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Repensando el archipiélago vertical: Etnicidad, Cambio, e Historia en los Andes

Centrales del Sur

Mary Van Buren


Antropólogo americano,New Series, vol. 98, No. 2. (jun., 1996), pp. 338-351.
Antropólogo americanoactualmente se publica por la Asociación Americana de Antropología.

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Jue Abr 13 2006 22:06:00
MARY VAN BUREN / UNIVERSIDAD DE LA TRINIDAD

Repensando el archipiélago vertical


Etnicidad, Cambio, e Historia en los Andes Centrales del Sur

Uno de los temas persistentes en los estudios andinos poco después de la conquista, la ocupación continuada de
durante las últimas décadas ha sido la evaluación de colonias de tierras bajas sugirieron que eran, de hecho, pre-
modelo de archipiélagos verticales en diferen- de John Murra Incaica en su origen. La explicación implícita para la tencia
rentes contextos temporales y culturales. En pocas palabras, tence de tales asentamientos en el período colonial fue que
la las formas tradicionales de organización habían soportado
modelo postula que las sociedades andinas colonias simplemente
establecidas los cambios radicales generados por tanto Inka y Español
en zonas ecológicas distantes y a menudo no contiguos en dominación.
Para poder acceder a los bienes producidos en ellos. En El propósito de este ensayo es evaluar la implica-
De esta manera se podrían diversificar su base de recursos cationes del modelo archipiélago vertical para nuestra sub
con- pie de las sociedades andinas, centrándose en 16 al cen-
a cabo la participación en el comercio con otros grupos colonias tury Lupaqa, la más clara, más fuerte, y más
étnicos, por lo tanto a menudo citado caso apoyar la tesis de Murra. Este estudio
preservar lo Murra (1972) ha caracterizado como una considera específicamente el establecimiento y manteni-
antiguo ideal cultural de la autosuficiencia económica. C.A-
miento de las colonias agrícolas, en lugar de la explota-
cording a las discusiones recientes más de Murra (1985), la
ción de múltiples zonas económicas en general. Mientras
propósito del modelo es explicar el éxito de alto
la formulación inicial de Murra se ha ampliado a lo largo del
poblaciones de altura tales como la Lupaqa en un áspero y
año (Shimada 1985: xiii), un examen de la origi-
entorno impredecible. También sirve para ilustrar
modelo final se justifica debido a que algunos de su centro
el funcionamiento de un sistema económico que se ordenó
supuestos se han incorporado de manera acrítica en los
por principios distintos a los mecanismos de mercado, un
tratamientos más recientes de verticalidad. estos suposición
particu-
ciones, en particular la opinión de que archipiélagos
larmente única y característica interesante de la civilización
verticales
andina
reflejar adaptaciones estables yacen sobre cul- persistente
ción.
tradiciones turales, han oscurecido la variabilidad entre
Murra primera elaborado el modelo de verticalidad en una
serie de artículos que acompañaban a la publicación de sociedades andinas y las fuentes de tensión en
material censo colonial de la Huánuco y ellos. Por el contrario, el análisis que aquí se presenta se basa en
Chucuito regiones del centro y sur de Perú.' testi- una perspectiva conceptual que se centra en los intereses
Mony contenida en estos documentos se indica que Du- y las estrategias de los diferentes grupos que constituían
ing del siglo 16, las poblaciones indígenas man- la sociedad Lupaqa y su participación en un rápido
CONTENIDAS colonias en las elevaciones más bajas con el cambiar el orden colonial.
fin de adquirir La trayectoria intelectual y de disciplina de la
productos como el maíz, pimientos, y el algodón. La evidencia modelo en primer lugar se examinó con el fin de una mejor
fue particularmente convincente en el caso de la Lupaqa, ilumina-
un sistema de gobierno situado en la provincia colonial suposiciones implícitas clave nate. Entonces el caso Lupaqa
española de será analizada desde la perspectiva de un COL- específica
Chucuito en la costa suroeste del lago Titicaca Ony identificado en el registro arqueológico del OS-más
(Véase la Figura 1). drenaje. Por último, los conocimientos adquiridos a partir de
Lupaqa colonias se encuentran en las dos vertientes de la éstos
Andes y continuó funcionando a finales del 16to cen- dos primeros pasos se aplicarán a una reevaluación de la
tury. Murra (1972) y más tarde Franklin Pease (1982a) material de censo Chucuito. Mientras que el arqueológico
vista la persistencia de estas colonias después de la ñol datos confirman la existencia de una colonia en el Lupaqa
ish conquista como prueba de su antigüedad. Ya que muchos el drenaje durante el período colonial temprano, y quizás
asentamientos establecidos por el Inka fueron en tiempos incaicos, no existe evidencia de un pre-incaica
abandonados

Mary Van Buren Profesor Adjunto, Departamento de Sociología y Antropología de


la Universidad de Trinity, San Antonio, TX 78212.
Antropólogo americano98 (2): 338-351. Los derechos de autor 0 1996, la Asociación Americana de Antropología.
REPENSAR EL ARCHIPIÉLAGO VERTICAL / MARÍA VAN BUREN 339

Lupaqa ocupación de la zona (Stanish 1989a). Lo más


importante, un análisis de los registros históricos indicación
cates que la existencia de colonias Lupaqa en los valles de las
tierras bajas se puede entender mejor como resultado de
estrate-
GIC decisiones en el contexto de socioeco- contemporánea
condiciones nómicas más que como una adaptación ecológica
ción enraizada en la tradición cultural.
BOLIVIA
El Modelo Archipiélago Vertical
El concepto de archipiélagos verticales desarrollado
de la investigación doctoral de Murra sobre el Inka
económica
organización (Murra 1956). Se encuentra la fuente de
Pacífico
muchas instituciones imperiales, como la redistribución
actividades características de los gobernantes incas y el uso referencias al trabajo etnográfico fuera de los Andes son
de extensos ni sistemática, su tratamiento de Inka
archipiélagos verticales, en las prácticas tradicionales de los organización económica se estructuró mediante
Andes comparaciones
y destacó la continuidad entre insti- imperial con los datos de África y Polinesia proporcionados por
tuciones y el sustrato cultural a partir de los cuales eran pología
derivado. Al preservar las formas externas de reciproc- pologists educados en el funcionalismo estructural. Esto
dad, el Inka fueron capaces de presentarse a sí mismos como es
líderes más evidente en su análisis de la redistribución Inka,
que se trate, sobre todo, por el bienestar de la cual, según él, se entiende mejor en términos de no
sus sujetos (Murra 1956: 204). Sin embargo, en lugar de
dependiendo de un estado centralizado para su bienestar,
grupos étnicos andinos parecen haber dependido de recipro-
Cal relaciones dentro de la comunidad a fin de mantener su
autosuficiencia (Murra 1956: 223). A pesar de que de-
votado un capítulo entero al trueque y el comercio, con- Murra
consistentemente subrayado tanto la autonomía económica de
con-
quered sociedades y su dependencia recíproca
las relaciones dentro del grupo para satisfacer las necesidades
económicas.

