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• Hipertensión severa PA≥160/110 mmHg, en dos tomas al menos con 4 horas de diferencia.

• Trombocitopenia Plaquetas menores de 100.000/mm3


• Disfunción pulmonar Edema agudo de pulmón.
• Disfunción hepática Alteración del perfil hepático (Transaminasas 2 veces valor superior de referencia)
• Dolor abdominal epigástrico o irradiado a hipocondrio derecho persistente, que no responde a medicamento y
que no es causado por otro diagnóstico.
• Disfunción renal Insuficiencia renal progresiva: Creatinina ≥ 1.1 mg/dL Elevación de 2 veces valor de base sin
otra etiología.
• Disfunción de SNC Aparición de fotopsias, escotomas, ceguera cortical, vasoespasmo de retina. Cefalea
incapacitante o resistente a manejo analgésico. Alteración del estado de conciencia.

PE MANEJO AMBULATORIO

Se recomienda iniciar tratamiento cuando la PA ≥ 140-160/90-100 mmHg. Por su perfil de seguridad y amplio uso, se
suele iniciar con alfa-metil dopa, a dosis de 250 mg vía oral cada 12 horas, con ajuste de dosis gradual sin sobrepasar los
3 gm/día. Es un medicamento seguro, pero su potencia antihipertensiva es relativamente débil y cuando se titula a
múltiples tomas (cada 6 a 8 horas) aumentan los efectos adversos y se disminuye la adherencia. Como alternativas, se
pueden utilizar calcio-antagonistas (Ej. Nifedipino) y/o beta-bloqueantes (Metoprolol, Labetalol).

Las Guías Canadienses (SCOG) recomiendan llevar a una meta de PA 130-155/80-105 mmHg, las de Estados Unidos
(ACOG) una PA de 120-160/80-105 mm de Hg. Debido al descenso fisiológico de la presión arterial durante el segundo
trimestre del embarazo, la paciente puede requerir ajustes o retiros de dosis en este período.

Existen pacientes que presentan alto riesgo de preeclampsia, como aquellas con antecedentes de HA, diabetes mellitus,
enfermedad renal crónica, enfermedades autoinmunes, gestaciones previas con preeclampsia, o que presenten
embarazo múltiple (Ej. Gemelar). Se recomienda en estos casos el suplemento de calcio (1.200 mg/día) desde la semana
14 del embarazo en regiones con baja ingesta de calcio, y el uso de aspirina a dosis bajas (60-162 mg) desde la semana
12 del embarazo hasta el parto, en horas de la noche.

MANEJO EN EMERGENCIAS

La elevación de cifras tensionales ≥ 160/110 mmHg en el embarazo se considera siempre una emergencia hipertensiva y
el tratamiento farmacológico es obligado. Se recomienda a favor del uso de labetalol y/o hidralazina como
medicamentos de elección, siendo más utilizado el labetalol por su mayor disponibilidad. En aquellos casos en donde los
anteriores no estén disponibles o no se cuente con un acceso venoso puede considerarse el uso de nifedipino de
liberación inmediata, administrado siempre por vía oral y no sublingual ya que esta vía se ha relacionado con
hipotensión.

Debe procurarse que durante el tratamiento no se reduzca la PAD más de 30 mmHg ni la presión arterial media más del
25%, para evitar hipoperfusión. Preeclampsia con síntomas de severidad se recomienda el uso de sulfato de magnesio
tanto para la prevención como para el manejo de crisis convulsivas.

El sulfato de magnesio es más efectivo que la fenitoína, el diazepam o la nimodipina (un bloqueador de los canales de
calcio utilizado en la neurología clínica para reducir el vasoespasmo cerebral) en la reducción de la eclampsia y debe
considerarse el fármaco de elección en la prevención de la eclampsia en los períodos intraparto y posparto.

Diazepam: 5-10mg ev en 1-2 minuto, hasta una dosis máxima de 30mg.

Fenitoína: 15 mg/Kg ev en 1h + 250-500 mg/12h vo o ev. Niveles terapéuticos: 10-20 g/mL

• Dosis de carga de 4-6g IV. - Preparación: Diluir 2-3 ampollas en 250 cc de SSN pasar en 15 – 20 minutos.
Dosis de mantenimiento de 1-2 gm/hora en infusión continua.
• Formas de preparación: - Diluir 10 ampollas en 400 cc de SSN y pasar a 17 gotas/minuto, 50
microgotas/minuto o 50 cc/hora. O Diluir 6 ampollas en 500 cc SSN y pasar a 43 cc/hora.
• Dosis adicionales en caso de convulsión recurrente: 2-4 gm en 5 min. Si la crisis recurre después de
esta segunda dosis, debe considerarse el uso de otro agente como midazolam, diazepam o fenitoína.
La dosis de carga y bolos para recurrencia no deben superar los 8 gm.
• Alternativa: Solo en casos excepcionales de no disponer de vía IV, puede usarse 5gm de solución al
50% intramuscular en cada glúteo (10 gm), seguido de 5 gm IM cada 4 horas.
• Se debe monitorizar por síntomas de sobre exposición al sulfato de magnesio (Disminución de reflejos
osteotendinosos profundos, disminución frecuencia respiratoria <12/min, gasto urinario menos de 30
ml/hora).
• Si estos ocurren, se recomienda suspender infusión. Ante sospecha clínica, paro respiratorio o
cardiaco, debe usarse el antídoto, Gluconato de Calcio, 1 gm IV en 2-3 minutos.

