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La bendición del diezmar

Malaquías 3:10
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora
en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y
derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. ”

Levítico 17:30
“Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los
árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.”

Deuteronomio 12:6
“Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la
ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias,
y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas;”

Melquisedec da el diezmo de todo a Abraham


Génesis 14:18-20

Malaquías 3:10

1.- Traed todos los diezmos al alfolí (Es mandatorio por Dios)
Esta parte duele, porque es desprenderse de un 10% que no te corresponde
quedarte. Porque no puedo quedármela?

2.- Y haya alimento en mi casa (Bendición por la obediencia)


Por obediencia di mi diezmo a Dios. No porque Dios estaba necesitado de mi
décima parte, sino por mi necesidad de ser agradecido con Dios

3.- Probadme (No confías en mi pruébame)


Dios te reta a que le pruebes si no puedes crees a su palabra, y cuando
compruebes por ti mismo te sentirás mal por no haber creído a lo escrito en la
biblia por inspiración de Dios.

4.- Si no os abriré las ventanas de los cielos y derramare bendición hasta que
sobreabunde.

Dios no necesita de nuestro diezmo porque Él es el dueño del oro y la plata,


nosotros necesitamos de las bendiciones de Dios, no solo de la parte económica,
sino también necesitamos de salud, de vida, de paz y todo esto solo lo puedes
encontrar en Cristo Jesús.
Dios no quiere despojarte de tu diezmo, Él quiere que tú despojes de lo que por
gracias recibiste que seas agradecido por cada bendición que llega a tu vida.

Dios dijo: Pruébame, confía, cree y disfruta

Hageo 2:8
“Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.”

Dios quiere que compartamos con el necesitado por amor y no por lastima.
Dios quiere comer contigo, pero no quiere que veas sus ropas o su estado físico.
Salmo 50:12 “Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el
mundo y su plenitud.”
Dios quiere que ames a tu prójimo como a ti mismo.

2 Corintios 9:6-8 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también


segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente
también segará
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin
de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis
para toda buena obra;

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