Está en la página 1de 99

¿EXISTEN LAS RAZAS?

• ILUSIONES GEOMETRICAS

FEBRERO 2004
5,50 EURO

EL EPISODIO DE IMPACTO
DE CHICXULUB

AGUJEROS NEGROS
EN CONDENSADOS DE BOSE-EINSTEIN
LA NUEVA LUNA
BORRADO CUANTICO
ULUGH BEG

00329

9 770210 136004
6
Febrero de 2004 ¿Existen las razas?
Número 329 Michael J. Bamshad
y Steve E. Olson

3 Si las razas se definen


como grupos genéticamente
HACE... separados, no. Pero se
50, 100 y 150 años.
pueden utilizar marcadores
genéticos para agrupar
4 individuos con fines
APUNTES médicos y terapéuticos.
Etología...
Electrónica...
Vida en el espacio...
Astronomía...
Astrofísica...
Inmunología.

32 13
CIENCIA Y SOCIEDAD Ilusiones geométricas
Importancia del suelo,
en el cultivo de caña de azúcar... Jacques Ninio
Origen de los perros Las distintas prioridades que el cerebro
del Nuevo Mundo... Cetonas... gestiona engendran una multitud de
Limpieza con láser.
ilusiones geométricas. La observación
nos las hace “ver” y la imaginación nos
incita a crearlas.

24
El episodio
38 de impacto
DE CERCA de Chicxulub
Pequeños parásitos del mar.
David A. Kring y Daniel D. Durda
El impacto que aniquiló los dinosaurios
desencadenó una oleada de incendios
que arrasaron los bosques de la Tierra.
40 83
CURIOSIDADES DE LA FÍSICA
La nueva Luna Manzanas que se atraen
Paul D. Spudis y cortinas de baño molestas,
por Wolfgang Bürger
Las recientes misiones a la Luna
han revelado que todavía hay mucho
por aprender del vecino más cercano
a la Tierra.

48
Agujeros negros en condensados de Bose-Einstein
Carlos Barceló y Luis J. Garay 86
Los condensados de Bose-Einstein nos ofrecen la posibilidad de experimentar
JUEGOS MATEMÁTICOS
Las ventajas de la solidaridad,
en laboratorios terrestres con “maquetas en miniatura” de objetos celestes por Juan M.R. Parrondo
tan esquivos como los agujeros negros.
88
IDEAS APLICADAS
59 Esquíes electrónicos,
por Mark Fischetti
Borrado cuántico
Stephen P. Walborn, Marcelo O. Terra
Cunha, Sebastião Pádua
y Carlos H. Monken
En mecánica cuántica cada historia
tiene dos caras, pero sólo se puede ver
una de ellas a la vez. Los experimentos
muestran que, al “borrar” una, aparece
la otra. 90
LIBROS
Islam, saber exacto...
Biotecnología...
68 Evolución de la meteorología...
Matemática.
Ulugh Beg
Bernhard Du Mont
Uno de los astrónomos más famosos
de Oriente en el siglo xv, este soberano
hizo construir en Samarcanda un gran
observatorio astronómico y realizó una
competente investigación del firmamento.

Las tablas de Ulugh Beg


Heiner Schwan 96
El núcleo del Zidj de Ulugh Beg (“Tablas AVENTURAS PROBLEMÁTICAS
de Ulugh Beg”) es un catálogo con ¡No me digas!,
1018 estrellas, sus brillos y posiciones. por Dennis E. Shasha
COLABORADORES DE ESTE NUMERO
Asesoramiento y traducción:
Antonio Arnáiz: ¿Existen las razas?; Luis Bou: Ilusiones geométricas y
Aventuras problemáticas; Joandomènec Ros: El episodio de impacto de
Chicxulub; M.ª Rosa Zapatero: La nueva Luna; Adán Cabello: Borrado
cuántico; Francesc Castelló: Ulugh Beg y Las tablas de Ulugh Beg; J.
DIRECTOR GENERAL José M.ª Valderas Gallardo Vilardell: Hace..., Apuntes e Ideas aplicadas; Jürgen Goicoechea:
DIRECTORA FINANCIERA Pilar Bronchal Garfella Curiosidades de la física
EDICIONES Juan Pedro Campos Gómez
Laia Torres Casas
PRODUCCIÓN M.a Cruz Iglesias Capón
Bernat Peso Infante
SECRETARÍA Purificación Mayoral Martínez
ADMINISTRACIÓN Victoria Andrés Laiglesia
SUSCRIPCIONES Concepción Orenes Delgado
Olga Blanco Romero
EDITA Prensa Científica, S. A. Muntaner, 339 pral. 1.a
08021 Barcelona (España)
Teléfono 934 143 344 Telefax 934 145 413
www.investigacionyciencia.es

SCIENTIFIC AMERICAN
EDITOR IN CHIEF John Rennie
EXECUTIVE EDITOR Mariette DiChristina
MANAGING EDITOR Ricki L. Rusting
NEWS EDITOR Philip M. Yam
SPECIAL PROJECTS EDITOR Gary Stix
SENIOR EDITOR Michelle Press
SENIOR WRITER W. Wayt Gibbs
EDITORS Mark Alpert, Steven Ashley,
Graham P. Collins, Carol Ezzell, Portada: Alfred T. Kamajian
Steve Mirsky y George Musser
PRODUCTION EDITOR Richard Hunt
VICE PRESIDENT AND MANAGING DIRECTOR, INTERNATIONAL
Dean Sanderson
PRESIDENT AND CHIEF EXECUTIVE OFFICER
Gretchen G. Teichgraeber SUSCRIPCIONES
CHAIRMAN Rolf Grisebach Prensa Científica S. A.
Muntaner, 339 pral. 1.a
08021 Barcelona (España)
Teléfono 934 143 344
DISTRIBUCION PUBLICIDAD Fax 934 145 413
para España: GM Publicidad
Edificio Eurobuilding Precios de suscripción:
LOGISTA, S. A.
Aragoneses, 18 Juan Ramón Jiménez, 8, 1.ª planta Un año Dos años
28036 Madrid
(Pol. Ind. Alcobendas) España 60,00 euro 110,00 euro
Tel. 912 776 400
28108 Alcobendas (Madrid)
Fax 914 097 046 Extranjero 85,00 euro 160,00 euro
Tel. 914 843 900
Cataluña:
QUERALTO COMUNICACION Ejemplares sueltos:
para los restantes países: Julián Queraltó Ordinario: 5,50 euro
Prensa Científica, S. A. Sant Antoni M.ª Claret, 281 4.º 3.a Extraordinario: 6,00 euro
Muntaner, 339 pral. 1.a 08041 Barcelona
08021 Barcelona Tel. y fax 933 524 532 —El precio de los ejemplares atrasados Difusión
Teléfono 934 143 344 Móvil 629 555 703 es el mismo que el de los actuales. controlada

Copyright © 2003 Scientific American Inc., 415 Madison Av., New York N. Y. 10017.
Copyright © 2004 Prensa Científica S. A. Muntaner, 339 pral. 1.a 08021 Barcelona (España)
Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción en todo o en parte por ningún medio mecánico, fotográfico o electrónico,
así como cualquier clase de copia, reproducción, registro o transmisión para uso público o privado, sin la previa autorización
escrita del editor de la revista. El nombre y la marca comercial SCIENTIFIC AMERICAN, así como el logotipo correspondiente,
son propiedad exclusiva de Scientific American, Inc., con cuya licencia se utilizan aquí.
ISSN 0210136X Dep. legal: B. 38.999 – 76

Imprime Rotocayfo-Quebecor, S. A. Ctra. de Caldes, km 3 - 08130 Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona)


Printed in Spain - Impreso en España
H ACE
...cincuenta años peor plaga; en Europa, donde brotó ninguna de estas formas de radia-
en 1952, se la ve como un asesino ción existía.]
MIEDO ROJO. «El mes pasado, la his- malévolo que amenaza con aniqui-
toria de los espías de Fort Monmouth lar a un animal muy preciado para L A T ORRE E IFFEL . «En Scientific
se desinfló. El senador Joseph McCar- la mesa, la caza, la compañía y el American del 26 de diciembre se
thy finalizó una serie de audiencias laboratorio. Con la intención de con- anunciaba que la famosa Torre Eiffel
públicas, de las que había afirmado trolar la enfermedad en Europa, se estaba a punto de venirse abajo,
que ‘demostrarían la existencia de persigue una vacuna contra el vi- dada la acusada tendencia al vuelco
espionaje’ en el laboratorio de radar rus mixoma.» que mostraba. El señor Eiffel niega
de Fort Monmouth. Su desfile de tes- tal cosa y se refiere al informe del
tigos no ha conseguido revelar testi- ...cien años señor Mascart, presidente de la
monio alguno sobre espionaje. De Academia de Ciencias, en el que
los aproximadamente 30 científicos R AYOS QUÍMICOS . «El señor Aug. se dice que ‘la torre se halla en un
del Cuerpo de Transmisiones sus- Charpentier plantea un interesante perfecto estado de conservación, sin
pendidos por el Ejército a resultas de problema: la diferencia entre los que se hayan notado cambios de
las investigaciones de McCarthy, nin- rayos desprendidos por los seres vi- posición ni en los cimientos ni en
guno fue acusado de espionaje. Walter vos y los rayos N descubiertos por la estructura’. Toda comisión com-
Millis, redactor del New York Herald el señor René Prosper Blondlot. En petente que hasta ahora haya es-
Tribune, comentaba en su columna: su opinión, esa radiación de los or- tudiado la torre ha defendido el buen
‘Se ha arruinado un establecimiento ganismos se compone de rayos N estado de la estructura y avalado
militar verdaderamente vital y sensi- y alguna forma nueva de radiación. su utilidad científica.»
ble, con mayor saña de lo que habría Esto vale en especial para los ra-
soñado un saboteador soviético... [me- yos procedentes de los centros ner- Y AHORA LOS MALVADOS ÑUES. «No
diante] la caza de brujas, el más viosos, o nervios; presentan la sor- parece haber dudas de que el as-
puro fanatismo, la cobardía, los pre- prendente característica de que los pecto tan grotesco del ñu es una
juicios raciales y una absoluta in- interrumpa parcialmente una pan- previsión de la naturaleza para pro-
competencia’.» talla de aluminio. Una lámina de teger al animal. Cuando se les asusta
0,5 mm basta para rebajar consi- o molesta, esos notables antílopes
P LAGA DE CONEJOS . «Con senti- derablemente los rayos emitidos por realizan una serie de extrañas evo-
mientos diametralmente opuestos se un punto del cerebro. Por el con- luciones y extraordinarios gestos,
asiste en diferentes partes del mundo trario, la pantalla de aluminio ape- al objeto de acentuar la rareza y
a las dos caras del fenómeno ob- nas modifica los rayos procedentes fealdad de su apariencia y ahuyentar
jeto de este artículo: la mixomato- del corazón, el diafragma y los a los intrusos.»
sis, enfermedad infecciosa mortal de músculos. Esto constituye una di-
los conejos. Deliberadamente intro- ferencia característica entre las ra- ...ciento cincuenta años
ducida en Australia hace tres años, diaciones musculares y las nervio-
se ha extendido por áreas inmen- sas. El efecto generado por los PELIGRO OCEÁNICO. «El grabado ad-
sas, produciendo una gran epizoo- nervios aumenta fuertemente con junto corresponde a una locomoto-
tia en los conejos. En Australia, se la compresión; el de los músculos, ra marina, invento de Henry A. Frost,
saluda la enfermedad como una sal- mucho menos.» [Nota de la redac- de Worcester (Massachusetts). Las
vación que libra al continente de su ción: Acabaría comprobándose que aletas helicoidales son solidarias de
la cara exterior del casco. El cilin-
dro interior, montado en el fondo,
mantiene siempre la misma posi-
ción. Dispone de un salón que ocupa
toda la longitud del buque. El in-
ventor confía plenamente en haber
puesto en marcha una revolución to-
tal en los viajes oceánicos.»

ERROR ESTADÍSTICO. “«En la Tierra


hay 1.000.000.000 de habitantes, de
los que cada año mueren 33.333.333,
o sea, uno cada segundo. Esas pér-
didas son compensadas por un nú-
Locomoción marina antes de la dinámica de fluidos, 1854 mero casi igual de nacimientos.»

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 3


A PUNTES
ETOLOGIA
Perplejidad
uando se nos muestra una serie de de duda propias de humanos, sí parece
C imágenes, solemos recordar mejor
las primeras y las últimas; si se nos pre-
que sopesan opciones alternativas en si-
tuaciones inéditas. Podría investigarse
gunta por las intermedias, no sabremos qué otras especies cuentan con esa ca-

GEORGE D. LEEP Corbis


qué contestar. Se ha sometido a la pacidad. Al parecer, las ratas y las palo-
misma prueba a unos monos rhesus. mas no; los delfines, sí.
Rehusaban dar una respuesta, por lo ge- —J. R. Minkel
neral, ante las imágenes intermedias.
Aunque no manifestaban las sensaciones
Los animales también dudan

ELECTRONICA
El transistor emisor de luz
l creador del diodo emisor de luz, Nick Ulanyak, el di- bio, Holonyak, Feng y Hafez lo han maximizado para que
E señador del transistor bipolar más rápido, Milton Feng,
y Walid Hafez, estudiante de doctorado —tres generacio-
la base emita fotones infrarrojos. Es parecido a lo que
ocurre en los diodos emisores de luz, pero permite mo-
nes de ingenieros—, han anunciado la consecución del dular la luz de salida a velocidades mucho mayores. De
primer transistor emisor de luz. Se trata de un transistor momento, han logrado hacerlo a 1 MHz. Si se consiguie-
bipolar de heterounión de fosfuro de indio y galio y arse- sen velocidades mayores, y parece muy posible, el dis-
niuro de galio. En la base del transistor se recombinan positivo —que ofrece además de la nueva salida óptica
electrones y huecos —cargas positivas ligadas a la falta una electrónica— sería apto para su inclusión en chips,
de electrones—. Por lo general, el diseño persigue que se donde las conexiones conductoras entre los componentes
minimice este efecto, porque genera un calor inútil. En cam- podrían sustituirse, o combinarse, con conexiones ópticas.

VIDA EN EL ESPACIO
Agua potable
ste mismo mes publicamos un artículo donde se ha- Norte y en los cráteres Shoemaker y Faustini del Polo
E bla de que una estación lunar podría obtener el agua
que necesitase en la propia Luna. George Bush, por otra
Sur. Al recibirse en el observatorio ecos débiles, se con-
cluyó que no se había dado más que con roca lunar y
parte, anuncia el propósito de enviar de nuevo seres hu- polvo, que absorben la mayor parte del haz. La decep-
manos al satélite; la intención es que “vivan y trabajen ción de no haber encontrado depósitos potentes no quiere
allí durante períodos cada vez más largos”. Pero, aunque decir que no haya agua. El suelo podría contener crista-
se cumpliesen las palabras presidenciales, no parece les del tamaño de pelotas de golf. Pero si fuesen sólo
que los futuros astronautas pudie- como copos de nieve, recolectarlos
ran conseguir su agua lunar arran- sería difícil. Además, si hubiera ha-
cando pedazos de hielo de una masa bido agua por debajo de los dos me-
compacta. Los sondeos por radar tros de profundidad, la cantidad to-
de hace unos años dejaban abierta tal habría sido mucho mayor que los
la posibilidad de que hubiese depó- diez mil millones de toneladas que,
sitos semejantes a glaciares en las SHOEMAKER según se calcula en estos momen-
zonas sombreadas de los cráteres tos, posee la Luna, poco más que
cercanos a los polos. Los datos, una laguna. Con sólo esa cantidad,
BRUCE A. CAMPBELL Institución Smithsoniana

sin embargo, se han interpretado FAUSTINI se trataría de un recurso muy es-


de forma muy dispar. La detección caso. Pese a todo, no es imposible
de hidrógeno por el Lunar Prospector que haya agua en sitios aún no ex-
despierta menos dudas. En todo plorados. Ben Bussey, de la
caso, estas investigaciones no ahon- Universidad Johns Hopkins, cree que
daron más de un metro o dos en el la extensión de las “trampas géli-
suelo de la Luna. El radar de Arecibo das” que encierran el hielo lunar
lo ha escrutado ahora, con ondas duplica la supuesta hasta ahora.
de 70 centímetros de longitud, hasta Los cráteres Shoemaker y Faustini Podría haber depósitos en suelos de
una hondura de más de cinco me- devolvieron ecos débiles de la señal cráteres invisibles desde la
tros, en pequeños cráteres del Polo de radar. Tierra. —Sarah Simpson

4 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


ASTRONOMIA
Mares de metano

NASA/ Laboratorio de Propulsión a Chorro


itán, la mayor de las lunas de Saturno y único cuerpo del sistema
T solar, aparte de la Tierra, con una atmósfera rica en nitrógeno,
esconde su superficie bajo una espesa neblina anaranjada. Las observa-
ciones de radar efectuadas con radiotelescopios instalados en tierra han
atravesado esa cortina nubosa. Al parecer, hay allá lagos de hidrocarbu-
ros líquidos. En los ecos de radar se descubrieron unos picos agudos,
que señalan la existencia en Titán de zonas reflectoras lisas y oscuras;
lo más probable es que sean líquidas. ¿Y qué líquidos puede haber en
Titán, con temperaturas de –180 grados? Análisis anteriores de la atmós-
fera del satélite hallaron metano y otros hidrocarburos, que podrían caer
como lluvia sobre la superficie (se cree que formada por agua congelada) Titán, la mayor de las lunas de
y crear lagos de metano y etano líquidos. —J. R. Minkel Saturno, podría albergar, bajo su velo
anaranjado, lagos de hidrocarburos

ASTROFISICA
Experimento mental
i cayéramos de pie en un agujero negro, experimentaría- el aro hacia arriba desde nuestros pies y hacia abajo desde
S mos una atracción más fuerte en el calcañar que en la
coronilla. Nos estiraría y estrujaría. En cualquier agujero
nuestra cabeza con su propia atracción gravitatoria, lo haría
en cada momento (si su masa y radio fuesen adecuados)
esférico y sin rotación, sólo pasarían 0,0904 segundos con una intensidad que contrarrestaría las cada vez mayo-
desde que la diferencia de aceleración entre la cabeza y los res fuerzas de marea del agujero. El intenso campo eléc-
pies empezara a desmembrarnos —cuando decuplicase g, trico del salvavidas cargado no nos afectaría si nos rodease
celeridad que imparte la gravedad en la una esfera conductora, una “jaula de
superficie de la Tierra— hasta que se Faraday”. Ahora bien, ese campo esti-
alcanzara el centro del agujero. Según mularía la producción de pares de
J. Richard Gott y Deborah L. Freed- electrones y positrones en el vacío al-
man, rodeándonos de un aro más pe- rededor del aro; éste atraería a los
sado que un asteroide podríamos de- electrones y repelería a los positrones,
morar el momento de la muerte. Esta hasta que se descargase. Con una
fantasía tiene el interés de mostrar masa del anillo del orden de una mi-
cómo se entrelazan diversos fenó- llonésima de la masa de la Tierra y un

MEHAU KULYK Photo Researchers, Inc.


menos físicos, en apariencia desliga- radio —en el momento en que
dos, en un problema concreto. Para empezáramos a desmembrarnos— de
que el aro no se derrumbase sobre sí 28,47 metros, el tiempo de descarga
mismo por su propio peso, debería es- sería de 1,3 segundos y el que pasaría
tar dotado de carga, de suerte que la entre ese comienzo de la tortura y el
repulsión electrostática compensase la atracción gravitato- final en el centro del agujero, de sólo 3,46 × 10–3 segundos.
ria entre sus partículas; éstas se moverían, pues, en mera Gracias al anillo, se habrían contrarrestado fuerzas de ma-
caída libre. El radio del salvavidas sería en todo momento rea de 6760 g. La muerte vendría tan deprisa, que no se
proporcional a la distancia al centro del agujero. Así, al tirar percibiría su llegada.

INMUNOLOGIA
La resistencia al sida y la viruela
VIH

na mutación impide la producción de una proteína celular a la


U que se liga el VIH; así, protege del sida. Como mucho, alrededor
de un diez por ciento de los europeos cuenta con esa mutación. Debe
de ser reciente; quizá se originó hace sólo 700 años. Se ha supuesto
que ofrecía resistencia a la peste bubónica que asoló Europa en otros
tiempos. Unos genetistas de la Universidad de California en Berkeley
sostienen, en cambio, que protegía de la viruela. La distribución ge-
ográfica de ésta concuerda bien con las frecuencias de la mutación
EYE OF SCIENCE Photo Researchers, Inc.

en Europa. La viruela, además, encaja mejor con la idea de que una Virus de la viruela
mutación permanecerá en el acervo génico si proporciona alguna ven-
taja: la peste bubónica desapareció del mundo hace 250 años; la vi-
ruela, sólo hace 26. Además, el agente de la peste es una bacteria,
mientras que el VIH es un virus de ARN.
—Charles Choi

La resistencia al VIH podría deberse a una mutación


que se originó hace 700 años y protegía de la viruela

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 5


¿Existen las razas?
Si las razas se definen como grupos genéticamente separados, no.
Pero se pueden utilizar marcadores genéticos para agrupar individuos
con fines médicos y terapéuticos

Michael J. Bamshad y Steve E. Olson

M
ire a su alrededor, en una calle de minado “negro” en EE.UU., por ejemplo, podría
cualquier gran ciudad. Verá una mues- ser considerado “blanco” en Brasil y “coloreado”
tra de la variedad externa que reina (una categoría distinta de “negro” y “blanco”) en
entre los seres humanos: tonos de piel Sudáfrica.
lechosos y oscuros, texturas de pelo Sin embargo, las definiciones ordinarias de las
finas y lisas, gruesas y crespas. A partir de ca- razas generan en ocasiones grupos que se corres-
racterísticas físicas como éstas, del origen ge- ponden bastante bien con propensiones genéti-
ográfico y de la cultura, las personas se agrupan cas a sufrir ciertas enfermedades. La anemia
en “razas”. Pero, ¿qué validez tiene, desde un falciforme, por ejemplo, se da sobre todo en
punto de vista biológico, el concepto de raza? personas de ascendencia mediterránea o africana,
¿Informan acerca de la constitución genética de mientras que la fibrosis quística abunda bas-
un individuo las características físicas, más allá tante más entre las de ascendencia europea. Según
de indicarnos que posee genes determinantes de varios estudios —cuyos resultados no están exen-
ojos azules o del pelo rizado? tos, en absoluto, de controversia—, los negros
Entre otras razones, el problema resulta com- norteamericanos responden peor que otros gru-
plicado porque los criterios de pertenencia a una pos a determinados fármacos indicados en car-
raza varían de una región a otra. Alguien deno- diopatías.

6 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


INVESTIGACIÓN
Y
CIENCIA, febrero, 2004
7
ILUSTRACIONES FOTOGRAFICAS DE NANCY BURSON
En los últimos años se han acu-
mulado datos sobre la constitución
los individuos de poblaciones di-
versas son, en promedio, sólo un
Los autores
genética de poblaciones de todo el poco más diferentes que los indi- MICHAEL J. BAMSHAD Y STEVE
mundo, con la mira puesta en la po- viduos de una misma población. Las E. OLSON han llegado a la variabi-
sible relación entre la herencia y poblaciones humanas guardan una lidad genética humana desde lados dis-
tintos. Bamshad es genético de la fa-
las pautas de alguna enfermedad. estrecha semejanza, si bien pueden cultad de medicina de la Universidad
Estos datos aportan respuestas a distinguirse. de Utah; Olson, escritor científico.
diversas cuestiones, muy sensibles
y delicadas. Así ¿podemos apelar
a la información genética para se- Clasificación
de los seres humanos
parar grupos humanos que compar- Al secuenciarse el genoma hu-
ten una herencia común y asignar mano (todo el ADN nuclear), se han
individuos concretos a uno u otro identificado millones de polimor-
grupo? ¿Se corresponden tales gru-
pos con las descripciones habitua-
les de las razas? Desde un punto
C omo primer paso para unir las
definiciones sociales de raza
y de herencia genética, se necesita
fismos, cuya distribución en las po-
blaciones refleja la historia de és-
tas y los efectos de la selección
de vista práctico, las divisiones, se una forma fiable de dividir grupos natural. Para distinguir entre gru-
basen en las definiciones raciales de acuerdo con su linaje. Durante pos, el polimorfismo genético ideal
ordinarias o en el parecido gené- los últimos 100.000 años, los hom- sería uno que estuviera presente en
tico, ¿nos enseñan algo útil acerca bres anatómicamente modernos emi- todos los miembros de un grupo y
de cómo afectan las enfermedades graron desde Africa hacia todas las ausente en los miembros de los gru-
o los fármacos a los miembros de partes del mundo e incrementaron pos restantes. Pero los principales
cada grupo? muchísimo su número. Esta expan- grupos humanos se han separado en-
En general, cabría contestar de sión ha dejado una clara huella en tre sí muy recientemente, para mez-
manera afirmativa a la primera cues- nuestro ADN. clarse luego en alto grado. No exis-
tión, negativa a la pregunta segunda Para determinar el grado de pa- ten, pues, grandes diferencias entre
y con un sí matizado a la tercera. rentesco entre grupos, los genéti- ellos.
Para ello nos basamos en algunas cos se basan en polimorfismos del Con todo, las diferentes frecuen-
generalizaciones sobre raza y gené- ADN; en particular, los relativos a cias con que aparecen los polimor-
tica. Hay grupos que difieren de las secuencias de pares de bases que fismos por el mundo sirven para cla-
otros en su contenido génico, pero componen los bloques de ADN. La sificar a las personas, de manera
la división en grupos depende de mayoría de estos polimorfismos no aproximada, en grupos. Un poli-
los genes que se examinen. Dicho aparecen en los genes, segmentos morfismo útil lo constituye el Alu,
de manera simplista: uno puede que- de ADN que codifican la informa- cortos segmentos de ADN de se-
dar incluido en un grupo conforme ción para la síntesis de proteínas cuencia afín. De cuando en cuando
a los genes responsables del color (las moléculas que constituyen gran los Alu se replican; las copias re-
de la piel y en otro si atendemos a parte de nuestro organismo y man- sultantes se reparten al azar en una
una característica distinta. Muchos tienen las reacciones químicas de nueva posición, dentro del cromo-
estudios han demostrado que alre- la vida). Se trata, pues, de varia- soma original o en otro cromosoma;
dedor del 90 % de la variabilidad ciones neutras, en el sentido de que por lo normal, en una parte donde
genética humana ocurre en el seno no afectan directamente a ningún no afecten al funcionamiento de
de una población que vive en un rasgo particular. No obstante, sí hay los genes. Cada inserción constituye
determinado continente; sólo en algunos polimorfismos en los ge- un episodio único. En cuanto la se-
torno al 10 % de la variabilidad dis- nes; pueden contribuir a la variabi- cuencia Alu se ha insertado en un
tingue a las poblaciones de conti- lidad de rasgos y de enfermedades lugar, puede permanecer ahí durante
nentes diferentes. En otras palabras, genéticas de un individuo a otro. miríadas de años; se hereda en ese
sitio de padres a hijos. Por tanto,
si dos personas presentan la misma
Resumen/Genética de la “raza” secuencia Alu en un mismo punto
del genoma, se deduce que tienen
■ Los signos externos en que se basan la mayoría de las definiciones un antepasado común, que les donó
de raza (el color de la piel, la textura del pelo) están determinados ese segmento específico de ADN.
por unos pocos genes. Pero el resto del genoma de dos personas Uno de los autores (Bamshad),
de la misma “raza” varía en sumo grado. A la inversa, la semejanza con Lynn B. Jorde, Stephen Wooding
genética puede ser mayor entre dos personas de diferentes “razas” y W. Scott Watkins, de la Univer-
que entre un par de individuos de la misma “raza”. sidad de Utah, y con Mark A. Batzer,
■ Pese a ello, cabe recurrir a la genética para clasificar la mayoría de de la Universidad de Louisiana, es-
las poblaciones según su origen geográfico ancestral. Este enfoque tudió 100 polimorfismos Alu dife-
no ofrece tan buenos resultados cuando las poblaciones actuales
rentes en 565 personas nacidas en
proceden de la mezcla reciente de diferentes grupos.
■ Las implicaciones médicas de las diferencias genéticas raciales siguen
el Africa subsahariana, Asia y Euro-
siendo objeto de controversia. pa. Empezamos por determinar la
presencia o ausencia de los 100 Alu

8 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


DIVERSIDAD GENETICA HUMANA
SUELEN UTILIZARSE UNOS SEGMENTOS CORTOS norteafricanos y el 60 % de los asiáticos; mientras que
de ADN, los polimorfismos Alu, para determinar si va- alrededor del 5 % de los subsaharianos, el 50 % de los
rias poblaciones están emparentadas entre sí. Aunque europeos y norteafricanos y el 50 % de los asiáticos
carecen de función conocida, los Alu se copian e in- portan otro polimorfismo Alu diferente en el cromoso-
sertan de manera aleatoria por el genoma. Como los ma 7. Algunos individuos tienen ambos. Por sí solo,
Alu que se insertan se mantienen invariables, sus pa- ningún polimorfismo permite distinguir a todos los
trones sirven de marcadores para estimar el grado de miembros de un grupo importante humano de todos
parentesco genético entre dos personas (y como pro- los miembros de otro grupo; ahora bien, si se analizan
medio, dos poblaciones). En el cromosoma 1 se ha ob- cientos de polimorfismos, resulta posible agrupar indivi-
servado cierto polimorfismo Alu en el 95 % de los afri- duos procedentes de distintas áreas geográficas a par-
canos subsaharianos, el 75 % de los europeos y tir de sus perfiles genéticos.

ASIATICOS
60 % Alu del cromosoma 1
EUROPEOS 50 % Alu del cromosoma 7
Y NORTEAFRICANOS (10 % ambos)
75 % Alu del cromosoma 1
50 % Alu del cromosoma 7
(25 % ambos)

Alu del cromosoma 1

AFRICANOS Alu del cromosoma 7


SUBSAHARIANOS
Los dos tipos de Alu
95 % Alu del cromosoma 1
5 % Alu del cromosoma 7

en cada individuo. De los datos ob- grupos contaban sólo con individuos A. Rosenberg y Jonathan K. Prit-
tenidos, eliminamos luego las seña- del Africa subsahariana; uno de ellos chard, por entonces en el laborato-
les identificadoras (lugar de origen estaba constituido nada más que por rio de Marcus W. Feldman, de la
y grupo étnico), para clasificar a pigmeos mbuti. El tercer grupo lo Universidad de Stanford, se valie-
las personas en grupos de acuerdo conformaban individuos proceden- ron de unos 375 polimorfismos STR
con un solo criterio: la información tes de Europa; de Asia oriental, el (“short tandem repeats”, “repeti-
genética. cuarto. Resultó que necesitábamos ciones seriadas cortas”) para abor-
Se crearon así cuatro grupos dis- 60 polimorfismos Alu para asignar, dar un millar largo de personas de
tintos. Cuando restituíamos las eti- con un 90 % de seguridad, a los in- 52 grupos étnicos de Africa, Asia,
quetas de identificación para ver si dividuos a su continente de origen; Europa y América. De acuerdo con
NADIA STRASSER

la asignación de cada individuo a para alcanzar casi el 100 % de se- la variación de sus frecuencias, dis-
un grupo guardaba correlación con guridad, se requerían unos 100 Alu. tinguieron cinco grupos diferentes,
las designaciones habituales de raza Se han obtenido resultados simi- cuyos antepasados quedaron sepa-
o etnia, observamos que dos de los lares en otras investigaciones. Noah rados por océanos, desiertos o mon-

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 9


tañas: subsaharianos, europeos y Se debe a que la India ha conocido sahariana y los aborígenes austra-
asiáticos del oeste de los Himalayas, un flujo genético europeo y asiá- lianos tendrán una pigmentación de
asiáticos del este, habitantes de Nue- tico. Por consiguiente, tenemos que piel similar (por su adaptación a la
va Guinea y Melanesia y, por fin, barajar cientos (o quizá miles) de fuerte insolación), pero divergen
amerindios. Identificaron también polimorfismos para distinguir entre en su constitución genética.
subgrupos dentro de cada región; grupos cuyos antepasados hayan pro- En cambio, dos grupos genética-
solían concordar con la etnia que cedido de muchas poblaciones. mente similares pueden hallarse ex-
se había asignado a sí misma cada puestos a una presión de selección

La raza humana
individuo. distinta. En este caso, la selección
Estos estudios demuestran que los natural exagerará algunas diferen-
análisis genéticos pueden distin- cias entre los grupos, de manera que
guir grupos de personas según su
origen geográfico. Sin embargo, han
de interpretarse con mucho cuidado.
C abe, pues, agrupar, en términos
muy generales, a las personas
gracias a los datos genéticos. Pero,
a simple vista parezcan más dese-
mejantes de lo que en realidad son.
Puesto que el color de piel y otros
Los grupos que menos costaba sin- ¿concuerdan las razas, conforme a rasgos vienen condicionados por la
gularizar eran los más separados geo- su definición ordinaria, con agru- selección natural, no reflejan nece-
gráficamente; presentaban la mayor paciones genéticas? En algunos ca- sariamente los procesos poblacio-
variabilidad genética intergrupal. sos sí, pero frecuentemente no. Por nales que han ido conformando la
Cuando Bamshad y sus colabora- ejemplo, el color de la piel o los distribución de polimorfismos neu-
dores utilizaron 100 polimorfismos rasgos faciales —caracteres influi- tros (Alu o STR). Más aún, los ras-
Alu para encuadrar en un grupo pro- dos por la selección natural— se gos o polimorfismos afectados por
pio a los individuos del sur de la emplean de forma rutinaria para di- la selección natural tal vez sean ma-
India, vieron que mostraban mayor vidir a la humanidad en razas. Sin los indicadores de la pertenencia
afinidad con los europeos o con los embargo, grupos a los que la se- de un individuo a un grupo gené-
asiáticos. En otras palabras, los ha- lección natural ha dotado de carac- tico; quizá den a entender una re-
bitantes del subcontinente indio con- terísticas físicas similares pueden lación de parentesco genético donde
formaban un grupo genuino, sino exhibir bastantes diferencias gené- apenas existe.
que se repartían por otros grupos. ticas. Los individuos del Africa sub- Otro ejemplo de la dificultad que
entraña cualquier clasificación de
las personas nos lo ofrecen los es-
LAS ILUSTRACIONES tadounidenses. Allí, la mayoría de
las personas que se consideran afro-
americanas tienen unos antepasados
DEBEMOS A NANCY BURSON, artista neoyorquina, las fotografías bastante recientes en Africa occi-
alteradas que ilustran este artículo. Para su creación se ha servido dental; los naturales de esa región
de un dispositivo de su invención, al que llama “máquina de las razas exhiben en general unas frecuencias
humanas”. La máquina toma una fotografía de un individuo (en este
caso una mujer blanca) y añade o quita diversos rasgos externos de
polimórficas que difieren de las de
la identidad racial; se muestra así qué aspecto tendría si perteneciese europeos, asiáticos y aborígenes nor-
a otra raza. Se propone así subrayar lo que de común tiene la huma- teamericanos. Sin embargo, la pro-
nidad. El aspecto externo dice poco de la constitución genética global porción de variación genética que
de una persona. La máquina de las razas humanas fue una de las comparten afroamericanos y africa-
atracciones más populares del Domo del Milenio, en Londres. nos occidentales dista de ser uni-
forme, ya que durante siglos los
afroamericanos se han mezclado con
grupos originarios de otras partes
de Africa y de fuera de Africa.
En los últimos años, Mark D.
Shriver, de la Universidad estatal de
Pennsylvania, y Rick A. Kittles, de
la Universidad Howard, han defi-
nido un conjunto de polimorfismos
para evaluar, con él, la fracción de
los genes de un individuo origi-
nada en cada región del continente.
Han encontrado que la contribu-
CORTESIA DE NANCY BURSON

ción de los africanos occidentales


al patrimonio génico de los afroa-
mericanos es, en promedio, de un
80 %, aunque oscila entre el 20 %
y el 100 %. La mezcla de grupos
queda clara también en muchos in-
dividuos cuyo linaje suponen ex-

10 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


LOS ORIGENES HUMANOS
CONTAR EL NUMERO DE CIERTAS UNIDADES de ciones de su madre y otra de su padre.) Por ello, es
ADN, las repeticiones seriadas cortas, permite agru- probable que quien porte dos o tres repeticiones per-
par a los individuos según sus probables ancestros. tenezca a un linaje africano, mientras que alguien que
Una de esas repeticiones, AAAG, se encuentra presente de seis a ocho repeticiones probablemente
seriada entre dos y siete veces en quienes cuentan tendrá ancestros de Europa o de Oriente Medio.
con herencia africana, y entre cinco y ocho en los in- Individuos con cinco, seis o siete repeticiones existen
dividuos cuyo linaje procede de Europa o de Oriente en ambas poblaciones; con sólo AAAG, no resultaría
Medio. (Cada persona hereda un conjunto de repeti- fácil clasificarlos.

Unidad AAAGAAAG AAAGAAAGAAAGAAAGAAAGAAAG


de repetición

AAAGAAAGAAAG AAAGAAAGAAAGAAAGAAAGAAAGAAAGAAAG

ADN

Cromosoma heredado de la madre


Cromosoma heredado del padre
Número relativo de portadores

Europeos o de Oriente Medio

Africanos
Porta entre 6 y 8
Porta entre dos y tres unidades de repetición:
unidades de repetición: de probable linaje
de probable linaje africano europeo o mesooriental
2 3 4 5 6 7 8
Número de repeticiones en un cromosoma

clusivamente europeo. Según los frecuencia parece haber aumentado células; por eso, quienes carecen
cálculos de Shriver, un 30 % de los gracias a que protegían de enfer- de tales receptores resisten la in-
estadounidenses que se consideran medades arraigadas en Africa y fección del virus del sida. Este po-
a sí mismos “blancos” tiene menos Europa. Los individuos que here- limorfismo del gen del receptor
del 90 % de ascendencia europea. dan una sola copia del gen de la ane- CCR5 se encuentra, casi exclusiva-
Por tanto, la autoasignación de an- mia falciforme presentan resisten- mente, en grupos procedentes del
tepasados no predice con fiabilidad cia a la malaria; los que heredan nordeste de Europa.
la composición genética de un gran una sola copia del gen de la fibro- Diversos polimorfismos de CCR5
número de estadounidenses. En re- sis quística están menos expuestos no evitan la infección, pero modi-
sumen, el concepto habitual de raza a la deshidratación producida por el fican la frecuencia con que su curso
no siempre refleja la composición cólera. Los síntomas de esas dos deriva hacia el sida y la muerte.
genética de los individuos. enfermedades genéticas sólo se ma- De éstos, algunos ejercen efectos si-
nifiestan en los individuos que han milares en poblaciones diferentes;
heredado dos copias de la mutación otros sólo alteran la velocidad de
Efectos de la pertenencia (una del padre y otra de la madre). la progresión de la enfermedad en

a un grupo
La variabilidad genética interviene grupos determinados. Por ejemplo,
también en la susceptibilidad indi- uno de los polimorfismos se asocia
vidual a uno de los flagelos de nues- a la propensión a ralentizar la en-

L a relación entre raza y variabi-


lidad genética tiene importan-
tes aplicaciones de orden aplicado.
tra época: el sida. Hay quienes tie-
nen una pequeña deleción en sus
dos genes homólogos —las dos co-
fermedad en los europeo-america-
nos, pero la acelera en los afroa-
mericanos. Sólo resultará posible
Hay polimorfismos cuyas frecuen- pias del gen— que codifican el re- estudiar tales efectos, específicos de
cias difieren de un grupo a otro que ceptor de quimiocina 5 (CCR5). Esos poblaciones, y aprovecharlos con fi-
operan efectos específicos en la sa- individuos no producen receptores nes terapéuticos, si nos permiten dis-
NADIA STRASSER

lud. Las mutaciones responsables de CCR5 en la superficie de sus célu- tribuir a la gente en grupos.
la anemia falciforme y ciertos ca- las. La mayoría de las cepas del vi- En estos y otros ejemplos un po-
sos de fibrosis quística son el re- rus del sida (VIH-1) se unen a los limorfismo repercute, de manera
sultado de cambios genéticos cuya receptores CCR5 para entrar en las apreciable en el curso de una pa-

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 11


tología dada. Si los rastreos gené- estudios médicos y genéticos. La ta sobre la importancia que tiene la
ticos fuesen baratos y eficaces, se Agencia, pues, debería retirar su re- pertenencia a un grupo étnico ilus-
podría analizar a todos los indivi- comendación e impulsar, en cambio, tra, además, hasta qué punto las pers-
duos en busca de todas las varian- la toma de datos genómicos de los pectivas sociales y políticas mol-
tes génicas asociadas a enfermeda- individuos que participen en ensa- dean la percepción de la “raza”.
des. Pero las pruebas genéticas son yos clínicos. Otros sostienen, por el En los casos donde la pertenen-
caras. Además, preocupa lo que su- contrario, que sólo gracias al grupo cia a un grupo definido cultural o
pondrían para el libre consentimiento étnico, aunque se defina de la ma- geográficamente se ha correlacio-
y la privacidad los análisis genéti- nera más simple, por el color de la nado con caracteres genéticos aso-
cos generalizados; algunas personas piel, cabe comprender cómo contri- ciados a la salud, saber acerca de
quizá no deseen saber si tienen fac- buyen a la patología las diferencias la pertenencia de un paciente a un
tores genéticos que incrementan el genéticas y ambientales entre gru- determinado grupo podría servir de
riesgo de desarrollar una cierta en- pos. Este debate sólo se resolverá ayuda al médico. Y en la medida
fermedad. Hasta que estas cuestio- con investigaciones más exhaustivas en que los grupos humanos viven
nes no encuentren soluciones satis- sobre la validez de la “raza” como en diferentes ambientes o padecen
factorias, la pertenencia a un linaje, variable científica. diferentes experiencias que afecten
manifestada por el propio paciente, En el número del 20 de marzo de a la salud, la pertenencia a un grupo
seguirá siendo un método de diagnós- 2003, la revista New England Journal reflejará también factores que, aun-
tico potencialmente útil. of Medicine publicó varios artícu- que no sean genéticos, cuentan desde
La información acerca del linaje los, desde ópticas contrapuestas, so- un punto de vista clínico.
podría también ser pertinente para bre las implicaciones médicas de la Aparte de las implicaciones mé-
ciertas patologías extendidas en de- noción de raza. En el artículo fir- dicas de la genética de la raza, los
terminadas poblaciones. Las más co- mado por Richard S. Cooper, de la hallazgos científicos que hemos co-
munes, como la hipertensión y la facultad Stritch de medicina de la mentado aquí revisten interés por
diabetes, se deben a polimorfismos Universidad Loyola, Jay S. Kaufman, sí mismos. Desde hace siglos nos
de genes diversos, cada uno con su de la Universidad de Carolina en hemos preguntado de dónde proce-
pequeña influencia. Parece, se sabe Chapel Hill, y Ryk Ward, de la den los diferentes grupos humanos
desde hace poco, que hay polimor- Universidad de Oxford, se razonaba y qué parentescos hay entre ellos,
fismos que causan un determinado que la raza no ofrecía a los médi- por qué varía la apariencia física
efecto en un grupo y no en otro. Se- cos un criterio adecuado cuando se de unas poblaciones humanas a otras
mejante complejidad impediría que trata de elegir un medicamento para y si las diferencias biológicas son
se les tomara como guía terapéutica. un paciente dado. Señalaban dos más profundas que la piel. Los nue-
Hasta que no se conozcan con exac- hallazgos relativos a las diferencias vos datos genéticos y los nuevos
titud las contribuciones genéticas y raciales que ahora parecen dudo- métodos de análisis nos permiten
ambientales a las enfermedades com- sos: 1) que una combinación de cier- ahora abordar estas cuestiones. El
plejas (poligénicas), los médicos tos medicamentos vasodilatadores resultado será un conocimiento mu-
tendrán que fiarse de la autoinclu- era más efectiva en el tratamiento cho mayor tanto de nuestra natura-
sión de los pacientes en un grupo de los fallos cardíacos de pacientes leza biológica como de la interco-
u otro a la hora de escoger el me- con antepasados africanos, y 2) que nexión humana.
jor tratamiento para las mismas. los inhibidores de la enzima con-
versora de angiotensina (ACE) re-

Raza y medicina
sultaban poco eficaces en ese mismo
tipo de pacientes. En otro artículo, Bibliografía complementaria
el equipo dirigido por Neil Risch, MAPPING HUMAN HISTORY: GENES,

E n estos años se ha debatido con


especial intensidad qué impor-
tancia pueda tener, en el marco de
de la Universidad de Stanford, con-
traargüía que las diferencias gené-
ticas entre grupos étnicos o raciales
RACE, AND OUR COMMON ORIGINS.
Steve Olson. Mariner Books, 2003.
HUMAN POPULATION GENETIC STRUC-
la administración sanitaria, la per- tienen importancia clínica; estos TURE AND I NFERENCE OF A G ROUP
tenencia a un grupo concreto. En autores citaban un estudio que de- MEMBERSHIP. Michael J. Bamshad
et al. en American Journal of Hu-
enero del año pasado la Agencia de mostraba que la tasa de complica- man Genetics, vol. 72, n.o 3, págs.
Alimentación y Fármacos de Estados ciones de la diabetes tipo II varía 578-589; marzo, 2003.
Unidos dictó unas directrices que según la raza, incluso una vez se han THE IMPORTANCE OF RACE AND ETH-
obligaban a tomar nota de la raza y tenido en cuenta los factores socia- NIC B ACKGROUND IN B IOMEDICAL
la etnia en todos los ensayos clíni- les (las diferencias de educación o RESEARCH AND CLINICAL PRACTI-
CE . Esteban González Burchard et
cos. Algunos investigadores objeta- de ingresos, por ejemplo). al. en New England Journal of Me-
ron tal medida, basándose en que las La viveza de esta discusión refle- dicine, vol. 348, n.o 12, págs. 1170-
diferencias entre los grupos son tan ja factores científicos y sociales por 1175; 20 de marzo, 2003.
pequeñas y los abusos históricos aso- igual. Muchos estudios biomédicos R ACE AND G ENOMICS . Richard S.
ciados a la clasificación de los se- no han definido rigurosamente el cri- Cooper, Jay S. Kaufman y Ryk Ward
res humanos en razas tan grandes, terio de pertenencia a un grupo; se en New England Journal of Medi-
cine, vol. 348, n.o 12, págs. 1166-
que lo mejor sería que no se mez- limitan a inferir relaciones a partir 1170; 20 de marzo, 2003.
clasen las cuestiones raciales con los de las categorías raciales. La dispu-

12 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Ilusiones geométricas
Las distintas prioridades que el cerebro gestiona engendran una multitud
de ilusiones geométricas. La observación nos las hace “ver”
y la imaginación nos incita a crearlas

