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• ILUSIONES GEOMETRICAS
FEBRERO 2004
5,50 EURO
EL EPISODIO DE IMPACTO
DE CHICXULUB
AGUJEROS NEGROS
EN CONDENSADOS DE BOSE-EINSTEIN
LA NUEVA LUNA
BORRADO CUANTICO
ULUGH BEG
00329
9 770210 136004
6
Febrero de 2004 ¿Existen las razas?
Número 329 Michael J. Bamshad
y Steve E. Olson
32 13
CIENCIA Y SOCIEDAD Ilusiones geométricas
Importancia del suelo,
en el cultivo de caña de azúcar... Jacques Ninio
Origen de los perros Las distintas prioridades que el cerebro
del Nuevo Mundo... Cetonas... gestiona engendran una multitud de
Limpieza con láser.
ilusiones geométricas. La observación
nos las hace “ver” y la imaginación nos
incita a crearlas.
24
El episodio
38 de impacto
DE CERCA de Chicxulub
Pequeños parásitos del mar.
David A. Kring y Daniel D. Durda
El impacto que aniquiló los dinosaurios
desencadenó una oleada de incendios
que arrasaron los bosques de la Tierra.
40 83
CURIOSIDADES DE LA FÍSICA
La nueva Luna Manzanas que se atraen
Paul D. Spudis y cortinas de baño molestas,
por Wolfgang Bürger
Las recientes misiones a la Luna
han revelado que todavía hay mucho
por aprender del vecino más cercano
a la Tierra.
48
Agujeros negros en condensados de Bose-Einstein
Carlos Barceló y Luis J. Garay 86
Los condensados de Bose-Einstein nos ofrecen la posibilidad de experimentar
JUEGOS MATEMÁTICOS
Las ventajas de la solidaridad,
en laboratorios terrestres con “maquetas en miniatura” de objetos celestes por Juan M.R. Parrondo
tan esquivos como los agujeros negros.
88
IDEAS APLICADAS
59 Esquíes electrónicos,
por Mark Fischetti
Borrado cuántico
Stephen P. Walborn, Marcelo O. Terra
Cunha, Sebastião Pádua
y Carlos H. Monken
En mecánica cuántica cada historia
tiene dos caras, pero sólo se puede ver
una de ellas a la vez. Los experimentos
muestran que, al “borrar” una, aparece
la otra. 90
LIBROS
Islam, saber exacto...
Biotecnología...
68 Evolución de la meteorología...
Matemática.
Ulugh Beg
Bernhard Du Mont
Uno de los astrónomos más famosos
de Oriente en el siglo xv, este soberano
hizo construir en Samarcanda un gran
observatorio astronómico y realizó una
competente investigación del firmamento.
SCIENTIFIC AMERICAN
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EXECUTIVE EDITOR Mariette DiChristina
MANAGING EDITOR Ricki L. Rusting
NEWS EDITOR Philip M. Yam
SPECIAL PROJECTS EDITOR Gary Stix
SENIOR EDITOR Michelle Press
SENIOR WRITER W. Wayt Gibbs
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Graham P. Collins, Carol Ezzell, Portada: Alfred T. Kamajian
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ISSN 0210136X Dep. legal: B. 38.999 – 76
ELECTRONICA
El transistor emisor de luz
l creador del diodo emisor de luz, Nick Ulanyak, el di- bio, Holonyak, Feng y Hafez lo han maximizado para que
E señador del transistor bipolar más rápido, Milton Feng,
y Walid Hafez, estudiante de doctorado —tres generacio-
la base emita fotones infrarrojos. Es parecido a lo que
ocurre en los diodos emisores de luz, pero permite mo-
nes de ingenieros—, han anunciado la consecución del dular la luz de salida a velocidades mucho mayores. De
primer transistor emisor de luz. Se trata de un transistor momento, han logrado hacerlo a 1 MHz. Si se consiguie-
bipolar de heterounión de fosfuro de indio y galio y arse- sen velocidades mayores, y parece muy posible, el dis-
niuro de galio. En la base del transistor se recombinan positivo —que ofrece además de la nueva salida óptica
electrones y huecos —cargas positivas ligadas a la falta una electrónica— sería apto para su inclusión en chips,
de electrones—. Por lo general, el diseño persigue que se donde las conexiones conductoras entre los componentes
minimice este efecto, porque genera un calor inútil. En cam- podrían sustituirse, o combinarse, con conexiones ópticas.
VIDA EN EL ESPACIO
Agua potable
ste mismo mes publicamos un artículo donde se ha- Norte y en los cráteres Shoemaker y Faustini del Polo
E bla de que una estación lunar podría obtener el agua
que necesitase en la propia Luna. George Bush, por otra
Sur. Al recibirse en el observatorio ecos débiles, se con-
cluyó que no se había dado más que con roca lunar y
parte, anuncia el propósito de enviar de nuevo seres hu- polvo, que absorben la mayor parte del haz. La decep-
manos al satélite; la intención es que “vivan y trabajen ción de no haber encontrado depósitos potentes no quiere
allí durante períodos cada vez más largos”. Pero, aunque decir que no haya agua. El suelo podría contener crista-
se cumpliesen las palabras presidenciales, no parece les del tamaño de pelotas de golf. Pero si fuesen sólo
que los futuros astronautas pudie- como copos de nieve, recolectarlos
ran conseguir su agua lunar arran- sería difícil. Además, si hubiera ha-
cando pedazos de hielo de una masa bido agua por debajo de los dos me-
compacta. Los sondeos por radar tros de profundidad, la cantidad to-
de hace unos años dejaban abierta tal habría sido mucho mayor que los
la posibilidad de que hubiese depó- diez mil millones de toneladas que,
sitos semejantes a glaciares en las SHOEMAKER según se calcula en estos momen-
zonas sombreadas de los cráteres tos, posee la Luna, poco más que
cercanos a los polos. Los datos, una laguna. Con sólo esa cantidad,
BRUCE A. CAMPBELL Institución Smithsoniana
ASTROFISICA
Experimento mental
i cayéramos de pie en un agujero negro, experimentaría- el aro hacia arriba desde nuestros pies y hacia abajo desde
S mos una atracción más fuerte en el calcañar que en la
coronilla. Nos estiraría y estrujaría. En cualquier agujero
nuestra cabeza con su propia atracción gravitatoria, lo haría
en cada momento (si su masa y radio fuesen adecuados)
esférico y sin rotación, sólo pasarían 0,0904 segundos con una intensidad que contrarrestaría las cada vez mayo-
desde que la diferencia de aceleración entre la cabeza y los res fuerzas de marea del agujero. El intenso campo eléc-
pies empezara a desmembrarnos —cuando decuplicase g, trico del salvavidas cargado no nos afectaría si nos rodease
celeridad que imparte la gravedad en la una esfera conductora, una “jaula de
superficie de la Tierra— hasta que se Faraday”. Ahora bien, ese campo esti-
alcanzara el centro del agujero. Según mularía la producción de pares de
J. Richard Gott y Deborah L. Freed- electrones y positrones en el vacío al-
man, rodeándonos de un aro más pe- rededor del aro; éste atraería a los
sado que un asteroide podríamos de- electrones y repelería a los positrones,
morar el momento de la muerte. Esta hasta que se descargase. Con una
fantasía tiene el interés de mostrar masa del anillo del orden de una mi-
cómo se entrelazan diversos fenó- llonésima de la masa de la Tierra y un
INMUNOLOGIA
La resistencia al sida y la viruela
VIH
en Europa. La viruela, además, encaja mejor con la idea de que una Virus de la viruela
mutación permanecerá en el acervo génico si proporciona alguna ven-
taja: la peste bubónica desapareció del mundo hace 250 años; la vi-
ruela, sólo hace 26. Además, el agente de la peste es una bacteria,
mientras que el VIH es un virus de ARN.
—Charles Choi
M
ire a su alrededor, en una calle de minado “negro” en EE.UU., por ejemplo, podría
cualquier gran ciudad. Verá una mues- ser considerado “blanco” en Brasil y “coloreado”
tra de la variedad externa que reina (una categoría distinta de “negro” y “blanco”) en
entre los seres humanos: tonos de piel Sudáfrica.
lechosos y oscuros, texturas de pelo Sin embargo, las definiciones ordinarias de las
finas y lisas, gruesas y crespas. A partir de ca- razas generan en ocasiones grupos que se corres-
racterísticas físicas como éstas, del origen ge- ponden bastante bien con propensiones genéti-
ográfico y de la cultura, las personas se agrupan cas a sufrir ciertas enfermedades. La anemia
en “razas”. Pero, ¿qué validez tiene, desde un falciforme, por ejemplo, se da sobre todo en
punto de vista biológico, el concepto de raza? personas de ascendencia mediterránea o africana,
¿Informan acerca de la constitución genética de mientras que la fibrosis quística abunda bas-
un individuo las características físicas, más allá tante más entre las de ascendencia europea. Según
de indicarnos que posee genes determinantes de varios estudios —cuyos resultados no están exen-
ojos azules o del pelo rizado? tos, en absoluto, de controversia—, los negros
Entre otras razones, el problema resulta com- norteamericanos responden peor que otros gru-
plicado porque los criterios de pertenencia a una pos a determinados fármacos indicados en car-
raza varían de una región a otra. Alguien deno- diopatías.
ASIATICOS
60 % Alu del cromosoma 1
EUROPEOS 50 % Alu del cromosoma 7
Y NORTEAFRICANOS (10 % ambos)
75 % Alu del cromosoma 1
50 % Alu del cromosoma 7
(25 % ambos)
en cada individuo. De los datos ob- grupos contaban sólo con individuos A. Rosenberg y Jonathan K. Prit-
tenidos, eliminamos luego las seña- del Africa subsahariana; uno de ellos chard, por entonces en el laborato-
les identificadoras (lugar de origen estaba constituido nada más que por rio de Marcus W. Feldman, de la
y grupo étnico), para clasificar a pigmeos mbuti. El tercer grupo lo Universidad de Stanford, se valie-
las personas en grupos de acuerdo conformaban individuos proceden- ron de unos 375 polimorfismos STR
con un solo criterio: la información tes de Europa; de Asia oriental, el (“short tandem repeats”, “repeti-
genética. cuarto. Resultó que necesitábamos ciones seriadas cortas”) para abor-
Se crearon así cuatro grupos dis- 60 polimorfismos Alu para asignar, dar un millar largo de personas de
tintos. Cuando restituíamos las eti- con un 90 % de seguridad, a los in- 52 grupos étnicos de Africa, Asia,
quetas de identificación para ver si dividuos a su continente de origen; Europa y América. De acuerdo con
NADIA STRASSER
la asignación de cada individuo a para alcanzar casi el 100 % de se- la variación de sus frecuencias, dis-
un grupo guardaba correlación con guridad, se requerían unos 100 Alu. tinguieron cinco grupos diferentes,
las designaciones habituales de raza Se han obtenido resultados simi- cuyos antepasados quedaron sepa-
o etnia, observamos que dos de los lares en otras investigaciones. Noah rados por océanos, desiertos o mon-
La raza humana
individuo. distinta. En este caso, la selección
Estos estudios demuestran que los natural exagerará algunas diferen-
análisis genéticos pueden distin- cias entre los grupos, de manera que
guir grupos de personas según su
origen geográfico. Sin embargo, han
de interpretarse con mucho cuidado.
C abe, pues, agrupar, en términos
muy generales, a las personas
gracias a los datos genéticos. Pero,
a simple vista parezcan más dese-
mejantes de lo que en realidad son.
Puesto que el color de piel y otros
Los grupos que menos costaba sin- ¿concuerdan las razas, conforme a rasgos vienen condicionados por la
gularizar eran los más separados geo- su definición ordinaria, con agru- selección natural, no reflejan nece-
gráficamente; presentaban la mayor paciones genéticas? En algunos ca- sariamente los procesos poblacio-
variabilidad genética intergrupal. sos sí, pero frecuentemente no. Por nales que han ido conformando la
Cuando Bamshad y sus colabora- ejemplo, el color de la piel o los distribución de polimorfismos neu-
dores utilizaron 100 polimorfismos rasgos faciales —caracteres influi- tros (Alu o STR). Más aún, los ras-
Alu para encuadrar en un grupo pro- dos por la selección natural— se gos o polimorfismos afectados por
pio a los individuos del sur de la emplean de forma rutinaria para di- la selección natural tal vez sean ma-
India, vieron que mostraban mayor vidir a la humanidad en razas. Sin los indicadores de la pertenencia
afinidad con los europeos o con los embargo, grupos a los que la se- de un individuo a un grupo gené-
asiáticos. En otras palabras, los ha- lección natural ha dotado de carac- tico; quizá den a entender una re-
bitantes del subcontinente indio con- terísticas físicas similares pueden lación de parentesco genético donde
formaban un grupo genuino, sino exhibir bastantes diferencias gené- apenas existe.
que se repartían por otros grupos. ticas. Los individuos del Africa sub- Otro ejemplo de la dificultad que
entraña cualquier clasificación de
las personas nos lo ofrecen los es-
LAS ILUSTRACIONES tadounidenses. Allí, la mayoría de
las personas que se consideran afro-
americanas tienen unos antepasados
DEBEMOS A NANCY BURSON, artista neoyorquina, las fotografías bastante recientes en Africa occi-
alteradas que ilustran este artículo. Para su creación se ha servido dental; los naturales de esa región
de un dispositivo de su invención, al que llama “máquina de las razas exhiben en general unas frecuencias
humanas”. La máquina toma una fotografía de un individuo (en este
caso una mujer blanca) y añade o quita diversos rasgos externos de
polimórficas que difieren de las de
la identidad racial; se muestra así qué aspecto tendría si perteneciese europeos, asiáticos y aborígenes nor-
a otra raza. Se propone así subrayar lo que de común tiene la huma- teamericanos. Sin embargo, la pro-
nidad. El aspecto externo dice poco de la constitución genética global porción de variación genética que
de una persona. La máquina de las razas humanas fue una de las comparten afroamericanos y africa-
atracciones más populares del Domo del Milenio, en Londres. nos occidentales dista de ser uni-
forme, ya que durante siglos los
afroamericanos se han mezclado con
grupos originarios de otras partes
de Africa y de fuera de Africa.
En los últimos años, Mark D.
Shriver, de la Universidad estatal de
Pennsylvania, y Rick A. Kittles, de
la Universidad Howard, han defi-
nido un conjunto de polimorfismos
para evaluar, con él, la fracción de
los genes de un individuo origi-
nada en cada región del continente.
Han encontrado que la contribu-
CORTESIA DE NANCY BURSON
AAAGAAAGAAAG AAAGAAAGAAAGAAAGAAAGAAAGAAAGAAAG
ADN
Africanos
Porta entre 6 y 8
Porta entre dos y tres unidades de repetición:
unidades de repetición: de probable linaje
de probable linaje africano europeo o mesooriental
2 3 4 5 6 7 8
Número de repeticiones en un cromosoma
clusivamente europeo. Según los frecuencia parece haber aumentado células; por eso, quienes carecen
cálculos de Shriver, un 30 % de los gracias a que protegían de enfer- de tales receptores resisten la in-
estadounidenses que se consideran medades arraigadas en Africa y fección del virus del sida. Este po-
a sí mismos “blancos” tiene menos Europa. Los individuos que here- limorfismo del gen del receptor
del 90 % de ascendencia europea. dan una sola copia del gen de la ane- CCR5 se encuentra, casi exclusiva-
Por tanto, la autoasignación de an- mia falciforme presentan resisten- mente, en grupos procedentes del
tepasados no predice con fiabilidad cia a la malaria; los que heredan nordeste de Europa.
la composición genética de un gran una sola copia del gen de la fibro- Diversos polimorfismos de CCR5
número de estadounidenses. En re- sis quística están menos expuestos no evitan la infección, pero modi-
sumen, el concepto habitual de raza a la deshidratación producida por el fican la frecuencia con que su curso
no siempre refleja la composición cólera. Los síntomas de esas dos deriva hacia el sida y la muerte.
genética de los individuos. enfermedades genéticas sólo se ma- De éstos, algunos ejercen efectos si-
nifiestan en los individuos que han milares en poblaciones diferentes;
heredado dos copias de la mutación otros sólo alteran la velocidad de
Efectos de la pertenencia (una del padre y otra de la madre). la progresión de la enfermedad en
a un grupo
La variabilidad genética interviene grupos determinados. Por ejemplo,
también en la susceptibilidad indi- uno de los polimorfismos se asocia
vidual a uno de los flagelos de nues- a la propensión a ralentizar la en-
lud. Las mutaciones responsables de CCR5 en la superficie de sus célu- tribuir a la gente en grupos.
la anemia falciforme y ciertos ca- las. La mayoría de las cepas del vi- En estos y otros ejemplos un po-
sos de fibrosis quística son el re- rus del sida (VIH-1) se unen a los limorfismo repercute, de manera
sultado de cambios genéticos cuya receptores CCR5 para entrar en las apreciable en el curso de una pa-
Raza y medicina
sultaban poco eficaces en ese mismo
tipo de pacientes. En otro artículo, Bibliografía complementaria
el equipo dirigido por Neil Risch, MAPPING HUMAN HISTORY: GENES,
Jacques Ninio
E
l cerebro es geómetra notable. Resuelve, por mucho, los caracteres conservan su forma y su legibi-
métodos misteriosos todavía, los problemas lidad, a pesar de que la proyección sobre la retina ha
de geometría que plantea la comprensión de experimentado compresiones enormes. El cerebro, sin
las formas y las relaciones espaciales. Lo aparente esfuerzo, ha efectuado las anamorfosis inver-
hace automáticamente, con la rapidez del sas con el fin de restituir a las letras su forma habitual.
rayo, sin que nos percatemos del trabajo lle- Las líneas paralelas (por ejemplo, las líneas de se-
vado a cabo. Su capacidad para apreciar defectos ín- paración de los ladrillos de un muro), vistas bajo una
fimos de alineación y de paralelismo, o diminutas va-
riaciones de longitud y curvatura, resulta excelente.
En tareas de comparación, alcanza sensibilidades del
uno por ciento en la apreciación de discrepancias e
incluso mejores.
Junto a este nivel de exigencia geométrica, la per-
cepción visual da pruebas de una flexibilidad muy no-
table. En la lectura, por ejemplo, el cerebro discierne
los trazos de un texto manuscrito entre la multitud de
sus variantes y nos permite reconocer un rostro a pe-
sar del sinfín de sus expresiones o de sus alteraciones
por la edad.
