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Gracias por CIMA 2011

Amado Padre:

Hoy te escribo para agradecerte por haber hecho posible mi participación en CIMA 2011 del 8 al
14 de enero. Un campamento de jóvenes cristianos, orientado a la misión.

El amor que recibí

El amor con que fui tratada por parte de los organizadores, oradores y los jóvenes participantes,
fue mucho mayor que la contribución que pude hacer. Fui tratada como una santa, pero sin serlo.

Con pequeños detalles, los hermanos/as que organizaron CIMA 2011 demostraron su amor
fraternal, comprando yogurt para mi gastritis, ofreciéndome una habitación privada donde pude
tener momentos especiales contigo y encargando todo el tiempo, a una persona para mi cuidado.

Hubo regalos en nuestra sala, frutas, agua segura y muchas palabras de ánimo. Inclusive
estuvieron dispuestos a hacer un video especial para pasarlo en la plenaria, aún cuando no estaba
planificado.

Todo lo hicieron con amor, todo lo hicieron como para ti Padre.

El mensaje que compartí

Para mí fue muy alentador saber que alguna parte de tu pueblo, está interesada en saber:

1) Cómo el tema del VIH y sida puede ser un campo de misión para la iglesia cristiana
evangélica.
2) Cómo la información entregada con sabiduría, puede proteger a los y las jóvenes cristianos
del riesgo de adquirir el VIH.

Durante los talleres de VIH que di por tres días, no sentí una actitud cargada de prejuicios, sino un
honesto deseo de saber cómo hacer las cosas bien en un área que es desconocida para la iglesia.

Te agradezco mucho por utilizar todo lo que ha pasado en mi vida, para la edificación y protección
de tu iglesia. ¡Y que la gloria sea a ti Padre, porque tú eres quien transformó una historia de
tristeza en una misión de esperanza!

Algunos jóvenes se acercaron preguntando información específica de cómo servir a personas con
VIH, cómo apoyar a los niños viviendo con VIH, dónde hacerse la prueba y cómo incorporar el
tema del VIH en otros campamentos locales.

Te agradezco porque como comunidad cristiana tuvimos la oportunidad de orar por las personas
con VIH a nivel mundial. Oramos por nuestra salud y también por la salvación de las almas. Te
agradezco Padre, porque ya nos has escuchado.
No solamente fue un tiempo especial de entregar información crucial sobre el VIH a estos jóvenes,
sino también fue un tiempo de compartir alimentación espiritual fundamental.

Preparando mis charlas, pude regresar sobre el maravilloso texto del hijo pródigo (Lucas 15: 11-
32).

Hablé a los jóvenes como aquella hija que se fue de la Casa del Padre solamente para comprobar
el dolor que existe afuera, alentando a los jóvenes a quedarse en la Casa del Padre, el mejor lugar
donde podemos estar. Incentivando que si su experiencia es la del hijo que no se fue de la casa,
pero que perdió el gozo, también tu gracia recibe a este tipo de hijos con el mismo amor.

El mensaje que recibí

Las prédicas en el Campamento CIMA 2011, me permitieron reorganizar las prioridades en mi vida,
poner mi servicio a las personas con VIH desde tu perspectiva y entender que Tú me estás
llamando a servir en otras áreas también.

Fue una gran bendición conocer a los hermanos del Ministerio de Restauración Sexual, con
quienes pude entender que las experiencias de abuso sexual infantil están alrededor de la gente
que sirvo. Su literatura ha sido una bendición. Gracias por los descuentos que tenían.

Padre, la interacción con predicadores, oradores y jóvenes de distintos lugares del país, me hizo
valorar más mi querida congregación Comunidad Cristiana de Restauración y la predicación bíblica
que realiza el pastor Sergio Saravia.

GRACIAS Padre, lo que te pido es esto…

Escribo esta oración como parte de mi Diario de Oración


http://inspiredindividuals.ning.com/page/latest-prayer-requests

http://www.scribd.com/my_document_collections/2668657

Primero para agradecerte por haber organizado todo, por la provisión de recursos, tiempo y
siervos para esta tarea; y en segundo lugar, para involucrar más a mi congregación en el trabajo
que hago, esto lo aprendí de una sugerencia del hermano Daniel Bianchi.

Gracias por darme en CIMA un tiempo de descanso, gracias por darme tus palabras, gracias por los
recursos, por el transporte, porque no se elevaron los precios bajo la amenaza de la subida del
pecio de la gasolina, gracias por los alimentos, gracias por las flores del lugar, las piedras con
fósiles, gracias por la lluvia y gracias por mis nuevos amigos/as que ya eran mis hermanos/as.
Gracias por mis anfitriones en Cochabamba, la familia Gonzales-Lavenchuch, que añadieron más
bendición a este maravilloso tiempo. Me trataron como una invitada de honor. En todo mostraron
su amor. Padre bendice a esta familia, especialmente a Rebeca y Joel.

Gracias por todos los hermanos y hermanas que hicieron esta experiencia posible, inclusive
quienes no me haya percatado que estaban trabajando arduamente desde hace tiempo, he visto
como dejaron de dormir para servir en este campamento. Padre ellos han hecho todo con amor y
por eso, con corazón sincero, les he dedicado tu palabra en Hebreos 6:10:

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis
mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”

Te agradezco Padre porque no eres injusto y no olvidarás la obra de amor que han hecho los
hermanos/as, antes y después de CIMA.

A los jóvenes he dedicado esta porción de tu palabra en Juan 5: 1-8:

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mi no lleva
fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya
vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mi, y yo en
vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid,
así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el
que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mi nada
podéis hacer. El que en mi no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y
los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras en
vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en
que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”

He visto personas muy jóvenes con deseos de compartir el mensaje de salvación a sus amigos, a
otras naciones. Te ruego Padre que tu guardes este deseo en sus corazones, que la vida cotidiana
no ahogue el ímpetu, ni las presiones económicas sofoquen el deseo de servirte. Estuve muy
impresionada al escuchar cómo varios jóvenes trabajaron para pagar su estadía en el
campamento.

Padre, que permanezcan en ti y lleven mucho fruto, para que así sean tus discípulos y seas
glorificado.

Diario de Oración, Enero 28, 2011

Gracia Violeta Ross

graciavioleta@gmail.com, violetitaross@hotmail.com

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