Jacques Ninio

E
l cerebro es geómetra notable. Resuelve, por mucho, los caracteres conservan su forma y su legibi-
métodos misteriosos todavía, los problemas lidad, a pesar de que la proyección sobre la retina ha
de geometría que plantea la comprensión de experimentado compresiones enormes. El cerebro, sin
las formas y las relaciones espaciales. Lo aparente esfuerzo, ha efectuado las anamorfosis inver-
hace automáticamente, con la rapidez del sas con el fin de restituir a las letras su forma habitual.
rayo, sin que nos percatemos del trabajo lle- Las líneas paralelas (por ejemplo, las líneas de se-
vado a cabo. Su capacidad para apreciar defectos ín- paración de los ladrillos de un muro), vistas bajo una
fimos de alineación y de paralelismo, o diminutas va-
riaciones de longitud y curvatura, resulta excelente.
En tareas de comparación, alcanza sensibilidades del
uno por ciento en la apreciación de discrepancias e
incluso mejores.
Junto a este nivel de exigencia geométrica, la per-
cepción visual da pruebas de una flexibilidad muy no-
table. En la lectura, por ejemplo, el cerebro discierne
los trazos de un texto manuscrito entre la multitud de
sus variantes y nos permite reconocer un rostro a pe-
sar del sinfín de sus expresiones o de sus alteraciones
por la edad.
La visión adquiere las informaciones geométricas por
múltiples vías. Cuando nos desplazamos, la imagen
del mundo exterior que se proyecta en la retina se mo-
difica. El cuerpo avanza, la cabeza sube y baja con
respecto al cuerpo, los ojos efectúan movimientos ex-
ploratorios. Ciertos elementos de la escena se mueven
también. Nos será necesario deducir, a partir de esta
riada de información óptica, en qué dirección nos mo-
vemos, determinar qué elementos del ambiente se en-
cuentran fijos y cuáles en movimiento, comprender su
disposición geométrica e identificar las formas. La
misma escena, fijada en un fotograma, obedecería a 1. SOMBRAS Y RELIEVE. El motivo repetido de esta figura, am-
las leyes de la perspectiva lineal, pero nada obliga al pliado en el centro, corresponde a esos botones que, en las pan-
cerebro a extraer del flujo visual representaciones que tallas de ordenador, remedan una superficie resaltada o hundida,
obedezcan a las leyes de la perspectiva, lo cual, por en la que se inscribe una opción. El motivo se ha reproducido, muy
cierto, no realiza: ¡tiene otras prioridades! ampliado, en el centro. El relieve se invierte al girar la página 180
grados. Si partimos de lo alto, y hacemos el recorrido de los mo-
tivos de las dos coronas, por la derecha o por la izquierda, llega
Mecanismos de corrección un momento en que la interpretación bascula: el resalte se torna
en hueco, o recíprocamente. Podemos entonces volver hacia lo
alto, “pensando ver” en hueco el mayor tiempo posible. Se com-
E n primer lugar, como ocurre también en el caso del
contraste, nuestra representación de lo real busca prueba igualmente que un mismo botón es susceptible de ser juz-
JACQUES NINIO

hacernos captar las propiedades permanentes de las co- gado como depresión o como resalte. El prejuicio del cerebro res-
sas, más que su aspecto momentáneo. Aunque incline pecto a la posición de la fuente de luz responsable de las luces y
usted la página que está leyendo, aun cuando la incline las sombras no es, pues, demasiado estricto.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 13


fuerte inclinación (y, en especial, en
visión lateral), deberían, en pers-
pectiva, converger fuertemente.
Ahora bien, el hecho mismo de “ver
en profundidad” equivale a des-
comprimir, a devolver a las cosas
el espacio, a tornar un poco menos
convergentes las proyecciones de
las líneas paralelas.
La búsqueda de propiedades per-
manentes se aplica igualmente al ta-
maño de los objetos. El rostro de
la persona sentada frente a nosotros,
a un metro de distancia, parece te-
ner el mismo tamaño que el de otra
a dos metros. Sin embargo, en la
proyección sobre la retina, el se-
gundo de estos rostros ocupa una
superficie cuatro veces menor que
el primero. La percepción nos pro-
porciona, pues, una representación
retocada, en la que el tamaño apa-
rente de los objetos varía poco con
su lejanía, al menos hasta varios me-
tros de distancia.
Tales compensaciones se aplican
sobre todo en el plano horizontal,
no tanto en la dirección vertical: vis-
tos desde un balcón, los paseantes
parecen menores de lo que serían

2. ESPIRAL DE FRASER. En la figura su-


perior, los arcos blancos adyacentes a los
arcos negros parecen arrollarse en espi-
ral; sin embargo, forman parte de círcu-
los concéntricos. El efecto ilusorio queda
amortiguado, si no eliminado, en la parte
de abajo. La diferencia entre ambas fi-
guras es sutil: en la superior, los arcos
blancos pasan a través de cuadrados os-
curos, de color azul marino, mientras que,
abajo, lo hacen a través de cuadrados más
claros, de color amarillo. En la de arriba,
el cerebro diferenciaría los arcos blancos
de los negros; trataría estos dos conjun-
tos por separado. En la de abajo, los ar-
cos blancos y los negros, que tienen me-
nor contraste con los cuadrados que
atraviesan, se tratarían conjuntamente y,
en consecuencia, agrupados en coronas
circulares. La problemática de la coope-
ración o de la separación del blanco y del
negro, o de lo claro y lo oscuro, importa
también en los cuadrados de fondo. Se
organizan éstos en arcos, en los que, por
ejemplo, los cuadrados oscuros, de color
azul marino, quedan adosados por sus la-
dos a cuadrados intermedios, rojos. La
JACQUES NINIO

organización radial, que asociaría los cua-


drados por sus vértices, no se percibe,
pese a ser perfecta.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


vistos a su nivel, en la calle, desde a b c d
la misma distancia. De esta consta-
tación resulta la práctica que con-
siste en exagerar, en las esculturas
monumentales, las partes más ele-
vadas de las estatuas; en cambio,
nunca se siente la necesidad de
compensar en sentido horizontal las 3. APLANAMIENTO DE LOS ARCOS PEQUEÑOS. Los tres arcos de la figura a se han
deformaciones provocadas por la extraído de un mismo círculo. Sin embargo, cuanto más corto es el arco, más plano
perspectiva. Al contrario que los parece, un efecto que figura en el repertorio de ilusiones geométricas. Por otra parte,
tamaños, las orientaciones quedan lo que denominamos forma de una figura designa un carácter que no depende de la am-
bien compensadas en el sentido ver- pliación: un círculo es siempre igual de circular, tanto si su radio es grande como si
tical: las aristas verticales de los es pequeño. Los dos arcos de la figura b, homotéticos, tienen la misma forma y radios
inmuebles no parecen converger ha- diferentes, mientras que los de la figura a no son homotéticos; constituyen dos frag-
cia lo alto, mostrando incluso ten- mentos diferentes de un mismo círculo, al igual que los fragmentos de un mismo polí-
dencia a separarse, mientras que en gono que vemos en c. Los arcos, con independencia de su tamaño, tienden a parecer
las fotografías su convergencia re- demasiado planos, como se observa en la figura d, en la que tres arcos, pertenecien-
sulta manifiesta. tes al mismo círculo, parecen formar parte de un círculo mayor venido a menos.
La corrección de tamaños en fun-
ción de la distancia comienza a plan-
tear problemas cuando la evaluación modos, las compensaciones de ta- En un dibujo en perspectiva, la base
de las distancias se torna errónea. maño intervienen mucho menos en y la cornisa de la fachada se re-
El pajarillo que vuela en la niebla, el sentido vertical que sobre el plano presentan mediante líneas horizon-
el roedor que atraviesa de noche la horizontal. La ilusión resultaría en tales; el contorno del inmueble es
carretera, observados brevemente a tal caso idéntica a la que se pro- rectangular. Ahora bien, si el deli-
través del parabrisas de un au- duce cuando se ve a unas personas neante evalúa las proporciones del
tomóvil, se agrandan desmesurada- en un balcón, que parecen más pe- inmueble por el método del lápiz
mente. Cuando la Luna está a poca queñas que vistas a la misma dis- (estirando el brazo en dirección al
altura sobre el horizonte suele pa- tancia en un plano horizontal. objeto con un lápiz en la mano y
recer muy grande, sobre todo si También resulta corregido otro as- determinando qué porción del lápiz
hay una ligera bruma. Nada tiene pecto no realista de la perspectiva. recubre la parte cuyo tamaño apa-
en ello que ver la óptica: se trata Pensemos en la fachada rectangu- rente desea conocer), constatará que
de una ilusión visual. La Luna sería lar de un inmueble, muy alargado la altura aparente del inmueble es
tratada como un objeto situado a en sentido horizontal, visto de frente. mayor en el centro, donde la dis-
distancia finita. Diversos indicios
(sobre los cuales debaten los espe-
cialistas) intervendrían sobre esta
distancia implícita, y por conse-
cuencia, sobre el factor de correc-
ción del tamaño que nosotros atri-
buimos. A mi entender, en esta
ilusión lo esencial es que, de todos

4. ¿QUE ES ESTO? Este dibujo, publicado


en La Nature en 1890, muestra una “mar-
mita de erizos” en una roca litoral. En
realidad, el dibujo, que representa la roca
en sección, se ha girado 180 grados. Según
que examinemos la hoja al derecho o al
revés, el dibujo parece en hueco o en re-
salte. La interpretación que debió desear
el dibujante en el grabado original casa
mal con la versión invertida. En el dibujo
en corte, uno imagina que la parte tra-
sera de la marmita se continúa en las
partes laterales, visibles. En la imagen
invertida, las partes visibles se convier-
ten en bloques separados. Un mecanismo
JACQUES NINIO

de completación debería inducirnos a pen-


sar en una superficie envolvente por de-
lante del plano de corte.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 15


5. ANISOTROPIAS. Las dos figuras son iguales, pero la
de la derecha parece mayor: nos hallamos ante la “ilusión
del cuadrado y de la loseta” (square/diamond, en
inglés). Se trata de una ilusión atípica, mal com-
prendida; se halla aquí un tanto exagerada por
no equivalencia de la ubicación de las dos
figuras (la de la derecha “apunta” hacia
la de la izquierda). Se manifiesta asi-
mismo un efecto, más sutil, de rea-
grupamiento en franjas de los cua-
drados pequeños. A la izquierda, los
cuadrados parecen organizados en fran-
jas horizontales y verticales. Un cuadradito
negro está asociado, en una franja, a dos cua-
drados blancos, con los que contacta por dos de
sus lados. A la derecha, la organización sigue siendo
por verticales u horizontales, pero se trata de alineacio-
nes de cuadrados negros o de alineaciones de cuadrados
blancos conectados por sus vértices.

a b

c d

6. INCERTIDUMBRE DE ORIENTACION. La ilusión de Münsterberg, tener fuerte contraste, mientras que los cuadrados del otro sis-
a, data de 1897; anterior, pues, a la espiral de Fraser descu- tema presentan un aspecto desvaído. El carácter ilusorio de es-
bierta en 1908. Las líneas grises, de mortero, que separan los tas diferencias de contraste se comprueba girando la página
ladrillos, son todas ellas paralelas, pero no lo parecen. Al igual 90 grados. Abajo a la izquierda, c, el cuadrado texturado pa-
que en la espiral de Fraser, la percepción de la orientación pa- rece hallarse inclinado. De forma general, las rectas paralelas
rece depender del contraste con el ambiente local. Arriba y a que inciden en otra formando un ángulo pequeño (alrededor de
la derecha, b, las diagonales grises parecen doblarse en senti- 22 grados) hacen que esta última pivote en el sentido de aumen-
dos opuestos, según que atraviesen a los cuadrados de bandas tar el ángulo de incidencia. Abajo a la derecha, d, vemos orga-
verticales o a los de bandas horizontales (conviene examinar la nizarse alineaciones que forman un ángulo pequeño con la ho-
JACQUES NINIO

figura de arriba abajo para apreciar mejor la diferencia). Muchos rizontal, asociando elementos alargados, alternativamente blancos
lectores serán igualmente sensibles a un segundo efecto, inde- y negros. Estas bandas parecen ondulantes, pese a ser com-
pendiente del primero: uno de los sistemas de bandas parece pletamente rectas.

16 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


7. INTERPRETACION PERSPECTIVISTA de las ilusiones geométricas. Este grabado, pu-
blicado en La Nature del 18 de enero de 1896, iba acompañado del siguiente comen-
tario de Emile Javal: “Nos resultaría difícil creer que las líneas ab y cd son perfec-
tamente iguales, porque sabemos perfectamente que el armario tiene menor altura que
la habitación.” Las líneas ab y cd, completadas por los rincones y esquinas en las que
concluyen, forman configuraciones del tipo Müller-Lyer. La disposición en cola de fle-
cha salientes en los extremos de ab tropieza con líneas verticales lejanas, mientras
que la disposición que rodea a cd se observa, sobre todo, en objetos cercanos. De
aquí la explicación perspectivista: tenemos la costumbre de estimar más largas las lí-
neas semejantes a ab y, menos largas las líneas como la cd “y seguimos conservando
este hábito cuando ya no existe su razón de ser”.

tancia es mínima, que en las extre- las sombras en función de las fuen-
midades, más lejanas. tes de luz primarias y secundarias.
De atender a esta lógica, que es Tanto el éxito de los procedimien-
la de la perspectiva curvilínea, un tos antiguos como el de los más re-
dibujo realista daría al inmueble un cientes implican que el cerebro
aspecto ovalado, no rectangular. La “sabe” suficiente geometría para
perspectiva rectilínea corresponde a resolver el problema inverso: la ex-
una visión “fotográfica”, en la que tracción de la forma de los objetos
el ojo permanece fijo e inmóvil. La a partir de los indicios que propor-
perspectiva curvilínea corresponde cionan las luces y las sombras. Una de una variación local del color o
a una toma móvil, en la que el ojo de las dificultades que esta tarea de la reflectancia de la propia su-
se vuelve sucesivamente hacia cada entraña es que, a menudo, las imá- perficie.
porción que ha de ser evaluada. genes no hacen figurar las fuentes Una sombra yacente sobre una su-
La obtención de una adecuada re- luminosas, cuya posición no se co- perficie denota, por ejemplo, la pre-
presentación perceptiva del espacio noce bien. sencia de otra superficie que se in-
y de las formas es, así pues, mucho La relativa claridad de una por- terpone entre la primera y la fuente
más delicada de lo que comúnmente ción de superficie indica que se en- de luz. Las sombras sirven, así, para
se cree. En ocasiones vemos una ilu- cuentra próxima de la fuente de luz dotar de profundidad a las superfi-
sión donde sólo hay una deficiente o que se halla orientada de tal modo cies. En esta operación, el cerebro
destreza en el análisis de formas que encamina la luz hacia el ojo conjetura la dirección de la fuente
(véase la figura 3a). Las ilusiones del observador, salvo que se trate de luz: la sitúa hacia lo alto de la
geométricas no son aberraciones de
la visión, sino, más bien indicios de
una geometría perceptiva efectuada
a instancia nuestra por conjuntos de
neuronas cerebrales.
Además de las ilusiones asocia-
das a la percepción del tamaño, exa-
minaremos las ilusiones de orien-
tación y las nacidas de la proyección
de una figura del espacio sobre un
dibujo. Trataremos, por último, de
explicar algunos de los principios
que sustentan estas ilusiones, cuyo
estudio revela algunos procesos neu-
ronales que participan en nuestra
percepción.

Inversiones
8. LAS MESAS DE SHEPARD. Los tableros de ambas mesas, y sus enlosados, admi-
ten una superposición exacta. En una interpretación perspectivista, la mesa de la de-
D esde el siglo XV los pintores han
logrado crear excelentes efec-
tos de volumen plasmando reflejos
recha es más ancha y la de la izquierda, más larga, porque nosotros imaginamos que
están representadas en profundidad. La impresión de divergencia hacia el fondo de la
sobre metal, vidrio o madera bar- imagen se justifica por el deseo de agrandar lo lejano. Al dar la vuelta a la página,
nizada, mediante la delicada gra- las mesas se tornan divergentes hacia abajo, como si, estando suspendidas del techo,
dación de sombras y luces sobre la fueran sus partes bajas en el dibujo las más alejadas. La diferencia de forma (tablero
JACQUES NINIO

piel de sus personajes. En nuestros ancho/tablero alargado) se mantiene en todas las orientaciones. Esta ilusión se ob-
días, los infografistas disponen de serva asimismo —aunque de forma atenuada— con dos simples paralelogramos sin flo-
útiles que calculan los reflejos y rituras, dispuestos según la configuración de los dos tableros representados.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 17


a E F b c mero tras haber sido girado 45 gra-
A B dos (figura 5). Se observará, para
empezar, una ilusión clásica: la fi-
gura de la derecha parece mayor que
G H la de la izquierda. Se presenta tam-
C D bién otro efecto, que pocas perso-
nas señalan espontáneamente. A la
izquierda, el damero se organiza
d e según bandas horizontales o verti-
cales, en las que se van alternando
las casillas negras y las blancas, ado-
sadas por los costados. La figura
girada, sin embargo, se organiza en
alineaciones de casillas, todas ne-
gras o todas blancas, unidas por los
9. ILUSION DE MÜLLER-LYER es la ilusión geométrica más conocida (a). Los dos seg- vértices. Esta modalidad de funcio-
mentos AB y CD tienen igual longitud; sin embargo, AB parece más pequeño que CD. namiento perceptivo, que separa el
Esta ilusión, y sus numerosas variantes, puede describirse por un principio de asimi- blanco del negro, es más frecuente
lación, según el cual la apreciación de la longitud de un segmento resulta modificada que la primera, aunque se sabe de
por la longitud de los segmentos vecinos: AB sería “atraído” hacia EF; CD lo sería ha- casos donde se da la cooperación
cia GH. El efecto Müller-Lyer se detecta incluso en la variante minimalista del centro de elementos de valor opuesto.
(b), que carece de flechas. En la variante de Judd (c), los puntos señalados, que ocu- Abundan las ilusiones ópticas
pan el punto medio de su segmento, parecen dividirlos de forma desigual y parecen engendradas por los problemas de
ser atraídos hacia las puntas de las flechas. En el paralelogramo de Sander (d), las conjunción o disyunción de ele-
dos diagonales en gris son iguales; empero, la de la izquierda parece mayor. El prin- mentos blancos y negros. La más
cipio de asimilación se aplica a esta figura, lo mismo que a las precedentes. No obs- famosa es la ilusión de la espiral,
tante, se podría partir de un principio inverso y llegar a las mismas predicciones. descrita por Fraser en 1908 (fi-
Imaginemos que la percepción de las relaciones geométricas se altere en el sentido de gura 2). En esta figura, tanto arriba
un mayor contraste (principio del contraste): GH sería visto de mucho mayor tamaño como abajo, los arcos blancos y ne-
con respecto a EF de lo que es en realidad. El segmento CD se vería agrandado, y el gros contiguos forman círculos
AB, empequeñecido, para mantener cierta coherencia. La explicación se extiende a concéntricos. Ahora, en la imagen
otras figuras. Ahora bien, en la figura e, el principio de asimilación y el principio de superior, los arcos parecen hallarse
contraste efectúan pronósticos contrarios. En esta figura, tres segmentos verticales arrollados en espiral, mientras que
adosados a arcos de círculo parecen curvos. Si tomamos el punto medio de un seg- en la inferior resulta la disposi-
mento y uno de sus extremos, y comparamos sus distancias a los puntos correspon- ción en arcos concéntricos mucho
dientes de los arcos, en la misma horizontal, tales relaciones resultan amplificadas, más perceptible. ¿A qué se debe
de conformidad con un principio de contraste. esta diferencia?
Los arcos negros, considerados
imagen y bastante a la izquierda tes profundidades. Aquí, los índices por separado, se encuentran, por
(véase la figura 1). de interposición se oponen a la in- construcción, organizados en espi-
Hay multitud de imágenes, en es- versión del relieve. A mi entender, ral. Otro tanto vale para los arcos
pecial, fotos de paisajes montaño- las inversiones más interesantes son blancos. Parece como si en la in-
sos, graderíos y huellas, que se pres- aquellas en las que, tras la inver- terpretación de la imagen superior,
tan a una inversión del relieve. En sión de sentido de la imagen, se pro- el cerebro disociase los arcos blan-
cuanto lo fotografiado sea una su- duce una reorganización perceptiva cos de los negros, mientras que en
perficie para la cual la profundidad que no se reduce a un cambio de la imagen inferior los tratara con-
—o la elevación, si se trata de una signo de la profundidad (figura 4). juntamente, integrándolos en una
foto desde abajo— sea una función misma forma. La diferencia de cons-
continua de las coordenadas x e y trucción entre las dos imágenes se
del plano de la imagen, resulta fá- Apreciación debe a que, en la superior, los ar-

de orientaciones
cil que se produzca una inversión cos blancos se hallan sobre un fondo
de relieve, según queramos ver la oscuro y los negros sobre un fondo
imagen. claro, mientras abajo sucede a la
Las cosas se complican cuando
se da una interposición y aparece so-
bre la imagen una línea de contorno
C on independencia del problema
de la apreciación de la orien-
tación exacta de una línea —si es
inversa. El valor del contraste lo-
cal decide, según el caso, la sepa-
ración o la unión de lo blanco y lo
que separa un objeto situado en pri- posible, en el espacio— se requiere negro. Los errores de orientación
mer plano de otro situado en el fondo saber ya por dónde pasa la línea, lo se observan en numerosos motivos,
en segundo plano. En este caso, cada que a veces resulta menos sencillo que son, casi siempre, motivos vi-
JACQUES NINIO

punto del contorno corresponde a de lo que se cree. Comparemos un sualmente cargados con redes de
dos puntos de la escena, situados damero cuyas casillas estén alinea- líneas paralelas o que tienen orien-
uno detrás del otro, a dos diferen- das verticalmente con el mismo da- taciones parecidas (figura 6).

18 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Ilusiones a b c

de geometría pura
I ncluso los dibujos de extrema sim-
plicidad pueden ocasionar erro-
res de apreciación, que afectan a la
orientación de líneas, su alineación d e f
y su curvatura o a las relaciones de
dimensión entre diferentes partes de
una figura (figuras 9-13). El campo
es muy amplio; con un poco de sen-
tido de la observación se aprecian
por doquier ilusiones geométricas;
con imaginación, se las crea en pro- 10. ILUSION DE ZÖLLNER. Los bloques de tres segmentos paralelos parecen separarse
fusión. Podemos distinguir dos ni- por arriba y aproximarse por abajo (a). La ilusión se aprecia de forma atenuada al eli-
veles de explicación. minar los ejes (b). En cierta variante (Ninio y O’Regan), dos bloques idénticos no pa-
En el plano de la función desem- recen ser la prolongación exacta uno de otro (c). El desplazamiento percibido en esta
peñada, está claro que el cerebro le- ilusión se encuentra muy próximo del percibido en la configuración a, lo que indica
vanta sus planos geométricos y cons- que la ilusión de Zöllner no puede justificarse en términos de repulsión entre dos blo-
truye sus representaciones atendiendo ques simétricos. Se podrían invocar los efectos de una rotación individual de los blo-
a un “pliego de condiciones”. Los ques o de una transformación de tipo de cizalladura, que harían deslizarse las barri-
procedimientos que podría utilizar, tas en el sentido de la formación bloques más rectangulares; o, incluso de un efecto
aun siendo perfectamente legítimos de acordeón: una ampliación en una dirección perpendicular a las barritas. Según otra
y fiables en situaciones naturales, interpretación, la ilusión de Zöllner sería testimonio de una tendencia a acercar a 90
producen sin embargo resultados no grados el ángulo que forman las barritas y la gran barra mediana. ¿Por qué habría en-
deseados en el caso de las figuras tonces la ilusión de ir en el mismo sentido en la variante d? En la ilusión de los tra-
artificiales denominadas “ilusiones pecios (e), el trapecio central parece mayor que el situado bajo él, pero menor que el
geométricas”. Para Richard Gregory, suprayacente. Los lados oblicuos de los trapecios forman una configuración de tipo
que ha sistematizado ideas del si- Zöllner y la ilusión de los trapecios va en el sentido pronosticado por la de Zöllner.
glo XIX, en los dibujos se dan cier- El principio según el cual una forma que engloba habría de parecer mayor que la forma
tos motivos, típicos de configura- englobada se ve refutado en la ilusión de las medias lunas (f). La media luna englo-
ciones presentes en las imágenes en bante situada por encima parece menor que la englobada, situada bajo ella. Esta ilu-
perspectiva, donde dichos motivos sión se explica, en cambio, si la interpretamos como una ilusión de Zöllner relativa a
proporcionan indicaciones de pro- las puntas de las medias lunas.
fundidad.
Si los mecanismos responsables de
la constancia del tamaño tomasen miles sobre el modo en que se re- sión de Müller-Lyer a un efecto ra-
en consideración tales indicios, presentan los puntos en el cerebro. dicalmente opuesto: un gran núme-
tendrían por efecto agrandar o redu- El punto es una entidad elemental ro de ilusiones geométricas reflejan
cir ciertas figuras geométricas, según en la geometría euclídea. Ahora, si una tendencia a exagerar los con-
que conllevaran uno u otro motivo, nos ceñimos a la ortodoxia neuronal trastes. Cuando un segmento es real-
incluso cuando no fuese aplicable la del momento, un punto constituye mente mayor que otro (aquí, GH en
perspectiva. En este mismo orden una entidad sumamente compleja, re- comparación con EF), el cerebro ten-
de ideas generales, Mark Changizi, presentada en el cerebro por la su- dería a aumentar la relación de sus
de la Universidad Duke, ha propuesto perposición de un gran número de tamaños. En la ilusión de Müller-
que, dado que al caminar normal- entidades del tipo de ondículas. Lyer, la causa motriz consistiría en
mente somos nosotros quienes avan- Se podría esperar, cuando menos, que la representación de GH sería
zamos hacia los objetos, y dado que una explicación de las ilusiones a demasiado grande con relación a EF.
los cálculos geométricos son dema- través de un mecanismo formal, sin Entonces CD resultaría dilatado, y
siado lentos, el cerebro introduciría intervención neuronal. Suele justi- AB, contraído, para preservar la
factores de corrección que se anti- ficarse la ilusión de Müller-Lyer por forma de los motivos (en detrimento
ciparían a las relaciones geométri- un mecanismo de asimilación (como de la exactitud de las longitudes).
cas que se percibirían una fracción en los efectos de inducción colo- Esta explicación por contraste pare-
de segundo más tarde. reada, cuando un color, que ocupa ce, a primera vista, más complicada
No se conoce ningún mecanismo una pequeña superficie, es atraído que la explicación por asimilación;
neuronal capaz de dar cuenta de las hacia los colores de las superficies tiene en cambio el mérito de unifi-
ilusiones geométricas. Se ignoran, vecinas). Por ejemplo, en la figura 9, car numerosos efectos, que desbor-
por ejemplo, los fundamentos de la el segmento AB se vería menor que dan el campo de las variantes de
JACQUES NINIO

apreciación del paralelismo (tarea el CD, resultado de la contracción Müller-Lyer.


que el cerebro realiza a la perfec- de AB por la presencia vecina de El anterior tipo de análisis cabe
ción) y carecemos de ideas verosí- EF. Por mi parte, yo asocio la ilu- aplicarlo a numerosas ilusiones. Se

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 19


a b a b c

c d

11. ILUSION DE POGGENDORF. Se ilus- 12. SUBDIVISIONES. Cuando una figura se halla finamente subdividida, experimenta
tra la ilusión en su forma clásica (a). Los un efecto de expansión en una dirección perpendicular a las líneas de subdivisión. En
dos segmentos incidentes en las parale- el dibujo de arriba (a), la parte subdividida parece ilusoriamente mayor que la parte
las están alineados, pero el de abajo, si vacía. Debajo, los bloques son iguales dos a dos, pero parecen alargarse en la direc-
se prolonga mentalmente, parece alcan- ción perpendicular a las divisiones. En la imagen central (b), con motivos divididos en
zar a la otra paralela un poco por encima dos, se produce el efecto inverso: los dos brazos de la cruz tienen la misma longitud
de la unión con el otro segmento. El error que las agujas aisladas, pero parecen menores. En la ilusión de Delboeuf (c), existe
de puntería hacia el punto rojo es to- un equilibrio delicado: los cuadrados y los círculos subdivididos parecen ilusoriamente
davía mayor en la variante con un solo menores que los cuadrados grandes o los círculos aislados, en tanto que los cuadra-
segmento (b). En otra variante (c), existe dos o los círculos internos parecen ilusoriamente mayores que los círculos pequeños
una tendencia a ver el segmento de la iz- o los cuadrados aislados.
quierda alineado con el más bajo de los
segmentos a su derecha, mientras que su ortogonal a las barritas: se tendría con la orientación. Ciertas ilusio-
alineación es con el superior. Por último, una tendencia a agrandar en una nes son casi isotrópicas, otras pre-
en la variante en esquina (d), dos seg- dirección perpendicular a las barri- sentan efectos máximos a ± 45 gra-
mentos se prolongan, pero no parecen te- tas. Mediciones cuidadosas efec- dos con respecto a la horizontal,
ner la misma orientación. Estas varian- tuadas en la Escuela Normal Superior otras culminan hacia los ± 22 o los
tes, y algunas otras, parecen quedar bien con Kevin O’Regan, del Laboratorio ± 67 grados y las hay que poseen
descritas por adición de dos efectos: un de Psicología Experimental de la un “perfil de orientación” más com-
efecto menor de desplazamiento obser- Universidad París 5, indican que la plejo todavía. El estudio de estas re-
vado en las líneas grandes, como el indi- variante expuesta en la figura 10c, laciones contribuirá al estableci-
cado en la figura c, y una tendencia a en la que se prolongan dos bloques miento del grado de parentesco entre
hacer que los ángulos difieran de 90 gra- idénticos, proporciona en todas las las distintas ilusiones y permitirá,
dos en menos de lo que lo hacen real- orientaciones, cuantitativamente, el con ello, acceder a sus componen-
mente. Esta tendencia resulta evidente mismo valor de ilusión que el mo- tes esenciales.
en la variante d, pero en ella sería com- tivo de Zöllner propiamente dicho. En ocasiones, los efectos se su-
pensada por los dispositivos de aprecia- La explicación por repulsión no es man; en otras, se manifiestan de ma-
ción del paralelismo. En las otras figuras, aplicable a esta variante. La co- nera independiente, según la forma
un eventual error angular explicaría el error rrespondiente a la tendencia a or- de considerar la figura. A veces,
de puntería; no entraría en conflicto con togonalidad resulta demasiado poco afloran efectos jerárquicos, como
la apreciación del paralelismo. El mayor predictiva, pues no dice qué es lo sucede en el caso de que una ilu-
vigor de la ilusión en la variante de un que debe girar para agrandar los sión resulte atenuada debido a que
segmento que en las demás variantes co- ángulos pequeños. La explicación una indicación de alineación o de
nocidas con dos segmentos podría obe- de una expansión ortogonal de las paralelismo permite corregir el error.
decer a la intervención en las variantes barritas unifica numerosos efectos. Dos operaciones de primer orden
de dos segmentos de dispositivos detec- serían el soporte de las ilusiones
tores de la alineación de segmentos. geométricas. La primera guarda re-
Principios lación con las orientaciones que son

de interpretación
dice a veces que la ilusión de Zöllner “anamorfoseadas” por la perspec-
se debería a la repulsión de los dos tiva, al producirse compensaciones
bloques simétricos. O bien, que re- automáticas de tendencia contraria
sultaría de una tendencia a la orto-
gonalidad, que hace ver los ángu-
los más cercanos a 90 grados de lo
C on mayor generalidad, se plan-
tea el problema de la reduc-
ción de las ilusiones geométricas a
a las anamorfosis de la perspecti-
va. Así sucedería en las ilusiones
de orientación; en especial, en la de
que realmente son. un pequeño haz de principios. Con Zöllner.
JACQUES NINIO

Sin embargo, la ilusión podría tal propósito, recopilo, con toda la Concierne la segunda operación
reflejar igualmente un efecto de ci- precisión posible, datos relativos a al aspecto métrico: los errores re-
zalladura o un efecto de expansión la forma en que cada ilusión varía lativos a las razones de dos longi-

20 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


13. ¿CONTRASTE O NORMALIZACION? Los círculos situados en el centro de las cons- a
telaciones de lo alto son iguales (a), pero el de la izquierda, que está rodeado de círcu-
los grandes, parece menor que el de la derecha, circundado por círculos pequeños. El
mismo efecto se observa con cuadrados o con figuras subjetivas (b). Volvemos a ha-
llar el efecto, en forma atenuada, en las figuras de la parte inferior (c), construidas de
manera que las acciones se ejerzan en una sola orientación; en este caso, la horizon-
tal. Un principio de asimilación (tamaño percibido “atraído” por el tamaño de las for-
mas vecinas) pronosticaría efectos inversos de los que se observan aquí. Un principio
de contraste (la tendencia a exagerar los contrastes) iría en este caso en el sentido
correcto. No obstante, al autor le parece que la interpretación idónea sería un princi- b
pio de normalización, que tendería a magnificar globalmente las figuras pequeñas y a
disminuir las grandes mientras que el contraste podría actuar en el interior de las cons-
telaciones. Este principio daría buena cuenta de la separación de los ápices de los trián-
gulos en la figura inferior derecha.

tudes (por ejemplo, en la ilusión de segmento. La elección de la inter- c


Müller-Lyer). El problema consiste pretación no está guiada por la sen-
en conciliar la geometría dada por cillez, sino por el principio de “ge-
una “toma” a “ojo fijo”, que obe- nericidad”.
dece a las leyes de la perspectiva, En virtud de este principio, las re-
y las tomas de una exploración por gularidades y las coincidencias que
la mirada, que no las obedecen. presenta una figura no se perciben
Cuando vemos, no advertimos la como meros accidentes, tributarios interpretará como un jarrón y no
vía por la que hemos adquirido la de un punto de vista muy particu- como un corte plano en forma de
información: toma con ojo fijo, lar, sino como reflejo de propieda- jarrón). Los dos trapecios a la iz-
cuerpo fijo y movimiento explora- des verídicas del objeto. Han de ser, quierda de la figura 14 ilustran de
torio de los ojos o, incluso, ex- por consiguiente, estables con res- manera inesperada un caso donde
tracción en el curso de un movi- pecto a los cambios de punto de la tendencia a la interpretación tri-
miento, por modificaciones del flujo vista. La proyección de un segmento dimensional se impone al principio
visual. Pasamos de un modo a otro será, casi siempre, un segmento; de genericidad. Este opera también
sin apreciar en la imagen modifi- pero, excepcionalmente, puede cons- en los “objetos imposibles”, como
cación geométrica alguna. Todo tituir un punto. Un círculo, en cam- la triple viga de Penrose. Nada im-
acontece como si los “procesadores bio, no se proyecta como un seg- pide que un objeto real del espacio
neuronales” nos proporcionasen res- mento sino en direcciones muy se proyecte según el croquis de la
puestas idénticas. El auténtico pro- particulares de la mirada. triple viga (la construcción de tal
blema de la extracción de informa- El principio de genericidad está objeto es posible, es un clásico de
ción consiste en poner todas las atemperado por la voluntad de otor- los museos de ciencias), pero nues-
informaciones en formatos compa- gar, siempre que sea posible, una in- tro cerebro, fiel al principio de ge-
tibles, para contrastarlas sin dis- terpretación tridimensional a todo nericidad, interpreta el dibujo su-
continuidades durante la percepción. dibujo (el contorno de un jarrón se poniendo que: (1) las líneas rectas
De esta necesidad de compatibili-
dad emana la necesidad de que cada
categoría de datos reciba una “ayu-
dita” de armonización con lo que
se espera de los demás canales.
Toda imagen podría, en princi-
pio, interpretarse de infinidad de for-
mas. En efecto, un punto de una ima-
gen podría ser representación de todo
punto del espacio situado en el rayo
visual que va desde el ojo hasta ese
punto. Si, por ejemplo, observo un 14. DIBUJOS AMBIGUOS. A la izquierda, no se ve, al principio, más que dos trape-
círculo desde el plano que lo con- cios planos. Pero es posible otra interpretación. Cabe verlos como cintas retorcidas,
tiene, la información recibida se re- giradas hacia atrás por los lados verticales y hacia delante por los horizontales. La
duce a un segmento. Recíprocamente, triple viga de Penrose (a la derecha) constituye uno de los grandes prototipos de “fi-
este segmento podría representar un guras imposibles”. Tres vigas de sección cuadrada parecen ensamblarse dos a dos for-
segmento rectilíneo del espacio, un mando ángulos rectos, cosa imposible. Pero sí se podrían concebir objetos con torsión
círculo o cualquier curva en el plano. en el espacio, que, desde cierto punto de observación, serían representables por la fi-
JACQUES NINIO

Ahora bien, en los dibujos, un seg- gura de la derecha. La triple viga de Penrose es imposible en tanto se sigan los con-
mento se interpreta, casi siempre, venios habituales en dibujo, es decir, al suponer que las vigas son rectas, están en-
como la proyección de un auténtico sambladas y son perpendiculares.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 21


hacia el horizonte. Así lo pone de
manifiesto un croquis en el que dos
El autor
paralelogramos adyacentes pueden JACQUES NINIO, adscrito al Labo-
representar, ya un libro abierto en ratorio de Física Estadística de la Es-
posición vertical, ya el techo de una cuela Normal Superior, viene estu-
diando las ilusiones ópticas desde hace
tienda. 25 años.
Mas el cerebro no carece de recur-
sos para enfrentarse a los problemas
de ambigüedad en la apreciación
15. ORIENTACIONES EN EL ESPACIO. El de orientaciones en el espacio. A de- Se ha hablado con mucha fre-
diedro de Mach (izquierda) podría esque- cir verdad, los resuelve con brío, cuencia de “ilusión de relieve” al
matizar un libro abierto, apoyado verti- haciendo intervenir la visión este- referirse al efecto producido por
calmente sobre los bordes de la cubierta, reoscópica. Cuando un objeto se nos los estereogramas. Cuando se des-
o bien el techo de una tienda de cam- ofrece desde dos diferentes puntos cubrieron estereogramas en una ima-
paña. De igual forma, suele interpretarse de vista, resulta posible, por com- gen, hace un decenio, se reputaron
que las aristas pegadas de los cuatro pa- paración de las dos vistas planas, imágenes mágicas. Estas imágenes
neles de la derecha son horizontales. Pero deducir de ellas su forma tridimen- se calculan por medio de un es-
también es compatible con la geometría sional. En la visión se cuenta, en tricto algoritmo; de haber magia,
espacial que esas aristas se levanten primera aproximación, con las pro- se encuentra en la facilidad con la
casi verticalmente. Es difícil representar yecciones en las dos retinas, toma- que el cerebro extrae la forma tri-
con un dibujo esta configuración, propuesta das a través de dos pupilas separa- dimensional. Se conocen, empero,
por Leonid Kontsevich. das entre seis y siete centímetros. En algunas paradojas de la visión es-
visión estereoscópica, los cálculos se tereoscópica, pudiéndose hablar a
efectúan fuera de la conciencia, en su respecto de “ilusiones estere-
del contorno del dibujo se corres- una fracción de segundo, incluso oscópicas”. De todos modos, estas
ponden debidamente a bordes rec- con estereogramas bastante com- ilusiones no entrañan ninguna idea
tilíneos del objeto; (2) las ternas de plejos. Con el estereograma de la fi- general novedosa.
segmentos paralelos corresponden a gura 16 vemos, en cada una de las
vigas paralelepipédicas; (3) las vi- imágenes, una forma que interpre-
gas están ensambladas dos a dos y taríamos, salvo que fuésemos ex- El mecanismo
de la demostración
conectadas en ángulo recto. La tri- quisitos geómetras, como un prisma
ple viga no es imposible, sino en la de caras planas. Ahora bien, al me-
medida en que se aplican a los tres nos una de las caras de cada prisma
vértices los convenios habituales de
interpretación de los dibujos.
En un dibujo, una línea vertical
está plisada. Para quienes saben
apreciar el relieve en los estereo-
gramas, el aspecto plisado les salta
C ada vez que se descubre un
nuevo efecto visual, se plantea
la cuestión del lugar de su nacimiento.
podría representar una vertical autén- a la vista, sin esfuerzo de reflexión. ¿Se produce en la retina? Una de
tica, pero también una recta hori- Nuestro cerebro inconsciente reve- las formas de responder consiste en
zontal que arranca justo delante de la ser mejor geómetra que nuestro construir una imagen estereoscópica
nosotros y se dirige directamente cerebro cultural. en la cual el estímulo generador del
efecto ilusorio no se halla presente
en ninguna de las dos retinas; no
toma cuerpo hasta después de la ex-
tracción de la estructura tridimen-
sional. Así se ha hecho, por ejem-
plo, en el autoestereograma de la
figura 17 izquierda, en el que apa-
rece la figura de Müller-Lyer en
tres dimensiones, que es percibida
por visión estereoscópica, mientras
que, vista en dos dimensiones, queda
16. ¿PLANOS O TETRAEDROS? A primera vista, las tres imágenes representan pris- completamente enmascarada. De esta
mas de caras planas. Pero si en uno de estos prismas la arista casi vertical mediana diferencia se deduce que la ilusión
estuviera a la vez en un mismo plano que la arista vertical de la izquierda y en un no ha nacido en la retina, sino que
mismo plano que la arista vertical de la derecha, tal arista debería cortar a cada una se ha constituido con posterioridad
de estas dos aristas en sendos puntos que se hallarían contenidos en el plano poste- al estadio en que se combinan los
rior del prisma. La arista mediana se encontraría, pues, enteramente contenida en este flujos visuales procedentes de las dos
plano y el objeto representado no tendría volumen. La visión estereoscópica tiende este retinas. Se pueden descartar así, por
tipo de trampas. Utilizando la visión estereoscópica y fundiendo la figura central, sea no retinianas, casi todas las ilusio-
JACQUES NINIO

con la de la izquierda, sea con la de la derecha, vemos inmediatamente que las caras nes visuales conocidas.
delanteras del prisma ya no son planas: forman tetraedros. (A quienes no logren ver Se puede demostrar también que,
los estereogramas, las figuras coloreadas les darán una idea de esta profundidad.) en la mayoría de las ilusiones, no se

22 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


17. ILUSION DE MÜLLER-LYER en autoestereograma. En visión es- ojos. La imagen de la derecha torna explícita la codificación de la
tereoscópica vemos emerger la figura de Müller-Lyer, que no se forma en el estereograma. Los motivos de Müller-Lyer aparecen
distingue en el estereograma de la izquierda. La ilusión está pre- en ella en dos ejemplares en azul, en la parte central. Las “co-
sente; ello sugiere que cobra vida bastante tardíamente en el tra- pias” en azul que vemos a uno y otro lado forman parte del fondo.
tamiento de la información visual, después del estadio en el que En visión estereoscópica veremos, pues, que los motivos en azul
se combinan en el cerebro las informaciones procedentes de los se despegan de un fondo que contiene también motivos azules.

requieren los movimientos de los proyectadas sobre la retina por un nuestro ambiente urbano, que pri-
ojos: los efectos son igualmente ob- dispositivo que, fijado a la córnea, vilegian las líneas rectas y los án-
servables cuando las imágenes se ilu- ocupa una posición fija con respecto gulos rectos? Antropólogos que han
minan por un destello o flash, que a la retina, cualesquiera que sean viajado hasta tribus africanas han
no concede a los ojos tiempo para los movimientos de los ojos. informado que la sensibilidad a las
moverse. Se observan, asimismo, en ¿Tendrán relación las ilusiones ilusiones geométricas sería en ellas
el caso de “imágenes estabilizadas”, geométricas con nuestra cultura y bastante distinta de la sensibilidad
de los occidentales. No obstante, es-
tos trabajos, realizados sin exce-
sivo rigor, no merecen la resonan-
cia que se les ha dado. En el otro
extremo, se publican a menudo en
las mismas revistas mediáticas ar-
tículos según los cuales tal o cual
animal —en cierta ocasión, el ca-
ballo, en otra, la mosca— sería sen-
sible a las mismas ilusiones ge-
ométricas que nosotros.
Lo que realmente importa, sin em-
bargo, no consiste en saber si las
ilusiones se experimentan con ma-
yor fuerza en unos u otros, sino la
comprensión, por medio de estas
paradojas en la percepción de for-
mas, del principio de los procesos
neuronales que nos proporcionan tan
finos diagnósticos sobre las alinea-
ciones, el paralelismo, la curvatura,
las dimensiones y la geometría en
el espacio.

Bibliografía complementaria
L’OEIL QUI PENSE. VISIONS, ILLU-
SIONS , P ERCEPTIONS . Roger Shepard.
18. ILUSION DE LA “T” EN ESTEREOGRAMA DE DOS IMAGENES, para visión cruzada.
JACQUES NINIO

Seuil; París, 1992.


Al fundir, en visión cruzada, las imágenes de lo alto, se verá la forma en T, explíci-
LA SCIENCE DES ILLUSIONS. Jacques
tamente representada en las imágenes de la parte baja. La ilusión consiste en que la Ninio. Odile Jacob; París, 1998.
barra horizontal parece ser más corta que la barra vertical.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 23


El episodio de impacto
de Chicxulub
El impacto que aniquiló los dinosaurios
desencadenó una oleada de incendios
que arrasaron los bosques de la Tierra

David A. Kring y Daniel D. Durda


S
e acepta que fue el impacto de un asteroide
o un cometa lo que acabó de forma brusca
Los autores
con la era de los dinosaurios. Pero descono- DAVID A. KRING Y DANIEL D. DURDA se conocieron
cemos de qué forma esos reptiles y otras mu- cuando ambos trabajaban en la Universidad de Arizona.
chas especies se extinguieron. Ignoramos tam- Kring formaba parte del equipo que atribuyó el cráter de
Chicxulub al impacto de un asteroide o cometa y lo rela-
bién cómo consiguieron los ecosistemas recuperarse. cionó con la extinción en masa de la transición del Cretá-
El cataclismo en cuestión superó de lejos los azotes cico al Terciario. Durda estudiaba la evolución de las co-
regulares que sufren los organismos, de los que deben lisiones y la dinámica de los asteroides. Elaboraron la
recuperarse. El cuerpo celeste atravesó el cielo a más secuencia de acontecimientos que siguieron al impacto. Kring
de 40 veces la velocidad del sonido. Era tan enorme, permanece en Arizona; Durda trabaja ahora en el Instituto
que cuando su extremo anterior pegó contra el suelo, de Investigación del Sudoeste en Boulder.
su extremo de cola se hallaba por lo menos a la al-
tura de crucero de un avión comercial. Produjo una
explosión equivalente a 100 billones de toneladas de giones. Merece mencionarse, por su interés geológico
TNT: la mayor liberación de energía que nuestro pla- y paleontológico, la cuenca Ratón, en Colorado y Nuevo
neta ha experimentado en los 65 millones de años trans- México. Entre los estratos rocosos del Cretácico y los
curridos desde entonces. del Terciario, se intercala un horizonte de arcilla, de
Los restos de aquella colisión permanecen enterra- un centímetro de potencia, entreverado con elementos
dos bajo la selva tropical del Yucatán, las ruinas ma- exóticos. Estudiando dicha franja en diversos lugares
yas de Mayapán, el pueblo costero de Progreso y las del planeta, el grupo dirigido por Wendy S. Wolbach,
aguas del golfo de México. El cráter, denominado de la Universidad DePaul, nos sorprendió en 1985 con
Chicxulub en homenaje a los pueblos mayas de la re- el hallazgo de un componente extraño. Encontraron res-
gión, alcanza unos 180 kilómetros de diámetro. Lo ro- tos de hollín: partículas esféricas de carbón, a menudo
dea una falla circular de 240 kilómetros de diámetro, agrupadas en racimos, cuya composición coincide con
producida, según parece, con la reverberación cortical la del humo de los incendios forestales. La cantidad
subsiguiente al impacto. global de hollín asciende a unos 70.000 millones de
El asteroide o cometa destruyó un mundo y abrió toneladas: las cenizas del mundo del Cretácico.
paso a otro. La investigación reciente sugiere, sin em- La presencia del hollín se esgrimió como una prueba
bargo, que el impacto no eliminó las especies de ma- más de la naturaleza del agente de la extinción: un
nera directa o inmediata. Antes bien, desencadenó una cuerpo celeste, no las erupciones volcánicas, cuyo efecto
serie de efectos ambientales asoladores y complejos no habría sido tan brusco ni generalizado [véase “Causa
que extendieron la devastación por todo el planeta. de la extinción en masa: un impacto de un cuerpo ex-
Una de las fuerzas más destructivas fueron los enor- traterrestre”, de Walter Alvarez y Frank Asaro; INVES-
mes incendios forestales que arrasaron continentes en- TIGACIÓN Y CIENCIA, diciembre 1990]. En 1990, H. Jay
teros. El fuego aniquiló hábitats críticos, destruyó la Melosh, astrónomo de la Universidad de Arizona, avanzó,
base de las cadenas alimentarias continentales y con- con su grupo, un modelo sobre el proceso mediante el
tribuyó a una suspensión global de la fotosíntesis. cual un impacto pudo haber desencadenado incendios
por todo el planeta. Al chocar con la Tierra, el cuerpo

Horno asador
celeste se desintegró y vaporizó un pedazo de corteza
terrestre, con la creación consiguiente de una pluma o
penacho de escombros incendiarios. Con una veloci-

L as huellas de esta muerte en masa resultan visibles


en varios afloramientos rocosos del oeste de los
Estados Unidos, de Europa meridional y de otras re-
dad acelerada, la pluma ascendió del cráter hacia la
atmósfera, transportando cristales de cuarzo que, mo-
mentos antes, se encontraban a profundidades de hasta
10 kilómetros bajo la superficie.

