historia de este episodio provee ron un proyecto sin ningún éxito.
una óptica singular a través de la cual se En marzo de 1909 Marcelli infor-
pueden estudiar y analizar las actitudes mó a la prensa quiteña que, por medio
de un pueblo y sus expresiones cultura- del agente italiano Antonio Rupnick,5
les en relación con la celebración de este ya se estaba formando en Milán el elen-
importante evento cívico. co de la compañía y que el repertorio iba
a ser de lo más escogido. Al enseñar las
fotografías de algunos de los artistas
La intervención de la que Marcelli traía consigo, los periodis-
Compañía de Ópera Marcelli tas de varios diarios locales utilizaron
los términos más elogiosos para descri-
Anticipando un gran número de visi- bir a los artistas italianos. De esta ma-
tantes y aprovechando el sentimiento nera, refiriéndose a las primadonnas, un
global de celebración, Ulderico Mar- escritor del Diario del Ecuador comentó
celli propuso al Gobierno en el mes de que sus «correctos rasgos fisonómicos
noviembre de 1908 que se le facultara revelan una alteza artística indudable
traer de Italia una compañía de ópera. y los números de baile ostentan unos
Además de 40 mil sucres (una cantidad cuerpos, unas maneras y unas formas
que hoy equivaldría aproximadamente que cualquiera se queda lelo».6 Con es-
a medio millón de dólares estadouni- tas referencias el público esperaba con
denses), el Gobierno también ofreció ansias la venta de las localidades del
subvencionar los pasajes de Guayaquil Teatro Sucre; para mediados de abril ya
a Quito y viceversa para todos los artis- casi se habían agotado las entradas.
tas y sus equipajes. Por su parte, la em- Por esa misma fecha se reportó que
presa Marcelli se comprometió a traer Marcelli y su esposa habían partido rum-
una gran troupe de ópera, que contaba bo a Milán para conocer exclusivamente
inclusive con un peluquero, y con este a los artistas de la compañía y conducir-
elenco presentar cuarenta funciones los a Quito. Mientras tanto, durante los
más otras cuatro de carácter benéfico. meses de mayo y junio se emprendieron
Poco después de firmado el contrato se trabajos urgentes de remodelación y re-
publicaron algunos comentarios en la paración en el Teatro Sucre. Estos tra-
prensa en los que se especulaba que el bajos incluyeron la colocación de cien
elenco iba a ser inferior al de la Com-
pañía Lambardi, que visitó Quito en fe- 5 Por ese entonces el director y empresario tries-
tino Antonio Rupnick (1862-1912) ya contaba con
brero de 1904.3 Por ello, se sugirió que se mucha experiencia en los países andinos. Visitó
sacara a licitación el contrato para «traer Perú en varias ocasiones (1884, 1886, 1891, 1895
y 1896) y en 1889 y 1896 organizó presentaciones
una verdadera compañía de ópera».4 De de ópera en Bolivia. Además, se distinguió no so-
lamente por haber estrenado la ópera Yumurí del
compositor cubano Eduardo Sánchez de Fuentes en
3 Dirigida por Mario Lambardi, la Compañía de Ópera La Habana en 1898, sino también por haberla or-
Lambardi estuvo activa en las Américas desde 1896 questado.
hasta 1913 o 1914. Sus giras generalmente duraban 6 “Ecos del día”, Diario del Ecuador (Quito, Ecuador),
un año o más. Antes de llegar a Quito, en febrero de 25 de marzo de 1909. Se refiere a las hermanas
1904, estaban de gira en las ciudades peruanas de Constanza y Laura Cerri, de las cuales la carrera de
Lima, Tacna y Arequipa (en ese orden), y después la última está documentada por un período de algo
de sus actuaciones en el Ecuador, en junio ya esta- más de quince años, desde octubre de 1898 hasta
ban nuevamente en Lima. Monge informa que tan- noviembre de 1914. Aunque se sabe menos sobre la
to Marcelli como un discípulo suyo, Rosendo Gómez carrera de Constanza Cerri, tanto en Francia en 1901
Sojos, formaron parte de la orquesta. como en Italia en 1908, está descrita como un tra-
4 “Remitido”, El Comercio (Quito, Ecuador), 1 de oc- vesti. Esta pudo haber sido la razón por la que el pú-
tubre de 1909. blico quiteño se quedó lelo, como dice el reportero.
