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Ensayo: “Principales áreas o vías de reservorio previa eliminación”

Considerando los fármacos como solutos, los distintos tejidos con especificidad del
organismo van a actuar como los solventes que darán pie a las diferentes
concentraciones del fármaco. Así, dependiendo de la naturaleza química de éste,
habrá una especial predisposición de las sustancias liposolubles por la grasa
corporal o de las hidrosolubles por el líquido extracelular. Este volumen de
distribución (Vd) de un fármaco en el organismo es tan sólo aparente, pues
conceptualmente se trataría del volumen necesario para contener de forma
homogénea en todo el organismo una cantidad determinada de fármaco.
Tasa de extracción

Se refiere a la proporción del fármaco que es retirado de la circulación por cada


órgano, una vez que el flujo sanguíneo lo haya hecho pasar a través de dicho
órgano.Este nuevo concepto integra otros anteriores, ya que la tasa de extracción
va a depender de distintos factores:
● Características del fármaco, entre ellas su pKa.
● Redistribución tisular: En algunos fármacos se produce una distribución
rápida e intensa en determinados tejidos, hasta llegar al equilibrio con la
concentración plasmática. Sin embargo otros tejidos más lentos continúan
retirando fármaco del plasma, con lo que la concentración en el primer tejido
queda por encima de la plasmática y por tanto sale fármaco del tejido hacia el
plasma. Este fenómeno se sigue sucediendo durante un tiempo hasta
alcanzar el equilibrio definitivo. Se obtiene por tanto dos concentraciones del
fármaco en el tejido más sensible: una inicial más elevada y otra posterior
consecuencia de la redistribución tisular.
● Diferencial de concentración con los tejidos.
● Superficie de intercambio.
● Presencia de barreras naturales. Son obstáculos a la difusión similares a las
encontradas en la absorción. Las más interesantes son:
○ Permeabilidad de los lechos capilares, que no es igual en todos los
tejidos.
○ Barrera hematoencefálica: está localizada entre el plasma sanguíneo
de los vasos cerebrales y el espacio extracelular del encéfalo. Dificulta
la llegada de fármacos al mismo.
○ Barrera placentaria: en la mujer embarazada, evita la llegada de gran
cantidad de fármacos al feto, que pudieran ser tóxicos para el mismo.
Los procesos de eliminación de un fármaco incluyen dos situaciones fisiológicas: la
biotransformación y la excreción. La biotransformación ocurre preferentemente en el
hígado, pero no exclusivamente, ya que el intestino, la placenta y el pulmón pueden
participar de dicho proceso, el que tiene como objetivo la transformación enzimática
de cualquier sustancia exógena al organismo en metabolitos hidrosolubles para
facilitar la excreción renal, ya que mientras más liposoluble es un fármaco, más
tiempo permanecerá en el organismo. Por ejemplo, el insecticida organofosforado
DDT es tan liposoluble que permanece en el hígado sin ser metabolizado, por lo que
no se elimina.
Un fármaco hidrosoluble se puede filtrar o secretar a nivel del túbulo renal y al llegar
a la orina no se reabsorbe, por lo que se elimina. La transformación enzimática en
metabolitos hidrosolubles puede originar metabolitos farmacológicamente activos;
por ejemplo, el diazepam tiene una vida media de 36 horas, pero además tiene un
metabolito activo cuya vida media es de 100 horas, por lo que también se debe
metabolizar dicho metabolito a nivel hepático para que cese el efecto del fármaco.
Cuando un paciente ingiere una sobredosis aguda de paracetamol, éste destruye
las reservas de glutatión hepático, lo que genera la producción de metabolitos
toxicológicamente activos que provocan una necrosis hepática aguda. El resto de
los fármacos y sus metabolitos son inactivados a nivel hepático
En el humano y en la mayoría de los mamíferos, el metabolismo de los fármacos se
realiza fundamentalmente a nivel del hígado. Como resultado de la
biotransformación se obtienen nuevas sustancias que reciben el nombre de
metabolitos.
En ocasiones los propios fármacos o algunos de sus metabolitos son capaces de
modificar la capacidad metabólica de las enzimas, aumentando o disminuyendo su
actividad. Esta inducción o inhibición enzimática conlleva una mejoría o
empeoramiento de la depuración de los fármacos, y subsecuentemente un posible
aumento de su toxicidad o bien una disminución de su efecto.
La farmacocinética estudia los mecanismos mediante los cuales se producen estas
transformaciones, los tejidos en que ocurre, la velocidad de estos procesos y los
efectos de las propias drogas y sus metabolitos sobre los mismos procesos
enzimáticos.
Excreción

Los fármacos son eliminados del organismo inalterados o modificados como


metabolitos a través de distintas vías. El riñón es el principal órgano excretor,
aunque existen otros, como el hígado, la piel, los pulmones o estructuras
glandulares, como las glándulas salivales y lagrimales. Estos órganos o estructuras
utilizan vías determinadas para expulsar el fármaco del cuerpo, que reciben el
nombre de vías de eliminación por ejemplo como: Orina,Lágrimas, Sudor, Saliva,
Respiración, Leche materna, Heces,Bilis, etc.
En lo que respecta al riñón, los fármacos son excretados por filtración glomerular y
por secreción tubular activa siguiendo los mismos pasos y mecanismos de los
productos del metabolismo intermedio. Así, los fármacos que filtran por el glomérulo
sufren también los procesos de la reabsorción tubular pasiva. Por filtración
glomerular solo se eliminan los fármacos o los metabolitos no ligados a las proteínas
plasmáticas (fracción libre), y muchos otros (como los ácidos orgánicos) son
secretados activamente. En los túbulos proximal y distal las formas no ionizadas de
ácidos o bases débiles son reabsorbidas pasiva y activamente. Cuando el fluido
tubular se hace más alcalino, los ácidos débiles se excretan más fácilmente y esto
disminuye la reabsorción pasiva. Lo inverso ocurre con las bases débiles. Por eso
en algunas intoxicaciones puede incrementarse la eliminación del fármaco tóxico,
alcalinizando la orina y forzando la diuresis.
En otras ocasiones los fármacos son eliminados en la bilis con la que llegan hasta el
intestino. Allí se unen a la fracción no absorbida del fármaco y se eliminan con las
heces o bien pueden sufrir un nuevo proceso de absorción y ser eliminados
finalmente por el riñón.
Las otras vías tienen poca trascendencia, salvo para fármacos muy concretos, como
la vía respiratoria para el alcohol o los gases anestésicos, aunque en el caso de la
leche materna es de especial trascendencia. El recién nacido presenta todavía
cierta inmadurez de hígado o riñones y es más sensible a los efectos tóxicos del
fármaco. Por ello hay que conocer qué fármacos pueden eliminarse a través de la
leche materna para evitarlos.
Referencias:
● Velazquez. Farmacología básica y clínica. 18° ed. México. Panamericana
med. 2009.
● Clark B, Smith D. Introducción a la farmacocinética. 1° ed. España. Acribia.
1989.
● Mendoza Patiño N. Farmacología médica. 1° ed. México. Panamericana.
2008.

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