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1 CORINTIOS 4-6

TESOROS DE LA BIBLIA
 “Un poco de levadura hace fermentar toda la masa” (10 mins.)
 1Co 5:1, 2. Los cristianos de Corinto estaban permitiendo que un pecador que no se había
arrepentido siguiera en la congregación.
 1Co 5:5-8, 13. Pablo mandó a la congregación que quitara la “levadura” y entregara al pecador a
Satanás (it-2 212, 972).
Levadura
Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
El apóstol Pablo utilizó el mismo simbolismo cuando mandó a la congregación cristiana de Corinto que expulsase
a un hombre inmoral de la congregación. Dijo: “¿No saben que un poco de levadura hace fermentar toda la
masa? Quiten la levadura vieja, para que sean una masa nueva, según estén libres de fermento. Porque, en
realidad, Cristo nuestra pascua ha sido sacrificado”. A continuación indicó claramente a qué se refería con la
palabra “levadura”: “Por consiguiente, guardemos la fiesta, no con levadura vieja, ni con levadura de maldad e
iniquidad, sino con tortas no fermentadas de sinceridad y verdad”. (1Co 5:6-8.) Pablo recurrió en este texto al
significado alegórico de la fiesta judía de las tortas no fermentadas, que venía inmediatamente después de la
celebración de la Pascua. Así como un poco de levadura hace fermentar pronto toda la masa de pan, toda la
congregación llegaría a estar inmunda a los ojos de Jehová si no eliminaba la influencia corrupta de aquel
hombre inmoral. Tal como los israelitas no podían tener levadura en sus casas durante la fiesta, ellos tenían que
quitar la “levadura” de en medio de la congregación.
Satanás
Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
¿Qué significa ‘entregar a una persona a Satanás para la destrucción de la carne’?
Cuando el apóstol Pablo dio instrucciones a la congregación de Corinto en cuanto a la acción que se debía tomar
con un miembro de la congregación que cometía la maldad de mantener relaciones incestuosas con la esposa
de su padre, escribió: “Entreguen a tal hombre a Satanás para la destrucción de la carne”. (1Co 5:5.) Este era un
mandato de expulsar al hombre de la congregación y cortar todo compañerismo con él. (1Co 5:13.) El que se le
entregara a Satanás significaba que estaría fuera de la congregación, en el mundo del que Satanás es dios y
gobernante. Este hombre era como un “poco de levadura” en “toda la masa”, es decir, “la carne” o elemento
carnal dentro de la congregación; al expulsar a este hombre incestuoso, la congregación, que es de inclinación
espiritual, destruiría “la carne” que había en ella. (1Co 5:6, 7.) De manera similar, Pablo entregó a Himeneo y
Alejandro a Satanás, porque habían rechazado la fe y una buena conciencia y habían experimentado el naufragio
de su fe. (1Ti 1:20.)
 1Co 5:9-11. La congregación no debe relacionarse con un pecador que no se ha arrepentido
(lvs 241, nota “Expulsión”).
Notas
Continúe en el amor de Dios

8 EXPULSIÓN
Cuando un cristiano que comete un pecado grave no se arrepiente y se niega a aceptar las normas de Jehová,
no puede seguir siendo miembro de la congregación. Tiene que ser expulsado. Cuando alguien es expulsado,
los demás dejamos de relacionarnos con él y de hablarle (1 Corintios 5:11; 2 Juan 9-11). La expulsión protege el
nombre de Jehová y a la congregación (1 Corintios 5:6). También es una medida de disciplina que puede ayudar
a la persona a arrepentirse para que pueda volver a Jehová (Lucas 15:17).
 Busquemos perlas escondidas (8 mins.)
 1Co 4:9. ¿En qué sentido somos los siervos de Dios “un espectáculo teatral” para los ángeles?
(w09 15/5 24 párr. 16).
Respuesta: Los ángeles fieles de Dios nos observan y se alegran mucho cuando nos ven comportarnos con
fidelidad y la biblia dice que se regocijan hasta cuando un solo pecador se arrepiente.
