Renovación Carismática Católica en España
Material de Formación
INTRODUCCIÓN A LA FE
Objetivos
 Dar la respuesta humana para acoger el don
divino.
 Crecer en la fe por la oración.
La fe es garantía de lo que se espera; la prueba
de las realidades que no se ven. Por ella fueron
alabados nuestros mayores.
(Hebreos 11, 12)
¿QUÉ ES CREER?
Para saber lo que es la fe, consultamos el catecismo:
“la fe es la respuesta del hombre a Dios que se revela
y se entrega a él, dando al mismo tiempo una luz
sobreabundante al hombre que busca el sentido
último de su vida” (CIC 26)
Santo Tomás nos dice que “Creer es un acto del
entendimiento que asiente a la verdad divina por
imperio de la Voluntad movida por Dios mediante la
gracia" (CIC 155).
Dios se revela, y la fe es don pero la fe presupone la
búsqueda del hombre. El deseo de Dios está inscrito
en el corazón del hombre, pero esta tendencia puede
ser olvidada, desconocida o incluso rechazada. Dios
nos llama a la fe, pero nosotros somos los que
decidimos creer o no.
No es contrario a la libertad del hombre ni a la
inteligencia creer en Dios y aceptar las verdades por
el rebeladas, en las relaciones humanas confiamos en
otras personas y creemos lo que nos dicen, pues
merecen nuestra confianza, lo mismo ocurre con la
fe en Dios.
Por tanto la fe es
1. Don de Dios con respuesta humana. (Gracia
y compromiso)
2. Dios no la impone, la proporciona
gratuitamente. La voluntad humana la
descubre.
La Fe es la certeza y seguridad de las cosas que no
vemos, pero que al mismo tiempo nos lleva a actuar,
conforme a lo que creemos. Es una linterna
encendida que Dios nos da en el bautismo para
iluminar nuestra vida. Podemos usar otras “luces”,
pero no veremos nuestra vida a la luz de la fe.
Cuando decidimos usar la linterna nos
comprometemos personalmente con Dios; el túnel
de nuestra vida se ilumina; vemos por donde El
quiere que caminemos; solo tenemos que hacer el
esfuerzo voluntario y personal de caminar. La luz no
se apaga nunca, hay otras falsas luces que nos
pueden oscurecer la de la linterna es la única que
llega hasta la Eternidad. “Para mis pies antorcha es
tu palabra, luz para mi sendero” (Sal 118, 105)
CONTENIDO DE LA FE
Es importante conocer lo que decimos creer cuando
hacemos nuestra profesión de fe. Nadie quiere lo
que no conoce, nadie llega a amar sin conocer. “Creo
para comprender y comprendo para creer mejor”
(San Agustín, CIC 158).
Muchas veces nos encontramos con personas que
dicen no creer, pero en realidad lo que ocurre es que
ignoran el contenido de la fe, no lo saben o no lo
entienden.
La fe cristiana es una fe revelada, Dios se reveló
primero al pueblo de Israel y la plenitud de la
revelación llega con Cristo. La Iglesia conserva y
transmite la fe, es fiel a las escrituras, a la tradición y
no a la última moda que llega.
El primer paso para conocer nuestra fe es saber y
meditar el Credo. Al “Credo corto” se le llama
también “Símbolo de los Apóstoles, porque es
considerado el resumen fiel de la fe de los apóstoles.
Es un signo de identificación y comunión entre los
creyentes, nos recuerda lo que creemos los
cristianos.
LA RESPUESTA HUMANA
Por la fe, el hombre da su asentimiento, con todo su
ser, a Dios que se revela. Obedecer en la fe es
someterse libremente a la palabra escuchada,
Introducción a la fe
porque está garantizada por Dios. Abraham es el
modelo de creyente que nos propone El Antiguo
Testamento.
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El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes
y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te
mostraré. Haré de ti una nación grande, y te
bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una
bendición. Bendeciré a los que te bendigan y
maldeciré a los que te maldigan;¡por medio de ti
serán bendecidas todas las familias de la tierra!»
