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Cómo pensar como Sherlock Holmes

Sherlock Holmes es conocido por ser un detective brillante, sin embargo, la mayoría de las
personas puede entrenar sus mentes para pensar un poco más como el personaje famoso del
escritor Sir Arthur Conan Doyle simplemente imitando la conducta de Sherlock. Aprende a
realizar mejores observaciones y a analizar dichas observaciones de forma más efectiva. Si te
interesa un reto aún mayor, construye un "palacio de la memoria" o "almacén de la memoria"
para guardar tu información.
Parte1
Ver y observar
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Entiende la diferencia entre ver y observar. Watson veía, pero Holmes observaba. Por
defecto, probablemente tienes el hábito de ver a tu alrededor sin procesar la información básica.
Observar todos los detalles de una circunstancia es el primer paso que necesitas dar si quieres
pensar como Sherlock Holmes.
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Mantente concentrado y totalmente comprometido. Es necesario conocer tus límites. El
cerebro humano no está estructurado para realizar múltiples tareas complejas. Si realmente
quieres hacer observaciones significativas, no puedes involucrarte en muchas actividades al
mismo tiempo ya que esto distrae tu mente de pensar.
 Estar comprometido con la observación le permite a la mente resistir por más
tiempo y la entrena a resolver problemas de manera más efectiva y más eficiente.
 Permanecer comprometido en realidad es uno de los aspectos más simples de la
observación. Todo lo que realmente necesitas hacer es concentrarte solo en el asunto
en cuestión. Al momento de realizar observaciones, solo presta atención a lo que estás
observando. Pon tu celular en vibrador y no dejes que tu mente se desvíe pensando en
ese correo electrónico que debes escribir más tarde o en el comentario de Facebook
que leíste hace una hora.
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Sé selectivo. Si estás tratando de observar minuciosamente todo lo que ves, en poco tiempo
terminarás cansado y agobiado. Necesitas aprender a observar tu entorno, pero también
necesitas ser selectivo al momento de enfocar tu atención en algo.
 La calidad vale más que la cantidad. Es necesario aprender cómo observar las
cosas más minuciosamente y no simplemente cómo observar más cosas.
 Lo primero que hay que hacer en una situación es evaluar qué áreas son
esenciales y cuáles no son relevantes. Esto requiere de práctica y no hay nada más
que puedas hacer para mejorar tu capacidad de diferenciar una cosa de la otra.
 Una vez que hayas establecido qué aspectos son importantes, tienes que
observarlos hasta el último detalle.
 Si las áreas que observas no te proporcionan el tipo de detalle que requieres, es
posible que necesites expandir lentamente tu campo de observación hacia otros
aspectos de la situación que excluiste previamente por ser irrelevantes.
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Sé objetivo. Por naturaleza, los seres humanos tendemos a tener prejuicios e ideas
preconcebidas que influyen en nuestra manera de percibir las cosas. Sin embargo, si realmente
quieres realizar observaciones significativas, deshazte de esos prejuicios y sé objetivo al
momento de echar un vistazo a tu alrededor.
 A menudo el cerebro capta lo que quiere ver y lo interpreta como un hecho, cuando
en realidad es solo una percepción. Una vez que el cerebro registra algo como un
hecho, puede ser difícil darse cuenta de lo contrario. Necesitas enfocarte en ser
objetivo al momento de observar para que no eches a perder tu fuente de información.
 Recuerda que la observación y la deducción son dos partes distintas del proceso.
A la hora de observar, lo único que haces es observar. Únicamente durante la etapa de
la deducción puedes emitir opiniones acerca de la información que has reunido.
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Realiza observaciones inclusivas. No pongas atención únicamente a lo que ves. Tus
observaciones también deben incluir notas mentales considerando los demás sentidos (oído,
olfato, gusto y tacto).
 Concéntrate en agudizar tus sentidos de la vista, oído y olfato. Estos tres sentidos
son de los que más dependes, pero también son los que más das por hecho. Después
de que aprendas a usar estos sentidos de forma objetiva, pasa al tacto y al gusto.
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Medita. Una forma práctica de ejercitar y desarrollar tu habilidad de observar es meditar durante
quince minutos al día. La meditación puede mantener tu mente aguda y puede ayudar a
familiarizarte con el concepto de estar completamente enfocado en tu entorno.