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lámparas nuevas de 16 bujías cada una, A pesar de todos los trabajos pre-
el arreglo de urinarios y la provisión de parativos realizados hasta el momento,
muebles para los cuartos de los artistas la ciudad no estaba lista para recibir a
de la Compañía. Sin embargo, un mal la agrupación. Aunque los moradores
entendido ocurrió pocos días después de opinaban que la calidad de los artistas
publicado el contrato entre Marcelli y el sobrepasaba con creces lo que habían
Gobierno en el Registro Oficial.7 Revisan- anticipado,8 muchos detalles de esce-
do el documento, el Concejo Municipal nografía, como las cascadas, fuentes
de Quito envió una carta a Marcelli re- luminosas y otras instalaciones eléctri-
cordándole que el palco del teatro donde cas, incluyendo trabajos de adecuación,
estaba colocado el escudo municipal era como la construcción de muros de con-
de uso exclusivo de esta institución. Aun- tención y el mejoramiento de carreteras,
que entendible, la respuesta de Marcelli aún se hallaban inconclusas. Así, para el
deja pensar que tal vez debió haber con- 10 de agosto, el día originalmente pro-
testado más discretamente: basándose gramado para la apertura de la Exposi-
en el contrato, Marcelli hizo notar a los ción, solamente fue posible inaugurar
miembros del Concejo que no les debía el Palacio de la Exposición. Además de
nada más que un palco de platea. Desde varios discursos, se ejecutó «con suma
el punto de vista legal, Marcelli tenía toda corrección» una cantata con motivos
la razón. No obstante, esta fue la primera indígenas que Domenico Brescia com-
de una serie de acciones precipitadas que puso especialmente para la ocasión, ti-
iban a traer consecuencias negativas al tulada El renacimiento. Esa misma noche
empresario italiano. la Compañía de Ópera hizo su debut con
Para mediados de julio, un selecto La Bohème de Puccini. La crítica fue algo
grupo de obreros se ocupaba de formar mixta. Debido a que la ópera era ya muy
los arcos triunfales que iban a colocarse conocida en Quito, a los columnistas del
en las esquinas del palacio presidencial diario El Comercio les gustó que la Com-
durante los festejos de la Exposición pañía hubiera seleccionado esa ópera
Nacional. Por esas mismas fechas em- para el estreno de la temporada. Duran-
pezaron a salir noticias que seguían la te la ejecución, iban comparando a los
pista de la Compañía de Ópera. El diario artistas de la compañía Marcelli con los
El Comercio reportó en su edición del 10 de la Lambardi, indicando que los de la
de julio que Marcelli, junto con todo el Marcelli eran mejores. Los reporteros
elenco, se habían embarcado en Génova del diario La Prensa, quienes reseñaron
con dirección a Ecuador. La Compañía la presentación del día 12, señalaron
llegó al Puerto de Colón en Panamá el que la segunda función de la compañía
día 31. Cuatro días después, los perió- Marcelli fue mucho mejor que la prime-
dicos guayaquileños reportaban que los ra, resaltando detalles como el hecho de
artistas llegaron a esa ciudad a bordo que Mimi «se dejó morir de modo me-
del vapor Limarí y que después tomaron nos prosaico que la primera vez».9 Por el
un tren que iba directamente a Quito. contrario, a los periodistas del periódico
Finalmente, el día 6 de agosto, des- El Ecuador no les gustó la selección y la
pués del mediodía, hicieron su ingreso interpretación de la ópera. Entre otros
a la capital los ochenta miembros de la elementos, señalaron que la ópera no
Compañía de Ópera Marcelli.
8 “Compañía de ópera”, El Ecuador (Quito, Ecua-
dor), 7 de agosto de 1909.
7 “En guardia de los derechos”, El Comercio (Quito, 9 “De arte”, La Prensa (Quito, Ecuador), 13 de agos-
Ecuador), 28 de abril de 1909. to de 1909.
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John L. Walker / Drama y conflicto en el escenario musical de la Exposición Internacional Quiteña de 1909
era una obra idónea para un debut e hi- Harto de esta forma de calificar a los
cieron algunas críticas a los miembros artistas, Marcelli remitió una carta a
del elenco. Por ejemplo, sobre la soprano los distintos diarios, que fue publicada
Gemma Bosini, quien desempeñó el pa- el día 20, reclamando a los críticos por
pel de Mimi, comentaron que «ataca con sus «faltas de exactitudes» y «sim-
energía las notas altas, pero es débil su plezas».14 Asimismo dejó de entregar
voz en los registros bajos».10 entradas gratuitas al teatro a los pe-
La Compañía siguió con el mismo riodistas de La Prensa.
ritmo de presentaciones, subiendo a las Aunque la reacción inmediata de la
tablas pasando un día, y a veces repi- prensa fue cuestionar la cordura del em-
tiendo la misma ópera, o interponien- presario, el juicio de los críticos mejoró
do otra antes de repetir la anterior. La hasta cierto punto en los días siguientes.
prensa, por su parte, seguía opinando Sin embargo, el negativismo periodís-
sobre cada presentación, pero enfocán- tico, sobre todo en La Prensa, empezó a
dose cada vez más en los aspectos ne- repercutir tanto en el público como en-
gativos. En su reseña del estreno de Il tre los miembros de la misma compañía
Trovatore, el día 16 de agosto, los críti- de ópera. Por ejemplo, según el diario El
cos de El Comercio justificaron su punto Comercio, durante una presentación de
vista, explicando que para ellos era im- ópera entraron algunos vándalos que
portante educar al público para que pu- «despedazaron los urinarios».15 Es más,
diera «distinguir lo que ha de aplaudir y el reportero, en un tono incrédulo, pre-
lo que [ha] de censurar».11 Hasta cierto guntó: «¿Cómo es que no oyeron los gol-
punto, los periodistas de La Prensa se pes o no vieron el daño y lo impidieron,
alegraron de resaltar que la actuación algunos de los cincuenta o más celadores
de esa noche había mostrado «mucho que van de guardia por allá?» Con respe-
de bueno y de nuevo».12 Manifestaron, to a la Compañía, unos días después sus
por ejemplo, que «como artista escénica integrantes no subieron a la escena para
y como cantante, la contralto nos pare- representar La Bohème debido a «cier-
ce una artista de verdad, sabe su oficio y ta pendencia entre el Empresario [sic] y
cuenta con recursos para su desempe- uno de los artistas».16 De hecho, la re-
ño».13 No obstante, había más que decir: lación entre Marcelli y los miembros de
su elenco llegó a tal punto que Marcelli
Sinembargo [sic], en el terceto del úl- reclamó al siguiente mes
timo acto echó á [sic] perder el con-
junto. O no sabe su parte, ó [sic] creyó […] ante uno de los Juzgados Can-
que interesaba el drama: introdujo tonales, contra una de las bailarinas
perfectos desacordes con su voz. Para de la ópera, señorita Laura Cerri,
una artista como la contralto, va esto quien según asegura el demandante,
como insinuación y no más. le abofeteó en el Teatro, a presencia
de los artistas que actúan en nuestro
10 “Arte y artistas”, El Ecuador (Quito, Ecuador), 12
de agosto de 1909. Coliseo.17
11 “Ópera”, El Comercio (Quito, Ecuador), 17 de
agosto de 1909.
12 “De arte”, La Prensa (Quito, Ecuador), 16 agosto 14 Ulderico Marcelli, “Remitido”, El Ecuador (Quito,
de 1909. Es relevante señalar que, por lo general, Ecuador), 20 de agosto de 1909.
los reporteros de La Prensa no nombran a los ar- 15 “¡Esos pacos!” El Comercio (Quito, Ecuador), 28
tistas a los que dirigían sus críticas. Es más, en la de agosto de 1909.
lista del elenco no había una contralto. Todas las 16 “Ecos del día”, Diario Ecuatoriano (Quito, Ecua-
cantantes eran sopranos. dor), 28 de agosto de 1909.