La influencia de la antropología social

Algunos de los factores que dan cuenta de inter de Murra


pretación de los datos históricos y el énfasis que
lugares en la colonización directa como una adaptación grupo
son
en relación con las fuentes intelectuales de sus primeros
trabajos.
Murra ha expresado claramente su deuda con antropólogos
sociales
GIST como Firth, Gluckman, y Kuper, cuyo et-
nographies leyó mientras se prepara su propia doctorado
tesis.' La relación entre los principios de parentesco
y la autoridad política, la acumulación y eliminación
de la riqueza en las economías no capitalistas, y la naturaleza
de
gobierno indirecto son sólo algunos de los temas abordados
por
tanto Murra y los antropólogos sociales que cita.
Quizás más importante que es que las similitudes tópica
La tesis de Murra se basó en un enfoque comparativo para
gran parte de su penetración en las sociedades andinas. A
pesar de que
Oceano
cola de un completo rechazo del materialismo histórico,
que se mantuvo la base implícita de su disertaciones
ción y gran parte de su obra posterior (Rowe 1984: 642). Murra
también cita específicamente los escritos de Heinrich Cunow,
Figura 1 un marxista alemán, como una influencia importante en su
El centro sur de los Andes. investigación doctoral (Murra 1981).
Cunow (1933 [1896]: v) estaba intrigado por la similar-
economías políticas europeas tales como los asociados con los dad entre Inca y antigua orga- agraria alemán
estados africanos, en lugar de los conceptos occidentales de zación. Utilizando un enfoque etnológico que era débilmente
feudalismo o el socialismo. basado en conceptos evolutivos del siglo 19, que buscaba
tratamiento de or- económica no occidental de Murra para demostrar que la clasificación de la Inka Em-
nización también está vinculada a su intelectual personal pire como un "estado socialista" el resultado de ideas falsas
trayectoria. Nacido y criado en Rumania, se vio expuesto acerca de la naturaleza de la organización Inca. Sostuvo que
al pensamiento marxista en su juventud, una orientación que en lugar de ser un sistema de gobierno basado en com-
le animó a identificar el Inka como un estado feudal en excepcional
sus publicaciones más tempranas (Murra 1981). Sin embargo, él principios nista, el Imperio Inca se basaba en Agrar-
adoptado rápidamente un enfoque más empírico que era ian prácticas que se encuentran comúnmente en la antigua
sensible a las diferencias culturales, un cambio que era civilizaciones. Además, se encontró que el origen de muchos
incitado por sus experiencias durante la Civil Española costumbres incaicas a las relaciones de parentesco y
Guerra, así como su formación antropológica (Rowe comunitarias que
1984: 636-637). Esta reorientación, sin embargo, no ES- fueron característicos de los grupos incorpora en el
imperio, e hizo hincapié en la autonomía relativa de con- corbatas. Se divide el comercio en tres tipos generales:
sociedades quered (Cunow 1933 [1896]: xii, 58). mercado
La caracterización de Murra de los Andes política intercambio, redistribución, y la reciprocidad
economías, entonces, no representa simplemente el empíricamente (Polanyi
Cal descubrimiento de las relaciones de los Andes esenciales, 1968 [1944]: 46). Usando la sociedad trobriandesa
que repre- isla como una
senta su identificación en términos de con- etnográfica ejemplo, mostró cómo la reciprocidad está
conceptos desarrollados en otras áreas. El uso de datos incrustado en
comparativos en el análisis del caso Inka era crítica para una las relaciones entre la familia y amigos, mientras que las
comprensión de la organización socioeconómica Andino relaciones entre
en otros términos que no sean occidentales, pero una serie de líderes y sus seguidores se caracterizan a menudo
conceptos implícitos en el funcionalismo estructural parecen haber por
sido redistribución. Mientras que la reciprocidad se basa
incorporado en el modelo archipiélago vertical con Salida de ser en los patrones de
reconocido de forma explícita. El principal de ellos es simetría que subyacen a la constante de dar y tomar
el supuesto de que la redistribución y el autor-política BE-
dad beneficiar al grupo étnico como un todo-funcionalista individuos o grupos tween, se basa en la redistribución
perspectiva casado fácilmente con el concepto ecológico de
adaptación. La mayor parte de los antropólogos mencionadas por un patrón de centralidad e implica el flujo de
Murra describir africano y economista político de la Polinesia mercancías a
mies sistemas como relativamente armoniosas que de manera y desde un centro. Polanyi propósito evitar distin-
eficiente distin- entre las prácticas de redistribución igualitaria
mantenido la productividad económica y el orden social. En el en
modelo archipiélago, este punto de vista se traduce en una y las sociedades estratificadas, ya que creía que al
énfasis en la naturaleza adaptativa de las relaciones verticales, igual
y la fusión conceptual de la subsistencia del hogar principios económicos operados en ambos
y economías políticas. casos, incluso
aunque los motivos y las relaciones de los países
participantes
La influencia de Polanyi
grupos sociales serían muy distinta '.
la falta del modelo de verticalidad de claridad en cuanto a la
identidad y las diferentes motivaciones de los actores involucrados
en la producción, circulación y consumo de baja
recursos de la tierra se relaciona con otro aspecto de la literatura
tura de organización socioeconómica no occidental. Como
Nathan Wachtel (1981) y Charles Stanish (1992: cap.
1) han señalado y Murra (1956: iv) el mismo tiene
, Análisis claro hecho de Murra de orga- económica Inka
zación también fue influenciado por la obra de Karl Polanyi.
Polanyi se refiere a la capitalista distintiva
el comportamiento del mercado de las formas de organización
económica
que son típicamente asociados con socie- no industrial
Aunque los conceptos Polanyi describe wl
tainly no es nuevo en Murra, systematiza de Polanyi
los datos empíricos pueden haber influido en Murra ': sis. En primer
lugar, la decisión de Polanyi a COML
centrípetas formas de organización económica ingenio
misma categoría, sin duda no alentó con
la precisión con respecto a la activida redistributivo
el movimiento de bienes, abstraído del cor
la producción y el consumo, se consideró
esquema. Por lo tanto Murra no se animó a sí misma tipología de aclarar
la naturaleza de economil
acciones asociadas con archipiélagos verticales.
La distinción de Polanyi entre reciprocidad y r
bución, por un lado, y el intercambio de mercado,
otra, está impregnada de la gripe connotaciones políticas
provisionalmente aparecerá en la obra de Murra, así como que O
ars que adoptaron su modelo. un histórico de Polanyi
del intercambio de mercado y su conseque social
reminiscencia de las evaluaciones del siglo 19 de la (
ción de "comunidad" como consecuencia de la in (revolución. Una
distinción similar se produce en Murra pero se enmarca en términos de un
contraste entre hasta
relaciones ROCAL característica de auto-suficiente c
nidades y participación en el intercambio. Desde 1969
tiene complemento verticales retratado constantemente
una forma económica que es a la vez característico
única de los Andes. Exchange, si discutido
representado como periférico. Este contraste se convirtió correo
ATIC de la sociedad andina en gran parte del anthropc
la literatura y se relaciona con la popularidad de
modelo durante la década de 1970.

