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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN CIVIL

Magistrada Ponente
RUTH MARINA DÍAZ RUEDA

Bogotá, D. C, diez (10) de marzo de dos mil diez


(2010).

Ref. Exp. 11001-01-02-000-2011-00328-00

Decide la Corte lo correspondiente a la acción de


tutela interpuesta por Liberty Seguros S. A., contra la Sala Civil-
Familia-Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Montería, integrada por los Magistrados Gustavo Manuel Jiménez
Peralta y Cruz Antonio Yánez Arrieta, trámite al que fueron citados
el Juzgado Primero Civil del Circuito de la misma ciudad, María de
Jesús Castrillón de Flórez y el representante legal de Liberty
Seguros de Vida S. A.

ANTECEDENTES

1. Alegando la vulneración de los derechos


fundamentales al debido proceso y acceso a la administración de
justicia, pretende el apoderado judicial de la aseguradora
accionante que se revoque la sentencia de 1° de diciembre de
2010 proferida en segunda instancia en el proceso ejecutivo
singular que le adelanta la señora María de Jesús Castrillón de
Flórez; como media provisional pide ordenar la suspensión de los
efectos del mencionado fallo.

Para el efecto, afirma a folios 257 a 276, en síntesis


que la nombrada Castrillón de Flórez, actuando como beneficiaria
proporcional de su hija Lina María en dos seguros de vida
individual expedidos por Liberty Seguros de Vida S. A., otorgó
poder en su nombre y de su nieta Valeria Vélez Flórez, también
favorecida con los seguros en cuestión, para que se iniciara y
llevara a término un proceso ejecutivo singular de mayor cuantía,
contra “Liberty Seguros de Vida S. A.”; no obstante su apoderado
el 21 de julio de 2005, formuló la demanda contra “Liberty
Seguros S. A.” con el propósito de que se librara mandamiento de
pago en contra de ésta empresa ya a favor de la demandante, con
fundamento en los contratos de seguro instrumentados en “la
Póliza de Seguro de Vida en Dólares con Ahorro y Participación
de Utilidades Número LL2097”, y en la “Póliza de Seguro de Vida
con Ahorro Liberty Vida Pesos LP664”, ambas correspondientes a
seguros de vida individual, que fueron expedidas como a simple
vista se observa por la aseguradora “Liberty Seguros de Vida S.
A.”, que es la empresa que del grupo Liberty se dedica a la
explotación del ramo de los seguros de personas, dentro de los
cuales se encuentra el de vida individual, que incluye como uno
de los riesgos asegurados la muerte.

Conoció por reparto el Juzgado Primero Civil del


Circuito de Montería, quien libró mandamiento de pago el 18 de
octubre de 2005, en los términos pedidos sin percatarse que el
togado, además de que carecía de poder para demandar a la
compañía ejecutada, tampoco relacionó a la menor beneficiaria en

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la demanda, aspectos éstos de falta de legitimación que no
obstante se pusieron de presente desde la contestación no fueron
tenidos en cuenta.

Agrega que propuso las excepciones que denominó


falta de legitimación por pasiva e inexistencia de obligación a
pagar, poniendo de presente que la distinción entre la dos
empresas aseguradoras que conforman personas jurídicas
distintas, no era caprichosa ni obedecía “a un intento de la
aseguradora para eludir el pago de una indemnización”, folio 259, sino

que constituye el desarrollo de diferentes disposiciones legales en


las que se ha considerado necesario reservar, mediante un
mandato legal imperativo, para las compañías de seguros de vida,
la explotación exclusiva del ramo de vida individual y otros
seguros complementarios, prohibiéndoles la incursión en
cualquier otro tipo de seguros, los que explotan las compañías de
seguros generales, y no obstante lo anterior, “el proceso continuó en
contra de Liberty Seguros S. A., empresa ésta que como ya se indicó no
expidió ni podría haberlo hecho, por expresa prohibición legal, las pólizas de
seguro de vida individual que conformaron el título ejecutivo de la ejecución
reclamada” (folio 260).