13 “De arte”, La Prensa (Quito, Ecuador), 16 de 17 “Contra el bello sexo”, La Prensa (Quito, Ecua-
agosto de 1909. dor), 25 de septiembre de 1909.
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compañía con el número de artistas y la Estando en Europa, tan lejos de los su-
calidad que necesitaba. cesos, y también sin acceso oportuno a
Por otra parte, hay que tomar en los medios de comunicación ecuatoria-
cuenta que, a principios del siglo XX, nos, es posible que en Italia no hayan
unirse a una compañía de ópera rum- llegado a enterarse a cabalidad de las
bo a las Américas implicaba asumir una circunstancias exactas que conduje-
cierta cantidad de riesgo y estar dis- ron al fracaso de la Compañía Marce-
puesto a sufrir algo de incertidumbre. lli. Puesto que los periodistas de prensa
Por ello, lo que sucedió con la Compa- operística de Italia generalmente no se
ñía Bonazzi-Sorgi no fue tan inusual; al fijaban en los acontecimientos artís-
contrario, en aquel entonces había mu- ticos de las ciudades occidentales de
chos casos de artistas encallados por no América Latina, no se consideraron to-
haber percibido los fondos suficientes
dos los pormenores ni los factores di-
para poder cancelar un boleto de vuel-
rectos e indirectos de este caso.
ta a Italia. No obstante, las circunstan-
En primer lugar, no queda duda de
cias de la compañía de Marcelli fueron
que Marcelli contribuyó a su propio fra-
de otra magnitud y llegaron a tal punto
caso. No solamente porque a sus 27 años
que incluso provocaron una reacción
le faltaba experiencia, sino también
muy atípica en Italia. Opiniones como:
porque tenía una formación de músi-
Y así la empresa de Quito y la de Pal- co, mas no la de un hombre de negocios.
ma de Mallorca y cualquier otro ex- Es muy posible que Marcelli haya em-
plotador y engañador encontrarán prendido este proyecto sin haber rea-
una agencia cómplice e idiotas que lizado las debidas diligencias para una
morderán el anzuelo. planificación de esa magnitud, de modo
que, cuando las cosas empezaban a fa-
¡Artistas, uníos! Hasta que no seáis
llar, no contaba con la experiencia y los
una fuerza, este tipo de crimen que-
recursos económicos para responder a
dará impune, hasta que no seáis una
las necesidades de los artistas. Por otro
fuerza siempre encontraréis a alguien
lado, la evidencia sugiere que Marcelli
aquí que explotará vuestro trabajo y
era algo intemperante, o en las palabras
luego os abandonará a vuestra suerte.
de Moreno, tenía «un carácter áspe-
Daos cuenta que solo con la organi-
ro».36 Esta caracterización, que surgió a
zación podéis ganar las grandes ba-
raíz de un desafortunado incidente que
tallas, podéis ser respetados y temi-
ocurrió en 1907, podría ayudar a con-
dos. Mientras estéis así como ahora,
textualizar los sucesos de 1909 y el fra-
uno contra el otro, siendo enemigo
caso de la Compañía de Ópera.
y competidor del otro, los frutos que
recogeréis son los mismos que han
recogido vuestros compañeros en
Palma, Quito y Nueva York... «Un trabajo de hormigas»
¡Artistas, uníos!35
A mediados de 1907, un grupo de pro-
fesores, empleados y estudiantes del
35 “Artisti, unitevi”, L’Opera (Milano, Italia), I/21
(21 de noviembre de 1909): 3. La traducción es Conservatorio Nacional de Música,
mía. En Palma de Mallorca, una compañía de ópera
compuesta de artistas se disolvió después de unas descontento con Marcelli y su supues-
cuantas actuaciones. En cambio, la temporada de la
Compañía de Ópera Pinsuti terminó abruptamente
después de su cuarta semana a raíz de las cons- 36 Segundo Luis Moreno. La música en el Ecuador
tantes riñas de sus directores. A los artistas se les (Quito: Municipio del Distrito Metropolitano de
debían el equivalente de nueve días de sueldo. Quito, 1996): 118.
89
SONOCORDIA
ta falta de finas maneras, presentó una dos en lo que Moreno caracteriza como
solicitud ante el Ministerio de Instruc- un «trabajo de hormigas», en el sentido
ción Pública pidiendo la cancelación del de que se hallaban haciendo lo posible
contrato del profesor italiano. Cuando por denigrar y subvertir a quienes for-
la queja llegó a manos de su compa- maban parte del Conservatorio de Mú-
triota y director de dicha institución, sica. Al parecer, la Compañía de Ópera
Domenico Brescia, él mismo convocó les ofreció una excelente oportunidad
a una sesión del Consejo de Profesores para llevar a cabo sus objetivos.
en la que resolvió expulsar a un buen Por lo tanto, al mismo tiempo que
número de las personas que habían fir- los artistas de la compañía de Marcelli
mado la petición de cancelación. Los eran aplaudidos, algunos también reci-
expulsados formaron un grupo nuevo, bían fuertes críticas. Estas expresiones
la Sociedad Beethoven. Según Moreno, en los diarios hacen pensar en la posi-
uno de los objetivos más importantes bilidad de que Marcelli haya llevado a
de la Sociedad era llevar a cabo «una Ecuador músicos mediocres. La verdad
campaña de difamación al señor Bres- es que era un elenco algo mixto, que
cia, especialmente, y al establecimiento consistía no solamente de jóvenes prin-
en general».37 cipiantes o aventureros, sino también
Es menester conocer esta histo- de algunos cantantes bastante experi-
ria porque los dirigentes de la Sociedad mentados. Gemma Bosini, por ejem-
Beethoven encontraron causa común plo, que en el año 1909 tenía diecinueve
con instituciones de ideas afines, como años, debutó unos meses antes cantan-
la Sociedad Artística e Industrial del Pi- do el papel de Mimi de La Bohème en un
chincha, y también abrieron sus puertas pequeño pueblo en el noroeste de Italia.