La búsqueda de lo andino

El desarrollo del modelo de verticalidad


entenderse desde la perspectiva de ow de Murra
lectual trayectoria y los datos a su disposición. Th
aplicación difusión del modelo verticalidad, HC
fue coincidente con una serie de importantes disci
y tendencias sociopolíticas. El b demográfica
antropología que tuvo lugar en la década de 1960 una
1970 se asoció con una enorme cantidad increas de las investigaciones
realizadas en los Andes. Con eran favorables para la rápida difusión de
las nuevas ide
eruditos estaban tratando de definir lo esencial
terísticas de la cultura andina y el contraste
los de otras civilizaciones.
Muchas de las ideas actuales en el momento de
por los investigadores que trabajan en diferentes campos, s
la historia, la arqueología y la antropología cultural
DICIÓN a la aplicación de sus ideas a diferentes lugares y], el modelo de
verticalidad se compati
una serie de orientaciones teóricas dentro hormiga
gía. La primera de ellas fue ecolo culturales
antropólogos estructurales y simbólicos también fo
REPENSAR EL ARCHIPIÉLAGO VERTICAL / MARÍA VAN BUREN

espiración en las ideas de Murra, en parte debido a su con-


. ciudad Lupaqa
CERN con los valores culturales y los principios subyacentes • Lupaqa cola'
que rige la organización social '. Entre los historiadores, po- étnico! madre
OOLLAS
economistas litical incorporan muchas de las cuestiones Umasuyu
MO km

planteadas por Murra en su propio trabajo '.


En términos del discurso popular y académica, •! Tabú
uno de los aspectos más importantes del modelo de Murra es (Makeya

su capacidad para representar a Andino, o aquellos aspectos


del
la vida humana que son única y esencialmente andino. AIN
LUPAOAS
El modelo archipiélago vertical, que tiene sus raíces en una , Ommlas.
apreciación de la naturaleza distintiva de los Andes geog- / Pacajes '' 'Pacajes
grafía, hace hincapié en el control directo de los recursos por
UROOSUYU
una twits
Umasuyu
oitlk
comunidad en particular o grupo étnico. Murra y oth-
Rajado
ERS han hecho hincapié en que este tipo de organiza- Twati

económica
ción se relaciona con un ideal cultural de la comunidad auto-sufi-
f cacia que es antigua y panandina. Aunque la organización real de
comportamiento varía dentro de los diferentes
contextos históricos, se cree que el propio ideal para persistir. Figura 2
Acceso directo a una gran variedad de zonas ecológicas es,
pues,
visto como una característica esencial de la historia andina,
porque
Se presenta como una característica perdurable que re-
red inalterados por el flujo de eventos. Además, el control a orillas del lago Titicaca, una zona que fue
directo de los recursos se contrasta con dependencia de conocido como
intercambio (Murra 1981), una actividad económica que se la provincia de Chucuito por los españoles. El
produce en la mayoría de las culturas y que es especialmente Lupaqa se limita con el sistema de gobierno qolla
típico del capitalismo moderno día. hacia el norte y el
El concepto de verticalidad por lo tanto tiene una serie Pacajes al sudeste (véase la Figura 2). estos grupos
de
características que permiten que sea utilizado como un
símbolo de lo
Andino. El ideal de la verticalidad es representado como un
centro cultural
creencia arraigada en el paisaje andino único, un-
cambiada por el tiempo o la distancia, y se destaca en
contraste con las tradiciones de otras tierras y las ciudades de
Perú hispana, donde el intercambio es comúnmente prác-
ticed. Por lo tanto, la noción de verticalidad se puede utilizar
no sólo para explorar la realidad del país-Andino
lado sino como un medio para la representación en el curso
el discurso sobre el desarrollo de la sociedad peruana.

El caso Lupaqa
Como se señaló anteriormente, el estímulo
inmediato para
desarrollo del modelo de verticalidad de Murra fue la
publicación de una serie de importantes estudios de Chu-
Cuito y Huanuco.6 Las encuestas contienen información
recogida por las autoridades españolas durante el mid-16th
cen-
tury con el fin de determinar la capacidad de la población
indígena de pagar tributo.
El Lupaqa fuera un con- sociedad relativamente compleja
sisting de unos 20.000 hogares en el momento de la
Conquista española. Que habitaban el suroeste
se muestran los límites aproximados de los grupos étnicos en los Titicaca
1532. Sólo colonias agrícolas Lupaqa. Redr modificado después de Julien
1983: mapa 2; Saignes 1985: mapa 7; de San Miguel, 1964: 300-301.

hablaba el mismo idioma y comparten muchos cultura material asp,


pero parecen haber estado en cursi antes de la conquista Inka de la
zona (198 Julien
Lupaqa se basó en una subsistencia agro-pastoral en
camélidos incluidos, papas, quinua, y un vai
otros tubérculos a gran altitud y granos. Accordinf 1567 censo, sino
que también mantienen colonias en ti
ern tierras bajas y occidentales en los que el maíz, PL
algodón, coca y otros cultivos a baja altura eran
Con la excepción de dos asentamientos cor
de artesanos especialistas que residían en la altiplan (
las colonias Lupaqa mencionados en la Chucuito
fueron localizados en los valles cálidos que se convirtieron en IMJ
los productores de vino, trigo, maíz y coca para E
ciudades durante la segunda mitad de la CENI 16a
mirada más cercana a uno de estos valles, el dr Osmore
da una idea de las condiciones que fostei
persistencia de las colonias Lupaqa hasta principios del c
período.

La evidencia arqueológica para Lupaqa colonias en º (Osmore Drenaje

El drenaje Osmore ha sido intensamente


por un número de arqueólogos trabajando bajo t
pices de Programa Contisuyu, un órgano paraguas que proporciona
apoyo logístico para los investigadores
ing investigación de campo independiente. Uno de los prin SUEs
dirigida por los arqueólogos que trabajan en Th (
342 Antropólogo americano • VOL. 98, No.2 Cal fuentes indican que el volcán Huaynaputina
entrado en erupción en 1600. Huaynaputina es de 70 kilómetros al
norte de Torata Alta, y los depósitos primarios de ceniza de
la edad es la existencia y naturaleza de complementariedad la erupción se produce en la mayoría de las procedencias en
vertical, el sitio.
riedad en la zona durante diferentes períodos. Esta los residuos domésticos se encuentra a continuación y en algunas
investigación ha revelado una serie de casos de colonización áreas
por pobla- por encima de la ceniza, lo que indica que la solución era inhab-
ciones de la cuenca del Titicaca que van desde el Horizonte ITED a finales del siglo 16 y principios de los 17.
Medio a principios del período colonial '. Uno de los
descubrimiento-
Ings que surgen de esta área de investigación es que la
presencia Lupaqa en el drenaje Osmore se limita a Horizonte
Tardío y la época de la colonia.
(1992) la investigación de la rama Otora del río Osmore
de Stanish fue explícitamente diseñado para probar la
sugerencia de Murra que las colonias Lupaqa descritos en el
censo de Chucuito son anteriores control de Inca de la
región. Stanish encontró ninguna evidencia de asentamiento
Lupaqa
mentos antes del Horizonte Tardío, aunque algunos aspectos
de la forma de la casa, las costumbres funerarias y cerámica
sugieren la presencia de personas qolla. La mejor evidencia
de Lupaqa colonización del drenaje proviene de Torata Alta,
un sitio ubicado en la parte alta de la Osmore del dren
la edad, justo al sur del río Otora.

