Está en la página 1de 1

Los primeros emperadores desde Augusto hasta la muerte de Nerón, es decir, entre 27 a. C.

y
68 d. C., formaron la dinastía Julio-Claudia, que tras el periodo del 68 al 69, el año de los cuatro
emperadores, dio paso a la dinastía Flavia con tres emperadores del 69 al 96 y a la dinastía
Antonina, los cinco buenos emperadores, del 96 al 180. El 180 se inició la dinastía Severa que
duró hasta la muerte de Alejandro Severo en el 235. Con la muerte de Alejandro, se da por
iniciada la crisis del siglo III.

Dinastía Julio-Claudia (27 a.C. – 69 d.C.)


Los sucesores de Augusto no demostraron ser especialmente dotados, lo que evidenciaba las
debilidades de un sistema dinástico hereditario. Tiberio, Calígula y Nerón fueron
especialmente despóticos e incluso se dejaron llevar por excesos que pusieron a prueba la
fortaleza del sistema consolidado bajo la administración de Octavio.

Dinastía Flavia (69-96 d.C.)


Esta dinastía de emperadores sobresalió en el aspecto de la administración y la construcción.
Mantuvieron protegidas las fronteras mediante campamentos militares y otorgaron derechos
de ciudadanía romana a los habitantes de las provincias del imperio.

Dinastía Antonina (96-180 d.C.)


Los llamados «Cinco Buenos Emperadores» llevaron Roma a su culmen territorial, económico y
de poder: Nerva; Trajano, de origen hispano y gran conquistador; Adriano, querido emperador
que realizó grandes reformas y visitó numerosas partes del imperio; Antonino Pío; y Marco
Aurelio(junto con Lucio Vero), pensador a la par que defensor de las fronteras.

Dinastía Severa (193-235 d.C.)


La dinastía Severa es una casa de emperadores romanos que reinó por varias décadas desde
finales del siglo II hasta comienzos del siguiente. Fue el último linaje del Principado, y precedió
a la Crisis del siglo III.

Crisis del siglo III (235-284)


También conocida como anarquía del siglo III, anarquía militar o crisis imperial, hace referencia
a un período histórico del Imperio romano, de casi cincuenta años de duración, comprendido
entre la muerte del emperador Alejandro Severo, en el año 235, y el ascenso de Diocleciano al
trono del Imperio, en el año 284. Este fue un período de profunda crisis, durante el cual se
produjeron fuertes presiones de los pueblos exteriores al Imperio y una aguda crisis política,
económica y social en el interior del Imperio.

El Bajo Imperio (284-395)

El Bajo Imperio romano es el período histórico que se extiende desde el ascenso de


Diocleciano al poder en 284 hasta el fin del Imperio romano de Occidente en 476. Tras los
siglos dorados del Imperio romano (período denominado Paz romana, que abarca los siglos I a
II), comenzó un deterioro en las instituciones del Imperio, particularmente la del propio
emperador

El Fin del Imperio Romano de Occidente (395-476)


A principios del siglo V, las tribus germánicas, empujadas hacia el oeste por la presión de los
pueblos hunos, procedentes de las estepas asiáticas, penetraron en el Imperio romano. Las
fronteras cedieron por falta de soldados que las defendiesen y el ejército no pudo impedir que
Roma fuese saqueada por visigodos y vándalos.

También podría gustarte