La visión adquiere las informaciones geométricas por
múltiples vías. Cuando nos desplazamos, la imagen
del mundo exterior que se proyecta en la retina se mo-
difica. El cuerpo avanza, la cabeza sube y baja con
respecto al cuerpo, los ojos efectúan movimientos ex-
ploratorios. Ciertos elementos de la escena se mueven
también. Nos será necesario deducir, a partir de esta
riada de información óptica, en qué dirección nos mo-
vemos, determinar qué elementos del ambiente se en-
cuentran fijos y cuáles en movimiento, comprender su
disposición geométrica e identificar las formas. La
misma escena, fijada en un fotograma, obedecería a 1. SOMBRAS Y RELIEVE. El motivo repetido de esta figura, am-
las leyes de la perspectiva lineal, pero nada obliga al pliado en el centro, corresponde a esos botones que, en las pan-
cerebro a extraer del flujo visual representaciones que tallas de ordenador, remedan una superficie resaltada o hundida,
obedezcan a las leyes de la perspectiva, lo cual, por en la que se inscribe una opción. El motivo se ha reproducido, muy
cierto, no realiza: ¡tiene otras prioridades! ampliado, en el centro. El relieve se invierte al girar la página 180
grados. Si partimos de lo alto, y hacemos el recorrido de los mo-
tivos de las dos coronas, por la derecha o por la izquierda, llega
Mecanismos de corrección un momento en que la interpretación bascula: el resalte se torna
en hueco, o recíprocamente. Podemos entonces volver hacia lo
alto, “pensando ver” en hueco el mayor tiempo posible. Se com-
E n primer lugar, como ocurre también en el caso del
contraste, nuestra representación de lo real busca prueba igualmente que un mismo botón es susceptible de ser juz-
JACQUES NINIO
hacernos captar las propiedades permanentes de las co- gado como depresión o como resalte. El prejuicio del cerebro res-
sas, más que su aspecto momentáneo. Aunque incline pecto a la posición de la fuente de luz responsable de las luces y
usted la página que está leyendo, aun cuando la incline las sombras no es, pues, demasiado estricto.
a b
c d
6. INCERTIDUMBRE DE ORIENTACION. La ilusión de Münsterberg, tener fuerte contraste, mientras que los cuadrados del otro sis-
a, data de 1897; anterior, pues, a la espiral de Fraser descu- tema presentan un aspecto desvaído. El carácter ilusorio de es-
bierta en 1908. Las líneas grises, de mortero, que separan los tas diferencias de contraste se comprueba girando la página
ladrillos, son todas ellas paralelas, pero no lo parecen. Al igual 90 grados. Abajo a la izquierda, c, el cuadrado texturado pa-
que en la espiral de Fraser, la percepción de la orientación pa- rece hallarse inclinado. De forma general, las rectas paralelas
rece depender del contraste con el ambiente local. Arriba y a que inciden en otra formando un ángulo pequeño (alrededor de
la derecha, b, las diagonales grises parecen doblarse en senti- 22 grados) hacen que esta última pivote en el sentido de aumen-
dos opuestos, según que atraviesen a los cuadrados de bandas tar el ángulo de incidencia. Abajo a la derecha, d, vemos orga-
verticales o a los de bandas horizontales (conviene examinar la nizarse alineaciones que forman un ángulo pequeño con la ho-
JACQUES NINIO
figura de arriba abajo para apreciar mejor la diferencia). Muchos rizontal, asociando elementos alargados, alternativamente blancos
lectores serán igualmente sensibles a un segundo efecto, inde- y negros. Estas bandas parecen ondulantes, pese a ser com-
pendiente del primero: uno de los sistemas de bandas parece pletamente rectas.
tancia es mínima, que en las extre- las sombras en función de las fuen-
midades, más lejanas. tes de luz primarias y secundarias.
De atender a esta lógica, que es Tanto el éxito de los procedimien-
la de la perspectiva curvilínea, un tos antiguos como el de los más re-
dibujo realista daría al inmueble un cientes implican que el cerebro
aspecto ovalado, no rectangular. La “sabe” suficiente geometría para
perspectiva rectilínea corresponde a resolver el problema inverso: la ex-
una visión “fotográfica”, en la que tracción de la forma de los objetos
el ojo permanece fijo e inmóvil. La a partir de los indicios que propor-
perspectiva curvilínea corresponde cionan las luces y las sombras. Una de una variación local del color o
a una toma móvil, en la que el ojo de las dificultades que esta tarea de la reflectancia de la propia su-
se vuelve sucesivamente hacia cada entraña es que, a menudo, las imá- perficie.
porción que ha de ser evaluada. genes no hacen figurar las fuentes Una sombra yacente sobre una su-
La obtención de una adecuada re- luminosas, cuya posición no se co- perficie denota, por ejemplo, la pre-
presentación perceptiva del espacio noce bien. sencia de otra superficie que se in-
y de las formas es, así pues, mucho La relativa claridad de una por- terpone entre la primera y la fuente
más delicada de lo que comúnmente ción de superficie indica que se en- de luz. Las sombras sirven, así, para
se cree. En ocasiones vemos una ilu- cuentra próxima de la fuente de luz dotar de profundidad a las superfi-
sión donde sólo hay una deficiente o que se halla orientada de tal modo cies. En esta operación, el cerebro
destreza en el análisis de formas que encamina la luz hacia el ojo conjetura la dirección de la fuente
(véase la figura 3a). Las ilusiones del observador, salvo que se trate de luz: la sitúa hacia lo alto de la
geométricas no son aberraciones de
la visión, sino, más bien indicios de
una geometría perceptiva efectuada
a instancia nuestra por conjuntos de
neuronas cerebrales.
Además de las ilusiones asocia-
das a la percepción del tamaño, exa-
minaremos las ilusiones de orien-
tación y las nacidas de la proyección
de una figura del espacio sobre un
dibujo. Trataremos, por último, de
explicar algunos de los principios
que sustentan estas ilusiones, cuyo
estudio revela algunos procesos neu-
ronales que participan en nuestra
percepción.
Inversiones
8. LAS MESAS DE SHEPARD. Los tableros de ambas mesas, y sus enlosados, admi-
ten una superposición exacta. En una interpretación perspectivista, la mesa de la de-
D esde el siglo XV los pintores han
logrado crear excelentes efec-
tos de volumen plasmando reflejos
recha es más ancha y la de la izquierda, más larga, porque nosotros imaginamos que
están representadas en profundidad. La impresión de divergencia hacia el fondo de la
sobre metal, vidrio o madera bar- imagen se justifica por el deseo de agrandar lo lejano. Al dar la vuelta a la página,
nizada, mediante la delicada gra- las mesas se tornan divergentes hacia abajo, como si, estando suspendidas del techo,
dación de sombras y luces sobre la fueran sus partes bajas en el dibujo las más alejadas. La diferencia de forma (tablero
JACQUES NINIO
piel de sus personajes. En nuestros ancho/tablero alargado) se mantiene en todas las orientaciones. Esta ilusión se ob-
días, los infografistas disponen de serva asimismo —aunque de forma atenuada— con dos simples paralelogramos sin flo-
útiles que calculan los reflejos y rituras, dispuestos según la configuración de los dos tableros representados.
de orientaciones
cil que se produzca una inversión cos blancos se hallan sobre un fondo
de relieve, según queramos ver la oscuro y los negros sobre un fondo
imagen. claro, mientras abajo sucede a la
Las cosas se complican cuando
se da una interposición y aparece so-
bre la imagen una línea de contorno
C on independencia del problema
de la apreciación de la orien-
tación exacta de una línea —si es
inversa. El valor del contraste lo-
cal decide, según el caso, la sepa-
ración o la unión de lo blanco y lo
que separa un objeto situado en pri- posible, en el espacio— se requiere negro. Los errores de orientación
mer plano de otro situado en el fondo saber ya por dónde pasa la línea, lo se observan en numerosos motivos,
en segundo plano. En este caso, cada que a veces resulta menos sencillo que son, casi siempre, motivos vi-
JACQUES NINIO
punto del contorno corresponde a de lo que se cree. Comparemos un sualmente cargados con redes de
dos puntos de la escena, situados damero cuyas casillas estén alinea- líneas paralelas o que tienen orien-
uno detrás del otro, a dos diferen- das verticalmente con el mismo da- taciones parecidas (figura 6).
de geometría pura
I ncluso los dibujos de extrema sim-
plicidad pueden ocasionar erro-
res de apreciación, que afectan a la
orientación de líneas, su alineación d e f
y su curvatura o a las relaciones de
dimensión entre diferentes partes de
una figura (figuras 9-13). El campo
es muy amplio; con un poco de sen-
tido de la observación se aprecian
por doquier ilusiones geométricas;
con imaginación, se las crea en pro- 10. ILUSION DE ZÖLLNER. Los bloques de tres segmentos paralelos parecen separarse
fusión. Podemos distinguir dos ni- por arriba y aproximarse por abajo (a). La ilusión se aprecia de forma atenuada al eli-
veles de explicación. minar los ejes (b). En cierta variante (Ninio y O’Regan), dos bloques idénticos no pa-
En el plano de la función desem- recen ser la prolongación exacta uno de otro (c). El desplazamiento percibido en esta
peñada, está claro que el cerebro le- ilusión se encuentra muy próximo del percibido en la configuración a, lo que indica
vanta sus planos geométricos y cons- que la ilusión de Zöllner no puede justificarse en términos de repulsión entre dos blo-
truye sus representaciones atendiendo ques simétricos. Se podrían invocar los efectos de una rotación individual de los blo-
a un “pliego de condiciones”. Los ques o de una transformación de tipo de cizalladura, que harían deslizarse las barri-
procedimientos que podría utilizar, tas en el sentido de la formación bloques más rectangulares; o, incluso de un efecto
aun siendo perfectamente legítimos de acordeón: una ampliación en una dirección perpendicular a las barritas. Según otra
y fiables en situaciones naturales, interpretación, la ilusión de Zöllner sería testimonio de una tendencia a acercar a 90
producen sin embargo resultados no grados el ángulo que forman las barritas y la gran barra mediana. ¿Por qué habría en-
deseados en el caso de las figuras tonces la ilusión de ir en el mismo sentido en la variante d? En la ilusión de los tra-
artificiales denominadas “ilusiones pecios (e), el trapecio central parece mayor que el situado bajo él, pero menor que el
geométricas”. Para Richard Gregory, suprayacente. Los lados oblicuos de los trapecios forman una configuración de tipo
que ha sistematizado ideas del si- Zöllner y la ilusión de los trapecios va en el sentido pronosticado por la de Zöllner.
glo XIX, en los dibujos se dan cier- El principio según el cual una forma que engloba habría de parecer mayor que la forma
tos motivos, típicos de configura- englobada se ve refutado en la ilusión de las medias lunas (f). La media luna englo-
ciones presentes en las imágenes en bante situada por encima parece menor que la englobada, situada bajo ella. Esta ilu-
perspectiva, donde dichos motivos sión se explica, en cambio, si la interpretamos como una ilusión de Zöllner relativa a
proporcionan indicaciones de pro- las puntas de las medias lunas.
fundidad.
Si los mecanismos responsables de
la constancia del tamaño tomasen miles sobre el modo en que se re- sión de Müller-Lyer a un efecto ra-
en consideración tales indicios, presentan los puntos en el cerebro. dicalmente opuesto: un gran núme-
tendrían por efecto agrandar o redu- El punto es una entidad elemental ro de ilusiones geométricas reflejan
cir ciertas figuras geométricas, según en la geometría euclídea. Ahora, si una tendencia a exagerar los con-
que conllevaran uno u otro motivo, nos ceñimos a la ortodoxia neuronal trastes. Cuando un segmento es real-
incluso cuando no fuese aplicable la del momento, un punto constituye mente mayor que otro (aquí, GH en
perspectiva. En este mismo orden una entidad sumamente compleja, re- comparación con EF), el cerebro ten-
de ideas generales, Mark Changizi, presentada en el cerebro por la su- dería a aumentar la relación de sus
de la Universidad Duke, ha propuesto perposición de un gran número de tamaños. En la ilusión de Müller-
que, dado que al caminar normal- entidades del tipo de ondículas. Lyer, la causa motriz consistiría en
mente somos nosotros quienes avan- Se podría esperar, cuando menos, que la representación de GH sería
zamos hacia los objetos, y dado que una explicación de las ilusiones a demasiado grande con relación a EF.
los cálculos geométricos son dema- través de un mecanismo formal, sin Entonces CD resultaría dilatado, y
siado lentos, el cerebro introduciría intervención neuronal. Suele justi- AB, contraído, para preservar la
factores de corrección que se anti- ficarse la ilusión de Müller-Lyer por forma de los motivos (en detrimento
ciparían a las relaciones geométri- un mecanismo de asimilación (como de la exactitud de las longitudes).
cas que se percibirían una fracción en los efectos de inducción colo- Esta explicación por contraste pare-
de segundo más tarde. reada, cuando un color, que ocupa ce, a primera vista, más complicada
No se conoce ningún mecanismo una pequeña superficie, es atraído que la explicación por asimilación;
neuronal capaz de dar cuenta de las hacia los colores de las superficies tiene en cambio el mérito de unifi-
ilusiones geométricas. Se ignoran, vecinas). Por ejemplo, en la figura 9, car numerosos efectos, que desbor-
por ejemplo, los fundamentos de la el segmento AB se vería menor que dan el campo de las variantes de
JACQUES NINIO
c d
11. ILUSION DE POGGENDORF. Se ilus- 12. SUBDIVISIONES. Cuando una figura se halla finamente subdividida, experimenta
tra la ilusión en su forma clásica (a). Los un efecto de expansión en una dirección perpendicular a las líneas de subdivisión. En
dos segmentos incidentes en las parale- el dibujo de arriba (a), la parte subdividida parece ilusoriamente mayor que la parte
las están alineados, pero el de abajo, si vacía. Debajo, los bloques son iguales dos a dos, pero parecen alargarse en la direc-
se prolonga mentalmente, parece alcan- ción perpendicular a las divisiones. En la imagen central (b), con motivos divididos en
zar a la otra paralela un poco por encima dos, se produce el efecto inverso: los dos brazos de la cruz tienen la misma longitud
de la unión con el otro segmento. El error que las agujas aisladas, pero parecen menores. En la ilusión de Delboeuf (c), existe
de puntería hacia el punto rojo es to- un equilibrio delicado: los cuadrados y los círculos subdivididos parecen ilusoriamente
davía mayor en la variante con un solo menores que los cuadrados grandes o los círculos aislados, en tanto que los cuadra-
segmento (b). En otra variante (c), existe dos o los círculos internos parecen ilusoriamente mayores que los círculos pequeños
una tendencia a ver el segmento de la iz- o los cuadrados aislados.
quierda alineado con el más bajo de los
segmentos a su derecha, mientras que su ortogonal a las barritas: se tendría con la orientación. Ciertas ilusio-
alineación es con el superior. Por último, una tendencia a agrandar en una nes son casi isotrópicas, otras pre-
en la variante en esquina (d), dos seg- dirección perpendicular a las barri- sentan efectos máximos a ± 45 gra-
mentos se prolongan, pero no parecen te- tas. Mediciones cuidadosas efec- dos con respecto a la horizontal,
ner la misma orientación. Estas varian- tuadas en la Escuela Normal Superior otras culminan hacia los ± 22 o los
tes, y algunas otras, parecen quedar bien con Kevin O’Regan, del Laboratorio ± 67 grados y las hay que poseen
descritas por adición de dos efectos: un de Psicología Experimental de la un “perfil de orientación” más com-
efecto menor de desplazamiento obser- Universidad París 5, indican que la plejo todavía. El estudio de estas re-
vado en las líneas grandes, como el indi- variante expuesta en la figura 10c, laciones contribuirá al estableci-
cado en la figura c, y una tendencia a en la que se prolongan dos bloques miento del grado de parentesco entre
hacer que los ángulos difieran de 90 gra- idénticos, proporciona en todas las las distintas ilusiones y permitirá,
dos en menos de lo que lo hacen real- orientaciones, cuantitativamente, el con ello, acceder a sus componen-
mente. Esta tendencia resulta evidente mismo valor de ilusión que el mo- tes esenciales.
en la variante d, pero en ella sería com- tivo de Zöllner propiamente dicho. En ocasiones, los efectos se su-
pensada por los dispositivos de aprecia- La explicación por repulsión no es man; en otras, se manifiestan de ma-
ción del paralelismo. En las otras figuras, aplicable a esta variante. La co- nera independiente, según la forma
un eventual error angular explicaría el error rrespondiente a la tendencia a or- de considerar la figura. A veces,
de puntería; no entraría en conflicto con togonalidad resulta demasiado poco afloran efectos jerárquicos, como
la apreciación del paralelismo. El mayor predictiva, pues no dice qué es lo sucede en el caso de que una ilu-
vigor de la ilusión en la variante de un que debe girar para agrandar los sión resulte atenuada debido a que
segmento que en las demás variantes co- ángulos pequeños. La explicación una indicación de alineación o de
nocidas con dos segmentos podría obe- de una expansión ortogonal de las paralelismo permite corregir el error.
decer a la intervención en las variantes barritas unifica numerosos efectos. Dos operaciones de primer orden
de dos segmentos de dispositivos detec- serían el soporte de las ilusiones
tores de la alineación de segmentos. geométricas. La primera guarda re-
Principios lación con las orientaciones que son
de interpretación
dice a veces que la ilusión de Zöllner “anamorfoseadas” por la perspec-
se debería a la repulsión de los dos tiva, al producirse compensaciones
bloques simétricos. O bien, que re- automáticas de tendencia contraria
sultaría de una tendencia a la orto-
gonalidad, que hace ver los ángu-
los más cercanos a 90 grados de lo
C on mayor generalidad, se plan-
tea el problema de la reduc-
ción de las ilusiones geométricas a
a las anamorfosis de la perspecti-
va. Así sucedería en las ilusiones
de orientación; en especial, en la de
que realmente son. un pequeño haz de principios. Con Zöllner.
JACQUES NINIO
Sin embargo, la ilusión podría tal propósito, recopilo, con toda la Concierne la segunda operación
reflejar igualmente un efecto de ci- precisión posible, datos relativos a al aspecto métrico: los errores re-
zalladura o un efecto de expansión la forma en que cada ilusión varía lativos a las razones de dos longi-
Ahora bien, en los dibujos, un seg- gura de la derecha. La triple viga de Penrose es imposible en tanto se sigan los con-
mento se interpreta, casi siempre, venios habituales en dibujo, es decir, al suponer que las vigas son rectas, están en-
como la proyección de un auténtico sambladas y son perpendiculares.
con la de la izquierda, sea con la de la derecha, vemos inmediatamente que las caras nes visuales conocidas.
delanteras del prisma ya no son planas: forman tetraedros. (A quienes no logren ver Se puede demostrar también que,
los estereogramas, las figuras coloreadas les darán una idea de esta profundidad.) en la mayoría de las ilusiones, no se
requieren los movimientos de los proyectadas sobre la retina por un nuestro ambiente urbano, que pri-
ojos: los efectos son igualmente ob- dispositivo que, fijado a la córnea, vilegian las líneas rectas y los án-
servables cuando las imágenes se ilu- ocupa una posición fija con respecto gulos rectos? Antropólogos que han
minan por un destello o flash, que a la retina, cualesquiera que sean viajado hasta tribus africanas han
no concede a los ojos tiempo para los movimientos de los ojos. informado que la sensibilidad a las
moverse. Se observan, asimismo, en ¿Tendrán relación las ilusiones ilusiones geométricas sería en ellas
el caso de “imágenes estabilizadas”, geométricas con nuestra cultura y bastante distinta de la sensibilidad
de los occidentales. No obstante, es-
tos trabajos, realizados sin exce-
sivo rigor, no merecen la resonan-
cia que se les ha dado. En el otro
extremo, se publican a menudo en
las mismas revistas mediáticas ar-
tículos según los cuales tal o cual
animal —en cierta ocasión, el ca-
ballo, en otra, la mosca— sería sen-
sible a las mismas ilusiones ge-
ométricas que nosotros.