a gente influyente de la sociedad qui- En cambio, el tenor Alfredo Tedeschi,
teña. Por ejemplo, el 18 de septiembre de 27 años, fue cálidamente recibido
de 1908, tanto el Dr. Luis Felipe Borja cuando en 1903 cantó en el Teatro Tivoli
(hijo), como el secretario de la Socie- en San Francisco, California. La sopra-
dad Artística e Industrial del Pichincha, no Teresa Chelotti (1861-1927), junto
Manuel María Sánchez, presentaron con Elvira Magliulo, se distinguen por
sendos discursos en una sesión de la haber sido las primeras dos cantantes
Sociedad Beethoven. Los dos eran anti- en grabar en disco fonográfico el papel
gubernamentales, pues no solo estaban de Aída para el sello Fonotipia (1906).
en contra del mismo gobierno, que ja- De igual manera, muchos de los otros
más escuchaba las quejas en contra del cantantes habían disfrutado de carreras
Conservatorio y su personal, sino que destacadas antes de aparecer en el es-
también colaboraban con La Prensa, cenario quiteño, como la soprano Mar-
cuyas posiciones políticas eran bastan- gherita Almansi, el barítono Michele de
te combativas. Es más, el primo de Luis Padova y el bajo Giuseppe Sorgi.
Felipe Borja, Hugo Borja, era uno de los Por otro parte, es posible que otros
dos redactores de dicho diario. factores de orden negativo al interior de
Así que, aún antes de que Marcelli la misma Compañía hayan contribui-
hubiera ideado su proyecto de traer una do al fracaso de la Compañía Marcelli.
compañía de ópera, los adversarios del Respondiendo a una segunda carta de
Conservatorio ya estaban muy avanza- Bonazzi, que fue publicada el 28 de ene-
ro en Lima, y donde se defiende de las
37 Moreno, La música en el Ecuador, 119.
acusaciones previamente citadas, un
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John L. Walker / Drama y conflicto en el escenario musical de la Exposición Internacional Quiteña de 1909
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Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.
La música
en la celebración del
primer centenario de la
Independencia del Ecuador:
Una aproximación desde la
prensa periódica
Chemary Larez Castillo
Universidad Nacional de Loja
chemary.larez@unl.edu.ec
Resumen
A mediados del año 1921 comienza a aparecer en el diario El Comercio una colum-
na alusiva a la organización del programa de las fiestas del Centenario de la Inde-
pendencia. El establecimiento de la Junta del Centenario, conformada por variadas
personalidades del país, dio lugar a diferentes propuestas para la celebración del 24
de mayo de 1922, al conmemorarse 100 años de la Batalla de Pichincha. En el área
musical, las actividades planteadas fueron diversas y vinieron en ocasiones de parte
de los miembros de la Junta del Centenario, y en otras fueron formuladas por anó-
nimos y externos. Estas propuestas abarcaron desde la conformación de una gran
estudiantina popular y concursos de composición y de bandas, hasta una temporada
de ópera a cargo de la compañía del reconocido empresario Adolfo Bracale. Este ar-
tículo persigue una aproximación desde la prensa periódica, en especial al diario El
Comercio de los años 1921 y 1922, a la organización, planificación y cobertura de las
actividades musicales de las fiestas centenarias con el fin de medir las repercusio-
nes que estas actividades tuvieron durante la celebración patria y, en lo posterior, en
cuanto al desarrollo musical del país.
Palabras claves: Batalla de Pichincha, nacionalismo, música en Ecuador, música y
prensa.
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Recibido: 09 septiembre de 2021 / Aprobado: 28 de septiembre de 2021
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Chemary Larez Castillo / La música en la celebración del primer centenario de la Independencia del Ecuador.
1 Isaac Barrera. Relaciones de las fiestas del primer 2 Enrique Terán en Mario Vásconez. Breve historia
centenario de la batalla de Pichincha 1822-1922 (Qui- de los servicios en la ciudad de Quito (Quito: Ciudad,
to: Talleres tipográficos nacionales, 1922): 110-112. 1997): 110.
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dicho concurso se nombró a Sixto Ma- cuerdas […] Pudimos escuchar com-
ría Durán y dos profesores del Conser- posiciones de acreditados artistas
vatorio designados por la Junta. Esta nacionales como el doctor Durán, el
estudiantina debía tener la responsa- señor Veintimilla, el señor Salgado,
bilidad de tocar en la velada musical el señor Ortiz y algunos del mismo
de las fiestas centenarias.14 director señor C. Riofrío.16
Al leer las bases del certamen es
inevitable no pensar en algunas con- Según se observa en las presentaciones
tradicciones desde la propuesta inicial, de la estudiantina, cuyos ensayos ha-
en la que se consideraba que el funcio- brían comenzado en el mes de febrero,
namiento de la estudiantina debía es- se interpretaron repertorios marciales,
tar desligado de las influencias de ‘los populares y académicos con obras de
consagrados’ y que correspondía evi- reconocidos compositores nacionales
tarse que «metan cuchara artistas de del momento. Por otra parte, si bien se
los planteles oficiales». La designación había concebido la idea de que la estu-
de grandes representantes de la música diantina cubriría la necesidad de ofrecer
académica del país y profesores del Con- un sano esparcimiento para el pueblo, el
servatorio como evaluadores del concur- cual no disponía de mayores oportuni-
so ya asomaba como un desprendimiento dades para el disfrute musical durante
de los ideales iniciales para la conforma- la celebración del centenario, pronto los
ción de la agrupación popular. músicos y el director plantearon exi-
No se tienen mayores detalles de gencias en cuanto a los escenarios don-
las piezas que fueron incluidas en las de participaría la agrupación.
