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Aprendamos de las hormigas

Una tarde estaba jugando en el patio con mi nieta Isabella Joelie. De pronto se quedó
muy atenta mirando una columna de hormigas que trabajaban muy diligentemente.
Isabella hizo el intento de tocarlas con la mano, pero le advertí que podrían picarla. Me
miró con una sonrisa y preguntó: ¿Qué están haciendo?” Mi respuesta fue, están
buscando comida para llevarla a sus hijos. De momento, no hubo más preguntas ni la
angustia de mi parte de encontrar respuestas sencillas para una niñita de casi dos años.
Sin embargo, volví a pensar en las hormigas y me di cuenta que son unas creaturas
realmente increíbles. Me acordé de un versículo de la Biblia que dice: Vé a la hormiga,…
observa sus caminos y sé sabio. Ella no tiene jefe, ni comisario, ni gobernador; pero
prepara su comida en el verano, y guarda su sustento en el tiempo de la siega
(Proverbios 6:6-8). Y más adelante le vuelve a recordar al lector que: “las hormigas,
pueblo no fuerte, pero en el verano preparan su comida” (Proverbios 30:25).
Del estilo de vida de las hormigas uno puede aprender muchas cosas. Comencemos
diciendo que están bien organizadas, son trabajadoras incansables y diligentes. Ellas
usan sus nidos para guardar su comida para las estaciones cuando será más difícil
conseguirla. En lugares en los cuales el invierno es muy frío y extenso las hormigas
construyen nidos grandes y muy profundos debajo de la tierra para almacenar todo lo
que pueden para esa temporada y para proteger a su familia de las inclemencias del
tiempo. Las hormigas “piensan” en el futuro; en la estación de bajos ingresos
alimenticios “planifican” para las necesidades futuras de su colonia.
Cuando una hormiga “exploradora” encuentra una fuente de comida, traza un camino
para que las “obreras” puedan seguirlo fácilmente.
Usted puede ver una columna de hormigas que marchan sin cesar yendo y viniendo
desde su nido hasta la fuente de comida. Muchas veces uno las observa llevar
materiales que son más grandes que ellas y que sin duda pesan el doble que ellas. Si
encuentran un obstáculo en su trabajo, buscan cómo pasar ya sea por un lado, por el
otro o por encima; si el obstáculo lo demanda las hormigas llaman a las “reservas” para
que lo quiten del camino. Son un ejemplo formidable de trabajo en equipo y de
diligencia sin paralelo. Frente a la crisis económica que muchas familias –quizá la suya
también—es muy sabio que aprendamos de las hormigas para descubrir algunas
estrategias y tácticas para hacerle frente.

La primera lección y la más fundamental es la organización. Organización es la clave del


éxito. Usted y yo debemos organizar los lugares, alacenas o bodegas en las cuales

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guardamos los alimentos de esa manera se puede fácilmente reconocer lo que se tiene
y lo que hace falta. Los closets, armarios o roperos deben estar organizados también.
Segunda lección, constantemente debemos estar buscando dónde venden lo que
necesitamos a los precios más bajos y de la mejor calidad. La calidad y el precio no son
conceptos opuestos, es asunto de diligencia en buscar. Cuando encuentra un buen
lugar, comparta la información con otros miembros de su familia, con sus vecinos, con
los miembros de su iglesia o congregación. De esa manera, usted inicia una red de
relaciones y cuando ellos encuentren un buen lugar estarán dispuestos para compartirlo
con usted.
La tercera lección es planificar con anticipación. Haga un presupuesto de gastos que
sea ligeramente menor que sus ingresos. Piense en eventos, celebraciones, fiestas,
cumpleaños y días feriados cuando necesitará más alimentos. Recuerde que sus hijos
están creciendo y van a necesitar más ropa, otros zapatos y otros juguetes. Con su red
de comunicaciones puede encontrar cosas en buen estado, útiles que puede comprar a
bajo precio o por intercambio. Por supuesto nunca salga de compras de comida o
cualquiera otra cosa sin su lista en la mano y con el número exacto de lo que puede
gastar (contante y sonante) en esas cosas. ¡Jamás compre a crédito! Si leyó bien. Ni una
sola deuda más que la del pago mensual de su casa y o de su vehículo.

Larry Burkett, un buen consejero sobre finanzas, solía decir que muchas de las
decisiones que hacemos son motivadas por el miedo al futuro más que motivadas por la
confianza en Dios. Esto ocurre con las decisiones financieras. Muchas personas
permanecen en trabajos que tienen miedo de cambiar. Algunas familias viven muy
sacrificadas y con un exceso de “tacañería” pensando en el futuro y en los años de su
jubilación solamente. Tienen miedo del futuro. Es por ese miedo que algunas personas
le roban el diezmo a Dios y otros cometen actos ilegales que dañan su buen nombre o a
otras personas. El resultado es un estilo de vida destructivo para la familia y una
creciente separación de Dios.