Lo que realmente importa, sin em-
bargo, no consiste en saber si las
ilusiones se experimentan con ma-
yor fuerza en unos u otros, sino la
comprensión, por medio de estas
paradojas en la percepción de for-
mas, del principio de los procesos
neuronales que nos proporcionan tan
finos diagnósticos sobre las alinea-
ciones, el paralelismo, la curvatura,
las dimensiones y la geometría en
el espacio.
Bibliografía complementaria
L’OEIL QUI PENSE. VISIONS, ILLU-
SIONS , P ERCEPTIONS . Roger Shepard.
18. ILUSION DE LA “T” EN ESTEREOGRAMA DE DOS IMAGENES, para visión cruzada.
JACQUES NINIO
Horno asador
celeste se desintegró y vaporizó un pedazo de corteza
terrestre, con la creación consiguiente de una pluma o
penacho de escombros incendiarios. Con una veloci-
Resumen/Planeta en llamas
El penacho creció. Llegó a alcanzar un diámetro de
100 a 200 kilómetros y después se expandió hasta en-
volver el planeta entero. Entonces, el material empezó
■ El impacto de Chicxulub causó la extinción en masa de a caer por gravedad, cortando la atmósfera casi con la
la transición del Cretácico al Terciario, que acabó con
misma energía con la que había sido lanzado al espa-
los dinosaurios y más del 75 por ciento de las especies
de animales y plantas terrestres. Queda, sin embargo,
cio desde Chicxulub. Precipitándose a velocidades de
mucho por conocer sobre los incendios forestales de 7000 a 40.000 kilómetros por hora, las partículas ilu-
extensión planetaria que dicho episodio provocó. minaron el cielo como billones de bólidos y caldearon
ALFRED T. KAMAJIAN ( Páginas anteriores )
■ Cuando los escombros comburentes sobrecalentaron la un gran volumen de la atmósfera hasta varios cientos
atmósfera, la vegetación ardió en la mayor parte del de grados. Por fin, se depositaron lentamente en el
planeta. Los animales no tenían hacia dónde huir. Los suelo y formaron la capa que vemos en la actualidad.
ecosistemas se desplomaron. El fuego constituyó un Según los cálculos de Melosh, esta lluvia de teas
azote catastrófico sin par entre las calamidades ambien- pudo haber quemado la vegetación que cubría buena
tales generadas por el impacto. parte del globo. Pero en 1990 nadie conocía todavía
■ No todas las regiones sufrieron por igual. Muy al norte
la ubicación ni el tamaño preciso del impacto, razón
del lugar de impacto, sobrevivieron numerosas especies.
A partir de esos núcleos, la vida repobló el planeta.
por la cual el equipo de Melosh no logró precisar la
cantidad total de calor ni la distribución de los incen-
EN EL CRETACICO TARDIO, las ciénagas y los ríos de Norteamé- EL IMPACTO DE CHICXULUB tuvo lugar en un mar somero.
rica poseían una vegetación arbórea mezcla de coníferas y de plani- Inmediatamente, eyectó escombros rocosos, fundidos y vaporizados
folios perennifolios y deciduos. Formaban bosques de bóveda a la atmósfera. La mayor parte de estos restos se depositó en las
y bosques abiertos con sotobosques de helechos, plantas acuáticas regiones continentales cercanas, pero una cantidad considerable se
y matorrales con flores. elevó a gran altitud, hacia el espacio exterior.
EL PENACHO rico en material vaporizado se expandió hasta recubrir TRAS LOS INCENDIOS, en el paisaje asolado sólo quedaron algunos
el planeta. Cuando estos escombros regresaron al suelo, atravesaron troncos y esqueletos desnudos. Sobre el suelo se depositaron lenta-
la atmósfera convertidos en billones de bólidos, caldeándola en algu- mente el hollín de los incendios y el polvo del impacto. La luz del sol
nos lugares en cientos de grados. se debilitó de manera espectacular, si no total, durante meses.
EL AMBIENTE POSTERIOR AL IMPACTO albergaba poca diversidad. LOS MATORRALES SE APROVECHARON del paisaje vacío y empezaron
CHRIS BUTLER
Primero se recuperaron helechos y algas. Las especies vegetales de a cubrirlo. Las especies polinizadas por el viento tuvieron más éxito que
las ciénagas y de sus márgenes sobrevivieron por lo general mejor las que necesitaban de insectos. Comenzaron a desarrollarse los árboles,
que las especies de otros ecosistemas. Entre las más perjudicadas, pero la reconstitución de bóvedas arbóreas tardó decenios. No se puede
las coníferas. afirmar a ciencia cierta cuánto tiempo duró la recuperación.
Antípoda
dios. Si bien el hollín se había encontrado por todo el 1. UN PLANETA ABRASADO. Para desecar las plantas y pren-
planeta, no era necesario que el fuego se hubiera pro- derles fuego se requieren 12.500 watt de calor por metro
ducido en todas partes; el viento pudo haber trans- cuadrado durante al menos 20 minutos. Dichas condiciones se
portado el hollín a otros lugares. alcanzaron en dos áreas principales, centradas en Chicxulub
y en su antípoda, la India. Desde estas regiones, se avivaron
corredores de fuego hacia el oeste, a medida que la Tierra
Lluvia azul rotaba bajo una lluvia de escombros que reingresaban en su
atmósfera. Esta simulación por ordenador supone una determi-
nada configuración del impacto; en otros modelos teóricos las
P oco después de que Melosh publicara su estudio,
un grupo de siete científicos (procedentes de Esta-
dos Unidos, Canadá y México), entre los que figuraba
áreas incineradas resultan todavía mayores.
Además de asolar los bosques, los incendios produ- La suciedad tardó meses en desaparecer. Probablemente
jeron una importante contaminación atmosférica. El cayó como una lluvia azul, similar a la lluvia de esa
hollín y el polvo generados por el impacto cubrieron tonalidad, rica en cenizas, que se produce después de
el cielo, que se tornó impermeable a la luz solar. Algunos una erupción volcánica.
cálculos sugieren que la superficie del planeta se obs- A partir de los incendios forestales modernos, hemos
cureció como una cueva sin luz. Las plantas fotosin- estimado que la conflagración liberó 10 billones de to-
tetizadoras se agostaron y las cadenas alimentarias se neladas de dióxido de carbono, 100.000 millones de to-
desplomaron, incluso en zonas no afectadas por los in- neladas de monóxido de carbono y 100.000 millones
cendios forestales, como el mar. Se ha comparado esta de toneladas de metano. En total, una cantidad de car-
fase con el “invierno nuclear”, un período frío que bono equivalente a 3000 años de consumo de com-
podría seguir a una guerra nuclear [véase “Efectos bustibles fósiles al ritmo actual. Por ello, a las condi-
climáticos de una guerra nuclear”, de Richard P. Turco, ciones de oscuridad e invernales siguió un intervalo de
Owen T. Toon, Thomas P. Ackerman, James B. Pollach caldeamiento por efecto invernadero. Los incendios pro-
y Carl Sagan; INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, octubre 1984]. dujeron pirotoxinas, cloro y bromo, gases extenuantes.
DANIEL D. DURDA ( izquierda ); DAVID A. KRING ( centro y derecha ); WENDY S. WOLBACH UNIVERSIDAD DE PAUL ( inserto )
macenado en las rocas del lugar de impacto. Europa se libraron de la devastación considerada en
su grado máximo. En los actuales Territorios del
El día siguiente
Noroeste, Arthur Sweet, del Servicio de Inspección
Geológica del Canadá, descubrió que la concentración
de polen de gimnospermas (coníferas y otras plantas
ESTRATO
INFERIOR
T ras el episodio de Chicxulub, el planeta presentaba
un aspecto, olores e incluso sonidos diferentes. Si
pudiéramos transportarnos al Cretácico, oiríamos di-
nosaurios moviéndose entre la maleza, sus gritos (de
reclamo, de alerta) y el zumbido de ciertos insectos.
Los mamíferos, en cambio, pasarían casi inadvertidos,
moviéndose con un susurro entre las hojas, como los
topillos de nuestros días. Pero en los meses subsi-
ESQUISTO CRETACICO
guientes al impacto, el sonido animal desapareció del
planeta. El viento, los cursos de agua y la lluvia do-
zonte de arcilla observamos dos subcapas (derecha). La inferior apa- minaban el paisaje sonoro. Poco a poco, los insectos
rece sólo en localidades próximas al impacto; está constituida por roca primero, los mamíferos después, volvieron a oírse.
fundida expulsada por el cráter. La subcapa superior contiene escom- Hubieron de transcurrir cientos de años, si no cientos
bros que salieron eyectados hacia el espacio y cayeron de nuevo al de miles de años, para que los ecosistemas constru-
suelo, así como hollín generado por los incendios (detalle). yeran arquitecturas nuevas y robustas.
La tormenta de fuego originada por el impacto de
Chicxulub y la subsiguiente contaminación resultaron
polinizadores. Conrad C. Labandeira y sus colabora- devastadoras. Pero, probablemente, lo más mortífero
dores, de la Institución Smithsoniana, sostienen que fue la combinación de tantos efectos ambientales.
muchos insectos desaparecieron o se extinguieron; Asolaron ecosistema tras ecosistema, aunque de forma
fundan su hipótesis en un dato del registro fósil de diferente y a escalas de tiempo distintas: días en el
Dakota del Norte, que se libró de los efectos más de- caso de los cascotes incendiarios, meses en el caso del
vastadores: la escasez de hojas dañadas por insectos. polvo estratosférico y años para los aerosoles de ácido
Sweet ha mostrado que un primer ecosistema “de sulfúrico.
supervivencia”, dominado por las especies más robus- La vida encontró en su diversidad la tabla de sal-
tas, pronto dejó paso a un ecosistema “oportunista”, vación. Aunque se perdieron multitud de especies e
compuesto por un tipo distinto de helecho (Laeviga- incontables individuos, algunos organismos sobrevi-
tosporites) y varios tipos de plantas con flores que vieron y proliferaron. El impacto abrió nichos ecoló-
podían beneficiarse de la tabla rasa ecológica. Tomadas gicos para la evolución de los mamíferos, lo que, an-
en su conjunto, estas plantas tejieron un tapiz herbá- dando el tiempo, condujo al desarrollo de nuestra propia
ceo. En la fase final de ese proceso de recuperación, especie. En este sentido, el cráter de Chicxulub cons-
retornó la bóveda arbórea. Si tomáramos por referen- tituye el crisol de la evolución humana.
cia la evolución de un bosque moderno, la repoblación
tardaría al menos 100 años. Pero Sweet y Upchurch
coinciden en que el proceso real avanzó con mayor
parsimonia; a juzgar por la proporción de plantas fó-
siles halladas en los sedimentos posteriores al im-
pacto, se prolongaría unos 10.000 años. Bibliografía complementaria
Disponemos de otro parámetro para computar el MAJOR WILDFIRES AT THE CRETACEOUS/TERTIARY BOUN-
tiempo de recuperación: la respuesta del ciclo global DARY . Wendy S. Wolbach, Iain Gilmour y Edward An-
del carbono. La pérdida de bosques, que contienen ders en Global Catastrophes in Earth History. Dirigido
por Virgil L. Sharpton y Peter D. Ward. Geological So-
más del 80 por ciento del carbono situado sobre el ciety of America, número especial 247, págs. 391-400;
suelo (al menos en la actualidad), junto con la emi- julio 1990.
sión de dióxido de carbono generado en los incen- EXTINCTION: BAD GENES OR BAD LUCK? David M. Raup.
dios y la caliza vaporizada en el lugar del impacto W. W. Norton. 1991.
elevaron drástica y repentinamente la concentración T. REX AND THE CRATER OF DOOM. Walter Alvarez. Prin-
atmosférica de carbono. En un análisis isotópico de ceton University Press, 1997.
los sedimentos depositados tras el impacto, Nan C. NIGHT COMES TO THE CRETACEOUS. James Lawrence Po-
Arens, de la Universidad de California en Berkeley, well. Harvest Books. 1999.
y A. Hope Jahren, de la Universidad Johns Hopkins, TRAJECTORIES AND DISTRIBUTION OF MATERIAL EJECTED
llegaron a la conclusión de que, en las regiones conti- FROM THE C HICXULUB I MPACT C RATER : I MPLICATIONS FOR
POSTIMPACT WILDFIRES. David A. Kring y Daniel D. Dur-
nentales, el ciclo del carbono pudo tardar 130.000 años da en Journal of Geophysical Research: Planets, vol. 107,
en recuperar el equilibrio. En los ambientes marinos, n.o E8, págs. 6-22; agosto 2002.
Steven L. D’Hondt, de la Universidad de Rhode Island,
Demanda y suministro de nutrientes (en kg por hectárea) para el cultivo de la caña de azúcar
en un ingenio de Tenosique, Tabasco
Unidad Demanda Suministro
de suelo N P2O5 K2O N P2O5 K2O
Fluvisol 135 90 192 55 87 420
Vertisol 97 100 321 54 88 303
Cambisol 97 65 249 54 61 283
Luvisol 171 116 444 57 91 355
Leptosol 128 120 274 56 102 262
CARLOS SANZ
eurasiáticos y, probablemente, bre muchos grupos nativos y
derivaban de perros que lle- sus culturas comportó que
garon con los primeros pobla- incluso sus perros fuesen de
dores del continente america- un modo u otro discriminados
no, hace al menos 13.000 años, El lobo es el ancestro del perro. Sin embargo respecto a los de los invaso-
los perros americanos no derivan de lobos
procedentes de Asia. La gran res. Quizá los linajes de los
americanos
diversidad de linajes observada perros nativos americanos han
entre los perros nativos ame- desaparecido, llevándose con-
ricanos indica que debieron de llegar acompañando a sigo parte de nuestra historia. Sin embargo, como las
los hombres en varias oleadas y no en una sola inva- razas de perros modernas dependen más de los gus-
sión. Al arribar al Nuevo Mundo esos cánidos queda- tos de los criadores que de los procesos naturales, es
ron aislados de sus ancestros y evolucionaron dando posible que esos linajes hayan sido excluidos de las
lugar a unos linajes únicos, ligeramente diferenciados. razas más reconocidas pero existan aún entre perros
El hecho de que los perros nativos americanos ten- cimarrones, asilvestrados o de razas no reconocidas,
gan el mismo origen que los eurasiáticos abre unas perros ignorados por los criadores y por las socie-
perspectivas fascinantes. Hace 13.000-15.000 años, dades canófilas. Quizá son precisamente ésos los
al final del Paleolítico superior, perros con un origen auténticos herederos de los perros nativos del Nuevo
común se encontraban desde Europa central hasta Mundo.
Norteamérica. Las poblaciones humanas eran todavía
nómadas y carecían de animales o plantas domésti- CARLES VILA
cos que les permitiesen un cierto control del medio: Depto. de Biología Evolutiva,
eran autosuficientes, en el sentido de que su super- Universidad de Uppsala
vivencia no solía depender del comercio con sus ve-
cinos. Sin embargo, nuestros resultados indican que JENNIFER LEONARD
un elemento cultural, el perro, ya se compartía a lo Dpto. Biología Sistemática, Museo Nacional de
largo y ancho de tres continentes, abarcando distan- Historia Natural, Institución Smithsoniana,
cias de más de 9000 kilómetros. Esto implica, por un Washington
lado, que el intercambio y la relación entre esas so-
ciedades pueden haber sido mucho más extensos de
lo que habitualmente pensamos. Por otro indica que
ya existía un gran interés por poseer perros.
Hoy por hoy desconocemos las razones por las que
Cetonas
los perros fueron domesticados. Hay quienes piensan
que se vería en ellos fuente de alimento, pero resulta Reducción estereoselectiva
difícil imaginar que la primera especie en ser domesti-
cada fuese un carnívoro de mediano tamaño en lugar n las transformaciones químicas operadas por los
de un herbívoro mayor. Se han sugerido otras posi- E organismos, la reducción de compuestos carboní-
bles razones: compañía, protección, animal de carga, licos mediante alcohol deshidrogenasas constituye un
ayuda para la caza, consecuencia de una relación co- proceso de interés primordial. La explicación técnica
mensal... No sabemos las razones que llevaron a la nos dice que se crea un nuevo centro estereogénico
íntima asociación entre hombres y perros. Sin embar- a partir de una estructura simétrica.
go, los resultados de los estudios genéticos sugieren El proceso biotransformador puede hacerse mediante
que, fuese cual fuese la causa, esta asociación re- enzimas aisladas o en células enteras. Ambas aproxi-
presentaba un beneficio tal, que muchas sociedades maciones ofrecen ventajas e inconvenientes. Las en-
paleolíticas en todo el mundo se interesaron en poseer zimas libres permiten un proceso simplificado de re-
perros. Resulta imprescindible un mayor conocimiento cuperación del producto de reacción, sin aparición de
sobre la relación entre hombre y perro en sociedades productos secundarios. Pero exige desarrollar el es-
primitivas para poder comprender el modo de vida al calado de la síntesis de la enzima y su purificación.
final del Paleolítico. Además, al utilizar cofactores (NADH/H o NADPH/H),
En la actualidad ese mismo fragmento de ADN mi- se requiere la adición de cantidades estequiométricas
tocondrial ha sido estudiado en cientos de perros de del cofactor —que es caro—, pues la regeneración in
MARTA CASTILLEJO
2. Limpieza láser parcial (KrF, 248 nm) de capas Instituto de Química Física Rocasolano, CSIC
de suciedad sobre una pintura dañada en un incendio Madrid
4. Imagen al microscopio
de epifluorescencia del dinoflagelado
endoparásito Blastodinium mangini
en el interior del copépodo
poecilostomatoide Oncaea sp.
La mayoría de estos dinoflagelados
parásitos conservan los cloroplastos,
que aparecen en rojo en la fotografía
debido a la autofluorescencia
de la clorofila
Paul D. Spudis
L
a Luna no revela sus secretos brevino en 1959, cuando la nave sovié-
fácilmente. Aunque nuestro tica Luna 3 fotografió la cara oculta,
satélite fue el primer objeto pla- desconocida hasta entonces porque siem-
netario explorado con naves es- pre permanece opuesta a la Tierra. Las
paciales y el único visitado hasta fotografías mostraron que carece, casi
ahora por astronautas, quedan por completo, de los oscuros mares tan
todavía muchas preguntas pendientes notorios en la cara visible. Ciertas teo-
acerca de su historia, composición y es- rías ya formuladas quizás eluciden esta
tructura interna. En la actualidad, se ha dicotomía de los terrenos, pero aún no
renovado el interés por la Luna; la Agen- se cuenta con una explicación segura.
cia Espacial Europea y Japón proyectan El análisis de las rocas y la tierra
situar sondas en órbitas lunares; la NASA, traídas de la Luna por los astronautas
por su parte, tiene pensado enviar una del Apolo y por algunas naves no tri-
nave no tripulada a la cara oculta de la puladas ofreció una vislumbre de la evo-
Luna. Estas misiones también arrojarán lución de la Luna. Se creó hará unos
luz sobre la historia de los planetas in- 4500 millones de años, cuando un cuerpo
teriores y rocosos del sistema solar: del tamaño de Marte chocó contra la
Mercurio, Venus, Marte y, en especial, Tierra primitiva. La colisión puso un
la Tierra. La superficie de la Luna ha chorro de roca vaporizada en órbita al-
permanecido casi inalterada durante los rededor de la Tierra; los pequeños cuer-
últimos tres mil millones de años; podría pos que lo componían se acumularon tan
guardar la clave de la formación y evo- deprisa, que el calor generado en el
lución de los planetas interiores. proceso licuó las capas exteriores de la
Cuando se empezó a observar la Luna Luna naciente. Se formó así un océano
con telescopios, hace 400 años, se vie- de roca líquida, o magma. La corteza
ron dos tipos de terrenos en la superfi- lunar surgió más tarde; se formó con
cie: las tierras altas, rugosas, brillantes, los minerales de baja densidad que emer-
plagadas de cráteres, y las tierras bajas, gieron hacia la superficie del océano de
con menos cráteres y más oscuras. Galileo magma.