Complementa que como prueba de la existencia de


las dos personas jurídicas se adjuntaron sendos certificados de
existencia y representación, y se brindó toda la información
necesaria respaldada documentalmente que probaba lo argüido,
al presentar el alegato de conclusión, reiteró que entre la sociedad
que representa y Lina María Flórez Castrillón, nunca se celebró
un contrato de seguro, y no obstante la claridad y contundencia de
su repetida afirmación, en sentencia de 15 de febrero de 2010 el
Juzgado declaró no probadas las defensas y ordenó seguir con la
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ejecución “contrariando la legislación vigente y las pruebas aportadas al
proceso, al pago de unos seguros de vida que ni expidió ni podía hacerlo”,
folio 261, decisión que apelación confirmó el Tribunal el 1° de
diciembre de 2010, ratificando el error cometido por el a quo y,
“cometiendo un nuevo despropósito (…) “¡!! condenando además
solidariamente a LIBERTY SEGUROS DE VIDA S.A.! !!, empresa que no fue
parte en el proceso, al pago de costas de segunda instancia por valor de $
10.400.000.oo” (mayúsculas en texto, folio 267).

Alega que los accionados incurrieron en vía de hecho


al violar claras normas de derecho sustancial y no apreciar en
toda su materialidad objetiva las pruebas que demostraban la
existencia de dos aseguradoras distintas.

2. La Sala accionada guardó silencio.

Intervino la señora Castrillón de Flórez para oponerse


al amparo e indicó que la demandada interpuso contra la
sentencia de segunda instancia recurso de casación el que fue
negado por improcedente el 26 de enero anterior (folios 315 a
320).

Por su parte la representante legal de Liberty Seguros


de Vida S.A., manifestó coadyuvar en todos sus términos la
acción de tutela y afirmó que aparte de los motivos
detalladamente explicados en el escrito de amparo, la providencia
incurre en un error mayúsculo ya que, sin haber sido parte en el
proceso, ni habérsele vinculado y notificado como persona jurídica
distinta, que lo es, en la parte resolutiva del fallo la condena
solidariamente al pago de unas costas de segunda instancia
(folios 309 a 310).
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CONSIDERACIONES

1. Examinados los argumentos que soportaron la


decisión de la Sala accionada adoptada en sentencia de 1° de
diciembre de 2010, que obra a folios 222 a 245 se observa en
cuanto al tema que de manera reiterativa alega la accionante, que
allí se dijo:

“(…) En el caso que ahora ocupa esta Sala, no puede prosperar la


excepción de merito o de demandada denominó “falta de legitimación
en la pasiva, por las siguientes razones de orden legal y probatorio:

De acuerdo a lo anterior, y teniendo en cuenta todo el bagaje probatorio


que milita en los autos podemos concluir que LIBERTY SEGUROS S A,
y LTBERTY SEGUROS DE VIDA S A, no son personas jurídicas
diferentes sino que existe una unidad administrativa entre las dos,
lo cual se deduce en forma fehaciente, de los certificados de
existencia y representación legal, expedidos por la Cámara de
Comercio de Bogota (folios 63 al 65 C. principal) y del certificado
expedido por la Superintendencia Financiera de Colombia (folio 105 a
108); por lo tanto, se puede concluir que las mencionadas compañías
administrativamente funcionan con plena unidad de interés, así se
puede ver que el Dr. JORGE GANEM MURCIA acepta en forma
expresa y categórica, ser el representante legal en esta Ciudad de
Montería, de las Compañías LIBERTY SEGUROS S.A, Y LIBERTY
SEGUROS DE VIDA S.A, de donde se itera como ya se dijo que dichas
compañías actúan como una Unidad de interés, todo lo dicho se
corrobora con la abundante prueba testimonial que, fuera recepcionada
a lo largo y ancho de la instrucción de este proceso. Así las cosas, la
sala, no puede dejar pasar por alto, el dicho de testigos empleados de
la citada Compañía Liberty Seguros S.A, como el señor MIGUEL
PALACIO CESPEDES, cuando en su exposición manifestó lo
siguientes:

“Conozco que las pólizas fueron tomadas una en el año 2000 y otra en
el año 2003, pues eventualmente yo era quien realizaba la
renovaciones de las pólizas hasta el punto que, se presentó la
reclamación pues tramitada la reclamación ya el procedimiento no hace
parte de mis funciones por eso no la conozco a fondo” (fol. 98).

De otra parte el Testigo MIGUEL PACHECO MARTINEZ, señala que:

“Por conducto de mi oficina Prosecor Ltda., se diligenciaron los tramites


de reclamación del valor asegurado en la póliza.. . Siempre se recibía a
nombre de Liberty Seguros S.A, y este cheque pasaba por caja de esa
manera lo que ellos hagan con ese cheque ya es un procedimiento
interno de la Compañía, un procedimiento administrativo” (Fol. 94).