Torata Alta

Torata Alta se encuentra a 20 kilómetros al noreste de


la ciudad de Moquegua y aproximadamente 175 kilometros
al suroeste de Chucuito, la capital Lupaqa. El moderno
ciudad de Torata se encuentra a dos kilómetros al sur-
al oeste del sitio. El sector conservado de Torata Alta
se compone de bloques de 24 habitaciones que contienen la
piedra Fun-
ciones de estructuras residenciales y pequeñas
rectangulares
contenedores de piedra (véase la Figura 3). El asentamiento
está dispuesto en
un plan de la red, y una plaza rectangular se encuentra
hacia
el extremo norte del pueblo. Un pequeño complejo de
edificios públicos, incluyendo los restos de un 16 al cen-
tury iglesia, están situados justo al este de la plaza.
Torata Alta fue claramente un asentamiento
planificado, y el diseño ortogonal sugiere fuertemente que
era una
Reduccion temprana colonial, un tipo de población
establecida
por los españoles para uso indígena. Sin embargo, John
Hyslop (1990: Ch. 7) sugirió que los Inkas también con-
structed asentamientos ortogonales y afirmado que
Torata Alta es un sitio de Inca. Si bien no existe un consenso
en relación con el período durante el cual Torata Alta fue
fundada, los artefactos recuperados durante colec-
superficie
ción y las excavaciones indican que el pueblo era inhab-
ited por los indígenas durante el pe- colonial
RIOD y tal vez justo antes de la conquista española también
(Van Buren et al. 1993). Un período colonial ocupacional
ción es confirmada por la estratigrafía en el sitio.
históricamente
JUNIO 1996 brevemente
antes de. Las tres clases de artefactos proporcionan
información
La identificación de ARCHIPELAG verticales garding afiliación de grupo, pero la interpretación de,
pende, en gran parte, en el reconocimiento de ETH] el variación ylistic en términos étnicos se ve obstaculizada
registro arqueológico. En el pasado, la mer por kvolvement estado en la producción de viviendas y
rencia de los objetos de las tierras altas en sitios ciertaDedos de los pies de la cerámica.
costeros WL La comparación de la arquitectura, la cerámica, y
interpretado como evidencia de la colonización (Wkjic horls de Torata Alta con la cultura material de
Durante la última década, los arqueólogos tienen rejec sitios del Período Intermedio Tardío en el itochthonous
acercarse y han tratado de distinguir 1 smore de drenaje indica claramente que Torata Alta fue
el intercambio y la colonización sobre la base de evidi un settlement.9 intrusivo Sin embargo, la determinación de la
asentamiento permanente y los lazos fuertes a la contra pre-
de origen, incluyendo la presencia generalizada SE identidad étnica de los residentes es más de problemas
Plano productos y bienes manufacturados. La mayoría r corriente continua.
Stanish (1989a, 1989b, 1992) ha defendido º (nación de La forma y el diseño de las estructuras residenciales
contextos domésticos, ya que estos son mo en
de tumbas o estructuras ceremoniales para producir Orata Alta son el resultado de la planificación por parte de
objetos producidos asociados con el residente Ther Inka o funcionarios españoles y son, por tanto, indicación
ción. cinco de control imperial en lugar de la etnia de la
Mientras que los programas actuales para la sidente de la población. La mayor parte de la cerámica
identificación de cola más explícito que los enfoques decorada recubierto desde el sitio consiste en vasos Chucuito-
anteriores en distinl Inka que se encuentran comúnmente en contextos Horizon tarde
entre los correlatos materiales de colonizat en la cuenca Titicaca. La distribución de este tipo de pot-
el comercio, que no abordan la relación 1 Tery coincide estrechamente con el Horizonte Tardío y principios
período límites coloniales del territorio Lupaqa (Hyslop
la identidad del grupo y su expresión en el material Esto
1976, 1979; Tschopik 1946). Además, la ocurran,
es particularmente problemático con respecto a (
sociedades, ya que incluyen diversas ut sociales rencia de otros estilos distintivos asociados con el
participar en variados patrones de producción y una Qolla adyacente y poblaciones Pacajes cias fuertemente
ción. Para complicar el problema en los Andes una gestas que la variación en cerámica decorada, en particular
participación en la producción de algunas clases cuencos, jugaron un papel en la vecina distintiva
cultura rial como la arquitectura y la cerámica grupos (Julien 1983; Ryden 1947). Sin embargo, ya que el estado
1995), así como los grupos anidados y, a menudo Inka puede haber dirigido la producción y distri-
difusas n étnicos. Por ejemplo, al menos tres bución de estas cerámicas, su presencia en Torata Alta
figuraciones soc son relevantes para la identificación puede no ser indicativo de una población residente Lupaqa.
demi Todo lo que se puede decir con certeza es que los ocupantes, ya
en Torata Alta: el estado Inka, el populatiot sea consumido cerámica de fabricación local en el estilo Chucuito
cuenca Titicaca como un todo, y el grupo variado la o fueron suministrados con la cerámica de fabricación
cuenca, especialmente el Lupaqas y su ne
centros dentro del territorio Lupaqa.
los qollas y Pacajes.
Los recientes intentos de sintetizar archaeolog
enfoques a estilo han hecho hincapié en la variable No hay evidencia que sugiera que los malacates
que la identidad de grupo se expresa por el material • la mayoría de las vasijas utilitarias fueron fabricados
Varios puntos emergen de estas discusiones. yo los auspicios del Estado Ider. Estos objetos por lo general se
tipos de artefactos utilizados por el mismo grupo mantuvieron en e hogar o, en el caso de las espirales, se oscurecía
puede iring uso y por lo que probablemente no jugó un papel activo
para expresar diferentes "mensajes". No hay la negociación de la identidad étnica. Dado que los productos de
toria manera de predecir qué clases de artefactos rgely comportamiento inconsciente, es probable que ofrecer
utiliza para comunicar afiliación de grupo, althougl tales formación sobre afiliación de grupo, pero no necesariamente
como la visibilidad y el contexto del uso Proba un papel ) fuera de las fronteras étnicas contemporáneas (Wiessner
importante (Carr y Neitzel 1995). El que subyace a la ) 85). De hecho, una comparación de estos objetos con mate-
expresión de la identidad de grupo clasificar la gran al de la cuenca del Titicaca revela similitudes fuertes
parte inconsciente al símbolo activamente sugiere que Nong assemblages.N no lo hacen, sin embargo, la pantalla
una estrategia productiva para Assessin identidad en el afiliaciones del oído con grupos particulares tales como la
registro arqueológico es a examen ipaqa o Pacajes.
tiple clases de artefactos cuyo uso contextos
entendido. Una cuarta línea de evidencia que indica un vínculo entre Le
En el caso de Torata Alta, tres clases de restos residentes de Torata Alta y la cuenca del Titicaca fue
fueron examinados con el fin de evaluar º identidad de icovered por Susan deFrance (1993: 178-181) durante
los residentes de la colonia: el tratamien análisis n- del restos de fauna de Torata Alta. Ella
tectura, cerámica, y de cabezal verticilos. Tes valor de la exportación de camélidos 12 herramientas mandíbula
fueron comparados con los restos de los sitios autoch de cinco diferentes
cercanas, así como de los sitios de la cuenca del -oveniences en Torata Alta. Estas herramientas son idénticos
Titicaca. los Ispecimens recuperado de Lukurmata y otros sitios horizonte de
sultados de estas comparaciones se resumen mediano .e en la cuenca Titicaca, así como de un [colonia Wanaku
en el drenaje Osmore ". Este artefacto El Lupaqa tuvieron el privilegio de celebrar en en-
PE también fue recuperado por Ryden (1947: tabla 2) en el comienda por la Corona, un estatus legal que muchos
ite sitio Horizonte de Palli Marca en la región Pacajes. grupos
ke los malacates y de- cerámica utilitaria pareció preferir el control privado (Davies, 1984: 25;
; Ribed anteriormente, que están probablemente relacionados Murra 1964: 421). Aunque hay comparación sistemática de
con un pan-Titi- condiciones asociadas con la tenencia reales y privadas
ica identidad que existía antes, y tal vez después, se ha hecho, Noble David Cook (1981: 14, 131) notas
regla Lka (Julien 1985).
Los datos arqueológicos confirman la existencia de
la población del altiplano, posiblemente Lupaqa, en el
Osmore
-ainage durante el período colonial, y tal vez la
retroceso Horizonte Tardío también. pruebas Sin embargo, ni
los (cavations en Torata Alta ni la encuesta realizada por
Stan-h en el valle adyacente Otora han revelado o la
presencia de colonias Lupaqa antes del Inka con-
ol de la región. La existencia de colonias en Lupaqa
es decir, período colonial español por lo tanto no se puede
explicar en
rms de la sencilla persistencia de una antigua adaptación
pn, sino que debe buscarse en socio contemporánea
xmomic condiciones.