Resumen/Planeta en llamas
El penacho creció. Llegó a alcanzar un diámetro de
100 a 200 kilómetros y después se expandió hasta en-
volver el planeta entero. Entonces, el material empezó
■ El impacto de Chicxulub causó la extinción en masa de a caer por gravedad, cortando la atmósfera casi con la
la transición del Cretácico al Terciario, que acabó con
misma energía con la que había sido lanzado al espa-
los dinosaurios y más del 75 por ciento de las especies
de animales y plantas terrestres. Queda, sin embargo,
cio desde Chicxulub. Precipitándose a velocidades de
mucho por conocer sobre los incendios forestales de 7000 a 40.000 kilómetros por hora, las partículas ilu-
extensión planetaria que dicho episodio provocó. minaron el cielo como billones de bólidos y caldearon
ALFRED T. KAMAJIAN ( Páginas anteriores )

■ Cuando los escombros comburentes sobrecalentaron la un gran volumen de la atmósfera hasta varios cientos
atmósfera, la vegetación ardió en la mayor parte del de grados. Por fin, se depositaron lentamente en el
planeta. Los animales no tenían hacia dónde huir. Los suelo y formaron la capa que vemos en la actualidad.
ecosistemas se desplomaron. El fuego constituyó un Según los cálculos de Melosh, esta lluvia de teas
azote catastrófico sin par entre las calamidades ambien- pudo haber quemado la vegetación que cubría buena
tales generadas por el impacto. parte del globo. Pero en 1990 nadie conocía todavía
■ No todas las regiones sufrieron por igual. Muy al norte
la ubicación ni el tamaño preciso del impacto, razón
del lugar de impacto, sobrevivieron numerosas especies.
A partir de esos núcleos, la vida repobló el planeta.
por la cual el equipo de Melosh no logró precisar la
cantidad total de calor ni la distribución de los incen-

26 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Colapso y recuperación del ecosistema
LA VISPERA IMPACTO

EN EL CRETACICO TARDIO, las ciénagas y los ríos de Norteamé- EL IMPACTO DE CHICXULUB tuvo lugar en un mar somero.
rica poseían una vegetación arbórea mezcla de coníferas y de plani- Inmediatamente, eyectó escombros rocosos, fundidos y vaporizados
folios perennifolios y deciduos. Formaban bosques de bóveda a la atmósfera. La mayor parte de estos restos se depositó en las
y bosques abiertos con sotobosques de helechos, plantas acuáticas regiones continentales cercanas, pero una cantidad considerable se
y matorrales con flores. elevó a gran altitud, hacia el espacio exterior.

40 MINUTOS UNA SEMANA


DESPUES DESPUES

EL PENACHO rico en material vaporizado se expandió hasta recubrir TRAS LOS INCENDIOS, en el paisaje asolado sólo quedaron algunos
el planeta. Cuando estos escombros regresaron al suelo, atravesaron troncos y esqueletos desnudos. Sobre el suelo se depositaron lenta-
la atmósfera convertidos en billones de bólidos, caldeándola en algu- mente el hollín de los incendios y el polvo del impacto. La luz del sol
nos lugares en cientos de grados. se debilitó de manera espectacular, si no total, durante meses.

UN AÑO DESPUES 50 AÑOS DESPUES

EL AMBIENTE POSTERIOR AL IMPACTO albergaba poca diversidad. LOS MATORRALES SE APROVECHARON del paisaje vacío y empezaron
CHRIS BUTLER

Primero se recuperaron helechos y algas. Las especies vegetales de a cubrirlo. Las especies polinizadas por el viento tuvieron más éxito que
las ciénagas y de sus márgenes sobrevivieron por lo general mejor las que necesitaban de insectos. Comenzaron a desarrollarse los árboles,
que las especies de otros ecosistemas. Entre las más perjudicadas, pero la reconstitución de bóvedas arbóreas tardó decenios. No se puede
las coníferas. afirmar a ciencia cierta cuánto tiempo duró la recuperación.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 27


Lugar de impacto

Antípoda

dios. Si bien el hollín se había encontrado por todo el 1. UN PLANETA ABRASADO. Para desecar las plantas y pren-
planeta, no era necesario que el fuego se hubiera pro- derles fuego se requieren 12.500 watt de calor por metro
ducido en todas partes; el viento pudo haber trans- cuadrado durante al menos 20 minutos. Dichas condiciones se
portado el hollín a otros lugares. alcanzaron en dos áreas principales, centradas en Chicxulub
y en su antípoda, la India. Desde estas regiones, se avivaron
corredores de fuego hacia el oeste, a medida que la Tierra
Lluvia azul rotaba bajo una lluvia de escombros que reingresaban en su
atmósfera. Esta simulación por ordenador supone una determi-
nada configuración del impacto; en otros modelos teóricos las
P oco después de que Melosh publicara su estudio,
un grupo de siete científicos (procedentes de Esta-
dos Unidos, Canadá y México), entre los que figuraba
áreas incineradas resultan todavía mayores.

uno de los autores (Kring), descubrió que el cráter de


Chicxulub constituía el lugar del impacto. Este hallazgo función de la trayectoria del cuerpo celeste (asteroide
zanjó el debate sobre la causa determinante de la ex- o cometa) que impactó, los incendios pudieron asolar,
tinción. Desde entonces, la investigación se ha cen- asimismo, otras zonas de estos continentes y, quizá,
trado en los pormenores del acontecimiento. también Australia, la Antártida y Europa.
En 2002 terminábamos otro estudio sobre los in- La peor parte se la llevaron Chicxulub y la India,
cendios forestales. Conocer la ubicación del impacto que hace 65 millones de años se hallaba en sus an-
nos permitió reconstruir las trayectorias y la distribu- típodas y se convirtió, pues, en punto focal de los
ción del material expulsado desde el cráter y evaluar residuos comburentes. En las horas y días que siguie-
la extensión de los fuegos. De acuerdo con nuestros ron, la rotación terrestre transportó las masas conti-
cálculos, parte de los escombros llegó a medio camino nentales hacia el este, situándolas bajo la lluvia de
FUENTE: DAVID A. KRING Y DANIEL D. DURDA; LAURIE GRACE ( ilustración )
entre la Tierra y la Luna antes de volver a caer sobre material eyectado. Así, la oleada de ignición de in-
nuestro planeta. A los cuatro días, casi todo el mate- cendios forestales se desplazó hacia el oeste, redu-
rial había regresado a la Tierra. Poco más del 10 por ciendo lentamente su intensidad.
ciento escapó de la gravedad terrestre. Salió disparado En la mayoría de los casos, no importaba demasiado
por el sistema solar, para terminar aplastado, posible- si la vegetación crecía en un lugar seco o húmedo. Las
mente, contra otros planetas. (De forma parecida arri- temperaturas elevadas duraron tanto tiempo que, igual
baron a la Tierra fragmentos procedentes de Marte que la leña en un horno, la vegetación se secó y ter-
y la Luna, si bien mediante un proceso de eyección minó por arder. ¿Se asustaron los animales cuando el
diferente.) cielo empezó a fulgurar con la lluvia de escombros?
Los fragmentos de corteza que volvieron a penetrar ¿Se alarmaron ante la subida de la temperatura?
en la atmósfera terrestre la caldearon tanto que de- ¿Permanecieron quietos o, por el contrario, empezaron
sencadenaron incendios forestales en las regiones me- a correr en alguna dirección, hacia el agua, por ejem-
ridional y central de Norteamérica, central de Sudamérica, plo? Por su fortuna, la mayoría de ellos debieron caer
central de Africa, el subcontinente Indio y el sudeste inconscientes cuando el calor se hizo insoportable.
de Asia (que, debido a la deriva continental, se en- Posiblemente nunca llegaron a sentir el fuego abrasa-
contraban en posiciones distintas de las actuales). En dor de matorrales y árboles que les rodeaban.

28 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


PARQUE CRETACICO
DURANTE EL CRETACICO TARDIO, inmediatamente
antes de que un cuerpo celeste (asteroide o cometa)
chocara contra la Tierra, hace 65 millones de años, el
clima era más cálido que ahora. No había casquetes
polares. Algunos dinosaurios llegaron, en su migra-
ción septentrional, hasta la actual Alaska y, en su
avance meridional, hasta las islas Seymour de la
Antártida. Un brazo de mar atravesaba Norteamérica;
unía el golfo de México con el océano Artico. Entre
los ecosistemas cretácicos se encontraban desde hu-
medales hasta bosques deciduos. Los paleobiólogos
han cartografiado dichos ecosistemas en Norteamé-
rica, donde los sedimentos continentales que contie-
nen fósiles se conservan bien. (Se conoce poco sobre
la vegetación de otras partes del mundo en las postri-
merías del Cretácico.)
En lo que constituye hoy el sur de Colorado y norte
de Nuevo México, serpenteaban ríos meandriformes
desde las nacientes montañas Rocosas hasta una
llanura de la costa oriental. Charles L. Pillmore y su
equipo, del Servicio de Inspección Geológica de 1. EL BOSQUE DEL CRETACICO era cálido y húmedo. Albergaba
EE.UU. (SGEEUU), han cartografiado varios marcos árboles planifolios, palmeras, plantas tropicales de hojas grandes,
sedimentarios; entre ellos, canales fluviales, depósi- herbáceas y helechos.
tos de ribera, llanuras de inundación y pantanos. Fun-
dado en hojas fósiles de dichos sedimentos, Jack
Wolfe y Garland Upchurch, también del SGEEUU,
han demostrado que la vegetación estaba dominada
por árboles planifolios perennifolios casi tropicales
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS, ARCHIVOS DE IMAGENES, MUSEO DE CIENCIA Y NATURALEZA DE DENVER ( arriba ); DONNA BRAGINETZ ( abajo )

que formaban un bosque de bóveda abierta.


Donde actualmente se encuentran las dos Dakotas,
Kirk R. Johnson, del Museo de la Naturaleza y la Cien-
cia de Denver, ha encontrado hojas fósiles que sugie-
ren que la vegetación consistía en un bosque domi-
nado por angiospermas (plantas con flores), en su
mayoría árboles pequeños (del tamaño del cornejo)
a medianos (del tamaño de un álamo). Wolfe y
Upchurch aducen que las condiciones eran más
húmedas cuanto más al norte, lo que permitía un bos-
que planifolio perennifolio. Este bosque era más denso
y con la bóveda probablemente cerrada en ciertas
áreas. Algunas trepadoras poseían hojas anchas con
puntas de goteo por las que el agua se escurría.
Arthur Sweet y sus colaboradores, del Servicio de Ins-
pección Geológica del Canadá, han demostrado que, en
contraposición con las plantas con flores que dominaban 2. EL BOSQUE TERCIARIO inicialmente contenía menos biodiversidad.
en los EE.UU., en lo que ahora es Canadá occidental La cubierta original de helechos y herbáceas dejó paso a parientes
abundaban las coníferas y otras gimnospermas. de los sicomoros, nogales y palmeras modernos.

Además de asolar los bosques, los incendios produ- La suciedad tardó meses en desaparecer. Probablemente
jeron una importante contaminación atmosférica. El cayó como una lluvia azul, similar a la lluvia de esa
hollín y el polvo generados por el impacto cubrieron tonalidad, rica en cenizas, que se produce después de
el cielo, que se tornó impermeable a la luz solar. Algunos una erupción volcánica.
cálculos sugieren que la superficie del planeta se obs- A partir de los incendios forestales modernos, hemos
cureció como una cueva sin luz. Las plantas fotosin- estimado que la conflagración liberó 10 billones de to-
tetizadoras se agostaron y las cadenas alimentarias se neladas de dióxido de carbono, 100.000 millones de to-
desplomaron, incluso en zonas no afectadas por los in- neladas de monóxido de carbono y 100.000 millones
cendios forestales, como el mar. Se ha comparado esta de toneladas de metano. En total, una cantidad de car-
fase con el “invierno nuclear”, un período frío que bono equivalente a 3000 años de consumo de com-
podría seguir a una guerra nuclear [véase “Efectos bustibles fósiles al ritmo actual. Por ello, a las condi-
climáticos de una guerra nuclear”, de Richard P. Turco, ciones de oscuridad e invernales siguió un intervalo de
Owen T. Toon, Thomas P. Ackerman, James B. Pollach caldeamiento por efecto invernadero. Los incendios pro-
y Carl Sagan; INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, octubre 1984]. dujeron pirotoxinas, cloro y bromo, gases extenuantes.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 29


2. EL GRAN CEMENTERIO levantado por el cataclismo de Chicxulub se
ha conservado en una capa de arcilla de color claro y grosor parecido
al de una navaja del ejército suizo (arriba). Uno de los autores (Kring)
señala dicha capa en un afloramiento rocoso de la cuenca Ratón, en
los Estados Unidos sudoccidentales (izquierda). Al acercarnos al hori-

temporalmente condiciones anóxicas en microecosis-


temas de aguas continentales. Aunque el éxito de ta-
les bacterias no constituye en sí mismo una señal del
incendio, sí refleja el carácter ominoso y súbito de la
mortandad, que sólo admite explicación si la desen-
cadenó una conflagración global.
Los dos últimos contribuyeron a la destrucción de la Cabría preguntarse cómo pudo sobrevivir un orga-
capa de ozono. Todos estos efectos agravaron de forma nismo en semejante infierno. Hubo un elemento deci-
espectacular las demás consecuencias ambientales del sivo: la distribución desigual del fuego. Las simula-
impacto, como la lluvia de ácido nítrico y de ácido ciones muestran, y la paleobotánica lo corrobora, que
sulfúrico y la vaporización del dióxido de carbono al- las regiones más septentrionales de Norteamérica y

DANIEL D. DURDA ( izquierda ); DAVID A. KRING ( centro y derecha ); WENDY S. WOLBACH UNIVERSIDAD DE PAUL ( inserto )
macenado en las rocas del lugar de impacto. Europa se libraron de la devastación considerada en
su grado máximo. En los actuales Territorios del

El día siguiente
Noroeste, Arthur Sweet, del Servicio de Inspección
Geológica del Canadá, descubrió que la concentración
de polen de gimnospermas (coníferas y otras plantas

E l registro fósil contiene un patrón de perturbación


ecológica que encaja con el supuesto origen de la
oleada de incendios forestales. Los sedimentos depo-
con ellas emparentadas) se reducía de manera espec-
tacular, si bien no llegaba a desaparecer. Parte, pues,
de la bóveda arbórea de los bosques sobrevivió a los
sitados inmediatamente después del impacto entrañan incendios forestales, incluso en aquellos casos en los
una signatura biológica, advertida por Robert H. Tschudy que los fuegos quemaron un sotobosque de angios-
y sus compañeros, del Servicio de Inspección Geológica permas (plantas con flores). En estas y otras regiones
de los Estados Unidos, que se asocia a los incendios: relativamente intactas, el calor fue menos intenso. Las
una concentración, anómala por su desmesura, de es- ciénagas o los bordes de las mismas proporcionaron
poras de helechos. Siguiendo el mismo comportamiento cierta protección a plantas y animales.
pionero que muestran en los bosques quemados ac- Fundado en estudios de plantas, esporas y polen fó-
tuales, los helechos (Cyathidites) fueron las primeras siles, el grupo encabezado por Kirk R. Johnson, del
especies vegetales que repoblaron el paisaje denudado Museo de la Naturaleza y la Ciencia de Denver, cal-
por el cataclismo. A veces, los helechos aparecían junto culó que el 51 por ciento de las especies de angios-
a Ulmoideipites, plantas con flores polinizadas por el permas, el 36 por ciento de las gimnospermas y el 25
viento. En ciertos ecosistemas sin pteridófitos, cumplían por ciento de los pteridófitos se extinguieron en
tal misión colonizadora los mantos algales. Norteamérica. El polen y las hojas fósiles sugieren
En sedimentos depositados en los actuales Colorado que los árboles caducifolios sobrevivieron mejor que
y Montana, Iain Gilmour y su equipo, de la Universidad los perennifolios, quizá porque permanecían latentes.
a Distancia de Inglaterra, hallaron huellas químicas e Los árboles de polinización eólica también se de-
isotópicas de bacterias oxidantes del metano. Esto in- senvolvieron mejor. Por una razón sólida: pudieron me-
dica que la pérdida de tanta vida pudo haber creado drar pese al exterminio de insectos y otros animales

30 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


y otros investigadores sugieren que se necesitaron
tres millones de años para que el flujo de materia
orgánica hasta las profundidades oceánicas volviera
a sus valores normales.

ESTRATO Primavera silenciosa


SUPERIOR

ESTRATO
INFERIOR
T ras el episodio de Chicxulub, el planeta presentaba
un aspecto, olores e incluso sonidos diferentes. Si
pudiéramos transportarnos al Cretácico, oiríamos di-
nosaurios moviéndose entre la maleza, sus gritos (de
reclamo, de alerta) y el zumbido de ciertos insectos.
Los mamíferos, en cambio, pasarían casi inadvertidos,
moviéndose con un susurro entre las hojas, como los
topillos de nuestros días. Pero en los meses subsi-
ESQUISTO CRETACICO
guientes al impacto, el sonido animal desapareció del
planeta. El viento, los cursos de agua y la lluvia do-
zonte de arcilla observamos dos subcapas (derecha). La inferior apa- minaban el paisaje sonoro. Poco a poco, los insectos
rece sólo en localidades próximas al impacto; está constituida por roca primero, los mamíferos después, volvieron a oírse.
fundida expulsada por el cráter. La subcapa superior contiene escom- Hubieron de transcurrir cientos de años, si no cientos
bros que salieron eyectados hacia el espacio y cayeron de nuevo al de miles de años, para que los ecosistemas constru-
suelo, así como hollín generado por los incendios (detalle). yeran arquitecturas nuevas y robustas.
La tormenta de fuego originada por el impacto de
Chicxulub y la subsiguiente contaminación resultaron
polinizadores. Conrad C. Labandeira y sus colabora- devastadoras. Pero, probablemente, lo más mortífero
dores, de la Institución Smithsoniana, sostienen que fue la combinación de tantos efectos ambientales.
muchos insectos desaparecieron o se extinguieron; Asolaron ecosistema tras ecosistema, aunque de forma
fundan su hipótesis en un dato del registro fósil de diferente y a escalas de tiempo distintas: días en el
Dakota del Norte, que se libró de los efectos más de- caso de los cascotes incendiarios, meses en el caso del
vastadores: la escasez de hojas dañadas por insectos. polvo estratosférico y años para los aerosoles de ácido
Sweet ha mostrado que un primer ecosistema “de sulfúrico.
supervivencia”, dominado por las especies más robus- La vida encontró en su diversidad la tabla de sal-
tas, pronto dejó paso a un ecosistema “oportunista”, vación. Aunque se perdieron multitud de especies e
compuesto por un tipo distinto de helecho (Laeviga- incontables individuos, algunos organismos sobrevi-
tosporites) y varios tipos de plantas con flores que vieron y proliferaron. El impacto abrió nichos ecoló-
podían beneficiarse de la tabla rasa ecológica. Tomadas gicos para la evolución de los mamíferos, lo que, an-
en su conjunto, estas plantas tejieron un tapiz herbá- dando el tiempo, condujo al desarrollo de nuestra propia
ceo. En la fase final de ese proceso de recuperación, especie. En este sentido, el cráter de Chicxulub cons-
retornó la bóveda arbórea. Si tomáramos por referen- tituye el crisol de la evolución humana.
cia la evolución de un bosque moderno, la repoblación
tardaría al menos 100 años. Pero Sweet y Upchurch
coinciden en que el proceso real avanzó con mayor
parsimonia; a juzgar por la proporción de plantas fó-
siles halladas en los sedimentos posteriores al im-
pacto, se prolongaría unos 10.000 años. Bibliografía complementaria
Disponemos de otro parámetro para computar el MAJOR WILDFIRES AT THE CRETACEOUS/TERTIARY BOUN-
tiempo de recuperación: la respuesta del ciclo global DARY . Wendy S. Wolbach, Iain Gilmour y Edward An-
del carbono. La pérdida de bosques, que contienen ders en Global Catastrophes in Earth History. Dirigido
por Virgil L. Sharpton y Peter D. Ward. Geological So-
más del 80 por ciento del carbono situado sobre el ciety of America, número especial 247, págs. 391-400;
suelo (al menos en la actualidad), junto con la emi- julio 1990.
sión de dióxido de carbono generado en los incen- EXTINCTION: BAD GENES OR BAD LUCK? David M. Raup.
dios y la caliza vaporizada en el lugar del impacto W. W. Norton. 1991.
elevaron drástica y repentinamente la concentración T. REX AND THE CRATER OF DOOM. Walter Alvarez. Prin-
atmosférica de carbono. En un análisis isotópico de ceton University Press, 1997.
los sedimentos depositados tras el impacto, Nan C. NIGHT COMES TO THE CRETACEOUS. James Lawrence Po-
Arens, de la Universidad de California en Berkeley, well. Harvest Books. 1999.
y A. Hope Jahren, de la Universidad Johns Hopkins, TRAJECTORIES AND DISTRIBUTION OF MATERIAL EJECTED
llegaron a la conclusión de que, en las regiones conti- FROM THE C HICXULUB I MPACT C RATER : I MPLICATIONS FOR
POSTIMPACT WILDFIRES. David A. Kring y Daniel D. Dur-
nentales, el ciclo del carbono pudo tardar 130.000 años da en Journal of Geophysical Research: Planets, vol. 107,
en recuperar el equilibrio. En los ambientes marinos, n.o E8, págs. 6-22; agosto 2002.
Steven L. D’Hondt, de la Universidad de Rhode Island,

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 31


C IENCIA Y SOCIEDAD
Importancia del suelo debe al empobrecimiento del suelo en condiciones de
baja fertilización, el nulo aporte de los residuos de la
cosecha y la quema de la caña de azúcar, que se rea-
en el cultivo de caña de azúcar liza para facilitar el corte. En promedio, el 40 % de los
residuos agrícolas que se producen cada año en los
os suelos cultivados con caña de azúcar superan diferentes países en vías de desarrollo se queman en
L las 611.124 hectáreas, siendo México uno de los
principales productores mundiales. Con el objetivo de
el mismo campo. De éstos, el 11 % se genera en el
cultivo de caña de azúcar. La quema constituye uno
lograr una producción rentable y competitiva en el de los factores que más afectan a los contenidos de
mercado agroindustrial, el suelo cañero se ha conver- materia orgánica del suelo, pues se separan los tallos,
tido en uno de los más laboreados y mecanizados. las puntas y la paja, que se eliminan para limpiar el
El manejo intensivo del suelo altera sus propieda- terreno. Estas actividades constituyen la principal vía
des de manera significativa. Actividades como la lim- de salida de los nutrientes del suelo.
pia y preparación del terreno, la siembra, las labores Existe una gran diversidad de suelos de cultivo de
de cultivo y la aplicación de insumos, entre otras, han caña de azúcar. En las regiones cañeras de México
tenido un impacto negativo sobre el suelo. Entre los abundan el fluvisol, el vertisol, el cambisol, el luvisol
efectos más notorios observados en los cultivos de caña y el leptosol. Son suelos generalmente profundos y de
de azúcar destacan las elevadas tasas de absorción fertilidad regular, aunque pueden presentar una gran

Demanda y suministro de nutrientes (en kg por hectárea) para el cultivo de la caña de azúcar
en un ingenio de Tenosique, Tabasco
Unidad Demanda Suministro
de suelo N P2O5 K2O N P2O5 K2O
Fluvisol 135 90 192 55 87 420
Vertisol 97 100 321 54 88 303
Cambisol 97 65 249 54 61 283
Luvisol 171 116 444 57 91 355
Leptosol 128 120 274 56 102 262

de nutrientes por parte de la planta, principalmente de variabilidad en otras características. La combinación


los elementos primarios nitrógeno, fósforo y potasio. de todas ellas determina el rendimiento del cultivo. El
El potasio encabeza la lista de elementos más absor- fluvisol, un suelo de textura media, se origina a partir
bidos. Le siguen el nitrógeno, el calcio, el magnesio y de aluviones antiguos y presenta un color pardo. El
el fósforo. vertisol se origina también a partir de aluviones; pre-
El rendimiento promedio del suelo cañero en México senta textura fina, color pardo, agrietamiento pronun-
oscila entre las 53 y las 150 toneladas por hectárea, ciado en épocas secas y una permeabilidad modera-
en función de la fisiografía de la zona, la variedad de damente lenta. El cambisol procede de rocas calizas
caña y el manejo del cultivo. Este bajo rendimiento se y areniscas, posee colores amarillentos o anaranjados

Dosis de fertilización recomendadas según el rendimiento del cultivo en un ingenio de Tenosique,


Tabasco. Todas las magnitudes se expresan en kg por hectárea
Unidad
de suelo Rendimiento N P2O5 K2O

Fluvisol 120 160 60 60


Vertisol 100 120 80 80
Cambisol 80 120 60 60
Luvisol 90 140 80 80
Leptosol 120 160 80 80

32 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


3 % permite mantener la fertilidad, retener la humedad
y conservar la estructura), evitar la quema de residuos
de cosecha, promover las rotaciones con otros culti-
vos y utilizar los residuos agroindustriales para mejo-
rar las propiedades del suelo. Por último, resulta bá-
sico concienciar a todos los que participan en esta
actividad. Sólo si se toman las medidas adecuadas se
evitará la pérdida de la productividad de los suelos de-
dicados a la caña de azúcar.

DAVID JESÚS PALMA LÓPEZ


LILIANA ARMIDA ALCUDIA
SERGIO SALGADO GARCÍA
Colegio de Posgraduados, Campus Tabasco
México

Rebrote de plántulas de caña de azúcar en el segundo


ciclo de cultivo “soca” en Tabasco Origen de los perros del Nuevo Mundo
y textura media. Colores amarillentos y grisáceos y Proceden de los euroasiáticos
textura fina caracterizan al luvisol. El leptosol, desa-
rrollado a partir de rocas calizas del terciario, muestra ace 6000 años, antes de la aparición de los gran-
colores oscuros y textura media.
Se ha acometido la investigación de la extracción de
H des imperios y de los viajes transoceánicos, exis-
tían ya dos mamíferos cuya distribución abarcaba Euro-
nutrientes de la caña de azúcar. Se busca, en con- pa, Asia, Africa, Oceanía y América: el hombre y el
creto, un indicador del agotamiento del suelo a partir perro. El perro constituye un elemento fundamental en
de la cantidad de nitrógeno u otro elemento extraído la mayoría de las culturas humanas. Convive tanto con
por tonelada de tallos molederos. En México se ex- los aborígenes australianos, como con los esquimales
traen en promedio 1,3 kg de nitrógeno, 0,36 kg de fós- de Alaska o con nosotros mismos. Mucho antes de
foro y 2,3 kg de potasio por tonelada de caña. Dado que ninguna otra especie animal o vegetal fuese do-
que se trata de un sistema dinámico, el suelo cañero mesticada, perro y hombre ya coexistían.
se enfrenta a un abastecimiento irregular de nutrien- El perro deriva de lobos domesticados en algún lu-
tes. En tales circunstancias, la fertilización constituye gar de Eurasia —quizás en varios lugares—. La ar-
un buen aporte externo que ayuda a incrementar el queología revela que, como resultado de la selección
rendimiento del cultivo. ejercida por el hombre, los perros ya se encontraban
En las últimas décadas se ha intensificado el de- morfológicamente diferenciados de los lobos hace 15.000
sarrollo de métodos para gestionar la fertilización. Debi- años. Hasta la fecha, los fósiles más antiguos de cá-
do al incremento de los precios y a la voluntad de con- nidos identificados como perros proceden de Europa
servar el medio, cada vez resulta más necesario un central y del cercano Oriente.
uso eficiente y racional de los fertilizantes. Las dosis Los restos más antiguos de perros encontrados en
recomendadas de fertilización se deducen del balance el Nuevo Mundo proceden del estado norteamericano
entre la demanda y el suministro de nutrientes. Si la de Utah, y datan de hace unos 10.000 años. Tanto la
demanda resulta mayor que el suministro, se crea un gran distancia que separa estos restos de los encon-
déficit de nutrientes, que se puede suplir mediante la trados en Europa y Asia, como su antigüedad, unidas
fertilización, dependiendo siempre del tipo de suelo. al hecho de que la comunicación entre Asia y
Cuando la demanda cae por debajo de la aportación, Norteamérica se cortase hace unos 12.000-13.000 años
se recomienda mantener la fertilidad del suelo y los (debido al ascenso del nivel del océano Pacífico tras
rendimientos del cultivo, mediante dosis de fertiliza- la última glaciación), han llevado a muchos investiga-
ción que igualen a la extracción. dores a pensar que los perros americanos derivan de
Existe otra forma de evitar la degradación de estos una domesticación independiente del lobo en ese con-
suelos cultivados. Nos referimos al manejo viable. A tinente. Esta hipótesis se puede estudiar mediante el
largo plazo, éste debe garantizar una producción acorde análisis genético de perros de origen americano y su
con los recursos del medio y contribuir a la mejora de comparación con los perros europeos y asiáticos. Sin
la calidad de vida de los productores. La estabilidad embargo, tal análisis no resulta simple, ya que es muy
económica que proporciona el cultivo se puede inver- probable que los perros americanos y los del resto del
tir en maquinaria agrícola para realizar la cosecha en mundo se hayan entrecruzado frecuentemente durante
verde; ello aumenta los beneficios económicos y am- los últimos 500 años. Para precisar el origen de los
bientales. perros americanos es necesario estudiar cómo eran an-
Varias prácticas agrícolas benefician los suelos cañe- tes de la llegada de los europeos (con sus perros) du-
ros: asegurar los contenidos de materia orgánica (un rante los últimos siglos.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 33


Hemos analizado secuencias todo el mundo, incluyendo
del ADN mitocondrial aisladas razas de origen americano.
a partir de restos óseos de Ahora bien, no se han en-
perros precolombinos de Amé- contrado los linajes que exis-
rica Latina y de perros de Alas- tían en los perros nativos del
ka que datan de antes de la Nuevo Mundo. Aparentemente,
llegada de los primeros explo- estos linajes quedaron ex-
radores en 1741. Los análisis cluidos del origen de las ra-
genéticos sugieren que los zas actuales más comunes. El
perros nativos americanos te- impacto que la llegada de los
nían el mismo origen que los europeos a América tuvo so-

CARLOS SANZ
eurasiáticos y, probablemente, bre muchos grupos nativos y
derivaban de perros que lle- sus culturas comportó que
garon con los primeros pobla- incluso sus perros fuesen de
dores del continente america- un modo u otro discriminados
no, hace al menos 13.000 años, El lobo es el ancestro del perro. Sin embargo respecto a los de los invaso-
los perros americanos no derivan de lobos
procedentes de Asia. La gran res. Quizá los linajes de los
americanos
diversidad de linajes observada perros nativos americanos han
entre los perros nativos ame- desaparecido, llevándose con-
ricanos indica que debieron de llegar acompañando a sigo parte de nuestra historia. Sin embargo, como las
los hombres en varias oleadas y no en una sola inva- razas de perros modernas dependen más de los gus-
sión. Al arribar al Nuevo Mundo esos cánidos queda- tos de los criadores que de los procesos naturales, es
ron aislados de sus ancestros y evolucionaron dando posible que esos linajes hayan sido excluidos de las
lugar a unos linajes únicos, ligeramente diferenciados. razas más reconocidas pero existan aún entre perros
El hecho de que los perros nativos americanos ten- cimarrones, asilvestrados o de razas no reconocidas,
gan el mismo origen que los eurasiáticos abre unas perros ignorados por los criadores y por las socie-
perspectivas fascinantes. Hace 13.000-15.000 años, dades canófilas. Quizá son precisamente ésos los
al final del Paleolítico superior, perros con un origen auténticos herederos de los perros nativos del Nuevo
común se encontraban desde Europa central hasta Mundo.
Norteamérica. Las poblaciones humanas eran todavía
nómadas y carecían de animales o plantas domésti- CARLES VILA
cos que les permitiesen un cierto control del medio: Depto. de Biología Evolutiva,
eran autosuficientes, en el sentido de que su super- Universidad de Uppsala
vivencia no solía depender del comercio con sus ve-
cinos. Sin embargo, nuestros resultados indican que JENNIFER LEONARD
un elemento cultural, el perro, ya se compartía a lo Dpto. Biología Sistemática, Museo Nacional de
largo y ancho de tres continentes, abarcando distan- Historia Natural, Institución Smithsoniana,
cias de más de 9000 kilómetros. Esto implica, por un Washington
lado, que el intercambio y la relación entre esas so-
ciedades pueden haber sido mucho más extensos de
lo que habitualmente pensamos. Por otro indica que
ya existía un gran interés por poseer perros.
Hoy por hoy desconocemos las razones por las que
Cetonas
los perros fueron domesticados. Hay quienes piensan
que se vería en ellos fuente de alimento, pero resulta Reducción estereoselectiva
difícil imaginar que la primera especie en ser domesti-
cada fuese un carnívoro de mediano tamaño en lugar n las transformaciones químicas operadas por los
de un herbívoro mayor. Se han sugerido otras posi- E organismos, la reducción de compuestos carboní-
bles razones: compañía, protección, animal de carga, licos mediante alcohol deshidrogenasas constituye un
ayuda para la caza, consecuencia de una relación co- proceso de interés primordial. La explicación técnica
mensal... No sabemos las razones que llevaron a la nos dice que se crea un nuevo centro estereogénico
íntima asociación entre hombres y perros. Sin embar- a partir de una estructura simétrica.
go, los resultados de los estudios genéticos sugieren El proceso biotransformador puede hacerse mediante
que, fuese cual fuese la causa, esta asociación re- enzimas aisladas o en células enteras. Ambas aproxi-
presentaba un beneficio tal, que muchas sociedades maciones ofrecen ventajas e inconvenientes. Las en-
paleolíticas en todo el mundo se interesaron en poseer zimas libres permiten un proceso simplificado de re-
perros. Resulta imprescindible un mayor conocimiento cuperación del producto de reacción, sin aparición de
sobre la relación entre hombre y perro en sociedades productos secundarios. Pero exige desarrollar el es-
primitivas para poder comprender el modo de vida al calado de la síntesis de la enzima y su purificación.
final del Paleolítico. Además, al utilizar cofactores (NADH/H o NADPH/H),
En la actualidad ese mismo fragmento de ADN mi- se requiere la adición de cantidades estequiométricas
tocondrial ha sido estudiado en cientos de perros de del cofactor —que es caro—, pues la regeneración in

34 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


vitro del mismo no resulta económicamente rentable ni O
O
escalable. O
Si se recurre a células enteras, el proceso de re-
ducción de compuestos carbonílicos puede originar
productos secundarios o provocar la desaparición de pro- 20 21 22 O
ductos que se transforman en biomasa, debido a la
O
presencia de muchas enzimas intracelulares. La recu- O H
peración del producto resulta entonces complicada. Pero O C
ofrece la ventaja de que la coenzima se regenera in situ
sólo con el suministro de glucosa, sacarosa, etcétera.
A partir de una colección taxonómica de 421 microor-
23 24 25
ganismos, confeccionamos una biblioteca microbiana.
La reacción test fue la reducción de ciclohexanona en
CH3
ciclohexanol. Se trata de una reacción que puede se- CH
guirse por cromatografía de gases de forma automati-
CH3
zada. Con la misma se nos permite seleccionar, de H 3C
manera rápida y segura, los microorganismos activos O CH3 O
H3C
en la reacción de reducción.
26 27
De 231 microorganismos que resultaron positivos en
el análisis, se seleccionaron 11. Cumplían dos crite- CH3 CH3
rios discriminantes: una actividad reductasa frente a O O
ciclohexanona por encima del 50 % y una actividad
oxidasa frente a ciclohexanol baja o nula (por debajo
del 10 %). H H
Se aplicó luego un rastreo secundario (“screening”). H3C C CH2 H3C C CH2
En efecto, las cepas seleccionadas intervinieron en la 29 30
reducción de diversas cetonas monocíclicas de tama-
ño diferente: ciclobutanona, ciclopentanona, ciclohep- CH3 CH3 CH3 CH3
tanona, ciclooctanona, y ciclododecanona. De este es- O O O O
tudio se seleccionaron los tres microorganismos más
activos: Gongronella butleri, Diplogelasinospora grovesi
y Schizosaccharomyces octosporus. Procedimos luego
a un rastreo terciario, que consistió en estudiar una H H H H
serie de compuestos con funciones estereoquímica y
regioquímica diferentes (figura 1). 31 32 33 34
En toda búsqueda de nuevos microorganismos se
intenta predecir qué requerimientos estéricos, electró- 1. Algunas cetonas de gran tamaño reducidas por los
nicos o ambos deben cumplir las cetonas para ser subs- microorganismos seleccionados
tratos de nuevas enzimas. El conocimiento global de
la interacción entre enzima y substrato, así como de cular. Las cargas eléctricas centradas en el átomo se
sus consecuencias, se puede alcanzar por dos cami- calcularon, a partir del potencial electrostático mole-
nos diferentes. En primer lugar, por el estudio del si- cular, mediante un procedimiento común para la si-
tio activo de la enzima, vía que no pudimos seguir por mulación de proteínas, ácidos nucleicos y moléculas
tratarse de microorganismos desconocidos. En segundo orgánicas. Se calcularon las energías de solvatación
lugar, el análisis de las propiedades moleculares del de los substratos con un modelo polarizado continuo.
substrato y su actividad biológica mediante simulacio- Una vez realizado el CoMFA obtuvimos una estruc-
nes teóricas. Nos servimos del método CoMFA para tura tridimensional donde aparecen representadas las
analizar la energía de interacción entre moléculas sonda distintas zonas de interés desde el punto de vista
y substratos, en los puntos del espacio que rodean a estérico y electrostático. Para la representación grá-
las moléculas de interés. fica de distintas zonas tridimensionales nos servimos
En el presente estudio seleccionamos, por molécula de un código de colores.
de referencia, la 2-adamantanona. Por regla de alinea- ¿Qué se concluye de esta investigación? Existe una
ción de las moléculas que forman nuestra base de da- zona donde se privilegia la presencia de potencial ne-
tos tomamos el solapamiento del carbono carbonílico gativo en el centro de la estructura y una amplia zona
y de los carbonos adyacentes. En el caso de que la que reconoce potenciales electrostáticos positivos. Este
estructura presente radicales substituyentes o conste modelo predictivo nos justificaría las buenas conver-
de varios ciclos, se solaparía, sobre el carbono 4, el siones obtenidas (por encima del 70 %) con las 2-de-
primer carbono situado en la parte de la molécula más calonas y la baja conversión (12 %) de la 1-tetralona.
voluminosa. Nos confirma, además, que desde la 2-tetralona de-
La optimización de la geometría de las moléculas bería conducir a una conversión en alcohol muy ele-
utilizadas en la conformación que consideramos activa vada, teniendo en cuenta las características estéricas
se llevó a cabo mediante cálculos de mecánica mole- completadas con el gradiente de carga negativa pro-

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 35


halocetonas precursoras de los β-bloqueantes adrenér-
gicos. El centro activo debe ser muy grande en com-
Y>0
paración con el resto de los microorganismos estu-
Z<0
diados. Por ello admite mucha mayor variedad de
estructuras en su centro activo; dicho de otro modo,
está menos restringido que en los otros casos. Si a
1 3 ello sumamos su rapidez de crecimiento y los buenos
2 resultados demostrados en las pruebas preliminares uti-
4
lizando el liófilo del mismo como biocatalizador, cabrá
X<0 X>0
O suponer que se trata de un microorganismo muy pro-
metedor en el desarrollo de este tipo de biotransfor-
maciones y útil para la preparación de diversos fár-
macos con buen rendimiento y enantioselectividad.
2. Modelo de ajuste J. D. CARBALLEIRA y J. V. SINISTERRA
de las distintas Depto. de Química Orgánica y Farmacéutica
cetonas para el Facultad de Farmacia de la Universidad
Z>0 Y<0 estudio CoMFA Complutense, Madrid

pio del anillo aromático, superpuesto sobre la zona elec- E. ALVAREZ


trostática. La presencia del anillo aromático (rico en Centro de Investigación Básica,
electrones) de la 1-tetralona en una zona donde se Glaxo-SmithKline, Madrid
encuentra favorecida la presencia de potencial posi-
tivo, determina que la actividad alcanzada en la re- M. CAMPILLO y L. PARDO
ducción de este substrato sea menor (12 %) que para Laboratorio de Medicina Computacional
las 1-decalonas. Comprobamos también que se ob- Unidad de Bioestadística
tiene más de un 50 % de conversión en alcohol con Universidad Autónoma de Barcelona
Diplogelasinospora grovesii.
De la figura 3 deducimos que la Diplogelasinospora
grovesii es un nuevo microorganismo capaz de redu-
cir con buenos rendimientos todos los estereoisóme-
ros de las 1 y 2 decalonas, así como los estereoisó-
Limpieza con láser
meros 2R5R y 2SS de las dihidrocarbonas y todas las
Una herramienta en la conservación
de pinturas artísticas
a idea de utilizar láseres como herramientas de lim-
L pieza y análisis superficial data de los años se-
senta. Es tan antigua como el primer sistema láser, cons-
truido por Maiman en 1960. Ya en esa década se rea-
lizaron los primeros estudios de ablación por láser y se
esbozaron muchas de las aplicaciones que hoy día co-
nocemos. En el proceso de ablación, la interacción de
un haz láser con un material sólido da lugar a la for-
3. Zonas estéricas y electrostáticas en el CoMFA mación de un plasma en el que se eyectan desde la
de la D. grovesii
superficie átomos, moléculas o agregados. El plasma
va acompañado de una emisión luminosa, cuyo análi-
Rastreo de microorganismos que se mostraron activos sis espectral permite determinar la composición elemental
en la reducción de ciclohexanona a ciclohexanol del material que constituye el blanco de ablación. Este
es el principio de operación de la técnica denominada
Familia Cepas estudiadas Cepas activas LIBS (Laser Induced Breakdown Spectroscopy, espec-
Hongos filamentosos 148 73 troscopia de ruptura inducida por láser).
El uso del láser en el tratamiento de superficies de
Levaduras 59 14
alto valor histórico-artístico es una aplicación más re-
Basidiomicetos 60 9 ciente, pero el progreso en ese campo resulta impa-
Actinomicetos 43 42
rable. La limpieza por láser de fachadas arquitectóni-
cas y esculturas es un procedimiento ya incorporado
Bacterias 71 45 a la práctica de la restauración. Existen hoy en día
Hongos marinos 33 21 sistemas comerciales basados en láseres de Nd:YAG
(neodimio dopado con itrio, aluminio y granate), emi-
Total 421 204
sores en la región del infrarrojo, que cumplen dicha

36 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


pigmentos o el medio aglutinante (el material que se
emplea para sustentar el pigmento y que puede ser
huevo, en la témpera, o un aceite de origen vegetal,
R. TEULE et al , J. CULT. HERIT. 4 (2003) 209s

en la pintura al óleo), es mínima. Para la eliminación


de las capas más externas de la superficie mediante
el proceso de ablación, la energía de cada impulso lá-
ser por unidad de superficie, o fluencia, debe sobre-
pasar un cierto valor umbral. Dada esta condición, la
ablación va acompañada de un plasma luminoso cuyo
análisis espectroscópico, mediante la mencionada téc-
nica LIBS, permite analizar la composición elemental
del material eliminado y proporciona un diagnóstico “so-
bre la marcha” del proceso de limpieza que posibilita
1. Irradiación con láser de KrF, 248 nm, de una mues-
tra de témpera de amarillo de Nápoles. Se observa una discriminar entre la capa de barniz y la capa pictórica.
fina capa de material carbonizado Esta herramienta de control confiere al procedimiento
de limpieza láser una gran selectividad y fiabilidad.
En el marco de un reciente Proyecto Europeo con
función. Numerosos monumentos europeos han sido participación de institutos de investigación y restaura-
recientemente restaurados con esta nueva técnica, en- dores, se han evaluado de manera sistemática las mo-
tre ellos la catedral Notre Dame de París. Pero mien- dificaciones físico-químicas inducidas por la radiación
tras la limpieza láser de superficies pétreas se halla del láser de excímero de KrF en los materiales pictó-
muy desarrollada, su aplicación a la limpieza de su- ricos de la pintura a la témpera, incluidos pigmentos,
perficies pictóricas (cuadros, policromías, etcétera) es medios aglutinantes y barnices. Utilizando muestras
más reciente. Los materiales pictóricos son muy sen- modelo, diseñadas para simular una pintura real a la
sibles a la radiación luminosa. Se requiere por tanto témpera y diversas técnicas analíticas y espectroscó-
una investigación previa y sistemática de las condi- picas se determinaron las modificaciones en la morfo-
ciones de aplicación, que garantice la salvaguarda de logía de las superficies, cambios de color y químicos.
sus propiedades. Se observó que la irradiación láser directa de las
Investigaciones previas han demostrado que los lá- capas pictóricas sin protección de barniz ocasiona
seres de excímero, de emisión ultravioleta (UV), pue- procesos de decoloración que operan en mayor o me-
den ser utilizados para la eliminación de los barnices nor grado dependiendo de la naturaleza y composición
envejecidos y repintes que constituyen las capas más del pigmento. Este efecto tiene lugar en la capa más
externas de las superficies pictóricas. Un láser de externa de la muestra, tal como se observa en la fi-
excímero consiste en un láser de impulsos que opera gura 1. El medio aglutinante se degrada asimismo en
a una longitud de onda fija, dependiente de la mezcla presencia de pigmentos inorgánicos. En algunos ca-
de gases utilizada como medio de ganancia. En par- sos se observan alteraciones en la composición mo-
ticular, el láser de criptón flúor (KrF), que opera a lecular de éstos. Cuando la capa pictórica se encuen-
248 nm, resulta el más adecuado para esta aplicación. tra protegida por otra de barniz, no se detectan esos
La radiación UV del láser se absorbe de manera efi- efectos de decoloración o degradación. Como resul-
caz en la capa más externa de barniz. Esta capa tado de estas investigaciones, ha sido posible diseñar
puede eliminarse mediante ablación. La cantidad de una estrategia adecuada para la limpieza láser de las
luz transmitida a las capas interiores, donde se en- superficies pictóricas recubiertas de barniz. Si se eli-
cuentran los materiales más sensibles a ella, como los minan mediante ablación controlada las capas más ex-
ternas de barniz envejecido y se preserva una fina capa
sobre el substrato pictórico, ésta actuará como pro-
tección, impidiendo el paso de la luz del láser a las
capas más internas y protegiendo los materiales pictó-
ricos del posible efecto negativo de la exposición di-
recta a la radiación láser.
Los resultados de esta investigación demuestran la
R. TEULE et al , J. CULT. HERIT. 4 (2003) 209s

viabilidad del láser como instrumento para la restaura-


ción de pinturas artísticas. Para la eliminación de bar-
nices y repintes, el grado de control del proceso de lim-
pieza puede superar al que se obtiene con métodos
tradicionales basados en medios químicos (disolventes)
o mecánicos. El ensayo del procedimiento sobre su-
perficies pictóricas reales ha resultado altamente satis-
factorio, como se aprecia en el ejemplo de la figura 2.

