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Taxonomía de suelos

La taxonomía de suelos de USDA, (Soil Taxonomy, en inglés), fue iniciado en 1951,


coordinada internacionalmente por el Ministerio de Agricultura de los Estados
Unidos (USDA, acrónimo (en inglés) para el United States Department of Agriculture y su
subsidiaria National Cooperative Soil Survey. Es una clasificación de suelos en función de
varios parámetros (y propiedades) que se desarrolla en niveles: Orden, Suborden, Gran
Grupo, Subgrupo, Familia, y Serie.
Orden: hay órdenes que se diferencian por la presencia o ausencia de horizontes de
diagnóstico o características que se muestran el grupo dominante de procesos formadores
de suelo que se han desarrollado. Por tanto, son creados en forma subjetiva; esto es, no
están involucrados principios fijos.
Suborden: los criterios de diferenciación para los subórdenes varían de un orden a otro y
son creados en primer lugar para ajustarse al criterio utilizado para establecer el orden.
Gran Grupo: a nivel de grandes grupos se toma en cuenta todo el conjunto de horizontes y
se selecciona la propiedad más importante del suelo completo.
Subgrupo: hay tres grupos de subgrupos:
1- los que se ajustan al concepto central del gran grupo.
2- los integrados o formas transicionales a otros órdenes, subórdenes o grandes grupo. Las
propiedades seleccionadas incluyen:
a) horizonte adicionales a los que definen los grandes grupos incluyendo un horizonte
agrílico que esté debajo de un horizonte espódico.
b) horizontes intermitentes.
c) propiedades de uno o más de los grandes grupos, pero que están subordinadas a las
propiedades principales.
3- fuera de grado.
estos tienen algunas propiedades que no son representativas de los grandes grupos pero que
indican transiciones
Familia: la agrupación de grupos en familias se basa en la presencia o ausencia físicas y
químicas similares que afectan su respuesta al manejo y manipulación para el uso y pueden
no ser indicadores de ningún proceso en particular. Las propiedades incluyen distribución
de tamaños de la partículas y mineralogía abajo de la capa labrada, régimen de temperatura
y espesor de la zona de raíces.
Serie: esta es la categoría más baja y los criterios de diferenciación son básicamente los
mismos que emplean para las categorías superiores, pero el rango que se permite en una o
más de las propiedades es menor. Al igual que los criterios para las familias, están
relacionadas con el manejo. a las series de suelos se les dan nombres locales como serie
Miami.
Tenencia de la tierra

3.1 Tenencia de la tierra es la relación, definida en forma jurídica o consuetudinaria, entre


personas, en cuanto individuos o grupos, con respecto a la tierra (por razones de comodidad,
«tierra» se utiliza aquí para englobar otros recursos naturales, como el agua y los árboles). La
tenencia de la tierra es una institución, es decir, un conjunto de normas inventadas por las
sociedades para regular el comportamiento. Las reglas sobre la tenencia definen de qué manera
pueden asignarse dentro de las sociedades los derechos de propiedad de la tierra. Definen cómo
se otorga el acceso a los derechos de utilizar, controlar y transferir la tierra, así como las
pertinentes responsabilidades y limitaciones. En otras palabras, los sistemas de tenencia de la
tierra determinan quién puede utilizar qué recursos, durante cuánto tiempo y bajo qué
circunstancias.
3.2 La tenencia de la tierra es una parte importante de las estructuras sociales, políticas y
económicas. Es de carácter multidimensional, ya que hace entrar en juego aspectos sociales,
técnicos, económicos, institucionales, jurídicos y políticos que muchas veces son pasados por
alto pero que deben tenerse en cuenta. Las relaciones de tenencia de la tierra pueden estar bien
definidas y ser exigibles ante un tribunal judicial oficial o mediante estructuras
consuetudinarias dentro de una comunidad. En otros casos, pueden estar relativamente mal
definidas, con ambigüedades que se prestan a abusos.
3.3 Así pues, la tenencia de la tierra constituye una red de intereses interrelacionados. Entre ellos
figuran los siguientes:
 Intereses dominantes: cuando un poder soberano, por ejemplo, una nación o una
comunidad, tiene facultades para asignar o redistribuir la tierra mediante expropiación,
etc

 Intereses superpuestos: cuando varias partes han recibido derechos diferentes sobre la
misma parcela de tierra, por ejemplo, una parte puede tener derecho de arrendamiento y
otra derecho de paso, etc

 Intereses complementarios: cuando diferentes partes tienen el mismo interés en la


misma parcela de tierra, por ejemplo, cuando los miembros de una comunidad
comparten los derechos comunes a la tierra de pastoreo, etc.

 Intereses enfrentados: cuando diferentes partes reclaman los mismos intereses en la


misma parcela de tierra, por ejemplo, cuando dos partes reclaman independientemente
el derecho a la utilización exclusiva de una parcela de tierra de cultivo. Los conflictos
por la tenencia de la tierra suelen ser consecuencia de la existencia de reivindicaciones
opuestas.