El contexto socioeconómico
Dos factores son especialmente relevantes para sub
colonias anding Lupaqa bajo el dominio español: las
colonias situación administrativa SPE-al concedidos como
resultado "sus vínculos con Chucuito y las condiciones
económicas de la) uthern Andes Cuando los primeros
españoles se establecieron en el.
edio Osmore drenaje alrededor de 1540, que encoun-roja
tres grupos indígenas diferentes. Los colonos AP-
ar que se han asentado en Torata y cerca de la ciudad
moderna
Moquegua, mientras que el Qolla mantiene dos comu-dades
en una zona llamada Cochuna que probablemente encom-
ISSED la zona al noroeste de Moquegua y parte del Valle
Torata (Julien 1985: tabla 9.1). Un tercer grupo, llamado el
Carumas, residía en un mínimo de cinco diferen-
ent asentamientos dentro del drenaje y pueden haber sido
los primeros habitantes de la región.

Estas tres poblaciones indígenas tenían diferentes


situaciones a que bajo el dominio español.
Cochuna
y Carumas estaban en manos de privados en, Comen,
y deros
estaban bajo la jurisdicción de la Audiencia de Lima,
una
gran unidad administrativa que se extiende hasta el
norte de la
Osmore de drenaje (ver Figura 4). Los colonos,
Lupaqa
por el contrario, tenía un pie administrativo único
dentro del valle. Como parte de la provincia Lupaqa,
Torata se incluyó en la encomienda real, que era el
personal
propiedad del monarca español (Pease 1982b: 113-
114). Esto se indica claramente en la notarial Moquegua
registros, que establecen que Torata se llevó a cabo por
el ñol
ish Corona y rindió homenaje a la Caja Real en
Chucuito
(Guibovich 1984: 296-297).
345
al descenso de la población en los repartimientos Costa Norte ganar dinero para el tributo y otros gravámenes impuestos por el
Anuncio de la Corona no fue tan dramático como en el privado
icomiendas en la misma área, tal vez porque de menos
tratamiento .vere. Lupaqa colonos tanto, pueden tener em-
iasized su condición especial con el fin de aprovechar
control de la corona y la autonomía relativa que re-
ATED de ser geográficamente separada de la cuenca ticaca.
Por 1587, si no antes, se establecieron viñedos
el valle de Moquegua en fincas de propiedad privada, y
Le valle había convertido en un centro de producción de vino por
Le 17a century.12 El centro minero de Potosí fue el
salida imary para el vino producido en Moquegua durante
Le temprano periodo colonial. La ciudad se encuentra a una ele-
ttion de 4.000 metros en las montañas áridas del sur-
estern Bolivia. Todo tenía que ser importados de
elevaciones wer. Alimentos de todo tipo era, obviamente, en
, Rriand, y el vino, brandy, y la coca se consumieron en
-odigious cantidades.
La participación de la población indígena de
oquegua en la producción y distribución de vino es
.flected en el histórico y, en menor medida, la
-chaeological registros. Los trabajadores indígenas parecen
se trabajó en una amplia variedad de tareas relacionadas con la
-oduction de vino, de limpiar el terreno para los viñedos
Identificación de plantar las vides a la minería de la arcilla que se utilizó
hacer que los vasos de vino de almacenamiento y transporte
; U1bovich 1984: 299, 222-223). Además de trabajar
1 estamentos europeos, algunos grupos nativos poseían su
Soy viñedos y bodegas. Los indios de Sama, una
que al sur de Moquegua, se quedaron por un viñedo
Leir encomendero Juan de San Juan, que, de acuerdo
La residente español del valle, produjo cerca de 60
gijasde vino en 1567 (Diez de San Miguel 1964: 127,
18). Pease (1984: 164) también ha localizado una referencia en
1 libro inédito notarial a un viñedo propiedad de
Le comunidad de Torata en la "Pampa de Moquegua."
ralentí la presencia de semillas de uva y fragmentos de vino
vasos orage en Torata Alta sugiere que las uvas y
Me fueron consumidos en el asentamiento, sino que también es bastante
-obable que la cosecha de la uva fue vendido a vint- locales
RS, quizá para sufragar los gastos de tributo.
mano de obra indígena se menciona con mayor frecuencia en
Le registros notariales en relación con el transporte de
mí de Moquegua tanto a la zona Lupaqa y Po
Una entrada consiste en personas de Torata. En este caso
; U1bovich 1984: 337-338), don Baltazar Tumba, un de-
ial Torata, entra en un contrato en el que prome-
es para el suministro de tanto el ganado y los indios nece-
LRY para enviar 200 botellas de vino del valle de
oquegua a Juli. Don Pedro Conta, el principal dirigente
* Torata, aparece como testigo. Mientras que el transporte
mercancía de la sierra era una tarea onerosa
; Lave 1983), que era una manera de que los grupos nativos podría
Españoles.
Los habitantes de Torata, como en muchas otras comunidades andinas, enfrentan un nuevo conjunto de condiciones
socioeconómicas durante el período colonial temprano. Aunque las actividades de subsistencia y muchos aspectos de la vida
social, probablemente, seguido funcionando, ya que tenían antes de la conquista española, la tierra-paisaje político y
económico se había transformado dramáticamente. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las comunidades, que eran
relativamente bien situa-
ado para aprovechar las oportunidades económicas generadas por la industria minera en Potosí.