También observan el ejemplo apropiado que ponen las mujeres cristianas que usan una señal de autoridad sobre
su cabeza y nuestra obediencia les sirve de modelo a estos hijos espirituales de Jehová.
Así que Cuando afrontemos oposición o pensemos que no estamos obteniendo buenos resultados en el
ministerio, recordemos que somos el centro de la atención universal.
Comentario Adicional: Pablo también se está refiriendo a la difícil tarea de predicar el evangelio (ver 2 Co. 4:7-
12; 6:3-10; 11:23-30. Convertirse en apóstol o ser llamado apóstol de Jesucristo no era para nada un mérito o
algo deseable como hoy, era enfrentarse a desfilar como sentenciado a muerte y así fue como terminaron los
apóstoles, llegando a parecer u espectáculo en el cual participaba el mundo espiritual y el físico unidos ante el
poder manifestado por aquellos que han de ser llamados apóstoles. Por eso si estamos obteniendo buenos
resultados u oposición en el ministerio recordemos que somos el centro de atención universal.
Los ángeles: “espíritus para servicio público”
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2009
16. ¿Cómo influye nuestra conducta en los ángeles?
Las Escrituras señalan que, en cierto sentido, los cristianos que se hallan en dificultades son un “espectáculo
16

teatral” para los ángeles (1 Cor. 4:9). Ellos observan nuestra conducta y se alegran mucho cuando nos ven
comportarnos con fidelidad. También se sienten muy complacidos cuando se arrepiente un pecador (Luc. 15:10).
Y hay un aspecto particular de la conducta de las cristianas que no pasa desapercibido a la vista de los ángeles.
La Biblia indica que “la mujer debe tener una señal de autoridad sobre la cabeza, debido a los ángeles” (1 Cor.
11:3, 10). Así es, a los ángeles les agrada ver que las cristianas, así como los demás siervos de Dios, se someten
a la autoridad teocrática. Nuestra obediencia les sirve de modelo a estos hijos espirituales de Jehová.
 1Co 6:3. ¿Qué quiso decir Pablo cuando escribió: “Juzgaremos a ángeles”? (it-2 216).
Respuesta: Pablo dijo: juzgaremos a ángeles’, señalando así al futuro, por tanto, se estaba refiriendo a que los
cristianos ungidos participarían en la futura ejecución de juicio sobre los espíritus inicuos.
Comentario Adicional: y una revista atalaya mencionaba que Aunque la Biblia no nos dé detalles acerca de la
parte que los que son coherederos con Cristo tendrán en ese juicio, podemos estar seguros de que por lo menos
desempeñarán un papel en apoyo de él. Indiscutiblemente estarán tras de Jesús, dando aprobación al juicio.
Comentario Adicional: Fil. 2:9-11 El hombre fue hecho un poco menor que los ángeles y por medio de la
expiración, el hombre fue elevado a un lugar con Dios, a una posición superior a los ángeles. Permitió que el
hombre llegara así a una posición más elevada. Mat. 13:41 Ningún juez o jurado civil está equipado para hacer
decisiones espirituales, porque ellos no comprenden los principios espirituales. Y esa es la razón por la cual,
pleitos que conciernen a las congregaciones y a los siervos, nunca reciben una solución apropiada cuando llegan
a los estrados jurídicos seculares.
 ¿Qué le ha enseñado sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
1 Corintios. 4:1, 9:16
¿Qué responsabilidad tienen todos los cristianos, y cómo debemos considerarla? Al igual que los mayordomos, nosotros
tenemos una labor que hacer. Jehová nos ha dado algo inestimable: el conocimiento de la verdad. Y ahora espera que se lo
llevemos a nuestro semejante (Mat. 28:19, 20). Pablo escribió: “Valórenos el hombre como quienes son subordinados de
Cristo y mayordomos de los secretos sagrados de Dios”. El apóstol indicó que la función de mayordomos abarca tanto
custodiar con esmero “los secretos sagrados” —es decir, la verdad de la Biblia— como transmitirlos fielmente según ordenó
el Amo, Jesucristo. Enseñar la verdad es una labor que se hace por amor. Claro está, cada cristiano tiene circunstancias
distintas. No todos pueden hacer lo mismo en el ministerio, y Jehová lo entiende. Lo importante es hacer todo lo que
personalmente podemos. Así demostramos un amor desinteresado tanto a Dios como a la gente.