CONDUCTA EXPECTANTE

La preeclampsia con características graves puede ocasionar complicaciones agudas y a largo plazo para la mujer y su
recién nacido. Las complicaciones maternas incluyen edema pulmonar, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular,
síndrome de dificultad respiratoria aguda, coagulopatía, insuficiencia renal y lesión retiniana. Es más probable que estas
complicaciones ocurran en presencia de trastornos médicos preexistentes. El curso clínico de la preeclampsia con
características graves se caracteriza por un deterioro progresivo de la condición materna y fetal. Por lo tanto, se
recomienda el parto.

Manejo expectante requiere la adhesión a los principios de toma de decisiones compartidas con discusiones sobre los
riesgos y beneficios maternos y fetales, los recursos apropiados (niveles de atención) y la vigilancia vigilante continua. Es
necesaria una estrecha monitorización clínica materna y fetal, y las pruebas de laboratorio (hemograma completo que
incluye plaquetas, enzimas hepáticas y creatinina sérica) deben realizarse en serie

ECLAMPSIA

La eclampsia es la manifestación convulsiva de los trastornos hipertensivos del embarazo y se encuentra entre las
manifestaciones más graves de la enfermedad. La eclampsia se define por convulsiones tónico-clónicas, focales o
multifocales de nueva aparición en ausencia de otras afecciones causales, como epilepsia, isquemia e infarto arterial
cerebral, hemorragia intracraneal o uso de drogas. Algunos de estos los diagnósticos alternativos pueden ser más
probables en casos en los que se presentan convulsiones de nuevo inicio después de 48 - 72 horas después del parto o
cuando se producen convulsiones durante la administración de sulfato de magnesio.

Al estar alteradas las funciones del endotelio, dentro de estas la permeabilidad se va a instaurar un edema vasogenico e
incluso a nivel cerebral aumentando así su presión intracraneana, también la circulación sanguínea está disminuida
exponiendo a este órgano a un proceso de hipoxia que si se prolonga llega a isquemia, las células neuronales en este
proceso de hipoxia aumentan despolarización como vía compensatoria a la hipoxia y búsqueda de energía (glucosa)
estas despolarizaciones continuas son lo que clínicamente se denominan episodios de convulsiones con movimientos
tónico clónico o según la fase de la convulsión

Eclampsia a menudo (78 - El 83% de los casos) está precedido por signos premonitorios de irritación cerebral, tales como
dolores de cabeza occipitales o frontales severos y persistentes, visión borrosa, fotofobia y estado mental alterado. Sin
embargo, la eclampsia puede ocurrir en ausencia de signos o síntomas de advertencia. La eclampsia puede ocurrir antes,
durante o después del parto. Es de destacar que una proporción significativa de mujeres (20 - 38%) no demuestran los
signos clásicos de preeclampsia (hipertensión o proteinuria) antes del episodio convulsivo. Se cree que los dolores de
cabeza reflejan el desarrollo de presión elevada de perfusión cerebral, edema cerebral y encefalopatía hipertensiva

Cuál es el tratamiento óptimo para la eclampsia? Los pasos iniciales en el tratamiento de una mujer con eclampsia son
medidas básicas de apoyo, como pedir ayuda, prevención de lesiones maternas, colocación en decúbito lateral,
prevención de aspiración, administración de oxígeno y monitoreo de signos vitales, incluida la saturación de oxígeno.
Solo posteriormente se dirige la atención a la administración de sulfato de magnesio. La mayoría de las convulsiones
eclámpticas son autolimitadas.

Durante las convulsiones eclámpticas, generalmente hay desaceleraciones prolongadas de la frecuencia cardíaca fetal,
incluso bradicardia fetal, y a veces un aumento de la contractilidad uterina y el tono de referencia. Después de una
convulsión, debido a la hipoxia e hipercarbia materna, el rastreo de la frecuencia cardíaca fetal puede mostrar
desaceleraciones recurrentes, taquicardia y una variabilidad reducida. Sin embargo, solo después de la estabilización
hemodinámica materna se debe proceder con el parto. Además, la reanimación materna suele ir seguida de la
normalización del trazado fetal.

Cuando se repitan las convulsiones

Se pueden administrar 4 gramos de sulfato de magnesio por vía intravenosa durante 5 minutos (130). En los casos
refractarios al sulfato de magnesio (que aún se incautan 20 minutos después del bolo o más de dos recurrencias), un
proveedor de atención médica puede usar amobarbital sódico (250 mg IV en 3 minutos), tiopental o fenitoína (1,250 mg
IV a un ritmo de 50 mg / minuto). La intubación endotraqueal y la ventilación asistida en la unidad de cuidados
intensivos son apropiadas en estas circunstancias. También se debe considerar la obtención de imágenes de la cabeza
porque la mayoría de los casos refractarios a la terapia con sulfato de magnesio pueden tener resultados anormales en
las imágenes del cerebro.

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