Galilei llamó “maria” a las tierras ba- Siguió a esta fase temprana un viru-
jas, que en latín significa mares, por su lento bombardeo de cometas, asteroides
aspecto liso y oscuro. Una de las ma- y meteoros. Algunos de los mayores bó-
yores sorpresas de la era espacial so- lidos crearon enormes depresiones de más
Mare Imbrium
15 Mare Serenitatis
17
Oceanus
Procellarum Mare Tranquillitatis
11
12
14
16
Las imágenes tomadas por Clementine de la cara visible pleto de mares. Seis misiones Apolo visitaron la cara visi-
de la Luna nos muestran los dos tipos principales de terre- ble (los lugares del alunizaje se indican con círculos de
no: las tierras altas, brillantes y repletas de cráteres, y las color amarillo, numerados conforme a la misión de que se
tierras bajas, oscuras y más llanas: los ”mares”. Por el tratase). La NASA quiere ahora enviar una sonda robótica
contrario, la cara oculta de la Luna carece casi por com- a la cara oculta.
Luna, cuando sus capas exteriores sidad y elevado contenido de tita- tiempo que los mares jóvenes, por
estaban completamente fundidas; nio pudieron ascender por encima cuya razón muestran una mayor den-
la anortosita, poco densa, flotó ha- de la corteza de anortosita, menos sidad de cráteres. Se calculó la edad
cia la superficie del océano de densa. Tanto Clementine como el de los mares en los sitios donde alu-
magma. Aunque ya se había supuesto Lunar Prospector demostraron que nizaron los Apolo mediante el aná-
la existencia de una fase así en la las lavas con grandes cantidades de lisis de los radioisótopos de las ro-
historia lunar basándose en las mues- titanio encontradas por el Apolo 11 cas; la de otros mares se ha estimado
tras traídas por los Apolo, la prueba son, en realidad, raras en la Luna. comparando las densidades de crá-
definitiva vino con los datos de Aunque los basaltos de los mares teres en ellos con las densidades en
Clementine y Lunar Prospector, que presentan diversas concentraciones los lugares donde se alunizó. Los
establecieron la distribución global de titanio, sólo una pequeña frac- resultados revelan que, aunque la
y la gran cantidad de anortosita. ción contiene las cantidades extre- Luna tiene en sus mares lavas de
Puesto que la única fuente de calor mas observadas en el Mar de la composiciones y edades muy di-
que pudo haber licuado la Luna en- Tranquilidad, el lugar del primer alu- versas, casi todas manaron hace en-
tera fue una acumulación muy rá- nizaje. Los investigadores lunares tre 3000 y 3800 millones de años.
pida de cuerpos pequeños, la pre- han aprendido la lección: las mues- Los mares se reconocen por su co-
sencia de grandes cantidades de tras tomadas en una región deter- lor oscuro; sin embargo, también hay
anortosita en la corteza apoya la teo- minada no tienen por qué represen-
ría de que la Luna surgió de los tar a áreas mayores.
restos de una colisión planetaria. Las coladas de lava ofrecen una El autor
Los satélites lunares también han composición semejante, que puede
PAUL D. SPUDIS pertenece al Labo-
elucidado uno de los descubrimientos reconocerse con claridad: cabe, pues,
ratorio de Física Aplicada de la Uni-
más intrigantes de las misiones aplicar los datos de Clementine y
INSTITUTO LUNAR Y PLANETARIO
TOPOGRAFIA
–8 –4 0 4 8
KILOMETROS
EN SCIENCE , VOL. 281, PAGINAS 1476–1480, 1998 ( mapa de gravedad ), Y W. C. FELDMAN ET AL . EN SCIENCE , VOL. 281, PAGINAS 1496–1500; 1998 ( mapa de agua helada ); © 1998 AAAS
DE OXIDO FERROSO
0
LAS CAMARAS DE CLEMENTINE tomaron imágenes en once longitu-
ABUNDANCIA
des de onda diferentes, del visible e infrarrojo cercano. Con los datos
(por ciento)
PAUL D. SPUDIS E INSTITUTO LUNAR Y PLANETARIO ( mapas topográfico, de hierro y de torio ); IMPRESO CON PERMISO DE A. S. KONOPLIV ET AL .
HIERRO
1
badas bajo el acrónimo KREEP: no se integra bien dentro de la es-
tructura cristalina de los minerales de las rocas comunes. Los mayo-
3 res niveles de torio se encuentran en el Oceanus Procellarum, en la
cara visible, pero se desconoce la razón de esta distribución inusual.
>6
TORIO
AL DESCRIBIR UNA ORBITA que llegaba a estar sólo 7 kilómetros
(milímetros por segundo
5
de la superficie lunar, el Lunar Prospector pudo medir con precisión
ACELERACION
y por segundo)
Un mundo accidentado
bable de esa diferencia entre las queños cuerpos rocosos nacidos de
caras es que la corteza de la cara la nebulosa solar— fueron expul-
visible sea más delgada que la cor- sados del interior del sistema o ab-
7 kilómetros de la superficie, halló Orientale, la más joven. eso hace unos 4300 millones de años.
Regreso a la Luna
El resurgir de un nuevo interés científico por la Luna ha movido a las agencias espaciales a proyectar nuevas misiones lunares.
Lunar EE.UU. 7 de enero de 1998 158 Los espectrómetros midieron las abundancias de los elementos en
Prospector la corteza y detectaron más hielo. Un magnetómetro y un reflectó-
metro de electrones determinaron los campos magnéticos.
SMART-1 Agencia 27 de septiembre 280 A su llegada a la Luna a principios de 2005, una cámara y unos es-
Espacial de 2003 pectrómetros registrarán los minerales y examinarán los cráteres
Europea oscuros en busca de hielo.
MISIONES FUTURAS
Lunar A Japón Agosto-Septiembre 520 La nave enviará dos penetradores que se introducirán bajo la super-
de 2004 ficie en dos puntos opuestos de la Luna. Los sismómetros y los sen-
sores de temperatura examinarán el interior lunar.
SELENE Japón 2005 1600 Un conjunto de cámaras, espectrómetros y otros instrumentos carto-
grafiarán la composición superficial, la topografía y los campos
INSTITUTO LUNAR Y PLANETARIO
Envío a la EE.UU. Antes de 2010 Por determinar Una sonda robótica recogerá muestras de rocas y tierra del suelo de
Tierra de las la depresión; los enviará de vuelta a la Tierra para el análisis de su
muestras de edad y composición.
la depresión
Aitken del
Polo Sur
Regreso a la Luna
interior de la Luna. [El 14 de enero anunciaba el pre-
Los planificadores de la misión sidente Bush el propósito de volver
deben seleccionar para el alunizaje, a llevar seres humanos a la Luna
E
stamos acostumbrados a
recibir noticias sobre nue-
vos avances de la mani-
pulación de materiales a
escalas microscópicas, en
las que su comportamiento
desafía nuestras intuiciones. En el
otro extremo, a grandes escalas, la
astronomía no se queda atrás a la
hora de dejarnos sorprendidos con
la riqueza de sus estructuras y los
avances en su observación. ¿Guardan
estas dos disciplinas alguna relación?
Por extraño que parezca, la respuesta
es afirmativa. Como se ha visto re-
cientemente, la técnica y las teorías
físicas que describen los materiales
pueden utilizarse para crear en la-
boratorios terrestres “maquetas en
miniatura” de objetos de interés as-
trofísico; estos modelos reciben el
nombre de “análogos de la relativi-
dad general”. En este artículo vamos
a concentrarnos en un caso para- 1. LOS CONOS DE LUZ describen las trayectorias espacio-temporales de los rayos
digmático que conecta algunos de los de luz. En la figura, la dirección temporal es perpendicular a la superficie dibujada. En
últimos avances de la física de la un agujero negro, la luz emitida desde cualquier punto del exterior suficientemente ale-
materia condensada con los objetos jado del horizonte de sucesos puede viajar en cualquier dirección del espacio, con otras
quizá más llamativos del firmamento: palabras, los conos de luz son casi perpendiculares a la superficie espacial que re-
la simulación de un agujero negro presenta al agujero negro. En el interior, los conos de luz están inclinados respecto a
en un condensado de Bose-Einstein. la perpendicular y, por tanto, la luz sólo puede caer hacia el interior; no puede esca-
Un condensado de Bose-Einstein par. El horizonte es la superficie límite en la que una de las generatrices del cono de
es un estado especial de la materia luz es perpendicular a la superficie; se halla, pues, formado por el conjunto de todas
E. ARILLA
en el que un conjunto de átomos las trayectorias luminosas que no pueden ni escapar ni caer en el agujero negro y que,
con espín entero se comporta cohe- por tanto, se mueven eternamente en ese límite.
rentemente, como los fotones en un un estado con un comportamiento ha sido una herramienta fundamen-
haz de luz láser. La naturaleza cuán- análogo al de un agujero negro. De tal en la historia del pensamiento
tica del mundo atómico hace que la misma forma que cualquier emi- humano. Es de esperar que el in-
toda partícula posea una cantidad sión de luz desde el interior de un tercambio de ideas y formalismos
de momento angular intrínseco (su agujero negro no puede nunca ob- entre campos de la física tan de-
espín) múltiplo entero o semiimpar servarse desde su exterior, puesto sarrollados nos ayude una vez más
de una unidad fundamental, la cons- que queda atrapada (véase la fi- a profundizar en nuestro conoci-
tante de Planck h; su comportamiento gura 1), la configuración análoga a miento del mundo físico.
será muy diferente en uno y otro un agujero negro en un condensado
caso. Solamente las partículas con haría que cualquier emisión de on-
espín entero, denominadas bosones, das sonoras (perturbaciones en la Agujeros negros
y radiación de Hawking
pueden llegar a comportarse de una densidad del condensado) desde su
forma coherente. A pesar de que este interior no pudiera percibirse desde
comportamiento fue predicho por el exterior (véase la figura 2). Debido
Albert Einstein y el físico hindú
Satyendra Nath Bose en 1924, su
observación experimental se resistió
a que la analogía utiliza las ondas
sonoras en lugar de las luminosas,
estos “agujeros negros” se han lla-
L os agujeros negros guardan es-
condida en su interior la res-
puesta a una de las preguntas más
a lo largo del tiempo debido a que mado en ocasiones agujeros negros importantes de la física teórica ac-
una pequeña agitación térmica es acústicos o agujeros silenciosos. tual: ¿cuál es el destino final de la
suficiente para destruir el compor- Pero, ¿qué objeto tendría crear materia en el universo? En la ca-
tamiento coherente del colectivo de estas maquetas en miniatura de agu- dena de la evolución estelar, unos
bosones. Finalmente, en 1995, el gru- jeros negros? Los importantes de- sistemas se transforman en otros a
po de la Universidad de Colorado sarrollos sobre la física de los agu- lo largo de un proceso que conser-
dirigido por Eric Cornell y Carl Wie- jeros negros que nos ha deparado va la energía pero causa un aumen-
man consiguió enfriar un gas de áto- el último cuarto del siglo XX han to constante e irreversible de la
mos de rubidio lo suficiente como sido de un carácter completamente entropía (una medida del desorden
para observar la aparición del com- teórico, sin mediar ninguna prueba con que se distribuye la energía).
portamiento coherente (por ello, Cor- experimental. La experimentación La combustión nuclear en una es-
nell y Wieman recibieron el año 2001 directa e incluso la mera observa- trella como nuestro Sol y la consi-
el premio Nobel de física, junto a ción de muchos de los fenómenos guiente emisión de radiación pue-
Wolfgang Ketterle, del Instituto de relacionados con los agujeros ne- den verse simplemente como la
Tecnología de Massachusetts, autor gros está fuera de nuestro alcance. conversión de una energía muy or-
de importantes experimentos de con- En una “maqueta a escala” pode- denada, en forma de materia, en
densación de átomos de sodio). mos, en cambio, estudiar en detalle energía desordenada, que toma la
Nos interesa aquí explicar cómo, incluso regímenes cuyo equivalente forma de fotones dispersos por el
en un futuro cercano, podría pre- real nos es completamente desco- universo. La energía contenida en
pararse un condensado de Bose- nocido, puesto que entendemos muy estos fotones de una frecuencia re-
Einstein (un conjunto de cientos de bien la física que se halla detrás lativamente elevada (relacionada de
E. ARILLA
miles de átomos condensados en una de estos sistemas de laboratorio. manera directa con la temperatura
región de décimas de milímetro) en La analogía, manejada con cuidado, de la estrella emisora) puede de-
3. EL VACIO ESPACIO-TEMPORAL
CUANTICO está continuamente bullendo
con pares de partículas y antipartículas
que se crean a la vez en un punto, viven
durante un corto período de tiempo y se
aniquilan mutuamente en un instante pos-
terior. En las proximidades de un agujero
negro, este proceso se ve ligeramente
modificado, puesto que uno de los com-
ponentes del par puede caer en el agu-
jero negro. El otro componente puede
caer también, pero tiene otra alternativa:
escapar al infinito constituida en partí-
cula real. Esta radiación de origen cuán-
tico generada en los alrededores de un
E. ARILLA
algunos fotones y otros tipos de El resultado final de esta evapora- jero negro es tan intenso, que deja
partículas podrían escapar de la atrac- ción todavía es tema de debate. El su marca en el comportamiento de
ción gravitatoria en el horizonte de agujero negro podría evaporarse com- la materia de sus alrededores. Son
sucesos y llegar hasta nosotros en pletamente o bien terminar en un esas marcas de su presencia las que
forma de una tenue radiación (véa- pequeño remanente que se disolvería los astrónomos llevan buscando du-
se la figura 3). Los agujeros ne- en un mar de agujeros negros sub- rante los últimos 25 años, y las han
gros dejaban de ser completamente microscópicos virtuales. En lo que encontrado en abundancia. Es ne-
negros para pasar a tener un poco respecta a este artículo, sólo nos de- cesario subrayar que ninguna de
de color. En concreto, su emisión tendremos en la existencia de la estas marcas podrá nunca asegu-
de radiación electromagnética sería evaporación en sí, y no en sus últi- rarnos la existencia propiamente
equivalente a la de un cuerpo ne- mas etapas. dicha del horizonte de sucesos, pero
gro con una temperatura propor- sí de superficies con un comporta-
cional al inverso del tamaño del miento indefinidamente cercano al
horizonte; la longitud de onda de Agujeros negros ligado a la formación de un hori-
en la naturaleza
su color predominante estaría di- zonte.
rectamente relacionada con dicho El primer candidato serio a agu-
tamaño. Para un agujero negro de jero negro, y el más estudiado, fue
masa solar, la emisión se concen-
traría en ondas de radio kilométri-
cas y, por tanto, sería muy poco
L os agujeros negros son objetos
esquivos; casi han permaneci-
do ocultos en el dominio de la fí-
Cygnus X-1 (véase la figura 4),
identificado por su intensa emisión
en rayos X y oscuridad en el visi-
energética, con una temperatura aso- sica teórica hasta nuestros días. ble. Forma parte de una binaria; la
ciada de unas 100 millonésimas de Como hemos dicho, la única emi- estrella que la acompaña, HDE
grado Kelvin. En contra de lo que sión de radiación que esperamos de 226868, se observa con claridad
nos sugiere la intuición, la radia- un agujero negro es la predicha por en el visible. La emisión de rayos
ción emitida por un agujero negro Hawking, debida a afectos cuánti- X estaría producida por los choques
es tanto más energética cuanto más cos. Para agujeros negros de tamaño del material arrancado de la estre-
pequeño es éste. Para recibir ra- astrofísico, esta emisión es tan dé- lla que va cayendo en el agujero
diación en el espectro visible pro- bil, que quedaría enmascarada por negro. Estudios dinámicos revelan
cedente de un agujero negro, éste el resto de emisiones del entorno que la masa de este posible agu-
tendría que ser del tamaño de un del agujero negro: la propia radia- jero negro supera el triple de la
átomo. ción de fondo de microondas es más masa del Sol (por encima de esta
De acuerdo con la predicción teó- energética. Por lo tanto, no pode- masa crítica no existen estrellas
rica de Stephen Hawking, la histo- mos esperar observar directamente estables) y que, por tanto, no puede
ria de la materia no acaba con la agujeros negros. Sin embargo, los ser una estrella de neutrones. En la
formación de agujeros negros. Estos agujeros negros no están aislados actualidad, existen decenas de can-
emiten radiación, por lo que se ha- en el universo, sino rodeados de ma- didatos como Cygnus X-1.
cen cada vez más pequeños, se van teria en diferentes formas. El campo Aparte de los agujeros negros es-
NASA
evaporando y se calientan más y más. gravitatorio generado por un agu- telares, existen diversos indicios de
Análogos acústicos
de agujeros negros
y otras analogías
5. TUNEL DE VIENTO transónico del Centro de Investigaciones Langley de la NASA. nómeno es análogo al que ocurre
análogo de la radiación de Hawking. teresados en estas últimas, que a su sos de un agujero negro genuino
La emisión de partículas luminosas vez pueden ser de dos tipos. En la queda fuera de nuestras capacida-
de Bose-Einstein
rizonte acústico es en los procesos tes era un objeto puntual en movi-
astrofísicos de agregación de mate- miento se ha convertido en un punto
rial, el llamado acrecimiento de difuminado (como una pequeña man-
Bondi-Hoyle. En este caso, esta-
mos ante una situación invertida a
la del viento solar. Un objeto cen-
C omo ya expusimos al comienzo
del artículo, un condensado
de Bose-Einstein designa un con-
cha o nube), con zonas de mayor y
menor intensidad que evolucionan
con el tiempo. La formulación pre-
tral de masa muy grande va atra- junto de átomos (u otras partículas cisa de este punto difuminado re-
yendo y agregándose las capas de bosónicas) con un comportamiento cibe el nombre de función de onda
material fluido de sus alrededores. coherente. Abordémolos con ma- del objeto. Una descripción completa
A medida que el fluido va cayendo, yor detenimiento. en un instante de tiempo del punto
acelera hasta llegar a velocidades Desde un punto de vista clásico, difuminado necesita dos funciones
superiores a las del sonido y forma un objeto puede considerarse pun- de la posición: el patrón de intensi-
así un horizonte acústico. tual cuando su tamaño es mucho dad de la mancha y el patrón de ve-
Por último, ¿qué sucede en los menor que las escalas de longitud locidad de cambio de la mancha.
túneles de viento supersónicos di- en las que estamos interesados. Por Estas dos funciones corresponden al
señados para investigar la aerodi- ejemplo, para calcular cómo lanzar módulo y a la fase de la función de
námica de los aviones (véase la fi- una bala de cañón de 10 centíme- onda compleja del objeto.
