Está en la página 1de 1

Seminario Bíblico Pentecostal

Iglesia de Dios Evangelio Completo


Territorio Norte

Juan 4: 21,23
Jesús respondió: Créeme, mujer, está llegando la hora, mejor dicho, ha llegado ya, en que,
para dar culto al Padre, no tendrán que subir a esta montaña ni ir a Jerusalén. Ha llegado la
hora en la cual los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad.

Introducción: La mujer pregunta en dónde hay que adorar a Dios


- La pregunta de fondo, después de arrepentirse era: DÓNDE PUEDO YO
ENCONTRAR A DIOS.
- Ya Sofonías había tenido una visión que cada nación se postraría ante Dios en cada
lugar. Sof. 2.11 Porque desde donde sale el sol hasta donde se pone es glorificado
mi nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrece en mi honor un sacrificio de
incienso y una ofrenda pura.

1. Jesús le respondió: Créeme


a. Jesús no le está sugiriendo, sino le está exhortando a creer.
b. Esta palabra no es una realidad a menos que sea obedecida
c. Creer: Tener fe, tener esperanza
2. Adorarán es Espíritu y en Verdad
a. 3 puntos sobre un culto falso
i. El culto falso es selectivo: sólo acepta lo que conviene y no todo el
mensaje de Dios.
ii. El culto falso es ignorante:
1. El evangelio es esperanza, pero una esperanza que tiene una
razón de ser y no defrauda. 1 pedro 3:15: siempre estén
dispuestos a dar razón de su esperanza.
iii. El culto falso es supersticioso:
1. No nace de una motivación sana sino de creer que hay que darlo
porque sino es peligroso no darle culto al Señor
b. Espíritu
i. Si Dios es espíritu, no está limitado a cosas; y, por tanto, el dar culto a
una imagen es, no sólo un absurdo, sino también un insulto a la
verdadera naturaleza de Dios.
ii. Si Dios es espíritu, no está limitado a lugares; y, por tanto, limitar el
culto de Dios a Jerusalén o a algún otro sitio, es poner un límite a alguien
que, por naturaleza, sobrepasa todos los límites.

Conclusión:

Es el espíritu humano el que es la fuente de sus pensamientos e ideales y deseos más


elevados. El verdadero culto es cuando una persona, mediante su espíritu, alcanza la
amistad y la intimidad con Dios. Se necesita para que haya un culto verdadero que se crea
en la promesa de que Dios está en todo lugar.

También podría gustarte