MARTA CASTILLEJO
2. Limpieza láser parcial (KrF, 248 nm) de capas Instituto de Química Física Rocasolano, CSIC
de suciedad sobre una pintura dañada en un incendio Madrid

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 37


D E CERCA Texto: Alf Skovgaard y Enric Saiz
Fotos: Alf Skovgaard y Albert Calbet

Pequeños parásitos del mar


l término parásito proviene del griego

E παρασιτος, que indica la acción de co-


merse la comida de otro. En biología,
se entiende por parásito el organismo, animal
o vegetal, que vive en íntima relación con
otra especie (el huésped), del cual obtiene su
alimento. En esa relación unilateral sólo el
parásito obtiene un beneficio. Por lo común
se nutre de los tejidos vivos del huésped,
pero en ciertos casos se aprovecha de su in-
gesta. Los parásitos no matan a su huésped
de forma inmediata; lo depauperan en mayor
o menor grado, aunque a largo plazo pueden 1. Imagen del copépodo calanoide Nannocalanus minor
redundar en la muerte del huésped. con el dinoflagelado endoparásito Blastodinium contor-
El parasitismo constituye un fenómeno muy tum en su interior. El parásito forma una masa celular
extendido. Conocemos su presencia en el hom- dentro del tubo digestivo del copépodo, que puede
bre (lombrices intestinales), en plantas y en apreciarse en la fotografía como un cuerpo amarillo
animales domésticos. Fuera del dominio de los
expertos, muy pocos saben, sin embargo,
que incluso los organismos más pequeños que El plancton marino se estructura en redes tróficas, muy
habitan el planeta se hallan expuestos al pa- complejas e imbricadas, en cuya base se encuentra el fi-
rasitismo. Tal es el caso de los copépodos ma- toplancton, formado por organismos fotosintéticos de muy
rinos, crustáceos integrantes del plancton ani- pequeño tamaño que sintetizan materia orgánica. Parte de
mal (zooplancton). esta materia orgánica, a través de interacciones tróficas,
se transfiere en última instancia hacia niveles tróficos su-
periores. Dentro de estas redes tróficas marinas, los copé-
podos desempeñan una función muy importante, pues al
depredar sobre las algas microscópicas son el principal
vehículo de transferencia de la producción primaria planctó-
nica hacia organismos superiores, como los peces.
Los copépodos integran el grupo de metazoos más
abundante del planeta. Como ocurre en todo animal, no
sólo son explotados por sus depredadores, sino también
por sus parásitos. Curiosamente, en este caso algunas de
las microalgas unicelulares que constituyen su dieta pare-
cen haber abandonado su tradicional modo de vida y se
han especializado en alimentarse de sus propios depre-
dadores. Ocurre así con ciertos dinoflagelados y otros gru-
pos afines, que parasitan el interior del cuerpo de los
copépodos (endoparásitos).
No se conoce bien el ciclo biológico de los endoparási-
tos de copépodos. Se cree que infectan al copépodo tras
la ingestión de una zoospora. En lugar de ser digerida,
esta zoospora crece y se divide; tras un posterior período
de maduración, liberará al medio cientos o miles de nue-
vas zoosporas, que nadarán libremente hasta infectar a otro
huésped. La presencia del parásito mermaría las tasas de
crecimiento y reproducción del huésped y, en última ins-
2. Imagen del copépodo ciclopoide Oithona sp. con el tancia, podría acarrear su muerte.
dinoflagelado endoparásito Blastodinium oviforme en su Dada la ubicuidad del parasitismo en los copépodos, es
interior. Los dinoflagelados son un grupo muy caracterís- de prever que desempeñen una función ecológica impor-
tico de microalgas, con más de 2000 especies conoci- tante en el control de la demografía de estos crustáceos,
das, de las cuales alrededor de 140 son parásitas de amén de otros factores como la depredación y la disponi-
peces, crustáceos e incluso ciliados y otras algas bilidad de alimento.

38 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


3. Imagen de la zoospora del dinoflagelado
parásito Blastodinium oviforme, tras ser liberada

4. Imagen al microscopio
de epifluorescencia del dinoflagelado
endoparásito Blastodinium mangini
en el interior del copépodo
poecilostomatoide Oncaea sp.
La mayoría de estos dinoflagelados
parásitos conservan los cloroplastos,
que aparecen en rojo en la fotografía
debido a la autofluorescencia
de la clorofila

5. Imagen del copépodo calanoide Paracalanus parvus


infectado por el dinoflagelado parásito Syndinium turbo. 6. Imagen del copépodo ciclopoide Oithona sp. infec-
Podemos identificar las zoosporas, puntos blanquecinos, tado por el parásito mixomiceto Paradinium pouchetii.
que se liberan al exterior. A diferencia de Blastodinium, Este parásito medra en el cuerpo del huésped. Antes
este parásito devora el interior del copépodo, a medida de su liberación, las zoosporas salen por el ano
que se va multiplicando; sus zoosporas terminan por y forman un esporangio, que aparece en la fotografía
llenar el cuerpo del copépodo, provocando su muerte; como un cuerpo ovoide unido al urosoma del
se liberarán luego al medio copépodo

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 39


La nueva Luna
Las recientes misiones a la Luna han revelado que todavía hay mucho por
aprender del vecino más cercano a la Tierra

Paul D. Spudis

L
a Luna no revela sus secretos brevino en 1959, cuando la nave sovié-
fácilmente. Aunque nuestro tica Luna 3 fotografió la cara oculta,
satélite fue el primer objeto pla- desconocida hasta entonces porque siem-
netario explorado con naves es- pre permanece opuesta a la Tierra. Las
paciales y el único visitado hasta fotografías mostraron que carece, casi
ahora por astronautas, quedan por completo, de los oscuros mares tan
todavía muchas preguntas pendientes notorios en la cara visible. Ciertas teo-
acerca de su historia, composición y es- rías ya formuladas quizás eluciden esta
tructura interna. En la actualidad, se ha dicotomía de los terrenos, pero aún no
renovado el interés por la Luna; la Agen- se cuenta con una explicación segura.
cia Espacial Europea y Japón proyectan El análisis de las rocas y la tierra
situar sondas en órbitas lunares; la NASA, traídas de la Luna por los astronautas
por su parte, tiene pensado enviar una del Apolo y por algunas naves no tri-
nave no tripulada a la cara oculta de la puladas ofreció una vislumbre de la evo-
Luna. Estas misiones también arrojarán lución de la Luna. Se creó hará unos
luz sobre la historia de los planetas in- 4500 millones de años, cuando un cuerpo
teriores y rocosos del sistema solar: del tamaño de Marte chocó contra la
Mercurio, Venus, Marte y, en especial, Tierra primitiva. La colisión puso un
la Tierra. La superficie de la Luna ha chorro de roca vaporizada en órbita al-
permanecido casi inalterada durante los rededor de la Tierra; los pequeños cuer-
últimos tres mil millones de años; podría pos que lo componían se acumularon tan
guardar la clave de la formación y evo- deprisa, que el calor generado en el
lución de los planetas interiores. proceso licuó las capas exteriores de la
Cuando se empezó a observar la Luna Luna naciente. Se formó así un océano
con telescopios, hace 400 años, se vie- de roca líquida, o magma. La corteza
ron dos tipos de terrenos en la superfi- lunar surgió más tarde; se formó con
cie: las tierras altas, rugosas, brillantes, los minerales de baja densidad que emer-
plagadas de cráteres, y las tierras bajas, gieron hacia la superficie del océano de
con menos cráteres y más oscuras. Galileo magma.
Galilei llamó “maria” a las tierras ba- Siguió a esta fase temprana un viru-
jas, que en latín significa mares, por su lento bombardeo de cometas, asteroides
aspecto liso y oscuro. Una de las ma- y meteoros. Algunos de los mayores bó-
yores sorpresas de la era espacial so- lidos crearon enormes depresiones de más

40 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


EL POLO SUR DE LA LUNA. Este mosaico se compone de 1500 imágenes
tomadas en 1994 por la cámara de luz ultravioleta y visible de la nave
Clementine. El polo está justo en el centro del mosaico; el borde del mo-
saico representa la latitud lunar de 70 grados sur. Tanto Clementine como
el Lunar Prospector hallaron pruebas de la existencia de agua helada en las
regiones en sombra permanente cercanas a los polos.
NASA

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 41


de 2000 kilómetros de diámetro. La principios del decenio de 1990 pre- covery”; como tal, cartografió la
mayoría de los cráteres y las de- sagian los descubrimientos fasci- composición de la superficie lunar
presiones, al menos en la cara visi- nantes que nos esperarían con in- mediante la espectroscopía de ra-
ble, se rellenaron durante los si- vestigaciones así. Descubrieron yos gamma y de neutrones. Confirmó
guientes 300 o 400 millones de años rocas de alto contenido en hierro la existencia de hielo en el Polo
con lava basáltica rica en hierro; en el suelo de la depresión Aitken Sur y descubrió nuevos depósitos
nacieron así los oscuros mares que del Polo Sur, en la cara oculta. Ex- en el Polo Norte. Un espectrómetro
observamos hoy día. A medida que ploraron también mares por medio de partículas alfa midió las emisio-
pasaba el tiempo, el bombardeo fue de filtros espectrales que facilita- nes de gas del interior lunar y un
remitiendo; los impactos se hicie- ron información de la composi- magnetómetro trazó la distribución
ron menos frecuentes y violentos. ción superficial; los resultados pro- de las anomalías magnéticas de la
Esto explica por qué los mares, más baron que la detección remota puede superficie. De nuevo, el seguimiento
jóvenes que las tierras altas, tienen establecer la sucesión de flujos de por radio de la nave mejoró nues-
menos, y menores, cráteres. Apenas lava en los mares. tro conocimiento del campo gravi-
nada más le ha ocurrido a la Luna tatorio. Finalmente, desde la Tierra,
en los últimos tres mil millones de los controladores estrellaron el Lunar
años; después de que los fuegos Los mares lunares Prospector contra la Luna; querían

y las tierras altas


volcánicos se apagaran, la única ac- que así saltara un penacho de vapor
tividad registrada han sido los im- de agua superficial. Los telescopios
pactos esporádicos, la lluvia cons- de la Tierra y del espacio apunta-
tante de micrometeoritos y seis visitas
fugaces de una docena de astronau-
tas hace más de 30 años.
E n 1994, el Departamento de
Defensa de los EE.UU. lanzó
la sonda espacial Clementine. Debía
ron hacia la zona del impacto, pero
no observaron nada.
Al englobar los descubrimientos
Puesto que la Luna ha sufrido probar, mientras rodeaba la Luna de los Apolo en una visión de con-
bombardeos y una actividad volcá- en órbita polar, unos sensores ul- junto, las mediciones de Clementine
nica y tectónica, sirve de referen- traligeros concebidos para la defensa y Lunar Prospector han suscitado
cia para el conocimiento de esos contra misiles. Clementine orbitó al- un replanteamiento de lo que se sabe
procesos. En concreto, su ligazón a rededor de la Luna durante 71 días. de la Luna y su historia. Por ejem-
la Tierra hace de ella un lugar ideal Levantó un mapa completo de la plo, en el Oceanus Procellarum, una
para el estudio de los aconteci- superficie en 11 longitudes de onda gran depresión al oeste de la cara
mientos extraplanetarios ocurridos diferentes, tanto del visible como del visible, los astronautas del Apolo 12
en esta parte del sistema solar en infrarrojo cercano. Llevaba un me- y del Apolo 14 hallaron rocas basál-
etapas tempranas de la historia. Casi didor láser de distancias gracias al ticas anómalas ricas en elementos
todas las huellas de los asteroides cual se dibujó, por primera vez, un presentes en cantidades de traza, o
y cometas que golpearon la Tierra mapa topográfico de la Luna en- “KREEP” (la “K” por el potasio,
hace miles de millones de años han tera. El seguimiento por radio de la “REE” por elementos raros terres-
sido borradas por la actividad ge- órbita de la nave mejoró nuestro tres dicho en inglés, y la “P” por
ológica de nuestro planeta. En cam- conocimiento del campo gravitato- el fósforo). Según los geólogos, esas
bio, se conservan en la Luna. rio lunar. Y mediante un experimento trazas de elementos son incompati-
Se aprendió mucho con las ex- improvisado con un radar se obtu- bles: no encajan bien en las es-
ploraciones de las misiones Apolo, vieron pruebas de la existencia de tructuras cristalinas de los minera-
si bien siguen sin resolverse un gran agua helada en las regiones del Polo les que forman las rocas comunes.
número de incógnitas. Se necesita Sur siempre sombreadas. La existencia de rocas ricas en
cartografiar la Luna globalmente Tras Clementine, la NASA situó KREEP indica que la Luna joven
por medio de sensores remotos. Los en 1998 el Lunar Prospector en una sufrió intensos procesos de licue-
dos sobrevuelos que, de camino a órbita polar alrededor de la Luna. facción y diferenciación, durante los
Júpiter, realizó la nave Galileo al- Se trató de una las misiones que la cuales los elementos incompatibles
rededor del sistema Tierra-Luna a NASA incluye bajo la rúbrica “Dis- se concentraron en la parte fundida
de un sistema cada vez más sólido
y cristalizado. El Lunar Prospector
Resumen/Los misterios de la Luna descubrió que las mayores concen-
traciones de KREEP se dan en el
■ En el decenio de 1990, las naves Clementine y Lunar Prospector Oceanus Procellarum, aunque se
generaron mapas globales de la topografía, composición superficial, desconoce el motivo de esta atípica
variaciones gravitatorias y anomalías magnéticas de la Luna.
distribución.
■ Los descubrimientos dieron un contexto a los hallazgos de las misio-
nes Apolo, pero también suscitaron nuevas preguntas. En especial,
Es más, los satélites lunares con-
se quiere conocer mejor el violento bombardeo al que se vio firmaron que en las tierras altas
sometida la Luna hace unos cuatro mil millones de años. predomina la anortosita, una roca
■ La Agencia Espacial Europea, Japón y EE.UU. tienen proyectado ígnea compuesta sobre todo de fel-
enviar sondas no tripuladas a la Luna para aclarar algunos de sus despato y rica en calcio y alumi-
enigmas. nio. Estas rocas se crearon en una
fase temprana de la historia de la

42 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Luz y oscuridad
CARA VISIBLE CARA OCULTA

Mare Imbrium
15 Mare Serenitatis
17

Oceanus
Procellarum Mare Tranquillitatis
11
12
14
16

Depresión Aitken del Polo Sur

Las imágenes tomadas por Clementine de la cara visible pleto de mares. Seis misiones Apolo visitaron la cara visi-
de la Luna nos muestran los dos tipos principales de terre- ble (los lugares del alunizaje se indican con círculos de
no: las tierras altas, brillantes y repletas de cráteres, y las color amarillo, numerados conforme a la misión de que se
tierras bajas, oscuras y más llanas: los ”mares”. Por el tratase). La NASA quiere ahora enviar una sonda robótica
contrario, la cara oculta de la Luna carece casi por com- a la cara oculta.

Luna, cuando sus capas exteriores sidad y elevado contenido de tita- tiempo que los mares jóvenes, por
estaban completamente fundidas; nio pudieron ascender por encima cuya razón muestran una mayor den-
la anortosita, poco densa, flotó ha- de la corteza de anortosita, menos sidad de cráteres. Se calculó la edad
cia la superficie del océano de densa. Tanto Clementine como el de los mares en los sitios donde alu-
magma. Aunque ya se había supuesto Lunar Prospector demostraron que nizaron los Apolo mediante el aná-
la existencia de una fase así en la las lavas con grandes cantidades de lisis de los radioisótopos de las ro-
historia lunar basándose en las mues- titanio encontradas por el Apolo 11 cas; la de otros mares se ha estimado
tras traídas por los Apolo, la prueba son, en realidad, raras en la Luna. comparando las densidades de crá-
definitiva vino con los datos de Aunque los basaltos de los mares teres en ellos con las densidades en
Clementine y Lunar Prospector, que presentan diversas concentraciones los lugares donde se alunizó. Los
establecieron la distribución global de titanio, sólo una pequeña frac- resultados revelan que, aunque la
y la gran cantidad de anortosita. ción contiene las cantidades extre- Luna tiene en sus mares lavas de
Puesto que la única fuente de calor mas observadas en el Mar de la composiciones y edades muy di-
que pudo haber licuado la Luna en- Tranquilidad, el lugar del primer alu- versas, casi todas manaron hace en-
tera fue una acumulación muy rá- nizaje. Los investigadores lunares tre 3000 y 3800 millones de años.
pida de cuerpos pequeños, la pre- han aprendido la lección: las mues- Los mares se reconocen por su co-
sencia de grandes cantidades de tras tomadas en una región deter- lor oscuro; sin embargo, también hay
anortosita en la corteza apoya la teo- minada no tienen por qué represen-
ría de que la Luna surgió de los tar a áreas mayores.
restos de una colisión planetaria. Las coladas de lava ofrecen una El autor
Los satélites lunares también han composición semejante, que puede
PAUL D. SPUDIS pertenece al Labo-
elucidado uno de los descubrimientos reconocerse con claridad: cabe, pues,
ratorio de Física Aplicada de la Uni-
más intrigantes de las misiones aplicar los datos de Clementine y
INSTITUTO LUNAR Y PLANETARIO

versidad Johns Hopkins. Desde 1982


Apolo: el ingente contenido de ti- Lunar Prospector a la hora de car- es investigador principal del progra-
tanio en los basaltos de mar lunar tografiar las ocurridas en los ma- ma de Geología Planetaria de la Ofi-
recogidos por los astronautas del res. La edad de cada colada se de- cina de NASA para las Ciencias Es-
Apolo 11 en el primer alunizaje. Los termina midiendo la densidad de paciales; se ha especializado en la
geólogos lunares encontraban gran- cráteres de impacto. Los mares más investigación de impactos y volcanis-
mo planetarios. Codirigió el equipo
des dificultades a la hora de expli- primitivos han estado expuestos a científico de la misión Clementine.
car cómo los magmas de alta den- un intenso bombardeo durante más

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 43


Los mapas de la Luna
CARA VISIBLE CARA OCULTA

GRACIAS A LAS OBSERVACIONES


de las naves Clementine y Lunar
Prospector se han confeccionado los
primeros mapas globales detallados de
la superficie lunar. Clementine llevaba
un láser que medía la distancia a la su-
perficie una vez por segundo en cada
una de sus órbitas polares. Los resulta-
dos manifestaron la enorme extensión
de la depresión Aitken del Polo Sur
(mancha violácea de la cara oculta):
ese impacto se extiende a lo largo de
más de 2600 kilómetros de diámetro.

TOPOGRAFIA

–8 –4 0 4 8

KILOMETROS

EN SCIENCE , VOL. 281, PAGINAS 1476–1480, 1998 ( mapa de gravedad ), Y W. C. FELDMAN ET AL . EN SCIENCE , VOL. 281, PAGINAS 1496–1500; 1998 ( mapa de agua helada ); © 1998 AAAS
DE OXIDO FERROSO

0
LAS CAMARAS DE CLEMENTINE tomaron imágenes en once longitu-
ABUNDANCIA

des de onda diferentes, del visible e infrarrojo cercano. Con los datos
(por ciento)

8 de dos de estas longitudes de onda (750 y 950 nanómetros), se ha


elaborado el mapa de la concentración de hierro en los suelos de la
superficie lunar. Los niveles de hierro más altos se dan en los mares
de la cara visible; los más bajos en la parte central de la cara oculta
16
(por encima de la depresión Aitken del Polo Sur).

PAUL D. SPUDIS E INSTITUTO LUNAR Y PLANETARIO ( mapas topográfico, de hierro y de torio ); IMPRESO CON PERMISO DE A. S. KONOPLIV ET AL .
HIERRO

<0,5 EL LUNAR PROSPECTOR midió con un espectrómetro de rayos


(partes por millón)

gamma la abundancia de 10 elementos en la corteza de la Luna. El


ABUNDANCIA

torio fue uno de ellos; se asemeja a las trazas de elementos englo-


DE TORIO

1
badas bajo el acrónimo KREEP: no se integra bien dentro de la es-
tructura cristalina de los minerales de las rocas comunes. Los mayo-
3 res niveles de torio se encuentran en el Oceanus Procellarum, en la
cara visible, pero se desconoce la razón de esta distribución inusual.
>6

TORIO
AL DESCRIBIR UNA ORBITA que llegaba a estar sólo 7 kilómetros
(milímetros por segundo

5
de la superficie lunar, el Lunar Prospector pudo medir con precisión
ACELERACION

y por segundo)

las variaciones de la gravedad lunar. El seguimiento de la órbita de la


nave descubrió zonas con una gravedad mayor de la esperada (color
1 rojo) al sobrevolar algunas de las depresiones más recientes. Una po-
0 sible explicación es que ciertas infiltraciones de roca densa del manto
lunar emergieran a la superficie de las depresiones tras los impactos
que crearon éstas.
–2,5
GRAVEDAD
POLO NORTE POLO SUR

EL LUNAR PROSPECTOR también halló


0,228–0,230
rastros de agua helada en los polos de la
Luna. Su espectrómetro de neutrones en- 0,223–0,225
contró un flujo de neutrones de media
0,217–0,219
energía que rebotaba sin cesar en las re-
giones en sombra perpetua (color morado). 0,212–0,214
El hielo frena a los neutrones al chocar
FLUJO
éstos contra los átomos de hidrógeno DE NEUTRONES
de las moléculas de agua. Estos resulta- DE ENERGIA
dos confirmaron el hallazgo por Clementine MEDIANA (neutrones
de hielo en esos lugares oscuros. por centímetro cuadrado
AGUA HELADA y por segundo

44 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


ciertas regiones de las tierras altas una gravedad más intensa de lo es- Sólo se conocen las edades abso-
con una reflectancia intermedia y un perado cuando sobrevolaba algunas lutas de las depresiones que fueron
alto contenido en hierro. Algunas de las depresiones más jóvenes. No visitadas por las misiones Luna y
de estas superficies no son más que se cree que los basaltos sean el ori- Apolo. La datación radioisotópica
depósitos de mar, recubiertos por al- gen de las anomalías gravitatorias; de las muestras de rocas que se fun-
fombras de cascote de las tierras al- cada colada de lava parece muy dieron cuando un asteroide o cometa
tas: capas de rocas proyectadas por delgada (de unos pocos metros a chocó contra la Luna —revelado-
los impactos que crearon las depre- unas decenas de metros); las acu- ras, por tanto, del momento del im-
siones. Estas lavas de mares son más mulaciones totales no pasan de los pacto—, nos dice que las depresio-
antiguas que las capas de desechos 200 metros. Parece que las concen- nes se formaron en un intervalo de
de las tierras altas, que se deposi- traciones de masa consisten en in- tiempo muy corto, entre hace 3800
taron durante la creación de las de- filtraciones de roca densa proce- y 3900 millones de años. De esta
presiones, hace 3800 millones de dentes del manto lunar; emergieron igualdad de edades se deduce que
años; por tanto, las erupciones de a la superficie de las depresiones la Luna experimentó un número ele-
lava en la Luna comenzaron mucho después del impacto. vadísimo de impactos en un tiempo
antes de que se produjesen las co- La curiosa división del terreno muy breve: el “cataclismo lunar”.
ladas de mar de las que tomaron lunar, con la cara visible llena de Pero, ¿cómo pudo ocurrir tal di-
muestras los Apolo. El mapa global mares oscuros y la cara oculta re- luvio? Los modelos de las prime-
de la Luna demuestra que las cola- pleta de tierras altas brillantes, podría ras etapas de la historia del sistema
das más antiguas abundan en la cara tener su explicación en diferencias solar predicen que la frecuencia de
oculta y en el limbo (el borde en- estructurales ocultas bajo la super- impactos disminuyó hace más de
tre las caras oculta y visible). ficie. Aunque no se ha zanjado to- 4000 millones de años, ya que la
davía la cuestión, la razón más pro- mayoría de los planetesimales —pe-

Un mundo accidentado
bable de esa diferencia entre las queños cuerpos rocosos nacidos de
caras es que la corteza de la cara la nebulosa solar— fueron expul-
visible sea más delgada que la cor- sados del interior del sistema o ab-

L a Luna es abrupta. La diferen-


cia de altura entre el punto más
bajo de su superficie (en la depre-
teza de la cara oculta; los magmas
ascendentes atravesarían, pues, con
más facilidad la superficie de la cara
sorbidos por los planetas exteriores.
Si se confirma que el cataclismo
lunar sucedió realmente, las conse-
sión Aitken) y el más alto (en el visible. La gran depresión Aitken cuencias serían profundas para la
borde de la depresión Korolev, de del Polo Sur contiene la mayoría historia de los planetas interiores.
la cara oculta) es de más de 16 kiló- de las lavas de mar de la cara oculta, Es posible, por ejemplo, que hará
metros. En la Tierra, donde la má- pero incluso esos depósitos son muy unos 3900 millones de años se rom-
xima diferencia de altitud es de unos finos y no demasiado extensos: en piera un objeto muy grande del cin-
20 kilómetros, la topografía superfi- su mayor parte está casi vacía de turón de asteroides, cuyos restos fue-
cial resulta de la actividad tectónica lava, que abunda en cualquier de- ran barridos hacia el sistema
que levanta cadenas montañosas y presión de la cara visible, por pe- Tierra-Luna. Si aconteció así, la his-
abre fosas en el fondo del océano. queña que sea. toria de los cráteres lunares no se
La Luna, por el contrario, tiene una El mapa topográfico generado habría repetido en otra parte y no
envoltura estática; la corteza lunar por el medidor de distancias por valdría como guía para la datación
ha permanecido rígida y fría durante, láser de Clementine reveló las enor- de los demás planetas, aparte de la
al menos, los últimos cuatro mil mi- mes dimensiones de la depresión Tierra.
llones de años. El relieve topográ- Aitken: con un diámetro de Para confirmar la realidad del ca-
fico lunar se debe por completo a 2600 kilómetros, no hay mayor im- taclismo lunar, puede medirse la
los cráteres y a las depresiones. No pacto en todo el sistema solar. Cle- edad absoluta de la depresión Aitken
es, por tanto, una coincidencia que mentine también encontró otras del Polo Sur. No hay otra más an-
la mayor depresión sea también el muchas depresiones —entendiendo tigua; se trata de la mayor depre-
lugar de las diferencias de altitud por tales los impactos con diáme- sión cuya edad se ha determinado
más extremas, aunque sorprende que tros de más de 300 kilómetros—, mediante muestras fundidas de im-
esta estructura tan grande y antigua algunas de las cuales eran desco- pactos es el Mar de la Serenidad,
conserve aún su forma original. nocidas. Se calcula que hay en la al que se le calcula una edad de
Internamente, la Luna también pa- Luna más de 45. De acuerdo con 3870 millones de años. El impacto
rece bastante irregular. El rastreo las densidades de cráteres dentro que dio lugar a la depresión Aitken
por radio de Lunar Prospector, cuya de las depresiones, la Aitken del ocurrió, sin duda, después de que
baja órbita le acercaba incluso a sólo Polo Sur parece la más antigua y se solidificara la corteza lunar; de
NASA

7 kilómetros de la superficie, halló Orientale, la más joven. eso hace unos 4300 millones de años.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 45


La edad de la depresión ha de en- 1,5 grados; es casi perpendicular al pecífica para detectar el hielo po-
contrarse entre estos dos valores; plano orbital del sistema Tierra-Sol. lar, el equipo científico improvisó
pero, ¿más cerca de cuál? Visto desde la Luna, el Sol siem- un experimento con el transmisor
Si la depresión Aitken tiene una pre se halla cerca del horizonte. de radio de la nave. Las superficies
edad parecida a la de otras depre- (El eje de rotación de la Tierra tiene rocosas dispersan las ondas radio
siones, se contaría con un sólido una inclinación de 23 grados.) El de forma aleatoria; el hielo, en parte
argumento a favor del cataclismo Sol iluminará siempre cualquier lu- absorbe las ondas y en parte las
lunar. Pero si la edad de la depre- gar próximo al polo lunar que se refleja coherentemente. Cuando Cle-
sión Aitken se acerca más a la de encuentre más de 600 metros por mentine dirigió las ondas de radio
la solidificación de la corteza, no encima de la elevación media de la hacia las regiones del Polo Sur en
habrá necesidad de postular un ca- superficie. Si un punto no llega a sombra permanente, las señales re-
taclismo lunar. La historia de los esos 600 metros de altitud, perma- flejadas fueron las propias de una
cráteres de la Luna se podría en- necerá en una sombra perpetua. Esas superficie helada. Cuatro años más
tender como una prueba de la caí- regiones sin luz cuentan sólo con tarde, el espectrómetro de neutro-
da exponencial de la frecuencia de dos fuentes de calor: la pequeña nes del Lunar Prospector observó
los impactos. En ese caso, la his- desintegración radiactiva del inte- grandes cantidades de hidrógeno
toria lunar serviría de guía para la rior lunar y la débil radiación cós- en las regiones oscuras de los dos
interpretación de los cráteres de los mica. Llevan así desde hace 2000 polos; debió de detectar, es la ex-
planetas interiores, de Marte en con- o 3000 millones de años. Estas tram- plicación más verosímil, el hidró-
creto. Para datar la depresión Aitken, pas gélidas, con temperaturas del geno del agua helada. Las estima-
no obstante, hay que obtener mues- orden de –223 a –203 grados, acu- ciones actuales apuntan a que existen
tras del impacto. mularían el agua helada de los co- más de diez mil millones de tonela-
Quizás el resultado más atractivo metas y meteoritos que golpearon das de hielo, con un grosor de unos
de las misiones Clementine y Lunar la Luna: nunca la evaporaría la luz 30 centímetros, en la superficie de
Prospector fuese la detección de agua del Sol. ambos polos. Se desconoce el es-
helada en los polos de la Luna. El Aunque la misión Clementine no tado físico de este material, su com-
eje de rotación lunar está inclinado llevaba a bordo instrumentación es- posición exacta, pureza o accesibi-

Regreso a la Luna
El resurgir de un nuevo interés científico por la Luna ha movido a las agencias espaciales a proyectar nuevas misiones lunares.

Nave País Fecha Masa sin combustible Investigación en la Luna


de lanzamiento (kilogramos)

MISIONES PASADAS Y PRESENTES


Clementine EE.UU. 25 de enero de 1994 227 Empleó cámaras y medidores de distancia por láser para cartografiar
la topografía y la composición superficial. Un experimento de radar
encontró la primera prueba de que había agua helada en los polos.

Lunar EE.UU. 7 de enero de 1998 158 Los espectrómetros midieron las abundancias de los elementos en
Prospector la corteza y detectaron más hielo. Un magnetómetro y un reflectó-
metro de electrones determinaron los campos magnéticos.

SMART-1 Agencia 27 de septiembre 280 A su llegada a la Luna a principios de 2005, una cámara y unos es-
Espacial de 2003 pectrómetros registrarán los minerales y examinarán los cráteres
Europea oscuros en busca de hielo.

MISIONES FUTURAS
Lunar A Japón Agosto-Septiembre 520 La nave enviará dos penetradores que se introducirán bajo la super-
de 2004 ficie en dos puntos opuestos de la Luna. Los sismómetros y los sen-
sores de temperatura examinarán el interior lunar.

SELENE Japón 2005 1600 Un conjunto de cámaras, espectrómetros y otros instrumentos carto-
grafiarán la composición superficial, la topografía y los campos
INSTITUTO LUNAR Y PLANETARIO

magnético y gravitatorio con mayor detalle.

Envío a la EE.UU. Antes de 2010 Por determinar Una sonda robótica recogerá muestras de rocas y tierra del suelo de
Tierra de las la depresión; los enviará de vuelta a la Tierra para el análisis de su
muestras de edad y composición.
la depresión
Aitken del
Polo Sur

46 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


lidad. Este conocimiento se puede mayor, SELENE, que escrutará la la zona. (La tierra también contie-
adquirir sólo con misiones futuras Luna con más detalle mediante es- ne pequeños fragmentos de rocas
a la Luna. pectrómetros de rayos X y rayos poco corrientes.) Las muestras se
Las imágenes tomadas por Cle- gamma, una cámara de terreno, un cargarían en un pequeño vehículo,
mentine muestran también que al- altímetro láser y un radar sonda. llevado hasta allá por la sonda. Gra-
gunas regiones cercanas a los polos Además, la reciente importancia cias a su propio motor cohete, re-
lunares reciben iluminación solar de conferida a la depresión Aitken del gresaría a la Tierra; la atmósfera lo
forma casi constante. Una zona pró- Polo Sur ha dado nueva vida a la frenaría, aterrizaría en algún lunar
xima al borde del cráter Shackleton idea de que alunice allí una nave remoto y emitiría una señal de ra-
permanece iluminada durante más que recoja muestras y las envíe a dio para que el equipo de recupe-
del 75 % del período de rotación de la Tierra para ser analizadas. El ración lo localizara. No sería una
la Luna. Lugares así cuentan con objetivo principal de esta misión misión sencilla, pero cae dentro de
un entorno térmico algo más benig- consistiría en la obtención de mues- lo hoy posible.
no, con temperaturas superficiales tras del material fundido por el im- La NASA ya ha pedido propues-
de entre –60 y –40 grados. (La tem- pacto de la depresión Aitken. Si se tas para su ejecución. Se podría lan-
peratura del ecuador de la Luna os- consigue determinar cuándo se formó zarla antes de 2010. Pero, ¿cuándo
cila entre los –150 y los –100 gra- la depresión, estas rocas respon- regresarán los astronautas a la Luna?
dos.) Establecer una estación, con derían a la pregunta de si hubo o Hay numerosas razones científicas
personal o no, en una de estas re- no un cataclismo lunar. Es más, que apoyan la exploración humana.
giones iluminadas próximas a los puesto que el material fundido mez- Constituiría una oportunidad exce-
polos facilitaría la supervivencia cla todas las rocas golpeadas por el lente para un gran número de estu-
de los dispositivos en las tempera- asteroide o cometa, su estudio podría dios en campos diversos, desde la
turas extremas de la superficie lu- revelar la composición y la estruc- exploración planetaria hasta la as-
nar. Y si se pudiera recoger el hielo tura de la corteza lunar en la de- tronomía. Y la existencia de agua
de alguna zona oscura cercana, la presión. Algunos piensan que el helada en los polos lunares facilita
base dispondría de una fuente de objeto que se estrelló contra la Luna mucho la presencia humana per-
agua que mantendría vidas huma- debió de penetrar en la corteza y manente. La NASA ha esbozado ya
nas o valdría como combustible para dejar al descubierto partes del manto algunas ideas, encaminadas a que
cohetes (mediante la ruptura del externo, quizás a profundidades de pudieran realizarse nuevas misiones
agua en hidrógeno líquido y oxí- hasta 120 kilómetros. Si la colada tripuladas a la Luna con la infra-
geno, los dos combustibles quími- del impacto contiene material del estructura actual de lanzamiento y
cos más poderosos). manto, podremos caracterizar con transporte; se ahorrarían así miles
cierto detalle la composición del de millones de dólares.

Regreso a la Luna
interior de la Luna. [El 14 de enero anunciaba el pre-
Los planificadores de la misión sidente Bush el propósito de volver
deben seleccionar para el alunizaje, a llevar seres humanos a la Luna

C omo resultado del éxito de Cle-


mentine y Lunar Prospector,
nuevas misiones se encuentran aho-
en la depresión Aitken, un sitio donde
se puedan recoger muestras que re-
suelvan las dudas sobre la edad y
para el 2015.]

ra en diferentes estados de prepa- composición de dicha estructura.


ración. En septiembre de 2003 la La información proporcionada por
Agencia Espacial Europea lanzó la
nave SMART-1, a fin de probar un
sensores remotos identifica las zo-
nas más oportunas en virtud de su
Bibliografía complementaria
motor de propulsión iónica durante composición y situación geológica. THE ONCE AND FUTURE MOON. Paul
su viaje de 16 meses a la Luna. Se hallan en la cara oculta de la D. Spudis. Smithsonian Institution
SMART-1 porta una cámara y un Luna: la sonda debería operar por Press, 1996.
sensor de rayos X para cartografiar su cuenta o comunicarse con los con- A NEW MOON FOR THE TWENTY-
FIRST CENTURY. G. Jeffrey Taylor
la superficie de la Luna. La sonda troladores terrestres por medio de un en Planetary Science Research Dis-
japonesa “Lunar A”, arrojará con- satélite repetidor. coveries, agosto de 2000.
tra la superficie dos “penetradores” La sonda debería obtener tanto ro- LUNAR METEORITES AND THE LUNAR
equipados con sismómetros y sen- cas como tierra del lugar del alu- CATACLYSM. Barbara A. Cohen en
sores de temperatura. Reunirán in- nizaje. Se necesitan las rocas para Planetary Science Research Disco-
formación acerca del interior lunar la datación y el estudio de la mi- veries, enero de 2001.
y posiblemente confeccionarán un neralogía de las muestras; con la THE CLEMENTINE ATLAS OF THE MOON.
D. Ben J. Bussey y Paul D. Spudis.
mapa de su núcleo. Japón piensa tierra se determina si las rocas re-
NASA

Cambridge University Press, 2004.


ampliar esta misión con una nave cogidas son o no representativas de

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 47


Agujeros negros
en condensados
de Bose-Einstein
Los condensados de Bose-Einstein nos ofrecen la posibilidad
de experimentar en laboratorios terrestres con “maquetas en miniatura”
de objetos celestes tan esquivos como los agujeros negros

Carlos Barceló y Luis J. Garay

E
stamos acostumbrados a
recibir noticias sobre nue-
vos avances de la mani-
pulación de materiales a
escalas microscópicas, en
las que su comportamiento
desafía nuestras intuiciones. En el
otro extremo, a grandes escalas, la
astronomía no se queda atrás a la
hora de dejarnos sorprendidos con
la riqueza de sus estructuras y los
avances en su observación. ¿Guardan
estas dos disciplinas alguna relación?
Por extraño que parezca, la respuesta
es afirmativa. Como se ha visto re-
cientemente, la técnica y las teorías
físicas que describen los materiales
pueden utilizarse para crear en la-
boratorios terrestres “maquetas en
miniatura” de objetos de interés as-
trofísico; estos modelos reciben el
nombre de “análogos de la relativi-
dad general”. En este artículo vamos
a concentrarnos en un caso para- 1. LOS CONOS DE LUZ describen las trayectorias espacio-temporales de los rayos
digmático que conecta algunos de los de luz. En la figura, la dirección temporal es perpendicular a la superficie dibujada. En
últimos avances de la física de la un agujero negro, la luz emitida desde cualquier punto del exterior suficientemente ale-
materia condensada con los objetos jado del horizonte de sucesos puede viajar en cualquier dirección del espacio, con otras
quizá más llamativos del firmamento: palabras, los conos de luz son casi perpendiculares a la superficie espacial que re-
la simulación de un agujero negro presenta al agujero negro. En el interior, los conos de luz están inclinados respecto a
en un condensado de Bose-Einstein. la perpendicular y, por tanto, la luz sólo puede caer hacia el interior; no puede esca-
Un condensado de Bose-Einstein par. El horizonte es la superficie límite en la que una de las generatrices del cono de
es un estado especial de la materia luz es perpendicular a la superficie; se halla, pues, formado por el conjunto de todas
E. ARILLA

en el que un conjunto de átomos las trayectorias luminosas que no pueden ni escapar ni caer en el agujero negro y que,
con espín entero se comporta cohe- por tanto, se mueven eternamente en ese límite.

48 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


2. EN UNA CASCADA como la de la
figura, la velocidad del flujo (represen-
tada por las flechas) se hace supersó-
nica a partir de una cierta circunferen-
cia límite. Fuera de este horizonte de
sucesos acústico, las ondas sonoras
emitidas en un cierto punto pueden
viajar en todas las direcciones. Sin
embargo, una vez sobrepasado el hori-
zonte, el flujo es demasiado rápido y el
sonido se ve arrastrado por él. El hori-
zonte de sucesos acústico puede defi-
nirse, de manera análoga al de un agu-
jero negro, como el conjunto de todas
las trayectorias del sonido que no pue-
den escapar hacia el exterior, ni caen
irremediablemente en la cascada: se
mueven eternamente en ese límite.

rentemente, como los fotones en un un estado con un comportamiento ha sido una herramienta fundamen-
haz de luz láser. La naturaleza cuán- análogo al de un agujero negro. De tal en la historia del pensamiento
tica del mundo atómico hace que la misma forma que cualquier emi- humano. Es de esperar que el in-
toda partícula posea una cantidad sión de luz desde el interior de un tercambio de ideas y formalismos
de momento angular intrínseco (su agujero negro no puede nunca ob- entre campos de la física tan de-
espín) múltiplo entero o semiimpar servarse desde su exterior, puesto sarrollados nos ayude una vez más
de una unidad fundamental, la cons- que queda atrapada (véase la fi- a profundizar en nuestro conoci-
tante de Planck h; su comportamiento gura 1), la configuración análoga a miento del mundo físico.
será muy diferente en uno y otro un agujero negro en un condensado
caso. Solamente las partículas con haría que cualquier emisión de on-
espín entero, denominadas bosones, das sonoras (perturbaciones en la Agujeros negros
y radiación de Hawking
pueden llegar a comportarse de una densidad del condensado) desde su
forma coherente. A pesar de que este interior no pudiera percibirse desde
comportamiento fue predicho por el exterior (véase la figura 2). Debido
Albert Einstein y el físico hindú
Satyendra Nath Bose en 1924, su
observación experimental se resistió
a que la analogía utiliza las ondas
sonoras en lugar de las luminosas,
estos “agujeros negros” se han lla-
L os agujeros negros guardan es-
condida en su interior la res-
puesta a una de las preguntas más
a lo largo del tiempo debido a que mado en ocasiones agujeros negros importantes de la física teórica ac-
una pequeña agitación térmica es acústicos o agujeros silenciosos. tual: ¿cuál es el destino final de la
suficiente para destruir el compor- Pero, ¿qué objeto tendría crear materia en el universo? En la ca-
tamiento coherente del colectivo de estas maquetas en miniatura de agu- dena de la evolución estelar, unos
bosones. Finalmente, en 1995, el gru- jeros negros? Los importantes de- sistemas se transforman en otros a
po de la Universidad de Colorado sarrollos sobre la física de los agu- lo largo de un proceso que conser-
dirigido por Eric Cornell y Carl Wie- jeros negros que nos ha deparado va la energía pero causa un aumen-
man consiguió enfriar un gas de áto- el último cuarto del siglo XX han to constante e irreversible de la
mos de rubidio lo suficiente como sido de un carácter completamente entropía (una medida del desorden
para observar la aparición del com- teórico, sin mediar ninguna prueba con que se distribuye la energía).
portamiento coherente (por ello, Cor- experimental. La experimentación La combustión nuclear en una es-
nell y Wieman recibieron el año 2001 directa e incluso la mera observa- trella como nuestro Sol y la consi-
el premio Nobel de física, junto a ción de muchos de los fenómenos guiente emisión de radiación pue-
Wolfgang Ketterle, del Instituto de relacionados con los agujeros ne- den verse simplemente como la
Tecnología de Massachusetts, autor gros está fuera de nuestro alcance. conversión de una energía muy or-
de importantes experimentos de con- En una “maqueta a escala” pode- denada, en forma de materia, en
densación de átomos de sodio). mos, en cambio, estudiar en detalle energía desordenada, que toma la
Nos interesa aquí explicar cómo, incluso regímenes cuyo equivalente forma de fotones dispersos por el
en un futuro cercano, podría pre- real nos es completamente desco- universo. La energía contenida en
pararse un condensado de Bose- nocido, puesto que entendemos muy estos fotones de una frecuencia re-
Einstein (un conjunto de cientos de bien la física que se halla detrás lativamente elevada (relacionada de
E. ARILLA

miles de átomos condensados en una de estos sistemas de laboratorio. manera directa con la temperatura
región de décimas de milímetro) en La analogía, manejada con cuidado, de la estrella emisora) puede de-

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 49


sordenarse más aún si se redistri- tencia de una superficie esférica lí- a agujeros negros en rápida rota-
buye en una mayor cantidad de fo- mite (en el caso más sencillo en ción. La conservación del momento
tones de menor frecuencia, y así que no haya rotación) donde la atrac- angular de un sistema hace que cual-
sucesivamente, hasta confundirse ción gravitatoria se hace tan fuerte, quier rotación presente en la nube
con la radiación cósmica de fondo que nada puede escapar de allí: para de materia que se desploma vaya
—con una temperatura de 2,7 gra- un hipotético habitante de esta su- acelerando su ritmo conforme el co-
dos Kelvin—. La vida misma en la perficie incluso la emisión, desde lapso avanza (piénsese en un pati-
Tierra debe su existencia a su pa- ella hacia el exterior, de un fotón, nador artístico que recoge sus bra-
pel de catalizador en esta cadena cuya velocidad es la máxima al- zos para acelerar su ritmo de giro).
universal de aumento entrópico canzable, se vería frustrada. Esta su- Un agujero negro puede acumular
Cuando una estrella agota sus va- perficie límite constituye el “hori- en forma de rotación hasta un 29 %
rias fases de combustión nuclear, zonte de sucesos” de un agujero de su energía total y, lo que es más
puede acabar como un pedazo inerte negro. El diámetro del horizonte de interesante, esta energía puede ser
de materia, que se enfriará hasta sucesos es proporcional a la canti- extraída del sistema, puesto que se
alcanzar la gélida temperatura de dad de materia que colapsó para for- acumula fuera del horizonte de su-
fondo. Este sería el final del apro- marlo. Por ejemplo, un agujero ne- cesos. A partir de complejos pro-
vechamiento de la energía organi- gro con una masa equiparable a la cesos físicos, que no vamos a de-
zada contenida en la extinguida es- del Sol tendría un diámetro de tan tallar aquí, la violenta caída del resto
trella. Lo que resulta fantástico es sólo 6 kilómetros (en vez del millón de la materia de la zona circun-
que al agrupar varios de estos re- de kilómetros de nuestro astro). dante sobre un agujero negro que
manentes, como la atracción gravi- El horizonte de sucesos de un agu- rota pone en marcha un nuevo me-
tatoria se encarga de hacer por no- jero negro no está determinado por canismo de extracción de energía
sotros, se puede volver a entrar en nada material. Tal y como se en- del sistema, mucho más eficaz que
una nueva fase radiativa, tal vez tiende desde el nacimiento de la teo- la combustión nuclear. Se cree que
definitiva, en la que quizá toda la ría de la relatividad general, la gra- este mecanismo está detrás de las
energía de los remanentes terminaría vedad no es más que una deformación fuertes emisiones de radiación de
transformada en radiación. A ello del espacio y del tiempo. Aunque cuásares y radiogalaxias. Pero, ¿qué
acaba por conducir la formación de en la discusión que sigue no vamos sucede cuando también este meca-
un agujero negro. a utilizar ningún concepto geomé- nismo deja de actuar?
Una vez que una estrella de masa trico, baste decir que el horizonte En un principio, se pensó que la
superior a una cierta masa crítica de sucesos no es más que la esfera acumulación de materia en forma
agota su combustible nuclear, nin- límite donde la geometría espacio- de agujeros negros (sin rotación) era
guna forma conocida de presión temporal se curva de manera tal, que su destino final, pero esta conclu-
puede evitar que la estrella colapse cualquier rayo de luz apunta hacia sión descansa en un tratamiento clá-
bajo su propia atracción gravitato- su interior (véase la figura 1). sico de la materia. Sabemos que la
ria y forme un agujero negro. La En situaciones reales, el colapso materia se comporta de forma cuán-
característica más intrigante y de- de la materia en una cierta región tica y que su descripción clásica sólo
finitoria de este objeto es la exis- del espacio daría lugar primeramente es una aproximación, que funciona
muy bien a la hora de entender fenó-
menos macroscópicos. En 1974,
Stephen Hawking, de la Universidad
de Cambridge, mostró que, debido
al carácter cuántico de la materia,

3. EL VACIO ESPACIO-TEMPORAL
CUANTICO está continuamente bullendo
con pares de partículas y antipartículas
que se crean a la vez en un punto, viven
durante un corto período de tiempo y se
aniquilan mutuamente en un instante pos-
terior. En las proximidades de un agujero
negro, este proceso se ve ligeramente
modificado, puesto que uno de los com-
ponentes del par puede caer en el agu-
jero negro. El otro componente puede
caer también, pero tiene otra alternativa:
escapar al infinito constituida en partí-
cula real. Esta radiación de origen cuán-
tico generada en los alrededores de un
E. ARILLA

agujero negro recibe el nombre de radia-


ción de Hawking.