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Por su lado JORGE EUGENIO GANEM MURCIA, en su exposición dijo
“Si soy representante legal de LIBERTY desde el año 2000 y LIBERTY
SEGUROS S A, bien dentro de su la colaboración de seguros de vida
por lo tanto, soy representante de A S A desde el año 2000” (Fi 88-89)

En este orden de ideas del análisis probatorio se reitera que ambas


Compañías indiscutiblemente actúan administrativamente como una
Unidad de interés.

Así las cosas resulta irrelevante para esta Sala, que el poder diga que
es para demandar a la COMPANIA DE SEGUROS DE VIDA S.A.
representada legalmente por JORGE EUGENIO GANEM MURCIA y la
demanda se dirija contra la COMPANIA SEGUROS LIBERTY S.A,
representada por la misma persona” (folios 232 y 233).

2. En el presente asunto, constituye el motivo


central de queja, la convicción de la entidad aseguradora
promotora del amparo de que los accionados incurrieron en vía de
hecho puesto que le impusieron en la sentencia una serie de
obligaciones, no obstante su falta de legitimación por pasiva en el
proceso.

3. Examinadas las piezas que fueron arrimadas al


expediente de tutela, resulta evidente para la Corte que
efectivamente en la sentencia atacada el Tribunal cometió el
defecto alegado, en tanto que sus consideraciones se encuentran
alejadas de lo establecido en el Decreto 633 de 1993, inciso 2 del
numeral 3 del artículo 38, así como el 37 de la Ley 45 de 1990,
aunado a lo señalado en el artículo 488 del Código de
procedimiento Civil que establece que el título ejecutivo debe
provenir del deudor.

En relación con lo anterior, y en un caso que guarda


similitud con el presente la Sala dijo que:

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“(…) Parece a la Corte que el Tribunal Superior de Montería cometió
imprecisiones e hizo consideraciones en la sentencia enjuiciada,
obrante a los folios 117 a 128, que en nada resultaban oportunas ni
pertinentes frente al asunto litigado, pues terminó, por la senda
demarcada, con hipótesis y especulaciones de bases fácticas no
probadas, arribando a conclusiones extrañas al litigio mismo, frente a
las que hizo actuar la normatividad con lesión a los derechos del
accionante. Nótese que entre sus consideraciones el accionado
supone que “… SEGUROS DE VIDA COLPATRIA S.A. y SEGUROS
COLPATRIA S.A. es una misma entidad aseguradora, compañía de
seguros generales, por lo que está legitimada en este asunto…” y que
“… SEGUROS COLPATRIA S.A. es una sola y la misma, aun cuando
con distinta razón social, con diferente nombre pero que siempre
involucra a la ASEGURADORA COLPATRIA S.A. …” (fls. 123 y 124
íd.), pese a que en el expediente obran los certificados de existencia y
representación expedidos por la SUPERINTENDENCIA BANCARIA
(fls. 35, 36, 51 y 52, íd.), de los que efunde que la COMPAÑÍA DE
SEGUROS COLPATRIA S.A. fue constituida por escritura pública
número 120 del 30 de enero de 1959 ante la Notaría 9° de Bogotá y
que por instrumento similar número 1860 del 30 de mayo de 1991 de
la Notaría 32 de la misma ciudad, varió su razón social a SEGUROS
COLPATRIA S.A., mientras la COMPAÑÍA DE SEGUROS DE VIDA
PATRIA S.A. se creó por escritura 121 del 30 de enero de 1959 ante la
Notaría 9° de Bogotá, pero varió su razón social por instrumento
similar número 1861 del 30 de mayo de 1991 de la Notaría 32 de
Bogotá, para empezar a llamarse SEGUROS DE VIDA COLPATRIA
S.A., lo que viene a significar cómo, si bien las dos entidades se
originaron en la misma notaría, el mismo día y variaron su razón social
también en la misma fecha y ante la misma oficina, los instrumentos
públicos de creación y de reforma son diferentes y aluden a diversas
personas jurídicas, como fluye fácil al mirar los documentos
advertidos, corolario de lo cual es la ausencia de verdad en la
manifestación del accionado.

