Está en la página 1de 9

CONFESIÓN DEL SHEMÁ

ANTES DE DORMIR
Este es el rezo que debemos hacer los
netzaritas antes de irnos a dormir, luego de
haber leído algo de los dichos de nuestro
Santo Maestro. Entonces nos ponemos en
pie, mirando hacia Eretz Yisrael (Si estás en
eretz Yisrael, mirando hacia Yerushaláyim.
Si estás en Yerushaláyim, mirando hacia el
monte del Templo. Si estás en el monte del
Templo, hacia el lugar donde estaba el
Santo Santísimo). Si no sabes dónde estás,
mira hacia el Cielo. Se sugiere que después
de la medianoche, cuando es muy difícil
concentrarse, no se mencione “hamapil”
confesando el Nombre divino ni Su
Soberanía, porque existe el peligro de
tomarlo en vano (por el cansancio) pero sí
el resto. No debe hacerse interrupción
alguna, desde el comienzo hasta el final. Se
debe procurar beber agua y hacer las
necesidades fisiológicas, antes de este
rezo.
Lectura del Santo Maestro:

1
Primer Día: “La felicidad en la vida no
depende de la abundancia de bienes
materiales que se poseen”. ¿Qué valor
tiene para el hombre que gane el mundo
entero y pierda su alma? ¿Qué recompensa
dará por su alma?
Segundo Día:“Si perdonáis a los hombres
sus trasgresiones cuando pecan contra
vosotros, también vuestro padre que está
los Cielos os perdonará vuestras
trasgresiones, cuando pequéis contra él”.
Tercer Día:“No dediquéis vuestra vida a
hacer tesoros aquí en la tierra, donde la
polilla y el óxido las destruyen o donde
ladrones pueden hacer un túnel a
escondidas y robarlo. Dedicaos más bien
en hacer tesoros en el cielo… porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará
vuestro corazón”.
Cuarto Día: “Ningún esclavo puede servir a
dos amos, porque siempre amará al
primero más que al segundo, o al segundo
más que al primero. De la misma manera,
no podréis servir al mismo tiempo al Eterno
y a tus tesoros materiales”.

2
Quinto Día: “No os angustiéis el alma
diciendo: ¿qué comeremos? ¿Qué
beberemos? ¿Con qué nos vestiremos?
Porque los gentiles dedican su vida detrás
de todas estas cosas, pero vuestro Padre
que está en los cielos, sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas. Mas
buscad primeramente el Reino del Eterno y
Su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas”.
Sexto Día: “No estéis ansiosos por el día
de mañana, porque el mañana traerá
consigo sus propios problemas. Suficiente
para vosotros es la fatiga de cada día. No
temáis manada pequeña, porque a mi
Padre ha placido daros el Reino”.
Shabat: “Si tu hermano se aparta de la
Toráh, ve y corrígelo en privado, estando tú
y él solos. Si te escucha, has ganado a tu
hermano. Debes perdonar a tu hermano no
hasta siete, sino hasta setenta veces siete”.
Proseguir diciendo:
“Avinu Shebashamayim: Haz que nos
recostemos en paz y levántanos a una vida
buena y a la paz. Extiende sobre nosotros tu

3
tabernáculo de paz. Rectifícanos con un buen
consejo delante de Ti. Mantén tu rescate de
nuestras almas, por amor de Tu Nombre.
Protégenos y aleja de nosotros y de mi casa, el
golpe del enemigo, la plaga, la espada, los
problemas, el mal, la hambruna, la tragedia, la
destrucción y la pestilencia. Que mis ojos no
sean arrastrados a ver el mal. Quiebra el poder
del Hasatán y aléjalo de nosotros, de adentro de
nosotros, de al lado de nosotros y de atrás de
nosotros. Ocúltanos de sus planes perversos
bajo la sombra de Tus alas. Guárdanos cuando
salimos y cuando entramos, que sea en vida y
en paz, ahora y por siempre, pues tú eres un
Eloha bueno, que nos proteges y rescata de
todos los males y del terror de la noche.
Hamapil
“Bendito eres Tú, HaShem, Rey del universo,
que causas que el sueño venga a mis ojos y el
sopor a nuestros párpados, manteniendo la luz
en la pupila de los ojos. Sea Tú voluntad, oh
Eterno nuestro Eloha, que nos recostemos en
paz y nos levantes en paz. Concédenos siempre
una porción de Tú Toráh; acostúmbranos a las
buenas acciones y no a las trasgresiones. No
nos dejes caer en el pecado, la violación de tus
preceptos y la tentación ni la humillación. Que
domine en nosotros la Buena Inclinación y que

4
destruyas dentro de nosotros el poder de la
mala inclinación. Guárdanos de pecar contra Ti
y de malos pensamientos. Que no nos
confundan malos sueños ni vengan a nuestra
mente, al dormir, ideas sucias. Que la simiente
que sea concebida en nuestra cama sea
perfecta delante de Ti. Ilumina mis ojos para que
no muera mientras duermo. Bendito eres Tú,
HaShem, Elohim nuestro, que ilumina el
universo entero con Su gloria”.