50 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


4. IMAGENES DEL SISTEMA ESTELAR BINARIO Cygnus X-1. 226868 (la más brillante) de un agujero negro invisible, cuya
La imagen de la izquierda muestra la estrella acompañante HDE imagen en rayos X se muestra a la derecha.

algunos fotones y otros tipos de El resultado final de esta evapora- jero negro es tan intenso, que deja
partículas podrían escapar de la atrac- ción todavía es tema de debate. El su marca en el comportamiento de
ción gravitatoria en el horizonte de agujero negro podría evaporarse com- la materia de sus alrededores. Son
sucesos y llegar hasta nosotros en pletamente o bien terminar en un esas marcas de su presencia las que
forma de una tenue radiación (véa- pequeño remanente que se disolvería los astrónomos llevan buscando du-
se la figura 3). Los agujeros ne- en un mar de agujeros negros sub- rante los últimos 25 años, y las han
gros dejaban de ser completamente microscópicos virtuales. En lo que encontrado en abundancia. Es ne-
negros para pasar a tener un poco respecta a este artículo, sólo nos de- cesario subrayar que ninguna de
de color. En concreto, su emisión tendremos en la existencia de la estas marcas podrá nunca asegu-
de radiación electromagnética sería evaporación en sí, y no en sus últi- rarnos la existencia propiamente
equivalente a la de un cuerpo ne- mas etapas. dicha del horizonte de sucesos, pero
gro con una temperatura propor- sí de superficies con un comporta-
cional al inverso del tamaño del miento indefinidamente cercano al
horizonte; la longitud de onda de Agujeros negros ligado a la formación de un hori-

en la naturaleza
su color predominante estaría di- zonte.
rectamente relacionada con dicho El primer candidato serio a agu-
tamaño. Para un agujero negro de jero negro, y el más estudiado, fue
masa solar, la emisión se concen-
traría en ondas de radio kilométri-
cas y, por tanto, sería muy poco
L os agujeros negros son objetos
esquivos; casi han permaneci-
do ocultos en el dominio de la fí-
Cygnus X-1 (véase la figura 4),
identificado por su intensa emisión
en rayos X y oscuridad en el visi-
energética, con una temperatura aso- sica teórica hasta nuestros días. ble. Forma parte de una binaria; la
ciada de unas 100 millonésimas de Como hemos dicho, la única emi- estrella que la acompaña, HDE
grado Kelvin. En contra de lo que sión de radiación que esperamos de 226868, se observa con claridad
nos sugiere la intuición, la radia- un agujero negro es la predicha por en el visible. La emisión de rayos
ción emitida por un agujero negro Hawking, debida a afectos cuánti- X estaría producida por los choques
es tanto más energética cuanto más cos. Para agujeros negros de tamaño del material arrancado de la estre-
pequeño es éste. Para recibir ra- astrofísico, esta emisión es tan dé- lla que va cayendo en el agujero
diación en el espectro visible pro- bil, que quedaría enmascarada por negro. Estudios dinámicos revelan
cedente de un agujero negro, éste el resto de emisiones del entorno que la masa de este posible agu-
tendría que ser del tamaño de un del agujero negro: la propia radia- jero negro supera el triple de la
átomo. ción de fondo de microondas es más masa del Sol (por encima de esta
De acuerdo con la predicción teó- energética. Por lo tanto, no pode- masa crítica no existen estrellas
rica de Stephen Hawking, la histo- mos esperar observar directamente estables) y que, por tanto, no puede
ria de la materia no acaba con la agujeros negros. Sin embargo, los ser una estrella de neutrones. En la
formación de agujeros negros. Estos agujeros negros no están aislados actualidad, existen decenas de can-
emiten radiación, por lo que se ha- en el universo, sino rodeados de ma- didatos como Cygnus X-1.
cen cada vez más pequeños, se van teria en diferentes formas. El campo Aparte de los agujeros negros es-
NASA

evaporando y se calientan más y más. gravitatorio generado por un agu- telares, existen diversos indicios de

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 51


que los núcleos de las galaxias (en
particular el de la nuestra) alber-
Los autores
gan agujeros negros gigantes. Se CARLOS BARCELO y LUIS J. GARAY iniciaron su formación en la facultad
ha estimado que una región central de ciencias físicas de Zaragoza y Complutense de Madrid, respectivamente. Bar-
de nuestra galaxia, de tan sólo celó se doctoraba en 1998 en la Universidad de Granada e Instituto de Astrofí-
sica de Andalucía (CSIC). Es Marie Curie Fellow en la Universidad de Ports-
0,3 años-luz, contiene una masa mouth (Reino Unido). Sus investigaciones se centran principalmente en modelos
equivalente a 3 millones de soles. de gravedad análoga y de gravedad en membranas. Garay se doctoró en ciencias
La alta densidad de este núcleo físicas por la Universidad Autónoma de Madrid en 1992. En la actualidad es in-
sólo parece compatible con la pre- vestigador contratado del Instituto de Matemáticas y Física Fundamental del Con-
sencia de un agujero negro gigante sejo Superior de Investigaciones Científicas. Se ha especializado en analogías de
en su interior. Además, la existen- gravedad en el laboratorio y en fluctuaciones cuánticas del espacio-tiempo.
cia de estos agujeros negros gigan-
tes en el centro de las galaxias, que
atraen hacia sí la materia de los al- suficientemente remoto, la tempe- les con tamaños del orden de un
rededores, se ajusta de forma sa- ratura hubo de ser tan elevada, que núcleo atómico. Se hallarían en una
tisfactoria con las potentísimas emi- incluso el propio espacio-tiempo fase de evaporación muy avanzada:
siones de radiación de cuásares y debía comportarse de manera cuán- emitirían un último chorro de ra-
radiogalaxias. tica. Las fluctuaciones espacio-tem- diación antes de desaparecer por
Cada día tenemos más pruebas de porales podrían haber formado en- completo. Se considera la posibili-
la realidad de agujeros negros es- tonces, de manera directa, agujeros dad de que, entre las explosiones
telares y galácticos, pero compro- negros de diversos tamaños. Estos de rayos gamma que se observan
bar la existencia de la radiación de agujeros negros primordiales se todos los días con nuestros satéli-
Hawking está fuera de toda posi- habrían ido evaporando y calen- tes, las de más corta duración (me-
bilidad… a no ser que ya haya sido tando progresivamente. Así, en la nos de 100 milisegundos) se origi-
observada. El universo tuvo que es- actualidad, contaríamos en nuestro nen en el proceso de evaporación
tar en el pasado mucho más caliente entorno galáctico con una distribu- de Hawking. Aparte de esta con-
que en la actualidad. En un tiempo ción de agujeros negros primordia- trovertida posibilidad, la construc-
ción de modelos análogos a los agu-
jeros negros en laboratorios parece
la única alternativa viable.

Análogos acústicos
de agujeros negros
y otras analogías

L os fluidos nos proporcionan una


manera sencilla de imaginar
cómo son los agujeros negros. Pen-
semos en un desagüe cualquiera de
nuestras casas. Si el agua le llega-
se a un ritmo constante y desde to-
das las direcciones por igual, ob-
tendríamos una configuración como
la de la figura 2. El agua se ace-
lera más, cuanto más nos acercamos
al centro de simetría. Las ondas
sonoras en el agua se propagan a
una velocidad constante con res-
pecto al agua en reposo. Llega un
momento, a una cierta distancia del
centro del desagüe, en que la velo-
cidad del agua es mayor que la ve-
locidad del sonido en el agua. A
partir de ese punto (globalmente una
circunferencia), el flujo del fluido
es supersónico y, por tanto, ninguna
onda sonora producida puede salir
de la circunferencia límite. Este fe-
NASA

5. TUNEL DE VIENTO transónico del Centro de Investigaciones Langley de la NASA. nómeno es análogo al que ocurre

52 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


con la luz (y cualquier otra forma
BEC@JILA, June 95
de energía) en un agujero negro (Rubidium)
(véase la figura 1). Por supuesto,
siendo estrictos, el desagüe tendría
que ser tridimensional, con el fluido
cayendo radialmente hacia un pun-
to del espacio desde todas las di-
recciones, para tener una superficie
esférica límite en vez de una cir-
cunferencia y reproducir completa-
mente la idea del agujero negro. Esta
analogía, propuesta por William Un-
ruh, de la Universidad de la Colum-
bia Británica, fue elaborada por T>Tc
Matt Visser, de la Universidad de T<Tc
Washington. T<<Tc
La analogía es más precisa de lo
que puede sugerir la descripción an-
terior. La atracción gravitatoria de
BEC@MIT, Sept. 95
un agujero negro se halla codificada (Sodium) 1,0 m
en una distorsión de la geometría m
del espacio-tiempo que lo rodea.
La ecuación que describe la propa- 6. RESULTADOS DE LOS PRIMEROS EXPERIMENTOS en los que se obtuvieron
gación de una onda de tipo lumi- condensados de Bose-Einstein, llevados a cabo por el grupo de Cornell y Wieman (fi-
noso en una geometría curva, con gura de arriba) y por el grupo de Ketterle (figura de abajo). Estas figuras muestran
distorsiones, resulta ser la misma las distribuciones de velocidades y posiciones respectivamente de los átomos a dis-
que describe la propagación de una tintas temperaturas: por encima de la temperatura crítica a la que tiene lugar la con-
onda sonora en un fluido en movi- densación, a la temperatura crítica y por debajo de la misma. Se observa que, cuando
miento. A cada distribución de ma- el condensado ya se ha formado, la mayoría de los átomos están concentrados en una
teria en el universo le corresponde región muy pequeña del espacio y poseen una velocidad también muy pequeña.
una geometría curva del propio es-
pacio-tiempo, con el control sobre
la propagación de cualquier tipo de —fotones— será sustituida por la sorprendente facilidad con que se
señal. De manera equivalente, a cada emisión de fonones, partículas (cuan- manipula la velocidad de propaga-
configuración que podamos asig- tos) de sonido. ción de la luz en un condensado se
narle al fluido le corresponderá una Hay muchas propuestas diferen- han apoyado Ulf Leonhardt, de la
geometría efectiva curva con el con- tes sobre cómo simular aspectos de Universidad de St. Andrews, y sus
trol sobre la propagación de las on- la física de agujeros negros en un colaboradores para reducirla hasta
das sonoras. Aquí reside la analo- laboratorio. Un estudio general lle- lograr que la diferencia entre la ve-
gía; no debemos extenderla más allá vado a cabo por uno de los autores locidad del propio condensado y la
sin tomar precauciones. Por ejem- concluye que la esencia de casi todo de un rayo de luz que se propague
plo, las ecuaciones de evolución de modelo análogo de la relatividad ge- contra corriente sobre él se anule,
la geometría propiamente dicha son neral reside en la separación de dando lugar al análogo de un hori-
muy diferentes en el caso gravita- una teoría de un medio continuo zonte de sucesos. Finalmente, la pro-
torio y en el del fluido. La geome- arbitrariamente complicada en dos pagación de ondas sonoras en un
tría espacio-temporal tiene que sa- partes: una configuración de fondo condensado en movimiento propor-
tisfacer las ecuaciones de Einstein, (el fluido en movimiento) y unas ciona, como ya hemos visto, una
mientras que la geometría efectiva perturbaciones de esta configuración posibilidad de simular agujeros ne-
en el fluido está determinada por las (las ondas de sonido). gros acústicos, punto central de este
ecuaciones de Euler de la hidro- Entre las distintas propuestas, cabe artículo, en cuya investigación y de-
dinámica. destacar las basadas en la propaga- sarrollo los autores y sus colabora-
El punto crucial estriba en lo si- ción de cuasipartículas en helio su- dores participamos.
guiente: la radiación de Hawking de perfluido, así la sugerida por Grigory
un agujero negro debe su existen- Volovik, de la Universidad de Hel-
cia a la forma específica de la geo- sinki, y Ted Jacobson, de la Universi- Agujeros silenciosos
en la naturaleza
metría espacio-temporal curvada que dad de Maryland, por una parte, y
lo define y no a ningún efecto diná- las que toman como sistema los con-
mico de esta geometría. Por tanto, densados de Bose-Einstein, por otra.
dada una geometría análoga en un
fluido, esperamos la existencia del
Por motivos que quedarán claros
más adelante, nosotros estamos in- H emos dicho que la observación
directa del horizonte de suce-
JILA, MIT

análogo de la radiación de Hawking. teresados en estas últimas, que a su sos de un agujero negro genuino
La emisión de partículas luminosas vez pueden ser de dos tipos. En la queda fuera de nuestras capacida-

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 53


des actuales y futuras. Antes de pa- gura 5)? Como su nombre indica, tros de diámetro para hacer blanco
sar a explicar cómo construir el aná- en estos túneles de viento un flujo en un barco de 10 metros de eslora
logo de un horizonte de sucesos en de aire es acelerado hasta velocida- por 3 metros de manga situado a
un condensado de Bose-Einstein, des supersónicas; se crea, por tanto, 100 metros de distancia, podemos
conviene recordar que se han ob- un horizonte acústico, en cuanto se suponer que la bala de cañón es un
servado ya en la naturaleza al me- cruza el límite subsónico. La forma objeto puntual. Cuando nos aden-
nos tres tipos de horizontes de su- específica en la que ese fenómeno tramos en el mundo de lo muy pe-
cesos acústicos. se logra nos ha servido de guía a queño (con respecto a nosotros, claro
El Sol radia hacia su exterior una la hora de estudiar configuraciones está) podemos asignar a cada fenó-
nube de partículas cargadas a ve- supersónicas en condensados de meno una escala de longitud o, lo
locidades del orden de 400 kilóme- Bose-Einstein. que es lo mismo, una hipotética lupa
tros por segundo. Este viento de La existencia observada de estos con un número concreto de au-
partículas es el responsable de las horizontes, aunque interesante, si- mentos. Conforme a un punto de
auroras boreales y de que la cola gue sin ayudarnos a desvelar la rea- vista clásico, cuando el tamaño asig-
de los cometas se oriente radial- lidad de la esperada radiación de nado (experimentalmente) a un ob-
mente y de espaldas al Sol. La den- Hawking. Un cálculo aproximado jeto sea mucho menor que las di-
sidad y presión de dicho fluido dis- nos dice que la temperatura de mensiones que pueda resolver la lupa
minuye conforme nos alejamos del Hawking para estos tres tipos de ho- con la que nos dispongamos a ob-
Sol y, por tanto, también la velo- rizontes acústicos sería mucho me- servarlo, el objeto nos parecerá, una
cidad del sonido en su interior. A nor que la de un agujero negro es- vez bien enfocado, un punto carente
una distancia de unos pocos radios telar; quedaría, pues, enmascarada de estructura. Sin embargo, a esca-
solares, la velocidad del viento su- en su entorno mucho más energé- las atómicas, no sucede así. Lo que
pera la del sonido; se produce un tico. Veremos que no acontece así íbamos a enfocar en un punto, creía-
flujo supersónico y, por tanto, un en un condensado de Bose-Einstein. mos, ahora lo vemos borroso; el
horizonte acústico. punto se difumina y no podemos
Otra situación en la que se ha hacer nada por evitarlo.
observado la formación de un ho- Condensados En mecánica cuántica, lo que an-

de Bose-Einstein
rizonte acústico es en los procesos tes era un objeto puntual en movi-
astrofísicos de agregación de mate- miento se ha convertido en un punto
rial, el llamado acrecimiento de difuminado (como una pequeña man-
Bondi-Hoyle. En este caso, esta-
mos ante una situación invertida a
la del viento solar. Un objeto cen-
C omo ya expusimos al comienzo
del artículo, un condensado
de Bose-Einstein designa un con-
cha o nube), con zonas de mayor y
menor intensidad que evolucionan
con el tiempo. La formulación pre-
tral de masa muy grande va atra- junto de átomos (u otras partículas cisa de este punto difuminado re-
yendo y agregándose las capas de bosónicas) con un comportamiento cibe el nombre de función de onda
material fluido de sus alrededores. coherente. Abordémolos con ma- del objeto. Una descripción completa
A medida que el fluido va cayendo, yor detenimiento. en un instante de tiempo del punto
acelera hasta llegar a velocidades Desde un punto de vista clásico, difuminado necesita dos funciones
superiores a las del sonido y forma un objeto puede considerarse pun- de la posición: el patrón de intensi-
así un horizonte acústico. tual cuando su tamaño es mucho dad de la mancha y el patrón de ve-
Por último, ¿qué sucede en los menor que las escalas de longitud locidad de cambio de la mancha.
túneles de viento supersónicos di- en las que estamos interesados. Por Estas dos funciones corresponden al
señados para investigar la aerodi- ejemplo, para calcular cómo lanzar módulo y a la fase de la función de
námica de los aviones (véase la fi- una bala de cañón de 10 centíme- onda compleja del objeto.
Cuando un sistema consta de va-
rias partículas, la deslocalización
afecta al conjunto de las posiciones
de forma global. La descripción me-
canocuántica de un sistema de va-
rias partículas no nos da, en gene-
ral, unos patrones de intensidad y
velocidades específicos para cada
partícula, sino que nos proporciona
200 µm

7. MONITORIZACION de la oscilación
colectiva de un condensado de Bose-
Einstein en un pozo de potencial armó-
nico. La figura muestra imágenes
sucesivas (una instantánea cada 10 mi-
lisegundos) de la evolución de la nube
condensada.
MIT

54 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


8. CONFIGURACION DE SUMIDERO uni-
dimensional con dos horizontes de agu- Sumidero láser "Singularidad"
jero negro y una “singularidad’’ en el
centro, donde los átomos se desacoplan
del condensado mediante un láser. Las fle-
chas y su tamaño indican la velocidad del
flujo del condensado.

información (en forma de correla-


ciones) sobre cómo la presencia de
Horizontes
ciertos patrones concretos para unas Atomos desacoplados
de agujero negro
partículas tendría asociada la pre-
sencia de otros patrones concretos
para las restantes partículas.
Cuando las partículas que com-
ponen el sistema son bosones idén-
ticos, se puede presentar una si-
tencial, mientras el resto sigue mo-
viéndose de un lado para otro.
Agujeros negros
tuación muy especial e interesante: Podemos asimilar esas dos pobla- en condensados
existen estados a los que es posible
asignar unos patrones de intensi-
ciones a sendas nubes superpuestas
de distinta naturaleza: una nube cuán- de Bose-Einstein
dad y velocidades específicos e idén- tica asociada a los bosones con-
ticos para todos y cada uno de los
bosones. Un condensado de Bose-
Einstein no es más que un con-
densados (muy concentrada) y una
nube térmica asociada a los restan-
tes bosones (más diluida). La nube
C omo acabamos de explicar, po-
demos imaginar un condensado
de Bose-Einstein como una pequeña
junto de bosones idénticos en uno asociada al condensado aparece ex- nube de fluido a bajísima tempera-
de tales estados. En este caso, po- clusivamente como consecuencia del tura, siempre que no perdamos de
demos describir el sistema cuán- difuminado cuántico de lo que, en vista la naturaleza cuántica de este
tico mediante una única función de un contexto clásico, entenderíamos fluido. Esta nube de fluido se ha-
onda. La nube ahora representa a como un punto. La nube térmica co- lla confinada en cierta región, el
todos los bosones de forma unifi- rresponde tanto al movimiento es- pozo de potencial, gracias a unos
cada; es como si desde un punto tadístico de un conjunto de partí- campos electromagnéticos exter-
de vista clásico todos los bosones culas, un gas propiamente dicho, nos producidos mediante láseres
se hubieran colocado en un mismo como a su naturaleza cuántica. (véase la figura 7). La forma de
punto y se movieran al unísono. Ese En julio de 1995, la portada del estos campos puede ser modulada
comportamiento coordinado de to- número 269 de la revista Science a conveniencia; podemos, pues, de-
dos los bosones a la vez es a lo reproducía la primera observación terminar la configuración del con-
que llamábamos comportamiento directa de un condensado de Bose- densado y su dinámica: la densidad
coherente. Einstein (véase la figura 6). Se ha- del fluido (lo que llamábamos pa-
Imaginemos ahora que colocamos bían colocado diez mil átomos de trón de intensidad) y la velocidad
un conjunto de bosones en una rubidio en una trampa de potencial con la que fluye en cada punto y
trampa de potencial y que dejamos de unos cientos de micras de diá- en cada instante de tiempo.
enfriar el sistema inhibiendo la en- metro. Aunque minúsculos desde Aparte de la interacción del con-
trada de cualquier flujo de energía nuestra perspectiva, los átomos se densado con el potencial externo,
desde el exterior. El estado cuán- encuentran muy diluidos en el seno la configuración de la nube y su
tico de mínima energía y, por tanto, del potencial y, por tanto, interac- dinámica dependen también de las
el preferido por el sistema, corres- cionan entre ellos muy ligeramente. ligeras interacciones que se produ-
ponde a una situación de conden- Allí, se habían enfriado siguiendo cen entre los diferentes átomos del
sación, en la que casi todos los bo- varios procedimientos hasta llegar condensado. Si las interacciones son
sones se caracterizan por unos a una temperatura inferior a 90 mil- repulsivas, como sucede en la mayo-
mismos patrones de intensidad y ve- millonésimas de grado Kelvin. La ría de los condensados estudiados,
L. J. GARAY, J. ANGLIN, J. I. CIRAC Y P. ZOLLER

locidad. A medida que se enfría el imagen muestra claramente cómo proporcionan una presión interna,
sistema, un número creciente de bo- al alcanzarse la temperatura de tran- una resistencia a ser comprimido.
sones pasan a formar parte del es- sición se comienzan a distinguir Una vez que tenemos el condensado
tado condensado de mínima ener- las dos nubes; la central, mucho más en una cierta configuración, lo agi-
gía, mientras otros todavía tienen concentrada, corresponde al con- tamos suavemente durante un ins-
suficiente energía para comportarse densado. A medida que baja la tem- tante en una zona concreta. ¿Qué
de manera individual. Desde un peratura, la nube condensada se hace ocurre? En virtud de las interaccio-
punto de vista clásico, una parte de más prominente. Así, a temperatu- nes mencionadas, la agitación se
los bosones han ido a ocupar una ra cero llegaría a ser prácticamente transmitirá por el interior del fluido
misma posición en el fondo del po- la única presente. a una velocidad finita (vista desde

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 55


un observador en reposo con res- ros negros en condensados de Bose- tender fenómenos cuánticos gravita-
pecto al fluido), que depende de la Einstein. La técnica necesaria para torios para los que no disponemos
intensidad de las interacciones y de llevar a cabo estos experimentos de una teoría satisfactoria.
la densidad del fluido en cada punto. podría estar disponible en un futuro

El sumidero
Esta es la velocidad del sonido en muy cercano (quizás, en 5 o 10 años).
un condensado: podemos imaginar Sin embargo, antes de seguir ade-
la agitación anterior como la que lante, importa subrayar una vez más
se produciría si colocáramos alta-
voces en miniatura en el interior
del gas (véase la figura 2).
las precauciones que hay que tener
en el manejo de las analogías. Por
ejemplo, en un condensado, la exis-
A la hora de ponerse a diseñar
experimentos concretos en los
que un condensado sirva como mo-
Resumiendo, hemos llevado la dis- tencia de una geometría efectiva sólo delo análogo de un agujero negro,
cusión hasta un estadio en el que afecta a las ondas de sonido, puesto nos enfrentamos con dificultades
se pone de manifiesto que un con- que son el único tipo de perturba- añadidas de tipo práctico. La supe-
densado de Bose-Einstein se com- ciones que se propagan en estos sis- ración de las mismas requiere los
porta como un fluido compresible. temas, mientras que, en relatividad esfuerzos conjuntos de físicos ex-
Por lo tanto, basándonos en los ar- general, la geometría espacio-tem- perimentales y teóricos de varias
gumentos sobre analogías acústicas poral determina el movimiento no disciplinas (física del frío, óptica
esgrimidos, debería ser posible ma- sólo de los fotones, sino de todo cuántica, materia condensada, rela-
nipular un condensado de tal forma tipo de energía. Por otro lado, esta tividad general). Lo que sigue debe
que nos proporcionase un modelo visión geométrica de la propagación entenderse como los primeros pa-
análogo de agujero negro. Pero, ¿cuál del sonido en condensados de Bose- sos hacia el diseño de un experi-
sería la temperatura de Hawking del Einstein no es válida para ondas cuya mento concreto realizable, a la vez
horizonte acústico en el condensado? frecuencia sea mayor que una fre- que muestra el tipo de dificultades
Un cálculo aproximado basado en cuencia de corte (normalmente muy a las que habrá que enfrentarse.
las características de los condensa- alta). Estas ondas pueden viajar a ve- El primer tipo de configuración
dos que se manejan hoy en día en locidades mucho mayores que la ve- que nos viene a la mente cuando
los laboratorios nos da una tempe- locidad del sonido y, por tanto, pensamos en simular un agujero
ratura de tan sólo 10 milmillonési- podrían remontar la corriente, incluso negro es el modelo de desagüe tri-
mas de grado Kelvin. Lo fantástico en un fluido supersónico; es decir, dimensional o sumidero, en el que
de este caso es que sabemos que la no verían el horizonte de sucesos un flujo de átomos condensados cae,
temperatura a la que está el con- del agujero acústico. Hay razones cada vez más deprisa, radialmente
densado mismo es de unas 100 mil- para creer que algo similar pudiera y desde todas las direcciones, ha-
millonésimas de grado Kelvin; luego, ocurrir con la visión geométrica del cia un mismo punto del espacio. Se
en principio, podría ser discernible propio espacio-tiempo cuando a ésta requiere, pues, un mecanismo que
experimentalmente. se le añaden rasgos cuánticos (im- continuamente saque los átomos que
Aunque sea de un modo sumario, portantes para altas frecuencias). La se van acumulando en el centro de
vale la pena detallar tres propues- ruptura de la visión geométrica en la configuración. Una configuración
tas específicas que podrían tomarse los condensados de Bose-Einstein propuesta por uno de los autores y
como base realista para la realiza- más que una dificultad resulta una sus colaboradores es la versión uni-
ción práctica de análogos de aguje- inspiración; podría ayudarnos a en- dimensional de este sistema (figu-
ra 8). En este caso, tenemos un flujo
cuasilineal para el fluido: el fluido
Horizonte de agujero blanco entra por los dos extremos de un
tubo construido mediante campos
electromagnéticos adecuados; se va
acelerando hasta que, a una distan-
cia determinada del centro del tubo,
el flujo se hace supersónico. Desde
allí, el fluido continúa su viaje ha-
cia el centro del tubo, donde es ex-
Horizonte de agujero negro
traído del condensado. En este caso
existe un procedimiento mediante el
L. J. GARAY, J. ANGLIN, J. I. CIRAC Y P. ZOLLER

cual se podrían retirar los átomos


del centro del tubo: un láser de de-
sacoplo. Un haz láser de suficiente
potencia enfocado de forma per-
pendicular al tubo sacaría los áto-
Nube atómica del CBE mos que fueran llegando al centro.
Sin embargo, el establecimiento
9. CONFIGURACION DE ANILLO unidimensional con un horizonte de agujero negro y de unas restricciones externas al
otro de agujero blanco y sin “singularidad’’: el condensado (CBE) fluye en un circuito flujo del condensado nos lleva a
circular cerrado. Las flechas y su tamaño indican la velocidad del flujo del condensado. afrontar un nuevo problema. Cuando

56 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


un condensado fluye cerca de una
pared a velocidades cercanas a las
del sonido, cualquier rugosidad en
ésta puede provocar la formación de
vórtices en el condensado, con la
consiguiente alteración del flujo. La
reducción del grosor del tubo hasta
tamaños cercanos a cierta longitud
de corte, relacionada con la frecuen-
cia de corte mencionada anterior- 10. CONFIGURACION DE EMBUDO DE LAVAL con un horizonte de agujero negro y
mente, resuelve este problema, ya otro de agujero blanco situados en los estrangulamientos de la derecha y de la iz-
que, en esas circunstancias, no queda quierda, respectivamente, y sin “singularidad’’. Las flechas y su tamaño indican la ve-
espacio para que dichas alteracio- locidad del flujo del condensado.
nes evolucionen.
Este modelo se encuentra con una Para llegar a tal configuración nico: un estrechamiento del tubo pro-
dificultad importante: mantener es- anular, primero tendríamos que dis- duce desaceleración y viceversa.
tacionario un flujo apreciable de poner de un condensado que fluyera La configuración completa se ilus-
fluido (al menos durante el tiempo uniformemente en una trampa elec- tra en la figura 10. La sección trans-
suficiente) requiere una reserva de tromagnética con la forma de ani- versal del tubo comienza a estre-
fluido notable y no parece fácil ali- llo descrita. Luego, comenzaríamos charse de suerte que el fluido se va
mentar el condensado manteniendo a introducir modificaciones en es- acelerando. Así llegamos hasta un
la estacionariedad y sin complicar tos campos, de forma que produje- cuello de botella en el que el fluido
muchísimo el diseño experimental. ran una aceleración o una desace- alcanza la velocidad del sonido (el
Parece, por tanto, que tenemos leración en las zonas deseadas hasta horizonte de agujero negro). El en-
que pensar en otro tipo de confi- conseguir una configuración hidro- sanchamiento posterior del tubo con-
guraciones. Una configuración, tam- dinámicamente estable con hori- tinúa acelerando el flujo, a la es-
bién propuesta por uno de los auto- zontes acústicos. Los análisis mues- pera de que un estrechamiento
res, que consigue solventar este tran que, durante este proceso, es comience a desacelerarlo. Entonces
problema es la siguiente. necesario pasar transitoriamente por se llega a otro cuello de botella (el
configuraciones no sólo estables sino horizonte de agujero blanco), en el

El anillo
también por otras inestables. Sin em- que el flujo vuelve a ser subsónico.
bargo, las simulaciones numéricas La forma completa del tubo recibe
indican que es posible pasar por el nombre de embudo de Laval, por

I maginemos ahora que los extre-


mos del tubo de la configuración
anterior se juntan y forman un ani-
los regímenes de inestabilidad sin
destruir el flujo, puesto que las ines-
tabilidades son pequeñas y operan
su inventor, el ingeniero sueco Carl
Gustaf Patrick de Laval.
Esta configuración puede verse
llo. Por su interior el condensado durante intervalos de tiempo sufi- como complementaria al anillo que
fluye en sentido antihorario; lo hace cientemente cortos. hemos descrito; proporciona una
de manera tal, que su velocidad es forma específica de producir el tipo

El embudo de Laval
subsónica en una zona, acelera hasta de perfiles de velocidad buscados.
llegar a alcanzar la velocidad del Podemos imaginar un tubo anular de
sonido en un cierto punto, es su- sección uniforme, con un condensado
persónica en otra zona y frena hasta
convertirse en subsónica otra vez a
partir de otro cierto punto, para lle-
L a experiencia acumulada por los
diseñadores de túneles de viento
supersónicos a la hora de propor-
girando a velocidad constante y subsó-
nica en su interior. Estrechando la
sección del tubo en dos zonas con-
gar al punto de partida. La confi- cionar flujos hidrodinámicamente cretas, podríamos conseguir la crea-
guración completa es un condensado estables ha sugerido a uno de los ción de un horizonte acústico. Quizás
de Bose-Einstein que gira en el in- autores y a sus colaboradores pro- entonces nos hallásemos en disposi-
terior de un anillo con una zona de poner como configuración realista ción de observar por primera vez
flujo subsónico y otra de flujo su- una adaptación de la forma de los una radiación de fonones análoga a
persónico (véase la figura 9). túneles de viento para condensados la radiación de un agujero negro pre-
El punto en el que el flujo se hace de Bose-Einstein. dicha por Hawking.
supersónico representaría un agu- Consideremos de nuevo un tubo

Temperatura de Hawking
jero negro (silencioso) y el punto en cuasiunidimensional en el que el con-
el que se vuelve a convertir en subsó- densado se introduce por un extremo
nico correspondería a un agujero a una velocidad subsónica. La idea
blanco, para un observador situado
en la zona subsónica. Esta propuesta
no necesita la extracción de átomos
básica es que, para flujos subsóni-
cos, un estrechamiento del tubo pro-
duce una aceleración del flujo y vi-
G racias al gran desarrollo técnico
en materia de condensados de
Bose-Einstein que ha habido en los
del condensado ni la consiguiente ceversa. Sin embargo, desafiando a últimos años, éstos se han conver-
E. ARILLA

alimentación del mismo, puesto que la intuición, la situación se invierte tido en sistemas que se manipulan
éste fluye de forma continua. cuando se tiene un flujo supersó- con facilidad y de maneras muy

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 57


sutiles en el laboratorio. Cabe es- siva se haría arbitrariamente intensa
perar que, en un futuro cercano, (teóricamente sin límite) hasta que,
podamos obtener configuraciones al cruzar la profundidad singular,
supersónicas en estos condensados. la interacción cambiaría de signo
Las configuraciones explicadas pre- para tornarse atractiva.
sentan inestabilidades que, en las Lo que acabamos de explicar se
condiciones adecuadas, son sufi- puede llevar a cabo en la práctica
cientemente pequeñas como para no colocando los átomos constituyen-
afectar al condensado durante un tes del condensado en un estado in-
tiempo demasiado largo. Las ines- terno manipulable con un campo
tabilidades aparecen en la forma de magnético externo. Cuando el campo
creación de pares de partículas y an- magnético se acerca a unos valores
tipartículas cerca del horizonte del concretos, las llamadas resonancias
agujero negro acústico, de manera de Feshbach (las profundidades sin-
similar a lo que ocurre con la ra- gulares anteriores), el estado interno
diación de Hawking (véase la figu- y, por tanto, la naturaleza de los áto-
ra 3). Por otra parte, la temperatura mos se modifican: se puede aumen-
de Hawking esperada en este tipo tar, mucho y de forma controlada,
de sistemas, 10 milmillonésimas de la fuerza de repulsión entre ellos.
grado Kelvin, es comparable con la Distintos estudios experimentales
temperatura del condensado en sí sugieren que, por esa vía, no es
mismo, menor de 100 milmilloné- difícil multiplicar por diez la velo-
simas de grado Kelvin. Por tanto, cidad del sonido en un condensado,
el efecto podría ser observable. hasta los 6 centímetros por segun-
La temperatura de Hawking es di- do. Así, la temperatura de Hawking
rectamente proporcional a la velo- podría llegar hasta las 100 milmi-
cidad del sonido en el condensado. llonésimas de grado Kelvin. No hay
Las velocidades típicas que se en- que olvidar, sin embargo, que una
cuentran en los laboratorios son del mayor velocidad del sonido tam-
orden de unos pocos milímetros bién haría más dificultosa la conse-
por segundo. Esta velocidad depende, cución de flujos supersónicos.
a su vez, de la fuerza con la que Este es el estado de la cuestión
los diferentes átomos del conden- en la actualidad. Como vemos, la
sado se repelen entre sí. Para en- interdependencia entre técnica y
tender la forma en que dos átomos ciencia básica, tanto teórica como
interaccionan cuando pasan uno experimental, nunca deja de asom-
cerca del otro, podemos visualizar brarnos. Las sorprendentes propie-
a un átomo como un minúsculo pozo dades de los bosones postuladas
de potencial y al otro como un punto por Bose y Einstein en 1924 han
difuminado (o nube) que incide so- dado lugar en nuestros días a un
bre él. Dependiendo de la profun- desarrollo experimental y técnico
didad y anchura del pozo de po- que puede ayudarnos a entender el
tencial que describe el átomo, la comportamiento de los agujeros ne-
trayectoria de la nube se desviará gros, la predicción quizá más im-
de forma diferente al cruzar la zona portante de la teoría de la gravita-
de influencia del pozo de poten- ción de Einstein. Una vez más, bajar
cial. Desviación que puede ser de a la Tierra puede ayudarnos a com-
tipo atractivo o repulsivo. Si pu- prender los cielos.
diéramos cambiar la naturaleza del
átomo en sí de tal forma que la an-
chura del pozo de potencial se man-
tuviera fija pero su profundidad Bibliografía complementaria
cambiara, podríamos modificar la LA MECÁNICA CUÁNTICA DE LOS AGU -
interacción entre los dos átomos a JEROS NEGROS . Stephen W. Haw-
nuestra conveniencia. Existirían en- king, en Investigación y Ciencia,
tonces unas profundidades concre- n.o 6, págs. 22-29, marzo de 1977.
tas, que podríamos llamar singula- AGUJEROS NEGROS Y TIEMPO CURVO.
res, en las que la interacción pasaría Kip S. Thorne. Ed. Crítica, 1995.
de ser repulsiva a ser atractiva. Al EL CONDENSADO DE BOSE-EINSTEIN.
acercarnos a una de ellas, aumen- Eric A. Cornell y Carl A. Wieman,
en Investigación y Ciencia, n.o 260,
tando la profundidad del pozo de páginas 6-12, mayo de 1998.
potencial, una interacción repul-

58 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Borrado cuántico
En mecánica cuántica cada historia tiene dos caras,
pero sólo se puede ver una de ellas a la vez.
Los experimentos muestran que, al “borrar” una, aparece la otra

Stephen P. Walborn, Marcelo O. Terra Cunha, Sebastião Pádua y Carlos H. Monken

E
n 1801, Thomas Young, eru- ten hoy. En la actualidad, el suyo moléculas del carbono 60, las
dito caballero inglés, realizó es un experimento básico en los la- buckybolas, mostrarían el mismo
uno de los experimentos más boratorios de los estudiantes de pri- comportamiento ondulatorio. La
célebres de la historia de la mer curso de física, aunque ahora autointerferencia de las partículas
física. He aquí cómo lo describió, se suele llevar a cabo perforando constituye el mayor misterio de la
dos años más tarde, en una confe- dos rendijas en un fragmento de física cuántica; Richard Feynman,
rencia ante la Regia Sociedad de opaco microfilm. (De ahí el nom- premio Nobel, lo llamó “el único
Londres: bre: “Experimento de la doble ren- misterio” de la teoría cuántica.
Hice un pequeño agujero en una dija de Young”). Puede llevarse a En tiempos recientes se ha co-
contraventana y lo cubrí con un cabo fácilmente una demostración menzado a arrojar algo de luz so-
grueso trozo de papel que perforé del fenómeno que observó, la in- bre este misterio mediante la reali-
con una aguja fina... Interpuse en terferencia, con olas en un depó- zación experimental de borradores
el rayo de luz una tira de cartón sito de agua. Por analogía, el ex- cuánticos. Permiten optar por la apa-
de aproximadamente la decimoter- perimento de Young parecía venir rición o desaparición de las franjas
cera parte de una pulgada, y ob- a demostrar que la luz se compone de interferencia. Mediante una ver-
servé su sombra tanto en la pared de ondas, como había defendido sión más elaborada del experimento
como en otros cartones colocados Christiaan Huygens. Pero la histo- de Young, nuestro grupo ha cons-
a diferentes distancias. ria no acabó ahí. truido un borrador cuántico y lo ha
Young no vio sobre la pared A principios del siglo XX, se des- utilizado para poner en práctica, en
opuesta, como podría suponerse, una cubrió que la luz sí se comporta, en principio, la noción de “elección
sombra delgada, sino toda una hi- algunos aspectos, como si estuviera retardada”: la posibilidad de que quien
lera de rayas o franjas equiespa- compuesta de partículas. En con- lleva a cabo el experimento puede
ciadas, claras y oscuras, con la banda creto, existe una “cantidad mínima”, tomar la decisión correspondiente
central siempre brillante. Cuando un “cuanto”, de luz, el fotón. En después de que se haya detectado
bloqueaba la luz a un lado de la 1909, Geoffrey Taylor repitió un ex- la partícula. Un experimento de elec-
tira de cartón, las franjas desapa- perimento similar al de Young; de- ción retardada evoca una suerte de
recían. Llegó a la conclusión de mostró que los fotones individuales alteración del pasado. Pero los bo-
que hacía falta la luz procedente de sufren otro fenómeno de interferen- rradores cuánticos no cambian la
ambos lados para obtener el patrón. cia, la difracción. Al atenuar la luz historia. Sí aclaran, en cambio, cómo
Pero, ¿cómo podían combinarse dos hasta que los fotones llegasen a la surgen los fenómenos de interfe-
rayos de luz para crear una franja pantalla de uno en uno, eliminó cual- rencia en la física cuántica.
oscura? ¿Por qué se encendía siem- quier posibilidad de que interfirie-
pre el centro de la sombra y nunca sen entre sí. Pero, tras apuntar los
quedaba oscuro? Si la luz se com- resultados de varios experimentos, Tirar una moneda
cuántica
ponía de partículas que viajaban Taylor se encontró con el mismo
siempre por rayos rectos, idea com- patrón de franjas de difracción. Daba
partida por muchos, incluido Isaac la impresión de que un fotón podía
Newton, no era fácil encontrarle una
explicación.
Con su “tira de cartón”, Young
“interferir consigo mismo”.
Y no sólo los fotones. Otros ob-
jetos que parecían indiscutiblemen-
C omprendemos bien por qué apa-
recen franjas de interferencia
en el experimento clásico de la do-
puso en marcha una revolución de te “corpusculares”, como los elec- ble rendija. Según la teoría ondula-
la física cuyos ecos todavía se sien- trones, los neutrones e incluso las toria de la luz, cuando se encuen-

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 59


1. EN UNA VERSION MODERNA del experimento de la doble ren- las franjas de interferencia producidas por las dos rendijas. En
dija de Thomas Young, un láser de helio-neón ilumina un frag- su experimento de 1801, Young empleó un equipo mucho más
mento de microfilm en el que hay perforadas dos rendijas con modesto: luz solar, un agujerito para hacer coherente la luz, un
una separación de 0,1 milímetros. El rayo láser atraviesa una trozo de cartón para dividir el rayo y ninguna lente divergente.
lente divergente (en el centro) que lo difumina, de manera que Aun así, distinguió al menos cinco bandas brillantes en la pared
pueden verse con mayor claridad en la pantalla que hay detrás opuesta.

tran dos rayos de luz coherente con la que una onda viaja una longitud las rendijas de uno en uno. Cubramos
la misma longitud de onda, se com- de onda más que la otra. Aquí vuel- primero la rendija 2; nos encontra-
binan. Las situaciones más extre- ven a producirse una interferencia remos, por ejemplo, con que un
mas son la interferencia construc- constructiva y una banda de luz. 5 % de los fotones atravesará la
tiva, donde las ondas se refuerzan Para entender por qué la interfe- rendija 1 y activarán el detector. Así
mutuamente, o la interferencia des- rencia cuántica constituye un fenó- pues, Prob (rendija 1) = 5 %. Cubra-
tructiva, en la que se anulan total- meno inesperado, podría ayudarnos mos a continuación la rendija; ahora
mente la una a la otra. la imagen de tirar una moneda al un 5 % de los fotones atraviesan la
En el experimento de Young no aire. Si la moneda no está trucada, rendija 2, activando el detector: Prob
tienen por qué medir lo mismo los la probabilidad de que salga cara (rendija 2) = 5 %. Cuando destapá-
caminos entre un punto de obser- es de un 50 %, y la de que salga semos ambas rendijas, creando dos
vación determinado y cada rendija. cruz, otro 50 %. La probabilidad de rutas posibles, esperaríamos encon-
Cuando sí son iguales (es decir, que salga cara o cruz es la suma de trarnos con un 10 % de los fotones.
cuando el punto de observación se ambas probabilidades: ¡Pero no! Debido a que situamos el
encuentra en un punto equidistante detector en una franja oscura, podría-
de ambas aperturas), las ondas lle- Prob (cara o cruz) = Prob mos pasarnos horas llevando a cabo
S. P. WALBORN, M. O. TERRA, S. PADUA Y C. H. MONKEN

gan en fase e interfieren de ma- (cara) + Prob (cruz) = 100 % el experimento sin ver un solo fotón.
nera constructiva. Esto explica por Es decir,
qué Young siempre veía una banda Consideremos ahora un “lanza-
de luz en el centro de la “sombra” miento de moneda” basado en el ex- Prob (1 o 2) = 0 % ≠ Prob (1) +
de su tira de cartón. A ambos la- perimento de Young. Enviemos un + Prob (2)
dos de esta banda central se en- rayo de luz hacia la doble rendija
cuentran las regiones donde una e instalemos un fotodetector en el La explicación que la física cuán-
onda ha tenido que viajar una lon- lado opuesto, a cierta distancia. Para tica ha encontrado para este com-
gitud de onda más que la otra. Ahí, que resulte más teatral la paradoja, portamiento es el principio de la
las ondas interfieren de manera des- situémoslo en una franja de inter- superposición, según el cual los
tructiva y aparece una banda os- ferencia oscura. Atenuemos la luz, acontecimientos ondulatorios se com-
cura. Después viene una región en de modo que los fotones pasen por binan de acuerdo con una amplitud

60 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


a Interferencia constructiva b Constructiva
Destructiva

Interferencia destructiva

Rendijas
+
Pantalla

200 fotones 6000 fotones

2. SE EXPLICA LA INTERFERENCIA DE YOUNG con la teoría rie de rayas equiespaciadas claras y oscuras, o franjas de in-
ondulatoria de la luz. (a) Dos ondas de luz que se hallen en terferencia. (c) En las versiones modernas del experimento de
fase se reforzarán constructivamente entre sí: se creará un Young resulta posible enviar los fotones de uno en uno a
rayo de luz más brillante. Cuando no lo estén, se atenuarán través de la rendija. Como muestra esta simulación por orde-
destructivamente. (b) Una vez las ondas de luz han pasado por nador, el patrón de interferencia aparece a medida que au-
las dos rendijas, interfieren constructivamente dondequiera menta el número de fotones. Aunque esos fotones no se in-
que una viaje un número entero (0, 1, 2,...) de longitudes de terfieren mutuamente siguen produciendo franjas de interferencia.
onda más lejos que la otra. Interferirán destructivamente cuando La única explicación parece ser que un fotón puede pasar de
una onda viaje una fracción (1/2, 3/2, 5/2,...) de longitudes manera simultánea a través de ambas franjas e interferir con-
de onda más lejos. Según la geometría, se produce así una se- sigo mismo.

de probabilidad; no se acomodan a modos, resulta evidente que una conceptos, y algunos nunca acep-
una probabilidad. Matemáticamente “moneda cuántica” no se comporta taron las teorías a las que se vie-
hablando, una amplitud de proba- igual que una clásica. Gracias al ron forzados a llegar. Max Planck,
bilidad no es un número real posi- principio de superposición, un fotón, quien propuso en 1900 que la luz
tivo; se trata, por el contrario de nuestra “moneda cuántica”, puede se comportaba como si estuviera
un número complejo (es decir, un ofrecer una combinación de cara y compuesta de cuantos, lo conside-
número como 0,1 + 0,2i, donde i re- cruz. raba un artificio matemático que
presenta la raíz cuadrada de –1). Así concordaba por casualidad con los
pues, dos amplitudes de probabili- datos experimentales. A diferencia
dades no nulas (por ejemplo, La materia de Planck, Albert Einstein aceptaba

ondula la materia
0,1 + 0,2i y – 0,1 – 0,2i) pueden su- la teoría de los cuantos de luz,
mar cero, lo que nunca sucede con pero albergó dudas acerca de la evo-
las probabilidades clásicas. lución posterior de la teoría cuán-
Desde el punto de vista meta-
científico, el significado de las am-
plitudes de probabilidades sigue
S i todo esto le parece bastante
increíble, no será el único. In-
cluso los creadores de la física cuán-
tica. No podía admitir que lo que
observamos y, en consecuencia, lla-
mamos “realidad” fuera aleatorio.
siendo un gran misterio. De todos tica tuvieron dificultades con sus (La mecánica cuántica trata de po-

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 61


sibilidades y, por lo tanto, no dice nocimiento preciso de una de ellas de Copenhague. Expresó una de esas
nada acerca de dónde se encuentra impide determinar con exactitud la críticas por medio de un “experi-
el fotón; sólo dice dónde es pro- otra. La posición es un observable mento mental”: suspender una do-
bable o improbable que aparezca.) “corpuscular”: una partícula tiene ble rendija de unos muelles muy
A Einstein tampoco le gustaba la una posición concreta en el espa- sensibles de modo que pueda mo-
inferencia de que esta realidad sólo cio, pero una onda no. No resulta verse hacia delante y hacia atrás.
existe en un estado único e ine- tan obvio que el momento lineal Cuando esas rendijas montadas so-
quívoco cuando la estamos obser- sea un observable ondulatorio. En bre muelles dispersasen un fotón,
vando. Así expresó su descontento 1927, Louis de Broglie propuso que, la máquina sufriría un ligero retro-
ante Abraham Pais: “¿Acaso pien- cuando una partícula, un electrón, ceso. Anotando el retroceso junto
sas que la Luna sólo existe cuando adquiere momento lineal, adquiere con la posición en la que el fotón
la miras?” Curiosamente, fue la in- también una longitud de onda ca- es detectado, el experimento des-
satisfacción de Einstein la que mo- racterística. Según Bohr, todos los cubriría la rendija por la que “pasó”
tivó y sigue motivando gran parte objetos cuánticos son al mismo tiem- el fotón (una medida de posición).
de la investigación moderna en fí- po onda y partícula; el comporta- Einstein sostenía que la medición
sica cuántica. miento que observamos viene deter- del retroceso efectuada tras el paso
A finales de la década de 1920, minado por el tipo de medición que del fotón no alteraría su trayecto-
Niels Bohr formuló la “interpreta- decidamos hacer. Si medimos una ria; todavía podrían seguir siendo
ción de Copenhague” de la mecá- propiedad corpuscular, el objeto ex- observadas las franjas de interfe-
nica cuántica. Constituye el sistema hibirá un comportamiento corpuscu- rencia. La longitud de onda (una
teórico usual para eludir las para- lar. Si después decidimos medir una propiedad ondulatoria) se deduciría
dojas de la física cuántica. En par- propiedad ondulatoria, el objeto ac- de la separación de las franjas. ¡Así
ticular, el principio de la comple- tuará como una onda. Pero no po- cabría conocer tanto el momento
mentariedad afirma que, para un demos hacer ambas cosas a la vez. lineal como la trayectoria; por tanto,
par de variables u “observables” (la Einstein creía haber descubierto el principio de complementariedad
posición o el momento lineal), el co- puntos débiles en la interpretación sería un fraude!