 No es necesario salirte de lo que haces normalmente para meditar. Lo único que
necesitas es pasar unos minutos al día alejado de las distracciones y desarrollando tu
capacidad de concentración. Puedes enfocarte en una imagen específica en tu mente o
en una imagen externa durante la meditación. La idea principal simplemente es
asegurarte de permanecer completamente enfocado en lo que sea que estés
meditando.
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Ponte desafíos. Resolver un rompecabezas al día, a la semana o al mes puede ayudarte a
perfeccionar tus poderes de observación. Busca un misterio qué resolver, pero asegúrate de que
este requiera el uso total de tus poderes de observación.
 Un desafío simple es observar algo nuevo cada día. Por ejemplo, toma una foto al
día desde una perspectiva distinta. Concéntrate en tomar fotos que muestren nuevas
perspectivas en lugares cotidianos.
 Observar a las personas es otro desafío simple pero poderoso que puedes
establecerte. Comienza con los detalles simples, como la ropa que lleva puesta una
persona o su forma de caminar. Eventualmente, tus observaciones deben incluir
detalles acerca del lenguaje corporal y señales de emociones intensas específicas.
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Toma apuntes. Aunque Sherlock Holmes no necesita llevar consigo un bloc de notas y un
bolígrafo, mientras estás tratando de desarrollar tus poderes de observación, tomar apuntes
puede ser beneficioso. Asegúrate de que los apuntes que tomes sean lo suficientemente
detallados como para recordar las diferentes vistas, sonidos y olores de la situación.
 El proceso de tomar apuntes obliga a tu mente a prestar atención a las situaciones
de manera detallada. Con suerte, llegarás a un punto en el que dichas notas ya no
serán importantes. Aunque al inicio, esta actividad podría contribuir a orientar tu mente
hacia observar en vez de simplemente ver.
Parte2
Desarrollar la capacidad de deducción
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Haz preguntas. Mira todo con un nivel aceptable de escepticismo y haz preguntas
constantemente acerca de lo que observas, piensas y sientes. En vez de ir directamente hasta la
respuesta más obvia, fragmenta cualquier dilema en varias preguntas y responde cada una de
modo que llegues a la solución más minuciosa.
 También debes cuestionar cada información nueva que reúnas antes de
almacenarla en tu mente. Pregúntate a ti mismo por qué dicha información es
importante de recordar o cómo esta se relaciona con eso que ya sabes.
 Con el fin de hacer preguntas importantes, también necesitas cultivar tu mente.
Una comprensión de lectura minuciosa y una base sólida de conocimiento ayudarán en
gran manera. Estudia temas de importancia, experimenta con temas que atraen tu
curiosidad y mantén un diario para seguir los patrones de tus pensamientos. Mientras
más sepas, es más probable que hagas preguntas que realmente importan.
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Aprende la diferencia entre imposible e improbable. Por naturaleza, podrías verte tentado a
descartar una posibilidad si esta parece inverosímil o improbable. Sin embargo, debes tener en
cuenta estas posibilidades. Solo lo imposible (lo que no puede ser cierto pase lo que pase)
puede descartarse completamente.
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Mantén una mente abierta. Así como necesitas deshacerte de los viejos prejuicios a la hora de
observar una situación, también necesitas eliminar dichos prejuicios a la hora de analizar una
situación. Las cosas que solo intuyes no pesan tanto como las cosas que sabes o deduces. La
intuición tiene su lugar, pero necesitas equilibrar la intuición y la lógica.
 Evita hacer cualquier teoría antes de tener todas las evidencias. Si sacas una
conclusión antes de reunir y analizar todos los hechos, vas a echar a perder tu proceso
de reflexión y te será más difícil establecer una solución precisa.
 Debes aprender a adaptar las teorías a los hechos y no lo contrario. Reúne los
hechos y desecha cualquier idea o teoría posible que no se ajuste a esos hechos. No
hagas conjeturas acerca de las posibilidades que solo existen en teoría y no en hechos,
sobre todo si te ves tentado a hacerlo simplemente para hacer que funcione tu teoría
previa.
