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LA TRAMPA DE LA “NUEVA NORMALIDAD”

Corina Dávalos (PhD. Filosofía)

E
s llamativa la repetida insistencia con la que, llamamos normal? Podemos justificarlo diciendo que se
tanto los gobiernos, los medios y los ciudadanos puede llamar normal a lo que lo que se ajusta una norma,
hablan de la “nueva normalidad” sin ser una ley. Pero, no debemos olvidar, que es una norma
conscientes de todo lo que implica. Por eso escribo este excepcional y temporal. Por tanto, el sustantivo
artículo. Para rebelarme, e invitarles a rebelarse, en “normalidad” es absolutamente inadecuado para
contra de esa poderosa arma que es el lenguaje para describir la realidad que vivimos, por ahora.
someter a pueblos enteros, metiendo en su mente un,
aparentemente inocuo, caballo de Troya. Luego tenemos el adjetivo “nueva”. Lo nuevo es
algo que, según el contexto en el que se la utilice,
Si algo caracteriza lo que estamos viviendo es la significa el inicio de algo. Si lo juntamos con normalidad,
extrañeza. Es raro que gran parte del mundo está tenemos que esta situación infrecuente e insólita es el
confinado en sus casas, es inusual que nuestros derechos inicio de algo que tomará posesión de nuestra
fundamentales queden en suspenso durante un largo cotidianeidad, sin que nadie lo perciba como algo
periodo de tiempo, es extraordinario que el mundo se inaceptable. Si vamos a otra acepción de nuevo, alude a
haya paralizado a causa de un virus, es inconcebible la algo que “se experimenta o percibe por primera vez”. En
opacidad con que los Estados manejan cifras de ese sentido, tampoco es una palabra que se ajuste del
contagios y fallecimientos. Entonces, ¿por qué lo todo a las circunstancias que estamos viviendo.

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Hemos vivido epidemias de origen viral que han Ecuador vivió su particular desastre en 1999. Vivimos
puesto en jaque al mundo y a la comunidad científica: el también la epidemia del cólera en los 80 y la superamos.
sida, la influenza, la gripe aviar, el ébola. Lo nuevo es la Si algo ha demostrado la Historia es que, sea cual sea la
extensión mundial del coronavirus, su sospechoso origen adversidad que el ser humano deba enfrentar, siempre
y el modo de hacer frente a la enfermedad por la rapidez consigue seguir adelante. Incluso, gracias a esos
del contagio y el problema que supone para los sistemas momentos críticos, encuentra oportunidades de mejora
sanitarios atender en poco tiempo a un número como sociedad. Por ejemplo, tras la II Guerra Mundial,
inabarcable de enfermos que requieren cuidados se establecieron normas para la guerra, nació un tribunal
hospitalarios. Pero, nuevamente, el adjetivo nuevo no se internacional y la figura de crímenes contra la
utiliza con esta acepción. humanidad, así como la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. Todo fue parte del aprendizaje que
Juntamos los dos conceptos y, en nuestra mente, dejó el horror de la guerra.
significan el inicio de algo a lo que –aún siendo una
anomalía temporal– le hemos dado visa de residencia El lingüista George Lakoff, ha estudiado la eficacia
permanente en nuestras vidas, es nuestra “nueva del lenguaje para instalar en las personas, de manera
normalidad”, algo con lo que debemos aprender a vivir, inconsciente, estructuras mentales que moldean nuestra
un estilo de vida que ha llegado para quedarse. Todo visión del mundo. A estas estructuras las llama marcos
mentira, falso, apariencia que quiere convertirse en mentales. La “nueva normalidad” establece un marco
realidad. mental. El marco conceptual cumple la misma función
en nuestro entendimiento que los marcos de una ventana
El mundo ha pasado dos guerras mundiales, dos para delimitar lo que podemos o no ver del paisaje: sólo
graves caídas del sistema financiero en 1929 y 2008. nos deja ver lo que aparece dentro de ese contorno y