A semejante aserto se ha de sumar que el decreto 663 de 1993,


también denominado Estatuto Financiero, impone la exclusividad de
objeto social para las empresas destinadas a la oferta de seguros de
vida en el inciso 2° del numeral 3° del artículo 38, de suerte que ellas
solamente están legalmente autorizadas para operar este ramo de
seguros, lo que implica existencia de personas jurídicas diversas si se
pretende también ofrecer seguros generales.

Es que la sentencia se apoya decididamente en la aserción atrás


expuesta de unidad de empresa, cuyo sostén fáctico y jurídico es
inexistente, según se anotó, pues ni los asertos de tono legal se
cimentan en normas, sino en juicios de dudosa justeza, subjetivos per
se, ni las afirmaciones de hecho emergen de medios militantes en el
infolio, sino que fluyen de la suposición a que accede el fallador, de
suerte que así la providencia se ofrece débil y languidece ante el
menor reproche, con emergencia obvia de la senda fáctica acusada,
que legitima la tutela de los derechos del accionante, fruto de lo cual es
que ha de protegerse el derecho para dar paso a la orden de nueva
emisión que involucre lo expuesto, a fin de que se pronuncie el

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Tribunal en 48 horas, aplicando a los hechos probados las
consecuencias jurídicas pertinentes”. (Sentencia de 18 de febrero
de 2003, exp. T-00070-01).

4. De otro lado tanto la accionante como la


coadyuvante Liberty Seguros de Vida S.A., se quejan de que ésta
sin haber sido parte en el proceso, ni habérsele vinculado ni
notificado como persona jurídica distinta, que lo es, en la parte
resolutiva del fallo solidariamente la condena al pago de unas
costas de segunda instancia.

Así las cosas, y examinadas las piezas que fueron


arrimadas al expediente de tutela, resulta evidente para la Corte
que efectivamente en la sentencia atacada de 1° de diciembre de
2010, se impusieron obligaciones a Liberty Seguros de Vida S.A
sin que se le hubiera permitido comparecer al proceso; ello
significa que ha quedado sometida al cumplimiento de una carga
pecuniaria, que justificada o no, únicamente podía ser establecida
con la presencia de esa entidad en las instancias.

Por lo anterior, y como sin mayor esfuerzo se advierte


que existe la vía de hecho denunciada, se concederá el amparo
del derecho al debido proceso invocado por Liberty Seguros S.A,,
se dejará sin valor y efecto la sentencia de 1° de diciembre de
2010, así como las actuaciones que de esta se desprendan, y se
dispondrá que los integrantes de la Sala Civil-Familia -Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Montería accionada,
dentro de los precisos términos de su competencia funcional y de
conformidad con lo expuesto en precedencia, adopte las medidas
necesarias para desatar nuevamente el recurso de apelación
interpuesto por la parte demandada dentro del referido proceso
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ejecutivo frente a la sentencia proferida por el Juzgado Primero
Civil del Circuito de Montería el 15 de febrero de 2010.

DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la ley, RESUELVE:

Primero: CONCEDER la protección constitucional del


derecho del debido proceso deprecado por Liberty Seguros S.
A., contra la Sala Civil-Familia-Laboral del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Montería, integrada por los Magistrados
Gustavo Manuel Jiménez Peralta y Cruz Antonio Yánez.

Segundo: Dejar sin efecto la sentencia de 1° de


diciembre de 2010, así como las actuaciones que de esta se
desprendan.

Tercero: Ordenar a los Magistrados accionados que,


dentro del término de cuarenta y ocho (48) horas, contadas a
partir del momento en que tengan conocimiento de esta decisión,
adopten las medidas necesarias para desatar nuevamente el
recurso de apelación interpuesto por la parte demandada dentro
del referido proceso ejecutivo frente a la sentencia proferida el 15
de febrero de 2010 por el Juzgado Primero Civil del Circuito de
Montería.

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Cuarto: Notifíquese lo aquí resuelto a las partes y
vinculados, conforme a lo dispuesto en el artículo 30 del Decreto
2591 de 1991.

Quinto: En oportunidad, remítase el expediente a la


Corte Constitucional, para su eventual revisión, en caso de no ser
impugnada.

EDGARDO VILLAMIL PORTILLA

JAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCAR

RUTH MARINA DÍAZ RUEDA

FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ

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PEDRO OCTAVIO MUNAR CADENA

WILLIAM NAMÉN VÁRGAS

ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ

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