1 Corintios. 4:2
Sea confiable. No importa si somos hombres o mujeres, tenemos que cumplir lo mejor posible cualquier asignación que
recibimos. Cuando Nehemías era gobernador, necesitaba hombres que ocuparan puestos de responsabilidad en el pueblo
de Dios. ¿A qué clase de personas nombró? A las que temían a Dios y eran confiables y fieles (Neh. 7:2; 13:12, 13). Hoy
ocurre lo mismo: “lo que se busca en los mayordomos” es que sean fieles. Las buenas obras no pasan inadvertidas (lea 1
Timoteo 5:25).
1 Corintios 4:5
Si vemos desde nuestro punto de vista que hay injusticias en la congregación... ¿Deberíamos desanimarnos o ponernos a
criticar y a hablar hasta con otros hermanos de cosas que ni siquiera somos testigos? Más bien seguir el consejo de este
texto que en parte dice: No juzguen nada pues el Señor sacará a la luz las cosas secretas de la oscuridad, sí, hasta la mismas
intensiones del corazón.
1 Corintios. 4:4
Pablo, quien se esforzaba por dar un buen ejemplo a las congregaciones, Si nos esforzamos por guiarnos por la sabiduría
de arriba y no tomamos demasiado en serio nuestras opiniones o nuestra “posición”, contribuiremos a que reine un buen
espíritu en la congregación. Y si perdonamos a nuestros hermanos y los miramos con buenos ojos, estaremos en paz y
armonía con ellos (Filip. 4:8). Entonces, Jehová y Jesús se pondrán muy contentos al ver el espíritu que manifestamos (Filem.
25).
1 Corintios. 4:6
Sigamos con mucha atención las instrucciones más recientes. Cuando Jehová nos da nuevas instrucciones mediante su
organización, debemos hacer enseguida lo que nos dice. No insistiremos en seguir haciendo las cosas como en el pasado
(Heb. 13:17). Al mismo tiempo, tendremos cuidado de no ir “más allá de las cosas que están escritas”. Al obrar así,
demostraremos que tenemos la vista fija en Jehová.
1 Corintios. 4:7.
Debemos ser humildes y no jactarnos, o hablar con orgullo, de nosotros, sino solo de Jehová. Así fortaleceremos la unidad
de la congregación
1 Corintios. 4:9-13
Cuando se nos injuria, bendecimos; cuando se nos persigue, lo soportamos; cuando se nos infama, suplicamos”. Los
cristianos verdaderos seguimos siendo el blanco de las miradas de la gente del mundo. A veces, las personas que nos rodean
responden mejor a nuestro mensaje al ver que hacemos buenas obras incluso cuando estamos recibiendo un trato injusto
(1 Pedro 2:12).
1 Corintios. 4:11-13, 2 Corintios.11:24-27
La vida del apóstol Pablo fue muy distinta a la de Salomón. Pablo no se sentó en un trono de marfil ni disfrutó de banquetes
con reyes. Más bien, tuvo que soportar hambre, sed, frío y desnudez. Una vez que aceptó a Jesús como el Mesías, no
conservó ninguna posición favorecida en el judaísmo. Al contrario, los líderes religiosos lo odiaban. Fue encarcelado,
azotado, golpeado con varas y apedreado. Pablo reconoció que él y sus hermanos cristianos eran el blanco de insultos,
persecución y calumnias. Escribió: “Hemos llegado a ser como la basura del mundo, el desecho de todas las cosas”. . Jehová
no nos promete una vida de lujos, y sus siervos a veces sufren muchas privaciones. Estar dispuestos a simplificar nuestra
vida y hacer sacrificios prueba el alcance de nuestra determinación de servir a Jehová (1 Timoteo 6:6-8).