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vemos la realidad que nos muestra, desde una que estamos aceptando sin oponer la más mínima
perspectiva y composición específica, y no otra. Limita y resistencia. ¡Hay incluso quien lo agradece!
direcciona el modo en que comprendemos la realidad sin
que nos demos cuenta, porque activa un mecanismo de Como nunca, se ha establecido una dependencia
interpretación inconsciente. Definir un marco mental a casi absoluta del Estado para salir de la crisis. Individuos,
través del discurso, permite que gobiernos y medios corporaciones, empresas, sistema financiero, familias.
modifiquen nuestra manera de acercarnos a mirar y Todos hemos abierto la puerta a una estatalización
entender una realidad a través de un marco de masiva, sin revoluciones, sin resistencia, sin conciencia
significado, con frases que podrían parecer inocentes y del atropello. Yo llamo aquí a ciudadanos y medios a
no lo son en absoluto. Un cambio de marco, dice Lakoff unirse a la resistencia al marco. Dejemos de usar la
es un cambio social. desdichada frase y usemos otra que sí se adecua a la
realidad actual y que nos protegerá, más de lo que
La expresión “nueva normalidad” está muchos pueden imaginar, de entrar en un totalitarismo
formateando, sin que nos demos cuenta, nuestra sibilino. No hay tal nueva normalidad, es un cuento
percepción de lo que se puede aprobar como tolerable en chino, nunca mejor dicho. Usemos, por ejemplo, la frase
el largo plazo. En este punto de la crisis, los Estados han rutina temporal.
extendido su poder hasta límites inimaginables,
justificando este control de la población a través de las Las rutinas cambian con cierta facilidad,
nuevas tecnologías con la excusa de la protección de la dependiendo de las circunstancias, no tienen la fuerza de
salud. Cuando se encuentre una vacuna y la pandemia la costumbre. Mientras dure la pandemia,
quede atrás, el control seguirá. Esa es la nueva normalidad incorporaremos rutinas inusuales: distanciamiento
físico, uso de mascarillas, hábitos de higiene diferentes,

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teletrabajo, mayor dependencia de las tecnologías nunca. Y con esa perspectiva no hay quien viva en paz.
digitales, la posibilidad de volver al aislamiento social También por eso es importante –recordar y recordarnos–
para evitar el colapso sanitario en el caso de un repunte que se trata de una rutina temporal y nada más, ¡rutina
de contagios, etc. Y cuando termine la pandemia, temporal!, ¡rutina temporal!, ¡rutina temporal! Hay que
pasaremos a otra rutina que se adecúe nuevamente al repetirlo como si nos fuese la vida en ello, porque así es.
cambio de las circunstancias.
Tenemos un arma poderosísima en nuestro
Temporal marca lo contrario a lo permanente o lo lenguaje, ¡usémosla! No necesitamos usar la violencia
“normal”. Nos recuerda, una y otra vez, que esto no es para ejercer una firme y combativa, rebelde resistencia.
para siempre, que habrá cambios, sin duda, posiblemente Basta con mantener la libertad interior, la libertad de
para bien; siempre que no dejemos de vigilar, defender y pensamiento, la conciencia y la determinación de no
exigir el respeto que merecen nuestros derechos permitir que nos manipulen. El futuro lo decidiremos
fundamentales, especialmente a la libertad y la nosotros. Nadie nos impondrá normalidades
privacidad. La pandemia es temporal, las rutinas son monstruosas, ni novedades abominables. Viviremos una
temporales, la depresión económica será temporal, todo rutina temporal extraña mientras encontremos una
aquello que estamos viviendo ha tenido un principio y vacuna. Después vendrá lo que construyamos desde
tendrá un final. nuestros aprendizajes y la libertad que nadie puede
arrebatarnos. Pero hay que defenderla. Es más peligrosa
Gran parte del agobio, la ansiedad y la frustración la amenaza de la esclavitud que la del propio
que ha traído la pandemia, es la percepción de que lo que coronavirus.
estamos viviendo se extenderá indefinidamente, que
nada de lo bueno que teníamos volverá a estar presente,

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Necesitamos apelar a la creatividad, al optimismo
que se fundamenta en la naturaleza humana y en el poder
de la libertad para hacer un mundo mejor. Ser libre, vivir
libre, pensar en libertad, es la base y la fuerza que
empujará la economía que también se ha contagiado del
virus y el pesimismo. Digamos lo que no quieren que
digamos, pensemos fuera del marco. No somos ni la
primera ni la última generación que pone límites al poder
que pretende ser absoluto. Como decía Eugène Ionesco,
“Pensar contra la corriente del tiempo es heroico;
decirlo, una locura.” Seamos locos en este sentido,
vamos a decir, decir, decir, con un pequeño cambio en el
lenguaje, con una frase, que no nos sometemos, que
estamos locos, sí, locos por la libertad.

Quito, 4 de mayo 2020

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