Reexaminar el censo Chucuito


La comprensión de los supuestos implícitos en la vertical
modelo archipiélago y la información sobre condiciones locales
ciones que afectan a una colonia Lupaqa particular, animan a la lectura del material censo de Chucuito que es diferente de la
interpretación aceptada actualmente. un per- Tal
pectiva permite la identificación de socioeco- específica
nómicas factores que dieron forma a las respuestas de los indígenas
colonizadores durante el siglo 16. evi- arqueológica
dencia de la cuenca Osmore confirma la exis-
tencia de al menos una colonia de la especie del siglo 16
descrito por Murra, pero indica que colonización Lupaqa
ción sólo se produjo durante el Horizonte Tardío y principios
período colonial. ¿Por qué, entonces, hicieron estas colonias persisten
después de la conquista española? Responder a esta pregunta
requiere que los archipiélagos verticales pueden examinar desde
la perspectiva de sus actores constituyentes en lugar de los sistemas culturales como unificados. Élites y plebeyos en
Lupaqa el corazón, así como en las colonias tenía
diferentes motivaciones y limitaciones. dos interrelacionados
problemas se solucionan con respecto a las estrategias de
estos grupos: el papel que Colo- Lupaqa del siglo 16
NEI jugó en la satisfacción de las necesidades económicas de las tierras altas
las comunidades y las condiciones que promueven la persis-
tencia de estas colonias en el período colonial.
La colonización y Exchange

La interacción entre las personas que viven en el altiplano


y los residentes de los valles de las tierras bajas adyacentes a la
cuenca del Titicaca se observa a lo largo de la encuesta de 1567 por tanto Lupaqa y testigos españoles. Las dos principales
Los líderes de la provincia de Chucuito, Can y Cusi, indicaron que tenían autoridad sobre asentamiento distante
mentos de ambos los flancos oriental y occidental de la
Andes. Martín se incluyó entre los Moquegua
ciudades sobre las que tenía jurisdicción, y cuando se le preguntó sobre el tributo que le fue dado por la población,
afirmó que 25 indios de servicio se abrió el maíz
campos en Moquegua, y que la ciudad de Chucuito pro-
RESPETA él con los indios adicionales para transportar el maíz

de Moquegua y otros valles de tierras bajas a su casa (Diez de adquisiciones fuente en la región Arequipa. Ella Sug-
San Miguel 1964: 14, 21). Martin Cusi men- gestas que la adquisición de productos de tierras bajas
cionado tanto Moquegua y Torata como asentamientos por el
productoras de maíz bajo su control e indicó que14 Indios Lupaqa fue motivada principalmente por su ubicación en
sembró y trabajaban la tierra para él en Moquegua (Diez de una
San Miguel 1964: 27, 32, 33). ambiente que parece haber sido la agricultura
Muchas referencias adicionales a la adquisición de marginal. Sin embargo, investigaciones recientes
maíz de las tierras bajas se hicieron en respuesta a indican que la
preguntas acerca de las actividades económicas y agricul- uso de campos elevados incrementó sustancialmente
tural de producción. Los testigos mencionaron que los indios tanto la
menudo adquirida maíz, trigo y pimientos del calentador fiabilidad y productividad de la agricultura en la cuenca
regiones de cambio de animales, carne, lana, y tela- después de la caída de Tiwanaku y tal vez bajo el Inka
En g. Algunos también indicó que un número de personas que también (Graff = 1,992). Julien (1985: 199) también
residen sostiene
en los campos de propiedad cuenca del Titicaca en las tierras que colonos producen alimentos para la población Lupaqa
bajas. en su conjunto, una posición que concuerda con carac- de
Catalina Julien ha presentado gran parte de la forego- Murra
ing información en su artículo de 1985 en el siglo 16 re- acterization de archipiélagos verticales como una
adaptación ecológica que benefició a comunidades enteras. testigos y españoles (Diez de San Miguel 1964: 17
su pri- 27, 112, 116, 140, 160). Indios es un término que fue maíz.
mary evidencia de esta afirmación es una declaración hecha comúnmente utilizado para distinguir indígena de no nativo
por la gente, pero cuando la población nativa fue claramente el tema
Pedro Gutiérrez Flores al final de su informe sobre una de la discusión también significaba "más común", como op-
inspección secreta que hizo de Chucuito desde 1572 hasta planteado a caciques y principales, que eran las élites. Por el
1574. Se recomienda que los indios Lupaqa resid- contrario, las referencias a campos de tierras bajas que son el
ing en los valles costeros establecer campos de la comunidad a control. dirigido por personas Lupaqa identificar más
producir maíz para el consumo del altiplano como su con- comúnmente kurakas
tribución al homenaje grava la población en su u otras personas importantes como los propietarios." Esta Is_
todo. Esta sugerencia fue apoyada por señalar que más directamente lo declarado por Gutiérrez Flores, que, en su
una disposición de este tipo era, en efecto, durante los
tiempos Inka en cuenta los afluentes que pertenecen a la provincia de Chu-
(Gutiérrez Flores 1970 [1574]: 45-46). Cuito, dice que "tienen algunos campos de maíz y como en los
Un examen sistemático de las referencias a valles de Sama y Moquegua y en Larecaja aunque no todos,
adquisiciones de maíz en el censo de Chucuito, sin pero los caciques y algunos prin.
embargo, cipales"(1970 [1574]: 38) Sin embargo, los testigos ocasión-.
indica una situación más complicada que Murra aliado en cuenta que algunos campos también eran propiedad
(1972) describe, y sugiere que la variada meca- de los indios
nismos utilizados para adquirir los recursos no pueden lo que sugiere que los plebeyos hicieron campos de tierras
ser tratados bajas de control
únicamente como una búsqueda de alimentos, como Julien pero mucha menos frecuencia que las élites (Diez de San
(1985) caracteriza Miguel
ellos. El censo de 1567 contiene aproximadamente 45 por el 1964: 17, 129).
estado Un examen de los cuales los segmentos de Lupaqa soci.
, relativas a la contratación de maíz. La mayoría son ETY dedica a estas formas diferentes de pro recursos.
informes como el siguiente hecha por un grupo de gos tratación y la disposición de los bienes de las tierras bajas una
sas de Acora, uno de los pueblos situados en el borde del lago vez
Titicaca: "van a la costa y traer animales que fueron obtenidos sugieren que el intercambio y colonos.
y la lana a cambio de maíz y otras cosas y en zación desempeñó diferentes propósitos. Kurakas y unos
Además traen la ropa cuando lo tienen"(Diez de San Miguel pocos
1964: 98). Principales eran las únicas personas que tenían el control
Cuando se especifican las personas involucradas en este veterinario °
comercio tierra trabajada por indios de servicio, las personas que estaban
que siempre se identifican como indios por tanto Lupaqa probablemente yanaconas hereditarias, o retenedores. Un
grupo
de los testigos de la provincia de Chucuito declarado tha1 estos
retenes fueron concedido a algunos de los principales
kurakas por el Inca y que la habían dado kurakas
pocos para otros hombres importantes. En contraste, los
plebeyos
parecen haber participado en el intercambio con bastante
frecuencia, en
parte como medio de compensar pobres harvests.14
Todas las personas que participan en la adquisición de
tierras bajas
bienes se ocupan principalmente de aprovisionamiento theii
propios hogares. Además, los kurakas utilizados tc maíz
satisfacer una variedad de exigencias asociadas a sus funciones
como líderes de la comunidad. Algunos de los que se utilizó
para hacer
cerveza de maíz, o chicha, que se distribuyó a las personas que
trabajaron los campos kurakas como parte de su servicio laboi.
Una gran cantidad también formó parte de los pagos realizados
tributo a los Dominicos que residían en la provincia de
Chucuito. uso del maíz los kurakas' estaba claramente ligado a
las obligaciones generadas por su papel en la
colonial orden político y no se limitaba a la
satisfacción de las necesidades de subsistencia de los hogares.
Sin embargo,
mientras que los materiales del censo indican claramente que
kurakas veces suministran a los pobres con animales o animales
productos, no hay evidencia de que redistribuyen tierras bajas
bienes a los pobres o para el beneficio de la
población en su conjunto. Por otra parte, las declaraciones hechas
por los testigos respecto a las prácticas de tributos prehispánicos
indican que el maíz no se redistribuyó durante el
Inka régimen, tampoco. El material censo Chucuito
no hace mención de cualquiera de los líderes locales o ofi Inka.
REPENSAR enfermedades, que fueron sometidos a abusos que van desde
los insultos verbales al exceso de trabajo, golpes, latigazos, y
las demandas financieras excesivas por los propietarios de las
funcionarios redistribución de maíz a la población Lupaqa ex minas (Bakewell, 1984: 142-160).
CEPT como compensación por servicios de mano de obra. Si
bien este uso del maíz puede haber hecho una pequeña
contribución a la dieta de los hogares Lupaqa, no puede ser
considerada como una parte rutinaria de las necesidades diarias
de la mayoría de la población '.
La evidencia documental sugiere fuertemente que
la colonización y el intercambio jugaron diferentes papeles
en
la sociedad Lupaqa del siglo 16. Si bien existe abundante
evidencia de que los hogares más comunes dedicados al
comercio con el fin de complementar su dieta, las colonias
parecen
se han ligado a las obligaciones políticas de las tierras altas
élites. La provisión de maíz y trigo al Domini-
puede frailes y la provisión de chicha a los sujetos que
trabajaron los campos kurakas' no son sólo económico, sino
actos políticos. Por esta razón, las colonias no pueden ser con-
derán adaptaciones ecológicas que sirvieron para equilibrar
recursos y la población.

