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SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS

C A P Í T U L O S 6 Y 7

SOFÍA LÓPEZ
CAPÍTULO
6
CAPÍTULO 6

 Es fundamental identificar y valorar la salvación (2 Corintios 6:1-2)


El apóstol Pablo siempre destaca el poder y alto valor del evangelio el cual debe ser recibido debidamente no sólo por
quien lo da sino por la gracia con que ha sido derramado. El evangelio ha venido por la preciosísima sangre de Jesús
y es otorgado al ser humano sólo por creer en él, semejante gracia no pude recibirse en vano. Entonces cuando Pablo
dice: “Los exhorto a que no recibáis en vano la gracia de Dios” quiere decir que somos salvos por su gracia, pero
después de recibir la salvación debemos procurar vivir como es digno de ella.
CAPÍTULO 6
 El servicio a Dios implica enfrentar y superar tribulaciones y obstáculos (2 Corintios 6:3-10)
En la frase: “No damos a nadie ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea criticado”, ya que la palabra
ministerio aquí desde el griego original bíblico significa: servicio, podemos concluir que es una expresión entonces
para todos los que servimos a Dios. Pablo dice “no damos tropiezo” para no ser criticados, es decir no damos
oportunidad o no provocamos situaciones que provoquen críticas, descréditos, deshonras. Para Pablo su recta manera
de conducirse era muy importante, pues así dejaba sin armas a quienes querían calumniarlo.

El servir a Dios fielmente no garantiza que no tendremos dificultades y obstáculos que superar. Al considerar las
palabras del apóstol Pablo podemos ver el reflejo de las angustias y sufrimientos en su consagración y servicio de
Dios. Sin embargo, su amor por Cristo y su verdad siempre lo fortalecieron para perseverar hasta el último día de su
vida.
CAPÍTULO 6
 Los corintios estaban cerrando su corazón al apóstol (2 Corintios 6:11-13)
Debido a las malas actitudes nacidas en malos sentimientos los corintios habían endurecido sus corazones hacia
Pablo. El apóstol les sugiere entonces cambiar su actitud hacia él.

 La iglesia de Corinto debe cambiar su actitud (2 Corintios 6:14-18)

Es lógico concluir que los corintios estaban participando de cosas que a Dios no le agradaban ni eran consecuentes
con su nueva vida en Cristo. En palabras sencillas Pablo le estaba diciendo: “Dejen de unirse de manera
indiscriminada con los no creyentes”. La justicia no se asocia con la injusticia. La luz no tiene una relación estrecha
con las tinieblas más bien existe una fuerte oposición.
CAPÍTULO 6

En el versículo quince nos habla de la armonía o acuerdo, componentes que no existen entre Cristo y el diablo, la
santidad y amor de Jesús no armonizan con la impureza y maldad del diablo; y tampoco existe por tanto armonía
entre el creyente y el incrédulo. Los dos son espiritualmente incompatibles.

Pablo nos recuerda que somos templo del Espíritu Santo y por tanto él nos llama con fuerza: “Salid… apartaos… no
toquen lo inmundo…”. Es decir no participen de las obras de las tinieblas, no llamen bueno a lo que ellos hacen, ni
aplaudas sus obras de maldad, más bien acércate a Dios, pues él dice: “y yo los recibiré, y seré para ustedes un Padre,
y ustedes serán mis hijos, dice el Señor Dueño del universo”.
CAPÍTULO
7
CONCLUSIÓN DEL CAPÍTULO 6 (2 CORINTIOS
7:1)

 “Así que, amados, teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”

1) Las maravillosas y fieles promesas de Dios implican una vida recta y separada del mal. Entrar en uniones o
acuerdos con el mundo nos expone a pérdidas de las bendiciones, pero ante todo es afectada la comunión con Dios y
Su presencia. Ante todas las promesas y bendiciones que el Señor nos quiere dar es necesario limpiarnos, es decir
apartarnos de aquello que a Dios no agrada.
CONCLUSIÓN DEL CAPÍTULO 6 (2 CORINTIOS
7:1)

2) La expresión “perfeccionando la santidad en el temor de Dios” indica un proceso continuo en el marco del
“temor a Dios”. Por eso dice la Escritura que el temor a Dios es el principio de la sabiduría, no se trata de
abundancia de conocimiento sino de caminar en la buena palabra que Dios nos da.

Pablo vivía de una manera íntegra, recta, sobria, justa y piadosa. Nadie podía levantar el dedo y señalarlo de pecado o
desorden en su vida. El apóstol no quiere condenarlos, por el contrario, su amor por ellos es sincero, honesto y
limpio.
CAPÍTULO 7
 Pablo afirma y expresa su amor hacia los corintios por varias razones:

- La mayoría de corintios tenía un gran afecto por él. En primer lugar el apóstol manifiesta la lucha que ha tenido
con conflictos y problemas externos, además de la lucha interna. Inmediatamente dice el apóstol: “pero Dios, que
consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito” vemos entonces que a pesar de los conflictos externos
e internos Dios estaba allí a su cuidado.
- El escrito de Pablo había producido tristeza en los corintios y esta tristeza les dice Pablo que vino de Dios, pues el
objetivo era provocar arrepentimiento en ellos para que no padecieran ninguna perdida por causa de Pablo.
CAPÍTULO 7
Vemos en el versículo diez el contraste de dos clases de tristeza: la que viene de Dios para arrepentimiento y la que
viene del mundo que produce muerte. La primera es resultado de la obra del Espíritu Santo y su palabra
convenciéndonos de lo que hemos hecho mal y que debe ser corregido; mientras que la segunda la tristeza del mundo
produce depresión, soledad, auto lastima, auto condenación, deseos suicidas, etc. Pablo se goza porque los corintios
habían sido obedientes siguiendo sus instrucciones.

Pablo experimenta mayor gozo al ver el gozo de Tito, pues la iglesia de Corinto lo había recibido con sumo respeto y
el cariño de Tito por ellos era más grande cada vez que recordaba la obediencia de ellos, y como reconocieron la
autoridad apostólica en él.
CAPÍTULO 7

En pocas palabras el apóstol Pablo tenia por cierto que a pesar de los
tropiezos y obstáculos, todo resultaría en el mejor final por eso dice: “tengo
confianza”. Aunque a veces las situaciones se vuelven más complicadas de lo
normal, es necesario confiar en Dios y su poder pues todo obra para nuestro
bien.
GRACIAS POR SU ATENCIÓN

SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS


C A P Í T U L O S 6 Y 7

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