Cavidades Detector
micromáser de fotones

Atomos excitados

Atomos

Fotón
emitido
por un átomo
excitado

Pantalla de detección
Láser

3. EL EXPERIMENTO MENTAL del “borrador cuántico” de Scully, donarla. Se libera de esa manera un fotón que permite al expe-
Englert y Walther elimina la interferencia (un producto ondula- rimentador detectar por qué rendija ha pasado el átomo. Según
torio) al guardar la información acerca de por qué rendija ha pa- el principio de complementariedad de Bohr, no puede entonces
sado un átomo excitado (una propiedad corpuscular). Con un lá- comportarse como una onda. Por lo tanto, múltiples repeticiones
ser se excita un átomo a un estado de alta energía. Luego, ese del experimento producirán una mancha extensa en la pantalla
átomo atraviesa el aparato de doble rendija. Tras cada rendija de detección, en vez de franjas de interferencia. Pero al quitar
hay una cavidad de microondas de una longitud suficiente para la pared que separa a las cavidades se borraría la información
que el átomo salga de su estado de excitación antes de aban- del camino seguido y se restablecerá la interferencia.

62 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Bohr demostró que el argumento rimentador sabrá por cuál de las ren- tricos y magnéticos de los que se
de Einstein tenía un fallo. Invocó dijas pasó el átomo. La comple- compone (véase la figura 4). Estos
otro principio de la mecánica cuán- mentariedad supone que las franjas campos oscilan siempre en un plano
tica: el principio de incertidumbre de interferencia tendrían que desa- perpendicular al sentido de su pro-
de Heisenberg. Pese a que su nom- parecer. Pero si el experimentador pagación, pero pueden apuntar en
bre sugiere vaguedad, este princi- quitase la pared que separa las ca- distintas direcciones dentro de este
pio proporciona información cuan- vidades, la información extra de por plano: vertical, horizontal o en un
titativa sobre la mejor precisión qué camino han pasado se borraría cierto ángulo (45o o –45o, por ejem-
con que se pueden medir variables y las franjas reaparecerían inme- plo) con respecto a la horizontal.
complementarias. Inevitablemente, diatamente. Pueden incluso rotar a medida que
el retroceso del aparato de la doble No se ha conseguido efectuar el se propagan hacia delante, a la
rendija altera el sistema y crea una experimento Scully-Englert-Walther, manera de un tornillo dextrógiro o
incertidumbre en la posición del pero hemos realizado uno análogo levógiro. Se dice de estas ondas
fotón en la pantalla de detección. con fotones, que facilitan mucho la que están polarizadas circularmen-
Esta incertidumbre basta para difu- tarea. te a derechas o a izquierdas. Por me-
minar las franjas de interferencia, Nuestro experimento utiliza la dio de unos componentes ópticos,
de modo que ya no se podrá medir polarización como marcador. La po- las láminas de onda, resulta posi-
el momento lineal. larización de una onda electro- ble cambiar la dirección de la
Durante muchos años se pensó magnética, pensemos en una lumí- polarización o transformar un rayo
que el cumplimiento de la comple- nica, viene determinada por las linealmente polarizado en uno cir-
mentariedad se debía al principio de oscilaciones de los campos eléc- cularmente polarizado. Otro com-
Heisenberg. Se supone ahora que
la complementariedad es más fun-
damental, que sería posible “mar-
car” la posición de una partícula
sin alterar su momento lineal. Ello
nos lleva a un nuevo tipo de expe-
rimentos: los borradores cuánticos.

¿Qué camino?
Onda diagonalmente polarizada

H ace unos 20 años, Marlan O.


Scully y Kai Drühl, causaron
una conmoción con la idea del bo-
3 3

rrado cuántico. De acuerdo con su


argumentación, si se puede obtener 2 2
la información que indica la tra-
yectoria de un objeto sin perturbar
de manera significativa dicha tra-
yectoria, la interferencia debería de-
saparecer (en virtud de la comple- 4 4
mentariedad); ahora bien, si después
se procediese a “borrar” dicha in-
formación, la interferencia debería 1 1 1
reaparecer. Podría incluso decirse Una lámina de cuarto de onda convierte una onda diagonalmente polarizada
que “la interferencia es igual a la en una onda circularmente polarizada
ignorancia” (de la trayectoria de la
partícula). 4. NUESTRA VERSION DEL BORRADO CUANTICO utiliza la polarización como marca-
Posteriormente, Scully se unió a dor de la rendija por la que pasa un fotón. Una onda de luz con polarización lineal
Berthold-Georg Englert y Herbert (parte superior) consiste en campos alternativamente eléctricos o magnéticos. Aquí
Walther en su propósito de llevar a sólo aparece el campo eléctrico. Dado que sus componentes verticales y horizontales
cabo la idea. En su modelo, el ob- son iguales, se dice que está polarizado de manera diagonal (parte superior, flechas
jeto que interfiere es un átomo con púrpura). Una lámina de cuarto de onda, como las que usan los autores en sus expe-
electrones excitados a un nivel de rimentos, retrasa una de las componentes (figura inferior). Esto hace que el campo
energía muy alto. Tras cada una de eléctrico neto rote a medida que se propaga por el espacio (parte inferior, flechas 1,
las rendijas hay una cavidad de mi- 2, 3, 4). Como esta rotación va, para quien esté observando la onda que llega, en
croondas diseñada para capturar un sentido antihorario, se denomina al resultado onda polarizada circularmente a izquier-
fotón emitido por el átomo cuando das. De haber retrasado la otra componente, se hubiera creado una onda polarizada
cae a un nivel de excitación infe- circularmente a derechas. Con su eje colocado verticalmente, la lámina de cuarto de
rior. Con sólo mirar en qué cavi- onda convierte la luz diagonalmente polarizada en luz circularmente polarizada; con su
o
dad se encuentra el fotón, el expe- eje a 45 , convierte la luz verticalmente polarizada en luz circularmente polarizada.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 63


Láminas de cuarto de onda que proporcionan
información del camino seguido

Fotón

Doble rendija
y láminas
de cuarto de onda
Pantalla

Polarizador horizontal que borra


la información del camino seguido

Fotón

Doble rendija
y láminas
de cuarto de onda
Pantalla

5. EN LA VERSION DEL BORRADO CUANTICO de los autores se polarizador horizontal (parte inferior) convierte cualquiera de las
colocan tras las rendijas láminas de cuarto de onda, que con- polarizaciones circulares en polarizaciones horizontales; resulta
vierten las polarizaciones de los fotones, respectivamente, en entonces imposible distinguir entre los fotones que atravesaron
circular a izquierdas y circular a derechas. Esto proporciona al las rendijas superior e inferior. La información del camino se-
experimentador información de los caminos seguidos; las franjas guido se ha borrado y las franjas de interferencia reaparecen,
de interferencia desaparecen (parte superior). Sin embargo, un como los autores han demostrado en el laboratorio.

ponente óptico común es el pola-


rizador, que sólo permite el paso
cerán, sustituidas por una sola franja
de luz, más intensa en el centro. Si
Una historia
de luz con una polarización deter- dibujamos la distribución de los entrelazada
minada. Cuando un rayo circular- fotones en un gráfico, obtendremos
mente polarizado atraviesa un po-
larizador horizontal, es despojado
de la parte vertical de la onda; queda
una curva en forma de campana.
¿Qué ha pasado con la interfe-
rencia? Los fotones parecerán ha-
P ara llevar a cabo el borrado cuán-
tico se necesita algo más que
un modo de indicar el camino que
sólo un rayo horizontalmente po- ber dejado de comportarse como mo- tomó el fotón; también hay que mos-
larizado con la mitad de la inten- nedas cuánticas; se habrán convertido trar cómo se “borra” esa informa-
sidad del original. en monedas clásicas. Las láminas ción. Para ello insertamos un pola-
Repitamos ahora, en la imagina- de onda habrán correlacionado cada rizador lineal horizontal entre las
ción, el experimento de Young con rendija con una polarización deter- láminas de cuarto de onda y el de-
muchos fotones horizontalmente po- minada. Mediante un polarizador tector. Al repetir entonces el expe-
larizados. Coloquemos tras las ren- circular podríamos medir la polari- rimento dejamos de observar ya la
dijas dos láminas de cuarto de onda: zación y descubrir por qué rendija curva con forma de campana; al
una que convierta los fotones hori- pasó cada fotón. Obsérvese que, para detectar los fotones, se nos pre-
zontalmente polarizados en fotones destruir el patrón de la interferen- senta un patrón de interferencia. Es
circularmente polarizados a dere- cia, no hemos de medir la polari- como si nos pusiésemos unas gafas
chas, y otra que los polarice circu- zación. Basta con que esté dispo- de sol y, de repente, viéramos lo
larmente a izquierdas. Nos encon- nible la información del camino que nos rodea a rayas.
traremos con una gran sorpresa: las seguido; hacer caso omiso no res- ¿Por qué restablece la interferen-
franjas de interferencia desapare- tablecerá la interferencia. cia un polarizador horizontal? Porque

64 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Láser de argón Detector b
Rayo láser ultravioleta

Lentes
Fotón b
(borrador cuántico)

Cristal Contador de coincidencias


no lineal Fotón a

Detector a
Fotones Doble rendija
entrelazados y láminas de cuarto
de onda

borra la información del camino se- 6. EN EL EXPERIMENTO DE “ELECCION RETARDADA” se utiliza un segundo fotón
guido. Recordemos que nuestro po- como borrador cuántico. Se preparan los fotones a y b en un estado entrelazado para
larizador horizontal filtra un fotón que cualquier medición de la polarización de b se entrelace con la información del ca-
circularmente polarizado a derechas mino seguido por el fotón a. La detección de coincidencias permite al experimentador
o a izquierdas y lo transforma en determinar qué par de fotones están entrelazados uno con otro. Si los dos detectores
un fotón horizontalmente polarizado. se activan en el lapso de un nanosegundo, es casi seguro que los dos fotones cons-
No hay manera de distinguir en ade- tituyen un par entrelazado.
lante si era lo uno o lo otro: una
vez que un fotón pasa por el pola- que producen un patrón de franjas birse como una nueva y más com-
rizador, no se puede determinar si (horizontales) y los que producen un plicada superposición:
procedía de la rendija 1 o de la 2. patrón de antifranjas (vertical). Esta
Eliminada la información corpuscu- es la esencia del borrado cuántico. (rendija 1 Y polarizado a derechas) +
lar, los fotones quedan libres para ¿Dice algo el principio de incerti- (rendija 2 Y polarizado a izquierdas)
volver a actuar como ondas. dumbre acerca de este experimento?
Del mismo modo, si instalamos No. La polarización y la posición Dado que ahora los dos observa-
un polarizador lineal vertical entre no son variables complementarias; bles están entrelazados, la manipu-
las láminas de cuarto de onda y el lo mismo que ocurre en la propuesta lación de la información relativa a
detector, volveremos a borrar la de Scully-Englert-Walther, el prin- cualquiera de ellos cambiará de ma-
información del camino seguido. cipio de incertidumbre de Heisenberg nera automática la información so-
Sin embargo, en este caso obser- no es, pues, aplicable aquí. ¿Por qué, bre la otra. Equivale por completo
vamos un patrón de franjas, por lo entonces, se cumple el principio de a describir el estado del fotón como:
común denominado de antifranjas, complementariedad?
que no se halla exactamente en La respuesta es: el entrelazado (franjas Y horizontalmente polarizado) +
fase con el patrón que vimos con cuántico. Cuando un fotón pasa por (antifranjas Y verticalmente polarizado)
el polarizador horizontal. Las anti- el aparato de la doble rendija, en-
franjas presentan un mínimo cen- tra en una superposición de estados Para volver a la analogía del lan-
tral (banda oscura). de posición: rendija 1 + rendija 2. zamiento de una moneda, los ob-
Disponemos, pues, de dos modos Las láminas de cuarto de onda lle- servables de posición y polarización
de dividir los resultados experi- van a cabo una operación adicional vendrían a ser ahora como dos mo-
mentales en subconjuntos. Mediante de lógica condicional. Si el fotón nedas “telepáticas”. La moneda 1
un polarizador circular separaríamos pasa por la rendija 1, emergerá po- cae de cara la mitad de las veces,
los fotones en dos grupos: los que larizado circularmente a derechas y, igual que la moneda 2; por tanto,
pasaron por la rendija 1 (circular a si lo hace por la rendija 2, emer- si se observa cada una de ellas de
derechas) y los que pasaron por la gerá polarizado circularmente a iz- manera aislada, parecerá absoluta-
rendija 2 (circular a izquierdas). Con quierdas. Así pues, la polarización mente normal. Su rareza cuántica
un polarizador lineal los separaría- se habrá entrelazado con el camino. sólo se manifestará cuando se des-
mos en dos grupos distintos: los El estado del fotón puede descri- cubra que cada vez que la moneda

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 65


1 cae de cara, la moneda 2 hace lo cas, ya que parece abrir la posibili- b nos dirá algo sobre a. Podemos
mismo. dad de modificar el pasado. Lo pa- elegir si efectuamos una medición
Las monedas telepáticas le pa- rece, pero no lo altera en absoluto. sobre b que nos proporcione infor-
recían bastante extrañas a Einstein. En el experimento de la decisión mación del camino seguido por a,
En un famoso artículo de 1935, es- retardada creamos un par de fotones o si efectuamos una medición que
crito con Boris Podolsky y Nathan entrelazados, a y b. Cuando la po- preserve la interferencia. Si medi-
Rosen, sostenía que violaban el prin- sición de a tenga una polarización mos la polarización horizontal o ver-
cipio de complementariedad. Sin em- horizontal, b tendrá forzosamente una tical de b, preservaremos la infor-
bargo, el entrelazado cuántico es polarización vertical, y viceversa. mación del camino seguido. (Es así
un fenómeno muy real. Los físicos (Llevamos esto a cabo mediante un porque la expresión “a circular a
ensayan formas posibles de aplicar proceso óptico no lineal, la “con- derechas y b horizontal” implica
el entrelazado a ordenadores cuán- versión paramétrica espontánea a la que el fotón a pasó por la rendija 1,
ticos y criptosistemas imposibles de baja”: se apunta un láser ultravio- mientras que “a circular a izquier-
descifrar. leta de argón hacia un cristal fino, das y b horizontal” indica que pasó
que emite, así iluminado, dos foto- por la rendija 2). Para borrar la in-

¿Cambiando la historia?
nes “gemelos”.) Maniobramos el formación del camino seguido por
fotón a de modo que pase por la a, podemos medir, en cambio, la
doble rendija y las láminas de cuarto polarización diagonal de b. Una me-

N uestra última variante sobre el


experimento de Young incor-
pora el entrelazado cuántico de ma-
de onda, y después por un detector,
mientras que b se dirige directamente
a un detector de polarización dis-
dición de la dirección diagonal po-
sitiva (45o) dará franjas de interfe-
rencia en la pantalla de detección
nera mucho más manifiesta, para pro- tinto. Esta vez, la polarización del de a; una medición de la dirección
ducir una situación de apariencia fotón b será nuestro controlador del diagonal negativa (–45o) producirá
paradójica: la “decisión retardada”, borrador cuántico. antifranjas.
ideada por John A. Wheeler. Inquieta Dado que a y b se hallan entre- En nuestro laboratorio hemos de-
aún más que las monedas telepáti- lazados, cualquier medición sobre mostrado que el borrado cuántico

Cuenta total de fotones


Fotón b Fotón a

Pico uno Pico dos


Polarización
Proporciona información

Polarizador (polarización (Polarización


circular
del camino seguido

horizontal horizontal) vertical)


a derechas
rendija 1

Polarización
Polarizador circular
vertical a izquierdas Medir la polarización horizontal o vertical del fotón b
rendija 2 preserva la información del camino seguido

Polarizador
diagonal Franjas de
del camino seguido

Franjas Antifranjas
Borra información

positivo interferencia
(polarización (polarización
diagonal diagonal
positiva) negativa)

Polarizador
Antifranjas de
diagonal
interferencia
negativo
Medir la polarización diagonal para borrar
la información del camino seguido

7. LA PARADOJA DE LA “ELECCION RETARDADA” equivale a del camino seguido por sus gemelos entrelazados. Así, los foto-
un cambio en la contabilidad, no a un cambio de la historia. El nes a medidos por A se separarán en dos grupos, uno de los
comportamiento de un par de fotones entrelazados (a y b) puede cuales habrá pasado por la rendija 1 y otro que lo habrá hecho
ser anotado por dos observadores, cada uno por su lado. El ob- por la rendija 2. El recuento de los fotones de cada grupo pro-
servador A repite muchas veces el experimento y dibuja un grá- ducirá curvas en forma de campana, ligeramente desplazadas
fico que muestra dónde se detectan los fotones. Cualquiera que una de otra (arriba derecha, líneas verdes). Si el observador B
sea el método de medición que escoja el observador B, el grá- decide medir la polarización diagonal, se borrará la información
fico del observador A será una curva en forma de campana. del camino seguido. En ese caso, los fotones entrelazados me-
(Esto se corresponde con la mancha que hemos visto en la fi- didos por A se podrán separar en otros dos grupos, uno que
gura 5). Si el observador B elige medir la polarización horizon- forma franjas de interferencia y otro que forma antifranjas
tal/vertical, cada uno de sus fotones b conservará información (parte inferior).

66 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Los autores mis mediciones no han modificado
la historia. Se limitaron a exponerme
STEPHEN P. WALBORN, MARCELO O. TERRA CUNHA, SEBASTIAO PA- cómo dividir tus resultados experi-
DUA y CARLOS H. MONKEN investigan la óptica cuántica en la Universidad mentales. Puedo dividirlos en fran-
Federal de Minas Gerais (UFMG), en Belo Horizonte, Brasil. Stephen P. Mal- jas y antifranjas o en dos curvas en
born está a punto de terminar su tesis doctoral en óptica cuántica. Marcelo O.
Terra Cunha es estudiante de doctorado de física y profesor ayudante de ma- forma de campana. Pero no puedo
temáticas. Sebastião Pádua y Carlos H. Monken son profesores adjuntos en la cambiar el lugar donde acaba cada
UFMG e investigadores principales del grupo experimental de óptica cuántica. fotón.
© American Scientist Magazine. Alicia: Qué pena. Me hacía muchí-
sima falta ese sobresaliente en fí-
sica. (Se anima). ¡Pero oye! ¡Tal
vez podríamos convertir esto en un
se produce sin que importe el orden Bob (un bromista): ¿Estás segura? sistema para enviar mensajes!
en que se detecten a y b. Puesto Revisa tus resultados y dibuja úni- Bob: Créeme, Alicia, ya hay al-
que nuestro detector para el fotón b camente las posiciones de estos fo- guien trabajando en ello.
no está demasiado alejado (1,5 me- tones. (Entrega a Alicia una lista

Conclusión
tros), el retraso en la detección es de los fotones en los que obtuvo una
minúsculo: alrededor de 5 nanose- polarización de 45o).
gundos. En principio no hay ninguna Alicia: ¡Franjas de interferencia!
razón por la que no podamos enviar
b a una gran distancia, aunque sea
a Marte. Esto daría al observador
¿Cómo has conseguido que los fo-
tones interfieran después de haber
anotado yo los resultados en mi cua-
E l borrado cuántico parece con-
firmar que el principio de com-
plementariedad es una parte funda-
marciano varios minutos para deci- derno? mental de la teoría cuántica. Aunque
dir si nosotros, en la Tierra, obser- Bob: ¿Eso te parece genial? Echale los experimentos de este tipo han
varemos franjas o no. Pero, ¿y si ya un vistazo a esto. (Le entrega a contribuido a ilustrar la naturaleza
hemos recopilado nuestros datos y Alicia una lista de los fotones en dual de los objetos cuánticos, los
observado lo contrario? los que obtuvo una polarización ver- físicos todavía no son capaces de
Es imposible que esto ocurra. La tical.) explicar por qué existe la dualidad
medición retardada en Marte no cam- Alicia: ¡No tienen franjas! Vuelve onda-partícula. En esto seguiría-
bia lo ocurrido en la Tierra; sólo a darse la curva en forma de cam- mos estando de acuerdo con Richard
cambia nuestra contabilidad. Para pana. (Bob le entrega una lista de Feynman, que en 1960 escribió:
explicarlo recurramos al consabido los fotones con una polarización “Explicándoos cómo funciona, no
diálogo entre Alicia y Bob. Supon- de –45o y ella dibuja sus posicio- podemos hacer que desaparezca el
gamos que Alicia prepara en la Tierra nes). Reaparece la interferencia, pero misterio. Vamos a explicaros cómo
un experimento de doble rendija esta vez con antifranjas. Esto es funciona, nada más”.
con láminas de cuarto de onda. Su asombroso, Bob. Puedes controlar Aun así, estamos progresando.
amigo Bob, que vive en Marte, le el pasado. ¿Puedes retroceder y cam- Ahora comprendemos que el res-
envía una caja de fotones. Alicia biar las notas que saqué en mis ponsable de la complementariedad
hace pasar cada fotón por el apa- exámenes, Bob? en el experimento de la doble ren-
rato de doble rendija, efectúa una Bob: Lo siento, Alicia, pero no dija es el entrelazado cuántico, parte
medición de su posición y anota la hay nada mágico en ello. En reali- necesaria del acto mismo de la me-
medición: “Fotón 567 detectado en dad, los fotones que te envié esta- dición, y no la “incertidumbre cuán-
la posición x = 4,3”. Ignora que, en ban entrelazados con unos que me tica” asociada a la medición. Parece-
Marte, Bob, se ha quedado con un quedé. Realicé mediciones de po- rá una sutileza, pero gracias a ella
gemelo entrelazado de cada uno larización y de ahí salieron estas muchos físicos se sentirán más tran-
de los fotones y mide su polariza- misteriosas listas de fotones. Pero quilos.
ción como le apetece, bien en las
direcciones horizontal y vertical,
bien en las direcciones diagonales
de 45 o o –45 o; los resultados los
Bibliografía complementaria
anota en su cuaderno de laborato- THE FEYNMAN LECTURES ON PHYSICS. R. P. Feynman, R. B. Leighton y M. Sands.
rio: “Al fotón 567(B) se le ha de- Addison-Wesley; Reading, Massachusetts, 1965.
tectado una polarización horizon- QUANTUM THEORY AND MEASUREMENT. Dirigido por J. A. Wheeler y W. H. Zu-
tal”. Unas semanas más tarde, Bob rek. Princeton University Press, New Jersey; 1983.
visita a Alicia. QUANTUM OPTICAL TESTS OF COMPLEMENTARITY. M. O. Scully, B.-G. Englert
y H. Walther en Nature, vol. 351, págs. 111-116; 1991.
Alicia: Mira, he hecho ese expe-
rimento de la doble rendija y la lá- QUANTUM THEORY: CONCEPTS AND METHODS. A. Peres. Kluwer Academic Pu-
blishers; Dordrecht, 1995.
mina de cuarto de onda sobre el
QUANTUM OPTICS. M. O. Scully y M. S. Zubairy. Cambridge University Press;
que escribieron esos físicos. Tal como Nueva York, 1997.
decían, obtuve una aburrida curva DOUBLE-SLIT QUANTUM ERASER. S. P. Walborn, M. O. Terra Cunha, S. Pádua y
en forma de campana sin la menor C. H. Monken en Physical Review A, vol. 65, pág. 033818; 2002.
interferencia.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 67


Ulugh Beg
Uno de los astrónomos más famosos de Oriente en el siglo XV,
este soberano hizo construir en Samarcanda un gran observatorio
astronómico y realizó una competente investigación del firmamento

Bernhard Du Mont

T
amerlán, o Timur Lang (1337-1405), fue un casi todos los estados islámicos de Asia y los des-
caudillo de la respetada tribu mongola de Barlas, pobló. Se adueñó así de un territorio que abarcaba desde
venida a menos. Residía ésta en Shahrisabs, los Urales hasta Siria, y desde Delhi hasta Ankara.
al sur de Samarcanda. Por parte materna, Timur Aunque para ello mató a centenares de miles de mu-
descendía de Gengis Jan. Por matrimonio ob- sulmanes, demostró por otro lado una comprensión fuera
tuvo el título de Guragan (yerno del Jan), crédito in- de lo corriente por la cultura islámica.
dispensable para un caudillo sucesor del imperio de Cuando un filósofo notable, un poeta, un músico, un
Gengis Jan. matemático, un experto en ciencias naturales o un ar-
Con habilidad política y una brutalidad despiadada, tesano excepcional caía en manos de Timur en cual-
Timur persiguió su gran objetivo: reinstaurar el anti- quiera de los países conquistados, le respetaba la vida
guo imperio de Gengis Jan. Hasta su muerte arrasó y se lo llevaba a la nueva capital, Samarcanda. Allí
tuvo lugar, durante el paso al siglo XV, un florecimiento nombró soberano a Ulugh Beg en Samarcanda, tenía
sin igual del arte y de la ciencia islámicos. éste 15 años.
Nada le detuvo en su proyecto de traer el progreso

El reinado de Ulugh Beg


económico a la ciudad. Mediante la destrucción de
Sarai, la capital de la Horda de Oro en el Volga, de
Urguendch, al sur del mar de Aral, y de Almalik, al
sur del lago Baikal, cerró las vías de las caravanas
que seguían la “Ruta de la seda”. Simultáneamente,
ofreció la ruta que pasaba por Samarcanda, lo que su-
U lugh Beg recibió de Timur una administración efi-
caz. El país contaba con una división adminis-
trativa asentada y un sistema de impuestos y aduanas
ponía la anulación de Tabris como capital de los bien regulado. Ulugh Beg prosiguió la construcción, ini-
mongoles. Samarcanda se convirtió en nudo de co- ciada por Timur, de canales de riego, vías de circula-
municaciones para el comercio con Génova, Venecia ción, parques públicos, mezquitas, palacios y serrallos.
y Pisa, las ciudades hanseáticas, Moscú, China, la In- Samarcanda se convirtió en una de las metrópolis más
dia y Asia Central. suntuosas de Asia, tal como Timur había soñado.
Timur eligió como futuro soberano de este paraíso a Una acertada elección de ministros eficientes, que per-
su nieto Muhammad Taragay, nacido el 22 de marzo manecieron también largo tiempo en sus cargos, le dejó
de 1394 en Sultanieh, que pronto adoptó el nombre de tiempo al soberano para dedicarse a los estudios acadé-
Ulugh Beg (“Gran Príncipe”). A la edad de 10 años lo micos. Con todo, en lo referente a las campañas mili-
casaron con una princesa mongola, que procedía por tares, Ulugh Beg era tan frívolo que fue desposeído de
parte de madre del Jan Özbeg. A partir de ese mo- su cargo por un tiempo, en 1427, por Shah Ruj.
mento obtuvo la prerrogativa de ser llamado también

Las madrasas de Ulugh Beg


Guragan.
Apoyado por su padre Shah Ruj y por su madre
Gauher Shad, que reinaban en Herat y cultivaban las
ciencias y las artes, y mediante el trato cotidiano con
sabios, artistas y pensadores extraordinarios que Timur
mantenía en su entorno, Ulugh Beg pudo desarrollar
D el período de Ulugh Beg podemos hacernos una
idea inmediata a través de sus construcciones.
Algunas se conservan en buen estado. Sus paredes ex-
desde temprana edad su talento. Adquirió conoci- teriores muestran dibujos geométricos de gran formato
mientos profundos de matemáticas, astronomía, filo- de ladrillos vidriados de color azul oscuro, azul tur-
sofía, política, historia, medicina y literatura, tanto quesa y blanco, así como restos legibles de caligrafía
árabe como persa. Cuando Shah Ruj, en el año 1409, en cúfico. Los portales de sus madrasas están cubiertos

Sarai KAZAKISTAN
Astracán
Lago Beljash

Mar de Aral Almalik


Alma alta
Ma

UZB
EKI
rC

as STA
GEORGIA pio N
KIRGUISISTAN
Urguendch
Taschkent
AR

AZERBAIJAN
ME

Bujara Samarcanda
NI

Baku TURKMENISTAN
A

TADJIKISTAN
Tabris Aschkhabad
Shahrisabs Duschanbe
Maragheh
Rascht Mashhad
Mosul Jammu
Sultanieh y Cachemira
Teherán Nischapur Kuschka
Herat Kabul

Esfahan AFGANISTAN Peshawar


Bagdad IRAN
Farah
IRAK Zhob
Kandahar
Kerman
Al Basrah Zahedan Quetta
Shiraz
KUWAIT
Go

PAKISTAN
de
lfo

ARABIA
ér
to
P

SAUDI sic ie r
Des
o
DAVID C. WAUGH

1. VISTA DE SHAH-I-ZINDE, conjunto de mausoleos junto a Samarcanda


(izquierda). La zona de dominio de Ulugh Beg con las actuales fronteras
estatales (mapa).

69
2. LA MADRASA DE ULUGH BEG
del año 1420 en Samarcanda.
Vista desde el sureste.

3. LAS CELDAS DE LOS ESTUDIANTES


de la madrasa de Ulugh Beg.
Los pórticos (iwanes) servían también
de aulas.

con mosaicos vidriados cromáticos, teología, disciplinas más mundanas: principal (capilla oratorio), en di-
que representan adornos en forma astronomía, matemáticas, lógica, rección a La Meca se encontraba
de estrellas, plantas y frisos con es- geometría, geografía, medicina, de- otra mezquita de invierno. Las cel-
critura entrelazada de tipo “tulut”. recho, historia, literatura, poesía y das, dispuestas en dos pisos; sus
Una madrasa (lugar de estudio) árabe. La posesión más valiosa de puertas y ventanas daban al patio.
era originariamente una escuela su- la madrasa era la biblioteca, con más Cada celda estaba dividida en com-
perior unida a un internado. Cumplía de 15.000 volúmenes. partimentos para albergar a dos alum-
las funciones de un seminario te- El edificio, sin ventanas exterio- nos. Sólo había 50 celdas, de modo
ológico, de una escuela jurídica y res (81 × 56 m), circundaba un pa- que el número de estudiantes se li-
de una mezquita. Las primeras ma- tio interior cuadrado, que estaba mitaba a 100. Quien fracasaba en
drasas de este tipo surgieron en el parcialmente pavimentado si bien los exámenes mensuales debía de-
siglo X. Con la construcción de una disponía también de algunos árbo- jar libre su plaza. El alto rendimiento
madrasa en Bujara, en 1417, creó les y de una fuente que invitaban científico, artístico y técnico atraía
Ulugh Beg el prototipo de una ins- al descanso. En cada esquina había a muchos estudiantes, conscientes
titución totalmente nueva, una suerte aulas cubiertas de cúpulas, aunque de su valía, de toda Asia.
de universidad. En la madrasa de también se impartía docencia en “La búsqueda del saber es el de-
Samarcanda se enseñaba, además de los cuatro iwanes. Detrás del iwan ber de todo musulmán y uno de los

70 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


4. MOSAICOS DE LA FACHADA
en al acceso de la madrasa
de Ulugh Beg. La bóveda, con
adornos geométricos, fue calculada
posiblemente por al-Kashi.

de toda musulmana”. Esta inscrip-


ción de la madrasa de Bujara era
revolucionaria, ya que la instrucción
de las mujeres se reputaba, entre los
musulmanes del espacio cultural
árabo-persa, una indecencia. Entre
los mongoles las mujeres siempre
disfrutaron de una consideración más
alta. Ulugh Beg dedicó parte de su
tiempo a atender las reclamaciones
de las mujeres en lo referente a
una buena instrucción y las aceptó
en las madrasas
1429). El soberano lo incluyó en el sus resultados. Desde 1408 estaba
grupo docente de la madrasa por su en Samarcanda y colaboraba con
Astrónomos claro sentido expositivo; fue tam- Ulugh Beg. Allí creó unas tablas

colaboradores
bién el planificador decisivo del para convertir los distintos siste-
nuevo observatorio. Anteriormente mas de coordenadas; inventó una ta-
de Ulugh Beg ya se había ocupado del observato-
rio de Maragheh y sometido a criba
bla de cálculo para ortos planeta-
rios y descubrió un algoritmo para

E l poeta persa Jameh (1414-1492)


asistió a las lecciones de Salah
al-Milla ad-Din Musa, que provenía
El observatorio de al-Tusi en Maragheh
de Anatolia y que, por esta razón, o lejos del lugar donde nació Ulugh Beg, el Iljan de Ghazan levantó, tres
era llamado Kazi Zadeh al-Rumi
(1364-1436). Enviado por su ma-
N kilómetros al oeste de Tabriz, un observatorio. Ocupaba el centro de un
complejo formado por un hospital, una academia filosófica, una biblioteca y va-
estro al-Fanari a Samarcanda, se en- rias escuelas. Pero el observatorio más importante de la región se hallaba en
contró, entrado ya en los cuarenta Maragheh, al oeste del lago Urmia. Cuando el joven Ulugh Beg visitó Marag-
años, en 1410, con Ulugh Beg, quien heh, el observatorio se había ya desmoronado. Debemos a Muayyad al-Din al-
lo nombró profesor suyo y astró- Urdi un afortunado relato del equipo instrumental. Había un cuadrante de pa-
nomo principal. La construcción de red, de 4 metros de radio, de cobre, así como un arco de meridiano de 18,4
metros de radio. Los instrumentos se encontraban instalados en el interior de
la madrasa debió de ser una suge- un recinto circundado por un segundo muro de escasa altura. Este muro, cuyo
rencia de al-Rumi. remate caía a la altura de los ojos, servía de “horizonte artificial”. El observato-
Compuso éste, entre otros, unos rio fue construido entre 1259 y 1262 por Nasir al-Din al-Tusi (1201-1274) bajo
comentarios al “Compendio de As- el reinado protector de Hülagü, uno de los nietos de Gengis Jan.
tronomía de Juwarizm” de Chagmini La biografía de al-Tusi no desmerece la tensión de una novela de aventu-
(m. 1220). Nos ha llegado también ras. Nacido en Mashad, estudió filosofía, medicina, matemática y astronomía
un tratado de al-Rumi sobre la de- en Nishapur, donde cien años antes Omar Jayyam, astrónomo y matemático,
terminación de la dirección de La amén de poeta, había llevado a cabo una reforma del calendario para el
Meca. Su cálculo muy exacto del sultán selyuquí Malikshah (período Malikí). En su juventud al-Tusi se enroló
seno 1o permitió la gran precisión en una secta siíta extremista, la de los Asesinos. Cayó en manos del mongol
Hülagü durante el asalto a la fortaleza de Alamut. Dado que Hülagü se intere-
de las tablas de Ulugh Beg. Un co- saba por las ciencias naturales y los horóscopos, trató a al-Tusi con mucho
mentario inacabado sobre la heren- respeto y lo tomó en su séquito. De este modo al-Tusi pudo presenciar el sa-
cia astronómica de al-Tusi consti- queo e incendio de Bagdad en 1258 por los mongoles. Todo indica que al-
tuyó uno de los prolegómenos para Tusi reconoció el valor de los tesoros científicos de la “Casa de la Sabiduría”
la construcción del observatorio. y de los eruditos adscritos a ella. Cuando, un año después, convenció a Hü-
La memoria de al-Rumi persiste lagü para que construyera un observatorio, pudo contar con los expertos que
inmortalizada en un mausoleo, co- necesitaba. Creó una biblioteca de 400.000 volúmenes, la mayoría proceden-
ronado por una cúpula, de la necró- tes de Bagdad o robados de Siria y Mesopotamia.
polis de Shah-e Zindah. Tras doce años de observaciones al-Tusi publicó el Zidj-i Iljani (“Tablas de
Del entorno de Ulugh Beg en Sa- Iljan”). Compuesto en lengua persa, se tradujo más tarde al árabe. Además
de ciertas tablas para saber el movimiento de los planetas, el Zidj contiene un
marcanda merece destacarse la fi- catálogo de estrellas. Al-Kashi relata que el observatorio de Maragheh sirvió
gura de Ghiyas al-Milla-ad-Din de modelo para el de Samarcanda.
Yamshid Ma’sud al-Kashi (1380-

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 71


5. TRAZADO DEL OBSERVATORIO
de Samarcanda. La parte subterránea
del sextante Fahrí está cubierta
por una cúpula cilíndrica.

6. ASPECTO DEL OBSERVATORIO


según una propuesta de reconstruc-
ción de V. A. Nielsen (1941),
B. A. Zaipkin y G. A. Purgachénkova
(1958-1969), y M. Bulatov (1979).

calcular las raíces enésimas de un organizador admiraba. Describió a Cuando murió al-Kashi en el año
número natural. Su cómputo del Ulugh Beg como “dotado por el ge- 1429, le sucedió en la dirección
número “pi” concuerda exactamente nio divino, con humana perfección, del observatorio Ala-ud-Din Ali ibn
en las primeras diecisiete cifras con con cualidades angélicas y con ras- Muhammad Kushi (1402-1472).
el valor exacto. Redactó la parte teó- gos característicos de los profetas”. Considerado el más conspicuo de
rica del Zidj de Ulugh Beg, una fa- En el intercambio epistolar con su los sabios en Samarcanda, Ulugh
mosa obra tabular. padre que se ha conservado, expone Beg le distinguió con el título de
Las construcciones de Ulugh Beg al-Kashi las sesiones científicas mo- “mi más querido hijo”.
llevaban el sello de al-Kashi, quien deradas por Ulugh Beg. Fuera del
aplicó sus conocimientos matemá- soberano mismo y de al-Rumi nin-
ticos a la resolución de problemas guno de los 60 sabios merecía el El observatorio
de Samarcanda
arquitectónicos. Se comprueba en aprecio de al-Kashi.
un cielo de estalactitas (bóveda con En las sesiones consagradas a de-
relieves) creado con muchos polí- batir posibles fallos en los progra-
gonos tridimensionales, algunos
de ellos con sus superficies lisas y
otros, retorcidas. Calculó la su-
mas de observación, Ulugh Beg de-
testaba la adulación servil. Para
descubrir a los aduladores, caía a
E l observatorio de Ulugh Beg no
fue descubierto hasta el año
1908. Vladimir Vyatkin, arqueólogo
perficie de la cúpula cubierta con veces en errores manifiestos o for- aficionado ruso, lo halló a una lati-
mosaicos que tenía que coincidir mulaba preguntas capciosas. Ulugh tud norte de 39o 37’ 28”, siguiendo
con la de los relieves de la bóveda Beg fue el tercero que llevó a cabo una antigua descripción del si-
interna. estudios sobre Maragheh. Impartió glo XVII. Encontró las ruinas junto
Al-Kashi dedicó sus escritos as- cursos sobre al-Tusi y sobre su discí- al pie oriental de la colina de Chupan-
tronómicos al soberano, cuyas capa- pulo Kutb al-Din Mahmud ibn Ata, en un altozano de 21 metros
cidades intelectuales y cuyo talento Masud Shirazi (m. 1311). de altura, contiguo al canal de Abu

72 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Rahmat. Abarca una extensión de vió de modelo, es posible que fuera las observaciones con otros instru-
norte a sur de 170 metros y una ex- muy parecido. La prolongación de mentos con los que se estudiaban
tensión este-oeste de 85 metros. Su la tradición hasta el Djantar Mantars los fenómenos en el horizonte orien-
situación, lindante con el desierto, de Djai Singh II en Djaipur y Delhi tal y en el occidental. Allí se podía
le garantiza una visibilidad excep- en la India permite también retro- determinar también las elongacio-
cional. Alrededor del observatorio ceder, concluyendo en el modelo nes de los planetas interiores. Po-
se extendía un parque; allí solía re- de Samarcanda. siblemente se observó también en
tirarse el soberano para meditar. El instrumento principal, llamado Samarcanda el planeta Mercurio.
Hasta el año 1948 se fueron lim- sextante Fahrí, no era adecuado para En el prefacio de su Zidj-i Mu-
piando los cimientos y la parte sub- ciertas tareas; por ejemplo, la ob- hammad Shahi, Djai Singh declara
terránea del sextante Fahrí (véase la servación del último pico de la Luna haber construido instrumentos como
figura 5). Las últimas excavacio- y del primero (es decir, del comienzo los de Ulugh Beg según antiguas
nes de Shishkin de los años 1953 del mes lunar) para determinar la descripciones. Los dos fragmentos
y 1965 proporcionaron datos preci- Luna nueva. Esta tarea se acometía hallados de un arco de ocho a nueve
sos. Era evidente que el observato- en la parte superior del observato- metros de radio podrían, pues, per-
rio no sólo indicaba un eje que se- rio, donde existía una terraza para tenecer a un instrumento parecido
guía el meridiano, sino también un
eje vertical. No es seguro si dos
fragmentos de un arco de ocho a
nueve metros de radio pertenecían
al eje este-oeste. Para disponer el
edificio conforme al meridiano exac-
tamente, se planificó con anteriori-
dad la colina donde iba a levantarse.
Después de cinco años de obra, el
observatorio se inauguró en 1429.
El fundador del imperio mogol de
la India, Babur, un descendiente de
Timur de quinta generación, pudo
contemplar aún el observatorio, a
finales del siglo XV. Lo describió
como un gigantesco cilindro de tres
pisos. Su altura se estima entre 30
y 33 metros. Sin contar el zócalo
de mármol, el diámetro tenía una
longitud de 46,65 m, y los muros,
un espesor de 1,08 m. En el lado
DAVID C. WAUGH

norte, bajo el arco de meridiano, se


abría un gran portal en forma de
iwan. Al igual que en las madra-
sas, una ornamentación de gran for-
mato geométrico embellecía el zó- 7. EL SEXTANTE FAHRI (izquierda) desde el norte. A la derecha, el sextante
calo. De la superficie decorada Fahrí desde el sur.
profusamente se recuperaron abun-
dantes fragmentos de esmaltados
de color amarillo teja.
Puesto que las fuentes no aportan
información alguna sobre la cons-
trucción y utilización del observa-
torio, debemos movernos entre con-
jeturas. Algunos esquemas que
reproducen el aspecto del observa-
torio, realizados por Nielsen, Puga-
chénkova y Bulátov entre 1949 y
1979, resultan muy discutibles. El
observatorio de Maragheh, que sir-

8. LAS PLACAS DE MARMOL


del arco de meridiano con los cana-
les de deslizamiento y las muescas
transversales para un visor móvil.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 73


al de Samrath Yantra de 9. OBSERVACIONES
Djaipur. También se da cuenta en el sextante Fahrí
de un cuadrante de mármol, con el visor móvil.
de un triquetrum y de diver-
sas esferas armillares de ma-
dera o de metal que medían anillo con unos hilos cruza-
aproximadamente un metro, dos. Durante las observacio-
móviles quizá. Para medir el nes de los planetas, el astró-
tiempo se utilizaba probable- nomo y sus ayudantes subían

SKY & TELESCOPE 6, 1986


mente un reloj de sol o una o bajaban por la escalera hasta
clepsidra (reloj de agua), que que el planeta era visible a
se graduaban observando el través del “oculus” y del
paso del Sol por el meridiano punto de mira del visor.
y permitían, además, deter- Durante las observaciones del
minar la ecuación del tiempo. Sol se formaba la imagen
La construcción cilíndrica solar, que entraba por el “ocu-
ofrecía espacio suficiente para la mas, montes, océanos, desiertos y lus” como en una cámara oscura en
instalación de materiales e instru- otros objetos similares”. mitad de la escalera, sobre un listón
mentos. Había talleres de restaura- que se deslizaba por dicho canal.