El Shemá

Shemá Yisrael, HaShem Elohenu, HaShem Ejad. Baruj shem


kebod maljutó le’olam va’ed (Bendito es el Nombre de Su Majestad
gloriosa por siempre eternamente.)

“Amarás al Eterno tu Eloha, con todo tu corazón, con toda tu alma y


con todas tus fuerzas. Estas cosas que Yo te ordeno hoy, estarán
sobre tu corazón. Las enseñarás diligentemente a tus hijos y
hablarás de ellas cuando estés sentado en tu casa y cuando andes
de camino, al acostarte y al levantarte., Las atarás por signo sobre tu
mano y serán frontales entre tus ojos. Y las escribirás sobre los
marcos que tenga tu casa y sobre tus portones”. »Si ustedes
obedecen fielmente los mandamientos que hoy les doy, y si aman al
Eterno su Elohim y le sirven con todo el corazón y con toda el alma,
entonces él enviará la lluvia oportuna sobre su tierra, la temprana (en
otoño) y la tardía (en primavera) para que obtengan el trigo, el vino y
el aceite. También hará que crezca hierba en los campos para su
ganado, y ustedes comerán y quedarán satisfechos. »¡Cuidado! No
se dejen seducir. No se descarríen ni adoren a otros dioses, ni se
inclinen ante ellos, porque entonces se encenderá la ira del Eterno

5
contra ustedes, y cerrará los cielos para que no llueva; el suelo no
dará sus frutos, y pronto ustedes desaparecerán de la buena tierra
que les da el Señor. Grábense estas palabras en el corazón y en la
mente; átenlas en sus manos como un signo, y llévenlas en su frente
como una marca. Enséñenselas a sus hijos y repítanselas cuando
estén en su casa y cuando anden por el camino, cuando se acuesten
y cuando se levanten; escríbanlas en los postes de su casa y en los
portones de sus ciudades. Así, mientras existan los cielos sobre la
tierra, ustedes y sus descendientes prolongarán su vida sobre la
tierra que el Eterno juró a los antepasados de ustedes que les daría.
El Eterno le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: Ustedes y
todos sus descendientes deberán confeccionarse flecos, y coserlos
sobre sus vestidos con hilo de color púrpura. Estos flequillos les
ayudarán a recordar que deben cumplir con todos los mandamientos
del Eterno, y que no deben prostituirse ni dejarse llevar por los
impulsos de su corazón ni por los deseos de sus ojos. Tendrán
presentes todos mis mandamientos, y los pondrán por obra. Así
serán mi pueblo consagrado. Yo soy el Eterno su Elohim, que los
sacó de Egipto para ser su Elohim. ¡Yo soy el Eterno!»

Tehilim 91

El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al
Eterno: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Elohim en quien confío.» Sólo él puede
librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, pues te cubrirá con sus plumas y bajo
sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! No temerás el terror de la
noche, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que
destruye a mediodía. Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te
afectará. No tendrás más que abrir bien los ojos, para ver a los impíos recibir su merecido. Ya
que has puesto al Eterno por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de
sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar. Porque él ordenará que sus ángeles te
cuiden en todos tus caminos. Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con
piedra alguna. Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás fieras y serpientes! «Yo lo libraré, porque
él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé;
estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con
muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación.»

Tehilim 4.

“Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. Salmo de David.


Responde a mi clamor, Elohim mío y defensor mío. Dame alivio cuando esté
angustiado, apiádate de mí y escucha mi oración. Y ustedes, señores, ¿hasta cuándo
cambiarán mi gloria en vergüenza? ¿Hasta cuándo amarán ídolos vanos e irán en pos de
lo ilusorio? Selah Sepan que el Eterno honra al que le es fiel; el Eterno me escucha cuando lo
llamo. Si se enojan, no pequen; en la quietud del descanso nocturno examínense el corazón.
Selah Ofrezcan sacrificios de justicia y confíen en el Eterno. Muchos son los que dicen:
«¿Quién puede mostrarnos algún bien?»¡Haz, Eterno, que sobre nosotros brille la luz de tu
rostro! Tú has hecho que mi corazón rebose de alegría, alegría mayor que la que tienen los que

6
disfrutan de trigo y vino en abundancia. En paz me acuesto y me duermo, porque sólo tú,
Eterno, me haces vivir confiado”.

“Bendito el Eterno, que reina en el día. Bendito el Eterno que reina en la noche, Bendito el Eterno
cuando nos acostamos. Bendito el Eterno cuando nos levantamos”.

Se repite dos veces seguidas:

“Que el Eterno reprenda al hasatán, sí que el Eterno reprenda al Hasatán (Zac.3:2).

