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CLASIFICACIÓN DE DELIRIOS

A. Las distinciones Desde el punto de vista de la forma:

Desde el punto de vista formal, la distinción que se realiza


clasifi ca a los delirios en delirios primarios o verdaderos y
delirios secundarios. Esta división se suele atribuir a Jaspers (1913), quien a su vez recogió
estas distinciones de autores como Gruhle o Wernicke. Jaspers, desde una metodología
fenomenológica, planteó la existencia de dos tipos de ideas morbosas: las auténticas ideas
delirantes y las ideas deliroides.

Se han postulado cuatro tipos de delirios primarios: ​intuición delirante​, percepción delirante,
atmósfe ra delirante y recuerdo delirante. La intuición delirantees fenomenológicamente
indistinguible de cualquier idea que nos asalte repentinamente, que nos «venga a la
cabeza». El contenido de estas ideas delirantes suele ser autorreferencial
y, por lo general, de gran importancia para el paciente (por ejemplo, un paciente cae en la
cuenta de que las siglas de su nombre, Emilio Elosúa Albéniz de Darco, signifi can «Eres
El Asesino de Dios»). ​La percepción delirante​ consiste en la
interpretación delirante de un percepto o una percepción normal (por ejemplo, un paciente al
mirar su nombre escrito en el buzón de su casa se «da cuenta» de que la policía secre ta lo
ha identifi cado como el enemigo público número
uno). ​La atmósfera delirante​ consiste en la experiencia subjetiva de que el mundo ha
cambiado de un modo sutil pero siniestro, inquietante y difícil o imposible de defi nir. Se
suele acompañar de un estado de humor delirante, ya que el paciente se siente incómodo,
desasosegado e incluso perplejo. ​Los recuerdos delirantes​ consisten en la reconstrucción
delirante de un recuerdo real, o bien en que, de pronto, el pa cien te «recuerda» algo que es
claramente delirante (por ejem plo, de pronto «recuerda» que es el hijo de Dios).

B. Las clasificaciones en función al contenido.


El contenido de los delirios (que se suele denominar «tema») puede ser
bastante variado, y existe una amplia variedad de este tipo de clasifi caciones. Aquí hemos
recogido la propuesta por el
DSM-III-R (APA, 1988, pp. 472-473).

1. Delirio de ser controlado: Idea delirante en la que los sentimientos, los impulsos, los
pensamientos o los actos son vividos como si no fuesen propios y estuviesen impuestos por
alguna fuerza externa. Delirios típicos de esta categoría son la alienación del pensamiento,
el robo del pensamiento o la transmisión del pensamiento.
2. Idea delirante corporal: Idea delirante cuyo contenido principal se refi ere al
funcionamiento del propio cuerpo.
Ejemplos: el cerebro está podrido; una mujer está embarazada a pesar de estar en la
menopausia.
3. Idea delirante de celos: Convicción delirante de que la pareja sexual es infiel.
4. Idea delirante de grandeza: Idea delirante cuyo contenido implica una exagerada
valoración de la importancia, el poder, el conocimiento o la identidad personales. Puede ser
de naturaleza religiosa, corporal o de otra clase.
5. Idea delirante de pobreza: Idea delirante de que el sujeto ha perdido o perderá todas o
casi todas sus posesiones materiales.
6. Idea delirante de referencia: Idea delirante consistente en que los acontecimientos, los
objetos o las personas próximas del ambiente del sujeto tienen un sentido particular y
no usual, por lo general de tipo negativo y peyorativo.
7. Idea delirante extravagante: Falsa creencia cuyo contenido es claramente absurdo y sin
base real posible. Ejemplo:
un hombre cree que cuando le extirparon las adenoides en
la infancia le colocaron un dispositivo en la cabeza con cables a través de los cuales puede
oír la voz del gobernador.
8. Idea delirante nihilista: Idea delirante en torno a la no existencia del yo (o de alguna de
sus partes), de los demás y
del mundo. Ejemplo: «el mundo se ha terminado», «nunca más tendré cerebro», «no
necesito comer porque estoy hueco». Una idea delirante corporal puede ser nihilista si pone
énfasis en la no existencia del cuerpo o parte de él.
9. Idea delirante persecutoria: Idea delirante cuyo tema central es la convicción de que una
persona (o grupo) es ataca da, acosada, engañada, perseguida o víctima de una conspira
ción. Por lo general la naturaleza del individuo, del grupo o de la institución está relacionada
con el motivo de la persecución.

A esta clasifi cación habría que añadir: el delirio de culpa (el paciente se siente culpable y
responsable de todo tipo de
miserias), el delirio de Sosías o síndrome de Capgras (el paciente cree que personas
importantes en su vida están siendo usurpadas por un impostor, aun a sabiendas de que
tienen la misma apariencia) y el delirio de amor o síndrome de Clerembault (el paciente cree
que alguna otra persona está locamente enamorada de él).

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