Abram partió, tal como el Señor se lo había
ordenado, y Lot se fue con él. Abram tenía setenta y
cinco años cuando salió de Jarán. (Gn 12, 1-4)
Abrahán se fío de Dios, dejó su tierra, su familia, la
casa de tu padre, y se fue sin saber donde iba,
confiando en la promesa que Dios le había hecho.
Una tierra, y descendencia tan incontable como el
polvo de la tierra, y las estrellas del cielo. Por esta fe,
Abrahán es el Padre de la fe, querido y amigo de
Dios.
La Virgen María es la más perfecta creyente. Cree el
anuncio del ángel porque nada es imposible para
Dios y obedece diciendo “He aquí la esclava del
Señor, hágase en mí según tu palabra”, por eso
Isabel puede decirle “Dichosa la que ha creído que se
cumplirían las cosas que le han sido dichas de parte
de Dios” (Lc 1, 37, 38, 45).Y María permanece fiel
durante toda su vida, también al pie de la cruz.
Abraham obedece a Dios y Dios cumple su promesa,
es el padre de un pueblo numeroso, el padre de los
creyentes. María obedece y todas las generaciones la
llaman bienaventurada.
Los santos han comprendido y han vivido la fe, “Amo
y respeto todas las religiones, pero estoy enamorada
de la mía”. (M. Teresa de Calcuta).
ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE LA FE
¿Si la fe es tan necesaria para nosotros, por qué
Dios no la impone a todos para que se salven y
puedan estar con Él en la Vida Eterna?
El hombre, al creer, debe responder voluntariamente
a Dios; nadie debe estar obligado contra su voluntad
a abrazar la fe. En efecto, el acto de fe es voluntario
por su propia naturaleza".
Cristo en su vida terrena invitó a la fe y a la
conversión, pero no forzó jamás a nadie. "Dio
testimonio de la verdad, pero no quiso imponerla por
la fuerza a los que le contradecían. Pues su
reino...crece por el amor con que Cristo, exaltado en
Introducción a la fe
la cruz, atrae a los hombres hacia Él" (CIC 160)
¿Quién puede interpretar la fe?
La tarea de interpretar auténticamente la fe ha sido
encomendada al Magisterio de la Iglesia (Concilio
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Vaticano II, DV 10) Jesús dijo a sus apóstoles. “El que
a vosotros escucha a mí me escucha.”
Según el Catecismo, catequesis quiere decir educar
en la fe. Los apóstoles, después de Pentecostés y
antes de evangelizar el mundo, formularon con
certeza un sumario de las verdades esenciales que
Cristo les había confiado.
¿La fe se contrapone a la ciencia? ¿La ciencia puede
oponerse a la fe?
"A pesar de que la fe esté por encima de la razón,
jamás puede haber desacuerdo entre ellas. Puesto
que el mismo Dios que revela los misterios y
comunica la fe ha hecho descender en el espíritu
humano la luz de la razón, Dios no podría negarse a sí
mismo ni lo verdadero contradecir jamás a lo
verdadero"(CIC 159).
"Por eso, la investigación metódica en todas las
disciplinas, si se procede de un modo realmente
científico y según las normas morales, nuca estará
realmente en oposición con la fe, porque las
realidades profanas y las realidades de fe tienen su
origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu
humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar
lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como
guiado por la mano de Dios, que, sosteniendo todas
las cosas. (GS 36,2).
Aunque sea un tópico que está en la calle y muchas
veces en los medios de comunicación se quiera
presentar la fe como contrapuesta a la ciencia y a la
razón, vemos pues que no lo están. En la vida real,
vemos que cultura y fe no van unidas ni tampoco en
contra, hay personas creyentes cultas e incultas y lo
mismo pasa con los no creyentes.
¿La fe se puede perder? ¿Dios te puede quitar el
don de la fe?
La fe es un don gratuito que Dios hace al hombre.
Este don inestimable podemos perderlo; S. Pablo
advierte de ello a Timoteo: "Combate el buen
combate, conservando la fe y la conciencia recta;
algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la
fe" (1 Tm 1,18-19).
Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe
debemos alimentarla con la Palabra de Dios;
debemos pedir al Señor que la aumente( Mc 9,23 -
24; Lc 17,5; 22,32); debe "actuar por la caridad" (Ga
5,6; cf.St 2,14-26), ser sostenida por la esperanza (cf.