Cuando un sistema consta de va-
rias partículas, la deslocalización
afecta al conjunto de las posiciones
de forma global. La descripción me-
canocuántica de un sistema de va-
rias partículas no nos da, en gene-
ral, unos patrones de intensidad y
velocidades específicos para cada
partícula, sino que nos proporciona
200 µm
7. MONITORIZACION de la oscilación
colectiva de un condensado de Bose-
Einstein en un pozo de potencial armó-
nico. La figura muestra imágenes
sucesivas (una instantánea cada 10 mi-
lisegundos) de la evolución de la nube
condensada.
MIT
locidad. A medida que se enfría el imagen muestra claramente cómo proporcionan una presión interna,
sistema, un número creciente de bo- al alcanzarse la temperatura de tran- una resistencia a ser comprimido.
sones pasan a formar parte del es- sición se comienzan a distinguir Una vez que tenemos el condensado
tado condensado de mínima ener- las dos nubes; la central, mucho más en una cierta configuración, lo agi-
gía, mientras otros todavía tienen concentrada, corresponde al con- tamos suavemente durante un ins-
suficiente energía para comportarse densado. A medida que baja la tem- tante en una zona concreta. ¿Qué
de manera individual. Desde un peratura, la nube condensada se hace ocurre? En virtud de las interaccio-
punto de vista clásico, una parte de más prominente. Así, a temperatu- nes mencionadas, la agitación se
los bosones han ido a ocupar una ra cero llegaría a ser prácticamente transmitirá por el interior del fluido
misma posición en el fondo del po- la única presente. a una velocidad finita (vista desde
El sumidero
Esta es la velocidad del sonido en muy cercano (quizás, en 5 o 10 años).
un condensado: podemos imaginar Sin embargo, antes de seguir ade-
la agitación anterior como la que lante, importa subrayar una vez más
se produciría si colocáramos alta-
voces en miniatura en el interior
del gas (véase la figura 2).
las precauciones que hay que tener
en el manejo de las analogías. Por
ejemplo, en un condensado, la exis-
A la hora de ponerse a diseñar
experimentos concretos en los
que un condensado sirva como mo-
Resumiendo, hemos llevado la dis- tencia de una geometría efectiva sólo delo análogo de un agujero negro,
cusión hasta un estadio en el que afecta a las ondas de sonido, puesto nos enfrentamos con dificultades
se pone de manifiesto que un con- que son el único tipo de perturba- añadidas de tipo práctico. La supe-
densado de Bose-Einstein se com- ciones que se propagan en estos sis- ración de las mismas requiere los
porta como un fluido compresible. temas, mientras que, en relatividad esfuerzos conjuntos de físicos ex-
Por lo tanto, basándonos en los ar- general, la geometría espacio-tem- perimentales y teóricos de varias
gumentos sobre analogías acústicas poral determina el movimiento no disciplinas (física del frío, óptica
esgrimidos, debería ser posible ma- sólo de los fotones, sino de todo cuántica, materia condensada, rela-
nipular un condensado de tal forma tipo de energía. Por otro lado, esta tividad general). Lo que sigue debe
que nos proporcionase un modelo visión geométrica de la propagación entenderse como los primeros pa-
análogo de agujero negro. Pero, ¿cuál del sonido en condensados de Bose- sos hacia el diseño de un experi-
sería la temperatura de Hawking del Einstein no es válida para ondas cuya mento concreto realizable, a la vez
horizonte acústico en el condensado? frecuencia sea mayor que una fre- que muestra el tipo de dificultades
Un cálculo aproximado basado en cuencia de corte (normalmente muy a las que habrá que enfrentarse.
las características de los condensa- alta). Estas ondas pueden viajar a ve- El primer tipo de configuración
dos que se manejan hoy en día en locidades mucho mayores que la ve- que nos viene a la mente cuando
los laboratorios nos da una tempe- locidad del sonido y, por tanto, pensamos en simular un agujero
ratura de tan sólo 10 milmillonési- podrían remontar la corriente, incluso negro es el modelo de desagüe tri-
mas de grado Kelvin. Lo fantástico en un fluido supersónico; es decir, dimensional o sumidero, en el que
de este caso es que sabemos que la no verían el horizonte de sucesos un flujo de átomos condensados cae,
temperatura a la que está el con- del agujero acústico. Hay razones cada vez más deprisa, radialmente
densado mismo es de unas 100 mil- para creer que algo similar pudiera y desde todas las direcciones, ha-
millonésimas de grado Kelvin; luego, ocurrir con la visión geométrica del cia un mismo punto del espacio. Se
en principio, podría ser discernible propio espacio-tiempo cuando a ésta requiere, pues, un mecanismo que
experimentalmente. se le añaden rasgos cuánticos (im- continuamente saque los átomos que
Aunque sea de un modo sumario, portantes para altas frecuencias). La se van acumulando en el centro de
vale la pena detallar tres propues- ruptura de la visión geométrica en la configuración. Una configuración
tas específicas que podrían tomarse los condensados de Bose-Einstein propuesta por uno de los autores y
como base realista para la realiza- más que una dificultad resulta una sus colaboradores es la versión uni-
ción práctica de análogos de aguje- inspiración; podría ayudarnos a en- dimensional de este sistema (figu-
ra 8). En este caso, tenemos un flujo
cuasilineal para el fluido: el fluido
Horizonte de agujero blanco entra por los dos extremos de un
tubo construido mediante campos
electromagnéticos adecuados; se va
acelerando hasta que, a una distan-
cia determinada del centro del tubo,
el flujo se hace supersónico. Desde
allí, el fluido continúa su viaje ha-
cia el centro del tubo, donde es ex-
Horizonte de agujero negro
traído del condensado. En este caso
existe un procedimiento mediante el
L. J. GARAY, J. ANGLIN, J. I. CIRAC Y P. ZOLLER
El anillo
también por otras inestables. Sin em- que el flujo vuelve a ser subsónico.
bargo, las simulaciones numéricas La forma completa del tubo recibe
indican que es posible pasar por el nombre de embudo de Laval, por
El embudo de Laval
subsónica en una zona, acelera hasta de perfiles de velocidad buscados.
llegar a alcanzar la velocidad del Podemos imaginar un tubo anular de
sonido en un cierto punto, es su- sección uniforme, con un condensado
persónica en otra zona y frena hasta
convertirse en subsónica otra vez a
partir de otro cierto punto, para lle-
L a experiencia acumulada por los
diseñadores de túneles de viento
supersónicos a la hora de propor-
girando a velocidad constante y subsó-
nica en su interior. Estrechando la
sección del tubo en dos zonas con-
gar al punto de partida. La confi- cionar flujos hidrodinámicamente cretas, podríamos conseguir la crea-
guración completa es un condensado estables ha sugerido a uno de los ción de un horizonte acústico. Quizás
de Bose-Einstein que gira en el in- autores y a sus colaboradores pro- entonces nos hallásemos en disposi-
terior de un anillo con una zona de poner como configuración realista ción de observar por primera vez
flujo subsónico y otra de flujo su- una adaptación de la forma de los una radiación de fonones análoga a
persónico (véase la figura 9). túneles de viento para condensados la radiación de un agujero negro pre-
El punto en el que el flujo se hace de Bose-Einstein. dicha por Hawking.
supersónico representaría un agu- Consideremos de nuevo un tubo
Temperatura de Hawking
jero negro (silencioso) y el punto en cuasiunidimensional en el que el con-
el que se vuelve a convertir en subsó- densado se introduce por un extremo
nico correspondería a un agujero a una velocidad subsónica. La idea
blanco, para un observador situado
en la zona subsónica. Esta propuesta
no necesita la extracción de átomos
básica es que, para flujos subsóni-
cos, un estrechamiento del tubo pro-
duce una aceleración del flujo y vi-
G racias al gran desarrollo técnico
en materia de condensados de
Bose-Einstein que ha habido en los
del condensado ni la consiguiente ceversa. Sin embargo, desafiando a últimos años, éstos se han conver-
E. ARILLA
alimentación del mismo, puesto que la intuición, la situación se invierte tido en sistemas que se manipulan
éste fluye de forma continua. cuando se tiene un flujo supersó- con facilidad y de maneras muy
E
n 1801, Thomas Young, eru- ten hoy. En la actualidad, el suyo moléculas del carbono 60, las
dito caballero inglés, realizó es un experimento básico en los la- buckybolas, mostrarían el mismo
uno de los experimentos más boratorios de los estudiantes de pri- comportamiento ondulatorio. La
célebres de la historia de la mer curso de física, aunque ahora autointerferencia de las partículas
física. He aquí cómo lo describió, se suele llevar a cabo perforando constituye el mayor misterio de la
dos años más tarde, en una confe- dos rendijas en un fragmento de física cuántica; Richard Feynman,
rencia ante la Regia Sociedad de opaco microfilm. (De ahí el nom- premio Nobel, lo llamó “el único
Londres: bre: “Experimento de la doble ren- misterio” de la teoría cuántica.
Hice un pequeño agujero en una dija de Young”). Puede llevarse a En tiempos recientes se ha co-
contraventana y lo cubrí con un cabo fácilmente una demostración menzado a arrojar algo de luz so-
grueso trozo de papel que perforé del fenómeno que observó, la in- bre este misterio mediante la reali-
con una aguja fina... Interpuse en terferencia, con olas en un depó- zación experimental de borradores
el rayo de luz una tira de cartón sito de agua. Por analogía, el ex- cuánticos. Permiten optar por la apa-
de aproximadamente la decimoter- perimento de Young parecía venir rición o desaparición de las franjas
cera parte de una pulgada, y ob- a demostrar que la luz se compone de interferencia. Mediante una ver-
servé su sombra tanto en la pared de ondas, como había defendido sión más elaborada del experimento
como en otros cartones colocados Christiaan Huygens. Pero la histo- de Young, nuestro grupo ha cons-
a diferentes distancias. ria no acabó ahí. truido un borrador cuántico y lo ha
Young no vio sobre la pared A principios del siglo XX, se des- utilizado para poner en práctica, en
opuesta, como podría suponerse, una cubrió que la luz sí se comporta, en principio, la noción de “elección
sombra delgada, sino toda una hi- algunos aspectos, como si estuviera retardada”: la posibilidad de que quien
lera de rayas o franjas equiespa- compuesta de partículas. En con- lleva a cabo el experimento puede
ciadas, claras y oscuras, con la banda creto, existe una “cantidad mínima”, tomar la decisión correspondiente
central siempre brillante. Cuando un “cuanto”, de luz, el fotón. En después de que se haya detectado
bloqueaba la luz a un lado de la 1909, Geoffrey Taylor repitió un ex- la partícula. Un experimento de elec-
tira de cartón, las franjas desapa- perimento similar al de Young; de- ción retardada evoca una suerte de
recían. Llegó a la conclusión de mostró que los fotones individuales alteración del pasado. Pero los bo-
que hacía falta la luz procedente de sufren otro fenómeno de interferen- rradores cuánticos no cambian la
ambos lados para obtener el patrón. cia, la difracción. Al atenuar la luz historia. Sí aclaran, en cambio, cómo
Pero, ¿cómo podían combinarse dos hasta que los fotones llegasen a la surgen los fenómenos de interfe-
rayos de luz para crear una franja pantalla de uno en uno, eliminó cual- rencia en la física cuántica.
oscura? ¿Por qué se encendía siem- quier posibilidad de que interfirie-
pre el centro de la sombra y nunca sen entre sí. Pero, tras apuntar los
quedaba oscuro? Si la luz se com- resultados de varios experimentos, Tirar una moneda
cuántica
ponía de partículas que viajaban Taylor se encontró con el mismo
siempre por rayos rectos, idea com- patrón de franjas de difracción. Daba
partida por muchos, incluido Isaac la impresión de que un fotón podía
Newton, no era fácil encontrarle una
explicación.
Con su “tira de cartón”, Young
“interferir consigo mismo”.
Y no sólo los fotones. Otros ob-
jetos que parecían indiscutiblemen-
C omprendemos bien por qué apa-
recen franjas de interferencia
en el experimento clásico de la do-
puso en marcha una revolución de te “corpusculares”, como los elec- ble rendija. Según la teoría ondula-
la física cuyos ecos todavía se sien- trones, los neutrones e incluso las toria de la luz, cuando se encuen-
tran dos rayos de luz coherente con la que una onda viaja una longitud las rendijas de uno en uno. Cubramos
la misma longitud de onda, se com- de onda más que la otra. Aquí vuel- primero la rendija 2; nos encontra-
binan. Las situaciones más extre- ven a producirse una interferencia remos, por ejemplo, con que un
mas son la interferencia construc- constructiva y una banda de luz. 5 % de los fotones atravesará la
tiva, donde las ondas se refuerzan Para entender por qué la interfe- rendija 1 y activarán el detector. Así
mutuamente, o la interferencia des- rencia cuántica constituye un fenó- pues, Prob (rendija 1) = 5 %. Cubra-
tructiva, en la que se anulan total- meno inesperado, podría ayudarnos mos a continuación la rendija; ahora
mente la una a la otra. la imagen de tirar una moneda al un 5 % de los fotones atraviesan la
En el experimento de Young no aire. Si la moneda no está trucada, rendija 2, activando el detector: Prob
tienen por qué medir lo mismo los la probabilidad de que salga cara (rendija 2) = 5 %. Cuando destapá-
caminos entre un punto de obser- es de un 50 %, y la de que salga semos ambas rendijas, creando dos
vación determinado y cada rendija. cruz, otro 50 %. La probabilidad de rutas posibles, esperaríamos encon-
Cuando sí son iguales (es decir, que salga cara o cruz es la suma de trarnos con un 10 % de los fotones.
cuando el punto de observación se ambas probabilidades: ¡Pero no! Debido a que situamos el
encuentra en un punto equidistante detector en una franja oscura, podría-
de ambas aperturas), las ondas lle- Prob (cara o cruz) = Prob mos pasarnos horas llevando a cabo
S. P. WALBORN, M. O. TERRA, S. PADUA Y C. H. MONKEN
gan en fase e interfieren de ma- (cara) + Prob (cruz) = 100 % el experimento sin ver un solo fotón.
nera constructiva. Esto explica por Es decir,
qué Young siempre veía una banda Consideremos ahora un “lanza-
de luz en el centro de la “sombra” miento de moneda” basado en el ex- Prob (1 o 2) = 0 % ≠ Prob (1) +
de su tira de cartón. A ambos la- perimento de Young. Enviemos un + Prob (2)
dos de esta banda central se en- rayo de luz hacia la doble rendija
cuentran las regiones donde una e instalemos un fotodetector en el La explicación que la física cuán-
onda ha tenido que viajar una lon- lado opuesto, a cierta distancia. Para tica ha encontrado para este com-
gitud de onda más que la otra. Ahí, que resulte más teatral la paradoja, portamiento es el principio de la
las ondas interfieren de manera des- situémoslo en una franja de inter- superposición, según el cual los
tructiva y aparece una banda os- ferencia oscura. Atenuemos la luz, acontecimientos ondulatorios se com-
cura. Después viene una región en de modo que los fotones pasen por binan de acuerdo con una amplitud
Interferencia destructiva
Rendijas
+
Pantalla
2. SE EXPLICA LA INTERFERENCIA DE YOUNG con la teoría rie de rayas equiespaciadas claras y oscuras, o franjas de in-
ondulatoria de la luz. (a) Dos ondas de luz que se hallen en terferencia. (c) En las versiones modernas del experimento de
fase se reforzarán constructivamente entre sí: se creará un Young resulta posible enviar los fotones de uno en uno a
rayo de luz más brillante. Cuando no lo estén, se atenuarán través de la rendija. Como muestra esta simulación por orde-
destructivamente. (b) Una vez las ondas de luz han pasado por nador, el patrón de interferencia aparece a medida que au-
las dos rendijas, interfieren constructivamente dondequiera menta el número de fotones. Aunque esos fotones no se in-
que una viaje un número entero (0, 1, 2,...) de longitudes de terfieren mutuamente siguen produciendo franjas de interferencia.
onda más lejos que la otra. Interferirán destructivamente cuando La única explicación parece ser que un fotón puede pasar de
una onda viaje una fracción (1/2, 3/2, 5/2,...) de longitudes manera simultánea a través de ambas franjas e interferir con-
de onda más lejos. Según la geometría, se produce así una se- sigo mismo.
de probabilidad; no se acomodan a modos, resulta evidente que una conceptos, y algunos nunca acep-
una probabilidad. Matemáticamente “moneda cuántica” no se comporta taron las teorías a las que se vie-
hablando, una amplitud de proba- igual que una clásica. Gracias al ron forzados a llegar. Max Planck,
bilidad no es un número real posi- principio de superposición, un fotón, quien propuso en 1900 que la luz
tivo; se trata, por el contrario de nuestra “moneda cuántica”, puede se comportaba como si estuviera
un número complejo (es decir, un ofrecer una combinación de cara y compuesta de cuantos, lo conside-
número como 0,1 + 0,2i, donde i re- cruz. raba un artificio matemático que
presenta la raíz cuadrada de –1). Así concordaba por casualidad con los
pues, dos amplitudes de probabili- datos experimentales. A diferencia
dades no nulas (por ejemplo, La materia de Planck, Albert Einstein aceptaba
ondula la materia
0,1 + 0,2i y – 0,1 – 0,2i) pueden su- la teoría de los cuantos de luz,
mar cero, lo que nunca sucede con pero albergó dudas acerca de la evo-
las probabilidades clásicas. lución posterior de la teoría cuán-
Desde el punto de vista meta-
científico, el significado de las am-
plitudes de probabilidades sigue
S i todo esto le parece bastante
increíble, no será el único. In-
cluso los creadores de la física cuán-
tica. No podía admitir que lo que
observamos y, en consecuencia, lla-
mamos “realidad” fuera aleatorio.
siendo un gran misterio. De todos tica tuvieron dificultades con sus (La mecánica cuántica trata de po-
Cavidades Detector
micromáser de fotones
Atomos excitados
Atomos
Fotón
emitido
por un átomo
excitado
Pantalla de detección
Láser
3. EL EXPERIMENTO MENTAL del “borrador cuántico” de Scully, donarla. Se libera de esa manera un fotón que permite al expe-
Englert y Walther elimina la interferencia (un producto ondula- rimentador detectar por qué rendija ha pasado el átomo. Según
torio) al guardar la información acerca de por qué rendija ha pa- el principio de complementariedad de Bohr, no puede entonces
sado un átomo excitado (una propiedad corpuscular). Con un lá- comportarse como una onda. Por lo tanto, múltiples repeticiones
ser se excita un átomo a un estado de alta energía. Luego, ese del experimento producirán una mancha extensa en la pantalla
átomo atraviesa el aparato de doble rendija. Tras cada rendija de detección, en vez de franjas de interferencia. Pero al quitar
hay una cavidad de microondas de una longitud suficiente para la pared que separa a las cavidades se borraría la información
que el átomo salga de su estado de excitación antes de aban- del camino seguido y se restablecerá la interferencia.
