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HECHOS :

 Se tiene como hechos que 21 de junio del año 2010 el Banco Wiesse
Sudameris interpuso una demanda de Ejecución de Garantía Real por
un monto de US$ 215, 813 (DOSCIENTOS QUINCE MIL
OCHOCIENTOS TRECE DOLARES) contra la Asociación Civil
Educativa Ciro Alegría Lynch, ya que esta asociación celebró una
hipoteca con el BANCO hasta por la suma de 230,000 dólares respecto
del inmueble ubicado en lote 09 de la manzana F actualmente Av. Jose
quiñones 640 de la Urbanización San Martín de Chiclayo, y debido al
incumplimiento en el pago oportuno de las obligaciones vencidos los
requerimientos la deuda se ha tenido por vencida, fundamento de la
demanda que fue admitida el 22-06-2005. Siendo el caso que el
abogado Carlos Celis Osores en dicho proceso civil ha hecho uso de un
patrocinio infiel en agravio de los intereses de la ASOCIACIÓN CIVIL
EDUCATIVA CIRO ALEGRIA LYNCH ya que también éste abogado ha
actuado como abogado de la parte demandante presentado escritos
representando al BANCO WIESSE SUDAMERIS. y de esta forma ha
perjudicado a la asociación pues se ha rematado el bien antes indicado
ocasionándole un gran perjuicio.-

 Así tenemos que el abogado cuando representaba a la entidad


demandada esto es ASOCIACION CIVIL EDUCATIVA CIRO ALEGRIA
presentó los siguientes escritos:
- El escrito de contradicción o contestación de demanda a nombre de
la ACE firmada por el letrado imputado
- Escrito de misma entidad autorizado por el imputado presentando los
vouchers de pago de la deuda puesta a cobro.
- luego a folios 133 a 138 otro apelando del auto por el que se declara
infundada la contradicción
- otro escrito subsanando omisión a fojas 139 (1) y,
- otros más de folios 143 a 145 solicitando reprogramación, pidiendo
copias y pidiendo uso de la palabra (3), así como otras dos
apelaciones de auto a fojas 148 y 158 (2)
- (09 escritos a nombre la ACE cuyas fechas van de 01 de julio del
2007 a 10 de enero del 2007); advirtiéndose que en este período de
tiempo el Juzgado a cargo del proceso declaró infundada la
contradicción por resolución 23 obrante a folios 156-157 donde se
ordenado sacar a remate el bien dado en garantía y la SEGUNDA
SALA CIVIL con fecha 26-10-2007 confirmó dicha resolución que
declara fundada en parte la demanda y ordena sacar en remate el
bien, y con fecha 20-11-2007 la ASOCIACIÓN CIVIL EDUCATIVA
CIRO ALEGRÍA cambia de abogado variando su domicilio procesal.
(fs. 165) y con fecha 14-03-2008 se declaró improcedente el recurso
de casación que interpusiera la parte demandada en dicho proceso.
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 Y posteriormente a partir del 05 de marzo del 2009 al 03-02-2010


aparecen los escritos presentados por BANCO SCOTIABANK PERU
S.A.A quien asumió la carga del BANCO WIESSE SUDAMERIS,
escritos autorizados por el abogado imputado, los cuales son: - los
escritos de folios 168 solicitando aclaración y corrección (1), de folios
171 solicitando remate (1) y de fojas 174 absolviendo nulidad (1), y tres
más de folios 184, 186 y 188 solicitando entrega de depósitos (3),
solicitando practicar liquidación y entrega de certificado de consignación,
y uno más a folios 190 absolviendo traslado (1), es decir la actuación del
imputado, en su intervención por Scotiabank, se limitó a hacer cumplir lo
ejecutoriado realizando la primera actuación en el proceso después de
01 año 03 meses y 15 días de haber realizado la última por la ACE
(20NOV2007-05MAR2009, fs. 165 y fs. 178).

