Construcciones exocéntricas:

Las construcciones son esquemas generales que subyacen a las funciones sintácticas porque
generalizan la construcción en la que ellas participan.

Ahora bien, las construcciones exocéntricas se caracterizan por no tener un núcleo que funcione
como toda la construcción. Además, se constituye por la relación entre dos partes interdependientes,
porque ninguna cumple su función sin la otra.

La estructura formal de expresar esto es: el elemento A presupone al B y el B presupone al A. Por

ejemplo, cuando se tiene una voz activa, la función Sujeto se opone a la función Predicado. Ambos
se presuponen entre sí, siendo “A” Sujeto y siendo “B” Predicado porque no se puede tener uno sin
el otro; por más que el Sujeto no esté expreso, el Predicado lo necesita.

Ambos son entonces constituyentes de la construcción exocéntrica.

La construcción exocéntrica se opone a la endocéntrica porque en esta última hay un núcleo que
funciona como toda la construcción. Ejemplos:

La función Sujeto es interdependiente con la función Predicado. Si se quita uno de los

componentes, se deja de tener una oración bimembre simple. Por lo tanto, es una construcción
exocéntrica donde ambos dependen del otro.

Con buenos recuerdos.

La relación se da entre “con” y “buenos recuerdos” (no se verá la relación entre “buenos” y
“recuerdos” porque es una construcción endocéntrica).

En este caso, se toma como un modificador indirecto. Por lo tanto “con” es el elemento “A” y
“buenos recuerdos” el elemento “B”. La relación entre preposición más término es exocéntrica,
porque no puede haber uno sin el otro.

Por la mañana.

Este es un circunstancial de tiempo, donde se tiene una relación entre un nexo subordinante, con la
preposición “por” que presupone a un término “la mañana”.

Por lo tanto, es una construcción exocéntrica ya que ambas se presuponen una a otra. No pueden
funcionar por separado como toda la construcción, por eso se presuponen entre sí.

Para mí.

Es el mismo caso que el anterior: se tiene un nexo subordinante (“para”) y un pronombre (“mí”). Se
suponen entre sí, por lo tanto, se dice que son interdependientes.
Cantan los pájaros.

En este caso, tenemos una función Sujeto (“los pájaros”) y una función Predicado (“cantan”). Si se
tiene solo Sujeto o solo Predicado, no se está frente a una oración bimembre, porque son
interdependientes y se necesitan ambos términos.