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Habla con una persona de confianza. Aunque Sherlock Holmes es el genio famoso, su
intelecto habría estado un poco incompleto si no tuviera al Dr. John Watson para impulsar sus
ideas. Busca un amigo o colega en quien confíes debido a su inteligencia y discute tus
observaciones y conclusiones con esa persona.
 Es importante que permitas a la otra persona dar forma a las teorías y
conclusiones sin descartar la información que ya sabes que es verdadera.
 Si tu discusión saca a relucir nuevas ideas que modifican tus teorías, deja que
ocurran. No dejes que el orgullo se interponga entre tú y la verdad.
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Dale un respiro a tu mente. Tu mente se agotará si todo el tiempo la dejas programada en el
modo “Sherlock”. Incluso este detective genial hace pausas durante casos especialmente
agotadores. Dejar que tu mente descanse en realidad mejora su capacidad de formar
conclusiones precisas a largo plazo.
 Concentrarte demasiado en un problema puede provocar el desgaste de tu mente
y en consecuencia, esta procesará la información de forma menos precisa. Darle a tu
mente la oportunidad de relajarse puede permitirle realizar conexiones de manera
constante e inconsciente. De este modo cuando vuelvas a enfocarte en el problema,
podrías darte cuenta de un orden de ideas aparentemente obvio que no habías notado
antes de darle un descanso a tu mente.
Parte3
Construir un palacio de la memoria
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Conoce los beneficios de tener un palacio de la memoria. Un “palacio de la memoria” o
“almacén de la memoria” te permite organizar la información de una manera que la hace más
accesible y fácil de recordar. Holmes usaba esta técnica, pero el concepto en sí en realidad
proviene de mucho más antes que eso.
 Oficialmente, esta técnica se llama "el método de Loci" (loci en latín es el plural de
"ubicación"). Esto data de la antigua Grecia y Roma.
 Puedes recordar los hechos y la información asociándolos con una ubicación física
específica.
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Construye tu espacio. Elige una imagen que puedas visualizar claramente y en detalle al
interior de tu mente. El lugar que elijas para tu palacio de la memoria puede ser cualquier lugar
que has creado o algún lugar que has visitado.
 Es preferible tener un espacio amplio ya que puedes almacenar más información.
Por ejemplo, si imaginas un palacio de verdad, puedes asignar una habitación diferente
para cada disciplina o área temática.
 Si eliges un lugar que existe en el mundo real, asegúrate de que sea un lugar que
conozcas lo suficiente para visualizarlo con mucho detalle.
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Traza una ruta. Visualízate a ti mismo desplazándote hacia tu palacio de la memoria. La ruta
debe ser la misma cada vez que visites dicho palacio. Además, practica ir a menudo por dicha
ruta para que se convierta en tu segunda naturaleza.
 Después de establecer la ruta, necesitas identificar señales a lo largo de dicha ruta.
Por ejemplo, podrías imaginar media docena de sillas o un conjunto de lámparas en un
vestíbulo amplio o podrías identificar cada pieza de los muebles en un comedor o
habitación. Pasa tiempo en cada punto a lo largo de tu ruta y define la mayor cantidad
de señales que puedas.
 Incluso cuando no necesites tu palacio de la memoria, debes darte tu tiempo para
visitarlo mentalmente. Los detalles y la ruta deben ser los mismos cada vez que vayas.
Tienes que hacer que este lugar parezca tan real para ti como cualquier otro lugar de la
vida real.
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Coloca puntos clave a lo largo de la ruta. Una vez que ya sabes cómo viajar a través de tu
palacio de la memoria, necesitas comenzar a llenar información a lo largo de la ruta. Imagínate
colocando la información en una ubicación específica. Al igual que antes, practica viajar a lo
largo de dicha ruta y accede a dicha información con la frecuencia suficiente como para
acostumbrarte a esa acción.
 Usa los detalles que precisaste anteriormente a medida que asignes información a
varias partes de tu palacio de la memoria. Por ejemplo, si te imaginaste una lámpara en
la esquina de una habitación al interior de tu palacio de la memoria, podrías terminar
imaginándote una persona clave encendiendo dicha lámpara con el fin de recordar un
detalle respecto a dicha persona.
 Haz que los detalles sean lo más específicos e inusuales posibles. La mente
recordará con mayor facilidad algo extraño en vez de algo que haces parecer
demasiado normal u ordinario.

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