1 Corintios. 4:16
“En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera”. Quienes ocupan puestos de responsabilidad en la
congregación deberían llevar la delantera —es decir, dar el ejemplo— en tratar con respeto a todos los hermanos. Y el
propio apóstol Pablo es un buen modelo que pueden imitar (léase 1 Tesalonicenses 2:7, 8). Los cristianos de las
congregaciones a las que Pablo visitó sabían que él nunca les pediría nada que él mismo no estuviera dispuesto a hacer. De
esta manera Pablo demostró que respetaba a sus hermanos y se ganó el respeto de ellos. El excelente ejemplo que había
dado, muchos le hicieron caso de buena gana.
1 Corintios. 5:1
Lamentablemente, cualquier cristiano podría empezar a andar según las inclinaciones de la carne pecaminosa. Por ejemplo,
Pablo escribió que algunos hermanos de Roma eran esclavos “de su propio vientre”, una expresión que podía referirse tanto
a sus deseos sexuales como a su deseo de comer o beber y a otros parecidos. Había quienes seducían los corazones de los
ingenuos (Rom. 16:17, 18; Filip. 3:18, 19; Jud. 4, 8, 12). Y un hermano de Corinto vivió por un tiempo con la esposa de su
padre (1 Cor. 5:1). Es comprensible que Dios advirtiera a los cristianos mediante Pablo que no tuvieran “la mente puesta en
la carne”
1 Corintios. 5:1
¿Cómo contribuimos a que la congregación permanezca limpia? Podemos contribuir a que la congregación permanezca
limpia haciendo lo que dice la Palabra de Dios. Debió de haber sido muy difícil para él tratar un problema que había en la
congregación: se toleraba la inmoralidad sexual. Pablo les indicó a los ancianos que tenían que entregar a aquel hombre a
Satanás o, en otras palabras, expulsarlo. Debían quitar la “levadura” para conservar la pureza de la congregación. Cuando
apoyamos la decisión de los ancianos de expulsar a una persona que no se arrepiente, contribuimos a que la congregación
se mantenga limpia y quizá motivemos al expulsado a arrepentirse y pedirle perdón a Jehová.
1 Corintios. 5:1-5, 6:9-11, 2 Corintios. 2:5-8
No nos sorprende que hoy día muchas personas hagan grandes cambios al estudiar la Palabra de Dios. Eso mismo pasó con
los cristianos del siglo primero, que tenían la esperanza de ir al cielo. La Palabra de Dios y el espíritu santo los ayudaron a
cambiar. Incluso después de hacerse cristianos, algunos cometieron errores graves que dañaron su amistad con Jehová. Por
ejemplo, la Biblia habla de un cristiano ungido que tuvo que ser expulsado. Pero luego hizo los cambios necesarios y volvió
a la congregación. Nos anima ver los cambios que muchos hermanos han podido hacer con la ayuda de la Palabra de Dios
1 Corintios. 5:9-10
La misma predicación nos expone a escuchar creencias falsas. Ahora bien, cuando no podamos evitar nos exponernos a las
ideas del mundo, lo que sí podremos hacer es dejar de recrearnos en ellas y despedirlas de la mente. Igual que Jesús,
debemos rechazar de inmediato los pensamientos que Satanás quiere que tengamos. Es más, podemos protegernos del
contacto innecesario con el modo de pensar del mundo. Además, de acuerdo con el principio de que “las malas compañías
echan a perder los hábitos útiles”, no cultivamos la amistad de quienes no siguen las normas cristianas
1 Corintios. 5:11-13
¿Qué tipo de compañías debemos evitar? Para no perder nuestras buenas costumbres, debemos evitar las malas compañías,
fuera y también dentro de la congregación. No debemos juntarnos con los miembros de la congregación que deciden
desobedecer a Jehová. Si tenemos amistad estrecha con gente que no sirve a Jehová, es posible que terminemos haciendo
lo mismo que ellos a fin de que nos acepten. Por ejemplo, si nos juntamos con personas que pasan por alto las normas de
Dios sobre la sexualidad, nosotros también podríamos terminar cometiendo inmoralidad. A algunos les ha ocurrido eso y
han tenido que ser expulsados de la congregación. Y si no regresan a Jehová, puede pasarles lo que dijo el apóstol Pedro
en 2 Pedro 2:20-22.