presentaciones de la estudiantina du- En el programa publicado el 13 de
rante su participación en el Centena- mayo se indicaba que la estudiantina
rio.15 Sin embargo, en prensa se loca- daría sus conciertos durante las no-
liza una pequeña crónica de uno de los ches en espacios como la avenida 24 de
ensayos desarrollado a inicios del mes Mayo, la Plaza de la Independencia y la
de abril que nos permite identificar Alameda.17 Sin embargo, encontramos
parte del repertorio que posiblemente más adelante que, por solicitud de la
se ejecutó. misma agrupación, la Junta del Cente-
nario en sesión del 20 de mayo le au-
Está bien entendida la ortografía torizó para que sus presentaciones las
musical, por decirlo así, a fin de que realizara en un teatro y no en las ca-
la melodía no ensordezca con una lles.18 Ese mismo día se publicaron al-
música meramente sonora, ruidosa, gunos detalles sobre la programación
sin crescendos ni diminuendos, sin diaria en la prensa de la ciudad. Por
pianísimos, tan indispensables sobre ejemplo, la Estudiantina Centenario
todo en esta clase de conciertos de presentó un concierto en el Pretil del
Palacio Nacional el día 21 a las 8 de la
14 “La gran estudiantina”. El Comercio (27 de enero noche.19 Adicional a esto, no se encon-
de 1922): 3.
15 A diferencia de la minuciosidad con la que se
anunciaban las funciones de ópera y las columnas
en las que se publicaban crónicas y críticas de sus 16 “La Estudiantina Centenario”. El Comercio (8 de
funciones, en el caso de la estudiantina no se loca- abril de 1922): 1.
lizó en el periodo de las celebraciones ningún deta- 17 “Programa de las fiestas con las que se conme-
lle del repertorio, artistas ni anuncios o invitaciones morará el Primer Centenario de la Batalla de Pi-
donde se señalaran los lugares de los conciertos, chincha”. El Comercio (13 de mayo de 1922): 3.
más allá del ubicado en el programa publicado el 13 18 “Junta del Centenario”. El Día (20 de mayo de
de mayo, donde se reseña una sola participación de 1922): 3.
esta agrupación. 19 “Programa”. El Día (21 de mayo de 1922): 10.
traron en ninguno de estos programas que luchase con las anteriores, des-
parciales más detalles de las presenta- de que su número era de veinticinco
ciones de la agrupación. profesores de cuerdas, contándose
Como se mencionó anteriormen- entre ellos a ocho señoritas. Además,
te, se había planteado meses atrás la el director de la Estudiantina «Cen-
celebración de un concurso para con- tenario» fue nombrado uno de los
formar la Gran Estudiantina que par- jurados del tribunal calificador.23
ticiparía en las fiestas del Centenario.
Aunque la finalidad primigenia del Al parecer la planificación de este con-
concurso no llegó a cumplirse, este sí curso no fue óptima, puesto que más
se materializó, y en él se disputó un allá del artículo publicado en el mes de
premio municipal. El día 31 de mayo se enero, donde se asomaba la propues-
publicó el detalle del concurso de estu- ta para un certamen que permitiera
diantinas realizado en el Teatro Puerta conformar una gran estudiantina, no
del Sol.20 En este concurso solo parti- se encontraron mayores detalles or-
ciparon dos agrupaciones, la estudian- ganizativos en lo posterior, además de
tina Veinticuatro de Mayo y Liga Roja, que ni siquiera este concurso formaba
esta última como visitante de Pasto.21 parte del programa oficial publicado
Resultó ganadora la primera «por su en prensa el 13 de mayo. Esta situación
correcta ejecución e interpretación». posiblemente haya ocasionado una po-
Se menciona en la misma columna bre participación (en lo que refiere al
que la Estudiantina Centenario se ex- número de agrupaciones). A juzgar por
cusó de participar en el concurso, por cómo se dieron los acontecimientos,
ser la anfitriona del mismo. Sin em- podríamos pensar que la agrupación
bargo, dio una presentación que sirvió denominada Estudiantina Centenario
para amenizar el evento.22 El premio se conformó a partir del financiamien-
del concurso fue 500 sucres y como to dado a músicos que posiblemente
parte del jurado sabemos que estuvo fueron discípulos del reconocido gui-
Manuel Cortez. tarrista Manuel Cortez, y que a ella no
Más adelante, en un anuncio so- se sumó ninguna otra estudiantina du-
bre los concursos desarrollados en el rante las celebraciones, puesto que el
marco del Centenario de la Batalla de concurso se desarrolló prácticamente
Pichincha, se ofrecen algunos detalles: fuera de la semana de festejos oficiales.
101
SONOCORDIA
de acuerdo a su orgánico (instrumen- rios que tocaron, puesto que sus par-
tos de vientos madera, vientos metales ticipaciones fueron notablemente más
y percusión). En el caso de las bandas cubiertas que las de las bandas popu-
de pueblo, estuvieron conformadas por lares, seguramente por su naturaleza
integrantes de una extracción social afín con el motivo de la celebración.
marginal: albañiles, obreros, artesa- Se nota en las bandas de los diferentes
nos o campesinos […] Su repertorio y regimientos y destacamentos la inclu-
su estilo musical [comprende] ritmos sión de obras de tipo marcial, de for-
nacionales tradicionales […] Amenizan matos académicos (de autoría de com-
y solemnizan las fiestas más impor- positores nacionales y del repertorio
tantes del calendario festivo ecuato- universal) y piezas nacionales. Los ti-
riano.24 pos de participación fueron festivales y
Sea por su naturaleza principal- concursos desarrollados generalmente
mente marcial, como en el caso de la en los espacios públicos, aunque una
banda militar, o por su inclinación po- de las bandas militares ofreció una
pular y festiva, en el caso de la banda presentación en el Teatro Sucre, la cual
de pueblo, su presencia en las celebra- detallaremos más adelante.