El sextante Fahrí
ción, aunque las esferas armillares En los orificios abiertos a cada lado
se construían en otro lugar. Un am- de la superficie de mármol se fi-
biente caldeado y una gran cocina jaba el listón y así se comparaba la
proporcionaban el confort necesario
durante los festines que Ulugh Beg
organizaba en el observatorio. Los
D el instrumento más famoso, el
sextante Fahrí, queda sólo la
parte subterránea en un sótano de
posición del Sol con la del día si-
guiente. Mediante ese procedimiento
se podían verificar los solsticios,
resultados de las observaciones se 2,5 metros de ancho y a una pro- ya que el retroceso del Sol era ob-
archivaban en el escritorio. Habría, fundidad de hasta 11 metros. Entre servable inmediatamente. El “ocu-
a buen seguro, un gabinete de co- las dos paredes paralelas laterales lus” correspondía a las dimensio-
pia donde las tablas de Ulugh Beg discurre un doble arco de meri- nes del disco solar.
se iban reproduciendo sobre el terre- diano de placas de mármol cuyo gro- Hay que imaginarse la cámara
no. Dado que la gran biblioteca se sor abarca de diez a doce centíme- donde se encontraba el sextante como
encontraba en la madrasa, el ob- tros. Ambos arcos descargan sobre una estancia sin ventanas, para po-
servatorio disponía de una pequeña unos muros inferiores de ladrillo sibilitar el contraste de la imagen
biblioteca para facilitar las tareas de de 29 centímetros de anchura y se- solar. Ahora bien, puesto que los
cómputo. La sala de sesiones no parados unos de otros 51 centíme- observadores tenían que subir y ba-
sería muy grande, pues el número tros. Hay una escalera entre los ar- jar por la escalera con una mínima
de personas adscritas al observato- cos, enmarcados, a su vez, por dos seguridad, se dejaba penetrar algo
rio era muy pequeño y vivían en escaleras laterales. El extremo su- de luz a través de una puerta que
un edificio anejo. perior del arco acababa posiblemente daba al norte.
Así retrata Abd ar-Razzak su inte- a la altura de la línea del techo. La graduación de 58o hasta 81o
rior: “Las imágenes de los Nueve Sobre las placas de mármol puli- se aprecia todavía hoy en la parte
Cielos y de los Siete Círculos Ce- mentadas aparece una escala gradua- inferior del arco. Los arqueólogos
lestes estaban reproducidas mara- da de alturas. En el arco occiden- descubrieron entre los escombros
villosamente y trazadas de manera tal se distinguen unas graduaciones dos placas de mármol de un ta-
incomparable en el interior de aquel con cifras árabes a lo largo de una maño de unos 70 cm que pertenecían
edificio sobresaliente, con los gra- muesca en la superficie. Las divi- a la parte superior. Una de las pla-
dos, minutos, segundos y décimas siones mayores pertenecían a los cas contiene los grados 20 y 21; la
de segundo; también se veían las grados. Al inmenso radio del arco otra, sólo los 19. Si se trata de las
esferas giratorias con los círculos de 40,213 metros corresponde, para últimas placas, el arco de meri-
de las siete estrellas móviles, imá- un grado, un segmento de arco de diano sería un instrumento cuya gra-
genes de las estrellas fijas, el globo 701,8 milímetros. La subdivisión duación, que abarcaría de los 19 gra-
terráqueo con sus divisiones en cli- menor estaba en 0,4 milímetros y dos hasta los 80, correspondería a
correspondía a 2 segundos de arco. un arco de circunferencia de 61 gra-
Se advierte, sobre las placas, un dos. De todo ello se deduce que nos
canal de deslizamiento; en él se hallaríamos ante un sextante, no ante
El autor colocaba un visor corredizo que fun-
cionaba según el principio de la
un cuadrante, pues éste cubre un
cuarto de circunferencia.
BERNHARD DU MONT, antiguo miem- dioptra (muesca y punto de mira), La escala de 19o a 80o permite la
bro del Instituto Astronómico de Cálcu- del que se recuperaron algunos frag- medición de todos los cruces del me-
lo en Heidelberg, desde hace 25 años mentos. Como punto de mira se ridiano del Sol, la Luna y los pla-
enseña en Constanza.
© Sterne und Weltraum.
utilizaría en el “oculus”, que se en- netas. El Sol se mueve en Samarcanda
contraba en el centro del arco, un entre una altura de 26o,81 (invierno)

74 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


y 73 o,83 (verano), la Luna, entre tulos los principios matemáticos del la Luna son devorados por un dragón
una altura de 21 o ,66 y 78 o ,88. Zidj. En esta parte se utilizan al- cuando la Luna se encuentra en un
Mercurio varía entre una altura de goritmos para resolver ecuaciones nódulo. De este modo muestra la
19o,8 y 80o,8. Con todo, debido a de tercer grado. Cuando se aplica forma de predecir los eclipses.
su proximidad al Sol, quizá no pu- la trigonometría plana y la esféri- Cierran este segundo libro unas ta-
diera observarse en el meridiano. ca, sólo se calculan incorrectamen- blas con los nombres y las coorde-
El sextante facultaba para deter- te las dos últimas posiciones de 18 nadas de 300 ciudades del cuarto
minar los solsticios y, con ellos, la decimales del seno de 1o. Sobre este habitado del hemisferio oriental, así
oblicuidad de la eclíptica. También valor las tablas basan las funciones como de Córdoba.
hacía posible fijar la posición del trigonométricas. Otros capítulos se En los 13 capítulos del tercer li-
ecuador junto con la latitud ge- ocupan de la astronomía esférica, bro Ulugh Beg rinde cuentas de los
ográfica del observatorio. Con el sex- la geografía matemática y la astro- planetas y de la astronomía estelar.
tante se podían determinar también logía. Se explica cómo se llevan a Describe el movimiento aparente del
los equinoccios y la precesión del cabo las observaciones y el meca- Sol, la Luna y los planetas en una
eje de la Tierra. Con todo, el famoso nismo de su valoración. A la obli- concepción geocéntrica del univer-
catálogo de estrellas de Ulugh Beg cuidad de la eclíptica se le da un so. Esto corresponde a una versión
no se basa en observaciones hechas valor de E = 23o 30’ 17”, es decir, corregida del Almagesto, la obra más
con este instrumento. El sextante es 32” menos de su valor. La prece-
el punto culminante de una larga sión tiene un valor, según Ulugh
serie de realizaciones de la astro- Beg, de 1o cada 70 años, es decir:
nomía medieval islámica. Mientras p = 51”,43 por año. El valor actual
estuvo en servicio, Samarcanda fue para 1347 es: p = 50’,39 por año,
la capital astronómica del mundo. en torno a un segundo de arco más
Sólo 150 años más tarde consiguió pequeño.
superar Tycho Brahe la exactitud En uno de los capítulos se defi-
de las mediciones de Ulugh Beg. nen los conceptos matemáticos, as-
tronómicos y astrológicos utilizados

El Zidj de Ulugh Beg


por Ulugh Beg. En el apartado ti-
tulado “Las doce casas celestes” pro-
pone la división del círculo del

E l aforismo según el cual “las


tareas principales de los astró-
nomos son los calendarios y los
zodíaco. En el epígrafe “La cabeza
y la cola del dragón” recupera el
mito antiguo según el cual el Sol o
vaticinios” podría servir de lema
para el Zidj de Ulugh Beg (“Tablas 10. BUSTO DE TAMAÑO NATURAL
de Ulugh Beg”), su obra principal. de Ulugh Beg, reconstruido
Escrita originariamente en tadjikis- con métodos técnicos de crimina-
tano, se tradujo pronto al persa y lística por Gerasímov.
al árabe y, sólo más tarde, a las
lenguas occidentales.
A pesar de la época intermedia
de observación del catálogo de es-
trellas (mayo de 1437), Ulugh Beg
realizó modificaciones hasta poco
antes de su muerte. La última fecha
que se cita en el Zidj es el 28 de
enero de 1444, que Ulugh Beg men-
ciona como el comienzo del ciclo
chino de Shan Wan. De este modo
el Zidj sería el resultado concreto
de 30 años de observaciones.
Consta de cuatro libros y de un
prólogo. El primer libro del Zidj,
de 13 capítulos, se consagra a los
cálculos de calendario. Según éste
se computa la duración del año si-
deral en 365 días, 6 horas, 6 minu-
tos y 18 segundos, es decir, sólo 68
segundos más que el valor actual.
El libro segundo, en cuya confec- 11. ULUGH BEG EN EL CIRCULO de grandes astrónomos (de izquierda a dere-
ción al-Kashi tiene una importan- cha: Galileo, Tycho, Ulugh Beg, Timocares, Hiparco, la musa celeste Urania, el
cia esencial, contiene en sus 22 capí- príncipe Hass, Regiomontano y Copérnico). Grabado en cobre de 1687.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 75


12. MONUMENTO A ULUGH BEG en la profeta. El imam al-Bujari (810-870)
colina del observatorio. recogió en sus viajes 800.000 Ha-
dices y, tras rigurosas comprobacio-
nes, redujo a 7400 los auténticos.
descartar, sin embargo, que en los ar- Mediante su conocimiento acrítico
chivos de la Academia de Ciencias de los Hadices, los derviches ape-
del Uzbekistán dormiten manuscritos nas lograban convencer en los de-
que podrían dar fe de determinados bates mantenidos en las madrasas
acontecimientos celestes. Por botón con los profesores y estudiantes de
de muestra, tres “novas” (9.9.1430; pensamiento analítico. Por ello Ulugh
4.1.1431; 11.3.1437) que podían ser Beg estimulaba a aquellos teólogos
observadas en Samarcanda a simple que sobresalían en la filosofía y en
vista, estallaron en el período de ob- la lógica. No molestaban, aunque
servación de Ulugh Beg. él antepusiera las ciencias natura-
les como fuente de conocimiento.
El menosprecio que los teólogos
Ulugh Beg de mente abierta y otros científicos

y el Islam ortodoxo
manifestaban hacia los derviches
incultos resultó insoportable para
importante del antiguo astrónomo éstos. Cuando Ulugh Beg obligó al
griego Ptolomeo. Se puede encon-
trar, incorporado dentro de una teo-
ría sobre el movimiento de los pla-
E l fin de la astronomía en Sa-
marcanda se debe, en última ins-
tancia, a las dificultades que tuvo
shaij Jwaya Muhammad Parsa, su-
perior de los derviches Nakshwan-
di en Bujara, a rendir cuentas, ante
netas, el método para calcular “la Ulugh Beg con fundamentalistas islá- los “especialistas del Libro de Dios”
distancia desde el Sol y desde la micos. A diferencia de Timur y de de la madrasa de Samarcanda, del
Luna al centro de la Tierra”. Shah Ruj, creyentes cumplidores de isnad de diferentes Hadices que los
El valor del Zidj de Ulugh Beg todos los preceptos religiosos, Ulugh fundamentalistas invocaban con mar-
reside, sobre todo, en el catálogo de Beg permitió el relajamiento de las tilleante frecuencia, el abismo en-
estrellas, que contiene el resultado costumbres. Algunas miniaturas del tre los derviches y Ulugh Beg con
de 30 años de observaciones y se Libro de los reyes muestran a Ulugh sus teólogos se hizo insalvable.
basa en un compendio de fórmulas Beg y a miembros de su familia ro- El clero establecido temía además
de gran exactitud. En el apartado deados de su corte. Sobre un fondo por sus prebendas. El soberano pre-
“Determinación del emplazamiento de ricas alfombras y tapices, les sir- fería sabios en los puestos admi-
de las estrellas fijas en longitud y ven muchachas de cadera cimbreante nistrativos. Durante el reinado de
latitud” Ulugh Beg explica la entrada al son de la música, mientras “her- Timur les habían ido bien las co-
de datos para este catálogo. mosos efebos” ofrecen refrescos. Con sas. Este había colocado a los se-
En el libro cuarto se aborda la motivo de la circuncisión de su hijo guidores del profeta en los puestos
astrología matemática, que debe pro- Abd al-Aziz, Ulugh Beg manda que de juez y de inspectores de los mer-
porcionar la base para las predic- se sirva vino al pueblo. Parece ser cados que controlaban el comercio.
ciones. Con todo, Ulugh Beg no que el jefe de la policía dijo a su También había puesto en manos de
acompaña ningún tipo de instruc- soberano: “Has destruido la fe de los mullahs la administración de la
ciones para interpretar un horóscopo Mahoma introduciendo las costum- vida pública; a cambio, se asegu-
que ha sido levantado. Sí se pue- bres de los infieles”. raba su apoyo durante las crisis polí-
den encontrar ciertas afirmaciones Sin embargo, lo que más contra- ticas. El respaldo del pueblo, que
sorprendentes; por ejemplo, por rió a los clérigos sufíes, integrados no se dejaba dirigir por académi-
término medio un embarazo, desde en la orden derviche de Nakshbandi, cos, le faltó pronto a Ulugh Beg.
la concepción hasta el parto, dura fue la filosofía extranjera y las ma- Cuando se propagó la declaración
273 días, 5 horas y 10 minutos, es temáticas, así como el estudio de de Ulugh Beg —“la religión se des-
decir, exactamente 10 órbitas luna- las ciencias naturales en las ma- vanece como la niebla, los impe-
res. También se calcula la edad del drasas. Los derviches considera- rios pasan y sólo permanecen eter-
mundo: desde el comienzo del uni- ban que todo lo que un musulmán namente las obras de los sabios”—,
verso hasta la era de Noé han trans- tenía que saber ya era conocido y muchos mullahs, aterrorizados, con-
currido 180.000 años solares, y 4180 había sido descrito en el Corán y sideraron inevitable la muerte de
años solares desde el primer año del en los Hadices (Tradiciones). Si se Ulugh Beg.
diluvio universal hasta la entroni- pretendía sobrepasar eso, se usur-

La muerte de Ulugh Beg


zación de Malikshah (1072). Si am- parían los secretos de Alá.
bas cifras se suman a la era malikí Un Hadiz es un dicho atribuido
se obtiene la edad del mundo. al profeta Mahoma. Consta de dos
De la producción de Ulugh Beg
nos ha llegado también su Tratado
matemático. La única copia que existe
partes, el propio dicho y el isnad,
esto es, la cadena de transmisores
que de manera fiable y sin interrup-
C uando el 12 de marzo de 1447
murió Shah Ruj en el oeste de
Persia, Gauher Shad colocó a Abd
se conserva en Aligarh. No hay que ciones debe remontarse hasta el al-Latif, hijo de Ulugh Beg, al frente

76 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


del ejército. Como único hijo vivo científicos huyeron. El último di- truía cinco observatorios siguiendo
de Shah Ruj y único nieto de Timur, rector del observatorio, al-Kushdji, las pautas de Ulugh Beg, con ins-
Ulugh Beg exigió el mando del im- salvó una copia del Zidj en su huida, trumentos gigantescos y midió de
perio mongol, pero no encontró a través de Jurasán, hacia la iraní nuevo en el Zidj-i Muhammad Shahi
apoyo. En las luchas sucesorias se Kirman; allí residió hasta 1465. las estrellas del “príncipe mártir”
alió Abd al-Latif con Hodsha Ubai- Después vivió ocho años en Tabris. 300 años más tarde. Ahora, un crá-
dullah Akrar, jefe de la orden de En 1473 se estableció definitiva- ter de la Luna de 54 km de diá-
Nakshband. mente en Estambul, donde agrupó metro honra el nombre de Ulugh
El pulso lo ganó Abd al-Latif con- a varios eruditos en una madrasa Beg.
tra su padre. Ulugh Beg y su hijo junto a Santa Sofía y organizó la
Abd al-Aziz se rindieron al vence- investigación matemática y as-
dor. Aquél pidió gracia y prometió tronómica. En Estambul se tradujo La decadencia
de la astronomía
que únicamente se dedicaría a la el Zidj del persa al árabe; en las
ciencia. Abd al-Latif se lo conce- postrimerías del siglo XV, trabaja-
dió y lo mandó de peregrinación a
La Meca. Pero, a la vez y a escon-
ban con esa obra los astrónomos de
todo el mundo islámico.
en Samarcanda
didas de Ulugh Beg, convocó un jui- Cuando el Zidj llega a Occidente
cio según la sharia. Los dignata-
rios religiosos elaboraron un decreto
(fatwa), según el cual los imanes
ya había sido superado por las me-
diciones, más precisas, de Tycho y
por las teorías de Kepler. En el año
P uesto que Abd al-Latif se inte-
resaba también por la astro-
nomía, el observatorio pudo man-
nombrados por Ulugh Beg en Sa- 1648 John Greaves, profesor de la tener su actividad por lo menos
marcanda debían devolver sus cre- Universidad de Oxford, publicó una durante un año. Una escuela as-
denciales. Además, reconocieron a traducción latina: “Quibus accesse- tronómica subsistió también un
un comerciante llamado Abbas, cuyo runt, Insigniorum aliquot Stellarum tiempo: Moin ud-Din, que completó
padre había sido ajusticiado por Longitudines, et Latitudines, Ex el catálogo de estrellas, tuvo como
Ulugh Beg, el derecho a la venganza Astronomicis Obsevationibus Uligi continuador a un hijo suyo llamado
de sangre. Beigi, Tamerlani Magni Nepotis”. Mansur Kashi, astrónomo que en-
Ya durante el primer día de la El catálogo de estrellas no fue im- señó al famoso Abdul-Ali ibn Mu-
peregrinación, el 27 de octubre de preso hasta 1655 por Thomas Hyde. hammad Birjandi.
1449, Ulugh Beg, acompañado de Edmond Halley comparó posible- Se ignora cuándo fue saqueada
una pequeña escolta, fue desviado mente las posiciones de algunas es- la biblioteca. Hacia el año 1500 el
mediante engaño hacia la aldea de trellas de este catálogo de entre las edificio del observatorio se había
Begum, 15 kilómetros al sur de 341 estrellas del cielo austral con convertido en cantera de mármol
Samarcanda, donde le esperaban las coordenadas del Zidj, sin en- para nuevas construcciones. Para
Abbas y los suyos. El vengador lo contrar grandes variaciones. Johan- borrar cualquier recuerdo de su fun-
decapitó de un solo golpe de espada. nes Hevelius ya utilizó en su Pro- ción primigenia, los derviches decla-
La cabeza de Ulugh Beg fue ex- dromos Astronomiae (1690) los datos raron la colina sepulcro de “40 vír-
puesta sobre el iwan de su madrasa de Ulugh Beg. En el tomo tercero, genes”, construyeron un mausoleo
en Samarcanda. póstumo, de su Historia Coelestis y crearon un lucrativo lugar de pe-
Pocos días después Abd al-Latif Britannicae (1725) comparó John regrinación.
hizo asesinar a su propio hermano Flamsteed el catálogo de Ulugh Beg A media altura de la colina se le-
menor Abd al-Aziz. Tampoco él se con otros catálogos y lo comentó. vanta hoy una estatua monumental
libró de muerte violenta, al año si- En el museo del observatorio se de Ulugh Beg, esculpida por artis-
guiente. Uno de los conjurados, Abd muestra un grabado occidental del tas uzbecos en 1964 (véase la fi-
Allah, hizo trasladar el cadáver de año 1687 con Ulugh Beg en un gura 12). El gran astrónomo apoya
Ulugh Beg al mausoleo de Timur, círculo de los astrónomos más des- la mandíbula sobre una mano. Parece
Gur-i Mir, donde también reposa- tacados. meditar sobre el modelo coperni-
ban los restos de Shah Ruj y de otros Todavía en el siglo XVIII, el ma- cano, representado a sus pies, que
miembros de la familia. Las tum- harajá Jai Singh II de Jaipur cons- nunca fue el suyo.
bas fueron excavadas por el an-
tropólogo Mijail Gerasímov en 1941.
Bibliografía complementaria
La divulgación ULUGH BEG UND SEINE ZEIT. W. Cathold. Leipzig 1935.
ULUGH BEG’S FORGOTTEN OBSERVATORY. E. W. Piini, en Sky & Telescope, págs.
de las tablas 542-544; junio, 1986.

de Ulugh Beg
ULUGH BEG AND HIS OBSERVATORY IN SAMARKAND. H. Hobden, en Astronomy
Now, págs. 32-36; agosto, 1988.
RECONSTITUTION DE L’OBSERVATOIRE DE SAMARKAND. J. F. Oudet, en Publica-
tions de l’Observatoire Astronomique de Strasbourg, págs. 201-217; noviembre,

T emerosos del fanatismo religioso


que imperaba en Samarcanda
tras la muerte de Ulugh Beg, los
1992.
AMIR TEMUR IN WORLD HISTORY. Dirigido por A. Iriskulov. Tashkent, 1996.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 77


Las tablas
de Ulugh Beg
El núcleo del Zidj de Ulugh Beg (“Tablas de Ulugh Beg”) es un catálogo con
1018 estrellas, sus brillos y posiciones. ¿Qué lugar ocupa ese elenco,
comparado con los grandes catálogos de Ptolomeo y de Tycho Brahe?

Heiner Schwan

Polo
celeste
Polo
de la
eclíptica


ca
ípti
Ecl
ste
or cele
 Ecuad
a obra de Ulugh Beg, so- posición describe, en un intervalo

L
berano de Samarcanda de 26.000 años, un círculo alrededor
E s fe
(1394-1449), se alinea del eje del plano de la órbita terres- r a c ele ste
junto a una serie de ob- tre, es decir, de la eclíptica. La Tierra
servaciones astronómicas se comporta aquí como un compás; 1. POSICION DEL PLANO de la órbita
importantes que se re- debido a su situación inclinada, terrestre (eclíptica) y del ecuador celes-
montan a los astrónomos griegos además de su propia rotación rá- te. Los puntos de intersección corres-
Timocares (ca. 280 a.C.) y, sobre pida, describe un movimiento rota- ponden al equinoccio de primavera (de-
todo, Hiparco de Nicea (ca. 190- torio lento de la posición de su eje lante) y el de otoño (detrás).
120 a.C.). Este último fue también (precesión).
quien comprobó, a través del cote- En razón de este movimiento, el
jo de las propias observaciones de punto equinoccial de primavera, es Cír
cu
la estrella Spica de la constelación decir, la intersección del ecuador Polo lo
de
de la las
de Virgo con las de Timocares, 140 celeste con el plano de la órbita eclíptica lo
ng
años más antiguas, que la longitud terrestre a lo largo de la eclíptica,  i
tu
de

eclíptica de esta estrella había aumen- se desplaza; realiza en unos 26.000


s

tado unos 2 grados. Aunque Hiparco años aproximadamente un recorri-


La lípti
ec
titu ca

consideraba las observaciones an- do completo. El meridiano que pasa


d

teriores menos exactas, llegó a la por el punto equinoccial de prima- d


conclusión de que en esa diferen- vera recibió el apelativo de “meri- gitu
Lonlíptica
ec
cia se encerraba un desplazamiento diano cero” dentro del sistema de
del punto del equinoccio de prima- coordenadas de la eclíptica. Después 
vera sobre la eclíptica (véase la fi- de observar un incremento de las lon-
gura 2). Esto tiene que ver con el gitudes eclípticas de Spica de unos
hecho de que la posición del eje de 2 grados a lo largo de 140 años,
la Tierra en comparación con el es- Hiparco dedujo una velocidad de 2. SISTEMA DE COORDENADAS
pacio circundante no es fija. Dicha precesión de 51,4 segundos de arco eclípticas con la longitud y la latitud.

78 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


3. TRES PAGINAS del Zidj de Ulugh Beg.

al año. Este es un dato de una pre- dido entre una estrella y la Luna se denadas mantuvieron su vigencia
cisión sorprendente, si lo compara- deduce el que existe entre una es- hasta la época de Tycho Brahe
mos con los datos modernos (el va- trella y el Sol. Inferencia de la que (1546-1601). Aquí hemos utilizado
lor IAU para el año 140 a.C. da un sacaron partido Timocares e Hiparco el catálogo ptolemaico en la versión
valor de 49,8 segundos de arco al en sus observaciones de Spica. La de C. H. F. Peters y E. B. Knobel.
año). Como punto de intersección circunstancia de que las observa- Ptolomeo dividió las estrellas en
entre el ecuador celeste y la eclíp- ciones fueron realizadas durante seis clases, en razón de su magni-
tica, el equinoccio de primavera se eclipses nos permite fijar hoy la fe- tud, con subdivisiones de un ter-
localiza observando el Sol en el cha exacta de los acontecimientos. cio. Las estrellas más brillantes se
firmamento. integran en la clase de magnitud 1;

Ptolomeo
las más débiles, en la clase 6. Nues-
tro sistema actual de clasificación
Así se veía del brillo se rige por este baremo.

el firmamento L os resultados y conocimientos En el firmamento, las estrellas se


de Hiparco se transmitieron a agrupan, además, en 48 constela-
la obra, grande y sistemática, de ciones. Nuestras constelaciones

C on ello se presenta el problema,


por lo menos en aquel tiempo
(el telescopio aún no se había in-
Claudio Ptolomeo (ca. 90-160 d.C.),
que, vehiculada por los árabes, re-
cibió el nombre de Almagesto. En
continúan fundándose en esa dis-
tribución.

Tycho Brahe
ventado), de cómo comparar las es- el Almagesto compiló Ptolomeo los
trellas, sólo observables de noche, conocimientos de la astronomía an-
con las observaciones diurnas del tigua, expuso otros muchos propios
Sol, y con ello deducir las longitu-
des eclípticas de las estrellas. Ello
es posible si se toma la Luna como
e ideas importantes derivadas de la
concepción geocéntrica del mundo.
Al difundirse la obra de Ptolomeo,
T ycho Brahe fue el primer astró-
nomo del Renacimiento que
cuestionó las observaciones de
lazo de unión. lo escrito con anterioridad se dio Ptolomeo. Sospechaba que se basa-
De día, se observa la Luna con por superado y superfluo. Por ello ban en mediciones de Hiparco re-
relación al Sol, y de noche, las es- no nos han llegado ni originales ni calculadas para otra época; la obje-
trellas con relación a la Luna. Es- copias de Hiparco. Ignoramos cómo ción parece afectar a un gran número
pecialmente útil resulta el momento realizaba sus observaciones. de estrellas clasificadas, aunque no
de un eclipse total de Luna, ya que El Almagesto contiene también por ello disminuye el mérito de
entonces el ángulo de separación un catálogo estelar en el que Pto- Ptolomeo, ya que se debe tomar el
entre el Sol y la Luna es exactamen- lomeo aporta las coordenadas eclíp- catálogo en relación con la gran idea
te de 180 grados. Del ángulo me- ticas de 1028 estrellas. Estas coor- de este científico de elaborar una

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 79


100' 100' su esfera armilar. Utilizada desde
a b la antigüedad, la esfera armilar fun-
ciona con dos círculos, perpendicu-
50' 50' lares entre sí, y unas mirillas dis-
puestas en ellos. Uno de los círculos,
∆l cos b (H–U)

fijo, está orientado hacia el plano

∆ b (H–U)
0' 0' del ecuador celeste o de la eclíp-
tica. El otro, perpendicular, gira en
torno a su eje vertical. Mediante el
–50' –50' enfoque del cuerpo celeste y la lec-
tura de los dos círculos se podía me-
dir unos ángulos en dos planos, para
–100' o –100' o así obtener las coordenadas de las
0 100o 200o 300o 0 100o 200o 300o estrellas.
100' 100' Ulugh Beg fue el último repre-
c d
sentante sobresaliente de la astro-
nomía islámica. Recogió sus ob-
50' 50' servaciones en el Zidj Ulugh Beg
∆l cos b (H–P)

(“Tablas de Ulugh Beg”). Pero las


∆ b (H–P)

observaciones comenzaron ya en
0' 0' 1420 con Salah ad-Din Musa, maes-
tro del soberano, y Ghiyas ad-Din
Yamshid. Tras la muerte de ambos
–50' –50' astrónomos concluyó Mu’in ad-Din
el programa de observaciones en
1437. No está muy claro si Ulugh
–100' o –100' o Beg publicó su obra originariamen-
0 100o 200o 300o 0 100o 200o 300o
100' 100'
te en turco, persa o árabe. Algunos
e f indicios apuntan a una versión ori-
ginal en persa. Hacia finales del
50' 50'
siglo XV existía una edición árabe,
difundida por todo el orbe islá-
∆l cos b (H–T)

mico.
∆ b (H–T)

0' 0'
Una introducción subdividida en
cuatro partes precede al conjunto de
tablas de Ulugh Beg. A su vez,
–50'
cada parte consta de una serie de
–50'
capítulos dedicados a diversas cues-
tiones astronómicas y métodos. La
determinación de las posiciones es-
–100' –100'
0o 100o 200o 300o 0o 100o 200o 300o telares se entroniza en el capítulo
Longitud eclíptica l Longitud eclíptica l 13 de la tercera parte: “La fijación
de las posiciones de las estrellas fi-
4. CATALOGOS DE ESTRELLAS de Ulugh Beg (U), Ptolomeo (P) y Tycho Brahe jas en longitud y latitud”.
(T) comparados con el catálogo Hipparcos (H). Las diferencias ∆l cos b en las En total, el catálogo contiene 1018
longitudes eclípticas y ∆ b en las latitudes eclípticas se aplican en función de estrellas, que, salvo contadas ex-
las longitudes eclípticas. cepciones, concuerdan con las de
Ptolomeo. De ellas, según el pro-
pio Ulugh Beg, no pudo observar
teoría global sobre el movimiento
de los cuerpos celestes. Debemos a
Ulugh Beg 27, ya que estaban situadas dema-
siado al sur de Samarcanda. Junto
G. Grasshoff una exposición deta- a éstas hay una serie de pares de
llada de la historia del catálogo de
Ptolomeo. Un catálogo que dio sus
frutos, incluso en el Renacimiento,
E n la docena de siglos que trans-
currieron entre Ptolomeo y
Ulugh Beg se midieron sólo algu-
estrellas que nos llevan a compa-
rarlas con las posiciones de Ptolomeo
(porque las coordenadas coinciden
a conocimientos astronómicos. Y más nas posiciones estelares. Merecen o las diferencias de las longitudes
tarde, Edmund Halley, a comienzos mencionarse las tablas de Ibn Yunus de ambas estrellas son iguales a las
del siglo XVIII, midió, en Greenwich, y la uranometría de Abd al-Rahman correspondientes de Ptolomeo); no
los movimientos propios de Sirius, al-Sufi. fueron observadas por Ulugh Beg,
Arcturus y Aldebarán y comparó sus Ulugh Beg no realizó las obser- sino introducidas por Ptolomeo y
propias observaciones con las del vaciones de su catálogo de estre- difundidas sólo en el año 1437. Del
Almagesto. llas con el sextante Fahrí, sino con catálogo, pues, se reducen a 700 las

80 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


estrellas que pueden considerarse el conjunto de errores sistemáticos
Ptolomeo Ulugh Beg Tycho
observaciones originales de Ulugh en forma de expresión analítica como
Beg. Longitud 23,2 18,6 2,5 función de la longitud y latitud eclíp-
eclíptica
ticas. Para ello, se eliminaron las
Latitud 20,6 16,6 2,4 estrellas con diferencias demasiado
Comparación con el
eclíptica
notorias; un suceso fuera de lo

catálogo HIPPARCOS 5. ERRORES CASUALES (en minutos de común podría falsear la medición
arco) de la longitud y la latitud eclíp- en posteriores investigaciones.
ticas en Ptolomeo, Ulugh Beg y Tycho. En la figura 4a se ofrecen los re-

E l “impasse” sufrido por las cien-


cias experimentales a lo largo
de casi un milenio y medio se re- especialmente en Ptolomeo y Ulugh
sultados del análisis para la longi-
tud eclíptica del catálogo de Ulugh
Beg. Cada punto representa una es-
fleja también en el desarrollo de Beg, en áreas celestes densamente trella, colocada en el lugar de su
la exactitud de las mediciones de ocupadas por estrellas. Tuvimos que longitud eclíptica calculada (eje de
las posiciones estelares. Desde Pto- remontarnos a informaciones des- abscisas). El eje de ordenadas re-
lomeo, apenas se realizaron pro- criptivas acerca de algunas posi- presenta la diferencia ∆l cos b en
gresos en la exactitud de las ob- ciones de estrellas en los antiguos minutos de arco entre la longitud
servaciones. Sólo las mediciones catálogos; por ejemplo, que “la es- eclíptica l de la estrella, tal como
de Tycho en el siglo XVI conduje- trella número 68 es la más septen- se calculó por un lado según los
ron a la confección de un catálogo trional de otra con la que forma datos del catálogo HIPPARCOS para
de estrellas con posiciones mucho par y ambas siguen a la estrella 1437,5, y tal como fue calculada por
más exactas. Esta larga pausa se número 67 en dirección a Oriente”. Ulugh Beg por el otro. La curva,
pone de manifiesto con algunos grá- Tales datos, suficientes para iden- en la figura 4a, representa el error
ficos y cifras. Por eso comparare- tificar las estrellas del catálogo de sistemático en las mediciones de
mos los catálogos de Ptolomeo, Ptolomeo, facilitan la identificación Ulugh Beg en función de la longi-
Ulugh Beg y Tycho con las medi- de las correspondientes estrellas tud eclíptica. El notable desplaza-
ciones del satélite astrométrico en el registro del HIPPARCOS. En miento sistemático hacia la zona ne-
HIPPARCOS. La misión HIPPAR- conjunto se identificaron casi 1000 gativa indica que Ulugh Beg no
COS proporcionó posiciones y mo- estrellas con las correspondientes consiguió establecer con exactitud,
vimientos propios para más de estrellas del catálogo del satélite. en el firmamento, el equinoccio de
100.000 estrellas, en el período com- primavera.

Errores sistemáticos
prendido entre 1989 y 1993, de una De manera análoga se aplican en
exactitud nunca alcanzada hasta la figura 4b las diferencias en la
entonces. latitud eclíptica entre los datos del
Para las comparaciones trabaja-
mos con coordenadas eclípticas, por
tratarse de las empleadas en los catá-
C ada medición estaba inevita-
blemente expuesta a errores.
Unos procedían de fallos casuales;
HIPPARCOS y los de Ulugh Beg
en función de la longitud eclíptica.
En las figuras 4c a 4f encontramos
logos antiguos. Hubo, pues, que otros, de fallos sistemáticos. Los lo mismo, tanto para el catálogo de
transformar los datos sobre posicio- errores casuales varían de una es- Ptolomeo como para los datos de
nes del catálogo del HIPPARCOS trella a otra, sin ninguna vincula- Tycho. Es llamativo el error cla-
en coordenadas eclípticas. Se pudo ción. Los sistemáticos, al contra- moroso para el punto cero en el catá-
así comprobar el desplazamiento del rio, tienen causas desencadenantes logo de Ptolomeo (el desplazamiento
equinoccio de primavera por la pre- comunes y dependen de uno o de positivo en la figura 4c). Mayor in-
cesión, comparándolo con las me- más parámetros; por ejemplo, la si- cluso que el cometido por Ulugh
diciones antiguas. Por último, las tuación en el firmamento. En este Beg. Este determinó el equinoccio
estrellas debieron ordenarse por las caso serían falsos por sistema y de de primavera bastante mejor que
coordenadas y los brillos del catá- la misma forma todos los resulta- Ptolomeo.
logo HIPPARCOS. Esto conlleva dos de las mediciones en áreas con- De la comparación con el regis-
dificultades considerables, deriva- cretas del cielo. La magnitud y la tro del satélite resultan evidentes los
das de la enorme inseguridad de las dirección de los errores cambian minúsculos errores del catálogo de
posiciones y de los brillos antiguos, de un área a otra. El origen de los Tycho, se trate de los sistemáticos
fallos sistemáticos podría ser quizás o de los casuales. Todas las figuras
una colocación equivocada o un se representan a la misma escala y
El autor calibrado erróneo del instrumento
medidor con el que se realizó la
en el mismo marco. El catálogo de
Ulugh Beg se mantiene en la tra-
HEINER SCHWAN trabaja en el cam- observación. dición de la astronomía antigua,
po de la astrometría en el Instituto Para distinguir entre los fallos sis- mientras que el catálogo de Tycho
de Cálculo Astronómico de Heidel- temáticos y los casuales se utilizan pertenece ya a una nueva era, sin
berg. Ha sido responsable de la pues- procedimientos estadísticos. Nosotros cuya exactitud no se habrían po-
ta a punto del Quinto Catálogo Fun-
damental.
aplicamos un método desarrollado dido descubrir las leyes de Kepler
© Sterne und Weltraum. en el Instituto de Cálculo Astro- del movimiento de los planetas. La
nómico de Heidelberg. Se expuso gran exactitud de las mediciones

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 81


de Tycho se basaba en la calidad de la línea trazada. Los valores ca-
de sus instrumentos. Notable talento racterísticos de estas desviaciones
observador, Tycho se esforzaba por están agrupados en la tabla.
reconocer el origen de los errores En todos los catálogos, la exac-
y reducir su repercusión. titud de medición de la latitud eclíp-
Si atendemos a los desplaza- tica es un poco mejor que la de la
mientos globales del error del punto longitud, tal como ya se indicó a
cero en las figuras 4a y 4c, apre- propósito de los errores sistemáti-
ciaremos que las variaciones res- cos. Ulugh Beg vuelve a mostrarse
tantes en la longitud eclíptica de algo más exacto que Ptolomeo en
ambos catálogos son aproximada- ambas coordenadas. Esta ligera di-
mente iguales (entre unos –32 y +10 ferencia demuestra que el catálogo
minutos de arco en Ulugh Beg y de Ulugh Beg se basaba en medi-
+12 y +55 minutos de arco en Pto- ciones nuevas, independientes de las
lomeo). En el caso de la latitud eclíp- ptolemaicas. La exactitud del catá-
tica (figuras 4b y 4d) de Ulugh logo de Tycho es, sin la menor duda,
Beg, en cambio, se advierte mayor mucho mayor.
precisión (variaciones entre +2 y

Conclusión
+12 minutos de arco solamente en
Ulugh Beg y –20 y +20 en Ptolo-
meo). Los errores, mucho más pe-
queños en el catálogo de Tycho
(figuras 4e y 4f), resultan casi irre-
conocibles en esta escala.
E l catálogo de Ulugh Beg sigue
enraizado en la tradición de
la astronomía antigua. Cierto es que
supera un tanto la exactitud del catá-

Errores casuales
logo de Ptolomeo; sobre todo, en
la determinación del equinoccio de
primavera y en los errores sis-

O btenemos los errores casuales


si extraemos de los errores ge-
nerales los que están representados
temáticos de la longitud de la eclíp-
tica. Mas una mejora irrelevante,
si tomamos en cuenta el tiempo
en el diagrama de la fracción sis- transcurrido entre uno y otro. El
temática. Los errores casuales corres- catálogo de Tycho Brahe, mucho
ponden a las desviaciones de las mejor, marca un avance impor-
diferencias totales (es decir, los pun- tantísimo en la exactitud de cálculo
tos aislados de las figuras 4a-4f) astronómico.

Bibliografía complementaria
CONSIDERATIONS ON THE CHANGE OF THE LATITUDES OF SOME PRINCIPAL FI-
XED S TARS . E. Halley, en Philosophical Transactions, vol. 30, págs. 736-738;
1718.
THE CATALOGUES OF PTOLEMY, ULUGH BEIGH, TYCHO BRAHE, HALLEY, HEVE-
LIUS . F. Baily, en Memoirs of the Royal Astronomic Society, vol. XIII, págs.
29 y 127; 1843.
PTOLEMY’S CATALOGUE OF STARS: A REVISION OF THE ALMAGEST. C. H. F. Pe-
ters y E. B. Knobel. The Carnegie Institution of Washington, 1915.
ULUGH BEG’S CATALOGUE OF STARS. E. B. Knobel. The Carnegie Institution of
Washington; 1917.
VOM SCHATTENSTAB ZUM RIESENSPIEGEL. D. B. Hermann. Verlag Neues Leben
Berlin. Speziell, págs. 18-19; 1978.
HIPPARCOS — DER 100.000 STERNE-SATELLIT. U. Bastian, en Sterne und Wel-
traum, n.o 10, pág. 524; 1986.
THE HISTORY OF PTOLEMY’S STAR CATALOGUE. G. Grasshof. Springer Verlag,
1990.
HIPPARCOS: DIE WISSENSCHAFTLICHE ERNTE BEGINNT. U. Bastian, en Sterne
und Weltraum, n.o 11, pág. 938; 1997.
DIE ARMILLARSPHÄRE ALS ZIMMERPLANETARIUM. J. Biefang, en Sterne und Welt-
raum, n.o 1, pág. 40; 1999.
TYCHO BRAHE, WEGBEREITER DER HIMMELSMECHANIK. V. Witt, en Sterne und
Weltraum, n.o 11, pág. 994; 2001.

82 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


C URIOSIDADES DE LA FÍSICA Wolfgang Bürger

Manzanas que se atraen y cortinas de baño molestas


Para su cumpleaños, nuestro homenajeado invitó a oscile un papel ligero. Vale un simple carrete, en vez
una tropa entera de amigos del colegio. En una ven- de una cerbatana de verdad. Esta manera de generar
tana colgamos de unos largos hilos dos bonitas y co- sonido se asemeja a la de los instrumentos de viento
loradas manzanas, juntas una cerca de la otra, pero de madera, como el oboe y el clarinete, aunque éstos
suficientemente separadas para que se pudiera ver la suenan mejor, y al arte de silbar con un tallo de hierba
luz diurna entre ellas. “¿Quién de vosotros”, pregun- (véase el recuadro).
tamos en el corro, “se atreve a separar las manzanas
soplando?” Cada uno quería ser el primero en lograr La cortina de baño: Las duchas rara vez son lo bas-
esta muestra de habilidad. Pero tantas veces como lo tante grandes para los adultos. En mi próximo baño
probara uno u otro, no sucedía lo que los niños habían instalaré, si no una cabina con paredes fijas, al me-
esperado, sino justo lo contrario: como magnetizadas, nos un plato de ducha de, como poco, 100 × 100 centí-
se atraían y chocaban en el chorro de aire. Entre los metros (en vez de los típicos 80 × 80). Esto sólo son
niños la perplejidad no duró mucho, pero los adultos veinte centímetros más en ambas direcciones espa-
(como ya sabía “El Principito” de Antoine de Saint- ciales, pero ¡aportan un 56 por ciento más de área!
Exupéry) necesitan explicaciones... La estrechez en la ducha sería soportable si la tuviera
En el chorro de aire que los niños impulsaban a través para mí solo. Pero apenas abro el agua caliente, viene
de la separación con la fuerza de sus pulmones dis- a mi encuentro la cortina de baño. En vez del agua
minuye la presión del aire. La mayor presión del aire caliente, que acaricia el cuerpo, se pega un frío PVC
en reposo en las caras exteriores de la manzana las a los brazos y piernas. ¿A qué se debe? No cuesta
mueve entonces una hacia la otra. Dentro de la co- plantear hipótesis, pero por el momento sólo está
rriente la presión del aire cae en la misma medida en claro lo que vemos: cuando corre el agua, impera en
que aumenta su energía cinética (por unidad de volu- el interior de la ducha una presión menor que fuera
men): una variación del principio de conservación de de la misma. Como la superficie de la cortina es muy
la energía, que en hidrodinámica se denomina “ecua- grande, basta, si no es muy pesada, una pequeña di-
ción de Bernoulli”. Sólo en una “capa límite” muy del- ferencia de presión para que se genere una fuerza
gada, sobre la superficie de las manzanas, desem- que la empuje hacia dentro.
peña la fricción interna del aire una función digna de En una universidad politécnica hay especialistas de
mención. todo lo que tenga que ver con la técnica, sea para la
casa o para la industria. A fin de saber algo con ma-
Un mal instrumento de viento: En el mismo momento yor precisión telefoneé a un colega experto en proce-
en que ambas manzanas se tocan, se interrumpe casi sos térmicos. Debía de ser competente para respon-
del todo la corriente de aire a través de la separación.
En el siguiente instante sí que las separará el soplo.
Pero volverán a tocarse, en una oscilación como la de
un péndulo; eso sí, perderán demasiada energía en el
choque como para que sigan oscilando sin parar. En
cambio, se puede inducir una oscilación continua en
una tarjeta postal menos pesada por medio de una
cerbatana (de, por ejemplo, 25 cm de longitud y 8 mm
de diámetro interior) con un disco dispersor plano (de
12 cm de diámetro) en su extremo final. La oscilación
no será visible, pero sí audible. Si se mantiene la cer-
batana a un par de milímetros sobre la postal y se so-
pla fuertemente por la boquilla del tubo, el chorro de
aire producido en el centro intenta en efecto alejar la
postal del disco final, pero, hacia fuera del centro, la
aspira la presión negativa de la corriente radial en la
separación. Si la succión predomina sobre la presión,
la postal se elevará hasta que tapone la abertura e in-
terrumpa la corriente de aire; luego vuelve a caer. Si
el soplador mantiene lo suficiente el resuello, la postal
GABRIELA EINENKEL

no se alejará mucho y volverá a ser succionada. Esto


sucede unos cientos de veces por segundo, a juzgar
por el tono del horroroso ruido que despide el aire en- 1. Cuando las manzanas no se separan soplando,
tre el disco y la postal. También se puede hacer que se necesita un soplido mayor, ¿o no?

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 83


der mi pregunta: se ocupaba de lavavajillas, secado- que la ducha sea fría o caliente: el aire no sólo se vuelve
ras, máquinas de café y, al menos eso esperaba yo, más ligero al calentarse, sino también al humedecerse.
duchas. “El problema con la ducha lo conozco”, me En un aire más húmedo el vapor de agua, gas invisi-
contestó desde el otro lado de la línea, “pero todavía ble que no debe confundirse con la niebla compuesta
no he reflexionado sobre ello. Yo siempre pego la cor- de pequeñas gotitas de agua líquida en suspensión, em-
tina con un poco de agua al plato de la ducha”. puja una parte del aire seco. Mientras que un mol de
En la conversación siguiente, si bien no resolvimos éste, en lo esencial una mezcla de un ochenta por ciento
el problema cuantitativamente, sí que aclaramos de un de nitrógeno N2 y un veinte por ciento de oxígeno O2,
modo general por qué no supone una gran diferencia pesa unos 29 gramos, un mol de vapor de agua H2O

La corriente genera una presión negativa


La cerbatana: La corriente vertical de la cerbatana es de agua, la densidad del aire en el interior es menor
desviada por la tarjeta postal, en el espacio intermedio que en el exterior: ρi < ρ0. Dentro y fuera, la presión del
entre ésta y el disco dispersor, hacia una dirección ra- aire es una función lineal de la altura h, pues los re-
dial. Consideramos una corriente estacionaria: a través cintos de las duchas son muy pequeños en compara-
de cada sección transversal del tubo fluyen por se- ción con la altura de la atmósfera. En el exterior la pre-
gundo tantos litros como los que el soplador aplica en sión es hidrostática: pe(h ) = p0 – ρ0gh. En el interior del
el extremo superior del tubo. espacio de la ducha, suponiendo una corriente sin fric-
Q La misma corriente volumé- ción, la presión cumple la ecuación de Bernoulli:
trica Q atravesará cada es- pi(h ) = p0 – ρigh – ρiv 2/2. Al entrar corriente por abajo
a trecha faja circular de radio r (h = 0), si se acelera hasta alcanzar la velocidad v, la
encajada entre la postal y el presión del gas devendrá menor en la misma medida
disco dispersor. De la cons- en que aumentará su energía cinética por volumen.
tancia de Q se puede deducir Para la corriente que sale por arriba, la presión interna
la velocidad del aire en los y externa son iguales (pe = pi para h = H: “condición de
R diferentes puntos del sistema, salida de la corriente”). A partir de esto se calcula la
ya que con estas bajas velo- velocidad de la corriente v = √2gH(ρ0 /ρi – 1) y la diferen-
h cidades un gas compresible cia de presión pe(h ) – pi(h ) = (ρ0 – ρi)g (H – h) para cada
como el aire mantiene su den- altura h. De ρi < ρ0 se obtiene pi < pe; si el gas tiene en
sidad ρ. la ducha menor densidad, también tendrá menor pre-
En el tubo de radio a, la velocidad del aire vale, pro- sión, lo que hará posible que la mayor presión externa
mediada sobre la sección transversal del tubo, va = Q/(πa 2). empuje hacia adentro la cortina del baño.
Así el aire transporta una corriente FE = ρvaQ = ρQ 2/(πa 2).
Esta es la fuerza de empuje con la que intenta llevar
la postal hacia el suelo, y al mismo tiempo la reacción
con la que la postal desvía horizontalmente la corriente
de aire.
En el vano, a un radio r del centro, la corriente radial
tiene, promediada a lo largo de la altura h de separa- p i (H ) =p e (H ) v
H
ción, la velocidad v (r ) = Q/(2πrh) (la corriente volumé-
trica a través de la superficie, muy baja, de la capa cilín-
drica). Esta origina la presión negativa p(r ) = –ρv 2(r )/2 =
= –ρQ 2/(8π2r 2h 2). (La fórmula no es exacta; en el borde
R del disco dispersor la presión negativa será cero.)
Esta presión, integrada sobre la superficie del disco desde ρe, Te ρ i, T i
r = a hasta r = R, dará lugar a la fuerza succionadora
–ρQ 2 R
FS = ln .
4πh 2 a
La fuerza total del aire sobre la tarjeta postal es
p e (h) p i (h ) h
2
F = FE + FS =
ρQ 2
4πh 2 (( 2h
a
) – ln
R
a ) .
THOMAS BRAUN/SPEKTRUM DER WISSENSCHAFT

Para valores negativos de F la postal será absorbida. ρe, Te ρ i ,T i


Para mi cerbatana preferida (a = 4 mm, R = 6 cm), con
una densidad del aire ρ = 1,29 kg/m3, una separación
h = 0,2 mm y una corriente volumétrica Q = 0,2 litros v
por segundo se calcula una fuerza de F = –0,27 new-
ton o 26 pondios, que puede poner en movimiento fá- p 0, ρ e,T e p i (0)
cilmente una postal de 4 pondios de peso. 0
La ducha: La temperatura Ti en el interior de la cabina
de la ducha es más alta que la temperatura Te en el
exterior. Por ello, y por su mayor contenido de vapor

84 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


2. Un tubo de cobre de la sección
de sanitarios de una tienda de ma-
teriales de construcción, cromado,
con el borde doblado, de 10 mm
de ancho y 300 mm de largo, un
CD pegado a él... y ya está
soplando el aprendiz de brujo una
grandísima “tarjeta postal” hacia las
alturas

se queda en 18. Bajo las mismas


condiciones meteorológicas sólo tiene
un 62 % de la densidad del aire seco.
El aire caliente y húmedo del interior
de la ducha es por ello más ligero
que el aire seco del entorno.
Pero, ¿de dónde viene la baja
presión del interior, que aporta al
aire exterior la fuerza para empu-
jar la cortina de baño hacia den-
tro? El espacio de la ducha se pa-
rece a un hogar de chimenea. En
vez de formar el aire unos gases
de combustión a partir de unos com-
bustibles en una cámara de com-
bustión, es el chorro de agua de la
ducha el que aporta el calor y la
humedad que hacen que disminuya
(aunque sólo sea un poco) la den-
sidad del gas. El estado en reposo
de la mezcla de gas de la ducha,
al estar rodeada por el aire más
denso del entorno, no es un es-
tado de equilibrio. Si se lo ence-
rrara en ese momento en una bolsa
de plástico, se tendría una especie
de globo de aire caliente; si se le
dejara a sus expensas y tuviera
suficiente empuje para levantar su
propia envoltura, ascendería inme-
diatamente. Sin el peso de la en-
GABRIELA EINENKEL

voltura, el gas sólo se pondría más


rápidamente en movimiento. Cuanto
más movimiento gane, más dismi-
nuirá su presión.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 85


J UEGOS MATEMÁTICOS Juan M. R. Parrondo

Las ventajas de la solidaridad


ace más de dos años que comenzamos esta nueva de las Islas Baleares, ha demostrado que un simple