Las adaptaciones al régimen colonial español

La comprensión de la persistencia de las colonias Lupaqa


requiere un examen de la política y económica
condiciones que enfrentan los colonos, así como los padres
población. La clave para cualquier discusión sobre el siglo 16
An-
la sociedad decano es el establecimiento y crecimiento de Potosí.

La producción de plata en Potosí tenía una profunda im-


pacto sobre los esfuerzos europeos, pero las minas de plata tuvo
incluso
efectos sobre muchos grupos indígenas de mayor alcance.
Los trabajadores que extraen y procesan el mineral en
Potosí y otras minas en la región fueron extraídas casi
exclusivamente de la población nativa. el Lupaqa
presencia en Potosí comenzó ya en 1545 (Bakewell
1984: 57), y por 1567 Chucuito estaba enviando 500 en mano de
obra
res por año a la mina con el fin de pagar el anual
tributo (Diez de San Miguel 1964: 19, 32, 46).
En 1572 Toledo implementó el primer borrador mit'a,
que requiere una proporción específica de la población
de las provincias designadas para trabajar en las minas de cada
uno
año. Las provincias incluidas en el proyecto variaron a lo largo
la cadena montañosa de los Andes desde Asangaro,
al norte del lago Titicaca, a Tarija, 200 kilómetros al sur
de Potosí. provincias costeras, incluso los relativamente cerca
a Potosí, no se incluyeron en el proyecto, probablemente BE-
causa de la preocupación de la Corona sobre los indios
móviles
de una zona climática a otra (Bakewell 1984: 63).
La población indígena no le gustaba claramente servicio
forzado en Potosí. La mayoría de los mitayos estaban
obligados a trabajar en las minas y se realizó el de-
Manding, las tareas no calificadas que los trabajadores
independientes RE-
fusionado a hacer. Además de los riesgos de accidentes y
EL ARCHIPIÉLAGO VERTICAL / MARY VAN BUREN 347

Incluso antes de la institución de las reformas toledanas,


el pueblo de Chucuito se quejaron de trabajar en
Potosí. Por ejemplo, Diez de San Miguel declaró en 1567 que los
indios de Chucuito prefiere no ir a las minas para pagar tributo, pero
implicaba que era la única manera de que pudieran cumplir con las
demandas de tributo (1964: 210). Cincuenta
años más tarde, un defensor anónimo de la Lupaqa
presentó una denuncia en su nombre, oponiéndose a la
condiciones aberrantes de trabajo y tratamiento abusivo por los
supervisores de minas (Bakewell 1984: 142). No hay información
sobre la reacción de los colonos de las tierras altas en el sistema
operativo más el drenaje a la mita se ha encontrado en publicada
o fuentes secundarias. Sin embargo se puede suponer que,
al igual que la mayoría de los indígenas en los Andes, se
deseado para evitar ser enviado a Potosí como mitayos.
Los habitantes de Torata, y tal vez en colonos
otras partes del sur de la sierra central, pueden haber sido capaces de
evitar la mita mediante la explotación de la contradicción
entre las nociones territoriales y demográficas de polí-
jurisdicción cal, una útil distinción hecha por Pease
(1984: 155). El conflicto y la confusión sobre los límites en
Moquegua-siglo 16 se debieron, en parte, al legado del imperio Inca
y la incompatibilidad de español e Inka
criterios para determinar la competencia. Aunque la in-
comunidades digenous de Torata y Moquegua eran
técnicamente parte de la provincia de Chucuito, que eran
físicamente distante de ese centro de Lupaqa y ñol
autoridad ish. De este modo, podrían explotar un nicho en el que
Las autoridades locales no tenían competencia oficial y Chu-
Cuito autoridades tenían poco poder práctico.
Esta situación sería ventajoso en términos de
evitar el servicio en Potosí. Varias líneas de evidencia
sugieren que se requiere colonias Lupaqa a pagar por sustitutos en
lugar de proporcionar mano de obra en las minas. Paga-
ción en plata era una estrategia que muchos indígenas
los perseguidos y parece haber sido preferido
un impuesto de mano de obra directa. El testimonio del censo de
1567
indica que ni Sama ni Chicanoma, una coca
la producción de la colonia al este del lago Titicaca, fue
requerido para proporcionar a los trabajadores de las minas. Martin
Carl
indique explícitamente esto con respecto a Sama, que él
se describe como el pago en plata en lugar de enviar indicación
ans (Diez de San Miguel, 1964: 69-70). Chicanoma AP-peras haber
tenido un estatus similar. Los kurakas Lupaqa declararon que los
indios de Chicanoma no iban a las minas o pagar otra cosa que no
sea la coca como tributo (die2 de San Miguel 1964: 197), un punto
que fue confirmado por un curaca de Chicanoma en el año siguiente
(Saignes 1985 : 157). Mientras Torata no se menciona
explícitamente en cualquiera de estos estados, es probable que la
comu-
nidad se trató de una manera similar. ONU de la Corona
voluntad de mover a la gente a diferentes climas, la
dificultad para los kurakas habrían experimentado tratando de reunir
a los colonos distantes para la mita y la impor-
tancia del maíz en el cumplimiento de sus obligaciones a la vez
348 Antropólogo americano • VOL. 98, No. 2 • jUNIO 1996