ciones musicales del Centenario fue Del concurso de bandas popula-
muy representativa. Aunque la prensa res no se registraron muchos datos. La
se ocupó mucho más de la ópera, los iniciativa fue una de las pocas ofreci-
programas oficiales publicados dan das por el Consejo Municipal. En rela-
testimonio de la frecuente participa- ción con la planificación de este evento
ción de este tipo de agrupaciones en la localizamos una columna en El Comer-
semana de festejos. cio, firmada por el abogado quiteño
Las bandas estuvieron presentes Rafael Arteta García, en la que se indica
desde el mismo inicio de las celebra- la apertura de las inscripciones a par-
ciones. Si recordamos el programa de- tir del día 15 para la organización del
tallado en un apartado anterior, vere- certamen que llegó a celebrarse, según
mos que, además del acompañamiento señalaba el programa oficial, el día 22
en los desfiles, estas tuvieron algunas de mayo.25
participaciones protagónicas, como De acuerdo a lo referido por Ba-
el concurso de bandas populares del rrera, en el concurso de bandas po-
día 22 en el recién inaugurado Parque pulares obtuvo el primer premio la
de Mayo, el festival de las bandas del banda de Alangasí, una parroquia ru-
ejército desarrollado en la Plaza Su- ral ubicada en el Valle de los Chillos
cre el día 23, el festival organizado por en la ciudad de Quito, y el segundo, la
la Banda de Don Bosco en la Plaza de banda San Pablo, representante de la
la Alameda el día 27, y el concurso de parroquia homónima de la provincia
las bandas del ejército realizado en el de Imbabura.26 El diario El Comercio en
Parque Bolívar el 28 de mayo, el mis- su artículo ‘Concursos’ alude a los di-
mo día en que se programó una retreta ferentes certámenes desarrollados en
en la Plaza Sucre a cargo de las bandas el marco del Centenario. En cuanto al
populares. de bandas populares, lo reseña como
En el caso de las bandas milita- «muy divertido y [que] puso de mani-
res encontramos datos de los reperto-
25 El Comercio (5 de mayo de 1922).
26 Barrera, Relaciones de las fiestas del primer cente-
24 Mullo, Música Patrimonial del Ecuador, 43. nario de la batalla de Pichincha, 89.
103
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El festival de las bandas del ejército que minados momentos para hacer resaltar
se desarrolló en la Plaza Sucre durante la la energía de ciertos períodos». Continúa
noche del 23 de mayo fue seguramente el articulista señalando:
un espacio para el esparcimiento, a la
vez que una demostración de las dife- En suma notamos delicada instrumen-
rentes bandas que concursarían finali- tación, digna de una obra escrita para
zando la semana de festejos. Las bandas concierto, distinta de otras que están
participantes fueron las del Regimiento recargadas de instrumentos que nada
de la Artillería Bolívar, las de los batallo- aportan en bien de la obra, como las
nes Quito, Carchi, Zapadores N.° 1, Za- bandas de antaño, calificadas de bue-
padores N.° 2 y Chimborazo. En relación nas solo porque hacían tal ruido que
con el concurso celebrado el 28 de mayo, podían romper los mejores tímpanos.
El Comercio reseñó lo siguiente: Huelga añadir que con la sinfonía [de
Francisco Salgado] coronó su triunfo
Ayer por la mañana se desarrolló el con- porque habría resultado insoportable,
curso con la concurrencia del Regimien- dada su difícil interpretación, si los eje-
to de Artillería Bolívar, N° 1; Batallón cutores no hubieran dado muestras de
Quito, N° 2; Batallón Carchi, N° 7; Za- su magnífica preparación.32
padores, N° 1; Chimborazo y Zapadores,
N° 2. El jurado estuvo compuesto de los Respecto a las demás bandas se ofrecen
señores Dr. Sixto María Durán, Alfre- pocos detalles de su repertorio. En general
do Padovani, Aparicio Córdova y Pedro se señala lo «pesadas de algunas ejecu-
Traversari y con el concurso también de ciones», inexactitudes con respecto a los
varios padres de San Francisco […] Cada tempos y en el caso de la de Zapadores N.° 1
director presentó dos obras instrumen- una «recargada sonoridad». La Banda del
tales, las que fueron ejecutadas, pode- Regimiento Quito ejecutó también la mar-
mos decir con perfección, por las bandas cha Abdón Calderón,33 pero no se incluye la
de aquellas Unidades… Mas el jurado no segunda pieza de su participación en la
pudo decidir de hecho quién era el ven- reseña. Por su parte, la banda del Carchi
cedor. Hoy debe dicho jurado dictami- interpretó una marcha y una adaptación
nar; pero sí se acordó por unanimidad de la obra Maestros Cantores (Die Meister-
del jurado pedir un premio para el señor singer) de Wagner. En el caso de las ban-
Francisco Salgado A. por su sinfonía que das del Zapadores N.° 1 y del Zapadores N.°
en el arte significa una obra de aliento, 2, solo se ofrece el nombre de la segunda
de difícil composición.30 pieza, que «fue el muy conocido trozo el
‘Guarany’, de [Carlos] Gómez».34
En cuanto a los repertorios ejecutados En días posteriores se publicó el
por las bandas,31 la Banda del Regimien- acuerdo sobre la premiación del con-
to Bolívar fue alabada por su fineza en la
ejecución de la marcha Abdón Calderón, 32 “Concursos”. El Comercio (16 de junio de 1922): 1.
de la autoría de Durán: «era de obser- 33 La marcha Abdón Calderón, compuesta por Six-
to María Durán en alusión a uno de los héroes de
varse cómo estaban dispuestos los di- la Batalla de Pichincha, parece haber sido muy
popular en la época, puesto que varias bandas la
versos timbres del conjunto sonoro […] ejecutaron en el concurso. De esta marcha, según
si entraba toda la Banda, era en deter- menciona Guerrero, no se conservan ni originales
ni copias. Pablo Guerrero. Sixto María Durán (1875-
1947). El compositor de la tierra sagrada (Quito: Ecua-
dor, 2014), acceso 15 de febrero del 2021, http://
30 “Festejos del Centenario”. El Comercio (30 de historiascines.blogspot.com/2014/04/sixto-ma-
mayo de 1922): 6. ria-duran-compositor-de-la.html.