3.4 La tenencia de la tierra se divide frecuentemente en las siguientes categorías:


 Privada: asignación de derechos a una parte privada, que puede ser un individuo, una
pareja casada, un grupo de personas o una persona jurídica, como una entidad
comercial o una organización sin fines de lucro. Por ejemplo, dentro de una comunidad,
las familias individuales pueden tener derechos exclusivos a parcelas residenciales,
parcelas agrícolas y algunos árboles. Otros miembros de la comunidad pueden quedar
excluidos de la utilización de estos recursos sin el consentimiento de quiénes ostentan
los derechos.

 Comunal: puede existir un derecho colectivo dentro de una comunidad en que cada
miembro tiene derecho a utilizar independientemente las propiedades de la comunidad.
Por ejemplo, los miembros de ésta pueden tener derecho a llevar su ganado a un
pastizal común.

 De libre acceso: no se asignan derechos específicos a nadie, ni se puede excluir a nadie.


En este contexto se suelen incluir las actividades marinas, en que el acceso a alta mar
está generalmente abierto a todos; pueden incluirse también los pastizales, bosques,
etc., cuando todos gozan de libre acceso a los recursos (una diferencia importante entre
libre acceso y sistema comunal es que en virtud de este último quienes no son
miembros de la comunidad están excluidos de la utilización de las áreas comunes).

 Estatal: se asignan derechos de propiedad a una autoridad del sector público. Por
ejemplo, en algunos países las tierras forestales pueden quedar bajo mandato estatal,
sea el poder central o un gobierno descentralizado.

3.5 En la práctica, dentro de una sociedad pueden encontrarse la mayor parte de las formas de
propiedad, por ejemplo, derechos comunes de pastoreo, propiedades privadas residenciales y
agrícolas y propiedad estatal de los bosques. La tenencia consuetudinaria implica normalmente
derechos comunales a los pastizales y derechos privados exclusivos a las parcelas agrícolas y
residenciales. En algunos países, los derechos formalmente reconocidos a estas tierras
consuetudinarias recaen sobre el Estado o el Presidente, en calidad de «depositarios» de los
ciudadanos.

Las tierras siempre han sido un problema en Colombia. De hecho, la desigualdad en su


uso y pertenencia ha sido reconocida como uno de los detonantes en la creación de las
guerrillas, especialmente las FARC. Tan importante es este tema en el país que fue el
primero de los puntos que se negociaron en el Acuerdo de Paz, firmado a finales de 2016.
En el proceso de negociación se llegó a la conclusión de que, a pesar de que es su
principal soporte, el problema agrario no solo se limitaba a dar acceso a la tierra, sino que
requería inversión en infraestructura, comercio, educación, participación, ciencia y
tecnología. Esto es muy importante, ya que Colombia es el país más desigual de América
Latina en los derechos de propiedad sobre las tierras, pues la mayoría de predios están
concentrados en manos de unos pocos.

La tenencia de la tierra: un problema en Colombia


Viviana Aydé Vargas Rivera / Viernes 7 de diciembre de 2007
 
+ de Viviana Aydé Vargas Rivera
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Temas relacionados
Lucha por la tierra

En Colombia, el acceso a la tierra ha sido históricamente una gran fuente de poder político
y de conflicto social, además un determinante clave en la productividad de la economía
rural.

En nuestro país, la estructura agraria se caracteriza por la falta del aprovechamiento de


tierras productivas, la tendencia a la reconcentración de las tierras y el riesgo ambiental a
consecuencia del uso excesivo de la tierra para pastoreo de ganado. Esto produce la
expansión de la frontera agrícola hacia tierras frágiles, generando un grave riesgo
ambiental y problemas sociales.

En un país históricamente agrario como Colombia podemos observar que la gran mayoría
de los conflictos sociales y bélicos del siglo 20 y lo que va del siglo 21 están enmarcados en
el terreno de lo agrario.

No sobra mencionar la Masacre de las Bananeras, los pequeños conflictos generados por la
bonanza cafetera, el problema desatado por la bonanza marimbera y la actual crisis
generada por el negocio de la coca, sin mencionar los numerosos conflictos generados ante
la intención de las grandes multinacionales de apropiarse de los campos colombianos para
explotar nuestra gran riqueza natural.

A raíz de esto se ha producido una gran crisis humanitaria que viven los campesinos hace
más de 50 años, por un conflicto social y armado en el que la élite pretende defender su
poder político y económico poniendo en riesgo derechos fundamentales, económicos,
sociales, culturales y ambientales de los campesinos.

Ante esta grave crisis se ha hecho necesaria una reforma agraria que no sólo solucione el
problema de la repartición de la tierra sino que brinde condiciones de vida digna a los
campesinos. En la actualidad, la política de tierras en Colombia ha servido más para
generar un gran conflicto administrativo y de tipo fiscal al estado y no para solucionar los
problemas de los campesinos.

En materia constitucional, la carta política actual en tres de sus artículos habla de


condiciones de vida digna para los campesinos, protección del medio ambiente y buenas
condiciones para la producción agrícola, todo esto enmarcado en el derecho que tenemos
todos los colombianos a la igualdad.

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