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Posturas filosóficas de la educación

Filosofía de la educación del idealismo


El Idealismo considera que en el acto de conocimiento el sujeto que
conoce influye en la realidad conocida, que la mente está sometida a
unos procesos o mecanismos que determinan y construyen la realidad
del objeto conocido .

Un ejemplo claro del idealismo es el de la filosofía kantiana: Kant creía


que la mente impone a la realidad conocida características que son
consecuencia de la propia naturaleza de la mente (el tiempo y el
espacio, por ejemplo). Presenta al mundo como una construcción del
individuo inteligente, del ser cognitivo.

Es la filosofía contraria al realismo, y se identifica así porque concibe a


la realidad conocida como algo que existe en la medida en que la
conocemos. Y la realidad se ve afectada por el solo hecho de ser
conocida por nosotros y no es independiente del sujeto cognoscente.
Filosofía de la educación del
Materialismo
El Materialismo, en términos generales, es la teoría filosófica
para la cual la totalidad de la realidad puede explicarse en
términos de materia en movimiento. Se conocen diversos
tipos de materialismo, uno de ellos es el Materialismo
Dialéctico, el cual es una teoría filosófica de G. W. F. Hegel
según la cual la realidad puede entenderse como materia que
se desenvuelve o modifica siguiendo las leyes de la dialéctica.

También hay una variante que es el Materialismo Histórico, el


cual es una teoría marxista de la historia que cree posible
entender los cambios sociales y políticos a partir de los
cambios que se dan en la base material de la sociedad,
específicamente en sus modos de producción. Su principal
exponente es Marx
Filosofía de la educación del
Espiritualismo
En el espiritualismo se estudia el espíritu entendido como la
dimensión inmaterial del alma que nos capacita para la comprensión
de realidades superiores. Éstas son intangibles y abstractas como los
valores, la ciencia y lo sobrenatural.

Dentro del espiritualismo se hace una distinción entre alma, mente y


espíritu, “Se entiende el alma como principio vital, vinculado
esencialmente con lo orgánico, y común a todos los seres vivos; por
otro lado, la mente está más relacionada con las facetas intelectuales
y la conciencia y es característica del ser humano.

Por encima del alma y la mente se encuentra el espíritu como el


principio inmaterial y sobrenatural que nos pone en contacto con las
realidades superiores: nos permite el conocimiento de los valores
estéticos y morales, la sabiduría como comprensión del sentido último
de las cosas, y la experiencia de lo trascendente o divino
Filosofía de la educación del humanismo

El Humanismo es una nueva tendencia filosófica que afirma la


centralidad, el valor, la dignidad del ser humano y muestra una
preocupación primordial por la vida y la posición del ser humano en el
mundo.
Realiza una búsqueda profunda para contestar las preguntas: ¿quién
es el ser humano y cuál es el camino correcto que debe seguir para
desarrollar todo su potencial? Existen diversas variantes de esta
tendencia y tienen en común su concepción sobre la naturaleza o
esencia humana. Es un tanto criticada por correr el riesgo de
demandar lo que el hombre debe hacer para manifestar su
humanidad.

Será preciso preguntarnos: ¿cuál es el hombre que requiere nuestra


sociedad, país, mundo? ¿cómo debe ser educado y para qué? ¿cuál es
la perspectiva que prevalece en nuestro tiempo?
Filosofía de la educación del la
orientación metafísica
La Metafísica, habiendo reducido todo conocimiento a sensibilidad,
se plantea el problema de ver en qué modo el alma se conoce, es
decir, se siente así misma. El conocimiento innato o autoconciencia
original es la condición de todo conocimiento.
El alma, ese conocimiento original, al igual que en todos los seres de
la naturaleza, está oscurecido por el conocimiento adquirido,
producido por las cosas externas.
La autoconciencia no es pensamiento sino, sensibilidad, por lo cual,
no es propia solo del hombre, sino de todos los seres de la
naturaleza.
La autoconciencia revela los principios fundamentales de la realidad
natural, tenemos conciencia del saber, de poder y de amar, según
Campanella.
La metafísica de Campanella, publicado en Paris en 1638 y en 1637,
descartes publicó su: “Discurso del método”, en el que se reconocía el
principio de la autoconciencia.
Otros enfoques: academicista; de eficacia social;
naturalista, evolutivo o desarrollista; y de
reconstrucción social de la experiencia
Está demostrado el peculiar moralismo de Pestalozzi, en donde
advierte una insistencia pragmática en los deberes sociales y en una
progresiva adquisición del hábito del esfuerzo: “no hay aprendizaje
que valga nada si desanima o roba la alegría”. Hacer surgir la calma y
la felicidad de la obediencia y del orden, he ahí la verdadera
educación a la vida social.
Esta estrecha fusión entre planteamiento teórico y acción vital al
“estado de naturaleza” entendido como realización del amor
inmediato de sí mismo, se contrapone el “estado social” realización
utilitaria de la mayor ventaja para sí mismo obtenida mediante la
aceptación de las restricciones y las convenciones sociales. Pero por
encima de estos momentos se halla el que es verdaderamente moral
y realiza al mismo tiempo la espontaneidad del primero y el orden del
segundo.
Conclusiones
La filosofía educativa va a plantearnos el ideal
del hombre que el mundo requiere en sus
épocas cambiantes. Por otro lado, la esencia de
la educación es el hombre mismo y al tener éste
una naturaleza cambiante y ambigua, la
educación también lo será. Con el tiempo
cambian los requerimientos y demandas del
hombre ideal, pues cambia la escala de valores y
valoraciones del mismo.
Bibliografía
• Abbagnano, N. Visalberghi, A. (2005). Historia de la
pedagogía (18ª. Ed). México: Fondo de Cultura
Económica.
ISBN: 968-16-0637-X
• Villalpando, N. J.M. (2005). Historia de la Educación y
de la pedagogía. México: Porrúa
ISBN: 970-07-5938-5
CRÉDITOS:

CONTENIDOS:
Lic. Rosaura González Rubalcava, ME

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