¿Qué camino?
Onda diagonalmente polarizada
Fotón
Doble rendija
y láminas
de cuarto de onda
Pantalla
Fotón
Doble rendija
y láminas
de cuarto de onda
Pantalla
5. EN LA VERSION DEL BORRADO CUANTICO de los autores se polarizador horizontal (parte inferior) convierte cualquiera de las
colocan tras las rendijas láminas de cuarto de onda, que con- polarizaciones circulares en polarizaciones horizontales; resulta
vierten las polarizaciones de los fotones, respectivamente, en entonces imposible distinguir entre los fotones que atravesaron
circular a izquierdas y circular a derechas. Esto proporciona al las rendijas superior e inferior. La información del camino se-
experimentador información de los caminos seguidos; las franjas guido se ha borrado y las franjas de interferencia reaparecen,
de interferencia desaparecen (parte superior). Sin embargo, un como los autores han demostrado en el laboratorio.
Lentes
Fotón b
(borrador cuántico)
Detector a
Fotones Doble rendija
entrelazados y láminas de cuarto
de onda
borra la información del camino se- 6. EN EL EXPERIMENTO DE “ELECCION RETARDADA” se utiliza un segundo fotón
guido. Recordemos que nuestro po- como borrador cuántico. Se preparan los fotones a y b en un estado entrelazado para
larizador horizontal filtra un fotón que cualquier medición de la polarización de b se entrelace con la información del ca-
circularmente polarizado a derechas mino seguido por el fotón a. La detección de coincidencias permite al experimentador
o a izquierdas y lo transforma en determinar qué par de fotones están entrelazados uno con otro. Si los dos detectores
un fotón horizontalmente polarizado. se activan en el lapso de un nanosegundo, es casi seguro que los dos fotones cons-
No hay manera de distinguir en ade- tituyen un par entrelazado.
lante si era lo uno o lo otro: una
vez que un fotón pasa por el pola- que producen un patrón de franjas birse como una nueva y más com-
rizador, no se puede determinar si (horizontales) y los que producen un plicada superposición:
procedía de la rendija 1 o de la 2. patrón de antifranjas (vertical). Esta
Eliminada la información corpuscu- es la esencia del borrado cuántico. (rendija 1 Y polarizado a derechas) +
lar, los fotones quedan libres para ¿Dice algo el principio de incerti- (rendija 2 Y polarizado a izquierdas)
volver a actuar como ondas. dumbre acerca de este experimento?
Del mismo modo, si instalamos No. La polarización y la posición Dado que ahora los dos observa-
un polarizador lineal vertical entre no son variables complementarias; bles están entrelazados, la manipu-
las láminas de cuarto de onda y el lo mismo que ocurre en la propuesta lación de la información relativa a
detector, volveremos a borrar la de Scully-Englert-Walther, el prin- cualquiera de ellos cambiará de ma-
información del camino seguido. cipio de incertidumbre de Heisenberg nera automática la información so-
Sin embargo, en este caso obser- no es, pues, aplicable aquí. ¿Por qué, bre la otra. Equivale por completo
vamos un patrón de franjas, por lo entonces, se cumple el principio de a describir el estado del fotón como:
común denominado de antifranjas, complementariedad?
que no se halla exactamente en La respuesta es: el entrelazado (franjas Y horizontalmente polarizado) +
fase con el patrón que vimos con cuántico. Cuando un fotón pasa por (antifranjas Y verticalmente polarizado)
el polarizador horizontal. Las anti- el aparato de la doble rendija, en-
franjas presentan un mínimo cen- tra en una superposición de estados Para volver a la analogía del lan-
tral (banda oscura). de posición: rendija 1 + rendija 2. zamiento de una moneda, los ob-
Disponemos, pues, de dos modos Las láminas de cuarto de onda lle- servables de posición y polarización
de dividir los resultados experi- van a cabo una operación adicional vendrían a ser ahora como dos mo-
mentales en subconjuntos. Mediante de lógica condicional. Si el fotón nedas “telepáticas”. La moneda 1
un polarizador circular separaríamos pasa por la rendija 1, emergerá po- cae de cara la mitad de las veces,
los fotones en dos grupos: los que larizado circularmente a derechas y, igual que la moneda 2; por tanto,
pasaron por la rendija 1 (circular a si lo hace por la rendija 2, emer- si se observa cada una de ellas de
derechas) y los que pasaron por la gerá polarizado circularmente a iz- manera aislada, parecerá absoluta-
rendija 2 (circular a izquierdas). Con quierdas. Así pues, la polarización mente normal. Su rareza cuántica
un polarizador lineal los separaría- se habrá entrelazado con el camino. sólo se manifestará cuando se des-
mos en dos grupos distintos: los El estado del fotón puede descri- cubra que cada vez que la moneda
¿Cambiando la historia?
nes “gemelos”.) Maniobramos el formación del camino seguido por
fotón a de modo que pase por la a, podemos medir, en cambio, la
doble rendija y las láminas de cuarto polarización diagonal de b. Una me-
Polarización
Polarizador circular
vertical a izquierdas Medir la polarización horizontal o vertical del fotón b
rendija 2 preserva la información del camino seguido
Polarizador
diagonal Franjas de
del camino seguido
Franjas Antifranjas
Borra información
positivo interferencia
(polarización (polarización
diagonal diagonal
positiva) negativa)
Polarizador
Antifranjas de
diagonal
interferencia
negativo
Medir la polarización diagonal para borrar
la información del camino seguido
7. LA PARADOJA DE LA “ELECCION RETARDADA” equivale a del camino seguido por sus gemelos entrelazados. Así, los foto-
un cambio en la contabilidad, no a un cambio de la historia. El nes a medidos por A se separarán en dos grupos, uno de los
comportamiento de un par de fotones entrelazados (a y b) puede cuales habrá pasado por la rendija 1 y otro que lo habrá hecho
ser anotado por dos observadores, cada uno por su lado. El ob- por la rendija 2. El recuento de los fotones de cada grupo pro-
servador A repite muchas veces el experimento y dibuja un grá- ducirá curvas en forma de campana, ligeramente desplazadas
fico que muestra dónde se detectan los fotones. Cualquiera que una de otra (arriba derecha, líneas verdes). Si el observador B
sea el método de medición que escoja el observador B, el grá- decide medir la polarización diagonal, se borrará la información
fico del observador A será una curva en forma de campana. del camino seguido. En ese caso, los fotones entrelazados me-
(Esto se corresponde con la mancha que hemos visto en la fi- didos por A se podrán separar en otros dos grupos, uno que
gura 5). Si el observador B elige medir la polarización horizon- forma franjas de interferencia y otro que forma antifranjas
tal/vertical, cada uno de sus fotones b conservará información (parte inferior).
Conclusión
tros), el retraso en la detección es de los fotones en los que obtuvo una
minúsculo: alrededor de 5 nanose- polarización de 45o).
gundos. En principio no hay ninguna Alicia: ¡Franjas de interferencia!
razón por la que no podamos enviar
b a una gran distancia, aunque sea
a Marte. Esto daría al observador
¿Cómo has conseguido que los fo-
tones interfieran después de haber
anotado yo los resultados en mi cua-
E l borrado cuántico parece con-
firmar que el principio de com-
plementariedad es una parte funda-
marciano varios minutos para deci- derno? mental de la teoría cuántica. Aunque
dir si nosotros, en la Tierra, obser- Bob: ¿Eso te parece genial? Echale los experimentos de este tipo han
varemos franjas o no. Pero, ¿y si ya un vistazo a esto. (Le entrega a contribuido a ilustrar la naturaleza
hemos recopilado nuestros datos y Alicia una lista de los fotones en dual de los objetos cuánticos, los
observado lo contrario? los que obtuvo una polarización ver- físicos todavía no son capaces de
Es imposible que esto ocurra. La tical.) explicar por qué existe la dualidad
medición retardada en Marte no cam- Alicia: ¡No tienen franjas! Vuelve onda-partícula. En esto seguiría-
bia lo ocurrido en la Tierra; sólo a darse la curva en forma de cam- mos estando de acuerdo con Richard
cambia nuestra contabilidad. Para pana. (Bob le entrega una lista de Feynman, que en 1960 escribió:
explicarlo recurramos al consabido los fotones con una polarización “Explicándoos cómo funciona, no
diálogo entre Alicia y Bob. Supon- de –45o y ella dibuja sus posicio- podemos hacer que desaparezca el
gamos que Alicia prepara en la Tierra nes). Reaparece la interferencia, pero misterio. Vamos a explicaros cómo
un experimento de doble rendija esta vez con antifranjas. Esto es funciona, nada más”.
con láminas de cuarto de onda. Su asombroso, Bob. Puedes controlar Aun así, estamos progresando.
amigo Bob, que vive en Marte, le el pasado. ¿Puedes retroceder y cam- Ahora comprendemos que el res-
envía una caja de fotones. Alicia biar las notas que saqué en mis ponsable de la complementariedad
hace pasar cada fotón por el apa- exámenes, Bob? en el experimento de la doble ren-
rato de doble rendija, efectúa una Bob: Lo siento, Alicia, pero no dija es el entrelazado cuántico, parte
medición de su posición y anota la hay nada mágico en ello. En reali- necesaria del acto mismo de la me-
medición: “Fotón 567 detectado en dad, los fotones que te envié esta- dición, y no la “incertidumbre cuán-
la posición x = 4,3”. Ignora que, en ban entrelazados con unos que me tica” asociada a la medición. Parece-
Marte, Bob, se ha quedado con un quedé. Realicé mediciones de po- rá una sutileza, pero gracias a ella
gemelo entrelazado de cada uno larización y de ahí salieron estas muchos físicos se sentirán más tran-
de los fotones y mide su polariza- misteriosas listas de fotones. Pero quilos.
ción como le apetece, bien en las
direcciones horizontal y vertical,
bien en las direcciones diagonales
de 45 o o –45 o; los resultados los
Bibliografía complementaria
anota en su cuaderno de laborato- THE FEYNMAN LECTURES ON PHYSICS. R. P. Feynman, R. B. Leighton y M. Sands.
rio: “Al fotón 567(B) se le ha de- Addison-Wesley; Reading, Massachusetts, 1965.
tectado una polarización horizon- QUANTUM THEORY AND MEASUREMENT. Dirigido por J. A. Wheeler y W. H. Zu-
tal”. Unas semanas más tarde, Bob rek. Princeton University Press, New Jersey; 1983.
visita a Alicia. QUANTUM OPTICAL TESTS OF COMPLEMENTARITY. M. O. Scully, B.-G. Englert
y H. Walther en Nature, vol. 351, págs. 111-116; 1991.
Alicia: Mira, he hecho ese expe-
rimento de la doble rendija y la lá- QUANTUM THEORY: CONCEPTS AND METHODS. A. Peres. Kluwer Academic Pu-
blishers; Dordrecht, 1995.
mina de cuarto de onda sobre el
QUANTUM OPTICS. M. O. Scully y M. S. Zubairy. Cambridge University Press;
que escribieron esos físicos. Tal como Nueva York, 1997.
decían, obtuve una aburrida curva DOUBLE-SLIT QUANTUM ERASER. S. P. Walborn, M. O. Terra Cunha, S. Pádua y
en forma de campana sin la menor C. H. Monken en Physical Review A, vol. 65, pág. 033818; 2002.
interferencia.
Bernhard Du Mont
T
amerlán, o Timur Lang (1337-1405), fue un casi todos los estados islámicos de Asia y los des-
caudillo de la respetada tribu mongola de Barlas, pobló. Se adueñó así de un territorio que abarcaba desde
venida a menos. Residía ésta en Shahrisabs, los Urales hasta Siria, y desde Delhi hasta Ankara.
al sur de Samarcanda. Por parte materna, Timur Aunque para ello mató a centenares de miles de mu-
descendía de Gengis Jan. Por matrimonio ob- sulmanes, demostró por otro lado una comprensión fuera
tuvo el título de Guragan (yerno del Jan), crédito in- de lo corriente por la cultura islámica.
dispensable para un caudillo sucesor del imperio de Cuando un filósofo notable, un poeta, un músico, un
Gengis Jan. matemático, un experto en ciencias naturales o un ar-
Con habilidad política y una brutalidad despiadada, tesano excepcional caía en manos de Timur en cual-
Timur persiguió su gran objetivo: reinstaurar el anti- quiera de los países conquistados, le respetaba la vida
guo imperio de Gengis Jan. Hasta su muerte arrasó y se lo llevaba a la nueva capital, Samarcanda. Allí
tuvo lugar, durante el paso al siglo XV, un florecimiento nombró soberano a Ulugh Beg en Samarcanda, tenía
sin igual del arte y de la ciencia islámicos. éste 15 años.
Nada le detuvo en su proyecto de traer el progreso
Sarai KAZAKISTAN
Astracán
Lago Beljash
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GEORGIA pio N
KIRGUISISTAN
Urguendch
Taschkent
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AZERBAIJAN
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Bujara Samarcanda
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Baku TURKMENISTAN
A
TADJIKISTAN
Tabris Aschkhabad
Shahrisabs Duschanbe
Maragheh
Rascht Mashhad
Mosul Jammu
Sultanieh y Cachemira
Teherán Nischapur Kuschka
Herat Kabul
PAKISTAN
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DAVID C. WAUGH
69
2. LA MADRASA DE ULUGH BEG
del año 1420 en Samarcanda.
Vista desde el sureste.
con mosaicos vidriados cromáticos, teología, disciplinas más mundanas: principal (capilla oratorio), en di-
que representan adornos en forma astronomía, matemáticas, lógica, rección a La Meca se encontraba
de estrellas, plantas y frisos con es- geometría, geografía, medicina, de- otra mezquita de invierno. Las cel-
critura entrelazada de tipo “tulut”. recho, historia, literatura, poesía y das, dispuestas en dos pisos; sus
Una madrasa (lugar de estudio) árabe. La posesión más valiosa de puertas y ventanas daban al patio.
era originariamente una escuela su- la madrasa era la biblioteca, con más Cada celda estaba dividida en com-
perior unida a un internado. Cumplía de 15.000 volúmenes. partimentos para albergar a dos alum-
las funciones de un seminario te- El edificio, sin ventanas exterio- nos. Sólo había 50 celdas, de modo
ológico, de una escuela jurídica y res (81 × 56 m), circundaba un pa- que el número de estudiantes se li-
de una mezquita. Las primeras ma- tio interior cuadrado, que estaba mitaba a 100. Quien fracasaba en
drasas de este tipo surgieron en el parcialmente pavimentado si bien los exámenes mensuales debía de-
siglo X. Con la construcción de una disponía también de algunos árbo- jar libre su plaza. El alto rendimiento
madrasa en Bujara, en 1417, creó les y de una fuente que invitaban científico, artístico y técnico atraía
Ulugh Beg el prototipo de una ins- al descanso. En cada esquina había a muchos estudiantes, conscientes
titución totalmente nueva, una suerte aulas cubiertas de cúpulas, aunque de su valía, de toda Asia.
de universidad. En la madrasa de también se impartía docencia en “La búsqueda del saber es el de-
Samarcanda se enseñaba, además de los cuatro iwanes. Detrás del iwan ber de todo musulmán y uno de los
colaboradores
bién el planificador decisivo del para convertir los distintos siste-
nuevo observatorio. Anteriormente mas de coordenadas; inventó una ta-
de Ulugh Beg ya se había ocupado del observato-
rio de Maragheh y sometido a criba
bla de cálculo para ortos planeta-
rios y descubrió un algoritmo para
calcular las raíces enésimas de un organizador admiraba. Describió a Cuando murió al-Kashi en el año
número natural. Su cómputo del Ulugh Beg como “dotado por el ge- 1429, le sucedió en la dirección
número “pi” concuerda exactamente nio divino, con humana perfección, del observatorio Ala-ud-Din Ali ibn
en las primeras diecisiete cifras con con cualidades angélicas y con ras- Muhammad Kushi (1402-1472).
el valor exacto. Redactó la parte teó- gos característicos de los profetas”. Considerado el más conspicuo de
rica del Zidj de Ulugh Beg, una fa- En el intercambio epistolar con su los sabios en Samarcanda, Ulugh
mosa obra tabular. padre que se ha conservado, expone Beg le distinguió con el título de
Las construcciones de Ulugh Beg al-Kashi las sesiones científicas mo- “mi más querido hijo”.
llevaban el sello de al-Kashi, quien deradas por Ulugh Beg. Fuera del
aplicó sus conocimientos matemá- soberano mismo y de al-Rumi nin-
ticos a la resolución de problemas guno de los 60 sabios merecía el El observatorio
de Samarcanda
arquitectónicos. Se comprueba en aprecio de al-Kashi.
un cielo de estalactitas (bóveda con En las sesiones consagradas a de-
relieves) creado con muchos polí- batir posibles fallos en los progra-
gonos tridimensionales, algunos
de ellos con sus superficies lisas y
otros, retorcidas. Calculó la su-
mas de observación, Ulugh Beg de-
testaba la adulación servil. Para
descubrir a los aduladores, caía a
E l observatorio de Ulugh Beg no
fue descubierto hasta el año
1908. Vladimir Vyatkin, arqueólogo
perficie de la cúpula cubierta con veces en errores manifiestos o for- aficionado ruso, lo halló a una lati-
mosaicos que tenía que coincidir mulaba preguntas capciosas. Ulugh tud norte de 39o 37’ 28”, siguiendo
con la de los relieves de la bóveda Beg fue el tercero que llevó a cabo una antigua descripción del si-
interna. estudios sobre Maragheh. Impartió glo XVII. Encontró las ruinas junto
Al-Kashi dedicó sus escritos as- cursos sobre al-Tusi y sobre su discí- al pie oriental de la colina de Chupan-
tronómicos al soberano, cuyas capa- pulo Kutb al-Din Mahmud ibn Ata, en un altozano de 21 metros
cidades intelectuales y cuyo talento Masud Shirazi (m. 1311). de altura, contiguo al canal de Abu
El sextante Fahrí
ción, aunque las esferas armillares En los orificios abiertos a cada lado
se construían en otro lugar. Un am- de la superficie de mármol se fi-
biente caldeado y una gran cocina jaba el listón y así se comparaba la
proporcionaban el confort necesario
durante los festines que Ulugh Beg
organizaba en el observatorio. Los
D el instrumento más famoso, el
sextante Fahrí, queda sólo la
parte subterránea en un sótano de
posición del Sol con la del día si-
guiente. Mediante ese procedimiento
se podían verificar los solsticios,
resultados de las observaciones se 2,5 metros de ancho y a una pro- ya que el retroceso del Sol era ob-
archivaban en el escritorio. Habría, fundidad de hasta 11 metros. Entre servable inmediatamente. El “ocu-
a buen seguro, un gabinete de co- las dos paredes paralelas laterales lus” correspondía a las dimensio-
pia donde las tablas de Ulugh Beg discurre un doble arco de meri- nes del disco solar.
se iban reproduciendo sobre el terre- diano de placas de mármol cuyo gro- Hay que imaginarse la cámara
no. Dado que la gran biblioteca se sor abarca de diez a doce centíme- donde se encontraba el sextante como
encontraba en la madrasa, el ob- tros. Ambos arcos descargan sobre una estancia sin ventanas, para po-
servatorio disponía de una pequeña unos muros inferiores de ladrillo sibilitar el contraste de la imagen
biblioteca para facilitar las tareas de de 29 centímetros de anchura y se- solar. Ahora bien, puesto que los
cómputo. La sala de sesiones no parados unos de otros 51 centíme- observadores tenían que subir y ba-
sería muy grande, pues el número tros. Hay una escalera entre los ar- jar por la escalera con una mínima
de personas adscritas al observato- cos, enmarcados, a su vez, por dos seguridad, se dejaba penetrar algo
rio era muy pequeño y vivían en escaleras laterales. El extremo su- de luz a través de una puerta que
un edificio anejo. perior del arco acababa posiblemente daba al norte.
