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Descripción general

La bulimia nerviosa, comúnmente denominada bulimia, es un trastorno alimentario


grave y potencialmente fatal. Es posible que las personas con bulimia tengan en
secreto episodios de atracones, es decir, que coman grandes cantidades de
alimentos y pierdan el control de su alimentación, y luego vomiten, para tratar de
deshacerse de las calorías adicionales de forma no saludable.

Para deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, las personas con
bulimia pueden usar distintos métodos. Por ejemplo, pueden inducirse el vómito
con regularidad o usar laxantes de manera inapropiada, suplementos para bajar
de peso, diuréticos o enemas después del atracón. O pueden usar otras maneras
de deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, como ayunar, adoptar
una dieta estricta o hacer ejercicio de forma excesiva.

Si tienes bulimia, probablemente te preocupe tu peso y forma corporal. Es posible


que te juzgues severa y duramente por los defectos que percibes que tienes. Dado
que la bulimia se relaciona con la imagen de uno mismo, y no simplemente con los
alimentos, puede ser difícil de superar. Pero un tratamiento eficaz puede ayudarte
a sentirte mejor contigo mismo, a adoptar patrones de alimentación más
saludables y a revertir las complicaciones graves.

Productos y servicios

 Bibliografía: Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Salud Familiar de Mayo
Clinic) 5.ª edición
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Síntomas

Los signos y síntomas de la bulimia pueden incluir lo siguiente:

 Preocuparse por la forma del cuerpo y el peso

 Vivir con miedo de aumentar de peso

 Repetir episodios de comer cantidades excesivas de alimentos de una sola vez


 Sentir una pérdida de control durante el atracón, como si no pudieras dejar de
comer o no pudieras controlar lo que comes

 Forzar el vómito o hacer demasiado ejercicio para no aumentar de peso después


de un atracón

 Usar laxantes, diuréticos o enemas después de comer cuando no son necesarios

 Ayunar, restringir las calorías o evitar ciertos alimentos entre atracones

 Usar suplementos dietéticos o productos a base de hierbas en exceso para bajar


de peso

La gravedad de la bulimia se determina por el número de veces a la semana que


te purgas, por lo general al menos una vez a la semana durante por lo menos tres
meses.

Cuándo debes consultar con un médico

Si tienes síntomas de bulimia, busca atención médica cuanto antes. Cuando no se


trata, la bulimia puede tener efectos graves sobre la salud.

Habla con el proveedor primario de atención o con un profesional de la salud


mental sobre los sentimientos y síntomas de la bulimia. Si no quieres buscar
tratamiento, habla con alguien sobre lo que te sucede, puede ser un amigo, un ser
querido, un maestro, un líder religioso o alguien en quien confíes. Ellos podrán
ayudarte a adoptar las primeras medidas para obtener un tratamiento exitoso
contra la bulimia.

Ayudar a un ser querido que presenta síntomas de bulimia

Si crees que un ser querido tiene síntomas de bulimia, habla con él de forma
abierta y honesta sobre lo que te preocupa. No puedes obligarlos a buscar
atención profesional, pero puedes animarlos y apoyarlos. También puedes
ayudarlos a encontrar un médico capacitado o un profesional de la salud mental,
pedir una consulta e incluso acompañarlos.

Ya que muchas de las personas con bulimia son de peso normal o tienen un poco
de sobrepeso, quizás no sea evidente para los demás que hay un problema. Las
señales de advertencia que los amigos y los familiares pueden notar incluyen lo
siguiente:

 La preocupación o las quejas constantes por ser gordos

 La percepción corporal distorsionada y excesivamente negativa

 El consumo repetitivo de cantidades grandes de comida de una sola vez, en


especial de alimentos que la persona suele evitar

 La adopción de dietas estrictas o ayunos después de comer en exceso

 La negación a comer en público o frente a otras personas

 Las visitas al baño justo después de comer, durante las comidas o por largos
períodos

 El exceso de ejercicio

 La presencia de llagas, cicatrices o callos en los nudillos o las manos

 El daño en los dientes y encías

 El cambio en el peso

 La inflamación de las manos y los pies

 La inflamación de la cara y las mejillas a causa del agrandamiento glandular


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Causas

Se desconoce la causa exacta de la bulimia. Muchos factores pueden influir en el


desarrollo de trastornos alimentarios, entre ellos, la genética, la biología, la salud
emocional, las expectativas sociales y otros aspectos.

Factores de riesgo

Las niñas y las mujeres son más propensas a tener bulimia que los niños y los
hombres. Por lo general, la bulimia comienza durante los últimos años de la
adolescencia y el principio de la adultez.
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de bulimia se incluyen los
siguientes:

 Biología. Las personas con familiares de primer grado (hermanos, padres o hijos)


con un trastorno alimenticio pueden ser más propensas a desarrollar un trastorno
alimenticio, lo que indica un vínculo genético posible. Tener sobrepeso durante la
niñez o la adolescencia puede aumentar el riesgo.

 Problemas psicológicos y emocionales. Los problemas psicológicos y


emocionales, como la depresión, los trastornos de ansiedad o el consumo de
sustancias están estrechamente ligados a los trastornos alimenticios. Las personas
con bulimia pueden tener sentimientos negativos sobre ellas mismas. En algunos
casos, los eventos traumáticos y el estrés ambiental pueden ser factores que
contribuyen a la enfermedad.

 Dieta. Las personas que siguen dietas tienen un riesgo mayor de desarrollar


trastornos alimenticios. Muchas personas con bulimia restringen de forma grave las
calorías entre episodios de atracones, lo cual puede desencadenar en una
necesidad de comer compulsivamente otra vez y luego purgarse. Otros
desencadenantes para los atracones incluyen estrés, una mala autoimagen corporal,
alimentos y aburrimiento.

Complicaciones

La bulimia puede causar numerosas complicaciones graves que incluso pueden


poner en riesgo la vida. Las posibles complicaciones incluyen las siguientes:

 Autoestima negativa y problemas con las relaciones y el funcionamiento social

 Deshidratación, que puede llevar a problemas médicos importantes, como


insuficiencia renal

 Problemas del corazón, como latidos irregulares o insuficiencia cardíaca

 Caries dental severa y enfermedad de las encías

 Períodos ausentes o irregulares en las mujeres

 Problemas digestivos

 Ansiedad, depresión, trastornos de personalidad o trastorno bipolar


 Abuso de alcohol o drogas

 Autolesión, pensamientos suicidas o suicidio

Prevención

Aunque no hay una forma segura de prevenir la bulimia, puedes guiar a la persona
hacia un comportamiento saludable o a que busque tratamiento profesional antes
de que la situación empeore. Cómo puedes ayudar:

 Promueve y refuerza una imagen corporal saludable para tus hijos, sin importar el
tamaño o la forma. Ayúdalos a crear confianza de maneras que no tengan que ver
con la apariencia.

 Disfruta de comidas familiares de forma regular.

 No hables acerca del peso en el hogar. En lugar de ello, concéntrate en tener un


estilo de vida saludable.

 Desalienta las dietas, en especial cuando incluyen comportamientos de control de


peso poco saludables, como el ayuno, el consumo de suplementos o laxantes para
bajar de peso o el vómito autoinducido.

 Habla con el proveedor de atención médica primario. Este profesional podrá


identificar los primeros indicadores de un trastorno alimentario y ayudará a evitar su
desarrollo.

 Si notas que un familiar o amigo tiene problemas con la comida que pudieran
ocasionar o indicar un trastorno alimentario, trata de hablarles sobre estos
problemas y preguntarles cómo puedes ayudar.

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