Siga el consejo de la Palabra de Dios


Estamos viviendo en una generación orientada por las cosas materiales. Las prioridades
se establecen por lo que deseamos más que por lo que necesitamos. Cuando no
podemos satisfacer nuestros deseos nos desanimamos buscamos salidas falsas. Pero me
apresuro a decirle que la respuesta a nuestras necesidades fundamentales como la

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comida, el vestuario y el techo son el principal interés de Dios a favor nuestro. Jesús
dijo:
“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué
habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más
que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que
no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las
alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas? 27 ¿Quién de vosotros
podrá, por más que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 ¿Por qué os
afanáis por el vestido? Mirad los lirios del campo, cómo crecen. Ellos no trabajan
ni hilan; 29 pero os digo que ni aun Salomón, con toda su gloria, fue vestido como
uno de ellos. 30 Si Dios viste así la hierba del campo, que hoy está y mañana es
echada en el horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? 31
“Por tanto, no os afanéis diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué beberemos?’ o
‘¿Con qué nos cubriremos?’ 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero
vuestro Padre que está en los cielos sabe que tenéis necesidad de todas estas
cosas. 33 Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana,
porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal.
Mateo 6:25-34

De estas palabras de Jesucristo aprendemos unas verdades sustentadores de la vida y la


felicidad tanto suya como de su familia. Veamos:
1. “La vida es más…” lo más importante no es tener cosas, por básicas que sean, como
la comida y el vestuario; lo más importante es que usted viva. Viva plenamente.
Disfrute la vida. Aprenda a vivir contento con lo que tiene. Eso no significa ser
conformista y no esforzarse por proveer lo mejor que pueda para su familia; significa
que la prioridad uno es vivir la vida.
2. “El cuerpo es más que el vestido”. Nuestra segunda responsabilidad es mantener
nuestros cuerpos sanos, alimentarnos correctamente, trabajar con empeño, hacer
ejercicio adecuado para mantener el cuerpo en forma y descansar y dormir según las
necesidades personales.
3. “El Padre celestial sabe que tenemos necesidad de estas cosas”. Sí, Dios sabe que
necesitamos comida, ropa, techo y otras cosas. Por lo tanto, podemos confiar en él
que así como cuida de las aves, de las plantas (y de las hormigas) cuidará también de
usted y de su familia.
4. “Busque primero el reino de Dios y su justicia”. Aquí nos encontramos frente a dos
grandes prioridades de la vida: buscar el reino de Dios y buscar la justicia. ¿Qué
quiere decir? Primero, quiere decir que usted debe permitir que Dios sea el rey, el
soberano y señor de su propia vida. Esto se hace entregando nuestro corazón,
nuestra mente y todo nuestro ser a Jesucristo como Salvador y Señor. Pidiéndole el

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perdón de nuestros pecados, rogándole que nos limpie y que nos haga una nueva
criatura en Cristo. Además, significa que en todas las decisiones que debamos hacer
buscaremos que Dios reine, que él sea honrado y que esté contento con lo que nos
disponemos a hacer.
Segundo, quiere decir que usted debe buscar el mayor bienestar para quienes le
rodean. De eso se trata la justicia, no de pelear por nuestros derechos, sino de
reconocer, respetar y luchar por los derechos y el bienestar de otros. Algunas veces,
luchar por otros, puede requerir el sacrificio de nuestros derechos personales. Así lo
hizo Jesús, dio su vida para que nosotros pudiéramos tener una vida abundante.
5. “No se afane por el día de mañana”. Es decir no trate de llevar hoy las cargas,
preocupaciones y realidades del mañana. ¡Viva hoy! Viva hoy como si fuera el último
día de su vida. Dios ya sabe cuántos años usted va a vivir y cuál será exactamente el
último día de su vida. Por lo tanto, manténgase unido a Dios, dependa de él día tras
día, uno por uno. Recuerde el consejo del apóstol Pablo: Orad sin cesar; dad gracias
en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús. 1
Tesalonicenses 5:17, 19

Este libro ha sido preparado para proveerle unas estrategias para enfrentar la crisis
económica por la cual están atravesando muchas familias. La idea es poner en práctica
algunas lecciones que aprendemos de la Palabra de Dios, la Biblia, y de mis amigas las
hormigas del patio de mi casa o de la suya.

[1650 palabras]

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