 Que el delito de patrocinio infiel tipificado en el artículo 421º del Código


Penal, se configura cuando el agente que debe ser abogado o
mandatario judicial después de haber patrocinado o representado a una
parte en un proceso judicial o administrativo, asume la defensa o
representación de la parte contraria en el mismo proceso (…). Debiendo
tomarse en cuenta que lo que se protege con este tipo penal es la
fidelidad del abogado con su patrocinado 1. Asimismo el Principio del
Bien Jurídico, determina que todo delito supone la lesión o puesta en
peligro de un bien jurídico, en lo cual radica la esencia del hecho
punible. Precisamente el derecho penal esta destinado a proteger bienes
y valores cuya protección se considera imprescindible para la existencia
de la sociedad. Por tanto, todo delito supone, por lo menos, un peligro
para un bien jurídico2.

 Que, en el presente caso ha quedado delimitada la atribución de cargos


contra el imputado en el sentido que éste habría intervenido en el
proceso Nº 2005-2543-0-1701-J-CI-5 sobre Ejecución de Garantía Real
por un monto de US$ 215813.00 Dólares Americanos contra la
Asociación Civil Educativa Ciro Alegría Lynch del Quinto Juzgado Civil
de Chiclayo patrocinando desde la contestación de la demanda
(01JUL2005) hasta la apelación del auto por el cual se declara infundada
la contradicción planteada contra la demanda y dispone el remate del
bien dado en garantía una vez consentida o ejecutoriada dicha
resolución (10ENE2007), volviendo a intervenir desde el 05 de marzo del
2009 hasta el 03 de febrero del 2010 coadyuvando la ejecución del
remate ya dispuesto por sentencia ejecutoriada; empero a juicio de este
Ministerio, por las consideraciones expuestas en el punto primero y
tomando en cuenta que conforme al análisis realizado en el tema “las
causas de atipicidad o de no atribución”, “causas de atipicidad o de no
atribución”3 las mismas que se pueden clasificar en dos grandes
1
Ejecutoria Suprema del 27/10/94. Exp. 1892-94 LIMA, Rojjasi Pella, Carmen, Ejecutorias Supremas
Penales 1993-1996, Lima, Legrima 1997. p. 245. En Fidel Rojas Vargas, Aberto Infantes Vargas, Lester
León Quispe Peralta. Código Penal, 16 años de Jurisprudencia Sistematizada. IDEMSA Lima-Perú, 3ra
Edición, II tomo. P. 658.
2
http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20071015090143AAvtJWI
3
Juan Bustos Ramírez. Obras Completas, tomo I, Derecho Penal, Parte General, Ara Editores, Colección
Iustitia, Lima, diciembre del 2003, pp. 846, 854 y 856.
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categorías: las que impiden la atribución del hecho por faltar un


elemento estructural del tipo y las que impiden la atribución por estar
ausente el desvalor social típico en el hecho concreto 4, referido éste a la
“falta de desvalor social típico por no haberse creado simplemente el
riesgo: supuestos en que no hay desvalor pues la acción o vinculación
social carece de significación en el sentido del tipo”, debiendo tomarse
en cuenta que también quedan comprendidos dentro de en esta
categoría aquellos casos que, si bien hay un desvalor típico, éste
desvalor es de ínfima significación y político-criminalmente, dado el
carácter de extrema ratio del Derecho Penal, la pena no se ve necesaria.
En estos casos el riesgo para el bien jurídico es ínfimo.