31 “Concursos”. El Comercio (16 de junio de 1922). 34 Ibíd.
105
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43 Nancy Yánez. Memorias de la Lírica en Quito (Qui- 46 La junta atravesó algunas modificaciones en
to: Banco Central del Ecuador, 2005): 99. cuanto al personal que la conformaba con el cam-
44 “Una famosa entrevista con el Maestro Bracale bio de gobierno del año 1921 y el correspondiente
| Del diario de Costa Rica”. El Comercio (10 de di- cambio de ministros de estado.
ciembre de 1921): 3. 47 “Comité del programa de las Fiestas del Cente-
45 Ibíd. nario”. El Comercio (3 de agosto de 1921): 1.
Imagen 6: Anuncio venta de abonos. Fuente: El Comercio La temporada de ópera anunciada in-
(25 de febrero de 1922): 1.
cluía las siguientes óperas: Fausto, Aida,
Mefistófeles, Thaïs, Mignon, Isabeau,
La venta del abono fue exitosa. En una
Madama Butterfly, La bohème, Fedora,
semana prácticamente se encontraban
agotadas las localidades y se plantea-
50 “Espectáculos públicos para Mayo”. El Comercio
ba la apertura de un segundo abono. En (03 de marzo de 1922): 1.
51 “La Temporada Lírica en el Sucre”. El Comercio (13
48 Barrera, Relaciones de las fiestas del primer cente- de marzo de 1922): 1.
nario de la batalla de Pichincha, 118. 52 “Gran compañía italiana de ópera y baile para
49 “Comentarios al contrato de Bracale”. El Comer- las fiestas del centenario”. El Comercio (15 de marzo
cio (11 de octubre de 1921): 1. de 1922): 1.
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Imagen 7: Anuncio de la función extraordinaria de la 53 “Aida al pie de las pirámides | Un gran triunfo
Bracale. Fuente: El Comercio (20 de mayo de 1922): 1. de la Compañía Bracale”. El Comercio (22 de mayo
de 1922): 2.
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58 “Teatro Sucre Mignon”. El Comercio (30 de mayo 59 “El gran éxito de Bettoni en Fausto”. El Comercio
de 1922): 1. (04 de junio de 1922): 6.
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Imagen 9: Anuncio de la función popular. Fuente: El Tres días luego de la función po-
Comercio (23 de junio de 1922): 1.
pular se lee en El Comercio: […] se en-
contraron anoche ante un público no
La función popular tenía precios bas- iniciado en las bellezas finas del arte
tante reducidos en relación con los de lírico que completamente indiferente
abono (alrededor de un 70 % menos no dio la menor prueba de entusias-
del costo regular de la temporada), mo al oír la célebre obra del Maestro
que la hacían muy accesible para todo Ponchielli.
tipo de público. El anuncio incluía Más adelante el columnista re-
una nota indicando «El vestido no es fiere las buenas intenciones de la
de etiqueta», por lo que muchos de Junta del Centenario […] de dar una
seguro habrían aprovechado la oca- prueba de interés por la educación ar-
sión. La ópera que se puso en escena tística y cultura de nuestra clase me-
fue la Gioconda (aunque la Junta del dia, obligando al señor Bracale a dar
Centenario había propuesto La So- una función popular, [sin embargo,]
námbula, es posible que el empresario les diremos que erraron el camino.61
decidiera cambiar la obra ya que esta El principal error, en palabras
se había interpretado en dos ocasio- del columnista, radicaba en preten-
nes). Los fondos recaudados por esta der educar a un pueblo en una sola
función popular fueron distribuidos audición, cuando no se procuró nunca
por partes iguales entre la Sociedad presupuesto para traer compañías de
de Señoras de la Caridad, el Mauso- teatro y líricas con frecuencia, como
leo destinado a guardar las cenizas hacen las naciones ‘civilizadas’.
del Mariscal Sucre y la Asociación de
Empleados.60 Durante años enteros el único tea-
60 “Junta del Centenario del Pichincha”. El Comercio 61 “Teatro Sucre | La Función popular”. El Comercio
(23 de junio de 1922): 2. (26 de junio de 1922): 2.
115
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68 “Por el Arte, la cultura y la honra misma de la 69 “Carta del Señor A. Bracale”. El Comercio (2 de
capital”. El Comercio (29 de junio de 1922): 1. julio de 1922): 1.
117
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Tres
miniaturas
Diana Arismendi
Universidad Simón Bolívar, Venezuela
Escritas entre mayo y junio del 2020, los títulos de estas miniaturas para piano solo corres-
ponden a los días específicos de mi confinamiento.
80/81, compuesta entre el 1 y 2 de junio. Cuatro células provenientes de las palabras ‘ochen-
ta, eighty, y uno & one’ son el material sobre el que escribo una pieza activa, nerviosa y
extrovertida, que plasma los sentimientos de incertidumbre y desasosiego que el largo en-
cierro, sin perspectivas claras, me causan. Las ideas, como en 52/53, son simples, pero la
expresión es diametralmente distinta y se desenvuelve en el mundo sonoro atonal que natu-
ralmente me acompaña. Dos cantos de pájaros, mis propias aves, interfieren con discreción.
Esta miniatura emerge de la incertidumbre y rápidamente regresa a ella...
99/100, compuesta entre el 20 y 21 junio, cierra un ciclo de ideas fugaces. Esta tercera y
última pieza es meditativa, explora el lleno y el vacío de días que se repiten, días deshabita-
dos y saturados. Días de tenso tedio en el que el tiempo pasa muy despacio y los días muy
deprisa. Esta miniatura emerge del vacío y rápidamente regresa a él...