H etapa de la sección de Juegos matemáticos, y reparto del capital puede convertir un juego perdedor
lo hicimos comentando dos juegos de azar cuyo en ganador.
comportamiento es sorprendente (Juegos matemáti- Para entender cómo es esto posible, analizaremos
cos, julio 2001). En ambos, un individuo juega contra primero uno de los mecanismos que explican la para-
un casino y tiene ciertas probabilidades de ganar y doja original. Piense por un momento cuántas veces
perder un euro en cada turno. se utiliza la moneda mala cuando jugamos B un gran
El primero de ellos —lo llamaremos juego A— es número de turnos seguidos. A primera vista, parece
similar a apostar un 1 euro a rojo o negro en la ru- que la moneda mala se debería utilizar un tercio de
leta de un casino: ganamos 1 euro con una probabi- los turnos, puesto que se lanza siempre que el capi-
lidad ligeramente inferior al 50 % y perdemos 1 euro tal es múltiplo de tres. Sin embargo, si se juega B en
con una probabilidad ligeramente superior al 50 %, ya todos los turnos, resulta que la moneda mala se uti-
que con el cero gana siempre la banca. Supongamos liza 5/13 = 0,3846... de las veces que se juega, es de-
que se gana con una probabilidad del 49,5 % y se cir, más a menudo que un tercio de las veces. La
pierde con una probabilidad del 50,5 % (estas proba- razón se encuentra en las propias reglas del juego B
bilidades no coinciden exactamente con las de la ru- y se hace más clara si representamos el juego como
leta, pero nos sirven para describir la paradoja). Podemos el movimiento de una ficha a lo largo de la línea de
también imaginar este juego como una apuesta sobre la figura 2. Cada vez que ganamos, movemos la ficha
el resultado del lanzamiento de una moneda ligera- una casilla hacia la derecha y, cuando perdemos, una
mente sesgada. El segundo juego —lo llamaremos casilla hacia la izquierda. Con las reglas del juego B,
juego B— es un poco más complicado y, obviamente, cuando la ficha está en una casilla roja, su movimiento
no puede encontrarse en ningún casino. Igual que en más probable es hacia la izquierda, puesto que utili-
el juego A, en cada turno ganamos o perdemos 1 €, zamos la moneda mala, que tiene una probabilidad de
pero ahora las probabilidades dependen de lo que lle- ganar muy reducida, del 9,5 %. Por el contrario, en las
vamos ganado hasta el momento (que puede ser una casillas verdes el movimiento más probable es hacia
cantidad negativa): si lo que llevamos ganado —lo lla- la derecha. Si la ficha se encuentra en la casilla 2, por
maremos el capital — es múltiplo de tres, entonces ejemplo, su movimiento más probable es hacia la ca-
ganamos 1 € con probabilidad 9,5 %; si el capital no silla 3. Pero, en el siguiente turno, lo más probable es
es múltiplo de tres, la probabilidad de ganar es del que vuelva a la 2. Por tanto, la ficha se encontrará la
74,5 %. Es decir, en el juego B se utilizan dos mo- mayor parte del tiempo saltando entre 2 y 3, o, en ge-
nedas, una muy desfavorable para el jugador, que se neral, entre un múltiplo de tres y su inmediato inferior.
lanza cuando el capital es múltiplo de tres, y la otra Esto hace que la frecuencia con la que la ficha visita
bastante favorable, que se lanza cuando el capital no las casillas rojas, es decir, la frecuencia con la que se
es múltiplo de tres. En la figura 1 se esque-
matizan las reglas de los dos juegos, repre-
sentándose en rojo las monedas desfavorables
Juego A Juego B
y en verde la favorable. ¿Es mi capital múltiplo de 3?
Aunque se trate de juegos de azar, el juga-
dor pierde en media si juega muchos turnos Moneda 1
seguidos a cualquiera de los dos juegos, A o No Sí
B. Sin embargo, si juega alternándolos, ya sea
50,5
al azar o siguiendo alguna secuencia perió- 49,5 Moneda 2 Moneda 3
dica como AABBAABB..., entonces gana en me-
dia. Este comportamiento es a primera vista ganar perder 74,5 25,5 9,5 90,5
sorprendente y por ello se conoce a estos jue-
gos como juegos paradójicos o también como
ganar perder ganar perder
Paradoja de Parrondo.
En los últimos años, algunos físicos y ma- 1. Las reglas de los juegos paradójicos A y B. Las monedas
temáticos han estudiado variantes de la pa- que se utilizan en cada juego son rojas o verdes según sean
radoja original y encontrado nuevas propie- desfavorables o beneficiosas para el jugador
dades sorprendentes de estos juegos. En este
artículo vamos a comentar una de ellas, que
tiene lugar cuando varios individuos juegan a
B y se les permite repartir las ganancias en- -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6
tre turno y turno. Raúl Toral, de la Universidad 2. Representación esquemática del capital en el juego B

86 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


utiliza la moneda mala del juego B, sea superior a 1/3, 2500
Sólo B
ya que esta frecuencia es la que correspondería a una RBRB...
ficha que se mueve completamente al azar, sin nin- 2000 RRBRRB...
RRRBRRRB...
guna preferencia de salto. Pero precisamente este Sólo R
movimiento por completo al azar es el que tiene el ca- 1500
pital cuando se juega al juego A. Esta es una de las

Capital total
claves de la paradoja: cuando el juego B se alterna 1000
con el A, este último, a pesar de ser perdedor, hace
que se utilice menos frecuentemente la moneda mala 500
del juego B y por ello su efecto final es positivo y la
alternancia resulta ser ganadora. 0
El juego A hace que el capital sea más aleatorio de
lo que es cuando se juega sólo B; de este modo, la 500
ficha visita menos veces las casillas rojas. Podemos
decir que el juego A ayuda a “saltar” estas casillas ro- 1000
jas, en donde el juego B es muy desfavorable. 0 200 400 600 800 1000
Número de turnos
Si varios jugadores están jugando contra la banca,
este mismo efecto se puede conseguir de una forma 3. Capital total de 100 jugadores en función del número
más sencilla: a los jugadores les es posible convertir de turnos para distintas combinaciones del juego B
el juego B en ganador sin más que redistribuir entre y la redistribución R
turno y turno sus ganancias.
Supongamos N individuos que juegan contra la banca 10.000
al juego B. Ahora no disponemos del juego A, pero po-
demos redistribuir el capital entre los distintos jugado-
res. Llamaremos a esta distribución o reparto juego R.
Este juego R cumple el mismo papel que el juego A en
Capital de cada jugador

la paradoja original. He elegido como forma de redis- 5000 RRBRRB...


tribución la siguiente: el jugador i le da un euro al i + 1
con una probabilidad 1/2, y recibe un euro de él con
una probabilidad 1/2. Un turno de juego R consiste en RRR...
realizar estos intercambios para todos los jugadores i
desde el 1 hasta el N – 1 (el jugador N sólo intercam- 0
bia capital con el N – 1).
Los resultados de esos juegos se muestran en la fi-
gura 3. En esta figura se representa el capital total BBB...
para 100 jugadores en función del número de turnos
5000
jugados y para distintas redistribuciones. La curva azul 0 1 2 3 4 5
muestra el capital cuando no se realiza ninguna redis- Número de turnos ×10
5

tribución, es decir, cuando cada individuo juega contra 4. Capital de dos jugadores en función del número
la banca al juego B sin intercambiar nada con sus com- de turnos cuando juegan sólo a B (curvas azules),
pañeros. En ese caso, todos los jugadores pierden en a R (curvas moradas) y cuando alternan el juego B
media y eso se ve reflejado en la disminución paula- y la redistribución R siguiendo la secuencia RRBRRB...
tina del capital total. Sin embargo, si se intercalan tur- (curvas verdes)
nos de redistribución, como ocurre en las curvas roja,
verde y añil, todos los jugadores ganan y el capital to-
tal aumenta. Cuando se utilizan muchos turnos en la ple: el primero le da al segundo 1 € con una probabi-
redistribución, la ganancia se hace menor, aunque si- lidad 1/2, o es el segundo quien le da al primero 1 €
gue siendo positiva. Como en el juego R el capital to- con probabilidad 1/2 en cada turno de redistribución
tal ni aumenta ni disminuye (el individual sí), si todos (juego R). Esta simple redistribución de capital tiene
los turnos se utilizan en redistribuir el capital y no se unos efectos cruciales en el desarrollo del juego. En
juega nunca al juego B, el capital no variará y el re- la figura 4 mostramos el capital de cada uno de los
sultado será la recta horizontal morada de la figura. jugadores cuando no hay reparto, cuando solamente
Como vemos, en estos juegos compartir es sin duda hay reparto y no se juega nunca a B, y cuando se in-
beneficioso para todos. Volviendo al esquema de la fi- tercala un turno de juego B con dos turnos de reparto.
gura 2, lo que está ocurriendo es que, cuando se com- La redistribución de capital beneficia a ambos, mien-
parte el capital, la ayuda del vecino puede facilitarle a tras que el juego en solitario es de nuevo perdedor.
un individuo saltar la casilla roja y que se beneficie de El modelo de Toral enseña algo que es cada vez
las monedas buenas del juego B. Se podría decir que más necesario recordar en los tiempos que corren, es-
esto es equivalente a superar una “mala racha” con el pecialmente a los defensores del neoliberalismo: la re-
apoyo de algún amigo o de la colectividad. distribución de la riqueza es beneficiosa para la co-
El efecto se puede conseguir incluso con sólo dos lectividad e incluso puede ser indispensable para generar
jugadores. En este caso, la redistribución es muy sim- crecimiento económico.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 87


I DEAS APLICADAS Mark Fischetti

ESQUIES ELECTRONICOS
Contra el momento angular
urante muchos años, los esquiadores se han

D deslizado por las laderas cubiertas de nieve


sobre largas tablas rectangulares. Pero, a
mediados de los años noventa, los fabricantes
empezaron a ofrecer esquíes ahusados. Viraban
mejor porque concentraban el peso del esquia- 1. EN LOS VIRAJES, el peso del deportista
dor en el centro del canto interior de la hoja. Se presiona hacia abajo en la proximidad del centro
consigue así que el esquí no tienda tanto a sa- del esquí, mientras que la fuerza reactiva de la
lirse de la senda que la hoja traza cuando hiende nieve empuja hacia arriba a lo largo del borde
las inevitables, pequeñas protuberancias de nieve interno del esquí. Esta desalineación de fuerzas
crea un momento angular en el revestimiento supe-
presentes en cualquier pendiente. Este tipo de rior del esquí, cuyo canto tiende así a separarse
esquí domina hoy el mercado. de la nieve (esquí solo, a la izquierda); el esquia-
Hay un inconveniente. Las fuerzas concentra- dor debe oponerse a ello para evitar un patinazo.
das crean un fuerte momento angular en el seno Durante el viraje, el momento no es constante
del esquí. Para preservar su integridad estructu- y crea unas vibraciones que se perciben como
ral, se debe construirlo más rígido. Pero esto im- golpeteos y resbalones cuesta abajo.
plica que el esquí será proclive a vibrar. Resulta
molesto e incluso puede llegar a levantarlo de la
nieve; agota al esquiador.
En los últimos seis años, los fabricantes han
revestido sus esquíes con diversos productos sinté-
ticos que amortiguan las vibraciones. Pero la op- ANTES DE LA REACCION
ción más eficaz quizá sea la ofrecida por las fi- DE LAS FIBRAS
bras piezoeléctricas, ya empleadas en las raquetas
de tenis, que convierten en corriente eléctrica la
energía de vibración, de compresión o de flexión.
Un chip incrustado en el esquí acumula, invierte
y devuelve la corriente, de manera que las fibras DESPUES DE LA REACCION
se dilaten y contraigan, contrarresten el momento DE LAS FIBRAS
angular y se trace un viraje suave y tranquilo. El
uso de esquíes piezoeléctricos se está exten- Fibras que se acortan Chip
Momento angular
diendo entre los deportistas profesionales. Fibras que se
Reaccionan con mayor suavidad y se adaptan me- alargan
jor a distintos estados de la nieve.
FUENTE: HEAD SPORT AG; ILUSTRACIONES DE KENT SNODGRASS Precision Graphics

Por desgracia, los esquíes piezoeléctricos con-


trolados por chips, o esquíes “activos”, cuestan Fuerza
del orden de un 50 por ciento más. Y algunos de cizalladura
creen que sus cualidades valen de poco en el
esquí recreativo; sólo se perciben a altas veloci-
dades sobre nieve helada. K2, una empresa no-
table del sector, ha desechado sus modelos pie-
zoeléctricos, en los que las vibraciones eran Posición
absorbidas pasivamente por unos parches pie- del esquí
zoeléctricos, no por un chip de realimentación sin fibras
activa. Otros diseñadores sostienen que un re-
vestimiento de caucho concebido con inteligen-
cia puede brindar casi las mismas ventajas por
un precio mucho menor.
Pero Herfried Lammer, ingeniero de la casa
austríaca Head Sport AG, el mayor fabricante de
esquíes piezoeléctricos, afirma que los esquia-
dores prefieren la electrónica.

88 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


¿SABIA USTED QUE...?
ä CALZADO CALIENTE: Advanced Ceramics, de Lambertville otro modelo de esquí. Los críticos dicen que es excelente para
(Nueva Jersey), está experimentando con unas botas para esquí las heladas pistas de Nueva Inglaterra, aunque puede resultar
y excursionismo autocaldeables por elementos piezoeléctricos duro sobre nieve blanda. Howe considera que muchas novedades
instalados en los talones; también unas botas militares que recar- comerciales no pasan de señuelos publicitarios.
gan baterías. Tiene además en proyecto unos cebos de pesca, con
su propia fuente de energía, que emiten sonidos de presa de pez. ä ¿CODO DE TENISTA?: Head Sport empezó empleando ma-
teriales piezoeléctricos en sus raquetas de tenis para reducir las
ä UN PROFETA DEL CAUCHO: Durante años, John Howe fue vibraciones que se producen en el mango tras golpear la pelota.
director de desarrollo de productos de Head Ski, de Baltimore, y En julio de 2002, Werner Zirngibl, del Instituto de Ortopedia y
después asesor de otros gigantes de los equipos de esquí. Pero Medicina Deportiva de Múnich, entregó raquetas piezoeléctricas
hoy trabaja en su hogar de Waterford (Maine), donde confecciona a 55 jugadores aficionados que estaban siendo tratados de codo
a mano, cada año, de 50 a 100 pares de un producto innovador de tenista, temporal o crónico. Tras seis semanas de juego re-
que él llama Garra. Lleva una capa de gular, los que padecían la afección crónica hallaron poco o ningún
caucho que, según afirma, amortigua alivio, pero los aquejados por una afección transitoria informa-
las vibraciones mejor que cualquier ron de una mejoría considerable.

3. UNAS PLACAS
DE CAUCHO, en otros
modelos, absorben entre la
bota y el esquí parte de las
vibraciones; el golpeteo se re-
duce en alguna medida.

Fibras piezoeléctricas

Peso

Fuerza reactiva de la nieve

2. HAY MATERIALES ESPECIALES que reducen esos


efectos. El momento angular crea una fuerza de cizalladura 4. CIERTAS RAQUETAS DE TENIS
máxima justo delante de la bota del esquiador. En un mo- se hacen con fibras piezoeléctricas
delo de Head Sport (arriba), el esfuerzo mecánico acorta que amortiguan las vibraciones debi-
y alarga las fibras piezoeléctricas, convirtiendo en corriente das al impacto de la pelota. Alivian
eléctrica la energía mecánica. Un chip invierte, acumula la tensión sobre el brazo del jugador.
y devuelve esa corriente; se provoca así el alargamiento
y el acortamiento de las fibras. Cada cinco milisegundos
se crea un momento de sentido opuesto que mantiene al
borde contra la nieve y amortigua las vibraciones.

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 89


L IBROS
Islam nómicas de al-Suffi. Todos estos textos fueron escri-
tos en la segunda mitad del siglo XII . Todo indica que
de ese influjo se beneficiaron los estudiosos reunidos
Saber exacto en torno a Abraham ibn Ezra y sus seguidores de la
ribera del Ebro. Si las obras de Ibn Ezra, Robert de
THE ENTERPRISE OF SCIENCE IN ISLAM. NEW PERSPECTIVES. Ketton, Hermann de Carinthia, Rodolfo de Brujas, Hugo
Dirigido por Jan P. Hogendijk y Abdelhamid I. Sabra. de Santalla y Esteban el filósofo, así como las for-
The MIT Press; Cambridge, Massachusetts, 2003. mas orientales de los números hindú-arábigos con
ellas asociados, no persistieron más tiempo se debió
THE TOLEDAN TABLES. Revisión de manuscritos y edi- a que, desde 1150, Toledo marcó la pauta de la as-
ción de las versiones textuales por Fritz S. Pedersen. tronomía y astrología bajo la dirección de Gerardo de
Historisk-filosofiske Skrifter 24:1-4. Det Kongelige Danske Cremona.
Videnskabernes Selskab. C. A. Reitzels Forlag; Co- Entre los geómetras del siglo X, sobresalió al-Kuhi,
penhague, 2002. fascinado por la certeza del método empleado en la
construcción de las figuras y en la determinación de
MUSLIMS AND CHRISTIANS IN NORMAN SICILY, por Alex los volúmenes y centros de gravedad de los sólidos,
Metcalfe. Routledge; Londres, 2003. incluido el paraboloide. Junto al problema del método
aportó valiosas innovaciones en el debate sobre aná-
ESSAYS ON EARLY MEDIEVAL MATHEMATICS, por Menso
Folkerts. Ashgate; Aldershot, 2003.

ntre el año 800 y el 1450 de nuestra era, la mate-


E mática tuvo en la madrasa su jardín de cultivo.
Los grandes centros de estudio de la aritmética, geo-
metría y trigonometría con sus aplicaciones a la as-
tronomía, astrología, geografía, cartografía y óptica
se repartían por el mundo islámico. Hace sólo unos
decenios creíamos conocer el núcleo de ese saber a
través de las traducciones al latín. Merced a la tenaz
labor de los medievalistas que ha recuperado ma-
nuscritos, depurado fuentes y computado tablas, co-
menzamos a entrever ahora un panorama nuevo ( The
Enterprise of Science in Islam ), una tradición cientí-
fica mucho más rica y profunda, amasada con in-
fluencias diversas.
A la apropiación islámica de la ciencia griega en
los siglos VIII y IX , coetánea con su absorción del co-
nocimiento persa e hindú (la famosa numeración con
el símbolo para el espacio vacío), siguieron, tras un
apretado intervalo de reelaboración y desarrollo pro-
pios, las traducciones latinas que posibilitaron el re-
nacimiento del Occidente cristiano en el duodécimo.
Toledo y Sicilia ( Muslims and Christians in Norman
Sicily) constituyeron los focos de esa transmisión. Pero
sólo una pequeña fracción del saber islámico pasó a
la Europa cristiana. Y ello, pese al importante des-
cubrimiento realizado por Charles Burnett: hubo un
tercer foco traductor de astronomía al latín de pisa-
nos afincados en Antioquía (de la actual Turquía),
antes de que emergiera Toledo como capital de la
traslación y se produjera en Sicilia la primera tra-
ducción, desde el griego, del Almagesto . De Oriente
vinieron, a través de Pisa, el libro máximo de Ptolomeo,
una cosmología ( Liber Mamonis ), que describe el sis-
tema ptolemaico, y una versión de las tablas astro- 1. MS Ait Ayache, p. 192 (posterior a 1344)

90 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Biotecnología
THE EVOLUTION OF DEVELOPMENTAL PATHWAYS, por La primera parte del libro comprende cinco capítu-
Adam S. Wilkins. Sinauer Associates, Inc., Publishers; los, que tratan de cuestiones de fondo esenciales,
Sunderland, Massachusetts, 2002. concretamente de las raíces históricas, la clase de da-
tos, las formas de análisis y algunas de las ideas
l prefacio de esta obra se inicia con una cita del clave en que se basa el estudio de la evolución de
E libro de G. G. Simpson, The Major Features of
Evolution, 1953, que dice: “La historia de la vida, tal
los procesos del desarrollo.
En los tres capítulos siguientes, que forman la se-
como se ha producido en la naturaleza, es una amplia gunda parte, se presentan una serie de casos concre-
sucesión de ontogenias de organismos. La sucesión tos sobre la evolución del desarrollo, escogidos deli-
de ontogenias es la filogenia y ésta presenta un mo- beradamente sobre organismos que suelen tomarse
delo material establecido por la evolución de la mate- como sistemas de referencia en el estudio de la onto-
ria viva y su desarrollo en los individuos.” Esta cita de genia, tales como Drosophila melanogaster,
Simpson muestra la importancia que da Wilkins a la Caenorhabditis elegans, el ratón y el pollo. El primero
evolución de las filogenias en los procesos evolutivos de estos capítulos trata de la evolución de la ontoge-
de los seres vivos, o quizá sería más exacto decir de nia del sexo, especialmente en los Mamíferos y en los
los metazoos, puesto que el libro aquí reseñado no Insectos, el segundo de la segmentación en los
trata del desarrollo en los vegetales. Insectos y el tercero del desarrollo de la vulva de
“The Major Features of Evolution” es una obra ex- Caenorhabditis elegans y de las extremidades de los
tensa y densa, con figuras no muy abundantes, que tetrápodos.
trata los temas con considerable detalle y profundidad La tercera y última parte de la obra comprende seis
a pesar de lo que el autor dice en el prefacio: “El en- capítulos, donde se exponen cuestiones y problemas
foque genético se ha hecho, no obstante, con un específicos de la evolución del desarrollo, así como
coste. No ha sido posible incluir todos los tópicos o relaciones entre estas cuestiones y otros aspectos de
debates relevantes sobre el tema de la evolución del la evolución. Concretamente, en el primero de ellos se
desarrollo”. Mas, aunque los conocimientos expuestos estudian mecanismos genéticos tales como mutacio-
no son exhaustivos, el contenido del libro y la ampli- nes, duplicaciones génicas, poliploidía, variaciones en
tud con que se tratan estos conocimientos, lo hacen las secuencias reguladoras de la función génica, junto
recomendable para los lectores interesados en adquirir con conceptos generales importantes para entender
una buena base sobre la filogenia del desarrollo y su los procesos del desarrollo, concretamente los de ca-
significado en la evolución del Reino Animal, de nalización y asimilación genéticas. En el segundo de
acuerdo con los objetivos expuestos por el autor. estos capítulos se estudian los factores que retardan
También afirma el autor que la distribución del libro, y canalizan la evolución del desarrollo. En el tercero
que comprende tres partes principales, está pensada se trata el crecimiento y la forma. En el cuarto, la es-
para conseguir que el desarrollo de su contenido sea peciación y la evolución del desarrollo. En el quinto
claro, lógico e interesante para el lector. Como se ha se estudia el origen de los metazoos y el inicio de la
dicho este objetivo se consigue gracias a la profundi- evolución animal compleja. En el sexto y último, se
dad y extensión de los conocimientos que aporta, tratan las perspectivas que ofrece el futuro en los es-
aunque la densidad con que éstos se tratan puede re- tudios de la evolución del desarrollo.
sultar fatigosa para lectores que sólo deseen adquirir
un conocimiento general del tema. —ANTONIO PREVOSTI

lisis y síntesis, la noción de “razón conocida” en co- En la primera mitad del siglo XI, al-Hasan ibn al-Haytham
nexión con la cuadratura del círculo y la legitimidad presenta su revolucionario (en términos de A. I. Sabra)
del empleo del movimiento en geometría. En teoría de Kitab al-Manazir, que vertido en España, determinó el
números, los matemáticos islámicos abordaron las nuevo enfoque de la ciencia de la luz que perviviría
“disposiciones armoniosas de los números” (adad al- hasta bien entrado el siglo XVII. En línea con la opi-
wafq), es decir, los cuadrados mágicos. Un cuadrado nión aristotélica sobre la visión entendida como re-
mágico es la matriz cuadrática de números enteros: cepción de formas de luz y color, nuestro Alhacén
cuya suma de todos los elementos de cada columna, concedía a la psicología un papel nuevo y fundamen-
fila o diagonal son iguales. En términos modernos, el tal, al tiempo que tendía un puente con el sistema pto-
número de elementos de cada fila, columna o diago- lemaico en astronomía.
nal constituye el orden del cuadrado mágico; la suma En el ámbito de la medicina, la matemática im-
de los elementos de cada fila, columna o diagonal forma portaba sobre todo en la administración e interpre-
la constante mágica. tación de la eficacia gradual de los fármacos. La tra-
De las disciplinas matemáticas recibidas de los grie- dición galenista había clasificado las medicinas en
gos, la óptica sufrió una transformación radical hasta cuatro grados; con mayor precisión, había caracteri-
convertirse en ciencia genuinamente árabe. Con el tí- zado unas como templadas y otras que se alejaban
tulo de al-Manazir se vertieron los tratados de Optika de ese equilibrio en cuatro grados. (Los grados sig-
de Euclides y Ptolomeo a comienzos ya del siglo IX. nificaban la potencia de la droga en función de las

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 91


2. Cambrai, Biblioteca municipal 930, fol. 27v-28r, muestran la notación alfanumérica así como las formas
orientales de los números hindú-arábigos

cuatro cualidades elementales: caliente, frío, seco, lizó su alumna Montse García Fajardo la tesis docto-
húmedo.) Averroes escribe su al-Kulliyyat , Kitab al- ral, publicada recientemente.) Adviértase que, en los
Adwiya wa-l-Aghdhiya (“Libro de medicamentos y ali- zijes andalusíes, las tablas de movimientos medios
mentos”), contra la tesis innovadora de al-Kindi, del son sidéreas.
siglo IX ; de acuerdo con éste, la intensidad del fár- La astronomía andalusí, en particular, y la historia
maco crecía geométricamente con el aumento de de la ciencia española en general, han dado un paso
grado, según la regla de la “razón doble”; así, la in- de gigante con la publicación de The Toledan Tables,
tensidad de una droga en primer grado dobla la de una obra magistral en cuatro volúmenes preparada por
un fármaco templado; la de una medicina en se- Fritz S. Pedersen. Las Tablas Toledanas, traducidas
gundo grado cuatriplica la intensidad de la templada; al latín en el siglo XII, perdidas las originales árabes,
un fármaco en tercer grado es ocho veces más in- nos han llegado en revisiones latinas, tres principales
tenso; otro en cuarto grado, 16 veces más intenso y varias menores. Las principales quizá divergían ya
que la medicina templada. A ello Ibn Rush contra- en la tradición árabe. Parten de una doble fuente
propone un incremento algebraico. esencial, Albattani, del 900 d. C., y Alkhwarizmi, de la
Los artículos dedicados en este número de la re- primera mitad del siglo IX, a las que se sumaron ta-
vista a quien epitomiza la ciencia astronómica islá- blas árabes posteriores. Alkhwarizmi empleó fuentes
mica después del período medieval, el Zij de Ulugh hindúes y persas; Albattani se apoyó principalmente
Beg, nos eximen de ponderar su figura. Según pa- en las Tablas manuales de Ptolomeo, aunque aña-
rece, influyó en el Zij al-Sharif (“Manual de la astro- diendo bastante de su propia labor.
nomía noble”) redactado por Sabjaq Dar en Túnez en Para el manejo de las mismas se requerían deter-
el siglo XVII y estudiado por Julio Samsó. En su re- minadas reglas o cánones. También se ofrecen aquí.
paso por la transmisión del conocimiento astronómico, Los denominados Ca, Cb y Cc representan por lo me-
andalusí y magrebí, el profesor barcelonés se detiene nos dos traducciones independientes del árabe. Tablas
en el fenómeno de la “trepidación”, que es la oscila- y cánones sufrieron ulteriores revisiones; en concreto,
ción de las longitudes eclípticas de las estrellas fijas la “vulgata tardía” se empleó en torno a 1270 y per-
con respecto al punto vernal. (Tema sobre el que rea- sistió hasta bien entrado el siglo XIV, cuando las Tablas

92 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


Toledanas cedieron paso a las Tablas Alfonsíes. (Los
cánones Cb siguieron copiándose cien años más tarde.)
Hasta entonces, las Toledanas se emplearon para los
Evolución de la meteorología
cálculos astronómicos y constituyeron el patrón para EYEWITNESS: EVOLUTION OF THE ATMOSPHERIC SCIENCES,
otros cómputos: calendarios, resúmenes de teoría por R. G. Feagle. Historical Monograph Series. American
planetaria, tablas especiales derivadas para lugares Meteorological Society; Boston, 2001.
particulares y otros escritos de interés educativo y
e aquí un interesante libro que tendrá pocos lec-
cultural.
En las versiones completas se ofrecen tablas, esta- H tores. La razón de este pronóstico es que el in-
terés se limitará a una reducida tribu o, como se diría
blecidas para el meridiano de Toledo, que permiten
en la jerga contemporánea, a un colectivo restringido.
calcular la longitud eclíptica del Sol; las longitudes y
En efecto, los potenciales interesados, para serlo,
latitudes de la Luna y de los cinco planetas; los eclip- habrían de cumplir ciertas condiciones: 1) Ser me-
ses solares y lunares; la deriva de los equinoccios y teorólogos. 2) Ser veteranos, y 3) Ser buenos cono-
las fases de los planetas. Les acompañan tablas auxi- cedores de las interioridades no sólo de las universi-
liares para la conversión entre fechas calendáricas de dades norteamericanas sino incluso de las instituciones
acuerdo con la era islámica (la Héjira) y con otras políticas de aquel país.
eras; y tablas para la trigonometría esférica (conver- En ausencia de una o más de estas condiciones, el
sión entre conjuntos diferentes de coordenadas ce- hipotético lector se encontrará frente a un galimatías
lestes). Hay que añadir tablas de coordenadas de las agravado por el necesario pero irritante y continuo
estrellas fijas y posiciones geográficas de diversas uso de siglas (ICAS, ICSU, NAS/CAS, GSFC, etc.;
ciudades, así como tablas para cálculos astrológicos. menos mal que el autor se ha apiadado y ha tenido
Por su parte, los cánones, en texto llano, forman un la delicadeza de incluir un glosario de ellas en el
todo coherente con las tablas. apéndice, lo que es un rotundo acierto), y lo más pro-
Al entramado lingüístico y sociopolítico de otro epi- bable es que renuncie a seguir leyendo.
centro traductor, Sicilia, y en particular al período for- La otra clase de lectores, los interesados en el
mativo del control normando (1061-1194), ha dedi- tema, convendrá en que el libro, pese a su brevedad
cado Alex Metcalfe su tesis de grado ( Muslims and (sólo 129 páginas), resulta difícil de leer. Quien logre
Christians in Norman Sicily ). Si en la víspera de la in- llegar al final, hallará que el título está muy bien es-
vasión musulmana de 827 se hablaban dialectos lati- cogido: en primer lugar, testigo presencial y en se-
nos o griegos, a la llegada de los normandos, en gundo, evolución de las ciencias atmosféricas. En efecto,
el desarrollo del libro parece primar la personalidad
torno a 1060, el árabe y el Islam predominaban. Pero
del profesor Feagle sobre la evolución y el progreso
en 1250 Sicilia era ya casi exclusivamente cristiana y
de las ciencias atmosféricas, que se trata más bien
hablaba romance. Esas dos transiciones lingüísticas como un apéndice de la contribución de aquél. En cam-
concurrieron con cambios demográficos, sociales, ad- bio, se pasa con cierta rapidez sobre las cuestiones
ministrativos y religiosos. El conflicto de los musul- de más interés: a la segunda mitad del siglo XX (aque-
manes con los normandos puede considerarse el de lla en que la meteorología ha progresado substan-
mayor impacto cultural, si bien vino precedido por otros cialmente) se dedica sólo página y media, si bien al-
enfrentamientos entre árabes y bizantinos; vándalos y gunos de los temas han sido ya tratados o mencionados.
bizantinos; cartagineses y romanos; fenicios y grie- Un proyecto frustrado.
gos. Con los normandos quedaría por fin, hasta hoy, —MANUEL PUIGCERVER
en la órbita europea.
En puridad, la recuperación cristiana de la isla no
fue ni invasión ni normanda. Una modesta fuerza mi- Pero los reyes de Sicilia, que hablaban árabe, se
litar, al mando de Robert Guiscard y Roger de Hauteville, ganaron pronta fama de “islámofilos” entre los pro-
entró por el este de la isla para ayudar a un bando pios musulmanes. A lo largo de buena parte del si-
de la guerra civil. Robert no viviría para ver la caída glo XI persistió una elite cultural árabe que iría re-
del último bastión árabe en 1091 y Roger fue asesi- tirándose en favor de otra emergente latina. En la
nado diez años más tarde. Pero los hijos de Roger, primera parte del siglo XII los consejeros áulicos
el único conde normando, no tenían ya lazos que les Jorge de Antioquía, Abd al-Rahman y Abu l-Daw pro-
ligaran al lugar del progenitor. El mismo hacía dece- cedían de círculos árabo-islámicos o cristianos que
nios que partió de su tierra y, por tanto, sus recuer- hablaban griego. De acuerdo con un autor de princi-
dos debían estar muy desvaídos. Implantado el nuevo pios de esa centuria, “había expertos en griego y en
orden, algunas de las familias musulmanas más ricas árabe en Sicilia y Salerno, donde podían encontrarse
de Sicilia emigraron hacia el Magreb, al-Andalus y maestros, a quienes consultar cuando se quisiera”. El
norte de Africa. Muchos tomaron el epíteto de al- encargo de obras no era sólo una cuestión real.
Siquilli . Así, el poeta Ibn Hamdis, natural de Siracusa, Maio, amir de amires desde 1154-60 le pidió a Henry
abandonó la isla en 1078 y se asentó en Sevilla, Aristippus que tradujera, del griego al latín, los libros
para recalar por fin en el norte de Africa. También de Diógenes sobre las vidas y doctrinas de los filó-
llegó a al-Andalus Ibn al Qatta, quien escribió sobre sofos. En 1160 Aristippus sustituyó a Maio como jefe
historia y gramática; se trasladó luego a Egipto, de la administración un día después del asesinato de
donde se ocupó de la educación de los hijos del wa- éste. Dos años antes, había llegado de una misión
zir fatimida al-Afdal. diplomática de Constantinopla portando un ejemplar

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 93


Matemática en la Academia de Ciencias
HORIZONTES CULTURALES. LAS FRONTERAS DE LA CIENCIA. un recorrido desde los sistemas de numeración hasta la
2000: AÑO MUNDIAL DE LAS MATEMÁTICAS. Revista de la teoría matemática de la informática y la de los códigos
Real Academia de Ciencias. Vol. 95, n. o 1-2. Real correctores de errores que, para su desarrollo, exigen
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. del ordenador. Sixto Ríos y Daniel Ríos contraponen el
Espasa, 2002. razonamiento lógico con el plausible y, desde aquí, el
paso a las probabilidades. El enlace de física y geo-
l año 2000 fue proclamado Año Mundial de las metría es tan íntimo que, para Pedro Luis García, pue-
E Matemáticas en la Declaración de Río de 1992. Ello den estimarse cara y cruz de una moneda. Rechazando
supuso que los matemáticos se cuestionaran, el 2000, la idea de que sólo es matemática la especulativa,
qué problemas internos quedaban Fernández Pérez trata de mostrar
por resolver, qué otros supondrían la potencia de la matemática como
un reto para el futuro, cuál era herramienta para modelizar y en-
la misión de difundir las ma- tender los mercados financieros
temáticas y cuáles las relaciones mientras Ildefonso Díaz apuesta
de la matemática con otras dis- por criterios variacionales para sos-
ciplinas. La matemática, hacer tener lo óptimo como estrategia.
proteico, no está encerrada en No podía faltar la modelización en
una torre de marfil a pesar de su medicina que desarrolla García
mala imagen mediática de incom- Barreno ni los temas del control
prensible y, en el fondo, respon- de la incertidumbre por Girón
sable de los “fracasos escolares”. González y J. M. Bernardo. Dobado
España no era una excepción y González y Gabilondo Tixaire vuel-
todos tratamos de colaborar en ven a la relación entre matemá-
la empresa. tica y física ahora en los terrenos
La Real Academia de Ciencias de la mecánica cuántica. El libro
Exactas, Físicas y Naturales acor- termina con un trabajo de Miguel
dó celebrar un ciclo de confe- de Guzmán en el cual trata el pri-
rencias con este motivo. Se de- mero de los objetivos del Año
sarrolló en Madrid, Málaga, Jaén, Mundial: los grandes desafíos del
Ciudad Real y Toledo. Catorce siglo XXI centrándose en los pro-
conferencias cuyo contenido com- blemas de la matemática hacia el
pone este volumen. Como el ob- futuro; como novedad, el texto com-
jetivo se centró en promover el in- pleto de la ponencia de Guzmán
terés social por la matemática más se incorpora en CD.
que en dirigirse a especialistas, El libro está muy bien editado
las conferencias abarcan un am- y con numerosas fotografías de
plio campo de temas predomi- los grandes matemáticos, tablas
nando el enfoque de las contri- y gráficos.
buciones matemáticas a campos La labor de la Real Academia
del saber. no se limita a promover ciclos de
Tras un análisis de las rela- conferencias en algunas ocasio-
ciones de la Academia con las Andrej Andrejewitsch Markow nes. Uno de sus aspectos es la
matemáticas por Martín Municio, (1856-1922) edición de la Revista donde pu-
no siempre cordiales, Javier Etayo blicar trabajos de investigación, re-
se centra en el primer tema planteado en la Declaración visión y comunicaciones que se presentan en sus se-
de Río: La imagen de las matemáticas. Imagen que ha siones científicas. El volumen 95 es un número monográfico
sido, en general, negativa. Etayo trata de convencer de que contiene tres ciclos de conferencias de la Sección
que la matemática constituye una faceta de la cultura de Exactas a lo largo del curso 2001-2002. El primero
vigente en cada momento histórico. A los momentos conmemoró el tricentenario de Bayes con la edición fac-
estelares de la matemática dedican su trabajo Montesinos similar del ensayo en el que plantea su doctrina es-
y Valdivia, al igual que López Pellicer, quien, desde la tadística enfrentada a la frecuentista. El trabajo de
historia, trata de captar la estructura racional del pen- Bayes es analizado en los artículos de J. Bernardo, Javier
samiento matemático con el problema que a esa es- Girón y M. Martínez, Ríos, Moreno y Moguerza. El 2002
tructura planteó el infinito actual. Problema que con- fue el centenario de la aparición de la integral de Lebesgue.
duce a los teoremas de Gödel y sus generalizaciones, Rodríguez Salinas e Ildefondo Díaz analizan esta inte-
cuya exposición no técnica es el tema de Rodríguez gral en sí y en sus aplicaciones. Finalmente, un tercer
Salinas. bloque dedica homenaje a uno de los matemáticos es-
A partir de este ensayo se produce una inflexión y los pañoles más ilustres del siglo XX: Luis Santaló. Lo ha-
temas de los conferenciantes se dedican al papel de la cen amigos y discípulos como Sixto Ríos, Claudi Alsina,
matemática. Darío Maravall analiza la utilidad de las Antonio Naveira y Miguel de Guzmán. Un magnífico
matemáticas para el progreso material e individual hu- complemento monográfico al volumen dedicado al Año
mano y Pilar Bayer retoma la pregunta de Dedekind: Mundial de las Matemáticas.
“¿para qué sirven los números?”. De modo histórico, hace —JAVIER DE LORENZO

94 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


del Almagesto de Ptolomeo como regalo del empe-
rador Manuel II a Guillermo I. Otro ministro, Eugenio,
lo vertió al latín. Con toda razón podía decirse que
“la corte era una academia”.
Para entender el alcance del desarrollo de la ma-
temática islámica hemos de compararlo con la situa-
ción de la Europa latina, a la que Menso Folkerts ha
consagrado largos años de fructífera investigación
( Essays on Early Medieval Mathematics ). Lo primero
que trasluce la documentación recabada es la inani-
dad de un viejo prejuicio, todavía persistente en al-
gunos estamentos docentes superiores de nuestros
pagos, según el cual la Edad Media Occidental an-
tes de las traducciones del siglo XII constituiría un
páramo.
En la Alta Edad Media circularon muy pocos textos
matemáticos. La antigüedad tardía había heredado de
los romanos un escaso interés por la matemática teó-
rica. Bastaban los manuales de los agrimensores
(topógrafos e inspectores) para resolver los problemas
legales de la vida diaria. Algunos, sin embargo, en
particular los de Balbus, Epaphroditus y Vitruvius Rufus,
aportaban procedimientos geométricos, con disertacio-
nes sobre unidades de longitud, áreas y volúmenes,
perímetros y diversas figuras del plano. Los altome-
dievales manejaban también extractos de los Elementos
de Euclides. Unos se tomaron de la traducción de
Boecio; otros, de las enciclopedias de Marciano Capella,
Casiodoro o nuestro Isidoro.
La mayoría de los textos geométricos del Corpus
agrimensorum se compilaron en el monasterio de Corbie,
durante los siglos VII y VIII . También en el scriptorium 3. Biblioteca Británica, Harley 5402, fol. 16r, escrito en
de ese cenobio se copió la Geometría I atribuida a notación alfanumérica
Boecio, uno de los tratados más influyentes entre los
anteriores a las traducciones del árabe. En su labor, driláteros. Pudo muy bien ser el texto empleado en
los monjes no se movían tanto por fines de división la escuela catedralicia de Reims, que dirigió. En al-
de las tierras cuanto por mor de la enseñanza de la gunos manuscritos se reflejan los debates producidos
geometría en el cuadrivio. En ese aspecto, los códi- en Lorena a comienzos del siglo XI en torno a la
ces diferían de otros escritos técnicos (medicina y agri- suma de los ángulos de un triángulo y a las defini-
cultura), de claro sentido aplicado. Sobre el Corpus ciones de ángulo interior y exterior. Disputa que llega
agrimensorum se fundó la Geometria incerti auctoris , a los monasterios y escuelas catedralicias de Colonia
muy difundida desde finales del siglo nono. Esa de- y Liége.
pendencia se advierte en la segunda parte, que aborda La matemática recreativa, de resonancias griegas y
cálculos sobre triángulos, cuadriláteros y polígonos, el bizantinas, gozó de manifiesto aprecio en el Occidente
círculo y los sólidos simples. De mayor interés, la latino. De la centuria nona proviene el texto más an-
parte primera se plantea cómo determinar la anchura tiguo, el De arithmeticis propositionibus . Consta de
de los ríos, la altura de las montañas y la profundi- cuatro partes. Tres se ocupan de juegos matemáticos
dad de los pozos. Se citan diversos instrumentos y entre dos individuos (“piensa un número”, etc.) y ofre-
según parece hicieron amplio uso de la semejanza de cen procedimientos para encontrar el número busca-
triángulos. do; en la cuarta hallamos reglas para la adición de
Con todo, uno de los textos geométricos más im- números positivos y negativos. Conocieron también
portantes escritos antes del siglo XII fue la Geometría amplia aceptación las Propositiones ad acuendos
de Gerbert. Se sirvió del Corpus agrimensorum , del iuvenes, donde se plantean 56 problemas para su re-
comentario de Calcidio sobre el Timeo de Platón, el solución; entre ellos, el del lobo-cabra-col. Genuinamente
De quantitate animae de san Agustín, la Arithmetica medieval, inventado en el sur de Alemania en el si-
de Boecio y su comentario a las Categorías de glo XI , era el juego de la “Rithmomachia”, que se de-
Aristóteles, el comentario de Macrobio al Somnium sarrollaba en un doble tablero de ajedrez con piezas
Scipionis y la enciclopedia de Capella. Incompleto, inscritas en su parte superior con números especia-
explica los términos básicos de la geometría, intro- les. Tales números se generaban a partir de dígitos
duce pesos y medidas con sus conversiones, indica, pares e impares mediante el uso de las proporciones
fundado en Euclides, los distintos tipos de ángulos y numéricas pitagóricas.
ofrece procedimientos para resolver triángulos y cua- —LUIS ALONSO

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004 95


A VENTURAS PROBLEMÁTICAS Dennis E. Shasha

¡No me digas!
Yo me lo repito. Yo te lo pregunto. y de la A a la Z, respectivamente. Se
Quizás, al leer la primera oración, se podrá observar que la longitud no crece
haya sentido intrigado. ¿Qué es lo que se muy rápidamente. Por mi parte, soy de la
repite? Sin duda, se habrá observado en opinión de que, incluso con 26 símbolos,
el paralelismo de la estructura de la se- la secuencia sorprendente de máxima lon-
gunda y la primera, y tal vez se haya pre- gitud tiene menos de 100 letras. Solución del problema
guntado de qué se habla. De la noción de “sorpresa” que se ha del mes pasado:
Este mes, el objetivo consiste en estu- definido aquí se dice que es “de orden 2,” Las permutaciones siguientes
diar esos paralelismos. Se dirá que una porque sólo concierne a pares. Cabría de- no son posibles con tres
secuencia de símbolos (cada uno de los finir una de orden tres como sigue: para niveles de válvulas:
cuales representa una o varias palabras) cada terna de símbolos y cada par de dis- ADECB
es “sorprendente” si, para cada par de sím- tancias D1 y D2 existe en la secuencia, a AEDBC
bolos X e Y, y para cada distancia D, a lo lo sumo, una posición en la que el primer BCDEA
sumo existe en la secuencia una posición símbolo (X) precede al segundo (Y) una CEDAB
en la que X precede a Y una distancia D. distancia D1 y el Y precede al tercero (Z) DEACB
En las dos oraciones del comienzo la dis- en D2. EABCD
tancia entre “Yo” y “lo” es la misma, por ¿Cuál es la máxima secuencia tri-sor- No obstante, todas estas
permutaciones sí serían
lo que esas frases de ocho palabras no prendente compuesta por las cinco prime-
posibles con cuatro niveles.
sería considerada sorprendentes. ras letras del alfabeto que logrará usted
He aquí otros ejemplos, con símbolos: encontrar? No conozco reglas sencillas que
Solución en la Red
AAB es sorprendente, y también lo es AABA, proporcionen las secuencias sorprenden-
pero AABB no lo es, porque en dos casos tes de orden k de máxima longitud com- Se puede ver la solución
la A va seguida a dos pasos por la B (o puestas por subconjuntos de k símbolos del problema de este
sea, a distancia 2). De igual manera, tomados de un conjunto de n. ¿Podrán los mes visitando
AAXYBB no es sorprendente, porque la A lectores hallar una teoría elegante? www.investigacionyciencia.es
está seguida dos veces por la B a cuatro
símbolos de distancia.
Como ejercicio de calentamiento, expli-
que por qué no es sorprendente la siguiente ¿Sorprendente, o no?
secuencia, compuesta por los símbolos A,
B y C: BCBABCC. Inversamente, busque
una secuencia sorprendente con los sím- No:
bolos A, B y C que tenga una longitud de,
por lo menos, siete símbolos.
He aquí tres problemas mucho más difí-
ciles: Construya una secuencia sorpren- No:
dente, de la máxima longitud de que us-
ted sea capaz, que contenga cinco símbolos
distintos. Encuentre seguidamente se-
cuencias tan largas como pueda que uti- No:
licen 10 símbolos y 26 símbolos, respec-
tivamente. Le resultará cómodo utilizar las
letras del alfabeto (obviemos la Ñ y demás
símbolos que sólo se utilizan en algunas Sí:
lenguas): de la A a la E, de la A a la J,
NINA FINKEL

segunda B situada a distancia 2. Una secuencia sorprendente de longitud 7 es BACCBCA.


SOLUCION DEL PROBLEMA PRELIMINAR: BCBABCC no es sorprendente, porque la letra B precede dos veces a una

96 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, febrero, 2004


... DE MARZO 2004
EN EL PROXIMO NUMERO ...

ACTIVIDAD DINAMICA DE LA VIA LACTEA,


por Bart P. Wakker y Philipp Richter
Durante mucho tiempo supuesta una reliquia de un pasado lejano,
la Vía Láctea es un objeto vivo y dinámico.

DESCODIFICACION DE LA ESQUIZOFRENIA,
por Daniel C. Javitt y Joseph T. Coyle
Una comprensión más plena de la señalización cerebral
en la esquizofrenia ofrece enfoques nuevos y esperanzas
de tratamientos mejores de esta enfermedad.

LA VIDA DIARIA EN ÇATALHÖYÜK, por Ian Hodder


El mayor poblado neolítico conocido nos da algunas claves sobre los papeles
que correspondían a los dos sexos en las primitivas sociedades agrícolas.

SISTEMAS DE IDENTIFICACION POR RADIOFRECUENCIA,


por Roy Want
Ya habituales en sistemas de seguridad y cabinas telefónicas, las etiquetas
de identificación por radiofrecuencia se conjugan con lectores para realizar
numerosos procesos hasta ahora confiados al esfuerzo humano.

ATOMOS DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO, por Lee Smolin


Percibimos el espacio y el tiempo como si fueran continuos.
Mas, si la extraña teoría de la gravedad cuántica de bucles fuera correcta,
estarían formados por elementos discretos.

PERDIDA DE SINCRONIA DE LOS ECOSISTEMAS, por Daniel Grossman


Las temperaturas aumentan antes en primavera; las especies
de varios ecosistemas interdependientes se apartan cada vez más
de la sincronía.

LA PRIMERA CALCULADORA DE MANO, por Cliff Stoll


Se llamaba “Curta” y resultó providencial cuando su inventor se vio
en un campo de concentración nazi.

GALAXIAS EN COLISION,
por Lourdes Verdes-Montenegro
La imagen de un universo estático e inmutable dista
mucho de la realidad. Las galaxias son sistemas cambiantes
que sufren transformaciones espectaculares debido
a la interacción entre unas y otras.

ETNOCLIMATOLOGIA EN LOS ANDES, por Benjamin


H. Orlove, John C. H. Chiang y Mark A. Cane
Un estudio interdisciplinario descubre la base científica
del método que los agricultores patateros de los Andes
usan tradicionalmente para predecir las próximas lluvias.

También podría gustarte