Así retrata Abd ar-Razzak su inte- a la altura de la línea del techo. La graduación de 58o hasta 81o
rior: “Las imágenes de los Nueve Sobre las placas de mármol puli- se aprecia todavía hoy en la parte
Cielos y de los Siete Círculos Ce- mentadas aparece una escala gradua- inferior del arco. Los arqueólogos
lestes estaban reproducidas mara- da de alturas. En el arco occiden- descubrieron entre los escombros
villosamente y trazadas de manera tal se distinguen unas graduaciones dos placas de mármol de un ta-
incomparable en el interior de aquel con cifras árabes a lo largo de una maño de unos 70 cm que pertenecían
edificio sobresaliente, con los gra- muesca en la superficie. Las divi- a la parte superior. Una de las pla-
dos, minutos, segundos y décimas siones mayores pertenecían a los cas contiene los grados 20 y 21; la
de segundo; también se veían las grados. Al inmenso radio del arco otra, sólo los 19. Si se trata de las
esferas giratorias con los círculos de 40,213 metros corresponde, para últimas placas, el arco de meri-
de las siete estrellas móviles, imá- un grado, un segmento de arco de diano sería un instrumento cuya gra-
genes de las estrellas fijas, el globo 701,8 milímetros. La subdivisión duación, que abarcaría de los 19 gra-
terráqueo con sus divisiones en cli- menor estaba en 0,4 milímetros y dos hasta los 80, correspondería a
correspondía a 2 segundos de arco. un arco de circunferencia de 61 gra-
Se advierte, sobre las placas, un dos. De todo ello se deduce que nos
canal de deslizamiento; en él se hallaríamos ante un sextante, no ante
El autor colocaba un visor corredizo que fun-
cionaba según el principio de la
un cuadrante, pues éste cubre un
cuarto de circunferencia.
BERNHARD DU MONT, antiguo miem- dioptra (muesca y punto de mira), La escala de 19o a 80o permite la
bro del Instituto Astronómico de Cálcu- del que se recuperaron algunos frag- medición de todos los cruces del me-
lo en Heidelberg, desde hace 25 años mentos. Como punto de mira se ridiano del Sol, la Luna y los pla-
enseña en Constanza.
© Sterne und Weltraum.
utilizaría en el “oculus”, que se en- netas. El Sol se mueve en Samarcanda
contraba en el centro del arco, un entre una altura de 26o,81 (invierno)
y el Islam ortodoxo
manifestaban hacia los derviches
incultos resultó insoportable para
importante del antiguo astrónomo éstos. Cuando Ulugh Beg obligó al
griego Ptolomeo. Se puede encon-
trar, incorporado dentro de una teo-
ría sobre el movimiento de los pla-
E l fin de la astronomía en Sa-
marcanda se debe, en última ins-
tancia, a las dificultades que tuvo
shaij Jwaya Muhammad Parsa, su-
perior de los derviches Nakshwan-
di en Bujara, a rendir cuentas, ante
netas, el método para calcular “la Ulugh Beg con fundamentalistas islá- los “especialistas del Libro de Dios”
distancia desde el Sol y desde la micos. A diferencia de Timur y de de la madrasa de Samarcanda, del
Luna al centro de la Tierra”. Shah Ruj, creyentes cumplidores de isnad de diferentes Hadices que los
El valor del Zidj de Ulugh Beg todos los preceptos religiosos, Ulugh fundamentalistas invocaban con mar-
reside, sobre todo, en el catálogo de Beg permitió el relajamiento de las tilleante frecuencia, el abismo en-
estrellas, que contiene el resultado costumbres. Algunas miniaturas del tre los derviches y Ulugh Beg con
de 30 años de observaciones y se Libro de los reyes muestran a Ulugh sus teólogos se hizo insalvable.
basa en un compendio de fórmulas Beg y a miembros de su familia ro- El clero establecido temía además
de gran exactitud. En el apartado deados de su corte. Sobre un fondo por sus prebendas. El soberano pre-
“Determinación del emplazamiento de ricas alfombras y tapices, les sir- fería sabios en los puestos admi-
de las estrellas fijas en longitud y ven muchachas de cadera cimbreante nistrativos. Durante el reinado de
latitud” Ulugh Beg explica la entrada al son de la música, mientras “her- Timur les habían ido bien las co-
de datos para este catálogo. mosos efebos” ofrecen refrescos. Con sas. Este había colocado a los se-
En el libro cuarto se aborda la motivo de la circuncisión de su hijo guidores del profeta en los puestos
astrología matemática, que debe pro- Abd al-Aziz, Ulugh Beg manda que de juez y de inspectores de los mer-
porcionar la base para las predic- se sirva vino al pueblo. Parece ser cados que controlaban el comercio.
ciones. Con todo, Ulugh Beg no que el jefe de la policía dijo a su También había puesto en manos de
acompaña ningún tipo de instruc- soberano: “Has destruido la fe de los mullahs la administración de la
ciones para interpretar un horóscopo Mahoma introduciendo las costum- vida pública; a cambio, se asegu-
que ha sido levantado. Sí se pue- bres de los infieles”. raba su apoyo durante las crisis polí-
den encontrar ciertas afirmaciones Sin embargo, lo que más contra- ticas. El respaldo del pueblo, que
sorprendentes; por ejemplo, por rió a los clérigos sufíes, integrados no se dejaba dirigir por académi-
término medio un embarazo, desde en la orden derviche de Nakshbandi, cos, le faltó pronto a Ulugh Beg.
la concepción hasta el parto, dura fue la filosofía extranjera y las ma- Cuando se propagó la declaración
273 días, 5 horas y 10 minutos, es temáticas, así como el estudio de de Ulugh Beg —“la religión se des-
decir, exactamente 10 órbitas luna- las ciencias naturales en las ma- vanece como la niebla, los impe-
res. También se calcula la edad del drasas. Los derviches considera- rios pasan y sólo permanecen eter-
mundo: desde el comienzo del uni- ban que todo lo que un musulmán namente las obras de los sabios”—,
verso hasta la era de Noé han trans- tenía que saber ya era conocido y muchos mullahs, aterrorizados, con-
currido 180.000 años solares, y 4180 había sido descrito en el Corán y sideraron inevitable la muerte de
años solares desde el primer año del en los Hadices (Tradiciones). Si se Ulugh Beg.
diluvio universal hasta la entroni- pretendía sobrepasar eso, se usur-
de Ulugh Beg
ULUGH BEG AND HIS OBSERVATORY IN SAMARKAND. H. Hobden, en Astronomy
Now, págs. 32-36; agosto, 1988.
RECONSTITUTION DE L’OBSERVATOIRE DE SAMARKAND. J. F. Oudet, en Publica-
tions de l’Observatoire Astronomique de Strasbourg, págs. 201-217; noviembre,
Heiner Schwan
Polo
celeste
Polo
de la
eclíptica
ca
ípti
Ecl
ste
or cele
Ecuad
a obra de Ulugh Beg, so- posición describe, en un intervalo
L
berano de Samarcanda de 26.000 años, un círculo alrededor
E s fe
(1394-1449), se alinea del eje del plano de la órbita terres- r a c ele ste
junto a una serie de ob- tre, es decir, de la eclíptica. La Tierra
servaciones astronómicas se comporta aquí como un compás; 1. POSICION DEL PLANO de la órbita
importantes que se re- debido a su situación inclinada, terrestre (eclíptica) y del ecuador celes-
montan a los astrónomos griegos además de su propia rotación rá- te. Los puntos de intersección corres-
Timocares (ca. 280 a.C.) y, sobre pida, describe un movimiento rota- ponden al equinoccio de primavera (de-
todo, Hiparco de Nicea (ca. 190- torio lento de la posición de su eje lante) y el de otoño (detrás).
120 a.C.). Este último fue también (precesión).
quien comprobó, a través del cote- En razón de este movimiento, el
jo de las propias observaciones de punto equinoccial de primavera, es Cír
cu
la estrella Spica de la constelación decir, la intersección del ecuador Polo lo
de
de la las
de Virgo con las de Timocares, 140 celeste con el plano de la órbita eclíptica lo
ng
años más antiguas, que la longitud terrestre a lo largo de la eclíptica, i
tu
de
al año. Este es un dato de una pre- dido entre una estrella y la Luna se denadas mantuvieron su vigencia
cisión sorprendente, si lo compara- deduce el que existe entre una es- hasta la época de Tycho Brahe
mos con los datos modernos (el va- trella y el Sol. Inferencia de la que (1546-1601). Aquí hemos utilizado
lor IAU para el año 140 a.C. da un sacaron partido Timocares e Hiparco el catálogo ptolemaico en la versión
valor de 49,8 segundos de arco al en sus observaciones de Spica. La de C. H. F. Peters y E. B. Knobel.
año). Como punto de intersección circunstancia de que las observa- Ptolomeo dividió las estrellas en
entre el ecuador celeste y la eclíp- ciones fueron realizadas durante seis clases, en razón de su magni-
tica, el equinoccio de primavera se eclipses nos permite fijar hoy la fe- tud, con subdivisiones de un ter-
localiza observando el Sol en el cha exacta de los acontecimientos. cio. Las estrellas más brillantes se
firmamento. integran en la clase de magnitud 1;
Ptolomeo
las más débiles, en la clase 6. Nues-
tro sistema actual de clasificación
Así se veía del brillo se rige por este baremo.
Tycho Brahe
ventado), de cómo comparar las es- el Almagesto compiló Ptolomeo los
trellas, sólo observables de noche, conocimientos de la astronomía an-
con las observaciones diurnas del tigua, expuso otros muchos propios
Sol, y con ello deducir las longitu-
des eclípticas de las estrellas. Ello
es posible si se toma la Luna como
e ideas importantes derivadas de la
concepción geocéntrica del mundo.
Al difundirse la obra de Ptolomeo,
T ycho Brahe fue el primer astró-
nomo del Renacimiento que
cuestionó las observaciones de
lazo de unión. lo escrito con anterioridad se dio Ptolomeo. Sospechaba que se basa-
De día, se observa la Luna con por superado y superfluo. Por ello ban en mediciones de Hiparco re-
relación al Sol, y de noche, las es- no nos han llegado ni originales ni calculadas para otra época; la obje-
trellas con relación a la Luna. Es- copias de Hiparco. Ignoramos cómo ción parece afectar a un gran número
pecialmente útil resulta el momento realizaba sus observaciones. de estrellas clasificadas, aunque no
de un eclipse total de Luna, ya que El Almagesto contiene también por ello disminuye el mérito de
entonces el ángulo de separación un catálogo estelar en el que Pto- Ptolomeo, ya que se debe tomar el
entre el Sol y la Luna es exactamen- lomeo aporta las coordenadas eclíp- catálogo en relación con la gran idea
te de 180 grados. Del ángulo me- ticas de 1028 estrellas. Estas coor- de este científico de elaborar una
∆ b (H–U)
0' 0' del ecuador celeste o de la eclíp-
tica. El otro, perpendicular, gira en
torno a su eje vertical. Mediante el
–50' –50' enfoque del cuerpo celeste y la lec-
tura de los dos círculos se podía me-
dir unos ángulos en dos planos, para
–100' o –100' o así obtener las coordenadas de las
0 100o 200o 300o 0 100o 200o 300o estrellas.
100' 100' Ulugh Beg fue el último repre-
c d
sentante sobresaliente de la astro-
nomía islámica. Recogió sus ob-
50' 50' servaciones en el Zidj Ulugh Beg
∆l cos b (H–P)
observaciones comenzaron ya en
0' 0' 1420 con Salah ad-Din Musa, maes-
tro del soberano, y Ghiyas ad-Din
Yamshid. Tras la muerte de ambos
–50' –50' astrónomos concluyó Mu’in ad-Din
el programa de observaciones en
1437. No está muy claro si Ulugh
–100' o –100' o Beg publicó su obra originariamen-
0 100o 200o 300o 0 100o 200o 300o
100' 100'
te en turco, persa o árabe. Algunos
e f indicios apuntan a una versión ori-
ginal en persa. Hacia finales del
50' 50'
siglo XV existía una edición árabe,
difundida por todo el orbe islá-
∆l cos b (H–T)
mico.
∆ b (H–T)
0' 0'
Una introducción subdividida en
cuatro partes precede al conjunto de
tablas de Ulugh Beg. A su vez,
–50'
cada parte consta de una serie de
–50'
capítulos dedicados a diversas cues-
tiones astronómicas y métodos. La
determinación de las posiciones es-
–100' –100'
0o 100o 200o 300o 0o 100o 200o 300o telares se entroniza en el capítulo
Longitud eclíptica l Longitud eclíptica l 13 de la tercera parte: “La fijación
de las posiciones de las estrellas fi-
4. CATALOGOS DE ESTRELLAS de Ulugh Beg (U), Ptolomeo (P) y Tycho Brahe jas en longitud y latitud”.
(T) comparados con el catálogo Hipparcos (H). Las diferencias ∆l cos b en las En total, el catálogo contiene 1018
longitudes eclípticas y ∆ b en las latitudes eclípticas se aplican en función de estrellas, que, salvo contadas ex-
las longitudes eclípticas. cepciones, concuerdan con las de
Ptolomeo. De ellas, según el pro-
pio Ulugh Beg, no pudo observar
teoría global sobre el movimiento
de los cuerpos celestes. Debemos a
Ulugh Beg 27, ya que estaban situadas dema-
siado al sur de Samarcanda. Junto
G. Grasshoff una exposición deta- a éstas hay una serie de pares de
llada de la historia del catálogo de
Ptolomeo. Un catálogo que dio sus
frutos, incluso en el Renacimiento,
E n la docena de siglos que trans-
currieron entre Ptolomeo y
Ulugh Beg se midieron sólo algu-
estrellas que nos llevan a compa-
rarlas con las posiciones de Ptolomeo
(porque las coordenadas coinciden
a conocimientos astronómicos. Y más nas posiciones estelares. Merecen o las diferencias de las longitudes
tarde, Edmund Halley, a comienzos mencionarse las tablas de Ibn Yunus de ambas estrellas son iguales a las
del siglo XVIII, midió, en Greenwich, y la uranometría de Abd al-Rahman correspondientes de Ptolomeo); no
los movimientos propios de Sirius, al-Sufi. fueron observadas por Ulugh Beg,
Arcturus y Aldebarán y comparó sus Ulugh Beg no realizó las obser- sino introducidas por Ptolomeo y
propias observaciones con las del vaciones de su catálogo de estre- difundidas sólo en el año 1437. Del
Almagesto. llas con el sextante Fahrí, sino con catálogo, pues, se reducen a 700 las
catálogo HIPPARCOS 5. ERRORES CASUALES (en minutos de común podría falsear la medición
arco) de la longitud y la latitud eclíp- en posteriores investigaciones.
ticas en Ptolomeo, Ulugh Beg y Tycho. En la figura 4a se ofrecen los re-
Errores sistemáticos
prendido entre 1989 y 1993, de una De manera análoga se aplican en
exactitud nunca alcanzada hasta la figura 4b las diferencias en la
entonces. latitud eclíptica entre los datos del
Para las comparaciones trabaja-
mos con coordenadas eclípticas, por
tratarse de las empleadas en los catá-
C ada medición estaba inevita-
blemente expuesta a errores.
Unos procedían de fallos casuales;
HIPPARCOS y los de Ulugh Beg
en función de la longitud eclíptica.
En las figuras 4c a 4f encontramos
logos antiguos. Hubo, pues, que otros, de fallos sistemáticos. Los lo mismo, tanto para el catálogo de
transformar los datos sobre posicio- errores casuales varían de una es- Ptolomeo como para los datos de
nes del catálogo del HIPPARCOS trella a otra, sin ninguna vincula- Tycho. Es llamativo el error cla-
en coordenadas eclípticas. Se pudo ción. Los sistemáticos, al contra- moroso para el punto cero en el catá-
así comprobar el desplazamiento del rio, tienen causas desencadenantes logo de Ptolomeo (el desplazamiento
equinoccio de primavera por la pre- comunes y dependen de uno o de positivo en la figura 4c). Mayor in-
cesión, comparándolo con las me- más parámetros; por ejemplo, la si- cluso que el cometido por Ulugh
diciones antiguas. Por último, las tuación en el firmamento. En este Beg. Este determinó el equinoccio
estrellas debieron ordenarse por las caso serían falsos por sistema y de de primavera bastante mejor que
coordenadas y los brillos del catá- la misma forma todos los resulta- Ptolomeo.
logo HIPPARCOS. Esto conlleva dos de las mediciones en áreas con- De la comparación con el regis-
dificultades considerables, deriva- cretas del cielo. La magnitud y la tro del satélite resultan evidentes los
das de la enorme inseguridad de las dirección de los errores cambian minúsculos errores del catálogo de
posiciones y de los brillos antiguos, de un área a otra. El origen de los Tycho, se trate de los sistemáticos
fallos sistemáticos podría ser quizás o de los casuales. Todas las figuras
una colocación equivocada o un se representan a la misma escala y
El autor calibrado erróneo del instrumento
medidor con el que se realizó la
en el mismo marco. El catálogo de
Ulugh Beg se mantiene en la tra-
HEINER SCHWAN trabaja en el cam- observación. dición de la astronomía antigua,
po de la astrometría en el Instituto Para distinguir entre los fallos sis- mientras que el catálogo de Tycho
de Cálculo Astronómico de Heidel- temáticos y los casuales se utilizan pertenece ya a una nueva era, sin
berg. Ha sido responsable de la pues- procedimientos estadísticos. Nosotros cuya exactitud no se habrían po-
ta a punto del Quinto Catálogo Fun-
damental.
aplicamos un método desarrollado dido descubrir las leyes de Kepler
© Sterne und Weltraum. en el Instituto de Cálculo Astro- del movimiento de los planetas. La
nómico de Heidelberg. Se expuso gran exactitud de las mediciones
Conclusión
+12 minutos de arco solamente en
Ulugh Beg y –20 y +20 en Ptolo-
meo). Los errores, mucho más pe-
queños en el catálogo de Tycho
(figuras 4e y 4f), resultan casi irre-
conocibles en esta escala.