superiores y súbditos son todos factores que tendrían archipiélagos verticales internos establecidos por dife-
apoyado este arreglo.
Todas las partes involucradas en la determinación del destino
de estos asentamientos tenían razones para apoyar su con-
tinued existencia. Los kurakas de Chucuito se beneficiaron
de un acceso continuo al maíz y el trigo, ya que estos
productos autorizados puedan cumplir obligación política
nes, así como mantener su riqueza personal. líderes
de los asentamientos Lupaqa que residen en los valles de la costa
También puede haber encontrado su situación ventajosa. Como
miembros de la élite nativa que no se hubiera requerido
rendir homenaje o realizar servicios de trabajo para los españoles.
Sin embargo, su posición única como intermediarios BE-
las poblaciones indígenas y la sociedad europea tween
permitido a muchos tales individuos para acumular riqueza
por sí mismos o en nombre de sus comunidades.' Los líderes de colonias Lupaqa disfrutaron de acceso a mano de obra y
proyectos de animales nativos, así como el conocimiento de Trans-
rutas tación al altiplano, todo lo cual les proporcionó
una oportunidad única para tomar ventaja de la nueva
sistema económico.
por tanto, los líderes Lupaqa tenían un interés en el mantenimiento de colonias en los valles de la costa, pero los
documentos rencias
Gest que no podrían haber hecho sin la activa
consentimiento de los propios colonos. En el momento en el
censo de Chucuito se llevó a cabo en 1567, el Lupaqa
liderazgo ya había perdido el control sobre la mano de obra ser-
vicios que anteriormente habían sido realizados para ellos por
los residentes de pueblos cercanos (Murra 1964). En el mismo
año, Garci Diez de San Miguel (1964: 201) emitió una
ordenar que la servidumbre perpetua prohibidas entre los
Lupaqa, un edicto que habrían liberado al yanaconas
residen en las tierras bajas. ¿Por qué, entonces, hizo distante Colo-
nistas continúan trabajando en su nombre "? asentamiento costero
mentos parecen haberse beneficiado de su condición de
Lupaqa colonias. Residen en las tierras bajas puede tener
les ha permitido evitar el servicio de trabajo en Potosí, mientras
que les brinden la oportunidad de adquirir dinero para el
pago de un tributo.

conclusiones
La colonización de las tierras bajas de los valles Lupaqa no representa una adaptación a nivel comunitario que al-
lowed el ajuste de la población a los recursos en la cuenca del Titicaca. Al asistir a las divisiones internas dentro de la sociedad
y la Lupaqa socioeco- contemporánea
nómicas factores que dieron forma a la vida de los indígenas perso-
plo, podemos entender mejor el papel de tales comu-
nidades durante el período colonial. Si bien parece que han satisfecho las diversas necesidades de la Corona española y las élites
indígenas, sino que también reducen la carga de servicio de trabajo en los propios colonos.
sociedades ferentiated probablemente nunca funcionaron a pro-
poblaciones enteras visión, sino para producir bienes que eran críticos para el mantenimiento del poder político.
Los arqueólogos no pueden asumir que la existencia de
colonias en elevaciones más bajas indica una ecológica
la adaptación a las exigencias impuestas por el Andino en-
entorno de. Deben evaluar la escala de la producción
en relación con la población de los padres y, en especial, vestigios
la circulación de mercancías entre los diferentes segmentos de
la sociedad, con el fin de hacer tal afirmación. En el otro
parte, el trueque y el intercambio, tal vez entre las personas
que eran de origen étnico diferente, puede haber sido una más
elemento importante en los hogares prehistóricos subsis-
Tence prácticas que se reconoce actualmente (véase
Browman 1984).
Lo más importante, el nuevo examen de la Lupaqa
caso sugiere que en lugar de hacer hincapié en la continuidad de la
forma, los investigadores necesitan examinar las relaciones
entre los sectores específicos de la población, así como la
particulares condiciones históricas en que se producen.
Esto es especialmente importante en el caso de la arqueología, desde paralelos en forma tan fácilmente pueden ser mal interpretados
como resultado de procesos socioeconómicos idénticas.
En Stan (1991) sostiene que gran parte de la investigación sobre las sociedades andinas ha sido moldeada por "andinismo"
una tendencia a contrastar las poblaciones andinas
con las culturas occidentales y para representar la primera como
relativamente invariable. Haciendo hincapié en la naturaleza estática de
el mundo social andino dio lugar a antropólogos
fracaso para predecir los conflictos que han estallado en Perú
durante la ultima decada. Para los arqueólogos, un per- tales
pectiva inhibe la identificación de variabilidad y
tiende a homogeneizar la prehistoria andina comparando continuamente al pasado, presente o reciente. tales proble-
blemas se puede evitar, en parte, mediante el examen de las formas en
que los pueblos andinos negociaron nuevas circunstancias,
en lugar de resaltar su adhesión a la antigua cul-
principios turales.

notas
Expresiones de gratitud. Me gustaría dar las gracias a Dimitris Stevis,
Pm Rice, Gil Stein, Norma Yoffee, y Bill Isbell para comentario-
ing en las versiones anteriores de este documento. Los fondos para la investigación en
Torata Alta fue proporcionado por la Fundación Tinker, Sigma-Xi,
la Universidad de Arizona, Geochron, y el sur de Perú COP-
por la empresa. Las excavaciones también fueron apoyados por los fondos
adjudicado a la prudencia de arroz por la Fundación Nacional para la
las Humanidades y la National Geographic Society.
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