El Eterno es tu cuidador. El Eterno es tu sombra a tu lado derecho. El sol no te herirá de día ni la


luna de noche. El Eterno te guardará de todo mal. El Eterno cuidará tu alma. El Eterno guardará
tus salidas y tus entradas, desde ahora y para siempre” (Sal. 121:5-8).

Entonces se dice:

“Y le dijo el Eterno a Moshé: Dile a Aharón y a sus hijos: “Así bendeciréis a los hijos de Israel:

a) Que el Eterno te bendiga y te guarde.

b) Que el Eterno haga resplandecer tu rostro y te conceda gracia.

c) Que el Eterno alce Su faz sobre ti y ponga dentro de ti, Shalom”.

Cantares 3:7,9 Se confiesa tres veces seguidas1.

“He aquí la cama de Salomón. SeTenta valientes la rodean, de los hombres más poderosos de
Israel. Todos portan espada y son expertos en la guerra. Cada hombre tiene su espada sobre el
hombro, por las acechanzas de la noche”.

Para evitar emisiones nocturnas, se confiesan los siguientes pasukim, tres veces seguidas
cada uno2:

a) Para los justos, se difunde la luz y la alegría para los rectos de corazón.
b) Los ídolos que no han hecho ni los cielos ni la tierra, de la tierra y debajo de los cielos
desaparecerán.
c) Tú eres mi refugio, me preservarás del adversario. Con cánticos de liberación me
rodearás.
d) En Tu presencia hay plena alegría. A tu diestra, gozo eterno.

Perdón y Purificación

Nota: Se concluye la oración antes de dormir con un tiempo de reflexión, pidiendo al Eterno que
nos perdone cualquier ofensa cometida, así como nosotros perdonamos a todos los que nos
deben. Esto se expresa mediante el Salmo 51.

Tehilim 51“Al director musical. Salmo de David, cuando el profeta Natán fue a verlo por
haber cometido David adulterio con Betsabé.
Ten compasión de mí, oh Elohim, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa
bondad, borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado.

1
Estos “setenta valientes” es una referencia a setenta ángeles cada uno de los cuales protege las setenta
interpretaciones de la Toráh, por lo cual son extremadamente capaces de reveler Torah en toda forma de
lengua humana, conocida por el justo, durante su sueño.
2
Salmo 97:11;Jeremías 10:11; Salmo 32:7; Salmo 16:11

7
Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra ti he
pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es
justa, y tu juicio, irreprochable. Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió
mi madre. Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado
sabiduría. Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que
la nieve. Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado.
Aparta tu rostro de mis pecados y borra toda mi maldad. Crea en mí, oh Elohim, un corazón
limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo
Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga. Así
enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se volverán a ti. Elohim mío, Elohim
de mi salvación, líbrame de derramar sangre, y mi lengua alabará tu justicia. Abre, Eterno, mis
labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los
holocaustos; de lo contrario, te los ofrecería. El sacrificio que te agrada es un espíritu
quebrantado; tú, oh Elohim, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido. En tu buena
voluntad, haz que prospere Tzión; levanta los muros de Yerushaláyim. Entonces te agradarán
los sacrificios de justicia, los holocaustos del todo quemados, y sobre tu altar se ofrecerán
becerros”.

Y luego se dice:

“Amo del Universo, he aquí que yo perdono y disculpo de


corazón a todo el que me ha molestado y enojado, o que me
ha causado algún mal, ya sea en mi cuerpo, en mi dinero,
en mi honor o en cualquier otra cosa relacionada conmigo.
Ya sea por accidente, involuntaria o voluntariamente, en
inocencia o con mala intención; ya sea en lengua maligna o
en actos malignos3. Y que no se castigue a ningún ser
humano, ni que nadie sufra, ni venga mal alguno sobre un
hijo de la Alianza por mi causa. Que sea Tu voluntad, oh
Eloha mío, Eloha de Avraham, Yitzjak y Yaakov, Eloha de
mi goel, Yeshua HaMashiaj, que no peque más, y que
cualquier pecado cometido contra Ti, conciente o
inconcientemente me sea ahora perdona y expiado por los
méritos del que has elevado a Tu diestra. Ten piedad de mí
y que no me vengan cosas malas ni a mí, ni a mi casa, ni a
mi descendencia.
Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón,

3
Los netzaritas no decimos: “Ya sea en esta encarnación o en otra”, porque tal expresión no es correcta.
Ver estudio sobre el tema que se adjunta.

8
sean gratas delante de Ti, oh HaShem, mi Roca y mi
Redentor. Amén.
Se concluye diciendo tres veces:

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, pues Tú me has redimido y mi alma pertenece a
Ti para siempre”.

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, pues Tú me has redimido y mi alma pertenece a
Ti para siempre”.

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, pues Tú me has redimido y mi alma pertenece a
Ti para siempre”.

Nota: Los más piadosos tienen ahora un tiempo privado de intercesión por la revelación de
Mashiaj a nuestro noble pueblo judío y el retorno de las tribus perdidas de la Casa de Israel.

También podría gustarte