1 Corintios. 6:1-8
¿Se atreve cualquiera de ustedes que tenga un pleito contra el otro a ir al tribunal ante hombres injustos, y no ante los
santos? Había otro problema en Corinto que Pablo tenía que tratar: algunos cristianos llevaban a sus hermanos a los
tribunales. Hoy se presentan situaciones parecidas. A veces, se rompe la paz entre hermanos cuando fracasa un negocio, se
pierde dinero y quizá se lanzan acusaciones de fraude. Algunos hasta se han llevado a juicio. Pero el libro de Dios nos ayuda
a comprender que es mejor perder dinero que manchar el nombre de Jehová o perturbar la paz de la congregación. Para
resolver problemas y conflictos graves, debemos poner en práctica los consejos de Jesús (lea Mateo 5:23, 24; 18:15-17).
Cuando lo hacemos, fortalecemos la unidad de la familia de los siervos de Dios.
1 Corintios. 6:9-11
Otro motivo por el que los cristianos queremos aprender a pensar como Dios es que su manera de ver las cosas es muy
superior a la del mundo. Este ofrece consejos sobre aspectos de la vida como la conducta, las relaciones familiares y la
satisfacción en el trabajo. Muchos de ellos chocan con la forma de pensar de Jehová. Por ejemplo, el mundo a menudo
fomenta la autopromoción y considera aceptable la inmoralidad sexual. Que la separación o el divorcio por motivos de poco
peso es una vía para ser más felices. Jesús dijo: “La sabiduría queda probada justa por sus obras”. Por otro lado, los cristianos
que piensan igual que Dios tienen familias más felices, se libran de las enfermedades relacionadas con la vida inmoral y
disfrutan de paz con sus hermanos de todos lados.
1 Corintios. 6:18
“DESPIERTOS”, “FIRMES” Y “PODEROSOS”. Para “[huir] de la fornicación”, no basta con evitar los actos sexuales englobados
por el término griego pornéia. Hay que rechazar todo lo que podría llevarnos a caer en ella, como la pornografía, la
inmundicia moral, las fantasías eróticas y el coqueteo (Mat. 5:28; Sant. 3:17).
1 Corintios. 6:20
¿Qué deben recordar los ancianos de congregación mientras cumplen su labor de pastores espirituales? Los pastores
cristianos de nuestros días —los ancianos nombrados— tienen una gran responsabilidad. Las ovejas que atienden son de
Jehová y de Jesús, quien se llamó a sí mismo “el pastor excelente” (Juan 10:11). Jesús pagó por ellas un precio muy alto: su
propia “sangre preciosa”. Él las ama tanto que sacrificó voluntariamente su vida por ellas. Los ancianos siempre deben
recordar que son pastores que trabajan bajo la supervisión del amoroso Hijo de Dios, Jesucristo, el “gran pastor de las
ovejas” (Heb. 13:20).
 ¿Qué otras perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta semana?
1 Corintios. 4:1
¿Cómo trató Pablo a los corintios con modestia? La modestia de Pablo se hizo particularmente evidente en su modo de
tratar a los corintios. Al parecer, algunos de ellos admiraban a los que consideraban superintendentes destacados, entre
ellos Apolos, Cefas y el mismo Pablo. Pero Pablo ni solicitó la alabanza de los corintios ni se aprovechó de su admiración.
Cuando los visitó, no se presentó “con extravagancia de habla o de sabiduría”. Por el contrario, dijo de sí mismo y de sus
compañeros: “Valórenos el hombre como quienes son subordinados de Cristo”.
1 Corintios. 4:7
¿Qué lecciones importantes podemos aprender de lo que le pasó a Sebná? el hecho de que Sebná perdiera su posición nos
recuerda que “el orgullo está antes de un ruidoso estrellarse; y un espíritu altivo, antes del tropiezo” (Prov. 16:18). Tal vez
usted tenga responsabilidades especiales en la congregación y los demás piensen que es importante. Si este es su caso, ¿se
esforzará por mantenerse humilde? ¿Dará la honra a Jehová por sus habilidades o logros? La corrección firme que recibió
Sebná tal vez indique que Jehová creía que podía cambiar (Prov. 3:11, 12). En vez de enojarse y resentirse, deberían seguir
sirviendo a Dios de la mejor forma posible en su nueva situación y ver la disciplina como una muestra del amor de Jehová.