E l catálogo de Ulugh Beg sigue
enraizado en la tradición de
la astronomía antigua. Cierto es que
supera un tanto la exactitud del catá-
Errores casuales
logo de Ptolomeo; sobre todo, en
la determinación del equinoccio de
primavera y en los errores sis-
Bibliografía complementaria
CONSIDERATIONS ON THE CHANGE OF THE LATITUDES OF SOME PRINCIPAL FI-
XED S TARS . E. Halley, en Philosophical Transactions, vol. 30, págs. 736-738;
1718.
THE CATALOGUES OF PTOLEMY, ULUGH BEIGH, TYCHO BRAHE, HALLEY, HEVE-
LIUS . F. Baily, en Memoirs of the Royal Astronomic Society, vol. XIII, págs.
29 y 127; 1843.
PTOLEMY’S CATALOGUE OF STARS: A REVISION OF THE ALMAGEST. C. H. F. Pe-
ters y E. B. Knobel. The Carnegie Institution of Washington, 1915.
ULUGH BEG’S CATALOGUE OF STARS. E. B. Knobel. The Carnegie Institution of
Washington; 1917.
VOM SCHATTENSTAB ZUM RIESENSPIEGEL. D. B. Hermann. Verlag Neues Leben
Berlin. Speziell, págs. 18-19; 1978.
HIPPARCOS — DER 100.000 STERNE-SATELLIT. U. Bastian, en Sterne und Wel-
traum, n.o 10, pág. 524; 1986.
THE HISTORY OF PTOLEMY’S STAR CATALOGUE. G. Grasshof. Springer Verlag,
1990.
HIPPARCOS: DIE WISSENSCHAFTLICHE ERNTE BEGINNT. U. Bastian, en Sterne
und Weltraum, n.o 11, pág. 938; 1997.
DIE ARMILLARSPHÄRE ALS ZIMMERPLANETARIUM. J. Biefang, en Sterne und Welt-
raum, n.o 1, pág. 40; 1999.
TYCHO BRAHE, WEGBEREITER DER HIMMELSMECHANIK. V. Witt, en Sterne und
Weltraum, n.o 11, pág. 994; 2001.
H etapa de la sección de Juegos matemáticos, y reparto del capital puede convertir un juego perdedor
lo hicimos comentando dos juegos de azar cuyo en ganador.
comportamiento es sorprendente (Juegos matemáti- Para entender cómo es esto posible, analizaremos
cos, julio 2001). En ambos, un individuo juega contra primero uno de los mecanismos que explican la para-
un casino y tiene ciertas probabilidades de ganar y doja original. Piense por un momento cuántas veces
perder un euro en cada turno. se utiliza la moneda mala cuando jugamos B un gran
El primero de ellos —lo llamaremos juego A— es número de turnos seguidos. A primera vista, parece
similar a apostar un 1 euro a rojo o negro en la ru- que la moneda mala se debería utilizar un tercio de
leta de un casino: ganamos 1 euro con una probabi- los turnos, puesto que se lanza siempre que el capi-
lidad ligeramente inferior al 50 % y perdemos 1 euro tal es múltiplo de tres. Sin embargo, si se juega B en
con una probabilidad ligeramente superior al 50 %, ya todos los turnos, resulta que la moneda mala se uti-
que con el cero gana siempre la banca. Supongamos liza 5/13 = 0,3846... de las veces que se juega, es de-
que se gana con una probabilidad del 49,5 % y se cir, más a menudo que un tercio de las veces. La
pierde con una probabilidad del 50,5 % (estas proba- razón se encuentra en las propias reglas del juego B
bilidades no coinciden exactamente con las de la ru- y se hace más clara si representamos el juego como
leta, pero nos sirven para describir la paradoja). Podemos el movimiento de una ficha a lo largo de la línea de
también imaginar este juego como una apuesta sobre la figura 2. Cada vez que ganamos, movemos la ficha
el resultado del lanzamiento de una moneda ligera- una casilla hacia la derecha y, cuando perdemos, una
mente sesgada. El segundo juego —lo llamaremos casilla hacia la izquierda. Con las reglas del juego B,
juego B— es un poco más complicado y, obviamente, cuando la ficha está en una casilla roja, su movimiento
no puede encontrarse en ningún casino. Igual que en más probable es hacia la izquierda, puesto que utili-
el juego A, en cada turno ganamos o perdemos 1 €, zamos la moneda mala, que tiene una probabilidad de
pero ahora las probabilidades dependen de lo que lle- ganar muy reducida, del 9,5 %. Por el contrario, en las
vamos ganado hasta el momento (que puede ser una casillas verdes el movimiento más probable es hacia
cantidad negativa): si lo que llevamos ganado —lo lla- la derecha. Si la ficha se encuentra en la casilla 2, por
maremos el capital — es múltiplo de tres, entonces ejemplo, su movimiento más probable es hacia la ca-
ganamos 1 € con probabilidad 9,5 %; si el capital no silla 3. Pero, en el siguiente turno, lo más probable es
es múltiplo de tres, la probabilidad de ganar es del que vuelva a la 2. Por tanto, la ficha se encontrará la
74,5 %. Es decir, en el juego B se utilizan dos mo- mayor parte del tiempo saltando entre 2 y 3, o, en ge-
nedas, una muy desfavorable para el jugador, que se neral, entre un múltiplo de tres y su inmediato inferior.
lanza cuando el capital es múltiplo de tres, y la otra Esto hace que la frecuencia con la que la ficha visita
bastante favorable, que se lanza cuando el capital no las casillas rojas, es decir, la frecuencia con la que se
es múltiplo de tres. En la figura 1 se esque-
matizan las reglas de los dos juegos, repre-
sentándose en rojo las monedas desfavorables
Juego A Juego B
y en verde la favorable. ¿Es mi capital múltiplo de 3?
Aunque se trate de juegos de azar, el juga-
dor pierde en media si juega muchos turnos Moneda 1
seguidos a cualquiera de los dos juegos, A o No Sí
B. Sin embargo, si juega alternándolos, ya sea
50,5
al azar o siguiendo alguna secuencia perió- 49,5 Moneda 2 Moneda 3
dica como AABBAABB..., entonces gana en me-
dia. Este comportamiento es a primera vista ganar perder 74,5 25,5 9,5 90,5
sorprendente y por ello se conoce a estos jue-
gos como juegos paradójicos o también como
ganar perder ganar perder
Paradoja de Parrondo.
En los últimos años, algunos físicos y ma- 1. Las reglas de los juegos paradójicos A y B. Las monedas
temáticos han estudiado variantes de la pa- que se utilizan en cada juego son rojas o verdes según sean
radoja original y encontrado nuevas propie- desfavorables o beneficiosas para el jugador
dades sorprendentes de estos juegos. En este
artículo vamos a comentar una de ellas, que
tiene lugar cuando varios individuos juegan a
B y se les permite repartir las ganancias en- -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6
tre turno y turno. Raúl Toral, de la Universidad 2. Representación esquemática del capital en el juego B
Capital total
claves de la paradoja: cuando el juego B se alterna 1000
con el A, este último, a pesar de ser perdedor, hace
que se utilice menos frecuentemente la moneda mala 500
del juego B y por ello su efecto final es positivo y la
alternancia resulta ser ganadora. 0
El juego A hace que el capital sea más aleatorio de
lo que es cuando se juega sólo B; de este modo, la 500
ficha visita menos veces las casillas rojas. Podemos
decir que el juego A ayuda a “saltar” estas casillas ro- 1000
jas, en donde el juego B es muy desfavorable. 0 200 400 600 800 1000
Número de turnos
Si varios jugadores están jugando contra la banca,
este mismo efecto se puede conseguir de una forma 3. Capital total de 100 jugadores en función del número
más sencilla: a los jugadores les es posible convertir de turnos para distintas combinaciones del juego B
el juego B en ganador sin más que redistribuir entre y la redistribución R
turno y turno sus ganancias.
Supongamos N individuos que juegan contra la banca 10.000
al juego B. Ahora no disponemos del juego A, pero po-
demos redistribuir el capital entre los distintos jugado-
res. Llamaremos a esta distribución o reparto juego R.
Este juego R cumple el mismo papel que el juego A en
Capital de cada jugador
tribución, es decir, cuando cada individuo juega contra 4. Capital de dos jugadores en función del número
la banca al juego B sin intercambiar nada con sus com- de turnos cuando juegan sólo a B (curvas azules),
pañeros. En ese caso, todos los jugadores pierden en a R (curvas moradas) y cuando alternan el juego B
media y eso se ve reflejado en la disminución paula- y la redistribución R siguiendo la secuencia RRBRRB...
tina del capital total. Sin embargo, si se intercalan tur- (curvas verdes)
nos de redistribución, como ocurre en las curvas roja,
verde y añil, todos los jugadores ganan y el capital to-
tal aumenta. Cuando se utilizan muchos turnos en la ple: el primero le da al segundo 1 € con una probabi-
redistribución, la ganancia se hace menor, aunque si- lidad 1/2, o es el segundo quien le da al primero 1 €
gue siendo positiva. Como en el juego R el capital to- con probabilidad 1/2 en cada turno de redistribución
tal ni aumenta ni disminuye (el individual sí), si todos (juego R). Esta simple redistribución de capital tiene
los turnos se utilizan en redistribuir el capital y no se unos efectos cruciales en el desarrollo del juego. En
juega nunca al juego B, el capital no variará y el re- la figura 4 mostramos el capital de cada uno de los
sultado será la recta horizontal morada de la figura. jugadores cuando no hay reparto, cuando solamente
Como vemos, en estos juegos compartir es sin duda hay reparto y no se juega nunca a B, y cuando se in-
beneficioso para todos. Volviendo al esquema de la fi- tercala un turno de juego B con dos turnos de reparto.
gura 2, lo que está ocurriendo es que, cuando se com- La redistribución de capital beneficia a ambos, mien-
parte el capital, la ayuda del vecino puede facilitarle a tras que el juego en solitario es de nuevo perdedor.
un individuo saltar la casilla roja y que se beneficie de El modelo de Toral enseña algo que es cada vez
las monedas buenas del juego B. Se podría decir que más necesario recordar en los tiempos que corren, es-
esto es equivalente a superar una “mala racha” con el pecialmente a los defensores del neoliberalismo: la re-
apoyo de algún amigo o de la colectividad. distribución de la riqueza es beneficiosa para la co-
El efecto se puede conseguir incluso con sólo dos lectividad e incluso puede ser indispensable para generar
jugadores. En este caso, la redistribución es muy sim- crecimiento económico.
ESQUIES ELECTRONICOS
Contra el momento angular
urante muchos años, los esquiadores se han
3. UNAS PLACAS
DE CAUCHO, en otros
modelos, absorben entre la
bota y el esquí parte de las
vibraciones; el golpeteo se re-
duce en alguna medida.
Fibras piezoeléctricas
Peso
lisis y síntesis, la noción de “razón conocida” en co- En la primera mitad del siglo XI, al-Hasan ibn al-Haytham
nexión con la cuadratura del círculo y la legitimidad presenta su revolucionario (en términos de A. I. Sabra)
del empleo del movimiento en geometría. En teoría de Kitab al-Manazir, que vertido en España, determinó el
números, los matemáticos islámicos abordaron las nuevo enfoque de la ciencia de la luz que perviviría
“disposiciones armoniosas de los números” (adad al- hasta bien entrado el siglo XVII. En línea con la opi-
wafq), es decir, los cuadrados mágicos. Un cuadrado nión aristotélica sobre la visión entendida como re-
mágico es la matriz cuadrática de números enteros: cepción de formas de luz y color, nuestro Alhacén
cuya suma de todos los elementos de cada columna, concedía a la psicología un papel nuevo y fundamen-
fila o diagonal son iguales. En términos modernos, el tal, al tiempo que tendía un puente con el sistema pto-
número de elementos de cada fila, columna o diago- lemaico en astronomía.
nal constituye el orden del cuadrado mágico; la suma En el ámbito de la medicina, la matemática im-
de los elementos de cada fila, columna o diagonal forma portaba sobre todo en la administración e interpre-
la constante mágica. tación de la eficacia gradual de los fármacos. La tra-
De las disciplinas matemáticas recibidas de los grie- dición galenista había clasificado las medicinas en
gos, la óptica sufrió una transformación radical hasta cuatro grados; con mayor precisión, había caracteri-
convertirse en ciencia genuinamente árabe. Con el tí- zado unas como templadas y otras que se alejaban
tulo de al-Manazir se vertieron los tratados de Optika de ese equilibrio en cuatro grados. (Los grados sig-
de Euclides y Ptolomeo a comienzos ya del siglo IX. nificaban la potencia de la droga en función de las
cuatro cualidades elementales: caliente, frío, seco, lizó su alumna Montse García Fajardo la tesis docto-
húmedo.) Averroes escribe su al-Kulliyyat , Kitab al- ral, publicada recientemente.) Adviértase que, en los
Adwiya wa-l-Aghdhiya (“Libro de medicamentos y ali- zijes andalusíes, las tablas de movimientos medios
mentos”), contra la tesis innovadora de al-Kindi, del son sidéreas.
siglo IX ; de acuerdo con éste, la intensidad del fár- La astronomía andalusí, en particular, y la historia
maco crecía geométricamente con el aumento de de la ciencia española en general, han dado un paso
grado, según la regla de la “razón doble”; así, la in- de gigante con la publicación de The Toledan Tables,
tensidad de una droga en primer grado dobla la de una obra magistral en cuatro volúmenes preparada por
un fármaco templado; la de una medicina en se- Fritz S. Pedersen. Las Tablas Toledanas, traducidas
gundo grado cuatriplica la intensidad de la templada; al latín en el siglo XII, perdidas las originales árabes,
un fármaco en tercer grado es ocho veces más in- nos han llegado en revisiones latinas, tres principales
tenso; otro en cuarto grado, 16 veces más intenso y varias menores. Las principales quizá divergían ya
que la medicina templada. A ello Ibn Rush contra- en la tradición árabe. Parten de una doble fuente
propone un incremento algebraico. esencial, Albattani, del 900 d. C., y Alkhwarizmi, de la
Los artículos dedicados en este número de la re- primera mitad del siglo IX, a las que se sumaron ta-
vista a quien epitomiza la ciencia astronómica islá- blas árabes posteriores. Alkhwarizmi empleó fuentes
mica después del período medieval, el Zij de Ulugh hindúes y persas; Albattani se apoyó principalmente
Beg, nos eximen de ponderar su figura. Según pa- en las Tablas manuales de Ptolomeo, aunque aña-
rece, influyó en el Zij al-Sharif (“Manual de la astro- diendo bastante de su propia labor.
nomía noble”) redactado por Sabjaq Dar en Túnez en Para el manejo de las mismas se requerían deter-
el siglo XVII y estudiado por Julio Samsó. En su re- minadas reglas o cánones. También se ofrecen aquí.
paso por la transmisión del conocimiento astronómico, Los denominados Ca, Cb y Cc representan por lo me-
andalusí y magrebí, el profesor barcelonés se detiene nos dos traducciones independientes del árabe. Tablas
en el fenómeno de la “trepidación”, que es la oscila- y cánones sufrieron ulteriores revisiones; en concreto,
ción de las longitudes eclípticas de las estrellas fijas la “vulgata tardía” se empleó en torno a 1270 y per-
con respecto al punto vernal. (Tema sobre el que rea- sistió hasta bien entrado el siglo XIV, cuando las Tablas
¡No me digas!
Yo me lo repito. Yo te lo pregunto. y de la A a la Z, respectivamente. Se
Quizás, al leer la primera oración, se podrá observar que la longitud no crece
haya sentido intrigado. ¿Qué es lo que se muy rápidamente. Por mi parte, soy de la
repite? Sin duda, se habrá observado en opinión de que, incluso con 26 símbolos,
el paralelismo de la estructura de la se- la secuencia sorprendente de máxima lon-
gunda y la primera, y tal vez se haya pre- gitud tiene menos de 100 letras. Solución del problema
guntado de qué se habla. De la noción de “sorpresa” que se ha del mes pasado:
Este mes, el objetivo consiste en estu- definido aquí se dice que es “de orden 2,” Las permutaciones siguientes
diar esos paralelismos. Se dirá que una porque sólo concierne a pares. Cabría de- no son posibles con tres
secuencia de símbolos (cada uno de los finir una de orden tres como sigue: para niveles de válvulas:
cuales representa una o varias palabras) cada terna de símbolos y cada par de dis- ADECB
es “sorprendente” si, para cada par de sím- tancias D1 y D2 existe en la secuencia, a AEDBC
bolos X e Y, y para cada distancia D, a lo lo sumo, una posición en la que el primer BCDEA
sumo existe en la secuencia una posición símbolo (X) precede al segundo (Y) una CEDAB
en la que X precede a Y una distancia D. distancia D1 y el Y precede al tercero (Z) DEACB
En las dos oraciones del comienzo la dis- en D2. EABCD
tancia entre “Yo” y “lo” es la misma, por ¿Cuál es la máxima secuencia tri-sor- No obstante, todas estas
permutaciones sí serían
lo que esas frases de ocho palabras no prendente compuesta por las cinco prime-
posibles con cuatro niveles.
sería considerada sorprendentes. ras letras del alfabeto que logrará usted
He aquí otros ejemplos, con símbolos: encontrar? No conozco reglas sencillas que
Solución en la Red
AAB es sorprendente, y también lo es AABA, proporcionen las secuencias sorprenden-
pero AABB no lo es, porque en dos casos tes de orden k de máxima longitud com- Se puede ver la solución
la A va seguida a dos pasos por la B (o puestas por subconjuntos de k símbolos del problema de este
sea, a distancia 2). De igual manera, tomados de un conjunto de n. ¿Podrán los mes visitando
AAXYBB no es sorprendente, porque la A lectores hallar una teoría elegante? www.investigacionyciencia.es
está seguida dos veces por la B a cuatro
símbolos de distancia.
Como ejercicio de calentamiento, expli-
que por qué no es sorprendente la siguiente ¿Sorprendente, o no?
secuencia, compuesta por los símbolos A,
B y C: BCBABCC. Inversamente, busque
una secuencia sorprendente con los sím- No:
bolos A, B y C que tenga una longitud de,
por lo menos, siete símbolos.
He aquí tres problemas mucho más difí-
ciles: Construya una secuencia sorpren- No:
dente, de la máxima longitud de que us-
ted sea capaz, que contenga cinco símbolos
distintos. Encuentre seguidamente se-
cuencias tan largas como pueda que uti- No:
licen 10 símbolos y 26 símbolos, respec-
tivamente. Le resultará cómodo utilizar las
letras del alfabeto (obviemos la Ñ y demás
símbolos que sólo se utilizan en algunas Sí:
lenguas): de la A a la E, de la A a la J,
NINA FINKEL
DESCODIFICACION DE LA ESQUIZOFRENIA,
por Daniel C. Javitt y Joseph T. Coyle
Una comprensión más plena de la señalización cerebral
en la esquizofrenia ofrece enfoques nuevos y esperanzas
de tratamientos mejores de esta enfermedad.
GALAXIAS EN COLISION,
por Lourdes Verdes-Montenegro
La imagen de un universo estático e inmutable dista
mucho de la realidad. Las galaxias son sistemas cambiantes
que sufren transformaciones espectaculares debido
a la interacción entre unas y otras.