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Manuel Larrea Peralta / Mamá, cuando sea grande no quiero ser astronauta
Mamá,
cuando sea grande
no quiero ser
astronauta
Manuel Larrea Peralta
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(canción) repetida mil veces; ahora soy Referencias
la resonancia de ese fenómeno que se
quiere comunicar. Benjamin, Walter. La obra de arte en la época
de su reproductibilidad técnica. Quito: Ra-
[...] La poética requiere de la crea- yuela, 2010.
ción de un espacio de resonancia Chion, Michel. El sonido. Buenos Aires: Pai-
entre los cuerpos, requiere proxi- dós, 1999.
midad, pero no inmediatez, pues la Deleuze, Gilles. “¿Qué es el acto de crea-
inmediatez cancela la resonancia, ción?” Conferencia dictada por Gilles
cancela la escucha. 13
Deleuze en la cátedra de los martes de la
fundación FEMIS (Escuela Superior de
Oficios de Imagen y Sonido) el 15 de mayo
A manera de conclusión de 1987.
Meyer, Leonard. Emotion and Meaning in
Nuevamente, despierto y busco la mú- Music. Chicago: University of Chicago
sica que me atormenta. Sigue ahí pero Press, 1961.
ahora la domino; realiza contrapuntos Murray Schafer, R. The soundscape: Our sonic
con mis palabras y la extraño cuan- environment and the tuning of the world.
do desaparece (esa dinámica no se ha Nancy, Jean-Luc. A la escucha. Buenos Aires:
perdido). Tal vez hayamos llegado a un Amorrortu, 2007.
acuerdo inconscientemente, tal vez. Palladini, Giulia. ¿“Qué valor de uso tiene
Pero ahora ya me siento preparado para el performance? Montaje, finitud y auto-
la siguiente prueba, una nueva expe- nomía”. Conferencia dictada en el marco
riencia sonora que, pretendo controlar. del Encuentro “EXPERIMENTA/sur II”,
Veamos cómo nos va. febrero de 2014.
David Bowie no pertenece a mi Sánchez, José Antonio. “Presencia y des-
memoria sonora afectiva, ni emocional, aparición”. Conferencia dictada en el
ni histórica, ni social. Y aunque las re- marco del Encuentro “EXPERIMENTA/
des aún sostengan a este dios que habla sur III”, septiembre de 2015.
en lengua extranjera y un hombre, que
atenta contra la ley de gravedad, lo can-
ta desde el espacio universal llegando a
millones de visitas en el ciberespacio,
yo envío a la mitad del mundo una pos-
tal que dice: mamá, cuando sea grande
no quiero ser astronauta.
133
SONOCORDIA
Envíos
a. Artículos de investigación
(sección peer review)
Los artículos arbitrados por pares ciegos se publicarán como artículos de investigación
científica original. El tratamiento del tema y su contenido deben ser de interés para el área
de la producción musical y las artes sonoras. Deberán mostrar rigor académico en el abor-
daje metodológico y precisión analítica del enfoque temático. Los trabajos serán inéditos y
novedosos, enfatizando las relaciones multi, inter y transdisciplinares en, desde y para las
artes de lo sonoro.
Los artículos originales deberán contener título, un resumen estructurado de 250 pal-
abras en español e inglés, un máximo de seis palabras claves o descriptores, cuerpo del artí-
culo, referencias bibliográficas, y fuentes de financiamiento y/o permisos de uso de datos,
con extensión total entre 5000 y 6500 palabras.
Es indispensable el anonimato de los manuscritos para garantizar la imparcialidad de
los pares evaluadores. El tiempo promedio de revisión será de 20 días y se comunicará a los
autores en un periodo máximo de 2 meses a partir de la recepción del artículo.
Se evaluará la calidad del artículo, los aportes al conocimiento, la actualidad de la bib-
liografía, la calidad y el manejo de las fuentes, la claridad en la argumentación, la coher-
encia en la redacción e importancia del tema. Una vez sometidos al arbitraje, los artículos
podrán ser aprobados, aprobados con cambios o no aprobados. Para una segunda revisión,
los autores contarán con 7 días laborales para una nueva entrega del manuscrito. Luego de
recibir el artículo modificado, se le informará al autor acerca de su aprobación.
En los casos de controversia, se convocará al Comité Editorial a una reunión extraor-
dinaria para su evaluación y viabilidad de la petición en un plazo no superior a los 8 días
hábiles.
Las partituras deberán enviarse en formato PDF, en blanco/negro o color, con un máx-
imo de 14 cuartillas en A4, incluyendo en la página inicial el título, nombre del autor y/o
del transcriptor y año de composición. Podrá proponerse adicionalmente una página para
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SONOCORDIA
c. Sección Miscelánea
Los artículos deberán ser originales, inéditos y no haber sido editados en ningún medio de
publicación.
Los textos serán revisados mediante el sistema de plagio URKUND.
Para el arbitraje científico, los evaluadores señalarán sus apreciaciones en un formu-
lario de evaluación y deberán informar al Comité Editorial los casos de conflicto de interés
que pudieran ocasionarse para realizar el cambio de evaluador.
Autoría
Los autores conservan los derechos de autor y ceden el derecho de la primera publicación a
la revista, registrándose en Creative Commons y permitiendo a terceros utilizar lo publicado
mencionando la autoría, número de edición y fecha de publicación.
Se deberá indicar al final del manuscrito si la investigación fue financiada por parte de
alguna institución, así como indicar los permisos respectivos de uso si se utilizan bases de
datos que no sean de dominio público o no fueron creadas por el autor.
Normas de referencia
Cita corta
Como afirma Maurel-Indart, «[…] la obra es la verdadera prolongación de la perso-
na del autor, no sus avatares reproducidos en el soporte material».1
Cita larga
Como afirma Maurel-Indart:
1 Hélene Maurel-Indart. Sobre el plagio (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2014): 205.
Partitura
Adriana Verdié. In “C” Nuation (Virginia: Cayambis Music Press, 2018): 3.
2 Hélene Maurel-Indart. Sobre el plagio (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2014): 205.
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Una publicación de la Universidad de las Artes del Ecuador,
bajo el sello editorial UArtes Ediciones.