Recordemos que nuestro Padre nos recompensará si somos humildes. Queremos ser como arcilla blanda en las manos de
Jehová y dejar que nos moldee con su amorosa disciplina... Además, Jehová se fija en lo bueno de las personas. Si usted
debe disciplinar a alguien, ¿lo hará como lo hace Jehová?
1 Corintios. 4:16, 17
Para hablar el lenguaje puro hace falta más que solo creer lo que aprendemos y enseñarlo al prójimo. También debemos
obedecer las leyes y los principios divinos. ¿Cómo podemos lograrlo? Fijándonos en el ejemplo de los demás e imitando su
fe y su celo “háganse imitadores de mí”. Y el mejor ejemplo que podemos seguir es el de Jesús (1 Cor. 11:1; Heb. 12:2; 13:7).
Si así lo hacemos, contribuiremos a la unidad del pueblo de Dios, ya que todos hablaremos con el mismo acento, por así
decirlo.
1 Corintios. 5:5
¿Qué significa entregar al pecador “a Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvado”? Cuando
alguien peca gravemente y no se arrepiente, es expulsado de la congregación. Como en ese momento vuelve a formar parte
del mundo malvado de Satanás, puede decirse que ha sido entregado al Diablo. Además, con la expulsión se destruye, o
elimina, una influencia carnal, o corruptora, y se protege el espíritu, o actitud reinante, de la congregación (2 Tim. 4:22).
1 Corintios 5:11
Recordar este mandato nos ayuda a no mezclarnos o tener asociación con quienes hayan sido expulsados de la
congregación, pues hasta dice que ni siquiera comamos con tal hombre.
1 Corintios 6:1
Queda claro que si hermano comete estafa (por ejemplo al hacer negocios o problemas de dinero) o cualquier otro motivo,
jamás debería el afectado llevar al otro hermano a los tribunales. ¿Por qué? 1) Porque esto traería deshonra al pueblo de
Dios. 2) Demostraría que tiene más amor al dinero que al mismo hermano. Con razón entonces fue tan tajante el aposto
Pablo con este consejo.
1 Corintios. 6:1-10
Recordemos cómo nació la congregación de aquella ciudad. Pablo llegó a Corinto a finales del año 50, y aunque al principio
se enfrentó a dificultades, no se dio por vencido. En poco tiempo, muchas personas aceptaron las buenas nuevas. El apóstol
pasó allí “un año y seis meses”, y durante ese tiempo se esforzó en gran manera por enseñar y fortalecer a la joven
congregación. Es obvio que sentía un profundo cariño por aquellos cristianos. Y ellos tenían razones de sobra para
corresponderle. Sin embargo, hubo quienes se resintieron con él, quizás porque no les gustaba que los aconsejara con tanta
franqueza. O quizás porque creyeron las calumnias de los “apóstoles superfinos” (2 Cor. 11:5, 6). Fuera como fuera, Pablo
quería sentir el amor de sus hermanos. Por eso les suplicó que ensancharan su corazón y que estrecharan su relación con él
y con los demás cristianos.
1 Corintios. 6:10
Evitemos la murmuración. Murmurar de hombres cuyo deber es pastorear el rebaño de Dios quizá nos lleve a la injuria.
Criticarlos o calumniarlos invocando el mal sobre ellos puede perjudicar nuestra relación con Jehová. Los injuriadores que
no se arrepientan no heredarán el Reino de Dios. El discípulo Judas dijo que estos murmuradores estaban “desatendiendo
el señorío y hablando injuriosamente de los gloriosos”, es decir, de los hombres responsables de la congregación. Dado que
aquellos murmuradores no contaron con la aprobación divina, hacemos bien en no seguir su malvado proceder.

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