 El carácter de extrema ratio del Derecho Penal, que obliga no sólo al


legislador sino también al Juez, tiene también relevancia en la
determinación de la tipicidad; por ende se produce “la falta de desvalor
social típico por no haberse creado el riesgo que el tipo quiere evitar: el
riesgo creado no se corresponde con los riesgos previstos por el tipo”,
luego debemos entender que la realización de un tipo penal implica
siempre un aumento del riesgo para el bien jurídico. Según hemos visto
si no hay tal aumento del riesgo, pues la conducta se realiza dentro del
marco del riesgo permitido o, por el contrario, ha significado una
disminución del riesgo, la vinculación social establecida no podrá
atribuirse al tipo penal pues faltará el desvalor social de la acción.
Luego, la vinculación social para que pueda ser atribuida al tipo penal ha
de establecer un aumento del riesgo, para el bien jurídico protegido por
la norma. Aspectos que nos permiten colegir que en el presente caso si
bien es cierto los hechos motivo del proceso resultan determinantes de
la creación de determinado riesgo, no es éste el que la norma penal ha
pretendido prevenir, dado que tratándose de la fidelidad del abogado
con su patrocinado como bien jurídico tutelado, faltamiento que
implicaría la decisión de dejar de defender los intereses de una parte
para pasar a resguardar los de la otra, como conducta típica, gestión
que no se ha puesto de manifiesto, no por lo menos con la significación
que amerite una necesaridad punitiva, dado que el riesgo del bien
jurídico es ínfimo, atendiendo a que en un proceso de ejecución de
garantías lo que se persigue es hacerse pago de una obligación con el
bien ofrecido en garantía, por lo tanto el pronunciamiento perseguido es
únicamente declarativo y no constitutivo, y una vez efectuado el
pronunciamiento judicial sólo cabe solicitar el remate respectivo salvo la
existencia de un pacto comisorio en cuyo caso el acreedor se queda con
el bien, por lo tanto las posibilidades que tenía el imputado cuando se
avocó al proceso por el banco eran de mero trámite, máxime si ese
avocamiento se produjo después de más de un año del último escrito
presentado por la ACE, plazo en el cual el proceso había subido hasta la
Corte Suprema dándole la razón a la parte demandante; vale decir que
cuando el imputado retomó en caso por el Banco ya no tenía ninguna

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La primera categoría de causas de atipicidad considera el tipo a partir de cada uno de los elementos que
componen el complejo desvalorativo típico. En cambio, la segunda lo considera globalmente en su
significación desvalorativa que ha sido determinada ex ante con la comprobación de su relación de
conflicto con el bien jurídico en un ámbito que ha sido definido previamente por la norma.
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posibilidad de perjudicar a la ACE o de menoscabar en bien jurídico


fidelidad para con la parte denunciante, lo que indudablemente se
traduce en la ínfima lesividad del bien jurídico tutelado, lo que nos lleva a
señalar que no se ha podido establecer fehacientemente la existencia
del delito en cuestión y mucho menos la vinculación del imputado,
atendiendo a que según se ha demostrado su accionar se produjo
dentro de los parámetros de un patrocinio regular dentro de la profesión
jurídica, lo que esta corroborado por la declaración del practicante que
trabajaba con él en su estudio jurídico que se señala que ese caso era
uno de tantos, ya que manejaban como 200, 110 de cobranza del Banco
Scotiabank, siendo además que los escritos de mero trámite los
manejaba él presentándoselos al imputado sólo para la firma. Por otro
lado se debe atender a la proscripción de la responsabilidad objetiva ya
que si partimos de que el artículo VII del Título Preliminar del Código
penal prescribe “La pena requiere de la responsabilidad penal del autor.
Queda proscrita toda forma de responsabilidad objetiva.”, debemos
compulsar que la actuación del imputado no pudo ni estuvo dirigida a
ocasionar perjuicio alguno a la parte denunciante, sino a un ejercicio
profesional regular cuyo desarrollo no se ha demostrado en todo caso
que hubiera ocasionado perjuicio alguno a la ACE, máxime si no tenía
posibilidad alguna de hacerlo, después de más de un año de haberlos
patrocinado. En este orden de ideas queda claro que nos encontramos
ante un caso en el que no se ha establecido la tipicidad de los hechos
investigados ni existe razonablemente la posibilidad de incorporar
nuevos datos a la investigación, por lo que no existen elementos de
convicción para solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputados
al tratarse de un hecho cuyo carácter delictuoso no ha sido establecido.

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