Rom 15,13) y estar enraizada en la fe de la Iglesia.
Hay un refrán que dice: “Si no vives como crees,
acabarás creyendo como vives”.
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¿La fe es un sentimiento íntimo de cada persona?
¿Por qué hacerlo público? ¿Cada uno puede
responder de su fe a solas delante de Dios?
La fe es un acto personal: la respuesta libre del
hombre a la iniciativa de Dios que se revela. Pero la
fe no es un acto aislado. Nadie puede creer solo,
como nadie puede vivir solo. Nadie se ha dado la fe a
sí mismo, como nadie se ha dado la vida a sí mismo.
El creyente ha descubierto la fe por otro y debe
transmitirla a otro. Nuestro amor a Jesús y a los
hombres nos impulsa a hablar a otros de nuestra fe.
Cada creyente es como un eslabón en la gran cadena
de los creyentes. Yo no puedo creer sin ser sostenido
por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a
sostener la fe de los otros. (CIC. 166)
¿Por qué cuesta a veces tanto vivir nuestra fe?
"Caminamos en la fe y no en la visión" (2 Cor 5,7), y
conocemos a Dios "como en un espejo, de una
manera confusa,...imperfecta" (1Cor 13,12).
La fe puede ser puesta a prueba. El mundo en que
vivimos aparece con frecuencia muy lejos de lo que
la fe nos asegura; las experiencias del mal y del
sufrimiento, de las injusticias y de la muerte parecen
contradecir la buena nueva, pueden estremecer la fe
y llegar a ser para ella una tentación. (164 catecismo)
La vida del cristiano es siempre contracorriente. La
tentación de “facilitar” la vida de fe, acomodándola,
suprimiendo verdades, ha sido una constante en la
historia de la Iglesia, haciendo surgir otros
cristianismos más facilitados. La FE es don de Dios a
los que le buscan sin limitaciones. El amor es la única
medida.
CRECER EN FE
El papa Benedicto XVI en “Porta Fidei” nos invita a
crecer en la fe, y nos dice que la manera de hacerlo
es
1. Creyendo, abandonándonos en el amor de
Dios, no podemos olvidar los sacramentos
ni la oración.
2. También nos invita a confesar nuestra fe
recitando el Credo, los primeros cristianos
lo sabían de memoria y les servía de oración
cotidiana.
3. Para conocer mejor los contenidos de
nuestra fe nos será de mucha utilidad el
catecismo, leerlo, reflexionarlo, estudiarlo..
4. Testimoniar la fe amando , como nos dice el
apóstol Santiago “Muéstrame esa fe tuya sin
obras, y yo con mis obras te mostraré la fe”
(St 2, 18)
Todo esto nos llevará a convertirnos más a Cristo,
que es lo que busca el papa al proclamar el año de la
fe.
¿CÓMO ORAR?
Las distintas maneras de orar nos van a hacer
conocer y vivir mejor nuestra fe:
.
o Oración de alabanza. Reconocer quien es
quien. (Creador, Salvador, Eucaristía, …)
o Oración de meditación. Descubrir como es.
Contemplación de su obra, de Jesús.
o Oración de adoración. Amar. Dejarse llevar.
Es el secreto de todo. Enamorarse.
o Oración de entrega. Corresponder. Nuestra
vida es ofertorio de propósitos y realidades.
o Oración de petición. Petición. Por su infinita
misericordia.
“El fruto del silencio es la oración. El fruto de la
oración es la Fe. El fruto de la Fe es el Amor. El fruto
del Amor es el servicio”. (Teresa de Calcuta)
CUANDO ORES, hazlo con la lectura del Génesis 12,
1-4. Hoy el Señor te llama a ti por tu nombre, como
lo hizo con Abrahán. Escucha su voz. ¿Qué le
respondes?
Ministerio de formación.
Sacado del Catecismo de la Iglesia Católica y de la
encíclica Porta FIdei
PREGUNTAS PARA LA REFLEXION
1. ¿Qué sabes del año de la fe?
2. Cuando rezas el Credo ¿lo entiendes bien?
3. ¿Sobre qué aspectos de la fe necesitas saber
más?
Introducción a la fe