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ADVERBIAL O CIRCUNSTANCIAL
Una vez vistas la subordinación sustantiva y la adjetiva, lo que nos resta es una tercera
etiqueta que actúa a modo de cajón de sastre ya que engloba muy diversos tipos de ora-
ciones subordinadas cuya única característica común es que habitualmente –no siempre-
cumplen la función sintáctica de Complemento Circunstancial, o de Modificadores
periféricos. Sí que podemos diferenciar dentro de la subordinación circunstancial entre
dos tipos:
1. Las condicionales son aquellas que expresan una condición que debe cumplirse
para que se realice lo que se afirma en la proposición principal. Ejemplo:
Si saben todo de mí, no puedo hacer nada por ellos.
Su nexo es siempre un enlace subordinante de valor condicional: si, como, siempre que,
a menos que, con tal de que, a condición de que… Su función normalmente es la de
Modificadores periféricos de la oración, pues modifican a toda la oración principal.
4. Las finales expresan la intención o finalidad con que se realiza la acción que se
enuncia en la proposición principal. Ejemplo:
Acércame esa camisa para que la vea bien.
El nexo prototípico es para que, pero podemos enumerar otros nexos con valor final:
que, a que, a fin de que, con objeto de que y otros similares. Las podemos analizar
como un sintagma preposicional cuya función sería CC de finalidad: donde ‘para’
sería la preposición que hace de enlace y ‘que’ la conjunción de una subordinada
sustantiva que haría de término. Lo mismo nos sucede cuando el nexo es ‘para’ +
infinitivo. En este caso la estructura es igual al anterior y el uso del infinitivo, igual que
en las oraciones subordinadas de infinitivo, supone que el sujeto de ese infinitivo es
referente con algún complemento de la oración principal: Sujeto, Complemento Directo
o Complemento Indirecto.